Análisis del Sistema de Incubación de Empresas de Base Tecnológica de México PILAR PÉREZ HERNÁNDEZ ALEJANDRO MÁRQUEZ ESTRADA MESA 11 Resumen Con la aparición de la microelectrónica y el advenimiento de un nuevo paradigma tecnoeconómico, emergieron inéditos estilos de organización de la producción, como son los parques tecnológicos, incubadoras de empresas, ciudades de la ciencia o tecnopolis, etc., son expresiones de la economía basada en la información y el conocimiento. Bajo este panorama, en este trabajo se analiza la experiencia mexicana en la implantación de incubadoras de empresas de base tecnológica, las políticas, las iniciativas y los resultados obtenidos por éstas. Entre los resultados obtenidos son: a) no existe un único modelo de incubación, explicado por la variedad de tipos de incubación, los modos de operación, los objetivos, y los ambientes institucionales han delineado el desempeño inédito de cada incubadora; b) en México, las iniciativas para crear empresas de alta tecnología por medio de las Incubadoras han atravesado por diferentes cambios. Se pueden distinguir dos fases, en la primera a principios de los noventas, fueron iniciativas académicas cuya existencia de éstas estuvo condicionada al apoyo público que aunada las dificultades institucionales; en la segunda fase, partir de 2001, las políticas públicas encaminadas a la promoción de las IEBT, tienen un enfoque sistémico, permitiendo la proliferación de Incubadoras, el desarrollo y éxito de iniciativas mexicanas, que incluso ya trasciende a otros países. En esta ultima fase ha sido determinante la actuación de diversos actores sociales Palabras clave: Sistemas de Innovación, Incubadoras de empresas, México. Introducción Las políticas de incubación de empresas se han convertido en instrumentos populares entre los policy makers, ya que estás abarcan un amplio espectro de objetivos (como son el impulso al desarrollo económico nacional y regional, fomento del empleo, estrechamiento las relaciones universidad–empresa, estímulo a la transferencia de tecnología de la universidad y centros de investigación a la industria, creación de un entorno favorable para el surgimiento de nuevas empresas y ayudar a los nuevos empresarios en la creación de nuevas empresas de alta tecnología). Por lo anterior, es posible afirmar que no existe un único modelo de incubación, en buena medida debido a la variedad de tipos de incubación, los modos de operación, los objetivos, y en particular, los ambientes institucionales que han delineado el desempeño específico de cada incubadora. (OCDE, 1999) En el caso de México, las iniciativas para crear empresas de alta tecnología por medio de las Incubadoras han atravesado por diferentes procesos. A principios de los noventas, surgieron varias iniciativas desde la academia, (quienes si bien contaban con el respaldo institucional del CONACYT) las cuales, tuvieron un impacto y desempeño limitado a la estructura académica que les dio vida. (Cadena, 2003; Martínez, 1998; Lalkaka, 1993). 2 Sin embargo, desde el 2001 se implementaron una serie de programas y mecanismos tendientes a crear, bajo un enfoque sistémico, las condiciones necesarias para hacer de la incubación de empresas un vehículo para la creación de empresas exitosas y permitieran la adecuación del tejido industrial a la globalización y cambio tecnológico. Por ello, en este trabajo se analiza el funcionamiento del sistema de incubación de empresas de base tecnológica en México, para ello se ha dividido en cinco secciones, incluyendo esta introducción, seguida de una marco de revisión de la literatura acerca de los sistemas de innovación y las incubadoras de empresas, posteriormente se presenta un panorama de la incubación en el mundo. En la cuarta parte, se abordan los orígenes de la IEBT en México, seguido de la caracterización del funcionamiento del Sistema Nacional de Incubadoras de Empresas en México y finalmente las conclusiones. 1. Marco de Referencia 1.1 El Sistema Nacional de Innovación y el lugar de las incubadoras La innovación tecnológica, entendida como la conversión de conocimiento tecnológico en nuevos productos y/o procesos para su introducción en el mercado, es una actividad fundamentalmente empresarial. Sin embargo, las empresas no son agentes aislados y los niveles de innovación tecnológica que logran son facilitados o incentivados, directa o indirectamente, por los gobiernos, las universidades y organismos públicos de investigación, la infraestructura de soporte a la innovación y los factores del entorno de las empresas (la demanda, los recursos financieros y humanos). Según Lundvall (1992) y Nelson (1993), la influencia de estos cinco agentes en el proceso de innovación se manifiesta tanto directamente como a través de complejas y estrechas relaciones; por tal razón, el análisis de la innovación tecnológica deberá considerar tales agentes como parte integral de los denominados sistemas nacionales de innovación (SNI). En el funcionamiento del Sistema de Innovación, las Incubadoras de Empresas de Base Tecnología fungen como mecanismos de enlace entre la academia, el gobierno y las empresas, también llamados los componentes de la “Triple Hélice” (Healey, 1993; Etzkowitz y Leydesdorff, 1997), y permiten la adaptación de las necesidades que imponen el incesante cambio técnico y la globalización al tejido industrial. 1.2 Papel de la universidad y la Incubación de empresas Un aspecto relevante es el papel decisivo de la universidad en la generación incubadoras de empresas de base tecnológica. Pero no se trata de cualquier tipo de universidad, sino de aquéllas que por su trayectoria han desarrollado un conjunto de vínculos con la industria (apoyándose en su capacidad innovadora originada por la investigación científica y tecnológica realizada en su seno). En los países industrializados, la relación establecida entre la universidad y la industria ha sido, en la mayoría de los casos, iniciativa y necesidad de los propios empresarios (Drucker, 1993) y de una larga tradición en la que los empresarios ven a la universidad como fuente conocimiento y generadora de capital. 3 Además, es menester considerar que en el caso de las universidades se han presentado constantes cambios en sus funciones a lo largo de la historia. Desde su función original de enseñanza, paulatinamente se han incorporado las funciones de investigación —desde mediados del siglo XIX—, y transferencia de tecnología a las empresas —añadida en el siglo XX—, las cuales han cobrado una gran importancia, sobre todo en los últimos treinta años. Así, el modelo de universidad preponderante en el siglo XXI, denominado por Smilor “universidad emprendedora” (Smilor & Grill, 1986), está vinculado a las necesidades del entorno y, por lo tanto, funge como motor de desarrollo regional y nacional. Bajo este esquema, las universidades brindan educación que luego se convertirá en productos comerciales o resultados de investigación que se usaran por la comunidad científica e industrial, asesorías de la academia a la industria, patentes y licencias de investigaciones de la academia a la industria, o incluso la creación de Spin-offs basadas en las tecnologías patentadas. En otras palabras, las universidades han aprendido a desarrollar la gestión de tecnologías para fortalecer la cooperación con su entorno, siendo ejemplos notables de ello el Silicon Valley (formado alrededor de la Universidad de Stanford y Universidad de California) y la Ruta 187 (ubicado en los alrededores del Instituto Tecnológico de Massachussets, la Universidad de Boston y Harvard). Ésta es la razón por la que autores como Etzkowitz (1993) afirman que se está presenciando la segunda revolución académica, cuyo eje se encuentra en la comercialización del conocimiento generado en las universidades. 1.3 Características de las Incubadoras de empresas Las IEBT son generalmente edificios próximos a una instalación académica o de investigación, en los que se habilitan espacios para que individuos o grupos de individuos emprendan actividades de investigación y desarrollo de prototipos, persiguiendo que un emprendedor transforme su idea en producto comercial; transcurrido un plazo deben abandonar las instalaciones. (Camacho, 1998) El producto de las IBT son las empresas de base tecnológica (EBT), y la importancia de estas estriba como señala Castells (1996) en que son el foco central del nuevo paradigma tecnoeconómico, pues en ellas se desarrollan las nuevas tecnologías que en el futuro revolucionaran a la sociedad en su conjunto. Las EBT tienen características únicas: a) son empresas muy pequeñas que producen bienes y servicios con alto valor agregado; b) necesitan constate contacto con las universidades y centros de investigación (tanto por el acceso a información como en la resolución de problemas tecnológicos); b) beneficios derivados de la transferencia de tecnología y del trabajo en redes. (Lalkaka, 1993) 4 2. Las Incubadoras de empresas en el mundo Una de las características centrales de las incubadoras, como ya se dijo, es la existencia de una gran cantidad de modelos de incubación. Según Lalkaka (2005) esto responde al amplio espectro de objetivos que les dan vida; por ello, propone distinguir tres generaciones en los modelos de incubación. Fig. 1 Evolución de los sistemas de Incubación a nivel mundial 1970’s Administración de espacios de trabajo Agencias de empresas Estados Industriales 1ª Generación Inicios Modelos Básicos de Incubación de Centros de negocios Parques Científicos Empresas 1980’s Incubadoras multi-propósito Mediados 1990’s Incubadoras sectoriales 2ª Generación Incubadoras sin tecnología Finales 1990’s Inicios 2000’s 3ª Generación Incubadoras de Artes Incubadoras tecnológicas Incubadoras de la Nueva Economía Incubadoras Ecológicas Incubadoras Empowerment Incubadoras Corporativas Incubadoras de mujeres Incubadoras Sociales Fuente: Elaboración propia con base en Lalkaka (2005). En la primera, las diferentes incubadoras están ligadas a la concepción de ser instituciones huésped (ver figura 1), donde proporcionar infraestructura a las empresas era el común denominador; con el tiempo, las incubadoras evolucionaron para proporcionar además servicios complementarios (logística y administración de negocios, asistencia y transferencia de tecnología, etc.); y con ello se fue gestando la próxima generación de incubadoras de empresas. Ésta segunda generación, considera los diferentes sectores a los que atiende (tanto por nivel tecnológico como objeto económico) y por propósito (creación de nuevas empresas, nuevas líneas de negocio, modernización o innovación, etc. Finalmente, la última generación de incubadoras está definida por el reconocimiento amplio de que es innovación —más allá de ámbito industrial— e incluyen desde no tecnológicas, ecológicas, hasta sectores específicos (p. e. grupos vulnerables) y por su puesto las relacionadas con la innovaron tecnológica. 5 Por supuesto, esta evolución de los modelos de incubación está yuxtapuesta a los resultados del éxito de éstas. Tan sólo en Estados Unidos de América, hacia 1998 existían cerca de 600 incubadoras de empresas, mientras en Europa existían aproximadamente 900. Además, estas iniciativas también han sido adoptadas en Japón y países de América Latina y del Sudeste Asiático. Según la National Business Administration (NBIA) de los Estados Unidos, al cabo de tres años, la tasa de éxito para negocios incubados oscila entre el 75 y el 80%, frente al 20 o 25% que reportan los nuevos negocios no incubados. El 87% de los incubados graduados continúan gestionando su negocio. Luego de diez años, la tasa de éxito para empresas que han sido gestadas en incubadoras oscila entre el 80% y el 93%. En cambio el 80% de las empresas innovadoras (no incubadas) cierran antes del año; entretanto, este número cae al 20% cuando se trata de empresas innovadoras egresadas en incubadoras. (Marcano, 1997) En la figura 2, se muestra la distribución que existe en el mundo de las incubadoras, nótese el papel que tienen los países de reciente industrialización. Fuente: Elaboración propia con base en European Comisión Enterprise (2006), Lalkaka (2005), NBIA (2006). Es por ello que, se puede afirmar que la sociedad en todas las esferas (universidad y centros de investigación, empresarios y el poder público), tienen en la incubadora una oportunidad de transformar ideas y tecnología en productos y empleos, contribuyendo al incremento del nivel de desarrollo regional, dentro de una propuesta más racional de aprovechamiento de los recursos naturales, técnicos, financieros y humanos. 6 4. Antecedentes de la Incubación de Empresas de Base Tecnológica de México En México, en buena medida por la influencia de los éxitos obtenidos en otras latitudes junto con (OCDE, 1999) los problemas generados por los cambios estructurales observados en la economía mexicana (Capdevielle, 1997), crearon las condiciones para el surgimiento de diferentes iniciativas de IEBT. En 1990, en Ensenada (Baja California), se creó la primera incubadora formal de Empresas de Base Tecnológica (con la participación NAFINSA y CONACYT), y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior en Ensenada (CISESE). Posteriormente surgió el Centro de Empresas de Innovación (CEMIT, creado en 1990 en Morelos, bajo el patrocinio del Gobierno Estatal, la Asociación Local de Industrias, CONACYT, NAFINSA y el Instituto de Investigaciones Eléctricas de la UNAM); y el Sistema de Incubación de Empresas Científicas y Tecnológicas de la UNAM (auspiciada por la UNAM CONACYT y NAFINSA). Derivado de estas experiencias en 1992 el CONACYT creó el Programa de Incubadoras de Empresas de Base Tecnológica (PIEBT) con el objetivo de promover la creación de IEBT, los cuales estaban dirigidos a la fase de factibilidad y diseño de las IEBT. De las cuales surgieron diez IEBT (ver cuadro 1), además las incubadoras surgidas antes del PIEBT, se incorporaron a éste. Empero en 1997 el CONACYT cancela dicho programa. Así, se cierra una etapa del apoyo del gobierno a la creación de las Incubadoras de Empresas de Base Tecnológica. 7 Cuadro 1. Incubadoras de empresas creadas por el Programa de Incubadoras de Empresas de Base Tecnológica (PIEBT) del CONACYT Nombre Patrocinadores Estatus Incubadora de Empresas de ITESM – NAFIN - CONACYT Nace en 1994 y Innovación Tecnológica y muere en 1998 Administrativa de Morelos (IETEC) Incubadora de Empresas de Centro de Desarrollo Empresarial Sin fecha, pero Base Tecnológicas del de Investigaciones Biológicas del extinta Noreste de la Paz, Estado de Noroeste –NAFIN - CONACYT Baja California sur Centro de Negocios e Gobierno del Estado de Nace en 1994 y Incubación Tecnológica del Guanajuato – CIATEC – NAFIN hasta 2001 no Estado de Guanajuato CONACYT tenia empresas (CENIT) incubadas Grupo PIEQ Gobierno del Estado de Querétaro Nace en 1992 y - Instituto Tecnológico de cierra en 1999 Querétaro- CONACYT Centro de Desarrollo Universidad de Guadalajara – Nace en 1992 y Empresarial Universitario de CONACYT Cambia de Empresas Tecnológicas* nombre a IEBT de la Universidad de Guadalajara Centro Empresarial Universidad de Chapingo-CONACYT Nace 1994, cierra Tecnológico Agropecuario y en 1996. Forestal Incubadora de Empresas de Universidad de Yucatán - CONACYT Sin fecha, pero Base Tecnológica de extinta Yucatán Fundación Chihuahuense de Nace 1994 Impulsora de Empresas Ciencia y Tecnología - CONACYT Tecnológicas del Estado de Chihuahua IPN - CONACYT Nace 1995 Incubadora de Empresas de Base Tecnológica del Instituto Politécnico Nacional* Incubadora de Empresas de Universidad de Colima - CONACYT Sin fecha, pero Base Tecnológica de Colima extinta Nace en 1998 INCUBASK* Gobierno del Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México y el País Vasco Fuente: Elaboración propia con base en Alcaraz (2004) y Corona (2002). 8 Aunado a esto, las rigideces para el acceso al financiamiento, la administración poco experimentada en cuanto a las necesidades de las EBT, los cambios de autoridades y la crisis económica fueron los elementos que provocaron el cierre de más del 75% de las incubadoras surgidas es los noventas. (Alcaraz, 2004)1 En cambio aquellas que no cerraron, tuvieron desarrollar su creatividad y definir esquemas de apoyo para incentivar el desarrollo de empresas y contribuir así al desarrollo económico y social de la comunidad. Mención aparte merece el caso del ITESM, quien desarrollo desde 1985 experiencias relativas a la incubación de empresas, aunque se trata de empresas de tecnología tradicional, enfocadas a generar un espíritu emprendedor entre sus estudiantes. (Corona, 2002) Fig. 3 Evolución del Sistema de Incubación de Empresas en México Apoyos institucionales 300 Aparición de las primeras Incubadoras 250 Programa Nacional de Incubadoras de Base Tecnológica Cancelación del PNIBT Programa Sectorial de Desarrollo Empresarial Ley para el Desarrollo de la Competitividad de las Mipyme Reconocimiento de los Modelos de Incubación 200 Sistema Nacional de Incubación de Empresas Aceleradoras de Empresas Fondo PYME 150 100 Consejo Nacional de Incubadoras 50 0 1990 1992 1997 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006* Número de Incubadoras *Cifras estimadas Fuente: Elaboración propia con base en Ciela (2004), Corona (2002), González (2006), DOF (2002 y 2004), Presidencia (2006). 1 La IEBT de Ensenada y el CEMIT cierran en 1998 y el Sistema de Incubación de Empresas Científicas y Tecnológicas de la UNAM, cierra en 1999. 9 5. Enfoque sistémico de la Incubación de Empresas de Base Tecnológica de México Hasta el 2000 las políticas públicas estaban dirigidas a industrias (cualquiera que fuera su tamaño a empresas), lo que sin duda tiene implicaciones considerables.2 Así a partir del 2001, hay un reconocimiento del papel que las pequeñas y medianas empresas y se inaugura una nueva fase del apoyo público para el desarrollo de las empresas por medio de las IEBT, donde la creación y fomento de Empresas Innovadores se coloca como un eje importante de la estrategia.3 Para lograr esto se han diseñado programas y mecanismos que buscan impulsar la actividad innovadora de las planta productiva que abarcan desde Fondo Pyme para I&D, el apoyo para la Aceleradora de Negocios en Silicon Valley (Techba),4 coordinación con otras organizaciones (Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, Fundación Produce, ADIAT, etc.) para realizar los programas y reformas necesarias. (CONACYT, 2001 y García de Alba, 2005). De esta manera en la figura 3 se puesta por un lado la tendencia en la creación de incubadoras en México y por otro, el entramado institucional creado para fomentar la creación de empresas a partir de las incubadoras. El sistema Nacional de Incubación de Empresas busca el crecimiento basado en la innovación y desarrollo tecnológico, y para ello, se implementaron tres ejes: Apoyo al talento emprendedor Modelos sistémicos para la creación de empresas Mecanismos para capital semilla, metodologías para formación de emprendedores, proyectos de innovación por empresa, ampliación de los canales de financiamiento, apoyo explícito a inventores, fomento a la transferencia de tecnología, apoyos para servicios de consultoría y las incubadoras de empresas. Sistema nacional de incubación de empresas. Laboratorios de innovación, centros de articulación Creación de colectiva, proyectos de innovación por grupos de eficiencia colectiva empresas, Aceleradora de negocios. 2 La política industrial implementada por la Secretaria de Comercio y Fomento Industrial, de 1998 a 2000 destino 408.1 millones de pesos y apoyo a 27, 739 empresas en el mismo periodo. (González, 2006) 3 La política de Desarrollo empresarial de 2001 a 2006, destino 8, 212.2 millones de pesos y apoyo y apoyo a 1,204, 714 empresas. (González, 2006) 4 En enero del 2005, la Secretaria de Economía puso en marcha la Aceleradora Tecnológica MéxicoSilicon Valley (TechBA) que, en una primera etapa y con el apoyo de la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia, seleccionó a 25 compañías mexicanas (todas graduadas de incubadoras) de alta tecnología en software, hardware, pigmentos y mecatrónica. Se busca que las empresas seleccionadas tengan acceso a la inteligencia de negocios, desarrollo de programas para validación de la competencia internacional, así como a la asesoría comercial que les permita demostrar sus capacidades y conquistar en tiempo récord los mercados globales, y próximamente se abrirá una segunda aceleradora en Austin, Texas. www.economia.gob.mx 10 De esta manera, la incubación ya no es concebida como un esfuerzo aislado, sino que se crean los mecanismos que permiten que las empresas egresadas de las incubadoras con las con elementos suficientes para tener un desempeño económico sostenido. Pero más aún en sistema que se ha diseminado en todo el territorio nacional (ver fig. 4), en el que confluyen todo tipo de sectores sociales desde universidades (públicas y privadas), gobiernos estatales y municipales, sociedad civil, instituciones de cooperación internacional (FUMEC), empresarios y emprendedores. Fig. 4 Sistema de Incubación de Empresas en México Modelos nacionales • IPN • CIEA • INCUBASK • CEDEL • CDNE Ensenada • COMEM • JEMAC • INCUBAJÍO • Nvo Laredo • ITESM • Empreser • Proempleo • UNITEC • CDNE Tijuana • Economías Alternativas • UA Hidalgo • U de Guadalajara • San Pedro Modelos internacionales Tipo Frecuencia Tradicional 69 Intermedia 141 Base Tecnológica 10 • Connect • IC2 • Montreal Fuente: www.economia.gob.mx 11 6. Conclusiones Con base en lo antes expuesto se pueden extraer las siguientes conclusiones: 1. El fortalecimiento de la capacidad de vinculación de las IEBT con su entorno es una condición necesaria para su eficacia y eficiencia, el fortalecimiento de los mecanismos institucionales para la vinculación, la formación de recursos humanos, la ampliación de la cartera de proyectos de innovación universidad– industria, y la maduración y fortalecimiento de la docencia y la extensión en función de los requerimientos de las empresas. 2. Las Incubadoras de Empresas se conviertan como una herramienta adecuada para incentivar el espíritu emprendedor y para promover la transferencia de tecnología entre los actores del sistema de innovación de una región o país, pues permiten el surgimiento de nuevos empleos en áreas tecnológicamente innovadoras; en consecuencia, la evaluación de su impacto debe considerar, anteponiéndose a los criterios financieros, dimensiones tales como: los resultados o productos generados por las empresas incubadas, los insumos utilizados por las incubadoras (físicos, financieros, tecnológicos, materiales, humanos), los procesos organizacionales y productivos propiamente dichos y el contexto socioeconómico, político y cultural relativo a las instituciones mas directamente relacionadas con el proceso. 3. En cuanto a la experiencia de México en la creación de IEBT, en una primera fase la existencia de estas estuvo condicionada al apoyo público que aunada las dificultades institucionales, provocaron el cierre de la gran mayoría de las IEBT. Sin embrago, a partir de 2001 inicia una nueva etapa de las políticas publicas encaminadas a la promoción de las IEBT, donde el financiamiento ya no estaría centrado en la etapa de diseño y operación de las IEBT, sino en financiamiento sistemático asociado a crear las condiciones que le permitan a las empresas egresadas insertarse en el mercado (nacional o internacional) y mantenerse y crecer en él. 4. La fuerte presencia de todos los sectores sociales hacen posible que aún cuando el SNIE surge a instancia del gobierno federal, éste ha ido tomado por una amplio espectro de intereses como estrategia de desarrollo económico, lo que crea condiciones para su continuación en el largo plazo, lo contribuirá a su maduración institucional y la consolidación de los resultados. 12 Bibliografía ALCARAZ, R., Diagnóstico de Incubadoras de Empresas en México, AMIRE, www.amire.org.mx, 2004. CADENA, G., "El Sistema Incubador de Empresas Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, Experiencias de 10 Años de Operación” ponencia presentada en el X Seminario Latino-Iberoamericano de Gestión Tecnológica ALTEC, México, 2003. CAMACHO, J., “Incubadoras o viveros de empresas de base tecnológica: la reciente experiencia europea como referencia para las actuales y futuras iniciativas latinoamericanas”, XII Congreso Latinoamericano sobre Espíritu Empresarial, Costa Rica, 1998. CASTELLS, M. (1996), La era de la información: economía, sociedad y cultura, México, Siglo XXI editores, 1ª versión en español. CIELA, “Study of the business incubators in México, 2004”, Congreso CIELA Strat up, 2004. CORONA, L., México: el reto de crear ambientes regionales de innovación, Premio CIDE 2002 a la investigación Científica y Tecnológica, UNAM, México, 2002. DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN (2002), Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana empresas, Diario Oficial de la Federación, 30 de diciembre de 2002, SEGOB, México. ——— (2004), Reglas de Operación para el otorgamiento de apoyos del Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fondo PYME), Diario Oficial de la Federación, 18 de febrero de 2004, SEGOB, México. ETZKOWITZ, H., “Relaciones Academia-Industria: Un nuevo modo de producción?”, ponencia presentada en Workshop on Academic Industry, UNAM, México, 1993. ———, & L. Leydesdorff, Universities and the Global Knowledge Economy: A Triple Helix of University-Industry-Government Relations, London, Pinter, 1997. GONZÁLEZ, A., “Creación de empresas universitarias de investigación y desarrollo, ponencia presentada en 4º Congreso CONIDEAS, junio, 2006. HEALEY, P., “Reproduction and differentiation of productive systems: the triple Helix?” Academic-Industry Relations and industrial Policy: Regional, national and international Issues, NY, 1993. LALKAKA, R., “Incubadoras de negocios para la promoción de empresas con base tecnológica en países en desarrollo”, ponencia presentada en Primera Conferencia de la AMIEPAT, México, 1993. ——— “New Strategies, structures & skill to strengthen business incubation in the globalizing economy”, Seminario Retos y oportunidades de las incubadoras de empresas, Zapopan, México, 2005. LUNDVALL, B. (editor), National Systems of Innovation: Towards a Theory of Innovation and Interactive Learning, Pinter, London, 1992. MARCANO L. y García L., “Las empresas de base tecnológica: opciones para la región”, Revista Espacios, Vol. 18 (2), 1997. MARTÍNEZ L., Empresas con base tecnológica, www.gestiopolis.com NELSON, R. (eds.) National Innovation Systems: A Comparative Study, New York, Oxford University Press, 1993. OCDE, Business Incubation: International Case Studies, OCDE, France, 1999. www.economia.gob.mx PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA (2001), Programa de Desarrollo Empresarial 20012006, México. SMILOR, R., & M. GILL, Jr. (1986), The New Business Incubator: Linking Talent, Technology, Capital, and Know-How. Lexington, MA: Lexington Books. 13 PILAR PÉREZ HERNÁNDEZ Investigadora del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del IPN ALEJANDRO MÁRQUEZ ESTRADA Alumno PIFI 14