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Para que te suene: audios de economía
Unidad 8
La macroeconomía y las macromagnitudes
La macroeconomía tiene un indudable interés para todos los individuos, ya que
su objetivo fundamentalmente es tratar de maximizar el bienestar de la
sociedad. De todas las macrovariables, hay una de uso muy frecuente y que a
todos nos resulta familiar: el Producto Interior Bruto (PIB). El PIB es la suma del
valor de todos los bienes y servicios finales producidos en el país en un año.
1. Macroeconomía: objetivos e instrumentos
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La macroeconomía se ocupa del estudio del funcionamiento de la economía
en su conjunto. Su propósito es obtener una visión simplificada de la economía,
pero que al mismo tiempo permita conocer y actuar sobre el nivel de la
actividad económica de un país determinado o de un conjunto de países.
La política macroeconómica está integrada por el conjunto de medidas
gubernamentales destinadas a influir sobre la marcha de la economía en su
conjunto. Los objetivos claves de la política macroeconómica son el
crecimiento de la producción, el empleo y la estabilidad de los precios.
La política macroeconómica persigue que la economía produzca la mayor
cantidad posible de bienes y servicios, esto es, que se alcance la producción
potencial, dados los recursos y la tecnología con que se cuenta, y que la
producción crezca de forma equilibrada. Cuando la producción efectiva es
inferior a la potencial, es porque la economía tiene recursos desempleados.
La economía no crece de forma regular, sino de forma cíclica, alternando fases
de expansión con otras de recesión en las que se genera desempleo. Por ello,
el objetivo de las autoridades económicas consistirá en procurar un alto nivel
de empleo, lo que equivale a lograr una baja tasa de paro.
Al igual que en los mercados concretos, a nivel global de una economía los
precios responden de forma generalizada a las variaciones de la demanda, en
este caso del conjunto de la economía. A veces, en las fases de expansión, el
nivel general de precios experimenta fuertes crecimientos y las empresas
pierden la referencia, por lo que les resulta difícil realizar predicciones.
Además, aquellos países que experimenten unas mayores subidas de precios
verán que sus productos y servicios son menos demandados en los mercados
internacionales. Por estas razones, las autoridades tratarán de controlar la
inflación, por lo que este es uno de los objetivos fundamentales de la política
macroeconómica.
Además de los tres grandes objetivos citados, la política macroeconómica se
ocupa también de la evolución del déficit público, del déficit exterior y del tipo
de cambio.
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Los instrumentos con los que cuentan las autoridades económicas para
alcanzar sus objetivos son prioritariamente la política fiscal y la política
monetaria. Adicionalmente, se suele recurrir a la política de tipos de cambio
y a las políticas de oferta, que conllevan reformas estructurales.
La política monetaria comprende las medidas del Banco Central orientadas a
controlar la cantidad de dinero y las condiciones de crédito. Por su parte, la
política fiscal comprende las decisiones del Gobierno sobre el nivel del gasto
público y los impuestos y otros ingresos.
2. El Producto Interior Bruto
[Cortinilla de audio]
El Producto Interior Bruto (PIB) es el valor monetario total de los bienes y
servicios finales producidos para el mercado durante un año dado, dentro de
las fronteras de un país.
La Contabilidad Nacional mide la actividad de una economía a lo largo de un
periodo, generalmente un año, registrando las transacciones realizadas entre
los agentes que la forman.
Atendiendo a la definición del PIB, para calcularlo se suman valores monetarios
de los bienes finales. Esto implica excluir los bienes intermedios, y considerar
exclusivamente el valor que se añade en cada etapa de la producción. El valor
añadido es la diferencia entre el valor de los bienes producidos y el coste de
las materias primas y otros bienes intermedios utilizados para producirlos.
Tampoco se contabilizarán los bienes y servicios que no se hayan producido
en ese año, como los artículos de segunda mano o los activos financieros, ni
aquellos que se hayan producido para autoconsumo. Por tradición, el periodo
sobre el que se mide el PIB es de un año, aunque en la Contabilidad Nacional
española se calcula también por trimestres. Por último, se contabilizan en el
PIB la producción realizada dentro del país, con independencia de que haya
sido realizada por unidades nacionales o extranjeras.
3. El PIB por el método del gasto
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El cálculo del PIB se hace de distintas maneras. El método más importante es
el del gasto. Al calcular el PIB por el método del gasto, la producción se divide
en cuatro categorías en función de qué grupo de la economía realiza dicho
gasto: consumo de bienes y servicios por las familias, inversión privada,
gasto público y exportaciones netas, o exportaciones menos importaciones.
Para medir el PIB siguiendo el método del gasto se suma el valor de los bienes
y servicios adquiridos por cada tipo de usuario final.
Dicho esto, conviene establecer algunas precisiones. El consumo es la parte
del PIB adquirida por las familias como usuarios finales. Por su parte, la
inversión privada se divide en formación bruta de capital fijo e inversión en
existencias. La primera se subdivide, a su vez, en inversión en planta y equipo
e inversión residencial. Las existencias son los bienes que han sido
producidos, pero que aun no se han vendido.
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La inversión neta es igual a la inversión bruta menos la depreciación o
cantidad de capital gastada en un año.
El gasto público es el realizado por las administraciones públicas en bienes y
servicios. Comprende todos los gastos del sector público destinados a pagar la
nómina de sus empleados más los costes de los bienes y servicios que compra al
sector privado. Este gasto público de consumo e inversión constituye la aportación
del sector público al PIB. Finalmente, las exportaciones netas son la diferencia
entre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios, esto es, las
importaciones se tienen en cuenta como sumando negativo en el cálculo del PIB.
En resumen, el PIB por el método del gasto se calcula como la suma de
consumo, inversión, gasto público y exportaciones netas. Para comparar el
dato del PIB entre dos periodos de tiempo deberemos calcular la tasa de
variación del PIB entre esos dos periodos.
4. El PIB por el método de los costes
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El PIB según el método del coste de factores se calcula sumando el coste de
los factores de todas las empresas de la economía. Así, deben sumarse
sueldos, salarios, más intereses, alquileres y otras rentas de la propiedad, más
impuestos indirectos, más la depreciación o amortización más los beneficios. El
PIB calculado como flujo de bienes y servicios finales o como suma de costes
es exactamente igual.
La relación entre el PIB a precios de mercado y el PIB al coste de los factores se
establece considerando los impuestos indirectos y las subvenciones de
explotación. Para pasar del PIB a coste de factores al PIB a precios de mercado
hay que sumar los impuestos indirectos y deducir las subvenciones de explotación.
5. El PIB nominal y el PIB real: los índices de precios y la inflación
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El PIB se ha definido como el resultado de multiplicar una serie de cantidades
por sus respectivos precios. Así, un aumento del PIB nominal puede deberse a
un crecimiento de la capacidad económica del país o a un simple aumento del
nivel general de precios. Para que el PIB no recoja este efecto, se utiliza el
llamado PIB real. Este se calcula utilizando los precios constantes, que son los
vigentes en un año base determinado.
Para calcular el PIB real es necesario contar con un índice de precios. Los
índices de precios son unas medidas ponderadas de los precios de cada
periodo en las que cada bien o servicio se valora de acuerdo con su peso o
importancia en el producto total.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) representa el coste de una cesta de
bienes y servicios consumida por la familia media. La cesta de la compra la
confecciona el Instituto Nacional de Estadística con los datos sobre los
hábitos de consumo de los españoles obtenidos a partir de la Encuesta de
Presupuestos Familiares, y es una selección de productos representativos de
cada uno de los grupos básicos de consumo e indica los bienes que suele
consumir por regla general una familia media.
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La tasa de inflación, medida por el IPC, es la variación porcentual
experimentada por el IPC en el periodo considerado. De todos modos, el IPC
no es una medida perfecta del nivel de precios, y sus cambios tienden a
exagerar la tasa de inflación, ya que no recoge adecuadamente el efecto de las
mejoras en la calidad de los productos, la aparición de bienes nuevos y la
sustitución de productos y tiendas.
Otro importante índice de precios es el deflactor implícito del PIB, que se
calcula a partir de la construcción del PIB real. Este se obtiene multiplicando las
cantidades producidas en un año por los precios del año base. De este modo,
el cociente entre el PIB nominal y el PIB real del año en cuestión es el deflactor
implícito del PIB.
6. Del PIB a la renta disponible
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Para lograr un indicador lo más relevante posible del grado de bienestar
económico de la población de un país, es posible realizar varias
transformaciones al PIB hasta llegar a la definición de renta disponible. Así,
debemos pasar del PIB al Producto Nacional Bruto (PNB), de este al Producto
Nacional Neto, luego a la Renta Nacional, después a la Renta disponible y, por
último, a la renta por habitante o renta per cápita.
El PNB es la producción que se obtiene con trabajo o capital propiedad de los
residentes de un país, mientras que el PIB es el producto total que se obtiene
con trabajo y capital situado dentro del país. Si al PNB se le resta la
depreciación, o desgaste producido año a año en los equipos productivos,
obtenemos el Producto Nacional Neto.
La Renta Nacional es la suma de las remuneraciones pagadas a los factores
de producción nacionales durante un periodo de tiempo. Para obtener la Renta
Nacional Neta como suma de las retribuciones a todos los factores de la
producción de la economía basta con expresar el Producto Nacional Neto al
coste de los factores.
La Renta Personal se define como la Renta Nacional Neta menos los
beneficios no distribuidos por las empresas, menos los impuestos sobre los
beneficios, menos las cotizaciones a la Seguridad Social, más las
transferencias del Estado a las economías domésticas. Si le restamos los
impuestos directos (como el IRPF) obtenemos la Renta Personal Disponible.
Finalmente, la renta por habitante, o renta per cápita, se calcula como el
cociente entre la renta nacional (es decir, el PNB menos la depreciación) y la
población del país. Es el principal indicador de bienestar económico.
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