LA CAPILLA SIXTINA Esteban: La Capilla Sixtina, uno

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LA CAPILLA SIXTINA
Esteban: La Capilla Sixtina, uno de los tesoros artísticos de la humanidad, construida
entre el año 1471 y el 1484, en la ciudad del Vaticano. Más tarde Miguel Ángel, junto
a otros artistas le hicieron otros agregados.
Según marcan las efemérides estamos a quinientos años de que Miguel Ángel fue
invitado para hacer su trabajo allí Salvador.
Salvador: Sí, porque inició su trabajo en el año 1508.
La Capilla Sixtina es un "galpón". No tiene mayores atractivos arquitectónicos.
La gran fuerza de la Capilla, está dada justamente, en el gran trabajo realizado por los
artistas.
¿Cuál es la importancia de la Capilla Sixtina?
Es algo así como la Biblia completa pintada. Una Biblia que lo incluye todo.
Para hacer gráfico esto, cuando uno entra a la Capilla Sixtina, por la puerta principal,
tiene a la izquierda sobre la pared, una serie de pinturas del Antiguo Testamento, y
sobre la pared de la derecha, pinturas del Nuevo Testamento. El Antiguo y el Nuevo
Testamento están enfrentados, pero no solo eso, sino que lo están en forma
inteligente. Por ejemplo, de un lado está la circuncisión, (ceremonia, rito o marca,
inicial del judaísmo) del otro, está el bautismo de Jesucristo, es decir que están
puestas en paralelo.
El artista que diseñó todo, pensó justamente en estas oposiciones, concordancias y
divergencias.
De un lado se ve a "Dios" entregándole las tablas de la ley a Moisés, la legislación del
Antiguo Pacto y enfrente está Jesús en el sermón del monte, por un lado, la base ética
del judaísmo y por el otro, la base ética del cristianismo.
Hay un paralelismo en estos cuadros del Antiguo y Nuevo Testamento muy bien
elegidos.
Está también la historia de Moisés donde en el mismo cuadro aparecen varias escenas
de la vida de este personaje. Algo así como la prehistoria de lo que luego seria el
comics o historieta, donde hay varias historias marcando el comienzo.
Pero nadie va a la Capilla Sixtina (salvo los especialistas) a ver esto solamente, sino
que van a ver el techo. En el mismo, está la creación del mundo hecha por Miguel
Ángel.
Esteban: Que es lo más famoso y publicitado.
Salvador: Sí, lo más famoso, publicitado y visto está en el techo.
Lo que el Papa Julio II verdaderamente le pidió a Miguel Ángel fue que hiciera en la
bóveda a los doce apóstoles. A Miguel Ángel le pareció que el tema elegido era
demasiado pobre, no le daba posibilidad de vuelo, entonces comenzaron una serie de
discusiones que se prolongaron durante todo el periodo de trabajo en la Capilla.
La primera, con Julio II es porque Miguel Ángel quería cambiar el tema.
Julio II sabía que era un gran artista y la capacidad que tenía, pero también, le había
encargado a Miguel Ángel un trabajo que este no quería hacer. Esto, porque Miguel
Ángel no se consideraba pintor, sino escultor y cuando uno mira la Capilla Sixtina y lo
que hizo Miguel Ángel uno se da cuenta de que el escultor esta muy presente en la
pintura. Pintó casi como esculpiendo.
Miguel Ángel no se sentía cómodo, pero lógicamente como el Papa lo presionó para
realizarlo, en definitiva lo hizo.
En un momento, en Enero de 1509, ya con el trabajo comenzado, en una carta que él
le mandó a su padre dijo: "nada le pido al Papa pues no me parece que mi trabajo
marche de manera que lo amerite. Esto se debe a las dificultades del trabajo y
también a que no es mi profesión, en consecuencia pierdo el tiempo
infructuosamente, ¡que Dios me ayude!"
Miguel Ángel no tenía conciencia de lo que hacía. Pensaba que realmente perdía el
tiempo; aunque quiso hacer la obra de la mejor forma posible.
¿Cuál era el gran problema que tenía? Las discusiones con el Papa porque en el año
1510, a dos años de comenzar, se le acercó Julio II y le preguntó ¿cuándo terminaría?
La respuesta de Miguel Ángel coincidió con su carácter.
Era un hombre bastante arisco, tosco en sus respuestas.
Le contestó que la terminaría cuando estuviese satisfecho como artista, como
diciéndole en otras palabras: "no hay tiempo". A lo que el Papa le contestó que
esperaba que fuera él quien lo satisfaga, que la terminara pronto.
El Papa ya tenía 66 años y volvió nuevamente a la Capilla para preguntarle a Miguel
Ángel cuando estaría terminada y este le contestó: "cuando esté terminada".
Se dice que el Papa en su ira, cuando Miguel Ángel le decía "cuando esté terminada",
él lo remendaba a bastonazos, pero hay que ver lo que hizo Miguel Ángel en
definitiva, la pintura del techo es una pintura del fresco, nosotros decimos: "los
frescos de Miguel Ángel". Pero… ¿por qué se llamaban frescos? Porque en definitiva se
trabaja sobre el material fresco realmente, se hacen grandes dibujos en papel de lo
que se quiere poner en el techo, luego hay que poner una mano del material básico.
Mientras que el material está fresco se coloca la porción de papel que corresponde,
con un punzón se van haciendo agujeritos y se marca el material y el contorno,
después mientras el material está fresco, el artista pinta, por eso se llama fresco,
porque la pared no está seca, es una técnica difícil. Al otro día se hace otro sector y
mientras está fresco se sigue pintando y así se va pintando todo el techo.
Miguel Ángel hizo una gran obra en la Capilla Sixtina, esta cuenta con 1022 metros
cuadrados de superficie, solamente en la creación, en el techo y en las lunetas hay
más de trescientas figuras humanas, uno se da cuenta que esos largos seis años que
tardó en pintar el techo, no estuvieron desperdiciados.
En forma muy interesante, Miguel Ángel va pintando por ejemplo la creación y
muestra el dinamismo de Dios. Él lo representa simbólicamente como un anciano para
mostrar su sabiduría, pero un anciano Todo Poderoso que lo presenta creando y luego
en el mismo cuadro dando la espalda y alejándose, para mostrar la velocidad en que
crea una cosa y otra.
Por supuesto que el cuadro que más se ha reproducido es la creación de Adán, pero
esto no debe empañar lo que son los otros frescos que tiene, realmente maravillosos.
En la creación de Adán él enfrenta al hombre con Dios y lo enfrenta al Todo Poderoso
con la criatura, cuyo único punto de contacto, si es que se puede llamar así, es uno no
físico, es decir, físicamente no entran en contacto Adán y Dios, pero la mano de Adán
y la Mano de Dios acercándose en los dedos índices, hace que uno tenga la sensación
de que el poder de Dios está pasando del Todo Poderoso a la criatura. Además, es la
expresión más cabal de lo que es el pensamiento cristiano en relación al hombre y a la
criatura. Si esto lo hubiese hecho otra religión (una religión de corte panteísta)
hubiera sido una continuidad Dios-hombre, que no tenía diferencia, pero Miguel Ángel
los pinta diferenciados, una cosa es Dios y otra el hombre, Dios es el quien da la vida.
Tal vez lo más interesante de esa pintura, sea que Dios extiende su mano derecha y
su índice hacia Adán, Dios tiene detrás de Él a Eva que todavía no fue creada, y esa
Eva que está increada está mirando a Adán, esperando entrar en la realidad de este.
Es decir, el cuadro no solamente tiene una armonía y composición perfecta, sino un
mensaje acabado como todos los cuadros que hacía Miguel Ángel.
El artista de algún modo estaba traduciendo en colores los primeros capítulos de
Génesis, de la creación.
Por supuesto que luego avanzará y pintará también la caída. En este acontecimiento
realizó algo muy interesante. Hay un querubín que defiende el Edén y señala con una
espada el camino de salida y en otro plano más adelante están saliendo Adán y Eva
del Edén, pero la espada del querubín parece clavarse en el cuello de Adán, concibió
en alguna forma que esa espada lo está hiriendo aunque en la realidad uno se da
cuenta que está a la distancia, no lo está tocando. Esas son algunas de las grandes
maravillas que hizo Miguel Ángel en ese techo.
Es interesante saber cómo hacía este trabajo.
Al principio construyó un andamio especial, que le permitía pintar acostado. Es decir
que pasó los seis años, acostado, pintando el techo fresco. Pero además el andamio le
permitía, subir, bajar y pararse arriba para ver.
Con la cabeza y los hombros echados hacia atrás (porque era una posición bastante
incómoda) le comenzaba a doler el cuello y la pintura le caía inevitablemente sobre el
cuerpo.
Miguel Ángel trabajaba día y noche, porque comía sobre el andamio, ni siquiera
bajaba. Tenía seis ayudantes que le iban preparando los colores, de acuerdo a lo que
él les indicaba, les iban preparando la mezcla que tenía que colocar.
Por supuesto que todo este trabajo era increíble. Él inventó el sistema de andamios
que tenía para no lastimar las paredes, además tenía la exigencia del Papa detrás,
diciéndole constantemente que se apurara.
En medio de todo esto Miguel Ángel decía: "No estoy donde debo estar porque no soy
pintor" y sin duda nos lega tal vez lo más grande de su creación, que fue el fruto de
una tarea sin dudas maratónica.
Esta frase: "estoy donde no debo, no soy pintor" aparece en uno de sus poemas,
porque él escribió una serie de poemas muy interesantes.
Era un hombre joven, tenía treinta y tres años, todavía tenía mucha carrera por
delante cuando lo llamaron para iniciar este trabajo y dedicó gran parte de su vida a
hacer esto, que seguramente es una de sus obras inmortales.
Si uno de nuestros oyentes quiere ver cómo se hace un fresco hay una película
llamada "La agonía y el éxtasis: La historia de Miguel Ángel", donde se ve
perfectamente la lucha de este con el Papa y como se hace un fresco, la técnica está
perfectamente explicada allí.
Esteban: Notable, una buena referencia entonces para verlo más de cerca.
Hacemos una pausa en la charla con Salvador Dellutri, estamos en Tierra Firme,
siendo transportados por la magia de la radio a la Capilla Sixtina con "la cabeza hacia
arriba" mirando la bóveda creada por Miguel Ángel, ya volvemos.
PAUSA...
Esteban: Nos encontramos visitando con Salvador Dellutri la Capilla Sixtina ubicada
en el Vaticano. Estamos mirando hacia arriba, la bóveda que realizó Miguel Ángel con
la Creación narrada en el libro de Génesis.
La creación de los astros, plantas, las aguas, La Tierra, la creación de Adán, Eva; pero
además de todo ese proceso de creación hay un montón de figuras más allí, uno las
ve y no entiende mucho Salvador, a veces siendo neófito en el tema, por qué Miguel
Ángel las colocó.
Salvador: Miguel Ángel hizo un trabajo completo que no es únicamente los frescos
que nosotros conocemos en el techo.
Para completar un poco la idea, entrando a la Capilla Sixtina está el Antiguo
Testamento a la izquierda y el Nuevo Testamento a la derecha, la creación en el
Techo y el juicio final delante. Por lo tanto, está desde Génesis hasta Apocalipsis en la
capilla pintada, pero lógicamente era la interpretación que Miguel Ángel daba a la
realidad.
Cuando uno mira las lunetas, los dibujos que tiene a los costados la Capilla Sixtina, se
encuentra con que colocó allí a los profetas, algunos muy conocidos como por ejemplo
el profeta Jeremías, Isaías, estos profetas trató de pintarlos en el momento en que
recibían de Dios la revelación y trató de que estos profetas llevaran la fuerza y el vigor
que tenían las profecías.
Hay escenas de la Biblia en pequeño como David venciendo a Goliat en un ángulo, es
decir, La Capilla Sixtina, tiene una cantidad tan grande de escenas, que sería difícil en
un programa de radio evaluarlas todas, estamos mirando tan solo estas con rapidez.
Uno de los detalles, que no podemos de dejar pasar, es que juntamente con los
profetas aparecen las adivinas paganas. Es una mezcla que hizo Miguel Ángel, pero es
a su vez, una mezcla que estaba presente en el pensamiento del Renacimiento. Estaba
marcando que en medio de todo eso, hay un resurgimiento, y prácticamente habló de
una revelación paralela dentro del paganismo, cosa que no podemos aceptar de
ningún modo.
Esto ya estaba presente anteriormente en Miguel Ángel, por ejemplo en el cuadro que
pintó de la Sagrada Familia, un cuadro redondo que está en Florencia.
Allí no solamente pintó a José, a María y al Niño, sino que en segundo plano pintó a
los dioses del pasado, los paganos...
Esteban: Así que este es un tema recurrente...
Salvador: Exacto. Creo que estaba viendo el renacimiento de aquello que había sido
dejado a un lado y como artista lo colocó allí en su pintura.
Es un poco la invasión del paganismo, que va a ser luego la característica de la
modernidad.
Esteban: Lo hizo como observador de la época y lo manifestó de esa manera.
Salvador: Sí, vivió una profunda crisis espiritual (que tal vez podamos hablar de esto
en el próximo programa) donde tuvo que revalorizar toda su vida.
Como era un ser tan metido para dentro, únicamente conocemos el interior de Miguel
Ángel por un puñado de cartas y poemas que quedaron de él.
En sus poemas sobre todo, muestra una angustia necesidad de acercarse a Dios muy
importante.
Creo que percibió lo que acontecía en el Renacimiento. Descubrió que los viejos
dioses, eran piezas de museo, del pasado, en alguna forma, estaban vivificándose en
medio de la sociedad y colocó allí joyas desde el punto de vista artístico. La Sibila
délfica es uno de los rostros e imágenes más bellas que haya dado el mundo
occidental, pero indudablemente allí estaba hablando de la penetración de lo que no
era Bíblico.
En la Capilla Sixtina entonces se pintó la Biblia y también cosas que no eran de Esta,
pero que indudablemente estaban presentes en la sociedad de aquel entonces.
Miguel Ángel trabajó arduamente en ese lugar, como decíamos a desgano, pero
cuando sacaron los andamios realmente lo que se ve allí es una obra tremenda.
Hoy mismo, cuando uno entra a la Capilla Sixtina, levanta los ojos para mirar el techo
y se queda extasiado viendo la capacidad de este hombre que logró pasmar el sentido
de muchas escenas bíblicas, le dio forma y color, haciendo de esta gran obra algo
inmortal.
Creo que el gran mensaje que deja la Capilla Sixtina luego de que uno la visita, es la
presencia de Dios en la historia, a pesar de las intromisiones de las Sibilas, esa
presencia de Dios está y cuando uno mira hacia el frente no deja de estremecerse
porque allí enfrente, está el juicio final. Les está diciendo que la historia tuvo principio,
en Génesis, pero también tiene un fin: que todos vamos a llegar a enfrentarnos con el
fin de la historia y en ese fin como en el principio, está Dios, el Dios que nos hizo y
nos espera al final de la historia.
Cuando uno entra a la capilla Sixtina se da cuenta que es Glorioso el Dios Creador,
pero cuando mira hacia adelante y ve el juicio final no deja de estremecerse porque
eso que está delante muestra que el Dios Creador, también es el Dios que juzga a los
hombres, Quien espera una respuesta del hombre y es el Dios con el que nos
deberemos enfrentar en el último momento de la historia, para decir lo que hemos
hecho.
Nosotros que vivimos tanto el hoy, el presente, que no queremos mirar el futuro,
tenemos que pensar cuando llegamos a la Capilla Sixtina que hay un pasado, un
Creador, tenemos que decir con el credo: “Creo en Dios Padre Todo Poderoso”, pero
tenemos que decir también “que juzgará a los vivos y a los muertos en su
Manifestación y en su Reino”.
La Capilla Sixtina da para pensar, no nos deja indiferentes, es un grito tremendo, dice
que todo tiene principio y fin y Dios es la tremenda presencia con la que vamos a
enfrentarnos en la eternidad.
LOS GRANDES MÚSICOS EN TIERRA FIRME...
Esteban: La música de Haendel en este programa de Tierra Firme, cuando hablamos
de la Capilla Sixtina.
Esta fue la primera parte, el programa que viene haremos una segunda entrada a la
Capilla, para observar todo lo que implicó ese trabajo de Miguel Ángel en esa obra
monumental que ha dejado a la humanidad.
Si desea opinar, aportar elementos a esta búsqueda de significados a través del arte,
lo puede hacer a los siguientes canales, por correo electrónico escriba a
tierrafirme@transmundial.org o por carta a Tierra Firme, casilla de correo 5051
Montevideo-Uruguay.
Volveremos entonces, en la próxima ocasión; cuando presentemos una vez más Tierra
Firme.
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