¿Qué es el orden de prelación? El orden de prelación en cuanto a productos bancarios hace referencia a la prioridad de reembolso que tienen algunas inversiones frente a otras en caso de quiebra de la entidad bancaria. Es decir, cuando se repartan los “restos” del banco, quién tendrá más posibilidades de recuperar su dinero antes que los demás. Este sería un resumen del orden de prelación teniendo en cuenta los productos bancarios más comunes: 1. Depósitos. Es responsabilidad del banco y del Estado (FGD) tenerlo a buen recaudo hasta 100.000 euros por titular (lo subieron desde los 20.000€) 2. Cédulas hipotecarias. Van antes que los demás porque son títulos con garantía adicional por un lado el balance del banco y por otro las propias hipotecas respaldan el bono. 3. Bonos Senior. Deuda Senior al mismo nivel (pari passu) Jurídicamente, en caso de quiebra, estos productos tienen la misma preferencia de cobro. Lo que los distingue es la garantía. Así, cuentas y depósitos tienen doble garantía (del banco y del FGD) y las cédulas hipotecarias también tienen doble garantía (del banco y de las hipotecas). Así tras la deuda senior, vendría la subordinada, las preferentes y, por último, las acciones: 4. Bonos subordinados. Se llaman así porque están subordinados al pago de los Senior 5. Participaciones preferentes. Deuda sin plazo de devolución. 6. Cuotas participativas y acciones. Aquí ya no compramos deuda sino participaciones, es decir, se trata de una inversión en capital. Y los inversores en capital siempre son los últimos en cobrar.