E N S O C I E D A D • Regímenes matrimoniales en Europa Alemania Austria Bélgica España Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Luxemburgo Portugal Reino Unido 54 El régimen de gananciales es el más extendido en España: las ganancias son comunes, pero también lo son las deudas. Participación en las ganancias Separación de bienes Gananciales Gananciales Gananciales Separación de bienes Comunidad universal Separación de bienes Gananciales Gananciales Gananciales Separación de bienes Fuente: Manual Notarial de Regímenes Matrimoniales de Europa. llamadas capitulaciones matrimoniales. La realidad indica que en un momento tan idílico como son los prolegómenos a una boda uno no se plantea los aspectos económicos por los que se va a regir su matrimonio, ya sea por puro desconocimiento o por el reparo a tratar una cuestión tan materialista. "Hay pereza para hablar de estos temas, y muchas personas cuando se casan no saben siquiera bajo qué régimen económico lo hacen. Mientras el matrimonio va El régimen económico del matrimonio ananciales o separación de bienes? A la hora de dar el "sí quiero" son muy pocas las parejas que se cuestionan los aspectos materiales del matrimonio, pese a las G repercusiones monetarias que conlleva el vínculo legal. PEPA MARTÍN MORA as condiciones por las que se regulan tanto la vida en común del matrimonio como la de ambos cónyuges por separado en caso de que se produzca una ruptura están recogidas en el Código Civil, en los L apartados que se refieren a la familia y al régimen económico del matrimonio. Existen normas imperativas que rigen aunque los novios no quieran. Así, éstos están obligados a sufragar conjuntamente las cargas o deudas derivadas de la vida familiar en común. También nos encontramos con las normas supletorias, como ocurre con el régimen de gananciales en buena parte de España, con la excepción de Cataluña y Baleares, donde directamente se establece la separación de bienes. Por último están las normas voluntarias, que los cónyuges fijan a su antojo, en las Capitulaciones ante notario i los cónyuges deciden establecer un régimen distinto al que fija el Código civil o su comunidad autónoma, tendrán que otorgar capitulaciones matrimoniales. Estas capitulaciones se pueden hacer antes (un año antes) o después de casarse, y deben otorgarse en escritura pública ante el notario. Este profesional les informará de las posibilidades que les ofrece la ley sobre los posibles pactos que los cónyuges quieran introducir. Pero, sobre todo controlará la legalidad de las capitulaciones, es decir, que los pactos que los cónyuges quieren introducir no sean contrarios a las leyes o no sean limitativos de la igualdad de derechos que corresponden a cada cónyuge, según establece el artículo 1328 del Código Civil. Debemos tener presente que en capitulaciones además de elegir cuál será nuestro régimen matrimonial (separación, participación, comunidad universal...), podemos hacer muchas otras cosas: los padres de los novios pueden comparecer para hacer donaciones a los esposos; fijar normas de convivencia o bien anticipar determinados pactos en previsión de posibles crisis de matrimonio o incluso designar al cónyuge para que, en caso de muerte, distribuya los bienes de la herencia entre los hijos. Una vez autorizadas por el notario las capitulaciones, deberán inscribirse en el Registro Civil en el que se inscribirá o se inscribió en su día el matrimonio. S bien, perfecto, pero el problema es que estas cuestiones surgen en el peor momento: en caso de separación o divorcio", afirma el notario José Corral. Un punto en el que también coincide el abogado Roberto Morales, quien asegura que "con las rupturas, se producen muchas sorpresas a la hora de hacer el reparto de los bienes gananciales". DISTINTOS REGÍMENES "Lo ideal sería –afirma José Corral– que de forma previa al matrimonio los contrayentes analizaran con seriedad qué régimen económico quieren que se les aplique: gananciales, separación de bienes o participación". Por ello, según Roberto Morales "sería suficiente con que las parejas estuvieran bien informadas para tener capacidad de decidir bajo qué régimen quieren convivir". En nuestro país el principio del régimen de gananciales es el más extendido. Este régimen atendía a la estructura social de una época ya pasada. En gran parte de los matrimonios el marido trabajaba fuera del hogar mientras que la mujer se dedicaba a las tareas domésticas sin obtener por ello ingreso alguno. En este caso las ganancias son comunes, pero también lo son las deudas. Se exceptúan los bienes adquiridos antes del matrimonio o los recibidos por herencia o donación. El régimen de separación de bienes, más extendido entre las parejas en la que uno de los miembros acude con un patrimonio importante al matrimonio, supone que Escritura PÚBLICA Escritura PÚBLICA • 55 E N S O C I E D A D • 56 El trabajo de la casa se computa como contribución y da derecho a una compensación que debe fijar un juez. ¿Qué son bienes privativos? Aunque el matrimonio se celebre en régimen de gananciales existen bienes que pertenecen exclusivamente a cada uno de los cónyuges. Son los llamados privativos, aquellos que cada miembro de la pareja tuviese de soltero y los que adquiera después a título gratuito, sin que le cueste esfuerzo ni dinero. Es el caso de las herencias, las donaciones o los regalos que reciba. También son privativos los bienes que obtenga en sustitución de otros del mismo carácter. Por ejemplo, si uno de los cónyuges recibe un piso por herencia y lo vende, el dinero que obtenga también será privativo. Sin embargo, si recibe rendimientos de ese bien, como una renta de alquiler, ese dinero será ganancial. Se añaden también a la lista de bienes privativos los derechos inherentes a la persona y los no transmisibles, las indemnizaciones que tienen como fin resarcir un daño sufrido, las ropas o los objetos personales. Escritura PÚBLICA Escritura PÚBLICA • cada cónyuge mantiene la titularidad y gestión de los propios bienes, tanto los adquiridos antes como después, al igual que las obligaciones, con la excepción de las contraídas del ejercicio de la potestad doméstica, a repartir entre los dos. Esto significa que como no hay bienes comunes, y cada uno es dueño y gestor de lo que tiene, también de forma individual cada uno responderá de las deudas que contraiga sin que sus acreedores puedan cobrar de los del cónyuge. Sin embargo, para evitar que las capitulaciones se utilicen para defraudar a terceros la Ley permite que los acreedores puedan impugnarlas. Por otra parte, en el supuesto de que se quiera liquidar este régimen sin poder acreditar a quien pertenece un bien concreto hay que repartirlo entre ambos. El trabajo de la casa se computa como contribución y da derecho a una compensación que debe fijar un juez. Por último está la participación "un régimen intermedio –explica José Corral—muy poco extendido". Supone que cada cónyuge adquiere derechos sobre las ganancias obtenidas por su consorte mientras el acuerdo haya estado vigente, pero dispone libremente de los bienes que tenían antes de casarse y de los que obtenga después, aplicando criterios similares a la separación de bienes. En el supuesto de separación se comprueba cuál era el patrimonio inicial y final de cada uno, y cada cónyuge adquiere el derecho a participar en las ganancias obtenidas por el otro durante el tiempo que hayan estado casados. El contrayente cuyo patrimonio haya experimentado menor crecimiento recibirá la mitad de la diferencia entre su propio incremento y el del otro miembro de la pareja, salvo que se haya fijado otra cantidad previamente. FÓRMULAS ESPECIALES En nuestro país el Derecho común establece que los matrimonios se celebran de forma automática bajo el régimen de gananciales, a excepción de Cataluña y Baleares, donde directamente se aplica la separación de bienes. También hay normas matrimoniales especiales en Aragón y Navarra, aunque se asemejan bastante con la sociedad de gananciales. La fórmula es distinta en parte de la provincia de Vizcaya, en la que el régimen a falta de pacto es de comunidad universal, es decir, se harán comunes por los esposos todos los bienes que cada uno de ellos tuviera de soltero, o heredase o le regalasen, además de los sueldos y bienes comprados durante el matrimonio. Pero este sistema se aplica sólo si el matrimonio termina por muerte de uno de los esposos y si hay hijos comunes, que son a los que en definitiva irán a parar todos los bienes de cada uno de sus padres. Si no hay hijos o hay divorcio se aplicará el régimen de gananciales. ■ Para evitar que las capitulaciones matrimoniales se utilicen para defraudar a terceros la Ley permite que los acreedores puedan impugnarlas Joaquín Borrell Las capitulaciones matrimoniales na de las preguntas más repetidas en los despachos notariales es: ¿me conviene hacer capitulaciones matrimoniales? Viene a la memoria al acercarse la boda, pero también en ciertas situaciones de la vida conyugal, o simplemente al oír hablar de ellas. U grantes. En este caso las capitulaciones evitan una comunicación de ingresos posiblemente ajena a su voluntad (aunque ésta bien podría ser la contraria). – Matrimonios en situación de conflicto o que prevén éste como probable; aparte de la posibilidad de no casarse, si los dos tienen ingresos propios las capitulaciones evitarán buena parte de los problemas inherentes a la separación. – Cónyuge inmerso en un grupo familiar que opera conjuntamente, con continuas imbricaciones entre sus titularidades y sus negocios. La presencia de un "cónyuge intruso", es, frecuentemente, un obstáculo que enrarece estas relaciones. – Segundas nupcias entre personas con La respuesta, obviamente, debe darse para patrimonios formados, en el supuesto probacada caso; atendiendo además a la vigencia ble de que no deseen verlos en conmixtión. de la sociedad de gananciales o de una legislación foral, en especial si ésta atribuye –la Ahora bien, al hablar de capitulaciones balear y la catalana– la separación de bienes, hay que huir de la oposición simplista y subrayando que capitular no supone necegananciales/separación (además de hacer sariamente pasar de gananciales a separamás caso al régimen de participación, que ción, o al ignoradísimo régimen de participapuede ser interesante). Las capitulaciones ción. Ahora bien, quedándonos con el ofrecen infinitas posibilidades de creación supuesto más frecuente de sistemas nuevos o de –optar por la separación de adaptación de los acuñabienes–, la experiencia perdos (atribuir carácter mite agrupar cinco supuesganancial a las constructos en los que la respuesta ciones en suelo privativo, La legislación considera a las establecer supuestos de es casi siempre positiva. Vamos a exponerlos de liquidaciones parciales capitulaciones un traje a medi- con reparto de ganancias, forma coloquial, tal y como se podrían explicar a un modalizar las atribucioconsultante: da, para el que rige, felizmente, nes de ganancialidad distinguiendo frutos de bie– Cónyuge incurso en un nes y rendimientos persouna libertad civil casi absoluta "grupo de riesgo"; en este nales, etc). caso no de contagio, sino patrimonial: profesionales En definitiva, y éste con alto peligro de responsapuede ser el mensaje funbilidad civil, empresarios con posible mudandamental, la legislación considera a las capiza en la fortuna de sus negocios. Las capitulatulaciones un traje a medida, para el que ciones no serán muy útiles después del desasrige, felizmente, una libertad civil casi absotre; pero si el otro cónyuge cuenta con ingreluta, configurables según las circunstancias sos o patrimonio suficientes, deberían otordel caso y modificables de común acuerdo a garse preventivamente en todo caso. voluntad. [..] [..] – Matrimonio "morganáticos", con grandes diferencias de fortuna entre sus inte- Joaquín Borrell es notario. 57