Acuerdos El gobierno y los representantes de los partidos políticos

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www.latercera.com, Mirada de Economista, blog de Rolf Lüders
Acuerdos
El gobierno y los representantes de los partidos políticos llegaron a un
acuerdo general -ratificado en el Senado- en torno a la reforma tributaria.
A pesar de la amplitud del apoyo, el acuerdo ha sido criticado. Lo han
hecho representantes de la Alianza, por las carencias técnicas del proyecto
implícito. También lo han hecho los representantes del Partido Comunista
y algunos otros de la Nueva Mayoría, porque se estaría volviendo a la
política de los consensos y por la forma en que se llegó al protocolo. No
obstante, el acuerdo ha sido valorado positivamente por los
mercados y ha descomprimido el ambiente político.
El proyecto implícito, si bien representa una mejora significativa respecto
de la propuesta original, dista de ser óptimo. En particular, y entre otros
aspectos, aumenta innecesariamente la carga tributaria y la complejidad
del sistema impositivo, generando nuevas vías de elusión sólo
aprovechables por unos pocos. Disminuye -neto- los incentivos de
ahorro e inversión actualmente en vigencia y, si bien favorece a
las empresas pyme, genera desincentivos perversos para que
éstas se gradúen.
La forma en que se llegó al acuerdo ha sido injustamente criticada. Si bien
el proceso pudo haber sido más transparente, en último término se ajustó
a grosso modo al conceptualmente deseable. Ya en 1952, Jan Tinbergen,
primer premio Nobel de Economía, postulaba en su influyente On The
Theory of Economic Policy que una buena política económica se debía
realizar sobre la base de (1) la definición política de objetivos y (2) la
prescripción técnica de los instrumentos a ser usados para lograr esos
objetivos. En nuestro caso, una vez que los líderes de la oposición
aceptaron el principal objetivo de la reforma tributaria (recaudar un tres
por ciento del PIB adicional y hacerlo en forma redistributiva) y los
líderes de la Nueva Mayoría se convencieron -influidos por la
opinión experta que esta vez tuvo eco en la opinión pública- de
que los instrumentos propuestos originalmente no eran los
adecuados, se abrió la puerta para la revisión técnica.
Esta permitió llegar al acuerdo antes mencionado, desmejorado por
compromisos instrumentales oficiales ya existentes, como el de la
renta atribuida.
El camino descrito puede servir de guía para el procesamiento de las
demás reformas, en momentos en que se ha roto el consenso general en
torno al modelo económico y social que nos ha regido y se hace necesario
ir construyendo uno nuevo. Dicho proceso consiste, en lo esencial,
en definir primero políticamente objetivos de reforma
generales y mayoritariamente compartidos a nivel nacional y
luego, en que un grupo transversal de expertos, representando a
las principales tendencias políticas, proponga instrumentos idóneos para
lograrlos. Es más, la adopción de hecho de un procedimiento de este tipo
podría generar las confianzas necesarias para permitir cambios que
persistan en el tiempo, porque cuentan con un amplio apoyo ciudadano,
que tengan un grado razonable de eficacia y que generen un mínimo de
incertidumbre.
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