MARX. CRÍTICA A HEGEL Y FEUERBACH (Ver antes el documento: “Marx: Rincón didáctico”) HEGEL (1770-1831) Pretendió construir una filosofía que explicara toda la realidad sin dejar nada fuera de ella: la naturaleza y el ser humano, el pasado, el presente y el futuro. Y lo hizo a partir de la existencia de una realidad única, la idea, el absoluto: lo que normalmente se denominan realidades, incluido el ser humano, o la historia misma, no son sino realizaciones en las que el absoluto se expresa, momentos de la vida del absoluto.(“Todo lo real es racional y todo lo racional es real”) Descartes afirmó que la única realidad de cuya existencia se poseía una seguridad plena era el pensamiento, la conciencia, el cogito. Kant dio un paso adelante: existían las cosas y eran imprescindibles para que hubiera conocimiento, pero en sí mismas eran incognoscibles (noúmenos). Pues bien, con la filosofía de Hegel el racionalismo desarrolló plenamente sus posibilidades: lo único que existía era el pensamiento, la idea, el absoluto. La realidad, las cosas materiales, no eran sino realizaciones del absoluto, momentos de su vida. [(Santillana). En el pensamiento filosófico de Hegel se puede señalar una primera aportación fundamental: la concepción de la naturaleza humana desde el punto de vista histórico. Kant había delimitado un reino de la libertad ajeno a la causalidad, el ámbito de la moralidad, pero había dejado de lado el tema de la historia. El ser humano está siempre escindido entre el ser y el deber ser, entre la razón y la voluntad, y postula una realidad trascendente donde la voluntad sea puramente racional, libre. Para Hegel, esta disociación entre voluntad y razón no puede considerarse como constitutiva de la naturaleza humana, como esencia innata, sino que se origina en la historia y es en la historia donde ha de encontrar su superación, permitiendo que el hombre se realice plenamente como ser moral libre. La dialéctica histórica. La historia no puede comprenderse como una secuencia de causas y efectos. La historia tiene una lógica interna y ha de entenderse como un proceso de desarrollo y superación de contradicciones. Ese proceso no se puede captar con la lógica de la identidad, donde las cosas son lo que son de manera permanente, sino dialécticamente. (El precedente de esta forma de pensar es Heráclito: lo que hay es devenir, creación y destrucción, lucha de contrarios). Toda la realidad tiene un dinamismo que la hace tender a la superación de sus limitaciones y a su plena realización. Hegel llama dialéctica a este proceso y en él distingue tres momentos: la tesis o afirmación, la antítesis o negación y la síntesis, negación de la negación o superación, que a su vez se convierte en una nueva tesis que será negada.(Ver luego la aplicación de estos conceptos en Marx) Hegel se refiere al trabajo del artesano al fabricar su instrumento de madera para explicar el proceso dialéctico: el artesano niega la naturaleza, destruye la vida natural del árbol, pero el instrumento fabricado es negación de la negación, es decir, supera la destrucción previa elevando la madera a un nivel de realidad superior, que es utilidad en la vida humana y tal vez belleza artística. El conocimiento dialéctico. Para Kant el conocimiento es relativo al sujeto: no conocemos las cosas en sí, sino solo el fenómeno. Pero Kant reconoce una tendencia de la razón al conocimiento absoluto, aunque irrealizable. Hegel opina que el conocimiento sólo es verdadero si es conocimiento de la totalidad, sólo es verdadero conocimiento el conocimiento absoluto. Conocer absolutamente ha de ser conocer las cosas tal como son en sí mismas y no simplemente en su relación con nosotros, y conocerlas en la totalidad de sus relaciones con el todo y no en síntesis parciales: el pensar dialéctico obliga a un conocimiento de la totalidad de lo real. Cada cosa, cada acontecimiento particular es solo un momento que remite a la totalidad y sólo puede entenderse en función de la totalidad de lo real. La dialéctica, que es la ley del pensar verdadero, es la ley misma del proceso de la realidad: pensar y ser se identifican.(“Todo lo real es racional y todo lo racional es real”: ¿está justificando Hegel la existencia del nazismo, por ejemplo, ya que si está es porque es necesario ese momento en el desarrollo del absoluto, es un momento que se superará, pero que al dar lugar a algo nuevo en la síntesis, era necesario que estuviera?.) FEUERBACH (1804-1872) Critica a Hegel porque deforma la realidad sustituyendo la vida, que es lo inmediatamente existente, por conceptos, que son una abstracción. Su crítica se centra en la teología, y analiza la religión desde una antropología. La religión es la conciencia que el hombre tiene del infinito, pero el infinito no es otra cosa que la conciencia difusa que el hombre tiene de lo que es la esencia humana. El hombre proyecta fuera de sí las propiedades de la esencia humana en ese ser imaginario al que llama Dios. Todo aquello que son aspiraciones que definen al hombre en cuanto hombre: verdad absoluta, creatividad, justicia, bondad, amor, se plasma como realidad en atributos de la divinidad: sabiduría infinita, omnipotencia…Y Dios se convierte en objeto de la esencia humana. El hombre se aliena en Dios, enajena o pierde su esencia en un ser que se le contrapone y al que obedientemente se somete. Para Feuerbach la esencia del cristianismo es la larga búsqueda por parte del hombre de su propia esencia, y el progreso de la religión concluye en el momento en que el hombre conquista su esencia al descubrir el significado antropológico de la religión, cuando descubre que todo el secreto de la teología es antropología. De ahí la expresión: no es Dios quien ha creado al hombre, sino el hombre quien ha creado a Dios; el problema es haber creído que era real (objeto) y superior al mismo hombre, haberlo adorado como algo distinto al propio hombre y haberse arrodillado ante su grandeza. CRÍTICA DE MARX AL IDEALISMO HEGELIANO Lo que tiene la dialéctica de Hegel de revolucionario y dinámico es el momento de negación o contradicción, de lucha de contrarios, pero Hegel la concibe dentro de un absoluto que ya está acabado: todo el proceso dialéctico ya está desde el principio pensado. Por eso dice Marx que Hegel ha perdido la realidad del mundo y del hombre, que ahora solo son conceptos. Hay que invertir la dialéctica. La realidad es materia, no idea. Lo que hay que hacer es negar el momento explotador del capitalismo y no conformarse como si fuera algo imposible de eliminar, ya que estaría justificada la explotación por ser un momento más del proceso histórico. CRÍTICA DE MARX AL MATERIALISMO DE FEUERBACH Ya había pretendido Feuerbach invertir el pensamiento de Hegel en su análisis de la religión. Para Marx, Feuerbach reduce la religión a antropología. Dios no era ya más que la esencia del género humano en su ilimitada potencialidad. Pero le critica que no ha eliminado el sentimiento religioso, por lo que la alienación persiste. Feuerbach da por sentada la esencia humana antes del hombre mismo, real, concreto; para Marx no hay esencia humana dentro de cada individuo (ver luego en Sartre la crítica al esencialismo tradicional) Ello ha ocurrido porque Feuerbach concibe al hombre: a) fuera de la historia y b) desvinculado de la naturaleza. a)Es un hombre ahistórico y para Marx el hombre es un ser histórico, que se define por su tiempo, y no por una esencia anterior a su vida concreta en cada época histórica. Para Marx, el hombre no es social por naturaleza, sino que se hace humano en la sociedad b)Además, es un hombre desconectado de su relación dialéctica con la naturaleza, es decir, el hombre se define por su trabajo, que es una relación dialéctica con la naturaleza, con la que no puede estar al margen porque el trabajo es lo que define al hombre, lo que le da su esencia. Dice Marx: “el hilo fundamental de todo el materialismo precedente reside en que sólo capta la realidad, lo sensible, bajo la forma de objeto, no como actividad humana, como práctica, como praxis transformadora”. (Ver luego la antropología marxista) El concepto dialéctico de praxis, actividad tanto sensorial como trabajo humano, permite a Marx superar la contraposición entre el idealismo y el materialismo clásicos.] (Nota. Para entender muchos conceptos marxistas aplicados a una realidad concreta actual os recomiendo que leáis el libro “La caverna” de José Saramago.)