Detectando la violencia contra las personas con discapacidad Por desconocimiento de que la situación que están viviendo es violencia, las personas con discapacidad no denuncian las agresiones y abusos sufridos. En caso de ser conscientes de ello, no lo hacen porque no tienen la autonomía suficiente para hacerlo ya que toda movilización posible han de realizarla a través de su cuidador, quien resulta ser su agresor. En el siguiente cuadro se puede apreciar las conductas del agresor y las consecuencias que deja en las víctimas. Cómo actúa el agresor y qué consecuencias deja en la víctima frente a la violencia Violencia Conductas del agresor Abuso - Agrede corporalmente. físico - Administra fármacos de forma injustificada. - Restringe la movilidad. Abuso - Aisla, prohibiendo o limitando emocional el acceso a los medios de comunicación (teléfono, correo, información), así como el contacto con familiares fuera del hogar y vecinos. - Insulta o critica constantemente, ridiculizando su cuerpo. - Castiga en presencia de otros. - Sobreprotege. - Opina, habla o toma decisiones por ella. - Intimida, chantajea emocionalmente. Abuso - Violación. sexual - Vejación sexual. Abuso económico - Usa a la persona con discapacidad para el ejercicio Consecuencias en la Víctima - Estado de sedación o nervisismo. - Disfunción motora ajena a la deficiencia. - Señales de violencia física como marcas en muñecas, tobillos, fracturas, mordiscos, lesiones internas, quemaduras, etc. - Depresión. - Dificultades de comunicación e interrelación. - Inseguridad. - Baja autoestima. - Señales y lesiones en genitales. - Miedo a relacionarse con ciertas personas. - Embarazos no deseados. - Enfermedades venéreas. - Excesiva dependencia de terceros. Abandono físico Abandono emocional de mendicidad. - Utiliza a la persona con discapacidad para tareas mal remuneradas y vinculadas al empleo clandestino. - Impide el acceso a recursos económicos externos como trabajo o becas. - No da buena alimentación. - No da atención personal. - Abandona la higiene. - No supervisa adecuadamente. - Ignora su existencia. - No valora su opinión. - Se avergüenza de su existencia. - Escasas expectativas sobre sí misma y su proyección personal y profesional. - Desnutrición. - Enfermedades frecuentes ajenas a la discapacidad. - Vestuario inadecuado en relación al sexo, al tiempo atmosférico y a la discapacidad de la persona. - Ropa sucia. - Largos períodos sin vigilancia. - Problemas físicos agravados por falta de tratamiento. - No hay interacción. - Ausencia de motivación para su desarrollo personal. - Escasa o nula participación en actividades familiares o sociales.