Estudios interdisciplinarios y espacios históricos Los privilegios de la alianza hispano tlaxcalteca, siglo XVI Ricardo Olivares Talavera Facultad de Filosofía y Letras Universidad Autónoma de Tlaxcala La alianza hispano tlaxcalteca que se dio en el proceso de la conquista de la gran Tenochtitlan, se fortaleció cuando Hernán Cortés percibió la lealtad de los ejércitos tlaxcaltecas y sus gobernantes se bautizaron. La victoria militar que obtuvo Cortés sobre los tlaxcaltecas se debió en mayor medida al apoyo de otros aliados indígenas como los guerreros totonacos de Cempoala, y en mayor medida por su habilidad diplomática. Esta habilidad es la que le dio al extremeño el mayor número de triunfos en todo el proceso de conquista de los diversos pueblos mesoamericanos. Los tlaxcaltecas sucumbieron al empuje militar y se subyugaron a la retórica de Cortés; prácticamente desde esos momentos los tlaxcaltecas se convirtieron en aliados incondicionales. Una muestra de ello la podemos apreciar en un testimonio que se da en la obra Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala, del cronista Diego Muñoz Camargo: Y, en esta plática y razonamiento, dicen los tlaxcaltecas afirmativam[en]te que les prometió HER[NAN]DO CORTÉS que, si Dios n[uest]ro señor les daba victoria, habrían parte de todo lo que [se] conquistase, ansí de despojos de oro y otras riquezas [como de] provincias y repúblicas, especialmente la ciudad y provincia de Huexotzinco, y Cholula y Tepe[y]acac. Y ansí fue que ciertamente, como fidelísimos amigos, le ayudaron a ganar y a conquistar, toda la máquina de este nuevo mundo […].1 Las promesas de favores a los tlaxcaltecas se dieron desde un principio como lo acabamos de apreciar; los beneficios o privilegios fueron la constante en la relación que tuvieron los cuatro señoríos tlaxcaltecas con la corona española. Pero ¿Cómo ganaron los tlaxcaltecas un estatus mayor que el resto de las etnias conquistadas? Y por otra parte ¿Qué clase de privilegios se dieron a los indios de la provincia de Tlaxcala? Y ¿realmente se cumplieron los 1 Diego Muñoz Camargo, Relaciones Geográficas de Tlaxcala, p. 267. Historia de Tlaxcala. pp. 229,230. ISBN: 978-607-9348-75-5 54 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos privilegios y beneficios para la población de Tlaxcala? O, solo fue un discurso emitido por Cortés y posteriormente por los reyes, Carlos I y Felipe II. Para responder a estos cuestionamientos necesitamos acercarnos a los acontecimientos más significativos en el encuentro de tlaxcaltecas y españoles. La alianza entre estas dos etnias comienza cuando los cuatro tlahtoque de Tlaxcala se concientizaron que Hernán Cortés solo quiere transitar por territorio tlaxcalteca para enfrentar a Moctezuma y conquistar la ciudad de Tenochtitlan. Esta situación beneficiaba enormemente a los tlaxcaltecas, por lo que no tuvieron inconveniente en conjuntar sus ejércitos para enfrentarse a los poderosos guerreros aztecas. La lealtad que percibió Hernán Cortés por parte de los cuatro representantes del gobierno de Tlaxcala se puso de manifiesto cuando vio a los ejércitos tlaxcaltecas luchar hombro a hombro en la misma línea de su empresa. Y cuando las estrategias militares le eran adversas como en el caso de la desobediencia de Xicoténcatl el mozo, tomo medidas enérgicas que le costaron la vida al joven guerrero tlaxcalteca. La lealtad de Tlaxcala fue palpable para Cortés pues no hubo represalia hacia él y su ejército español por parte de Xicoténcatl el viejo y de los otros tres gobernantes de Tlaxcala. Una situación que vale la pena recordar es que Xicoténcatl, el joven, fue uno de los fervientes opositores a la alianza con los españoles, no obstante esa situación, obedeció a los gobernantes y se alistó con su tropa a las filas españolas. La situación se volvió tensa entre Cortés y el joven Xicoténcatl, desembocando en una acción militar que le fue tomada al estratega tlaxcalteca como un acto de traición; circunstancia que obligó a Cortés a condenarlo al cadalso. La imagen de lealtad de los tlaxcaltecas que se construyó desde el inicio de la conquista comenzó con la derrota militar y con la participación incondicional del ejército contra el imperio de Moctezuma; poco a poco se fue incrementando con acciones de ayuda a los españoles y sus aliados de parte de los tlaxcaltecas. Baste saber de la enorme ayuda que recibieron los españoles por parte de los tlaxcaltecas cuando regresaron derrotados, heridos ISBN: 978-607-9348-75-5 55 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos y maltrechos de Tenochtitlan la noche del 30 de junio de 1520.2 Su refugio fue Tlaxcala. A partir de estos acontecimientos los tlahtoque tlaxcaltecas y sus ejércitos fueron indispensables para realizar la proeza de conquistar el imperio mexica y el resto de pueblos civilizados de Mesoamérica, a la vez los tlaxcaltecas fueron objeto de promesas, prebendas y privilegios, la fórmula para adquirirlos: servir incondicionalmente a Hernán Cortés en una primera instancia y posteriormente servir como vasallos fieles a la corona española. Veamos ahora cuales fueron esas promesas y privilegios que se dieron por parte de Hernán Cortés y, por último, por los Reyes Carlos I y posteriormente por Felipe II. La promesa de Hernán Cortés de compartir los botines de guerra con los tlaxcaltecas fue justamente eso, solo una promesa, si es que no se quisiera ver como un engaño. Lo que registró Muñoz Camargo en la Descripción es que Cortés hizo una promesa de repartir el botín de guerra si los tlaxcaltecas participaban con lealtad en su empresa de conquista, la distribución se realizaría con las riquezas obtenidas y con el reparto de las ciudades Cholula, Huejotzingo y Tepeaca. Terminada la conquista e instaurado el sistema colonial español la promesa de ningún modo se cumplió, no obstante, este hecho se recordó muchos años después en una sesión de cabildo indio de Tlaxcala en 1562, cuando la Real Audiencia solicitó el juicio de residencia a los funcionarios de Tlaxcala cuando fungía como alcalde mayor de Tlaxcala don Juan de Villa Gómez. Sin embargo, el juicio de residencia se extendió a varios gobernantes atrás como lo manifiesta el acta de cabildo del 16 de noviembre de 1562: “De cinco años /atrás/ empezó la residencia de cuando el gobernador era Juan Martín, de cuando era gobernador don Domingo de Angulo, de cuando era gobernador Pablo de Galicia […]. Por esto conversaron y dijeron: era necesario que se tomara la residencia no solo de esto y no solo de algunos años empezaría la /residencia/, era necesario que empezara desde cuando por primera vez llegó Hernán Cortés que venía como capitán y trajo a los españoles[…] Luego empezó la guerra 2 Andrea Martínez Baracs, Carlos Sempat Assadourian, Tlaxcala una historia compartida siglo XVI, vol.9, p. 172. ISBN: 978-607-9348-75-5 56 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos con México.. y muchos de los tlahtoani, tlazopilli y maceualli murieron allí en la guerra ”3 Al respecto Charles Gibson comenta lo siguiente: “[…] el cabildo afirmó formalmente que Cortés se había obligado, en nombre del rey, a eximir a los tlaxcaltecas del pago de todo tributo, y a concederles varias poblaciones, entre ellas Tepeaca, Tecamachalco, Huaquechula, e Izucar”4. El reclamo por parte de los tlaxcaltecas al virrey y naturalmente a la corona, tuvo como consecuencia que se generara un litigio y se llevara a los tribunales para satisfacer la petición de los gobernantes de Tlaxcala. El proceso se llevó otros tres años y fue hasta 1565 cuando las autoridades de los tribunales donde se ventiló el litigio generaron una estrategia para saber si realmente Cortés se había comprometido a tales exenciones y concesiones; al respecto Gibson apunta: “la indagación fue organizada como caso ante el tribunal y los testigos respondieron a un interrogatorio uniforme compuesto de preguntas que insinuaban la respuesta pese a todo lo cual la mayoría de los conquistadores afirmaron no tener conocimiento personal de ninguna promesa. Unos cuantos dijeron que esta cuestión de la promesa había acabado siendo una cosa bien conocida, y algunos llegaron a afirmar que habían presenciado el momento en que Cortés hizo la promesa”5. La disparidad de respuestas originó que la decisión definitoria del caso se prolongara, hasta que la Real Audiencia informó al rey Felipe II, confirmándole la promesa “en términos de exención de tributos y otros favores y mercedes”6, en lugar de lo que se pactó en 1519. Así que en el año de 1585 el rey Felipe II ordenó la exención de tributos a los tlaxcaltecas y otorgándoles favores generales en una cédula emitida en 25 de marzo de 1585. Así fue como se pudo cumplir la promesa hecha por Hernán Cortés a los tlaxcaltecas. Los privilegios 3 Eustaquio Celestino Solís, et. al., Actas de cabildo de Tlaxcala, 1547-1567. p. 405. Charles Gibson, Tlaxcala en el siglo XVI, p. 156. 5 Ibid. 6 Ibid. 4 ISBN: 978-607-9348-75-5 57 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos Para responder a la segunda pregunta de este trabajo sobre ¿Qué clase de privilegios se dieron a los indios de la provincia de Tlaxcala? Es necesario conocer la mecánica para adquirirlos. Para otorgar honores y privilegios por los monarcas españoles del siglo XVI, era menester que los vasallos probaran ser merecedores de ellos; por tanto, los vasallos deberían mostrar con evidencias y testigos sobre los servicios prestados a la corona, tanto en el pasado como en el momento de solicitar algún privilegio. Los servicios prestados al rey que merecieran el beneficio de privilegios debían haber servido en la guerra, en la política o en la administración pública como burócrata al servicio de la corona española. Por esta situación los tlaxcaltecas siempre tuvieron que solicitar sus prebendas por escrito al rey español y en varias ocasiones acudir personalmente ante su presencia; es así como se dieron seis viajes de visita al emperador por parte de pillis tlaxcaltecas. El primero se realizó en el año de 1527, el segundo viaje fue en 15347, el tercero se efectuó en 1540 el cuarto viaje se realizó entre 1549 y 15508, el quinto viaje se efectuó en 15629 y por último se realizó el sexto viaje en 158410. En cada uno de los viajes se buscó conseguir prebendas para Tlaxcala, tanto en lo individual como para el pueblo; veamos en que consistieron los privilegios. Así tenemos que una primera solicitud se realizó el 22 de abril de 1535, cuando se le otorgó a la ciudad de Tlaxcala el título de Leal ciudad de Tlaxcala y su escudo de armas. “La petición la realizó don Diego Maxixcatzin gobernador11 de la ciudad y de la provincia de Tlaxcala”12 de viva voz en “audiencia por Carlos V, el cual aceptó su posición de gobernador y le concedió dos cédulas”13, la primera contenía el título de la ciudad de Tlaxcala y la segunda el escudo de armas. El argumento esgrimido para la petición fueron 7 Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, Historia cronológica de la Noble Ciudad de Tlaxcala, p. 141. 8 Esta salida no la registra Zapata y Mendoza, pudiera ser porque como lo señala Charles Gibson solo fue fray Pedro de Torres, quien llevó documentos al rey Carlos V, entre ellos la historia de Tlaxcala escrita por Tadeo de Niza, y la posibilidad, según Gibson, de que se llevara el Lienzo de Tlaxcala. E n este viaje no fue ningún tlahtoani de Tlaxcala. 9 Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, op. cit. p. 163. 10 Ibid. p. 175. 11 Es posible que don Diego Maxixcatzin no sea gobernador sino alcalde pues el cambio de alcalde a gobernador lo autorizó cincuenta años después el rey Felipe II. 12 Antonio Peñafiel, La ciudad virreinal de Tlaxcala, p. 152. 13 Charles Gibson, op. cit. p. 160. ISBN: 978-607-9348-75-5 58 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos los servicios prestados en la conquista de México; por tanto el privilegio fue para la sociedad y para el territorio en que vivían los tlaxcaltecas. Un segundo privilegio que se dio, inmediatamente de la segunda visita al emperador Carlos V fue una cédula expedida el 13 de mayo de 1535, donde se prometía que la provincia de Tlaxcala jamás sería retirada de los dominios de la corona. […] y porque somos ciertos e certificados de los servicios que los principales e pueblos de la dicha provincia nos han fecho, mandamos dar esta nuestra carta en la dicha razón, la cual queremos que tenga fuerza e vigor de ley e pragmática sanción, como si fuera hecha y promulgada en cortes generales, por la cual prometemos y damos nuestra palabra real que agora y de aquí adelante en ningún tiempo del mundo la ciudad de Tlaxcala con sus términos no será enajenada ni la apartaremos de nuestra corona real, nos ni nuestros herederos ni sucesores en la corona de castilla, sino que estará y la tendremos como cosa incorporada en ella14. De la tercera expedición a España buscó, al parecer, “la conservación de los linajes nobles, sucesiones de cabecera y formas de gobierno indio. [El resultado no está bien definido ni] documentado, razón por lo cual es imposible comentarlo en detalle”.15 La cuarta expedición no contó con la participación de los tlahtoque de Tlaxcala; sin embargo, se emitieron cédulas en beneficio de los tlaxcaltecas, se falló en favor de no permitir el asentamiento de haciendas en territorio tlaxcalteca, pues el ganado perjudicaba los sembradíos de los macehuales tlaxcaltecas. El quinto viaje de tlaxcaltecas que se realiza en 1562 arrojo como resultado de las gestiones de los nobles tlaxcaltecas los siguientes privilegios: […]el rey concedió a la ciudad el título de Muy Noble y Muy Leal (25 de abril de 1563); aprobó el gobierno indio tal como se estableció en 1545 (26 de abril de 1563); prohibió toda intromisión en las ventas indias en el mercado (26 de abril de 1563); confirmó la cédula de 1539 en relación con el servicio de Puebla(15 de mayo de 1563); confirmó la cédula del 13 de mayo (¿marzo?) de 1535, que respetaba el corregimiento perpetuo (18 de julio de 1563); concedió escudos de armas a seis principales tlaxcaltecas (16 de agosto de 1563), y ordenó al virrey trazar nuevamente los límites de la provincia (8 de septiembre de 1563)16 14 Carta de Hernán Cortés al emperador Carlos V, Tenuxtitán de esta Nueva España, 15/10/1524, publicada en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, p. 256. 15 Charles Gibson, op. cit. p. 160. 16 Ibid. p. 161. ISBN: 978-607-9348-75-5 59 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos Como se puede apreciar esta visita generó un importante número de privilegios y ordenanzas, siete en total; la sexta visita al rey de España tuvo una mayor producción de privilegios para los tlaxcaltecas 14 en total muchas de ellas fueron reconfirmaciones de cedulas anteriores, de las más destacadas Gibson anota “privilegios importantes como la prohibición de monopolios de carne y vino y exenciones de pago a tributos”17. Un privilegio personal que se dio en esta visita al rey Felipe II fue el otorgado a don Zacarías de Santiago, quien demostró ante el soberano español ser hijo legítimo de don Alejandro de Santiago, descendiente de la casa de Xiutotohua, perteneciente a Tepectipac, por lo que se le otorgó un escudo de armas, o mejor dicho, se legitimó el que poseía desde tiempos anteriores a la conquista y que a continuación se describe: Y que como indio principal, en tiempo de su gentilidad tenía un escudo de armas, y en él una parte un pájaro azul en vuelo, en campo colorado, las puntas de las alas, bordes y los encuentros de ellas, y el cimiento y la cola con chapas de oro; y los pies y el pico de lo mismo, y la cabeza enrizada de plumas verdes, y el pecho encarnado; y otra parte un cerro levantado, y en la cumbre una casa fuerte y a los lados poblado de flores amarillas que salen del pie del cerro; […] Suplicándome, […] mandase daros el sobre dicho escudo con las dichas armas, añadiendo en otra parte del dicho escudo una venera y encima de ella el hábito y cruz de Santiago en campo verde[…].18 Las ordenanzas que se emitieron por la gestión y visita de los nobles tlaxcaltecas en 1585 son algunas de las siguientes: en la cédula del 25 de marzo se estipula que tenientes y escribanos de Tlaxcala no requerirán de servicios personales; en la cédula del 16 de abril se genera un cambio de rango para el alcalde mayor de Tlaxcala, pasa de alcalde a gobernador. Otra cédula con la misma fecha de la anterior, se les concede a los tlaxcaltecas que las ventas de las tierras indias de cualquier tipo y precio se notifiquen en subasta pública diariamente por un periodo de 30 días antes de efectuarse la venta. Y la cédula del 19 de mayo ordena que todos los pueblos dispersos se congreguen. Después de 1585 se emitieron otras cédulas en 1586, en 1589 y 1599.19 17 Ibid. p. 162. Real Cédula, 1585, México, Museo Nacional, 1933, publicado en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, p. 264. 19 Charles Gibson, op. cit. pp. 221-222. 18 ISBN: 978-607-9348-75-5 60 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos Como podemos apreciar la mayoría de privilegios que se otorgaron a los tlaxcaltecas fueron títulos nobiliarios y en menor medida ordenamientos para eximir de impuestos y tributos a los indios. El contraste con la realidad que vivieron los tlaxcaltecas del siglo XVI lo podemos apreciar a través de los tributos y servicios que el pueblo siguió realizando a favor de la corona española y naturalmente, de los españoles avecindados en México, Puebla y Tlaxcala; así como de otras latitudes que lo requirieran. A continuación vamos a mostrar si se cumplieron los privilegios y acuerdos que se solicitaron por los tlaxcaltecas en un periodo bastante amplio, desde 1519 hasta 1599, donde se firmaron por los reyes españoles 48 cedulas y mandamientos. Muchos de ellos fueron referendos de ordenanzas dadas con anterioridad; para tener un mejor panorama de lo sucedido en el siglo XVI a los tlaxcaltecas necesitamos contrastar los privilegios con los tributos proporcionados por el mismo pueblo. Los tributos y servicios de los tlaxcaltecas La tributación que se dio por parte de las cuatro cabeceras integrantes de Tlaxcala comenzó desde 1521, al consumarse la derrota del pueblo mexica y comenzar el levantamiento de la ciudad de México, la memoria del pueblo tlaxcalteca sobre estos acontecimientos los podemos advertir en los registros de las actas de cabildo en especial la que se levantó el 16 de noviembre de 1562 y que rememora situaciones vividas desde, prácticamente, de la llegada de Hernán Cortés con sus ejércitos. Así. Apenas transcurrido el hecho significativo de la caída del imperio mexica, comenzaron las tasaciones a los pueblos conquistados como Tlaxcala. Entonces empezó mucha aflicción con “el tributo de metales” /teocuitlatequitl/ “tributo en faldas” /cuetequitl/ “tributo de huipil” /hupiltequitl/ “tributo del maíz” /tlaoltequitl/, además del servicio de los “macehualli” /macehualtequitl/, que se empleó para/ la construcción de las casas en México y Cuetlaxcouapan.20 Sobre el tributo en oro por parte de Tlaxcala, Juan Buenaventura Zapata y Mendoza lo consigna en 1521, en una etapa verdaderamente crítica, pues en ese año se dio la conquista de la ciudad de Tenochtitlan, el martes 13 de 20 Eustaquio Celestino Solís, op. cit. p. 405. ISBN: 978-607-9348-75-5 61 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos agosto del mismo año. “Entonces le dieron al capitán marqués un escudo de oro y se inició el tributo en oro”21. Las promesas de exentar de tributo a los aliados de Cortés y vasallos de la corona fueron prontamente olvidadas. Los Tlaxcaltecas fueron conquistados y colonizados como cualquier otro pueblo mesoamericano. La tributación a la corona española no se detuvo ni siquiera por los constantes servicios que los tlaxcaltecas dieron tanto voluntariamente como a la fuerza al estado español. En un documento del archivo general de Indias, compilado por Carlos Sempat y Andrea Martínez en el volumen seis de la colección Tlaxcala textos de su historia se lee la orden de tributo del año de 1529. En quince de junio de quinientos veintinueve años se concertó con los señores de Tlaxcaltecle que de ochenta en ochenta días contribuirán en servicio a su majestad con quinientos pesos de oro, y que hagan sus sementeras para su majestad de maíces.22 La alianza hispano tlaxcalteca parecía haber dado una jerarquía mayor a los indios de los cuatro señoríos, con respecto a otros pueblos como los cholultecas, chalcas o incluso los mexicas. Sin embargo, la realidad nunca estuvo más alejada de esas suposiciones. La realidad de Tlaxcala fue que tuvieron que tributar al igual que todos los indios de la Nueva España; con la agravante que por ser leales vasallos tuvieron que participar en otra serie de conquistas, tanto al sur de la Nueva España como al norte, trabajar sin remuneraciones para los españoles y colonizar territorios inhóspitos. Notemos detenidamente a quienes tuvieron que tributar los tlaxcaltecas, en primera instancia tenían que tributar a la corona española y se hacía de la siguiente manera: con dinero o con oro; en especie, donde el principal producto era el maíz; con trabajo y este se daba en las sementeras sembradas de maíz, extensiones de tierra asignadas a la corona. El trabajo también se daba a la corona cuando se levantaba una ciudad de españoles. Otra manera de tributar a la corona era con servicio militar, especialmente en guerras de conquista, tal como lo hicieron los tlaxcaltecas al luchar contra otros pueblos indios. También se tributaba a los españoles, especialmente con trabajo; un tributo más se 21 Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, op. cit. p. 133. Archivo General de Indias ( AGI) Contaduría, legajo 684, publicado en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, p. 270. 22 ISBN: 978-607-9348-75-5 62 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos hacía a la iglesia y éste se realizaba en los siguientes rubros: con dinero, con trabajo, en especie. Veamos algunos ejemplos donde los tlaxcaltecas tributaron de distinta manera y donde no se ve en absoluto el beneficio de algún privilegio solicitado y dado en 80 años. El primer virrey Don Antonio de Mendoza se entrevistó con los gobernadores de la provincia de Tlaxcala el 20 de enero de 1538, en esta entrevista […] tasó y moderó lo que la dicha Provincia había de dar a su Majestad en tributo, teniendo respeto a los servicios que ellos y sus antepasados habían hecho en esta tierra […], a que den desde principio de este presente mes en adelante a su Majestad cada año, ocho mil hanegas de maíz y la primera paga sea esta cosecha de este presente año de mil quinientos treinta y ocho.23 El tributo de maíz era una imposición que se venía pagando desde años atrás, como se refiere líneas arriba; El tributo con trabajo comenzó a darse cuando se comenzó a levantar la ciudad de Puebla de los Ángeles y su catedral, en ella participaron muchos indios tlaxcaltecas desde 1532 y paulatinamente dejaron de asistir. Esta situación ocasionó que la autoridad virreinal interviniera para solventar el desabasto de mano de obra en Puebla; por lo que el 25 de noviembre de 1543 el virrey don Antonio de Mendoza realizó una petición a los oficiales de la corona tanto de Tlaxcala como de Cholula para continuar con el envío de mano de obra indígena para continuar los trabajos de edificación de casas habitación como de la catedral. El exhorto que hizo el virrey para que se continuara con el envío de mano de obra era porque los tlaxcaltecas habían dejado de tributar las ocho mil hanegas de maíz y en su lugar se estaban llevando a Puebla 800 indios todos los días para trabajar en la construcción24. No solo se tributo trabajo para las ciudades sino también para las actividades agrícolas de españoles. Con la fundación de la ciudad de Puebla de los Ángeles fue necesario contar con una producción agrícola similar a la practicada en España; el gobierno virreinal otorgó mercedes a españoles, en Atlixco, que quisieran 23 El libro de tasaciones de los pueblos de la Nueva España, Siglo XVI (fragmento) publicado en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, pp. 278, 279. 24 Archivo General de la Nación, en adelante (AGN), Ramo Mercedes, vol. II. Exp.411, fs. 170 v. 171r. publicado en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, pp. 279,280. ISBN: 978-607-9348-75-5 63 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos dedicarse a las actividades agrícolas, su producción principal sería el trigo. Solo que los españoles no realizarían todo el trabajo por lo que solicitaron al virrey se les otorgaran indios de Cholula y de Tlaxcala para poder explotar adecuadamente las mercedes de tierras. A pesar de no contar con documentación temprana, que nos permita conocer la doble problemática que se padeció al inicio de la colonia: Por una parte la salida constante de indios de Tlaxcala quienes dejaban sus propias labores para trabajar en otras latitudes y por otra, la falta de mano de obra para los españoles que emprendían la empresa de hacer producir la tierra. Un ejemplo de esta situación la notamos en una cedula emitida por el virrey don Luis de Velasco el 20 de febrero de 1551 y dirigida a los corregidores de Cholula y Tlaxcala les dice lo siguiente: Yo don Luis de Velasco, visorrey… en esta Nueva España hago saber a vos corregidores comarcanos a la ciudad de los Ángeles y a las labranzas que los vecinos de ella tienen [en el] valle de Atlixco, […] les fueron quitados los indios de servicios que les solían dar las provincias de Tlaxcala y Cholula, padecen grandes necesidades y las heredades y sementeras se pierden…25 Sin embargo, una tributación que me parece mucho más devastadora para los indios tlaxcaltecas y más que tributo es un servicio fue el concerniente a dotar a los españoles de guerreros indios para la conquistas tanto al sur como al norte de la Nueva España. Lo mismo el hecho de servir a la corona desmembrando familias con el fin de colonizar territorios inhóspitos y adversos para los españoles. Los indios por sentido común siempre estuvieron en desacuerdo de salir a poblar otras regiones ignotas. En una carta del virrey don Luis de Velasco dirigida a Don Juan Martín, principal de Tlaxcala, expuso cómo teniendo la exhortación de la corona española, del virrey y de los señores de Tlaxcala para que los indios de Tlaxcala salieran a poblar el territorio llamado la Nueva Tlaxcala en el año de 1560. […] en lo que toca a la población de la Nueva Tlaxcala, de que se ha tratado y os habéis ofrecido que de esta ciudad se iría a poblar, e aunque se ha pregonado en esa ciudad e estancias a ella sujetas, no se han ofrecido a ir y que convendría que fuesen compelidas e apremiadas las personas que señalásedes para la jornada.26 25 AGN, Ramo Mercedes, Vol. III, exp. 632, fs. 250r, publicado en Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, vol.6, p. 281. 26 Archivo Histórica del Estado de Tlaxcala, Fondo Colonia, Caja 1, exp. 4 fs.1 año de 1560. ISBN: 978-607-9348-75-5 64 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos En las actas de cabildo de la ciudad de Tlaxcala correspondiente al 15 de junio de 1560 se señala que don Luis de Velasco solicitó mil tlaxcaltecas para colonizar San Miguel, petición que se sometió a los designios del cabildo y se acordó cancelar el envío, por las siguientes razones: Y primero los tlahtoani habían aceptado que fueran allá a San Miguel, y después advirtieron que habría mucha aflicción si se van. Quienes vayan, sus tierras y casas de aquí ¿Quién las tomará? Por esto se reñirá; y las mujeres y los niños ¿cómo recorrerán en el camino? ¿Quién llevará sus provisiones? Además, quienes vayan los tomarán con aversión ya que se van definitivamente. Y por eso los integrantes del cabildo dijeron; nunca se hizo tequitl [servicio] así, todo el tiempo transcurrido desde que llegaron los españoles […]27 Como podemos ver los privilegios no tuvieron prácticamente ningún impacto dentro de la sociedad tlaxcalteca, por el contrario el desmembramiento de familias se dio hasta 1590 con la salida de las 400 familias que colonizaron el norte de la Nueva España, esos fueron los privilegios de aliarse con los españoles, los privilegios de obedecer. Bibliografía: Andrea Martínez Baracs, Carlos Sempat Assadourian, Tlaxcala una historia compartida, Siglo XVI, Ed. Gobierno del Estado de Tlaxcala, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, vol. 9, México, 1991 Carlos Sempat Assadourian, Andrea Martínez Baracs, Tlaxcala Textos de su historia, siglo XVI, Ed. Gobierno del Estado de Tlaxcala, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, vol. 6, México, 1991 Charles Gibson, Tlaxcala en el siglo XVI, Ed. Gobierno del Estado de Tlaxcala, Fondo de Cultura Económica, México, 1991 27 Eustaquio Celestino Solís, op. cit. pp.383, 384. ISBN: 978-607-9348-75-5 65 Estudios interdisciplinarios y espacios históricos Diego Muñoz Camargo, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala. Editor René Acuña, Ed. Colegio de San Luis, México, 1999 Eustaquio Celestino Solís, et al, Actas de Cabildo de Tlaxcala 1547-1567, Ed. Archivo General de la Nación, Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, Centro de investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social, México, 1984 Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, Historia cronológica de la Noble ciudad de Tlaxcala, Ed. Universidad Autónoma de Tlaxcala, Centro de investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social, México 1995. ISBN: 978-607-9348-75-5 66