Siglo nuevo El muro (Pink Pink Floyd – The Wall Wall, 1982), película en la que supo amalgamar las inquietantes animaciones de Gerald Scarfe con un vistoso entramado visual captado por la lente de Peter Biziou, dando forma a una extenuante y fascinante invasión a los sentidos. El muro, 1982. The Commitments, 1991. turado por el régimen militar de aquel país, para dar forma al argumento de Expreso de medianoche (Midnight Express, 1978). Intenso drama carcelario y claustrofóbico paseo por el inframundo de la negligencia y la represión. La sólida actuación de Brad Davis, fallecido en 1991, y la solvente reso58 • Sn lución con depurado plantea- mismo le valió la obtención del miento estético, convirtieron BAFTA como mejor director. esta cinta en un clásico del teTras dirigir el exitoso muma de cárceles. Además, le sig- sical urbano Fama (Fame ( , 1980) nificó el reconocimiento inter- y el drama romántico con tinnacional y la obtención de dos tes autobiográficos Después del premios Oscar, por mejor amor (Shoot The Moon, 1982), guión adaptado y a la música, Parker es elegido para llevar a gracias al efectivo pop electró- la pantalla grande la pesadilla nico de Giorgio Moroder; asi- sonorizada de Roger Waters, CONSOLIDACIÓN En 1984, el también director de Bienvenidos al paraíso (Come See The Paradise, 1990) realiza Alas de libertad (Birdy), filme sobre la amistad y la lealtad en el contexto de un par de ex combatientes norteamericanos en Vietnam, con destacada interpretación de los jóvenes Mathew Modine y Nicolas Cage, y que se hizo merecedora del Gran Premio Especial del Jurado en Cannes, quienes valoraron los no pocos aciertos de esta parábola sobre la libertad perdida. Dos años más tarde, adapta la novela de William Hjortsberg, Fallen Angel Angel, para experimentar con géneros como el suspenso y el cine negro con El corazón del ángel (Angel Heart, Heart 1987), película plagada de referencias religiosas y satánicas, mezcla de cine de detectives y el de terror o como diría el mismo Parker: “es un cruce entre el Fausto y una historia de Raymond Chandler”. La iconografía esotérica, las connotaciones metafísicas, la edición trepidante de Gerry Hambling, la notable música de Trevor Jones -en particular la del saxofón de Courtney Piney la mejor interpretación que ha realizado en su carrera Mickey Rourke, hicieron de esta película una de las mejores dentro de la irregular filmografía de Alan Parker. Luego de recibir el Premio