Desarrollando auto-confianza

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sección 8
Desarrollando
auto-confianza
3 años
48
reunión
Repasemos:
Al iniciar la reunión, demos la bienvenida y luego preguntemos a las y los participantes:
• ¿Quiénes pueden ayudarnos a recordar lo que conversamos en la reunión pasada?
• ¿Quiénes lograron hacer en su casa la actividad que pedimos al final de la reunión pasada? ¿Cómo
les fue?
• ¿Qué preguntas o dudas han quedado después de practicar la actividad?
¿Qué vamos a aprender?
A promover el desarrollo de las destrezas sociales y la autoconfianza de la niña o niño de 3 años, para
relacionarse con personas dentro y fuera de su casa.
DIALOGUEMOS: Vamos a ver unas fotos, para
conversar sobre lo que conocemos de este tema.
¿Cuántas palabras positivas le dicen a su niña o
niño de 3 años, en comparación con las palabras
negativas? ¿Por qué creen que es importante
usar palabras positivas cuando se le habla a la
niña o niño?
¿Qué cosas nuevas pueden hacer las niñas
y niños de 3 años, que no podían hacer
cuando tenían 2? De un ejemplo en base a su
experiencia
¿Cuáles son algunas ocasiones en que las
niñas o niños pequeños están especialmente
necesitados de ternura y comprensión?
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Actividad:
“Cosas que puedo hacer”
Conoceremos actividades que pueden ayudar a
desarrollar la confianza en sí mismos en las niñas y
niños de 3 años.
¿Qué vamos a necesitar?
• Música
• Zapatos
• Fichas
¿COMO LO VAMOS A HACER?
• Pidamos a una madre o padre de una niña o
niño de 3 años que cuente al grupo cómo es ahora que tiene esta edad. ¿Qué cosas hace ahora que
no hacía cuando tenía 2 años?
• Expliquemos la importancia de desarrollar actividades con la niña o niño que le ayuden a entender
que es capaz de hacer algunas cosas por sí mismo.
• Invitemos al grupo entero a desarrollar algunas actividades junto con las niñas y niños presentes:
• Landa: Jugaremos a que la niña o niño nos atrapa y después a que nosotros los atrapamos a
ellos.
• La marcha: Jugaremos a imitar a un policía que marcha primero rápido y luego lento.
Marcha hacia delante y hacia atrás.
• El zoológico: Jugaremos a convertirnos en animales. Seremos una jirafa muy alta, para lo
cual caminaremos en puntillas; seremos un conejo para lo cual saltaremos; seremos una
hormiga, para lo cual caminaremos agachaditos y seremos una culebra que se arrastra.
• Los zapatos: Haremos una competencia de ponerse y quitarse los zapatos, quien se los quite
y ponga primero es el ganador.
• Al terminar de jugar, organicemos al grupo en parejas para que escriban en fichas estas y otras
actividades creativas que pueden desarrollar con la niña o niño de 3 años.
Algunas Sugerencias:
• Si el tiempo ajusta, se les puede pedir a las parejas que decoren las fichas y las peguen alrededor
de su casa.
Manual para Facilitadores
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Para finalizar:
¿Qué aprendimos hoy?
Ahora, repasemos lo que hemos discutido hoy.
• ¿Cómo se sienten después de esta reunión? ¿Por qué?
• ¿Cuáles son los dos puntos más importantes que han aprendido hoy?
• ¿Qué harán de manera diferente de acuerdo a lo que han aprendido en esta reunión?
• ¿Cuáles son los puntos que más les gustaron?¿Hay algunas cosas que no les gustaron?
• ¿Les quedó alguna duda, inquietud o pregunta sobre lo que hemos platicado?
• ¿Algo más que quieran compartir?
Para concluir, ¿Tienen alguna recomendación para mejorar esta reunión cuando se realice con otras
personas? (Hay que explicar que al contestar estas preguntas, los participantes estarán ayudando a que
la reunión sea aún mejor en el futuro para otros padres y madres que tengan bebés).
Para hacer en casa:
Las parejas que escribieron las fichas pueden visitar a una vecinita o vecinito que tenga 3 años y
enseñarle a la madre o padre, cómo desarrollar algunas actividades con ella o él.
Información básica para la o el facilitador:
Conociendo más sobre cómo desarrollar
auto-confianza:
1-
Auto-confianza. Ya vimos que en esta etapa las niñas y niños comienzan a construir el YO,
que va a utilizar a lo largo de su vida. Necesitan confiar en sí mismos para vencer los obstáculos que
se les presenten en la vida. Para que logren esa auto-confianza, se necesita apoyarles en su identidad,
autonomía e independencia.
2- Identidad. Ya se ha visto que las “3 As aplicadas”, ayudan a que las niñas y niños vayan
adquiriendo mayor seguridad personal; es importante recalcarles que deben verse como un ser
único, perfecto, hermoso, valioso e irrepetible y que para las madres y padres debe ser lo más bello
en la vida. Ya más adelante, como en la adolescencia, irá viendo que hay muchas otras personas, e
irá aprendiendo de sus errores, pero la imagen que mamá y papá construyeron le acompañará por
siempre.
NUNCA: Dar etiquetas, criticarle y desvalorizarle, burlarse de lo que hace o de sus errores. Nunca debe salir de su boca, palabras que no sean perfectas o valiosas para su niña o niño.
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3- Autonomía. Para reforzar la auto-confianza, la niña o niño debe hacer cosas por sí mismo como
comer, bañarse y vestirse (en esta edad todavía puede abrocharse la ropa). El compartir las labores
de la casa, en diversas actividades de estimulación: barrer, acomodar, lavar, pintar, arreglar algo
descompuesto, le da espacio a practicar y utilizar su cuerpo, esto le va construyendo un gran sentido
de que puede hacer lo mismo que mamá o papá y sentirá que “ya es grande”. Hay que permitirle hacer
las actividades en las que está interesado, siempre y cuando, se esté observando y cuidando para que
no se lastime.
4- Independencia. En esta edad comenzarán a pedir que se les deje hacer las cosas solos,
es recomendable darles esa oportunidad pero siempre observando, vigilando su seguridad y
haciéndoles sentir que se confía en ellos y que lo pueden hacer bien.
NUNCA: Hablarle desde sus miedos o de amenazar con que algo le va a suceder si no hace caso. Se
debe apoyar sus intentos de independencia, pero siempre explicando los cuidados que debe tener
para hacerlo, pero no como una amenaza.
Por ejemplo: “Si te subes a ese árbol te vas a caer”, “No hagas eso, que te va a doler”, “Si te sueltas te vas a
caer”, ahí se le está hablando desde los miedos de las madres y padres a que se lastimen y que llevan
al intento de paralizar a los pequeños. En su lugar, se debe advertir que tenga cuidado, ayudar y
acompañar para reducir el peligro, pero no paralizarles o limitarles.
Sin querer el adulto puede transmitir ese miedo que le paraliza a sus hijos, quienes también pueden
paralizarse por un miedo que ni siquiera es de ellos. Las madres y padres deben impulsarles a que
se atrevan a intentar cosas nuevas, siempre observando las reglas de seguridad y sin miedo. Así, la
autonomía e independencia con que se les permite actuar, contribuirá a que creen una identidad más
sana de ellos mismos con una gran auto-confianza.
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