“Caracterización genética y fenotípica de nrb2, un mutante de Arabidopsis thaliana insensible al BTH” Trabajo de Fin de Máster Realizado por: Fernando Xavier Rivas Romero Director: Dr. Pablo Tornero Feliciano Valencia, Julio de 2013 1 Pablo Tornero Feliciano, Científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas CERTIFICA Que el presente trabajo titulado “Caracterización genética y fenotípica de nrb2, un mutante de Arabidopsis thaliana insensible al BTH” ha sido realizado por Fernando Xavier Rivas Romero, bajo mi dirección en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (UPV-CSIC) y autorizo la presentación del Trabajo de Fin de Máster el cual se adecua a los requisitos formales, metodológicos y de contenido, de acuerdo con la normativa publicada por la Comisión Académica del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas de la Universidad Politécnica de Valencia. Y para que conste a los efectos oportunos lo firmo en Valencia a 30 de julio de 2013. Director del TFM Pablo Tornero Feliciano 2 Ismael Rodrigo Bravo, profesor titular del Departamento de Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia, CERTIFICA Que el presente trabajo titulado “Caracterización genética y fenotípica de nrb2, un mutante de Arabidopsis thaliana insensible al BTH” ha sido realizado por Fernando Xavier Rivas Romero, bajo mi tutoría en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (UPV-CSIC) y autorizo la presentación del Trabajo de Fin de Máster el cual se adecua a los requisitos formales, metodológicos y de contenido, de acuerdo con la normativa publicada por la Comisión Académica del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas de la Universidad Politécnica de Valencia. Y para que conste a los efectos oportunos lo firmo en Valencia a 30 de julio de 2013. Tutor del TFM Ismael Rodrigo Bravo 3 Para Mi madre: Otro logro más…. Todo gracias a ti Por la vida que me diste, en todos los sentidos Esto es para ti Gracias por ser la mamá más mala del mundo Para Santy: Mi Hermano, Mejor amigo y compañero Por tomar mi lugar y cuidar nuestro mayor tesoro Nuestra madre Esto también es por ti y gracias a tí Para Iara Anahí: Angelito mío que viniste a alegrar nuestras vidas Por la fuerza que me diste, aunque no lo sepas Dedicado para ti Desde lo más profundo de mi ser Los Quiero, Fer 10 4 Agradecimiento Un agradecimiento especial al Dr. Pablo Tornero, por su colaboración, apoyo y consejos en la dirección de este trabajo. A la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología del Ecuador (SENESCYT), por darme la oportunidad de prepararme profesionalmente a través de su programa de becas “Convocatoria Abierta 2011” A mis compañeros del laboratorio, especialmente a María Laura, Ana, Javi, Juanvi, Loli y Vicente; por la ayuda desinteresada, el constante apoyo con el trabajo y por una verdadera convivencia de laboratorio. A mis profesores del máster, con mención especial a José Gadea, Alejandro Atarés, Vicente Moreno, Ismael Rodrigo, Ramón Serrano y José Miguel Mulet, por los conocimientos de alta calidad impartidos durante el transcurso del máster. A mis amigos: Ryan, Jorge, Jonas, Kalle, Stefan, Mario, Wicki, Sabrina, Afroditi, Dani y Wanda, por hacerme sentir la calidez de una familia mundial y hacer de esta experiencia realmente inolvidable. A mi familia ecuatoriana en Valencia: Isabel, Estefania y Daniel. Por el apoyo incondicional que me han dado en los momento más duros durante mi estancia aquí y fortalecer aún más la amistad que nos ha unido desde las aulas de la universidad ecuatoriana. A mis amigos ecuatorianos, compatriotas becarios como yo, un agradecimiento especial por la convivencia y la ayuda mutua que nos brindamos al estar lejos de la Pachamama y hacer más “ecuatoriano” nuestro paso por tierras extranjeras. 5 CONTENIDOS INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 7 I. 1.1 Sistema de defensa de las plantas .......................................................................... 7 1.1.1 Respuesta Hipersensible (HR) ....................................................................... 12 1.1.2 El ácido salicílico y la SAR .............................................................................. 13 II. OBJETIVOS ...................................................................................................................... 18 III. MATERIALES Y MÉTODOS ...................................................................................... 19 3.1 Material Vegetal ........................................................................................................ 19 3.2 Mapeo genético de la mutación ............................................................................. 19 3.3 Análisis de segregación........................................................................................... 20 3.4 Caracterización fenotípica ....................................................................................... 20 3.4.1 Peso fresco ........................................................................................................ 20 3.4.2 Germinación en ácido salicílico ...................................................................... 21 3.4.3 Curvas de crecimiento bacteriano ................................................................. 21 RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................................... 23 IV. V. 4.1 Caracterización genética ......................................................................................... 23 4.2 Caracterización Fenotípica ..................................................................................... 30 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................................................... 37 5.1 Conclusiones ............................................................................................................. 37 5.2 Recomendaciones .................................................................................................... 38 BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 39 6 I. INTRODUCCIÓN 1.1 Sistema de defensa de las plantas Las plantas, al ser organismos superiores están sometidas a un estrés de tipo biótico continuo, por lo que es muy importante que desarrollen nuevas estrategias para evitar que los patógenos venzan la resistencia de la planta y pongan en juego la supervivencia de la especie. Las plantas han tenido que adaptarse continuamente a este juego de evolución, y dado que las plantas son organismos sésiles, su defensa se complica al no poder escapar, tal como lo hacen los organismos móviles. A pesar de estas limitaciones, éstas han desarrollado mecanismos muy complejos y sofisticados para defenderse de los patógenos (Jones y Takemoto, 2004). En los últimos años, la investigación vegetal se ha concentrado en una pequeña planta, la cual se ha convertido en el modelo ideal para todo tipo de investigación. Esta planta es Arabidopsis thaliana (Arabidopsis), que pertenece a la familia de las Brasicaceae. Esta planta se ha utilizado como modelo genético, bioquímico y fisiológico por la facilidad de su manejo que incluye desarrollo total en un corto tiempo (6-8 semanas) reducido tamaño, pequeño genoma totalmente secuenciado (The Arabidopsis Initiative, 2000) y los resultados de su investigación son extrapolables a casi cualquier planta (Meinke, et al., 1998). En Arabidopsis han sido descritos los principales mecanismos de defensa de patógenos, por lo que se convierte en una excelente herramienta para estudiar las interacciones de las plantas con los patógenos (Glazebrook, et al., 1997). 7 En la naturaleza existen varios tipos de patógenos que atacan a las plantas y dependiendo del tipo de interacción que tienen con las plantas se pueden dividir en biotrofos, los cuales mantienen a las células vivas durante la infección y se nutren de sus moléculas; y en necrotrofos, los cuales matan a las células y se nutren de sus componentes. Dentro de éstos, se puede considerar un tipo intermedio de patógenos conocido como hemibiotrofo, puesto que infecta inicialmente a las plantas como biotrofo y produce la muerte de las células al final del proceso infectivo (García-Mas, et al., 2004; Glazebrook, 2005). Para poder infectar a la planta, el patógeno debe primero atravesar una serie de barreras físicas que impiden el paso al interior de la célula. Estas barreras son la cutícula y la pared celular. Cuando los patógenos intentan cruzar estas barreras, la planta activa una serie de mecanismos de defensa conocidos como defensa apoplástica que inhibe las enzimas microbianas, fortalece la pared celular y reduce el crecimiento del patógeno (Hückelhoven, 2007). Una vez que el patógeno ha superado estas barreras físicas, es indispensable el reconocimiento del patógeno por parte de la planta. Para ello, las plantas han desarrollado dos grandes sistemas de defensa para el reconocimiento de los patógenos. El primero utiliza receptores transmembrana de reconocimiento de patrones (PRR, Pattern recognition receptors) que básicamente actúan a nivel externo en el reconocimiento de pequeñas moléculas efectoras asociadas a patógenos (Jones y Dangl, 2006). Estas moléculas efectoras son generalmente de origen microbiano y se conocen como “Patrones moleculares asociados a patógenos” (PAMPs o Pathogen-associated molecular patterns, como la flagelina) que inducen la expresión de genes de respuesta defensiva, con la subsiguiente producción de sustancias antimicrobianas por parte de la célula huésped (Nurnberger y Brunner, 2002; Jones y Dangl, 2006) 8 El otro sistema de defensa es el producido por los genes R, cuyas proteínas actúan por lo general en el interior celular (Jones y Dangl, 2006). La mayoría de genes R son codificantes del tipo de proteínas NB-LRR. Su nombre deriva de que son proteínas con dominios de unión a nucleótidos (NB, Nucleotide binding) y dominios de repeticiones ricas en leucinas (LRR, Leucine-rich repeats) características en muchas proteínas de defensa (Dangl y Jones, 2001; Jones y Dangl, 2006). Bajo el concepto clásico de la resistencia a patógenos, los genes R reconocen a las proteínas de avirulencia (Avr) de los patógenos a manera de un receptor y desencadena la respuesta inmunitaria de la planta (Van der Biezen y Jones, 1998; Dangl y Jones, 2001, Jones y Dangl, 2006), produciendo una interacción incompatible. Si no se produce el reconocimiento, el patógeno infecta a la planta, en lo que se conoce como interacción compatible. Los genes Avr abarcan un amplio espectro de moléculas expresadas por los patógenos que favorecen el desarrollo de la infección, que pueden ser desde moléculas microbianas conservadas, hasta efectores patogénicos, como el sistema de efectores tipo III bacterianos (Lee, et al., 2009). En la figura 1.1, se muestra el denominado modelo “zig zag” donde se explica de mejor manera el desarrollo del proceso de infección y defensa (Jones y Dangl, 2006). 9 Figura 1.1. Modelo zig zag del proceso de defensa contra la infección patogénica (Fuente: Jones y Dangl, 2006) En la primera fase se reconocen los PAMPs mediante las proteínas PRR, las cuales median una serie de señales que se traducen en la activación de la inmunidad mediada por PAMPs, PTI (PAMPs-triggered immunity) que evita la colonización (Fig 1.2a). El ejemplo más estudiado de PTI es el de la percepción de la flagelina bacteriana, que es la principal proteína del flagelo bacteriano, el cual es indispensable para la patogenicidad en plantas. La percepción de la flagelina se realiza a través del receptor FLAGELLIN SENSITIVE 2 (FLS2). Este receptor es una proteína de la familia LRR-RLK con un dominio extracelular rico en repeticiones de leucina, un dominio transmembrana y un dominio citosólico unido a quinasas. Cuando el receptor LRR-RLK percibe la flagelina, se desencadena una señalización mediada por MAPK quinasas que activan los factores de transcripción WRKY, que a su vez activan la expresión de los genes de defensa correspondientes (Bent y Mackey, 2007; Boller y Félix, 2009; Zipfel, 2009). Los mutantes de Arabidopsis en este receptor (fls2) son más susceptibles a la infección de Pseudomonas syringae patovar tomato DC3000 (Pto) (Segonzac y Zipfel, 2011). Si el patógeno logra liberar efectores que interfieren con la PTI se desarrolla una segunda fase con el proceso conocido como ETS (Effectortriggered susceptibility) (Fig 1.2b). Los patógenos específicos de la planta son capaces de suprimir la PTI en su planta hospedadora. Esto lo realizan a través de la producción de los efectores que son característicos de cada grupo de patógenos, aquellos que les permiten inhibir las proteínas involucradas en la señalización de la PTI y esquivar su detección promoviendo la infección (Jones y Dangl, 2006). Existen varios sistemas de secreción de efectores en bacterias, siendo el sistema de efectores tipo III el más importante en la virulencia de las bacterias, ya que puede inyectar hasta 40 efectores diferentes en las 10 células para inhibir la PTI (de Wit, 2007). Las cepas de Pto mutadas en este sistema de efectores carecen de la capacidad para suprimir la PTI y se convierten en no patogénicas (Jones y Dangl, 2006). Estos efectores bacterianos inyectados al huésped por el sistema III actúan inhibiendo la PTI. Así, AvrRpm1 y AvrRpt2 comprometen directamente la respuesta mediada por PAMPs (de Wit, 2007; Segonzac y Zipfel, 2011). Por otra parte, AvrPto interacciona con el dominio quinasa de FLS2 impidiendo la ruta de señalización hasta la expresión de los genes R, mientras que AvrPtoB ubiquitina FLS2 promoviendo su degradación (Segonzac y Zipfel, 2011) y además se ha visto que también puede inducir la ruta de ácido abscísico (ABA) favoreciendo al desarrollo del patógeno (de Wit, 2007). En la tercera fase, estos efectores son reconocidos por una proteína R específica desencadenando la inmunidad mediada por efectores, ETI (Effector-triggered immunity). La ETI es una forma amplificada de la PTI que resulta en resistencia a la enfermedad, muchas veces activando la respuesta hipersensible (HR) que involucra la muerte celular programada en la zona de contacto con el patógeno (Fig 1.2c). En una cuarta fase, la selección natural empuja al patógeno a esquivar la ETI mediante la diversificación de sus proteínas efectoras o adquiriendo nuevas proteínas efectoras que no puedan ser reconocidas por las plantas (Fig 1.2d) (Jones y Dangl, 2006). 11 Figura 1.2 a) PTI; b) ETS; c) ETI; d) El patógeno ha superado la ETI y ha logrado colonizar la planta (Fuente: Bent y Mackey, 2007, Modificado) 1.1.1 Respuesta Hipersensible (HR) Como se ha explicado anteriormente, la respuesta hipersensible es un mecanismo producido en las células de las plantas que provoca la muerte celular en la zona circundante a la de la interacción con el patógeno. En otras palabras, se manifiesta como una pequeña lesión necrótica que afecta a un reducido número de células, lo que le permite sobrevivir al resto de la planta (Heath, 2000). El sistema más estudiado es la muerte celular por acumulación de especies reactivas de oxígeno (ROS) (Heath, 2000). La acumulación de especies reactivas de oxígeno es una consecuencia del ataque del patógeno y se produce por la liberación por parte de las células muertas de 12 altas cantidades de H2O2, O2·-, O3 y OH.-, así como óxido nítrico. Inicialmente se cree que el ión superóxido (O2·-) es el que se produce con más frecuencia y es convertido en peróxido de hidrógeno (H2O2) por una superóxido dismutasa, el cual, al ser más estable se acumula de mejor manera, produciendo, en este caso, la muerte de las células involucradas (Boller y Félix, 2009). Además de la acumulación de estas especies reactivas de oxígeno en la zona de lesión, se han encontrado niveles considerables de ácido salicílico (SA). También se ha encontrado una correlación directa entre estos niveles de concentración de SA y mecanismos más avanzados de defensa como la SAR que se explicará más adelante (Ryals, et al., 1996). 1.1.2 El ácido salicílico y la SAR El SA es una molécula derivada de la hidroxilación del ácido benzoico, y que tiene una enorme importancia dentro del proceso de defensa de las plantas. En un principio, la inducción del mismo está asociada a la aparición de la respuesta hipersensible y actúa como la molécula señalizadora principal para la activación de la resistencia sistémica adquirida (SAR). La SAR es la capacidad de respuesta de la planta a la infección de patógenos, especialmente biotrofos, que se distribuye en todos los tejidos de la planta. La activación de este sistema proporciona una protección de amplio espectro a la planta contra una gran variedad de patógenos, independientemente del patógeno inicial que haya provocado la reacción (Ryals, et al., 1996). Sin embargo, esta protección solamente se hace efectiva contra agentes biotrofos, mientras que contra los necrotrofos se ve reducida (García-Mas, et al., 2004). La presencia de SAR, o de otros tipos de resistencia, coincide con la expresión de una serie de genes, siendo los más conocidos los genes PR (Van Loon, et al., 2006). 13 Los genes PR son familias génicas que codifican un grupo de proteínas denominadas PR (Pathogenesis-related), que tienen un importante rol en la resistencia de las plantas contra patógenos (Edreva, 2005). Las proteínas PR fueron descubiertas en hojas de tabaco mediante la interacción de éstas con el virus del mosaico del tabaco (TMV) por dos grupos independientes (Gianninazzi, et al., 1970; Van Loon y Van Kammen, 1970). El término “PR”, indica que son definidas como proteínas codificadas por la planta huésped pero solamente son inducidas en situaciones patológicas o relacionadas a ésta (Antoniw, et al., 1980; Van Loon, et al., 2006). Actualmente se reconocen 17 familias de PR descubiertas y clasificadas en diferentes especies vegetales (Van Loon, et al., 2006). El SA tiene un papel muy importante dentro de la activación de la SAR, puesto que los niveles de SA en las plantas aumenta significativamente después de la infección de un patógeno compatible, y también se ha podido comprobar la activación la SAR a través de la expresión de sus genes marcadores tras la aplicación exógena de SA, así como algunos de sus análogos como el Benzotiadiazol (BTH) (Görlach, et al., 1996) que ha sido objeto de nuestro estudio. El BTH es un análogo químico del SA que es capaz de inducir la defensa en Arabidopsis (Lawton, et al., 1996; Görlach, et al., 1996) y es comercializado como un activador de la SAR. El BTH induce la expresión de genes como las PR (Lawton, et al., 1996). Un estudio reveló que el BTH puede ser usado en nuevo modelo de percepción de SA, relacionando la pérdida de masa con la activación de la defensa de las plantas (Figura 1.3) aprovechando la baja fitotoxicidad del BTH en este modelo (Canet, et al., 2010a). 14 Figura 1.3 Fenotipo macroscópico de plantas tratadas con agua (izquierda y con BTH (derecha) al mismo tiempo (Tomado de Canet, et al., 2010a) No todas las rutas de defensa están relacionadas con la SAR. Por ejemplo, las rutas de señalización de insectos son totalmente diferentes de la SAR. El daño producido por cierto tipo de insectos y herbívoros es señalizado a través de la ruta del ácido octadecanoico con la producción de oxilipinas, las cuales provienen de la peroxidación de ácidos grasos, como el ácido linoleico y linolénico, que actúan como precursores de los jasmonatos, los cuales activan la resistencia inducida a insectos y hongos necrotrofos (Fidantsef, et al., 1999). El sistema SAR, mediado por la acumulación de SA, inhibe la resistencia inducida mediada por jasmonatos. Adicionalmente se observa que existe una conexión entre ellos a través de una ruta que, hasta este momento es desconocida. La descripción del proceso de señalización se muestra en la Fig. 1.3 (Fidantsef, et al., 1999; Van Loon, et al., 2006). 15 Figura 1.3 Esquema de la señalización que se produce en el ataque de patógenos y de insectos (Fuente: Fidantsef, et al., 1999). Ha habido gran interés en encontrar mutantes incapaces de activar la SAR, aunque sus concentraciones de SA sean lo suficientemente altas para activarlo. Entre estos mutantes se ha caracterizado uno que bloquea la señal para desencadenar la SAR y se conoce como NPR1 (Non expresser of PR genes 1), que se caracteriza por la expresión nula de los genes PR en presencia de SA (Cao, et al., 1997), presentándose una acentuada susceptibilidad a patógenos, tanto bacterias como oomicetos tales como Pseudomonas syringae patovar maculicola ES4326 y Hyaloperonospora arabidopsidis Noco 2 (Clarke, et al., 2000). Se ha demostrado que NPR1 actúa a nivel de la ruta de señalización del SA, después de la síntesis del mismo, pero antes de la expresión de genes de defensa. Por ello se ha identificado como el gen clave en la percepción del SA y necesario para la transducción de la señal de la presencia de SA hasta la activación del SAR (Cao, et al., 1997; Yu, et al., 2001; Dong, 2004; An y Mou, 2011). En otro estudio, se ha descrito un nuevo mutante, que es insensible a BTH, que se ha denominado NRB4 (Non-response to BTH 4) Se ha 16 determinado que el gen NRB4 codifica una proteína del tipo Mediator, ortólogo a MED15 en Arabidopsis y actúa después de la señalización de NPR1 (Canet, et al., 2012). Un estudio reciente caracterizó dos parálogos de NPR1, NPR3 y NPR4, los cuales se han descrito como receptores de la ruta del SA. En este modelo, la activación se produce por la degradación de NPR1 en el proteasoma, mediada por SA. Esta afirmación se apoya en el hecho que la proteína NPR1 (la cual tiene un dominio BTB), se degrada en el proteasoma, unida a NPR3 y NPR4 (que tienen dominios Cullin 3 ubiquitín E3 ligasas), con distintas afinidades y mediada por la interacción de SA con estas nuevas proteínas (Fu, et al., 2012). Sin embargo, otros autores proponen que NPR1 es el auténtico receptor del SA (Wu, et al., 2012). Además de la señalización del sistema de defensa, el SA influye en muchos otros procesos fisiológicos de la planta, tales como desarrollo de la plántula, el cierre de los estomas y la respuesta a estreses abióticos. (Rivas-San Vicente y Plasencia, 2011). El SA es una molécula versátil, que actúa en muchos procesos regulatorios, por lo que su estudio es muy importante en el ámbito del desarrollo vegetal. 17 II. OBJETIVOS Una vez que se ha definido los integrantes más recientes de la ruta de señalización mediada por SA, aún quedan espacios dentro de la ruta que deben ser llenados. Estos espacios están definidos antes y después de la percepción de la molécula señalizadora y es muy importante encontrar las proteínas que actúan en esos pasos, puesto que muchos procesos de interacción biótica con el medio ambiente dependen de la discriminación por parte de la planta entre qué es patógeno y qué no es patógeno, es decir, una interacción simbiótica y una infección. Como la ruta es muy compleja y se conocen muy pocos integrantes, es bastante probable en que se encuentre, mediante el análisis de mutantes algún candidato que pueda encajar dentro. Mediante el uso de BTH como análogo del SA, se han descrito algunos mutantes que son insensibles a este análogo, que pueden actuar como candidatos a genes de señalización. Con estos antecedentes, de una colección de mutantes nrb se ha escogido un grupo de complementación, denominado nrb2, para su caracterización, y para ello nos hemos planteado los siguientes objetivos: - Caracterizar genéticamente la mutación nrb2, mediante mapeo genético, análisis de segregación y secuenciación para determinar exactamente la identidad del gen, así como su posición dentro del genoma. - Caracterizar fenotípicamente el grupo de alelos nrb2 para determinar si existen diferencias entre cada uno de ellos 18 III. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1 Material Vegetal El material vegetal utilizado para esta investigación proviene de una colección de mutantes sin respuesta a BTH (un regalo de Syngenta, Madrid), descrita por Canet, et al., (2010b) El mutante está definido por seis alelos: n204 (nrb2-1), n208 (nrb2-2), n212 (nrb2-3), n218 (nrb2-4), n221 (nrb2-5) y n225 (nrb2-6). Los alelos están en fondo NPR1H, que originalmente es un fondo Columbia con una copia de un transgén que sobreexpresa NPR1 (35S::NPR1) (Cao, et al., 1998). Todos los reactivos y oligonucleótidos utilizados provienen de Sigma (Barcelona). 3.2 Mapeo genético de la mutación Para la población de mapeo se utilizaron las progenies de los mutantes, cruzados con un ecotipo diferente al parental y seleccionadas por su ausencia de respuesta al BTH. El ecotipo para el mapeo es Landsberg erecta (La-er) y el fondo de la mutación es NPR1H. Se hizo un mapeo preliminar del grupo de alelos utilizado en el presente estudio mediante el uso de marcadores moleculares tipo microsatélites proporcionados por el INRA (Institut National de la Recherche Agronomique, París, Francia) y por PCR se evaluó cada cromosoma en busca de posibles regiones génicas donde mapeaba la mutación, utilizando como controles La-er y NPR1H. Adicionalmente, se extrajo DNA de una población de mapeo nrb2-1 x Laer para corroborar las zonas de mapeo. Este DNA se secuenció por la empresa BGI (Hong-Kong, China) y se analizó por la técnica de mapeo por secuenciación denominada Next-Generation Maping, NGM (Austin, et al., 2011) a través de la herramienta (http://bar.utoronto.ca/NGM/). 19 en línea NGM 3.3 Análisis de segregación Para el análisis de segregación se realizó el cruce de dos alelos: nrb2-1 y nrb2-4 con los ecotipos Col-0, La-er y el parental NPR1H. A partir de la F1 se autopolinizó y se obtuvo la F2 segregante, que fue utilizada para el estudio. Se sembraron 200 semillas de cada cruce y se realizaron aplicaciones de BTH 350 µM, según el procedimiento de Canet, et al. (2010a). Al cabo de 4 aplicaciones se contaron las semillas germinadas y plantas desarrolladas; y entre las desarrolladas, las que responden al BTH y las que no lo hacen. El experimento se repitió tres veces de forma independiente. Como un control adicional, se sembraron semillas del cruce F2 La-er x nrb2-4 y se trataron con BTH. Esta vez se aislaron plantas con respuesta y sin respuesta a BTH para realizar un mapeo en las zonas donde se localiza la mutación. Los resultados del mapeo se contrastaron con la evaluación fenotípica de la descendencia F3 de estas plantas para observar la fijación de las mutaciones en el genoma La-er. 3.4 Caracterización fenotípica 3.4.1 Peso fresco Para verificar el efecto que tiene el BTH sobre el mutante se crecieron dos tandas de plantas: A un grupo se le trató con BTH, según el procedimiento de Canet, et al. (2010a) y al otro se le tomó como control. Como controles positivos se usaron los ecotipos Col-0 y NPR1H (Cao, et al., 1998); y como control negativo npr1-1 (Cao, et al., 1997). Después de 4 aplicaciones, se pesaron 15 plantas de cada miembro del grupo y de cada tratamiento dividido en tres medidas. Una vez que se tuvieron todos los pesos, se calculó la media y la desviación estándar para cada individuo y con ello el porcentaje en peso fresco en comparación con su tratamiento 20 control. El experimento se repitió tres veces de forma independiente con resultados similares. 3.4.2 Germinación en ácido salicílico Para determinar la sensibilidad de los miembros del grupo de complementación al SA, se germinaron las semillas en placas con medio Murashige Skoog (MS) 0.5x en agar, 2% p/v de sacarosa, suplementados con SA a una concentración final de 0.5 mM. Como tratamiento control se utilizó solo medio 0.5x MS en agar, 2% p/v de sacarosa. El grupo de complementación utilizado tiene NPR1H, por lo que los controles usados para éste fueron NPR1H (Cao, et al., 1998) y npr1-1 (Cao, et al., 1997). Las semillas fueron esterilizadas inicialmente con etanol comercial al 96% y calentadas a 65ºC durante 10 minutos y luego con formaldehído al 1% v/v y SDS 1% durante 10 minutos a temperatura ambiente con agitación. Posterior a esto se realizaron 5 lavados a las semillas con agua destilada estéril para retirar el formaldehído. Las semillas se resuspendieron en agua destilada estéril y se plaquearon en los medios con y sin SA. Las placas con semillas fueron selladas e incubadas a 4ºC y oscuridad durante 2 días y luego a 24ºC a régimen de día largo, contando como día cero desde que se coloca en la cámara de incubación, durante 14 días. Las placas se fotografiaron al día 14. El experimento se repitió tres veces de forma independiente. 3.4.3 Curvas de crecimiento bacteriano Para todos los experimentos, las plantas de Arabidopsis fueron sembradas en macetas pequeñas, mantenidas a 4ºC y oscuridad durante tres días y luego transferidas a cabinas de crecimiento con régimen de día corto (8 horas de luz, 16 de oscuridad) a 21ºC con luz y 19ºC con oscuridad. Las plantas utilizadas eran de 2 semanas de edad. La bacteria Pseudomonas syringae patovar tomato DC3000 (Pto) transformada con el vector vacío pVSP61 fue utilizada para estudiar la interacción planta – 21 bacteria compatible; y dos cepas derivadas de Pto: avrRpm1 que es una cepa de Pto con el gen avrRpm1 de Pseudomonas syringae patovar macuicola cepa Psm M2 (Ritter y Dangl, 1995); y avrRpt2 que es una cepa isogénica de Pto con el gen avrRpt2 (Chen, et al., 2004) para estudiar la interacción planta – patógeno incompatible. Ambas cepas fueron mantenidas como describen Ritter y Dangl (1996) y fueron cultivadas, inoculadas y recuperadas como describen Tornero y Dangl (2001) con ligeras modificaciones. Como controles para la interacción compatible se utilizaron Col-0, NPR1H (Cao, et al., 1998) y npr1-1 (Cao, et al., 1997), mientras que para las interacciones incompatibles se utilizaron NPR1H (Cao, et al., 1998) y rar1 ndr1 (Tornero, et al., 2002) El experimento se repitió tres veces de forma independiente. 22 IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1 Caracterización genética Una vez que se ha determinado el fenotipo, se procedió al mapear el gen mutado, responsable del fenotipo. El rastreo que se realizó con los marcadores dio como resultado dos regiones fijadas: la primera en el cromosoma I, que abarca casi la totalidad del mismo (aproximadamente 25 Mb); y la segunda en el cromosoma III, que abarca aproximadamente 6 Mb en las cercanías de la zona centromérica (Figura 4.1) Los resultados del mapeo fino en la zona del cromosoma III fijada confirmó la zona de mapeo. Figura 4.1 Esquema representativo de las zonas mutantes obtenidas por mapeo convencional. En celeste se representan las zonas mutantes, en gris las heterocigotas y las rojas silvestre. Para tratar de obtener una posición de mapa más definida, se envió a secuenciar una población F2 nrb4-1 x La-er seleccionada por BTH. Los datos de secuenciación destacan una concentración de polimorfismos en zonas específicas del cromosoma I (Fig 4.2a) y del cromosoma III (Fig 4.2b). 23 Figura 4.2 Zonas cromosómicas obtenidas por secuenciación, donde los picos indican alta tasa de variación a) Cromosoma I; b) Cromosoma III Estos datos de mapeo por secuenciación, confirman parcialmente los resultados del datos de mapeo con marcadores, ya que éste destaca un enriquecimiento de zonas Col-0 a lo largo de casi todo el cromosoma I. El mapeo por secuenciación destaca una zona altamente enriquecida en polimorfismos en una estrecha zona del cromosoma I, correspondiente a la zona de mapeo, pero no abarcando la totalidad de la misma. Esto se puede explicar a que posiblemente, las mutaciones que producen el fenotipo nrb2 no destaquen entre los polimorfismos de Col-0 frente a La-er, o puede haber otro motivo, como se menciona a más adelante en este trabajo. La secuenciación y posterior análisis de la población de mapeo dio tres posibles genes candidatos: dos candidatos en el cromosoma I y uno en el cromosoma III. Sin embargo, al secuenciarse los genes candidatos aislados de otros alelos de nrb2, se encontró que no estaban mutados. Para tratar de cubrir cualquier eventualidad, se decidió secuenciar directamente otros tres alelos. En el momento de escribir este trabajo, la secuencia ha sido recibida, y se están analizando diferentes candidatos. Lo que si podemos 24 afirmar es que en los alelos secuenciados (cuatro en total), no existe ninguna mutación en NPR1H, tanto en el gen silvestre como en el transgén. A la par de este experimento, se realizó el análisis de segregación para explicar la fijación de dos zonas de mapeo. Como resultado de este análisis se obtuvo una distribución χ2 acorde con una interacción de dos genes, uno dominante (A*, siendo el gen silvestre A) y uno recesivo (b, siendo el gen silvestre B) (Tabla 4.1). Los datos del análisis de segregación se ajustan a todos los cruces realizados (nrb2 x Col-0, La-er y NPR1H), por lo que se excluye nuevamente a NPR1 como uno de los genes mutados, así como también se excluye una interacción de mutaciones por genotipo. Para confirmar estos resultados, se obtuvo la F3 de las plantas F2 del cruce Laer x nrb2-4 utilizadas en el análisis de segregación. Se seleccionaron las F2 por su respuesta o no al BTH y se realizó un barrido con los marcadores utilizados para el mapeo genético grosero, con el fin de verificar su estructura genética. 2 Tabla 4.1 Valores de χ de las segregaciones F2 que se ajustan a la distribución de dos genes: 1 dominante y 1 recesivo (3/16 de fenotipo nrb). nrb2-4 x NPR1H Experimento 1 Experimento 2 Experimento 3 Silvestre E O 125 115 125 120 120 112 nrb O 17 23 18 E 27 28 26 Total 142 148 138 χ2 (1 g.l = 3,84) 3,84 0,80 2,59 Valor p 0,049774384 0,370762063 0,107734555 El rastreo con los marcadores mostró resultados sorprendentes, ya que existían individuos heterocigotos entre las plantas F2 que presentaban la mutación nrb2 (Figura 4.3b) y el fenotipado de las descendencias F3 obtenidas de cada uno de los individuos F2 estudiados en el análisis de segregación mostró que los individuos nrb2 heterocigotos, aún seguían segregando la mutación (Figura 4.4). 25 Figura 4.3 Estructura genética de varios individuos F2 con fenotipo nrb2 y la segregación y fenotipo de la correspondiente descendencia F3; a) individuo nrb2 homocigoto Col -0 para todos los marcadores b) individuos nrb2 heterocigotos para la los marcadores Figura 4.4 Análisis de segregación de la progenie F2 del cruce nrb2-4 x La-er. La imagen de la izquierda corresponde a la F3 de padres con fenotipo silvestre y a la derecha F3 con padres de fenotipo nrb. Las flechas representan los fenotipos de segregación en cada uno de los casos. Sin embargo, en el análisis de segregación se pudo evidenciar también una reducción en el porcentaje de germinación en todos los cruces F2, especialmente en el cruce con La-er (Tabla 4.2), así como la presencia de 26 plantas que germinaban y paraban su desarrollo en un punto específico y luego morían (Figura 4.5a y 4.5b). De estas plantas, llamadas coloquialmente “pasmadas” a falta de una palabra más apropiada, se tiene el DNA guardado para genotiparlas adecuadamente cuando se identifiquen las mutaciones responsables de nrb2. Tabla 4.2 Valores de porcentaje de germinación y desarrollo de las plantas F2 utilizadas en el estudio donde se puede observar la reducción de la germinación y el desarrollo en los cruces con La-er. Genotipo La-er x nrb2-4 La-er x nrb2-1 Semillas Germinadas 68/200 59/200 % 34 29,5 Plantas Desarrolladas 48/200 46/200 % 24 23 Figura 4.5 a) Plantas germinadas de los cruces La-er x nrb2-4 que se “pasman” en su desarrollo. La primera planta de la izquierda es un control de desarrollo normal; b) Aspecto que tienen las plantas en la placa. b) Las mismas plantas en comparación con otras con desarrollo normal Con estos nuevos resultados, se analizó la posibilidad de que estos nuevos fenotipos estén relacionados con la mutación nrb2, y con lo que se especula que hay por lo menos un gen más adicional interviniendo en el fenotipo nrb2, y conociendo que la zona de mapeo del cromosoma I es muy grande, esta posibilidad se hace más viable. 27 Al final la nueva hipótesis afirma que al menos dos genes independientes en el cromosoma I y un gen en el cromosoma III podrían ser los responsables del fenotipo nrb2 y que al menos uno de los tres genes tiene que ser recesivo, en este caso, el del cromosoma III que es el que mapea de mejor manera. Ajustando los datos del análisis de segregación, los datos del genotipado de F2 y fenotipado de F3, con los datos de mapeo y secuenciación se ha propuesto un modelo genético que explique la mayoría de los datos obtenidos. El modelo postula que: Siendo A y B las formas silvestres de los genes en el cromosoma I y C la forma silvestre en el cromosoma III, para que la mutación nrb se exprese, el genotipo debe ser: Heterocigoto u homocigoto mutante en A y en B y mutante en C (A*_B*_cc). Sin embargo, este modelo se ajusta parcialmente a los datos de la secuenciación, puesto que ésta muestra una zona específica de concentración de polimorfismos a manera de un pico, mientras que el mapeo con marcadores muestra una amplia zona enriquecida en Col-0 a manera de meseta. Esto se debería a la posibilidad de que las mutaciones que producen el fenotipo nrb2 no destaquen entre los polimorfismos de Col0 frente a La-er como se mencionó anteriormente. La proporción de fenotipos mutantes con relación al total de individuos según el modelo propuesto es de 9/64 y los datos de la χ2 sobre este valor de segregación se ajustan parcialmente también (Tabla 4.3). 2 Tabla 4.3 Valores de χ de las segregaciones F2 que se ajustan a la distribución de tres genes: 2 dominantes y 1 recesivo (9/64 de fenotipo nrb). nrb2-4 x NPR1H Experimento 1 Experimento 2 Experimento 3 WT Nrb Total χ2 (1 g.l = Valor p E O E O 125 122 17 20 142 3,84) 0,3551 125 127 23 21 148 0,1592 0,6898 120 119 18 19 1138 0,0492 0,8243 28 0,5512 Con estos resultados, especulamos que en este modelo, las proteínas codificadas por estos tres genes hipotéticos podrían interactuar entre sí, de una forma desconocida, actuando en forma conjunta para expresar el fenotipo silvestre. También sugiere que la proteína C es muy importante en la expresión del fenotipo silvestre en una interacción muy estrecha con los genes A y B. Esto indica la posibilidad de que A, B, y C puedan ser genes parálogos, producto una duplicación génica y posterior neofuncionalización. Los genes A y B, al ser tan similares, podrían ser capaces por su cuenta de sostener el fenotipo silvestre (o al menos un porcentaje de este) cuando uno de los dos sea silvestre. Al proponer este modelo, también se sugiere implícitamente que pudiesen existir fenotipos intermedios entre silvestres y nrb2, incluso fenotipos letales o de detrimento del desarrollo como las plantas “pasmadas” o un porcentaje de las semillas que no germinan. Estos fenotipos, al ser más sutiles, o en otros casos inviables, pueden pasar desapercibidos a simple vista y requerirían un análisis más profundo para detectarlos Como ejemplo de un comportamiento similar en una familia génica, se conoce que existen cinco genes en Arabidopsis con homología con NPR1 (Liu, et al., 2005), de los cuales NPR3 y NPR4 están relacionados con la defensa (Zhang, et al., 2006; Fu, et al., 2012) y se conoce que existe redundancia parcial entre ellos (Canet, et al., 2010b). Esta característica no tiene por qué ser igual en el caso de nrb2; sin embargo, el hecho de que la redundancia parcial sea un aspecto clave en el caso de NPR1 nos da una pista de lo importante que es esta ruta de señalización y da pie a que los demás componentes de la ruta que aún no se conocen presenten características similares. Independientemente de la redundancia funcional, aún quedan muchos integrantes de la ruta de SA por dilucidar. Como un claro ejemplo, un estudio describió NRB4 como un nuevo gen importante dentro de la ruta de percepción de SA y parte integrante del complejo Mediator (Canet, et al., 29 2012). Esto es una muestra de lo necesaria que se hace la caracterización de todos los integrantes de la ruta de percepción de SA, de la que podría formar parte NRB2 también. 4.2 Caracterización Fenotípica La caracterización fenotípica mostró que los mutantes nrb2 analizados tienen una sensibilidad reducida al BTH. El análisis de peso fresco indica que los alelos de nrb2 presentan diferencias de sensibilidad entre ellos (Fig 4.6). Básicamente el BTH promueve una reducción en tamaño y masa, es decir, existe una relación inversamente proporcional entre respuesta a BTH y peso fresco, lo que quiere decir que ante un mayor peso fresco en plantas tratadas con BTH, presentan una menor respuesta a BTH. Estos resultados indican que los mutantes nrb2 tienen diferentes niveles de percepción del SA. Figura 4.6 Porcentaje de peso fresco del mutante y sus alelos con respecto a los controles tras ser tratadas con BTH. Esta gráfica y las siguientes muestran la media, y las barras de error con la desviación estándar. 30 Las semillas de las plantas germinadas en presencia de SA demuestran que el mutante, presenta una sensibilidad reducida con respecto al tratamiento sin SA, y con respecto a sus controles, como se muestra en la figura 4.7. Si bien, la insensibilidad no es total, es suficiente para diferenciarse de los controles utilizados. 31 Figura 4.7 a. Plantas de Arabidopsis germinadas en medio MS sin SA. b. en medio MS con SA. Las plantas en medio con SA presentan deficiencias en el crecimiento en comparación con el control. 32 Una característica interesante en el estudio es que las plantas del mutante npr1-1 presentan fallos en el metabolismo del SA (Cao, et al, 1997). Es decir, que al no percibir la señal que se trasmite a través del SA, éste no puede degradarse y se acumula, afectando significativamente la homeostasis de la planta. Entre los efectos más visibles de esta condición está la reducción acusada del tamaño y el blanqueamiento de los cotiledones de las hojas (Canet, et al., 2010a), así como la atrofia de las raíces. Como se puede observar en la figura 4.7, nrb2 comparte este fenotipo con npr1-1. Los resultados de estos experimentos demuestran la importancia de la ruta de SA en los fenotipos de nrb2. Los experimentos de reducción del peso fresco como medida de respuesta a BTH, así como el crecimiento en SA indican que el mutante nrb2 tiene afectada la ruta de percepción del SA. La interacción planta – bacteria compatible (Pto) demostró que el mutante nrb2 presenta mayor susceptibilidad frente a infección de este patógeno (Fig 4.8). Similar resultado se observó en las interacciones planta - bacteria incompatible, tanto Pto(avrRpm1) como Pto(avrRpt2) donde el mutante mostró altas concentraciones de bacteria en comparación con el control NPR1H (Fig 4.9a y 4.9b). Estos resultados sugieren que este gen es importante en la respuesta general a la presencia de patógenos del tipo biotrofos. Además de la alta concentración de bacterias encontradas en los mutantes, igual que en los datos de peso fresco se encontraron ligeras diferencias entre alelos, diferencias que pueden ser relevantes una vez se caractericen las mutaciones responsables de los fenotipos. 33 Figura 4.8 Curvas de crecimiento de la bacteria Pseudomonas syringae patovar tomato DC3000 (Pto) en interacción compatible tras ser tratadas con SA, BTH o agua 34 Figura 4.9 a) Curva de crecimiento de Pto (avrRpm1) en interacción incompatible; b) Curva de crecimiento de Pto (avrRpt2) en interacción incompatible Cabe recalcar que no se encontró ningún alelo que muestre contradicciones entre los resultados de peso fresco y crecimiento de bacterias, es decir, todos los alelos que no responden a peso muestran altas concentraciones de bacterias. 35 Asimismo, se encontró que ninguno de los alelos diferencia el SA del BTH en cuanto a percepción, ya que todos los alelos presentan una respuesta similar, tanto al BTH como al SA. Los datos muestran una correspondencia entre peso fresco y la respuesta a Pto, por eso se hace factible una selección de mutantes basada en el peso tras tratar con BTH, como medida directa de su respuesta a SA, por lo que podemos confirmar que el mutante nrb2 está afectado en el sistema de defensa mediado por SA. Así también, el hecho de que el mutante reaccione de manera similar tanto en la interacción compatible como en la incompatible con AvrRpm1 y AvrRpt2, indica que la ruta en el mutante podría estar afectada en cierto grado en la activación general de la HR (de Wit, 2007). Como se explicó anteriormente, la HR está directamente asociada con la ruta de señalización de SA (Dangl, et al., 1996; Ryals, et al., 1996). 36 V. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 5.1 Conclusiones - El análisis genético de la mutación indica que el fenotipo mutante nrb2 de Arabidopsis thaliana es provocado por mutaciones en varios genes, localizados a lo largo de casi todo el cromosoma I (aproximadamente 29 Mb) y en una parte del cromosoma III (aproximadamente 6 Mb). Los datos de la secuenciación se contraponen a estos resultados, ya que indican picos de polimorfismos en zonas del cromosoma I y III correspondientes a la zona de mapeo. Sin embargo, este resultado se puede justificar con la posibilidad de que las mutaciones que producen el fenotipo nrb2 no destaquen entre los polimorfismos de Col-0 frente a Laer - El modelo propuesto para la mutación indica que al menos dos genes son los responsables de la mutación nrb2, un dominante en el cromosoma I y un recesivo en el cromosoma III - La presencia de fenotipos de detrimento como las plantas coloquialmente llamadas “pasmadas”, el bajo porcentaje de germinación y la presencia de varios fenotipos intermedios, podrían sugerir que sean al menos tres genes los responsables del fenotipo nrb2, siendo dos dominantes en el cromosoma I y un recesivo en el cromosoma III. Los datos se ajustan a ambos modelos, pero se precisan más estudios para decantarse por uno de ellos - Una posibilidad de este modelo es que los tres genes sean parálogos, con un origen común a partir de duplicaciones génicas y que se hayan diferenciado entre sí por un proceso de neofuncionalización, siendo el gen del cromosoma III el que mayor cambio habría sufrido. Siguiendo esta línea de especulación, estos genes interactuarían entre sí para garantizar el fenotipo normal de una manera aún desconocida. 37 - El análisis fenotípico de la mutación indica que el mutante estudiado nrb2 presenta un nivel de percepción de SA muy bajo, basado en los análisis de peso fresco. La misma conclusión se obtiene del crecimiento de bacteria después de aplicar SA o BTH. - Las curvas de crecimiento bacteriano indicaron que los alelos mutantes presentan una mayor susceptibilidad a la infección por bacterias en comparación con los controles silvestres, pero menor susceptibilidad en comparación con el mutante npr1-1. Éste resultado se dio tanto en las interacciones planta – bacteria compatible, como en la interacción planta – bacteria incompatible guardando las respectivas proporciones. 5.2 Recomendaciones - Verificar si existe respuesta hipersensible (HR) en las hojas de las plantas mutantes con bacteria incompatible, para confirmar el fenotipo observado en curvas de crecimiento. - Obviamente, clonar los genes responsables de la mutación. Esto permitirá comprobar una de las hipótesis mencionadas anteriormente; que las proteínas correspondientes a los genes responsables de la mutación interaccionan directamente. - Es muy importante conocer la respuesta de nrb2 en presencia de otras mutaciones afectadas en la ruta de SA; Por esta razón se inició con la obtención de los dobles mutantes de nrb2 con algunos mutantes de la ruta de SA como npr1-1 y nrb4-1. Hasta la fecha se han obtenido plantas heterocigotas para nrb4-1 que no responden a la adición de BTH, con las cuales se podría obtener los dobles mutantes nrb2-4 nrb4-1 para los análisis respectivos, pero es necesario continuar con el programa de obtención. 38 BIBLIOGRAFÍA An, C., Mou, Z., 2011. Salicylic Acid and its Function in Plant Immunity. Journal of Integrative Plant Biology, Vol 53, pg: 412–428. Antoniw, J., Ritter, C., Pierpoint, W., Van Loon, L., 1980, Comparison of Three Pathogenesis-related Proteins from Plants of Two Cultivars of Tobacco Infected with TMV, J. 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