La ideología ortodoxa del islam político El Centro para el Estudio del Islam Político (Center For The Study of Political Islam, CSPI) es una institución norteamericana que ha llevado a cabo el estudio sistemático de los textos sagrados islámicos y de la historia de esa civilización, con el objetivo de extraer enseñanzas más sólidas que la simple confrontación de expertos. El CSPI ha aplicado asimismo métodos estadísticos muy simples a los textos islámicos fundamentales, para saber, por ejemplo, qué es la yihad (¿guerra, o un esfuerzo moral?). Al recopilar todos los hadices de Al Bujari que se refieren a ella, se puede afirmar que: "En Bujari, el 97% de las referencias a la yihad están dedicadas a la guerra y el 3% hablan de lucha interior. La respuesta estadística es, por consiguiente, que la yihad es guerra en un 97% y esfuerzo moral en un 3%. ¿La yihad es una guerra? Sí, en un 97%. ¿La yihad es un esfuerzo moral? Sí, en un 3%". El portavoz del CSPI avanza una teoría interesante según la cuál, en el islam, como la base de toda virtud y toda rectitud es el Corán y como éste es contradictorio, se han habituado a someter los razonamientos a una lógica dualista: una cosa no es nunca justa o falsa, es siempre las dos cosas, en función de las circunstancias, las cuales dependen a su vez, en toda la medida de lo posible, de los textos sagrados. Y esto determina en primer lugar la moral del islam. Así: "En el Corán, hay 46 referencias al infierno. Sólo el 6% de ellas están relacionadas con faltas morales (asesinato, robo, etc.). El 94% de las razones para ir al infierno se basan en el delito de opinión que consiste en afirmar un desacuerdo con Mahoma (que es un crimen político). De modo que el infierno islámico es una prisión política para aquellos que critican el islam". Y la política, es decir esa política, es la que ocupa la mayor parte de los textos islámicos que se dicen religiosos: "Al menos el 75% de la Sira (biografía histórica de Mahoma) está dedicada a la yihad. Un 67% del Corán creado en La Meca está dedicado a los infieles o a la política. En la parte del Corán revelada en Medina, el 51% está dedicado a los infieles. Alrededor del 20% de todos los hadices de Bujari hablan de la yihad y de política. La religión ocupa la parte más pequeña de los textos fundacionales islámicos". Por supuesto, cada uno individualmente es libre para concentrarse en el aspecto religioso. Pero no los dirigentes, ni los juristas, ni los políticos, ni las personas verdaderamente activas en la sociedad -ellos deben naturalmente dominar y considerar el conjunto de las escrituras para gobernar, legislar, decidir y orientarse-. Así, están absolutamente obligados, en su conjunto, a caer en la trampa de los textos sagrados. Y por eso, si hacemos el esfuerzo de reconstruir el recorrido sangriento del islam a lo largo del tiempo y los acontecimientos que la humanidad debe al haberse tomado en serio esos textos malditos, llegamos a un total de unos 270 millones de víctimas. Y esto sin contar con el esclavismo, sea la explotación económica de la esclavitud, ampliamente alentada por el islam, que, siempre por el conjunto de sus textos, niega con claridad todo derecho social o humano a las personas sin religión, y únicamente concede igualdad de derechos fundamentales a los musulmanes. Para el islam, en la comprensión que de él tienen quienes han estudiado el conjunto de la materia, no existe ser humano plenamente tal fuera del islam. En esto no se plantean la menor duda. Por consiguiente, si permitimos a los musulmanes practicar su religión en Occidente (o en cualquier sitio, da igual), sus líderes, en su conjunto, que se basan evidentemente en una comprensión global del fenómeno islam, harán todo lo posible, para, en concreto y en nombre de la sacrosanta religión, destruir la civilización, sembrar la cizaña, asesinar a los oponentes políticos e imponer el reino del islam de los textos, primero mediante la mentira (pues no es malo mentir al infiel; todo lo contrario, pues así podría unirse al islam, lo que es un bien para él...), y luego mediante la violencia más negra. Por lo tanto: "Debemos estudiar la doctrina del islam político para sobrevivir. La doctrina es muy clara: todas las formas de fuerza y de persuasión pueden y deben ser utilizadas para conquistarnos. El islam es el enemigo autodeclarado de todos los infieles. Como decía el famoso filósofo chino de la guerra Sun Tzu: conoce a tu enemigo. Nosotros debemos conocer la doctrina de nuestro enemigo, o seremos aniquilados". Y como estamos en democracia, el desafío consiste no en difundir estos conocimientos entre los dirigentes y los letrados, sino también entre la población. Por ejemplo, dando a conocer este escrito.