BICENTENARIO DE LOS SENTIMIENTOS DE LA NACION

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BICENTENARIO DE LOS SENTIMIENTOS DE LA NACION
HENOC PEDRAZA ORTIZ
Hay hombres que están hechos de una madera especial.
Visionarios capaces de vislumbrar la utopía, de oponerse con todas
sus fuerzas a la ignorancia y al abuso, de ofrendar la vida para dar
a otros el bien mas precioso, que es la libertad. Hay hombres
capaces de imaginar una patria y de entregar sus días y sus noches
a la tarea de forjarla. Así fue José María Morelos.
Felipe Garrido.
El 28 de Junio de 1813 desde su Cuartel General en Acapulco, Morelos Convocó a un
Congreso Nacional de las Fuerzas Insurgentes, con el objetivo esencial de elaborar una
Constitución que sirviera de base jurídica fundamental, a la naciente Nación
independiente, y que representara a las fuerzas políticas en lucha por la
Independencia Nacional respecto de España.
Esta iniciativa de Morelos, es un salto cualitativo en la lucha insurgente, en cuanto que
el Siervo de Nación, se plantea ahora, en plena guerra por nuestra Independencia,
realizar una Revolución dentro de la Revolución, esto es, se propone realizar una
transformación radical por un nuevo orden jurídico; para poner las bases
constitucionales esenciales de la nueva nación que estaba surgiendo de las entrañas
del Virreinato y para eso, evidentemente, que le daba también una orientación
democrática, representativa-participativa, en cuanto que él tomaba muy en cuenta;
que todas las provincias o estados de la nación quedaran representadas, para que
existiera un gobierno reconocido, que coordinará y organizará en beneficio de la
Insurgencia, sus operaciones y a sus mandos y jefes principales.
Ahora bien, Morelos también sabía, que al interior de las fuerzas Insurgentes en lucha,
había discrepancias, desacuerdos, entre él y algunos de los líderes, como lo fue con
Ignacio López Rayón; y es por eso, que él le propone que esté presente en el Congreso
en Chilpancingo, para el 8 de Septiembre de 1813, justamente para discutir y debatir
los desacuerdos políticos y sociales y llegar a la unidad de las Fuerzas Insurgentes en
la teoría y en la práctica; así, desde su cuartel en Acapulco aparte de la extensa
convocatoria que Morelos lanza para este Congreso, también le manda una carta muy
significativa sobre este asunto, a Ignacio López Rayón el 28 de Junio de 1813 donde le
dice lo siguiente:
1
Excelentísimo Señor:
He resuelto hacer un Congreso general en Chilpancingo el 8 de Septiembre, para
discutir nuestras discordias. De las provincias de mi mando concurrirán los
Diputados y jefes principales. Si vuestra excelencia no concurriera con sus
compañeros me veré obligado a formar un gobierno provisional.
Así, el 14 de septiembre de 1813 en pleno Congreso Nacional de Chilpancingo o
Congreso de Anáhuac, Morelos presento ante el Constituyente un gran documento que
él llamo, Los Sentimientos de la Nación, consistente en veintitrés puntos que recogían
las inquietudes y deseos de los Mexicanos y expresaba las disposiciones jurídicas,
económicas, políticas y sociales que deberían considerarse en la nueva legislación.
De tal manera, que aquí el genio militar de Morelos cedía el paso en la Historia, al gran
visionario social, al constructor de las bases constitucionales de la naciente nación
independiente; que fueron tomadas muy en cuenta en el Decreto Constitucional para
la Libertad de la América americana, promulgada en Apatzingan el 22 de Octubre de
1814.
Y también, al día siguiente, esto es el 15 de septiembre de 1813, el Congreso decidió
nombrar a Morelos con el cargo de Generalísimo y tratarlo como “Alteza Serenísima”,
por los triunfos bélicos obtenidos por él, en el Veladero, Tixtla, Cuautla, Huajuapan,
Orizaba, Oaxaca y Acapulco. Pero Morelos no acepto tal nombramiento y pidió ser
llamado Siervo de la Nación.
SENTIMIENTOS DE LA NACIÓN
1º Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o
Monarquía, y que así se sancione, dando al Mundo las razones.
2º Que la Religión Católica sea la única, sin tolerancia de otra.
3º Que todos sus Ministros se sustenten de todos y solos los diezmos y primicias, y el
pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4º Que el Dogma sea sostenido por la Jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los
Obispos y los Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó:
omnisplantatisquam non plantabitPatermeusCelestiscradicabitur. Mateo. Cap. XV.
5º Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla
en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las
provincias en igualdad de números.
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6º Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos
compatibles para ejercerlos.
7º Que funcionarán cuatro años los Vocales turnándose, saliendo los más antiguos,
para que ocupen el lugar los nuevos electos.
8º La dotación de los Vocales será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará
por ahora de ocho mil pesos.
9º Que los empleos sólo los americanos los obtengan.
10º Que no se admitan extranjeros, si no son artesanos capaces de instruir, y libres de
toda sospecha.
11º Que los Estados mudan costumbres, y por consiguiente la Patria no será del todo
libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico,
substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo
español, que tanto se ha declarado contra nuestra patria.
12º Que como la buena Ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso
deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la
indigencia; y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres,
alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.
13º Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos
privilegiados; y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.
14º Que para dictar una Ley se haga Junta de Sabios, en el número posible, para que
proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.
15º Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de Castas,
quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud.
16º Que nuestros Puertos se franqueen a las Naciones extranjeras amigas, pero que
éstas no se internen al Reino, por más amigas que sean, y sólo habrá Puertos
señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando
el diez por ciento.
17º Que a cada uno se le guarden sus propiedades, y respete en su Casa como en un
asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
18º Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
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19º Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día doce
de Diciembre en todos los Pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María
Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos la devoción mensual.
20º Que las tropas extranjeras, o de otro Reino, no pisen nuestro suelo, y si fuere en
ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
21º Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente
ultramarinas, pero que no son de esta clase propagar la fe a nuestros hermanos de
tierra dentro.
22º Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se
señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga
igual de ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el estanco, el tributo y otros;
pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados
al enemigo, podrá llevarse el peso de la guerra, y honorarios de empleados.
23º Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre, todos los años, como el día
de Aniversario en que se levantó la Voz de la Independencia, y nuestra santa libertad
comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para
reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el
mérito del grande Héroe el señor Don Miguel Hidalgo y su compañero Don Ignacio
Allende.
Respuesta a 21 de noviembre de 1813. Y por tanto, quedan abolidas éstas, quedando
siempre sujeto al parecer de su Alteza Serenísima.
Chilpancingo, 14 septiembre 1813. José Mª Morelos.
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GENERAL JOSE MARIA MORELOS Y PAVON
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