Digestivas y Quirurgicas PERFORACION VISCERA HUECA Blázquez Lautre Lucas (Cirugía HVC), Flores Jaime Laura (MIR Cirugía HVC), Cobo Huici Francisco (Cirugía HVC) CONSIDERACIONES INICIALES La etiología de la perforación puede ser variada según la víscera afectada. 1. A nivel esofágico encontramos el síndrome de Boerhaave por vómitos, la iatrogenia tras manipulación endoscópica, y por cuerpo extraño. 2. En el área gastroduodenal las perforaciones suelen estar relacionadas con patología ulcerosa sobre todo si se asocia a ingesta de fármacos gastrolesivos. 3. En el intestino delgado se pueden producir por cuerpos extraños, enfermedades tumorales, enfermedad inflamatoria, obstrucción intestinal. 4. En el colon suelen estar relacionadas con divertículos, iatrogenia tras endoscopia u otras manipulaciones, colitis isquémica, tumores… Finalmente la vesícula biliar puede perforarse y suele estar relacionado con un cuadro de colecistitis aguda. La fisiopatología viene determinada por la salida del contenido de la víscera perforada a la cavidad abdominal. Dependiendo de la cantidad y composición del mismo va a producir una irritación peritoneal y un cuadro más o menos grave. Posteriormente si se deja evolucionar pueden aparecer la infección y sepsis abdominal. EVALUACION DIAGNOSTICA El paciente que ha sufrido una perforación suele dar una impresión de gravedad clara. Se muestra intranquilo y pide ayuda. Permanece quieto en posiciones que disminuyen el dolor peritoneal. Tiene dolor intenso que habitualmente es difuso aunque en ocasiones puede ser localizado en epigastrio, en fosa ilíaca derecha (apendicitis), hipocondrio derecho (vesícula). Puede presentar irradiación a espalda y dolor en los hombros si existe irritación diafragmática. Si el cuadro es evolucionado puede presentar signos y síntomas de sepsis y shock. El paciente también puede presentar síntomas de su patología de base. Exploración física Puede haber taquicardia, fiebre, taquipnea e hipotensión. La palpación suele ser dolorosa de manera difusa. En las perforaciones de colon con enfermedad más localizada puede palparse una masa en fosa ilíaca izquierda que haga sospechar un absceso tras perforación por una enfermedad diverticular complicada. En hipocondrio derecho la presencia de una masa orientará hacia una colecistitis. En general se encuentra hipersensibilidad cutánea, signos de irritación peritoneal y contractura muscular refleja (abdomen en tabla). La auscultación revela silencio abdominal. Pruebas complementarias La analítica de sangre refleja habitualmente una leucocitosis con o sin fórmula séptica según la evolución, en la gasometría se pueden encontrar signos de shock o sepsis. La elevación de amilasemia puede asociarse en casos de perforación de compartimiento supramesocólico. La radiografía de tórax en bipedestación con cúpulas diafragmáticas es muy útil para descubrir neumoperitoneo. Si no es posible que el paciente se mantenga de pie se puede intentar una radiografía en decúbito lateral izquierdo con rayo horizontal. En los últimos tiempos el TAC está ganando mucho terreno porque detecta aire libre en pequeñas cantidades y puede informar de la patología subyacente. Hay un grupo de pacientes que tienen una clínica muy sugestiva pero no presentan neumoperitoneo en las pruebas de imagen. Estos pacientes deben manejarse por un cirujano Libro electrónico de Temas de Urgencia Digestivas y Quirurgicas TRATAMIENTO El tratamiento de la perforación es quirúrgico y un cirujano debe estar implicado desde las fases más precoces del manejo del enfermo. Hasta el momento de la intervención es importante administrar al paciente líquidos de forma agresiva y reponerle su situación hidroelectrolítica de manera adecuada y antibioterapia sistémica de amplio espectro. Los pacientes que han sido diagnosticados de forma correcta y están esperando su solución definitiva deben recibir analgesia para controlar el dolor. 1. Grassi R. Sixto-one consecutive patients with gastrointestinal perforation; comparsson of conventional radiology, ultrasonography and CT. Radiol Med (torino). 1996 2. Baldonedo R, Alvarez JA. Perforación de úlcera péptica en 112 enfermos. Morbilidad posperatoria y factores de riesgo. Cir Esp 1997 Libro electrónico de Temas de Urgencia