RS EN LA GESTIÓN PÚBLICA Rafael Valencia Dongo Consultor Principal de Grupo Estrategia Consultores “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo” Arquímedes EXITOSO INSTRUMENTO A TRAVÉS DE ASOCIACIONES PÚBLICO - PRIVADAS: EL EFECTO PALANCA E n la revista Harvard Business Review del mes de Febrero del 2011 el connotado gurú de la administración Michael Porter escribió acerca de cómo reinventar el capitalismo y liberar una oleada de innovación y crecimiento: “Las empresas y la sociedad se han venido enfrentando desde hace mucho tiempo… el valor compartido puede ser definido como las políticas y prácticas operacionales que mejoran la competitividad de una empresa a la vez que ayudan a mejorar las condiciones económicas y sociales en las comunidades donde opera. La creación de valor compartido se enfoca en identificar y expandir las conexiones entre los progresos económico y social… las empresas rara vez han abordado los problemas de la sociedad desde la perspectiva del valor y se han limitado a tratarlos como temas periféricos. Esto ha opacado las conexiones entre las preocupaciones económicas y sociales”. Así, el máximo exponente mundial de la competitividad se refiere a la necesidad de ”corregir el capitalismo” con una práctica empresarial consciente que permita lograr a la vez el crecimiento económico empresarial y la reducción sistemática de la pobreza, como la mejor práctica para lograr los objetivos empresariales. Es claro que el mejor programa para la reducción de la pobreza es la generación de infraestructura, estoy seguro que si midiésemos el impacto -en cuanto a reducción de la pobreza- de que hoy los peruanos tienen acceso a 30 millones de celulares comparado contra la acción conjunta de los importantes programas sociales: “Vaso de Leche” y “Juntos”, veríamos que seguramente más ha abonado en ese sentido el que los peruanos tengan acceso a una infraestructura básica como la comunicación que programas sociales bien intencionados pero que al final terminan perpetuando la pobreza. 14 Muchas veces los gerentes del sector privado se cuidan mucho de no “inflar las expectativas” de las comunidades de la zona de influencia y establecen sus acciones como si estuvieran “jugando al solitario”, donde desarrollan la mejor de sus habilidades pensando cómo conseguir su “licencia social” sin tomar en cuenta a los deseos y necesidades de sus contrapartes, casi como si no entendiesen que no hay nada más interactivo que la relación entre la empresa y la sociedad y que la única manera de jugar en esta relación es tomando en cuenta que, tan importante es el planteamiento de una estrategia como el comprender y atender a la estrategia de las otras partes; este juego social es más parecido en todo caso al futbol con 22 estrategias en juego agrupadas en dos grandes bloques, que al juego del solitario. Es tan importante lo que una parte propone hacer como lo que hace la otra parte y muchas veces es más importante para hacer un buen juego, el planteamiento que desarrolla la parte de la sociedad que al final tiene la sartén por el mango, si es que el gerente empresarial no desea ser frito por las temperaturas del descontento social. Quizás también la competitividad existente en todo y ha llevado a las partes a pensar en como ganarle al otro, cuando en realidad en este tema, lo que importa es la articulación de estrategias, que por lo demás nunca o casi nunca se oponen, porque ambos buscan lo mismo: el crecimiento con justicia social. El mostrar un juego que guste a todos no depende del azar o de la acción de otros, como el Estado , sino principalmente del planteamiento que se realice en el terreno de juego para lograr una exhibición donde todos ganen. El pretender “engañar” con espejismos o imponer la voluntad ya es cosa de la historia, como dicen los historiadores “cosas de la antigua minería”, RS EN LA GESTIÓN PÚBLICA refiriéndose a como se resolvían las cosas hace 30 o 40 años en el sector minero extractivo, aunque lamentablemente aún no es una práctica desterrada en el país y quizás las mejor prueba de ello sean los crecientes conflictos socioambientales existentes. cia armoniosa” entre la empresa y las inversiones privadas, sin embargo no es lo suficientemente poderosa para lograr la licencia socia que viene a ser en la práctica la aceptación de la comunidad para que una inversión privada ingrese a una determinada zona. En ese sentido el Gobierno debiera promover los Acuerdos Público - Privado Sociales para lograr proyectos de inversión pública en infraestructura que deberán estar en armonía con las políticas y planes de desarrollo nacional, regional y/o local, y contar con la declaratoria de viabilidad, que especifique la valorización implícita del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Las empresas, sin embargo han venido utilizando los Acuerdos Público - Privados Sociales (APPS) para atraer la atención del Estado hacia territorios o zonas rurales donde la presencia del Estado ha estado ausente. Así la empresa usando sus escasos recursos y pese a las normas legales que le limitan e impiden el gasto en los estudios de Preinversión (perfil, prefactibilidad y factibilidad) han venido realizando los respectivos expedientes, dentro del SNIP y han logrado utilizar estos expediente para “apalancar” la inversión pública en sus zonas de influencia, con magníficos resultados sociales, de infraestructura y de desarrollo económico de los proyectos. Para ello debiera promoverse por parte del Gobierno que las empresas privadas puedan financiar previamente los estudios de preinversión a nivel deperfil, prefactibilidad y/o factibilidad de proyectos de inversión pública priorizados o los que resultasen necesarios para obtener la declaratoria de viabilidad del proyecto. El costo de dichos estudios deberían poder ser incorporados al monto total de la inversión reconocida como gasto de la empresa, no como actualmente que el Estado impide que las empresas realicen gastos en los estudios que luego puedan ser reconocidos como tales por el Gobierno, en quizás una suerte de mentalidad antigua, en donde el Gobierno no permite que las empresas compartan la iniciativa de apoyo a la obra social. La ley 29230, que promovió la realización de obras por parte del sector privado financiadas por el propio impuesto a la renta de las empresas, fue un buen avance en ese sentido, allí la empresa se compromete - en virtud a dicha ley - a ejecutar una obra pública priorizada por los gobiernos Regionales y Municipales y luego a transferir al gobierno regional y/o local respectivo las obras ejecutadas. Para ello el monto total a invertirse para el desarrollo de los proyectos debería ser verificado, antes de aprobarse el Estudio Definitivo o Expediente Técnico del Proyecto por la Contraloría General de la República o la Sociedad Auditora que esta designe. La aplicación de la Ley 29230 “Obras por Impuestos”, es un importante avance para preservar la “conviven- Así vemos recientemente la apertura de carreteras, puentes, sistemas de agua y desague, sistemas de regadío, asfaltado de pistas, sistemas eléctricos y otros realizados con el aporte privado, de la sociedad y del Estado, que nos permiten mirar con optimismo el futuro, porque allí donde esto ha sucedido los conflictos han menguado significativamente y por otro lado la empresa ha fortalecido su competitividad. El Estado debería promover la instalación de los Acuerdos Público Privados Sociales (APPS), fruto del establecimiento de las Ligas de Intereses Sociales Recíprocos ( LISR), como fuente para acabar con la pobreza y reducir significativamente la resistencia y el recelo a la inversión privada, así el Estado podría dedicarse básicamente a su rol de regular ecológicamente la inversión en la explotación de los recursos naturales, en lugar de promover las inversiones privadas en dichos campos, por cuanto en su roble rol de protector del bien común (la ecología y la promoción de la economía), hace su posición poco creible ante las comunidades. Acabar con la pobreza sobre la base del crecimiento sostenido es la mejor receta y ello es posible lograr si es que la empresa y la comunidad comparten acciones para lograr la competitividad de ambas partes. 15