Subordinación Las tres clases de subordinación se corresponden

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Subordinación
Las tres clases de subordinación se corresponden con las tres partes fundamentales
de la oración que dependen del predicado verbal: sustantivo, adjetivo y adverbio. Es así
que se habla de oraciones subordinadas o proposiciones SUSTANTIVAS, ADJETIVAS o
de RELATIVO y ADVERBIALES o CIRCUNSTANCIALES, porque desarrollan, en
forma de oración dependiente con su propio predicado, la función gramatical que
desempeñan las respectivas clases de palabras. Las sustantivas pueden ser de sujeto, de
complemento directo, de complemento del nombre, de aposición o explicativas, e
interrogativas indirectas. Entre las proposiciones adjetivas se cuentan las de relativo
propiamente dichas y las de relativo de lugar, que pueden ser incluidas también entre las
adverbiales. La subordinación adverbial se divide en temporal, causal, modal, comparativa,
condicional, consecutiva, concesiva y final.
La subordinación sintáctica de oraciones puede realizarse de dos maneras: una, por
medio de relativos, sean pronombres, adjetivos o adverbios, y por conjunciones; la otra,
mediante las formas nominales del verbo.
Por medio de las formas nominales del verbo se pueden expresar en latín casi
todos los tipos de subordinadas, dado que las diferentes formas (6, 3 simples + 3
compuestas, de infinitivo, 1 gerundio, 4 participios, 2 supinos) pueden funcionar como
NOMBRE (infinitivo), como ADJETIVO (participio) y como ADVERBIO (gerundio y
supino).
El infinitivo en cualquiera de sus tiempos y voces cubre la subordinación
SUSTANTIVA de S, OD y CN (completivas de infinitivo). El gerundio en gen. puede ser
el núcleo de una proposición SUSTANTIVA de CN; en abl. sin preposición funciona
como proposición ADVERBIAL MODAL; en los otros casos, gerundio y gerundivo
cumplen la función de ADVERBIAL FINAL, TEMPORAL o CAUSAL. El gerundivo o
participio futuro pasivo, como integrante de formas perifrásticas del infinitivo, puede
aparecer como núcleo del predicado verbal de proposiciones SUSTANTIVAS de S y OD,
al igual que los participios de pasado de sus correspondientes formas compuestas de
infinitivo.
Los cuatro tipos de participios pueden funcionar como proposiciones
ADJETIVAS y ADVERBIALES o CIRCUNSTANCIALES, y dentro de esta última,
TEMPORAL, MODAL, CAUSAL, CONDICIONAL, CONCESIVA; la FINAL sólo
participios de presente y de futuro activo o pasivo (gerundivo); el participio con el
valor de ADVERBIAL COMPARATIVA ha de ir con su correspondiente adverbio.
Los dos supinos tienen valor de ADVERBIAL FINAL.
Según lo expuesto, únicamente no pueden ser expresadas sintéticamente
mediante una forma nominal del verbo las proposiciones de relativo, las consecutivas,
las comparativas y las interrogativas indirectas. Pero las conjunciones también cubren
todas las clases y tipos de subordinación que no han sido definidas ya por sus propios
elementos subordinantes, a saber, las de cualquier tipo de relativo, pronombre o adverbio,
y las interrogativas indirectas parciales, que deben estar introducidas por los pertinentes
pronombres o adjetivos y adverbios interrogativos.
A pesar de algunas excepciones, se puede afirmar, para un reconocimiento más
eficaz de la construcción de la frase, que en latín clásico la subordinación expresada
analíticamente por medio de conjunciones y relativos lleva el verbo en indicativo o
subjuntivo, y cuando aparece su verbo en alguna de las formas nominales o se ha de
entender un verbo auxiliar elidido o la conjunción ha de ser considerada como adverbio.
La razón del uso de uno y otro modo verbal en las subordinadas depende del
significado que pudo tener la frase en un plano sintáctico no subordinado, en la cual la
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conjunción sería un adverbio y el modo funcionaría de acuerdo con el esquema ya
expuesto de hecho real en indicativo, potencial o irreal en subjuntivo.
Así, en esta plegaria precedida del pertinente voc.: O pater et rex Iuppiter, ut
pereat positum robigine telum nec quisquam noceat cupido mihi pacis!
Hor.serm.2.1.43 (Oh padre y rey Júpiter, que la lanza arrinconada se destruya por la
herrumbre y que nadie me haga daño a mí, que la paz ansío!, la expresión del deseo de la
súplica comporta, como acción aún no realizada, el uso del subjuntivo. Igualmente, la
partícula ut es en esta frase un adverbio de modo que acompaña la modalidad de esa frase
[ISEL, p. 302]. Si esa misma oración desiderativa independiente se hace depender de un
verbo de petición o mandato, tendremos una proposición sustantiva de ut con subjuntivo,
en la que ha desaparecido el signo de admiración, marca diacrítica de la modalidad
expresiva: Horatius Iovem orat ut telum positum robigine pereat Horacio pide a Júpiter
que la lanza arrinconada se destruya por la herrumbre.
Otras veces, la misma noción de la subordinada reclama el uso del modo potencialirreal, por ejemplo en las FINALES, en las INTERROGATIVAS INDIRECTAS,
SUSTANTIVAS con ut, ne, quominus, quin, CONDICIONALES y COMPARATIVAS
hipotéticas, CONCESIVAS con quamvis, licet, cum, TEMPORALES con idea de
finalidad o intención, CAUSALES que expresan causa subjetiva y CONSECUTIVAS de
cualquier tipo.
Asimismo, toda subordinación por medio de relativos o conjunciones del estilo
indirecto se construye con modo subjuntivo, que resulta ser, dentro de la lógica
gramatical, consecuencia de la subordinación subjetiva de todo el párrafo a un elemento
regente enunciativo, sea verbo o nombre.
Conjunciones subordinantes
Por lo que atañe a su morfología, las conjunciones latinas derivan de cuatro grupos:
1) Relativo interrogativo indefinido qu-i (kw*), tema radical que podemos dividir en:
a) la conjunción polisémica ut < (q)u + t(a).
b) nominativos o acusativos: quod, quom (> quum > cum), quam, quia.
c) otros casos del relativo: quo, quomodo, quemadmodum, qua, quin, ubi, cur.
2) Demostrativos y anafóricos: dum, donec, si.
3) Negación ne: ne, nedum, ni.
4) Nombres o verbos lexicalizados: licet, modo, velut.
Ante posibles coincidencias formales (quam, quo, quod), el criterio para
diferenciar la conjunción del relativo será la función sintáctica, además de la subordinativa,
que éste deberá desempeñar en su oración para ser tenido como tal.
Las conjunciones subordinantes propiamente dichas se distribuyen por los
siguientes tipos:
SUSTANTIVAS: ut, ne, quod, quin, quominus.
INTERROGATIVAS INDIRECTAS TOTALES: num, nonne, utrum, -ne, an, si.
TEMPORALES: cum, ubi, ut, simulac, antequam, priusquam, postquam, quoad,
dum, donec, quando.
CAUSALES: quia, quoniam, cur, quod, utpote, quippe, cum, dum, quo, siquidem,
quatenus, quandoque, quandoquidem.
MODALES: ut, sicut, quemadmodum, quomodo.
COMPARATIVAS: ut, sicut, velut, ceu, quemadmodum, quam, tanquam, quasi.
CONDICIONALES: si, sin, nisi, ni, dum, modo, siquidem.
CONCESIVAS: quamquam, etsi, etiamsi, tametsi, quamvis, licet, ut, cum.
CONSECUTIVAS: ut, quin.
FINALES: ut, ne, quo.
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