INFORME NÚM. 324 CUESTIONES JURÍDICAS EN RELACIÓN CON LA NUEVA REDACCIÓN DEL ARTÍCULO 87 DEL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES Elaborado a instancia de parte por los profesores María Emilia Casas Baamonde y Juan Carlos García Quiñones en el marco del convenio de asesoramiento UGT y UCM. SEPTIEMBRE 2013 1 CUESTIONES JURÍDICAS EN RELACIÓN CON LA NUEVA REDACCIÓN DEL ARTÍCULO 87 DEL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES Sumario: 1. Antecedentes y objeto de consulta 2. Efectos de la desaparición en la redacción actual del artículo 87 del Estatuto de los Trabajadores del inciso legal que obligaba a las partes negociadoras a reconocerse en todo caso como interlocutores 3. Consecuencias de la prioridad legal a favor de las secciones sindicales en la negociación de los convenios colectivos de empresa o de ámbito inferior (distinto a los convenios colectivos para un grupo de trabajadores o convenios de franja) 4. La legitimación de las secciones sindicales para negociar los convenios colectivos de franja 5. Evitación de legitimaciones “interesadas” dependiendo de cuál sea la finalidad para la que se acredita la legitimación. 6. Actuaciones susceptibles de potenciar la negociación colectiva sectorial cuando existan problemas de legitimación de las asociaciones empresariales. 7. Conclusiones. 1. ANTECEDENTES Y OBJETO DE CONSULTA El Real Decreto-Ley 7/2011, de 10 de junio, de medidas urgentes para la reforma de la negociación colectiva, modificó el artículo legitimación general, con 87 para la del Estatuto negociar de convenios pretensión los Trabajadores, colectivos declarada de de sobre eficacia facilitar esa negociación, como reconoce la Exposición de Motivos del citado Real Decreto-Ley empresarial, las 7/2011, reglas de cuando afirma legitimación se que “Del completan lado en el 2 ámbito sectorial incorporando a las asociaciones empresariales que den ocupación a un porcentaje relevante de trabajadores, así como en los alcancen supuestos de suficiente correspondiente ausencia de asociaciones representatividad según las reglas en el generales, que no sector mediante la atribución de legitimación a las asociaciones empresariales más representativas de ámbito estatal o de Comunidad Autónoma. Con ello se avanza en el objetivo de la reforma de extender la negociación colectiva hacia mayores niveles de cobertura”(V). No obstante, a pesar de tan plausible propósito, como constatan los solicitantes del presente Informe, en la práctica siguen existiendo encontrar los problemas, interlocutores fundamentalmente, válidos para a la la hora de negociación colectiva. y En efecto, la nueva regulación de la legitimación (inicial plena) para negociar convenios colectivos estatutarios, conforme a las previsiones de los reformados preceptos del ET, aun de gran calado, mantiene el modelo sobre el que se han construido desde un principio las reglas de la legitimación negociadora en convenios colectivos de eficacia general. Los cambios introducidos son de diversa naturaleza e intensidad. En relación con las modificaciones de fondo, suponen, en primer lugar, el reforzamiento de la intervención de las principalmente, la secciones sindicales en la negociación colectiva de eficacia general, objetivo al que obedece, articulación de una vía para que dichas secciones sindicales puedan hacer valer su prioridad a la hora de negociar sobre las representaciones unitarias; en segundo lugar, el reforzamiento de reglas seguras sobre la práctica y legitimación en dos unidades de (grupos de negociación que, aunque no previstas por la ley, estaban ya presentes en la en la jurisprudencia empresas y empresas en red); y, por último, la ampliación de la cobertura dispensada por la negociación colectiva sectorial a través de la flexibilización de las condiciones de legitimación de las asociaciones empresariales, en concreto mediante la introducción de una nueva regla legal que permite que ciertas 3 asociaciones empresariales puedan conseguir con mayor facilidad que antes la legitimación negociadora inicial ordinaria, así como mediante la concesión de una legitimación negociadora, inicial y plena, de naturaleza extraordinaria a asociaciones empresariales de ámbito estatal y de Comunidad Autónoma, y, en fin, de una organizaciones legitimación sindicales plena más extraordinaria representativas en el a las ámbito estatal o de Comunidad Autónoma. Estas reformas afectan, en esencia, a los arts. 87 y 88 del ET. En cualquier caso, las bondades de una buena parte de las nuevas reglas quedan oscurecidas, en efecto, por una redacción a menudo oscura, ambigua o imprecisa, que las posteriores Ley 3/2012, de 6 de julio y normas de urgencia sucesivas, no ha corregido. En línea con lo afirmado también por los propios solicitantes del Informe, la ausencia de un sistema que permita medir la representatividad de la parte empresarial constituye un problema permanente de nuestro sistema de relaciones laborales. Y, si bien es cierto que las nuevas reglas legales tratan de clarificar ciertos asociaciones aspectos empresariales de en la la representatividad negociación de las colectiva sectorial, persisten las dificultades en el cumplimiento de las nuevas reglas, pues el sistema sigue falto de reglas mínimas de acreditación, medición e identificación consiguiente de antecedentes, se cuatro representatividad de las asociaciones empresariales. A partir de estos cuestiones básicas, en relación con: plantean la a) Los efectos de la desaparición en la redacción actual del artículo 87.1 del ET de la frase que otorgaba a las partes cierta presunción de legitimidad si era avalada por la contraparte, cuando se especificaba que “En todos los casos será necesario que ambas partes se reconozcan como interlocutores”. 4 b) secciones Consecuencias sindicales de en la la prioridad negociación legal de a los favor de convenios las de empresa o para un grupo de trabajadores. c) Evitación de legitimaciones “interesadas”, dependiendo de cuál sea la finalidad para la que se acredita la legitimación. d) Posibles actuaciones susceptibles de potenciar la negociación colectiva cuando existan problemas de legitimación empresarial. Cuestiones todas que serán objeto de un específico en los epígrafes que siguen a continuación. tratamiento 2. EFECTOS DE LA DESAPARICIÓN EN LA REDACCIÓN ACTUAL DEL ARTÍCULO 87 DEL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES DEL INCISO LEGAL QUE OBLIGABA A LAS PARTES INTERLOCUTORES La NEGOCIADORAS primera cuestión A a RECONOCERSE analizar, EN TODO siguiendo el CASO COMO orden del escrito de solicitud del presente Informe, viene dada por los efectos de la desaparición en la redacción actual del artículo 87 del ET de la frase que, según dicho escrito de solicitud, “otorgaba a las partes cierta presunción de legitimidad, si era avalada por la contraparte”, cuando se especificaba que “En todos los casos será necesario que ambas partes se reconozcan como interlocutores”. Previsto negociación el reproducido colectiva en inciso la empresa legal y en únicamente ámbitos para la inferiores incluida la “franja” (ocupaba el párrf. 3º del art. 87.1 ET, anterior a su reforma por RDL 7/2011), ha servido, sin embargo, para constituir una práctica negocial habitual de reconocimiento recíproco y notoriedad en la negociación colectiva de ámbitos superiores, y señaladamente en la sectorial. La regulación del procedimiento negocial y, dentro de él, la exigencia de que en el escrito de promoción conste la legitimación de la parte promovente para poner en marcha el deber de negociación de la contraparte (art. 89.1 ET), convirtió en habitual que en la 5 constitución de la comisión negociadora de cualquier convenio colectivo, con independencia de su ámbito, ambas partes se reconocieran mutuamente como interlocutores, esto es, legitimadas para negociar. En relación con esa práctica y con el derogado párrf. 3º del art. 87.1 ET la doctrina se había pronunciado apelando a la ineficacia “legitimante” reconocimiento recíproco para como las partes negociadoras interlocutores. La de su doctrina científica se ocupó de plantear la cuestión de si la reproducida exigencia legal, ubicada sistemáticamente en el apartado 1 del art. 87 ET como regla de cierre de su regulación, constituía una nueva condición que se añadía a las garantías de legitimación negociadora, o si, por el contrario, se trataba de una disposición más propia del procedimiento negociador. Con carácter reconocimiento negociadoras un requisito general mutuo de se la consideró que la legitimación de necesidad las del partes (“como interlocutores”) no podía ser entendida como añadido a los de legitimación negociadora, ni tampoco como la condición que pudiera suplirlos. De modo que los sujetos con legitimación inicial y plena no podían quedar sometidos a la decisión de la contraparte negociadora en orden a su aceptación o no como sus interlocutores, porque no estaba en el poder de disposición de ninguno de ellos determinar la legitimación negociadora de la otra parte. Interpretación que se explica, como ha declarado el Tribunal Supremo, por el hecho de que la legimitación negociadora solo depende de que se cumplan los requisitos que sobre la misma, y de manera indisponible, establece la norma legal estatutaria, por lo que nada aportaba el recíproco permitía obtuviera reconocimiento, que por quien ese ya careciera motivo, que de igual que este legitimación tampoco su trámite negociadora falta privaba no la de legitimación a quien la tuviera (STS de 18 de enero de 1993 [Rec. Cas. 1682/1991 –FD 3º-]). De este modo, se ha señalado que la voluntad de las partes negociadoras no está por encima de los requisitos legales que 6 construyen la legitimación para negociar convenios colectivos de eficacia general, por lo más un formal, que cabe negar un mero trámite de plano cualquier eficacia “legitimante” a ese reconocimiento recíproco, que no era que acto del procedimiento negociador. En este sentido, con ocasión de la STS de 18 de enero de 1993, citada, ante la denuncia del recurrente de que no había reconocido razón al por recurrido la que pedía como que interlocutor quedara de excluido la negociación, de la comisión negociadora, el Tribunal Supremo responde que “resulta evidente” la falta de consistencia de “tan insólita denuncia” porque la norma estatutaria “no defiere a las partes que fueran a negociar la recíproca atribución de legitimación al respecto”. Ello no excluye, como bien se señala en el escrito de solicitud del presente Informe, que en la práctica negociadora haya sido habitual, en efecto, recurrir a cláusulas de estilo en las que, tras señalar quiénes son las partes signatarias, se añada que ambas se reconocen mutuamente legitimación para negociar el correspondiente convenio colectivo. La habitualidad de la fórmula hace innecesario citar la extensa relación de convenios colectivos, de diferente ámbito, que la incluyen como regla de estilo, si bien, en ocasiones, pudiera utilizarse o amparar para encubrir las posibles carencias de legitimación negociadora de alguna de las partes intervinientes, para la creencia de su virtualidad para evitar posteriores reclamaciones acerca de la ilegalidad del convenio como estatutario legitimación por exijan, tal antes causa, y por ahora, más como que se las ha reglas dicho, de su cumplimiento estricto, de modo que no pueden ser subsanadas por ese acto de voluntad de parte. Y ello, por más que la doctrina de los actos propios, conforme a la cual nadie puede ir lícitamente contra sus propios actos (que en la negociación colectiva deriva del principio de negociar de buena fe previsto en el artículo 89.1 del ET), pudiera hacer pensar erróneamente a quienes así actuaban que, con tales cláusulas de mutuo reconocimiento, quedaban protegidos contra futuras demandas judiciales. 7 Esas prácticas predominantemente negociales, vinculadas con como se sabe, negociación la sectorial en aquellas unidades de negociación empresarial encontraba dificultades han estado colectiva en que la parte para demostrar el cumplimiento de los requisitos de representatividad legalmente requeridos para observar las exigencias de la legitimación inicial o plena, unido al interés sindical, lógico, por contar con un convenio de eficacia general en dichas unidades. La jurisprudencia, por su parte, contribuyó a su consolidación al otorgar la presunción iuris tantum de cumplimiento de las exigencias legales de legitimación negociadora en los convenios suscritos y publicados. De modo que dicho reconocimiento mutuo podía servir, en la práctica, para fortalecer, precisamente, esa presunción de legitimidad de los negociadores, como ha confirmado la jurisprudencia cuando señala que constituye un “trámite indicativo” de que en la mesa negociadora “se ha apreciado por unos y otros, sin necesidad de demostración expresa, por ser notoria o al menos sobradamente conocida, la superación de la representatividad mínima exigida por la ley” (STS de 21 de marzo de 2002 [Rec. Cas. 516/2001 –FD 4º-]). Si bien tal presunción podía quedar en juicio “esencialmente afectada” por la actividad probatoria del demandante, siendo entonces cuando recaía sobre el demandado la carga de probar lo necesario para lograr una convicción contraria (SSTS de 7 de julio de 2004 [Rec. Cas. 121/2002 –FD 4º-] y 21 de septiembre de 2006 [Rec. Cas. 27/2005 – FD 6º-]). En definitiva, la legitimación negociadora solo depende, como tiene dicho el Tribunal Supremo y afirma unánimemente la doctrina, de la observancia de los requisitos que sobre la misma, y de manera indisponible, establecen los preceptos estatutarios citados (arts. 87 y 88 del ET). Cuestión distinta es la que se refiere a la desaparición por efecto del RDL 7/2011 de la exigencia de que ambas partes se reconocieran como interlocutores para la negociación colectiva de eficacia general de ámbito empresarial e inferior. Sabido es que el reconocimiento por el empresario de las representaciones de 8 los trabajadores no era jurídicamente irrelevante para decidir la legitimación para negociar en la empresa y en ámbitos infraempresariales en representación de los trabajadores en la fórmula alternativa entre representaciones unitarias y representaciones sindicales del viejo art. 87.1 ET. La supresión de tal exigencia la empresa por el Real Decreto-Ley 7/2011 es una franja esa consecuencia de la sindicalización de la negociación colectiva en y en ámbitos inferiores –en la sindicalización procedía ya del ET originario de 1980-, que es, sin la menor una duda, una importante modificación introducida por la citada norma de urgencia de 2011 en la regulación tradicional del ET desde su versión inicial de 1980. ET, Conforme refiere el nuevo artículo 87.1, párrafo 2º, del “La intervención en la negociación corresponderá a las secciones sindicales cuando éstas así lo acuerden, siempre que sumen la mayoría de los miembros del comité de empresa o entre los delegados de personal”. Por tanto, en sentido contrario, si no lo acuerdan, negocian o pueden hacerlo las representaciones unitarias. Esto es, el ET reformado establece así la prioridad negociadora de las secciones sindicales. Consiguientemente, la nueva regulación legal deroga el párrafo 3º del art. 87.1 antiguo, que ya no tiene sentido. De este modo, la elección, dentro del doble canal de representación propio de nuestro ordenamiento, está hoy en las secciones sindicales y no en el empresario –solución lógica; no es lógico que la elección del sujeto negociador estuviera en el empresario a través del reconocimiento como interlocutor válido de la contraparte, sino que debe estar en las propias representaciones de los trabajadores concernidas-. A ellas corresponde la iniciativa y la responsabilidad de sindicalizar la negociación en la empresa y en unidades inferiores, por acuerdo entre ellas, siempre que sumen la mayoría de miembros del comité o de los delegados de personal. Iniciativa y responsabilidad bien importantes, por cierto. sobre A este respecto, haciendo una mínima retrospectiva histórica la evolución legislativa acaecida en esta materia, convendrá recordar que cuando se aprobó el ET de 1980 aún no se 9 había promulgado la LOLS, subyaciendo al ET una abierta discrepancia entre las posiciones favorables a la negociación sindical (UGT) y aquellas que defendían la negociación por representaciones unitarias (CC. OO), cuya fórmula de compromiso fueron el Título II y el Título III (procedente del ABI) del ET y el párrafo hoy derogado de regulación de la solución empresarial a la legitimación negociadora alternativa de las representaciones unitarias y sindicales; solución corregida por el principio prior in tempore, pues la primera iniciativa negociadora formalizada y comunicada al empresario por sujeto legitimado activaba el deber de éste de negociar (art. 89.1 ET; SSTS de 17 de octubre de 1994 [rec. 3079/1993], 30 de octubre de 1995 [rec. 2215/1994]; 14 de julio de 2000 [rec. 2723/1999], entre otras). en Las reformas de 2011 parten de la regulación de la LOLS y, este extremo, significan una clara apuesta por la sindicalización de la negociación en la empresa sin suprimir, no obstante, la legitimación alternativa de las representaciones unitarias, manteniendo el doble canal de representación como se ha entendido entre nosotros –esto es, y a diferencia del modelo alemán, no discriminando entre las representaciones sindicales y unitarias según las atribuciones reconocidas a unas y otras-, pero primando ahora a las representaciones o secciones sindicales: “La intervención en la negociación corresponderá a las secciones sindicales cuando éstas así lo acuerden”, con el requisito de que sumen la mayoría de los miembros del comité de empresa o entre los delegados de personal (art. 87.1, párrafo 2º, ET). En el caso de que exista colisión de legitimaciones, de las representaciones seguido unitarias recurriendo al y sindicales, principio del la jurisprudencia prior in tempore ha o cronológico en un supuesto muy singular en que se había puesto en marcha ya un procedimiento negociador con el comité intercentros “frente al cual no puede prevalecer el interés negocial de una sección sindical” carente, además, de legitimación inicial al no sumar la mayoría de miembros del comité (STS de 13 de junio de 2012). La solución hubiera sido otra de contar la sección o 10 secciones regulación acuerdo sindicales de legal con no deja legitimación dudas intervención de al inicial, respecto. las secciones pues la nueva sindicales debe Ahora bien, el adoptarse con prontitud para evitar supuestos patológicos –de difícil acaecimiento práctico al tener que sumar las secciones sindicales la personal- mayoría de de miembros colisión con del los comité o órganos delegados de unitarios de representación. 3. CONSECUENCIAS DE LA PRIORIDAD LEGAL EN FAVOR DE LAS SECCIONES SINDICALES EN LA NEGOCIACIÓN DE LOS CONVENIOS COLECTIVOS DE EMPRESA O DE ÁMBITO INFERIOR (DISTINTO A LOS CONVENIOS COLECTIVOS PARA UN GRUPO DE TRABAJADORES O CONVENIOS DE FRANJA) La siguiente cuestión que interesa la petición de informe se refiere a las consecuencias derivadas de la prioridad legal a favor de las secciones sindicales en la negociación de los convenios de empresa o para un grupo de trabajadores. En el derivados secciones plano de la jurídico-formal decisión sindicales en hay legal de que destacar atribuir la negociación la legitimación de los cambios prioridad los a convenios las de empresa o ámbito inferior: 1º) En anterior relación del con artículo 87.1 del ET inicial, hacía la referencia versión a la legitimación de las “representaciones sindicales”, mientras la nueva se refiere ya, en todos los casos (párrafos primero, segundo y cuarto del apartado 1 del citado precepto legal), a la de las “secciones sindicales”, de modo que pasa a concordar con lo dispuesto en el artículo 8.2.b) de la LOLS, cuando reconoce a las secciones sindicales de los sindicatos mas representativos y de los órganos que de tengan representación representación de las en los comités Administraciones de empresa, públicas o cuenten con delegados de personal (“sin perjuicio de lo que se establezca negociación legislación mediante convenio colectiva, en específica”, colectivo”), los que términos son, el derecho establecidos precisamente, “a en para la su las 11 relaciones laborales sometidas al ET, los contenidos en el Título III del ET, que constituye la “legislación específica” de la negociación colectiva. Es obvio que en la expresión legal “siempre que [las secciones] sumen la mayoría de los miembros del comité de empresa o entre utiliza los en delegados su sentido de de personal” la expresión conjunción de una “o” no alternativa se o contraposición entre dos cosas. La determinación de si se llega o no a la referida mayoría ha de tener lugar considerando el resultado que en las elecciones a miembros de comités de empresa y delegados de personal haya sido atribuido al sindicato al que pertenezca cada sección sindical, no el número de representantes unitarios con que cuente la misma en el momento de la adopción del acuerdo de intervención preferente en la negociación del convenio. Así se desprende del artículo 12.3 del Reglamento de elecciones a representantes de los trabajadores en la empresa, aprobado por Real Decreto 1844/1994, de 9 de noviembre, según el cual “el cambio trabajadores, de producido afiliación durante la del representante vigencia del de mandato, implicará la modificación de la atribución de resultados”. los no Además la legitimación de dichas secciones sindicales ya no va referida, como sucedía en la versión anterior del artículo 87.1 del ET, a “los convenios que afecten a la totalidad de los trabajadores de la empresa”, lo cual dificultaba la comprensión del tipo de 87.1 del ET, unidades de negociación la de la en que actuaba tal legitimación negociadora. Con la nueva redacción del artículo regla legitimación de las secciones sindicales que sumen la mayoría de los representantes unitarios (art. 87.1, párrafo segundo) solo deja de ser aplicable en la negociación de los denominados “convenios dirigidos a un grupo de trabajadores (de la empresa) con perfil profesional específico” (los conocidos como convenios de franja), sometidos a la regla específica del nuevo párrafo cuarto del art. 87.1 ET. En estos últimos, sometida la a legitimación la de designación las secciones mayoritaria de sindicales los está trabajadores 12 representados a través de votación personal, libre, directa y secreta. 2º) Por lo que se refiere a la legitimación plena, se exige expresamente que la constitución de la comisión negociadora por las secciones sindicales inicialmente legitimadas se efectúe con observancia del principio de proporcionalidad representativa (art. 88.1 ET), que antes imponía la jurisprudencia a partir de la aplicación analógica del art. 63.3 ET sobre la constitución del comité intercentros. En el plano de la acción sindical, conviene insistir en que la nueva prioridad secciones legal de sindicales sobre la legitimación las negocial representaciones de las unitarias (comités de empresa y delegados de personal; en su caso, el comité intercentros) no conlleva la supresión de la legitimación de éstas últimas, sino que ambas siguen coexistiendo y el ET partiendo de que no cabe una intervención acumulativa o conjunta de unas y otras dentro de su regulación (dentro de la negociación colectiva “estatutaria”, por tanto), de modo que deben negociar las sindicales –si así lo acuerdan y las que lo acuerden sumen la mayoría de miembros del comité de empresa y de los delegados de personal- o las unitarias, según ha tenido oportunidad de confirmar la jurisprudencia del Tribunal Supremo en reiteradas ocasiones. En consecuencia, el gobierno de la negociación colectiva en la empresa queda remitido por la ley a la decisión de la sección o secciones sindicales que cuenten con la mayoría de los representantes unitarios existentes en la unidad de negociación. Aunque la aportación de la indicada mayoría, de la que depende la efectividad de la decisión de intervención prioritaria o preferente colectiva, secciones o de puede de las secciones hacer todas sindicales necesario las el secciones, en concurso también la de negociación dos puede o estar más al alcance y proceder de una única sección sindical. La cuestión práctica importante que aquí se plantea es determinar la situación jurídica de una sección sindical con 13 legitimación para negociar –una sección sindical que cuente con miembros del comité o delegados de personal- que, sin embargo, decida no suscribir la decisión de otra sección o el acuerdo de otras que sumen la mayoría de los representantes unitarios. La consecuencia de su decisión ha de ser su exclusión de la comisión negociadora, puesto que ésta ha de constituirse “con respeto al derecho de todos los representatividad” inicialmente legitimados… (art. las 88.1 secciones en ET), proporción estando sindicales a su legitimadas que cuenten con representantes unitarios y en su conjunto sumen la mayoría de dichos representantes cuando acuerden negociar. La autoexclusión de una sección sindical con representantes en los órganos unitarios del acuerdo de negociar acarrea la exclusión de la comisión negociadora, sin que ello vulnere el derecho de libertad sindical de la sección sindical que libremente ha decidido no participar en la negociación. Cuestión distinta sería la exclusión por las secciones sindicales que acuerdan negociar de otra sección sindical que puede y quiere contribuir a sumar la mayoría de miembros de las representaciones sindicales, aún excediéndose esa mayoría. Esa exclusión vulneraría el derecho de libertad sindical de la sección excluida, teniendo ésta derecho a participar en la comisión negociadora en proporción a su representatividad. En definitiva, la prioridad ganada por medio del cauce examinado aprovecha a todas las secciones sindicales que existan y decidan o acuerden negociar. Consecuencia, sin duda, relevante de la prioridad legal de la legitimación negociadora de las secciones sindicales utilizada por éstas, tanto en el plano jurídico como en el de la acción sindical, es protagonizada la por aplicación dichas a la secciones negociación sindicales (o colectiva plenamente “sindicalizada”) de las garantías constitucionales del derecho fundamental de libertad sindical. Es cierto que el Tribunal Constitucional ha extendido esas garantías a las representaciones unitarias elegidos “sindicalizadas” en negociación listas colectiva (miembros sindicales promovida y y de esas representaciones afiliados). llevada a Pero término en por la las secciones sindicales actúa el sujeto sindical propiamente dicho, 14 con lo actuación que las quedan eventuales protegidas vulneraciones por el o derecho lesiones a fundamental esa de libertad sindical del que, en su vertiente colectiva, es titular único el sindicato, y no las representaciones unitarias (art. 28.1 en relación con el art. 37.1 CE y STC 118/1983, FJ 4), que, en consecuencia, podrá recabar la tutela de sus derechos fundamentales a través del procedimiento especial de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas ante la jurisdicción social (arts. 177 a 184 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social, LRJS) y, en su caso, agotada la vía judicial ordinaria, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (arts. 41 y 44 a 58 de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional, LOTC, modificados por Ley Orgánica 6/2007, de 24 de mayo). 4. LA LEGITIMACIÓN DE LAS SECCIONES SINDICALES PARA NEGOCIAR LOS CONVENIOS COLECTIVOS DE FRANJA Por su lado, en relación con la legitimación para negociar el convenio colectivo de franja -en la denominación del párrafo cuarto del artículo 87.1 del ET, legitimación para negociar los convenios profesional colectivos de específico”-, “grupo el de trabajadores tratamiento de esta con perfil legitimación difiere notablemente del que contenía la regulación precedente. Hay que advertir, no obstante, que la reforma introducida en el ET por el RDL 7/2011 no resuelve todos los problemas que planteaba la regulación anterior de la legitimación para negociar convenios colectivos de franja y crea otros nuevos. En este orden de cosas, las consecuencias principales que ofrece la regulación actual en la materia que analizamos son las siguientes: a) La legitimación en los convenios colectivos de franja se atribuye a las secciones sindicales designadas mayoritariamente por sus representados a través de votación personal, libre, directa y secreta (artículo 87.1, párrafo cuarto, del ET). La regulación anterior establecía que los trabajadores incluidos en 15 el ámbito de aplicación de ese convenio colectivo debían designar a los efectos de negociación, mediante acuerdo expreso adoptado con los requisitos del artículo 80 del ET (referido al derecho de reunión), a las “representaciones sindicales con implantación en tal ámbito”. Los “representados” (en la negociación, se sobreentiende) que menciona el vigente art. 87.1, párrafo cuarto, ET y poseen la condición de electores son todos los trabajadores de la franja, no solo los que dentro de ella estén afiliados a los sindicatos a los que pertenezcan la representación las secciones sindicales que pueden ser designadas para llevar a cabo la negociación. Es de recordar que Constitucional, sindical, no sigue los según ha esquemas dicho de el Tribunal apoderamiento del Derecho Privado y no representa únicamente a sus miembros, sino que se trata de una representación institucional en la que el sindicato representa los intereses de los trabajadores (STC 70/1982, FJ 3, y otras muchas posteriores). Y es que la función de representación del sindicato “no descansa sólo en el vínculo de la afiliación, sino en la propia naturaleza sindical del grupo” (STC 210/1994, FJ 3, seguida asimismo por otras muchas). Sobre todos los trabajadores se debe determinar si se cumple la designación mayoritaria legalmente exigida. Puesto que estamos ante la negociación de un convenio colectivo estatutario, y por tanto de eficacia general, lo lógico será entender que la mayoría a la que se refiere el precepto es la absoluta. Solo es válida a efectos de atribuir a las secciones sindicales la legitimación para negociar un convenio estatutario de franja la designación que tenga el apoyo de más de la mitad de los trabajadores comprendidos en la unidad de negociación, no de los que participen en la votación. Una sección sindical no designada en la forma indicada no podrá intervenir en la negociación del convenio colectivo estatutario de franja por muy elevada que sea su representatividad, su presencia en los órganos de representación unitaria [art. 8.2.b) LOLS], o su implantación afiliativa en la franja. 16 b) La legitimación examinada no precisa ya, como se exigía expresamente antes de la reforma, que la designación por acuerdo mayoritario de los que van a resultar representados en la negociación, esto es, de los propios trabajadores comprendidos en la franja, haya de recaer, necesariamente, sobre las secciones sindicales “con implantación en tal ámbito”. Debe entenderse –y así se ha considerado por la doctrina- que la supresión del requisito, asentado sobre el concepto jurídico indeterminado de implantación, resulta acertada. Con ella desaparecen los problemas asociados a su significado y medición, extremos sobre los que la ley omitía todo pronunciamiento. En efecto, aun considerando que era sección sindical con implantación la que contase con afiliados entre los trabajadores incluidos en la unidad de negociación, en la franja por tanto, permanecía sin solución el concreto número de afiliados de los que dependía la apreciación de la implantación, o la utilización de otros criterios para esa apreciación. La reforma de 2011 amplía la libertad o el margen de elección y selección atribuido a los trabajadores que constituyan la franja; la mínima o hasta nula implantación de una sección sindical en la franja no impide que los trabajadores de ésta le otorguen, de forma exclusiva o compartida con otras secciones de la empresa de la que forma parte la franja, legitimación para negociar un convenio colectivo propio por la confianza que les inspire su intervención. Aunque en la práctica pueda resultar excepcional o muy difícil que una sección sindical como la trabajadores la indicada sea designada por los trabajadores de la franja, la ley no quiere posibilidad presencia descartar de de o acordar las no tal prohíbe secciones a dichos designación, sindicales haciendo posible “de clase” lo expuesto en la la negociación colectiva de franja. c) De haber sido designadas según varias secciones sindicales, parece que el reparto entre ellas de las vocalías o de los puestos en la comisión negociadora “en proporción a su representatividad” (art. 88.1 ET), así como el cómputo del voto favorable de la mayoría de los vocales de la 17 representación o del banco social que forme parte de dicha comisión (artículo 89.3 ET), habrá de tener lugar atendiendo al número de votos conseguido por cada sección sindical. d) Para el supuesto de que no existan secciones sindicales elegibles o ninguna de las que lo sean obtenga la designación mayoritaria de los trabajadores (supuesto en el que debe incluirse el caso de que tales secciones rehúsen negociar), se abre la posibilidad de negociar el convenio a la representación unitaria constituida en la empresa o en el centro o los centros de trabajo a cuya plantilla pertenezcan los trabajadores referidos. Se trataría de una legitimación supletoria, de cierre del sistema, comprendida en la regla del párrafo primero del artículo 87.1 del ET (convenios colectivos de “ámbito inferior”). e) Si se parte de la literalidad del art. 87.1 ET y de que “la redacción del nuevo artículo 87 (…) confirma la práctica actual” (Exposición de Motivos del Real Decreto-Ley 7/2011, V) y, por tanto, sigue admitiendo que los órganos de representación unitaria secciones también puedan sindicales no intervenir disponen en aquí la de negociación, la posibilidad las de obtener por sí mismas la preferencia sobre aquéllos, a diferencia de lo que sucede en la negociación de los convenios colectivos de empresa y en el resto de los convenios colectivos de ámbito inferior. Son los propios trabajadores que componen la franja y van a ser representados en la negociación los que deciden otorgar legitimación a las secciones sindicales. Punto éste en el que no se habría producido ningún cambio respecto de la regulación anterior. Finalmente, y al margen de las cuestiones hasta aquí enumeradas, en relación con el silencio persistente sobre la legitimación del sindicato, parte de la doctrina ha puesto de manifiesto que el ET sigue sin resolver la posible general de ámbitos legitimación del sindicato, sobre todo cuando resulta ser de empresa, para negociar convenios colectivos los contemplados, incluidos los de “grupo de trabajadores con perfil profesional específico”. En este sentido, debe recordarse cómo bajo la anterior redacción del artículo 87.1 del ET, cuando el 18 precepto hacía referencia a las “representaciones sindicales”, la posición tradicional contraria de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional a reconocer esa capacidad y legitimación (SSAN de 16 de abril de 1999 y 23 de mayo de 2003) terminó por chocar con la de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, para la cual la negociación de los convenios colectivos de empresa o de ámbito inferior (de centro, de franja) por las mencionadas “representaciones sindicales” no se constreñía a las secciones sindicales e incluía también al sindicato, al que se le atribuye, originariamente, el derecho a la negociación colectiva, de modo que puede optar por ejercitarlo directamente o a través de sus secciones sindicales (STS de 28 de febrero de 2000 [Rec. 2040/1999]. Lo primero, no de forma incondicionada, sino bajo iguales condiciones de representatividad que las establecidas a propósito de la legitimación de las segundas (STS de 16 de obligaría a septiembre de 2004). De este modo, para el Tribunal Supremo, el único problema falta de que se podría presentar, que determinar a quién corresponde finalmente negociar, es el de la acuerdo y, por lo tanto, del conflicto entre el sindicato y sus secciones sindicales sobre este extremo (STS de 28 de febrero de 2000), cuestión sobre cuya solución no llega a un pronunciamiento directo, por no haberse planteado en los casos enjuiciados. Sobre este particular, hay autores que entienden que el hecho de que el artículo 87.1 del ET haya sustituido la mención anterior secciones a las representaciones sindicales no pretende sindicales cerrar al por la de las sindicato esa posibilidad, reconocida por la doctrina del Tribunal Supremo, de negociar el convenio colectivo de empresa o de ámbito inferior (incluso el aparecerían convenio en la de nueva franja); de regulación igual modo elementos que tampoco decisivos para concluir que el legislador haya tenido el propósito de imponer la preferencia para negociar de las secciones sindicales sobre el sindicato al que pertenezcan al margen de lo que puedan establecer al respecto los estatutos de éste. Así, para esta posición doctrinal, la nueva regulación del art. 87.1, párrafo segundo, del ET alcanzaría también a la determinación de la 19 prioridad del sindicato para negociar el convenio de empresa o de ámbito inferior frente a las representaciones unitarias. En nuestra opinión, sin embargo, el elemento concluyente es justamente la sustitución de la vieja referencia genérica a las representaciones sindicales por la precisa y ajustada a la LOLS de las secciones sindicales, representaciones del sindicato en la empresa constituidas por sus afiliados. Son éstas las que quedan legitimadas para negociar en la empresa y en ámbitos inferiores, sin que ello vulnere la libertad organizativa incluida en el derecho de libertad sindical del sindicato. Sea como fuere, el ET a través de las representaciones sindicales, antes, y de las secciones sindicales, ahora, vinculaba y vincula al sindicato con la empresa o con ámbitos inferiores de ésta (el centro, la actividad, la franja). El tratamiento expuesto no deja de ser formal, del mismo modo que los pronunciamientos citados del TS responden a un supuesto muy peculiar. Máxime, si se repara en que tanto la LOLS como el ET se refieren a secciones sindicales que no son sino el sindicato (los trabajadores afiliados al sindicato en la empresa), una vez que carecen de personalidad jurídica propia. 5. EVITACIÓN DE LEGITIMACIONES “INTERESADAS” DEPENDIENDO DE CUÁL SEA LA FINALIDAD PARA LA QUE SE ACREDITA LA LEGITIMACIÓN En relación “interesadas”, acredita la con según cuál legitimación la sea -por evitación la de finalidad ejemplo, legitimaciones para supuestos la en que los se que existen organizaciones empresariales legitimadas cuando se trata de obtener y recibir fondos públicos, sin ir más lejos, para formación, pero que sin embargo niegan su legitimación para la negociación de convenio colectivo-, es una cuestión que entronca claramente legitimación negociación con el carácter negociadora colectiva y y indisponible los libertad derechos sindical de las reglas los sindicatos fundamentales de de de (arts. 37.1 y 28.1 CE). 20 En efecto, el legislador estatutario no solo se ha ocupado de ordenar las garantías de legitimación negociadora, inicial y plena, y de adopción de acuerdos en la comisión negociadora, sino que también, como han reconocido tanto la doctrina constitucional como la jurisprudencia, las ha protegido de posibles intromisiones de la autonomía colectiva de los representantes de los trabajadores y empresarios, haciéndolas indisponibles para la propia autonomía colectiva. Solo así se puede asegurar el logro de los fines que con tales garantías legales se persiguen, en especial, que queden reflejados en el convenio colectivo de eficacia general los intereses mayoritarios y que no se margine de la negociación a quienes, teniendo derecho a participar, no se hayan autoexcluido. las Por eso, la doctrina constitucional muy pronto declaró que reglas de legitimación negociadora, tal como aparecen reguladas en el ET, poseen un preciso significado que “impide valorarlas desde la perspectiva del Derecho privado”, porque el convenio, resultado de la negociación conforme a dichas normas, “no es solo un contrato, sino una norma que rige las condiciones de trabajo” de todos los que se hallan incluidos en su ámbito de aplicación, “estén o no sindicados y pertenezcan o no a las organizaciones firmantes” (STC 73/1984, FJ 2). Todo ello supone que tales reglas constituyen un presupuesto legal de la negociación colectiva “que escapa al poder de disposición” de las partes negociadoras, que no pueden modificarlas libremente (SSTC 73/1984, FJ 2, modificaciones sindicatos cit., y 184/1991, resultantes terceros y “serían también FJ lesivas 5), de de su nulas, forma que inoponibles derecho a las a la negociación colectiva y, mediatamente, del derecho del libertad sindical” (STC 184/1991, FJ 5, cit.). En la misma línea, la jurisprudencia ordinaria también ha destacado el carácter inoponible o de “derecho necesario absoluto” de las reglas de legitimación negociadora (STS de 4 de junio de 1999 [Rec. Cas. 3755/1998 -FD 8º]), lo cual exige un acatamiento estricto de las mismas (SSTS de 23 de julio de 2003 21 [Rec. Cas. 75/2002 -FD 4º.2-]; y de 20 de junio de 2006 [Rec. Cas. 189/2004 -FD 2º-]. Indisponibilidad de dichas reglas legales que no solo resulta aplicable a la negociación de un convenio colectivo, sino que se extiende igualmente a la revisión posterior de parte del mismo durante el tiempo de su vigencia, como ha tenido ocasión de subrayar el TC, cuando refiere que si “se trata de una negociación, cualquiera que sea el nombre que se le dé”, deben aplicarse a la revisión o renegociación del convenio “las reglas generales de legitimación” (SSTC 73/1984, FJ 3,] y 184/1991,FJ 5, citadas ambas). En línea con estos argumentos, la doctrina ha subrayado la necesaria reglas de conexión de legitimación la denuncia-promoción negocial. En efecto, negocial la con fusión las entre denuncia-promoción negocial-deber de negociar se enfrenta a un problema en relación con la legitimación negocial de los artículos 87 y 88 del ET. Antes del Real Decreto-Ley 7/2011, la jurisprudencia exigía a los promotores de la negociación cumplir con la legitimación inicial del artículo 87 del ET y las mayorías suficientes del artículo 88 del ET para activar el deber de negociar del artículo 89.1 del ET en la otra parte igualmente legitimada (SSTS de 5 de octubre de 1995 y 22 de noviembre de 2005), puesto que el artículo 89.1 del ET exigía detallar en el escrito promocional la legitimación ostentada conforme a los “artículos anteriores”, esto es, artículos 87 y 88 del ET. Ahora, se mantiene la misma exigencia en el escrito promotor de la negociación del artículo 89.1 del ET, pero, al unirse siempre la denuncia y la promoción en un mismo acto, existe el riesgo de que los sujetos firmantes que denuncian o los que reciben el escrito no cumplan con la legitimación de los artículos 87 y 88 del ET. Esto es, las partes firmantes del convenio colectivo, que remiten y reciben el escrito de denuncia- promoción, pueden no coincidir con los sujetos legitimados para negociar de los artículos 87 y 88 del ET. 22 Pues bien, en relación con esta cuestión, debe afirmarse una vez mas que las reglas de legitimación negocial no pueden ser sacrificadas en aras de agilizar las negociaciones. O dicho en otros términos, sigue siendo de aplicación la anterior interpretación jurisprudencial que exigía el cumplimiento de los artículos 87 y 88 del ET a los promotores negociales para activar el deber de negociar de la otra parte, también legitimada. De hecho, el artículo 89.1 del ET continúa exigiendo la concreción escrita de la legitimación conforme a lo “artículos anteriores” (artículos 87 y 88 del ET) en la iniciativa negocial, sin perjuicio de su coincidencia temporal con la denuncia. En consecuencia, las partes negociadoras deben ser conscientes de que, sin cumplir los requisitos de los artículos 87 y 88 del ET, no pueden activar una nueva negociación por sí solas y que los sujetos con capacidad negocial que no firmaron el convenio anterior deben ser llamados a negociar. Por ello, si la otra parte recibe un escrito de denuncia-promoción sin estos requisitos “causa o legal” con exclusión para no de iniciar algún las legitimado podrá negociaciones, alegar quedando desactivado el deber de negociar del artículo 89.1 del ET. Como ha puesto de manifiesto la doctrina, la renegociación de un convenio no debe ser confundida con la negociación de uno nuevo, en aras de la agilidad, cuando lo que surge tras la denuncia y promoción es una nueva negociación de un convenio colectivo, en la que deben participar todos los sujetos legitimados del artículo 87 del ET con las mayorías del artículo 88 del ET, tanto del lado empresarial como laboral. La promoción respetuosa con las reglas de legitimación negocial, conforme a los artículos 87 y 88 del ET, es esencial en el desarrollo del procedimiento negocial porque el incumplimiento de sus requisitos tiene consecuencias para el convenio firmado, que, al menos, conforme a una consolidada jurisprudencia, perderá su inicial condición de eficacia general, con un alto riesgo de impugnación y conflictividad judicial. De este modo, el incumplimiento de los plazos acordados, al tener un valor instrumental, puede carecer de trascendencia jurídica si finalmente se alcanza un acuerdo, 23 pero la vulneración de las reglas del artículo 89.1 del ET en conexión con los artículos 87 y 88 del ET, al incidir en la legitimación necesaria para pactar con alcance general, vicia desde un inicio la negociación como negociación estatutaria. La reforma actuada por el Real Decreto-Ley 7/2011 debería haber mencionado claramente esta exigencia en la regulación del artículo 89.1 del ET, en su segundo párrafo, para evitar equívocos, más allá de la referencia genérica a los artículos anteriores del primer párrafo del precepto. Situación que persiste con las reformas de 2012 y 2013, que no han incorporado esta exigencia. Tal deficiencia técnica debe solucionarse con esa interpretación sistemática del acto de denuncia-promoción del artículo 89.1 del ET, pudiendo no obstante originar inercias y confusiones entre firmantes de convenios –que denuncian, promocionan, constituyen la mesa y negocian- y legitimados para negociar convenios, creando prácticas de exclusión de no firmantes. Error técnico que habrá de corregirse en la práctica convencional, de modo que, antes del vencimiento del término del convenio anterior, la promoción negocial sea respetuosa con las reglas de legitimación de los artículos 87 y 88 del ET a los que reenvía el artículo 89.1 del ET. En caso de no suceder así, se producirá un contrarios a aumento de la conflictividad judicial en la reformas de la tramitación e impugnación de convenios colectivos, con resultados los buscados por las últimas negociación colectiva. Lo expuesto evidencia el respeto escrupuloso que debe hacerse de las reglas de legitimación que resulten de aplicación en cada caso, con independencia, por tanto, de la finalidad para la que se acredita la legitimación, ya sea para obtener y recibir fondos públicos –por ejemplo, para formación-, como se señala en el escrito de solicitud del informe, ya sea para la negociación de convenio colectivo. Si la legitimación negociadora se ostenta, surge el deber de negociar, deber de naturaleza legal, pero, sin duda, de dimensión constitucional, pues el art. 37.1 CE encarga a la ley garantizar el derecho a la negociación colectiva laboral y 24 la fuerza vinculante de los convenios. La negativa al reconocimiento de la legitimación negociadora, de poseerse ésta por la parte empresarial en los términos señalados en los arts. 87 y 88 ET, constituirá una vulneración del deber de negociar que ha de desencadenar la parte social interesada en la negociación-, del derecho fundamental a la negociación colectiva en relación con el derecho fundamental de libertad sindical del que es titular el sindicato o sindicatos promotores de la negociación. No hará falta insistir en que la tutela de este derecho dispone del proceso, preferente y sumario, de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas regulado en la LRJS y, en su caso, del recurso de amparo ante el TC en los términos de la LOTC (epígrafe 3). 6. ACTUACIONES SUSCEPTIBLES DE POTENCIAR LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA SECTORIAL CUANDO EXISTAN ASOCIACIONES EMPRESARIALES PROBLEMAS DE LEGITIMACIÓN DE LAS Como se sabe, entre los cambios introducidos en el ET por el Real Decreto-Ley 7/2011, además del reforzamiento de la intervención de las secciones sindicales en la negociación, como se ha tenido ocasión de exponer en los epígrafes anteriores, está también el legitimación establecimiento en dos unidades de de reglas seguras negociación que, sobre aunque la no previstas por la ley, ya estaban presentes en la práctica (grupos de empresas y empresas en red), así como la ampliación de la cobertura dispensada por la negociación colectiva sectorial de eficacia general condiciones de la a través de legitimación la flexibilización negocial: en de concreto, las 1º, mediante la ampliación de los criterios de legitimación inicial de las asociaciones empresariales para negociar convenios sectoriales de eficacia general y, 2º, la concesión de un tipo de legitimación negociadora de naturaleza extraordinaria, inicial y plena a las asociaciones empresariales que cuenten con una determinada representatividad en el ámbito del Estado y de las Comunidades Autónomas, y plena a las organizaciones sindicales más representativas de ámbito estatal o de Comunidad Autónoma. 25 En relación legitimación tienen con las cuestiones vinculadas con la de la parte empresarial, específicamente las que que ver legitimación con de las una determinación asociaciones más flexible empresariales para de la negociar convenios colectivos sectoriales (letra c) del nuevo apartado 3 del artículo artículo 88 87 del y párrafo ET), el tercero nuevo del artículo nuevo 87.3 apartado del 2 ET del altera decisivamente la regulación legal anterior que completa con la adición de conclusión dos de nuevas reglas convenios cuyo objetivo colectivos es sectoriales facilitar de la eficacia general o, como afirma la exposición de motivos del Real Decreto- Ley 7/2011, apartado V, “extender la negociación colectiva hacia mayores niveles de cobertura”. Contribuye también a este objetivo, complementando y potenciando el efecto de esas reglas, lo dispuesto en el párrafo tercero del artículo 88.2 del ET, que añade la posibilidad, en los convenios colectivos sectoriales, de la válida constitución de la comisión negociadora por asociaciones empresariales que no alcancen el requisito del que depende la legitimación plena ordinaria y única hasta la reforma: representar a empresas que den ocupación a la mayoría de los trabajadores afectados por el convenio. En las dos nuevas reglas aludidas del artículo 87.3.c) del ET la doctrina ha advertido la respuesta del legislador a los problemas que la acreditación de la legitimación inicial de las asociaciones empresariales venía planteando en la práctica de la negociación colectiva sectorial, como evidenciaba el abundante número de decisiones judiciales que hubo de enfrentarse a la dificultad de determinar la concurrencia de las circunstancias definitorias de la suficiente representatividad exigida por el anterior apartado 3 del artículo 87 ET, ante lo cual el TS adoptó el criterio de que, con carácter general, se debía entender o presumir que quien había negociado el convenio colectivo tenía legitimación para hacerlo y, por tanto, correspondía a quien mantuviera la falta de legitimación de alguno de los sujetos negociadores la prueba de tal circunstancia (SSTS de 27 de abril de 2000 [rec. 1581/1999]; 25 de enero de 2001 [rec. 1432/2000]; 21 de marzo de 2002 [rec. 516/2001]; 18 de diciembre de 2002 [rec. 26 1154/2001]; 16 de junio de 2003 [rec. 132/2002]; 20 de diciembre de 2004 [rec. 9/2004]; 20 de junio de 2006 [rec. 189/2004]; 1 de marzo de 2010 [rec. 27/2009]; 29 de noviembre de 2010 [rec. 244/2009]; 14 de marzo de 2011 [rec. 189/2009]). Con la nueva regulación legal la consecución de la suficiente representatividad en el ámbito geográfico y funcional del convenio sectorial de la que depende la legitimación inicial para su negociación resulta más fácil; para lo cual la ley rebaja el requisito de volumen o consistencia asociativa de las asociación empresarial del 10 por 100 en el ámbito del convenio a cambio de incrementar el requisito de trabajadores ocupados por las empresas asociadas, con independencia de su número y consiguiente porcentaje asociativo en el sector. No es necesario que las asociaciones empresariales cuenten con el 10 por 100 de los empresarios en el ámbito geográfico y funcional del convenio si cuentan con empresas que den ocupación al 15 por 100 de los trabajadores afectados. De otra parte, la representatividad exigida a las asociaciones empresariales ya no tiene que ser una representatividad real referida a la unidad de negociación o al ámbito funcional y territorial del convenio colectivo que se pretenda negociar. Conforme a la nueva regla del párrafo segundo de la letra c) del art. 87.2 ET, “En aquellos sectores en los que no existan asociaciones empresariales que cuenten con la suficiente representatividad, según lo previsto en el párrafo anterior, estarán legitimadas para negociar los correspondientes convenios colectivos de sector las asociaciones empresariales de ámbito estatal que cuenten con el 10 por ciento o más de las empresas o trabajadores en el ámbito estatal, así como las asociaciones empresariales de Comunidad Autónoma que cuenten en ésta con un mínimo del 15 por ciento de las empresas o trabajadores”. La doctrina que estas colectiva sectorial, no son las asociaciones empresariales a las asociaciones ha advertido empresariales, de legitimadas inmediato para la negociación que la disposición adicional 6ª del ET atribuye la condición de “más representativas” a efectos de representación institucional y 27 de obtención de la cesión temporal del uso de inmuebles patrimoniales públicos, condición legal mas exigente que requiere que la asociación empresarial acredite que cumple el porcentaje de empresas afiliadas y el porcentaje de trabajadores a los que estas den ocupación, bien en el Estado, bien en una Comunidad Autónoma. La legitimación negociadora extraordinaria, que suple la falta de la legitimación ordinaria en los sectores en que no existan asociaciones empresariales con “suficiente representatividad”, pide únicamente que la asociación empresarial cumpla uno ocupación de de los dos porcentajes, trabajadores, en igual el asociativo o el de ámbito territorial de ET establece una medición, el Estado o la Comunidad Autónoma. De este modo, el artículo simetría 87.3.c), entre la párrafo segundo, legitimación del inicial de no las asociaciones sindicales y de las asociaciones empresariales, una vez que para estas últimas no es preciso alcanzar la mayor representatividad estatal o autonómica para contar con legitimación inicial. Veámoslo con mayor detenimiento. Como antes de la reforma del RDL 7/2011, es seguro que las únicas asociaciones empresariales que pueden contar con legitimación, tanto inicial como plena, para negociar convenios colectivos sectoriales de eficacia general son las constituidas con arreglo a la Ley 19/1977, de 1 de abril, reguladora del derecho de asociación sindical. Carecen de capacidad y legitimación para negociar convenios colectivos estatutarios las organizaciones empresariales constituidas al amparo de la legislación común de asociaciones (STS de 21 de marzo de 2002 [rec. 516/2001]); también las federaciones deportivas y las ligas profesionales constituidas en las diferentes competiciones oficiales, los colegios profesionales, las cámaras oficiales de comercio, industria y navegación o una cofradía de pescadores. En concreto, y por lo que se refiere a la atribución de legitimación inicial “ordinaria” a las asociaciones empresariales que cuenten con empresas que den ocupación, al menos, al 15 por 100 ciento de los trabajadores comprendidos en la unidad de negociación, el párrafo primero de la letra c) del nuevo apartado 28 tercero del artículo 87 del ET mantiene en sus propios términos la única regla que integraba el contenido de la versión anterior del mismo apartado y artículo, según el cual tienen legitimación inicial para negociar un convenio colectivo sectorial las asociaciones empresariales que cuenten en el ámbito geográfico y funcional de este con, al menos, el 10 por 100 de los empresarios, “en el sentido del artículo 1.2” del ET, esto es, los que dispongan de trabajadores dependientes a su servicio (no son computables, por tanto, las empresas afiliadas sin personal asalariado), también y al siempre menos, “a que igual tales empresarios porcentaje de den los ocupación, trabajadores afectados” (no son computables, en el caso de las cooperativas, sus socios trabajadores y socios de trabajo). Sin embargo, y como ha quedado expuesto, el rigor de la expresada regla legal se rebaja mediante la nueva regla legal, de aplicación alternativa o acumulativa, que confiere legitimación negociadora inicial, también (“así como”), a las asociaciones empresariales aumentando hasta el mínimo del 15 por 100 el porcentaje de trabajadores afectados por el convenio al que han de dar ocupación las empresas “afiliadas” a la asociación, a cambio de hacer irrelevante el número de empresas asociadas, que, en principio, bastaría, incluso, con que fuesen dos. No obstante, antes y ahora se debe entender que resulta preciso que efectos, sea los aludidos empresarios figuren vinculados asociativamente a la organización empresarial, sin que, a estos suficiente con que le concedan un poder o su representación para negociar (STS de 21 de marzo de 2002). El cumplimiento por las asociaciones empresariales de las exigencias de cada una de las dos reglas atribuye, como dice el propio ET, la “suficiente representatividad” sobre la que se asienta el acceso, por vía ordinaria, a la legitimación negociadora inicial en unidades de negociación sectoriales. De este modo, conforme a la nueva regulación del ET, una asociación empresarial constituida por pocas pero grandes la comisión empresas (dos, tres, cuatro), que antes carecía de legitimación inicial, y, por tanto, no podía participar en 29 negociadora, ahora contará con esa legitimación inicial y podrá ejercer su derecho a estar presente en dicha comisión en la forma que dispone el artículo 88.1 y 2 del ET: en proporción a su representatividad siempre que en su conjunto representen a empresarios que ocupen a la mayoría de trabajadores afectados por el convenio sectorial. Hay que advertir, además, que la nueva regla legal puede aprovechar al conjunto de las asociaciones empresariales que existan en el sector al permitir la negociación de un convenio colectivo estatutario donde antes no era posible, evitando situaciones de inviabilidad del convenio colectivo estatutario de sector cuando las asociaciones de pequeñas y medianas empresas que dispongan de cumplir, por sí legitimación inicial no estén en condiciones de solas, el requisito del que depende la legitimación negociadora plena de las asociaciones empresariales : el que acaba de ser expresado, que las empresas asociadas a ellas den ocupación a la mayoría de los trabajadores afectados por el convenio. Ello enlaza directamente, a su vez, con las nuevas reglas del párrafo segundo de la letra c) del art. 87.3, antes reproducida, y del párrafo tercero del artículo 88.2 del ET, que dan entrada a la válida constitución de la comisión negociadora por asociaciones empresariales sin “suficiente representatividad” real en el ámbito geográfico y funcional del convenio sectorial: “En aquellos sectores en los que no existan asociaciones empresariales que cuenten con la suficiente representatividad, se entenderá cuando la válidamente misma esté constituida integrada la por comisión las negociadora organizaciones empresariales estatales o autonómicas referidas en el párrafo segundo del artículo 87.3 c)”. Repárese en que aquí, como en la regla del art. 87.3.c), párrafo segundo, ET , la ley no exige la mayor representatividad de las asociaciones empresariales estatales o autonómicas que define la disposición adicional 6ª del ET. de Se trata, por tanto, de una vía extraordinaria de atribución legitimación, inicial y plena, a las asociaciones 30 empresariales estatales y de Comunidad Autónoma para negociar convenios colectivos sectoriales de eficacia general. La cuestión es si esta nueva regulación legal, facilitadora de la legitimación negociadora de las asociaciones empresariales y, por tanto, de la negociación colectiva de sector, no cubre en la práctica las dificultades de acreditación de la legitimación de las asociaciones empresariales. Es difícil pensar que pueda ser así a la luz de las asociaciones empresariales ya hemos llamado negociadora reglas y la legitimación de las expuestas, en que, en la vía que extraordinaria, inicial de plena o coinciden válida la legitimación constitución de la comisión negociadora de las asociaciones empresariales estatales y de Comunidad Autónoma, y cuya medición, como se ha visto, no se asienta ya en criterios de representatividad real dentro de la unidad de negociación, sino en la pertenencia a la asociación empresarial estatal o autonómica de un porcentaje de empresarios de fuera de la unidad de negociación sectorial (10 por 100 en el Estado o 15 por 100 en las Comunidades Autónomas) o de empresarios que den ocupación a un porcentaje de trabajadores asimismo de fuera de la unidad de negociación sectorial (en iguales ámbitos estatal o autonómico). Puede, pese a todo, que persistan dificultades en la acreditación del vínculo asociativo, así como del número de trabajadores ocupados por las empresas asociadas. Pero no debería ocurrir así. Ante la falta de legitimación negocial esgrimida “interesadamente” por una asociación empresarial –de tratarse de asociaciones empresariales representatividad parece que asociaciones por la esa en la falta unidad de empresariales insuficiente legitimadas de negociación legitimación estatales por o pueda su sectorial; usarse autonómicas representatividad de suficiente por no las legitimadas aquéllas, cuya a para representatividad es notoria-, corresponde a los sindicatos mas representativos negociar y convenios representativos sectoriales legitimados poner en marcha su el vez proceso negociador ante la asociación empresarial legalmente legitimada y denunciar, en caso de negativa o desconocimiento “interesado” de 31 su legitimación, el incumplimiento del deber legal de negociar y de sus correspondientes derechos fundamentales mediante los instrumentos procesales ya destacados (los procesos tutelares de derechos fundamentales ordinario y constitucional). Con lo dicho, que es lo principal a juicio de este Informe, no son incompatibles los criterios de actuación que, antes de las reformas del RDL identificado con 7/2011 el fin y de de la LRJS, facilitar la la doctrina acreditación había de la legitimación de las asociaciones empresariales –realmente de su representatividad ante la inexistencia de una oficina pública certificante de la misma, que, en determinados casos, se acredita por “notoriedad”- y potenciar así la negociación colectiva sectorial de eficacia general. a) Reconocimiento presunto de la legitimación convencional de los interlocutores sin necesidad de acreditación formal de la representatividad de quienes participan en la elaboración del convenio colectivo, cuando no se cuestione en el inicio de la negociación y en la constitución y desarrollo de las sesiones de la comisión negociadora, que encuentra apoyo en distintos argumentos: 1º, la inexistencia en la regulación legal de un trámite de acreditación de la legitimación distinto al de la promoción de la negociación por parte legitimada y hacia o frente a contraparte legitimada según las reglas propias de la buena fe negocial (art. 89.1 ET) y aplicación consiguiente de las normas generales obligan a sobre distribución quienes aleguen de la carga de incumplimientos la prueba, legales a que la demostración de los mismos; y 2º, el reconocimiento mutuo de los interlocutores convenio, con en los el momento matices ya inicial de señalados, la negociación ratificado, del además, mediante el control oficial de legalidad llevado a cabo por la Autoridad Laboral, como previenen el artículo 90.5 del ET y el artículo 163.2 y 3 de la LRJS. b) En el plano procesal, reglas de distribución de la carga probatoria y presunción de legitimación negociadores de los convenios colectivos. negocial de los 32 La STS de 3 de diciembre de 2009 (Rec. 84/2008) afirma expresamente que “si bien es cierto que la determinación de la representatividad presenta especiales dificultades cuando se trata de las asociaciones empresariales, al no contar con la garantía de datos fiables incorporados a registros oficiales, a diferencia de lo que sucede con los resultados de las elecciones sindicales (en este sentido, STS de 21 de junio de 2006 [rec. 27/2005]), la distribución de la carga de la prueba impone a quien combate la legalidad del convenio colectivo el deber de soportar y superar dicha dificultad. No cumple con tal gravamen la parte demandante que se representatividad empresarial”. En distribución de limita de la las a la asociaciones consecuencia, carga negar el probatoria implantación integrantes justo no se del equilibrio alcanza y banco en cuando la el demandante se limita a negar implantación y representatividad, confiado sin más en la disponibilidad probatoria de su contraparte. Conforme a la prueba de presunciones “se presume que quienes participan colectivo en la tienen negociación y representatividad conclusión de suficiente, un convenio mientras que quienes impugnan la legalidad de los actos de negociación pueden hacerlo desde luego por las vías jurisdiccionales previstas a tal efecto, pero soportan la carga de la prueba tanto de su propia condición representativa como de la falta de representatividad de quienes participan o han participado en la negociación colectiva impugnada” (SSTS de 21 de marzo de 2002; y 21 de noviembre de 2005). c) Apelación a la intervención de la Autoridad Laboral en el control de legalidad de los convenios colectivos que, sin embargo, no se erige en pauta vinculante para la labor judicial, como ha tenido ocasión de señalar el Tribunal Supremo (STS de 25 de mayo de 2006): “la intervención de la autoridad laboral, a quien corresponde legalidad, les el dota control de una mediato o apariencia indirecto sobre de validez por parte su solo desvirtuable por prueba a cargo de quien lo impugna”, por lo que “la admisión de validez de un convenio de la 33 Administración laboral no resulta concluyente, se trata de un criterio interpretativo de la Administración que no es vinculante para los órganos subrayado, judiciales”. también, el Del carácter registro de convenios (STC 18/1982). d) Refuerzo Administración convenio con por y agilización los falta órganos de mismo modo meramente de la judiciales que el TC instrumental cooperación representatividad de y de impugnarse ha del la el consiguiente legitimación negocial de una asociación empresarial, que podrá ser acreditada a través de toda la gama de medios probatorios admitidos en Derecho, objeto de la libre y conjunta valoración judicial, en la que destaca el particular valor de los datos aportados por la TGSS y por el DIRCE del INE, o los modelos de hojas estadísticas del convenio colectivo. Sin criterios embargo, o pautas es de pertinente actuación relativizar el enumerados, una valor vez de que los las normas legales que regulan la legitimación negocial constituyen normas de derecho necesario absoluto y que las nuevas reglas legales obtención han de empresariales asociaciones CEPYME y suavizado extraordinariamente legitimación con la norma empresariales asociaciones negocial de los por cierre notoriamente empresariales de las requisitos de asociaciones atribuírsela representativas a (CEOE, representativas de Comunidades Autónomas), como se ha tenido ocasión de señalar repetidamente a lo largo de este Informe. Por último, tampoco hay que olvidar la nueva regla legal, contenida en el párrafo segundo del apartado 2 del art. 87 ET, que permite la válida constitución de la comisión negociadora, por parte ahora de las representaciones sindicales, en aquellos sectores en los que no existan órganos de representación de los trabajadores, organizaciones cuando la sindicales misma que esté ostenten integrada la condición por de las más representativas en el ámbito estatal o de Comunidad Autónoma. La reforma legal llega aquí al límite, y puede decirse que lo traspasa, que habían establecido las SSTC 98/1985 y 57/1989 de la necesaria correspondencia entre la mayor representatividad 34 sindical y la implantación real en las unidades de negociación. Razones de negociación necesidad colectiva de facilitar sectorial la explican existencia la nueva de la regulación legal. Por ello, y desde la perspectiva del interés sindical, la clave está en la utilización sindical de la potencialidad que ofrecen las reformas sustantiva y procesal de 2011 (del ET por el RDL 7/2011 y la LRJS) a partir de los instrumentos jurídicos analizados de manera pormenorizada. 7. CONCLUSIONES • En relación con el supuesto controvertido: 1ª) La nueva regulación de la legitimación (inicial y plena) para negociar convenios colectivos estatutarios, conforme a las previsiones del vigente ET, reformado por el Real Decreto- Ley 7/2011 -y mantenidas por la Ley 3/2012 y normas legales posteriores-, aun de gran calado, mantiene el modelo sobre el que se han legitimación construido para general. desde negociar un principio convenios las colectivos reglas de de la eficacia 2ª) Respecto a las modificaciones de fondo, suponen, en primer lugar, sindicatos a el reforzamiento través de sus de la secciones intervención sindicales de en los la negociación colectiva de empresa y ámbitos infraempresariales, al que sirve la articulación de la vía del acuerdo entre las secciones sindicales con miembros en las representaciones unitarias y que sumen la mayoría de miembros del comité de empresa o delegados de personal a fin de que puedan hacer valer su prioridad legitimadora para negociar convenios colectivos de eficacia general sobre las representaciones unitarias, que siguen contando con esa legitimación negocial que les sigue reconociendo el ET (art. 87.1); en segundo lugar, el establecimiento de nuevas reglas legales sobre la legitimación para negociar convenios colectivos de eficacia general en dos 35 unidades de negociación que, aunque no previstas por la ley antes de su reforma de 2011, estaban ya presentes en la práctica y de las que, jurisprudencia empresas en señaladamente del en consecuencia, Tribunal red), rellenando el problema se Supremo el de había (grupos vacío la de legal ocupado empresas para la y atender legitimación de las Administraciones públicas en los convenios de grupos de empresas ; y, por último, la ampliación de la cobertura de la negociación colectiva sectorial flexibilización de de las eficacia condiciones general de a través de legitimación de la las asociaciones empresariales mediante la rebaja de las exigencias de su capacidad representativa-asociativa, ahora de medición también posible por el volumen de trabajadores ocupados por sus empresas asociadas con independencia de su capacidad o entidad asociativa, y la atribución de una legitimación inicial y plena de naturaleza existan extraordinaria, asociaciones para los sectores empresariales con en que no suficiente representatividad, a determinadas organizaciones empresariales representativas en el ámbito estatal o de Comunidad Autónoma (que cuenten con el 10 por 100 y el 15 por 100, respectivamente, de o empresas [no territoriales). del y] de trabajadores 3ª) En línea con lo afirmado Informe, la objetivamente la empresariales, ausencia a dichos ámbitos por los propios solicitantes de un sistema su capacidad representatividad confiada en de que las permita medir asociaciones asociativa y a sus propios datos sobre la misma, constituye un problema permanente de nuestro modelo de relaciones colectivas, si bien las nuevas reglas legales de legitimación negocial corrigen, en parte, las consecuencias derivadas acreditación de la de las dificultades representatividad de de medición las y asociaciones empresariales trasladando el criterio de su identificación desde su entidad o capacidad asociativa (porcentaje de empresas asociadas) al volumen de trabajadores ocupados por las empresas asociadas a convenios (lo geográfico y dichas asociaciones funcional que rebaja de e incluidas aplicación aquel de porcentaje en los si el ámbito respectivos las empresas 36 asociadas son de tamaño grande). Las nuevas reglas legales legitiman también a las asociaciones empresariales que en el ámbito geográfico y funcional del convenio asocien a empresas que den ocupación al 15 por 100 de los trabajadores afectados (legitimación inicial), siempre que representen a empresarios que ocupen a la mayoría de los trabajadores afectados por el convenio (legitimación plena o negociadora). Para el caso de que no existan en determinados sectores asociaciones con representatividad suficiente en el sector, la ley legitima para negociar los Autónoma que asociaciones correspondientes empresariales representen a de convenios ámbito los sectoriales estatal porcentajes y de ya a las Comunidad señalados de empresas o de trabajadores en el ámbito estatal (el 10 por 100) o en el de la Comunidad Autónoma (el 15 por 100). • En relación con los efectos de la desaparición en la redacción actual del artículo 87.1 del ET de la anterior exigencia, que cerraba la regulación del citado precepto legal: “En todos los casos será necesario que ambas partes se reconozcan como interlocutores” 1ª) No obstante constituir el contexto de la regulación legal desaparecida el de la legitimación para negociar convenios de empresa convenios de legitimación práctica y de ámbitos franja, de negocial las en el infraempresariales, partes las reconocimiento negociadoras distintas de se unidades incluidos la recíproca extendió de los como negociación (supraempresariales y sectoriales), hecha valer en el inicio del procedimiento negociador y en el acto de constitución formal de la comisión negociadora. Esa práctica negocial habitual de reconocimiento recíproco y notoriedad otorgaba a la negociación cierta presunción de legitimidad, que correspondía destruir a quien negase y probase la falta de la debida legitimación de las partes para negociar convenios colectivos de eficacia general. 2ª) La expresada supresión legal no conlleva que las partes negociadoras no puedan mantener la costumbre de reconocerse mutuamente como interlocuores –lo que equivale al reconocimiento mutuo de la legitimación debida- en el inicio del procedimiento 37 de negociación, reconocimiento que seguirá aportando la presunción iuris tantum de que la negociación colectiva tiene lugar dentro de las exigencias de legitimación del ET y de que, por tanto, los convenios colectivos que se alcancen poseen eficacia personal general. Ahora bien, es sobradamente sabido que las reglas legales de legitimación negociadora del ET son de derecho necesario y, como tales, indisponibles por las partes negociadoras. En consecuencia, ese reconocimiento recíproco carecerá de eficacia “legitimante” si la legitimación ostentada no se corresponde con la legalmente exigida. Antes como ahora, la presunción derivada de ese reconocimiento mutuo se subordina al cumplimiento negociadora estricto que, de de los manera requisitos indisponible, de legitimación establece la norma estatutaria citada (artículo 87 del ET). El reconocimiento mutuo, en definitiva, es jurídicamente irrelevante ante el incumplimiento del requisito legitimador. Semejante resultado tiene, seguramente, su contrapunto o su efecto compensador con el hecho de que la reforma acaecida en el artículo 87 del ET introduce reglas de legitimación que extienden la negociación colectiva estatutaria a supuestos en los que antes no era posible, dando lugar a una regulación de la legitimación más completa, en el sentido de que cubre de forma expresa más tipos de unidades de contratación y de situaciones, y también más flexible, en el sentido de que para hacer posible que la negociación colectiva estatutaria llegue a los ámbitos donde se den las aludidas situaciones procede a la rebaja de las exigencias de representatividad hasta un punto que permite que cuenten con legitimación sujetos que antes carecían de ella. 3ª) Sin embargo, la mencionada supresión legal no es irrelevante en la negociación colectiva de empresa y para ámbitos infraempresariales. La legitimación preferente para negociar convenios colectivos de empresa y de ámbitos inferiores es de las secciones sindicales: 1º, si éstas así lo acuerdan; y 2º, si suman la mayoría de los miembros del comité de empresa o de los delegados de personal (así se asegura su representatividad según el mecanismo de comprobación tradicional de nuestro 38 ordenamiento). Por tanto, en sentido unitarias. RDL 7/2011 ha “sindicalizado” acuerdan, negocian El o pueden hacerlo contrario, las si no lo representaciones la negociación colectiva en estos ámbitos con la consiguiente supresión de la regla legal que dejaba en manos del empresario la elección de la parte negociadora, sindical versus unitaria, si ambas simultáneamente pretendían negociar. El necesario reconocimiento de ambas partes como interlocutores significaba, a la postre, el reconocimiento del empresario para negociar con las representaciones unitarias o con las sindicales en el sistema de legitimación negocial alternativo y no acumulativo del ET. En la regulación vigente el acuerdo de las secciones sindicales ordena la negociación y obliga al empresario a negociar con parte legitimada. Dicho de otro, la elección, dentro del doble canal de representación de nuestro ordenamiento, está hoy en las secciones sindicales y no en el empresario. De ahí que esa legitimación preferente sea un importante sindicatos en las empresas. instrumento de acción de los • En relación con las consecuencias de la prioridad legal en favor de las secciones sindicales en la negociación de los convenios de empresa y de ámbitos inferiores (a excpción de los convenios de franja) 1ª) La consecuencia primera y más importante es la ya unitarios de expresada: queda en manos de los sindicatos, a través de sus secciones sindicales con presencia en órganos representación, la decisión de negociar en las empresas y ámbitos inferiores (con la particularidad que veremos de inmediato de los convenios de franja) o permitir la negociación de las representaciones unitarias (comités de empresa y delegados de personal; en su caso, el comité intercentros). El modelo español de doble canal de representación en la empresa gira hacia el modelo alemán, aun sin culminar esa evolución (pues entre nosotros las representaciones unitarias no solo colaboran en la gestión empresarial, sino que siguen también negociando convenios colectivos, ni las secciones sindicales legitimadas no acuerdan lo contrario). Pero el ET se pronuncia ahora de modo expreso 39 sobre la relación entre ambas representaciones, partiendo, igual que antes, de que no cabe una intervención acumulativa o conjunta de tales órganos y de las secciones sindicales en la negociación del convenio, de modo que deben negociar los primeros o las segundas, según ha tenido oportunidad de confirmar la jurisprudencia del Tribunal Supremo. 2ª) Consecuencia importante de la prioridad legal de la legitimación negociadora de las secciones sindicales, utilizada por éstas, tanto en el plano jurídico como en el de la acción sindical, es la protagonizada aplicación por dichas a la secciones negociación sindicales colectiva (o plenamente “sindicalizada”) de las garantías constitucionales del derecho fundamental de libertad sindical. El Tribunal Constitucional ha extendido ya esas garantías a las representaciones unitarias “sindicalizadas” (miembros de esas representaciones elegidos en listas sindicales y afiliados). Pero en la negociación colectiva promovida y llevada a término por las secciones sindicales actúa el sujeto sindical propiamente dicho, con lo que las eventuales vulneraciones o lesiones de esa actuación quedan protegidas por el derecho vertiente fundamental colectiva, es de libertad titular sindical único el del que, sindicato y en no su las representaciones unitarias (art. 28.1 en relación con el art. 37.1 CE y STC 118/1983, FJ 4), que podrá recabar su tutela a través del procedimiento especial de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas ante la jurisdicción social (arts. 177 a 184 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social, LRJS) y, en su caso, agotada la vía judicial ordinaria, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (arts. 41 y 44 a 58 de la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional, LOTC, modificados por Ley Orgánica 6/2007, de 24 de mayo). 3ª) La prioridad legal de las secciones sindicales se refiere tanto a la negociación de los convenios colectivos de empresa, como de ámbito inferior que no sean de franja. En estos últimos, sometida la a legitimación lo que de establece las el secciones párrafo sindicales cuarto y último está del 40 artículo 87.1 del ET, a cuyo tenor la voluntad de las secciones sindicales no puede prevalecer sobre la de los propios trabajadores de la franja, de no concederles la legitimación precisa para intervenir en la negociación. Hay que destacar que en la nueva regulación además, una relevante mejora técnica, se ha producido, de manera que la legitimación inicial para negociar en la empresa y en ámbitos inferiores distintos a la franja no se refiere ya, como sucedía en la versión anterior del artículo 87.1 del ET, a “los convenios que afecten a la totalidad de los trabajadores de la empresa”, lo que dificultaba la comprensión del tipo de unidades de negociación en el que habría que estar a aquélla. 4ª) Las instrumento de secciones obtención a de cuya la disposición prioridad se pone negociadora este son, exclusivamente, las que cuenten con la legitimación inicial para la negociación, conforme a las reglas del artículo 87.1 del ET. En relación con la legitimación inicial, la versión anterior del artículo 87.1 del ET hacía referencia a la legitimación de las “representaciones sindicales”, mientras la nueva se refiere ya, en todos los casos (párrafos primero, segundo y cuarto), a la de las “secciones sindicales”, de modo que se identifica con precisión el sujeto sindical legitimado, pasando la regulación del ET a concordar con lo dispuesto en el artículo 8.2.b) de la LOLS, que reconoce a las secciones sindicales de los sindicatos mas representativos y de los que tengan representación en los órganos unitarios Administraciones colectiva, específica”; en de públicas, los representación, términos legislación el derecho establecidos específica que de “a en es la su empresas y negociación legislación precisamente la contenida en el ET (y en el EBEP y en la Ley 9/1987, de 12 de junio, de órganos de representación, determinación de condiciones de trabajo y participación del personal al servicio de las Administraciones Públicas). Plantea ello el problema de determinar si las legitimadas para negociar en la empresa y en ámbitos inferiores convenios de 41 eficacia general son sólo las secciones sindicales o también está legitimado el sindicato, especialmente el sindicato de empresa. Aunque hay opiniones doctrinales contrarias, la sustitución, por la nueva regulación legal, de la vieja referencia genérica a las representaciones sindicales por la precisa y ajustada a la LOLS de las secciones sindicales, lleva a concluir que son solo éstas las que quedan legitimadas para negociar en la empresa y en ámbitos inferiores, sin que ello vulnere la libertad organizativa incluida en el derecho de libertad sindical del sindicato. 5ª) La ley otorga una prioridad automática o directa a las secciones sindicales, bien que condicionada a su decisión de negociar. No obstante, si existen varias secciones sindicales, no se exige que semejante decisión se suscriba por unanimidad o por la mayoría de ellas. Lo requerido es que las secciones sindicales que la respalden cuenten con la mayoría de los representantes unitarios existentes en la unidad de negociación, sin que tales secciones sindicales sindicales que, puedan contando excluir con a aquellas representación en los secciones órganos unitarios, manifiesten su voluntad de participar en el acuerdo de iniciar la negociación. En efecto, la aportación de la indicada mayoría, de la que depende la efectividad de la decisión de intervención prioritaria o preferente de las secciones sindicales en la negociación, puede hacer necesario el concurso de dos o más secciones o de todas las secciones, si bien también pudiera estar al alcance y proceder de una única sección sindical con la condición de no excluir a otras inicialmente legitimadas para negociar so pena de vulneración de su derecho fundamental de libertad sindical (art. 28.1 CE). La determinación de si se llega o no a la referida mayoría ha de tener lugar considerando el resultado que en las elecciones a miembros de comités de empresa y delegados de personal haya sido atribuido al sindicato al que pertenezca cada sección sindical, no el número de representantes unitarios con que cuente esta en el momento de la adopción del acuerdo de intervención preferente en la negociación del convenio. 42 6ª) Por lo que se refiere a la legitimación plena de las secciones sindicales para negociar, se exige ahora expresamente que la constitución de la comisión negociadora por las secciones sindicales inicialmente legitimadas y que, por ende, sumen la mayoría de miembros de los órganos unitarios de representación, se efectúe con representativa observancia (art. 88.1 del principio ET), de que proporcionalidad antes imponía la jurisprudencia a partir de la aplicación analógica del art. 63.3 ET sobre la constitución del comité intercentros. • En relación con las consecuencias de la prioridad legal a favor de las secciones sindicales en la negociación de los convenios de franja 1ª) La legitimación para negociar convenios colectivos de franja –convenios dirigidos a un grupo de trabajadores con perfil profesional específico- se atribuye a las secciones sindicales designadas mayoritariamente por sus representados a través de votación párrafo personal, cuarto, libre, del ET). directa Antes, y secreta se (artículo establecía que 87.1, los trabajadores afectados por ese convenio colectivo debían designar a los efectos de negociación, mediante acuerdo expreso adoptado con los requisitos del artículo 80 del ET (referido al derecho de reunión), a las “representaciones sindicales con implantación en tal ámbito”. 2ª) Los “representados” (en la negociación, se sobreentiende) que menciona el citado párrafo cuarto del art. 87.1 ET y poseen la condición de electores son todos los trabajadores de la franja, no solo los que dentro de ella estén afiliados a los sindicatos a los que pertenezcan las secciones sindicales que pueden ser designadas. 3ª) La nueva regulación legal prescinde de la anterior exigencia de que la designación por acuerdo mayoritario de los trabajadores que van a resultar representados en la negociación, esto es, de los propios trabajadores comprendidos en la franja, haya de recaer, necesariamente, sobre las representaciones sindicales “con implantación en tal ámbito”, en la franja. De 43 este modo se amplía la libertad o margen de elección atribuido a los trabajadores que constituyan la franja; la mínima o hasta nula implantación de una sección sindical en la franja no impide que los trabajadores de ésta le otorguen, de forma exclusiva o compartida con otras secciones de la empresa de la que forma parte la franja, legitimación para negociar un convenio colectivo propio por la confianza que les inspire su intervención. Aunque en la práctica pueda resultar excepcional o muy difícil que una sección sindical prohíbe a trabajadores de la dichos como la franja, indicada la trabajadores ley la no sea designada quiere posibilidad por descartar de acordar o los no tal designación, que posibilita la presencia de secciones sindicales “generales” en la negociación colectiva de franja, que deja de ser patrimonio de sindicatos corporativos. 4ª) De haber sido designadas según lo expuesto varias secciones sindicales, parece que el reparto entre ellas de las vocalías o de los puestos en la comisión negociadora a efectos de su válida constitución (legitimación negocial plena: art. 88.1 ET), así como el cómputo del voto favorable de la mayoría de los vocales de la representación o del banco social que forme parte de dicha comisión (artículo 89.3 del ET), habrá de tener lugar atendiendo al número de votos conseguido por cada sección sindical. 5ª) Para el supuesto de que no existan secciones sindicales o ninguna de las que existan obtenga la designación mayoritaria de los trabajadores (supuesto en el que se incluye el caso de que tales secciones rehúsen negociar), se abre la posibilidad de negociar el convenio a la representación unitaria constituida en la empresa o en el centro o los centros de trabajo a cuya plantilla pertenezcan los trabajadores referidos. Sería ésta una legitimación supletoria comprendida en la regla del párrafo primero del artículo 87.1 del ET (convenios colectivos de “ámbito inferior”), regla que, ciertamente, también se abre a las secciones sindicales con mayoría de miembros del comité, pero el supuesto aquí contemplando es, precisamente, el de que éstas no existan, no cuenten con la designación mayoritaria de los 44 trabajadores, o rehúsen representaciones negociar. unitarias sería, La negociación de por las prosperar esta interpretación del primer párrafo del art. 87.1 ET, la regla de cierre, que garantizaría la franja como última ratio. posibilidad de negociar para la 6ª) Si se parte de que “la redacción del nuevo artículo 87 (…) confirma la práctica actual” (Exposición de Motivos del Real Decreto-Ley 7/2011) y, por tanto, sigue admitiendo que los órganos de representación unitaria también puedan intervenir en la negociación, las secciones sindicales no disponen aquí de la posibilidad de obtener por sí mismas la preferencia sobre aquellos, a diferencia de lo que sucede en la negociación de los convenios colectivos de empresa y en el resto de los convenios colectivos de ámbito inferior. Son los propios trabajadores que compongan la franja los que, a la vista de la disponibilidad de las secciones sindicales para negociar, deciden, si lo desean, otorgarles legitimación. Punto éste en el que no se habría producido ningún cambio respecto de la regulación anterior. • En relación con la evitación de legitimaciones “interesadas” dependiendo de cuál sea la finalidad para la que se acredita la legitimación sea 1ª) La evitación de legitimaciones “interesadas”, según cuál la finalidad supuestos en los para que la que se existen acredita la organizaciones legitimación - empresariales legitimadas cuando se trata de obtener y recibir fondos públicos, por ejemplo, para formación, pero que sin embargo niegan tal legitimación para la negociación de convenio colectivo-, es una cuestión que entronca claramente con el carácter indisponible de las reglas de legitimación negociadora, el derecho fundamental a la negociación colectiva en relación con el derecho fundamental de libertad sindical de los sindicatos, frente a cuyas vulneraciones por la negativa a negociar de las asociaciones empresariales legitimadas para ello pueden aquéllos utilizar el procedimiento sumario y preferente de tutela de derechos fundamentales y libertades públicas (LRJS) y, agotada la vía 45 judicial ante la jurisdicción social, el recurso de amparo constitucional (LOTC). 2ª) La doctrina constitucional muy pronto declaró que las reglas de legitimación negociadora, tal como aparecen reguladas en el ET, poseen un preciso significado que “impide valorarlas desde la perspectiva del Derecho privado”, porque el convenio, resultado de la negociación conforme a dichas normas, “no es solo un contrato, sino una norma que rige las condiciones de trabajo” de todos los que se hallan incluidos en su ámbito de aplicación, “estén o no sindicados y pertenezcan o no a las organizaciones firmantes”. Todo ello supone que tales reglas constituyen un presupuesto legal de la negociación colectiva “que escapa al poder de disposición” de las partes negociadoras, que no pueden modificarlas libremente, de forma que las disposiciones resultantes “serían nulas, inoponibles a sindicatos terceros y también lesivas de su derecho a la negociación colectiva y, destacado el mediatamente, del derecho del libertad sindical”. 3ª) La jurisprudencia ordinaria también ha carácter inoponible o de “derecho necesario absoluto” de las reglas de legitimación negociadora, lo cual exige un acatamiento estricto de las mismas. Indisponibilidad de dichas reglas legales que no solo resulta aplicable a la negociación de un convenio colectivo, sino que se extiende igualmente a la revisión posterior de parte del mismo durante el tiempo de su vigencia. 4ª) En línea con estos argumentos, la doctrina científica ha subrayado, en los casos de unidades de negociación ya existentes y ya cubiertas convencionalmente, la necesaria conexión de la denuncia-promoción negocial con las reglas de legitimación negocial, de igual modo que sostiene cómo las mismas no pueden ser sacrificadas en aras de agilizar las negociaciones. En los casos de unidades de negociación nuevas los criterios legales de legitimación han de ser respetados y aplicados igualmente, so pena de vulnerar la obligación legal de negociar (art. 89 .1 ET) y, en inmediata conexión con esta obligación legal pero ya en el plano constitucional, los derechos fundamentales de negociación colectiva y de libertad sindical. 46 5ª) Criterios todos que evidencian el respeto escrupuloso que merecen en todos los supuestos las reglas de legitimación que resultan de aplicación, con independencia por tanto de la como se finalidad para la que se acredita la legitimación, ya sea para obtener y recibir fondos públicos –para formación-, refiere en el escrito de solicitud del informe, ya sea para la negociación de convenio colectivo. Naturaleza de las reglas reguladoras que mantiene, como se ha indicado anteriormente, la nueva regulación negociar de convenios la legitimación colectivos (inicial estatutarios que y plena) incorpora para la versión vigente del ET, reformado por el Real Decreto-Ley 7/2011. • En relación con las actuaciones susceptibles de potenciar la negociación colectiva sectorial cuando existan problemas de legitimación empresarial 1ª) En relación con las cuestiones vinculadas con la legitimación de las asociaciones empresariales, específicamente las que tienen que ver con una determinación más flexible de la legitimación de las asociaciones empresariales para negociar convenios colectivos sectoriales y facilitar su existencia [letra c) del nuevo apartado 3 del artículo 87 y párrafo tercero del nuevo apartado 2 del artículo 88 del ET], el nuevo artículo 87 del ET altera de forma evidente la anterior regulación, haciéndola mas laxa. 2ª) Así lo ha destacado la doctrina científica que ve en las dos nuevas reglas del artículo 87.3.c) y en la nueva regulación del art. 88.2, párrafo tercero, del ET la respuesta de la legislación de urgencia a los problemas que la acreditación de la legitimación inicial de las asociaciones empresariales venía de tales planteando en la práctica, como evidenciaba un abundante número de decisiones judiciales que, con el fin solventar dificultades y permitir la negociación colectiva sectorial de eficacia general, adoptó el criterio de presumir que quien había negociado el convenio colectivo tenía legitimación para hacerlo y, por tanto, correspondía a quien mantuviera la falta de legitimación de alguno de los sujetos negociadores la prueba de tal circunstancia. 47 3ª) Las novedades que incorpora el ET, reformado por el Real Decreto-Ley 7/2011, en relación con las reglas de legitimación de las asociaciones empresariales son, si duda, importantes: las reglas de legitimación se diversifican para facilitar su los criterios de cumplimiento por las asociaciones empresariales, si bien ello conlleva una regulación más compleja de representatividad de las asociaciones empresariales. A la asociaciones regla tradicional empresariales de para legitimación negociar inicial convenios de las colectivos sectoriales de eficacia general –asociar al 10 por 100 de los empresarios del ámbito funcional y geográfico del convenio, siempre que esos empresarios den ocupación a igual porcentaje de trabajadores afectados-, el reformado art. 87.3.c), párrafo primero, añade la legitimación de las asociaciones empresariales que, con independencia de su peso afiliativo inferior al 10 por 100 anterior, en ámbito del convenio den ocupación al 15 por 100 de los trabajadores afectados (primera regla adicional); y para el caso de que no existan en el sector para el que se va a negociar asociaciones empresariales que cuenten con la suficiente representatividad, según las dos reglas anteriores, el ET otorga también legitimación inicial a las asociaciones empresariales de ámbito estatal que cuenten con el 10 por 100 o más de las empresas o trabajadores en el ámbito estatal, así como las asociaciones empresariales de Comunidad Autónoma que cuenten en ésta con un mínimo del 15 por 100 de las empresas o trabajadores (segunda regla adicional). queda En cuanto a la legitimación plena, la comisión negociadora válidamente constituida cuando las asociaciones empresariales con legitimación inicial en el ámbito del convenio (del 10 por 100 de empresarios y de trabajadores o del 15 por 100 de trabajadores) representen como mínimo a empresarios, siendo irrelevante cuántos sea éstos, que ocupen a la mayoría de los trabajadores afectados por el convenio, y repartiéndose el numero de miembros de la comisión negociadora se efectuará con respeto al derecho de todos los legitimados y en proporción a su representatividad. En aquellos sectores en los que no existan 48 asociaciones empresariales representatividad, válidamente la constituida que cuenten comisión con la se negociadora cuando esté suficiente entiende integrada por las organizaciones empresariales estatales o autonómicas referidas en el párrafo segundo del artículo 87.3 c), efectuándose en este último caso el reparto de los miembros de la comisión negociadora en proporción a la representatividad que ostenten las organizaciones empresariales en el ámbito territorial de la negociación (art. 88. 2, párrafos primero, tercero y cuarto, ET). 4ª) Con facilitan la las nuevas negociación reglas, sectorial que de hay que reconocer eficacia que general, los problemas siguen siendo de determinación de la representatividad de las asociaciones asociadas y especialmente número si empresariales de medida (identidad trabajadores esa por de sus ellas representatividad en empresas ocupados), el ámbito geográfico y funcional del convenio. La acreditación es más fácil en las reglas de legitimación extraordinaria, inicial y plena, pues, de ordinario funcionará el criterio de la notoriedad, que reforzará el jurisprudencial de presunción de legitimación en quien negocia sin oposición, o reconocimiento, de la contraparte. 5ª) La nueva regulación legal también permite que en los sectores en los que no existan órganos de representación de los trabajadores la comisión negociadora quede válidamente constituida por las organizaciones sindicales que ostenten la condición de más representativas en el ámbito estatal o de Comunidad Autónoma. en 6ª) Desde la perspectiva del interés sindical, la clave está tratar reforma de de aprovechar 2011, a toda partir la potencialidad de los que instrumentos ofrece la jurídicos analizados en este Informe de manera pormenorizada. Potencialidad que podrá llevar, en ocasiones, a tratar de acomodar la unidad de negociación a las reglas legales de legitimación, y a solicitar de las asociaciones empresariales y de las Administraciones Públicas –en su caso a través de las Oficinas de registro de asociaciones empresariales y de convenios colectivos, de la 49 Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos, o de las Secretarías de Estado de Empleo y de Seguridad Social del Ministerio de Empleo, así como de la Inspección de Trabajo, y del Instituto Nacional de Estadística- los datos correspondientes. 7ª) En último extremo, para el supuesto de observarse la persistencia concierne, a de problemas partir del localizados estado de en la regulación materia que actual tras nos la reforma de 2011, y advertido nuevamente el carácter de derecho necesario vinculación absoluto con la de las reglas defensa y de legitimación y de garantías de los acerca la posibilidad su derechos fundamentales a la negociación colectiva y de libertad sindical, habría que conveniencia acreditación reflexionar de de y ordenar, la debatir mediante representatividad futuras reformas legales. de sistemas objetivos, empresarial en orden y la a Este es nuestro informe sometido a otro mejor fundado en Derecho. 50