Universidad de Sonora Rector M.C. Jorge Luis Ibarra Mendívil Vicerrector M.C. Pedro Ortega Romero Director de la División de Ciencias Sociales Dr. Daniel Carlos Gutiérrez Rohán Jefa del Departamento de Trabajo Social Lic. María de los Ángeles Ruiz Hernández Directorio: Dirección general : Maria de los Ángeles Ruiz Hernández Análisis Reflexiones sobre los niños de la calle Jorge Pesqueira Leal 3 Daniela: un testimonio Joel Alfonso Verdugo Córdova Los niños de la calle: políticas públicas y sociedad civil Manuela Guillén Lúgigo 5 8 Director: Joel Alfonso Verdugo Córdova Consejo editorial: Natalio Kisnerman, Marcos Chinchilla Montes, Qlivia Peralta Montoya, Hilda Benitez Carreón, Maren Von Der Borch, Jorge Roldán Zimbrón, Filogonio Sánchez Peralta, Emilia Martínez-Brawley, Manuela Guillén Lúgigo, José Dario Arredondo López, Joel Verdugo Córdova y María del los Angeles Ruiz Hemández. Portada y diseño de interiores: Manuela Matus Verdugo. Trabajo social con familias sin hogar Emilia E. Martínez-Brawley Paz M-B. Zorita 12 Neoliberalismo: fábrica de pobres Fotografía: .JQ(:I Montoya y Alejandro Zabaleta. José Darlo Arredondo López 16 Distribución; María Dolores Carvajal Granillo y Clarissa Arenas Hijosa, Tiraje: lOOO ejemplares. Derechos Humanos Los derechos de las Periodicidad: Semestral niñas y los niños Sergio E-maíl: mali@sociales.uson.mx. Teléfonos y fax: (0162) 59- 21- 78. Edificio 1O-C. Campus universitario. Gocobachi Partida Colaboradores: Guadalupe Elena Granillo García, Rosa Maria lslas Durón, Olga Alicia Gutiérrez Coronado, María del Carmen Marmolejo López; Manuela Guillén Lúgigo, Maria Engracia Carrazco Valenzuela, María Dolores Carvajal Granillo, Amelia lruretagoyena Quiroz, Jaime Alonso Espinoza Muñiz, Lucía Olivarez Celis, Delfina Delia Urrea Flores, Clarisa Arenas Hinojosa, Maria Victoria Núñez Navarro, José Dario Arredondo López, Jorge Pesqueira Leal, Ana Lilia Banda Castro, Federico Zayas Pérez, Juan Poom Medina, Manuel Santillana, Patricia 22 El Trabajo Social y sus quehaceres Cronología de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad de Sonora Rosa María Islas Durón 24 Aranda Gallegos, Marcos Chinchilla Montes, Natalio Kisnerman, Rito Domingo Maldonado, Francisco Morales Calatayud, Luz Maria Durán Moreno. Los artículos publicados en esta revista son responsabilidad de los autores. María Dolores Carvajal Granillo fundadora de la Escuela de Trabajo Social María de loS Ángeles Ruiz Hernández 27 Reseña Vidas callejeras: pasos sin rumbo Hilda Benítez Carreón 30 Editorial Savia, la Revista del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora, nace de la necesidad de contar con un órgano de difusión, en el que se expongan las experiencias acumuladas a lo largo de estos valiosos años de ejercicio profesional que hemos tenido los trabajadores sociales, unos, en el ámbito de las instituciones, otros, en la docencia, como formadores de las futuras generaciones. Asímismo, debe de ser el punto de confluencia de voluntades e inteligencias, en donde, de manera responsable, se discuta, se reflexione y se analice, tanto la problemática social que nos corresponde atender, como las estrategias para su solución. En este primer número de la revista, se aborda como temática central el fenómeno de los niños de la calle, problema que en nuestro medio, ha sido escasamente estudiado y atendido por los trabajadores sociales, pero estamos consientes, que ello debe de ser motivo de preocupación si nos quedamos impasibles ante esta situación que lacera a tantas vidas infantiles. Ser trabajador social no es una tarea fácil, pues para nadie resulta grato enfrentarse a diario con esa parte de la realidad que no requiere disfraz para ocultar su dolor , su miseria, su hambre, su desesperanza; sin embargo, esa es la parte de la realidad en la que elegimos estar. Inevitablemente, ello nos obliga a cerrar filas en aras de lograr mejores niveles de bienestar para esos sectores de la población, que cada vez son mayores y que cada vez más, se acotan a sus posibilidades de sobrevivencia. El significado etimológíco de la palabra savia es "líquido nutritivo de los vegetales que corre por los vasos y fibras de las plantas II .En su sentido figurativo, el término hace referencia a "10 que da fuerza, energía 0 impulso". Nos interesa recuperar el significado implícito de la definición etimológíca y su sentido figurativo para justificar el nombre que proponemos para la revista. La palabra savia hace referencia ala vida que da fuerza, energía e impulso. Implícitamente nos remite al elemento oxígeno, que es producido por el reino vegetal para hacer posible la vida humana. Figurativamente, aplicada al Trabajo Social, la savia nos remite necesariamente a otra forma de oxígeno. La oxigenación del campo profesional. Como órgano de reflexión, análisis y comunicación, la revista Savia constituye el punto de encuentro que hará posible la oxigenación del campo profesional, al nutrirse de corrientes de pensamiento diversas. Su contenido, el líquido nutritivo; sus páginas, las fibras a través de la cuales fluirán ideas, valore~, conceptos, reflexiones, preguntas, críticas constructivas, que permitan robustecer no sólo el conocimiento sino el quehacer profesional de quienes reciban el oxígeno, en forma de palabra impresa. Si atendemos sólo a la fonética de la palabra, escuchar el nombre savia, nos permite jugar con el sentido del término y nos remite, también, a la noción de saber. La revista Savia constituye un espacio para la construcción y comunicación del saber especializado del campo y de otros saberes que en el ámbito de la interdisciplina nutren al Trabajo Social. Saber de todos que fluye como la savia, siempre nutritiva y generadora de vida, de impulso, de fuerza. El saber y la fuerza entrelazados en un proyecto editorial: la revista Savia. Manuela Guillén Lúgigo permanecemos impasibles, sordos a su dolor, indiferentes a su realidad y preocupados a lo sumo por nuestros hijos, sin saber que al negarlos, nos negamos a nosotros mismos y lo que de humanos nos es inherente. La realidad que atraviesan los niños de la calle es expresión tangible de graves desaciertos sociales. Ellos, a tan tierna edad, nos muestran rasgos de conducta contra los que el Estado, la Iglesia y la Sociedad dicen luchar, aunque su sola presencia dé testimonio, de una comunidad en la que se vive la incongruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Nos rasgamos las vestiduras ante eventuales problemas comunitarios, enarbolamos todo género de banderas para enfrentar injusticias sociales, proclamamos a los cuatro vientos nuestra decidida participación en las acciones contra la violación a los derechos humanos y ellos, los niños de la calle, nos miran silenciosos y confundidos en los cruceros de la ciudad, sin comprender nuestras prioridades. El niño de la calle, en principio es producto del desamor. Antes de ser arrojado a todo género de peligros, y tal vez desde su nacimiento, ha iniciado su propio calvario, viviendo inenarrables manifestaciones de maltrato y sufriendo, en carne propia, todas aquellas expresiones de la conducta humana reprobadas moral y socialmente. En una sociedad en la que la impunidad campea, cada adulto responsable de lo sucedido aun menor de la calle se escuda en ella; en una comunidad donde la corrupción sienta sus reales, el niño de la calle sufre en sí mismo sus efectos; en una sociedad donde la violencia es la constante, el niño de la calle se convierte en su.más burdo reflejo; en una sociedad atrapada en la vorágine de la inseguridad y de la drogadicción, el niño de la calle es la más indefensa de las víctimas. Si la calle es la única vía de escape para casos extremos de maltrato infantil, se debe a que nosotros no hemos querido o no hemos sabido establecer estrategias oportunas de rescate En la calle, el niño, dada su tierna edad, queda en estado de plena exposición, de tal manera que rápidamente es atrapado por la promiscuidad sexual, la violencia, la drogadicción y conductas antisociales; es decir, aquellos vicios, perversiones y desviaciones que tanto nos preocupan. Cada niño de la calle es la flagante muestra de nuestra ineptitud. Su alma ha sido emponzoñada y nosotros Doctor en Criminología y activista en el rescate de niños de la calle. 3 Si Hermosillo es el hogar de todos nosotros, ¿cómo podemos llegar a casa, convivir con nuestros hijos y dormir tranquilos, cuando sabemos que tal vez, aquel niño que momentos antes observamos en un crucero, está experimentando el sufrimiento infrigido por el envilecimiento de seres que merecían el más severo de los castigos? . interdisciplinarios y trabajarían para crear condiciones favorables que culminaran, con el convencimiento del niño, de que existen opciones y espacios donde se le quiere y se le apoyaría para liberarse de las cadenas que lo atan a la calle. En esta etapa, de lograrse el rescate, el niño sería enviado, en principio, a Casa Hogar Jineseki, que cuenta con las medidas de seguridad para mantenerlo en dicho lugar, debiendo, el equipo interdisciplinario, todavía en esta fase, acompañar al menor para proveerle seguridad y el sentimiento de que están sucediendo acontecimientos trascendentales en su vida. El niño de la calle ha sido tan afectado emocionalmente que ha dejado de creer en los demás, salvo en sus compañeros en desgracia, cuya fuerza de atracción se escapa a nuestra lógica; él sabe que ya nada tiene que perder por ser portador de aquéllo que degrada a la dignidad humana. Es por esto que su rescate se dificulta y no podemos esperar que cualquier plan que se implemente, tenga los resultados que queremos. b) RESCATE COERCITIVO. Si con el plan de sensibilización no se logró el objetivo propuesto, correspondería entonces a las autoridades policiacas estatales o municipales, previo el diseño de la estrategia correspondiente (en la que participarían aquellas entidades públicas vinculadas con la protección del menor), recoger a los niños mediante un programa que contemplaría tres etapas cronológicas, ya que se priorizaría a los menores de once años, para continuar con aquellos cuya edad fluctúa entre los doce y quince años para concluir con quienes tengan entre quince y dieciocho años; quienes serían enviados a Casa Hogar Jineseki, para concientizarlos sobre las ventajas de su rescate, pero ya fuera del peligro que para su seguridad entrañan las calles. Es tan evidente la realidad de los niños de la calle, que basta que cualquiera de nosotros se encuentre con ellos en lugares que sabemos se reúnen, para que con impotencia y desesperación veamos como, ante nuestros propios ojos, se drogan, retan a la autoridad, hablan de sus experiencias sexuales y del mundo de violencia en el que están inmersos, sin que alguien haga algo que en realidad provoque un sesgo a su obscuro horizonte. Nosotros como ciudadanos tenemos la decisión de actuar, pero legalmente estamos imposibilitados para ello y nuestras acciones, en la mayoría de los casos, se ven rápidamente truncadas por obstáculos que solo pueden ser superados por las autoridades, en tanto que estas últimas no han logrado acertar en las estrategias a seguir para su rescate. c) EVALUACION. En Casa Hogar Jineseki se efectuaría una evaluación de cada niño y se diagnosticaría su condición, lo que necesariamente implicaría su pronóstico y un plan emergente de tratamiento con el fin de crear condiciones para su traslado y atención en instituciones abiertas, atendidas por la sociedad civil y cuyo compromiso sería su protección permanente. La complejidad del problema, dadas las características del perfil de personalidad de los niños de la calle, implica planes de acción conjuntos en los que tengan cabida instituciones públicas, religiosas, sociales, privadas y la ciudadanía en general, partiendo en principio del reconocimiento, en la capital de nuestro Estado, de las tareas que actualmente llevan a cabo las Casas Hogar Jineseki (DIF -SONORA), Guadalupe Libre (Iglesia Católica), Madre Teresa de Calcuta (Comisión de Protección y Asistencia del Menor, A. C. ),y Todos Somos Hermanos (Comité de Colaboración Comunitaria de México, A.C.). Un plan de trabajo susceptible de cristalizar, particularmente en la ciudad de Hermosillo, por contar con las casas hogar ya mencionadas sucintamente, pudiera llevarse acabo de la siguiente manera: d) PROTECCION PERMANENTE. Superada la etapa de resistencia del menor, al ser liberado de la calle y encontrarse bajo su control las adicciones de que es víctima, éste sería enviado a alguna de las instituciones sociales ya mencionadas para su atención integral, hasta su edad adulta, abriéndose con ésto, un espacio para los ciudadanos preocupados por la realidad de estos niños, para participar en actividades tendientes a evitar su recaída es decir, su retorno a la calle. e) SUPERVISION. La institución responsable de la atención permanente de los menores, mantendría un enlace contínuo con Casa Hogar Jineseki, ya que en calidad de institución gubernamental, le correspondería la vigilancia y supervisión de la atención que se provea a éstos y en caso de que regresaran a la calle, iniciar una vez más y cuantas ocasiones sean necesarias su rescate. a) SENSIBILIZACION. Mediante contacto directo e individualizado a cargo de estudiantes de las carreras de Trabajo Social y, Psicología y Ciencias de la Comunicación, quienes integrarían equipos 4 Daniela: un testimonio Joel Alfonso Verdugo Córdova Deyda Daniela R., nació el 24 de abril de 1984 en Nogales, Sonora. Su infancia, como la de tantos otros niños de su condición, fue dificil; la pobreza fue un escenario real desde antes de su nacimiento, la soledad y el desamparo se mitigaban en su mente infantil sólo con responsabilidades de adulto. Desde los siete años conoció la calle como única posibilidad de sobrevivencia; sin embargo, y pese a todo, ella trata de construir otros significados para su vida; quiere tener una profesión que le permita ayudar a los demás, y su voluntad se impone a las adversidades. Vivió en las calles, trabajó, robó, se drogó, sintió emociones en ella. Como tantos otros niños del mundo -los malapJpes sudafricanos, los changudoas de Tanzania, los pájaros fruteros de alguna parte del EcuadorDaniela hizo de la calle un remedo de hogar que da fe de una sociedad deshumanizada. le compraba un regalito a mi hermano, a mi no me compraba nada... Entonces mi mamá tuvo un accidente en carro y ya no trabajaba, después se repuso y yo empecé a ir a "La Yarda" en el mercado Francisco I. Madero Gunto con una amiguita que me invitó). La verdura que tiraban yo la recogía o me la regalaban y la llevaba ami casa y con eso nos manteníamos. En la mañana iba ala escuela, y en la tarde iba a "La Yarda " , duré yendo como un año y feriecita, después empezamos a pedir dinero y nos fuimos al VHl... ¿C6mo fue tu infancia? Nací en N ogales, hace 16 años. Allá vivíamos mis dos hermanos, mi mamá y yo en una casa de material, vivíamos bien, nunca nos faltó nada. Cuando nos vinimos a Hermosillo, nació mi hermanito, acá sí nos fue mal, aquí vivíamos en casa de cartón en la Primero Hermosillo... Nunca tuve papá, nunca lo conocí, mi mamá nunca nos platicó y yo nunca pregunté hasta que me dieron ganas de conocerlo, de saber quién era, preguntarle por qué no vivió con nosotros, por qué no nos atendió... Mi mamá trabajaba en un restaurante, trabajaba por la noche, y como mi hermano mayor ya se había ido, yo cuidaba a mi hermanito. Mi mamá estaba enferma de la vesícula y tenía otra enfermedad que no sé que era. Luego se fue mi hermana, no quiso vivir en la pobreza y ya nomás quedamos mi hermanito chiquito y yo. Recuerdo que en Navidad, con el dinero que mi mamá ganaba haciendo moños, compraba un pastel y hacía chocolatito caliente, y después en la noche festejábamos, ¿Qué edad tenías? Tenía como siete años y medio, estaba en segundo de primaria, estabamos en las vacaciones, después nos fuimos hasta Ley Sahuaro2 y nos daban dinero. Con eso ayudábamos a nuestras familias. Después vimos a unos niños que hacían malabares y nosotras quisimos hacerlos también. Vimos que les daban dinero y empezamos con unas pelotitas... Yo le dije a mi mamá 'voy a ir con una Maestro en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. 5 porque cuando dormíamos en el parque, muchas veces no nos dejaban dormir los policías, nos corrían, nos querían agarrar o si no llegaban los cholos y nos aventaban con piedras o nos querían pegar. En las alcantarillas era más fácil esconderse, nos cubría del frío y no nos encontraba la policía. Además la gente no se te quedaba viendo, porque cualquier gente que te ve, parece que te quIere comer... amiga porque vamos a hacer malabares y nos van a dar dinero', me dijo 'no, yo no quiero que vayas para allá, es muy peligroso'. Entonces me levanté muy tempranito y me fui, en ese tiempo eran unas vacaciones, dejé dormidos a mi mamá ya mi hermano y me fui a hacer malabares. En la tarde llegue con 50 pesos y ya me iba todos los días. Estaba de vacaciones, y sabía bien mi mamá que no le iba a hacer caso, y no me dijo nada después... En la calle compraba comida y ya cuando llegaba a mi casa le daba todo el dinero a mi mamá. Cuando llegaba ella me decía 'vienes muy cansada, cómprate algo', 'nó -le decía- yo ya comí mucho'. A veces compraba unas sodas o unas papitas... ¿Qué sentían cuando se les quedaba mIrando la gente? Pues nos daba rabia, les decíamos ¿qué? ¿por qué nos miran? N os daba risa que se nos quedaran viendo, algunos les tiraban piedras, también hacíamos un chorro de desmanes, nos pasábamos el semáforo en verde. Había una chamaquita bien tumbada, decía 'voy a ver el reloj' , y se paraba en media calle viendo el reloj. Los carros tenían que frenar, sí, lo hacíamos de pura cura... Andábamos todos cochinos, a veces durábamos dos o tres días sin bañarnos, hasta que íbamos a nuestras casas, aunque ya después dormía en la pura calle, cuando se murió mi mamá. .. ¿Así conociste a otros niños? Si, así empezamos, fuimos conociendo más boulevares, el del Sahuaro, en donde esta Telemax, el Navarrete, el Luis Donald03 1 y así fuimos conociendo a más chamacos. Ya después conocimos a otros, pero ellos andaban metidos en la droga, nosotros no sabíamos ni en cuenta de eso, y ya después empezamos a usar nosotros también, pero mi mamá nunca supo. .. ¿Qué edad tenías cuándo se muIió tu mamá? 110 12 años. Ami hermanito se lo llevaron al DIF4 y luego se lo dieron a mi hermano mayor. Dejé de ir a la escuela, se quemó la casa, yo no quise irme con mi hermano, estaba muy enojada con él, porque el nunca, viéndonos que nos estábamos muriendo de hambre, nunca fue capaz de decirnos 'tengan un miserable pan', nunca nos fue a visitar. ..Ya entonces fue más duro porque me empecé a ir a la calle, haga de cuenta que vivía allá en las alcantarillas, empecé a robar, a entrarle más duro a las drogas, en las pandillas, así. ..yo pensaba que allí estaban mis amigos, era donde me la pasaba suave, donde estaba la emoción, donde no me decían nada, donde hacía lo que yo quería, me la pasaba feliz... ¿.Usaban solvente? Primero usamos resistol, thiner, spray y después usamos otras cosas como pingas, coca, bueno, no mucho pero también empezamos a inyectarnos heroína. Nosotros comprábamos la droga, o ellos, los chamacos que conocimos, nos la regalaban, tenían 15, 16 o 17 años, nosotros ya estábamos más grandes teníamos ocho o nueve años... ¿Los molestaba la policía? Sí, por hacer malabares nos agarraban y nos llevaban a la Comandancia Centro, ala Norte, ala Sur y allí nos encerraban en barandilla, hasta que nos iban asacar nuestras familias... ¿Dices que empezaste a robar? Empezamos a robar así cosas chiquitas, entrábamos a Ley y nos robábamos un perfume o un pantalón o una camiseta así. Ya después empezamos con los chamacos grandes a robar estéreos de los carros, llantas, rines, hasta un carro se robaron; lo abrieron y nos dijeron súbanse y ya nos fuimos para el aeropuerto, lo fueron a estrellar contra un árbol... ¿Siempre regresabas a tu casal Al principio si, después ya no, sobre todo después de que mi mamá se murió. Nos quedábamos bien noche y nos empezábamos a ir en taxi. Como nos quedábamos más noche ganábamos más. Juntábamos lo de las dos, y algunos chamacos también vivían por el mismo rumbo y entre todos pagábamos lo del taxi y nos íbamos como a las 11 o 12 de la noche, ya después empezábamos adormir en la calle... ¿Cómo era la relación entre las niñas y los niños? ¿Dónde dormíanl N os juntábamos un cQorro, como 25, había unas niñas más chiquitas, bueno no chiquitas sino más tontitas, pero por lo general éramos tres a las que no nos hacían nada, porque nosotras nos les poníamos al brinco. Pero había unos bien buena onda que nos decían 'no se preocupen, Primero empezamos adormir en el casino, en un parquecito, juntábamos cartón y hacíamos como casitas, y después dormíamos en alcantarillas. ..en las alcantarillas 6 nosotros las vamos a cuidar' , pero a otras si las agarraban, se las llevaban. .. ¿TuVlste nOVlO? Sí, lo conocí allí, me dijo que si quería andar con él, pero todos son bien celosos. Tener novio tenía un beneficio porque me cuidaba más, pero siempre había unos que se querían pasar y había unos pleitos bien feos entre ellos mIsmos. .. ¿Cómo fue que dejaste la caUe? Me agarró la policía, me iba a llevar a la GranjaS y escuché a un hombre que me decía 'cuídense, o te internas en algún lado y te repones de la adicción, o te llevan a la Granja'. Me quedé acá, pensando y dije no pues sí, y y~ después me trajeron a la Cuidad de los Niños y ya me quedé aquí, después ya no aguantaba y me fui otra vez a la calle y me andaban buscando. ...Sentía que la droga era un problema, no aguantaba, me desesperaba mucho y me fui, después volví; Después me mandaron a la Madre Teresa6 y crecí más. Allí terminé la secundaria. ..Extrañaba la calle, pero yo quería. Lo pensé mucho, salir adelante, lo que tengo pensado es seguir estudiando, tener mi profesión y ayudar a mi hermanito a que salga adelante, quiero que estudie y yo quiero salir adelante. .. ¿Qué te gustaría eStudiar? Todavía no sé, pero quiero algo que me ayude a mi, que me guste y que ayude a otras personas, me gusta mucho ayudar. .. ¿Te gustaría estudiar medicina o enfennería? "No, eso no, nada de sangre..." ¿ Trabajo Social? "Sí, me gusta mucho, bueno eso tengo en mente, conocí a una trabajadora social que ayudaba mucho a los chamaquitos, Lolita, estaba en el DIF Sonora, ahora está en Jinesequi7 .La miraba como se comportaba y yo decía 'quiero ser como ella'. Me gustaría ayudar mucho, me siento muy feliz, porque ya estoy en la prepa y porque estoy viviendo una vida muy distinta a la que tenía..." Entrevista realizada en octubre de 2000 en La Ciudad de los Niños, Hermosillo, Sonora, México. Notas: I Supermercado 2 Supermercado 3 Boulevares de la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. 4 Desarrollo Integral de la Familia ¿.Algo más que quisieras decir? 5 Granja para menores infractores "Solamente que todos tenemos una segunda oportunidad, que estoy muy agusto aquí, pero no feliz todavía..." 6 Casa Madre Teresa de Calcuta 7 Programa de apoyo a la niñez dependiente del DIF 7 I. Hacia una conceptualización de los niños de la calle No cabe duda de que se trata de un problema que ha preocupado a distintos sectores de la sociedad. Muestra de ello son, por un lado, el conjunto de acciones que tanto el gobierno como distintos grupos de la sociedad civil realizan para ofrecer alternativas de solución al mismo y, por otro lado, las distintas investigaciones que, para reconocer y explicar la magnitud de dicha problemática, han llevado a cabo diferentes instituciones y grupos académicos, tanto a nivel internacional como a nivel local. Uno de los problemas más graves que actualmente aqueja a muchos de los países del mundo, es el de los niños de la calle. Pequeños que, de acuerdo a la legislación ya las más elementales normas éticas y morales, debieran estar siendo atendidos por los adultos y realizando actividades como el estudio, e I juego, el deporte, etc. Sin embargo, las cifras muestran una realidad muy diferente: la de los niños que tienen que salir a la calle a ganarse el sustento diario. El fenómeno de los niños de la calle está asociado al crecimiento urbano y al desarrollo de las grandes ciudades. Constituye, así mismo, una parte dcl lado obscuro de la modernidad: la pobreza y la exclusión social. A partir de la década de los años ochenta, se ha hecho presente en los centros urbanos más importantes del país. Sin embargo, la información que sobre el particular ha sido publicada revela que el problema se conceptúa desde diferentes perspectivas y, por consiguiente, las acciones para resolverlo responden a distintas visiones. ¿Cómo se ha definido a los niños de la calle?¿cuál es la característica o características fundamentales para considerarlos como tales? La UNICEF ha estimado que hay por lo menos 40 millones de niños de la calle a lo largo del mundo, de los cuales 25 millones se encuentran en las calles de América Latina. En un diagnóstico realizado por esta organización, en el año de 1993, en diferentes países latinoamericanos, se encontró que en la ciudad de México existían 650,000 niños trabajando sin protección legal y Hay quienes han definido a estos niños como "Ios menores que se ganan la vida trabajando en la vía pública o niños que residen habitualmente en las calles todo el tiempo o gran parte del día (...)" estos niños están inmersos que 200,000 de ellos prácticamente vivían en las calles ~ (Unicef, 1986). Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. 8 en la cultura de la calle y expuestos a peligros, violencia y consumo de drogas. Es decir, la calle se ha convertido en su casa; es su primer ambiente para el trabajo, e 1 juego, el sueño y el lugar donde crecen (Peralta, 1994). También se ha dicho que son pequeños que pasan una proporción importante de su tiempo en las calles, usualmente como niños trabajadores; o que muchos de ellos mantienen vínculos con la familia, pero duermen fuera, ocasionalmente, por la distancia entre sus casas y el lugar de trabajo, no asisten regularmente ala escuela y algunos no son admitidos en la casa paterna hasta que obtienen dinero en la calle (Larmer, 1986). Estudiosos del problema señalan que, en condiciones similares a otras ciudades latinoamericanas, en el caso de México, la mayoría de estos niños son varones, provienen de hogares pobres, permanecen en la calle fundamentalmente para obtener ingresos y muchos de ellos son delincuentes y reportan abusos fisicos (Lusk, 1989; Valverde y Lusk, 1989). Así mismo, se ha encontrado que en la mayoría de los casos, los factores económicos han sido mencionados por los niños como la razón principal para dejar la casa y la escuela, para trabajar en las calles (Pineda et al., 1978; Judge, 1987). Aunque aludiendo a una diversidad de variables, las anteriores definiciones coinciden en identificar como características del problema al trabajo infantil ya la situación de permanencia en la calle. Sin embargo, no se requiere ser erudito en la materia, para afirmar que no todos los niños que trabajan o que pasan una parte importante del tiempo en la vía pública, deben ser considerados nli1os de la calle. El estudio realizado por la Universidad del Estado de Nuevo México, a principios de la década de los años ochenta, en la franja fronteriza entre México y los Estados Unidos, ha permitido avanzar en la identificación de distintos grupos de niños "de la calle" en situación distinta. Se clasificó a los menores de la calle como: 1) trabajadores de las familias de la calle, 2) trabajadores de la calle independientes y 3) niños de la calle. Los primeros pertenecen a familias que trabajan en la calle o en la línea fronteriza; los segundos son niños o niñas que trabajan independientemente para obtener ingresos complementarios a los del hogar (estos niños, además de trabajar en la calle asisten a la escuela) y, en la tercera categoría están incluiqos aquellos .niños para quienes la calle es algo más que un lugar de trabajol . Estos niños trabajan por la noche vendiendo artículos a la clientela de los restaurantes, bares y centros nocturnos. Muchos de ellos han sido arrestados o han sufrido abusos flsicos (las agresiones más comunes son el ser golpeados o asaltados). Así mismo, tienen poco contacto con sus familias, poca protección2 o apoyo, no acuden a la escuela y tienen una larga historia de problemas con la justicia. Sus aspiraciones ocupacionales son muy limitadas y tienen un futuro bastante sombrío (Peralta, 1994). En nuestra opinión es necesario avanzar en el análisis del fenómeno de los niños de la calle, de tal manera que sea posible acceder aun concepto con la suficiente capacidad explicativa, como para diferenciar, por ejemplo, a los nli1os en la calley por lo tanto en situación de riesgo (la condición de riesgo tiene que ver con el tiempo de permanencia en la calle, el tipo de actividades que en ella se realizan, el abandono o no de la escuela, la presencia o no de prácticas como el consumo de drogas, etc. ), de las condiciones y / o indicadores que permitirían definir a estos menores como nli1os de la calle. Sin duda que ello favorecería la definición de estrategias específicas para unos yotros, tanto a nivel de prevención como de rehabilitación. Llegados a este punto, y apoyándonos en la definición de la tercera de las categorías planteada por Peralta (1994), la pregunta obligada es ¿quién o quiénes deben hacerse cargo de los niños de la calle, frente al abandono familiar de que son objeto?; ¿qué se ha hecho y qué se hace para atender este problema? II. Políticas públicas y sociedad civil Diferentes organizaciones e instituciones públicas y privadas se han abocado a la tarea de realizar distintas acciones tendientes a atenuar el problema. A nivel internacional, una de las más importantes es la UNICEF. Anualmente dedica una gran cantidad de recursos para operar y / o apoyar Fundaciones dedicadas ala atención de la infancia, en aquellos lugares donde el problema de la pobreza, el abandono y el trabajo infantiles adquiere magnitudes alarmantes, como es el caso de algunos países de Africa, Asia y América Latina (UNICEF, 1985; 1986). Por su parte, el gobierno mexicano ha impulsado, en los últimos años, distintos programas de asistencia social con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los niños de la caIle, también llamados menores en situaclon extraordinaJia.1. No obstante los esfuerzos que en la materia se han realizado en nuestro medio, a través de instituciones como DIF (Desarrollo Integral de la Familia), fundamentalmente a través del programa Jineseki, éstos resultan poco sistemáticos y significativos para la atención integral de la compleja problemática en que se encuentran envueltos estos menores. Decimos que son poco sistemáticos porque sus acciones están 9. supeditadas a la práctica de planeación sexenal -con lo que los programas específicos para los niños de la calle pueden o no formar parte de la agenda del gobierno en turno -ya los recortes al gasto público en materia de política social de los últimos años, con lo que se han visto mermados los recursos destinados a la asistencia pública4 las necesidades sociales allí donde las haya; resultan innovadoras y creativas en sus alternativas. En relación con el Estado, pueden acoplarse con más facilidad a los cambios de manera constante, presentar nuevas estrategias en el momento necesario, debido a su menor grado de burocracia y su mayor flexibilidad. Su grado de informalidad les permite atender algunos problemas con mayor eficacia puesto que tienen más facilidad para conectar con el problema a su base, en la calle, en el medio exacto en el que se encuentra la dificultad, cosa que también es más dificil para las organizaciones gubernamentales, cuyos planteamientos suelen ser más distantes, más fríos, debido a su obligada burocratización (Funes, 1995: 184). Mientras que, a partir de los años de la crisis, los gobiernos redujeron el gasto social aludiendo el imperativo de saneamiento de las finanzas públicas y de su optimización, para orientarlo a zonas y grupos prioritarioss ; la sociedad civil diversificó su estrategia de participación para dar respuesta institucionalizada a muchos de los problemas que entraron en rezago. Uno de ellos es el que nos ocupa en este trabajo, el de los niños de la calle. Distintas organizaciones no gubernamentales e instituciones altruistas en México, asumieron también la responsabilidad de atender, de diferentes maneras, la realidad dramática que viven estos niños. Con lo anterior, no pretendemos ni minimizar las acciones que realiza el gobierno para atender los problemas de los niños de la calle, ni sobreestimar las que provienen de las diferentes organizaciones de la sociedad civil. Al fin y al cabo, el problema es responsabilidad de la sociedad en conjunto. Sin embargo resulta importante señalar que sería deseable la definición de normas, en base alas cuales se fijaran ámbitos de competencia diferenciados para la atención del problema, por parte de los organismos públicos y las organizaciones privadas. A nivel nacional, instituciones como Ednica6 , Juconi7 Hogares Providencia IAps , Ministerios de Amor9 , La Ciudad de los Niños1o, por mencionar algunas; aparecieron en el escenario social para ofrecer a los niños de la calle diversas alternativas con el propósito de mejorar sus opciones de vida a través de un conjunto de programas como albergues, casas hogar, retorno ala escuela, servicios psicológicos para los niños y sus familias, atención a la salud, etc. En Hermosillo, pueden mencionarse asociaciones como Forjando el Mañana A. C. , Comité de Colaboración Comunitaria de México A.C., Casa Todos Somos Hermanos A.C., Casa Madre Teresa de Calcuta, la Comisión de Protección y Asistencia al Menor y la Ciudad de los Niños, todas ellas instituciones emanadas de la sociedad civil. Con sustento en motivaciones filantrópicas, morales o religiosas; lo cierto es que estas organizaciones se han involucrado en una dimensión de la asistencia social, que tiene el propósito de ofrecer alternativas diversas para atender a los menores que viven en la calle. En nuestra opinión, el Estado debiera diseñar políticas específicas de largo alcance, en el marco de las cuales se formularan programas permanentes que permitieran la atención integral de los niños de la calle y de aquellos que se encuentran en situación de alto riesgo. Ello porque las acciones asistenciales aisladas suponen paliativos que de ninguna manera son suficientes para influir significativamente en la prevención y / o solución de la problemática que viven estos niños. Evidentemente se trata de un problema complejo en el que interactúan distintos factores, tanto estructurales como psicológicos, sociales y culturales ( como la condición de pobreza, el analfabetismo o bajo nivel de instrucción, el hacinamiento, la violencia intrafamiliar, el abandono, etc.), lo que hace necesaria una estrategia rectora, de atención integral permanente, en la que se involucren las instituciones públicas y privadas en un esfuerzo coordinado, a fin de .optimizar los recursos disponibles y evitar la duplicidad de acciones. II Las organizaciones altruistas pueden ser definidas como las formas de acción colectiva solidaria, prototípicas de las sociedades democráticas occidentales de finales del siglo xx. De lo contrario" el escenario futuro es fácilmente previsible: aparecerán nuevos programas y se clausurarán aquellos que se consideren poco eficaces, como resultado de los vaivenes sexenales de las políticas públicas; surgirán otros tantos esfuerzos solidarios de la sociedad civil, preocupada por esta problemática, y se ofrecerán las El altruismo es "un tipo de acción social en la que el sujeto expresa una intencionalidad inmediata de búsqueda de beneficios para otro u otros terceros, ajenos al desarrollo de la acción" (Funes, 1995: 37) Las organizaciones voluntarias se revelan históricamente como especialmente útiles para detectar 10 J~" " ! '. r ~,,~ cf cuyo objetivo es "incidir en la construcción de organizaciones infantiles mediante el impulso de acciones sociales y comunitarias a favor de la niñez callejera o en riesgo de serio, para mejorar sus condiciones de vida" (http:/ /www/ednica.org.html) 7 La Fundación Junto con los Niños de Puebla, A.C. (JUCONI), realiza una amplia gama de actividades educativas, que comienzan en la calle con Operación Amistad, continúan en la Casa Juconi o en el Centro Juconi y termina con el regreso a su hogar y comunidad con el Seguimiento. Los objetivos de esta asociación civil son regenerar la pérdida de la autoestima de los niños de la calle, integrar a los niños a la educación formal para buscar mejores trabajos futuros y reintegrarlos a sus familias (http:/ /sunl.pue.upaep.mx) 8 Hogares Providencia es una institución de asistencia privada que data de 1975 y que actualmente cuenta con 25 hogares en el país. 9 Esta institución tiene albergues para los niños de la calle en distintas ciudades del país, como Guadalajara, Distrito Federal, Cuernavaca, Tuxtla Gutiérrez y Nuevo Laredo. Se sostiene de donativos y con aportaciones de diferentes empresas patrocinadoras (Telcel, Mexicana de Aviación, Kellogs, Instituto Fleming, entre otros). Ofrece un conjunto de servicios como atención psicológica, servicios médicos, bolsa de trabajo, asesoría educativa, etc. (http:/ / Ministerio s deam or. org. mx ) 10 Uno de los propósitos centrales de esta organización es ofrecer un ambiente familiar sustituto que favorezca el desarrollo integral de los niños de la calle (educativo, afectivo, de salud, etc.). Por la población que atienden, son especialmente importantes la de Monterrey, Nuevo León y la de Hermosillo, Sonora. 11 Desde nuestro punto de vista a las instituciones públicas corresponden, fundamentalmente, la definición de las lineas rectoras para la atención integral del problema y las acciones de tipo preventivo alternativas de solución que se consideren adecuadas a la vertiente del problema que se reconozca como ., . mas apremlante. Mientras no se ~ ~ visualice el problema desde una pers...";,, pectiva bolista; es decir, desde una ~ perspectiva global, en la que se consi- deren los distintos factores involucrados (socioculturales, psicológicos, familiares, etc.) y mientras no se aborde integral- mente con la concurrencia si~"- -" multánea de las distintas instituciones y organizaciones sociales, en base a una política general de amplio alcance, las acciones específicas que se realicen serán limitadas e insuficientes para detener el flujo de nuevos niños sin rostro y sin futuro que diariamente nuestra sociedad expulsa a la calle. ~: .." , "" ~;: Referencias: Alvarez,Margarita y Gonzalez, Yoliria. "El menor callejero ante sus necesidades sociales", MemonÍlS de la II Convención Nacional de Trabajo Soci~ ENTS-UNAM, México. 1994. Felsman, J.K. "Streets urchins of Cali: on risk resilency and adaptation in chilhood", Doctoral Dissertation, Harvard University, Cambridge, 1981. Funes Rivas, Maria Jesús. La ilusión solidaria: las organizaciones altruistas como actores sociales en los regímenes democráticos, U.N.E.D., Madrid, 1995. Hoge, W UNICEF does what it can to help America's 40 million abandoned children, New York, 1983. Larmer, B.. "Mexica11 street children opt for misery with freedom", The Chnstian Science Monitor, I, 1988. Lusk, M.W "Street children programs in Latin América", Joumal of Sociology and social Welfare, 16 (1), 1986. Peralta, Felipe. "Children of the streets of M.pexico, implications to the agencies and programs in the U.S.A.", Memoria de la II Convención Nacional de Trabajo Social (capítulo Intemacional), ENTS-UNAM, México, 1994 Pineda, Y. G. (etal). Elgamin: Análisis de datos secundarios, Litografía Arco, Bogotá, Colombia, 1978. UNICEF.:Preventiveprogram forchildren andyoutages 7to 18, with community participation, Bogotá, Colombia, United Nations Children's Fund, 1986. UNICEF. Worksheet for the regional operal1:ng plan for abandoned and street children, Bogotá, Colombia, United Nations Children's Fund, 1985. Yalverde, L. A. y Lusk, M. W (1989): "Street children of San José, Costa Rica", Logan Utah State University, Department of sociology and Social Work, Research monograph, 2, 1989. Notas: 1 La cuarta parte de los niiios entrevistados. en esta investigación. pertenecen al tercero de los grupos señalados y son considerados. además. en mayor situación de riesgo; tanto por el tipo de familias a las que pertenecen (familias en condiciones de pobreza extrema. desintegradas. etc.). como por el tipo de trabajo que realizan (trabajo nocturno. mendicidad, o comercio sexual). 2 Para enfrentar los peligros de la calle. muchos de estos niños realizan estrategias de protección. como el pertenecer apandillas. 3 El Programa MESE (Menores en situación extraordinaria) ha sido llevado a cabo por el Sistema DIF en todo el país. con el propósito de ofrecer alternativas de estudio y atención directa a los niños que por motivos de trabajo o por abandono pasan gran parte del tiempo en la calle. 4 Aunque no ha sido la regla en todos los estados del país. al respecto resulta importante citar el ejemplo de la interrupción temporal del programa MESE de Tamaulipas. Una de las Trabajadoras Sociales del DIF en ese estado. expresó que "el sistemaDIF estatal inició en 1985. en Reynosa. Tamaulipas. el programa Menor en Situación Extraordinaria. Sin embargo, por el cambio de administración en la entidad, se vio interrumpido de enero a octubre de 1987'. (A1varez y González. 1994: 236) 5 Planes Nacionales de Desarrollo: 1988-1994. 1994-2000. 6 Ednica. es una institución de asistencia privada. fundada en 1989, 11 Trabajo social con familias sin hogar: Un caso de Arizona, Estados U nidos Emilia E. Martínez-Brawley* y Paz M-B. Zorita** la aprobación de la Ley de Reunificación Familiar ayudó a mejorar la situación. Esta Ley, que se enfocaba a la reintegración de aquellos miembros de la familia que habían estado separados por una razón u otra, proveyó ayuda para el pago de alquileres a aquellas familias cuya reunificación dependía del acceso a una vivienda adecuada. El contexto político-social de las familias sin hogar en los Estados Unidos El de los niños de la calle -como se les conoce en América Latina, Asia o África- no es un fenómeno muy impactante en los Estados Unidos. En Latinoamérica y otras partes del mundo, se encuentran niños desamparados que nunca conocieron el seno familiar, o que nunca tuvieron la protección de un adulto responsable. Las leyes tradicionales de protección de menores y huérfanos, establecieron -a través de las décadas- que el Estado era el responsable de la tutela de un menor que aparentemente no estuviera protegido por su familia, o por un adulto responsable. Las leyes que regulan el tutelaje, proveen un alto grado de protección a todos aquellos ciudadanos que comunican la situación de abandono -real o aparente- a las autoridades correspondientes. Estas leyes y prácticas están muy arraigadas en la cont:iencia del público norteamericano En los Estados Unidos, la situación es bastante diferente. La economía, la historia industrial, las leyes de protección de menores de comienzos del siglo XX y la famosa Ley de Seguridad Social del 1935, aseguraron, a través de las décadas, un mínimo de prevención y un sistema regulatorio de la vida familiar bastante eficaz. En diciembre de 1990, la Liga para la Promoción del Bienestar Infantil (Child Welfare League of America), en una reunión titulada Ellinpacto de la falta de vivienda en el bienestar del niño (DeWoody 1992), declaró que la situación de las familias sin vivienda afectaba de manera muy negativa al cuidado de los niños, pero que en cambio, *Profesora Titular de Trabajo Social de la Universidad Estatal de Arizona . **Profesora Asociada de la misma Facultad. 1? y en la de los profesionales del. ramo, y se aplican con bastante éxito al caso de los preadolescentes. su situación de debe a que provienen de familias disfuncionales" (Flohr 1998:3, traducción nuestra). En relación a la protección de los menores y jóvenes, la situación más dificil es la del adolescente que muchas veces -poi razones ajenas a la economía o la carencia de vivienda- sale de su casa voluntariamente, en busca de libertad y autonomía, o huyendo de situaciones abusivas. En el caso de los adolescentes, la aplicación de las leyes de protección, o aún de los programas de ayuda, es más dificil pues estos jóvenes a menudo evitan el contacto con cualquier adulto. En una economía próspera que ha encarecido la vivienda, madres y / o padres de familia se encuentran más a menudo en situaciones donde no pueden proveer un hogar permanente a sus hijos. La falta de políticas especificas de salud, además, complica la situación, ya que hay familias que se convierten en indigentes porque tienen gastos médicos extraordinarios. Diferentes investigadores sociales han intentado encontrar métodos exactos para el c!alculo del número de personas sin vivienda. Pero cualquiera de ellos se ha topado primero con el problema de que todos los censos se basan en los domicilios de los habitantes; y segundo, con el dilema de definir en qué consiste la falta de domicilio. En el contexto cultural de los Estados Unidos los investigadores se preguntan, por ejemplo, si debería contabilizarse como SlÍ1 domicilio a una persona que está acogida en la casa de un amigo o pariente, o que vive en un arreglo de hospedaje temporal. También se preguntan si deberían censarse como sin domicilio a aquellos que viven en casas de cartón o de paja, o por debajo de los estándares mínimos de la comunidad. Investigadores del problema de los adolescentes sin techo, describen la situación de la siguiente manera: "Si Usted vive en una ciudad de tamaño medio o ha visitado una recientemente, habrá visto a jóvenes vagabundos sin casa. Se congregan en ciertas áreas de los centros de las ciudades, por ejemplo, en the loop en Des Moines, the wal1 en Saint Louis, o the aveen Seattle. Durante el mal tiempo, se reúnen en los centros comerciales (malls). En las ciudades más grandes, puede haber varias áreas definidas por límites geográficos e ideológicos. En Seattle, por ejemplo, están First Avenue, Broadway y University District. En contraste con los adultos sin domicilio, los adolescentes vagabundos son dificiles de identificar" (Whitbeck and Hoyt 1999:3, traducción nuestra). Estos son problemas de definición que quizá se deben a las particularidades culturales de cada sociedad. Pero aún tomando en cuenta los posibles errores de cálculo, según estadísticas recientes en los Estados Unidos actualmente existen alrededor de 500,000 personas sin domicilio. A través de esta cifra, se puede ver que el problema de las familias sin vivienda es bastante grave. En Los Angeles, por ejemplo, el 19 por ciento de los no domiciJiadosson familias con niños; en Nueva York, la cifra asciende al 74 por ciento; en Filadelfia, a159.1 ; en San Antonio, al 67 por ciento (Flohr, 1998:5). Dejando a un lado el tema de los jóvenes vagabundos -pues no forma parte de los objetivos centrales de este trabajo- surge en los años ochenta un problema más general: el de las familias sin domicilio. La población sin techo, que solía estar constituida por hombres o mujeres solteras, con serios problemas psíquicos, se ha transformado de tal forma que ahora, y cada vez más, es un problema incluso de familias intactas. Con frecuencia, el problema actual, en los Estados Unidos, no es un caso de niños sin supervisión sino un caso de familias completas que no tienen acceso a una vivienda: Las políticas sociales enfocadas a este problema, son numerosas y variadas. Mencionaremos aquí solamente el Stuart E. McK1Í1ney HomeJess Act, de 1987, que fue la base para la creación de varios programas cuyo objeto es proveer de, por lo menos, un techo temporal a estas familias. Hay básicamente dos programas de hospedaje temporal: uno, llamado de emergencia, provee techo, alimentos e implementos básicos de higiene, y está limitado a los 90 días. El otro, llamado de transiclon, también provee hospedaje y alimentación, pero el beneficiario tiene que contribuir con una suma básica. Este programa cubre a 1.0 máximo dos años. Su objetivo no sólo es la protección de los miembros de la familia, sino también la rehabilitación social de la misma, facilitando su reintegración a la comunidad y al trabajo remunerado. "El problema de las familias sin domicilio es uno de los más profundos e inquietantes de los traumas sociales de los años noventa, y será una de las cuestiones más importantes del siglo XXI. ..La falta de domicilio contradice la esencia de lo que comúnmente se entiende por vida familiar, es decir, la provisión de un lugar seguro y cálido para la crianza de los niños. La mayoría de las familias sin hogar están encabezadas por madres solas, víctimas de la pobreza, la falta de educación y de recursos, ya menudo, de la discriminación étnica. ..A estas mujeres, se les dificulta encontrar empleo, ya menudo 1 ~. Un caso específico: el programa de los United Methodist Outreach Ministries (UMOM) en Phoenix Intentaremos ahora describir un programa específico con el que hemos realizado un proyecto educativo, con la participación de estudiantes de trabajo social. En la ciudad de Phoenix, Arizona, la combinación de una serie de factores -pobreza en medio de la prosperidad; un sistema de asistencia social minimalista; un mercado de vivienda caro y comercializado- ha dado lugar al crecimiento del problema de las familias sin techo. En consecuencia, surgieron una serie de programas especializados. Organismos públicos y privados intervienen para proporcionar un techo a estas familias, pero solamente mientras que estén intentando reintegrarse a la vida domiciliada. Utilizando los fondos provistos por la Ley McKinney, los fondos asignados al municipio para este objetivo, así como do naciones de particulares, una agencia social. llamada UMOM (United Methodist Outreach Ministries) estableció, en 1991, un p.rograma de albergue para familias sin domicilio. Este programa que fue pionero en su género, hoy día es el más grande de su tipo en el Estado de Arizona. Tratándose de una novedad en el contexto de los servicios sociales de la localidad, el programa atrajo el interés de la administración de la Escuela de Trabajo Social, que veía en él una oportunidad pedagógica y de cooperación con la comunidad. A continuación, esbozaremos el trabajo realizado con este programa, por una profesora y un grupo de alumnos. . En 1995, a raíz de la donación de fondos por parte de un ciudadano, la administración de la Escuela de Trabajo Social pudo iniciar un proyecto con este programa. Se creó una unidad educativa compuesta por siete estudiantes y una profesora. Esta última, no solo debía apoyar alos estudiantes sino también al programa, a través de la supervisión del trabajo social. -programar la salida de las familias. Esto implicaba cerciorarse de que los involucrados hubieran comenzado una vida independiente; y si esto no fuera así, de que hubieran logrado asegurarse un lugar en un programa transicional, en donde pudieran permanecer, como ya se dijo, por el lapso de dos años. Los estudiantes tenían las siguientes responsabilidades: tramitar la admisión de las familias, y en especial, explicar las condiciones de admisión al programa -a fin de asegurar el éxito de la intervención; Obviamente, estos objetivos, aunque simples de describir, eran muy difíciles de lograr. El aprendizaje de los estudiantes a través de su intervención en este programa, fue rico y directo, pues no solo se encontraban con las dificultades individuales de cada familia, sino también con los problemas sociales subyacentes. Era muy fácil que las familias allí albergadas, experimentaran desánimo y desesperanza. La sociedad que las rodeaba, mostraba actitudes de rechazo, e incluso los propios empleados del programa lo mostraban. Una de las ventajas de tos estudiantes era su espíritu menos endurecido -cosa que a veces se convertía en desventaja ya que con facilidad, perdían la paciencia con sus propios colegas. -elaborar, junto con las familias, un plan de trabajo que cubría su estancia. Este plan debía ser individualizado, y debía incluir la asistencia escolar de los niños, atención medica inmediata, y planes para conseguir trabajo y vivienda; -hacer el seguimiento del programa. Las familias debían procurar seguir el plan por sus propios medios, pero los trabajadores sociales debían estar al tanto de cualquier impedimento con que se encontraran; 14 Estos grupos con frecuencia se apoyaban en fábulas o pequeñas historias, para ilustrar dimensiones especiales del cuidado mutuo. A la vez, se discutía el proceso de maduración del programa; Al comienzo, el programa no tenía trabajadores sociales titulados. De tal forma, su modus operandiera un tanto práctico, vertical y pedagógico -estilo que, en cierta medida, contradice los 'Postulados básicos del trabajo social norteamericano que tiende al antiautoritarismo, a la horizontalidad y al respeto -a veces extremo- a la autonomía de las personas. En las escuelas de trabajo social, el énfasis está puesto sobre la autodeterminación de los sujetos -lo que a veces genera problemas en las instituciones en donde los límites operativos y financieros requieren de instrucciones concretas y hasta autoritarias. Una de las consecuencias de esta filosofia educativa del trabajo social es que los alumnos suelen sospechar de cualquier institución así como de sus reglas administrativas. De tal forma, uno de los dilemas importantes que tenía que resolver la profesora, era la manera de reconciliar ambos estilos -tan válido el uno como el otro. De tal manera, la profesora ponía el énfasis sobre un estilo muy humano pero eficiente, y de respeto total a las reglas que habían sido escritas para proteger a las familias, e igualmente, a los trabajadores. Los estudiantes generalmente veían a las reglas como una forma de opresión de las familias, y no se daban cuenta de que muchas de ellas eran necesarias para lograr la convivencia entre más de 400 personas bastante traumatizadas, en un lugar que distaba mucho de ser una comunidad tradicional, con su historia y sus reglas sociales transmitidas a través de las generaciones. Una de las lecciones "'1ás importantes para los estudiantes, entonces, fue la experiencia de que era posible establecer límites sin caer en autoritarismos y trampas burocráticas. De tal forma, a través de un esfuerzo conjunto se logró que el programa descubriera sus propios parámetros, y que sus reglas fueran definiéndose de manera cada vez mas clara, tanto para el personal como para los estudiantes. -la profesora asistía a las reuniones del personal, ya que fue allí que ella tuvo la oportunidad de aliviar tensiones que inevitablemente surgían al chocar dos filosofias o concepciones diferentes. Finalmente, una de las lecciones más acabadas tanto para la profesora como para los alumnos y el programa, fue el reconocimiento de que un proceso de innovación necesariamente es lento y costoso. El experimento era un éxito tanto práctico como financiero, ya que al obtener el apoyo del municipio, se incrementaron las fuentes de ingreso. La conclusión fue en el sentido de que si se quiere lograr el cambio, hay que perseverar, cosa que a veces choca con la lógica de una sociedad que sobrevalúa la eficacia y la rapidez. A aquellas personas o instituciones de otras latitudes que quieren experimentar de la manera como nosotros lo hicimos, les mencionaremos tres requisitos básicos: -el apoyo incondicional de la administración de la escuela y del programa, así como algún subsidio monetario que permite pagar a los estudiantes una pequeña beca para recompensar sus esfuerzos; -una valoración justa de la contribución de los estudiantes al bienestar de las familias albergadas, lo que facilita el apoyo de la administración en caso de conflicto; -constancia y dedicación por parte de un profesor que no solo tenga interés en la enseñanza, sino también en la exploración de nuevas prácticas del trabajo social - prácticas cuya eficacia aún no ha sido demostrada. Lecciones pedagógicas y de innovación Resumiendo, queremos decir que para lograr la innovación, es necesario construir una situación propicia para la colaboración entre una.escuela de Trabajo Social y un programa, así como crear las condiciones para que en caso dado, los involucrados los estudiantes, los profesores, la administración de la escuelaestén protegidos. Muchos pasos eran necesarios para llegar aun punto de maduración, tanto de los estudiantes como de la agencia. Los siguientes son los más importantes: -se establecieron reuniones grupales semanales, en las cuales los estudiantes discutían los casos de las familias frente a las teorías de trabajo social que estaban aprendiendo en el aula; -se crearon grupos de apoyo a los que se les invitó también a los empleados. En ellos, se daba énfasis alas dimensiones psicológicas de una comunidad de apoyo mutuo. El punto de partida era que tanto los estudiantes como los empleados repetian sus experiencias de cuando recibían cuídados. mientras les tocaba cuidar a otros. Referencias DeWoody, M. Confivnf1ng Homclcssncss Among AmcJican Familics: Fcdcral Programs and Stratcgics, Child Welfare League of America, Washington D.C., 1992. Flohr, J. K.. Childrcn of Polerty. Transitional Programs for Homclcss Womcn with Childrcn, Garland Publishing Inc., New York, 1998. Whitbeck, L.B. & Hoyt, D.R. Nowhcrc to Grow: Homclcss and Runawaya Adolcsccnts and thcir Fami1ics, A1dine de Gruyter, New York.1999. 15 Neoliberalismo: fábrica de pobres José Darlo Arredondo López En América Latina y el Caribe se han aplicado, en los últimos años, una serie de medidas económicas que, lejos de aliviar la penuria existente la han profundizado. Las esperanzas de progreso y bienestar no han sido satisfechas y, según informa la Comisión EconÓmica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 220 millones de personas viven en condiciones de pobreza, lo que representa el 45 por ciento de la población de área, de los cuales 117 millones son niños y adolescentes menores de 20 años (La Jornada, 18-VIII-00). Lo anterior se asocia estrechamente a la emergencia de gobiernos que han antepuesto la razón económica a las consideraciones de índole política y social, entendida aquella como el sometimiento a la inevitable ola de modernidad comandada por los países post-industriales del llamado primer mundo. Las políticas de ajuste y estabilización han producido efectos perniciosos para la vida de las sociedades de la región y han desarticulado su trama social y cultural. telamiento del sector estatal ya permitir la compra en gran escala de empresas públicas por extranjeros, así como dar prioridad al pago de la deuda externa a expensas del desarrollo social y económico de sus propios países" (Petras y Morley, 1999:216217). La segunda oleada neoliberal estuvo representada por Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Carlos Menem en Argentina, Fernando Collor en Brasil, Alberto Fujimori en Perú, Jaime Paz Zamora en Bolivia, Luis LaCalle en Uruguay y Carlos Salinas de Gortari en México, en donde se recrudecieron las criticas a las consecuencias del neoliberalismo, como son la pobreza, el estancamiento, la fuga de capitales, a fin de diluir el descontento popular respecto a la primera oleada de regímenes neoliberales y ganar por la vía del discurso populista, la voluntad electoral. Aun mayor sacrificio para la población se añadió una mayor centralización del Ejecutivo y el Legislativo en un contexto de creciente inconformidad ciudadana. El fenómeno de referencia se ha presentado en tres etapas sucesivas, a partir de los años ochenta, siendo representativos de la primera etapa u "oleada" de los gobiernos neoliberales, la representada por Fernando Balaúnde y Alan García en Perú, Raúl Alfonsín en Argentina, Julio Sanguinetti en Uruguay, José Sarney en Brasil y Miguel de la Madrid en México. Tras haber llegado al poder en medio de una euforia democratizante y populista, muy pronto exhibieron una "reencontrada disposición para llevar a cabo los programas de 'estabilización' y de ajuste estructural prescritos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), comenzando a desmembrar los programas de bienestar social, a debilitar la legislación laboral, a dar los primeros pasos hacia el desman- Maestro del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora. 16 representadas en el sector maquilador, al que un régimen especial le ha permitido emplear insumos importados libres de impuesto con fines de exportación de los productos ensamblados o acabados. Otra parte está constituida por empresas no maquiladoras, pero que también han disfrutado de programas especiales de importación exenta de impuestos arancelarios para la parte exportable de su producción final. La tercera oleada corresponde a los gobiernos que llegaron al poder entre 1993 y 1995, que son los de Alberto Fujimori en Perú y Carlos Menem en Argentina, ambos reelectos; Rafael Caldera en Venezuela, Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia, Fernando Henrique Caldoso en Brasil y Ernesto Zedillo en México. "Tal como la segunda oleada de neoliberales, lo que ellos habrán de demostrar es que las [políticas de ajuste yestabilización] no son un fenómeno pasajero; que el sacrificio social no es una condición temporal en el camino a la prosperidad a gran escala en el largo plazo; que lo que las clases medias inferiores y las clases trabajadoras están experimentando hoy día es una espiral continua de dedinaclon de los niveles de nda, dado que las' estabilizaciones ' temporales son seguidas por nuevas series de medidas de 'ajuste' que erosionan adicionalmente los niveles de vida " (idem: 227). En consecuencia, a partir de los años ochenta, el eje de la economía se desplazó del mercado interno al externo, y se pasó de una economía caracterizada por una fuerte presencia del Estado como impulsor del desarrollo y actor en los procesos productivos, a una en la que la iniciativa privada, nacional y extranjera, tomó el papel principal en el crecimíento y el desarrollo, de manera tal que los centros del control de las decisiones se puede decir que son externos y, en parte, del sector privado nacional, considerándose la libre competencia como el principal regulador de la actividad económíca. El sector maquilador, que casi no adquiere insumos de origen nacional, ha observado un crecimiento explosivo, cuadruplicando, desde 1986, el número de plantas y empleando a la quinta parte de la fuerza industrial de México. Por otro lado, la gran mayoría de los establecimientos industriales medianos, pequeños y micro, además de su rezago tecnológico y de capacidad de gestión, padecen los efectos de la caída del mercado interno, la falta de crédito en condiciones favorables, además de otras limitaciones financieras y de comercialización. La aportación del sector manufacturero al PIE ha sido modesta (22.5 por ciento en 1994, 22.6 en 1995 y una ligera tendencia al incremento al final de la década que no rebasa el23 por ciento), de manera que no resulta un sector tan importante en la formación del PIE como se había supuesto. En cambio, el sector servicios es el que ha predominado, sin embargo presenta una dualidad en su composición: por un lado se tienen grandes empresas modernas (por ejemplo en el turismo y el comercio al menudeo) y por otro, millares de pequeñas y micro- empresas, sin base financiera ni capacidad de crecimiento. El Estado redujo drásticamente su presencia y se dejaron al libre juego de las fuerzas del mercado los sectores agropecuario, financiero y de comunicaciones y transportes, y se descansó en las inversiones privadas para tratar de asegurar la expansión e infraestruCtura de estos sectores. Por su parte, el sector financiero y de seguros presenta graves problemas a los que busca solución, vía participación del capital extranjero, mediante costosas reestructuraciones y reacomodos. Los servicios y el comercio aportan el 60 por ciento del PIE. Sin embargo, el sector agropecuario sigue sumido en una crisis profunda generada por la descapitalización sufrida durante más de tres décadas, lo cual es de por sí grave si se considera que alrededor del 25 por ciento de la población nacional es propiamente rural. De los 72 millones de hectáreas cultivables 75 por ciento son tierras de temporal, trabajadas con escasa tecnología y productividad y rentabilidad bajas. El minifundismo representa el 60 por ciento de los 6.3 millones de unidades de explotación rural, que cuentan con un promedio de menos de cinco hectáreas, lo que se refleja en baja rentabilidad. El desarrollo económico de México ha presentado una constante: las disparidades regionales. Así, la zona metropolitana de la ciudad de México concentra en la actualidad 43 por ciento del PIB (35 por ciento de la industria manufacturera), y la suma de Monterrey y Guadalajara, aporta el17 por ciento. Los desequilibrios regionales se agudizaron con la reforma estructural impulsada en los años ochenta. El norte y parte del centro de México participan activamente en la dinámica de la globalización de los mercados (sobre todo el de Estados Unidos) y la modernización tecnológica, no así el sur y el sureste que presentan cuadros evidentes de estancamiento económico, excepto algunos centros petroquímicos y de la industria petrolera. El sector industrial manufacturero presenta algunas ramas modernas (automotriz, vidrio, cemento, farmacéutica, electrónica, metálica básica, maquinaria y equipo para oficinas y la informática), en buena parte 17. En México no se ha alcanzado una calidad de vida aceptable para el conjunto de la población, en cambio se observan severos contrastes entre las condiciones de vida de un sector minoritario de la población, menos de un tercio de la misma, respecto a una mayoría empobrecida y en proceso de profundizar su problemática de carencias y de marginación. La desigualdad es un hecho que no sólo tiene alcances estadísticos, sino que se manifiesta en renglones como la falta de acceso efectivo y permanente a la educación ya los servicios de salud, la pobreza rural y la marginación de las comunidades indígenas, los asentamientos urbanos precarios y carentes de servicios y entre otros, de manera particular en América Latina, la intensa emigración de fuerza de trabajo al exterior. representan el 62 por ciento de la población (La Jornada, 15-IV- El no haber desarrollado un aparato industrial capaz de exportar manufacturas antes de 1984-1985, debilitó, ante el descenso de las exportaciones petroleras y las elevadas obligaciones del servicio de la deuda externa, la perspectiva de un crecimiento futuro del país. Los grandes cambios en la orientación estratégica del desarrollo instaurados a partir de 1985 con la apertura comercial y los incentivos a la exportación de manufacturas, en ese sentido llegaron tarde. Consecuentemente, el país no ha podido reducir el desempleo ni las tasas crecientes de marginación, lo que resultó agravado por las altas tasas de fecundidad. La pobreza se manifiesta en el medio urbano tanto como en el rural. La pobreza extrema se concentra en las áreas rurales de los estados menos desarrollados y en las comunidades indígenas. Utilizando cifras no ajustadas, el Banco Mundial reconoce que la pobreza rural mexicana asciende a 85 por cie~to, aunque con ajustes alcanza el 54 por ciento de la población. Tal situación es más aguda en los estados del sur, en los que el Banco calcula que están en pobreza más de dos tercios de la población (La Jornada, 15-IV-00). 00). En el actual contexto, pobreza no sólo significa un ingreso insuficiente para acumular un pequeño acervo de bienes productivos y llevar un nivel mínimo de vida, sino que está asociada a la falta de acceso a los servicios de salud, dificultad para que los hijos concluyan la educación primaria, carencia de condiciones núnimas de vivienda, falta de calificación y oportunidades para lograr un empleo permanente y mejor remunerado. Las oportunidades se reducen y, en el mejor de los casos, significan empleo parcial, precario o carente de protección social en el gran sector de la economía subterránea o informal. Los registros estadísticos de empleo, muchas veces se refieren a trabajos eventuales y de una calidad ínfima, en consecuencia con bajos ingresos y ausencia de protección social. En el documento El empleo y el desempleo en México 1994-2000, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado señala que la tasa de desempleo abierto ha descendido al 2.0 por ciento, "aunque la oferta de puestos de trabajo asociada a ingresos 'decorosos' continúa siendo muy reducida " .La institución señala que, en 1994, la proporción de personas que no tenía empleo pero que lo había tenido era de 85.1 por ciento respecto a la población desocupada abierta, cifra que se incrementó en julio de este año en 1. t , alcanzando e186.2 por ciento, asimismo, el porcentaje de ocupados que perciben menos de un salario mínimo ha aumentado en los últimos cinco años de 8 a 10.6 por ciento. A esto respondió el gobierno de la república con programas de control de la natalidad (planificación familiar), pero resultó que la fuerza de trabajo ya había nacido y en breve lapso presionaba el mercado ocupacional al demandar plazas de trabajo. Actualmente se lanzan al mercado ocupacional alrededor de un millón de jóvenes en edad laboral, contra una capacidad de absorción del aparato productivo de aproximadamente 400,000 empleos. La función distributiva del Estado mexicano se ha quedado rezagada en forma considerable ante los repetidos ajustes de la economía en los últimos años que, para contener y reducir la inflación, se han caracterizado, en general, por la contracción de la demanda interna, con las consecuencias que ya se señalaban: elevados índices de desigualdad y la enorme extensión de la pobreza y la pobreza extrema. También refiere que en 1995, la escolaridad promedio de la población de 15 años en adelante apenas rebasaba los siete años cursados, mientras que en 1999 dicho indicador apenas alcanza los ocho años, lo cual significa que no ha habido un avance en el promedio de la escolaridad de la población (El Financiero, 13X-00). Por otra parte, el Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), reporta que el nivel salarial del país es similar al de 1940, debido a las políticas de ajustes. Señala que el 34.9 por ciento de la población Al inicio de la década de los noventa, la población en pobreza alcanzaba e160 por ciento del total, ahora, según Julio Boltvinik (La Jornada, 18-VII-00), se contabilizan en 75 millones de los cuales 45 millones son indigentes o mexicanos en extrema pobreza. Según el Banco Mundial, con cifras ajustadas al consumo y tomando en cuenta factores geográficos y otros, los pobres en México 18 jera directa profundiza su papel como eje organizativo de la estrategia capitalista. gana un salario mínimo, mientras que de los 37 millones de personas empleadas de la nación, solo 17 millones 789 mil tienen cobertura social. De la población con 65 años o más, 2 millones 8 mil personas viven sin pensión, mientras que otros dos millones 275 mil sí la tienen (El Independiente,22-IX-OO). En estas condiciones, resulta aventurado hablar de desarrollo sustentable y equitativo, más si consideramos la exclusión que de lo social hace el actual modelo de desarrollo. El cambio tendría que darse por la vía de una adecuada combinación de las políticas económicas con las sociales, en un contexto en el que se aliente la inversión yel crecimiento del PIE. La globalización es un proceso, o más bien un conjunto de procesos que vienen desarrollándose con fluctuaciones a lo largo de los últimos cinco siglos, que observan dinámicas desiguales y su efecto conjunto es profundamente diferenciador tanto dentro de los espacios económicos nacionales y regionales, como entre las regiones del mundo. La globalización requiere de ser enfocada a partir de la evidencia de la extraordinaria movilidad del capital, de su tremenda fuerza expansiva cuando se lo abandona a su propio dinamismo. Esa expansión combina la dimensión local con la proyección global. Los períodos de aparente aquietamiento transnacional del capital son también períodos de profundización del capital en espacios nacionales, tras lo cual vuelve a alzar el vuelo hacia los espacios internacionales. La alternancia entre estos dos períodos de movilidad transnacional y de profundización nacional involucra la metamorfosis del capital. Para profundizar sus raíces y su expansión dentro de fronteras nacionales, el capital debe asumir la forma de capital productivo y comercial; los activos financieros asumen un papel complementario. Al contrario, para poder moverse de un mercado a otro en escala global, el La globalización implica la existencia de fuerzas exógenas que, de una u otra manera, marcan de manera precisa y específica los lineamientos a seguir en materia de política económica e internacional. Se trata de una noción excluyente de las fuerzas sociales y de la dinámica interna de la sociedad civil, la cual resulta ser la más afectada por el proceso globalizador. Como categoría histórica, la globalización es un equivalente ala internacionalización económica y, por lo tanto, es un fenómeno íntimamente ligado al desarrollo capitalista, intrínsecamente expansivo y que ocurre en el contexto del poder y las contradicciones del capital. Si por globalización econÓmica se entiende la internacionalización económica, es decir, la existencia de una economía internacional relativamente abierta y con grandes y cre~ientes flujos comerciales y de inversión de capital entre las naciones, entonces no es un fenómeno nuevo e irreversible. Es igualmente cierto que estos flujos de bienes, inversiones, producción y tecnología tienden a ajustarse a pautas de especialización y de división internacional del trabajo, así como que el peso del comercio y de la inversión se va modificando a favor de esta última, un hecho especialmente notorio a partir de la década de los ochenta, cuando la inversión extran- 19 capital debe liquidarse y asumir la forma de activos financieros, tal y como ocurre en ~uestros días. Desde una perspectiva de largo plazo, se puede afirmar que estos períodos de vertiginosa expansión transnacional y de manifestaciones como capital financiero constituyen la norma del capital. En nuestro país, la globalización se ha traducido en una seríe de acciones que han permitido que el Estado abandone su papel rector en la industria petrolera y abrír unilateralmente la economía, desmantelando el aparato productivo nacional y gran parte del empleo. Ello ha permitido la prívatización del ejido, de la infraestructura portuaria, carreteras, ferrocarriles, electricidad, petróleo; petroquímica y acero, el sector pesquero, entregar gran parte de las gasolineras a empresas distribuidoras de los Estados Unidos y aplicar reformas administrativas tendientes a la homologación de los municipios mexicanos colindantes con los condados estadounidenses a lo largo de la frontera norte. El Tratado de Libre Comercio (TLC) y los compromisos de geopolítica y soberanía que implica se deben ala globalización, según la posición oficial en esta matería. Los intereses de las transnacionales terminan siendo equiparados con las fuerzas histórícas del desarrollo de la sociedad, de ahí que surjan posiciones deterministas respecto ala globalización y, consecuentemente, ala inevitabilidad de la hegemonía del capital transnacional. Se equiparan los intereses de los sectores empresariales de los países capitalistas avanzados y sus corporaciones con las tendencias histórícas, con lo que implican que es poco lo que la sociedad civil de las naciones en donde operan pueda hacer. El interés privado transnacional subordina y termina por excluir al interés público tanto nacional como internacional. Esto ha encaminado un proceso de integración vertical de Améríca Latina respecto a Estados Unidos, reforzando sus necesidades económicas y de segurídad, empezando con una absorción silenciosa de México. En este sentido, el TLC actúa como un mecanismo que acaba con los impedimentos jurisdiccionales del Estado mexicano aun acceso irrestricto de la inversión extranjera estadounidense y en menor medida la canadiense, la cual actúa como una estrategia que permite el control, a partir de lo económico, de la vida política, militar hasta la del medio ambiente del país receptor. Esta estrategia se fundamenta prímordialmente en el sector prívado y de manera particular en las corporaciones multinacionales. desdibujando no pocos de sus aspectos sociales, lo cual se vio agravado por los efectos de los ajustes económicos, dando por resultado un proceso de intensidad creciente de sustitución de las políticas sociales y de seguridad social, por una intensificación de la jornada de trabajo, mayor flexibilidad laboral perdiendo algunas de las reivindicaciones logradas en el pasado, en un contexto generalizado de deterioro de las condiciones de reproducción. Esto devino en la instauración de los intereses del gran capital por sobre los del trabajo y sus conquistas. La ola de desregulaciones emprendidas por los gobiernos latinoamericanos tuvo como consecuencia la privatización de sus activos productivos e incluso aquellos propiedad de la nación. Con esto, el Estado y el gobierno se encontraron sin capacidad de regular y orientar activamente la economía, y sin margen de negociación tanto en el ámbito económico como político, quedaron subordinados al capital, no sólo nacional, sino preponderante mente al de los grandes centros e instituciones financieras. En los círculos gubernamentales, privados y académicos, la orientación económica y política dominante, logró homogeneizar conceptos cuyos contenidos iban dirigidos ala aceptación acritica de la vía neoliberal. Ello permitió que se delinearan estrategias mundi¡iJes con particularidades nacionales, y el resultado fue la década perdida. A la llamada década perdida de los ochenta, síntesis de endeudamiento y estancamiento, se le puede agregar buena parte de la década de los noventa, con desindustrialización, deterioro y pobreza. El significado de la crisis actual es doblemente nociva, por lo que la misma crisis representa y porque ésta está precedida por un largo periodo recesivo con destrucción de la riqueza social en un contexto de rezagos históricos. Por lo anterior, se puede concluir que la política neoliberal se orienta a propiciar la mayor participación del sector privado de la economía para que éste sea el motor del crecimiento económico nacional, ya través de ello generar el beneficio de la sociedad. Es por esto que se privilegian los mecanismos del mercado, orientados p;or la gran empresa privada, para que se asignen los recursos y se reestructure la economía y así obtener los objetivos de crecimiento y bienestar que se estaba buscando. . La política neoliberal funciona para desregular la actividad económica, lo que se traduce en una cada vez menor participación del Estado en la administración y rectoría de la economía, como la apertura externa para Como ya se ha dicho, durante la década de los ochenta, la atrofia de la economía-mundo y la oríentación de las políticas gubernamentales permitieron que se fueran 20 trabajar en un contexto de economía abierta. Lo anterior pennite que el sector privado adquiera mayor poder frente al Estado y la fuerza de trabajo. Permite el debilitamiento de los sindicatos frente al sector público y privado, debido a las altas tasas de desempleo que tal política origina. Favorece al sector financiero y especulativo para atraer capitales. Concentra más el ingreso en unas cuantas familias en la perspectiva que esto se traduzca en mayor ahorro, inversión y crecimiento económico. El modelo neoliberal, tal como lo atestigua el caso mexicano, permitió que las fuerzas del mercado de economía abierta restructurasen la economía en función de sus necesidades de acumulación y crecimiento, con lo que la función del Estado pasó a ser más la de coadyuvante de los mecanismos del mercado, que entidad reguladora que determina los rumbos y destinos de éste. Al estar más subordinado al mercado y al no regular sus acciones, ha sido incapaz de generar e impulsar las transformaciones productivas, así como de instrumentar políticas macroeconómicas que conformasen una dinámica sostenida, soberana y equitativa. niños no llegan a cumplir cinco años y al menos 50 por ciento de la población infantil sufre de desnutrición. En el caso de México, señala que la apertura comercial ha aumentado la brecha salarial entre trabajadores calificados y no calificados (El Financiero, 18-IX-00). Por otra parte, el BM señala que cuatro de cada diez mexicanos vive con menos de dos dólares diarios, y el 17.9 por ciento de la población debe sobrevivir con menos de uno al día (El Independiente, OI-X-OO). Datos del Instituto Nacional de Nutrición destacan que de los dos millones de nacimientos anuales, un 5 por ciento fallecen por desnutrición antes de cumplir los cinco años de edad (El Financiero, 2-X-00). Las posibilidades de revertir los efectos perniciosos de la aplicación del modelo neoliberal, estarían asociadas con una mayor participación de los actores sociales y políticos en el ánimo de transparentar y democratizar la toma de decisiones que afecten al conjunto social, de manera que el Estado sea capaz de retomar el papel de rector y orientador de los procesos económicos, vinculando y compatibilizando éstos con los objetivos y acciones de la política social. La política económica neoliberal, además de llevar a la recesión económica ya una alta vulnerabilidad externa, ha desmantelado al Estado a favor de los grandes grupos económicos, sin que esto se traduzca en mejores condiciones de crecimiento económico ni modernización, otorgándoles, a través de los procesos de privatización de las empresas públicas, mayores espacios de participación. El Estado ha tenninado por separarse de sus obligaciones constitucionales de preservar y generar condiciones de crecimiento y bienestar para las mayorías del país, para asumir el de defensor de los intereses y privilegios de una minoría financiera-especulativa. Consecuentemente, afecta los niveles alcanzados en materia de seguridad social en aras de la rentabilidad de las empresas. De esta manera, se desentiende de sus obligaciones de procurar la seguridad y el bienestar social y transfiere éstas ala iniciativa privada, con lo que se cancelan los logros de los trabajadores al desmantelar las instituciones de carácter eminentemente social creadas como respuesta a sus demandas, en un espacio más para la especulación y el afán de lucro. El Banco Mundial (BM)recientemente dio a conocer su Informe sobre Desarrollo Mundia12000-2001 , Lucha Contra la Pobreza, en donde señala que de un total de seis mil millones de habitantes del mundo, casi la mitad, es decir, dos mil millones de personas sobreviven con menos de un dólar diario. Hoy existen más pobres que antes, y en los países con más indigencia 20 de cada cien Fuentes consultadas: El Financiero, 18-IX-OO, 22-IX-OO, 02-X-OO, 13-X-OO. El Independiente, 22-IX-OO, oi-x-oo. La Jornada, 1S-IV-OO, 18-VIII-OO. Petras, James y Mor1ey, Morris. "Los ciclos políticos neoliberales: América Latina se 'ajusta' a la pobreza ya la riqueza en la era de los mercados libres", en SaxeFernández, John, Globalización: critica a unparadigma, UNAM-Plaza y Janés, México, 1999. 21 Los derechos de las niñas y los niños Sergio Gocobachi Partida "... En la historia existen tiempos largos y tiempos cortos; más es mejor no ilusionarse, pues la historia de los Derechos Humanos es del primer tipo de tiempos" (es decir, de pasos largos). Esta reflexión del destacado jusfilósofo contemporáneo, de origen italiano, Norberto Bobbio, se constituye en el marco adecuado para dar inicio al tema sobre los derechos de las niñas y de los niños, toda vez que en esta materia los pasos bajo los que se ha venido desarrollando han sido demasiado largos, a pesar de que el sector infantil de nuestras sociedades ha sido considerado como el futuro de la humanidad, como un grupo vulnerable que merece especial atención. 3. El niño debe ser el primero en recibir ayuda en tiempos dificiles. 4. Al niño se le debe dotar de una manera de ganarse la vida y debe estar protegido contra todas las formas de explotación. 5. El niño debe ser educado en la conciencia de que sus talentos deben estar dedicados al servicio de sus semejantes. \El contenido de esta primera Declaración conforma los derechos clásicos referidos ala Iniñez, y aún cuando de 1923 a 1924 es un "paso corto " , el siguiente paso sería demasiado largo. .. En efecto, 24 años después de la Declaración de Ginebra la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de Diciembre de 1948, proclama la Declaración Universal de Derechos Humanos, como consecuencia de los horrores generados por la segunda guerra mundial; este catálogo de derechos constituyen el ideal común sobre el0..ue la humanidad Idebe de fundar su comportamiento fraternal. En dic'l\~ La preocupación por la dignidad inherente a los derechos de la infancia se remonta al año de 1923, en el contexto de una época que se caracterizó, entre otros aspectos, por la explotación del trabajo infantil.Es en este periodo cuando la agrupación "lnternational Save the Children Union" por conducto de Eglantine Jebb, elaboró la Declaración de los Derechos de los Niños misma que un año después l¡t Liga de las Naciones adopta, siendo mundialmente conocida como la Declaración de Ginebra, esta declaración está contenida especialment~ en 5 artículos y que en virtud de su trascendencia histórica se transcribe: I documento, en relación con la niñez, en su Artículo 25.2 se establece: "La infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales. Así como a igual protección social". Por otra parte se fijan los principios fundamentales de la educación para la paz, además del derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos (Artículo 26.2 y 26.3). 1. Al niño se le deben dar los medios necesarios para su desarrollo normal, tanto material como espiritual. 2. El niño hambriento debe ser alimentado, al niñc enfermo se le debe atender, al niño retrasado se le debe ayudar, el niño delincuente debe ser reivindicado, y al huérfano val abandonado se le debe amparar y socorrer. Secretario Técnico de la Comisión Estatal de Derechn~ Humanos 2? Once años pasaron para que la humanidad revisara la situación de la infancia y el día 20 de Noviembre de 1959 es adoptada la Declaración de los Derechos del Niño, cuyos diez artículos contíenen las aspiraciones fIlosóficas y los lineamientos generales de actuación para que los países dentro de sus respectivas legislaciones locales, incorporen, sin coacción alguna y en la medida de sus posibilidades, la protección y cumplimiento de los derechos que en ella se proclaman. Estas dimensiones giran en torno a un principio fundamental: el interés superior del niño. Por su trascendencia e importancia cabe hacer mención textual del contenido del Artículo 3.1 de la citada Convención: "En todas las medidas concernientes a los niños, que tomen las instituciones públicas o privadas de asistencia social, los tribunales, las autoridades administrativas y los Órganos Legislativos una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño". Esta Declaración impactó por su brevedad y por su profundo contenido, en relación con los derechos que la humanidad debía otorgar a la niñez; sin embargo, al no existir obligatoriedad fue poco lo que se logró realmente dentro de los Estados, por lo que, en cuanto a su eficacia y cumplimiento, aún hoy existen cuentas pendientes. Tuvieron que pasar 30 años más para que la humanidad, de nuevo, a través de su "memoria colectiva " revisara, otra vez, todo lo relacionado con los derechos de la niñez, con un previo intervalo de un año (1979) en el que se estableció por las Naciones Unidas el Año Internacional de la Niñez, mismo que fue el detonante que desarrolló lo que hoy se denomina como Convención sobre los Derechos del Niño. El contenido de esta Convención, de la cual es signatario nuestro país, es considerado Ley Suprema en los términos del Artículo 133 Constitucional, precepto que obliga a los jueces de los Estados a ajustarse a los contenidos de este instrumento internacional, debiendo ser considerado, en consecuencia, como fundamento legal de las resoluciones que se dictan tratándose de asuntos que afectan, de cualquier modo, a la infancia. En mi concepto, a pesar de los pasos, además de largos, lentos, que se han dado en relación con los derechos de la infancia, se ha propiciado una abundante legislación en la materia, que inclusive ha dado origen aun derecho que pudiéramos denominar Derecho Internacional de la Infancia, cuyo contenido básico se encuentra establecido en los instrumentos aquí citados, además de los que contienen otros de carácter específico, por ejemplo los que se refieren a la justicia juvenil, tales como las Directrices de RIAD, las Reglas de Beijín, las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Protección de Menores Privados de Libertad, etc. El 20 de noviembre de 19891a Asamblea General de la ONU adopta la Convención antes mencionada, que entra en vigor en 1990 como Ley Internacional. Este documento es único entre los Tratados de Derechos Humanos. Contienen el espectro más amplio sobre cualquier tratado sobre la materia. La participación de los Organismos N o Gubernamentales, tanto en la redacción como en la vigilancia de la ejecución, no tiene precedentes. La Convención generó y fomentó un apoyo inusitado, tan abrumador entre la comunidad internacional, que está a punto de lograr su ratificación universal, es decir su aprobación por todos los países del orbe. A nivel nacional este proceso ha originado la expedición de una Ley reglamentaria del Artículo 4° Constitucional relativo a la infancia, denominada Ley para la Protección de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, lo que a su vez derivará en Leyes Estatales qu~ conformarán el círculo legal de Promoción y Protección de los Derechos Fundamentales de las Niñas y de los Niños. La Protección de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como los Derechos Civiles y Políticos están comprendidos en el articulado de esta Convención, ocupándose además del desarrollo pleno del potencial de la niñez, fundándose en conceptos filosóficos esenciales como la libertad, dignidad y justicia. Define y sustenta derechos básicos para niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, clasificándolos en cuatro grandes dimensiones: Estamos frente aun panorama jurídico completo, para lo cual tuvieron que pasar casi 70 años de lucha, hasta llegar al formal reconocimiento legal, nacional e institucional de los Derechos Humanos de la Infancia; en mi opinión el problema actual radica en la vigencia sociológica de toda esta legislación, es decir, en su cumplimiento real y efectivo a favor del sector más vulnerable de la sociedad contemporánea, el constituido por la niñez. Está en juego nuestro futuro, y para concluir con estas reflexiones retornaremos la cita de Bobbio cuando habla de los pasos que conforma la historia de los Derechos Humanos (largos y cortos). De todos los que conformamos la sociedad mundial depende que los pasos siguientes a favor de la infancia sean cortos. a) La sobrevivencia. b) El desarrollo. )L., --~"'"".,,~-c a protecclon CTc~'"c Cc""c;-,C'C"'~"~"""~ d) La partiCipaci~n. 23 u niversidad de Sonora Rosa María Islas Durón El propósito de este artículo es presentar a las nuevas generaciones de trabajadores sociales, una cronología básica sobre el origen y evolución que, en el transcurso de estos treinta y cinco años ha tenido la Escuela de Trabajo Social en nuestra Universidad de Sonora. Sin pretender presentar un trabajo acabado sobre la historia de nuestra escuela, lo que aquí describo es producto de la recopilación de información contenida en diversos documentos, así como la experiencia obtenida en mis años de servicio dentro de esta escuela. 1965 Fundación de la Escuela de Trabajo Social La escuela de Trabajo Social abre sus puertas en el mes de Septiembre de 1965. Su creación se debió a la iniciativa del Dr. Abel Hernández Aguirre, quien, en aquel entonces, fungía como Director de la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la Universidad de Sonora. debidamente preparadas para el desarrollo de las labores inherentes a este tipo de profesional, para combatir los aspectos negativos de la vida colectiva y encauzar la asistencia social, era muy bajo dado que en ese tiempo sólo había una inscripción de 645 alumnos en toda la República. En un príncipio, la propuesta de creación de una escuela de Trabajo Social no fue aceptada en el Consejo U niversitarío, máximo órgano de decisión en esa época, existiendo varíos argumentos en contra. Uno de ellos fue que las carreras de nivel licenciatura no aceptaban incorporar en su área una carrera de nivel medio profesional, y otro, que no existía presupuesto para que iniciara en forma independiente. Así mismo, se advirtió que la carrera en cuestión se cursaba en tres años en la Universidad Autónoma de México, estando adscrita a la Facultad de Derecho. La Comisión opinó que debía cursarse en tres años, pero que dada la índole de la mayoría de las materias de su currículum, quedaría adscrita a la Escuela de Enfermería. y Obstetricia. Se hicieron reiteradas peticiones para insistir en la necesidad de formar profesionales en este campo, dado que existía el antecedente de personas que, sin contar con la instrUcción formal, desempeñaban de manera empírica funciones de trabajadoras sociales en instituciones de salud en la localidad. Para la inscripción en la Escuela de de Trabajo Social era suficiente la presentación del certificado de enseñanza secundaria, por lo que se le consideró como subpro- fesional. Posteriormente a esta serie de argumentaciones, en sesión del 27 de abril de 1965 y bajo acta número 179 del Consejo Universitario, se estableció la creación, organi- zación y fu~ionamiento de la carrera de Trabajador Por fin la iniciativa recibe apoyo y se presenta ante el Consejo Universitario, quien lo turna a la Comisión de Grados y Revalidación para que emitiera una opinión al respecto, en la que argumentó que la implementación de la escuela de trabajo social quedaba plenamente justificada, en virtud de que el numero de personas Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. 24 estudios, tales como antropología, economía política, pedagogía, por mencionar algunas, lo que tuvo lugar en el marco de los programas de corte desarrollista, mismos que fueron adoptados en América Latina y África, para impulsar el desarrollo a través de las instancias gubernamentales en estos continentes. En este contexto, el Trabajo Social enfocó sus acciones hacia el trabajo comunitario a fin de participar en la instrumentación de programas emanados de la Alianza para el Progreso (ALPRO). Social, adscrita a la Escuela de Enfermería y Obstetricia, encomendándole esta acción al Dr. Abel Hernandez Aguirre, director de la misma, con la recomendación de que las diferentes materias del plan de estudios se impartieran con la colaboración de profesores de otras escuelas y que se buscara la forma más económica para su sostenimiento. El Dr. Hernandez solicitó el apoyo de la Trabajadora Social María Dolores Carvajal Granillo, para colaborar como docente, en virtud de que, en ese entonces, era la única que contaba con titulo expedido por la Universidad Femenina de Guadalajara. La maestra Carvajal se convierte asi, en la primera maestra del área básica del trabajo social. Bajo estas circunstancias empieza a operar la carrera de Técnico en Trabajo Social, con una inscripción de 130 alumnas, asignándose para su funcionamiento, las aulas de la planta baja del edificio principal. En 1972, se opera otro cambio importante en la estructura curricular, referido ala exigencia de la preparatoria, como condición para la inscripción en la carrera. No obstante hay que señalar, que a pesar de ello, el grado obtenido seguía siendo el técnico. Ante la poca respuesta de aspirantes frente a esta nueva disposición, dos años después se omite el requisito de la preparatoria pero se aumentan dos semestres más, lo que equivale a cuatro años lectivos. En 1974 se ofrece un conjunto de materias optativas, tales como: ciencias de la comunicación, psicología industrial, seguridad social, técnicas de enseñanza audiovisual, entre otras. Las modificaciones anteriormente señaladas pretendían trascender las orientaciones, tanto paramédica y para jurídica como la benéfico asistencial. De acuerdo a las las asignaturas contenidas en el primer plan de estudios, el perfil profesional estaba orientado hacia una formación paramédica y paraj"urídica de corte benéficoasistencial. Este perfil respondía a la definición que en ese tiempo se tenía del Trabajo Social: "trabajo social es un auxiliar de todos aquellos profesionales, médicos, abogados, maestros, psicólogos, sociólogos, entre otros, que se dedican al estudio y curación de los llamados males sociales" (Alayón:145). Al año de implementado el plan de estudios, éste sufre las primeras modificaciones, las cuales no fueron de gran trascendencia, ya que sólo se agregaron materias en las áreas de derecho, psicología y trabajo social; sin embargo, el perfil de la carrera continuó siendo el mismo. El plan 74 queda fundamentado de la siguiente manera: "Formar profesionistas técnicamente preparados para realizar una practica científica, proporcionando al estudiante una base sólida que lo convierta en un profesionista con conciencia crítica-dinámica y compro- metido con su realidad" (Guía de Orientación a la carrera de trabajo social 1974). El objetivo general de la carrera era: "Promover en el individuo su afirmación como hombre y la formación en él de una autentica conciencia social que lo lleve a sentirse participe del grupo al cual pertenece y, al mismo tiempo pretenda la superación de su estatus económico y la atención de determinadas metas de bienestar social " (Ibid.). Década de los años 70 A principios de la década de los setenta, tiene lugar un hecho trascendente en la historia de la escuela de Trabajo Social. El 4 de marzo de 1972 ésta adquiere su independencia de la Escuela de Enfermería y Obstetricia, según consta en acta n° 279 del H. Consejo Universitario. Con ello se logra también la conformación de un órgano de gobierno propio, el H. Consejo Directivo de la Escuela de Trabajo Social. Además, por primera vez, la dirección está a cargo de una trabajadora social, la T.S. Rosa Cecilia Esquer Moreno. Década de los años 80 En 1980, se construyeron los edificios que actualmente ocupamos como Departamento de Trabajo Social ya partir de 1984 se generan un conjunto de acciones al interior del Departamento, las cuales tienen como objetivo impulsar un proyecto de auto evaluación académica, poniendo especial énfasis en la evaluación del plan de estudios vigente, cuyo propósito era elaborar un diagnostico general del currículum y su relación con la practica profesional así como su impacto en el medio social. En esta misma década la escuela se traslada al edificio que ocupaba en ese entonces la Escuela de Agricultura y Ganadería, hoy edificio del Dictus. Así mismo, la estructura curricular es objeto de varias modificaciones. Una de ellas fue el pasar de años lectivos a semestres, agregándose nuevas materias al plan de 25 Todos estos estudios culminaron con dos proyectos específicos y de suma importancia para nuestro Departamento. El primero fue el Programa de Nivelación u Homologación de Técnicos a Licenciados en Trabajo Social, el cual tenía como objetivo formar los cuadros académicos necesarios para la apertura de la licenciatura en Trabajo Social. Este primer programa se realizo en dos etapas; la primera se llevó a cabo, de agosto de 1986 a agosto de 1987, a la que se incorporaron todos los maestros que contaban con el bachillerato concluido, mismo que fue impartido por maestros de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM. Al segundo curso se incorporaron los maestros que obtuvieron su bachillerato en ese periodo, colaborando, en esta segunda etapa, maestros de las ciencias sociales de nuestra Universidad, impartiendo sólo las materias básicas del trabajo so~allos maestros de la Escuela Nacional. Estas dos etapas cumplieron con su objetivo en el año de 1988 ya que para entonces, toda la planta docente del área básica de trabajo social contaba con la Licenciatura a nivel de pasantía, logrando obtener su grado a través de la titulación pocos años después. El segundo proyecto paralelo al anterior, fue la elaboración del nuevo plan de estudios de la licenciatura en Trabajo Social, basado en una serie de estudios tanto del mercado laboral como del campo disciplinario, de las necesidades sociales, estudios comparativos de los planes de estudio que habían operado hasta la fecha etc. Todo esto justificó la creación del nuevo nivel, el cual culminó con la apertura de la licenciatura, en agosto de 1989, que prevalece hasta la fecha, teniendo como objetivo general: "Formar profesionistas con una base teórica general que le permita analizar criticamente los fenómenos y procesos sociales en el contexto económico, político y social, pero que al mismo tiempo sea capaz a través de una sólida fundamentación instrumental- técnica, de formular y llevar a la práctica propuestas de investigación, planeación e intervención profesional". (Proyecto General de la Lic. en Trabajo Social). El plan de estudios de la licenciatura quedó estructurado en base a tres ejes curriculares: eje de trabajo social, eje de teoría e investigación social y eje de intervención e integración metodológica. A partir de la segunda generación de la licenciatura y en base a la promoción realizada en las escuelas preparatorias de todo el Estado, se logró incrementar la inscripción, teniendo en la actualidad un total de 384 alumnos. Actualmente se está trabajando en un proyecto de reestructuración del plan de estudios, así como en impulsar un proyecto de nivelación de técnicos a licenciados en trabajo social. A manera de conclusión Considero que el avance en estos treinta y cinco años, es significativo; sin embargo, todavía hay mucho por hacer para lograr que el profesional de trabajo social analice su intervención dentro de un contexto más amplio, de tal manera que esté en posibilidad de desarrollar una actitud reflexiva y de compromiso, que se refleje en la búsqueda de la superación individual y gremial a través de la actualización de sus conocimientos, del intercambio profesional con otras disciplinas afines al área, de la revisión constante de bibliografia, de la asistencia a cursos, seminarios, talleres; todo ello con el objeto de mejorar la calidad de su intervención, aspirando en un futuro no muy lejano aun posgrado en trabajo social. Personas que han ocupado la Jefatura del Departamento Nombre Abel Hernández Aguirre Jesús Salazar Acedo Rosa Cecilia Esquer Moreno Amelia lruretagoyena Quiroz Hilda Benítez Carreón Olivia Peralta Montoya Manuela Guillén Lúgigo María EngraciaCarazco Valenzuela Ma. de los Angeles Ruíz Hernández Período 1965- 1969 1969- 1971 1971- 1983 1983- 1987 1987- 1990 1990- 1992 1992- 1996 1996- 2000 2000 Referencias Alayon, Norberto. "Defmiendo al Trabajo Social", en Antología del Seminario en Areas Sustantivas de Trabajo Social. Educación Continua. UNAM-ENTS, 1986. Covarrubias Agui1ar, Ma. de la Luz. "Proyecto de Elevación de Nivel Técnico a Licenciado en la Escuela de Trabajo Social dela Universidad de Sonora" , Tesis de Nivel Técnico, Herrnosil1o, Sonora, junio de 1982. "Guía de Orientación para la Carrera de Trabajo Social", Escuela de Trabajo Social. Universidad de Sonora, mimeo., abril de 1974. Islas Durón, Rosa María. "Desempeño Profesional y Formación Académica del Trabajador Social en Educación Especial" , Tesis de Licenciatura, febrero de 1994. "Proyecto General de la Licenciatura en Trabajo Social". Elaborado por la Comisión para el Diseño Curricular de la Licenciatura en Trabajo Social. Universidad de Sonora. Hermosi11o, Sonora, 1989. Al interior de cada uno de los ejes se organizan una serie de materias, seminarios, talleres y prácticas que se articulan en su interior como módulo. Además, está dividido por áreas de intervención las cuales son: vivienda, salud, educación y trabajo. En el año de 1989 se captó una población estudiantil de 23 alumnos, de los cuales egresaron en 1992 sólo qnce. 26 María Dolores Carvajal Granillo: fundadora de la Escuela de Trabajo Social María de loS Angeles Ruiz Hemández educación. También fui guiada por un tío, médico de profesión, que fue mi tutor. Él, en ese entonces, era director del Hospital General del Estado y me informó sobre esta carrera, argumentando que este tipo de profesionales eran necesarios. Solicitamos información a varias escuelas de la república y después de que la abuela dijo que no ala ciudad de México "por peligrosa " , decidí estudiar en Guadalajara en la U niversidadFemenina; una universidad privada que operaba con mucho éxito en varias ciudades del país y que ofrecía muchas opciones de carreras técnicas para la mujer. Para el Departamento de Trabajo Social es significativo tener en su planta docente a la T. S. María Dolores Carvajal Granillo, una de las fundadoras de la Escuela de Trabajo Social, quien ha participado en la formación de muchas de nuestras generaciones. Algunos de los que fueron sus alumnos se desempeñan en el ejercicio profesional institucional de nuestro medio; otros, se han dedicado a la práctica de la docencia. Sin duda que las experiencias y opiniones vertidas por ella en esta entrevista, nos permiten apreciar una parte de la historia de nuestro departamento, desde la perspectiva de una de sus primeras colaboradoras. Según su opinión, ¿cuáles fueron las condidones que dieron orlgen a la Escuela de Trabajo Social en la Universidad de Sonora y en qué medlda el primer plan de estudios permitía dar !"espuesta a las mismas? La carrera nace con mucha similitud a las que existían en el resto del país, con un enfoque paramédico. Algunos ¿Qué la motivó a inclinarse por esta profesión, y dónde realizó los estudios de Trabajo Social? Para expresar cómo es que escogí esta carrera, no puedo dejar de lado mi historia personal. Pasé mi infancia en Magdalena, Sonora; quedando huérfana a muy corta edad. Afortunadamente fui criada por mis abuelos, quienes fueron muy visionarios, y siempre me motivaron a estudiar porque pensaban que la mejor herencia era la Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. 27 (conformaron la Asociación de Trabajadores Sociales del Estado de Sonora), pero lo más admirable ha sido siempre su solidaridad como grupo y su amor a la camiseta. médicos que venían, sobre todo del centro del país, conocían de cerca a este profesional y pensaban que se requería. Es la época en que se fundan numerosas instituciones de asistencia y bienestar social en la localidad, en donde ya no sólo se requerían las profesiones tradicionales sino otras complementarias, pero no por ello menos importantes. En este periodo fungía como rector un médico, el Dr. Moisés Canale, y el primer director de la Escuela y principal impulsor de este proyecto, también era médico, el Dr. Abel Hernández Aguirre; quienes creyeron firmemente en la necesidad de contar con este profesional. Además pensaban que era importante ofrecer otra opción de preparación académica, que entonces eran muy limitadas, para las jóvenes. Respecto a los docentes, yo creo que el hecho de iniciar un proyecto te motiva en una forma muy especial, además de que significa una gran responsabilidad; para los maestros era un privilegio impartir clases en la escuela, prueba de ello fueron los brillantes profesionales que pisaron sus aulas, manteniendo siempre, con los alumnos, un ambiente de gran camaradería, a veces chusco, pero con un gran respeto mutuo. En su opinión, ¿podrían identJncarse periodos o etapas en el proceso de desarrollo de la Escuela de Trabajo Social, desde su fundación a la fecha? De ser así, ¿cuáles son a su jUIcio las caracteristicas que marcaron dichos penodos o etapas? . La carrera se inició con un plan de estudios para cursarse en seis semestres, formulado con base en los de otras escuelas del país, siendo éste muy extenso y con un collage de materias, con énfasis en las áreas médica, juridica y psicológica. Muchas de ellas tenían un enfoque asistencial pero respondían, en ese momento, al perfil Que se Quería formar. Sin pretender ser puntual en cuanto a fechas y acontecimientos exactos, podemos hablar de una primera etapa, la de iniciación, que fue la de darse a conocer, abrirse camino, abrir espacios institucionales y cuya característica fundamental fue la práctica comunitaria e institucional que los alumnos realizaban haciendo camino al andar y empolvándose los zapatos. Háblenos de su expenencia docente en los inicios de la Escuela de Trabajo Social de la Universl"dad de Sonora Siguió una segunda etapa, la de consolidación, en donde la política social imperante provocó cambios en la formación de los trabajadores sociales; políticas que demandaban profesionales para intervenir en programas, principalmente, en las áreas de comunidad, vivienda, educación y empresarial. Podemos decir también que fue una etapa de auge en el mercado de trabajo. La experiencia como docente en ese momento, marcó el camino de mi vida futura, me casé con la docencia y ahí sigo hasta la fecha. Fue muy duro al principio, porque yo era muy joven, sin experiencia y con muchas alumnas de mi edad; lo que hacía dificil imponer autoridad. Me hacían muchas travesuras (que ahora confiesan), fue un estira y afloja constante, eran grupos muy exigentes. Todo esto rindió muy buenos frutos y terminamos siendo muy buenas amigas; hasta ahora muchas de ellas son mis mejores amigas, con quienes he compartido mi vida profesional y personal y con quienes comparto mis inquietudes, mis anhelos y mis sueños. Posteriormente pasamos a una etapa de estancamiento, en donde a pesar de los cambios curriculares, cambios en los requisitos para ingresar y esfuerzos individuales y grupales, se cierran áreas de trabajo; unas debido ala restricción de la política social, como es el caso del área comunitaria, y otras, por la poca respuesta de los profesionales, como es el caso de las empresas privadas. En esta etapa la escuela de Trabajo Social entra en competencia con otras, ya que surgen cuatro más, de carácter privado, en la localidad. Háblenos de la VJ"da académica de la Escuela y de las caracterísl1"cas de alumnos y docentes de ese tiempo De ahí pasamos, en la década de los años noventa, ala etapa actual, en donde la escuela dio uno de sus pasos más significativos para probar su supervivencia, es decir, para llegar y quedarse, ésta fue la de profesionalización, que se inicia con la creación de la licenciatura, en la que queda todavía mucho por hacer y debe constituirse en un reto cotidiano para maestros y alumnos de este espacio académico. En esa época la Universidad era muy pequeña, existía una auténtica comunidad universitaria en donde, todas las escuelas, tanto maestros como alumnos interactuaban; en especial la escuela tenía mucho "pegue" porque sólo había muchachas. Fueron épocas de mucha vida universitaria, desde el punto de vista intelectual se realizaron intercambios académicos muy importantes. Sin generalizar, ni excluir a nadie, las primeras generaciones se distinguieron por su empuje, por su arrojo (al egresar se aventuraron a ir a trabajar a zonas rurales y municipios muy alejados), propositivas y ejecutivas 28 Desde su punto de VIsta, ¿se han modificado los valores y el grado de compromiso de los trabajadores sociales con relación a la problemát1ca social que atienden? Estoy convencida de que afortunadamente hay muy buenos ejemplos de que existen auténticos y comprometidos trabajadores sociales. Sin embargo, se observa que muchos profesionales llegan por accidente a estudiar esta carrera, que no tienen vocación de servicio ni sensibilidad social. Esto tiene que ver, principalmente, con las actitudes, destrezas y habilidades, tan en boga en nuestro mundo actual pero de vital importancia para el Trabajo Social. Estoy convencida de que las instancias formativas cumplimos un papel muy importante, que las currículas deben guardar un equilibrio prudente en el ser y el hacer, no solamente en el saber de los estudiantes. ¿Qué balance hace usted del Trabajo Social en Sonora? Hacer influir positivamente en mis alumnos. He tenido también la oportunidad de organizar y dirigir otras escuelas e instancias educativas aparte de la Universidad; y en mi vida profesional, Dios me ha dado la valiosa oportunidad de desarrollarme en cargos dentro de la administración pública. Recuperando tanto su trayectoria, como su experiencia profesional y académica ¿cómo visualiza el futuro del Trabajo Social? Sin dejar de reconocer la vital importancia que tiene la macroestructura, que detona la política social y que ésta a su vez impacta al mercado de trabajo relacionado con la profesión, veo el futuro de Trabajo Social con optimismo; siempre y cuando estemos dispuestos a realizar cambios significativos en dos instancias importantes: los profesionales y los espacios de formación de éstos. Los profesionales tendrán que estar más motivados para hacer cambios, ser más creativos y un balance significa hablar de pérdidas y ganancias y esto no me gusta mucho. Mi respuesta hace referencia a estudios realizados por la Escuela en diferentes áreas del Trabajo Social además de una percepción personal. Creo que las historias de frustración y fracaso son mayores que las de éxito; siento que aún falta mucho por hacer en nuestro Estado para que la profesión sea justamente reconocida y remunerada. Tambié~ estoy convencida de que para que esto suceda, la responsabilidad más grande la tenemos los profesionales, incluyéndome yo misma. Creo que hemos sido muy conservadores y nos han faltado - agallas para reproducir experiencias profesionales exitosas que se han desarrollado en otros estados del país. propositivos en su trabajo y pagar el precio de estar mejor preparados y capacitados. La Escuela deberá, en un futuro próximo, vincularse más ampliamente con los diversos sectores externos ala Universidad ( público, privado y social) con proyectos trascendentes de mutua utilidad y aprendizaje; sobre todo ir ala par de los cambios que se operan en la sociedad, agilizando modificaciones en su cuniculum y ofreciendo, a corto plazo, opciones viables para la nivelación de profesionales de nivel técnico a licenciatura. ¿Cómo se siente usted a treinta y ClÍ1CO años de distanda de sus primeras experiencias en la Escuela de Trabajo SOClaJ? Dicen por ahí que cada quien habla por como le va en la feria. Yo me siento muy bien; nunca me he arrepentido de la carrera que escogí, pues ésta me ha proporcionado muchas satisfacciones, como el ser maestra y tratar de 29 Vidas callejeras: pasos sin rumbo Hilda Benitez Carreón Hacer una reseña del libro "Vidas callejeras: pasos sin rumbo" (PROMEXA, 1999), de la investigadora Antolina Ortiz, es intentar descri- bir un mundo que algu- nos no quisiéramos que existiera, es ver la cara fea de nuestra sociedad que a diario nos topamos y que asumimos con natu- ralidad, es descubrir cómo la gran mayoría permanecemos indife- rentes ante tanta injus- ticia. que el 63.2% de la población percibe ingresos inferiores a dos salarios mínimos; en 1994 la población era de más de 81 millones de mexicanos, esto significa que alrededor de 51 millones sobreviven con ingre- sos menores a dos salarios mínimos. Además, la pobreza se muestra más evidente, si tomamos en cuenta que alrededor de 29.31% de los niños menores de 15 años son analfabetas, 21.47% viven en vivienda sin drenaje ni excusado y 20.92% no tienen agua entubada en casas. A esto hay que añadir los datos que proporciona el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que afirma que 14 millones de niños mexicanos son pobres, por lo que estamos hablando de cerca de 45% de todos los menores de 18 años . Antolina OrtÍz nos describe "el mundo imperfecto" de los niños de la calle, la crueldad a la que se enfrentan, su entereza ante la adver- sidad, las formas en que ellos sobreviven, pero, sobre todo, sin que la autora emita juicios de valor, nos remite a una pregunta que no podemos ni debemos soslayar ¿qué hemos hecho o debemos hacer para que esto no ocurra? Estos datos revelan la magnitud del problema. Muestran como son las condiciones de vida de no pocas familias sin dinero ni educación, quienes tratan de sobrevivir con salarios ínfimos que no alcanzan para satisfacer las necesidades más apremiantes. Estos mexicanos se ven presionados por las carencias y son presa fácil de tensiones, de frustraciones, de violencia; además, de formas de evadir la realidad como el alcoholismo y las drogas, esto se refleja principalmente contra los niños y las mujeres que por su debilidad fisica y su posición sufren más que nadie las consecuencias de la pobreza. Los niños de la calle no son un hecho nuevo. Siempre se han dado casos del chico rebelde, aventurero, o aquél que por un conflicto familiar se va de casa, pero cuando ésto se convierte en un fenómeno social de graves consecuencias, debemos hacer un alto en el camino para reconsiderar las formas de vida que esta sociedad ofrece a sus integrantes. La pobreza extrema que padece un número considerable de familias mexicanas, la podemos apreciar al revisar algunos de los datos señalados en el libro. La autora afIrma en su texto que, cifras reveladas por el Grupo de Economistas Asociados (GEA), menci~nan Maestra en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. 30 cascos por su dureza; su piel pierde frescura, se mancha y oscurece al contacto de la contaminación; duermen sobre periódicos, cartón o trapos sucios en lugares insalubres como las alcantarillas, los basureros y los almacenes viejos llenos de desperdicios; el agua estancada, la fetidez y la fauna nociva y transmisora de enfermedades los suele acompañar en sus refugios. Ante esta situación, el niño tiene que salir a trabajar y conseguir apoyo para su mantenimiento y para ayudar a sus padres. En el niño, las formas de explotación aparecen, pues en muchas ocasiones el adulto al encontrarse en condiciones degradantes por una sociedad que lo margina, torna sus sentimientos en contra del más débil, se vuelve duro en sus relaciones, aparece el abandono, el abuso y la explotación como formas cotidianas de convivencia. "Todo su aspecto refleja el descuido y su desesperanza -afirma la autora- no existe en ellos la perspectiva del mañana, su vida es hoy, ahorita, y más allá de su presente y su persona no existe gran cosa " .Sus relaciones con los adultos suelen ser desafortunadas, primero sus padres y después otros con quienes entran en contacto; el policía que los quiere aprender y extorsionar, el adulto que los quiere explotar y que los denigra conduciéndolos generalmente al uso y venta de drogas ya la prostitución. La vida de los niños de la calle, tiene un factor común: "nadie los quiere o nadie los deseó al nacer", vienen al mundo desprovistos del amor de sus padres, éstos, no sólo no los protegen, sino que muchas veces son el motivo por el que están en la calle; por los abusos, los golpes, las injurias, las violaciones, la explotación, que forman parte de su entorno familiar, que los impulsa a ganar la calle; familias "expulsoras" se les conocen. Muchos de los niños de la calle de las grandes ciudades son del interior de la república y de las áreas rurales. Como otros, van en búsqueda de condiciones que les permita sobrevivir y alejarse de su familia, en estas calles urbanas deben adaptarse a la violencia que en ella se da, a los otros chicos de la calle que imponen la ley del más fuerte, y deberán defenderse de algún agresor; por lo que aprenden a pelear y utilizar lo que sea para defenderse, tubos, palos, navajas y armas, de igual forma no están exentos a los accidentes. Un día, los niños de la calle toman la determinación de irse, ese día, no lo piensan, lo sienten, han ido acumulando un dolor callado, una ira contenida, una tristeza; porque de quienes reciben la ofensa, sus madres, sus padres o padrastros, tiene un significado mayor, ese desamor y su dolor temprano los marcará, su visión de la vida será diferente, vienen a un mundo hostil que no los comprende y menos los acepta. En la calle se enfrentan a la fantasía de su libertad, de su propia determinación, de ser ellos los autores de su propio destino; deberán pasar por una serie de experiencias para entender que en ella no les irá mejor. Sus cuerpos se van llenando de cicatrices, las causas de muerte entre ellos suelen ser enfermedades qu~ por sus condiciones de vida se les complica, un simple resfrío puede derivar en una pulmonía; una gastroenteritis, una infección de la piel puede causarles trastornos permanentes. Durmiendo en las banquetas, las alcantarillas, los parques, los resquicios de algún edificio; pasando frío, calor, lluvia; expuestos a una serie de peligros que los acechan, van pasando la noche, vestidos con harapos, sucios; durante el día buscan como mitigar su hambre, algunos se dedican a lavar parabrisas, acarrear bultos, vender chicles, hacer de malabarista o payasito; otros, al hurto y algunos más, ala venta de mercancía prohibida. Van de un lugar a otro sin rumbo fijo en búsqueda de lo que aparezca, de la oportunidad de que alguien les de algo. Sus caras reflejan desamparo, su mirada está perdida muchas veces, por lo que consumen o inhalan, su aspecto es el de un mendigo, su ropa sucia y descuidada; pueden durar a veces semanas con lo misma ropa, su baño es también ocasional. Su alimentación es descuidada, consumen aquello que pueden obtener, en su mayoría alimentos que no los nutre, su aspecto es deplorable, sus pies descalzos, están llenos de costras o callos por calzar zapatos viejos y que no son de su medida; sus cabellos sucios y enredados asemejan Su vida afectiva se da por la cercanía, suelen andar en dúos o tríos donde surgen ciertos rasgos de amistad y protección. Sólo que ésta es muy volátil debido a que las condiciones de vida no les da esa oportunidad; suelen entrar en conflictos por las drogas que consumen, las pocas posesiones o por rivalidades por el poder. Su sexualidad se inicia generalmente por efectos de una violación cometida por un adulto, que pudo ser su padre, algún familiar o por sus propios compañeros de la calle, además, los lugares y las formas en que viven los hace encontrar tempranamente experiencias variadas de sexo, lo que los preparan a ver la prostitución como algo "normal de la que pueden sacar cierto beneficio". El problema para las Hiñas de la calle es mayor en la medida que suelen ser víctimas de abuso físico y emocional por parte de quienes las "protegen" , su indefensión las hace asumir conductas de sumisión y pasividad, los golpes, la explotación y abuso se da entre 31 actuar en forma activa en la búsqueda de alternativas que permitan que este mal social no se siga extendiendo. Si bien es cierto que nuestro trabajo cotidiano, en el ofrecimiento de un servicio de calidad a las familias para el mejoramiento de sus condiciones de vida, las ayuda y protege para que en su interior no se den las formas de relaciones que provocan la expulsión de algunos de sus miembros, esto no es suficiente. sus novios quienes esperan que ellas, los provean con recursos. En las parejas se repiten los modelos de agresión, los celos ,la infidelidad, el abandono y el maltrato contra la mujer, está presente entre ellos. La promiscuidad se da por el cambio frecuente de parejas o por la prostitución que ejercen, por lo que están en riesgo de contraer y trasmitir enfermedades venéreas o sida. Debemos trabajar más de cerca con este problema, conocer las características que tiene el mismo en nuestro medio, su dimensión, los aspectos que deben prevenirse, además, promover la sensibilización y toma de conciencia a la sociedad, pero sobre todo, hacer propuestas de políticas de bienestar y seguridad social, que busquen atacar las causas: tenemos y podemos usar nuestra presencia institucional y la calidad moral que nos asiste para hablar en nombre de aquellos seres humanos, los niños de la calle, que sufren la injusticia social de no tener alternativas de una vida digna, porque, como escribe Elena Poniatowska en el prólogo del libro de Antolina Ortiz, "un país que no cuida a sus niños, es un país que lleva todas las de perder" . Las niñas, por la insuficiente información sexual que tienen, suelen salir embarazadas por lo que se ven obligadas a abortar en condiciones insalubres, en manos de personas no profesionales, en la clandestinidad, otras suelen ser madres casi niñas. Cuando esto sucede su carga es mayor, suelen andar con "bebes de la calle" acuesta, descuidados, desnutridos, sin mayor atención afectiva, ya que difícilmente pueden ofrecer lo que ellas no recibieron. El problema de la droga en los niños callejeros tiene varias aristas. Por un lado el hecho de venir de hogares donde el vicio estaba presente como forma de vida cotidiana, además, ellos forman parte de la calle en ambientes hostiles donde abundan las adicciones de toda índole, pero, el motivo de mayor peso en la inducción al consumo de drogas, es sin duda el "estado de ánimo", son niños sin esperanza, sienten la poca estima social, se evaden del dolor del hambre, de sus penas y sus angustias, las drogas los hacen escapar. Inician generalmente con el cemento y thiner, de ahí a la marihuana, las pastillas, finalmente a la cocaína y el opio, si logran sobrevivir y escalar económicamente ciertos niveles. Con el libro "Vidas callejeras...", la autora confirma que la vida en la calle y las formas en que ésta se da, propicia que la delincuencia sea una forma de sobrevivir y de afrontar el resentimiento social. El niño y el joven se vuelven insensibles, sus experiencias lo han formado así, la sociedad por lo tanto recibe de ellos una respuesta que ella misma provocó. La solución no es tratar de exterminarlos como ha sucedido en algunos países, esto además de inhumano, no resuelve de fondo el problema ya que si las condiciones de marginación y pobreza siguen creciendo, mayor potencial de personas en riesgo de asumir conductas antisociales se darán. La dramática vida de los niños de la calle debe hacernos reflexionar, no sólo a titulo personal, sino también desde el ámbito profesional, al Trabajo Social le corresponde 32