CASO CLÍNICO DE MOQUILLO EN PERRO ADULTO Tte. Vet. Dª Cristina Sánchez Alonso EMISAN – CEMILVETDEF – HCV UCM C/ Darío Gazapo 3 CP 28024, Madrid e-mail: csanal6@oc.mde.es Morfeo, Dogo Alemán de 6 años de edad, vacunado y desparasitado, acude a consulta tras 24 horas postrado y apático. 48 horas antes de la visita, realizó ejercicio intenso y según los dueños es poco probable que haya ingerido un cuerpo extraño. A la exploración presenta dolor craneal en la palpación abdominal, de la zona lumbar donde presenta una contracción muscular marcada y tiene fiebre (39,8ºC). Se le realiza una radiografía de la zona lumbar del raquis que no muestra ningún hallazgo significativo. Ante la inespecificidad de los síntomas, se inicia tratamiento con meloxicam oral (0,2 mg/kg el primer día para bajar a 0,1mg/kg cada 24 horas) y ranitidina (2,5 mg/kg). A los cinco días de la primera visita, vuelve a consulta con disnea que se inició 3 días atrás y que se manifiesta en posición de decúbito. Hay tos desde esa mañana, menos apetito, babeo profuso y temblor corporal, y, aunque ha respondido al tratamiento para el dolor lumbar aunque ha presentado fiebre hasta el día anterior a la consulta. Fig. 1 En la exploración torácica se aprecia una reducción del murmullo vesicular en la zona dorsal del pulmón procediéndose a la realización de una radiografía torácica (Fig. 1) que muestra un neumotórax, que se drena de urgencia, y una lesión nodular a la altura del 10º espacio intercostal izquierdo. Tras estos hallazgos, se realiza una analítica sanguínea en la que se obtuvieron valores de hematología y bioquímica normales. Al confirmarse la recidiva del neumotórax al día siguiente, se cita para la realización de un TC en la Policlínica del Centro Militar de Veterinaria (Fig. 2). Fig. 2 En el TC se observa un grado moderado de neumohidrotórax, una lesión focal pulmonar en el lóbulo caudal derecho y medio derecho sugerente de absceso (no se visualiza cuerpo extraño, aunque no se pueda descartar) y que, aunque menos probable, también podría ser una neoplasia con foco necrótico. Del mismo modo se observa otra lesión focal pulmonar en el lóbulo caudal que podría ser consistente con otro foco infeccioso más temprano y, aunque sin relación. También hay osteoartrosis (previamente diagnosticada) del hombro izquierdo y espondilosis ventral. Ante estos hallazgos se procede a realizar una toracotomía con lobectomía caudal derecha y media derecha, e ingreso en hospitalización donde recibe tratamiento antibiótico (cefazolina, enrofloxacina y metronidazol), analgésico (metadona y posteriormente un parche de fentanilo), antiinflamatorio (metacam) y protector gástrico (ranitidina) con el animal mantenido bajo sedación y con fluidoterapia y drenaje torácico cada 4 horas durante los dos primeros días. A los 4 días se le da el alta hospitalaria, manteniéndole la triada antibiótica (kefloridina forte, ciprofloxacino y metronidazol) y la ranitidina como tratamiento ambulante. Durante el periodo de hospitalización, se han ido realizando otras radiografías torácicas en las que se iba normalizando la imagen del pulmón izquierdo. A las 48 horas del alta, el animal se presenta para una revisión, mostrándose deprimido, con anorexia parcial y sin dificultad respiratoria, aunque tiene una cojera importante de la extremidad anterior izquierda (compatible con dolor por el decúbito al que se vio sometido durante la hospitalización teniendo en cuenta la artrosis que tenía diagnosticada en el hombro izquierdo). No presenta dolor a la palpación de la extremidad anterior izquierda, lo que sí se observa a la palpación del raquis y vuelve a presentar hipertermia (40,5ºC). Fig. 3 Se le realiza un estudio radiográfico de tórax (Figs. 3 y 4) observándose una fusión de las siluetas diafragmática y cardiaca en lados derecho e izquierdo que pudiera significar un aumento de líquido en mediastino caudal. Del mismo modo, se ven las fisuras interlobares entre los lóbulos craneal y medio derecho y craneal y caudal izquierdo, lo que indica un derrame pleural leve. Fig. 4 En vista de los resultados de la revisión, al animal se le añade meloxicam oral, famotidina y tramadol, manteniendo el tratamiento con antibioterapia triple hasta los resultados del cultivo. En la siguiente revisión, 48 horas después, la evolución sigue sin ser favorable puesto que continua con fiebre, poco apetito, débil y adinámico. Presenta gran inflamación de toda la extremidad anterior izquierda, especialmente del carpo izquierdo y mucha cojera. El dolor en el raquis ha disminuido, desapareciendo los problemas para sentarse. En las muestras de pulmón enviadas a anatomía patológica se observa una imagen de neumonía bacteriana (sospecha de Nocardia cuyo tratamiento está cubierto con metronidazol), severa pleuritis y cuerpos de inclusión, por lo que, ante la sintomatología de dolor en la región lumbar del raquis, se realiza una extracción de sangre y orina para realizar diagnóstico de moquillo. Se continúa con el tratamiento y se añade dexametasona para el tratamiento de la artritis que se sospecha es consecuencia del moquillo. Tras tres días del inicio del tratamiento con corticoides, el animal presenta una evolución favorable aunque continúa cojeando de la extremidad anterior izquierda. No tiene fiebre desde hace cuatro días, está más animado, ha recuperado apetito y vitalidad. La herida quirúrgica está bien y se retiran los puntos. Se confirma laboratorialmente por inmunofluorescencia directa en pulmón y orina, e inmunofluorescencia indirecta el diagnóstico de moquillo. Dos días después, la evolución clínica sigue siendo buena aunque mantiene la cojera de la extremidad. Sin embargo, la inflamación ha desaparecido, mantiene buen apetito y buena vitalidad. Al recibir el informe de anatomía patológica se confirma el crecimiento de un Cocobacilo Corto Gram Positivo sensible a amoxicilina clavulánico. En traumatología se determina que la única alteración observable es la artrosis en la articulación escapulohumeral. Se le realiza una radiografía de seguimiento apreciándose un leve neumomediastino (Fig. 5). Fig. 5 Se modifica el tratamiento pasando a administrar durante 20 días más amoxicilina clavulánico, se comienza a reducir paulatinamente la dexametasona hasta su retirada a los 6 días, y se añade Trocoxil ® y se complementa con omeprazol 20mg/24h. Al mes se realiza la última revisión. La evolución general es positiva, el animal presenta un estado normal de actividad, menor grado de cojera en la extremidad anterior izquierda. El único tratamiento que mantiene es omeprazol 20 mg/24h y trocoxil 1/mes. Se le da el alta. Bibliografía: - Schwarz T, Saunders J. Veterinary Computed Tomography. Oxford: Wiley-Blackwell; 2011 Chamorro M, et al. Atlas de TC del perro. Madrid: Ministerio de Defensa; 2011 Fragio C. Manual de urgencias en pequeños animales. Barcelona: Multimedia Ediciones Veterinarias; 2011 Lorenz M, et al. Handbook of Veterinary Neurology. 5ª Ed. St. Louis (MO-US): Elsevier; 2011 Kealy JK, et al. Diagnostic Radiology and Ultrasonography of the Dog and Cat. 5ª Ed. St. Louis (MO-US): Elsevier; 2011