1 Equipo de Trabajo de Investigación Dra. María Silvina Peluso María Andrea Indarte Colaboración de Padre Carlos “Charly” Olivero 2 HOGAR DE CRISTO Programa de inclusión y acompañamiento integral de Usuarios de Paco. Vicaría para las Villas de emergencia del Arzobispado de Buenos Aires El tejido social se ha ido desintegrando. No hay respuesta posible al problema del consumo problemático de drogas que no apunte a la sociedad en su conjunto, su organización y su vocación de hacerse cargo. “¿Cómo se sale de esto?, nos decía en 2001 el entonces Cardardenal Bergoglio: “Tenemos un gran pueblo y hay que creer en las reservas culturales, éticas y religiosas de nuestro pueblo, porque las tiene. Y buscar allí, en esas reservas morales, la capacidad de organización que tiene nuestro país.” Desde esta concepción no existe, una cultura del consumo diferenciada de lo que es la cultura social, no existe un pibe problema, o una niña problema por fuera de lo que pasa en una comunidad o en una familia, en un barrio. Los conflictos sociales se producen como un anudamiento de las redes sociales y en relación a eso, la problemática del consumo de sustancias se entiende como un síntoma social que siempre se da como malestar. Este malestar se convierte, precisamente, en un malestar en la cultura, del barrio, no hay manera de separarlo. Abordar ese malestar en términos sociales es justamente, tener en cuenta la construcción de lazos sociales y las herramientas existentes en una comunidad cuando se pone en marcha, en disposición, la relación con los otros. En este pensar, se incluye a cada persona en relación con su entorno, su familia, su primera red existente, su barrio, sus amigos , las instituciones donde circula, la parroquia, la escuela, las calles Es necesario concebir el problema social como integral y complejo, la problemática de las adicciones o del consumo problemático de sustancias no sólo relacionada con la justicia y con la lógica del delito, no sólo como un problema sanitario o médico, no solo como una cuestión individual. Se trata de una problemática compleja: multicausal donde intervienen estas variables y a la vez la posibilidad que cada uno tiene de elaborar su proyecto de vida en relación con los demás. Este no es un dato menor. Porque una manifestación de alguien que consume no deja de ser una manifestación de su entorno social. Quiere decir que no hay manera de ocuparnos del tema, si no nos ocupamos de reconstruir lazos sociales. Es preciso abordar al sujeto y a la comunidad. No hay recuperación personal sin recuperación social. Pdre. Carlos “Charly” Olivero Director del Centro Barrial San Alberto Hurtado y Granja Hogar Madre Teresa del Hogar de Cristo. 3 Síntesis del Documento de los Sacerdotes de las Villas de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la experiencia del Hogar de Cristo Vivir nuestra misión en las Villas y la experiencia que nos ha dado el Hogar de Cristo nos anima a transmitirles algunas convicciones que consideramos pueden ser útiles para enfrentar el desafío que el Paco presenta a nuestra Sociedad. No estamos hablando de las drogas en general, sino del paco en nuestras Villas. El Paco denuncia la miseria de las grandes periferias urbanas. Hoy se escucha que el Paco llegó a la clase media y alta pero sin embargo no es tan así. En nuestros barrios es mucho más… Cuando el hospital no está preparado para recibir a los chicos, cuando las posibilidades de internación están todas demasiado lejos, cuando no se tienen los documentos y no se puede hacer casi ningún trámite, cuando en la escuela ya no hay lugar para ellos, cuando el mundo de trabajo les resulta esquivo, cuando la justicia es solo el organismo que los inculpa por las consecuencias del consumo, cuando el único sitio que los recibe es la calle, cuando no hay esperanzas, entonces estamos frente al paco más terrible. El paco es un rostro nuevo de la exclusión, más sangriento. Entender esto es el principio de la solución. Porque si no lo captamos seguiremos pensando que con las respuestas que tenemos alcanza. No basta con los dispositivos existentes. Nadie que entienda el problema del paco en estos barrios podrá pensar un tratamiento de recuperación puede solucionar el problema. Para que se recuperen estos chicos hay que cambiar también el mundo a su alrededor. La exclusión se enfrenta haciendo lugar en la sociedad. Sin lugar en el mundo no hay recuperación posible. Creemos que debería haber más centros así, como el Hogar de Cristo en todos los barrios, donde los adictos puedan entusiasmarse con la recuperación y ver que es posible, puedan prepararse para un tratamiento y llegar de vuelta cuando lo terminan para organizar la vida. Centros que vayan a buscar a los pibes y no esperar a que aparezcan. Centros que reconstruyan la historia de los pibes, despedazada, hecha trizas, fragmentos de intentos, tratamientos e internaciones. Centros que le den unidad a la lucha, que hagan sentir que la misma vida es la recuperación, y que tiene sentido pelearla. El camino de la inserción para cualquier persona pobre de nuestros barrios, es largo y trabajoso, y con sendas que se pierden en el laberinto de la burocracia. Si es así para cualquiera, cuanto más difícil para este grupo marginal que presenta un alto hándicap debido a las consecuencias del consumo de sustancias, y a la larga cadena de ausencias: alimentación, salud, vivienda, trabajo, paz, integración. Reconocer el fracaso es la puerta de la salvación. Sin tomar conciencia del lugar exacto donde estamos parados con respecto al problema es imposible trazar caminos verdaderos. Por eso estamos convencidos que es necesario un exhaustivo examen de conciencia en todos los niveles. Nadie puede pensar “a mi no me toca” porque hacer lugar es responsabilidad de todos. 4 La despenalización, las leyes, los fallos, los programas de educación y prevención, todo parece construido desde la clase acomodada. Pero para legislar, juzgar y obrar desde los pobres es necesario escucharlos, ya que desde su experiencia de la vida, que no es la que nosotros tenemos, perciben cosas que nosotros no percibimos. Con el paco perdemos todos, es mejor que nos ocupemos. Si la comunidad entera no asume su responsabilidad, esto va a resultar demasiado caro. Pensábamos en un paradigma, el de la lucha contra la discriminación de personas con capacidades diferentes. Aun cuando falta mucho, la sociedad avanzó bastante en la conciencia del problema, y en muchas esquinas de nuestra ciudad hay rampas para las sillas de ruedas, en los colectivos asientos, en las oficinas y dependencias baños. La comunidad indica de este modo que se adapta para hacer lugar a personas con capacidades diferentes. Cambiar para hacer lugar, es posible porque reconocemos el problema. La lucha contra el paco debe ser causa nacional porque es la lucha contra la exclusión. Iº Jornada sobre “El Desafío del Paco” Colegio San Pío IX Casa Salesiana - Obra de Don Bosco 24 de junio de 2010 Celebración en la Basílica Nuestra Señora de Lujan, por conmemoración a siete años de la creación del Hogar de Cristo. 25 de marzo de 2015 5 El origen El Hogar de Cristo, nació el 24 de marzo de 2008 con el Centro Barrial “San Alberto Hurtado” de Villa 21-24 y Zavaleta; es un programa ideado y coordinado por los curas villeros de la Ciudad de Buenos Aires que posee varios dispositivos diferentes Los dispositivos de calle más sencillos de acercamiento y que requieren menos infraestructura, incluso disponibilidad y recursos económicos se denominan de bajo umbral, como es la Carpa de Constitución “Negrito Manuel”. El Hogar de Cristo, nació el 24 de marzo de 2008 con el Centro Barrial “San Alberto Hurtado” de Villa 21-24 y Zavaleta; es un programa integral que tiende a disminuir la exclusión social, ideado y coordinado por los curas villeros de la Ciudad de Buenos Aires que está formado por varios dispositivos diferentes. Los dispositivos de calle más sencillos, de acercamiento inicial y que requieren menos infraestructura y recursos económicos se denominan de bajo umbral, como por ejemplo la Carpa del barrio porteño de Constitución llamada “Negrito Manuel”. Dispositivos de bajo umbral “Los Dispositivos de bajo Umbral son una experiencia enmarcada en el Modelo ECO21, que buscan establecer una red que permita organizar la escucha en un espacio determinado, de manera de lograr establecer relaciones entre los distintos actores de la vida comunitaria en un sector determinado, especialmente vinculado a las personas que viven situaciones de exclusión social y usan drogas y/o alcohol de manera abusiva”.2 “los Dispositivos de Bajo Umbral han sido estructurados como espacios (…) que permita a las personas un ingreso expedito, cercano y directo; y que se constituyen en un espacio de encuentro y seguridad para la comunidad, de forma de organizar el encuentro, disminuir la distancia social y propiciar espacios organizados de escucha. La instalación de Dispositivos de Bajo Umbral, es para nosotros un punto de llegada y de partida; es un punto de llegada porque constituye el resultado de la acciones comunitarias (de diagnóstico situacional y operativo en acción), que ha posibilitado vincular al equipo con la comunidad, proceso en el que se ha instalado una red subjetiva, se ha conocido la red de líderes y de recursos comunitarios; y donde hemos logrado comprender los principales aspectos de la dinámica y funcionamiento de la comunidad. Por lo tanto el Dispositivo de Bajo Umbral, surge como un espacio necesario para articular y sostener (en un espacio de seguridad), las relaciones entre los distintos actores de la comunidad. Es a su vez un punto de partida, en el sentido, que son desde las conversaciones, diálogos y experiencias vividas en él, que se logra promover procesos individuales y comunitarios que tiendan hacía la mejora de la calidad de vida y la mayor integración social.” MILANESE Efrem (2009): “Tratamiento Comunitario de las adicciones y de las consecuencias de la exclusión grave”, México: Plaza y Valdes. 2 Extraído de http://www.pastoraldedrogadiccion.cl/noticias/noticias14.html) 1 6 Carpa “Negrito Manuel” Esta carpa es un dispositivo donde voluntarios que no son, ni han sido usuarios problemáticos junto con algunos pibes que están en proceso de recuperación (del uso de sustancias) se instalan algunas noches por semana, entregan mate cocido, algo para comer y están presentes para charlar con la gente que está en situación de calle, constituyendo así un verdadero El Cardenal Bergoglio oficiando misa en la “centro de escucha”. Es una Carpa “Negrito Manuel”, año 2009 manera de acercamiento, de que la gente que está en situación de riesgo, de vulnerabilidad social, se acerque a los otros dispositivos. A partir de ahí, las personas que lo deseen pueden iniciar un proceso más amplio de recuperación, se los invita a los Centros Barriales (el dispositivo madre o eje del Hogar de Cristo) que funcionan de lunes a sábados de diez de la mañana a seis de la tarde. Programa Niños de Belén El Hogar Niños de Belén, nació en el año 2005 como un lugar para aquellos chicos y chicas que han quedado en la más absoluta marginalidad. El Hogar está instalado en una zona de la villa 21 que se denomina San Blas, es una zona cercana al río y con basurales; cerca de este muchos jóvenes hacen "ranchadas" de consumo. El dispositivo Niños de Belén tiene por objetivo recibir durante la mañana, a los chicos que pasaron toda la noche en la calle consumiendo, que se quieren bañar, cambiar y desayunar. No hay, ni existe otra obligación más que esa. Como reglas básicas, en este dispositivo no se puede ser violento, no se puede robar, y no se puede consumir. Ahí, no es obligatorio hacer un tratamiento. Es el lugar donde todos reciben un abrazo después de una noche difícil. El chico/joven que está en Niños de Belén que dice que no quiere volver al consumo, puede ir acompañado al Centro Barrial en un proceso tal como con la Carpa de Constitución. El acompañamiento efectuado por los voluntarios, no es para que no se escapen, ni para ejercer una vigilancia, sino para que estas personas se sientan más a gusto y más cómodas, dado que, encontrándose en situación de calle o viniendo de las ranchadas de consumo, les cuesta mucho relacionarse con otros y suelen expresar sensaciones de incomodidad, dado que suelen ser discriminados y estigmatizados por la gente, aún cuando tratan de pedir ayuda: para el común de la sociedad son “fisura”. Niños de Belén propone ser un lugar donde los chicos y chicas más pobres, y abandonados recuperan la dignidad pérdida, y la contención necesaria para salir adelante en la vida. Los operadores pares y voluntarios, que trabajan y atienden este centro de día, salen por las calles y pasillos de la villa a recorrerla de punta a punta llevando el desayuno y acercándose a las personas que no llegan al Centro Barrial para ofrecerles otro camino. A veces se le acerca una 7 mínima atención de salud, o en otras oportunidades, llevando una medicación que no llegaron a tomar, o simplemente acompañando un embarazo. Un aspecto importante y distintivo de todos los dispositivos del Hogar de Cristo, reside sobre todo en el modo de vincularse con la gente de los barrios en situación de vulnerabilidad social. Ese modo de vincularse debe ser sincero, humilde, afectuoso, sin prejuicios ni juicios de valor estigmatizantes, de paridad e igualdad entre otras características y se presta especial atención a esto en los dispositivos de bajo umbral que muchas veces son la puerta de entrada al hogar. Desde el Hogar de Cristo, se apuesta al afecto como valor fundamental y constructor de vínculos más sólidos para la creación de un nuevo proyecto de vida personal, autosustentable; basado en valores como el respeto, el fortalecimiento de la autoestima, la confianza, la libertad, la igualdad y el ejercicio de ciudadanía. Se aloja la vida y se aloja la vida como viene, tal cual es, se aloja a la persona con sus deseos y creencias, fortalezas y debilidades, un aspecto fundamental es alojar al otro. Creen que alojar es dar lugar, ofrecerse al otro desde lo que cada uno es, sabe, cree y desea. Ofrecer espacio, tiempo, palabras, escucha, etc. Dar lugar y hacer lugar donde no lo había es en definitiva un paso hacia la inclusión en una sociedad (en especial después de 40 años de neoliberalismo no solo económico sino sobre todo cultural) donde lo común es la exclusión de personas como si fueran objetos descartables (mercancías que no tienen valor). Alojar, hacer lugar es para nosotros el inicio de un proceso de subjetivación en el otro que hasta ahora era más bien considerado como un objeto. La dimensión humana del sujeto es considerada ante todo y desde el inicio. Ingreso al dispositivo Niños de Belén Comedor de Niños de Belén 8 Centros Barriales Son espacios que cobijan a las personas de los barrios, que al vivir en situación de extrema pobreza les resulta difícil, cuando no imposible, acceder a los efectores que prevén los sistemas de salud y acción social gubernamentales; la accesibilidad es uno de los grandes problemas de las personas en situación de vulnerabilidad social, ya lo dijo Ramón Carrillo: “Solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”. En los centros barriales se brinda apoyo en el sostenimiento a un tratamiento personalizado a lo largo del tiempo, desde donde se parte y a donde se vuelve después de las diferentes propuestas terapéuticas. Desde ellos se articula con todos los programas y efectores de los organismos del estado intentando mediar para facilitar y favorecer el acceso a los mismos. Los Centros Barriales, involucran a toda la comunidad local entendiendo que el consumo de paco en los barrios, no es solamente “un problema de drogas” y requiere de una atención integral para superar la exclusión y la vulnerabilidad social. En ellos se promueven y fortalecen las redes barriales. También, son espacios de reflexión y discernimiento sobre el desafío que el paco presenta, para poder dar una respuesta adecuada a los jóvenes en riesgo y a la comunidad local. Desde estos centros se promueven investigaciones para poder proponer acciones concretas e incidir en la formulación de políticas públicas. El Centro Barrial no es un Centro de Día porque el foco de su intervención no es sólo la persona, sino también la comunidad y la red institucional que puede dar satisfacción a sus derechos. En los centros barriales las personas pueden ir a pasar el día, comer, desayunar, merendar, hacer deporte, terapia, armar planes de vida para poder vivir la vida. Los chicos que eligen salir del consumo y deciden ir al centro barrial, son conducidos desde la Carpa de Constitución, o cualquier dispositivo de bajo umbral, acompañados con un voluntario, también pueden venir solos o con familiares. Se los presenta, se les da una bienvenida, se les sugiere permanecer un tiempo para ver si les gusta y cuando están listos realizan una entrevista con algún miembro del equipo del Centro barrial, y allí juntos arman un “plan”. Los Centros Barriales como centros de escucha La escucha debe ser abierta, sincera e inespecífica. En el marco del desafío del paco, el Centro Barrial es un centro de escucha y como tal es inespecífico. Esto quiere decir que no se va a centrar en resolver exclusivamente problemas de drogas. El foco del Centro Barrial no es la droga, sino la vida. La droga aparece en el relato, ya sea como causa o como consecuencia. Pero la escucha debe centrarse en la totalidad de la persona, en sus relaciones dañadas, en su deseo de ser aceptado, la necesidad de amar y ser amado, en sus dificultades para la inclusión, en la falta de vivienda, trabajo, documentos, sin descuidar el marco terapéutico. La escucha implica también la captación de lo implícito, esto es la actitud de apertura para escuchar cosas que no se llegan a decir. Ser capaz de detectar y problematizar cuestiones que están más escondidas en cada persona que se 9 acerca. Muchas veces detrás de la demanda explícita hay otra más oculta, o una serie de problemáticas que están realmente dificultando el proceso de esa persona: una situación de violencia, una enfermedad que no está siendo atendida. Es por ello que la escucha debe ser indefinida, la droga o la necesidad urgente, son la puerta de entrada al acompañamiento. En el diálogo con estas personas es que se puede establecer un vínculo con lo que sufren, que provee de respeto y no de autoridad; que provee confianza, intimidad, capacidad de admitir errores y arrepentimiento, deseo de cambio. Los dispositivos son un espacio libre de prejuicios. Existen posicionamientos que limitan la apertura a la escucha, en los distintos espacios: Defectos profesionales. El posicionamiento de poder, la asimetría en la relación, la diferenciación de clase social, el lenguaje utilizado, son barreras que se pueden interponer y cercenar la escucha. El sublenguaje profesional (teológico, filosófico, psicológico, médico, etc.) implica modos de comprender lo que se escucha, y de valorar la información que se recibe. Un ejemplo de caricatura: el “paciente” cuenta que vive en la calle porque no es recibido por su padre, y en vez de escuchar el problema de la vivienda el psicólogo comienza a indagar sobre sus relaciones parentales. El posicionamiento institucional. EL lugar de la escucha no es menor, muchas veces la escucha se coarta por el lugar en donde se ejerce. Por más que el trabajador social pretenda algo distinto, la escucha en la guardia del hospital está más orientada a liberar la cama que a encontrar soluciones verdaderas para la persona, o al menos la realidad hospitalaria condiciona la posibilidad de encontrar soluciones. El marco institucional, que en este caso es el hospital, no da el tiempo necesario y por lo tanto no permite escuchar como se debe. Falsas ideas de lo religioso. Cercenan la escucha algunas miradas espiritualistas que relativizan la realidad en pos de una realidad espiritual superior. La creencia que subyace es que con la oración se pueden solucionar todos los problemas. En este posicionamiento no hay lugar para la ciencia, ni para otras mediaciones humanas. Un ejemplo: a un enfermo de tuberculosis el sacerdote o el pastor lo mandan a rezar, pero si quiere curarse debe tomar los medicamentos que le prescribe el médico. La subjetividad. Si bien el que escucha siempre lo hará subjetivamente, es importante poder hacer conscientes algunas dificultades. El apuro, la impaciencia, las angustias, los estados de ánimo en general condicionan la escucha. A veces las proyecciones de la propia interioridad condicionan también, hacen que el que escucha vea claro el próximo paso que debe dar aquel a quien está escuchando, pero éste no está preparado aún para dar ese paso, o no puede ver esa opción por el momento, o no es el paso que él debe dar. Ese tipo de proyecciones no son buenas para nadie. Ejemplo: el que ejerce la escucha sufrió durante la adolescencia la necesidad de liberarse de una madre sobre protectora, probablemente descubra en sí mismo la tendencia a sugerir esa misma liberación cuando escuche problemas similares. Por esta razón, es entendible que para poder escuchar bien, 10 es necesario poder escucharse también a uno mismo, estar conectado con la propia interioridad. A veces la escucha es un fin en sí mismo, cuando el que se acerca busca contención, calidez. Una de las dificultades mayores que tienen las personas que sufren la exclusión grave, es la imposibilidad de encontrar alguien que los escuche con tiempo y con cariño. A veces, con solo sentirse escuchada la persona encuentra los recursos interiores para salir adelante. Pero otras veces la escucha debe desembocar en gestiones concretas, a fin de encontrar soluciones a los problemas. Es en este momento cuando empieza la gestión de recursos. Plan de vida Es sumamente importante desde el Hogar de Cristo establecer un “plan de vida”, una herramienta que promueve que las personas en consumo vuelvan a tener esperanza. “Cuando un sujeto, ha estado en consumo principalmente de paco por mucho tiempo en situación de vulnerabilidad social en las ranchadas o en la calle, no hay nada, no tiene esperanzas. No hay esperanza de recuperar a los hijos si los tiene, no hay esperanza de volver con el papá o con la mamá, no hay esperanza de tener una vida digna, no hay esperanza de tener una pareja estable, no hay esperanza de armar una familia simplemente no hay esperanza”. El plan de vida les brinda una esperanza a través de la cual muchas veces consiguen rearmarse. Se trata de pasos concretos, pequeñas metas que van indicando un sentido van construyendo y deconstruyendo un para qué (para que dejar de consumir, para que voy al centro barrial, para que ver a mis hijos etc.) en definitiva un motivo para vivir. Por ejemplo: ir todos los días al centro barrial puede ser una de las primeras metas que al ir alcanzándola permite avanzar un poquito más allá. El objetivo es poder vislumbrar un horizonte posible. Este horizonte, puede mutar, moverse, pero ayuda a caminar. Las personas que consumen, que perdieron todo, que están en situación de calle, que perdieron a la familia, perdieron a los hijos, perdieron a la mujer, arman junto con el H de C un “plan” parafraseando a Eduardo Galeano que aunque parezca utópico al comienzo, ayuda a avanzar. Por ello el Hogar de Cristo es para muchos “un plan” que devuelve la esperanza. Cada uno de los integrantes de los equipos, tanto de los centros barriales como de los otros dispositivos, son “gestores de casos” y cada uno de estos gestores se concentra en un número de personas limitado, y son los que conjuntamente con el chico o la chica, arman el plan de vida, y van construyendo un proceso a través de los pasos del plan. En la práctica muchas veces no existe un único referente o un único gestor por cada usuario. En ocasiones, estos arman un plan de vida con un integrante del equipo y a veces, otro plan con otro referente. La realidad a veces es bastante complicada y confusa, pero lo cierto es que el plan debe salir siempre del sujeto e implicarlo en su armado y eso es lo q importa, así va dejando de ser “usuario de sustancias” para ser el protagonista de su propio plan de vida. Los usuarios suelen estar acostumbrados a la inmediatez, son altamente demandantes y demandan respuestas rápidas (“no se lo q quiero pero lo quiero ya”) acostumbrados a la descarga dopaminérgica (generadora de un 11 gran monto de placer) que afecta los circuitos cerebrales (circuito de recompensa) cuando aspiran un “pipazo de paco”: breve e instantánea, tras la cual rápidamente sobreviene un gran “bajón” con una enorme sensación de displacer que solo desaparece tras un nuevo “pipazo”. En ocasiones, lo que expresa una persona en carrera de consumo no es de verdad lo que desea, por más que asuman y acepten los objetivos, y las metas propuestas, en los hechos “actúan” otras cosas. El consumo de sustancias, afecta esencialmente la toma de decisiones, el SNC suele estar coaptado, secuestrado por las sustancias y sus consecuencias (aumento del número de receptores) y por ello es tan complicado muchas veces sostener un plan de vida armado. En estos casos suele ser necesario el uso de algunos medicamentos que permitan disminuir los efectos del síndrome de abstinencia. Los logros al encarar el plan de vida y sostenerlo, a veces son muy pequeños, y las personas se frustran; en el día a día, hay que asumir esos mínimos logros como un gran paso. Se debe poder reconocer los pisos y los techos en cada uno en el acompañamiento que se les brinda. El generar un plan, a veces es tan simple como armar el festejo de un cumpleaños; solo eso genera dicha, genera afecto y ganas de vivir. En una etapa posterior se puede armar un plan más permanente por ejemplo una familia, un trabajo estable o ser madre. Pero al principio, siempre el plan de vida es: festejar un cumpleaños, comer una rica comida un viernes, jugar un partido de fútbol, compartir una actividad. Se trabaja sobre lo inmediato, teniendo metas mediatas, siempre tratando de visualizar el horizonte, dentro de lo posible y sin presiones. Para las personas que han pasado mucho tiempo en situación de calle y en consumo recuperar la esperanza no es tarea fácil. Si tenemos en cuenta que nos referimos a la segunda o tercera generación que no ha visto a sus padres sostener un trabajo digno y estable que posibilite la sustentabilidad de un proyecto de vida, construir con ellos “un plan” no es poca cosa. En los caminos hacia la recuperación y la inclusión la creatividad en el armado de alternativas posibles debe ser una constante. Es importante recalcar acá que no hay un camino sino tantos como personas. La metodología es el uno a uno, cuerpo a cuerpo, no hay un chico igual al otro y cada uno exige tiempo y dedicación para posibilitarles el armado y realización de un proyecto de vida digno, particular, propio, posible y sustentable en el tiempo. En el caso puntual de la Granja Hogar Madre Teresa en concreto, se proponen metas a largo plazo que tiene que ver con el “donde” y con “quien” quieren estar las mujeres alojadas en el dispositivo; si estas desean constituir una familia, o si quieren estar solas con sus hijos; si tienen una pareja, planificar donde van vivir; si van a querer que sus hijos sean escolarizados en la zona de la granja. En el simple armado, se va dando un plan a largo plazo que obviamente tiene metas intermedias. A medida que pasa el tiempo, se van trabajando sobre la marcha otros objetivos que se generan. Los planes de vida, deben tener objetivos claros. Estos, también se pueden ir armando y desarmando. Por ej: el caso de una persona que busca salir del consumo y va a una comunidad terapéutica, y no le funciona el tratamiento se hace necesario en estas instancias trabajar el “para que”, y los objetivos, el 12 horizonte y la esperanza, para que en un primer paso, este sujeto pueda aceptar activamente algún tipo de tratamiento. En determinadas situaciones se arman planes desde lo ideal, y es demasiado ideal, esto genera frustraciones en los jóvenes. La frustración es un tema importante que se trabaja desde el Hogar de Cristo, desde el camino para armar un plan de vida, para que estas personas lo puedan encarar y sostener desde la medida de lo posible, como en la democracia psíquica, término acuñado por el Dr Claude Olievenstein3: la idea es poder tomar decisiones y hacerse cargo de esas decisiones. Cuando un chico puede armar un plan más permanente, y se esta hablando de armar una familia, de tener un trabajo estable o de ser madre, es una etapa mas avanzada. Pero al principio, siempre el plan de vida es: festejar un cumpleaños, comer una rica comida un viernes, jugar un partido de fútbol, compartir una actividad. Se trabaja sobre lo inmediato, teniendo metas mediatas o largas, siempre tratando de visualizar el horizonte, sin sobre exigir. Ranchadas de consumo En general son zonas de las villas o barrios marginales de escasos recursos, con basurales donde los chicos que consumen hurgan entre los residuos para conseguir cosas que se puedan vender, y en cierta medida la ranchada, al chico que es discriminado por el barrio, le da cierta seguridad. No es lo mismo consumir solo que consumir en una ranchada; porque a las ranchadas la gente no se acerca por miedo, y los pibes también le tiene miedo a la gente de la villa, porque para la gente ellos son "fisura"; entonces, la ranchada es una especie de mecanismo de seguridad del adicto, del que consume paco. Ranchadas de consumo y el Hogar de Cristo [vinculación] Los jóvenes van y vienen de los distintos dispositivos. Hay chicos que llegan al Hogar de Cristo, y después de algún tiempo de estar “limpios” (así llaman muchas veces los usuarios a estar mucho tiempo sin consumir alguna sustancia), pueden ser operadores o referentes pares y por ejemplo coordinan grupos, acompañan a algunos de sus compañeros en consumo, visitan cárceles y otras actividades. Si en algún momento tienen un traspié y vuelven a la ranchada, estos chicos que suelen seguir conectados con el H.d.C., pueden volver al dispositivo que resulte más apropiado. Es bastante frecuente escuchar historias de chicos que son “rescatados” por otros (antiguos compañeros de consumo) de las ranchadas, se trata de chicos en consumo que ayudan a otros muchas veces menores o que recién empiezan a consumir o que estuvieron mucho tiempo “limpios” y tienen un traspié, a salir de la propia ranchada, llevándolos o acompañándolos muchas veces a algún centro barrial. Existe en las ranchadas, muchas veces, una actitud de cuidado del uno al otro, de compañerismo entre los jóvenes, y de hecho, la “idea” de la ranchada, como dijimos antes, encierra en sí misma cierto “cuidado” cierta idea de seguridad. Entonces, el que está en la ranchada y ve llegar a alguien que estaba bien, que hace cinco o seis meses lo ven en la calle o trabajando, con su familia sin estar en estado de consumo, los mismos chicos de la ranchada lo estimulan a salir de ahí; porque ellos mismos saben que existe otra opción. 3 Psiquiatra francés que se especializó en el tratamiento de las adicciones. 13 Hay casos en los que por su complejidad y gravedad, se interviene de forma especial: mujeres embarazadas en situación de calle y de consumo, chicos que están cursando una enfermedad y se escapan del hospital para ir a consumir, jóvenes que necesitan tomar la medicación por HIV, por tuberculosis, etc. Se los busca, se les hace alguna propuesta pequeña para acompañarlos, objetivos mínimos para poder brindarles una asistencia y que no se deterioren ni enfermen con la sola intención de reducir mayores riesgos y daños si esto es lo único que ellos quieren y aceptan. De esta manera, con paciencia y perseverancia, ofreciendo acompañamiento pero siempre respetando los tiempos de cada uno y sobre todo sus deseos, muchas veces, se logra construir una verdadera demanda de tratamiento. La manera de recuperar la toma de decisiones y de la voluntad es ejerciéndola aunque haya errores y equivocaciones, “el error es el mejor maestro”. Desde el H.d.C. se apunta a que se ejerza la toma de decisiones, dado que de lo contrario, primero van a depender de la droga, después van a depender de los dispositivos, luego de una pareja, etc.: es cambiar una dependencia por otra, esa no es lo ideal. Las personas que ingresan en los dispositivos deben hacerlo por un deseo propio. La propuesta no intenta “normalizar” la vida de los jóvenes en situación de riesgo social, pero si posibilitar en ellos la libertad de elegir, hacer sus opciones cada vez más saludables. No se proponen asociarse con los jóvenes, para que puedan redescubrir sus valores morales y éticos y retomar su ciudadanía. De esta manera los jóvenes comienzan a enfrentar la vida cotidiana de modo cada vez más responsable y se esfuerzan por asumir las dificultades y convivir con sus contradicciones sin evadirse ni someterse pasivamente. El respeto por los saberes, creencias y deseos de los jóvenes se impone como valor fundamental. “La autonomía implica la capacidad de instituir proyectos propios y la producción de acciones deliberadas para lograrlos, es decir subjetivarse como sujetos de ciudadanía”4. La vida en comunidad es el fundamento básico para el establecimiento (y restablecimiento) de los vínculos sociales que se habían perdido o nunca existieron, facilitando el desarrollo de lazos sociales saludables. En busca de un nuevo proyecto de vida proponemos que los jóvenes construyan vínculos nuevos. FERNÁNDEZ, A. M. (2004): “Adolescencias y embarazos. Primera parte: Hacia la ciudadanía de las niñas” en Revista del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires, N° 3, año 9, Buenos Aires. 4 14 Ranchada de consumo - Barrio de Once, C.A.B.A. El paco y otras sustancias Muy pocos han investigado de forma exhaustiva sobre la composición del paco, por lo que se sabe ha llegado a las villas alrededor del año 1994, en ese entonces la composición era otra. Al día de hoy, la calidad en la composición ha cambiado. En el proceso de elaboración del mismo, existen dos modalidades. La primera es al final de la cadena de la cocaína, Primero se elabora la cocaína, y el residuo de la misma se “condimenta” con hidrocarburos. La segunda modalidad, es en el medio del proceso de elaboración de la cocaína, que posee otra calidad. La diferencia está, en las cocinas que la producen, dado que las mismas lo hacen con distintos porcentajes de aditivos en su elaboración. Los chicos que la han consumido, hacen una diferencia entre paco y pasta base, no se sabe bien por qué, los hidrocarburos agregados al residuo de la cocaína, en general derivados de la nafta y el tolueno son los que ocasionan muerte neuronal, se cree que por ello el paco es tan deteriorante en la personalidad y lo cognitivo. El paco se rebaja, esto es vox pópuli, con distintas sustancias que son nocivas para el organismo, aunque tal vez no sean deteriorantes neuronalmente. Los chicos llaman pasta base, por lo general, a lo que se consumía a mediados de los años noventa, que fue lo primero que existió. Ellos decían, que “el paco mataba en seis meses”; esto estaba relacionado en ese entonces, con componentes y sustancias en su elaboración que eran más nocivos para la salud. Hoy por hoy, los chicos no mueren por consumir paco, mueren por enfermedades asociadas al consumo, y sobre todo a la pobreza. El paco hace que los chicos no coman, y esto hace que les bajen las defensas del organismo; tienen muchas enfermedades en la piel, forúnculos, enfermedades en las vías respiratorias altas y bajas [tuberculosis, etc.]. Por el tema de la promiscuidad en consumo, se contagian enfermedades de índole sexual, VIH. En estado de consumo, los chicos también mueren en accidentes, por la poca atención; por asesinatos, en el momento de la abstinencia y por la impulsividad que genera la abstinencia, de necesitar “ya” una nueva dosis. En relación con otras drogas de consumo en los barrios vulnerables, por la composición del paco y la asociación con otro tipo de sustancias, el consumo de alcohol es muy alto. Son bebidas al alcance de los chicos en las villas, son de bajo costo y vox pópuli. En el caso de la cerveza, para los chicos que han 15 estado en consumo de paco y fueron muy adictos, la combinación de la cerveza con el consumo de marihuana, son los puntos de recaída. Por otro lado, un aspecto de relevancia es el uso abusivo de las benzodiazepinas, que son medicamentos psicotrópicos que actúan sobre el sistema nervioso central; el clonazepam, el diazepam, el lorazepam y otras benzodiacepinas en sus múltiples marcas comerciales, se utilizan muchísimo en los barrios para “encorajinarse”, a veces mezclados con alcohol, son ingeridos en dosis altas que dormirían a cualquiera, y no se duermen, en ese estado salen a “afanar”, o van a cometer algún delito, sin estar en plena conciencia de lo que hacen; a los dos o tres días que se despiertan, después de haber cometido el delito, no se acuerdan nada de lo que hicieron, o hasta pueden arrepentirse, porque capaz le clavaron un cuchillo a la madre. Estas situaciones son frecuentes en consumo, por ello es tan complicado el uso de benzodiazepinas en las villas y barrios vulnerables. Lamentablemente en los centros de salud y los hospitales neuropsiquiatricos suelen entregarlas sin tener en cuenta estos riesgos; otros medicamentos se pueden utilizar para lo mismo, pero no son tan conocidos en los barrios. Por ejemplificar, un caso de consumo con altas dosis de benzodiazapinas: un chico trata de llevarse de un centro barrial a su hijo que estaba con su madre con quien este chico estaba peleado, habiendo admitido que había consumido una alta dosis de clonazepam, a punto de dormirse y tratando de no hacerlo, por un momento se tranquiliza, finalizado ese lapso se pone a discutir, se pelea y saca un cuchillo del forro de su campera, generando una situación de violencia que podría haber terminado con un final poco feliz. A los dos días, este chico no tenía registro de lo que había pasado. Por lo general en los barrios vulnerables, los que afirman solo haber consumido paco, son las personas mayores de treinta y cinco, cuarenta años; los jóvenes en su gran mayoría empiezan la “carrera” consumiendo alcohol con marihuana, específicamente con cerveza, o fernet, bebida con una fuerte graduación alcohólica. De ahí, en algunos casos pasan a la cocaína o saltan directamente al paco, o consumen un “mixto”, que son cigarrillos mezclados con marihuana y cocaína, o mezclados con paco. A veces, los nombres de estos cigarrillos cambian, esto depende de los chicos y del lugar; En otros casos, pasan directamente al paco, sin pasar a la cocaína. Las personas mayores de treinta y cinco años por lo general, son más adictas a la cocaína, aunque existen excepciones; están aquellos que dicen que al paco nunca van a llegar, y tarde o temprano terminan llegando por una cuestión de costos. Se habla de paco, porque es lo más emergente, y por las condiciones en las villas y de los barrios más vulnerables, pero no es lo único que se consume en absoluto. La actitud de “choreo”, a veces no va cien por ciento relacionada con el consumo y sigue siendo una actitud adictiva; muchos pibes afanan para consumir, pero muchos otros, solo afanan para sentir la adrenalina de lo que envuelve a la sensación de robar, y eso también entra en lo que implica el estado del comportamiento del adicto y antisocial. El paco tiene una particularidad: los pibes consumen dos o tres días seguidos (o aun más) todo el tiempo, sin comer, sin bañarse, sin nada, y en ese periodo que consumen, permanecen en la ranchada de consumo. Llega un momento que el cuerpo no les da más, y ahí es cuando vuelven y tienen la oportunidad 16 de ir al centro barrial, a Niños de Belén, o ir a la Carpa de Constitución y es ahí donde piden ayuda y asistencia. En el medio de la ranchada no piden ayuda, porque no sienten nada por el consumo constante, cuando el cuerpo les dice basta y no tienen más plata, y no pueden seguir consumiendo primero duermen en algunos casos en la calle, y después de haber dormido un tiempo prolongado, van a un lugar donde puedan bañarse, cambiarse y comer. Los dispositivos Niños de Belén y la Carpa de Constitución, tienen una asistencia básica y además la posibilidad de hacer una consulta de salud, y de vincularse con algún Hospital o CESAC, de ser acompañados a una guardia, porque después de una gira de tres o cuatro días les puede pasar de todo; si el chico quiere hacer algo más, se trabaja y se lo deriva al centro barrial. En este dispositivo, se le pide un poquito más, que trate de consumir menos o que no consuma, y ver cuál es el tratamiento más adecuado. A los chicos que están muy involucrados de entrada, y presentan criterios de riesgo para sí o para terceros, se les ofrece una internación, que se gestiona por medio del SEDRONAR o por el Hospital Nacional en Red, y como otra posibilidad, está la Granja San Miguel del Hogar de Cristo de varones. Allí se arman camadas de tres meses, donde los chicos entran por grupos, y en esos grupos, no solamente se trabaja el tema del consumo, sino que se hacen amigos, se acompañan, entonces son seis o siete chicos que quedan a cargo de otro dos chicos que son los referentes ex-adictos, de una psicóloga, trabajadora social, abogada, y del Padre Gustavo Carrara y Nicolas Angelotti del Centro Barrial Don Bosco. No es una internación, es un período de desintoxicación que ofrece el Hogar de Cristo para los chicos donde se arma un plan de vida luego de estar “limpios”. Algunos de los chicos necesitan otro tipo de dispositivos de internación, como la que ofrece el ex CENARESO que son más armados y cerrados, como así también, los del SEDRONAR. Internaciones Las comunidades terapéuticas de la SEDRONAR son de distintos tipos. En el caso de las que cuentan con diversos profesionales, suelen ser instituciones psiquiátricas y son cerradas. Son para pacientes duales, que consumen pero aparte tienen patologías psiquiátricas de base. En este último caso, no existen muchas y tienen pocas vacantes (en las comunidades abiertas, es más sencillo conseguir vacantes). El ex CENARESO, que es ahora el Hospital Nacional en Red, especializado en Salud Mental y Adicciones que tiene un espacio amplio, con pabellones remodelados que poseen habitaciones con capacidad para 2, 3 y 4 personas, posee un comedor con comodidades, con un equipo de profesionales integrado por psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, talleristas, y terapistas ocupacionales, entre otros. Este tipo de instituciones es bastante efectivo para el tratamiento; si bien este es un hospital de salud mental y de acuerdo a la nueva Ley de Salud Mental los que ingresan lo hacen por propia voluntad, el Hospital Nacional en Red es un lugar que los contiene bastante; salvo por cuestiones de convivencia [por peleas] o por mucha abstinencia, porque no aguantan más por querer consumir, en general los chicos eligen quedarse. En cambio en algunas de las comunidades terapéuticas, los chicos se quedan dos días y se van porque no son muy contenedoras y poseen una estructura poco flexible. Sin embargo, existen otras comunidades que son más 17 acogedoras, no hay uniformidad de criterios y los estilos son muy diferentes, depende del lugar; Este tipo de comunidades son por lo general de tipo privado y firman convenios con el estado a través de la SEDRONAR. Acompañando en las internaciones Entre las comunidades cerradas que ha utilizado el Hogar de Cristo, para pacientes duales, una de ellas, es la Clínica Psiquiátrica “Nuestra Señora de Luján”, que es una institución psiquiátrica que también atiende a pacientes adictos, y esta conveniada por medio de la SEDRONAR. Cuando aparece un chico con patologías psiquiátricas se lo deriva. También, se tiene que tener en cuenta que, según la nueva Ley de Salud Mental, una persona no puede estar en una internación psiquiátrica o por adicciones si no es por su propia voluntad, salvo que exista riesgo para sí o para terceros y se efectúe una intervención judicial. El Hogar de Cristo no está de acuerdo con las internaciones compulsivas, obligadas; consideran que en el peor de los casos el chico tiene que aceptar su internación, tiene que conocer cuáles son los tratamientos posibles y porque se efectúan los distintos tipos de intervenciones. Ellos tienen que solicitar, demandar y aceptar el tratamiento. Caso contrario se violan los derechos de las personas; cada caso es particular y diferente. Desde el Hogar de Cristo se apunta al acompañamiento de las personas; Si tiene que tomar un medicamento, recordarle el horario, siempre teniendo en cuenta que la voluntad y decisión de la persona está ante todo. Si existe alguna situación donde la persona no puede manifestar su voluntad o existe riesgo para sí o para terceros, ahí se da intervención a la justicia. Esto habitualmente lo hace la familia, y en ese caso a veces se acompaña a la familia para que de intervención al juez. No son muchos los casos, pero son los casos más complejos y difíciles, porque se hacen muy engorrosas las intervenciones con el juzgado y la policía, y a veces llegan tarde. El acompañamiento desde los dispositivos es brindado como un proceso integral y duradero, periódico y no momentáneo. Se habla de acompañamiento y no de tratamiento, dado que se estaría poniendo una carga muy patológica sobre el tema del consumo y la adicción, y para el H.d.C. no es solamente una cuestión de patología de salud, sino de un problema complejo social, familiar, cultural, educativo, espiritual, etc. No es solo personal, sino que es social, o sea, no es solo particular de una persona, sino que es de todos. Se considera que a los chicos que están en consumo, hay que acompañarlos, y este acompañamiento va más allá de estar en una comunidad terapéutica, es un acompañamiento en principio de plan de vida, de proyecto de vida, de persona, hasta donde la persona obviamente lo permita y lo desee. Cuando un chico decide ir a una comunidad cuando egresa (de la manera que sea: alta, escapado, etc) el centro barrial está, el Hogar de Cristo está. Cuando un chico sale de este tipo de instituciones, el H.d.C. está para acompañarlo a armar un plan de vida. Muchas veces este plan de vida se sigue, y otras veces se corta; cuando esto sucede también se los acompaña si es su voluntad. No se efectúa un acompañamiento en el consumo, ni en la delincuencia, ni en la violencia, y sí en todo aquello relacionado con el proyecto de vida, con la vida misma, con la salud y el bienestar. 18 Este programa básicamente se armó, porque cuando un chico salía de este tipo de comunidades, al hacerlo quedaba desprotegido, y se entiende desde el Hogar de Cristo que a estos chicos les falta la continencia de una sociedad, de una familia y es lo que se trata de brindar en todos los aspectos; por eso este programa tiene distintos dispositivos. Dispositivos de “bajo umbral” que son los de calle, los más sencillos, que acompañan al chico cuando está en situación de consumo, dispositivos de “mediano umbral” que son los centros barriales, donde el chico ingresa y sale cuando quiere, incluso cuando el chico está bien regresa al centro a dar una mano y acompañar a otros chicos en su recuperación, esta es una acción sumamente terapéutica. Muchos de estos chicos que regresan cuando están bien, acompañan a otros chicos a internarse, o reciben en sus casas por una noche a chicos en situación de calle, este tipo de procesos se va haciendo entre todos, los chicos forman parte de los dispositivos, transformándose y transformándolos en lo que se denomina “operadores o referentes pares”. Acompañantes Pares y ex pares. Algunos jóvenes que van avanzando en su proceso pueden acompañar a otros chicos a internarse, visitar compañeros en cárceles, o recibir en sus casas por una noche o dos a chicos en situación de calle, entre otras acciones; este tipo de procesos se va acordando entre todos, pero son los chicos los que hacen los dispositivos, son sus protagonistas transformándolos y transformándose en lo que ellos mismos denominan “operadores o referentes pares”. Estos términos son usados por algunas comunidades terapéuticas y está bastante arraigado en nuestros jóvenes, sin embargo nosotros preferimos hablar de acompañantes pares o ex pares o educadores pares o ex pares (como lo llaman en Lua Nova, Brasil). Los mismos usuarios problemáticos de sustancias, al dejar de serlo o cuando están en períodos avanzados de su proceso de cambio acompañan a otros que continúan con problemas de drogas, muchas veces similares a los que ellos padecieron. La importancia de esta red de “acompañantes pares” es que ha logrado convertir a esos jóvenes en protagonistas de su realidad. La tarea del acompañante par acompañando, valga la redundancia, al usuario de drogas o persona en situación de exclusión grave es una tarea laboral y debe ser remunerada en consecuencia. Esto permite trabajar dos ejes centrales del tratamiento comunitario: que los jóvenes sean reales protagonistas de su cambio reconociendo sus propias capacidades (uno de los objetivos de la “cura” médica y psicológica) y el sostenimiento de un trabajo digno que ellos pueden hacer muchas veces con más eficiencia y eficacia que algunos equipos técnicos y/o profesionales. Los operadores pares, no tienen que necesariamente estar cien por ciento bien para acompañar a otro chico, estando un poquito mejor pueden ser mucho más útiles que los equipos técnicos y profesionales para acompañar a otros pibes, y lo son de hecho. A la salida de una comunidad ya abierta o cerrada, tiene que existir gente para acompañar: se trata de la continencia. Si es un chico psiquiátrico el que sale, que estuvo medicado por más de tres meses, también necesita a su egreso un hogar donde ser contenido; en estos casos se necesita una asistencia más periódica. La realidad, es que la contención tiene que existir en todos los 19 ámbitos, dado que el “pasaje” por una granja o comunidad terapéutica es solo por un período. Los chicos lo que necesitan es el acompañamiento, la contención de gente que los quiera, de la familia y si no existe familia “suficientemente buena” (parafraseando a D. W. Winnicott) alguien de la sociedad debe cumplir ese rol. Desde los dispositivos del H.d.C. se trata de acompañar, con la asistencia médica, la asistencia legal, la asistencia social, la asistencia de amparo de los otros chicos; operadores pares. “Consagramos el nombre, pero a mí no me gusta. La palabra operador no está buena y par tampoco, uno que es: impar? Quien es impar? Quién esta más arriba? No me gusta el nombre, porque es parte de la organización del lugar y en el fondo, me queda como resabio de una ONG´s que viene de afuera, de esas que vienen como a ayudar a un barrio pobre.” [Pdre. Carlos “Charly” Olivero] Las Casitas Amigables Son dispositivos donde los jóvenes pueden ir a vivir por un tiempo, mientras van armando su proyecto de vida. El objetivo es resolver, al menos temporalmente, el importante problema de la vivienda en los sectores populares, luego de un proceso terapéutico en que se hace necesario un lugar digno donde vivir para seguir avanzando. Existen casitas amigables tanto en Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense, que de a poco se van instalando. En estos dispositivos los chicos viven y son acompañados por personas del centro barrial, normalmente en estas casitas viven familias que han pasado por un proceso terapéutico, y que a su vez alojan a chicos que han empezado su proceso y que tienen la necesidad de vivienda. La mayoría de las veces se prioriza a las familias con chicos, pero también existen casitas propias para varones o para mujeres. Se trata de una experiencia donde varias familias conviven en un predio grande acompañándose y ayudándose en la vida cotidiana. Esta experiencia trata de dar respuesta por un lado al grave problema de la ausencia de viviendas en Casitas Amigables en el Partido de Malvinas Argentinas 20 Casitas Amigables en el Partido de La Matanza, (localidad de Gregorio Laferrer) zonas urbanas para sectores populares. Pero además permite que nuestros jóvenes que han dejado atrás su historia de consumo problemático de drogas experimenten vínculos afectivos cada vez más sanos. En estos dispositivos de alto umbral, que son viviendas donde se planifica y se busca establecer un plan de vida, se presenta la situación complicada de la reinserción laboral, dado que específicamente el programa del Hogar de Cristo es para chicos en situación de vulnerabilidad social, chicos de clase baja, de villa, de barrios muy humildes donde no sólo existe el problema del consumo, el consumo se instala sobre un problema ya existente. Con las políticas neoliberales de la última dictadura militar de los años 70 sumadas a las políticas neoliberales de los años 90, nuestras villas porteñas sufrieron no solo una devastación económica y social sino sobre todo cultural, y sobre esa devastación cultural, más difícil de reparar, se instalan los comportamientos delincuenciales, antisociales y el consumo problemático de sustancias. Los chicos del Hogar de Cristo Los chicos y chicas que llegan a los distintos dispositivos, han quedado faltos de identidad social y cultural. Son grupos de jóvenes en los barrios y en las villas, de adolescentes en donde la “gracia” es fumar un porro, y después de fumar un porro van a darse un “pipazo”. Esto no pasa mucho en la clase media, y si en la clase baja. La transgresión de estos chicos de once, doce, trece, y catorce años en la villa es un pipazo o el afano, y esto tiene que ver con la pérdida de valores que se padece después de tantos años de devastación social y cultural, en donde estos chicos han quedado por fuera de toda la sociedad, y sus padres también: excluidos. Estos chicos no han visto a sus padres trabajar, y la realidad es que cuando ellos cuentan la historia de sus padres, cuentan y dicen siempre que alguno estuvo preso, que hacen changas en el mejor de los casos, y son pocos los casos donde describen que sus padres tuvieron o tienen trabajo, o por lo menos, un trabajo que les permita mantener a su familia. Actualmente existen padres que se pueden mantener gracias a los planes sociales y a la Asignación Universal por Hijo, que les brinda un mínimo ingreso familiar que les permite otro tipo de planificación. En la época en la cual aparece el “paco” en las villas, a partir los noventa, esto era inexistente, no había futuro, y emergía la desesperanza. Todavía esto se ve en los chicos que ingresan al Hogar de Cristo ya que muchos nacieron en esos momentos (fines de los noventa y primera década del siglo). No hay plan o proyecto de vida posible, sin un alojamiento, una vivienda, un trabajo. El plan o proyecto de vida que se necesita generar, tiene que ir de la mano de un plan de esperanza, por lo cual es importantísimo un alojamiento, una vivienda, un trabajo que les dé idea de futuro, por eso son fundamentales las cooperativas. Las cooperativas sirven para darles estabilidad laboral, constancia de trabajo, de un horario y los chicos se van dando cuenta de qué hacen, y que eso que hacen es fruto de su propio esfuerzo, con esto la droga “pasa de largo”. Algo similar sucede con la maternidad, cuando las chicas empiezan a criar a sus hijos y descubren que eso está “piola”, “el consumo” problemático “queda de lado”. Comienzan a ocuparse de otras cosas; se interesan por la salud y la educación de sus hijos, por cómo generar actividades que les den ingresos 21 económicos, comienzan a revalorizarse como personas y también como mujeres, retoman el estudio, se enamoran, van encontrando lo que les gusta, y lo que no, disfrutan y padecen sin necesidad de refugiarse en el uso problemático de sustancias. Estrategias laborales Se trabaja de forma conjunta con el Ministerio de Trabajo en la idea de las cooperativas. Los chicos necesitan y no tienen la costumbre de trabajar, de un trabajo estable, de un horario, de un jefe, hay que ir de a poco. El Hogar de Cristo, tiene una Cooperativa y pre-cooperativa que se denomina AUPA, “Acompañantes de Usuarios de Paco”, que se obtuvo por un convenio con el Ministerio de Trabajo, por el cual los chicos trabajan para sus compañeros, brindan una contraprestación acompañando a sus compañeros, a sus pares. La reinserción laboral, es un área renga, dado que la urgencia de lo cotidiano hace que desde los distintos dispositivos se ocupen de otras cosas; esto no está funcionando al cien por ciento, pero es la primera idea. Con el ex CENARESO existen talleres socio-productivos, donde se producen artesanías en cuero, macetas, cerámica, que posteriormente venden y pretende ser auto-sustentable. En la Granja Madre Teresa, se efectuó un acuerdo para que los mismos chicos de ese taller, brinden a las mujeres alojadas talleres socio-productivos [macetas y cuero] para que luego de la producción, las propias chicas salgan a venderlas. Existen otros tipos de emprendimientos en los distintos centros barriales. En el Centro Carlos Mujica de Retiro, se efectúa la producción de velas; en el centro Don Bosco, emprendimiento de alpargatas y en el centro Hurtado de Barracas, el de trapos de piso, que también se desarrolla en la granja Madre Teresa de Gral. Rodríguez. Todos estos tipos de emprendimientos, se producen y realizan en los centros barriales, y en los otros dispositivos, pero no se efectúan ordenadamente y en cantidad como para lograr un autofinanciamiento. Falta una organización más efectiva en los talleres, que permita darle continuidad y una mayor producción en cantidad para que sea sustentable. El Hogar de Cristo establece convenios con algunas empresas privadas. Estas empresas toman a los chicos de los distintos dispositivos y el estado les pagan de forma temporaria las cargas sociales, los contratan por tres meses y si alguno de estos se desempeña de forma adecuada en sus tareas, se los contrata de forma efectiva. Estos casos son pocos pero es una buena estrategia. También se promueve la capacitación de los jóvenes en los, C.F.P. [Centros de Formación Profesional] de las Parroquias, que ofrecen un proceso de formación con un acompañamiento especial, en atención al propósito de no consumir “solo por hoy”, más o menos cercano en relación a la evolución que van teniendo, y a las posibilidades de integración e inclusión social que el sistema les ofrezca. Siguen siendo personas en situación de alta vulnerabilidad pero en la medida que logran un mayor nivel de inserción, les sirve a ellos y pueden ser agentes multiplicadores capaces de aportar a la rehabilitación de otros jóvenes. 22 Los objetivos son: aportar a su integración social ofreciéndoles claves que permitan a los participantes consolidar un nuevo estilo de vida; entregarles herramientas psicológicas y espirituales que refuercen el proceso de integración social; desarrollar hábitos de trabajo y aprender un adecuado manejo del dinero y lograr que los y las jóvenes que participaron del proceso se conviertan en referentes barriales. La propuesta de Centro de Formación Profesional, consiste en la capacitación laboral en oficios (mecánica automotriz, carpintería, tallado en piedra entre otros). Centro de Formación Profesional Nº 15: “Centro Juvenil Padre Daniel de la Sierra”. Áreas de panadería e imprenta. Ubicado en Pepirí 1462, Nueva Pompeya, C.A.B.A. La Cooperativa - Acompañantes de Usuarios de Paco Esta Cooperativa funciona como un “Equipo Externo” que se dedica a tareas específicas que no se pueden realizar en los Centros Barriales, pero que tienen relación con éste. Está integrada por personas abocadas, desde su profesión a acompañar integralmente a usuarios de paco. También integra la cooperativa la red de acompañantes pares, compuesta por operadores jóvenes de ambos sexos, en claro proceso de recuperación del consumo de paco. El objetivo de la Cooperativa es aumentar y fortalecer la red subjetiva de los jóvenes en situación de consumo, brindándoles contención, acompañamiento y asistencia social. Entre más densa sea su red subjetiva, más fácil será para un joven superar las consecuencias de su adicción. La Cooperativa trabaja en plena comunión con el Centro Barrial y se encarga de las situaciones que se desarrollan fuera del espacio físico de dicho Centro. Las tareas realizadas por los integrantes de la cooperativa consisten en acompañar a las personas que acuden al Centro Barrial en distintas situaciones contingentes que se les presentan (de salud, educación, trámites personales, etc.), a saber: 23 a) Acompañamiento de jóvenes embarazadas. Normalmente articulando con la Maternidad Sardá, los Hospitales Penna, Fernández y Pirovano, el Consejo de los Derechos del Niño, la Defensoría 17 de la Villa y la Senaf. Controles de rutina, administración de medicación, cuidados básicos, armado de un plan realista para luego del nacimiento y asegurar la identidad del bebé haciendo el DNI, son algunas de las tareas que demanda. b) Acompañamiento de Hijos de usuarios de paco. Normalmente articulando con la Maternidad Sardá, los Hospitales Penna, Fernández y Pirovano, el Consejo de los Derechos del Niño, la Defensoría 17 de la Villa y la Senaf. Los niños son los que más sufren las consecuencias del consumo de sus padres. Privilegiarlos y acompañarlos integralmente, permite cortar este círculo de muerte. Todo comienza con intentar que al nacer puedan vincularse fuertemente con su madre y su padre (si aparece) y dejar como último recurso que el niño sea derivado a un Hogar. Asegurar que coma bien, que sea bien medicado, que no sufra maltratos. Pronto ayudar a que sea integrado al sistema educativo y que tenga espacios para jugar, recrearse y ser querido. c) Acompañamiento de internados en Comunidades Terapéuticas. Normalmente articulando con la Dirección de Adicciones del Gobierno de la Ciudad, la Sedronar, el Hospital Nacional en Red y la Senaf (Isla Silvia). Cuando los chicos piden una internación necesitan ser sostenidos desde fuera y al salir necesitan apoyo concreto para dar los primeros pasos en la vida cotidiana. Cuando la familia está presente todo se facilita, pero en la mayoría de los casos los chicos están solos, visitarlos, llevarles lo básico para la higiene personal, recibir un llamado cuando están mal, son gestos sencillos que ayudan a transitar esta etapa en el proceso de recuperación e inclusión. d) Acompañamiento de “jóvenes difíciles”. El ‘proceso de recuperación’ implica recaídas en su desarrollo. Para quienes están en esa etapa y presentan mayores dificultades para dejar el consumo, habiendo agotado lo que les ofrece el Centro Barrial, se generan espacios alternativos, individuales o grupales (en la casa de alguno de los chicos). Se trata de no expulsar a nadie. Este espacio es una alternativa para mantener el vínculo mientras se logran nuevas estrategias de recuperación, acordes con sus particularidades. e) Acompañamiento de enfermos. Normalmente articulando con los Hospitales Muñiz, Borda, Moyano, Tobar García, Penna, Fernández y Pirovano. El consumo de paco va de la mano con muchas enfermedades y otros problemas de salud. La Tuberculosis, el HIV, la Sífilis, las Hepatitis y las enfermedades psiquiátricas, como así también las heridas de armas blancas y de fuego, llevan a menudo a los chicos en consumo al Hospital. Acompañarlos en ese momento es una oportunidad única y llena de posibilidades. Muchos quedan solos y sentir una presencia amorosa, desinteresada e idónea, los ayuda a “aprovechar la desgracia”. Incluso cuando los chicos mueren, el poder avisarles a sus familias es un gesto que humaniza. f) Acompañamiento de presos. Normalmente articulando con el Servicio Penitenciario Federal y la Senaf (Institutos de menores). Frecuentemente los usuarios de paco terminan privados de su libertad. Al igual que en los 24 momentos de enfermedad grave, se genera un situación privilegiada para generar una oportunidad. Muchos chicos que no pueden cortar ni en la vida cotidiana ni en las internaciones, logran hacerlo en prisión. g) Acompañamiento para “recuperar la Ciudadanía”. Normalmente articulamos con las Oficinas de Acceso a la Justicia. El consumo tiene sus raíces en la exclusión social. Para comenzar a incluir plenamente es necesario tener el DNI, cosa que no siempre es fácil. Los usuarios de paco normalmente “pierden” los documentos, pero muchas veces no lo han renovado a los 16 y no es sencillo encontrar la partida de nacimiento cuando se cortaron los vínculos con los padres, hay chicos que nunca han tenido DNI y otros que son extranjeros y no han regularizado su situación. h) Acompañamiento en la búsqueda de vivienda. Normalmente se articula con la Dirección de Asistencia Inmediata del Gobierno de la CABA. Sin una casa adecuada cualquier proyecto de recuperación e inserción se torna inviable. Algunos chicos pueden volver a la Villa, otros necesitan vivir en otra parte de la ciudad y otros necesitan irse al interior. En cualquiera de los casos hay que ayudar a los chicos a buscar y luego a sostener su lugar (El Hogar Hermana Pilar, programa Viviendas Amigables). i) Acompañamiento en la búsqueda de trabajo. Articulación con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Encontrar un trabajo digno es en estos tiempos, una tarea difícil para cualquier ser humano, entonces, más complicado es encontrar y sostener un trabajo para estos chicos que vienen “del infierno del paco”. Muchas veces no han visto trabajar a sus padres y nunca lo han hecho ellos mismos, habitualmente su proceso educativo se ha frustrado tempranamente, es común que tengan “portación de cara”, antecedentes penales, y también que sufran de enfermedades que los condicionan a la hora de superar un control médico pre-laboral. Si los chicos no trabajan se verán forzados a robar o a volver atrás en su proceso de recuperación e inclusión. Modelo de Acuerdo de Cooperación Entre la Cooperativa de Acompañantes de Usuarios de Paco Ltda. y la Parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé (Hogar de Cristo-Parque Patricios) En Buenos Aires a los diecinueve días del mes de agosto de 2015 se reúnen el Párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé y por lo tanto representante legal del “Hogar de Cristo” y el Presidente de la Cooperativa de Acompañantes de Usuarios de Paco Ltda., al finalizar la decimoquinta reunión del Consejo de Administración de dicha Cooperativa. En primer lugar ambos dejan constancia de la estrechísima relación entre la Parroquia-Hogar de Cristo y la Cooperativa. Como certifica la memoria de la última, sus orígenes como pre cooperativa, se dan en el marco del Hogar de Cristo y sus socios fundadores son todos voluntarios del Hogar y la Parroquia. En segundo lugar, viendo que el “desafío que el paco” que se nos presenta es gigantesco, y encaminarlo en nuestra Patria llevará muchos años aun haciendo 25 todos, sociedad y estado, las cosas muy bien… Para alcanzar este objetivo de largo alcance somos conscientes que es necesario generar instituciones adecuadas y específicas como la cooperativa. Por ello la Parroquia se compromete a transferir mensualmente dinero que recibe a partir de los convenios que tiene con la Sedronar y el Ministerio de Desarrollo Social de la CABA, para que una vez derivados a la Cooperativa esta pueda a su vez, retribuir a los socios que realizan trabajos de acompañamiento a usuarios de paco en distintos dispositivos del Hogar de Cristo a saber: Centros Barriales San Alberto Hurtado y Madre Teresa, Granja de Mujeres Madre Teresa, Casa de acompañamiento de usuarios de paco con enfermedades complejas, Hogar Hermana Pilar, Dispositivo de bajo umbral Niños de Belén y Casas Amigables. Además la Parroquia transferirá a la Cooperativa mensualmente, dinero para apoyar el resto de los objetivos anuales que esta se propuso: a) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco Privados de Libertad y en conflicto con la ley, y paralelamente dialogar con los Servicios Penitenciarios Federal y Bonaerense y con el Poder Judicial para generar mejores condiciones para que la cárcel pueda ser una oportunidad. b) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco que requieran atención médica especial (embarazos y partos, HIV, TBC, problemas psiquiátricos, heridos graves…) y paralelamente dialogar con la Dirección de los Hospitales Muñiz, Sardá y Penna para lograr mejores condiciones que permitan aprovechar estas situaciones como una oportunidad. c) Acompañar integralmente a Usuarios de Paco en su búsqueda de vivienda y trabajo adecuados, desarrollando en primer lugar el que dimos por llamar “Proyecto Malvinas” que consiste en acompañar un grupo de mujeres internadas en la Granja Madre Teresa y a doce familias que están tratando de rehacer su vida en el Barrio Los Naranjos y Villa Vengoechea de Las Malvinas, Partido de General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires... Para esto deben tener estabilidad en las tierras que ocupan (ayudar con los planos de posesión, el juicio de usucapión, etc.), deben obtener un trabajo estable (realizar un convenio con el Ministerio de Trabajo de la Nación, Programa de Trabajo Autogestionado para favorecer la inclusión de estas personas) y recibir un acompañamiento terapéutico adaptado a su realidad (acuerdo con Granja Madre Teresa de Calcuta). d) Acompañar casos especialmente difíciles de Usuarios de Paco que nadie puede o quiere asumir. e) Promover el surgimiento de otras Cooperativas como la nuestra en el resto de la Patria, sabiendo que el desafío que “el paco” nos presenta tiene un alcance Nacional y una gravedad creciente. Acordamos que la Parroquia cada mes que transfiera dinero, recibirá un recibo de la Cooperativa por dicho monto y que a su vez la Cooperativa se compromete a utilizar los fondos para el cumplimiento de los objetivos más arriba mencionados y a transferir a los socios que realicen trabajos de acompañamiento el monto que la Parroquia indique, a una caja de ahorro abierta a tal. El presente acuerdo tendrá vigencia a partir del 1 de septiembre de 2015. 26 Dispositivos e instituciones [su relación con “lo instituido y lo instituyente”] Reflexión sobre el texto de Claudia Bertazza 5, sobre el capital instituido e instituyente de las organizaciones sociales: “Cuando una organización cuenta con un reconocimiento histórico de larga data y todos los miembros de la comunidad la aceptan como valiosa para el funcionamiento de ésta, estamos frente a una institución. Son ejemplo de instituciones la familia, la democracia y las organizaciones de gobierno, la escuela. Pero debe decirse que el término se ha generalizado y muchas organizaciones se presentan a sí mismas o son nombradas como instituciones. Es una manera de reconocer su valor “instituido”, aquello que, siendo de la organización, ya no es un valor sólo para la organización sino también para el conjunto social. Las instituciones contienen en su seno fortalezas y debilidades que son fruto de su capital “instituido” y su capital “instituyente”. Las instituciones sociales desde el campo de “lo instituido”- quieren contener al sujeto en un campo limitado de saberes y certezas, del que no siempre quieren que salga. La institución, nacida de la creatividad y la libertad del hombre, muchas veces niega esta creatividad y esta libertad... Pero el hombre es capaz de cuestionar, de crear, instituyendo aquello que no responde a ningún determinismo, generando un proyecto nuevo. El hombre interpela, milita y hace nacer... genera “lo instituyente" Esta actitud atemoriza a los defensores del orden establecido. Esta actitud es pura presencia de lo otro, pura alteridad. Demostración de que los hombres son libres y por lo tanto todo puede cambiar, constatación de que el orden social instituido es un fenómeno de la historia, y que, por lo tanto, puede ser otro. Los hombres de lo instituido trabajarán, entonces, tratando de suturar los intersticios. Cuando se vean perdidos, para detener la avalancha creadora, como estrategia, arrebatarán la memoria social, ya que para que el hombre sea capaz de una actividad de interpelación debe recorrer todos los pliegues de la memoria colectiva, debe conocer los más honrosos y los más vergonzosos hechos producidos por su grupo social, debe asirlos, sopesarlos, leerlos, resignificarlos. Sin memoria no hay anclaje social. Sin anclaje social no hay sujeto. Sin sujeto no hay interpelación. Sin interpelación hay congelamiento de las formas instituidas.” Existe una diferencia notoria entre el capital instituido y el capital instituyente de las organizaciones. Muchas instituciones, conservan el “status quo”, lo establecido socialmente. Algunos hospitales (como ejemplo de instituciones) conservan ciertas pautas que son iguales en todos los hospitales y a lo largo del tiempo, pero en el Hogar de Cristo se elige denominar dispositivos a sus organizaciones y no instituciones, tiene que ver con remarcar la identidad instituyente, que plantea algo diferente al status quo, tiene que ver con la posibilidad de cambiar en el tiempo de acuerdo a las necesidades y nuevos 5 Docente, escritora y política argentina., Actualmente es Directora del Instituto de Capacitación Parlamentaria de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. 27 conocimientos, tiene que ver con recordar no anquilosarse en estructuras que terminan siendo arcaicas y a veces innecesarias. En este caso, cada dispositivo del Hogar de Cristo, resuelve un conflicto que se presenta y plantea en la vida real. Son dispositivos armados con pautas, con reglas concretas que se arman en el momento que hace falta, y se desarman en el momento que ya no hace falta más. El sentido esta, en que lo instituido es el status quo imperante del sistema; en cambio, lo instituyente es aquello que cuestiona lo establecido, que interpela y propone algo nuevo, diferente, transformador, intentando modificar el orden establecido. Estos dispositivos tienden a ser instituyentes, y no anquilosarse, endurecerse en su estructura, que muchas veces no pueden flexibilizarse para modificarse en función de la realidad imperante y de los problemas imperantes. Un dispositivo en sí, tiene ciertas pautas pero son absolutamente modificables; tiene normas y tiene que tenerlas, pero se reestructuran en función de la realidad cotidiana y de la demanda. El dispositivo tiende a ser instituyente, a plantear lo nuevo, a innovar, a buscar la diferencia [con el status quo]. Por ejemplo: las granjas, los centros barriales no son lo mismo que una comunidad terapéutica o un centro de día son organizaciones diferentes así la granja San Miguel, es un dispositivo donde los hombres pasan un determinado tiempo para desintoxicarse y armar un plan de vida. La granja hogar Madre Teresa es un dispositivo determinado que tiende a acompañar a las madres vulnerables con sus hijos, para armar su plan y su proyecto de vida favoreciendo, su ser persona, su ser mujer, su ser madre si es lo que quieren. También es importante resaltar que existen instituciones con las que los dispositivos del Hogar de Cristo trabajan en red con un alto capital instituyente como por ejemplo el Hospital Nacional en Red, especializado de Salud Mental y Adicciones (ex CENARESO), que cuenta por ejemplo, con servicio ambulatorio para la atención de niños niñas y adolescentes, casas amigables y de medio camino en definitiva cuenta con un plan estratégico que genera un concepto paradigmático y renovador del viejo hospital articulando satisfactoriamente con la comunidad y en especial con los sectores más vulnerables de la sociedad demostrando fehacientemente que lo instituyente no solo es posible en las instituciones sino que es un capital fundamental para el cambio tan necesario. Articulación con áreas del estado El gran problema de la accesibilidad En el caso de los usuarios problemáticos de drogas de las villas, aparece el primer problema; muchos de sus derechos están vulnerados y no tienen modo de hacerlos efectivos. La guardia del hospital les resulta habitualmente expulsiva, muchos están en situación de calle, les es difícil que puedan conservar el DNI en estas condiciones, el mundo del trabajo les resulta muy lejano y sin oportunidades reales de incluirlos, y la oferta escolar ofrece un servicio muy distante de sus necesidades y urgencias. Las instituciones en general están especializadas en una temática, dan respuesta a una necesidad. Así el Hospital Muñiz resuelve problemas vinculados con las enfermedades infecciosas, la Maternidad Sardá se enfoca en las embarazadas y sus niños, el Re.Na.Per en el DNI, la Se.Dro.Nar en 28 brindar tratamiento, y los paradores del Gobierno dan alojamiento a quienes están en situación de calle. Si bien la especialización es necesaria en las instituciones para dar respuestas pertinentes a cada problema, no se puede negar que esas respuestas son parciales y contribuyen a la fragmentación del individuo. A modo de ejemplificación, un caso muy común en los Centros Barriales es que se presente una chica (supongamos de nombre X) adicta al paco, embarazada, con HIV, viviendo en situación de calle, y con poca higiene, como suele suceder en esos casos. Se acerca al dispositivo y manifiesta que quiere salir adelante para no perder el bebé que se está gestando. Sabe claramente que si llega en esas condiciones a la maternidad van a dar intervención a los organismos de derechos de los niños y teme que se lo saquen. A la vez, en el barrio hay gente que le ofrece dinero y drogas por el bebé. Tiene a su madre en González Catán, ella podría hacerse cargo del bebé, pero X teme acercarse a su madre, ya que por la adicción se fue de la casa dejando a otros hijos con ella. Estas serían las instituciones que intervendrían en el barrio. HIV: Hospital Muñiz Embarazo: Maternidad Sardá DNI: Re.Na.Per Tratamiento de recuperación: Se.Dro.Nar Vivienda: Parador Futuro del niño: Consejo de derechos, Familia A estas instituciones se le suma el Centro Barrial, que recibe a X. Apuntando a determinar cómo se relacionan esas instituciones en función de las necesidades de X. Para ello se completa una tabla de doble entrada, disponiendo un 0 cuando no hay una relación entre las instituciones tendientes a solucionar los problemas; y 1 cuando sí la hay. 29 Esta sería la versión gráfica de la misma tabla Y este gráfico, sería la misma red sin el Centro Barrial El gráfico es claro: cada institución que aparece es necesaria para resolver algún problema de X y no se le puede pedir una mirada integral porque su respuesta es específica. El Centro Barrial, en cambio debe enfocarse en la persona, tener la mirada global, recibir toda la información, gestionar los recursos y tejer la red asistencial. En este cuadro se muestra que cada línea que une dos instituciones representa el fluir de la información, y el modo en que las personas transitan esos dispositivos. Es importante tener en cuenta que cada uno de esos actores tiene sus requisitos para la atención. Por lo cual, para tramitar el DNI hace falta tener una constancia de domicilio emitida por la policía federal, y para dormir en un 30 parador a una persona que está en situación de calle le piden el DNI. Para recibir la medicación de la tuberculosis, o del HIV el hospital pide DNI, y el tratamiento exige una conducta que no parece coherente con el demandante consumo de paco en una persona que está en situación de calle. Cuando la tuberculosis se complica y corresponde la internación, el hospital no está preparado para contener al paciente a causa del intenso craving que genera la pasta base. Pero para poder internarse en una comunidad terapéutica hace falta estar curado de la TBC, o al menos haber dado negativas las baciloscopías y estar sin contagiar. La cantidad de requerimientos que debe reunir una persona víctima de la exclusión grave son innumerables, y a veces un poco contradictorios entre sí. La recuperación/inclusión social aparece entonces para el usuario problemático como muy lejana, difícil e inaccesible. Desde el Hogar de Cristo, se entiende que para superar la fragmentación, alguien debe especializarse en la persona entera, ayudar a dar unidad y sentido a la lucha, debe hacer propios todos los intentos del individuo por estar mejor. Con las áreas de educación y salud es mucho más fácil establecer articulaciones con los centros barriales y los distintos dispositivos del Hogar de Cristo. Específicamente con salud, con los hospitales y los centros sanitarios, en los niveles más inmediatos de atención se efectúa un acompañamiento si es requerido. Cuando se presenta un caso más complejo, se efectúa una intervención y se apela a algún funcionario con mayor autoridad de ser necesario. En el caso de la articulación con minoridad, cuando existen chicos menores de edad en los distintos dispositivos se presentan dos instancias, el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes que es el organismo del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires encargado de promover y proteger el cumplimiento de los derechos de las chicas y chicos de la Ciudad que depende del poder ejecutivo, y por otro lado, la Asesoría General Tutelar de Menores dependiente del Ministerio Público Tutelar del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. Con ambos organismos se trabaja interdisciplinariamente según la intervención. Subsidios del estado En el año 2008 se abre el primer dispositivo del Hogar de Cristo, el Centro Barrial Hurtado de Barracas, que parte de una iniciativa del Arzobispado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Es un proyecto y un plan del actual Papa Francisco desde lo económico, y desde lo ejecutivo tiene participación la Parroquia Nuestra Señora de Caacupé con el Padre Pepe Di Paola y el Padre Charly Olivero. Con el tiempo se suman a la financiación del Arzobispado y se empieza a conveniar con áreas gubernamentales de la Nación y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los recursos necesarios para el mantenimiento de los distintos dispositivos. Por lo general los subsidios de la C.A.B.A. son mensuales y los de Nación, son más específicos, por ejemplo, para ampliación edilicia o mejorar las instalaciones. El primer convenio que se efectuó fue por el comedor con el Gobierno de la Ciudad; esto fue fundamental, dado que se 31 cambió la calidad de la comida para los chicos, y posteriormente se convenió como centro barrial. Originalmente también se recibían subsidios y donaciones de entidades internacionales de Italia y del País Vasco. En el mes de septiembre de 2014, conjuntamente con la SEDRONAR, se elaboró una Resolución que otorga un subsidio mensual a varios dispositivos del Hogar de Cristo; por medio de estos, se facilita la atención y asistencia de los chicos en situación de vulnerabilidad social y vital, asociado al consumo problemático de sustancias: Presidencia de la Nación, Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico Resolución Nº 266/2014 Bs. As., 26/06/2014 VISTO las Leyes Nacionales Nº 23.737, 26.657, 26.682, 26.579, 26.529 y 26.934, los Decretos Nº 623/1996, 603/2013, 48/2014 y 518/2014, la Resolución Conjunta Nº 153 SEDRONAR y Nº 361 del entonces M.S. y A.S. de fecha 11 de junio de 1997 y las Resoluciones SEDRONAR Nº 885/01, Nº 815/11 y Nº 729/02. CONSIDERANDO: Que el Decreto Nº 48/2014 establece los objetivos primordiales de esta Secretaría de Estado, en cuanto al cumplimiento de sus funciones en materia de Abordaje Territorial Integral para la prevención, capacitación y asistencia de las adicciones. Que en virtud del decreto citado en el párrafo anterior, para el cumplimiento de su principal objetivo, esta Secretaría tiene que ejecutar políticas de Abordaje Territorial Integral para la prevención, capacitación y asistencia, por tal razón resulta necesario diseñar nuevas líneas de acción a los fines de multiplicar las herramientas para la inclusión social, contención, prevención y tratamiento de las personas con consumos adictivos de sustancias, con un fuerte compromiso y participación activa de los actores responsables de la temática a nivel nacional, provincial y local. Que el Decreto Nº 518/2014 aprobatorio de la estructura organizativa de las aperturas inferiores, establece los mecanismos, programas y dependencias para la consecución de las misiones y funciones delineadas por el Decreto Nº 48/2014. Que por la Resolución de SEDRONAR Nº 885/01 aludida en el VISTO, se aprobó el “Programa de Atención a Personas con Dependencia a las Drogas” que preveía el funcionamiento del sistema de derivaciones y el otorgamiento de subsidios asistenciales por parte del Organismo. Que dicha normativa redefinió y amplió las normas de funcionamiento y requisitos del Registro de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales previsto por la ley 23.737 e instrumentado a través de la Resolución Conjunta Nº 153 SEDRONAR y Nº 361 del entonces M.S. y A.S. Que la Resolución 815/11 aprobó el “Programa de Atención a Personas con Dependencia a Drogas” en el ámbito del sector público provincial. Que por la Resolución SEDRONAR Nº 729/2002 se estableció, conforme los criterios y estándares de calidad prestacional establecidos por la aludida normativa conjunta en referencia a la OMS, los instrumentos para la supervisión de los establecimientos asistenciales en cuestión. Que el consumo problemático de sustancias se ha complejizado y se ha acrecentado la demanda de tratamientos terapéuticos, lo que exige adecuar la normativa y ampliar sus alcances para propender a un certero relevamiento de los recursos obrantes en el territorio para, de esta manera, posibilitar su articulación y garantizar el efectivo acceso a la atención y asistencia de las personas que padecen esta problemática. 32 Que las Casas de Atención y acompañamiento Comunitario constituyen un actor fundamental y una herramienta importante para la atención y contención de los sujetos en las zonas más vulnerables y desprotegidas, por lo que deviene en necesario alcanzar niveles óptimos de articulación y promoción de los mismos por parte de este Organismo. Que según los datos relevados y la considerable demanda advertida, resulta menester propiciar el acceso universal por parte de las poblaciones más desventajadas a los recursos terapéuticos de distinta complejidad y variantes existentes. Que la participación de organismos gubernamentales y no gubernamentales en la recuperación de las personas con consumo problemático de sustancias se inscribe en los lineamientos de las políticas nacionales y las recomendaciones de los organismos internacionales especializados en la materia. Que la Ley Nº 23.737 establece en su artículo 43 que el Estado Nacional asistirá económicamente a las provincias que cuenten o contaren en el futuro con centros públicos de recuperación de los adictos a los estupefacientes […]. El 01 de septiembre de 2014, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, encabezó un acto en el que se firmó el convenio de adhesión a la Resolución Nº 266/2014: “Casas de atención y acompañamiento comunitario”, mediante el cual el estado nacional aporta una partida presupuestaria mensual a cada uno de los centros comunitarios adheridos, dirigidos por los curas villeros y otras organizaciones. El acuerdo fue firmado en el Salón de las Mujeres por el presidente de Cáritas Argentina, Horacio Cristiani, y el secretario de la SEDRONAR, Juan Carlos Molina, con la presencia del grupo de curas villeros para el fortalecimiento del Programa Recuperar Inclusión. A través de los acuerdos suscriptos, el estado fortaleció, tanto de manera directa como por intermedio de Cáritas Argentina, los Centros de Atención y Acompañamiento Comunitario de distintos puntos del país, pertenecientes a instituciones religiosas que trabajan día a día la problemática de las drogas en el territorio. Estos dispositivos son puertas de acceso cercanas y amigables, que brindan contención y asistencia, conformándose en una herramienta para la atención y contención de las personas en contextos de vulnerabilidad social. Las instituciones que firmaron convenio de adhesión o acta acuerdo: Caritas Argentina de Ciudad Autónoma de Buenos Aires Hogar de Cristo Centro San Alberto Hurtado de Ciudad Autónoma de Buenos Aires Hogar de Cristo Carlos Mujica de Ciudad Autónoma de Buenos Aires Hogar de Cristo Don Bosco de Ciudad Autónoma de Buenos Aires Hogar Virgen Inmaculada de Ciudad Autónoma de Buenos Aires Hogar de Cristo Gaucho Antonio Gil de Ciudad José León Suarez Hogar de Cristo Centro Barrial Madre Teresa de General Rodríguez Hogar de Cristo El Buen Samaritano de La Matanza Donaciones El Hogar de Cristo, financia su obra también, por medio del aporte que realizan los ciudadanos en forma voluntaria y especialmente con la ayuda de la comunidad de los Barrios donde están presentes, donde se entiende que el desafío del Paco es un problema de todos. 33 Desde el H.d.C. se mantiene en absoluta reserva los datos de los donantes, no se difunde, ni comparte con terceros información sobre dichos donantes bajo ninguna circunstancia, salvo en lo estrictamente necesario para cumplir con las órdenes impartidas por los donantes o a requerimientos de orden legal. Algunos aspectos impositivos para los responsables inscriptos en el Impuesto a las Ganancias sobre las donaciones en Argentina. De acuerdo a la Ley de Impuesto a las Ganancias vigente (Título III, Art. 81, inc. c), que son deducibles de la ganancia del año fiscal del donante Inscripto en el impuesto a las Ganancias, las donaciones realizadas a, entre otros, asociaciones, fundaciones y entidades civiles de asistencia social, salud pública, caridad y beneficencia, con un límite máximo del 5% de la ganancia neta del ejercicio. Para que dichas deducciones puedan ser computadas hasta su límite máximo y quienes donen puedan beneficiarse con estas deducciones deben cumplir con ciertos requisitos establecidos en la normativa fiscal. Recursos Humanos Equipos técnicos y no técnicos [voluntarios] Algunos de los profesionales con los que se trabajan en los dispositivos, en el ámbito de la salud específicamente, están conveniados con distintos tipos de organismos estatales. Con la SEDRONAR se estableció un acuerdo de cooperación, donde algunos profesionales ofrecen una prestación de servicios dos o tres veces por semana en los dispositivos, que por lo general, son trabajadores sociales, psicólogos y psiquiatras. Por otro lado, desde la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones, se cuenta con operadores especializados en adicciones, que trabajan cuatro veces por semana con los equipos y son parte integral de los mismos. Con las oficinas de Acceso a la Justicia dependientes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, se cuenta con psicólogos y abogados que trabajan con los adolescentes dentro de los distintos predios del Hogar de Cristo. Cada dispositivo del Hogar de Cristo posee distintos convenios para incorporar profesionales a su staff y armar sus propios equipos. Estos equipos son siempre técnicos y no técnicos, profesionales y no profesionales. Algunos de los profesionales que integran los equipos, simplemente efectúan asistencia o actividades tipo taller. Por lo general, todos los equipos se reúnen una vez por semana para efectuar una puesta en común sobre las problemáticas que se presentan, también se busca establecer un consenso entre todos los integrantes del equipo al tomar una decisión. Los profesionales y el personal no técnico, por lo general efectúan voluntariado, dado que los ingresos económicos o sueldos que se perciben son bajos, por lo cual el trabajo es medianamente voluntario. También existen personas que son cien por ciento voluntarias. 34 Abordajes comunitarios e integralidad (Brevario de “Una propuesta para sistematizar experiencias en el Abordaje Comunitario de los consumos problemáticos de drogas”. Autores: Ana Lía Kornblit, Ana Clara Camarotti, Alejandro Capriati, Pablo Francisco Di Leo, Gabriela Wald. Paginas: 6, 7, 14, y 15.) El modelo integral de abordaje comunitario de los consumos problemáticos de drogas puede definirse como la estrategia de intervención que tiene como protagonista a la comunidad en la búsqueda de soluciones relacionadas con este tipo de prácticas. La comunidad no es entendida desde una concepción romántica, como sinónimo de armonía, sino como un espacio social en permanente construcción, atravesado en distintos grados por la diversidad, el conflicto y la cooperación. En un abordaje de este tipo, el significado asociado a las drogas está determinado no sólo por sus propiedades farmacológicas, sino también por la forma en que los grupos de una sociedad definen el consumo de las mismas y por las estrategias preventivas y de intervención que se utilizan. Una política preventiva no puede hacer abstracción de la estructura socioeconómica, de los aspectos psicológicos y culturales de los consumidores de drogas y de las diversas situaciones de vulnerabilidad que atraviesan las personas y los grupos. Los Curas Villeros (Villa 21-24, Barracas), en su proyecto Hogar de Cristo, desarrollan abordajes comunitarios de los consumos problemáticos de drogas desde un enfoque integral en barrios vulnerabilizados: “Porque ante la ausencia del Estado, la calle la toma alguien. Si no la toma la iglesia la toman los narcos. Eso pasaba acá antes de que nosotros nos organizáramos”. Buscan sacar a los jóvenes consumidores de drogas –especialmente paco– del ámbito exclusivo del consultorio y vincularlos a las familias y la comunidad de un modo interdisciplinario: “Si vas a abordar el tema drogas, y lo que querés es que el pibe deje de consumir, que se interne y se resuelva, vamos muertos. Porque el problema no es del pibe. Por eso la dinámica de abordarlo en comunidad me parece muy interesante, porque nos tenemos que hacer cargo todos de eso. El pibe es el que consume; si querés, es el chivo expiatorio, pero el problema no es del pibe. Y en todo caso nos sanamos todos. (…) No nos interesaba abordar el tema adicciones desde lo patológico o desde la salud. Queríamos abordarlo desde los pibes, sus problemas (de conducta por ejemplo). Ahí abrimos el centro barrial. Los curas ya tenían experiencia con otras instituciones. El centro barrial sirve para organizar. (…) La idea es contener, abrazar. Somos todos padres y madres. Incluso los mismos pibes que van conteniendo a otros pibes.” Trabajando en red con diversas instituciones y organizaciones encaran simultáneamente las principales necesidades y demandas de estos sujetos: vivienda, trabajo, alimentos, tramitación del DNI, soportes afectivos, actividades educativas, deportivas y culturales. “El Hogar de Cristo interactúa con otras instituciones barriales. Les damos herramientas y les damos afecto. Tenemos dos granjitas, que podríamos no tenerlas pero sirven porque a veces no 35 tenemos adónde mandar a estos chicos. Tenemos algunas casas donde viven los que estaban en calle o no podían seguir viviendo con sus familias. Tenemos una cooperativa para que puedan tener algo de dinero y rearmarse. Es fundamental pensar en trabajo y vivienda, si no, me estás contando un cuento.” De esta manera, se contraponen a los abordajes sectoriales que realizan la mayoría de los servicios de salud y muchas organizaciones de la sociedad civil: “Porque todas las respuestas son fragmentadas. Un chico tiene tuberculosis, va al hospital y se tiene que internar; además que no tiene documentos, y lo más probable es que lo discriminen porque viene sucio, y que por su condición no se banque la espera que le dan. Suponte que lo internan, se pone fuerte, no se va a quedar a aguantar que termine el tratamiento de la tuberculosis. Suponéte que tiene toda la suerte del mundo y termina el tratamiento de la tuberculosis, pero no puede cortar con el paco, ¿qué hace?, va a ir a una comunidad terapéutica. Suponéte que con toda la furia este pibe es el mejor alumno y termina la comunidad terapéutica, ¿adónde vuelve? A la calle, ¿y el documento, y el hijo y la guita para poder vivir?, ¿cuál es la respuesta que tiene ese tipo para salir adelante? Es como ganar la lotería 3 veces e incluso ahí no tenés salida. Por eso buscamos algo distinto.” Granja-Hogar Madre Teresa del Hogar de Cristo, unicada en el Partido de General Rodríguez. De izquierda a derecha: Dr. Alfredo Fernández, Secretario Ejecutivo de IJóvenes; Dra. Silvina Peluso, Directora de Madre Teresa; Mg. Ana Clara Camarotti, escritora e investigadora; Mg. Ignacio O´Donnell, Director Territorial de IJóvenes 36 Antecedentes para la creación de la Granja-Hogar “Madre Teresa” En el año 2008, el Hogar de Cristo empieza trabajando sobre todo con varones, pocos casos eran de chicas, siempre hubo más varones consumidores que chicas dentro de los dispositivos. En determinado momento se empezó a ver muchas jóvenes en situación de calle, consumiendo embarazadas por ejemplo, y se hacía bastante más difícil ayudarlas y acompañarlas en comparación con los varones, sobre todo por la situación de embarazo y por la maternidad. A mediados del año 2009, el H.d.C. se asocia a una red de instituciones denominada RAISSS (Red Americana de Intervención en Situación de Sufrimiento Social), que combina distintas propuestas que trabajan básicamente con personas en situación de vulnerabilidad, sobre todo con el tema de consumo y adicciones auspiciada por Caritas Alemania. En esta red se trabaja un programa estratégico que se denomina “Tratamiento Comunitario” desarrollado por el Lic Efrem Milanesse6. Se conocieron, como parte de la RAISSS proyectos en Brasil, otros en Colombia, en México y otros países de América latina; y para esta época se empezaron a incorporar conceptos y lineamientos del Tratamiento Comunitario, para trabajar con personas en situación de vulnerabilidad social. Se tomaron algunos conceptos y se reformularon otros. El tratamiento comunitario es entendido como un conjunto de procesos en el cual se articulan acciones, instrumentos y prácticas organizadas cuyo objetivo es promover el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que abusan de drogas y viven en una situación de exclusión social grave. Este abordaje actúa también en la mejora de las condiciones de vida en la comunidad local, en la que viven los consumidores de drogas. El tratamiento comunitario también acompaña a las personas que desean superar la dependencia de drogas usando procesos comunitarios creados con este propósito. La Red Americana de Intervención en Situaciones de Sufrimiento Social (RAISSS) es una Red de Organizaciones de la Sociedad Civil que trabaja en diferentes contextos de vulnerabilidad y sufrimiento social. La conformación de la RAISSS se remonta al año 2006, luego de un trabajo conjunto donde se ha articulado prácticas, métodos y teorías desde el año 1998. La Red fundamenta su trabajo en el Modelo ECO2; construido a partir de las experiencias de un grupo de organizaciones de México, al que luego se han integrado organizaciones de diversos países del continente (Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Brasil, Colombia, Haití, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Argentina), con la incorporación a la RAISSS de las propias redes locales nacionales cada organización o grupos nacionales de organizaciones, busca tejer una red entre las instituciones de sus países. La RAISSS articula una experiencia de intercambio y construcción colectivo de conocimientos, experiencias y prácticas que se desarrollan desde el quehacer MILANESE Efrem (2009): “Tratamiento Comunitario de las adicciones y de las consecuencias de la exclusión grave”, México: Plaza y Valdes. 6 37 particular y dinámico de cada organización; y una plataforma de articulación teórica y metodológica que guía estas acciones, promueve el intercambio y posibilita lenguajes comunes, que es el resultado de las propias practicas, experiencias e intercambios en el interior de la red. Esta plataforma se denomina Modelo ECO2. El Modelo ECO2 ha sido el producto, primero de la interacción y construcción conjunta de conocimientos de organizaciones mexicanas desde 1995; y seguidamente, a través del aporte de Caritas Alemana; la suma de experiencias, aprendizajes y conocimientos de diversas organizaciones de la región. La acción en torno al Modelo ECO2 ha producido efectos y resultados notables en el proceso de prevención, tratamiento y reducción de daños de los efectos del uso de drogas en las personas, sus familias y comunidades. A partir de este marco común se han organizado experiencias de prevención. El tratamiento comunitario es un método de trabajo con personas, grupos, comunidades y redes que viven en contextos de alta vulnerabilidad. Esta propuesta se compone de cinco ejes articulados entre sí. Su finalidad es mejorar las condiciones de vida de las personas, de los grupos y de las comunidades. Su enfoque en el tema de drogas (reducción de la demanda) respeta la historia de esta propuesta que sin embargo se dirige a las situaciones de sufrimiento social de las personas, de los grupos y de las comunidades en condición de alta vulnerabilidad en los ámbitos de educación, trabajo, derechos, relaciones familiares, de grupo, en las comunidades de vida y con las instituciones, vivienda, alimentación, seguridad, legalidad, salud etc. Antecedente referencial de la Asociación Lua Nova [Brasil] Lua Nova es una asociación que atiende madres adolescentes y a sus hijos en situación de vulnerabilidad social. Fue creada en el año 2000, es una iniciativa no gubernamental con sede en Sorocaba, en el estado de San Pablo, Brasil. La institución tiene como misión rescatar y desarrollar la autoestima de estas madres como ciudadanas en el espacio social, tratando de generar en ellas una auto-sustentabilidad, facilitando su reinserción como multiplicadoras de un proceso de transformación de las comunidades en riesgo. Las madres que se alojan en Lua Nova con sus hijos, lo efectúan por un período de nueve meses. Teniendo como objetivos la reconstrucción de la relación madre-hijos para que puedan descubrir sus valores morales y éticos y puedan retomar su ciudadanía. Se fomenta la relación madre-hijo como base de un proyecto de vida más feliz para ambos. Desde que ingresan a la institución, estas mujeres y sus hijos son estimuladas a una vida en comunidad, como fundamento básico para el establecimiento de vínculos sociales. Se ofrecen diversas actividades para su reinserción en la comunidad, fomentando los valores como el respeto y la ciudadanía. Se comprende desde la organización, que la situación de riesgo y vulnerabilidad social son consecuencia de la violación de los derechos, que no fueron adecuadamente enfrentados, como así también, por la falta de existencia de programas y políticas gubernamentales efectivas para evitar la situación de riesgo y vulnerabilidad social que se prolonga en el maternaje. Se propone como proyecto de vida, que estas madres construyan nuevos vínculos: con sus hijos, con otras madres, con la comunidad y con ellas mismas. En especial, buscando desenvolver actividades que fomenten la 38 vivencia de experiencias que posibiliten la convivencia entre madre-hijo, apuntando a la superación de conflictos, rechazos y prejuicios. La elaboración de este proyecto y propuesta político-pedagógica, nos sirvió para posicionarnos frente a la sociedad, a las asociaciones y al estado. Todas las acciones efectuadas están en constante supervisión, para lograr métodos de crianza-maternaje efectivos y elaborar, establecer políticas públicas eficaces. El ingreso y proceso de admisión. Las adolescentes y sus hijos son derivadas por el Poder Judicial, por los Consejos Tutelares o por otras instituciones. En otras oportunidades ellas llegan de forma espontánea o por indicación de amigos o docentes. Para la admisión se establecieron tres criterios en cuanto al perfil de las adolescentes: 1] que tengan trece años cumplidos, dado que la propuesta presupone la atención de todas las jóvenes que son madres en un contexto de riesgo, para que ejerzan su maternidad; 2] que residan en el estado (partido), para que puedan visitar a sus familiares o amigos los fines de semana; 3] que sean adolescentes sin problemas psiquiátricos graves, por la falta de personal capacitado para afrontar ese tipo de patologías. Año 2012 - Comitiva del Hogar de Cristo visita la Asociación Lua Nova en San Pablo, Brasil El primer intercambio entre la Fundación Convivir y la Asociación brasileña Lua Nova se llevó a cabo en el mes de junio del 2012. En representación del Hogar de Cristo, viajaron cuatro mujeres integrantes de los dispositivos ubicados en las villas 21-24, de Barracas, y de la 1-11-14, de Bajo Flores, para compartir experiencias, tecnologías de trabajo y estrategias de acción con la organización del país vecino. La organización no gubernamental Lua Nova, creada en 2000 y dirigida por la Lic. Raquel Barros, atiende jóvenes madres en situaciones de vulnerabilidad social. Además, desarrolla y experimenta diferentes técnicas y prácticas de 39 inclusión social de las jóvenes, incluyendo acciones de generación de renta, trabajo, reducción de daños y desarrollo comunitario. El encuentro fue posible, gracias al marco de trabajo que acordaron en abril de ese año la Fundación Convivir, los sacerdotes de las villas de Barracas y Bajo Flores del Hogar de Cristo, y Lua Nova, para fortalecer los nuevos proyectos relacionados a la inclusión social de mujeres en situación de calle. Con ese espacio de intercambio se pretendió visibilizar las apuestas de intervención y desde allí abrir espacios de reflexión conjunta que posibilitaron el fortalecimiento de procesos de intervención comunitaria en contextos de vulnerabilidad social. Ambas organizaciones integran las redes RAISSS, Red Americana de Intervención en Situaciones de Sufrimiento Social y RIOD, Red Iberoamericana de Organizaciones que trabajan en Drogodependencias. Granja - Hogar “Madre Teresa de Calcuta” [de Mujeres con hijos] A los centros barriales iban llegando familias enteras muchas veces con sus hijos pequeños (los hijos de los usuarios). Cuando se empezó a trabajar con las mujeres y sus hijos desde el Hogar de Cristo, se empezaron a percibir que se mezclaban varias cosas. Por un lado, a los centros barriales llegaban las familias, los hijos de los usuarios y quedaba la deuda pendiente de poder hacer promoción y prevención con ellos, se veían los problemas de conducta que tenían, y sobre esto, no se estaba haciendo mucho; surgió entonces la siguiente pregunta: ¿estos chiquitos, el día de mañana iban a padecer problemas similares a los de sus padres hoy? Por eso, se empezaron a generar espacios para que estos chicos jueguen (Rincón de niños), para que las mamás hablen, para que se hablara de la crianza, y se armaron grupos de mamás, de adolescentes que abordaban el tema, y también, sobre la importancia de la maternidad, etc. A partir de esta iniciativa, comenzaron a ver que las internaciones con las chicas usuarias se complicaban, porque no podían llevar a sus hijos chiquitos, que se terminaban quedando con la abuela, con la tía, o con algún familiar, y esto era contraproducente tanto para las mamás como para los hijos, dado que no existía ningún tipo de institución que alojara a estas mamás con sus hijos. La idea del Hogar Madre Teresa, surge como un hogar para chicas que puedan estar con sus hijos, que tengan o hayan tenido problemas con el uso problemático de sustancias o estén en situación de vulnerabilidad social, brindándoles alojamiento y acompañamiento para armar un plan de vida, que este más centrado en sus potencialidades, que en el consumo y en la adicción. Más centrado en su ser persona primero, ser mujer después, y finalmente ser madre; sobre todo, acompañarlas a descubrir las potencialidades en la maternidad. La idea fue y es acompañar la crianza, tratar de prevenir estilos poco saludables de maternaje tratar de acompañar esos procesos para modificar “costumbres de crianza y potenciar el maternaje positivo”, las actitudes de 40 maternaje que son favorecedoras para el desarrollo saludable de los niños y de las madres también. Desde la Granja-Hogar “Madre Teresa”, se busca que las madres descubran potencialidades propias en otros ámbitos, como en los talleres, en los emprendimientos socio-productivos, en el estudio, en la terminalidad educativa, en la elección de una profesión, o en ser referentes/educadoras pares o expares; para que se den cuenta que la realidad puede ser algo diferente al consumo, y correr el eje de la situación. Desde este dispositivo, se cree que con las madres jóvenes, este es el eje que hay que trabajar, más que volver sobre el tema de las adicciones y el consumo. Claramente, cuando estas mujeres hablan sobre sus hijos, de sus vidas, de sus amores y desamores, de sus gustos y disgustos, del trabajo; el consumo queda en un segundo plano, y el consumo no ocupa más tiempo, ni espacio de conversación, ni en la vida. Proceso de intervención terapéutico en el Hogar Madre Teresa Las intervenciones son en el día a día, se basan en lo concreto, en lo real, en los hechos, más que en lo simbólico. Asimismo se fomenta que las jóvenes tengan sus espacios terapéuticos y los sostengan aunque muchas veces hay que trabajar mucho antes que puedan sostener un espacio terapéutico circunscripto, propio y personal. En este Hogar, se arman procesos más de tipo vincular en lo real en lo cotidiano, basado en el sostenimiento afectivo, como acompañantes o como familia, hasta lograr algo mas ya desde un proceso terapéutico. Estos procesos se tienen que ir encuadrando en cuestiones de la vida cotidiana, cuidándolas, y acompañándolas. Para las mujeres que se alojan en “Madre Teresa”, los procesos terapéuticos, los tratamientos tienen que ser por afuera de la institución, para no caer en lo endogámico y no superponer roles. Desde el hogar se trata de acompañarlos, facilitarlos y fomentarlos. 41 Las terapias y espacios terapéuticos se efectúan por fuera de la institución, en los hospitales, en las salitas barriales o en el ex-CENARESO; teniendo vínculos con los profesionales pero en un espacio privado de ellas. El objetivo desde el Hogar Madre Teresa, es potenciar la crianza, el redescubrimiento de la maternidad, de las mujeres como mamás, pero primordialmente de las mujeres como mujeres, primero como personas y después como madres, no al revés. Que ellas puedan conocerse a sí mismas, que puedan saberse descubriendo lo qué les gusta, lo que no les gusta, encontrarse a si mismas y decidir. El objetivo central de la Granja-Hogar “Madre Teresa” es la “democracia psíquica”. La democracia psíquica, que es la posibilidad de elegir y de asumir responsabilidades por las elecciones hechas.7 Acuerdo de compromiso Granja-Hogar Madre Teresa, para el ingreso A los días ___ de ________ de 2014, se celebra el presente acuerdo de compromiso Hogar Madre Teresa, sito en la localidad de Malvinas Argentinas, Partido de General Rodríguez, Pcia. de Buenos Aires por una parte y por la otra parte _____________________________, con DNI: _____________ con domicilio real en la calle ___________________________, quien previamente asisto al Centro ____________________ y en representación de su hijo menor de edad _____________________________, con DNI: ________________ y _____________________________ con DNI: ________________ y teniendo en cuenta que: El Hogar es un dispositivo de viviendas amigables, de acompañamiento de vida para madres e hijos en situación de vulnerabilidad social. Destacando que las mujeres, junto a sus niños que pueden ingresar a las viviendas deben haber llevado a cabo un proceso en los Centros Barriales: San Alberto Hurtado, Padre Mujica, u Hogar Don Bosco. Que cuenta con casitas que propician la intimidad y autonomía de cada una de las mujeres con sus hijos. El Hogar Madre Teresa es a puertas abiertas, construye sobre el objetivo de reforzar la autonomía, crecimiento y desarrollo de todos sus miembros. Es por ello que todas las mujeres que ingresan lo hacen bajo su propia voluntad y son libres de decidir egresar al momento que deseen, el Hogar acompañará siempre que pueda a la persona, cualquiera sea su decisión. Todas las mamás son responsables del cuidado de sus hijos, esto incluye el cuidado de su salud, higiene, alimentación, educación, y de la vida cotidiana en general. El Hogar acompañará su maternidad intentando brindar herramientas que fortalezcan y sostengan el vínculo y cuidado, pero siempre respetando y propiciando el protagonismo del rol de madres. A partir de lo anterior y en aras de fortalecer y potenciar su proceso en sus centros barriales de origen, las partes acuerdan celebrar el presente ACTA DE COMPROMISO sujeto a las siguientes cláusulas y condiciones: La “democracia psíquica” es un concepto acuñado por el psiquiatra y psicoanalista Dr.Claude Olievenstein 7 42 PRIMERO: Se reconoce que el Hogar Madre Teresa, es decir el complejo de viviendas pertenece al Hogar de Cristo villa 21-24 Zavaleta. Que la misma permite uso y goce de sus instalaciones a puertas abiertas, al solo efecto de brindar el acompañamiento a la madre y su hijo. SEGUNDO: El ingreso es voluntario, reafirmado en el acompañamiento no solo de las mujeres sino de sus hijos, propiciando el protagonismo maternal. Se propone una etapa inicial de prueba al Hogar Madre Teresa de un mes de duración, a fin de que cada mujer conozca el funcionamiento y a todos los miembros del mismo. Pasado ese lapso de tiempo se renovara el acuerdo con una proyección mayor de tiempo, de objetivos a trabajar, y de pautas a respetar, que se fijaran en conjunto. TERCERO: Se fijan tres reglas básicas que son condición sine qua non .El incumplimiento de cualquiera de estas tres reglas tendrá como consecuencia, la posibilidad de evaluar la expulsión del hogar. A fin de cuidar a todos los miembros y trabajar sobre los cuidados y límites que deben construir para vivir con amor responsable. 1] No consumir ni llevar sustancias psicoactivas dentro del predio de Madre Teresa, siempre y cuando no estén recetadas por un médico, incluyendo: marihuana, alcohol, pastillas, pasta base, cocaína, etc. 2] No violencia: ni física, ni verbal hacia toda persona que permanezca en el Hogar. 3] Está prohibido el ingreso de terceras personas, sin autorización previa. CUARTO: Todos los objetos, muebles, utensilios, demás enseres domésticos son de propiedad del Hogar de Cristo Villa 21-24 Zavaleta. Por lo tanto debemos: a] Cuidar todo lo que hay, en el Hogar. b] Si se rompe algo intentemos arreglarlo o pidamos ayuda para hacerlo. c] No adueñarse de objetos ajenos que hacen a las instalaciones del hogar. A tal fin, se anexa un inventario con todo lo contenido dentro de cada casita amigable. QUINTO: Se reconoce que todas las mamás son responsables del cuidado de sus hijos, esto incluye el cuidado de su salud, higiene, alimentación, educación, y de la vida cotidiana en general. El Hogar acompañará su maternidad intentando brindar herramientas que fortalezcan y sostengan el vínculo y cuidado, pero siempre respetando y propiciando el protagonismo del rol de madres. SEXTA: Las madres que se encuentran en las casitas amigables, con sus hijos deberán si se encuentra en periodo escolar, concurrir al establecimiento educativo a fin de que el menor cumpla con su escolaridad. SEPTIMO: Se deja manifestado con su firma al pie del presente que ha leído y entendido cada una de las cláusulas supra mencionadas. Que se compromete a respetar las pautas de convivencia que existen y a respetarlas y hacerlas respetar. En prueba de conformidad se firman dos ejemplares a un mismo tenor y a un solo efecto, en la localidad de Malvinas Argentinas, a los _____ días del mes de ________ de 2014. 43 Organización del Hogar Madre Teresa La organización en este Hogar, es bastante democrática, se trata de que las propias chicas tomen parte en las decisiones y colaboren en la organización; en el día a día, incluso desde el presupuesto que se maneja blanqueando la utilización del mismo definiendo entre todas las prioridades. Se busca establecer propuestas de actividades de esparcimiento, de talleres y cursos, se fomenta que ellas mismas propongan, generen acciones por las cuales se responsabilicen. Este tipo de organización democrática no es sencilla, dado que cuando se trabaja con chicas en situación de vulnerabilidad, y sobre todo cuando existen situaciones de dependencia, como es el consumo problemático de sustancias, se tiende a una mayor dependencia y a una posición más clientelar. Estas situaciones clientelares se manifiestan en el “yo hago esto, pero si me das aquello”. Partiendo de esta base es que se trabaja, siempre entre todos los que integran el hogar, y con distintos roles. Nunca deja de existir un rol de coordinación, pero en este tipo de organización familiar, en la medida en que se puede, se trata de que cada uno se haga cargo de las responsabilidades que asume y decide hacer, siempre teniendo en cuenta la edad y capacidad de cada uno, aportando al resto. 44 Promoción y prevención de la Salud Desde el Hogar de Cristo se efectúan acciones para promover estilos de vida saludables. En la Granja-Hogar “Madre Teresa” y en otros dispositivos del programa se trabaja propiciando una crianza saludable con intervenciones de promoción y de prevención. Según la neurociencia moderna los niños adquieren el control de los impulsos y las emociones entre los dos y los cuatro años. En varios de los casos de niños que ingresan [con sus madres en recuperación], se detecta que son muy agresivos a esa edad, dado que todavía no han adquirido el control de impulsos y de las emociones: esto se fomenta y aprende con estímulos, asistiendo a las madres en la crianza de sus hijos, que se alojan en la granjahogar. Acompañándolas y conduciéndolas a establecer límites, que es una forma más de demostrar el afecto y el cariño, de modo de posibilitar en los niños ser y sentirse cuidados y seguros. Muchas de las adolescentes o jóvenes no recuerdan su propia crianza, o no han tenido al decir de Winnicott una “madre suficientemente buena”, en muchos casos fueron criadas por sus abuelos u otros familiares pasando de un hogar a otro, o en instituciones o en la calle. Esto hace suponer que carecen de pautas saludables de crianza, y/o no saben cómo ejercer la maternidad; es por estos motivos (entre otros) que se creó la Granja-Hogar “Madre Teresa”, para trabajar promoviendo la salud tanto de las madres como de sus hijos en un estilo de vida saludable que propicie, que los niños adquieran pautas de control de impulsos y de las emociones (entre otras), respetando las etapas en su desarrollo. Opción por la Maternidad En la sociedad actual, existen conceptos falsos establecidos con respecto a la maternidad. En muchos casos, se encuentra idealizado el hecho de que “un niño no puede estar mejor que con su madre biológica”, esta conceptualización no siempre es cierta, dado que, ser madre no es un hecho o concepto ligado a lo biológico exclusivamente, sino más bien a la función y sobre todo al deseo. Si las mujeres que ingresan al H.d.C, no quieren o no pueden cumplir con su rol de madre, quien lo padece es el hijo; no se trata, de que los niños no estén con su madre, se trata de favorecer que esas madres jóvenes o adolescentes, puedan ser madres y optar por la maternidad; por ello, en los dispositivos del programa se les da la opción de elegir, se tiene en cuenta su deseo. Se potencia la maternidad que genera vida en la mujer y también existe una potencialidad en la mujer que le genera deseo; fomentando este deseo, es que desde el Hogar “Madre Teresa”, estas mujeres optan por ser madres. Derecho a la elección: plan de vida y maternaje Cuando una joven madre ingresa al dispositivo “Madre Teresa”, tiene la opción de elegir quedarse o no. Se les ofrece y brinda un mes de estadía relativo, donde empiezan a aceptar y a asumir las pautas que el hogar establece. No se trata de una cuestión meramente asistencial, donde se les brinda una casa, alimentos y otros recursos materiales o para atender una necesidad de vulnerabilidad económico-social que estas presentan. 45 Por este derecho a la elección, se fomenta el estimulo para la crianza, el cariño de hogar y de madre; en ese estímulo, se prioriza como eje a los menores, a los hijos. La madre que ingresa, en su estadía efectúa un proceso para poder desear y querer a ese niño como madre. En ese proceso, ellas descubren el tipo de madres que quieren ser. En la actualidad, por lo general la sociedad en su conjunto muchas veces, “estigmatiza y culpabiliza” a las madres pobres. “Si no llevan a la escuela a los nenes es culpa de la mamá; si no llevan al médico a sus hijos es culpa de ellas; si el chiquito se enferma es culpa también de la mamá”; nosotros planteamos una falta de acompañamiento y de programas estatales destinados al mismo en la función y en el rol de estas madres. 46 Dispositivo - Granja Madre Teresa de Calcuta [de Hombres] La Granja de Recuperación de hombres inició sus actividades el 26 de septiembre de 2008, con una camada de siete jóvenes. Surge ante la necesidad de acompañar el proceso de aquellos chicos, que para recuperar la capacidad de soñar y comenzar a diseñar un Proyecto de Vida más saludable, necesitan estar alejados temporariamente de sus barrios y lugares de residencia para apartarse del consumo. Este dispositivo, posibilitaba que los jóvenes que ingresaban permanecieran por períodos de tres meses. En ese entonces se recibían chicos de los tres Centros Barriales existentes, de la Sede San Alberto Hurtado de la Villa 21-24 de Parque Patricios, de la Sede San Juan Bosco de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, y de la Sede Padre Carlos Mujica de la Villa 31 de Retiro. Objetivos del dispositivo Cortar el consumo y desintoxicarse (los chicos que participaban de la Granja no podían dejar de consumir desde la vida cotidiana) Generar un grupo de referencia para la vuelta al Barrio (entraban y salían en grupos de 6 a 8 participantes cada uno) Aportar al desarrollo espiritual de los participantes y fomentar el desarrollo de valores solidarios Propiciar la construcción de un espacio para afrontar las problemáticas del consumo de paco, pasta base. Implementar un programa que permita a los participantes aprender o re aprender a vincularse con el mundo del trabajo. Brindar herramientas para que los participantes elaboren su Proyecto de Vida En este sentido, desde el Hogar de Cristo se entendía que los chicos que participaban vivían en comunidad, por lo tanto, debían aprender a convivir no sólo con sus propios problemas, sino también con los de sus compañeros, respetándose, valorándose y creando un espacio de ayuda, y comprensión mutua. Básicamente elaboraban su proyecto de vida, a la vez que realizaban diferentes actividades, en su mayoría el trabajo de la tierra y con animales. El estar en relación con la naturaleza ayuda a su tratamiento. Tenían encuentros espirituales, reuniones terapéuticas, talleres y realizaban actividades deportivas. Si bien esta ruptura con el consumo de drogas necesita una dinámica pautada y estructurada es importante remarcar que la perspectiva de trabajo que se proponía se basaba en métodos no autoritarios, participativos y consensuados. Es decir, se buscaba hacer foco en las particularidades y demandas de los jóvenes, y no considerar al tratamiento como un fin en sí mismo. 47 La Granja Madre Teresa de hombres, luego de recibir diez camadas de varones, a fines del año 2013 cierra sus puertas para convertirse en un dispositivo destinado a mujeres embarazadas o con hijos. Dispositivo - Granja San Miguel Arcángel [de Hombres] El dispositivo fue inaugurado el día 18 de agosto de 2012, día conmemorativo de San Alberto Hurtado. El proyecto Granja San Miguel Arcángel, pertenece a la Vicaria para las villas de emergencia y se encuadra dentro del programa Hogar de Cristo. Tres propósitos se plantearon para este lugar: Granja de Recuperación Programa Casitas Amigables Camping Virgen de Lujan El predio se encuentra en la localidad de General Rodríguez y cuenta con un terreno de 12 hectáreas, las cuales se organizaron en sectores: : Zona destinada a las instalaciones edilicias, parque y patio. Zona destinada a la plantación de árboles frutales, para el futuro microemprendimientos de dulces. Zona destinada a la Huerta Orgánica y Viveros. Zona destinada a la crianza de animales de campo: vacas, caballos, ovejas, gallinas, chanchos, patos, etc. Zona destinada al sector de Camping “Escuela de Vida” para chicos y adolescentes de las distintas villas de emergencia. Zona destinada al deporte y la recreación Zona destinada a las Casitas Amigables La ejecución de este proyecto es coordinada por sacerdotes de las villas, grupos de hombres que viven en barrios obreros, y voluntarios. Sin embargo, los protagonistas directos de la puesta en marcha de este lugar son los mismos jóvenes que se han recuperado del consumo, y que brindan un servicio como operadores/referentes pares. Estos jóvenes viven en el lugar y están trabajando día a día con el equipo técnico del dispositivo. Se cuenta con un equipo que coordina: sacerdotes, voluntarios, psicólogos, psiquiatra, y referentes pares. Granja de Recuperación El objetivo es el de acompañar a jóvenes de las villas que sufren el flagelo de la droga (pasta base, paco) y que vienen transitando un camino de recuperación desde las sedes de los centros barriales, y en esta segunda etapa lo continúan y profundizan. A la Granja San Miguel Arcángel llegan jóvenes de los Hogares de Cristo, de los Centros Barriales de: San Alberto Hurtado de la villa 21-24; 48 San Juan Bosco de la villa 1-11-14; Padre Carlos Mujica de la villa 31. Esto va generando un enriquecimiento de experiencias de los distintos lugares y fuertes lazos de compañerismo. El tiempo de esta segunda etapa requiere de un gran esfuerzo. Durante este período se busca tomar distancia del barrio y que elaboren su proyecto de vida en el marco de la vida comunitaria, con todo lo que ella supone. Además en esta etapa se va empezando a buscar el hábito y la responsabilidad al trabajo poco desarrollado hasta ese momento en estos chicos. Desde esta temática las tareas son variadas: cuidado de los animales, encargados de la plantación de frutales, limpieza y orden de la casa, trabajos en albañilería y pintura, etc. El plan de recuperación se arma y se organiza desde el centro barrial del que ingresa cada chico; la Granja es una herramienta más para acompañar ese plan. Por ejemplo: algunos jóvenes durante la semana empiezan a ir al centro barrial, dejan el consumo y empiezan a hacer un proyecto de vida, pero los fines de semana en el barrio les son insostenibles. A ellos se les propone pasar de jueves a lunes en la Granja para retomar en la semana su camino de recuperación. Otros van llevando adelante un camino más avanzado: trabajan, van al centro barrial, alquilan, y sin embargo pueden tener una recaída en donde se están jugando, si no levantan, pueden perder todo. Al dificultárseles mucho levantarse en la misma realidad o situación en donde cayeron, se les propone despegar un tiempo en la Granja para fortalecerse, y cuando sea el momento continuar su rehabilitación. Programa “Casitas Amigables” II Muchos de los jóvenes que están haciendo el tratamiento de recuperación no pueden volver al lugar donde residían; queriendo dar una respuesta concreta a esta situación, una zona esta destinada a lo que se denomina “casitas amigables”, o sea, lugares donde viven de a dos o tres jóvenes, dando respuesta a uno de los graves problemas-desafíos para una real inclusión de los adictos u alcohólicos en recuperación: el tema habitacional. Si bien en esta etapa la libertad es mayor, existe también un marco para acompañarlos desde el dispositivo. En estas casas cada joven o adulto va realizando un proyecto de vida: trabajando fuera de la Granja y volviendo luego a ella. Esto les facilita un lugar de contención, un marco de horario, un resguardo respecto al consumo. Además siguen participando de grupos terapéuticos, continuando sus 49 tratamientos psicológicos o psiquiátricos; y están acompañados por el equipo técnico y no técnico del lugar. Entre otras cosas, el deterioro que genera el consumo lleva a muchas personas a quedar en la calle. El estrés que esto produce agrava exponencialmente la situación: exacerba los problemas de salud mental, los expone a otras enfermedades (TBC, otras respiratorias, infectocontagiosas, etc.), a situaciones de violencia, no les permite estar en condiciones de estudiar, buscar trabajo, etc. Además de ser un derecho humano fundamental, la vivienda digna es indispensable en el proceso de “recuperación” de los usuarios de paco, por lo menos así se lo entiende desde el Hogar de Cristo. Paradores, hoteles y piecitas precarias, son respuestas parciales y provisorias, pero un aspecto determinante en el camino de plena inserción en la sociedad, es sin duda, tener un lugar digno donde poder vivir, esto no se reduce a lo edilicio, sino que también supone un contexto humano favorable. El proyecto de “viviendas amigables” no consiste solamente en dar solución al problema habitacional, sino que apunta a generar un lugar de convivencia, de recuperación, de resiliencia en las que son acompañados directamente por operadores del Hogar de Cristo. A mediados de 2009 se inauguro el Hogar: “Hermana Pilar”, a modo de casa de medio camino, en el corazón de la Villa 21, justo detrás de la sede parroquial. Un primer objetivo fue contar con un espacio para recibir a algunos de los chicos que egresaban de la Granja Madre Teresa y posteriormente de la Granja San Miguel, que no tenían donde ir. Sector de Camping Virgen de Lujan: “Escuela de Vida” Dentro del mismo predio, se ofrece un amplio sector al lugar del campamento. A este, concurren chicos y jóvenes de las diferentes villas de emergencia que pueden disfrutar la tranquilidad del campo y la naturaleza. El camping es aprovechado por distintos grupos que realizan un trabajo de prevención. Prevención que es: proteger, prevenir, atender, llegar antes, preceder, anticiparse, preocuparse, acoger, aproximarse, actuar antes, dar el primer paso, inspirar confianza acompañar, etc. Ante todo se busca prevenir la aparición de experiencias negativas, que podrían comprometer las energías del joven y obligarlos a largo y penoso esfuerzo de recuperación. Desde la pedagogía de la presencia y el acompañamiento se apunta a buscar el arte de educar en positivo, de que los jóvenes crezcan desde dentro, apoyándose en su libertad interior y con la guía de líderes positivos del mismo barrio. El camping esta preparado para recibir grandes grupos. Cuenta con un sector para carpas, con baños y duchas, cocina y un amplio sector de fogón; además están las canchas de fútbol 11, canchas de vóley, un tanque australiano y un quincho en donde pueden almorzar y realizar actividades bajo la sombra. A su vez, a 4 kilómetros de la granja San Miguel, la Municipalidad de General Rodríguez esta concretando un proyecto de una reserva natural de 75 mil hectáreas, que contará con un lugar de camping, flora y fauna silvestre, y un lago llamado San Francisco. Dicha reserva posibilitará la visita, caminatas, y 50 disfrute de los grupos de campamento que quieran concurrir en articulación con el Hogar de Cristo. 51 Políticas Públicas Uno de los temas fundamentales a definir, es el tema de los cuidados de la infancia, que está muy relacionado con el rol del estado. En esta época, donde estamos definiendo colectivamente en la sociedad argentina el “rol del estado” en función de cómo han cambiado las cosas en la última década; sabemos que por un lado se propone un modelo de país con un estado neoliberal, que es un estado pequeño que se maneja por medio del mercado, y por el otro un estado presente que se ocupe prioritariamente de los más necesitados. Claramente, en función de todo lo que se viene viendo en relación a la psicopatología, vulnerabilidad social y a la pobreza, es necesario que exista un estado que se ocupe de los más necesitados, porque están desaventajados desde el “vamos”, y creemos que es imposible erradicar la pobreza si no hay un estado presente. Generar políticas públicas en relación al cuidado de la infancia vulnerable y de la maternidad, a la opción por la maternidad, y sobre todo a la crianza responsable y desarrollo del niño sigue siendo una necesidad actual. La política de la Asignación Universal por Hijo, es un plan interesante porque es un programa que es abarcador desde el punto de vista de la vulnerabilidad social, pero creemos hace falta un poco más en referencia al cuidado del niño vulnerable. A través de la asignación, se establece la garantía de que los chicos estén escolarizados, de que se les efectúen controles sanitarios y de vacunación; pero se podrían agregar dentro de los requisitos ciertas pautas en cuanto al desarrollo emocional de los niños, a la posibilidad de estimulación temprana, al acompañamiento de la maternidad, sobre todo en los casos de maternidad adolescente o vulnerable. Para establecer este tipo de estructuras, primero es necesario generar equipos que atiendan esa demanda, no solo desde un punto de vista meramente biológico en relación a los cuidados médicos y sanitarios, sino también desde lo emocional. Creemos que el estado debe ser no solo regulador, sino también ejecutor; tanto en el tema de la infancia, como en las adicciones y en lo referente al acceso a la salud. También, para dar respuesta a estas carencias, es necesario trabajar con la comunidad y con las organizaciones de la comunidad. El estado debe estar adentro de las instituciones, no solo como regulador, también en el día a día, en lo cotidiano de los dispositivos e instituciones Estructuras de acompañamiento Partiendo de la base de los Centros de Primera Infancia como modelo de estructura de acompañamiento, se podrían implementar nuevas políticas donde se establezca como obligatoriedad la sala de tres años, y además, efectuando un acompañamiento en la crianza y en la maternidad en los casos que así lo requieren. Brindando tratamiento psicológico y psicopedagógico, con buena calidad de profesionales focalizando la atención en el vínculo madre-hijo, con espacios de estimulación temprana, que a su vez, tengan herramientas terapéuticas para las madres. 52 La obligatoriedad de las salas de 3, 4, y 5 años en los barrios y zonas vulnerables es fundamental, porque no hay espacios educativos que los puedan contener por falta de capacidad (cupos) o inexistencia de ellos, siendo que, en los barrios de clase media la realidad es completamente distinta, se accede hasta a salas de 2 años [maternales]; esto genera un abismo en la estimulación y el aprendizaje del niño, que repercute en la escuela primaria, secundaria y en la personalidad de estos chicos y de los adultos después. Hay que destinar recursos a la infancia vulnerable y a la adolescencia con problemas de uso de sustancias que es también vulnerable, porque es una forma de hacer prevención del delito y prevención de la violencia también, mucho más que las políticas represivas. Las escuelas primarias deberían tomar otro rol en los barrios y en las villas, no solo desde el punto de vista educativo, tendrían que ser escuelas con más recursos, desde lo profesional y lo económico, fomentando y priorizando a los docentes salidos de esos mismos barrios y con especializaciones efectuadas en esas zonas vulnerables. 53 ENTREVISTAS DEL HOGAR DE CRISTO PARTE I Entrevistas efectuadas a los curas villeros y al equipo técnico ENTREVISTA AL PADRE BASILICIO “BACHI” BRITEZ Cura de la Parroquia San Roque González y compañero mártires, del barrio Almafuerte del partido de La Matanza Centro Barrial “El buen Samaritano” del Hogar de Cristo El padre Bachi es uno de los líderes del barrio, nacido en una villa del bajo Belgrano, y crecido en Villa Palito a partir de que su familia fue desalojada de la Capital en tiempos de dictadura. Basilicio Brítez, Bachi para todos, tiene su casa junto a la parroquia y ejerce su tarea las 24 horas. Arrancamos entre el año 2004 y 2005. En aquellos tiempos vivimos el caso de un pibe que se suicidó a consecuencia de su adicción. En mi casa parroquial empezamos a ingresar pibes, porque quería hacer algo con el problema de las adicciones. Ellos iban a los centros y eran cuatro mil pesos, cinco mil pesos y con la CPA se complicaba mucho porque tienen una burocracia... Internan pero con mucha dificultad. No lo hacen en el CPA. Mandan la nota a La Plata, ven si hay cama, y el chico tiene que ir varias veces con Pdre. “Bachi” Brtitez y el Dip. Fernando el trámite y se pierde la oportunidad. “Chino” Navarro, recorriendo el barrio Almafuerte, partido de La Matanza Arrancamos como pudimos. Pusimos casi diez colchones, ahí en mi casa armé mi biblioteca, mi bunker y todo lo que era la cocina; el comedor a la noche se llenaba de colchones, porque cuando empezamos no teníamos ni operadores, yo me juntaba con los chicos de la parroquia y me daban una mano porque se presentaban esas necesidades. Ahí empezamos, de ese espacio salieron con nuestra precariedad, con nuestros recursos, más espirituales, más de acogida, el que es hoy profesor de herrería, el que es hoy operador, Mariano, Patricio… Esos operadores salieron de la casa de enfrente… Después, este lugar, en la reurbanización del barrio, lo iban a demoler, era una escuela de barrio, porque querían construir no sé qué cosa. Entonces, voy a pelear para que me cedan el espacio, para poder hacer algo... Acá hicimos la escuela de oficios. Conseguimos que nos dieran un plazo de tres meses para hacer algo, y la única plata que yo tenía era la plata para hacer la parroquia, y hicimos algo acá para que no nos quiten el espacio, usamos la plata de la parroquia y nos entendieron. Me acuerdo que llamé a Alberto Balestrini. 54 Un día llamé a la privada de él, y le dije solamente quiero que me des cinco minutos, hablamos esta cosa y me voy... y le dije, te dejo esto, no tengo nada y acá dice todo, te dejo una carpeta. A los quince días me llama y nos dio una mano, con el aporte que él hizo, hicimos todo esto, a la escuela le modificamos el espacio, con desarrollo social de nación y el CAL conseguimos las maquinarias que hay acá, de la carpintería, herrería, computación, zapatería. Este lugar, no funciona como un Centro de Formación Profesional. Funcionaba así, estaba todo presentado.... hasta ahora conseguimos que funcione como una sub-sede del Colegio Sagrado Corazón, un anexo. Y fuimos para que nos reconozcan el espacio, porque es una lucha fuerte, es una zona en la que hay mucha demanda. Relación con la SEDRONAR El año pasado fue nuestro primer contacto cuando estaba Bielsa. Él vino acá dos veces. Los chicos que están acá no están medicados, a ninguno se lo medica, si tienen que ir a un psiquiatra, si tenemos que derivarlo lo tenemos como opción porque entendemos que el chico tiene que ir, y de hecho lo hacemos... No usamos ningún tipo de psicofármaco. Cuando aparece algún caso extremo, que se va de la realidad, ahí sí pedimos ayuda y lo derivamos, con el CPA o la Sedronar, pero son casos muy aislados, si tenemos algún caso de alguien muy hecho bolsa. Proceso de admisión El chico que quiera ingresar, ingresa mientras tengamos lugar. Una vez que ingresa. Empieza y tiene una o dos semanas de "relax" digamos... duemen y comen, se bañan... se bañan, duermen y comen... y si quiere habla con alguien, cuenta quien es, pero sólo si quiere... Una vez que pasan esas dos o tres semanas, empezamos a tener una relación más personalizada con el.... Tenemos un compás nuestro, desde el vamos, no copiamos ningún modelo, nada, nada... Si tenemos, que al pibe no le pueda faltar a parte de la comida, y del espacio para dormir, bien y cómodo, un operador que lo escuche y un abrazo que lo contenga... un espacio de familia como espacio grupal, un encuentro inmediato con la familia, si la tiene, con el hijo si lo tiene... Restablecer los vínculos, eso es clave... el pibe ingresa y ya el domingo tiene visita, el miércoles le damos el día de la familia, el día del papá, entonces si tiene hijos, las mujeres traen a los hijos, juegan, toman la merienda, lo que sea para que no se pierda la relación materna tampoco. Ellos viven acá, pero por ejemplo los sábados, salen a jugar a la pelota en el barrio, se van al fondo, y si creemos que se tienen que reconciliar con su entorno la mejor manera no es aislándolos. A los psicólogos no los tenemos acá adentro, no queremos tenerlos acá adentro, ellos van al CPA entonces caminan, no hay remís, no hay coches, caminan desde acá hasta Villa Constructora... Afuera lo terapéutico y psicólogos, adentro están los operadores, una mujer Maria, que es la que cocina, Laura que es ayudante terapéutica, Margarita que cumple funciones de coordinadora y más operadores... ella les va diciendo por donde queremos que caminen, porque algunos por ahí vienen con la estructura muy de salud. Acá, creemos que, a parte de una estructura de salud, tiene que haber una estructura más social comunitaria, porque entendemos que la comunidad tiene 55 algo más para decirle a los pibes, y acompañarlos en el camino que van haciendo... Nuestros chicos El noventa por ciento, de los pibes, de los casos, todos sabemos que en algún lugar... nos dimos cuenta que en algún lugar se les quedó la vida, en alguna parte, en alguna hora, en algún momento se les quedo la vida... y cuando se dio esa separación, es que el pibe tiene que llenar... Y no tiene que ver con una perdida solamente, el noventa por ciento de los casos sufrieron algún abuso. Quizás el pibe hoy entró, y al mes se fue y a los cuatro meses vuelve a entrar y se fue de nuevo, y recién a la tercera vez que vuelve se abre… Cuando entra, ingresa un pibe que tiene 14 años, 15 años, 16 años por ejemplo, se reestructura toda la casa para que usen solos el baño, se duplican las medidas higiénicas. Por ejemplo, a un chico que tiene 14 años, yo no le digo que no puede ingresar porque tiene 14 años, porque en su vida pasaron cosas de pibes de 20, 25. Después empezamos a articular con el servicio local, buscar alguna alternativa más acorde a su edad. Cuando tenemos casos complejos, los trabajamos con el servicio local y su equipo terapéutico. Pero volviendo sobre lo del abuso, después, cuando comenzás a indagar, tenés que entender que el pibe que abusaron a los 5, a los 6, a los 9 años no tiene mucha perspectiva o idea, porque lo que quiere es morirse en realidad, entonces no le da mucha bola, a su madre, su familia.. no tiene las cosas articuladas. De los que tenemos acá muchos han pasado por una situación así, y ellos por ejemplo no lo blanquean en el CPA. Acá se les dá la novedad para ellos, que es el tema de Dios, una brisa de espiritualidad que hace que ellos puedan decirlo, pero desde el deseo de sanar... Educación y del aprendizaje para el trabajo Nosotros desde que entran los pibes en primaria, en el secundario, tratamos que tengan un oficio. Estudian acá. Tenemos el FINES. Ahora ya terminó el cuatrimestre… No sé si por la providencia, nos encontramos con el padre Charly, porque a veces no se entiende como el conurbano es tan distinto a Capital. Allá tienen todos los recursos habidos y por haber, acá la remamos como podemos. Es una constante sentir que estas mendigando algo, mendigando. Es muy difícil conveniar, siempre hay una coma o un detalle que te frena. Recién ahora con el SEDRONAR y con la ayuda del padre Charly y los curas de Capital, estamos logrando que entiendan que esto no se cura sólo con pastillas y estamos armando experiencias de prevención con chicos de ocho a doce años. Incorporamos chicos en situación de calle, que están sueltos por madres que están en consumo, o que están ejerciendo prostitución.... Desde acá, uno va viendo las necesidades y va creando los espacios... No recibimos mucha ayuda del SEDRONAR… Ellos nos dieron para armar los espacios, y con la gente de acá estamos armando y trabajando en esto, y porque uno lo siente distinto... este hogar, por ejemplo el hogar se sostuvo casi cuatro años, sin que los operadores reciban una ayuda económica, con un ingreso de dos mil pesos lo dividíamos en doscientos pesos por operador... Pero bueno, ahora estamos tratando que SEDRONAR nos respalde en eso. Nosotros tenemos acá casi diez personas 56 que están ad honorem, y si logramos que convenien, por ejemplo por María que está en la cocina, que está desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche con un compromiso de vida, esta gente de la iglesia, que tiene esto del servicio y es mucho más fácil encontrar gente en las comunidades... todo este proceso, se apoya con gente de la iglesia, laicos nuestros de acá, yo tengo Puerta de Hierro, 17 de marzo, San Petersburgo, y es todo voluntariado. Hay muchas necesidades, en la zona hay necesidades, los que más tienen son los de la cooperativa Argentina Trabaja, son dos mil pesos y les dura menos que un suspiro, porque cuando cobran tienen que pagar el fiado, y entonces le quedan seiscientos pesos para tirar el mes, y que no se enfermen... y que no se les ocurra enfermarse porque un medicamento les sale cien, ciento cincuenta, y no te enfermes de urgencia porque no hay ni para el remis, es todo un tema que si viene... Salud Pública Tenemos el Balestrini [hospital en Ciudad Evita], y el CIC que funciona ahi adentro. Pero está el problema de los turnos en la Unidad Sanitaria del CIC. La gente va a las seis de la mañana para que te den el número a las ocho de la mañana, y hasta cinco números en algunas especialidades… Siempre hay algo que hace falta mejorar. 57 ENTREVISTA AL PADRE JOSÉ “PEPE” DI PAOLA Responsable del Centro Barrial “Gauchito Gil” de Villa La Cárcova, del partido de Gral. San Martín El Padre Pepe Di Paola comienza explicando, ante una pregunta, que los chicos que vemos en el patio son convocados por CILSA. Cuando el llegó ocupaban mañana y tarde, por lo cual les planteó que necesitaba que le liberaran el lugar por la tarde. Explica que CILSA, respaldada por una fundación extranjera, desarrolla proyectos de apoyo a chicos con dificultades para desarrollar sus capacidades. “Mi idea es prolongar el Hogar de Cristo en barrios donde no se conoce esta esperanza que sí tienen los chicos de las villas donde está hasta ahora" A la tarde nos quedamos nosotros con el otro centro barrial, el Don Bosco. Y después tenemos más. Tenemos la iglesia que la usamos como salón multiusos, el patio que lo estamos alargando, y si los quisiéramos tener después de la cinco o seis de la tarde cuando terminan… una especie de movimiento juvenil, queremos llegar a eso. Acá estamos tomando chicos de seis años. De un poco más de siete y ocho, la idea es tener preparado para chicos más chicos también, chicos tipo guardería; espero que las monjas vengan a dar una mano también… que con la “Medalla Milagrosa” se arme un puente para la [adolescencia]… Una capilla en una esquina, que hasta ahora no tenía ninguna utilidad, que estamos arreglando para armar algo. La Cárcova empieza acá, si no vas al fondo la gente no va a venir acá. Tenemos dos dispositivos… uno esta en villa La Cárcova, y después tenés las vías, y de este lado tenés 13 de julio, y ahí tengo la otra capilla. Y después tenemos Independencia, Villa Curita; ahí estamos haciendo, la idea es que tengamos dos casas, una se está construyendo con la iglesia Italiana. Por el momento estoy yo solo como responsable, porque había un cura que volvió a Córdoba, y este año no me pueden enviar a nadie, pero creo que el año que viene va a venir un cura seminarista, o alguien laico que le guste [trabajar], porque la guita es lo de menos muchas veces, el tema es que entre alguien con criterio en la otra capilla, que cuide a la gente, que trate bien a los chicos, que sepa coordinar una “vida comunitaria”, y a veces no hace falta que sea un cura, si vienen estas monjas a Lujan, y bueno, bárbaro… estamos en una etapa de armado desde adentro, o sea, que pasa a mezclar entre aquellos voluntarios que vienen de afuera, mas algunos de acá, que es lo que pasaba en la villa 21, que la gente es una buena combinación, así que, esta es un poco la idea nuestra. Los chicos vienen, toman la leche y se van tipo 11… pero bueno… Tenemos la idea de hacer un CEC (centro de estudios complementarios), pero nada es fácil… Hay mucha lejanía con la provincia, los vínculos no los tengo, pero la verdad nací en Burzaco, pero todo el mundo que conozco es de Capital; y vine acá y tengo mucha relación con el municipio, de hecho el abogado que trabaja acá renunció con Alberto “Pepe” Palacios, y renunció y vino; este dirige el centro y toma causas acá de la gente. 58 La verdad es que llegamos y nos encontramos las cosas menos diez, entonces muchas cosas no las tengo porque no había nada, y no había nadie. La idea es trabajar en la zona, en prevención fuerte a través de la iglesia hacer como una organización barrial, muchas cosas del estado no estaban en `97 `98…2001 no había nada, la dibujaban como podían, pero si la hubiésemos tenido en ese momento, no la hubiéramos hecho nosotros… estamos trabajando con el estado, recién en el 2009 se inicia la escuela de oficios, cuando yo llego acá había un montón de ofertas, pero no tenían esa fuerza, esa presencia, y no se sacaba provecho. Hay cosas que llevan mucho tiempo, que la gente se organice con comunicación, educación… Pero claro, hay que tener la institución bien parada. Yo decía, cuantos chicos realmente pueden aprovechar las cosas que tienen para estar mejor, el plan Fines aunque no lo da la iglesia, suponé que lo dan ahora en los “pìchoncitos” (merendero)… para hacer un grupo juvenil fuerte, el seguimiento que se les hace así, a la familia, si el chico no está yendo a la escuela, vos como institución podes hacer que ese plan rinda más… Yo lo que trabajo y lo que nos propusimos con Don Bosco… a la gente le vamos proponiendo, asumimos ese rol, que la niñez es la [adolescencia] anterior… poco a poco la gente de acá lo va tomando, lo va entendiendo. Estrategias del Hogar de Cristo En el Hogar de Cristo en la villa 21-24, a los chicos les buscamos una casa, una escuela de oficios, eso es importantísimo… La prevención la tenemos en el territorio. Si surge un caso que lo requiere, de ahí lo mandamos, es que nosotros tenemos, alquilamos un lugar y tenemos una monja que es asistente social, Marcos y esta allá Daniel un chico recuperado de la villa 21, ese es el grupo, funciona todos los días, pero funciona a disposición del usuario, en un local que alquilamos porque van chicos de acá de esta villa y de la villa de al lado; tiene la dinámica de un centro barrial como los que tenemos en las otras villas. Y que pasaba? A fin de año no tenían un lugar y tenían que hacer reuniones en cualquier lugar y tanto Marcos como Daniel, lo fueron haciendo en centros de salud, comedores, la gente los conoce, los profesionales de la salud también los conoce. Los pibes pueden ir ahí, no se los registra para romper un poco con la burocracia que hay en el estado. Al pibe con problemas de adicciones no le decís: andá y llamá por teléfono, le decís, venite solo al mediodía, te quedas a almorzar, jugas al metegol, tenemos la reunión, es decir, es un lugar donde enseguida encontrás una respuesta, y que la recuperación se maneje en el barrio. Mandarlo a un lugar lejano, pensando que lo largas y estamos todos contentos, no nos sirve. Lo ideal es que el barrio se haga cargo de la recuperación del chico Acá por ejemplo tenemos un psiquiatra que viene los martes. No tenemos nada, nada acá… El centro el Hurtado de la villa 21, ese tiene convenios, nosotros recién empezamos y estamos afuera, eso de vincularse. Acá esta como ajeno la relación con salud, con lo que sea… Acá en Independencia y después en la escuela de oficios, como propuesta a los jóvenes más grandes, es el trabajo más preventivo; en los lugares que dicen están más encargados en el tema de la recuperación. ¿Qué pasa? Vos vas a un centro adolescente y te das cuenta que el cincuenta por ciento 59 Inauguración del Centro Barrial “Gaucho Antonio Gil”, Villa La Cárcova, partido de Gral San Martín consume drogas, entonces te das cuenta que el tema de adicciones está ahí también. En la escuela de oficios en la villa 21 vos tenés chicos recuperados, y algunos oficios hoy se dan en la misma granja [dispositivo de internación intermedio], y cambio todo en un dispositivo en cuestión de prevención…Como modalidad puede ser como un equilibrio, algo de prevención y algo de asistencia… Articulación con algunos sindicatos Nosotros apuramos la construcción de acá y podemos ir hablando con las empresas… Plásticos…Barrionuevo. Le dije a Barrionuevo, yo necesito que un aula la paguen ustedes por gastronomía, porque es una buena salida, estamos cerca de San Isidro, Boulogne, Tigre, Villa Ballester, hay mucho de acá y él es de acá 60 La punta del sindicato sería importante para el trabajo…Me gustaría una pata metalúrgica, todo lo que es herrería, soldadores… La Pastoral Social Yo estoy más en el tema de adicciones, la pastoral social tiene mucho más… y ahora las adicciones tiene un espacio mucho más fuerte y voy a seguir ahí. Villa Fiorito, un destino truncado No pude ir a Fiorito, porque hubo una desinteligencia del obispo con curas de ahí. Yo iba a ser cura de Fiorito. Lo de Fiorito es una parroquia de una congregación de ahí, y de la iglesia dijeron que lo iban a dividir por donde pasa el tren, de un lado una parroquia y del otro otra. El obispo Lugones… vine un par de veces a ver el lugar, es una realidad que necesita… y me era más fácil todo, estaba más cerca de la villa 21, más cerca de todo. Y bueno, no se puso de acuerdo el obispo con los curas de ahí, que son de una congregación de etiqueta, porque si fueran de una congregación diocesana, viste…!!!! Después lo quise hacer de otra manera, porque me quedaba Villa Urbana en la puntita, tenía que ir ahí a un colegio parroquial y la villa me quedaba por acá, pero viste la estructura de la villa… las cosas claras, me voy a La Cárcova, que el obispo de allá me dijo… El Padre que esta en Fiorito es colombiano, cualquiera!!. Es de una congregación de la india, hay de todos lados. No es una parroquia, es una capilla; porque la parroquia esta… no me acuerdo el nombre. Me hizo un montón de veces ir al pedo, me tantearon. A Lugones le dije chau !! …son los lugares mas complicados, estamos hablando de zonas que en este tema… Yo cuando estaba en villa 21, tenía un programa de chicos de la calle y después el centro del Hurtado, pero los chicos de la calle eran de Fiorito, Ingeniero Budge… y después que hacían, tomaban el tren ese que termina en la estación en Buenos Aires, de los 100 que teníamos, 70 eran de Lomas. La diferencia entre CABA y el Conurbano En la provincia los curas suelen tener otra visión. Pero claro, era una diferencia grande de tiempos vividos, los años que se vivieron de Mujica hasta acá en las villas de capital, no se vivieron igual en las del conurbano. 61 ENTREVISTA AL PADRE CARLOS “CHARLY” OLIVERO Director del Centro Barrial San Alberto Hurtado y Granja Hogar Madre Teresa del Hogar de Cristo. Soy de Buenos Aires y nací en 1976, soy bien porteñito. Hice el secundario en Santo Tomás de Aquino en Congreso, es el secundario de la Universidad Católica Argentina. Siempre tuve mucha vocación social, empecé a estudiar medicina y por cosas de la vida me acerqué a la iglesia. Empecé a sentir que mi vocación de servicio y de totalidad, que trataba de canalizar a través de la medicina, era el sacerdocio. Yo ya era sacerdote, era como mi identidad, la ablación. De chico iba a la Villa 31, hacia apoyo escolar y jugaba con los pibes. Después, antes de entrar al seminario, cuando empiezo a pensar en mi vocación, iba a la plaza a tocar la guitarra con los ambulantes. A los veintinueve años me ordeno como sacerdote. Antes de ser sacerdote, como seminarista trabajaba en las villas; en el año 2002 no me aguantaba el encierro del seminario, sentía como una desproporción entre la vocación y la realidad, estaba como en una crisis. Esto lo planteo en el seminario y justo Monseñor Bergoglio había llegado, con que se podía hacer una formación más personalizada, y tomé ese camino. Terminé viviendo en la villa, ese año no estudié en la facultad de medicina, pero seguía en el marco del seminario y la parroquia. Después, no podía volver más a vivir al seminario, una ves que te abrís no podes cerrar, ya no podía volver atrás. En el año 2002, 2003 me quedé en la Villa 21-24; en el 2004 y 2005 me mandan a San Cayetano de Liniers para completar mi formación, y me ordenan de diácono, sacerdote. Mi primer destino como sacerdote es en la Villa 21, vuelvo porque el Padre Pepe Di Paola lo arregla con Monseñor Bergoglio. Trabajo con el Padre Pepe hasta el año 2010, incluso después también. Hogar de Cristo como estrategia Hay cosas que son como providenciales… Empezaron a aparecer pibitos en situación de calle en la villa [2003-2004], y se empezaban a instalar. La villa no tenía chiquitos en situación de calle, empezaban a aparecer porque los corrían de otros lugares de la ciudad y la villa ofrecía algo más contenedor. Las posibilidades de consumo estaban, y en la villa no los molestaban. Se empezaron a armar “ranchaditas” en las inmediaciones de la villa, entonces en aquel momento hicimos un pequeño centro para acompañar chicos en situación de calle que era Niños de Belén [2006]. Surge Niños de Belén por las necesidades y demanda existente, este fue uno de los antecedentes para la creación del Hogar de Cristo. Otro, cuando llego a Barracas en el 2002, había empezado un año antes una experiencia para acompañar pibes que estaban con un consumo problemático de drogas, también vinculados a grupos de violencia, y hacíamos retiros espirituales, grupitos de autoayuda. Ese mismo año, Pepe me pide más participación, a su vez teníamos un microemprendimiento, hacían velas y los pibes se llevaban unos pesitos… era un desastre!!!. 62 Después, empezamos a organizar partidos de fútbol a la noche porque veíamos que era un horario más complicado para atravesar. Y empezamos a ver, lo poco adecuadas que eran las respuestas asistenciales previstas por el estado y la sociedad civil para estos chicos, y tuvimos la necesidad de buscar otras estrategias. Algunos chicos venían a vivir a la parroquia, y tuvimos un intento concreto de hacer un pequeño centro, pero no pudimos avanzar porque no teníamos los recursos, no nos daba el cuero, no pudimos. Providencialmente, a un funcionario del Ministerio del Desarrollo Social se le suspendió un compromiso con gente del gobierno Vasco. Este funcionario andaba mucho por la villa, entonces lo llama a Pepe y le pregunta a él si los puede recibir. Estos funcionarios que vinieron del gobierno Vasco, eran católicos, se emocionaron y se ofrecieron para bancarnos el proyecto. A partir de ahí, empezamos a gestionarlo y a trabajarlo; buscamos una ONG´s que nos hiciera el aguante, porque necesitábamos un socio local en el país Vasco. Con ese dinero que llegó, pudimos trabajar los dos primeros años y con eso arrancamos. Fuimos descubriendo, y enseguida nos dimos cuenta que había que buscar nuevos caminos. Teníamos que construir nuevos caminos, porque la complejidad de los chicos, de los pibes que estábamos acompañando desbordaba por todos lados las respuestas que estaban previstas. Esta situación la empezamos a ver con el tema de la tuberculosis, lo vimos con la situación de calle, con la situación de las mamás y los nenes. Teníamos que hacer cosas distintas, para abarcar las problemáticas de la vida entera. Todo lo que se fue haciendo fue respuesta a las necesidades, a lo que veíamos t tratábamos de canalizar por algún lado. Hoy por hoy, el Hogar de Cristo está explotando… Acabo de llegar de Gualeguaychu y están abriendo un Centro Barrial ahí; me llamaron recién de Río Gallegos, que quieren para ver si podemos acompañar una experiencia. En distintos lugares, de algún modo se fue cerrando un modelo, y como en todo, pueden existir algunas tensiones desde lo ideológico; en líneas generales se fue cerrando el modelo, que no podría haber sido posible sin Caacupé. La Parroquia Nuestra Señora de Caacupé significa un “faro”, es la presencia histórica, la posibilidad indiscutida de los curas en las villas. La presencia puntual del Padre Daniel de la Sierra [1938-1992, denominado “el ángel de la bicicleta”] en la Villa 21, quien frenó la erradicación y resistió con los vecinos. Por él y por eso la Villa 21, es la única que cuando aparece la Ley de erradicación de villas no es movida, él “conocía” el recurso de amparo, frenó las topadoras y organizó los vecinos. También, la presencia del Padre Pepe como gran organizador del barrio. El tuvo la iniciativa de traer la virgen desde Paraguay en el año 1997, esto movilizo al barrio paraguayo, y logró que la gente se hiciera cargo, a que las personas comprendieran la necesidad de la organización comunitaria, y la gente respondió; el trabajo comunitario, el trabajo de prevención dio la posibilidad. Todo eso sirvió para que apareciera el Hogar de Cristo y no hubiera aparecido sin este contexto, sin duda. En la actualidad, con un poco más sistematizado el camino, pudimos y podemos desembarcar en el gran Buenos Aires, pero la experiencia sin Caacupé no hubiera existido. 63 Este estilo de trabajo, puede hacerse en cualquier lado. Lo puede hacer una organización en un barrio, una ONG´s, lo puede hacer una iglesia evangélica, pero la iglesia católica tiene por ahí algunas cuestiones, que la ponen en un lugar como privilegiado para el trabajo pero a su vez, de mucha responsabilidad si no lo hace. Ahí aparece en primer lugar la cuestión orgánica, la iglesia tiene una organización que permite la difusión del modelo, que permite un trabajo en red que facilita los recursos. Por dar un ejemplo, si nosotros tenemos cuatro centros barriales y no es tan grave la situación legal de los pibes, los conflictos que presentas, capaz que con un solo abogado para los cuatro dispositivos, estamos bien; estas cosas se pueden organizar desde la iglesia, porque la cuestión orgánica y la organización central de la iglesia lo favorece. Por otro lado también dentro del cristianismo, y esto también lo compartimos con otras iglesias, existe una formación remota que favorece la reconstrucción de los lazos sociales, que tienen que ver con los valores cristianos del perdón, del saber perdonar, de la solidaridad, de la paciencia, de lo común, de lo popular y por eso, la figura de Jesús que toca al leproso que nadie quiere tocar, que se acerca a la prostituta sin importar lo que opinen de él, que rompe esos límites, estigmatizaciones, y tabúes para humanizar, también es un “faro” importante para nosotros. Por eso pienso que dentro del cristianismo en general y dentro de la iglesia católica en particular, existe una responsabilidad muy grande respecto a este tema, y no es la droga, las adicciones, sino, la reconstrucción de una sociedad que por el individualismo se fue rompiendo, se fue desarmando y se fue fragmentando. Solidaridad: dar no puede ser fácil, tiene que costar Sangramos. La Madre Teresa de Calcuta siempre dijo que “hay que dar hasta que duela”. Hace poco tuve que ir a hablar a ACDE, a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas y les decía, que de esto no se sale tirándole el “muerto” al estado, para que haga centros de recuperación, o que se ocupe la iglesia sin que tenga participación el estado; acá, o salimos todos o no salimos. Les dije, que las empresas tienen que hacer lugar. Si vos no les haces lugar a los pibes, perdés. Perdés, porque tenés que tener paciencia, porque si el pibe te falta un lunes tenés que saber que estas apostando a algo más grande. Las empresas tienen que entender, y salir de esa lógica del ganar y ganar, para que exista la inclusión social. Para que exista la inclusión social, hay que dar lugar. El problema que tenemos, es que nuestra sociedad es muy individualista y nos lleva a buscar una posición cada vez más egoísta, donde todo sea para mí, para mi familia, para mis hijos, y esto no es así. Tenemos que aprender a ver, porque NO es la droga. Es la oportunidad de reconstruir una sociedad a partir de los valores que nos dio Jesús, por eso es que entiendo, que esto de los centros barriales como dispositivos es profundamente evangelizador. El abrazo del Padre Bachi y la respuesta del estado que impide el abrazo Comprender el lugar del centro barrial, también nos hizo ver que estado hace falta, y esto lo hablamos mucho con Monseñor Bergoglio cuando estaba acá en 64 Buenos Aires; el saber ver las tensiones que existen, y la necesidad de ayudar al estado a que ocupe el lugar que le toca. La iglesia tiene y aplica en su doctrina social el principio de subsidiariedad, esto quiere decir que, las organizaciones mayores no deber hacer lo que pueden hacer las organizaciones menores. Esto me sirve para pensar en la mamá, en cuanto a la relación filial por su sobreprotección: cuando la madre hace las cosas que tiene que hacer el hijo, el hijo no las hace, y en contra posición, la madre que está muy lejos, tampoco mira lo que el hijo tiene que hacer. Con el estado existe esta dualidad, a veces es un estado en retirada y que no permite el crecimiento, que no permite la organización comunitaria, pero a su vez, un estado muy abajo, es un estado que tampoco permite: si tengo un grupo de pibes que están haciendo un tallercito de fotos y enfrente viene el Ministerio de Desarrollo Social, arma un programa con talleres de video y fotografía por seis meses, y además, les pagan a los pibes para que se capaciten seiscientos pesos… además de sacarnos a los chicos del dispositivo, una vez finalizado el taller del ministerio, también le sacan a ellos el subsidio: Entonces, la organización comunitaria se muere, un estado muy abajo también mata. La cuestión es: de que modo el estado puede tutelar el crecimiento de la comunidad o el crecimiento de las organizaciones? En este sentido, después del neoliberalismo, después de los ´90 seguimos en un tiempo de búsqueda, no tenemos un estado homogéneo. Existen distintas posturas y distintos espacios, pero confío en que aparezca un estado que acompañe y tutele el crecimiento. Nosotros estaríamos encantados de que aparezca alguien [estado] y nos diga, les vamos a dar el dinero que necesitan, nosotros vamos a fortalecer estas cosas que están pidiendo, pero nosotros necesitamos que empiecen a “producir esta información”, por ejemplo; Que nos vayan conduciendo, marcando el camino. Este es el paso que podemos dar hoy, con respecto al estado. Cuando uno es muy chico, mamá tiene que hacer todo; cuando uno es más grande, mamá se tiene que ir corriendo y dejarte crecer, con lo cual, esto no tiene que ser igual para todos. Pero esta llegada diferenciada, es lo que sentimos que de algún modo se está imponiendo en el territorio. Al estar en el territorio, la pregunta es como llegan al territorio? Dispositivos Tenemos dispositivos de llegada que son los Centros Barriales, en ellos entramos en contacto con los pibes. Ahí empezamos a mirar la vida, nos abrimos a la escucha, empezamos a trazar estrategias para la inclusión, buscamos generar una red de acompañamiento que permita vencer la orfandad. Después, tenemos otros dispositivos que son respuestas a las necesidades que van apareciendo en el centro barrial, que son de segunda instancia. La Granja-Hogar Madre Teresa es así, es un dispositivo de segunda instancia. Con el tiempo, iban apareciendo cada vez más chicas que no podían acceder a los tratamientos estandarizados, chicas embarazadas, con hijos… y la pregunta era, que vamos a hacer? Esa piba no tiene derechos, no tiene posibilidades? Como hacemos? 65 Entonces, al repetirse estas situaciones, al repetirse algunas cosas, nos íbamos generando preguntas. Por ejemplo ahora, nos estamos preguntando que vamos a hacer con los chicos, con los chicos en situación de calle, cada vez aparecen más… y que vamos a hacer? Tenemos ahora esa pregunta, estamos discutiéndolo, y no lo sabemos todavía. En algún momento aparecerá la respuesta y daremos un paso más. Hay como distintos niveles de respuesta, espacios donde se va a buscar como ser Niños de Belén, o las callejeadas; espacios donde se aloja la vida, los centros barriales, y espacios con respuestas un poquito más específicas, como las granjas o las cooperativas. Herramientas, recursos y estrategias. Reducción de daños La murga, la escuela de oficios, la secundaria, los exploradores son cosas distintas, porque mal que mal están planteados para pibes que están viviendo y no perciben el problema del consumo, del consumo del paco; por lo cual, con esto lo que buscamos es fortalecer la socialización, los deportes, las artes… pero a los pibes que están atravesados por el paco, por la droga, que cada vez están mas complicados, no les podes ofrecer un tallercito. Estos chicos tienen dolores, tienen deseos, tienen necesidades que deben ser satisfechas. Estos chicos tienen necesidades que hay que escuchar. Si uno de estos pibes, no ve a su hijo hace diez años… tiene una espina clavada acá [señala su corazón], tratamos de componerlo un poquito, vamos a caminar y vamos a tratar de encontrar a su hijo, súmale a esto su situación de calle. En estos casos, frente al consumo problemático hace falta la conciencia, la conciencia de que es un problema; cuando ese chico reconoce que hay un problema y que se está complicando la vida, surgen mil preguntas. En la medida que vamos respondiendo esas preguntas, el pibe se queda. Esta es tremenda…!! Estamos muy preocupados con la tuberculosis, tenemos pibes en gira, que no bajan, que están en la ranchada, que se mojan con la lluvia, en invierno, a la noche; tienen bajas las defensas, comen poco, comen mal, comparten unos ranchitos chiquititos y entonces se contagian mucho; no tienen hábitos para poder hacer un tratamiento, el hospital no los puede retener porque el pibe necesita ir a consumir y se va… Estamos hace tiempo con este asunto, y la pregunta es como hacemos? Como hacemos para que los pibes completen el tratamiento? Se van volviendo multi-resistentes, y ahora tenemos una chica que es tremendamente resistente, resiste seis drogas, resiste seis cepas y además contagia… Hace unos días comiendo con un neumonólogo del Hospital “J. A. Penna” me dice, lo que tenemos que hacer tirarle unos pesitos para que venga a tomar la medicación. Claro, en que sistema de salud entra eso, no?; La cuestión, es que esta piba tremendamente resistente va todos los días. Ella además nos dice: bueno, menos mal, ahora tengo que laburar menos y puedo tomar la medicación… Esta estrategia esta bien? No se si está bien, pero de otra forma esa piba se iba a morir. Solo son mil quinientos pesos por mes, cincuenta pesos por día; y a esa chica si la internas: cuanto te sale? 66 Hay que ser creativo, hay que ser plástico, poder acomodarse a la realidad de ellos. Buscar soluciones fuera del estado… mover estas cosas en el estado, es muy difícil. Identidad del Centro Barrial Si decimos en el centro barrial que nuestra especificidad es la persona, de algún modo estamos superando la fragmentación; por ejemplo: el Hospital “F. Muñiz” mira la tuberculosis, la Maternidad “R. Sardá” mira el embarazo, el RENAPER mira el documento, en Tribunales miran la causa, los paradores miran la situación de calle… lo específico nuestro es la persona, todo eso. Lo claro es, que no podemos tener todos los recursos adentro del centro barrial, necesariamente nos tenemos que poner a trabajar la red [Milanese Efrem, libro: Tratamiento Comunitario]. Cuando empezamos a trabajar la red nos dimos cuenta que, si les pasábamos una lista de recursos a los pibes y les decíamos: en situación de calle anda al parador tal, si tenés que hacerte el documento anda al RENAPER… y esto los chicos no lo hacen, porque el recorrido hay que humanizarlo, y se humaniza poniéndole el cuerpo, poniéndole cariño. Ese núcleo que era la familia que en algún momento garantizaba la inclusión, hoy no está muchas veces, y los pibes están solos y de algún modo ese lugar lo tiene que ocupar la organización comunitaria. Entonces, no es el pibe solo, no es la institución… es el centro barrial el que se para en el lugar de mediación, para humanizar, para acompañar en el recorrido, para hacerlo cálido, y para dar fuerzas. Entiendo que las políticas sobre adicciones, cada vez más, tienen que ir hacia estos dispositivos de mediación. Hace falta que estén las comunidades terapéuticas, hace falta que estén los hospitales psiquiátricos, hace falta que estén los centros de día, hace falte que esté el parador… pero más, hace falta alguien que mire la totalidad de la persona, que acompañe, que de cariño, que necesariamente no tenga las respuestas, pero que esté. Estar al lado. Vínculos. Relaciones. Miradas. Desafíos. Quien es ese pibe? Quien es esa piba, no? La previa es saber mirar quien es el otro. Los dispositivos de mediación, los centros barriales, tienen que salir de esa lógica asistencial de las estructuras de poder y ver al que tiene el problema. Se tiene que reconocer al pibe que viene, como a un igual, como la propia carne. Con el tiempo, vamos tejiendo relaciones, relaciones que nos hacen bien a todos, que nos van enriqueciendo, que nos van dando sentido, que nos van fortaleciendo, y decimos que somos familia. Pasamos la navidad juntos, éramos ochenta personas acá en la granja y era una fiesta. Y si a esa misma fiesta, uno le saca esta familia: eran ochenta tristezas, ochenta fracasos… incluso el mío. Festejamos porque estábamos juntos, porque les da sentido y les da fuerzas para luchar. Encontrar el sentido en la vida, es una experiencia posterior a ser amado… si no te sentís amado no le encontrás la vuelta, no hay razón para vivir. 67 Lógica. Organización. Gestión Una cruz…Una cruz que te mata. Cuando algo se te desajusta, se te desajusta todo junto. Hace poco tuve un problema en una de las casitas amigables, dos chicas se empezaron a pelear a los golpes, y los vecinos se pusieron a juntar firmas. En otra de las casas, que tenemos conjuntamente con el Ex-CENARESO nos apareció una denuncia también hecha por los vecinos, por la cual tengo que ir ahora a una mediación… A veces estamos en manos de Dios. Es la parte más difícil, darle sentido a lo general. Vamos haciendo los caminos individualmente, desde los centros barriales, desde los espacios. Trazamos estrategias más grandes y a veces es muy difícil… En agosto pasado, fui a verlo al Papa Francisco. Yo iba para decirle, que desde los centros barriales nos alimentamos de la experiencia, que entendíamos que no éramos centros de recuperación, y que éramos una forma de vivir la iglesia. Que la idea que teníamos era irradiar la experiencia, y yo estaba como subido a un avión enorme… y le decía: -Usted diga el lugar marginal que quiera y nosotros vamos…!! Y Bergoglio empezó a mover la cabeza como diciendo, no, no, no… 68 Y la respuesta fue: -Es el proceso, no el lugar. Vienen creciendo bien, sigan así… el discernimiento… Y para el discernimiento me dice: -El signo de Dios, es el desborde. Y estuvo bien lo que me dijo. Si uno tiene todo muy controlado, hay algo que no esta bien. Estamos contentos de lo que plantea el Papa, es un respaldo. Es un respaldo porque cuando hay reuniones, cuando hay gestiones se hacen mucho más fáciles, porque él está ahí; por su vínculo con nosotros, se nos hace más fácil todo… pero también es una pérdida acá. A Bergoglio vos lo llamabas un día a las siete de la tarde, el te atendía y al otro día te juntabas. A medida que vamos creciendo en la gestión, necesitamos cada vez perfiles más raros, más específicos. Porque se supone que vamos respondiendo a los problemas, y quiere decir que los problemas son cada vez más complejos. Dra. Silvina Peluso [Psiquiatra, Directora del Hogar-Granja “Madre Teresa” del Hogar de Cristo] Brevario de la entrevista conjunta con el Pdre. Carlos “Charly” Olivero, efectuada en Febrero del 2015. Es necesario trabajar el tema de la gestión y me parece importante. Después de unos cuantos años, tenemos que pensar cada vez que hacemos las cosas, discutir algunos temas, organizarnos… igual nos vamos a desbordar, igual nos va a sobrepasar porque esa es la lógica. La lógica es, los dispositivos responden a los problemas, entonces, siempre los problemas están primero. Nosotros no sabíamos gestionar, no teníamos porque; pero tal vez la gestión la arman desde lo político y nosotros estamos armando una forma distinta de gestionar, donde le estamos buscando la vuelta y buscamos dejar de ser tan improvisados en algunas cuestiones. También buscamos mejorar las capacidades técnicas. En el año 2010 viaje a Brasil a conocer la experiencia de la asociación Lua Nova, y conocí a un peruano que era especialista en marketing, pero que trabajaba en proyectos de tercer sector; el había modificado todo lo que ellos llaman “generación de rentas” que serían los talleres, porque tenía una visión muy diferente de lo que eran los microemprendimientos. El logró ubicar, los productos que las chicas en rehabilitación elaboraban en los talleres, en distintos mercados y con eso, logró que las chicas se valoraran de otra manera; estas pibas elaboraban unos muñecos que se utilizaban para educación sexual, que no existen en ningún lado. En base a esta experiencia, hay que empezar a ver de otra manera las cosas, porque considero que primero está la persona y después está la formación técnica o profesional. Hay que tomar esa formación y empezar a ser menos improvisados, menos precarios. A veces se gasta un montón, por gastos de último momento y en esto considero, que existen lugares estratégicos en función a los recursos y a como se distribuyen, que tendríamos que seguir trabajando; estos espacios, lugares tendrían que estar a cargo de gente formada, pero que personalmente se parezca a nosotros, y porque los que no estamos formados en ese tema no sabemos nada. 69 Nuestro Monseñor Bergoglio. Nuestro Papa Francisco. Ese Bergoglio de preocupación social, con criterio, ese Bergoglio lo conocíamos, ahora es otro. Yo lo vi como distinto, estaba como mirando el horizonte, es claro que son otros los problemas. Tiene que responder en concepto de las naciones, tiene otro rol. Con lo cual es el mismo, pero es otro. 70 ENTREVISTA A LA DRA. SILVINA PELUSO Psiquiatra Infantil y Directora de la Granja-Hogar “madre Teresa de Calcuta” del Hogar de Cristo Lo primero para decir, es que mi centro de interés no tiene que ver con las adicciones, sino con la marginalidad y con la pobreza. Básicamente, con los problemas que generan la marginalidad y la pobreza, y las adicciones estarían dentro de eso; las adicciones y muchas otras cosas. Por eso, a mí no me gusta enfocar la especialidad en las adicciones; lo que a mi me mueve, es el pensamiento de cómo erradicar la pobreza. La pobreza y sus consecuencias, la pobreza material, la pobreza en recursos, la pobreza en relación a… a la falta de servicios, a la marginación, a la ausencia o poca presencia del estado dentro de los barrios. Cuando estaba en la secundaria, quería tener actividad social. Comencé entonces a trabajar en actividades parroquiales, dentro de mi barrio Villa Crespo, Palermo, la parroquia es una parroquia de clase media, con cierto “conchetaje”; y ahí empecé a tener a los 16, 17 años actividad. Dentro de la actividad parroquial me empecé a inclinar y a identificar con todo lo que es la “opción por los pobres”. Haciendo un paralelismo histórico, parte de mi adolescencia fue muy autoritaria, muy enclaustrada y muy dentro de casa. Yo crecí en una familia de clase media, mi papá mecánico, mi mamá ama de casa, y ninguno de los dos hizo escuela secundaria pero sin embargo, mi papá sobre todo, tenía muy buenos recursos cognitivos, era un tipo que solía leer mucho y estar muy bien informado. Entrada la democracia, la posibilidad de conexión grupal estaba dada por la parroquia. Era muy sencillo hacer vida social en la parroquia y no tan sencillo en otro tipo de organizaciones, como en un centro de estudiantes que en esa época no existían, y mucho menos en partidos políticos. A mi, ya me interesaba el tema de la pobreza, el tema de porque existe la pobreza en la sociedad, porque hay gente discriminada y subestimada solamente por lo que tiene, o por lo que no tiene; por que hay gente que quedaba fuera del sistema, del estado incluso. Es posible que todo esto me lo planteaba por mi núcleo familiar; yo estudié desde el “vamos” en escuelas públicas, primaria, secundaria y en la universidad, y creo que eso también fue una manera de generar este tipo de debate, pero también existen cuestiones que son más de índole personal… es verdad, que mi papá sobre todo dentro de su actividad siempre hizo una actividad social, iba a los hospitales, llevaba cosas y yo lo acompañaba en esto, acompañaba como nena; tuve una educación que siempre tendió a mirar la “cosa” desde un lugar mas comunitario, y sobre todo desde el lado de que: somos todos iguales, al margen de lo que cada uno tenga, y de compartir. Yo siempre digo, que el sentido de compartir me lo enseñó mi papá, cuando me dijo: lo más complicado es compartir un chocolate!! Si aprendía a compartir un chocolate, aprendes… en esto había cosas, que me acuerdo de mi papá como estar en la parada de colectivo con una vecina, subir al colectivo y sacar el pasaje de la vecina como una cuestión de responsabilidad, y esto es algo que yo no había visto, y sobre esto él nunca me había dicho nada al respecto, no me lo había enseñado con palabras era con hechos. Ahí, es donde uno va 71 viendo cuestiones comunitarias, de solidaridad, del ambiente en los talleres mecánicos que tenían algo de humilde, donde había chicos dando vueltas alrededor, comiendo con él …, esto por ahí es lo que me generó una inquietud importante… Cuando estaba terminando la secundaria, dentro del grupo religioso empiezo a trabajar en el barrio, en una zona que había sido desalojada por el Brigadier Osvaldo Cacciatore para construir una autopista. Yo conocía amigos de mi infancia, muy cerca de mi casa y esos desalojos, como nunca se construyo esa autopista que iba a pasar por ahí, quedaron las casas vacías y con el tiempo, fueron tomadas; esa era una zona del barrio que estaba llena de gente muy marginal… entonces desde la parroquia, empecé a trabajar con esta gente y en sus casas. A los dieciséis años comencé a hacer voluntariado, dentro del Movimiento Juvenil Parroquial. Existía la Acción Católica, existían las vanguardias obreras católicas que era una línea que estaba muy relacionada con el mundo del trabajo, con el mundo del peronismo, de donde yo tengo todavía muchos amigos, pero no participaba de ninguna institución eclesial, participaba de lo que se estaba gestando en ese momento, que era el Movimiento Parroquial Juvenil; y de hecho siendo muy joven, fui coordinadora del movimiento varias veces. Siendo coordinadora de este movimiento, me dedicaba mucho a lo social, porque era lo que mas me movía e interesaba, buscaba que la parroquia deje de ser pacata y se des-estructure, que aborde lo social y lo político con los jóvenes; a veces se pudo y otras veces no tanto… Con dieciocho años me afilio al peronismo por convicción, al Partido Peronista. No milité, nunca milité. Pero en ese momento había una unidad básica, y en esa época empezó a surgir el Grupo de los 8 de Germán Abdala y “Chacho” Alvarez, y yo empecé a trabajar desde la parroquia con un grupo de chicos de la unidad básica y me lo “permitieron”, por así decirlo. Obviamente los chicos de la unidad básica no entraban a la parroquia, yo iba a la unidad básica; pero logramos hacer un par de actividades en común, que en ese momento era bastante complicado, porque en la parroquia había gente muy de derecha, y hoy por hoy también… yo no entendía nada, pero cuestionaba muchísimo cualquier cosa por mas pequeña que sea. A partir de ahí, empiezo a conocer gente, estaba haciendo el ciclo básico y aunque era buena estudiante, en el secundario por ahí en el área histórico-social dejaba bastante que desear, en cuanto era la época del proceso militar y muchas cosas se tapaban. Cuando empecé la universidad y el ciclo básico, era una época de mucha discusión y empecé a entender, a tener mas conciencia de los partidos políticos, a poder elegir, cuestionar, criticar… mis viejos, y sobre todo mis abuelos, siempre fueron peronistas porque les gustaba Perón, y yo por ser la hija y adolescente tomaba la opción contraria, y cuando ganó Raúl Alfonsín yo era alfonsinista hasta que empiezo a entender cierta relación entre el pueblo, los trabajadores y el peronismo, y me costó muchos debates en clase, porque me posicionaba desde el alfonsinismo, y terminé convirtiéndome al peronismo por convicción. En esa época era muy raro que alguien vaya a afiliarse, a los dieciocho años sin tener una cuestión de militancia; si, tenia mis preferencias, a mi me gustaba la posición de Abdala, era lo que seguía, leía y escuchaba. Trabajando en la parroquia, había gente mas grande, matrimonios que eran los guías que habían sido militantes peronistas de otras épocas, en los que coincidía la militancia y el compromiso social con la gente, que venían de 72 distintos palos, donde me empezó a gustar la forma de ser de la gente y de las familias, veía que existía algo en común conmigo entre lo parroquial, religioso, la teología de la liberación, de los movimientos sacerdotales para el tercer mundo, y el peronismo. Empecé a hacer un paralelismo y a imaginar el tipo de vida que a mí me gustaba, con la manera de familia, con una casa de puertas abiertas, de no tener rejas y que no me importa si me “afanan” por esto de defender lo público, de tener las puertas abiertas de la casa familiar para escuchar a la gente; mis viejos siempre fueron muy copados, pero autoritarios siguiendo un “perfil del proceso” porque ninguno de los dos había tenido participación en nada… mi viejo tenia posiciones, pero siempre con mucho miedo. Al encontrarme con familias diferentes con otro grado de participación, que se la habían jugado, encontré un estilo de vida diferente: la familia abierta, el estilo de vivir en comunidad, la idea de ser solidarios con los otros, la idea de alojar a alguien que viene del interior, la posibilidad de escuchar a alguien cuando lo necesite… obviamente yo empecé a tomar este estilo, que iba de la mano de cierta religiosidad asociada, con la línea de la iglesia más de izquierda y con el peronismo militante que era oposición. Yo quise entrar en esa. Me cuestionaba: qué poder hacer?, qué aportar para que la marginalidad no sea tal?, para que la gente se integre, para que no exista gente fuera de sistema, para que halla igualdad social, para que no halla gente que se muera de hambre, este es el punto que me mueve desde pequeña, y siempre tuve estas inquietudes. Cuando decido elegir una carrera, en realidad, yo con toda mi militancia católica empiezo a recorrer villas del conurbano, por cuestiones puntuales como ir a pintar una escuela, actividades comunitarias. Mi política era, uno se tiene que hacer cargo de lo que tiene al lado; yo no me podía hacer cargo de lo que le pasa al otro, pero si podía acompañar los procesos del otro. Yo quería ir a trabajar a las villas y conocer los lugares, empecé a trabajar por mi barrio, entraba en los inquilinatos, subía y bajaba las escaleras, con los pobres del barrio… En esa época las escuelas primarias públicas del barrio se empezaron a llenar de gente muy humilde que provenían de las casas tomadas en general, en una de estas escuelas uno de los docentes era el papá del Padre Tano [responsable del Hogar de Cristo “Don Bosco”], que es el que empieza a organizar los viajes a Bariloche para llevar a los niños de las escuelas públicas donde trabajaba. Cuando me toca decidir que carrera seguir, estaba entre medicina y servicio social porque obviamente era muy de parroquia ser trabajadora social, pero como sin quererlo en el momento, puse medicina. Probablemente esto tenga que ver con cuestiones más íntimas y personales mías, por los problemas de salud que tenía mi papá, que lo sufrí desde muy chiquita. Yo conviví en mi casa con ataques cardíacos de mi papá, frecuentes, en donde muchas veces era yo la que participaba tomando el pulso, asistiendo, a partir de los once años siendo casi adolescente; papá muere cuando tenía diecinueve años. Recuerdo que haciendo la primera asistencia a mí papá, me temblaban las piernas. A partir de ahí, es que aparece mi vocación por la medicina. Dentro de la medicina, desde el comienzo en mi carrera, empiezo a juntarme con materias que implicaban la atención social y la medicina sanitaria, por ejemplo: la materia “Atención Primaria de la Salud” que a muchos alumnos no les gustaba; participé de algún congreso que organizó la facultad en donde no era habitual que participaran estudiantes, sobre medicina social… donde 73 participaban muchos grupos que trabajaban en áreas comunitarias, no me involucre en esa época en trabajos comunitarios, ni en la militancia desde la carrera de medicina, pero si trabajaba y daba clases particulares porque mi familia no me podía pagar la carrera, alquilaba los libros y sacaba fotocopias a los textos. Me enteré que en la actualidad no existe más el alquiler de libros, porque se los roban, pero en mi época me resultó muy útil, porque podía acceder a un montón de libros que de otra forma no lo hubiera podido hacer; tener los libros en mano era un placer; en la biblioteca había textos pero no eran tan actuales. De esa manera y dando clases particulares, me pague la carrera. Daba clases a chicos de primaria, secundaria, apoyo escolar; pero lo que más me gustaba dar era: física, química y matemática, por eso también llegué a dar clases a chicos que estaban estudiando la carrera y que no podían aprobar las materias. Me pasó que muchos compañeros, me pedían que les diera clases mientras cursábamos, sobre todo de química; en la secundaria empecé a dar clases a los catorce años. Mi hermana era maestra y empezó a pasarme alumnos; me generó muy buenos ingresos y eso me permitió también conocer a los chicos. En la primera parte de mi elección de la carrera, al ser psiquiatra infantojuvenil tiene que ver con esa experiencia con el desarrollo, de cómo los chicos crecen, como se van desarrollando, porque se genera una cosa u otra. Pero también, la elección la adjudico a una cuestión netamente personal por la enfermedad de mi papá. Cuando elegí medicina, dentro de la carrera empecé a elegir todo lo que tenía que ver con la medicina sanitaria, sin yo saber que era. No la tenía muy clara, pero dentro de la carrera de medicina, de la instrucción, existía una ausencia de debate con respecto al sanitarismo porque recién había finalizado el proceso militar, la dictadura. Si bien, empezaba a existir un auge desde el `83 al `86, en la carrera solo existían dos materias relacionadas: Salud Pública I y II, que me imagino que en otras épocas tendrían un material “más potente”. Con el alfonsinismo, surge la materia: Atención Primaria de la Salud, que si bien era escueta, para mí fue sumamente interesante y me pareció genial, porque eso recién aparecía: la atención primaria, la conferencia de Alma-Ata a la que el país se suscribe en plena dictadura, y el trabajo comunitario. Siempre dentro de la carrera me incliné hacia esto, pero para ser médico había que ejercer medicina y cuando termino la carrera, me encuentro con unas “promociones” de una residencia que se llamaba: Residencia de Educación para la Salud. En el transcurso de toda mi carrera siempre había dado clases y me sigue gustando la docencia, pero no quería estudiar para ser docente, no quería ser docente solamente. Me considero docente aunque no haya estudiado para eso; había empezado varias ayudantías pero las terminé por mis actividades, era comprometerse más de la cuenta y yo tenía que trabajar; entonces, mi parte docente la tenía desde mi trabajo. Entonces, cuando veo esta posibilidad de residencia de Educación para la Salud, veo que tiene un examen diferente, común que arma un equipo de trabajo con médicos, psicólogos, antropólogos, sociólogos, trabajadores sociales y licenciados en ciencias de la educación; hoy por hoy, se incorporó enfermería, psicopedagogía… estaba planteada como una residencia para médicos, y se efectuaba en el Hospital J.A. Penna; Este hospital es el que absorbe a la “Villa 21”. 74 Había una sola vacante para médico, porque era una residencia muy chiquita, era una vacante para cada uno. Empecé a averiguar que posibilidades tenía de entrar, porque no se podía uno anotar y rendir dos exámenes distintos, no se podía rendir para más de una residencia en ese momento. Si yo me anotaba en pediatría o clínica médica, no me podía anotar en educación para la salud aunque el examen era distinto. Pero me llamó la atención porque los textos eran distintos, desconocidos y los iba a leer por primera vez, a parte no tenía que rendir sobre la carrera de medicina que era lo que más conocía y cosa que hice tres años después, cuando entré a la residencia de psiquiatría. Me parecieron muy interesantes los libros que me planteaban para esta residencia, era novedosa e interdisciplinaria, no era una residencia con guardia, con horario de 08:00 a 16:00hs, no era asistencial, era una residencia muy tranquila; y me daba el tiempo, la edad como para hacer después una segunda residencia de un área más médica. Me arriesgue y entré. Estudié antropología, sociología, algunos textos específicos que eran para ese examen; bastantes difíciles para mi que venía de una carrera muy biologicista. Ponerme a estudiar antropología cualitativa, me resultó complicado pero me abrió la cabeza. Leí: “Adiós, señor presidente” de Carlos Matus que hablaba de planificación estratégica… esa residencia no solo me sirvió para trabajar en el ámbito comunitario y popular, sino también, para diagramar programas de atención, para promoción de la salud y prevención de la enfermedad, y me permitió conocer el territorio en el que después iba a trabajar, que era la “Villa 21”; me permitió conocer una dinámica de abordaje sobre los sectores populares, y me permitió “saldar” algunas discusiones de los trabajos en áreas populares, como es por ejemplo: cual es el rol profesional en los sectores populares. A los veintisiete años rindo el examen para la residencia de psiquiatría, donde vuelvo a estudiar la carrera de medicina, termino la residencia de psiquiatría infantil en el 2001 siendo Jefa de Residentes. No acepté, la Jefatura de Educación para la Salud porque quería tener la opción de hacer la otra residencia. Mi plan de vida era hacer la residencia de psiquiatría, me negué rotundamente a aceptar el cargo. En la residencia de Educación para la Salud, es que empiezo a trabajar en la villa; en el ámbito comunitario en hoteles, inquilinatos, casas tomadas de la zona de Constitución; también, en la “Villa 26” de Barracas que es muy chiquita; en la “Villa 21-Zavaleta” por un trabajo de relevamiento socioambiental; armábamos grupos de mujeres, familias donde trabajábamos temas específicos. Toda esa dinámica del trabajo comunitario en salud, la aprendí ahí; y además, abrí la cabeza a la sociología, antropología y a la psicología, empecé a hacerme “amiga” de las áreas más sociales, siempre desde una mirada más pragmática, menos teórica. Las discusiones que se planteaban en educación para la salud, eran intestinas, paja mental… porque era un grupo de profesionales donde la mitad eran carreras asistenciales, y la otra, no. El médico, el psicólogo y el trabajador social tenían contacto con las personas desde la asistencia, en cambio el antropólogo y el sociólogo desde la teoría… era la práctica y la teoría chocando en todas las discusiones. Fue muy interesante y enriquecedor. Por esta residencia, empieza a aparecer mi interés por las áreas sociales. 75 La primera vez que fui a Villa Zavaleta en la residencia, fuimos con guardapolvos para efectuar unas encuestas, presenciamos un tiroteo. Eso, me conmovió… Estábamos cumpliendo con un proyecto del Jefe de Área Programática del Hospital “J. A. Penna”, del Dr. Pedro Saposnik; era un profesional muy dogmático, tal vez de la derecha peronista pero con una practicidad a la hora de ir a los barrios, que no tienen los médicos. Yo adopté su misma estrategia. Me metía en los barrios con mucha soltura, “muerta de miedo” muchas veces y empecé a hacer un trabajo conmigo misma, para superar las fobias y no paralizarme. Me daba mucho miedo ir a las villas, sobre todo a la “Villa 21” que era la más grande, donde la parada de colectivo quedaba lejos, y tenía que patearla sola; entonces, empecé a ir… agarraba la “encuestita” y me largué sola. Me impactó la violencia en la villa, me dio miedo [1997], y no dejo de tener miedo cuando voy a la villa “1-11-14” por lo general, de tener que cruzar ciertas partes de la villa y a pesar de que conozco. Soy muy cautelosa cuando ingreso y tengo algunos recursos, como no tener mucha plata pero tampoco poca, tengo la plata para que me roben en el bolsillo. Yo ya se que si les tengo que dar los celulares y los medicamentos que tengo en la cartera, es así. Tengo algunas cosas que las he trabajado, pero no dejo de tener miedo. Otra cosa que también me impactó, es que cuando entraba en las casas y me ponía a charlar, la gente era muy amena y había mucha tela para trabajar. La gente te cuida. Siendo residente de tercer año acompañe a una residente de primer año por un caso de tuberculosis, había que hacer el relevamiento después de las 17:00hs, cosa que nos habían advertido que no hagamos; empezamos a preguntar diciendo que éramos del hospital y los vecinos nos cuidaban, nos decían: -es por ahí… yo te miro desde acá!!; Íbamos preguntando y nos iban cuidando. Lo relaciono con lo que propone Efrem Milanese cuando habla de Tratamiento Comunitario y propone armar el mapa de contactos, de líderes de opinión de gente que va conociendo, de las redes personales, no solo de redes institucionales. Lo que entendí con el tiempo, es que estas redes se plantean como “maneras de cuidados”… Ellos plantean un tratamiento comunitario, que tiene que ver con abordar los barrios marginales donde existe la violencia y el peligro, donde la red subjetiva personal se establece como cuidado. La gente en los barrios se maneja de esta manera, ellos saben perfectamente cuando hay alguien ajeno y que no es de la zona, en la medida que se establecen redes más grandes en estos barrios, se está más cuidado; Si cuando fui a hacer esas encuestas hubiera sabido esto, lo hubiera hecho de otra manera con algún referente barrial. Esta estrategia de cuidados de equipos, en relación a las redes personales es una idea acertada; no se puede mandar a los equipos profesionales a trabajar sin cuidados, pero tampoco con guardias de seguridad o policías al lado. Cuando el Dr. Saposnik nos manda a trabajar a la Villa 26, nos manda con una referente barrial que era militante peronista; esto él lo sabía perfectamente. Además, nos dijo que podíamos trabajar sobre cualquier tema, pero nos recalcó que no nos metiéramos con el tema adicciones, porque existía una suerte de bandas que estaban vinculadas con el negocio del consumo, y si nosotras como hospital nos metíamos con el tema, probablemente íbamos a tener problemas [año1994-1997]. 76 Haciendo un paralelismo en mi vida, el Padre Pepe Di Paola todavía no estaba en la Parroquia de Caacupé de Barracas. El barrio era una batalla campal, una guerra de pandillas. Para esa altura de mi vida, había dejado de ser católica, no militaba en la parroquia, no iba a misa, y me había transformado en agnóstica, me había pasado la facultad por la cabeza. No perdí contacto con la gente de la parroquia, pero me corrí… me corrí desde la fe. Para esta época, me empecé a involucrar con el Movimiento de Residentes y tuve bastante participación gremial; este movimiento estaba liderado por un grupo de chicos que eran maoístas, me hice amiga de ellos pero sin tener que ser maoísta y entender su línea de trabajo. Al empezar a tener actividad gremial, note un cambio en el grupo de residentes míos, dado que cuando me ponía al frente de una reunión de residentes y quería que votaran un paro, ellos lo votaban. No participé una barbaridad de la actividad gremial, porque me asusté y me pareció un poco manipulador el poder; sentí que había adquirido una herramienta de manipulación de masas que no me gustaba ejercer y traté de bajar un cambio. Me di cuenta que las personas que “tomaban la batuta” manipulaban mucho a la asamblea, y vi claramente desde lo político como una asamblea puede elegir en “frío” o en “caliente”, y como la cabeza del líder es lo que terminaba surgiendo. Entendí que tipo de discurso tenía que tener para convencer, y eso no me gustó. Me corrí, de ejercer desde el lugar de la autoridad pero sin dejar de participar, pero desde el llano. Esa residencia de la Educación, me dejó una mirada social y sobre cuestiones políticas que no conocía, porque en la época del secundario no tuve actividad política porque no la había. Fue un punto que necesitaba explorar y esta residencia me lo permitió, me permitió conocer cierta estructura del manejo del gobierno municipal. También me sirvió para ver la diferencia entre la “derecha” y la “izquierda”, la izquierda es solidaria, altruista y la derecha no; de base uno se cuestiona: por qué gusta más la izquierda que la derecha?, porque desde un punto de vista ético es innegable, la izquierda es la igualdad y la derecha es la libertad, pero sin embargo la izquierda toma la libertad en cambio la derecha no toma la igualdad; en este punto esta el hecho de que la libertad mal entendida, se convierte en libertinaje… es cuando empiezo a optar por ciertas líneas políticas de centro de izquierda que sigo teniendo hasta hoy. Terminando la residencia en Educación para la Salud, también me empiezo a relacionar con el Hospital Tobar García participando de la Red de Juegotecas, cuando casi no existían. Actualmente existe la Ley de Juegotecas [Ley Nº 415/2000] que se basa en un escrito de la residencia de la Educación para la Salud del que soy coautora, de esto me enteré después. Cuando ellos arman la Ley, yo ya estaba haciendo la residencia en psiquiatríahabía que estudiar un montón de cosas nuevas y yo quería ser psiquiatra. Cuando comienzo la residencia de psiquiatría, aparecen la neurociencia y el neurodesarrollo. Aparece una formación psicoanalítica pero también cognitiva, sistémica y de otras psicologías; pero la que más me “cierra” es la psicoanalítica, a la hora de los problemas de conducta, porque los problemas de conducta son los problemas de la marginalidad. Mi pregunta cuando hice la residencia de psiquiatría, en el Hospital Infanto Juvenil “Tobar García” era: -Por qué hay chicos con problemas de conducta internados en un neuropsiquiátrico?; -Por qué hay algunos médicos que dicen que esos pibes son para acá? 77 Era un dilema, me recomendaron leer a Donald Winnicott [Libro: “Deprivación y Delincuencia”], porque siempre tuve esta iniciativa, y si aprendí mucho de este psicoanalista infantil. Elegí esta residencia porque estaba toda junta, no era solamente infantil y el primer hospital que elijo fue el Hospital General de Agudos “Dr. Cosme Argerich”, y mi intención era hacer adultos ahí, fueron dos meses y hubo una readjudicación donde uno se podía cambiar, porque justamente había una vacante, y quedaba otra vacante en el Hospital Infanto Juvenil “Tobar García”; esos dos meses trabajando con adultos me sirvieron para darme cuenta que tenía que hacer niños y adolescentes; Que la parte de la psiquiatría que me interesaba, tenía que ver con el desarrollo y con el neurodesarrollo. Hasta ese momento, tenía toda mi carrera dedicada a trabajar con niñas, niños y adolescentes. Por un lado, creo que hago esta elección por una cuestión personal porque siempre tuve mucha relación con chicos y adolescentes, siempre me atrajo mucho estar con chicos, jugar con ellos y siempre tuve muy buen “inside” trabajando con ellos desde muy joven, esto se dio desde que empecé a dar apoyo escolar, desde la educación. Esto me llamaba la atención y me gustaba, pero en algún momento me di cuenta que la prevención estaba en la infancia; con esta mirada de medicina preventiva y social llegue tarde, entonces empecé a ver la infancia desde la patología y desde la psiquiatría; de esta manera, lo desasné y vi el proceso del desarrollo, esto es lo que yo hago en el “uno a uno” con mis pacientes. Por dar un ejemplo, tengo un paciente desde los cuatro años y ahora tiene doce, lo vi crecer, vi como funciona y fui a la casa; fui a la casa porque las atenciones de urgencia las hago en domicilio y sin cobrar, mis urgencias son gratis pero esto no lo saben todos mis pacientes. Pero cuando un papá me llama y yo tengo que ir a la casa, por un caso puntual o a un hospital, la consulta, la intervención no la cobro porque para mí es una obligación, no todo sucede dentro de un consultorio; Esto lo saque de la filosofía China, donde los médicos chinos en realidad cobran la consulta cuando es de control y no la cobran cuando es de enfermedad; y me gustó tanto esta filosofía que la puse en práctica. Empiezo a dedicarme a los niños, empiezo también a aprender más sobre psicoanálisis y sobre neurociencia; como psiquiatra en la residencia, si bien había una línea psicoanalítica también estaba surgiendo la línea de la psiquiatría biologicista, estudié un poco de todo siempre priorizando la parte psiquiátrica porque era lo que tenía que saber. Cuando termino la residencia en psiquiatría, hago la Jefatura de Residencia; fue una experiencia interesante porque fui elegida para el cargo, no me pusieron “con el dedo” y fui elegida por mis compañeros, es un cargo de conducción que tenés que ejercer en equipo con otro compañero psicólogo. Cuando salgo de la jefatura, aparece un concurso para suplencia de guardia cosa que nunca me “cerró” en la carrera, porque no trabajo bien bajo presión y lo hice, porque lo tenía que hacer. Era el único concurso que se abría y era la única posibilidad que tenía para ingresar a un hospital público, entonces rendí el concurso, lo gané pero nunca hice guardia; tenía el cargo, y con ese cargo en un momento me convocan para trabajar en un programa. Era muy común en es época, como los profesionales no querían ir a los centros de salud que mandaran a las persona que tuvieran cargos de suplencia de guardia; como este cargo lo tenía y no lo ejercía, y lo tenía por dos años porque no te lo pueden dar de baja, me llaman para trabajar en el área de Salud Escolar de la 78 Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Comienzo a trabajar desde el área de salud en las escuelas de las villas porteñas, porque necesitaban un psiquiatra infantil para dos centros de salud: uno dependiente del Hospital General de Agudos "P. Piñero" y el otro del Hospital General de Agudos "Donación F. Santojanni"; no tenían forma de contratar gente y acepté. Lamentablemente este cargo me lo dieron de baja, por la poca influencia que tenía esta gente cuando transcurrieron los dos años de la suplencia, fueron cuestiones políticas. Durante ese tiempo, trabaje en Villa Soldati y Mataderos que son zonas muy marginales. Recuerdo que en esa época, se planteaba una problemática que sigue existiendo en la actualidad en el ámbito de los centros públicos de salud: Hay muy pocos profesionales que sepan y quieran trabajar con chicos, muchos se largan a atender chicos sin saber y por esta problemática que se presenta, es que es tan difícil hacer prevención con los niños. Por ejemplo, les pedís a los profesionales que te atiendan a un chico de cuatro años con problemas de conducta y no tenés casi ningún centro de salud, que tenga profesionales que sepan atenderlos; esta es una falencia grande del sistema de Salud Pública, porque la prevención se hace ahí con los niños y no después. Cuando uno indica un tratamiento a los cuatro años, esta haciendo prevención, prevención de patologías de grandes, prevención de problemas de conducta, prevención de adicciones, prevención de disfuncionalidad familiar… No solo había trabajado en ese entonces en el área de Salud Escolar, también trabajé con equipos mixtos en orientación escolar en el Pro.Sa.Ne, en el Programa de Sanidad Escolar, que evalúa el estado de salud de los niños en edad escolar, realiza el seguimiento de la atención de los problemas de salud que se hubieran detectado e implementa acciones de promoción y prevención de la salud en las escuelas. En estos centros de salud hacia promoción, prevención y tratamiento, ahí también me conecté mucho con todo lo que tiene que ver con discapacidad, porque no hay nadie que atienda discapacidad en las villas. Era lo que a mi me gustaba y sabía hacer, empecé a tener pacientes que me derivaban de parte del Padre Pepe Di Paola, que por ese entonces no conocía personalmente. El Padre Pepe era muy conocido por su trabajo barrial desde la Parroquia de Caacupe, pero me lo había imaginado como a un hombre mayor. Al centro de salud de Villa Soldati me llegaban chicos que vivían en la casa parroquial de Barracas de la Villa 21; estos chicos no tenían familia dentro de la villa y Pepe los alojaba. Todavía no existía el Centro Barrial, ni tampoco existían estrategias desde el Hogar de Cristo, y me derivaban a varones con problemas psicológicos o psiquiátricos. Mi primer contacto indirecto con el Padre Pepe, se establece por un psicólogo que yo conocía de la Residencia de Educación para la Salud, que a su vez era muy amigo de Pepe. El otro nexo de contacto fue el Padre Nicolas Angelotti, que es el hijo de unos amigos de mi cuñado; estos dos contactos hicieron que el Padre Charly Olivero me convocara cuando quieren abrir el primer Centro Barrial del Hogar de Cristo. Yo no sabia que ellos me conocían, que tenían referencias de que yo trabajaba en las villas, de esto me entero mas tarde. El padre Charly me llama, y tengo la primera entrevista con él para armar el centro barrial. 79 La problemática de las adicciones dentro del área de la psiquiatría y la salud mental siempre circula, y yo siempre he visto pacientes que han consumido sustancias, usuarios problemáticos de sustancias desde lo individual. Pero la realidad, es que yo no focalizo en ese diagnóstico porque para mi no es el diagnóstico principal. Esto se lo había explicado al Pdre. Charly, y también le comenté que a mi no me interesaba dedicarme a las adicciones, porque la adicción en sí no era el problema, sino la marginalidad y los problemas de conducta, la deprivación y la delincuencia. La deprivación es la carencia o presencia y luego pérdida de madre, de cuidados maternos, o de cuidados familiares cuando uno es niño; y esto se relaciona directamente con los comportamientos delincuenciales y adictivos, esto es siempre lo que me interesó. No me interesaba dedicarme a las adicciones. Cuando cursé pediatría en el hospital conocí a una pediatra muy copada que me preguntó que especialidad iba a seguir, y le respondí que no sabía todavía. Me respondió, que elija lo que elija algo en lo general, que no me vaya para el lado de lo específico, lo que ella me decía era que vaya de lo general a lo particular, porque sino me iba a quedar muy circunscripta a la particular. Es ahí, cuando yo me niego a decir adicciones, porque es lo específico, y dedicarse a lo específico genera la tendencia a olvidar la integralidad de la persona. Mi mirada, siempre fue por el lado de la vulnerabilidad y la pobreza. A mí siempre me interesaron los problemas de conducta, porque a veces dicen que hay chicos que son psiquiátricos y en realidad lo que tienen son problemas de conducta; y lo que me cuestiono es: -Por qué tienen problemas de conducta? Y por qué delinquen y por qué consumen? Llegada al Hogar de Cristo Tuve una primera entrevista fue con el Pdre. Charly, y la segunda fue con el Pdre. Pepe, Pepe era el que daba el ok final para que me integre al equipo del Hogar de Cristo. Me cayó bien la propuesta de entrada, era lo que yo quería; iba a trabajar en los barrios desde mi profesión, y además, no era una mirada focalizada en la adicción sino que era una mirada integral de la persona. Nunca atendí adictos en mi consultorio o con trastornos de personalidad graves, porque son pacientes que para mi no son para consultorio y hay que atenderlos, en el contexto de un equipo estableciendo mas redes, que el vínculo único personal paciente-terapeuta. Tiene que existir un equipo de verdad, donde se establezcan transferencias múltiples que en adicciones es fundamental. Empiezo a trabajar en el Hogar de Cristo, primero yendo una vez por semana solamente para ver a los chicos del centro barrial, y terminé siendo la única psiquiatra, pero además la única profesional del equipo por mucho tiempo. En mi experiencia clínica de trabajar con pacientes, no siempre trabajé con personas con problemas de conducta y trastornos graves de la personalidad que son muy difíciles de tratar; despacio iba aceptándolos a medida que tenía condiciones para poder tratarlos. Por eso considero que en los centros barriales deben trabajar los profesionales más capacitados en estas áreas y con suficiente experiencia clínica. Aunque sean profesionales no rentados se 80 debería poder hacer una selección para que sean profesionales con cierto grado de capacitación para atender estas problemáticas. Al terminar la residencia en psiquiatría infantil en el año 2001, deje de trabajar en el ámbito municipal, deje de tener un sueldo fijo y quería irme al interior. Estaba buscando un cargo en el interior, tenía una amiga que se había ido a Río Gallegos y había dejado un cargo en Bariloche; entro a indagar por este cargo, me entero que la “frecuencia” de esquizofrenia es relativamente alta, me gustaba la idea de trabajar en el área comunitaria, y porque existía una experiencia de desmanicomialización basado en la experiencia de Trieste [Italia], esta opción me interesaba mucho. Me contacté directamente con el director del hospital, él estaba encantado de que fuera, pero no estaban cobrando y les estaban pagando con “Lecop”; esa situación me dolió tanto que no intenté continuar. Durante la crisis del 2001-2002 sigo manteniéndome con las obras sociales, con el programa de salud escolar dos veces por semana y además, ya tenía mi consultorio. Empiezo a trabajar en el Hospital Francés, y la línea de este hospital es muy neuropsicológica, muy neurocientista, cognitiva y no psicoanalítica; me empiezo a formar en todo lo que es neurociencia, llegando a la conclusión de que la neurociencia moderna al grado actual de conocimientos debería intervenir en todo lo que es educación. No podía ser, que sabiendo todo lo que se sabe sobre desarrollo neurológico en los niños pequeños, todavía la educación no tome los conceptos existentes. Consideraba que la gente de educación no solo tenía que conocer la patología del niño, sino también, el desarrollo de los niños justamente para hacer promoción y prevención. Efectúo un par de cursos y empiezo a trabajar con el equipo del hospital de psicopedagogas neurocognitivas, comienzo a aprender sobre la línea neuropsicológica que no había aprendido en la residencia. Cuando el Hospital Francés quiebra, ellos arman su equipo de profesionales en ADINEU [Asistencia, Docencia e Investigación en Neurociencia], y me incorporo en este equipo. Me termino apartando de ellos cuando empiezo a trabajar en las villas; tal vez no debí haberme ido de ahí, porque la profesionalidad de trabajo de ese equipo era excelente. Yo estaba acostumbrada a trabajar en equipo de pares, con personas donde cada una tenía una tarea clara, que sabía de lo suyo y que tenía experiencia en lo suyo; entonces, yo estaba tranquila que esa psicopedagoga por ejemplo haga la evaluación. Al trabajar con población vulnerable, se tiene que trabajar por lo menos con los profesionales más avezados y capacitados. A mediados del año 2011 empezó a surgir la pregunta: qué hacemos con las chicas? Qué hacíamos con las chicas en situación de calle y embarazadas? Surge la idea de hacer un “Madre Teresa” de mujeres, y yo me decía: mmm… nuestras chicas no son así, son chicas más urbanas y son distintas; pensaba que el campo no iba a andar con nuestras chicas, y que un dispositivo de internación para las chicas no eras lo adecuado. Había visto muchas chicas en el Hurtado, que se habían recuperado sin internación o sino, la internación había sido muy breve, porque los hijos están presentes. Tenía mucho resquemor, de armar una camada de mujeres tal cual como la de varones. 81 Charly conoce a Raquel Barros [directora de Lua Nova. Arma un intercambio con Lua Nova y me manda a mí, a una psicóloga social y a una voluntaria. Pasamos una semana en Brasil. Conozco la estrategia de Lua Nova, y al poco, tiempo sale en portugués y después en castellano el libro de Tratamiento Comunitario de Efrem Milanese, me cerró la teoría. Esta teoría dentro del ámbito de la salud comunitaria, me cerraba muy bien, porque me parece complementadora de la estrategia de APS en sectores populares y vulnerables. Se empiezan a construir las casitas de Madre Teresa mujeres. Cuando las casas están construidas en diciembre de 2013, Charly me hace la propuesta para abrirlo; armamos un equipo técnico con una trabajadora social y una psicóloga, y en mayo del 2014 lo abrimos. OBSERVACIONES La opción por la maternidad Es un tema para discutir, ser madre es una elección y la condición fundamental es el deseo. El deseo a veces no está de base, pero después aparece tiene que aparecer, en caso contrario esa crianza podría ser negligente y con el tiempo podría aparecer consumo y/o delincuencia. 82 PARTE II Historias de vida - Entrevistas efectuadas a chicos del Hogar de Cristo Consideraciones previas Dra. Silvina Peluso [Psiquiatra Infantil del Hogar Madre Teresa y del Hogar de Cristo] Con el objeto de poder realizar un mejor análisis de las historias de vida que se presentan, a continuación quisiera reflexionar sobre algunas consideraciones teórico-clínicas desde mi práctica concreta en el Hogar de Cristo: Triada sujeto-sustancia-situación Según el psiquiatra y psicoanalista franco-alemán Dr. Claude Olievenstein8 existe una triada entre: como fue constituida la persona, es decir su constitución subjetiva: SUJETO el tipo de sustancia que consume: SUSTANCIA y la situación socio-económica-ambiental: SITUACIÓN Sujeto, sustancia, situación: una interrelación entre estos tres elementos define al tipo de “toxicómano” tal como lo va a denominar su autor. Dice Olievenstein en su libro “La droga 30 años después” en cada momento: hay "tres desencadenantes potenciales; ellos son: el producto mismo, la calidad del individuo y el momento sociocultural. Y si estos tres factores están reunidos, la toxicomanía encuentra su terreno de implantación. Ninguno de ellos es determinante por sí mismo; en el conjunto, ellos adquieren un poder devastador. Que puede matar.9 Génesis del “toxicómano verdadero”: sujeto. Olievenstein diferencia el usador recreativo (lo que algunos llaman uso no problemático o responsable de sustancias) del drogadicto profundo (uso problemático o dependiente) al que él denomina “toxicómano verdadero”, entre ellos están todos los estados intermedios. El primero depende mayoritariamente de las condiciones socioculturales, hay que hablar de la época de la situación en cada momento determinado. Es diferente a la falta arcaica en la subjetividad, lo propio del "drogadicto profundo o toxicómano verdadero”. El Dr. Claude Olievenstein retoma la noción de Lacan en "El estadio del espejo" para explicar que la dependencia del sujeto a la sustancia se encuentra al nivel de la génesis de la identificación. El estadio del espejo es un concepto del psicoanalista francés Jacques Lacan que designa una fase del desarrollo psicológico del niño comprendida aproximadamente entre los seis y los dieciocho meses de edad. Se trata de aquella etapa en la cual el niño se encuentra por vez primera capacitado para percibirse, o más exactamente, percibir su imagen corporal completa en el espejo. En esta fase, de acuerdo a la teoría “lacaniana”, se desarrollaría el yo como instancia psíquica. 8Dr. Claude Olivenstein [1933-2008]. Psiquiatra alemán especializado en el tratamiento de las adicciones. Fundó en 1971 el Centro Médico “Paul Marmottan”, especializado en el tratamiento de las adicciones. 9 Dr. Olievenstein Claude La drogue,30 ans après. Editions Odile Jacob. 2000. 83 Asumiendo que en el caso del “toxicómano verdadero” (de Olievenstein) en realidad se trata de un "estadio del espejo quebrado o espejo roto", es decir, con la metáfora de la ruptura del espejo, el autor explica que el sujeto se descubre como “uno”, el cual, rompe la existencia fusional que mantiene con su madre y en el momento en el que debiera surgir un Yo, le es devuelta una imagen rota e incompleta en el mismo instante. Imágenes que constituirán, por así decirlo, y en palabras del mismo autor, en un "narcisismo roto”, podemos suponer a ese narcisismo "roto" como una falla, no un colapso en la estructura, poniendo así al sujeto con un pie en la neurosis y con otro en la psicosis. 10 En este sentido, el verdadero toxicómano empieza por el estadio del “espejo roto”, donde la constitución subjetiva de base de la persona está dañada, fragmentada. En el momento de su constitución, estos chicos no se reconocen como un todo, se ven reflejados en pedazos, y esto tiene que ver con que la persona que hace de espejo, por momentos funciona y por momentos no. Estos pibes, con el tiempo son catalogados como “pibes problema”, y habitualmente se da, que existe un padre ausente y una madre ambivalente, y posteriormente se da el encuentro con la sustancia. En el encuentro con la sustancia, se presenta un recuerdo de inmensa satisfacción. Olievenstein, plantea que el adicto sigue consumiendo, porque en el momento que consume por primera vez, se le genera un gran placer, y este gran placer lo quiere recordar todo el tiempo, nunca lo vuelven a vivir de la misma manera y nunca llega a sentir el mismo placer “recordado”, hasta que llega el momento que no le produce más placer, y esto tiene que ver con la neurofisiología y las alteraciones de los receptores dopaminérgicos (mayoritariamente) que produce el consumo frecuente de ciertas drogas. La realidad, es que el recuerdo (siempre sobredimensionado) de ese momento de placer comparado con el enorme displacer con extrema ansiedad y depresión que representa el síndrome de abstinencia, es lo que genera esa compulsión al consumo. En este recuerdo de placer en el encuentro con la droga, con la sustancia del primer consumo, es que Olievenstein lo identifica con el recuerdo ilusorio del verse/sentirse completo, del niño frente al espejo; ahí, es donde el adicto toma la identidad de adicto, de la droga. Partiendo de una base socio-económico y afectivamente vulnerable, con padre ausente, y con una función materna ambivalente, que por momentos trata cariñosamente a su hijo y satisface sus necesidades antes de que aparezcan (modelo de crianza sobre protector) y en otros, de forma violenta casi sádica, sin satisfacer sus necesidades básicas o tardando mucho en hacerlo (modelo de crianza negligente o de falta de cuidado adecuado), entonces el infante no termina de decodificar esa situación presentando un alto narcisismo y baja autoestima.11 El “toxicómano verdadero” que describe Olievenstein al que algunos psicoanalistas llaman estructura preadictiva 12, en el sentido de la prepsicosis descripta por Lacan es una forma de vida, es como la personalidad; donde el sujeto busca constantemente modelos identificatorios, modelos que en general, 10 Lic. Ali Gomez Luna Gómez Toxicomanía: ¿cuestión de estructura? Por el Lic. Alí Gómez Lunagómez 2014 11 GRATCH Luis. Charla completa del Dr. Psicoanalista Luis Gratch en el Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna Zona Norte. San Isidro, Bs. As. Argentina 01/09/2014 publicada en: https://www.youtube.com/watch?v=X5ogXztqcU8. 12 DEL CAMPO Emiliano [1999].” Una lectura desde el psicoanálisis sobre el problema de la drogodependencia”. Revista de psicoanálisis y estudios culturales, PSIKEBA. 84 le faltaron en el desarrollo. En los tratamientos van probando modelos que los identifiquen, hasta que más o menos, aparece una identidad y es el momento que el adicto deja de consumir cuando se encuentra con un vacío estructural muy pesado de soportar, por eso aquí se presenta el riesgo de volver al consumo o a veces del suicidio. En el momento de la abstinencia, es que estos chicos se encuentran con la “falta” estructural verdadera, es un momento de mucha angustia y acuciante, porque no se encuentran con el placer de la integridad de la imagen del espejo y de la unidad de la persona, aunque sea falso. Voy a citar, al Dr. Olievenstein en ocasión de una conferencia que da en Argentina en la sociedad hebraica en 1986, dado que no quiero privar al lector y me gustaría invitarlo a realizar su propia interpretación de este autor de acuerdo a su propia experiencia personal y clínica: “En este texto nos ocuparemos del caso extremo del toxicómano verdadero, pero aún así, ya rozamos una de las dificultades esenciales del problema: entre el usuario que hay recreativo de drogas y el toxicómano, existe todo un espectro de situaciones intermedias, de movimientos de ida y vuelta, de pasajes de un estado a otro que varían en función de los tres parámetros de mi ecuación. Y para hablar de otra forma de las relaciones e identificación que cada persona puede tener con las tres dimensiones de la ley o sea la dimensión real, la dimensión simbólica y la imaginaria. En otro trabajo sobre el destino del toxicómano, hemos explicado ese proceso: un toxicómano verdadero parte del (1) estadio del espejo roto que va a constituir a través de otro estadio,(2) la desmesura, el idiota de la familia. Buscando su identificación, va a exponer todas las formas del dolor hasta el la androginia. Será el encuentro con el producto (3) que hará de él un casi mutante, ya que no podrá cambiar, salvo por la creación del estado de dependencia y generalmente por el dúo que integra con el sufrimiento en lo que hemos denominado el estadio del sufrimiento del sujeto desintoxicado. Vamos a recorrer brevemente esa trayectoria que inevitablemente nos lleva a algo que parece escandaloso: a una posición perversa del sujeto y del terapeuta, del cual habrá que salir, es decir, que a lo largo del camino del que va a acompañar el toxicómano, la reflexión ética es parte integral del trabajo a la vez clínico y terapéutico. No tomar posición en forma ética, desemboca inevitablemente en el trueque de una dependencia por otra dependencia que no solamente es una falla profesional, pero también desemboca sobre un impasse grave, ya que cuando el sujeto trata de liberarse de esa dependencia no tendrá más que la volver a consumir, o como opción, el suicidio o la locura. Postulamos que, muy precozmente, el niño, futuro toxicómano verdadero, sufre un traumatismo que hemos denominado el estadio del espejo roto (1). Ese estadio lo va a ubicar intermitentemente entre el niño psicótico, por el cual según Jacques Lacan, el estadio del espejo no existe y el niño normal, para el cual el estadio del espejo puede llevarse a cabo. Todo ocurre como si en el momento en el que se miraba en el espejo que constituye su identidad, éste se rompe (…). Es importante recordar que ese recuerdo de esa rotura del espejo que marca al sujeto y que lo conlleva luego a través de los estadios siguientes que he 85 enunciado a toda una serie de verificaciones y de reiteraciones que a su vez en ping pong lo envía a una identidad imposible. El segundo estadio es la desmesura (2) en la búsqueda de esa identidad perdida. Desde entonces, el sujeto va a explotar todas las vías que se le abren. Es interesante reconstruir la biografía de tal o cual paciente. Se constata que también hay desmesura, todos los fenómenos son banales en sí. Lo que no es banal es su intensidad en el tiempo y en el espacio. Es el inmenso campo del terror nocturno y del insomnio. El niño mayor participa ya de una obligación lúdica. Está totalmente obligado a alucinar lo real, la vida escolar es ritmada por las imposibilidades de renuncias y las exclusiones. Ya es un provocador, un perseguido – persecutor. El encuentro con la sexualidad será determinante. Es, antes que nada, la práctica de una masturbación repetida frenéticamente y prolongada en el tiempo. Aún y frecuentemente, después del pasaje al acto con una pareja, luego, la tentación y la aventura andrógina. Quisiera decir al pasar que esa tentación andrógina no se confunda con la homosexualidad ya que no se trata solamente de una pulsión de deseo, sino de una búsqueda de identidad en la bifase. Es en ese caso, en esa medida de la desmesura, que se van a construir los lazos del sistema familiar. La tendencia actual es ignorar o pretender ignorar la participación familiar en esa construcción. Si la oferta de la droga desempeña un papel, es contrario a la verdad científica, minimizar el papel de las familias perturbadas y perturbantes. El niño es puesto y se pone en la situación del idiota de la familia. Su participación desempeña un papel estratégico importante en la economía familiar. Es en ese sistema que van a desarrollarse, a lo mejor, las verificaciones exclusivas que lo caracterizan. Dos elementos nos parecen extremadamente frecuentes. Por una parte, la negación del padre, o de su nombre, vivido como incapaz de hacer gozar a la madre, y por otra parte, la relación compleja, ambigua y contradictoria y a la vez deseable y rechazante que muda la relación con la madre. El tercer estadio (3) es el encuentro con el producto. Es evidente que tal tipo de personalidad esencialmente caracterizado por una sucesión de equilibrios inestables se encuentra en todas las sociedades occidentales y esto restringe las posibilidades de evasión en el seno del núcleo familiar y por lo tanto fragiliza más allá a ciertos niños. Si el niño frágil, débil, encuentra y muchas veces busca la droga, va a encontrarse por primera vez en presencia de un instrumento, de un objeto inerte y exterior que va a permitirle dos cosas: la primera, es colmar, en una atmósfera iniciática, el placer que busca (una unidad totalizante “que lo acerca en cierto modo a Dios”). Ello colma completamente la fisura. En segundo lugar, después del almacenamiento en la memoria de esta experiencia inefable, tendrá la posibilidad aparentemente infinita de verificarla por la repetición. Asistimos por lo tanto aquí, en esta verdadera mutación explosiva, del encuentro de una carencia y de algo "el objeto droga" que trasciende esa carencia en y por un estado absolutamente único por la especie humana. La carencia inicial será importante y el efecto del producto será totalitario, (es lo que no pueden comprender los que sostienen el modelo animal o métodos terapéuticos cognitivo-comportamentales). Es esto lo que debiera determinar una elección de una terapéutica matizada y particularizada como trataremos de decirlo más adelante, pero a causa de la carencia inicial esta luna de miel va a 86 agotarse, ayudada en este caso por el juego sutil de los receptores neurofisiológicos a la vez específicos y no específicos. Por otra parte, con respecto a ese tema, se plantea una pregunta fundamental, es el por qué del paso de lo específico a lo no específico y viceversa. En todos los casos, en ese estadio recomienza el gran temor de encontrarse ante el vacío inicial. Es allí que se juega la construcción del estado de dependencia, es un estado, del cual afirmamos que es una construcción psíquica, por lo menos tan activa como pasiva y lo que parece escandaloso, al menos, tan deseada como sufrida.(…). La dependencia es la puesta en escena del deseo, es un fenómeno activo, voluntarista, que se convierte en un modo de existencia, una relación con la vida, que permite solamente evacuar por su propia existencia todo lo que ha ocurrido al sujeto desde el estadio del espejo roto. En este sentido, la carencia es la verdad y aliena toda otra forma de verdad, da un ser activo a la ilusión, aún si tiene la apariencia de un fenómeno objetivo, es exquisitamente doloroso pero no todavía melancólico, ya que participa todavía el producto y no de un trabajo de duelo, trabajo de duelo que encontraremos más tarde. Todas estas experiencias explican en parte; (la otra parte es la relación con la ley, que es a la vez simbólica), la diferencia entre toxicómano verdadero y consumidor recreativo.” JORNADA CON PROFESIONALES Prof. Claude Olivenstein (Sociedad Hebráica Argentina - 11 de septiembre de 1986) Presidente del Consejo Científico de SOS Drogue International Director del Hospital Marmottan París - Francia La sustancia “el paco” Dentro de las drogas, el “paco” o “PBC” (pasta base de cocaína) produce un instante brevísimo y muy placentero, es mucho más intenso y corto que el del clorhidrato cocaína; aquí tanto el nivel de dependencia que se genera a nivel neurofisiológico por el paco, como el nivel de deterioro y muerte neuronal producido por las sustancias agregadas a la pasta base (hidrocarburos en general), es mucho más grande. Para conocer datos más precisos sobre esta sustancia y sus efectos en las personas los invito a la lectura de una investigación seria realizada en el año 2010 por el Laboratorio de Biología Celular, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable de Montevideo-Uruguay ya que no existen muchas investigaciones serias sobre el tema.13 Sin embargo quiero recalcar aquí algunas conclusiones salientes de esta investigación que coincide con mi experiencia en las llamadas villas porteñas: Estimulada por la crisis económica del año 2000, su bajo costo por dosis y la falta de otras drogas el paco se instauró y difundió en nuestros países “generando un fuerte quiebre de los sistemas sanitarios y de diagnóstico clínico así como también en la vida de quienes por una u otra razón se vincularon con ella” PRIETO José Pedro, SCORZA Cecília [2010]. “Pasta Base de Cocaina”. Laboratorio de Biología Celular, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. MontevideoUruguay. 13 87 La magnitud del consumo de paco es relativamente baja comparado con otras drogas de consumo, sin embargo ciertas características que produce su consumo o abstinencia (ser propio de poblaciones vulneradas socialmente, comportamientos agresivo-impulsivo, desmembramientos familiares, comportamientos delictivos, alta predisposición a enfermedades graves como VIH o TBC, alta predisposición a situaciones de riesgo como accidentes en la vía pública, etc.) hacen de esta sustancia una droga de alto impacto social “ubicándola entre las principales drogas de abuso de nuestro país”. Por su propiedad altamente adictiva no existen reportes vinculados al uso o al abuso. Quiere decir que el consumo de paco en principio siempre generaría adicción. Al igual que la cocaína el paco actúa sobre el sistema meso-límbico-cortical generando las mismas alteraciones estructurales que ese alcaloide (dado que en su composición el paco posee cocaína no purificada); sin embargo se encuentran diferencias en los porcentajes de cocaína en cada incautación de paco. Además contiene otras sustancias que hoy se sabe en su mayoría son hidrocarburos del tipo del tolueno y derivados de la nafta que actúan sobre el SNC y son capaces de dañar severamente las neuronas de las áreas antes descriptas y del cerebro pre-frontal llegando a producir en algunos casos, muerte neuronal. Esto puede generar importante sintomatología (desinhibición, impulsividad y violencia, deterioro cognitivo, etc.) muchas veces difícil de revertir con tratamientos adecuados. Estas conclusiones y algunas otras que recién se comienzan a investigar y a estudiar hacen del paco, en la tríada propuesta por el Dr Olievenstein, una droga capaz de desestabilizar la ecuación incrementando el peso de la sustancia. La situación Acá solo quiero señalar que la situación socio económico cultural y ambiental que define el Dr. Olievenstein se debe analizar en cada momento particular en cada persona. En nuestros casos nos referimos a las villas porteñas (Villa 21, barrio Zavaleta, villa 1-11-14, villa 31, otras de la CABA y conurbano bonaerense) con poblaciones que han padecido la peor crisis socioeconómica que ha vivido nuestro país en los últimos años como consecuencia el establecimiento de gobiernos neoliberales en la década del 70 (dictadura militar) y del 90 (menemismo). Podemos decir muchas más cosas sobre este punto de la tríada pero estoy segura que en las historias de vida que se presentan a continuación encontramos los detalles de cada caso en particular. Para concluir con las apreciaciones sobre la tríada de Olievenstein solo quiero decir que en muchos de nuestros jóvenes (como se verá en algunas de las historias de vida): el sujeto tiene la personalidad del “verdadero toxicómano”, la sustancia es el “paco” y la situación es vivir en situación de calle o de pasillo en las villas del AMBA luego de la peor crisis socioeconómica de la Argentina de los últimos 100 años. Demás está decir que todo esto constituye un combo de una complejidad inusual, difícil de abordar, para el que proponemos una modalidad de tratamiento que será explicada en detalle en las conclusiones y 88 que se basa en la experiencia del Hogar de Cristo incluyendo sus aciertos y sobre todo sus desaciertos. Modelos de crianza Quiero remitir acá al lector a un concepto dado por el Dr. Luis Gratch médico psicoanalista, en una conferencia titulada ¿por qué somos adictos? 14. En esta conferencia dada para el público en general y no exclusivamente para profesionales el Dr. Grath se refiere a los motivos psicológicos, desde su entender y en base a su experiencia clínica de por los que las personas se vuelven adictas. En dicho encuentro describe dos modelos de crianza que en el proceso de subjetivación de un ser humano son potencialmente generadores de un sujeto con un narcisismo alto y por consiguiente baja autoestima, estos sujetos serian según el doctor (series complementarias de Freud mediantes, que son detalladas en el próximo ítem) altamente susceptibles a desarrollar comportamientos adictivos. Gratch define como autoestima a la valoración del sujeto que viene de adentro y narcisismo a la necesidad de una valoración externa que viene de afuera, ambos conceptos serían inversamente proporcionales es decir a un alto narcisismo (necesidad de ser apreciado, valorado, querido por el Otro) corresponde una baja autoestima (autovaloración o valoración que viene del propio sujeto) y viceversa. Estos dos modelos de crianza que él describe son sintéticamente los siguientes: Una madre sobre protectora que satisface las necesidades del infante antes de que aparezcan (por ejemplo dándole de comer antes de que llore). Una madre negligente o descuidada que casi sádicamente ignora las necesidades de su hijo o las satisface muy tardíamente (por ejemplo dejándolo llorar por hambre un largo rato antes de alimentarlo). Podría agregar un tercer caso (que antes escuetamente mencioné) que es el modelo mixto es decir esa madre ambivalente que por momentos es sobre protectora y por momentos es negligente o descuidada en forma cuasi-sádica. Estos tres modelos de crianza con matices se muestran en las historias de vida que se presentan a continuación: Las series complementarias de Freud. El concepto de series complementarias sirve para explicar cómo actúan las diferentes causas que pueden ocasionar una neurosis u otro tipo de enfermedades mentales. Las series complementarias se refieren a los siguientes factores: 1º ] Predisposición: Lo innato, lo que se trae, lo constitucional. 2º ] Disposición: Las experiencias infantiles (la novela familiar). 3º ] Desencadenante: Situaciones actuales que rompen o perturban el equilibrio. 14 GRATCH Luis. Charla completa del Dr. Psicoanalista Luis Gratch en el Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna Zona Norte. San Isidro, Bs. As. Argentina 01/09/2014 publicada en: https://www.youtube.com/watch?v=X5ogXztqcU8 89 Las series complementarias 1° y 2° dan lugar a ese aspecto de la personalidad que queda más fijo en cada persona o variable entre uno y otro, ya que los factores constitucionales en complemento con las experiencias infantiles van a ser más o menos estables a lo largo de la vida. Depende de cómo sean esos factores para que los sucesos posteriores (3º serie: desencadenantes) puedan o no provocar desequilibrios o conflictos neuróticos que desestructuren la personalidad. Cada experiencia emocional produce en cada sujeto un impacto particular de acuerdo de con su constitución y su historia personal. Conclusión: Sería interesante realizar una lectura de las historias de vida que se detallan a continuación teniendo en cuenta los tres ejes de este apartado en la subjetividad de cada lector. Tríada sujeto-sustancia-situación con el análisis de cada uno de sus componentes y su peso específico sobre la ecuación en cada caso particular. Modelos de crianza pudiendo identificarlos en cada caso. Series complementarias reconociendo la influencia de cada serie en la formación del cuadro clínico resultante. Asimismo nosotros hemos realizado un breve análisis de dos de estas historias tomándolas como casos testigo. Desde el punto de vista psiquiátrico según CIE-10, los diagnósticos serían: Trastorno límite de la personalidad. Trastorno de ansiedad generalizada, por stress post-traumático [crónico]. Episodio depresivo mayor recurrente. Distimia: Trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, caracterizado por la baja autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de la depresión. En todos los casos, con el agregado trastorno por dependencia de sustancias psicoactivas especialmente paco. 90 CASO TESTIGO Nº 1 [L.J.] Soy L.J., tengo 22 años y empecé a consumir a los 11 años. Empecé a consumir poxiran estando en situación de calle, y a los pocos meses empecé a consumir pasta base y paco. Yo estaba en la calle porque me había escapado de un hogar, estuve en el hogar desde los seis hasta los nueve años. Después de los nueve me escape y empecé a estar en situación de calle, desde los nueve hasta los once años no había consumido nada. En esos dos años, a veces me agarraban me llevaban a un hogar y me volvía a escapar, y volvía a la situación de calle, sin consumo. Yo tenia mamá, pero ella no se podía hacer cargo de mi, por eso me llevaron a un hogar. Ella no me iba a visitar, ni nada por el estilo, en los hogares no me sentía cómoda, había muchas cosas que no me gustaban, y por eso me escapaba. Muy en claro no tengo, pero mi mamá se que tenia problemas psiquiátricos, era paciente psiquiátrica de un hospital, y tenia dificultades psicológicas que con el tiempo fueron creciendo. Mi vieja consumía, y uno de los pocos recuerdos que tengo de ella estaba consumiendo, yo sin saber, cuando me llevaron por primera vez al juzgado dije que "mi mamá, tenía un plato con alfajorcitos picados" y que ella se los metía en la nariz. Yo no sabía qué era eso, por eso ella no se podía hacer cargo de mi, tenia problemas de adicciones, problemas psicológicos, y bueno. A mi papá no lo conocí hasta los trece años, yo estaba en situación de calle y en consumo. Aparecí un día en la casa de mi tía para pedirle una partida de nacimiento, no me acuerdo para que cosa, y ahí me contaron que mi papá había aparecido. Yo no lo conocía, tenia trece años y me dijeron que quería conocerme y se quería hacer cargo de mi, que me quería ayudar. En un primer momento le dije que no, a mi tía; que no quería saber nada con él, pero mi tía hablo conmigo y me convenció. Me quedé en la casa de ella, a los dos días vino mi papá y me fui con él a Río Negro. Eso fue un 15 de julio cuando yo tenía trece años. Teníamos que volver el día 30 de julio para una audiencia, estuve quince días allá con mi papá y no la pasé bien. Mi papá tomaba mucho, era alcohólico y pase una situación muy fea con él. Volvimos para la audiencia, que era para ver si me había gustado estar con mi papá, para ver si quería seguir con él, y solamente me atreví a decir que él había tomado y que me había pegado. De ahí me mandaron a otro hogar, y al otro día me volví a escapar, el hogar quedaba en Junín. El me había pegado, me había pegado dos o tres veces, pero en realidad pasó otra situación más fuerte... Intentó abusar de mí. No lo... no lo terminó porque yo empecé a gritar. Una persona que vivía adelante fue a ver que pasaba, se pelearon entre ellos y nada… Me quede en la casa de este señor que había intervenido, y los pocos días tenía que volver, me pagó el pasaje y me fui. Papá me había dicho que iba a tener una pieza, que tenia un baño, que tenia un montón de cosas y la verdad era una casa de un ambiente. En esa época hacia frío, y no había puertas ni ventanas, y él me había ubicado en esa pieza dividida con un ropero, y yo tenia la cama de un lado y él del otro. Había otras piezas pero se les llovía el techo, me había re-mentido, no había cocina, no había tele, no había nada... nada de nada. 91 Cuando tenia tenía seis años, mi familia vivía en un terreno. Adelante vivía mi tía N., en el medio vivía mi abuelo con otro tío y atrás de todo vivíamos mi mamá, mis dos hermanitas y yo. Yo tenía más hermanos, G. en ese momento tenía un año y M. era recién nacida, ellas vivían en casa. A. y F. vivían en zona sur con mi tía abuela, ellas nos visitaban casi todos los fines de semana. Mamá nos dejaba solas. Recuerdo una vez que ella se peleaba con mi padrastro, en una situación de violencia, con el papá de G. y M. Se peleaban demasiado, consumían... Otra vez, me había dejado sola y yo me había asustado, me había dejado durmiendo, me desperté y ella no estaba, salí a la calle y ahí me llevaron a una comisaría. Ahí se supo todo, que estábamos en una situación medio de abandono... Después ella logró solucionar ese problema, yo seguía con ella pero estaba controlada por una gente. Otro día, mi mamá apareció de repente, nadie sabía donde estaba, apareció y le dijo a mi tía que quería que nos saquen. porque sino iba a prender fuego la casa. Mi tía se asustó y me llevo a una comisaría, de ahí nos llevaron a un centro por una noche, y después a un hogar con G. y M. Estuvimos un año en un hogar en Don Bosco y después nos trasladaron a La Plata, porque supuestamente mi mamá estaba en tratamiento y se quería hacer cargo de nosotras, pero en casi tres años solo nos fue a ver dos veces, fue a vernos para los cumpleaños de mis hermanas, pero nunca para el mío. En un momento yo decidí irme, me había enterado que querían adoptar a mis hermanas y por eso me fui del hogar. Querían adoptar a dos nenas chiquitas y yo era grande, tenia nueve años y entendía lo que pasaba; me fui y a los tres meses adoptaron a mis hermanas. Fui a la estación de La Plata y me tomé el tren a Constitución... yo seguía a la gente, me tomé el subte y aparecí en Retiro. Me quedé todo un día ahí, mirando, mirando... y empezaron a pasar chicos que estaban en situación de calle, que vendían diario La Razón, y me puse con ellos a vender diarios. Hacia plata, me compraba para comer y dormía en la estación del subte con otros chicos. En Retiro había un pibe más grande que nos cuidaba bastante, se llamaba “Beto”. Nos decía que teníamos que hacer... juntábamos plata, juntábamos quince pesos cada uno de nosotros y nos llevaba a los jueguitos, eran baratos y estaba bueno... Tenía once años y ahí me dieron para probar. Todos lo hacían... me dieron poxiran, empecé a toser mal, era espantoso, pero después como todos lo hacían, me llamaba la atención. Cuando me quise dar cuenta estaba consumiendo, no tengo muchos recuerdos de esos momentos... con el "paco" fue distinto. Yo estaba de novia con un chico de la calle, queríamos ir a comprar poxiran pero ya era de noche, entonces nos fuimos a la villa y un pibe mas grande nos dijo de comprar paco, compramos paco. Pero como yo había puesto plata para comprar supuestamente poxiran y no había, les dije que yo también quería. Yo no sabia fumar, pero les dije que si lo hacia. Y fume. Deje pasar dos semanas o tres, fumar paco también me parecía algo espantoso al principio, pero cuando me quise dar cuenta, ya iba sola a comprar. Hasta los trece años seguí consumiendo en la calle. Un día me encontró la policía consumiendo, me llevaron, me preguntaban datos y yo no sabía nada. Tenía mi partida de nacimiento, ahí la policía supo quien era y se dieron cuenta que yo estaba "bajo juez". El juez hizo que me enviaran a una comunidad 92 cerrada, ingresé a los trece y salí a los dieciséis años. Fue un buen tratamiento hasta que me derivaron. En la comunidad no podía salir si no hacia el tratamiento. Mucho no entendía, no entendía nada... estuve mucho tiempo medicada, me medicaban mucho y no recuerdo nada... tenía actitudes muy chiquilinas, pero bueno, tenía trece años. Después de seis u ocho meses cuando empecé a estar limpia, a desintoxicarme, empecé a ponerme las "pilas". Haciendo lo que me decían, me fue un poco mejor. Yo quería estar con mis hermanas, y de hecho lo logre… Después de un tiempo, la familia que había adoptado a mis hermanas se puso en contacto, porque ellas preguntaban por mí. Venían a visitarme, yo salía los fines de semana, hasta me festejaron el cumpleaños de quince en la casa de ellos. Yo a esa edad estaba bien, el problema fue cuando me dieron el egreso de la comunidad a un hogar donde no entendían nada. Cuando uno sale de un centro cerrado tiene que seguir con un hospital de día o por lo menos, en un lugar con contención o que te brinden más herramientas. En la comunidad existía una estructura, me levantaba 07:45hs, desayunaba 08:15hs, a las 09:00hs empezaba la limpieza, a las 11:00hs el primer grupo de terapia, a las 12:30hs comíamos, hasta las 14:00hs teníamos tiempo libre, de 14:00hs a 16:00hs teníamos la escuelita, después el grupo de la tarde, desde las 18:00hs hasta las 19:30hs eran los baños, hasta las 20:00hs era de reorden en la casa, después se cenaba, se fumaba el último cigarrillo y nos íbamos a dormir. A los quince años empecé a estudiar, y terminé la primaria, pero como me dieron el egreso no me entregaron el título. Tenía la posibilidad mientras que estudiaba de salir del centro, desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde porque era de doble jornada, y me daba bastante respiro fuera de la comunidad. A los dieciséis, cunado me mandaron al hogar yo seguía viendo a mis hermanas, pero en ese lugar no tenia terapia, no me contenían y había chicas que consumían. Yo traté de alejarme, ellas se ponían en mi contra, me decían que era “ortiba”, y cuando me quise dar cuenta, volví a consumir en el hogar y me fui a la calle. Volví a Retiro. Retiro era lo único que conocía, ahí conocí a un hombre que tenía veintisiete, estábamos juntos, él vendía y yo consumía, y nada… Después quede embaraza, deje de consumir, volví a consumir… Dejaba de consumir, volvía a consumir… Intentaba parar pero no podía, encima él la vendía. El me ofrecía comida, me dio un lugar, me daba droga y me quedé… Nació mi bebé, y a él lo mataron… El vendía y se había mandado un par de macanas. El también consumía. Cuando lo matan, yo me quedo con el bebé en la calle, porque no podía volver al lugar donde vivía, y nada… Apareció una supuesta hermana de él, el bebé ya tenia como ocho meses. La hermana se llevó al nene, me pidió al nene y se lo llevó… Se lo di porque él estaba enfermo… Lo quise ir a buscar y la hermana había hecho una “cosa de amparo”, que le permitía tener al nene. No me lo pude llevar. Intenté llevármelo a la fuerza, ella 93 llamó a la policía y me lo sacaron de los brazos…, yo no entendía nada, tenía diecisiete años y no entendía por que no me podía llevar a mi nene. Quería estar bien con él… Después de un tiempo, ella se lo llevó a un hogar, yo justo había pasado por una situación donde había tenido una “causa”… Y me llevaron a otro instituto. En ese lugar tuve dos vinculaciones con el nene, después me escapé y al nene, lo dieron en adopción. Fue lo último que supe… Tenía miedo de ir a verlo, pensaba que me iban a agarrar, tenía miedo por un montón de cosas… Y después pensé, que lo mejor que le podía pasar al nene es que esté con una familia..., a pesar de que yo lo quería mucho… y bueno…, Yo no tenía la oportunidad de estar bien… [L.J. lloró] Yo no me cuidaba sexualmente. Creo que cuando tenía trece años en Retiro, en la estación de subte, había consumido paco y tuve sexo. No me acuerdo bien… Después de que me sacaron a D., a los dieciocho años volví a conocer a otra persona, era compañero de consumo, y yo no me cuidaba con él. Quedé embarazada, otra vez…, cuando me hago los análisis me entero que tengo HIV, me cuide, tomé la medicación, y estaba en una mejor situación porque yo había buscado ayuda. Fui a un centro de día, empecé a dormir en un parador de las “Madres contra el paco”, me ayudaron bastante. Me consiguieron un hogar mas estable estando embarazada y cuando nació mi nena, mi pareja no me pudo seguir acompañando porque él tenía una adicción muy fuerte. S. nació sanita, me había hecho todos los controles en el embarazo… Al poco tiempo, me fui a vivir con una de mis hermanas, yo quería estar ahí, pero no teníamos esa relación de hermanas, la situación no fue la mejor, ella me quería ayudar, pero no teníamos esa unión de hermanas. No nos conocíamos, no sabíamos que queríamos…, lamentablemente tuve otra recaída, me fui y volví a la calle con la beba… El papá de S. la conoce, él le dio el apellido, es un hombre mucho mas grande que yo, tiene como cuarenta y pico de años. No se si a él le interesa volver a verla… No me animo a ir buscarlo, se que consumía en Retiro, pero vive en otro lado de capital. Estuve dos o tres años así… Sola con la nena en Retiro, en situación de calle y consumiendo. Conocí a otro hombre, él se llama F., y me ayudó una “banda”; empecé a alquilar ahí en la villa, empecé a trabajar por primera vez, y… Volví a quedar embarazada a los veinte años. El es consumidor, pero consume otra cosa… cocaína, pero me ayudó mucho con D., me daba plata para los pañales, tenía donde vivir… En un principio fue muy bueno conmigo, me sacó de la calle, me enseño lo que era trabajar en una parrilla, estaba muy contenta, tenía mi plata… Pero el tenía un montón de otras cosas, era muy celoso… Cuando yo empecé a estar bien, quise estar mejor. Quise hacer un tratamiento, quise tener otra contención, quise hacer un montón de cosas y nada pude. Porque él era muy celoso, y no me permitía que vaya al centro de barrial de los “Curas Villeros” [del Hogar de Cristo]. Yo ya conocía el lugar por ir a comer. En ese lugar había gente que era de mi “ranchada”, los conocía porque fumaba con ellos, me drogaba con ellos, y él no me permitía ir… 94 Yo quería estar bien, quería estar bien por mis hijas… No quería ser igual a mi vieja, intentaba… Intentaba mucho, pero siempre terminaba cayendo otra vez. Discutía con él y mi refugio era la droga… él me pegaba porque yo me drogaba, y me volvía a drogar… Al poco tiempo empecé a tomar cocaína para dejar el paco, pero me zarpaba, tomaba mucho… entonces cuando la cocaína no me pegaba, empezaba de nuevo a fumar paco. Tampoco me hacia mucho, porque estaba con el mambo de la cocaína… La relación con él fue empeorando, él me pegaba más… Más me pegaba, mas me drogaba… Más me pegaba, mas me drogaba… Yo me iba, él me buscaba, yo volvía, y él me pedía perdón… El no me permitía que haga el tratamiento. Un día apareció la familia de él. Sus hermanas me ayudaron con S. y D. Vivimos un tiempo con ellas, pero él era tan celoso, que pensó que yo tenía algo con el marido de una de sus hermanas, entonces nos fuimos a vivir con él de nuevo a la villa. Alquilamos una habitación, me vivía criticando por la limpieza y me dejaba encerrada con las dos nenas. Intentamos un par de meses dejar de consumir, y si consumía, consumía cocaína solamente con él. Estaba todo el día encerrada en la habitación, mirando tele, acostada, las nenas no salían, no veían el sol, me daba una bronca bárbara… Cuando tuve la oportunidad, un día que él me había dejado un juego de llaves, me fui a consumir. El fue, me fue a buscar… Me pegó, me sacó a la nena, a Damaris y se la llevó a Entre Ríos. Yo busque ayuda… Me interné en la Granja Madre Teresa del Hogar de Cristo, con S. Mi última gira [septiembre 2014] El sábado pasado vino a visitarme mi hermana A. y se quedó hasta el domingo. Ese día, tipo tres de la tarde la tengo que acompañar hasta Retiro, y empezamos el viaje. Una vez que tomamos el tren, me empecé a maquinar la cabeza, que tenía ganas de consumir. Me empezó a doler la panza, empecé a transpirar… las manos se me habían puesto rojas y me latían, y tenía ganas de consumir… Y me fui… Estuve toda esa hora, en el viaje luchando conmigo misma, no? Pero lamentablemente me volvió a ganar. Pero esta vez le di lucha… en un punto muy adentro, sentía que sabía que igual por más cosas que dijera, iba a consumir igual. Y nada… dejé a mi hermana en la parada del colectivo, y me fui a la villa [Retiro]. Tenía plata, tenía un celular, cuando se me terminó la plata vendí el celular, cuando se me terminó la plata del celular dejé de consumir. Al otro día me fui al centro barrial de Retiro, hablé y quería volver. Me pasaron muchas cosas antes [de consumir]. Pensamientos de consumo ya venía teniendo pero no se los contaba a nadie… yo no les daba importancia… En un momento me paso, que tenía una visualización mía consumiendo, y me digo:… en otro momento! En ese momento saco el pensamiento de mi cabeza, pero solo por ese momento; pero es como algo que se va guardando, se va guardando, se va guardando… y después en el punto menos esperado, te saca todas las cosas guardadas… Yo no me venía dando permiso de entrar a la villa, pero paseaba por ahí, por Retiro, venía caminando por Retiro, y venía… Venía todo muy bien, venía todo encaminado con mis nenas, mis hermanas estaban felices de que yo estaba 95 bien, que de una vez por todas ellas me veían bien y a lo mejor eso me ocasionó una presión. De hecho cuando viajaba con mi hermana hacia Retiro, yo no le pude contar a ella que tenía ganas de consumir, si yo le hubiera contado a mi hermana que tenía ganas de consumir, a lo mejor no hubiera consumido. Pero tenía miedo de desilusionarla, porque se fue muy contenta de verme bien, de verme tranquila… Yo me sentía muy en deuda con mi hermana, con ellas. Y poder demostrarles, que ahora que yo les podía brindar una mano… y si yo les decía que tenía ganas de consumir, se iban a pensar que yo estaba igual que antes… Me siento en deuda con ellas, y una vez que logré poder estabilizarme, estar armando un lugar, una casa donde ellas me puedan venir a visitar, y decirles que tengo ganas de consumir, es como… -“pero vos no valoras nada nena!!… - Mira todo lo que tenés, y te querés ir a consumir?... Antes te drogabas porque no tenías nada, ahora porque tenés…” Ellas son muy cerradas, no tienen ese pensamiento… bueno esto puede pasar, ellas piensan que me drogo porque quiero. Entre a la estación, me maquine dos segundos, y salí…y me fui a la villa. Y consumí. Fui, compre, consumí…y encima la gente ahí te la habilita toda mas rápido, al toque… y consumí. Quería seguir consumiendo porque ya sabía la que me había mandado, y no quería pensar en eso. Hasta que se me terminó la plata, y cuando se me terminó la plata mi mente empezó:.. bardeaste!!, tus hijas… tus hermanas… tu familia tu casa… la granja… las chicas… y me empecé otra vez a maquinar, maquinar… no quería saber nada, y volví. Aunque yo pienso que si seguía teniendo plata, no sé si ahora estaría acá… Vendí el celular y si hubiera tenido más cosas, también las vendía. Es el cuarto celular que vendo… Me fui a dormir, acostar a una ranchada donde yo vivía antes… y los pibes estuvieron re-piolas, porque me dijeron: -Ya está!! -Déjalo acá!! -Ya fue!!... me decían. Y yo me preguntaba, como hago ahora para enfrentar todo? Y nada… Deje todos los instrumentos para drogarme, deje todo y me acompañaron a las nueve de la mañana al hogar, al Padre Mujica. Fue paco, paco y nada más que paco… Llegue al hogar, estaban haciendo la misa, me senté en el fondo de todo y me puse a llorar… el padre [Eduardo] cuando me vio, y me dijo: - Hay… hay.. hay… !! Me abrazó y me puse a llorar… Y me preguntó: - ¿Qué pasó? Y nada…Le dije que había recaído… y me preguntó: ¿Y qué hacemos? volvemos o no volvemos? Volvemos… siempre, le dije. Esperé, intenté desayunar, intenté almorzar… En realidad, mucho no podía ni comer nada, porque mi cuerpo se había desacostumbrado, me dolía todo y parecía que había estado dos meses de gira, y solo había estado un par de horas, una noche… se me habían inflamado los ganglios, me habían salido ampollas en la boca, y por un lado mejor, que mi cuerpo se haya desacostumbrado a esa mierda… me dolía todo, me dolía hasta para tomar agua. Me bañe… y volví. 96 No es que no tenía ganas de volver, no es que volví porque no me quedaba otra, volví porque tenía ganas de volver… Línea de Vida - L. J. 6 años “Mamá nos dejaba solas... me había dejado sola y yo me había asustado, me había dejado durmiendo, me desperté y ella no estaba, salí a la calle y ahí me llevaron a una comisaría.” “Otro día, mi mamá apareció de repente, nadie sabía donde estaba, apareció y le dijo a mi tía que quería que nos saquen. porque sino iba a prender fuego la casa. Mi tía se asustó y me llevo a una comisaría…” “…después nos trasladaron a La Plata…” 9 años “…querían adoptar a mis hermanas y por eso me fui de hogar. Después de los nueve me escape y empecé a estar en situación de calle…” 11 años “Tenía once años y ahí me dieron para probar. Todos lo hacían, me dieron poxiran…” “…con el "paco" fue distinto” 13 años “Creo que cuando tenía trece años en Retiro, en la estación de subte, había consumido paco y tuve sexo. No me acuerdo bien…” Iniciación sexual “Un día me encontró la policía consumiendo, me llevaron… se dieron cuenta que yo estaba "bajo juez". El juez hizo que me enviaran a una comunidad cerrada.” Comunidad cerrada 16 años “Me derivaron… el problema fue cuando me dieron el egreso de la comunidad a un hogar donde no entendían nada…”, “…y cuando me quise dar cuenta, volví a consumir en el hogar y me fui a la calle. Volví a Retiro.” “Retiro era lo único que conocía, ahí conocí a un hombre que tenía veintisiete, estábamos juntos, él vendía y yo consumía, y nada… quede embaraza…” Primer embarazo 17 años “Nació mi bebé, y a él lo mataron… la hermana había hecho una “cosa de amparo”, que le permitía tener al nene. No me lo pude llevar. Intenté llevármelo a la fuerza, ella llamó a la policía y me lo sacaron de los brazos…” “… yo justo había pasado por una situación donde había tenido una “causa”… Y me llevaron a otro instituto. En ese lugar tuve dos vinculaciones con el nene, después me escapé y al nene, lo dieron en adopción. Fue lo último que supe…” 97 18 años “…a los dieciocho años volví a conocer a otra persona, era compañero de consumo, y yo no me cuidaba con él. Quedé embarazada, otra vez…, cuando me hago los análisis me entero que tengo HIV, me cuide…” “Fui a un centro de día, empecé a dormir en un parador de las “Madres contra el paco”, me ayudaron bastante.” Portadora asintomática. 19 años “Samira nació sanita, me había hecho todos los controles en el embarazo… lamentablemente tuve otra recaída, me fui y volví a la calle con la beba… Estuve dos o tres años así… Sola con la nena en Retiro, en situación de calle y consumiendo.” Situación de calle y maternidad: 20 años “Conocí a otro hombre, me ayudó una “banda”; empecé a alquilar ahí en la villa, empecé a trabajar por primera vez…y volví a quedar embarazada a los veinte años.” “Al poco tiempo empecé a tomar cocaína para dejar el paco, pero me zarpaba, tomaba mucho… entonces cuando la cocaína no me pegaba, empezaba de nuevo a fumar paco.” Mamá “…mi mamá se que tenia problemas psiquiátricos, era paciente psiquiátrica de un hospital, y tenia dificultades psicológicas que con el tiempo fueron creciendo”… “Mi vieja consumía, y uno de los pocos recuerdos que tengo de ella estaba consumiendo, yo sin saber, cuando me llevaron por primera vez al juzgado dije que "mi mamá, tenía un plato con alfajorcitos picados" y que ella se los metía en la nariz.” Consumo - abandono Papá “A mi papá no lo conocí hasta los trece años, yo estaba en situación de calle y en consumo.” “Mi papá tomaba mucho, era alcohólico y pase una situación muy fea con él…” “El me había pegado, me había pegado dos o tres veces, pero en realidad pasó otra situación más fuerte... Intentó abusar de mí. No lo... no lo terminó porque yo empecé a gritar.” Consumo - abuso 98 Algunas consideraciones clínicas desde el psicoanálisis y la psiquiatría (considerando al caso como caso testigo) Lic. Edith Benedetti Interventora General del Hospital Nacional en Red, especializado en Salud Mental y Adicciones [Ex-CENARESO]. Brevario de entrevista Escucho gritos y era L.J.. Ella es una paciente neurótica complicada. El día anterior, ella había dicho que se quería ir a consumir, y planteó que si se iba, tenía que revocar el tratamiento; ella quería firmar por “su cuenta” que no quería seguir con el tratamiento, y que se iba, no como una salida transitoria. Ella planteó que no quería llevarse las cosas, para después volver. Y la hipótesis clínica era, si a esta paciente neurótica se le ponía un límite, algo tenía que perder y perdía el lugar en el hospital. L.J. se fue a consumir y volvió. Pero estando en la ranchada consumiendo se preguntó: -Que estoy haciendo acá?. Al volver, le dijeron que no había lugar y que se fuera a un parador, que en todo caso volviera al otro día a las 14hs. Ahí fue cuando empezó a los gritos, a pedir todas sus cosas. Le entregan sus cosas, y ella manifiesta que le faltan pertenencias: un perfume, un shampoo, y le responden que ella lo que tiene, es lo que le da la institución. Eso se lo responde el Jefe del Departamento de Asistencia. Y L.J. estaba en lo cierto, ella se había comprado esas cosas… La encaro y le pregunto que le pasa; ella me dice que la dejan muy sola, que la echaron y que no le quieren entregar sus cosas. Le respondí, que no la dejamos sola, que ella me importa, que la estaba escuchando. Ella me abrazó y se puso a llorar con mucha angustia. Le pregunté si había comido, le mandé a buscar una vianda y me la traje al despacho [Dirección]. Me contó como fueron los hechos, y además, las cosas que ella reclamaba estaban adentro del hospital. Ella había sufrido una situación de maltrato, la habían tratado de mentirosa. Cuando la Jefa de Servicio me dice que [L.J.] algo tenía que perder, yo le dije, que hay cuestiones de la “clínica” que hay que revisar. Porque esta chica, ya perdió un montón de cosas en la vida, y que justamente todo eso que perdió hace que tenga un cuadro psiquiátrico tan complejo. Por lo tanto, hay hipótesis de libro para neuróticos de clase media, que no sirven para los chicos que están internados acá. Pero acá hay que pensar en complejidades distintas, porque L.J. perdió hasta sus hijas, entonces, “el que algo tiene que perder”, hay que revisarlo. Nosotros tenemos un problema de formación profesional. Los profesionales no se involucran con el paciente, esa estrategia es la que ayuda al paciente. Hay que trabajar sobre el desamparo subjetivo y el desamparo social, y vengo trabajando en el entrecruce de ambos. En el desamparo subjetivo15, la falta de respuesta se convierte en una respuesta; cuando un chico llora [en la violencia y en la interpretación], existe una violencia primaria que es absolutamente necesaria para constituirse subjetivamente. Esto significa, que cuando un bebe llora, hay alguien que interpreta el llanto, si tiene hambre, si tiene sueño, si tiene gases y esto es, la Piera Aulagnier [1923-1990]. Libro “la violencia de la interpretación”. Es considerada una de las mayores exponentes del psicoanálisis en la actualidad, médica psiquiatra. Nace en Milán y vive durante la guerra en Egipto, pasando posteriormente estudiar psiquiatría en Roma. 15 99 violencia de la interpretación, que es primaria y necesaria para constituirse subjetivamente la persona. Cuando esta interpretación no existe, la falta de respuesta ante el llanto, que se convierte en un grito sin respuesta, es en si mismo toda una respuesta; esto es desamparo subjetivo. Para un chico con los que nosotros trabajamos, este desamparo lo vivieron, porque lo vivieron también sus padres; son pibes que tuvieron la infancia robada. Si hay algo de lo cual se le privó a L.J., es de tener una niñez. Ella repite la historia de su madre, porque es lo que puede hacer. Mi planteo es, tomando esta idea de desamparo subjetivo es el: desamparo social. Porque cuando se habla de alguien que no tuvo infancia, que fue adulto desde siempre, porque la mama tampoco fue niña, existe una infancia robada. A estos chicos les robaron la posibilidad de ser niños, y la repetición tiene que ver, con que no existe un horizonte distinto, ni siquiera de cómo se hace, porque no existe la representación de lo que es un niño. La representación que estos chicos tienen, es que todos son como adultos petizos. Estos chicos, tuvieron responsabilidades de adultos en su infancia, y cuando no existía la posibilidad de ser niños. En este punto, es que existe una situación de desamparo social intergeneracional, porque se le están vulnerando los derechos básicos. En ellos es necesario construir cuestiones simbólicas que no existen, porque son chicos que están absolutamente arrasados. No tenemos muchos profesionales formados en esta línea. Tengo profesionales tan antiguos, que los tratan de usted a los pacientes para poner distancia. Acá hay que poner el cuerpo, porque son pibes con los que hay que hacer holding [sostenimiento] como dice Winnicott16; el sostener, el abrazar, de agarrar como necesita un niño, porque el adulto hace “continente” a ese cuerpo. El niño va libidinizando todo el esquema corporal, y lo va armando en función a todo eso que el adulto le pone. El yo se constituye en la mirada del otro, porque es la mirada del otro la que hace que uno, se pueda constituir como uno distinto. Los profesionales tienen que re-visitar conceptos, que son conceptos vacíos de contenidos, porque a veces repiten cosas que no remiten a nada. Tiene un discurso absolutamente vacío, y después la “clínica” te muestra, y sostienen que “algo tenía que perder”, en alguien como L.J. que perdió todo en la vida, que hasta perdió la virginidad sin querer perderla. Ella algo tiene que empezar a ganar. Dra. Silvina Peluso Psiquiatra infantil. Granja Hogar “Madre Teresa” del Hogar de Cristo. Cuando se habla de neurosis, se habla de una estructura de personalidad constituida, son las estructuras de las que habla Sigmund Freud: neurosis, psicosis y perversión. Para llegar a ser neurótico o psicótico, tiene que haber una constitución de la personalidad, pero en estos casos, según el Dr. Olievenstein, como dijimos antes, existe una falla una falencia en la 16 Donald Woods Winnicott [1896-1971]. En el desarrollo emocional primitivo Winnicott describe tres funciones maternas: el sostenimiento o sostén (holding), la manipulación o manejo (handling), y la presentación objetal (objet-presenting). La función del sostenimiento es un factor básico del cuidado materno que corresponde al hecho de sostenerlo (emocionalmente) de manera apropiada. 100 constitución desde la primera infancia, desde el “vamos”, esto podría corresponderse con lo que la Lic. Edith Benedetti define como “desamparo intergeneracional” subjetivo, dado que la madre probablemente presentó el mismo fallo en la constitución subjetiva, que es previa a la formación de una neurosis o una psicosis, es por ello, que señalo que existe una falla en la constitución desde el “vamos”. El Dr. Olievenstein sostiene que estas personas pueden presentar sintomatología neurótica, psicótica y/o hasta rasgos perversos. Esto que yo llamo falla desde el “vamos” en la constitución subjetiva es lo que antes describimos según su autor como estadio del “espejo roto” (ver apartado Algunas consideraciones teórico clínicas…). Algunos autores lo definen como una fisura estructural, en la que el sujeto queda callado frente a esta, un goce mudo, la no elaboración de este y el fuerte anclaje sexual con el objeto en cuestión; otros como Emiliano del Campo lo llama estructura preadictiva. Si analizamos la ecuación Sujeto- Sustancia-Situación podemos pensar que acá el sujeto sería el “toxicómano verdadero” que describe Olievenstein la sustancia es sin dudas el “paco” y la situación es una joven que vivió en situación de calle desde los 9 nueve años que como refiere la Lic. Benedetti presenta un desamparo subjetivo y también social intergeneracional. Queda entonces en evidencia lo complejo del caso. Desde la psiquiatría, a estos pacientes los llamamos: trastornos límites o bordeline de la personalidad, y se tiende a denominarlos “border”, porque es como si estuvieran en el límite, y porque no son neuróticos, ni psicóticos, pero tienen características de las dos. Estos sujetos, tienden a poner en “falta” a los profesionales, a meterse en las fisuras de los equipos y de las instituciones todo el tiempo, y hay que tratar de prever estas situaciones, antes de que sucedan, con un equipo que respalde las acciones, las estrategias. Hay que poder acompañar a los pacientes, desde donde ellos se dejan acompañar, sin presionarlos. Efectuar un abordaje sobre este tipo de casos, solo se puede hacer con un trabajo interdisciplinario y en equipo, sin ambas condiciones un tratamiento es difícil y en ocasiones imposible. Este, entre otros, es el sentido de una internación en Salud Mental, y no el mero hecho de sostener una cama; estos chicos, no son pacientes que tienen que estar en una cama, porque no son pacientes que tengan una enfermedad que lo amerite. El sentido de una internación, tiene que ver con un trabajo de sostenimiento colectivo en un momento de riesgo de la patología, en donde el trabajador par, el enfermero, el trabajador social, el psicólogo, el médico y otros deben trabajar interdisciplinariamente y en equipo con el paciente, para así dar lugar al surgimiento de diferentes estrategias posibles. 101 Criterios diagnósticos según CIE 10 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad Trastorno de personalidad en el que existe una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un ánimo inestable y caprichoso. La capacidad de planificación es mínima y es frecuente que intensos arrebatos de ira conduzcan a actitudes violentas o a manifestaciones explosivas; éstas son fácilmente provocadas al recibir críticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Se diferencian dos variantes de este trastorno de personalidad que comparten estos aspectos generales de impulsividad y falta de control de sí mismo: F60.30 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo impulsivo Las características predominantes son la inestabilidad emocional y la ausencia de control de impulsos. Son frecuentes las explosiones de violencia o un comportamiento amenazante, en especial ante las críticas de terceros. Incluye: Personalidad explosiva y agresiva. Trastorno explosivo y agresivo de la personalidad. Excluye: Trastorno disocial de la personalidad (F60.2). F60.31 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad de tipo límite Se presentan varias de las características de inestabilidad emocional. Además, la imagen de sí mismo, los objetivos y preferencias internas (incluyendo las sexuales) a menudo son confusas o están alteradas. La facilidad para verse implicado en relaciones intensas e inestables puede causar crisis emocionales repetidas y acompañarse de una sucesión de amenazas suicidas o de actos autoagresivos (aunque éstos pueden presentarse también sin claros factores precipitantes). Incluye: Personalidad "borderline". Trastorno "borderline" de la personalidad. Muchas veces ante situaciones de angustia, o de vacío extremo que pueden tener consecuencias graves dado la gran impulsividad es necesario analizar seriamente la posibilidad de usar medicamentos ya que suele ser insoportable para los pacientes esa sensación. En todos los casos, al suministrar un medicamento esto debe hacerse en consenso, haciendo un acuerdo con el paciente, y este debe entender porque se le suministra. Tampoco el hecho de administrar un medicamento soluciona este tipo de patologías, simplemente lo que se logra es que esa angustia estructural, sea atenuada evitando así situaciones que podrían poner en peligro la vida del sujeto y/o de otros. En otros casos también se puede disminuir la impulsividad que los lleva a actos muchas veces violentos de los que luego se arrepienten generando mucha culpa con comportamientos auto lesivos y a veces suicidas. Los estados de 102 ánimos alterados, generalmente depresión, también son pasibles de ser mejorados con medicamentos apropiados. Un párrafo aparte merece la gran cantidad de trabajos científicos que relacionan el uso de sustancias con los trastornos de la personalidad, existe amplio consenso en la bibliografía respecto de que los trastornos de la personalidad que presentan mayor comorbilidad con el consumo problemático de sustancias son los trastornos bordeline y antisocial. Los trastornos impulsivos de la personalidad (límite y antisocial) presentan un espectro complejo de patrones de comportamiento en los que, cuando se asocia con abuso de sustancias, hay que considerar también la neurobiología del circuito de la recompensa y el funcionalismo de los lóbulos frontales. La relación entre la personalidad y la adicción no se basa, solamente, en estudios psicológicos, clínicos y epidemiológicos. Los estudios neurobiológicos también han llegado a conclusiones que nos permiten comprender mejor el tema. Así se cree que el sistema dopaminérgico mesolimbocortical es especialmente importante para la función adecuada de los lóbulos frontales, y que la corteza cingulada (que junto a la amígdala y los hipocampos forman el llamado sistema límbico) está íntimamente ligada a la corteza prefrontal. Recordemos que el circuito de la recompensa está muy imbricado con el sistema límbico y es el involucrado en el consumo de sustancias. Los lóbulos frontales (responsables de las funciones ejecutivas entre otras múltiples funciones) tienen más que ver con nuestra personalidad que cualquier parte del cerebro, y su daño produce un cambio en la personalidad, por lo cual, en buena medida las diferencias en los estilos de toma de decisiones deben de relacionarse con las diferencias en la autonomía y la química de estos lóbulos. Recordemos además que los hidrocarburos presentes en el “paco” lesionan severamente los lóbulos frontales.17 17 BOLINCHES, F., DE VICENTE, P., CASTELLANO GÓMEZ, M., PÉREZ-GÁLVEZ, B., HARO, G., MARTÍNEZ-RAGA, J. y CERVERA, G. “Personalidades impulsivas y trastornos por uso de sustancias: algo más que un diagnóstico dual”. Publicación “Trastornos Adictivos”, Vol.04; Nº 04; España.2002. 103 104 CASO TESTIGO Nº 2 [R.S.] Soy R.S., tengo 29 años y empecé a consumir a los 19. Lo primero que probé fue la pasta base, y como mucho habré probado marihuana tres veces, pero al probar la pasta base directamente fue mi perdición. Fue lo pero que probé y me empezó a atrapar de a poco… Por muchas cosas empecé a consumir. Por curiosa, porque vi a mi hermano consumiendo y me robaba todas mis cosas cuando yo trabajaba. Después porque veía chicas en consumo y adelgazaban, yo era un poquito rellenita. Me acomplejaba mucho mi cuerpo, entonces me di cuenta que esa era mi solución. Esa era mi dieta, así empecé a fumar. Lo hacía con mi ex-cuñada que tenía catorce años, y de a poco los fines de semana; dejaba pasar un tiempo, después devuelta… Yo veía a mi hermano que consumía, y me preguntaba por qué me robaba, él baqueteaba a su propia familia, me mentía. Cobraba mi sueldo todos los meses, compraba como una chica mis cosas, cosas buenas, y me las robaba… de repente ir a la casa de mi ex-cuñada, dejar todo lo que había comprado y él se lo llevaba como si fuera un “mechero”. En un segundo me robaba todo, se iba a la villa que quedaba a cinco cuadras y lo vendía. Yo iba a la villa al poco tiempo, y veía a las hijas de los que vendían “merca” con mi ropa. Y eso me lo había comprado yo… estaba indignada y lo buscaba a José [hermano]. Cuando tenía quince años recién cumplidos, mi mamá se separa de mi padrastro, pero le digo papá porque me crió. Mamá se había juntado con otra persona, ella se fue de mi casa porque mi papá la echó, ellos se peleaban todos los días, había violencia, discutían, era verbal y físicamente, eso nos hacía mal a nosotros. Mamá se fue, al poco tiempo ella cae presa con su pareja actual por homicidio, la condenaron a diez años… doce años pero salió a los diez años y medio. Ahora está afuera, y vuelve todos los meses, está en libertad condicional. A los quince años y medio me fui de mi casa… me fui de mi casa. Uno de los motivos fue que en mi infancia mi padrastro me manoseaba… me manoseaba y yo tenía miedo de que me violara. El dejó de manosearme, cuando mi mamá un día entra en la casa, yo tenía once años… siempre lo hacia los miércoles y domingos, cuando ella se iba a trabajar y venia tarde. Nos quedábamos solos, él hacía que mis hermanos se vayan a jugar y nos encerraba. Nunca llegó a penetrarme. Una vez mamá entro a la casa y él se había olvidado de “llavear” la puerta… Yo tengo “flashes” que me daba besos en la boca, cuando tenía tres años, tres años y medio, por ahí… Le tenía miedo porque me amenazaba verbalmente… A veces yo iba al baño, él entraba de golpe y yo acorraladísima. El quería que le haga sexo oral y yo le decía: -Nooo!! nooo!!... siempre cuando mis hermanos dormían… eso hasta los once años y medio, que mi mamá entró. Ella entró y vio algo raro, que yo estaba llorando… y él estaba tomando. Tomaba mucho alcohol, fue donde mamá preguntó: -que pasa?... y yo llorando, con el pantalón desabrochado, y él me estaba metiendo la mano… A los pocos días, mamá me pregunto qué había pasado, y yo le conté llorando… pero como que ella no me creía, no me creyó hasta ahora. No sé si 105 me creyó, capaz que sí… Creo que ella tenía miedo de creerme. Sentía miedo, porque lo amaba tanto… que siguió con él. Él era muy agresivo con ella verbalmente, la manipulaba, le decía que si lo dejaba él se iba a matar, hacía un espectáculo, payaseaba… Maltrataba mucho a mi hermano mayor y a mí… Ella estaba enamorada de él, y creo que fue así hasta que abrió los ojos, y se enamoró de otro hombre. Yo le preguntaba de chica a mi mamá: por qué no me creíste, por qué no le hizo una denuncia, o algo… Siempre con ella era la misma discusión: -me venís a hablar de [como] madre, y como buena madre, y vos, que hiciste conmigo?... Cada vez que sacaba el tema con mamá, se quedaba callada, y ella me decía, que yo no le había dicho nada hasta ahora. Hasta que di un punto final, ya está. Yo alucinaba como una nena, que mi mamá me iba a defender… pero a la vez tenía miedo, porque él me decía que la iba a matar a mamá, y que me iba a matar a mi… veía como él actuaba, que se trataba de electrocutar, se pegaba la cabeza contra la pared, se tiraba al piso, venía la ambulancia, venía la policía, y todo me daba miedo… Alguna vez mi mamá metió una denuncia en contra de él, llamamos a violencia familiar… hemos dormido en casas de vecinos por esta violencia que él tenía, y siempre nosotros con mi mamá… Ella corría a la casa de los vecinos, venía la policía, hacíamos denuncias por teléfono… pero quedó todo ahí, no se hizo más nada. El dejó de tocarme. Pero igual tenía miedo. Tenía una amiga. Mi mejor amiga era N… [entre sonrisas, risas de la inocencia perdida], yo le podía contar eso a ella, éramos tan chiquitas… y decíamos: -un día le ponemos una cámara, una cámara oculta, que vea… Tenía mucho dolor, impotencia porque mamá no me creía y mi amiga me creía… Y cómo, y por qué mi mamá que me trajo al mundo, no?… con mi amiga, queríamos hacer como una onda “misión imposible”, poner cámaras… Yo que sé. Mi papá cambió. Dejó de hacerme cosas, pero me maltrataba verbalmente. Ahí me insultaba, pero nada físicamente. Una vez intentó ir a mi cama… y yo le grite, le dije de todo, y no me tocó nunca más… Tenía doce años y reaccioné. Antes siempre era miedo. Me fui de casa. Tenía miedo de volver a vivir lo que me hacía mi papá. Iba a dormir a la casa de mi mamá y volvía a ver a mis hermanos más chiquitos. No quería estar todo el tiempo ahí, yo solo volvía a cuidar a mi hermanita. El ya no se animaba a hacerme nada. Yo era más viva, le decía: vos me tocas y yo te denuncio. Me puse de novia. Mi mamá lo conoció y lo aprobó, ella aceptó la relación… Cuando mi mamá cae presa, era el día del padre… era el día del padre y yo estaba en la casa de mi ex-suegra. Me llama uno de mis hermanos y no sabia como decírmelo, era una situación muy fea, muy fea… voy a la casa de mi papá y me cuentan. Mamá queda detenida en Ezeiza hasta que llega el juicio, y cumple la condena ahí. Mi padrastro era muy mentiroso y agrando todo, fue muy feo ese momento. La única que la visitaba en la cárcel era yo. Me mudé con R., el tenía veintisiete y yo casi dieciséis… estaba muy enamorada de él, lo aguanté hasta los diecinueve años. 106 Éramos seis hermanos, cuatro varones y dos mujeres. J., J., M… Eran viviendas que fueron dadas por el gobierno, porque mi mamá y toda esa gente, era gente que vivía en el Albergue Warnes. Yo llegué al barrio cuando tenía tres años y mamá estaba embarazada de M. Mi segunda casa, en la que viví con Rubén quedaba a la vuelta de la de mis hermanos, en otro pasaje del barrio. Me fui, pero mi mamá no quería que yo me vaya. Ella quería que yo me quede con mis hermanos, era una responsabilidad muy pesada para mí, pero me daba miedo. Iba a ver todos los días a mi hermanita, a ver como estaba ella, la revisaba a ver si le había hecho algo, la revisaba disimuladamente. No quería que mi padrastro le haga lo mismo que me hizo a mí. Sabía que él no tenía escrúpulos, él era capaz de cualquier cosa. A parte, mi hermano mayor también se había ido de la casa, porque él lo maltrataba, lo trataba muy mal, pero no le pegaba. Cuando mi padrastro se ponía borracho, nos decía que éramos unos “muertos de hambre”, que éramos malignos como mi mamá, el era muy alcohólico. En esa época mi hermano J. empezó a descarriarse; en realidad, salvo mi hermano mayor, todos consumimos. Los cinco menores consumimos algo, probamos de todo. Mi hermano mayor en cambio, siempre trabajó, estudió y fuera del barrio. Jorge pensaba y planificaba como llevarnos a todos fuera de esa casa, pero no pudo hacerlo; él quería salvarnos de esas miserias. Nunca lo logró. Con R. tuve mi primera vez, pero le costó. Fue como a los diecisiete años. Tuvo que esperar porque estaba muy traumada, no quería que nadie me toque. El me tocaba, y se me venía a la mente lo que me había hecho mi padrastro, se me aparecían esas imágenes… Yo nunca le conté lo que me había hecho mi padrastro, R. me preguntaba y no entendía por qué yo actuaba así. Éramos una pareja geniaaall !!! Era buenísimo conmigo, hasta que con el tiempo me empezó a demostrar quien era realmente. R. fue en todo el primero. Fue el hombre que me cagó a palos, el que… mi primer hombre, estaba muy enamorada de él. Hasta llegó a secuestrarme en una pieza, yo no tenía contacto con ninguno de mis hermanos y con ninguno de mis amigos… pasar en la calle por al lado de mi mejor amiga, y no poder levantar la mirada para saludarla, porque él me tenía amenazada…. Todo fue progresivo… Él me traía regalos, era el hombre ideal, era amoroso, era atento. Empezamos a trabajar, él en una pizzería, y yo en el local de al lado. Aparentaba a todo el mundo, me llevaba rosas el día de los enamorados y mis compañeras estaban fascinadas con esa imagen… A los dos años me empezó a pegar. El era muy celoso... Fuimos a un baile en “Tabasco”, con amigos del trabajo de él y su hermana; él se ponía celoso de todo el mundo, hasta de la hermana… Ese día me sacó de los pelos, me pegaba patadas en el piso, porque me vio… vió que un chico me tomó de la mano para sacarme a bailar, y yo pensé que era él… cuando lo miro al chico, y me doy cuenta que no era él, el me estaba mirando… lo miré a R. sorprendida, porque el nunca me había pegado hasta ese momento y encima estaba tomando un trago que me dio vuelta la cabeza; yo era “cero” alcohol, nunca había tomado… Me mató a palos. 107 En la fiesta había un concurso de stripers, algunos chicos se sacaban la ropa, y las chicas que subían se podían ganar unos tragos, consumiciones gratis para toda la noche… él me quería mandar a mi, y me decía: -dale, dale… si vos sos una trola !! Todo fue de repente, yo no lo podía creer… Yo me quería ir y él no me dejaba. Nunca me imaginé que me iba a pegar tanto, el era todo “amor” hasta ese día… Salimos a las seis de la mañana del baile y me empezó a pegar… se tuvo que meter el amigo porque me estaba matando… ahí me cayo la ficha. Llego a mi casa, y él todavía no había llegado. Cuando volvió, me empezó a pegar de vuelta, por suerte estaba mi cuñada. Me golpeó la cabeza contra la pared, yo lloraba, me tiró una botella de cerveza… yo lloraba y me fui de ahí. Me fui a la casa de mi padrastro y de mis hermanos, pero mi padrastro estaba tomando… yo no sabia que hacer, estaba entre la espada y la pared. Me quedé sentada en una esquina, esperando que a Rubén le bajara el nivel de alcohol… Cuando llego, me pidió que lo perdone. Yo no quería perdonarlo… me repetía en la cabeza lo que decían las mujeres grandes: “si un hombre te pega una vez, lo va a seguir haciendo… y más de una vez”. Yo tenia en claro eso, pero lo amaba tanto que lo perdoné. De ahí en más empezó a maltratarme verbalmente, psicológicamente y físicamente… no tenía casi relación con mis hermanos, me cortó todo… Le pagaba más dinero a la señora que nos alquilaba para que me controlara. Estaba presa en mi casa. Me escapé a Misiones, allá tenía familiares… pasé todo un mes en lo de mi tía; no se como hizo, pero me encontró… me llamó por teléfono, me volvió a pedir perdón, me dijo que me extrañaba, que me quería, que no me iba a pegar más, que él iba a cambiar, que yo era todo para él… y yo volví. Volvió a ser todo como la primera vez y yo estaba chocha…!! Eso duró poco. El tenía cinco hijos y estaba separado… un día de esos, vino la mujer de él y me dejó a los chicos. Del día a la noche me tuve que hacer cargo de esos cinco nenes, que eran sus hijos… eran dos nenas y tres nenes…Yo no sé como hice, pero era para mí una obligación; llevarlos a la escuela, al jardín… El me decía: -si me amas a mi, tenes que amar a mis hijos, y fue así durante cinco meses seguidos… no tenía descanso. Yo creo que la madre los dejó para hacerle la contra a él, a R. Pasaron esos cinco meses y un día me golpean la puerta, era la hermana de él, R. y su mujer C. que volvían a buscar los nenes… Ahí me enteré que él tenia una vida paralela, que tenía a su otra mujer viviendo en Ezeiza, de día estaba con ella y de noche estaba conmigo. Yo estaba ciega… la hermana me decía: -cuando vos te enteres de lo que mi hermano hace con vos…!! Y yo no escuchaba, estaba tan enamorada de él… El anduvo con todas las minas del barrio y yo era una chica de mi casa, no entendía nada; iba de mi casa a la escuela y de la escuela a mi casa, era muy inocente o ingenua. Quede embarazada. Había dejado de menstruar y le conté a él. Mi cuerpo había empezado a cambiar, sentía nauseas, vómitos… yo estaba feliz y contenta. Pero él no estaba contento… Un día tuvimos intimidad, y él me lo hizo de forma muy violenta, sentí mucho dolor abajo… 108 Al otro día cuando me levanto tenía una perdida, él me lo había hecho a propósito. Yo tenía miedo, él se tenía que ir a trabajar y me decía que eso era normal, me decía que no me preocupe, y a mí ya me había empezado a doler. Yo estaba de dos meses y me hacía todos los controles… Se fue, y me dejó sola. Tenía mucho dolor de panza y me había empezado a salir mucha sangre… Le dije a la señora que nos alquilaba, que me iba al hospital porque me sentía muy mal. Y me fui al Hospital Piñero. Me hicieron una placa y me trataron muy mal… pensaban que me había “puesto” algo. Me trataron pésimo, ellos pensaron que traté de abortar. Me hicieron una ecografía, y siento que todo me cae… Y escucho a la de la ecografía, que dice: -Ya esta… ya lo perdió!! Empecé a llorar… a llorar mal. Y me decían: -de verdad nena, que te pusiste?… [R.S. lloró] Quedé internada, me habían hecho un raspaje. Creo que también quedé internada, porque ellos querían saber si yo lo hice a propósito, hasta me preguntaron si yo consumía, era re-sanita y nunca había probado nada hasta esa edad. La llamo a mi mejor amiga N., para que lo llame a él [R.], porque estaba trabajando. Ese día él no apareció, me dejó sola en el Piñero. R. apareció al otro día. Cuando R. apareció, me dijo: “si vos perdiste al bebé, es porque Dios no quería que lo tengas”, y yo lloraba. Yo ahora me acuerdo, cuando le conté que estaba embarazada él no se puso contento. Y claro, el ya tenía cinco hijos… Tenía mucho miedo en ese momento. En el hospital él fue despectivo, me trato mal. Llegue a pensar que él tenía razón, y que Dios me había castigado. Después de unas horas le pregunté al doctor, por qué me había pasado eso a mí?. El doctor me dijo que el bebé estaba mal ubicado, y que era normal que a las primerizas les pase eso, y se lo conté a R. El no me creyó. En ese momento, hasta se había enojado porque mi amiga lo llamó para que fuera al hospital. Al poco tiempo, él empezó a ir a una curandera. El me seguía tratando mal, y esta mujer le dijo que yo lo engañaba. Me llevaba y confrontaba con la curandera, para que desmienta lo que ella le afirmaba. Yo estaba tan enamorada, que no me daba cuenta… Cuando nos juntábamos con la familia o con mi hermano mayor, el me trataba muy bien y era muy cariñoso, pero en “mis adentros” sabia que eso no era verdad. Siempre cuando estábamos solos, tenía algún tipo de reproche que hacerme; yo le mentía a mi familia y a los que me querían, diciendo que todo estaba bien. No me dejaba de amenazar y me seguía encerrando. Me levantaba, le cebaba mate antes de que saliera a trabajar, le preparaba la ropa, y alrededor de las diez de la mañana me encerraba. Yo limpiaba, escuchaba música… A parte, yo no trabajaba más; tuve que dejar porque el me celaba mucho. La única que sabía lo que me pasaba, era mi patrona, pero tuve que renunciar. Un día mientras trabajaba, se había peleado una pareja boliviana en la calle, y él sale de la pizzería, se mete en medio y le dice al hombre: cómo le vas a pegar a una mujer? Mi patrona presente en el momento, me mira, y me dice: es una basura, y después el te pega a vos!! Es un cara dura!! 109 Cuando cumplí dieciocho años, el calvario estaba terminando. La señora que nos alquilaba, iba a vender la casa y nos avisó que nos teníamos que ir. Nos fuimos a vivir a la casa de la tía de él, ella vivía enfrente del Centro Barrial “Hurtado”, en Barracas. La tía nos había dado una pieza atrás de todo, yo no podía hablar mucho con nadie, él me seguía teniendo amenazada. La pieza nos la prestó por un mes, un mes y medio hasta que encontráramos otro lugar donde vivir, cerca de donde él trabajaba. Cuando nos mudamos ahí a Barracas, Rubén había cambiado un poco el mal trato, pero cuando estábamos a solas me maltrataba y me seguía pegando, pero sin hacer mucho ruido y sin dejarme marcas. El siempre simulaba que éramos la pareja perfecta… y yo también. Yo pienso que no me valoraba a mi misma, lo soporté por salir de ese lugar donde estaba, lo digo por mi padrastro, era como salir de Guatemala y entrar en guate-peor… Pensaba que era el paraíso estar con él, por todo lo que había vivido en mi casa; pensaba que esa era mi realidad, que era así como tenía que vivir. En esa pieza nos quedamos un mes y un día saltó la olla. Ahí le mostró como era realmente a la tía y a los primos, por causa de N. Porque yo tenía un celular y nos comunicábamos a escondidas de él, había agendado su número con el nombre de mi hermano. Un día le hice la segunda a ella con el primo de él, anoté el número y me olvidé de borrarlo, él me lo revisa… y me molió a palos delante de la familia, de los primos, de la tía, de todos y me decía gritándome: -de quien es ese número? Y si yo le decía de quien era el número, se iban a enterar de que N. andaba con el primo de él, y la tía de él no quería a mi amiga, yo cerré la boca y no dije nada. El me agarro de los pelos y me llevo a la habitación para pegarme… y la tía le decía que no me pegue, que me deje tranquila pero el seguía pegándome. Y él le decía a la tía que yo era una trola, que yo le mentía… Pasó eso, yo estaba toda golpeada, y me pidió perdón. En ese tiempo, mi mamá seguía presa. Ella me llamaba por teléfono y me preguntaba por qué yo no iba a ver… él no me dejaba, tenía que mentirle, tenía que darle excusas para no visitarla. Le decía que tenía mucho trabajo… ella me preguntaba por mis hermanos, y yo le decía que estaban bien… pero en realidad yo tampoco veía a mis hermanos, porque él tampoco me dejaba. Todo era una mentira. Mi padrastro tampoco dejaba que mis hermanos fueran a visitarla, les decía a ellos que el viaje era “muuuyyy laaarrrgo…”, o que no podía porque él tenía que trabajar, o porque le decía a ella que mis hermanitos no la querían ver. Yo era la única que mantenía un contacto con ella, solo por teléfono… yo lloraba mucho cuando hablábamos, ella me preguntaba por qué lloraba y yo nunca le decía nada… Nos mudamos, conseguimos un departamentito. Yo me estaba dando cuenta de “todo”, me pasaba algo… una vez más me había dejado encerrada, y en ese lugar que alquilamos no podía haber mujeres, era algo raro. Estaba siempre sola y empecé a llorar… a llorar, y me agarró una angustia… le hice una oración a Dios, para que me ayude y me dé fuerzas, porque yo estaba perdiendo todo… 110 Ya no sabía si era amor, porque si una persona te ama no te pega, no te lastima. Y todo lo bueno y lo malo me pasaba por la cabeza, pensaba en todo el tiempo que perdí, y todo eso… y me dije a mi misma: viene y me voy. Tome fuerzas, me pude ir. Fui libre… [R.S. lloró] El ese día había llegado temprano de trabajar, tipo 19hs. Llegó y le dije me voy. El me dijo:-no quiero que vuelvas llorando!! Y me fui. Reaccioné. El me había sacado todo el dinero, tomé el colectivo en la plaza, le pedí al colectivero que me dejara viajar gratis… estaba ilusionada, contenta, tenía mucha alegría… Quería recuperar todo, ir a la casa de mis hermanos, estar con ellos, ir a ver a mi amiga, contarle lo que me pasaba y pedirle perdón… Todo eso quería hacer. Llegue a la casa de mis hermanos, abracé a mi hermanita y me puse a llorar. No lo podía creer… sentía que volvía a la vida, que podía respirar… Me acuerdo que él en ese momento me estaba llamando y no lo atendía… Me quedé a vivir con mis hermanos… me quede con mis hermanitos, porque ya no le tenía miedo a mi padrastro. Yo estaba mas viva y le dije: -si vos me haces algo, te hago una denuncia. Lo asusté, me vio como “segura” y no se animó a hacerme nada… Mi hermano estaba en consumo… J. Ahora está preso, él es como la oveja negra de los varones… él se juntaba con gente más grande y mi padrastro no tenía autoridad sobre él. Y yo había empezado a rehacer mi vida, empecé a buscar trabajo… pero no me iba bien. En esa época, conocí a la novia de mi hermano, a F. que tenía catorce años y nos hicimos amigas. Me acerqué a ella porque pensé que podía ser una buena influencia para él, era una chica sana y no andaba en nada raro… ella me presentó a su hermano D., y él me gustó… Conseguí trabajo en un restaurant, primero entregaba volantes y después como mesera. Los dueños eran bolivianos; estaba en negro, trabajaba casi todos los días y no ganaba mucho, pero tenía mi dinero. Con D. empecé de a poquito, primero fuimos amigos… yo no sabia que el consumía paco, después me enteré. Creo que cuando lo conocí el picaba, no consumía tanto… pero después empezó a juntarse con mi hermano mucho más seguido. Una vez, mi hermano y D. desaparecieron durante cinco días en consumo… estaban colgados en la villa y vino a buscarme F. porque estaba muy preocupada. Fue la primera vez que baje a la villa… cruzamos el paredón, tratábamos de no mostrar mucho miedo, nos metimos por un pasillo y empezamos a preguntar por ellos. Preguntábamos por mi hermano y por el “loco de la escopeta”… caminábamos y seguíamos preguntado… y encontramos a uno que nos dijo: -eh amiga!! dame 20 pesos y te digo..!! Los encontramos por separado, yo lo encontré a D. y ella a mi hermano. No querían volver, le dije a D. que vuelva que su mamá estaba preocupada y lo convencí. Para esa época, con Fátima nos empezamos a poner al día con los códigos que ellos manejaban, entendíamos que para bajar el paco tomaban “fernandito” o vino puro de tetra. 111 La mamá de D. se empezó a mover, iba al juzgado y pidió ayuda en el SEDRONAR. Ella lo quería internar, si no era por voluntad, lo quería hacer con la fuerza pública. Un día la madre le dijo, vamos a hacer los “ranchos”; hacer los ranchos significa ir a tomar terrenos en el asentamiento “Los Pinos” de la villa. Ahí ella se comunica con la policía, les avisa donde estaba D. y a la media hora enviaron un móvil para llevárselo a una comunidad cerrada. Yo quería hacer lo mismo con mi hermano, pero no pude. Cuando llegó la policía Daniel se puso muy violento, agresivo... Puteaba a todos los “cobani”, y lo mandaron a Monte Grande, a Casa del Sur. Luego de eso, mi hermano vendió la moto que había robado con D.; parte del dinero se lo dio a la madre de D. por una cuestión de códigos “tumberos o villeros”. Es lo que se hace si alguien cae preso o le pasa algo, de lo robado se le da un porcentaje a un familiar directo. Yo estaba limpia, me empecé a acercar a N. Trataba de seguir con mi vida, pero la madre de D. me pidió que lo vaya a visitar y así lo hice. N. pensaba que lo hacía para olvidarme de R., ella no entendía que yo ya no sentía nada por él. Mi padrastro intentó vender nuestra casa, aprovechando que mi mamá estaba presa. Encontró a una familia interesada en la casa, que estaba en situación de calle; negoció con ellos, y “de golpe y porrazo” envió todas nuestras cosas a Misiones, a un depósito. Nos quedamos sin nada. Esa familia se instala en nuestra casa, y mis hermanos y yo quedamos en situación de calle. Uno de los motivos que había dado mi padrastro para mudarnos, era que no podía controlar a mi hermano que estaba en consumo, pero él no hizo nada para rescatarlo. Vivía alcoholizado, tomando y haciendo quilombo, a él no le importaba en realidad mi hermano. Yo me sentía desbordada, era mucha carga para mi y aunque sentía algo de responsabilidad, también era la única que se encargaba de mi mamá, que seguía presa. Nos fuimos a tomar un terreno al asentamiento “Los Pinos” a unas quince cuadras de nuestro barrio. En ese lugar paraba mucha gente que quería revender sus casas, como mi padrastro. Nos fuimos a ese asentamiento mis hermanos, mi padrastro y yo. Al poco tiempo, mi padrastro se entera de que la casa no la podía vender porque necesitaba la firma de mi mamá; aunque ella estaba presa seguía teniendo derechos sobre la propiedad. Entonces él empezó a ir a visitarla a la cárcel, solo por interés; mi mamá se dio cuenta de esta situación y la aprovechaba, le decía a mi padrastro que iba a pensar lo de la venta de la casa, y le decía a él, que le lleve a mis hermanitos para poder verlos. Tenía 19 años. Probé por primera vez. Y ahí en ese asentamiento entré en consumo. Quería entender por que se rebajaban tanto, por qué le robaban a sus propias familias. Empecé a caminar por los pasillos, a relacionarme con esa gente, por curiosidad y para comprender por qué hacían eso. Quería entender lo que era esa vida de consumo. Seguía trabajando como mesera de lunes a sábados, trabajaba mucho y llegaba agotada. Mi hermano volvió a caer preso [José]. De a poco, empezamos a armar nuestra casita en el asentamiento, compramos muebles usados, colchones, hicimos el pozo y esas cosas… Al poco tiempo dejé de trabajar: Me sentía explotada, a veces trabajaba horas extra y no me 112 las pagaban, y cuando llegaba tarde me lo descontaban, hasta iba a trabajar con fiebre y a los dueños no les importaba. Conocí a T. y R. Esas chicas estaban mal vistas, eran como las trolas del lugar, atorrantas. Ellas organizaban fiestas, que eran como “ranchadas” pero mas selectivas. Empecé a tener una amistad con esta gente, y también a estar mal vista como ellas. Con R. empecé a consumir a full, mal. Tras un día de consumo… me dolía todo el cuerpo, tenía mucha tos, me picaba la garganta, tenía chuchos de frío… mientras lo hacía, solo tomaba agua y sentía como calor en el cuerpo, pero no comía nada. En cambio las chicas, mientras consumían tomaban fernet, yo solo coca-cola. Tenía rechazo al alcohol por mi padrastro, sentía el olor y me descomponía. Al poco tiempo T. me presenta a R. Él tenía un tío que era metalero y trabajaba con él en el barrio, pero era de Moreno; tenía un hijo y “supuestamente” se estaba separando de la mujer. El me gustaba mucho, me veía por la calle, me decía piropos y yo me ponía nerviosa. Me empecé a juntar mucho con R. Ella se levantaba tipos, y les cobraba. Un día me llevo engañada y me di cuenta de lo que hacia; me presentó a un tipo, nos fuimos en auto con estos chicos, nosotras fumamos porro y ellos merca. En un momento, uno de los tipos me quiso avanzar, no me gustó la situación y les pedí que me llevaran de vuelta… y justo cuando bajamos del auto me vio R., quedamos re-mal paradas. Traté de dibujarla lo mejor posible y estaba muy enojada con R. De a poquito empezamos a salir con R., el se daba cuenta de que estaba en consumo y me quería rescatar. Me fui alejando de las chicas, pero seguía en consumo. Él me pidió de ser su novia, él quería ayudarme, y a veces le mangueaba dinero para comprarme. De esa época, no me acuerdo muy bien de lo que viví… tenía 21 años. Comencé a cartonear con R. y a reciclar, estaba bien y trataba de hacer vida sana con él… Al poco tiempo me cruzo en la villa con una chica que se llama D., me dijo que estaba re-dura y me pidió que la acompañe, fuimos por un pasillo y entramos al ranchito de un peruano que era mula. El me conocía… en ese ranchito había de todo, piedras, droga, merca, bolsas, me empacho ver eso, me revolvió el estómago… era como mi guarida, tenía droga gratis, y empecé a ir todos los días. R. desconfiaba, pero él no sabia donde me escondía. Con el tiempo, iba sola al ranchito pero no solo estaba el peruano, había otro tipo en el lugar; iba “perseguida” con la idea de que tal vez me podrían violar, es como que me insinuaban y yo me exponía igual, era droga fácil… terminé aceptando. Me sentía asquerosa, sucia… estaba consumida, muy flaca. Traté de rescatarme, de alejarme de ese lugar. R. me ayudó, el me contenía, me quería… Tenia mucha tentación de volver, pasaba por el ranchito, a veces tocaba la puerta… por suerte nadie respondió. También trate de ayudarla a Teresa, sabiendo que ella hacia ranchadas, yo le hablaba. Yo al estar mejor buscaba aconsejarla, que deje de consumir, de llevar tipos porque ella tenía hijos… R. me invita a pasar la Navidad en la casa del tío, porque tenía que cuidar la casa, parecíamos marido y mujer… ahí pusimos la semilla de T. Quede embarazada, pero no lo sabía todavía, estaba sana, estaba bien. 113 Pasaron pocos días y aparece su “supuesta” ex-mujer con su hijo. Me presenta al nene, pero me puse celosa porque me enteré que había llevado a su ex a la casa del tío con su hijo. Empecé a sospechar y el me negaba todo. R. se fue un tiempo a Moreno con ellos, y yo conocí a M.. Seguí haciendo vida sana, empecé a trabajar en una verdulería haciendo “changuitas”. Marcos había salido hacia poco de la cárcel, y se vino al barrio porque no podía seguir donde estaba, le querían quemar la casa; empecé a tener una amistad con él. Volvió R. Había desaparecido por completo, no me había llamado en ningún momento, empezamos a pelearnos, y las cosas no eran lo mismo. Me alejé de él, nos separamos. Pasaron dos meses, y comencé a salir con M., éramos novios. Estaba con nauseas, con todos los síntomas y me di cuenta de que estaba embarazada; la madre de M., fue quien se dio cuenta en realidad… Me hice el primer control de T. y ese fue el único. No sabía que iba a hacer… lo veía a R., y quería contarle… Mi hija me tiraba por el papá. Al tiempo, M. me trae a E. que es su hijo. Logra recuperarlo ya que su mamá estaba en consumo y en situación de calle; él quería que esté con nosotros y le dije que si, el nene tenía nueve meses. Tenía a toda mi familia en contra, no querían que me encargue de ese nene. Mi cuerpo empezó a cambiar, dejé de usar ropa ajustada, y me ponía ropa más sueltita… me lo crucé a R. en la calle, me preguntó si estaba embarazada y se lo negué !! Igual no me creyó, y me dijo que le estaba mintiendo… Me dijo que me seguía amando. Me hice cargo del hijo de M., de E. y empecé a ganarme a la familia de él, sobretodo a la hermana que no me quería para nada. La hermana era muy cruel conmigo y no me trataba bien, con el tiempo me comenzó a demostrar un poco de cariño. Con M. nos mudamos a una habitación en la parte de arriba de su casa, y ya se me notaba la panza. Se lo conté a mi mamá, ella se había puesto muy contenta… pero a mí se me había cruzado por la cabeza de sacármelo, pero ya era tarde. Empecé a cuidarme más. Por un tiempo estuve bien. A los cinco meses de embarazo me escapé… Dejé al hijo de M. con una amiga y me escapé… me fui a Chacarita… me fui con cincuenta bolsitas de veinte pesos. Estaba con un chico, que me decía: -Quien va a sospechar de una embarazada? Mi meta era llevar la “cosa” y volver, no quedarme colgada. Volver con el dinero… no pude. Cuando estaba volviendo me puse a llorar, caminaba por el pasillo y lo vi a M. que me estaba esperando… él me preguntó: -Qué hiciste “negri”?, yo no quiero devuelta esa vida!! Le dije que me perdone. Le conté que solo quería llevar la droga, ser la mula porque la policía les estaba encima; me iban a entregar el dinero y después volver… traté de justificarme. Me preguntó si estaba bien y me dijo que me acueste. Después de esa vez, volví a cuidarme por un tiempo… 114 Llaman de tribunales, para avisar que la casa de la villa se la tienen que devolver a mi mamá. Citaron a todos mis hermanos y a mi a declarar, me preguntaron si quería que mi padrastro siguiera viviendo en esa casa, o de echarlo… Yo por mis hermanos, por la figura paterna les dije que se quedara… Mi mamá se enojó mucho conmigo, le explique el motivo pero igual siguió enojada. Empecé a sentir mucha abstinencia y se lo conté a M. Estallé en llanto y temblaba, entre en crisis… le dije que quería consumir… y lloraba. El no pudo contenerme. Me compró para un pipazo… armé una pipa con virulana… y me relajé. Consumí y me acosté a dormir. El se resignó. La familia que estaba en mi casa se fue, nos dejaron la casa… Fuimos en auto a la cárcel de Ezeiza a visitar a mi mamá, se lo presenté a Marcos y me vio la panza, a su nieto o nieta porque hasta ese entonces no sabía el sexo. Mamá estaba muy contenta, pasamos todo el día con ella… Me hice una ecografía y me enteré que era una nena… estaba de ocho meses. F. me llama y me dice: -Tengo droga!! Pero se están dando cuenta en mi casa, porque cada vez que me drogo lo hago en el baño!! Entonces le ofrezco que vayamos a la casa de la villa porque tenía las llaves… Fumamos un pipazo, estábamos re-tranquilas… y empiezan a golpear la puerta!! Era M. con mi padrastro… Como una tarada dejé las llaves puestas y se dieron cuenta de que estaba adentro. Trate de pilotearla, pero mi boca se secaba… Le prometí que no lo iba a hacer más y que fue solo un desliz. A la semana nos mudamos a otra casa con su hijo E. y mi vieja vendió el ranchito de Los Pinos. Nació T. Toda la familia estaba contenta, era la primera nieta. Ella nació en el Hospital “T. Álvarez” de Floresta, nació sanita. Por suerte mamá empezó a tener visitas domiciliarias, le faltaban casi seis años de condena todavía. Yo era mamá primeriza, y trataba de cumplir mi rol de madre como podía, me sentía muy sola. Con mi suegra no tenía una buena relación, de a poco fuimos estableciendo un vínculo y me fue aceptando. M. tenía como una especie de pedido de captura, una causa abierta por sus andanzas antes de conocerme a mi. El robaba… lo que teníamos en común, es que la hermana de él esta presa en el mismo penal que mi mamá por haber asesinado a una persona. Íbamos juntos a visitarlas. Los primeros meses como mamá fueron lindos, pero al poco tiempo con Fátima volví al consumo, a escondidas. Me ponía muy nerviosa, se me cerraba el estómago, se me secaba la boca y temblaba… siempre eran los mismos síntomas; tomaba mucha agua. Trataba de contarle a M… pero le mentía. Cuando él se iba a trabajar consumíamos en la pieza con F. Tiara tenía siete meses, y le empecé a tomar el gustito de nuevo. Estaba dura, quería comer y no podía. Me ponía muy agresiva y mi hija se había vuelto una carga, no la soportaba. Solo pensaba en consumir. M. también consumía, pero fumaba marihuana. No consumía en casa, se iba a lo de un amigo y yo aprovechaba su ausencia para hacer lo mismo… empecé a vender las cosas para conseguir dinero. Vendía todo lo que él me regalaba. Faltaba poco para el primer añito de mi hija y me empecé a rescatar. 115 Buscaba cosas para hacer por ella, trataba de moverme para no caer. Le festeje el cumpleaños, estaba toda la familia. Mi hermano trabajaba en una fábrica de chocolates y me consiguió muchos para regalar. Todo fue muy lindo… y todo volvía a empezar. Volvía a caer. En diciembre de ese año, a pocos días de las fiestas M. cae preso. No me acuerdo si fue un sábado, un domingo o un lunes… me despierto porque siento ruido de botellas, y era Marcos con su cuñado que habían robado un camión de reparto de bebidas. Le habían metido “caño” y lo llevaron a la puerta de mi casa, el camión tenía radar y cayo la gorra… Yo lloraba con mi hija, la cana empezó a rastrillar la villa y lo encontraron a Marcos, el otro se escapó. Lo veo tirado en el piso, estaba esposado…yo lloraba mucho… lo peor era que habían escondido los “fierros” debajo del colchón y yo no sabía nada. Allanaron la casa buscando los “fierros”, pero no los encontraron… mi hermano estaba amanecido, porque había venido de gira y estaba durmiendo arriba de las armas sin saberlo. Eran dos “fierros”, una nueve, y una treinta y dos, con balas y todo. Mi cuñada se las llevo para venderlas, para pasarle guita a Marcos. Quede en pampa y la vía; a él le dieron cinco años, primero lo enviaron a Devoto, después a Ezeiza y luego a La Pampa. Volví a consumir. La madre de M. se lleva a su nieto y nunca más lo veo… Vendía mis cosas para conseguir dinero, para la comida de mi hija y para consumir, y cuando no tenía que vender, “mecheaba” y lo hacía en la feria. Muchas veces, pobrecita mi hija la llevaba a comprar… empecé a tocar fondo… Mi mamá desde la cárcel pidió ayuda, hizo la denuncia y me enviaron una asistente social… me derivaron a la SEDRONAR. Iba a un psicólogo, pero era como hablar a la pared. Un día cayó la asistente social y estaba mi hija solita, yo me había ido a consumir y eso me jugó muy en contra… Yo la hice sufrir mucho a mi hija… [R.S. lloró] Ahora la veo tan grande… y que no me reprocha nada. Ella se acuerda… cuando tenía cuatro añitos, jugaba con el primo y hacía el gesto con su mano de fumar, copiaba lo que yo hacia, el “pipazo”… Rezo porque eso no quede por siempre en su cabecita… La dejaba sola en el pasillo para ir a comprar, le enseñe a mentir… le enseñe a cubrirme… ella inventaba, decía que yo iba a comprarle caramelos !!! Fueron años de consumo. Me interne en “Viaje de vuelta” durante dos meses, tenia veinticuatro años y me permitían tener a mi hija. Estuve cinco meses bien… por un tiempo frene la “cosa”, me desintoxique… Conocí a Mi. en ese lugar y quedo embarazada de L.; cuando salgo de esa comunidad, no sabía que estaba embarazada… Consumí durante todo el embarazo de mi segundo hijo. Tenía más calle, andaba rancheando por un asentamiento; estaba viviendo con un “transa” en una casilla, era la que limpiaba el lugar y andaba con él… un día casi mas me mata. 116 El había llevado un arma para probarla, estaba tomado, le puso una bala, la remonta y se le escapa el tiro; me rozó la cabeza, la ceja… después de eso desaparecí durante dos semanas de ahí, casi un mes porque la droga me debilitaba el cuerpo, tenía un color espantoso, opaco, la piel, la cara demacrada y todo. No me cicatrizaba la herida. En la ranchada me decían la “panzona”, me hacía respetar por ellos. Ninguna de las mujeres que aparecían me podía sacar el trono, no podían porque simpatice con el transa; a él lo mataron como a un perro. Casi al final del embarazo, me junté con un hombre mayor. El se había como enamorado de mí, me daba un lugar para vivir, comía bien, estaba más gordita pero débil. Me daba asco que me tocara, pero le podía sacar dinero para consumir, a veces me daba y otras veces no. Durante todo el embarazo, nunca me hice ningún control. Un día me levanto con mucho dolor, me levanto y voy al kiosco a comprar azúcar, cuando vuelvo me voy a la casa de J. a pedir ayuda. El me llevo, yo no tenía ropa para el bebé, ni nada. Mi hijo nació en el Hospital “P. Piñero”. No me trataron bien, porque les conté que no me había hecho ningún control. L. quedó en neonatología porque supuestamente había tragado líquido [amniótico], pero en realidad creo que lo hicieron para que yo no me lo lleve; tampoco me lo llevaban para que lo vea. Ellos dan participación al servicio asistencial del hospital, me ponen una denuncia o algo así, y me presionan; me dicen que si yo no me interno de nuevo en “Viaje de vuelta” me iban a sacar a T. y a L. Viaje de vuelta, es una comunidad mixta de hombres y mujeres, pero era una cagada. Había psicólogos, psiquiatras y teníamos tres veces por semana psicóloga, una vez psiquiatra y después grupos. Había grupos de doble “AA”, de “aquí y ahora”, o temas libres… pero participaba mas en los grupos de mujeres. Ahí nos levantábamos a las siete de la mañana, que era el primer llamado; siete y media teníamos que estar desayunando en el comedor, y al que llegaba tarde le aplicaban una medida educativa, que podía ser lavar los platos a la mañana o a la noche; las mujeres nos encargábamos de la limpieza, las mamás de sus hijos primero, y después de las tareas de la comunidad. El lugar tenía una estructura, algo así como cargos. Había primero una orientadora, supervisora, coordinadora, staff, y staff junior, yo llegue a ser staff junior ahí. Estuve casi un año y dos meses con los nenes, bastante tiempo. Tuve que pasar al principio un mes sin salidas y sin visitas, después teníamos salidas permitidas cada quince días; nos hacían hacer un itinerario donde solicitábamos una salida terapéutica, indicando dirección de donde íbamos a estar, indicando el motivo de la salida, y los horarios. Teníamos que cumplirlo si o si. A los ocho meses de estar internada tuve una recaída. Me aplicaron una medida educativa, me pusieron sola en un lugar sentada, e incomunicada con mi familia, y con la comunidad, con tareas desde las siete de la mañana hasta las siete de la noche, era última en bañarme, y me hacían comer sola. Todas las noches pasaba el director a controlarme. Había cinco reglas que teníamos que cumplir: no drogas, no alcohol, no sexo, no violencia y no al robo, pero había sexo, había drogas y también había alcohol. Hacíamos campañas de prevención en la calle, y con del dinero que se obtenía de la campaña compraban drogas, alcohol, porros, lo que sea. 117 A los tres meses de vida de L., mi mamá sale en libertad. Ella estaba contenta de que yo estuviera internada, en rehabilitación y acordamos que ella se lleve a L. porque yo no podía hacer mi terapia. Fue un error. La psicóloga se enojó conmigo porque le había entregado mi hijo a mi mamá. En “Viaje de vuelta” también, tuve una relación con J. que era coordinador y psicólogo social en la comunidad; empezamos a salir a escondidas hasta que lo pudo blanquear con el director del lugar. Salíamos juntos, no fuimos de vacaciones juntos sin los nenes… Después de un tiempo arruiné la relación con J., me gustaba un chico y le di un beso. Se esteró todo el mundo dentro de la comunidad… y me escapé. Volví a la casa de la villa, mi mamá me había puesto reglas para poder vivir ahí y empezamos a tener roses en la convivencia. Busque trabajo, trabaje de camarera y empecé a consumir devuelta, iba drogada al trabajo; salía de trabajar y me iba a comprar droga, volvía a mi casa y me quedaba hasta las tres de la mañana drogada… yo siento que mamá sabia que me drogaba, pero no me decía nada. Mi ex salió en libertad y quería volver conmigo. Me decía que era por mi hija. Estuvimos juntos, no nos cuidamos, y bueno… Quede embarazada de N., mi tercer hijo… Me peleo con mi mamá por una boludez, me colgué, me olvidé de mi hija en Escobar… y me fui. Desaparecí durante dos meses. Viví en situación de calle. Pase frío, calor; paraba en casa de chabones que daban vuelta por todos lados. Andaba dura, buscaba consumir, buscaba drogarme… pero mi bebe me lo impedía. Tenía la necesidad de comer y después de consumir, parecía un pac-man, yo conocía mi cuerpo y me di cuenta de que estaba embarazada. Empecé a sentir nauseas. Mi desayuno era un pipaso… Traté de abortar, me tomé una pastilla. Yo no encajaba en la calle, manejaba los códigos pero tenia modales más finos que las demás chicas de la calle. Dormía a veces debajo de una autopista. Un día mi mamá logró ubicarme y me fue a buscar. Ahí fue cuando conocí el Centro Barrial “Don Bosco” del Hogar de Cristo; estaba de tres meses y medio, y mi mamá me arrastro a ese lugar. Conocí al padre Gustavo en el centro barrial, y me llevaron al Santa María [dispositivo] que es como un parador, teníamos la libertad de entrar y de salir; de día iba al centro barrial los días de semana y los sábados, teníamos psicólogos que nos atendían y había actividades, talleres. Eso quedaba en la villa 1-11-14. Empecé a controlar mi embarazo, a cuidarme la salud. Hacia terapia individual y participaba de grupos… el lugar tenía una estructura donde no nos castigaban, y sufrí muchos castigos en mi vida. Sentía que me querían y era, es un lugar de puertas abiertas; yo me “caía” y me ayudaban sin cuestionarme, sentía amor. La cabeza me hizo un click, un día que estaba sentada en la vereda y vi a una chica embarazada que iba a comprar droga. Sentí asco, me dio asco lo que hacia yo para consumir… empecé a reconocer todo lo que hice mal, de ver lo lindo que era no mentir para hacer las cosas mal. 118 N. nació en el Hospital “J. A. Penna”; me quede en el Santa María hasta que el bebé tuvo casi dos meses, y luego de eso me propusieron trasladarme a Pilar, a una casita amigable del Hogar de Cristo, y me fui. Empecé a buscar un colegio para mi hija…compartía la casa con una chica soltera y un travesti. Igual no me quedé mucho tiempo ahí, estuve solo dos meses. Me ofrecieron venir a Madre Teresa. Conocí la Granja-Hogar el día de la inauguración y me encantó. Me vine a vivir acá… y acá estoy. Yo no quiero volver a la villa sola, no quiero volver al barrio porque todavía me tienta. Me dan ganas de consumir. Algunas consideraciones clínicas (tomando este caso, como otro caso testigo) Dra. Silvina Peluso Psiquiatra infantil. Granja Hogar “Madre Teresa” del Hogar de Cristo. Este es el caso de una joven que parece poseer una estructura de personalidad bastante sólida, una buena imagen de espejo (“El estadio del espejo como formador de la función del yo, tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”; J. Lacan); una madre muy presente y a veces con demasiada presencia; pero que no está presente justo cuando en la infancia, ella sufre toda una sucesión de eventos traumáticos (abusos sexuales incluidos) que se agudizan a partir de que la madre cae presa en la pubertad de la joven en cuestión. Entre otros, vive situaciones de abuso y violencia por parte del padrastro, y también, por parte de sus primeras parejas. Es llamativo como muchas de las chicas tienen una iniciación sexual traumática, en muchos casos impresiona como este hecho está tan naturalizado que parece ser tomado como parte del “ritual” de su iniciación sexual, donde no solamente son abusadas, violadas18, sino que además también sufren golpes, y son severamente maltratadas. En el inconsciente colectivo de algunas mujeres adultas de estos barrios parece existir la idea de, que si no ocurre un episodio de maltrato y/o abuso, no hay verdadera iniciación sexual. Esta joven vive pensando en qué le va a pasar a su hija (que está iniciando su pubertad) y su madre (abuela de la niña), indaga-investiga constantemente sobre el trato que la actual pareja de ella le dispensa a su nieta de forma cuasi obsesiva y algunas veces, porque no, un tanto obscena. A modo de ejercicio si intentáramos ensayar un diagnóstico psiquiátrico podemos decir que la joven padeció varios episodios de estrés post traumático en forma crónica y reiterada (abusos reiterados del padrastro, encarcelamiento de la madre, abusos, maltratos y secuestro de su primer pareja, entre otros) consecuencia de los mismos presentó y aún presenta muchos síntomas de ansiedad y depresión. Aquí es interesante recalcar que hay importante bibliografía nacional e internacional que relaciona el estrés post-traumático (y 18 BOURGOIS Philippe [2010], En busca de respeto, vendiendo crack en Harlem. Editorial Siglo Veintiuno. Cap.:5 “La educación Criminal, Violaciones colectivas entre adolescentes”. 119 más aun cuando es reiterado y/o comienza en la niñez u adolescencia temprana), con el consumo de sustancias psicoactivas. Lamentablemente tengo que decir que hemos escuchado varias historias de secuestro (con violencia abusos y violaciones) de mujeres púberes y adolescentes, son situaciones traumáticas aterrorizantes y desestructurantes desde todo punto de vista y con el agravante que además muchas veces constituyen sus primeras experiencias sexuales. Algo más sobre estrés post-traumático, maltrato y abuso infantil y su relación con el consumo de sustancias: En nuestra vida cotidiana, cualquiera de nosotros puede tener una experiencia aterradora, y que escape a nuestro control. Podríamos encontrarnos en un accidente de autos, ser víctimas de un asalto, o ver un accidente. Experiencias más complejas como combates bélicos, catástrofes naturales, ataques terroristas si bien son menos frecuentes también pueden ser la causa. Muchas personas, con el tiempo pueden superar experiencias de este tipo sin necesidad de ayuda. Sin embargo, en algunas personas, las experiencias traumáticas desencadenan una reacción que puede durar muchos meses o años. Esto se conoce como Trastorno por Estrés Postraumático, o TEPT para abreviar. El Trastorno por Estrés Postraumático Complejo es un cuadro más grave que suelen presentar personas que han padecido: negligencia grave o abuso tanto de adulto como de niño en repetidas ocasiones. violencia reiterada o abuso grave en la edad adulta, como la tortura o el encarcelamiento abusivo. Los síntomas de TEPT pueden empezar inmediatamente o después de unas semanas o meses. Por lo general aparecen dentro de los primeros 6 meses tras el suceso traumático. 120 Criterios del CIE-10 para el diagnóstico de Trastorno Postraumático (fuente: organización mundial de la salud) por Estrés Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo de la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una violación o de otro crimen). Ciertos rasgos de personalidad (por ejemplo, compulsivos o asténicos) o antecedentes de enfermedad neurótica, si están presentes, pueden ser factores predisponentes y hacer que descienda el umbral para la aparición del síndrome o para agravar su curso, pero estos factores no son necesarios ni suficientes para explicar la aparición del mismo. Las características típicas del Trastorno por Estrés Postraumático son: episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de "entumecimiento" y embotamiento emocional, de despego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma. En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez. Por lo general, hay un estado de hiperactividad vegetativa con hipervigilancia, un incremento de la reacción de sobresalto e insomnio. Los síntomas se acompañan de ansiedad y de depresión y no son raras las ideaciones suicidas. El consumo excesivo de sustancias psicotropas o alcohol puede ser un factor agravante. El comienzo sigue al trauma con un período de latencia cuya duración varía desde unas pocas semanas hasta meses (pero rara vez supera los seis meses). El curso es fluctuante, pero se puede esperar la recuperación en la mayoría de los casos. En una pequeña proporción de los enfermos, el trastorno puede tener durante muchos años un curso crónico y evolución hacia una transformación persistente de la personalidad. Pautas para el diagnóstico Este trastorno no debe ser diagnosticado a menos que no esté totalmente claro que ha aparecido dentro de los seis meses posteriores a un hecho traumático de excepcional intensidad. Un diagnostico "probable" podría aún ser posible si el lapso entre el hecho y el comienzo de los síntomas es mayor de seis meses, con tal de que las manifestaciones clínicas sean típicas y no sea verosímil ningún otro diagnóstico alternativo (por ejemplo, trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo o episodio depresivo). Además del trauma, deben estar presentes evocaciones o representaciones del acontecimiento en forma de recuerdos o imágenes durante la vigilia o de ensueños reiterados. También suelen estar presentes, pero no son esenciales para el diagnóstico, 121 desapego emocional claro, con embotamiento afectivo y la evitación de estímulos que podrían reavivar el recuerdo del trauma. Los síntomas vegetativos, los trastornos del estado de ánimo y el comportamiento anormal contribuyen también al diagnóstico, pero no son de importancia capital para el mismo. NIÑOS y Trastorno por Estrés Postraumático: El Trastorno por Estrés Postraumático puede encontrarse en cualquier edad. Los niños más pequeños pueden tener sueños molestos del trauma, que luego pueden convertirse en pesadillas de monstruos. A menudo, reviven el trauma en su juego. Por ejemplo, un niño involucrado en un accidente de tráfico grave podría volver a representar el accidente con coches de juguete, una y otra vez. Los niños pueden perder el interés en las cosas con las que solían disfrutar. Puede que les cueste creer que van a vivir el tiempo suficiente para crecer. Frecuentemente se quejan de dolores de estómago y de cabeza. Trastorno por Estrés Postraumático COMPLEJO: Puede empezar semanas o meses después de los acontecimientos traumáticos, pero puede tardar años en ser reconocido. El trauma afecta al desarrollo en los niños (cuanto más precoz es el trauma, más daño hace). Algunos niños hacen frente poniéndose a la defensiva o agresivos. Otros se aíslan de su entorno, y crecen con una sensación de vergüenza y culpabilidad en lugar de sentirse seguros y bien consigo mismos. Los adultos que han sido maltratados durante un período de tiempo desarrollan una sensación similar de separación de los otros y una pérdida de confianza en el mundo y en los demás. Además de muchos de los síntomas de TEPT descritos arriba, en los casos complejos: 1º ] se siente vergüenza y culpa 2º ] se tiene una sensación de embotamiento, de falta de sentimientos 3º ] no se puede disfrutar de nada 4º ] se controlan las emociones mediante el uso de drogas, alcohol, o haciéndose daño a sí mismo 5º ] se aísla de lo que está sucediendo a su alrededor (disociación) 6º ] se tienen síntomas físicos causados por la angustia 7º ] no se puede expresar las emociones con palabras 8º ] se puede querer acabar con la vida. 9º ] se asumen riesgos y se hacen cosas “sin pensarlo”. Suele ser más grave si los eventos traumáticos: suceden a una edad temprana,( cuanto más precoz , peor es el trauma) es causado por un padre/madre u otro cuidador el trauma es severo el trauma se prolonga durante mucho tiempo se está aislado se está todavía en contacto con el abusador y / o amenaza su seguridad 122 Según una revisión bibliográfica publicada por la revista RET, Revista de Toxicomanías (Nº. 32- 2002) titulado “La relación entre el abuso de sustancias y el trastorno de estrés postraumático en las mujeres. Una Revisión de Investigación” (cuyos autores son: Lisa M. Najavits, Ph.D; Roger D. Weiss, M.D.; Sarah R. Shaw, B.A.): La investigación ha documentado una gran incidencia de comorbilidad entre el trastorno de estrés postraumático y el abuso de sustancias. En concreto, las mujeres que abusan de sustancias, muestran grandes tasas de este doble diagnóstico (entre el 30% y el 59%), que normalmente proviene de un historial reiteratitivo de agresiones sexuales y físicas repetidas durante su infancia. Entre los hombres, los índices son dos o tres veces menores y suelen provenir de traumas de combate o crímenes. Los pacientes con ambos trastornos se caracterizan por tener gran severidad en una multitud de variables psicológicas y de tratamiento y por el uso de las drogas más fuertes (cocaína y opiáceos). La investigación sobre tratamientos para mujeres es limitada (…) Una historia común de agresiones sexuales y/o físicas repetidas en la infancia. Varios estudios han encontrado frecuentes historias de agresiones sexuales y/o físicas repetidas en la infancia entre mujeres que en la actualidad abusan de sustancias, con tasas que van desde el 32 al 66%.(…) Además si una mujer padeció tanto agresión sexual como física cuando era niña, su probabilidad de usar sustancias ilícitas era casi dos veces más elevada (44%) que si había sufrido solo un tipo de agresión (23%) (…) De la importancia del trauma durante la infancia se hace eco el trabajo epidemiológico general, que ha encontrado que la inmensa mayoría de los traumas a las mujeres ocurren antes de los 18 años, cuando las víctimas carecen a menudo de recursos de desarrollo y ambientales suficientes con las que superarlos. Se ha encontrado que las mujeres con abuso de sustancias tienen altas tasas de traumas repetidos. En estudios de mujeres de barrios marginales y una muestra diversa de sujetos ambulatorios adictos a la cocaína, el número medio de traumas durante la vida entre las mujeres era de cinco. Además, la probabilidad de diagnóstico de TEPT estaba aumentada en las mujeres expuestas a un mayor número de traumas y a traumas más violentos. El caso que estamos comentando no es más que un ejemplo claro de la posible confirmación de estas estadísticas también en nuestro medio. Nuestra joven en cuestión comienza a consumir a la edad de 19 años (esto es bastante tardío en nuestra experiencia en la G Madre teresa); se podría decir que el consumo viene a ocupar en su caso el lugar del evento traumático, en ella existe una estructuración subjetiva neurótica y le acontecen una sucesión de eventos traumáticos reales graves y reiterados. Me parece interesante destacar la pérdida de oportunidad de un tratamiento oportuno que evidencia acá una ausencia del estado y también de familia mostrando una situación de vulnerabilidad social y personal. Quizás si la joven 123 hubiese recibido un tratamiento adecuado cuando niña luego de los abusos de su padrastro o cuando escapa de su pareja también violenta a los 19 años la droga no hubiese tenido asidero ya que considero que ella no presenta la personalidad del “toxicómano verdadero” definida por C. Olievenstein. Como ya se comento en el prólogo de este apartado, este autor postula que la toxicomanía tiene asidero en cada momento y en cada persona, en la conjunción de tres factores: a. la personalidad del SUJETO, b. su relación con el producto o sea la SUSTANCIA y c. en la influencia del momento sociocultural que le toca vivir: (SITUACION). En nuestro caso: respecto del punto a- la personalidad: ya hemos señalado los detalles de la misma recordemos que se trata de una neurosis con importantes y severos eventos traumáticos reiterados (ya hablamos del TEPT complejo); respecto del punto b- su relación con el producto o encuentro con la sustancia: estamos hablando del paco (pasta base de cocaína) sustancia que presenta la particularidad de tener un efecto sumamente intenso, euforizante, rápido y breve con una caída también abrupta y sumamente depresiva que impele a un rápido nuevo consumo y así el usuario consume durante varios días en las llamadas “giras” donde lo único que hace es consumir y hacer lo necesario para procurarse la sustancia de consumo (incluyendo como ya sabemos: prostitución y delincuencia) sin comer ni asearse hasta que su “cuerpo no da más” y cae rendido en un sueño. Respecto del punto c- la influencia del momento sociocultural: estamos hablando de una joven que vivió en un barrio carenciado que no termina la secundaria con una madre presa en el contexto de una de las peores crisis socioeconómicas del país aproximadamente año 2002-2004 cuando comienza su consumo. La actualidad Encuentra estabilidad en su relación con su actual pareja que no es violenta ni la abusa sexualmente. Ella se ha armado mucho en su identidad de madre, y ese perfil la favorece mucho. Está muy atenta a todo lo que sucede a los chicos. En su momento, estando en consumo, ella “cede” a su segundo hijo a su madre. Su hija mayor, puedo haber padecido situaciones más complicadas, ya que presenció cuando estaba en consumo, pero actualmente como madre, está mucho más sólida y asentada. Las familias tienen un rol muy matriarcal en las villas, en los barrios vulnerables, y en este caso también es un poco así; el lugar que ocupan los hombres es muy acotado en la crianza de los niños. “La mujer que todo lo puede”, que se hace cargo de todo, de la crianza, de las cuestiones del hogar, y del trabajo. 124 Sexualidad y mujer Hoy puede hablar de su sexualidad y de sus dificultades con ésta, que relaciona con momentos de meretricio en situación de consumo y con sus abusos reiterados. El que haya podido enfrentar el tema de su sexualidad, y exponerlo es importante, porque eso podría significar, que se está empezando a descubrir a la mujer, detrás de la madre: aparece el sujeto deseante. Entre los 14 y 18 años, tiene una sexualidad de la que no habla. Estos momentos traumáticos, coinciden con el hecho en que la madre cae presa por homicidio, y ella queda muy desprotegida, a pesar de que la madre no la protegía mucho de su padrastro. 125 CASO Nº 3 [S.U.] Me llamo S. U., tengo 29 años. Empecé a consumir a los 14 años. Por parte de mi mamá, tengo dos hermanas y un hermano, de parte de mi papá tengo tres hermanos y una hermana. Nací en el Hospital “J. A. Penna”, vivíamos en capital. Los recuerdos que tengo de chiquito son bastante duros. Me crié con mis abuelos [maternos] hasta los cuatro años, que mi vieja se juntó con un chavón, que es el padre de mis hermanas. Supuestamente mi mamá me contó que cuando estaba embarazada de mi, vió a mi viejo con otra mujer y se separó, y se fue a vivir a la casa de mis abuelos. Nací yo, y mi papá después vuelve, me da el apellido, estuvo en el parto y a los veinte días nos abandona, desaparece. Mis abuelos me criaron y mi mamá trabajaba en capital. Creo que fue el destino, que mis abuelos me criaran. No se de que trabajaba mi mamá en ese momento, pero ella no se podía hacer cargo de mi. Después con el tiempo me enteré que hacía trámites de gestoría, está matriculada pero lo tiene vencido. Para mí, mis abuelos eran todo. Yo amaba más a mis abuelos que a mi vieja, tenia la mejor relación con ellos, era el mimado. Vivía solo con ellos, eran dos casas en el terreno; en la de adelante vivía mi tía con mi tío, y supuestamente la casa donde vivía con mis abuelos la construyo mi vieja, ella pago los materiales pero el terreno era de mi tía. Mi tía es mi madrina, la hermana de ella. Yo soy el mayor de mis hermanos. Cuando tengo cuatro años, mi vieja me separó de mis abuelos, ella me sacó de ahí. Me llevo a vivir con su pareja. Vivíamos en capital, me llevaban al jardín pero esa parte de mi niñez fue la más fea. Quedé muy traumado, tenía cinco años y me escapaba de mi casa a las once, doce de la noche. Me escapaba porque no quería estar en esa casa. Le tenia miedo a la pareja de mi mamá, era “cocainómano” y “ginebrero”. Él laburaba, no nos hacía falta nada pero era adicto, era muy alcohólico. El siempre me pegaba. Mi vieja le había dado autoridad sobre mí, y si yo no comía el plato de comida, él me castigaba. El me llevaba a la pieza, me castigaba, me pegaba o me ahogaba con una almohada. Y así me fui criando. Yo no recuerdo muy bien, pero los fines de semana, las vacaciones de invierno y las vacaciones me llevaban a la casa de mi abuela, eso era lo mejor. Pero así también me iba en el jardín, psicológicamente con tanta violencia… iba y me descargaba en el jardín, era muy agresivo y me hicieron tratar. En el jardín detectaron que era muy violento, copiaba lo que me hacían en mi casa. No me dejaban usar cosas punzantes, tijeras tampoco, porque los pinchaba a mis compañeros. Mi padrastro llegaba a mi casa ya borracho, constantemente me maltrataba. Yo me levantaba de chiquito, desayunaba, me quedaba en mi pieza jugando hasta que iba al mediodía al jardín, mi mamá me compraba el chocolatín “Jack” con los juguetitos y unos alfajores que venían con unas historietas de libritos, que no me acuerdo como se llamaban y yo los coleccionaba. Tenía un perro que se llamaba “Jonny”, un ovejero alemán y era mi hobby jugar con el perro antes de ir al jardín, y después cuando volvía, a veces me quedaba en el parque de afuera… al lado de mi casa vivía una amiga de mi mamá, que es la 126 madrina de mi hermana. Ella tenía dos hijas y jugaba con ellas, pero igual estaba solo, yo estaba solo. No me relacionaba con nadie. Después empecé a conocer los chicos de ahí… pero mis días eran eso, era llegar a la noche y ver al diablo en persona. Él durante todo el día no estaba, él hacía tramites, él era gestor como mi mamá y trabajaba para muchos escribanos, automotores, tenía muchos contactos. Él venia de una familia de plata. Yo era muy inocente, sabía lo que era el alcohol pero no sabia que era la droga, él estaba muy borracho siempre. Le sentía el olor y yo decía que nunca iba a ser como él. En el jardín me envían al gabinete psicopedagógico, y no me gustaba ir. Me obligaban a ir y los “boludeaba” a los psicólogos… me preguntaban que me pasaba en mi casa, pero yo no decía nada, porque no me interesaba decirles. Nunca abrí la boca sobre nada, me guardaba todo y es más… yo de chiquitito veía fantasmas, veía la muerte, veía gente, lo veía patentemente. Me he quedado… empezó todo en esa casa. Este trauma lo tuve hasta los doce años… era despertarme a la madrugada porque quería ir al baño, y no podía levantarme de la cama porque tenía miedo. Esto nunca se lo conté a nadie. Pero mi abuela cuando venía a visitarme veía las cosas… era como que mi padrastro y mi mamá cambiaban todo…todo era amor y paz. Cuando mi padrastro me agredía, mi mamá estaba presente, ella lo cubría y no hacia nada… también estaba metido cuando ellos se peleaban, se peleaban mal… mal. Piñas, platazos, con palos, esas eran las noches que vivía yo de chiquito, prácticamente así hasta que él se murió. Por eso me escapaba de noche. Cuando me escapaba a la noche, me iba a la vuelta de la manzana… con tal de no estar ahí adentro. El lugar era como una colonia, y había varias manzanas juntas en un mismo sector, se dividen como en pasillos, una manzana tiene como entradas. Cuando tenía seis, siete años ellos se casaron. Después queda mi mamá embarazada… el matrimonio duró hasta que murió él. Nos fuimos a vivir a una casa en capital. En Riestra la madre de él tenía tres casas, era una familia bastante bien, bien parados económicamente pero ahora están en la ruina. El padre de él había sido presidente del Club Deportivo Riestra y tenían una vinotera, repartían vino. Había empezado a ir a la escuela primaria y seguía la violencia. En la casa, en la parte de abajo vivía la madre de él y nosotros arriba. La madre de él no la quería a mi vieja, decía que ella le hacía mal a mi padrastro. Para esa época, se mudó un chavón llamado M. que les compro un departamento. Él tenía una mujer que era de las Islas Canarias que se llamaba Brigitte, era inglesa; ella hizo amistad con mi mamá, tenía un hijo que se llamaba L., que era mi amigo… ellos fumaban “porro”, yo no sabía que era eso. En el colegio yo seguía siendo terrible, tenía problemas de conducta y siempre los tuve en la primaria. Les pegaba a todos mis compañeros, le faltaba el respeto a los profesores, les cortaba el pelo a las chicas… era terrible. Vivía en Dirección, y es más, la directora me quería “comprar” con un cochecito, me gustaba ir a dirección porque jugaba con los cochecitos… así repetí la primaria. No me gustaba la escuela, no me gustaba estar viviendo con mi vieja, no me gustaba nada… para mí, mi única alegría eran mis dos abuelos. Con mis abuelos me sentía protegido, ellos me cuidaban y me mimaban, podía hacer lo que quería cuando estaba con ellos. Me daban todo, me llevaban a 127 pasear y cuando estaban ellos presentes, mi mamá no me pegaba, no me levantaba la mano. Yo seguí creciendo y era re-maldito. Una vuelta me “cago” a cintazos mi vieja, porque agarre pollitos muertos y los tiré por una salida de aire en la terraza, que era la del baño de la casa de abajo donde vivían mis tíos. Una de las hijas se iba a entrar a bañar y se armó un re-quilombo… También, me acusaron de que había matado al perro de al lado, por tirarle carne picada con vidrio, pero eso no era cierto!!... Pero si, le vacié, le tiré tres docenas de huevos al camión de mi tío desde la terraza, esa era mi manera de divertirme… haciendo maldad. Yo estaba solo durante todo el día. Nació mi hermana, y me la agarre con la bebé. Yo a ella le llevo ocho años. Nació ella y todo fue peor… mi hermana dormía y yo la pellizcaba para que se despierte y mi vieja la agarrara. Nunca me anunciaron que iba a tener una hermanita, es más, antes de que nazca S., mi vieja era muy alcohólica… creo que empezó a tomar porque mi padrastro tomaba. Nosotros comíamos re-bien, comprábamos comida hecha pero tomaban a dos manos… tomaban más de lo que comían. Cosas materiales nunca me faltaban, yo tenía muchas cosas pero me faltaban otras cosas… Iba a colegios privados, iba a colonia paga, todo!!... mi jardín era privado, y creo que por eso no me echaron. En la primaria me echaron y me pusieron en una escuela pública. Me echaron porque me bajaba los pantalones arriba del escritorio del profesor, me vivía peleando, le rompí la cabeza a un pibe contra un azulejo porque no me quiso dar un pedacito de chocolate… y la directora con el autito. Cuando me cambiaron de colegio, repetí cuarto grado y sexto lo tuve que dejar a mitad de año, porque en ese transcurso se ocupaban más de mi hermana que de mí, y yo era terrible. Mi conducta era regular, insuficiente, eso decían mis boletines… siempre regular-insuficiente, regular-insuficiente!! En sexto grado me volvieron a cambiar de colegio y volví a la escuela, de la que me habían echado, y ahí terminé la primaria. Después de que nació mi hermana, un poco mi padrastro cambió; tengo algunos recuerdos lindos de cosas que hizo él conmigo… pero seguía la violencia. Él me sacaba a pasear en coche y yo tenía miedo, me preguntaba si me gusta la velocidad y pisaba el acelerador a fondo… y que nos pase un auto al toque!! Yo con él solo tenía mucho miedo. Me llevaban a los “boy scout”, me llevaban a una escuelita de fútbol y él después al poco tiempo se puso a entrenar a una categoría, él me dio un trofeo… Estábamos viviendo en capital, en una casa más grande. Tenía tres habitaciones, un patio cerrado con toldo, una terraza, una cocina-comedor, todo con pisos de madera, todo muy lindo. Yo tenía diez años. La primaria la terminé a los catorce años… Mamá se puso a vender productos de limpieza porque le había ido mal con la remisería, y yo los repartía cuando volvía del colegio. Ella tenía un amigo que tenía una empresa que le vendía los químicos, y yo los preparaba en tachos de 200 litros y mi padrastro trabajaba de gestor… y así vivíamos. Nació Daniela, mi otra hermana. Le llevo diez años… y la violencia cada vez era peor. Con la diferencia que estábamos cerca de la estación del tren y cuando ellos se peleaban, mi mamá se tomaba el tren, pero mal!! 128 A veces mi mamá, se iba con los ojos morados, con la boca rota por los golpes… se agredían mucho, eran todas las noches peleas. Ella nunca lo había denunciado hasta el momento… Después de un tiempo, aparece el padrino de mi hermana que trabajaba en “la brigada”, era policía y después lo mataron… no se muy bien que paso, pero mi vieja dijo que el trató de abusar de mi hermana, que él hizo que mi hermana le tocara el pene. Este tipo era amigo de mi padrastro… Nos volvimos a mudar y nos fuimos a la capital, y ahí me desaté… paraba en una placita con unos pibes, era la plaza Butteler que quedaba a tres cuadras de mi casa. Paraba con pibes buenos y pibes malos. Me empecé a juntar con un pibe y me enganche con los video-juegos, me encantaban las maquinitas. No me querían dar plata y empecé a robarles… Robaba a escondidas y una vuelta, me zarpé!! Quería un Sega y una remera de Batistuta, y no me querían dar la plata… y les chorrié todo!! Les robé ochocientos pesos de una billetera, me compre las cosas y las dejé en la casa de un pibe y después las fui a buscar. Al tiempo, cuando llegue a mi casa se habían dado cuenta y casi mas me matan. Mi vieja me revoleó con un florero por la cabeza, me agache y salí corriendo a la casa de mi abuela. Me refugié en lo de mis abuelos, y le vendieron el Sega a mi tío, para recuperar algo de plata. Mi abuela me preguntó: -que hiciste? Yo le confesé que le robe plata a mi mamá, y ella me dijo: -Ayy S…!!! Mi abuela nunca me pegó, jamás y ella tampoco iba a dejar que nadie me pegue… Al tiempo, mi padrastro empezó a ir a Alcohólicos Anónimos y después tuvo una recaída. Ellos dos se separan por un tiempo y mi mamá empieza a estar con otro tipo… Mi padrastro muere cuando yo tenía trece años, y mis hermanas cinco y dos años... Una noche salimos con la pareja nueva de mi mamá, y ella andaba con los dos al mismo tiempo. Cuando volvimos, mis dos hermanas estaban el la casa de mi abuela, era el día del amigo, un 20 de julio y había muchísimas botellas de ginebra, de bebidas blancas. Él estaba muy borracho, cuando llegó mi vieja le pegó un baño y lo quiso despabilar un poco… pero, después al tiempo mi vieja comentó que el abusaba de ella. La obligaba a tener sexo… ella se vino a dormir conmigo. En esa casa no teníamos gas natural, y teníamos garrafa, usábamos la garrafa con la pantallita… yo me levanto tipo dos de la mañana, para ir al baño y mi vieja estaba acostada, y escucho un ruido. Seguimos durmiendo y mi vieja se levanta a las cuatro de la mañana, por ahí… va a la pieza a ver como estaba mi padrastro y estaba la garrafa abierta. El ruido que yo había escuchado, era el ruido de la garrafa. A todo esto, al estar tan alcoholizado y al hacer fuerza, le agarró un derrame cerebral y se aspiro todo el gas. Mamá me viene a buscar, él estaba tirado en la cama muerto. Tenía el cuerpo frío, empezamos a abrir las ventanas. Llamamos a la ambulancia y a la familia de él. Tratamos de revivirlo, le tiramos agua tibia en el cuerpo, le hicimos respiración de boca en boca, RCP… y bueno!!. 129 Llegaron los médicos, vienen los peritos y a mi vieja se la llevan detenida. Los peritos vinieron a ver como fue la cosa y yo fui a parar a la casa del hermano de él. Ahí estuve encerrado en una habitación casi una semana y media, solo bajaba para comer y me volvían a subir. Me llevaron al entierro y estaba solo, mi vieja se me despreció… es más, mi vieja me echo la culpa de la muerte. Me empujo, me dijo que no me quería ver más y me dijo, que era mi culpa que se haya muerto. Siempre era yo el culpable de todo… Le habían hecho la autopsia… Me puse de amigo con un pibe, con el “Titi” y parábamos en la villa… Empecé a salir a bailar, a fumar puchos, y escabiaba de vez en cuando. Tomaba cerveza, tomaba vino… Mi vieja al estar sola, le costaba pagar el alquiler y entonces se vino a vivir a mi casa una amiga de Mendoza. Vivió con nosotros casi un año, hasta que llegó otra amiga de mi vieja de Mar del Plata que también se quedó a vivir. Cuando estas amigas se van, vienen a vivir mis abuelos y mamá contrata una mucama con cama adentro. Cuando tengo 14 años, mi vieja se pone en pareja con un chavón que se llama Jorge, y el hijo fumaba porro y tomaba cocaína… un día me ofreció de fumar porro, y le pregunté: -Pero como es?... él fue a comprar y me enganche!! Mi primer porro lo fumé sentado en las vías del tren… Llegue a mi casa, me puse desodorante, me lavé los dientes para que no me olieran, pero los ojos me re-escrachaban… y jugaba a la PlayStation. La primera vez que fume la marihuana, la sensación era de pachorra, de tranquilidad, me hacia descolgar… Probé por curiosidad y me siguió gustando… fumaba todos los días. Empecé a trabajar en un restaurant, empecé a estudiar de noche y me empecé a juntar con otros pibes. No solo fumaba, también tomaba alcohol, porro y cerveza… a veces lo extraño. Es otro mambo!! Me tomaba una cerveza y me fumaba un porro, y parecía que estaba bajo el sol… era un relax!!. Para mí era disfrutar, no era fumar un porro para hacer quilombo. Yo igual comía, y también trabajaba en la pizzería… Al tiempo conseguí un puntero de “merca” en el barrio, y los fines de semana tomaba merca. Uno de mis amigos había salido de estar en “cana”, me llevó a la Boca, y la Boca era un descontrol..!! Salíamos a bailar, teníamos mujeres… durante la semana fumaba porro y los fines de semana era “merca”. Me deliraba toda la guita en porro y merca… En casa no me decían nada. Mi abuela no se daba cuenta. Aparece L.. él es el padre de uno de mis hermanitos… en un momento llegue a pensar que mi vieja era puta. Yo tampoco era boludo, veía situaciones, veía cosas que me llevaban a pensar eso. Nunca le pregunté, era su vida… veía circular muchos hombres, “amigos” y después no los veía más. Con mi amigo “Titi” empecé a tomar pastillas psiquiatritas, más psiquiatritas que el rivotril!! Los fines de semana empecé a fumar porro, tomar alcohol y tomar pastillas, y después merca cuando pintaba en la casa del “Bubu”, era todo una farra, todo una fiesta!! Pasaban muchas mujeres, era todo una joda. Conocí la pasta base, porque me empecé a juntar con otros pibes… 130 Cuando fumé la primer seca de pasta base, me zumbaban los oídos… me mareaba. La marihuana la controlaba, yo podía trabajar, con la pasta base NO!! Yo con la pasta base vendí todo. Desde los 15 años fue terrible…!!; en ese momento con veinte pesos me compraba cuatro bolsas y quedaba dado vuelta. La pasta termina siendo más cara, y la conseguía en Zavaleta [21-24]. Para la marihuana en Bajo Flores y la coca en Pompeya. A veces me pongo a pensar como terminaba en ciertos lugares… caí en un “ciber” donde me engancho con Y. Empiezo a salir con esta chica, dejo la pasta base, me enamoré y estuve casi un año y pico con ella. Me comprometí, quedó embarazada de mellizos… y abortó. Eso me llevó devuelta al consumo. Ella no quiso tenerlos porque estaba terminando el secundario. Yo sí quería tenerlos… Volví a parar en Zavaleta, fumaba en la villa o en mi casa… Mi abuela me encontró pipas, le decía que me las devolviera porque no eran mías!! Yo le mentía… ella me daba plata cuando yo empeñaba las cosas, me daba la plata y yo me la gastaba. Me fumaba la plata. Mi vieja una vez me denunció en un juzgado, quiso internarme en el Borda pero yo fui mas “pillo”; me fui a hacer un ambulatorio y cuando vinieron a hacerme la entrevista, les dije que tenía un ambulatorio, eso fue a los 18 años. A los 19 años me interno por cuenta propia. Me interno en Posadas, Misiones, en la Asociación “Reto a la Esperanza, No a la Droga”, llego ahí porque al patrón de mi vieja le habían dejado un almanaque de la asociación, y mi vieja llamó. Ahí estuve internado dos años y ocho meses, era un lugar evangélico. Vivía ahí adentro pero salíamos a trabajar afuera. Tenían lavadero de autos, talleres de pintura, jardinería, carpintería, y por lo que sé ahora, dejaron todo eso y se dedican a la panadería porque les da más ganancias. Tienen locales de panadería. El tratamiento era: buscar a Dios y trabajar. Jugaba a la pelota, participaba en torneos de fútbol… No tenían equipo terapéutico, era abstencionista. Hacíamos tareas en la casa, cortábamos leña… dormíamos todos juntos. Teníamos cada uno una “sombra”, un compañero que nos acompañaba en todo. Nos levantaban a las 07:00hs, nos lavábamos los dientes, nos acompañaban a desayunar, nos acompañaban durante todo el día, salvo cuando salíamos a trabajar. Durante esos dos años y pico nunca tuve una recaída, es más, terminé como encargado… no podíamos usar léxico de la calle Se aprendían oficios. Fui encargado del lavadero, de lavado y secado, trabaje en el taller de pintura, algo de albañilería, y también fui encargado de jardinería…y después mi vieja me empezó a romper las “pelotas”. Ella quería que vuelva a Buenos Aires. Volví a Buenos Aires y no estuve bien. Solo duré bien, casi tres semanas… Tenía dos trabajos, en el restaurante y en una empresa de sonido e iluminación. En esa empresa laburaba con gente muy “fifí”, y eran fiestas importantes, laburé en el Hotel Hilton, en el Hotel Sheraton, en el Alvear Palace, en el Hotel Intercontinental… había trabajado con este tipo, pero no mucho tiempo antes de internarme. Yo estaba muy enganchado con la droga… Cuando volví de Misiones el chavón me buscó porque sabía como yo laburaba, a veces laburaba toda la noche, y varios días seguidos. Facturaba muy bien. Estuve tres semanas tranquilo y volví al consumo… 131 Salí a la calle, y nadie me cuidaba. Mi vieja me saturó la cabeza, me sobre exigía mucho más de lo que podía dar y así terminé cayendo de nuevo… en vez de apoyarme me hundió. Mi vieja me echo… Estuve ocho meses viviendo en la calle. No tenía para bañarme. Paraba en una casa que no tenía servicios, ni agua, ni luz, ni gas. Era joda, joda, joda hasta que me interné. Me interné en REMAR, me fui a Mendoza, al barrio Las Heras. Estuve un año y cuatro meses, hasta los 23 años. Salíamos a trabajar en la calle, era venta puerta a puerta; vendía almanaques, agujas, stickers… todas cosas de la fundación; “remar” significa rehabilitación de marginados. Ese también, era un lugar evangélico como el lugar donde me había internado en Misiones. Trabajábamos todo el día, parábamos para almorzar, trabajábamos por barrios y teníamos que alcanzar un monto de dinero por día, ese dinero lo entregábamos. Después con el tiempo salíamos a vender para comprar nuestras “cositas”. Este lugar tampoco tenía apoyo terapéutico… y después me fui. Me fui a San Juan, y también me fui porque me quería ir con una piba. Hacia un año y pico que no pasaba nada, en ese lugar no se podía tener relaciones sexuales, ni siquiera masturbarse… en el viaje a San Juan conocí a otra chica, que era la prima de uno de los encargados de “Remar”, ella tenía 36 años y yo 23. Me la fui chamuyando en el viaje, ella era evangélica, y así hasta que me la enganche. Se llamaba Virginia y trabajaba en el Subte, me hizo entrar para trabajar en publicidad y me pagaban con bonos. Ella hacia cuatro años que no tenía relaciones… Al tiempo, entre a trabajar “en blanco” en una pizzería y fiambrería, también me había peleado con mi mamá, porque ella me exprimía y me volví a drogar… me mandó a dormir y vivir en la terraza, como a un perro; después me echo, de nuevo. En el laburo, no me renuevan el contrato. Me pagan cinco mil pesos de indemnización y ella [madre] me llora la “carta”!! Me dijo que mi abuela necesitaba tres mil pesos, y con ese dinero ella se terminó comprando una cocina. A los 24 años, volví a vivir en la calle… en la calle, calle. Paraba en el Bajo Flores, en la villa 1-11-14… vivía drogándome, robando… drogándome, robando… robando con lo que sea y bueno. Viví así hasta que tuve el accidente. El accidente lo tuve en mayo del 2012. Salí re-drogado a delinquir, y… se me dio por tirarme de un balcón!!, tenía una re-locura en la cabeza. Estaba puesto mal, estaba “re de gira”… Mis giras duraban 15 días sin dormir… mis giras eran, escabio, comida, drogas y pastillas… y porro para centralizar. Y así estaba pilas todos los días. Empezaba con pasta base, hasta que mi cuerpo se normalizaba y me dejaba de pedir tanta droga, droga… escariaba, escariaba con “fernandino”, conseguía pastillas si podía, o las intercambiaba por pasta base. Las pastillas eran, diazepan, rivotril, clonazepan, alprazolam…en la villa hay farmacia las 24hs. Te sale $5 la tableta de clonazepan… Me tiré… me tiré porque me tiré [del balcón]!!!. 132 Había un amigo mío abajo y después empezaron a revolear botellas, y no se que pasó porque me desmaye. Creo que me tiré de un tercero o segundo piso… y me quebré las dos patas, una me la destruí. Me hicieron una cirugía, me colocaron once tornillos y una planchuela de platino, en la pierna izquierda. Me habían internado en el Hospital “J. A. Penna”, estuve esposado, hasta que me sacaron las esposas… y me acuerdo de una piba, me acuerdo más o meno de la cara, pero ella me acariciaba y me daba de comer. Me decía: -loquito tranquilo!!, ella logró que me sacaran las esposas los gendarmes. Las esposas me apretaban, me dolían. Me dieron el alta y salí del hospital… Después con el tiempo me entero que tengo una denuncia hecha, que hasta el día de hoy estoy procesado y no se que. Y no se que va a pasar… La denuncia me la pusieron seis personas. Ni siquiera había entrado a robar, me había subido por la cornisa y me tiré. La denuncia fue por violación de domicilio, me querían poner por hurto pero no hubo hurto, eso fue lo que me dijo el abogado. Cuando salí del hospital estaba mi abuelo, él me fue a buscar. Mi vieja me compro las muletas, la silla de ruedas, y me dijo: -hasta acá llegue!!! Chau nos vemos. Mi abuelo antes de ir a buscarme, pasó por el banco, retiró dinero, y me lo dio. Me iban a llevar supuestamente para internarme con el Padre “Tano” del Hogar de Cristo en el Bajo Flores, en la villa 1-11-14 y con la silla de ruedas… me fui una semana más de gira. Durante esa semana de gira, paraba en la esquina de la parroquia “Madre del Pueblo”… con pasta base. Los curas me buscaban en la villa, pero yo no quería saber nada, yo hacía lo que quería… a pesar de estar drogado, estaba bien, yo no me quería internar… Cuando estuve internado en el hospital, les habían avisado a los curas que yo estaba ahí, y después de esa semana de gira, fui y me recibieron en el centro barrial. Me recibieron el Padre “Tano” y el Padre Gustavo. Nunca hice kinesiología, empecé a caminar solo, para lo único que fui al hospital es para que me sacaran los puntos y nada más. Empecé a hacer el tratamiento en el Centro Barrial “Don Bosco” y dormía en la parroquia, en el piso. Llegábamos al centro, desayunábamos algo, se hacían grupos, había varios talleres para hacer, almorzábamos, no higienizábamos, hablábamos con algún psicólogo… teníamos talleres de plástica, escritura, de espiritualidad… ahora hay muchas más cosas, fueron remodelando, fueron viendo que servía y que no servía. Éramos captados por el centro barrial, me quedé ahí un mes y después me fui a la Granja “San Miguel”. Durante ese mes en el centro barrial, a veces me escapaba para consumir, pero el consumo no era todos los días, y me iba con la silla de ruedas. En San Miguel estuve siete meses, y no me quería ir, me gustaba mucho el lugar. María Elena y el Padre “Tano” me hicieron la propuesta de ir ahí… al principio cuando hacíamos grupo, yo no podía hablar… San Miguel era muy liberal, hacíamos una apertura a la mañana, rezábamos, hacíamos grupos, teníamos grupo de escritura dos o tres veces por semana, trabajábamos con los 12 pasos de alcohólicos anónimos, trabajábamos con el “solo por hoy” a la noche, cerrábamos con una oración, y al otro día lo mismo. Al principio estaba medicado… me daban clonazepan [tres por día], levomepromazina a la noche para dormir, y ripidol, estaba tipo zombi. 133 También durante la semana nos venía a visitar el Padre “Tano” los jueves, que nos traía cosas y los sábados venía María Elena a pasar la tarde con nosotros, con ella hacíamos grupo. Nos movilizábamos en caballos… Después me pasaron a la Granja “Madre Teresa” [2013], pero yo no me quería ir de “San Miguel”... me trasladan a mi y a siete pibes más, me mandan porque creían que acá podía adquirir más herramientas, hacíamos mantenimiento, y cosas simples. Hacíamos grupos, pero los grupos eran más intensos. Me quede tres meses, que fue lo que duraba el tratamiento… Después me fui a Bajo Flores, pero como ahí no había lugar me pase a Caacupé, a la casa parroquial del Padre “Charly” por un tiempo. Luego me voy para el Hogar “Santa María Madre del Pueblo” de la villa 1-11-14, y ahí me puse a trabajar, me dieron trabajo como operador par. El padre “Tano” me explica como quiere que me maneje ahí, porque era todo muy diferente al manejo de una granja. Había que ser más flexible, más tolerante, más paciente; había que acompañar más a los chicos… a veces también me mandaba a la granja a acompañar a alguno de los chicos, porque estaban saturados. Trabajé como operador par casi un año y dos meses. En el transcurso de ese tiempo… tuve una recaída. Yo venía bien con el cargo, me manejaba bien porque los curas confiaban en mí, pero me empecé a sentir solo…, sentía que no me escuchaban, era el único operador que había el “Santa María”. Me fueron soltando las riendas, y capaz que yo no estaba muy preparado para eso, pero mostraba seguridad en lo que hacía. Ellos querían que yo esté en todos lados, me pedían algo y lo hacía. Le rendía en todo a ellos, y por eso estaba todo bien. Me sentí solo, solo desde el acompañamiento de los curas, y me enojé mucho con el Padre “Tano”… Me fui dos días de gira a la vuelta de la parroquia. Me fueron a buscar, pero yo no volví… terminé mi gira, volví al Hogar “Santa María”, me enviaron dos días a la granja y después me mandaron a trabajar… Me volví a levantar solo, salí adelante… yo les hablaba, les advertía.. les decía que tenía ganas de consumir, y me decían que eran momentos, que eran etapas, que eso me iba a pasar, pero para mí nunca pasaban… Ese era mi lugar referente de consumo, y yo vivía a la vuelta de la parroquia y varios años estuve en la calle y estuve viviendo ahí, consumía ahí. Era obvio que en algún momento me iba a tirar… Yo lo que hacía en el Hogar, lo hacía de corazón, y es más… los chicos me amaban, porque yo los atendía como si fueran mis hermanos, mis hijos... porque ese era mi rol, era algo que me nacía. Como persona, porque les estaba dando un ejemplo y como operador, también estudiaba y trabajaba en otro lugar. Yo vivía con ellos, que es algo muy distinto. Yo me desvivía por ellos, era operador de lunes a lunes. En el hogar había más de veinte chicos que estaban a mi cargo; eran chicos y chicas, y a veces con hijos, también había inválidos. Fue todo un ciclo, yo trataba de mejorarlos a ellos, que se sientan cómodos, desde mi experiencia de vida y desde mi bolsillo… El primer problema que tuve en el “Santa María” fue al enterarme que a los operadores de las granjas les pagaban más, y a mí me pagaban menos… y yo no sabía como decirle al “Tano”… Me sentí desvalorizado. Entonces me dio bronca, porque yo estaba de lunes a lunes y los operadores de la granja estaban tres días… 134 La diferencia estaba, que como operador a mí, me traían los chicos desde consumo y desde situación de calle, el primer contacto lo tenían conmigo. Y mi trabajo también era bajarlos. Me comía las abstinencias, las broncas, los gritos, las peleas… los “tiros”, las “puñaladas” como lo llaman ellos, y los berrinches… y después iban mansitos a la granja. Y a mi me daban $ 200 por semana… dentro de todo eso, cobraba una cooperativa y una habitacional, que lo usaba para los chicos del hogar. A veces me compraba un par de zapatillas, una campera, un jean o una remera… pero cuando cobraba, de a poquito les compraba a los chicos, películas, gaseosas, les compraba cigarrillos y los mimaba. Me nacía ser así, y yo lo hacía porque, iba a pedirles a los curas dinero y ellos me decían que no había plata. Me empecé a enojar, deje de darles importancia y empecé a manejarme como yo quería… Dos de la mañana, a veces me levantaban golpeando la puerta las chicas gritando, porque se estaban matando a piñas… y me levantaba yo, no los curas. Era yo quien bañaba y limpiaba a un chavón cagado… y esa era mi pelea, y no ganaba nada [dinero]. El Hogar “Santa María” tenía una pieza de seis por cuatro metros, en donde había cinco cuchetas para más de veinte personas. Y el baño metido adentro de ahí, y sin puerta, pero todo se mantenía limpio y ordenado. Fue duro. A los diez meses de estar como operador, me mandan para ayudarme a un psicólogo. Se llamaba Emmanuel… el viene y me pide ayuda. El no sabía laburar con chicos adictos. y me vino a pedir orientación y ayuda… le pagaban mucho más que a mí. Y me terminé yendo a la mierda. Aguanté un tiempito… A todo esto, yo tenía una novia que vivía en “la Gardel”, por el lado de Morón y la iba a ver los fines de semana. Me termino peleando. Al poco tiempo aparece R.S. Yo conocí a R.S. embarazada [23 de septiembre de 2013], estaba de tres meses… y vi algo en ella, que hacía mucho que no veía en una persona… humildad. Cuando una persona viene mayormente quebrada, me llamó la atención la forma de ser de ella, de su corazón y de la humildad que tenía encima. Me pongo a hablar con ella una vuelta, y pasa el Padre Gustavo y me dice: -Ojo!!, porque me vio con ella. Empezamos a conocernos, y después de un tiempito, empezamos a salir. Se me tiraron los curas en contra, ellos no querían que esté con ella; si yo vivía bajo el techo de ellos, tenía que hacer lo que ellos querían, pero a mí no me importó. Mis últimos seis meses ahí, yo estaba trabajando paralelamente ayudando a un carpintero, que me pagaba más de lo que me pagaban los curas. Con el carpintero ganaba $1000 por semana y con los curas ganaba $200. Me empecé a hacer cargo de R.S., de su panza y lo tomé como mío. Hasta el día de hoy su hijo, es mí hijo. No me importó lo que la gente diga, hasta la madre de ella estaba en total desacuerdo. Su hijo nació en diciembre del 2013. Cometo el error de decirle a Emmanuel que no estaba conforme con lo que me pagaban, con los $800 que me daban por mes por ser operador… y él se lo contó al Padre “Tano”. El padre se enojó conmigo… 135 A fines de marzo del 2014, dejo mi cargo en el Hogar “Santa María”. Cargué todas las cosas en una camioneta y me fui; volví a lo de mi vieja. R.S. estaba viviendo en Pilar, en las casitas amigables del Hogar de Cristo, con los nenes. En la casa de mi vieja, tuve un par de discusiones feas, se me chispoteó la cabeza y la mandé a la m… se me saltó la térmica y me fui a consumir En abril del año pasado, tuve mi última recaída [2014]. Me fui al Bajo Flores a consumir pasta. Pasé casi 15 días de gira, fue entrecortado… Había vendido mi celular, a Sol la llamaba desde la calle. También había salido a robar… me las mandé, mal!! Caigo en cana. Estuve casi cuatro días adentro, dos días en comisaría, un día en alcaldía, me llevan a la Departamental de Lugano y al otro día me largan. Caigo por “robo simple con arma blanca”, es excarcelable… Estando en cana, le pedía a Dios: -Nooo!! No quiero quedar pegado!! Y salí. Me fui a la casa de mi vieja. Llego, golpeo la puerta… y estaba Solange con el bebe y con Tiara. Fue una sorpresa, porque nadie sabía que yo salía, ni yo sabía… Llegué, comí algo, me bañé y me acosté. Esa fue la última vez que consumí. Volví al Hogar “Santa María”, me recibieron y me mandaron a una casita amigable, que quedaba en el barrio La Loma de Laferrere. Ahí estuve dos meses, mayo y junio, hasta que se inundó todo. Después de la inundación me robaron todo y me quede sin nada. De Laferrere me voy a Florencio Varela. Ahí estuve también dos meses y empecé de vuelta el secundario… de ahí, paso a ir a Olivos. Ese lugar funciona como un parador, faltabas dos días y no tenías más cama. La primera vez que falté, me la dejaron pasar… pero después, falté a una charla que dieron y yo no estaba informado de que no se podía llevar a los hijos. Llevé al hijo de R.S. una noche, porque quería estar más tiempo con él, y me echaron… ahí estuve hasta fines de octubre de 2014. Para ese entonces, iba a la Granja Madre Teresa a visitarla a R.S., y a veces me quedaba los fines de semana. También iba a trabajar porque Gustavo Barreiro, el “hermanito” me había conseguido un labarito, y eso me servía porque yo no ganaba mucha plata, yo vivía con doscientos pedid por semana. El hermanito me pasaba trescientos pesos por el fin de semana, y por eso trabajaba en la granja, eso me convenía. A mediados del mes de noviembre del año pasado, el Padre Charly me cede un terrenito que queda enfrente del Centro Barrial “Madre Teresa”, donde estaba la capilla. Ahí empiezo a colocar la casilla y construir. También me propusieron empezar a trabajar de lunes a viernes en la huerta por la mañana, y me dieron una cooperativa, estoy ganando mil quinientos pesos por mes, a eso se le suman ochenta pesos por día como contraprestación. Con mi vieja perdí todo tipo de contacto y no tuve más relación con ella, desde que nació el hijo de R.S., y sigue todo mal también… Logro contactarme con mis hermanos, con los hijos de mi papá… el mes pasado, hablando con la mujer de mi tío me preguntó como estaba, porque ella veía las fotos por facebook, y pregunta: -Sabías que tenés dos hermanos? Y le dije que si, pero que no los conocía… 136 Yo quería saber algo de mi padre biológico, entonces lo empiezo a buscar por facebook y no lo encontré, y le pedí ayuda a Solange para que lo busque ella por su red “de contactos”. Ella lo encontró, le envió una solicitud y la aceptó. Papá se llama R. U… Un día mi novia le escribió y mi papá le contestó. Y yo no me aguanté y le mandé un texto “gigante”, y me contestó. Él me puso que yo le parecía conocido y claro!! Yo a él lo había conocido cuando tenía doce años, y él después se borro. Hasta que yo tuve doce años, mi mamá me preguntaba si yo quería conocer a mi papá y yo le decía que no… pero a esa edad, le dije que si. Lo habré visto tres o cuatro veces, pero cuando le empecé a robar guita a mi vieja, ella le contó y el se borró… Pude conocer a mis hermanos por parte de él, pero a él todavía no lo volví a ver, desde los doce años. Solo nos mantenemos contacto por teléfono. Estoy tratando de salir adelante, hoy le busco la solución, no me ahogo. Y si me ahogo, trato de no explotar… porque una persona cuando viene del consumo, ya sea por estar feliz y contento o estar angustiado y triste mal… se droga. Es una válvula de escape, festejas te drogas, te pones a llorar te drogas, esa es la vida del adicto. Y uno tiene que aprender a enfrentar y convivir con la vida que tiene. 137 CASO Nº 4 [R.E.] Soy R. E., tengo 34 años. Hace cinco años que estoy en el Hogar de Cristo, que estoy bien y deje de consumir. Antes de los 29 años iba al centro barrial, pero estaba en consumo. Mi infancia, los abusos y las adicciones De chiquita vivía en una portería, con mi papá, con mi tía que era la portera, y mis cinco hermanos. Mi papá era panadero, era alcohólico y todos mis tíos también. Mi papá, mal que mal siempre trabajó para que no nos faltara la comida, pero igual siempre digo que no nos supo cuidar. Y si, porque cuando mi papá estaba en mi casa y venían sus amigos, los amigos abusaban de mis hermanas; mi papá estaba re-borracho y no se daba cuenta de nada. Por ahí mi papá se iba afuera, sus amigos venían y abusaban de mis hermanas, de mí, y también nos manoseaban, nos sentaban arriba de ellos, cosas así. Nosotras somos cuatro mujeres, y quedamos mal. Y mis hermanos varones, L. está en Marcos Paz [Complejo Penitenciario Federal Nº 2], y el menor, D. está en Ezeiza [Complejo Penitenciario Federal Nº 1]. Mi mamá, se separó de mi papá porque él le pegaba y se fue de casa, ella nos dejó. También mis tíos le pegaban a mi mamá. Yo siempre estuve enojada con ella, pero cuando la volví a ver, porque ella me buscó, me contó que todos eran malos con ella, menos mi abuela y mi tía. Mi mamá había quedado embarazada de mi hermana mayor a los 13 años, era muy chiquita. Tengo un solo recuerdo de mi mamá de chiquita, una vez me pasó a buscar por el jardín y tuvo que ir a escondidas, porque mi papá no dejaba que ella se acerque. Yo tenía 5 años. A nosotros, nos cuidaban mi tía y mi abuela. Igual cuando yo tenía 11 años ya andaba en la calle por todos lados, y llegaba como a las dos de la mañana, a las tres de la mañana. Me escapaba de mi casa, pero cuando volvía, mi abuela me tenía preparado el plato de comida, y no importaba la hora. A los 11 años fumé porro, pero no me acuerdo como empecé. Después seguí con merca, y después… todos fumaban, y yo también quería fumar, lo hacíamos en la esquina de mi casa. Vivía en capital. Hacíamos cola para fumar, y a veces nos pelábamos por la seca. La primera vez que fumé, no me pasó nada, no sentí nada. Terminé el primario a los 14 años porque repetí un montón de veces, yo ya consumía, y empecé con “poxi”. Tengo recuerdos muy feos, las cosas más feas de mi vida de esa edad... el recuerdo más horrible es a los 6 años, por el hermano de mi papá. No hay día que no me acuerde de eso, porque fueron muchas veces que el abusó de mí. Teníamos un perro que lo mordía y le ladraba cuando él venía, le ladraba y lo mordía, le ladraba y lo mordía… y el perro le rompía los pantalones. Yo me quedaba quietita cuando el me manoseaba, re-quietita y después no decía nada porque tenía miedo de que me pegue. Una vez me pegó con una madera, por eso me iba a la calle, no quería estar en mi casa… Ese tío no vivía en mi casa, pero siempre venía. Hoy, él tiene una hija de mi edad con tres hijos de él. Y mi papá no sabía nada; con él no se podía hablar, era del campo, no sabía ni leer, ni escribir… él era andar con el rebenque, con el caballo, con esas cosas… y el alcohol. Toda su vida usó alcohol, y era a una 138 persona que nunca se le podía decir nada, porque la culpa siempre la tenía yo, o mis hermanos. La escuela y discriminación Andaba por la calle siempre con amigos. En sexto grado consumía merca, cocaína, y en la escuela me mandaron a psicólogo… también me echaron de muchos colegios. Fui a psicólogos siempre, pero iba y era lo mismo que no ir, porque a mí me discriminaban mucho y esa era una de mis broncas. A mí todas las maestras siempre me discriminaban, todas las de la primaria lo hicieron, y creo que hasta las del jardín lo hacían. Era muy agresiva de chica, pegaba mucho y todo el tiempo mandaban notas a mi casa porque yo pegaba. Hasta a las maestras les pegaba… creo que quería llamar la atención. Me hacían atender en el Hospital “Dr. Ameghino” de salud mental, de la escuela me mandaban ahí, y también en Sanidad Escolar. Los psicólogos hablaban con mi tía, ella no me pegaba y era más buena que el pan, pero mi papá si me fajaba, me dejaba toda marcada con la hebilla del cinto. Me echaron de muchos colegios porque le pegaba a todo el mundo, la primera vez fue en tercer grado. Ese año repetí y me echaron, y mi papá me pegó una paliza, me cagaba a palos todo el tiempo. Ese día le dije de todo a la maestra, yo era muy contestadota, me re-peleaba con todos, no me querían llevar a las excursiones y mis compañeritos estaban asustados de mi. Todos me tenían miedo, pensaban que yo era una “mafiosa” a los 9 años. Recuerdos, sueños o momentos felices Me acuerdo que cuando tenía la edad de mi hijo [4 años], venían a verme a mi casa, dos hombres y una mujer; ese recuerdo lo tengo como entre sueños, pero no se quienes eran. Creo que eran como psicólogos, y eso es un buen recuerdo que tengo, porque yo me sentía protegida cuando ellos estaban. Me re-divertía, hasta jugaba y me disfrazaba con esas personas sentada en el comedor de mi casa; no me puedo acordar las caras de ellos. Iban a ver como estaba yo, pienso que querían ver si me maltrataban o no, si me cuidaban o no, a algo de eso iban, porque solo me visitaban a mí. Siempre venían a verme… y la pasaba re-bien. 14 años: mis giras, mi hermano y su búsqueda Ya estaba re-embarcada, me iba de gira a la madrugada y siempre con gente más grande. Me gustaba estar mucho con la gente que vendía, con los narco´s, los transas, me metía en los conventillos, andaba con los punteros y me ponía de novia con los que vendían, y la tenía gratis. No conocía la villa todavía, iba a la casa de algún chico, en algún departamento y hacíamos fiesta. Una vez, paré en un conventillo por más de tres días y mi hermanito D, que tenía 11 años, y ahora está preso, me fue a buscar. El preguntaba por mí a la gente más grande de ahí, y me quería encontrar, caminaba entre los drogados. Mi hermano siempre se metía en todos lados para buscarme, y no le importaba pelearse con alguien. Salía todos los viernes y los sábados a bailar y paraba en una plaza. Fumaba porro todos los días, todos los días, todos los días… llegaba el viernes y lo que pintaba era merca. 139 Empecé a salir con un puntero y me la daba, alternaba… porro y merca. Me iba los viernes de mi casa y volvía los domingos. El nacimiento de M., Ushuaia y su restitución A los 15 años, yo sentía que era mayor de edad. Nadie me podía controlar. Siempre tuve novio, siempre con chicos que robaban, nos íbamos a drogar a un telo. Y siempre estaba con chicos más grandes. Cuando me enganche con el papá de mis hijos, estuve mucho tiempo con él. A él lo conocí en Almagro, porque los abuelos de mis hijos trabajaban en una florería. Él paraba, donde también paraban mis dos hermanos varones. Desde que lo conocí, tuve con él tres hijos, M. nació cuando yo tenía 20 años; a mi hijo lo abandoné en él hospital. Cuando el nació, estaba muy drogada y se lo llevaron. Le fueron a avisar al papá que había nacido el bebé y estaba durmiendo, él estaba muy drogado también con pasta base; entonces, los médicos dieron parte a un juzgado. No me dieron posibilidad de hablar, ahora es totalmente distinto; cuando me desperté, me dijeron que mi hijo era hijo de la justicia!!, y que no era más mi hijo. Me contaron que el bebé estaba en neonatología, que podía quedarme para verlo, pero que no me lo iba a poder llevar. Me levanté de la cama, salí del hospital y me fui a drogar. Nunca le di de amamantar pobrecito, fue el que más sufrió y el que más deje solito… Mi tía había hecho todos los papeles para saber donde estaba el nene, le hizo el seguimiento y hasta los tres años el estuvo en el Garrido. Yo lo iba a visitar, a veces lo iba a visitar re-mal, puesta y el juez me había pedido un tratamiento para poder llevármelo. Tenía que estar internada más o menos un año para que me rehabilite, porque no era “apta” para criar a la criatura!! Me fui a Ushuaia, me fui a vivir a Tierra del Fuego. Ahí vivía la abuela de los nenes, y me quedé cinco años. Me llevaron allá para rescatarme, me compraron el pasaje y viajamos. Llegamos allá y nos fumamos todo, teníamos la idea de fumar en la nieve. Vivimos un tiempo en lo de mi suegra, pero me llevaba muy mal con ella y nos mudamos. Era una mujer joven, ella me usaba la ropa y me molestaba mucho. Nos fuimos a vivir a una casa tomada, sufría mucho la abstinencia y caminaba por las paredes. Y estaba embarazada de nuevo, de T. Hice un tratamiento ambulatorio, y lo terminé al pie de la letra. Pasaron el informe del juzgado de Ushuaia, al juzgado de Buenos Aires y entre los jueces, hicieron el intercambio, y el juez de Buenos Aires dio el OK para que yo venga a buscar a Matías. Venir a buscar a M. fue lo peor que hice en el mundo!! Mi hijo no me conocía, él tenia tres años y se lo sacaron de los brazos a la madre adoptiva, se lo sacaron sin ningún tipo de adaptación. El nene no entendía nada y me lo lleve… me lo lleve y no me importaba nada. Lo que le hice pasar a esa criatura, no me lo voy a perdonar en mi vida. M. siempre lloraba, nunca me quiso y me rechazaba. La llamaba a la mamá a los gritos, decía: -¡Mamá Lili, volve !!!... se paraba en la ventana, mirando el cielo y gritaba… -¡Mamá Lili, volve !!! Y como el no me quería, yo tampoco me adaptaba a él, entonces, me volvía loca. Hoy por hoy, me arrepiento mucho de lo que hice, pero nadie me ayudo, nadie me dio ningún tipo de adaptación para que el nene se adapte a mí. 140 A mis hijos no los crié yo, ellos están con mi tía, con mi hermana y con mi madrina; y yo, lo que hice con M. no lo volvería a hacer más… era muy pendeja, no pensé en sus sentimientos. Ni loca le saco a uno de mis hijos a ellas, porque M. sufrió muchísimo. Pero yo ahora me puedo dar cuenta de esas cosas, antes no me importaba y solo quería que este conmigo porque era mi hijo, y nada más. Al volver a Ushuaia, M. perdió el vínculo que tenía con su mamá adoptiva. El nene no me quería y yo tuve una recaída. Fue un caos… Hice todo mal… tomaba merca y me decía a mi misma: -mi hijo no me quiere!! Y tomaba cerveza y tomaba merca… y me volvía a repetir lo mismo, mi hijo no me quiere… Separación, la vuelta a Buenos Aires y villa Zavaletta Hasta los cinco años de Matías viví en Ushuaia y después me separé. Me volví a Buenos Aires… Estaba con A. de 8 años, M. de 5 años, T. de 3 años, y embarazada de 6 meses… estaba todo mal!! Para salir de la isla de Tierra del Fuego, tenía que tener la autorización del padre y me la dieron por juzgado, porque él no me la quería firmar. Al llegar acá, me re-embarqué, repartí a mis hijos por todos lados y me re-drogaba. Mi vida fue un fracaso total… Llegue a mi casa, deje los bolsos, esperé a la noche y me fui a drogar. Mis hijos estaban todos ubicados y caí en consumo… Me fui al Hospital “Carlos G. Durand” a dar a luz a mi hija, sola. Nadie me quiso acompañar en realidad. A los quince días del nacimiento se la entrego a mi hermana, volví al consumo y me olvidé del mundo… Con los chicos que paraba, se nos había acabado la merca y no nos quedó otra que ir a la villa. Nos fuimos en moto con los peruanos a comprar, y ellos después la revendían, esa era la movida. De ahí en más, empecé a moverme en la villa sola, empecé a conocer a todos los punteros de Zavaletta, y como ya me conocían, hasta me fiaban… Tenia 27 años, paraba en los pasillos o en la casa de los transas… Dormía en la esquina del Hurtado [Centro Barrial]… estuve casi siete años viviendo así… A veces me daban para vender y me la fumaba toda, y a los que venían a comprar les daba harina, les daba pastillas, les daba batata… y me agarraban a los tiros. Una sola vez mate a alguien… me puse la capucha y lo maté Lo estábamos buscando para matarlo… simulamos una “racia” y averiguamos donde estaba. Dimos la vuelta, nos bajamos del auto, lo hicimos poner contra la pared para que no nos vea, le dimos un tiro en la cabeza, otro en la pierna, y después le bajamos un cargador… Fue a la vuelta de la parroquia, fue un tiro en la cabeza, y cayó muerto, al caer se dio la cabeza contra el cantero. Después vino la policía, pusieron la cinta y nosotras estábamos en un auto con un chavón, el chavón nos llevó hasta la villa, de ahí nos subimos a otro coche que nos trajo de nuevo a la villa. No pasa un día en la vida que no me acuerde. Este pibe era un bardo, él salía con una de las punteras de Zavaletta y yo era muy amiga de ella… éramos amigas a muerte, por eso también, nadie me hacia nada en la villa. Fui formando un vínculo con ella, y me quería como a 141 una hija. Él era el marido de ella y era muy atrevido, porque quería estar conmigo; el venía y me “franeleaba”, y me hizo acordar de todo lo malo que había vivido. Es un bajón… porque algunos dicen hasta con orgullo, que mataron a alguien, y a mi me da mucha pena, mucha culpa y mucha tristeza. Y sobretodo pienso hoy, teniendo a mi hijo y criándolo, se me viene a la mente la mamá de ese chavón que maté. Pienso mucho en eso, y la culpa la tengo en el alma… Al poco tiempo que hice eso, se me apareció en la calle una mujer evangelista y se puso a hablar conmigo, y de la nada me dijo: que nadie tiene derecho a sacarle la vida a otra persona… y en el estado en que estaba, pensaba que era Dios el que me había hablado… En la villa, todos tiramos, no hay nadie que no sepa tirar. Disparar es como tomar mate, mujeres, hombres, todos lo hacen. Yo aprendí tirando al aire… también estuve presa, por robo de automotor la primera vez… y la última vez, caí en cana porque desfiguramos a una piba, con otras chicas; me agarraron y como tenía dos entradas anteriores, quedé presa un año y pico. Esa causa me quedó abierta, porque yo salí con tarea comunitaria… y nunca la hice. En la villa hice muchas maldades, pero también me las hicieron a mí… hasta me violaron en Zavaletta. Aprendí a sobrevivir en la villa… un día salí a comprar, un chavón me puso el fierro en la cabeza y me violó… encima me robó la plata y la merca. Trainspotting. Mi muerte. Tenía un amigo, que era re-amigo mío y el tenía un bebé de una chica, él se separó de la chica y estaba con otra piba. Ella le dio, el bebé a un transa y yo estaba con ese transa; y yo, con él ahí, fumaba, dormía, vivía y también vendía. El bebé estaba ahí con nosotros, y todo el tiempo fumábamos, nadie se percataba de que estaba ahí. No le cambiábamos el pañal, nunca le dábamos la mamadera, y nada… el bebé lloraba y no pensábamos… lloraba. Pero yo en mi inconciente, siempre sabía que estaba mal… y que el bebé se iba a morir con nosotros ahí, y que era por gusto que estaba ahí. Entonces un día, ellos se habían ido y le entregue al bebé, para que se lo lleven a la casa de la mamá… cuando vino la piba, me cuestionó de por que, había entregado el bebé y le mentí. Le dije que habían entrado, que lo habían visto solo y se lo llevaron… …Me quedé dormida en la calle, en una YPF. La piba me busca, me encuentra, y me rocía con nafta, me prende fuego. Cuando me levanto, el tipo de la YPF me tira agua… y la saque barata. Estuve un montón de tiempo inválida, no sentía las piernas, no me acuerdo cuanto tiempo estuve así… Los médicos no me daban el alta, y no veía a nadie de mi familia, a nadie que me conociera, ni al loro… Ellos creyeron que yo estaba muerta. Los pibes del pasillo, dicen que me habían matado y se corre el rumor… para al mismo tiempo, habían matado a otra chica, la habían prendido fuego completamente. Mi familia fue a la comisaría, de la comisaría los mandaron a la morgue, en la morgue les mostraron ese cuerpo a mi familia, y la policía les entregó “eso”. Los de la villa habían dado mi nombre y apellido, pensaron que era yo. Pero yo no estaba muerta, estaba en el hospital… inválida, en coma, con respirador, hecha mierda. 142 Me velaron… Y después tuve un re-quilombo para hacerme el documento, porque estaba muerta. Yo estaba muerta, y no entendía porque no podían encontrar mi partida de nacimiento. Tardaron dos años en darme el documento. Hogar de Cristo, embarazo y robo Estaba re-doblada… en la locura que tenía, sabia que estaba embarazada porque me desmayaba en todos lados, y eso me pasaba en todos los embarazos. Yo entraba y salía del Hurtado [Centro Barrial], y un día me quedé sentada en un grupo de mujeres y lo dije. En ese embarazo me hice mierda, esa fue la diferencia. Fue en el embarazo en el que más me drogue… en el que más consumí: No se de donde la sacaba, pero la tenía. Me despertaba de dormir en la calle tirada, con los bolsillos llenos de droga, de piedras de 10 gramos… en los otros embarazos, me drogaba, me drogaba y me acostaba… eran tal vez, diez días… en este, me levantaba y fumaba. Estaba de cuatro meses, estaba muy flaca y solo tenía panza. Fui a verlo al papá de Lucas y le dije que estaba embarazada, y me dijo: -a mí, no me hagas cargo de nada!!… y me dije: -este “gil”, estuvo tanto tiempo conmigo!!... y me quedé tan sola!!! Todos los transas, cuando una chica está embarazada, quieren a tu[su] bebé!!, te la ofrecen, te la regalan… te la dan. Y después, cuando nace el bebé no sabés donde está. Los venden… Te acompañan al hospital, quedas internada, tenés el parto, y ellos se hacen pasar por el “padre”, lo anotan con su apellido y se los llevan, así es. Me di cuenta que no tenía a donde ir, era el único lugar que tenía para estar. Nadie nunca me dio la vacuna para que deje de consumir, pero lo que hizo el Hogar de Cristo hizo por mi, es enseñarme a vivir… aprendí a vivir sin estar en consumo. Toda mi vida me violaron, me pegaron, me golpearon y me iba a drogar, y con el hogar, levanto el teléfono y me escuchan. Siempre había estado sola en mi vida… fue una escuela de vida… Nació el gordo y cambié. Los dos crecemos, yo crecí… y tengo ese amor materno… Yo nunca lo quise tener y siempre lo quise regalar… algo cambió en mi. Y no se como esta vivo él… El reencuentro con mi familia Un día me voy a cobrar la cooperativa a un banco, y un pibe me seguía en una moto, me seguía y me seguía… en un momento se pone adelante mío y de mi hijo L., se saca el casco y era un amigo mío, que había ido al colegio conmigo. Y me dice: -Negra, estas viva!!... Y me dice que estaba trabajando con mi hermana Lorena en una imprenta, y un papelito con los datos de la imprenta, y me abrazaba... De ahí, le cuento al “hermanito” y le pido el teléfono para llamar, y me dice: -Noo!!, deja que hable yo primero… El habló con mi hermana L. y ella no le creía, ella le dijo que no la molestara, porque yo estaba muerta. Que me habían velado… 143 El la convenció, no se como y se reunió con mis hermanas en un shopping. Se reunió con ellas y encima, estaban por afuera del shopping mis dos hermanos varones, porque pensaban que habían armado “algo” para cobrarse alguna macana mía. Y si el “hermanito” daba un paso en falso, cagaba el “hermanito”, lo limpiaban… Y me reencontré con ellos. Mi pareja, mis hijos Yo no quiero tener más nenes, no quiero tener más hijos, yo estoy bien así. Yo a F. [pareja] lo adoro, lo amo pero con él no puedo tener un bebé, es reinestable y la voy a pasar mal, y ya la pasé re-mal un montón de veces. Él tiene hijos por un lado y yo tengo por el otro, y es así. Y para L., él es el papá porque siempre estuvo, y así estamos bien. Yo elegí estar con F. y no tener más hijos. No quiero lidiar más con los pañales, no quiero lidiar más con los médicos, y Lucas fue el único hijo que yo crié bien y me sentí mamá, mano a mano. Tengo cinco hijos, L. es el quinto y es, el que siempre estuvo conmigo, el que más me costó, el que más me hizo llorar, el que me hace reír, es el que me vuelve loca, y más disfruto. Todos los hermanos de L., están todos contra él, desde el más grande hasta el más chico… creo por celos. Lucas es el más molesto, ninguno de los otros quiere compartirle nada; si vamos a lo de A. [12 años], él me pregunta cuando nos vamos, porque L. le toca todo… A. ya esta grande y vive con mi tía… y R., está con una de mis hermanas, T. está con mi madrina y a M. se lo llevó el papá al sur y a ese no lo vi más, lo abandoné a los tres años y ahora tiene como catorce. 144 Publicado en edición impresa Cuerpo a cuerpo Trabajar para unos pocos Organizaciones que se dedican a las causas más complejas y sostienen que todo el esfuerzo vale la pena, con tal de mejorar una vida Por Micaela Urdinez | LA NACION En la era de la multiplicación, del reinado de la cantidad, del impacto medido en términos de números, ellos se mueven en el casi obsoleto mundo de las unidades y los decimales. Porque cuando se trabaja con personas con realidades demasiado vulnerables, lo importante no son las cifras sino el cuerpo a cuerpo, la entrega absoluta y el amor incondicional. Entonces ya no es relevante si son uno, cinco o diez, sino que el foco está puesto en las mejoras que reciben estas personas en su día a día. Estos son justamente los destinatarios de las organizaciones sociales que eligen trabajar para las minorías, para unos pocos, para las causas perdidas. Son las que destinan todos sus recursos humanos y económicos a mejorar la calidad de vida de chicos con VIH, de personas con discapacidad mental, de 145 jóvenes adictos al paco, de mujeres en situación de trata o de acompañar en sus últimos días a enfermos terminales. Adalides de lo imposible, están convencidos de que vale la pena todo esfuerzo con tal de salvar una vida, de calmar una angustia, de escuchar una pena, de recibir una sonrisa o un abrazo de agradecimiento. Por eso, se ponen la armadura contra las frustraciones y salen al campo de batalla en inferioridad de condiciones, pero dispuestos a dar lo que haga falta por una causa. R. es una explosión de alegría y energía. A sus treinta y pico, se mueve en una especie de baile en el que suma en brazos a su hijo de un año y medio. Esta imagen es la antítesis de esa adolescente que perdió 7 años de su vida en situación de calle en la villa 21-24 de Barracas, consumida por las drogas y sin tener control sobre su vida. Esto la llevó a no poder hacerse cargo de sus primeros 4 hijos, pero cuando quedó embarazada del quinto, el contar con la contención y la incondicionalidad del Padre Charly y de Patricia Figueroa, ambos del Hogar de Cristo, pudo finalmente salir del pozo y volver a sonreír. El Padre Charly es uno de los curas villeros que hacen carne la consigna de "dar hasta que duela" y junto con a la ayuda voluntaria de Figueroa, se ocupan de los casos más complejos en el Hogar de Cristo, el programa de recuperación de la adicción a las drogas de la Parroquia Virgen de Caacupé de Barracas. El fin del proyecto es reinsertar en la sociedad a los jóvenes 146 consumidores de paco específicamente y otras drogas, fortaleciendo sus virtudes para lograr un mejor nivel de vida sin consumo, trabajando y estudiando. La parroquia busca acompañar toda la realidad de la villa y por eso trabaja en la prevención para llegar a los pibes antes que otras propuestas como el paco o la delincuencia. Para eso realizan un trabajo cuerpo a cuerpo, acompañando a cada uno, recibiendo las complejidades que traen sin prejuicios morales. "La mirada religiosa es diferente a la estadística. No miramos números ni porcentajes sino que nos importa cada persona. Por un lado uno tiene una desazón grande cuando piensa que en el tiempo que nos lleva salvar a uno, son cientos lo que empezaron a consumir. En esa relación perdemos siempre pero sabemos que ganamos en la lucha individual, en el uno a uno", sostiene Charly. R. siguió consumiendo durante todo su embarazo y hasta llegó a pensar en vender a su hijo con tal de conseguir más plata para seguir alimentando su vicio. "La empezamos a llevar a la Sardá para hacerle los controles y ella confiaba en que nosotros la queríamos ayudar desde el corazón. Su embarazo tuvo muchas complicaciones y el bebé nació con un kilo nomás. Era uno de esos casos que eran imposibles incluso desde mi propia mirada. Pero gracias al amor, la paciencia y el estar pudimos acompañarla a esta vida y eso es un gran éxito", explica Figueroa, que empezó dándole mate cocido a los chicos que rancheaban en la calle y sostiene que la herramienta básica que usan es el amor. "Es imposible medir el éxito o el fracaso en estos temas, porque hoy capaz que están bien pero mañana vuelven a caer. Esto no es pescar con red sino con anzuelo, es uno a uno", resume. R. estuvo acompañada durante el embarazo y el parto. Inmediatamente después se internó durante 4 meses en Viaje de Vuelta y hoy vive en La Casita de San Miguel, un proyecto que incluye varias casas en el barrio en las que conviven personas con realidades vulnerables de manera amigables. Tiene a su hijo de un año y medio, está en pareja y se reencontró con sus hermanos y con sus otros hijos. "Ellos estuvieron todo el tiempo. Si no fuera por Charly y Patri hoy no estaría junto a mi hijo", dice R., que hoy va todos los días al hogar y colabora en la Guardería siendo una madre cuidadora. Cerca de 500 chicos y jóvenes pasaron por el hogar, que en su mayoría siguen acompañando. Muchos participan de algunas actividades o talleres, y también reciben acompañamiento en su reinserción social en tema de educación, trabajo, documentación, salud y subsidios. "Los chicos saben que pase lo que pase pueden volver y los vamos a recibir. Y se obran milagros que no los hacemos nosotros sino que somos simples intermediarios. El secreto es tratar de no ver el fracaso porque todo lo que se hace con amor deja una marca positiva. También hay que aprender que el éxito no se puede medir en función de nuestras propias expectativas y por eso nosotros elegimos armar con cada chico sus propios proyectos", agrega Figueroa. Para el padre Charly, el legado del Hogar de Cristo tiene un impacto testimonial porque muestra a una Iglesia trabajando por una situación de exclusión total y fiel al camino de Dios, y por el otro un impacto dentro de la villa porque en todos los barrios hay algún chico que se recuperó gracias a su intervención. "En la reunión de fin de año había 15 chicos que estaban en este camino. Y eso abre la esperanza y refuerza la idea de que se puede salir", concluye. 147 CASO Nº 5 [E.E.] Me llamo E.E., tengo 34 años y la última vez que consumí fue hace siete años. Uso mi segundo nombre porque el primero no me gusta. En realidad, dejé de consumir cuando mi hijo menor C., tenía ocho meses de vida, pero después tuve dos recaídas; estuve casi tres años sin consumo y al recaer de vuelta, tenés que volver a contabilizar de cero. Nací en capital, en la Villa 21. Mi familia estaba compuesta por mi hermana M., que era la mayor, le sigue J., y yo que era la más chica. Tengo un hermano mayor por parte de mi papá, pero lo crió mi tía, y vive con ella; como no era hijo de mi mamá, lo crió mi papá con mi tía. Cuando tenía cinco años, nos íbamos a la calle con mis hermanitos, a vender flores, flores y peluches que hacía mi mamá. Mamá nos mandaba a vender a los tres, pero también, ella me mandaba al jardín. Iba a un centro de monjitas, que quedaba al lado de la Parroquia de Caacupé; era una capilla muy chiquitita, al lado estaba la guardería, y el jardín donde nos cuidaban. Mi papá trabajaba en el puerto. Tomaba mucho, tomaba mucho alcohol y venía tomado, y le pegaba a mi mamá; a veces, por querer defender a mi mamá cobrábamos nosotros también. Mamá, gracias a Dios nunca consumió nada. Yo hice el primario. Pero hice hasta cuarto grado nada más. Repetí un montón de veces segundo grado… un montón. El cuarto grado lo dejé con once años, casi para doce porque quedé embarazada. Quedé embarazada de V. Vendiendo en la calle, conozco a un chico más grande y embarace. Él también vendía en la calle flores, y nos pusimos de noviecitos, el tenía 16 años y yo 11… A mí, mi mamá nunca me había hablado de sexo, de cómo cuidarme y de esas cosas. Incluso, mi mamá no sabe ni leer, ni escribir, es una persona… analfabeta, discapacitada. Ella tiene operada la columna, tiene diecisiete vértebras operadas, y tiene la pierna izquierda cinco centímetros más corta que la otra, y usa un zapato ortopédico. Mi mamá, mucho de lo que es el sexo no nos habló a mí y a mi hermana. Por eso también mi hermana quedó embarazada a los trece añitos, pero ella se caso, y tiene veintiséis años de casada. Para mí, el sexo era como un juego a esa edad… era chiquita. Fueron bastantes complicados esos jueguitos y después sufrí las consecuencias… yo sabía por lo poco que me había enterado por mi tía, que cuando no venía la menstruación era porque una estaba embarazada, eso también era algo que también hablaba mi hermana con sus amigas... es más, mi familia se entero que yo estaba embarazada cuando tenía seis meses, no se me notaba porque era gordita. Yo me había indispuesto a los nueve años… no sabia que era eso. A la primera que le conté fue a mi hermana y mi hermana con trece años me dijo: -Ahh !!, es normal!!!; para ella como moneda corriente. Después cuando se enteró el resto de mi familia… Mi papá había venido tomado del puerto y me quiso pegar, mi mamá no se lo permitió y hubo una pelea entre ellos. Mi papá le quiso pegar a mi mamá, y ella le pegó con un sifón de soda en la frente… Mi mamá casi nunca se defendía, pero ella tenía una amiga que se llamaba O. y cuando mi papá le pegaba, ella iba a su casa… mi amiga vivía enfrente de 148 nuestra casa y unos días antes de lo del sifón, ella le dijo: -Vos sos una bolu…!!, si él te pega, vos pegale con lo que tengas!!. Entonces ese día, le pegó con el sifón. Mi papá es ex navegante de marina; el iba al puerto, se embarcaba por una semana y después volvía. Viajaba en barco, y cuando volvía, volvía tomaaado!!, re borracho, todo sucio, en “cuatro patas”… mal, mal!!. El poco tiempo que estaba con nosotros, vivía en “pedo”, y no traía plata. La plata se la gastaba en minas, o en escabio, por eso nosotros teníamos que salir a vender flores y peluches con mis hermanos. Si nosotros no salíamos a vender, no teníamos para comer, era la única que nos quedaba porque mi mamá era discapacitada. Mi hija, nació el 24 de marzo a las diez de la noche y peso 1,750kgr… era muy chiquitita, nació a los nueve meses, pero lo que pasaba era que yo “jalaba poxiram”… yo empecé a los ocho años a consumir. Después de que terminábamos de vender flores y peluches en la calle, jalábamos poxiram con mí hermana y otros pibes… La primera vez, habíamos terminado de vender, le llevamos la plata a mi mamá, ella siempre nos esperaba en la misma esquina, la acompañamos hasta la casa, la dejamos y nos escapamos… volvimos con mi hermanita a Lavalle y Florida. Los pibes de ahí, siempre nos invitaban a jalar, y ese día aceptamos. Probamos porque queríamos saber que se sentía. A mí me gusto, porque me olvidaba un poco de los problemas que tenía en casa. Cuando jalaba me olvidaba de todo, estaba como en otro mundo… tenia como sensaciones de querer salir corriendo, estaba asustada, tenía miedo… era como que me sentía perseguida, me sentía perseguida con la gente que pasaba… miraba a lo lejos, y pensaba que venía mi papá… tenía como alucinaciones, porque mi papá nunca llegaba!! Nos juntábamos en la boca del subte, y nos sentábamos en la escalera, y ahí consumíamos. Nosotros primero vendíamos, le dábamos la plata a mi mamá, la acompañábamos y después nos escapábamos… mi hermana y yo, pero mi hermano no. Yo dejo de ir a la escuela cuando se enteran de que estoy embarazada. Ellos ya no recibieron más… Yo estaba casi de seis meses y le digo a mi hermana que no me venía la menstruación, ella me dice que estoy embarazada y le cuenta a mi mamá, mi mamá se presenta en el colegio y lo cuenta… automáticamente me negaron el ingreso y no pude seguir estudiando. A las dos semanas de que no voy a la escuela, cae en mi casa una asistente social que era mandada por el colegio, por estar embarazada y ser menor de edad… Intervino el Consejo Nacional del Menor y la Familia, ellos me hacían visitas y después de que tengo a mi hija, le dan la tenencia a mi mamá. Durante el embarazo de Vero nunca dejé de consumir; deje, después de que tuve a la nena como obligatoriamente, porque estuve 90 días internada con la nena. Como ella había nacido con bajo peso, estuvo en “neo” y me tuve que quedar en el hospital, porque del hospital mismo no me daban el alta, ni a mí ni a ella. Nació en la Maternidad Sardá. Nació de parto natural… las únicas que me acompañaron fueron mi hermana y la cuñada. El papá de mi nena, se había enterado de que yo había tenido una hija de él… vino a mi casa y me ofreció de hacerse cargo… cuando V. tenia 10 años, y él 149 26. Yo perdí contacto con él de chica, porque mi mamá no nos llevó más a vender a Lavalle. Mamá tenía miedo de que en el consejo se enteren y le quiten la tenencia nuestra… Mamá lo denunciaba a mi papá, pero las cosas antes no eran como ahora… ella iba a la comisaría, le metía la denuncia por violencia, lo detenían y a las 24hs lo largaban y seguía el maltrato… Cuando me dan el alta de la Maternidad Sardá vuelvo a la villa 21, a la casa de mis padres y la tenencia la tenía mi mamá… Yo me escapo de casa, cuando mi hija tenía pocos meses de vida. Me fui a la calle, me fui al consumo y no volví… probé de todo!! marihuana, alcohol… vino, cerveza, fernet, lo que pintaba… si era Rivotril, tomaba vino… lo que me convidaban lo tomaba. A veces me daban las “pastis” y ni sabia que estaba tomando. Las pastillas las conseguíamos en el Borda… teníamos a un pibe que trabajaba ahí, que nos las vendía. A veces, ni sabíamos que nos vendía porque las vendía sueltas, nos salía un peso cada pastilla, o eran cinco por cinco pesos… La marihuana la conseguía por todos lados, en cualquier lugar de la villa… Me fui con mi hermana, ella había dejado a su nene con el papá. Vivíamos en el subte… a los tres meses de estar ahí, conozco al papá de J. mi segunda hija; yo tenía trece años. En realidad a él, lo conozco en la villa 21 un día que voy a buscar marihuana, y él estaba también comprando; él me pide un papelillo, y yo se lo doy. Él era chileno y me pregunta de donde soy, pensando que yo venia de afuera de la villa, porque yo iba a comprar y me iba. Pensaba que yo era “turista”, así le decimos a la gente que viene de afuera de la villa a comprar, él no sabía que yo era de Barracas. Él me preguntó donde estaba parando, me preguntó si había tenido problemas con alguien, me empezó a hacer una especie de interrogatorio… le conté que estaba en consumo y me ofreció de ir a un cumpleaños. Iban a hacer una joda en la cancha de atrás de la Parroquia Caacupé, y acepté. En esa época [año 1993], en esa zona había muchos chilenos, ahora no queda casi ninguno. Él me dijo que pregunte por C., él consumía merca. Voy a esa fiesta y nos ponemos a salir; yo empiezo a consumir merca con él. La mayoría de ellos [chilenos] “pungueban”, robaban, hacían “escruche´s”, mecheaban… aprendí a ser mechera con él… quedo embarazada de él. Yo tenía 13 y él 24 años… Cuando paso un mes sin menstruar, yo ya me di cuenta de que estaba embarazada, se lo cuento a él, y él se lo cuenta a su mamá, Blanca. Doña Blanca me lleva al centro de salud, me hacen un test de embarazo y me da positivo… y ahí, es como que mi vida empezó a cambiar un poco… Cuando se enteraron de que estaba embarazada no me dejaban salir, me empezaron a cuidar. Él tuvo una charla con la mamá, en la que no me dejaron participar y se encerraron en una habitación. Cuando él sale de hablar con la mamá, me dice que las cosas iban a cambiar y que no quería que salga más a la calle, que me tenía que quedar ahí porque quería que cuide mi panza, el embarazo… salíamos a robar… y un día la madre de él fue a hablar con mi papá y mi mamá. Yo había perdido contacto con mi familia. Mi papá no quería saber nada de mí, no quería que yo vuelva a pisar mi casa; entonces, yo iba los días que mi papá no estaba, iba a ver a mi mamá y a mi beba Verónica. 150 A mí, mi nena no me atraía, no me llamaba la atención, es más, la veía como una hermanita. Yo la veía a mi mamá que la bañaba, que le daba la leche y la cambiaba, era una beba más, no la veía como a una hija… yo era muy chiquita. Yo seguía consumiendo, pero consumía solo marihuana. El papá de J. no me dejaba consumir otra cosa, yo fumaba solo con él y dentro de la casa. La mamá de él también fumaba. Yo era muy feliz con él, tengo los mejores recuerdos de él… Yo creo que si no lo hubieran matado, estaría todavía con él… Él se llamaba C.O. [V. lloró] Durante el embarazo de J. me hice todos los controles, él me llevaba al Hospital Penna. La mamá de él me cuidaba, me daba de comer bien, era otra cosa, otra contención. Yo la ayudaba a limpiar la casa, a lavar la ropa, y a cocinar a veces; ella no me obligaba a hacer nada, yo me ofrecía. Teníamos lavarropas automático, así que sentía que tenía que lavar la ropa y lo hacía. Cuando ella salía, salía a “mechear” yo me encargaba de las cosas de la casa, ella me traía alfajores, me compraba gaseosas… si traía ropa de lo que “mecheaba”, me dejaba lo que a mí me gustaba. Me cuidaban. Él era muy bueno conmigo. Cuando él se enteró que yo estaba embarazada de Johana dejó de consumir cocaína, solo fumaba marihuana. Trataba de no tentarme con lo que consumía, si él consumía otra cosa yo no me enteraba, el me cuidaba. En un momento del embarazo, yo hablé con él de mudarnos porque en la casa vivíamos con la mamá, el papá, los hermanos, los cuñados, había muchísima gente y la casa era muy chica; entonces, él me dice que le gustaría que juntemos la plata para comprar algo en otro lado, porque el salía a mechear todos los día, salía a robar todos los días, no había día que no saliera a robar... vivíamos de eso, a veces robaba y a veces mecheaba, él hacía las dos cosas. Una vez, estando yo de seis meses a él le ofrecen de hacer un robo y él dice que si. Yo no quería que él vaya, me daba como miedo, entonces, le dije que yo iba con él… él me decía que yo era chiquita [13 años], que estaba embarazada y que no me podía llevar, él me estaba cuidando. Yo fui igual. Me quedé en el auto que usaban para robar, me quedé como campana y me dieron un radio. Fuimos a robar un mercado chino, nos habían pasado la data y por suerte salió todo bien… Cuando nos juntamos para hacer la repartija, se juntaron ellos tres y me sumé yo. Entonces, uno de los muchachos le dice a C.: -Tu señora hizo de campana, así que ella va a entrar en la repartija. Nos toco cincuenta mil pesos para cada uno. Una parte de mi dinero se la di a mi mamá para que arregle la casa; la casa de mi mamá se llovía mucho. Pero C. me dice que no se la de a mi mamá, porque mi papá se la iba a “chupar” toda; entonces, él tuvo la idea de hablar con el cuñado que era paraguayo, para que le arregle toda la casa… Yo voy a la casa de mi mamá, y me encuentro con mi papá que estaba fresco hacía dos días, o sea, sin consumo limpio en mi casa. Yo no quería entrar al principio, porque pensé que me iba a pegar, pero mi mamá me dijo que pase, porque él quería hablar conmigo… Hable con mi papá, le conté todo lo del robo y que quería mejorar la casa para mi nena, para mi hija Verónica; entonces a mi papá le cambió totalmente la cara… le cambió el humor, a él le gustó eso. A él le gustó la plata. 151 Yo mandé a hacer una habitación con material y cerámicas, para que usara mi mamá con Vero. También le hice un baño con todo, un baño bien hecho. Después de eso, mi papá cambió conmigo, yo podía visitarlos sin problema. Como yo salía a robar y había plata, él no tenía problema de que fuera a la casa. Él me abrió las puertas porque le llevaba dinero. Nosotros, seguimos viviendo en la casa de C. Seguimos viviendo ahí porque la mamá de él no quiso que nos fuéramos porque dijo que yo era muy chica y pensaba que yo no iba a poder hacerme cargo del bebe. La mamá de él se preocupaba por mí. Durante todo el embarazo, yo no sabía que iba a tener otra nena; en todas las ecografías que me hice ella escondía su sexo. Es más, si era nene le pensé poner Christopher Ariel… me querían matar cuado dije ese nombre. Llegue a los ocho meses de embarazo, la beba era muy grandota. No había aumentado mucho peso, yo pesaba 70kgr. y llegué a pesar 75Kgr. hasta el parto; ella era la grandota, yo no. Ella nació con 4,200kgr, fue por parto normal y nació en la Maternidad Sardá. Yo me hacia los controles en el Hospital Penna, pensaba tenerla en ese hospital pero a último momento fui a parar a la Maternidad Sardá porque no había anestesista. Después de que nació J., seguimos robando juntos. Hacíamos salideras o robábamos… la única vez que nos atrapó la cana, fue cuando la nena tenía un añito. Mi papá dejó de pegarle a mi mamá. Cuando mi hija J. tenía mas o menos un mes, me entero de que mi papá le pega a mi mamá y voy a la casa. Cuando voy, le pongo un revolver en la cabeza y le digo, que si la vuelve a tocar a mi mamá lo iba a matar. Él nunca más la volvió a tocar. Mi suegra pensaba que me iba ser difícil la crianza de J., porque me veía a mí como muy nena y por eso nonos mudamos. Ella quería controlarme, porque tenía miedo que pase lo mismo que con V. Él y yo, éramos dos tiros al aire… estábamos bien, teníamos casa pero cuando teníamos ganas de consumir, hacíamos cualquier cosa para drogarnos; éramos pendejos, yo teníoa 13 y el 16 años. Mientras que yo no estaba en consumo, salía a “mechear”, salía a dar vueltas por las calles, y me encargaba de las cosas de la casa. A veces, me peleaba con C. porque él quería estar siempre en la cancha, estar con sus amigos fumando marihuana. Yo lo dejaba que se vaya, pero le decía que vuelva pronto, que no se quede toda la noche. El consumía todos los días, yo solo los fines de semana. El problema que tenía, era que mi suegra no nos dejaba consumir dentro de la casa, por eso él se iba a la cancha. Era una regla, el no consumir dentro de la casa, porque ella también fumaba. Mi suegra, protegía mucho a J. y la cuidaba, ella se encargaba de todo en la crianza de mi beba; lo único que hacia yo era darle la teta. Me pasaba lo mismo que con mi otra hija V., la veía como a una hermanita más. Mi familia no quería que yo este con C., ellos no lo aprobaban porque decían que él me daba muchas libertades, y que me apañaban mucho en su casa. Mis papas y hermanos creían que yo hacia lo que quería; ellos pretendían que yo termine la escuela, y decían que era una mal criada. Decían que mi suegra era 152 una mala madre, porque apañaba al hijo en la delincuencia, en la droga, en el alcohol y que conmigo hacia lo mismo. Un día, cuando J. tenía casi un año y seis meses, mi novio salió a robar, fue perseguido por la policía federal y cuando entra con el auto a la villa 21, él se cruza con la brigada. Se ve que a los de la brigada, les habían tirado un “radio” de que los venían siguiendo y se empezaron a tirotear. En ese tiroteo, le pegan tres tiros y lo matan. Cuando lo matan, viene una vecina corriendo a avisarle a mi suegra que se estaban tiroteando en la calle de Caacupé [Parroquia], como a las seis de la tarde. A él lo venían corriendo por el lado de Pompeya, entra por la parte de atrás de la villa y lo acorralan con el patrullero por Osvaldo Cruz y Luna. Lo matan a cincuenta metros de la parroquia, él estaba volviendo para nuestra casa. Habían ido a hacer una salidera, a un negocio que estaba por cerrar y estaban esperando que salga un hombre con cierta cantidad de dinero. Les habían pasado el dato. Una de las primas de él, que era muy linda, delgada y con muy buena presencia se encargaba de eso; se dedicaba a buscar trabajo en lugares de mucha plata, y al tener buena presencia la contrataban. Ella sacaba la información de a que hora, de cuanta plata manejaban, y de quien era el que movía la guita; cada laburo le llevaba tres meses. Ella se sigue dedicando a eso, pero hizo la suya y salió de la villa; ahora trabaja con su pareja y sus hijos. Cuando me entero de que lo matan, salgo corriendo a la casa de Coco que era un primo de él, le cuento lo que estaba pasando y Coco se va a ver lo que sucedía. Yo me había quedado con los nenes de él y con mi nena, cuando llega la mujer de él, salgo corriendo a ver que pasaba. Cuando llego, ya estaba muerto. Llegó la ambulancia, la policía científica y se llevaron el cuerpo a la morgue. A mí me llevan a la casa de mi suegra y no me dejaban salir, porque ella tenía miedo de que me escapara a consumir. Lloré mucho, mucho… No querían entregarnos el cuerpo porque tenía la cédula chilena vencida, estaba indocumentado y fue un quilombo, tardaron 3 días en entregarnos el cuerpo después de que lo fueron a reconocer. A C. lo velaron en la casa y lo enterramos en el cementerio de Flores. Fui al entierro, me agarra un ataque de desesperación, empiezo a gritar y me meten en un auto y me llevan a la casa. A la noche, me fui… me escape. Volví al Constitución. Me había llevado de la casa de mi suegra mil pesos… con tal de olvidarme, consumí de todo. A la semana de estar en situación de calle, mi suegra me encontró y yo salí corriendo porque pensé que me quería pegar porque le había robado. Pero fue todo lo contrario, ella me llevo a la casa y me hablo, hablo, hablo… pero mi vida ya no era lo mismo. Me fui de la casa de ella a vivir con mis padres. En mi casa no me sentía cómoda, en la casa de mi suegra no podía estar porque me traía muchos recuerdos. Cada vez que estaba durmiendo, sentía que abrían la puerta, me despertaba y pensaba que era mi novio muerto. A mí, me habían quedado los contactos para salir a robar. Seguí robando para comprarles cosas a las nenas, los pañales, la ropa, las zapatillas… les llevaba plata a mis viejos y se quedaban contentos. 153 Mi viejo se quedó sin laburo en el puerto porque fue tomado… y cuando dejó de ir al puerto, no tomó más. No tomó más, no solo porque no tenía dinero sino porque la “mala junta” estaba en el puerto. Cuando salía a mechear, si obtenía mil pesos, quinientos les daba a mis viejos y lo que sobraba me lo fumaba, lo consumía, me lo tomaba por la noche… y al otro día volvía a robar… Más o menos cuando J. tenía tres años, empecé a alquilar, y para alquilar tenía que salir a robar… mi mamá, un día me pone una denuncia y le dan la tutela de J. también… Yo tenía 17 años y quedé presa. Nos fuimos a robar, nos descubrieron y me llevaron a mí y dos chicas. Me llevan a parte porque era menor, y mis nenas estaban bajo juez; y el juez al enterarse de que estaba detenida, me manda a un hogar de menores. Me quedo 15 días en esa institución, y de ese hogar de menores me pasan a un hogar de madres solteras. Quedo institucionalizada en Caballito, en el Hogar “Nuestra Sra. de Lujan” y el juez me lleva a las nenas, a V. y a J., Me quedo un par de meses, tres meses y me escapo, sola, sin las nenas… Al irme sola, el juez le devuelve la tenencia a mi mamá. Volví a consumo, volví a hacer de las mías. Volví a Constitución. Ya tenía 18 años y me cuidaba un poco mas al salir a robar, no quería volver a caer presa. Si volvía a caer presa, ya me iban a dejar adentro y no me iba a poder escapar. Trataba de hacer las cosas bien, o sea, portarme mal pero hacerlo bien. No salía a robar tan seguido, lo hacia pero hacia que la plata que tenía dure… y cuando se estaba por terminar la guita, salía a robar de nuevo. Ya era como más experta. Robaba ropa, ropa interior, ollas [en cajas], robaba de todo un poco para revender. Me maneje así varios años. Caí un par de veces, pero como era solo por hurto, me largaban después de un par de horas. Laburaba en Once y los canas ya me conocían. A veces, el policía me decía: -Hay nena!! Cuanto tenés?, le entregaba algo de dinero y me terminaba diciendo: -Cuando me de vuelta, no tenés que estar más por acá!!. Con el tiempo, ya tenía separado $ 200 o $ 300 para la “coima”. Los canas me pedían para el “cafecito”, eran cafecitos muy caros para mí. A los 23 años, conozco al padre de mi hijo C.. Salí con unas amigas a “lookear” y veníamos fumando un porro, el papá de C. estaba sentado en la puerta de una fábrica sobre Vélez Sarsfield. Parábamos por esa zona, porque era oscura y no pasaban patrulleros, podíamos fumar tranquilas. Él nos empieza a “chistear” y nosotras nos asustamos porque nos empezó a seguir; pero nosotras éramos cuatro y él estaba solo, así que una de las chicas se da vuelta, lo mira y dice: -Che, está lindo el flaco!!. Y le digo: -Qué onda? Qué chisteas?, y él lo que quería era una seca, que le convidemos porro. Así lo conocí, se llamaba J.C. El nos invita a una joda, vamos con las chicas y conozco a sus amigo. Y después, lo empecé a invitar a mi casa, a donde yo alquilaba. 154 Éramos amigos, hasta que un día él se pone celoso de un chico que venia a mi casa y me besa en la boca. Fuimos “amigovios” por casi dos años y medio, fue mucho tiempo hasta que buscamos algo más serio. Cuando encaramos la relación de manera más seria, le digo que me voy a traer a la nena, a J. a vivir con nosotros, ella tenía 8 añitos. El trabajaba en el Noble Repulgue como repartidor, hacía delibery y consumía marihuana; consumíamos los fines de semana y lo hacíamos como “estrategia de diversión”. Quede embarazada a los 25 años, de nuevo y después él agarró la “base” [pasta base], y se empezó a enganchar cada vez más. Con él también salíamos a robar, el hacía entraderas en casas… Un día entramos a una casa de deportes, nos llevamos $50.000, y ropa; con eso nos compramos una moto, él le dio plata a la madre, yo le di plata a mí familia, y compramos una casa. La moto nos había salido $5.000 y la casa $25.000. Ahí empezamos a vivir definitivamente juntos… pero todo empezó a estar peor!! Discutíamos todo el tiempo, porque el se iba a consumir a los pasillos de la villa y se quedaba colgado fumando. Yo siempre lo iba a buscar… un día le pregunto que era esa porquería, porque él no estaba en paz… él me dice, que “eso” lo hacía olvidarse de las cosas, y me dice que lo pruebe… Cuando estoy embarazada de C., yo empiezo a consumir Paco. Como una pelotu… lo probé!! El efecto con la pasta era más cortito, quedaba dura pero no duraba tanto, en cambio con la “merca” quedaba dura como 20 minutos, con la pasta solo eran 5 minutos y era uno tras de otro, porque querés seguir, seguir y querés seguir estando dura. Yo decía que lo podía dominar, porque lo hacía solo los fines de semana!! Pero después, con el tiempo empezaba a fumar los viernes y era miércoles y todavía seguía colgada… y empecé a fumar base todos los días, y me peleaba con él por todo. Él me vendía las cosas para consumir, hasta me quiso vender el ajuar de mi hijo!! La mama de él me iba comprando cosas para el bebe, y él las vendía. A él no le importaba nada de nada, solo quería consumir. Estando embarazada de ocho meses, aparece una chica que se llamaba N. con una panza parecida a la mía, pero con un mes más. Ella estaba embarazada de él… ahí fue cuando más me enganche con la droga, fue un caos!! Solo quería olvidarme de todo y lo eche de la casa. El tenía una doble vida. A la semana esa chica tuvo al hijo de J.C. y estuvo viviendo en la casa de la madre de él. Vivieron juntos durante un mes y después, un día salió a compra cigarrillos y nunca más volvió. Antes de que naciera mi bebe, él me pega porque yo le había quemado toda la ropa. Él me pegó como para mandarme al hospital… cuando me dan el alta del hospital, un amigo, Elio me llevó a su casa… estando viviendo ahí, entro a tener contracciones y Elio me lleva al hospital. Mi hijo nace en el Hospital Penna. Yo lo tuve por 15 días y después se lo di a mi hermana. Tenía ganas de consumir y le di el bebe a ella… Estando en consumo, un día vuelvo para retirar ropa de mi casa y me entero de que la habían vendido. La abuela de mi hijo me vendió la casa y quedé en “pampa y la vía”… 155 Entro en situación de calle y empecé a consumir, consumir, consumir… hasta que C. tiene ocho meses… Visitaba a mis hijos cuando me acordaba de ellos. Mi hermana me empieza a buscar por la villa, porque el bebe tenía convulsiones por lo que yo había consumido durante el embarazo. Ella me buscaba y yo me escondía… les decía a los chicos con los que consumía que mientan… Mi hermana me seguía buscando en las ranchadas, hasta que un día les dice que mi bebe estaba enfermo, entonces en la ranchada me mandan al frente, y ella me encuentra… Mi hermana y mi cuñado me llevan a su casa, me pego un baño, me acuesto a dormir y al despertar me entero que mi hijo estaba en el hospital internado. Además, había una trabajadora social que estaba siguiendo el tema… Vamos al Hospital Gutiérrez y al llegar a la guardia, le preguntan a mi hermana a donde va, y ella le dice que iba a terapia intensiva a pedir parte médico… al escuchar eso, yo me desmayo!! Me desperté, me tomaron la presión A mí no me importaba el embarazo, porque sino, hubiera dejado las drogas. Solo cuando Carlitos cumplió el año de vida empecé a tomar conciencia como mama. Mi cabeza hizo un “clic”, porque me asusté, me di cuenta que mi hijo estaba y que mi hijo me necesitaba… 156 CASO Nº 6 [J.S.] Soy J. S., tengo 27 años. Hace diez meses que no consumo. Niñez, los recuerdos lindos y el consumo Tengo cuatro hermanos, a mi mamá y mi papá vive en la costa. Por parte de él, tengo dos hermanas mujeres. Yo no había nacido y mi papá cayo preso, en si, había robado mi tío y lo señalaron a mi papá, y por eso cayo preso. Yo lo conocí cuando tenía 10 años. Mi mamá era mucama y trabajaba por horas, trabajaba cama adentro. Yo nací en la costa, desde los ocho meses a los dos años, viví con mi tía, hasta que mi abuela se entera y me va a buscar, y me cría hasta los diez años. Para mí, mis papás eran mis tíos, hasta que tuve siete años y empecé a preguntar y mi abuela me contó la verdad. Ella la buscó a mi mamá y conocí a mi mamá; y también me enteré que tenía hermanos y que mi verdadera mamá estaba embarazada. Después de que nació J., al año y medio, mi mamá nos lleva a un hogar. Mamá tenía muchas idas y vueltas… El hogar de Niños se llamaba “La Antorcha”, y quedaba en González Catán, este hogar ya no existe… Viví en el hogar hasta los trece años. Un día mi tía compro un departamento, y se lo regaló a mi mama para que nos tenga a todos juntos. Mamá para esa época trabajaba como auxiliar en una escuela, ahora ella trabaja como casera. Los recuerdos más lindos los tengo con mi abuela. A mí me dolió mucho cuando me separaron de ella, me mató. Estaba acostumbrada a que ella me peinara el pelo, que me cuidara… me llevaba a la Rural y como era jubilada le entregaban leche, y me hacía arroz con leche… iba a una escuela privada, íbamos a misa, me llevaba al zoológico, y los fines de semana nos íbamos al Country Aranjuez, porque ahí vivía mi tía… y esos eran mis recuerdos lindos. También tengo lindos recuerdos con mis hermanos en el hogar… Tuve una familia sustituta, por juzgado. Esa familia sustituta había adoptado a una beba, que vendría a ser mi hermana mayor, Vanesa. Esa hermana tenia un novio que se drogaba, y ahí empiezo a conocer lo que era la joda, la marihuana, empecé a fumar cigarrillos porque mis compañeras de escuela lo hacían… y a los trece años empecé a fumar marihuana, a tomar cocaína y me fui de esa casa… Empecé a fumar marihuana por V. Estábamos un día a la vuelta de nuestra casa, parando en la esquina y ellos fumaban marihuana, me preguntaron si quería probar… les pregunté como tenía que hacer… fumé, lo probé y me gustó. Después, era todos los días fumar marihuana. A los que eran mis papás les pedía plata para los cigarrillos, y ellos me la daban… siempre me daban plata y compraba marihuana. Cuando fumaba, me reía de todo… un día a mi papá adoptivo le mostré una mala nota, y yo me reía, y me preguntó si yo le estaba tomando el pelo… Yo fumaba todos los días y ellos no se daban cuenta… ellos querían ponerme muchos limites, me cansé de eso y me fui. Yo tuve un novio, él me quería mucho y estuve de novia varios años… y antes de irme de la casa, lo dejé. Yo no quería que él se diera cuenta de que yo 157 fumaba, y por eso le inventé que estaba con otro chico, fue una forma de prevenirlo, para que no sufra… él era capaz de seguirme hasta el fin del mundo, él me quería de verdad. Cuando me fui a la calle, paraba por Vicente López y mecheaba… mecheaba y limpiaba vidrios. Después empecé a ir a Palermo y dormía en los bosques, después paré por Once, Liniers, Retiro, Constitución… San Nicolás, Rosario, viajé mucho… quería conocer las provincias de mi país… era nómade. También fui re-cocainómana. Yo robaba mucho para consumir… con Darío, robábamos, nos alquilábamos una habitación, nos comprábamos y después, robábamos de vuelta para comprarnos la droga… Él se me escapaba, se iba a la villa, a los pasillos, robaba y fumaba, robaba y fumaba… y las primeras veces lo iba a buscar, hasta que me canse. Yo me preguntaba porqué esa porquería lo dominaba tanto?? Entonces probé la pasta y me enrosqué más que él… Embarazo y muerte de mi hijo A los 15 años quedé embarazada de mi primer hijo, de G. El papá se llamaba D., y cae preso, entonces me junto con M. M. se hace cargo de mi hijo, y como él era de Rosario, nos vamos a vivir ahí. Mi nene nace en Rosario, en el Hospital Centenario; al poco tiempo nos vinimos a Buenos Aires… Me agarro la locura!!, yo quería ver a mi familia y por eso volvimos a Buenos Aires… lo que había pasado, es que cuando estaba de seis meses de embarazo, apareció mi mamá en Rosario y al verme con la panza, ella quería que abortara… ella no quería saber nada con mi bebe y le daba vergüenza salir conmigo. Le daba vergüenza tener una hija de 15 años embarazada… igual, a penas vio al su nieto cambió de opinión… Estando en Buenos Aires, nos fuimos a la casa de mi tía con mi pareja, para no estar en la calle con el nene; al poco tiempo, tomamos una casa en Palermo, nos fuimos a la casona que queda al lado del Jardín Japonés. En ese lugar vivimos mucho tiempo, pero me quisieron robar dos veces al bebé ahí… por eso me fui de ahí. Nos fuimos a Plaza Lavalle, a la que queda frente a Tribunales, y en Corrientes y Uruguay en el Teatro Metropolitan pedíamos monedas, cuidaba coches… y el 02 de febrero del 2005 murió mi hijo. Murió en la calle, en Plaza Lavalle por muerte súbita… tenía seis meses. De ahí, lo subieron a Tribunales, le hicieron reanimación, pero no lo pudieron reanimar y me agarró un ataque de llanto, de pánico… salí corriendo y me quise tirar debajo de un colectivo!! La “femenina” no me dejó. Me llevaron a la comisaría, del juzgado me ponen una abogada, y la abogada le hizo una especie de contradenuncia a la comisaría por tenerme en una celda, porque yo no había hecho nada… Me trasladan a un instituto de menores. Lloré toda la primer noche… al otro día me fue a despertar la celadora, y mis mismas compañeras le dijeron que no lo haga, porque había llorado toda la noche. Ellas le preguntaron porque había entrado yo, y la celadora les contó que se me había muerto un hijo, y como estaba en situación de calle me habían llevado ahí. 158 Mis compañeras, me acompañaron en mi duelo… me pusieron una psicóloga y le dije, que si para el martes siguiente seguía estando ahí, el miércoles me suicidaba. Le dije que yo me ahorcaba... Me llevan a la Clínica Psiquiátrica “Nuestra Señora de Luján” de Palermo. En esa clínica me quedo un año y medio… estuve ocho mese sin hablar, dos meses sin comer. Empecé a hablar con un psicólogo… un día cuando él y una enfermera se descuidaron, me tomé cuarenta rivotril y cuarenta clonazepam; terminé en el Hospital Fernández con un lavado de estómago y no salía de terapia intensiva. Mi corazón y mi cuerpo estaban bien, pero yo no reaccionaba… yo me estaba dejando morir, estuve un mes así. Salí de terapia y me volvieron a llevar a la clínica psiquiátrica, ahí permanezco un año y medio más… pasé casi tres años y medio en ese lugar, hasta que me pasan al Hogar Imagen… y ahí me corto los brazos… Me vuelven a llevar a la clínica psiquiátrica, paso ocho meses y me trasladan a otro hogar en Paternal, y de ahí me escapo… volví a la calle, volví a las drogas y fue peor… Yo me quería matar, quería terminar con mi vida y la mejor manera de terminar con mi vida, pensaba que era drogándome… pensaba que sería la manera más rápido para hacerlo, pero fue la más lenta. Me drogaba pensando en mi hijo… me drogaba preguntándome que culpa tenía y que había hecho para merecer eso. Le preguntaba a Dios por que? Yo soy una maldita, a mi no me conocen mi estado de maldad!!... Yo aprendí a ser en la calle así. Yo tengo dos homicidios encima… yo tengo maldad, pero no la despierto!! Tenía 17 años… o me mataba él o lo mataba yo. Me puso un cuchillo en la garganta y me estaba manoseando. Yo tenía una trincheta y supuestamente íbamos a buscar dos “fierros” para ir a robar… él me quiso hacer creer que la conocía a mi mamá y que yo era producto de una violación, y que era hija de él… Me puso el cuchillo en la garganta y me quiso manosear, cuando me quiso manosear yo tenía la trincheta en la manga de la campera y le corté el cuello un poquito… cuando el baja la guardia, le clavo la trincheta del otro lado y le corto todo el cuello… todo se le abrió, lo deje tirado en el medio de las vías y me fui. Yo me defendí. Después de eso me volví al psiquiátrico. La villa 31 y la llegada de mi otro hijo Cuando me escapo de la clínica me voy a Retiro, con mi junta… paraba en el subte, en la plaza del reloj, en el descampado de la línea San Martín, por ahí. En ese lugar de la villa, jugábamos competencias, arrebatábamos y corríamos a ver quien llegaba primero a la villa, hasta que pusieron las rejas; después, nos movimos para la entrada de la San Martín, en la Terminal y hurtábamos, carteras, celulares, billetera en mano, cámara digital, lo que fuera. Una vez vimos a dos chinos con la “Sony”, y éramos cinco para sacárselas… y los chinos nos corrieron hasta la villa, pero no entraron. Empecé a conocer la villa 31, a la gente y me movía como quería. A veces pagaba una pieza para consumir encerrada, porque no me gustaba en el pasillo, armaba mis propias ranchadas en una habitación… conocí más gente, 159 y me hice querer, porque con la gente que me abría las puertas de su casa, no era mano larga; pero si era un “gil” que no me cabía y que me manoseaba, sí… pero si era un amigo que me bancaba para bañarme y dormir, no le robaba. Salía de la villa para robar, y para tener mi consumo, para tener mi plata… a todo eso, pasaron siete años sin que viera a mi familia... Fui una sola vez, y mi vieja dijo que yo traumaba mucho a mis hermanos con mis idas y mis vueltas. Ella me seguía culpando por la muerte de G… y me acuerdo que cuando enterré a mi hijo, ella, mi mamá me escupió la cara. En el cementerio de Chacarita me dijo que yo había matado a mi hijo… Esa vez que la fui a visitar, lo hice porque había robado billetes bien, eran dólares y la busqué para cambiar la plata. Ella me acompaña a cambiarlos, le dejo plata para mis hermanos y me voy… ella me demostró, que cuando yo tenía plata yo le importaba, sino no… yo daría mi vida por mis hermanos, pero no fui más por siete años… Fueron siete años de pura droga, puro alcohol… y la puedo contar!! Estuve en pleno tiroteo en la “31”… hay que tener ovarios para pasar la noche ahí. Yo en la villa la juego de local, porque me paré mucho de manos con los locales, con los peores transas, me paraba de manos igual. Nadie podía decirme donde drogarme, yo hacía lo que quería… es más, la brigada me llevaba en cana y las pibas de las bandas locales, saltaban por mí. Saltaban y les decían que me dejen consumir tranquila… yo era fisura, pero me gané el respeto por pararme de manos… En la “31” hay varios barrios, yo paraba en el Guemes, y en barrio Chino. A los pibes de la banda del barrio Chino los “besé”, porque cuando ellos consumían en el Guemes paraban conmigo, y en el Guemes a mí me respetan un montón y les liberaba la pasada, yo sacaba la cara por ellos… También me acuerdo, que cuando yo era principiante en el barrio Chino, las pibas me “bardeaban”, y yo no me dormía, las enfrentaba. A mí de careta no me sacaban nada, y si tenía que sudarla, la sudaba… Había una piba que era la cabecilla de la banda, porque hacía boxeo y yo la enfrente, entonces, como yo les robaba a los transas, les empecé a regalar marihuana y empezó a estar todo bien… Yo juntaba cosas de la basura y las vendía, y una vez en un conteiner me encontré un descarte de los transas, me encuentro 10 tizas de cocaína, 5 tizas de paco y 30 bagullos de porro… y me junte en la esquina en que paraban los pibes del correo [barrio Comunicaciones, villa 31], le di a probar para ver si era buena, y entre a regalar cocaína, y entre a regalar marihuana… y me hice querer, me respetaban y tenía los mismos códigos; si ellos tenían que saltar por mí, ellos lo hacían… Caí en cana pero nunca presa, porque robaba con mucha diplomacia, y puedo decir que robe todos mis 27 años y nunca me atraparon. La única vez que estuve en un instituto fue cuando murió mi hijo… pero no se puede comparar una cosa con otra. Fui demorada por drogas, por hurto en comisaría pero me soltaron… y mi vida fue así, hasta que quedé embarazada de Samuel. En la villa no tuve parejas, era un toque y nos vemos… en el corso!!, Yo no me casaba con nadie. El papá de mi nene está preso en Marcos Paz, robó y lo atraparon… a él lo había conocido en la entrada de Retiro, parábamos juntos, en realidad lo conocía hacía mucho, y siempre le tira pluma pero era medio tonto. Un día nos fuimos a robar juntos, y nos fuimos a sentar a un auto 160 a drogarnos… y bueno!! Y pasó lo que tenía que pasar y nos pusimos de novios y fue. Fuimos nueve meses novios, tenía un atraso de tres meses y se lo digo a Marcelo… era de noche, y yo me agarro con una piba a las piñas, y estaba re dura, puesta. Y le conté. Él se me quedó mirando y pregunto si me había hecho el “evatest”… me dijo que no se sentía preparado para volver a ser padre, y que si yo lo quería tener que lo tenga, que él me iba apoyar igual, y que yo decida… Me dolió el alma, yo lo amaba mucho… yo lo dejé de ver, me dolió tanto que me fui. Me fui al fondo de la villa, me fui a vivir a la parte de los containers, cerca del correo, él vivía por la entrada de la estación San Martín, entonces nunca nos íbamos a ver… Y así fue creciendo mi panza… lo fui a buscar, y me enteré que cayo preso, creo que por robo. Me seguí drogando y me puse de novia con un transa… él solo me quería para el sexo y cuando me di cuenta lo prendí fuego. Lo prendí fuego mientras dormía, yo le había avisado que lo iba a hacer… pero lo despertaron y lo salvaron. A los seis meses de embarazo empecé a ir al Hogar de Cristo… Un día fui a desayunar. Muchos chicos que consumían conmigo en las ranchadas iban a desayunar. Iba a desayunar, a comer, a pasar el día, y ahí fue cuando deje de consumir en el día. El primer control me lo hice a los siete meses de embarazo, me llevaron al Hospital Rivadavia. Me dejaron internada tres días y me escapé… me escapé porque estaba aburrida y sola… al mes, a los ocho meses de embarazo empecé a tener muchos dolores y me llevaron devuelta, pero yo seguía igual en consumo. Me hicieron una ecografía y salió que era un varón, pero yo quería tener una nena… Yo dormía en un container, en los containers de Gama… vivía siempre sucia, con las uñas negras y cortas… tenía un colchón de dos plazas, mi reposera, un roperito con ropa, una mochila azul, ropa de bebé que los pibes me rescataban para mi bebé, y como todos sabían que si yo hacía así [gesto de corte de cuello] y todos se alejaban, todos querían venir a fumar conmigo… los que tenían plata!! En el container yo tenía mi ranchada, yo elegía quien entraba… el que respetaba mi lugar entraba, sino no!! Los de Gama me conocían… es más, venían, me golpeaban el container y me decían cuando lo tenía que cambiar, me decían a cual me tenía que pasar. Ellos me ayudaban a mudar todo, hasta me preguntaban que iba a hacer con el bebé cuando nazca… A los ocho meses yo seguía consumiendo… dejé de ir al Hogar de Cristo y consumía día y noche… día y noche… y seis días seguidos, diez días seguidos… ya cuando los pies no me daban más, que las venas se me resaltaban para fuera… paraba!! Alternaba paco… merca… y mixtos. Cuando no me pegaba el paco tomaba merca, después fumaba mixto y volvía al paco, y así!!... paraba cuando la panza se me ponía dura, cuando él [señala al hijo] se ponía duro… y ahí aflojaba… dormía durante tres… cuatro días y volvía a consumir. Una vez embarazada, estaba durmiendo y me encerraron en mi container durante cuatro horas… y con otra piba empezamos a gritar y nadie nos 161 escuchaba… estábamos dormidas y no nos dimos cuenta que nos encerraron. Nos habían puesto un container arriba, uno al costado y nos iban a poner una adelante… nos íbamos a morir asfixiadas… gritábamos, gritábamos, golpeábamos las paredes para que nos oigan… agarre una planchita [de pelo] y empecé a pegar más fuerte… hasta que nos escuchó una nena, y la nena le dijo a la mamá; esa mujer fue y les dijo: -no escuchan los gritos?? Y pararon las máquinas y nosotras seguíamos gritando. Estábamos desesperadas… y bueno, salimos. La última semana [de embarazo] tenía muchos dolores… y consumía más para no sentirlos. Y ya los últimos días, por más de que consumía los sentía más… me sentaba y sentía presión abajo; me acostaba y me dolía todo… La última noche me fui a robar cobre dos veces y me hice como tres mil pesos cada vuelta, y al otro día ya no daba más… me había consumido la vida… apareció la madrina de mi hijo, y me dijo que vaya para el Centro Barrial [Padre Múgica], que después nos íbamos para el hospital, porque yo estaba con muchos dolores… pero esperé un rato y me fui a vender el cobre y el aluminio que tenía guardado, saco la pipa y me fumo la resina. Y me voy caminando al Centro Barrial… me bañe… me quise sentar a comer y me peleé con todos, porque tenía muchos dolores… llega la ambulancia y me subo… llego al hospital y estaba con trabajo de parto, tenía 2 de dilatación… y no lo podía creer!!!, eran las 16hs… A las 22:30hs nace mi bebé. Fueron seis horas larguísimas… la partera me dijo que me bañe antes de entrar a la sala de parte, me bañe y empecé a tener dolores más fuertes. Hacía flexiones con las piernas, le pegaba piñas a las ventanas y gritaba mucho… estaba coronando, tenía 9 de dilatación y me pusieron en los pedales… y yo gritaba!!! no pujaba… me rompieron la bolsa y se dieron cuenta que el bebe venía enredado con el cordón y me dijeron: -Mamá, estas gritando y si no pujas el bebé se va a asfixiar!! Hice cuatro empujones y al quinto empujón nació S… él no lloraba!! Me desespero y le pregunto a la doctora porqué no lloraba… le pegan al bebé, el seguía sin llorar y se lo llevan!! Creo que le hicieron reanimación… y empezó a llorar y me dicen: -Ese es tu bebé!! Yo preguntaba porqué no me lo traían!!!... me llevan a la sala, me acompañaba la profesora de música del Mujica [centro barrial Retiro], yo seguía preguntando por mi bebé y me decían que no me levante porque me podía agarrar una hemorragia interna. Me dormí. Yo venía de tres días de gira, así que se lo tuve que decir a la doctora, porque sabía que el consumo iba a saltar. Me llevan a “neo” y lo veo: estaba todo con tapones, con respirador, todo entubado, y yo lloraba!!. Al verlo por primera vez, sentí mucha dulzura, pero al mismo tiempo… Mis primeros dos meses con S., fueron muy difíciles, yo no lo quería, no lo aceptaba, y esa es la verdad!!... En “neo” no me lo dejaban alzar porque estaba todo conectado, a él de daban suero porque no comía, pero gracias a que estuvo internado ahí, le sacaron la sífilis y a mí también. Tenía una asistente social, una psicóloga y una psiquiatra que me iban a ver, que eran del hospital… yo había llegado al hospital con la pipa en el bolsillo, y 162 pensaba que me iba a ir a seguir consumiendo, porque no lo iba a tener todavía. A los dos días, después de que nació Samuel, tiré la pipa por la ventana; al tercer día empezó a comer, le pude dar mamadera… Él había nacido con 2,500kgr y después de 15 días, salió del hospital con 3,900kgr.; en esos 15 días, yo no salía de “neo”… Lo increíble era que no pensaba en consumir, mi preocupación era: donde iba a estar?, donde iba a ir a parar con mi bebé? Yo no quería volver a la calle con él y estaba angustiada por tener a mi hijo en “neo”. La asistente social del hospital, había ido a buscar a mi mamá pero no la encontró; ella se entera de que tiene un nieto, a los tres meses de que nació Samuel. El día más lindo, fue cuando el padre Eduardo nos fue a visitar al hospital; él se presenta en neonatología, y le habló con tanto amor a la de seguridad, que la de seguridad le dijo que espere un ratito, ella fue a buscar a la directora de “neo”, la directora se acercó y le preguntó por qué el estaba ahí? El padre “Edu” le respondió diciendo, que nosotras éramos de su Hogar, que éramos sus chicas… y nos dio la Bendición!!, fue hermoso; yo tenía a upa a mi nene y el padre Eduardo me pregunto: -Y ahora?... Salimos de “neo” y hablamos, me dijo que si no tenía un lugar a donde ir, no me iban a dejar salir, también me dijo, que del hospital querían mandar al nene a un hogar y a mí, a una comunidad. Entonces él me dio dos opciones: la casita de Flores [dispositivo conjunto entre el Hogar de Cristo y el Hospital Nacional en Red] o la Granja Madre Teresa en Gral. Rodríguez. Le dije que la casita de Flores no me servía, porque la villa la tenía a dos cuadras, y le dije al padre Eduardo que me envíe a Rodríguez, porque estaba cerca de Luján; él me dijo que lo piense, porque era zona de campo, y yo le dije que no me importaba y le di el OK!! Yo lloraba de la alegría!! Porque en otras oportunidades cuando yo quería internarme, me decían que tenía que esperar dos o tres meses, y gracias al padre Eduardo y a la gente del centro barrial de Retiro [Padre Mujica], no tardaron nada en ubicarme. Antes de darnos el alta en el hospital, al día 12, me viene a visitar María, que es la referente del la Granja Madre Teresa. Ella me contó como era la granja, que había varias casas y que en cada casa vivían dos o tres chicas con sus hijos; que se hacían grupos cuando se los pedía, que había una psicóloga, una asistente social, una psiquiatra; que había una plaza, que había chanchos, gallinas y una huerta, y me gustó la idea… La trabajadora social del hospital, dio parte en el consejo [Consejo Nacional del Menor y la Familia], para que yo pueda venir a la granja. Mi llegada a la Granja Madre Teresa No veía la hora de irme!!! Y a los 15 días de que nació mi hijo, ya tenía todos los bolsos preparados para irme. Era un jueves, tenía el alta del bebé, me habían dado la libreta con las vacunas de él, ya tenía su partida de nacimiento, llega el padre Eduardo y empiezan a dar vueltas… y lo que faltaba era mi alta!!, pasaron tres horas, y cuando bajo, había un montón de chicos del centro barrial y también estaba Silvina [psiquiatra, directora de la Granja Madre Teresa], ella 163 me abraza, se presenta y nos fuimos en la camioneta a la granja con el padre. Cuando estábamos en camino le digo al padre: -Edu, hay que comprar la leche para el bebé!!, él paró la camioneta y compramos la leche, compramos la mamadera, y le digo al padre:… y el agua caliente ahora, para la mamadera??. Silvina me mira y me dice: -Hace 15 días que estás sin consumo, ahora podes darle la “teta”!!!. Me dijo que ya estaba desintoxicada, que no tenía droga en el cuerpo y que podía dar de amamantar tranquilamente, y le di la “teta” a S. Cuando llego a la granja, estaban V., B. y S., y nadie más. Silvina me acompaño a conocer mi casita, me acomodé en la habitación que yo elegí, y elegí la habitación más chiquita, porque sabía que después no la iba a tener que compartir [risas]; arregle un poco las cosas… Ya el primer día me mandé una cagada!!, le quemé el piecito a S. con la cocina. Yo lo tenía a upa, quería fritar una milanesa, el nene apoya su piecito y él pega un gritoooo!!... salí corriendo con el nene llorando a llamar a M. [referente, operadora par]. Solange tenía una cremita que le pusimos en el pie, fue una quemadura leve. Los primeros dos meses en la granja fueron complicados. Porque lo amaba porque era mi hijo, pero no lo quería tener. Yo lo rechazaba por mi bebé anterior, por mi hijo fallecido… Silvina tuvo que trabajar mucho conmigo… pero después de que cumplió los tres meses mi hijo, las cosas cambiaron. Él me miraba cuando le hablaba, se sonreía cuando le hablaba… y lo empecé a mimar más, me di cuenta que era mío y que era mi responsabilidad. Y es mío. Y así fue cumpliendo meses, y no es fácil… La convivencia en la Granja Con B. me llevaba mal, porque es una chica muy dejada y rebelde. Cuando ella estaba conmigo, mi bebé tenía un mes de vida, y ella eran las dos o tres de la mañana y estaba despierta haciendo ruido, golpeando las puertas, los muebles, plaf! plaf! plaf!, y además, no limpiaba el piso. Con G., ella se fue de acá, porque no nos respetábamos, las dos chocábamos mucho, y ella también era muy ruidosa, también golpeaba los muebles, ponía la televisión a todo lo que da; entonces yo le pagaba con la misma moneda, cuando ella dormía la siesta, le ponía el televisor a todo lo que da y golpeaba los muebles, para que ella vea lo que se siente… J., era como si tuviera a B. y G. juntas, fue con la que peor me lleve y súmale a eso, que tengo un carácter fuerte y complicado. María, es mi compañera actual y es también, mi compañera de huidas, es una persona que si yo no limpio, limpia ella. Y si ella limpia, yo lavo los platos, y si yo limpio adentro, ella limpia afuera, nos integramos. Ella tiene en cuenta, que esta embarazada de 4 meses y que en la casa hay un bebé de ocho meses. Mi vida cambió por mi hijo, ese fue mi “click”… por esa personita que vive y respira por mí. Porque yo le doy de comer, yo lo baño, yo lo cuido y yo estoy a la expectativa de él. Hacía falta que él apareciera en mi vida, porque nadie apostaba por mi. Cambió mucho en mi vida desde que llegue acá… mi manera de expresarme, mi manera de actuar, mi manera de pensar las cosas. Me siento más calmada, es como que no me “llama” tanto el tema del consumo, salvo cuando tengo mis 164 arranques de locura y empiezo a los gritoos!!... pero se que no es tanto por el consumo, sino que viene más por el lado o el tema de la angustia. Por sentir las cosas “careta”, porque es la primera vez que estoy lúcida, son los primeros ocho meses de mi vida lúcida, y después de 10 años de consumo…!! Es empezar a sentir el amor, la angustia, las tristezas, la esperanza; de querer planear cosas y que se me derrumban… me ahogo en un vaso de agua. A cargo de la granja Me ofrece Silvina [psiquiatra] un viernes, hacerme cargo un fin de semana de la granja, por ser la chica con más meses “careta”, y porque las referentes no iban a estar disponibles. Entonces, a lo primero di el OK y no lo pensé mucho… y después me di cuenta, de las responsabilidades que tenían S. y M. Le dije a S. que se fuera tranquila, ella me deja doscientos pesos para los gastos, me deja el handy y traté de no molestarla mucho por teléfono. Paro a la noche, una de las chicas se va con el novio sin avisarme; Gachy se fue y no me había dicho nada… y yo le digo a su compañera de casa: -cómo no me van a avisar!!, encima dejó a su bebé y sabiendo que yo estaba a cargo?... Bueno, la llamo a la psiquiatra para avisarle de la situación, y me tranquilizo. A las dos horas llega G. y me golpea la ventana, pidiéndome disculpas!!... Es mucha la responsabilidad de ser referente… hay que estar pendiente de todo!! Yo hablaba todo el tiempo con Silvina, y creo que la volví loca, por la cantidad de veces que le enviaba mensajitos. Al hacerte cargo de otras chicas, vos estas pensando constantemente en que no se escapen para irse a consumir. Si una chica se iba de la granja, yo no estaba tranquila hasta saber que llegara, y recibir un mensaje diciendo que llego!! Eso me pasó con M. y con N., están las dos embarazadas y la tentación la tienen. A N. el tema de ir a Retiro le tira, porque es el lugar, ahí consumíamos. Pareja M. ama a mi hijo!! Es más, nos peleamos y le dije que acá se termina todo y el me dijo: bueno, pero lo único que te pido es que no me quites al nene!! ... Cuando llego a Retiro, él me pregunta que es lo que quiere que le cocine al nene. Cuando él viene a visitarme a la granja, él pasa más tiempo con mi hijo que conmigo… Él quiere empezar a vender productos de limpieza en la calle, y le dije que no. Estaría todo el día deambulando, y es mucho más arriesgado, porque hay mucha tentación de consumo. Él estuvo cuatro meses en granja [San Miguel], y hace dos meses que esta afuera, y en realidad, no se si consume de vez en cuando. Él es cocainómano. Yo quiero que venga a vivir para acá, pero yo que se… lo veo cada quince días, y que venga un sábado y se vaya un domingo, no me alcanza. Y a parte, yo se que si le dicen de venir acá, él lo único que va a decir, es: -cuando me voy [para ahí]?. Él podría trabajar en la huerta, pero le juega en contra que es provincia, y que no es tanta ciudad… Y después pienso… tenerlo todos los días acá? 165 Por otro lado pienso, él tiene compañeros en Retiro que la juegan de rescatados, y nada que ver. Consumen alcohol todos los días y la re-dibujan; y él, está tratando de hacer las cosas bien, y entonces le cuesta… Es cuestión de querer [dejar de consumir], también; porque si yo no quiero, no lo hago… Yo sueño… y deseo mi vida con ansias con él. Lo amo mucho, lo celo mucho. Soy una persona muy obsesiva, y si él es mío, no es de nadie y tengo que cambiar esa actitud, pero me cuesta. Estoy trabajando con mi personalidad, con mi impulsividad… él me dijo, que esta semana lo traté mejor!!, y lo traté mejor, porque estoy escuchando un CD cristiano, que me está ayudando en mi comportamiento, con mis actitudes y me siento en armonía con Dios. El amor sin consumo En consumo el amor eran caprichos, calentura, y ahora no!! Ahora es real, porque no hay un consumo de por medio, y no hay nada en el medio. Hay compañerismo… si no tengo plata, él me trae frutas, compra comida, y hacemos cosas juntos para pasarla bien. Nos cuidamos… lo que yo tengo, es suyo y mío; y lo que él tiene, es mío y de él. Yo esta semana no trabajé, y tengo solo $ 100.- en el bolsillo; entonces, le dije a mi mamá que no iba a ir porque estaba sin plata, y él me dijo que tenía $ 200.-, entre los dos sumamos $ 300.- y con eso, pudimos armar algo para el cumpleaños de mi mamá; llegamos a la casa de ella con una torta, y no fuimos con las manos vacías. Yo tenía miedo de que mi mamá, lo conozca a mi novio. Porque ella me dio varios motivos, y no quería saber nada con él. Ella me dijo, que tenía miedo de que me llene de hijos, y que no quería que haga, lo mismo que hizo ella. Mi mamá tiene 5 hijos y todos de distintos padres, y tuvo muy malas experiencias con los hombres, por eso no quiere que yo repita su historia. La entiendo a ella, pero le dije: yo tengo 27 años, un solo hijo y a parte tengo el chip implantado [anticonceptivo] por tres años… Hasta los 30 no pienso tener más hijos, salvo, que mi novio y yo queramos tener otro hijo antes. Con él, queremos darles una buena educación, la mejor que podamos para S. y L., que es la hija de él. Nosotros, hasta que no tengamos plata, hasta que no tengamos nuestra casa, “porque casado quiere, casa quiere”!!... nos amamos, pero no podemos tener hijos hasta no tener nuestra casa, y pensamos los dos lo mismo. Futuro juntos No queremos depender del Hogar [de Cristo], él tiene su título de cocinero y en eso Matías es re-estricto. Lo que tenemos pensado es algo formal… Los dos queremos trabajar, ser independientes para cuando S. camine, y me diga papá, mamá me pegó, ya queremos tener nuestra casa. Queremos tener todo propio. Él quiere nuestra casita en provincia, porque es más lindo cuando los chicos se crían en el campo, los nenes son más sanos… y él también me dice: si vivimos en capital, voy a estar preocupado cuando salgo a trabajar, de que me entren a robar, y de que no me entren adentro. Él piensa mucho en Samuel, en el nene; su preocupación es mi hijo. Él está allá, pero está acá… y yo me siento más segura con él. Él está encargado de la cocina en Retiro [centro barrial], igual hay como ocho ayudantes más; además es ayudante de trámites. 166 Abstinencia [julio 2015] Me fui de acá con cien pesos y pensé en consumir. Yo sabía que quería consumir, ayer pensé todo el día en consumir, hoy pensé todo el día en consumir. Pensé, tengo cien pesos, los bolsones de pañales, el bolso de cuero para vender… y me decía: me fumo la vida!!! … cuando llegué, me dejaron dormir en la cocina… Mi novio me dijo, te dejo las llaves de la cocina y pensé: si este me deja las llaves, yo salgo del hogar cuando quiero y me drogo cuando quiero, y nadie se enteraría de nada!! Entonces, le di el celular y el dinero que tenía, y le dije que me encerrara en la cocina… él se me quedó mirando, y me encerró!! Me quedé encerrada toda la noche, sino me escapaba… El trabaja en la cocina y está encargado de llevar a los chicos a la Granja San Miguel. Ayer se fue a la SEDRONAR con otro operador. No me fui a consumir porque tenía a mi nene. Esto lo hable con mi psicóloga. S. me saca mi libertad, me saca todo… ya no puedo hacer lo que quiero, tengo que estar acá obligada por él... estoy podrida!!! Quiero hablar con mi mamá, le voy a firmar el papel y quiero que lo tenga ella… me lo quiero sacar de encima… Y se lo voy a dar a mi mamá. Voy a hablar con ella hoy. Ya no tengo más ganas de tenerlo, tengo ganas de hacer mi vida… Me quiero ir y no puedo por este “guacho”… él me hace lo que se le canta… Yo ya cumplí mi papel, que lo cuide la abuela. Lo cuidé hasta los siete meses, y que me deje de joder. Ya lo hable con mi novio, y me dijo que estaba loca… y me dijo que si doy al nene, que me olvide de él… le dije que le iba dejar el nene a mi mamá y me iba a ir a consumir… Creo que si se lo digo a mi mamá, ella me mata… quiero hacer comunidad. Yo no le quiero cagar la vida a mi hijo… quiero ir a una comunidad porque ahí hay más respeto, hay más orden. Porque si yo acá me mando una, están todos encima dándome leña, leña, leña… a mi no me sirve esto, y más adelante me va a perjudicar… y como yo quiero una buena vida, le voy a dejar el nene a mi mamá, le voy a firmar los papeles y hasta que yo no termine mi tratamiento en una comunidad, quiero que se lo quede mi mamá. Le voy a dar una tenencia provisoria… provisoria, y eso. Yo conozco a mi mamá, y no me va a decir que no… Perdí el celular por su culpa [hijo]… Voy a buscar el handy para llamar a mi novio, y que llame a mi celular… lo perdí al bajar del colectivo y me voy a comprar otro. 167 Charla en grupo sobre abstinencia C.: -Tengo ganas de drogarme… las jodo, las molesto, y no me doy cuenta de que yo tapando mis cosas malas, ahora y recién ahora acepté que yo estaba mal y no supe decirles: chicas estoy mal!! Estaba sobrecargada con las nenas, me tenía que levantar temprano para ir al dentista, quería ir a mi psicóloga… y no llegué!!... no llegué!! Tenia ganas de que Cristina se suba al tren con mi nene, que ella se descuide y bajarme en Palermo para irme a drogar… estoy con esos pensamientos de mierda, pero no me voy… hasta el momento todavía no agarré una pipa porque no quiero, porque tengo abstinencia pero no quiero porque tengo un hijo!! M.: - Tuve un fin de semana muy loco... Me encerré porque tenía unas ganas de consumir tremendas. Soñaba que estaba fumando y no me pegaba, fue terrible!! Me acordé cuando le dejé el nene a mi mamá, y le dije que me iba a cenar, que volvía a las tres de la mañana y volví cuatro años después!!… Volví me reconcilié con ella, y me dijo que me había visto en la tele fumando paco, y nada… Pensé, como debe haber estado mi mamá esa noche, con mi hija, esperando que yo llegara, y fue algo que nada… te mata!! El fin de semana… eran las cinco, seis de la mañana, saqué el pollo del congelador, comía hielo, me fumaba un cigarro, tomaba agua y parecía que en el cuerpo tenía un demonio adentro!! Me sentía descompuesta, como que me bajaba la presión, y pensaba que si no consumía me iba a morir… y ya pasó, acá estoy!! C.: - Ayer a la noche mi novio me preguntaba, que te pasa? … porque no puede ser que por un perro te quieras ir. Me dijo que era una boludez y empezó a escarbar el tema… le dije que tenía ganas de darle el nene a mi mamá e irme a drogar, porque tengo una ganas impresionantes de irme a consumir… me temblaba el cuerpo, las manos, y me dormí a las cuatro de la mañana. A las siete ya estaba arriba, porque en la cocina se hace el desayuno para todos… Me está costando un montón y me di cuenta de que me subestimé mucho queriéndome hacer la recuperada, y no es así… me di cuenta que tengo que dejar mi laburo, lamentablemente y enfocarme en mi tratamiento. La verdad, es que necesito que me tengan paciencia… soy muy impulsiva, y tengo esos impulsos… lamentablemente me guardo tantas cosas, y por una cosa chiquitita exploto y esa no es la manera. Tengo que sentarme y tener una larga charla, porque siempre me cuidaron, y tengo que agachar la cabeza y decir: perdoname!!... Yo se que enojada, en un momento la agredí a G… G.: - No me agrediste… me dijiste un par de cosas y te entendí, porque estabas enojada!! Igual, todo bien. Me levanté para pedirte disculpas, fue una joda tonta… te tiramos la correa por la ventana y te pedimos recompensa por el perro… También habíamos pensado en esconderte al bebé… C.: - Y ahí me las comía crudas… 168 M.: G.: M.: G.: C.: La verdad, es que tengo que aprender a ser más compañera en el sentido… de ser más compañera, de acercarme y decir: tengo una abstinencia de la c.. de la lora!!, me pueden ayudar???... Me siento avergonzada de mi misma, de estar siete meses sin consumo y tener abstinencia, y de no darme cuenta de que eso es normal!! ... me siento decepcionada de mi misma, y yo quiero demostrarles a ustedes que se puede, y quiero que salgan adelante porque las creo valientes… no es todo color de rosas… - No es todo color de rosas… estuve todo este fin de semana, y se me salía el alma del cuerpo, y me di cuenta de lo que dice el “Piti” en la canción: “…estamos enfermos, perdonennos, perdonennos” [Pity Alvaréz- Intoxicasos, letra: Fuego]. Yo puedo estar careta, pero estoy re-consciente de que estoy enferma, de que puedo volver a consumir, volví muchas veces y eso me da terror!! Me da terror, porque la última vez casi no vuelvo… y si no me agarraba la yuta, no me salvaba… entonces, no puedo seguir jugando, porque si me voy de acá no se si vuelvo. Porque puede ser que me cuelgue, porque puede ser que me agarre alguien que me tiene bronca, y me puede pasar cualquier cosa… yo conozco mucha gente que está muerta, sepultada y enterrada, y no siempre se puede volver… - Yo estoy re-podrida, me siento vacía… Y a veces pienso que no puedo, y pienso en C., y como salió adelante con todo lo que pasó… Este fin de semana, hablando con mi novio, le dije: a ver si te conseguís alguien que te cuide la nena, porque yo la voy a dejar y me las tomo!!... y era la abstinencia. - Yo estaba en la habitación encerrada y la escuchaba a ella [G.], estaba aterrorizada por lo que ella decía… que quería dejar a la nena, que quería consumir y lo decía a los gritos… - El sábado fui a visitar a mi psicóloga y le decía: No puedo… siento un vacío, y siento un vacío y ahora lo comparto con todas!!! Me siento vacía, me siento sola y la calle me llama!! Pienso mucho en giladas, pienso mucho en drogas, me cuesta dormirme a la noche… y tengo pensamientos malos. La psicóloga me dijo: si pudiste cuatro meses, podes más!! Y me digo a mi misma: yo puedo más!!... Ella también me dijo, que si tenía abstinencia coma dulce de membrillo y me bañe, yo hice eso y después recé… eso me resultó. - El baño te relaja, el membrillo te baja la ansiedad y el rezar, es pedirle a Dios que te dé fuerzas… acá todos creemos en Dios!! 169 CONCLUSIONES UN MODELO DE ABORDAJE TERRITORIAL PARA LA INCLUSIÓN SOCIAL. LA RED El Centro Barrial como mediador, facilitador y ordenador del acceso de las poblaciones vulnerables a los servicios existentes Dispositivos Inespecíficos LA FAMILIA El Centro Barrial como posibilidad de restitución de “madre suficientemente buena” ¿ATENCIÓN PRIMARIA O PRIMITIVA? Igualdad no significa equidad ¿LAS MUJERES Y LOS NIÑOS PRIMERO? MODELOS EPISTÉMICOS EXISTENTES Herramientas y estrategias HACIA UN MODELO POSIBLE CENTRADO EN LA PERSONA 170 UN MODELO DE ABORDAJE TERRITORIAL PARA LA INCLUSIÓN SOCIAL El Hogar de Cristo es un programa integral de abordaje territorial en barrios vulnerables, iniciado en el año 2008 por la Vicaria de los curas villeros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (creada por el hoy papa Francisco), que actualmente se está extendiendo al conurbano bonaerense (La Cárcova, Villa Palito, Puerta de Hierro) y otras regiones del país (Gualeguaychú, Salta, Bahia Blanca, etc. ), intentando vivir una forma diferente de ser Iglesia, que a su vez tiene dentro de sus objetivos promover la salud, prevenir la violencia y el uso problemático de sustancias psicoactivas, facilitando el acceso y sostenimiento de tratamientos adecuados, y la reinserción social de jóvenes vulnerables y vulnerados, entre otras metas. Desde el punto de vista del abordaje de poblaciones vulneradas y vulnerables se encuadra dentro de dos concepciones básicas: 1] la estrategia de Tratamiento Comunitario desarrollada por el Lic. Efrem Milanesse y, 2] una mirada desde la llamada filosofía de la liberación (FL). Mirada integral de la persona como sujeto de derecho y protagonista de su propia vida, cuyo bienestar debe ser centro de todas las acciones humanas por sobre el capital, las sustancias y objetos de consumo; siempre priorizando el bienestar de los más desprotegidos y sufrientes. La FL realiza una relectura de todas las concepciones filosóficas a lo largo de la historia desde la mirada del excluido. Sobre la F.L. esbozaremos algunos conceptos fundamentales desde los escritos de uno de sus creadores y principales exponentes J. C. Scannone19 en el último punto de estas páginas pero aquí quisiera decir algunas palabras sobre la estrategia de tratamiento comunitario propuesta por Milanesse y su importancia en el abordaje territorial de poblaciones en situación de sufrimiento social y exclusión grave. El Tratamiento Comunitario surge al constatar que ninguna institución estatal, ni tampoco ninguna ONG por sí sola, puede dar respuesta a los problemas que se encuentran en una comunidad que ha sido socioculturalmente vulnerada. El Tratamiento Comunitario, parte del principio de que solo con la participación de la comunidad misma, y con sus recursos es posible mejorar algunas de sus condiciones de vida, y dar respuesta de manera positiva a algunas de sus necesidades. El tratamiento comunitario es comunitario, porque se apoya en los recursos que la comunidad tiene. Tratamiento Comunitario es un conjunto de acciones, instrumentos, prácticas y conceptos organizados, en un proceso que tiene como fin el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que abusan de drogas en una situación de exclusión social grave, y el mejoramiento de las condiciones de vida en las comunidades locales en las cuales ellos viven y los operadores trabajan. SCANNONE Juan Carlos. “La filosofía de la liberación: historia, actualidad y proyecciones de futuro”, en: Antonio Tudela Sancho-Jorge M. Benítez Martínez (comps.), Pensar en Latinoamérica. Primer Congreso Latinoamericano de Filosofía Política y Crítica de la Cultura. Asunción 2006, Asunción, Jakembó editores, 2006 19 171 En función de estos conceptos, creo que hay que considerar los lineamientos del Tratamiento Comunitario como una estrategia privilegiada de abordaje territorial de poblaciones en situación de sufrimiento social y exclusión grave, que tiende a mejorar el acceso de las poblaciones vulnerables/vulneradas, a los recursos locales gubernamentales y no gubernamentales existentes, a propiciar la creación de los recursos necesarios no existentes, a favorecer el sostenimiento de acciones tendientes al bienestar de la población, a generar una red interconectada de recursos útiles, y todo esto con la participación activa de la población organizada junto con los organismos del estado, partiendo de la premisa comprobada que ninguna ONG u organización estatal por si sola puede lograrlo. Desde el punto de vista de las intervenciones en salud, la considero complementaria de la estrategia de Atención Primaria de la Salud [APS], pero no solo mediatiza y facilita el acceso a los servicios de salud, sino que también a los de educación, trabajo, vivienda, gestión ciudadana, seguridad, entre otros. Si bien, la teoría del Tratamiento Comunitario está elaborada en función de experiencias de otros países, considero que debería ser detenidamente evaluada, modificada de acuerdo a nuestra realidad, y adoptada como política de estado en el abordaje de poblaciones en situación de riesgo social grave, como son las villas, asentamientos urbanos, casas tomadas, etc., sobre todo puede ser sumamente útil, para facilitar la compleja tarea de urbanización de las villas que aún está pendiente. 172 La RED El Centro Barrial como mediador, facilitador y ordenador del acceso de las poblaciones vulnerables a los servicios existentes Dispositivos Inespecíficos Empecemos con una pregunta: ¿Por qué es tan importante mejorar y facilitar la accesibilidad de los sectores populares a los servicios de salud y otros recursos estatales y no gubernamentales? El acceso de las poblaciones en situación de riesgo y vulnerabilidad social, a los servicios del estado se ve bastante dificultado no solo por cuestiones geográficas y físicas, sino sobre todo por cuestiones socioculturales y se ha ido empeorando, tras los períodos de neoliberalismo económico y cultural que ha vivido nuestro país. En este sentido y con un buen resultado, el Ministerio de Justicia de la Nación, ha creado en los barrios y villas los Servicios de Acceso a la Justicia, que son de gran ayuda, pero no alcanzan a resolver la complejidad y totalidad del problema en todas las áreas. De la misma manera, desde Salud, la división de las áreas de influencia de los Hospitales porteños en áreas programáticas, y la creación de centros de salud más cercanos a los barrios, tampoco resuelve el tema. En este modelo de abordaje territorial de sectores populares, que es el Hogar de Cristo, se propone un dispositivo llamado Centro Barrial, que resulta muy útil en la práctica para facilitar el acceso a los servicios del estado. El modo de funcionamiento del centro barrial como mediador y armador, de una red de servicios interconectada es sumamente claro en los dos esquemas que nos plantea el padre Charly Olivero: 173 Ahora veamos la misma red sin el Centro Barrial El gráfico es claro, dado que cada institución que aparece, es necesaria para resolver los problemas de algún chico o chica, y no se le puede pedir una mirada integral porque su respuesta es específica. El Centro Barrial, en cambio debe enfocarse en la persona, tener la mirada global, recibir toda la información, gestionar los recursos y tejer la red asistencial. El Padre Charly Olivero, propone entonces, al Centro Barrial como centro inespecífico, dado que aborda a la persona en su integridad, relacionado con los distintos sectores del estado (salud, educación, vivienda, trabajo, gestión ciudadana, etc.), constituyéndose en una verdadera puerta de entrada a las instituciones del estado, (y en el caso de salud verdaderos centros de APS), facilitando la accesibilidad a las mismas como mecanismo, entre otros, de inclusión social. Dentro de la red de dispositivos del Hogar de Cristo, hay dispositivos propios y de otros organismos estatales y no gubernamentales. Dispositivos propios 1. Centros Barriales 2. Granjas San Miguel, Madre Teresa, La Providencia 3. Casas amigables 4. Cooperativa Acompañantes de Usuarios de Paco (AUPA) 5. Dispositivos de bajo umbral como niños de Belén o Carpa Negro Manuel 6. Hogar Santa María Dispositivos de otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales 1. Hospital Nacional en red de Salud Mental y Adicciones. 2. Hospitales Penna, Piñero, Fernández, Rivadavia, y Vicente López [de Gral Rodríguez]. 3. Hospital Muñiz, Maternidad Sarda. 4. Centros de salud de las zonas. 5. R.E.N.A.P.E.R. 174 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. Centros de Gestión y Participación [CGP] correspondientes. Desarrollo Social Consejo de Derechos de niños, niñas y adolescentes. SEDRONAR Dirección de adicciones de la CABA Paradores. Comunidades Terapéuticas varias. Cárceles. Institutos de menores. Oficinas de acceso a la Justicia. Juzgados. Familias. Organizaciones no gubernamentales de los distintos barrios. Todos estos dispositivos e instituciones, funcionan como se explicó anteriormente en red, con la mediación y articulación desde los Centros Barriales como centros inespecíficos, desde donde se parte y hacia donde se llega, en cada caso particular. A modo de ejemplo, simplemente me interesa recalcar la articulación con el ExCENARESO que a su vez, es un Hospital Nacional especializado, que trabaja en red articulando los diferentes niveles de atención propios y ajenos, priorizando la estrategia de la APS. De esta manera, se intenta resolver el problema de la atención primitiva (Mario Testa), a través de una red de servicios asistenciales intersectorial, conectándose siempre a partir del Centro Barrial como centro integral e inespecífico. 175 LA FAMILIA El Centro Barrial como posibilidad de restitución de “madre suficientemente buena” Siguiendo al médico pediatra y psicoanalista Inglés, Donald Winnicott en su libro “Deprivación y delincuencia”, donde propone que, entre otras, la base del comportamiento antisocial (actualmente adicciones, delincuencia, violencia), estaría en la deprivación de la función materna, el Centro Barrial se propone para los jóvenes que han sido “deprivados”, de alguna manera, y en lo real como restitución de madre-familia “suficientemente buena”. El centro barrial es el dispositivo “madre” del programa Hogar de Cristo. Se trata de un lugar físico situado en el corazón del barrio, en este caso de las villas donde los jóvenes concurren a pasar el día. El centro barrial no es un centro más de salud, ni un centro de día, es el lugar donde se vive la vida. Los jóvenes usuarios de drogas llegan al centro barrial, y comienzan a vivir algunas horas en comunidad; con sus compañeros comparten comidas, charlas, espacios grupales, talleres, espacios terapéuticos grupales o individuales, actividades deportivas, recreativas, educativas. Los Centros Barriales, están a cargo de personas del barrio con el acompañamiento de equipos profesionales y técnicos de excelencia. No es un centro de día, no es un centro de salud, no es una escuela de oficio, no es un club de barrio, no es un centro cultural, es un poco de todas estas instituciones a la vez en el corazón mismo de la villa, a unas cuadras de las casas de los chicos o de las ranchadas de consumo, donde se comienza a vivir la vida estableciendo prioridades, construyendo valores, estableciendo vínculos, y sobre todo aprendiendo a convivir con sus elecciones, y hacer ellas cada vez más saludables. Los Centros Barriales, son las puertas de acceso cercanas y amigables para orientación, contención y atención, de personas que se encuentran en situación de sufrimiento por el consumo problemático de drogas, y a su vez, propiciadores de la formación de nuevos vínculos, que restituyan en las personas vulneradas el lazo social perdido. Estos espacios cobijan a las personas del barrio, a las que les resulta difícil, cuando no imposible, acceder a los efectores que prevean los sistemas de salud y acción social gubernamentales, debido a la situación de extrema pobreza. Los Centros Barriales, brindan apoyo en el sostenimiento de un tratamiento personalizado a lo largo del tiempo, desde donde se parte y a donde se vuelve, después de las diferentes propuestas terapéuticas. Desde ellos, se articula con todos los programas y efectores de los organismos del Estado y de la Sociedad Civil. Los Centros Barriales, involucran a toda la Comunidad local entendiendo que el consumo de Paco en nuestros barrios, no es solamente “un problema de drogas” y requiere de una atención integral para superar la exclusión y la vulnerabilidad social. En ellos se promueven y fortalecen las redes barriales. También, son espacios de reflexión y discernimiento sobre el desafío que el Paco nos presenta para poder dar una respuesta adecuada a los jóvenes en riesgo, y a la comunidad local. Desde estos Centros se promueven investigaciones para poder proponer acciones concretas e incidir, en la formulación de políticas públicas. 176 Finalmente, creemos que el Centro Barrial es el espacio propicio para profundizar la relación de trabajo con el Estado fomentando la creación de instancias de co-gestión, sobre la base de la metodología desarrollada por el programa. 177 ¿ATENCIÓN PRIMARIA O PRIMITIVA?: Igualdad no significa equidad. Es bastante habitual que las organizaciones que trabajan con sectores populares se nutran del voluntariado. En general, se trata de personas con muy buena predisposición, pero en muchos casos con poca formación en el caso de los profesionales, y experiencia en el caso de los no profesionales, en el trabajo territorial con poblaciones en situación de vulnerabilidad social. Esta situación, conlleva un gran riesgo: la abundancia de “programas pobres para pobres”. Pobres, por la escasez de recursos que se destinan en unos casos, por la mala distribución de los mismos, por no contar con suficiente personal capacitado, en otros, y por la deficiente especificidad y capacitación de los profesionales y no profesionales que trabajan en los programas. Esto es un gran riesgo en el que puede y no debe caer el Hogar de Cristo. Reflexionemos sobre la diferencia entre igualdad y equidad. El término equidad (del latín aequitas, de aequus, "igual"; del griego "επιεικεία", virtud de la justicia del caso en concreto) puede definirse, según el Diccionario de la lengua española en sus dos primeras acepciones, como: Cualidad que mueve a dar a cada uno lo que necesita. (agregaría lo que necesita para vivir dignamente con sus necesidades básicas satisfechas) Justicia, imparcialidad en un trato o un reparto. Entonces la equidad no es lo mismo que igualdad, (no es dar a todos lo mismo es más bien, a cada uno lo que necesita), sino que tiene que ver más con la justicia. El dibujo que coloco a continuación me parece muy claro para entenderlo. 178 Según Hugo Spinelli, en su texto del año 2002 “Equidad en salud: teoría y praxis”… la equidad, se plantea como el concepto más importante para orientar las políticas de salud20. El mismo texto, señala que la equidad en el campo de la salud no puede desligarse de la equidad en general, y de la justicia social. Entonces podemos decir, que el concepto de equidad está ligado a la justicia social. Margaret Whitehead, en un reporte de la Organización Mundial de la Salud [OMS] del año 1991, define: “La equidad en la salud supone que, idealmente, todos deben tener una oportunidad justa para lograr su potencial en salud y, de un modo más pragmático, que nadie debe estar desfavorecido para lograrlo en la medida que eso puede evitarse”. La misma autora operacionaliza el concepto en tres componentes: 1. Igual acceso a la atención disponible para igual necesidad. 2. Igual utilización para igual necesidad. 3. Igual calidad de atención para todos. No implica una alternativa a la justicia sino su profundización. Amartya Sen, destaca la necesidad de no excluir ninguna de las dimensiones de la equidad, a saber: 1. El estado de salud de la población. 2. La asistencia sanitaria. 3. La asignación global de recursos para la salud. Ya Mario Testa, en su texto “Atención primaria o primitiva” advertía: “lo más importante a dilucidar con respecto a la APS, es si se trata de una atención primaria o primitiva es decir si sus establecimientos (en nuestro caso dispositivos) forman parte de una red asistencial”. También, señala la importancia de la asignación de recursos cuando dice, respecto a los tres subsectores de salud: público, privado y de obras sociales lo siguiente: “lo grave es que los servicios de cobertura pública, destinado a la población de menos recursos, son los únicos que no reciben fondos de otros sub-sectores, siendo por el contrario, los fondos públicos una de las fuentes importantes para los servicios privados o de la seguridad social.” Si bien, el Hogar de Cristo con sus dispositivos inespecíficos los Centros Barriales, no constituyen parte del sistema de salud por su propia inespecificidad y por abarcar la totalidad de los aspectos de la persona, sus dispositivos constituyen muchas veces una puerta de entrada (verdaderos centros de APS) al sistema de salud, entre otros e intentan formar parte de una red asistencial organizada entre los dispositivos propios y las instituciones del estado, como sucede concretamente en el caso de la vinculación con el Hospital Nacional en Red de Salud Mental y Adicciones [ex-CENARESO]. Según los conceptos expresados los programas a desarrollarse en poblaciones en situación de vulnerabilidad social, deberían recibir más y mejores recursos económicos y humanos, que los mismos programas desarrollados en otras poblaciones menos vulnerables y vulneradas. Así por ejemplo, las escuelas, los SPINELLI H., URQUIA M., BARGALLÓ María L., ALAZRAQUI M. “Equidad en salud: teoría y praxis” Serie de seminarios de salud y políticas públicas. Universidad Nacional de Lanas. 2002 20 179 centros de salud, las comisarías, los hospitales, etc. que asisten a estas poblaciones deberían contar con mayores y mejores recursos, de acuerdo a las necesidades de la población que asisten y sus carencias sufridas durante décadas. Los programas de abordaje comunitario y territorial, con estas poblaciones como es el Hogar de Cristo deberían estar atentos a no cometer este error tan común (el de la atención primitiva), dado que muchas veces por atender las urgencias cotidianas que se presentan nos vemos obligados a caer en esta confusión sosteniendo programas precarios. Se hace entonces necesario construir un espacio de reflexión, formación, planificación y evaluación permanente que nos ayude a evitarlo. 180 ¿LAS MUJERES Y LOS NIÑOS PRIMERO? En este apartado, simplemente quiero recalcar y enumerar las dificultades de las mujeres con hijos en situación de vulnerabilidad social, y la ausencia de respuesta del estado a problemas muy complejos, como la dificultad en el acceso a tratamientos de mujeres con hijos que presentan uso problemático de sustancias, y el acompañamiento de la crianza de sus hijos de jóvenes madres en situación de vulnerabilidad social. 1. Existen solamente tres o cuatro dispositivos que alojen mujeres con sus hijos para realizar un tratamiento del uso problemático de sustancias, de los cuales tres pertenecen al Hogar de Cristo uno de los cuales con gestión mixta con el ex-CENARESO, y otro que pertenece a la SEDRONAR, en total no llegan a sumar treinta lugares disponibles lo que no alcanza de ninguna manera a responder a la necesidad. 2. Cuando se presentan dificultades de crianza o situaciones de negligencia en el cuidado de los niños, de madres en situación de vulnerabilidad social la respuesta del estado suele tender a la institucionalización de los niños, no habiendo otras opciones de respuesta, ni de acompañamiento en la crianza de estas jóvenes madres, a lo que se agrega una excesiva culpabilización y responzabilización de las madres pobres. 3. Existe una necesidad, de potenciar los programas de procreación responsable, sobre todo entre personas en situación de vulnerabilidad social pero también, se deberían generar programas de opción por la maternidad/paternidad y/o de maternidad/paternidad responsable. 4. Necesidad de facilitar las adopciones y la opción por la adopción, permitiendo que las jóvenes madres que optan por dar a sus hijos en adopción puedan acceder a espacios de trabajo emocional y psicoterapéutico del tema, evitando la estigmatización de estas chicas que muchas veces la sociedad y los sectores populares realizan. 5. Destaco la importancia de la obligatoriedad de la educación, a partir de los 4 años y de ser posible de los 3, en especial en poblaciones en situación de vulnerabilidad social, y señalo la necesidad de contar con las instituciones educativas necesarias, de acuerdo a la cantidad de población infantil existente en estas situaciones. 6. Las instituciones escolares que asisten a niños de poblaciones en situación de vulnerabilidad social, deberían ser reformuladas y contar con más recursos económicos y humanos, y de la mejor calidad en su formación, entendiendo esto como una cuestión de equidad. 7. Existe la necesidad de generar centros de estimulación temprana y acompañamiento de la crianza, para poblaciones en situación de vulnerabilidad social con dispositivos ambulatorios, y de viviendas para madres solas y carenciadas. 181 MODELOS EPISTÉMICOS EXISTENTES: Herramientas y estrategias. En lo que respecta a las adicciones existen dos líneas teóricas clásicas, el abstencionismo y la reducción de riesgos y daños que constituyen en si dos modelos de pensamiento sobre el tema en los que se basan las acciones y prácticas concretas: en definitiva son dos modelos epistémicos que en el mejor de los casos van a guiar las prácticas y en otros, subyacer cuasi inconscientemente bajo (sobre) ellas. El Abstencionismo es la línea propia de Alcohólicos Anónimos, de Narcóticos Anónimos y del programa Minnesota [E.E.U.U.] y de muchos grupos de autoayuda y comunidades terapéuticas. Esta línea de pensamiento, propone a la adicción como una enfermedad de por vida, que no “se cura” y sostiene que las personas están en recuperación debiendo tener un especial cuidado con las “recaídas” (término paradigmático acuñado por este modelo que está fuertemente arraigado en la sociedad). La persona que deja de consumir no debe consumir ninguna otra sustancia; lo único que permiten es el consumo de cigarrillos de tabaco. En este modelo la metodología es la abstinencia que debe ser total y de por vida, se trabaja por ejemplo el “solo por hoy”: hay herramientas, técnicas e instrumentos de esta línea que conocen y utilizan muchos jóvenes del Hogar de Cristo, y la realidad es que algunos, muchas veces toman estas herramientas como bandera. Este modelo es el más antiguo, recordemos simplemente que alcohólicos anónimos surge en el año 1935, y lleva años arraigándose en nuestras sociedades. Muchas críticas se hacen a esta forma de pensar y abordar el problema del consumo de sustancias pero una de las más importantes desde el punto de vista epistémico tal vez sea que “endiosa” a la sustancia por sobre el sujeto: hace eje en la sustancia-droga supeditando a ella al sujeto-persona en todas sus dimensiones que se trasforma así en objeto. Al apuntar como objetivo central a la abstinencia puede caer en la trampa de cambiar una dependencia por otra (en el mejor de los casos más sana o que implica menor daño y riesgo) por consiguiente puede dejar de lado la capacidad y el derecho del sujeto de tomar sus propias decisiones y hacerse cargo de las mismas (democracia psíquica), puede dejar de lado, entonces, al sujeto en su dimensión de sujeto de deseo o del placer. 21 Es importante recalcar la alta influencia que este modelo tiene no solo en la sociedad en general (especialmente en las personas que han pasado por estos tratamientos con cierto éxito y que muchas veces se convierten en los más fervientes promotores del modelo) sino también en la comunidad científica en particular que por años ha adherido al mismo. Hay que hacer una diferencia sobre el modelo de pensamiento o epistémico que rige las prácticas y muchas de sus técnicas, metodologías, herramientas que en definitiva constituyen la práctica misma. Estas últimas, las mismas que Lic. George-Henri Melenotte: “Un uso del placer”. Revista Carta Psicoanalítica. Publicación Nº 1. Junio de 2002 21 182 son abrazadas por muchos de nuestros jóvenes usuarios como estandartes de la llamada “recuperación” son muchas veces útiles y pasibles de transformarse en herramientas eficientes y eficaces sobre un contexto-modelo epistémico ideológico basado en la persona y su bienestar, en el sujeto mismo del deseo y del placer. Este es uno de los más importantes desafíos a construir teniendo en cuenta la coexistencia de modelos (abstencionista y de reducción de riesgos y daños) sin caer en el error de: a) la negación de alguno de ellos o b) la contienda de uno versus el otro o c) el fanatismo que se ciega a las falencias y las críticas; que no aportan mucho en la ineludible y necesaria búsqueda de nuevos abordajes alternativos al consumo problemático de sustancias. Más adelante trataremos de esbozar algunos elementos para la construcción de un modelo a partir de lo que existe y tomando como eje central al sujeto del deseo y del placer es decir a la persona evitando estigmatizaciones que la excluyan. El otro modelo en vigencia, es el de Reducción de riesgos y daños, que aborda al uso problemático de sustancias de una manera bien diferente. El término “reducción de daños” es amplio y alude a políticas y programas orientados a mitigar los daños de salud, sociales y económicos asociados al consumo de sustancias. El concepto de reducción de daños se encuentra bien enraizado en los fundamentos tanto de salud pública como de derechos humanos, y adopta un enfoque pragmático y carente de juicios morales para abordar los problemas asociados con el consumo de drogas. De manera significativa, la reducción de daños involucra el reconocimiento de que la reducción general de la escala de los mercados de drogas y del consumo de estas sustancias no constituye el único ni el más importante objetivo de las políticas de drogas. Por lo tanto, las personas y las comunidades deben recibir la información y las herramientas necesarias para limitar los riesgos asociados al consumo de drogas (esto claramente se considera un derecho de las personas y un deber de los estados). Varias intervenciones corresponden a la categoría de reducción de daños. Éstas incluyen la difusión de información sobre cómo reducir los riesgos asociados al uso de drogas (a menudo mediante actividades de comunicación entre pares), la provisión de servicios que mejoren la seguridad de las personas que consumen drogas (como los programas de intercambio de agujas y jeringas, y espacios más seguros para inyectarse drogas), y todo un conjunto de tratamientos de farmacodependencias (incluyendo tratamientos médicos de sustitución para la dependencia de los opiáceos, intervenciones psicosociales o grupos de ayuda mutua). Los enfoques de reducción de daños también persiguen identificar y propugnar cambios en las leyes, normativas y políticas que aumentan los daños, o que bloquean la introducción o la eficacia de intervenciones para reducirlos y de servicios sanitarios destinados a personas que consumen drogas. Fue durante la década de 1980 que las comunidades y una serie de gobiernos empezaron a adoptar enfoques de reducción de daños, para responder a la creciente epidemia del VIH entre los grupos de usuarios de drogas. 183 Actualmente, la reducción de daños cuenta con el apoyo de 93 países y territorios en todos los continentes. Pese a este difundido reconocimiento del concepto de reducción de daños, el término sigue generando controversia en ciertos foros internacionales. El concepto cuenta con respaldo y apoyo por parte de una serie de agencias internacionales que brindan asistencia técnica y financiera a gobiernos y a la sociedad civil para impulsar iniciativas de reducción de daños en todo el mundo. Entre estas entidades figuran ONUSIDA y el Consejo de Derechos Humanos. Para resumir algunos conceptos clave del modelo de reducción de riesgos y daños: Acepta que el uso de drogas ha persistido a pesar de los esfuerzos por evitarlo. No pretende la abstinencia en el consumo de drogas, sino que trata de reducir las consecuencias que éste provoca. No procura reemplazar los servicios dirigidos a la abstinencia, sino que es un complemento indispensable. Amplía la variedad de tácticas de las intervenciones. Adapta los servicios adecuados a las necesidades de los usuarios (Extraído de la guía sobre políticas de drogas del Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas, año 2010) Los señalamientos al modelo de reducción de riesgo y daños se refieren básicamente a dos puntos: 1. La creación del sujeto del riesgo y por ende de la enfermedad del riesgo. Leemos en el texto “Un uso del placer” del Lic. George-Henri Melenotte: “Por más que la justifiquen las epidemias causadas por los virus del SIDA y los de la hepatitis B y C, la política de reducir riesgos ha desempeñado el rol de recubrir el uso del placer implicado en la toxicomanía. Promueve la enfermedad del riesgo. Eso no tiene nada que ver con el placer.” “La apuesta no es solamente teórica. Es real. Porque al producir un sujeto comunitario, lo inscribimos en un registro particular, léase peligroso: el de la segregación. Al distinguir un sujeto de otro por su uso o por su riesgo, favorecemos su discriminación. Mientras que al referir el sujeto al placer, levantamos la segregación que lo estigmatiza en beneficio de lo universal, y excluimos la exclusión cuyo principio habíamos intentado postular.” 2. La Lic. Edith Benedetti en su libro “Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático” señala que el modelo de reducción de riesgos y daños consiste mas en una estrategia preventivo-asistencial que en una propuesta clínica. 184 HACIA UN MODELO POSIBLE CENTRADO EN LA PERSONA Intentaremos enumerar algunos elementos, generar algunas preguntas y describir algunas prácticas que puedan servir como punto de partida para el armado de un modelo centrado en la persona - sujeto de deseo; integrando herramientas, técnicas, conceptos e ideas de los modelos existentes haciendo una relectura de los mismos en clave de época y situación generando nuevos aportes.22 Para hacer estas reflexiones nos apoyamos en tres instrumentos de análisis; por un lado el texto de la Lic. Benedetti “Aportes para una propuesta Actual” del libro “Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático” , por el otro y fundamentalmente en los aciertos y desaciertos de las prácticas llevadas a cabo en los dispositivos del Hogar de Cristo desde su creación en marzo de 2008 hasta la actualidad, y por último y no menos importante, en los fundamentos de la Filosofía de la Liberación (conceptos que simplemente esbozaremos por considerarlos principios rectores de nuestras reflexiones para la práctica pero que, por su amplitud y complejidad no son el objeto de estos escritos) :del libro de JC Scannone “La filosofía de la liberación: historia, características, vigencia actual”. Contexto filosófico: Filosofía de la Liberación. 1. Marco normativo-político-epistémico. La Lic. Edith Benedetti sostiene que toda práctica es normativo-político epistémica, coincidiendo con ella vamos a describir el modelo propuesto empezando por plantear el marco normativo en el cual nos sustentamos para luego abordar el político y recién el epistémico. Quisiera aclarar que la propuesta que presentamos acá no es radicalmente diferente a la que plantea Edith Benedetti en “Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático” que a su vez se basa en su experiencia como interventora en el Hospital Nacional en Red “Lic. Laura Bonaparte”, especializado en salud mental y adicciones; es por eso que vamos a reflexionar sobre sus ideas y conceptos con muchos de los cuales coincidimos. Sin embargo partimos de un lugar diferente que creemos agrega complejidad al tema en cuestión. El H. de C. es un programa integral de abordaje de poblaciones en situación de vulnerabilidad que tiende a eliminar la exclusión social de las mismas y llevado a cabo por una organización de la sociedad (en nuestro caso la iglesia) que promueve un trabajo en red con amplias conexiones con el Estado sobre todo y con otras organizaciones de la sociedad civil. Por este motivo la mirada no es solamente desde la salud o la salud mental sino básicamente desde la persona y en particular desde la persona excluida citando a Scannone (uno de los principales creadores y exponentes de la Filosofia de la Liberacion): Lic. Edith Benedetti.”Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático”. Ediciones Lic. Laura Bonaparte. 2015. 22 185 “la puesta en práctica de la contribución filosófico-liberadora de la Filosofía de la Liberación, a los desafíos arriba señalados: globalización ideologizada; pensamiento único neoliberal, consecuencias del neoliberalismo; exclusión social, desempleo estructural, “nueva cuestión social”; “guerra preventiva”, debe hacerse en la perspectiva de los excluidos tanto en sus aspectos críticos como positivos, y en un diálogo recíprocamente crítico con las ciencias humanas según el método analéctico.” En este contexto filosófico: Filosofía de la Liberación (cuyos principales exponentes son J.C. Scannone, E Dussel entre otros) se encuadran nuestras prácticas. 1.1. Marco Político: concepto de estados. Estado actual en contraposición al estado neoliberal. Concepto de Salud como construcción social. El lugar del estado como facilitador de organizaciones sociales. Nuestro marco político lo constituye un modelo de estado totalmente diferente del que propone el relato neoliberal. Se trata de un estado amplio y sobre todo inclusivo priorizando a aquellos q han sido dejado de lado durante tantos años y por lo tanto abandonados por los estados neoliberales vividos en la Argentina. Leemos a J.C. Scannone en: “La filosofía de la liberación: historia, características, vigencia actual”. “Dussel señaló (…) dos importantes momentos de la “nueva cuestión social”, después de la caída del muro de Berlín: primero, una globalización promovida según el ya mencionado “pensamiento único” neoliberal. Y, segundo, una de las consecuencias más funestas de éste para la persona humana, a saber, la exclusión fuera del sistema económico global, de millones de personas, de decenas de países y aun de continentes enteros (como el África subsahariana), exclusión cuya máxima expresión entre nosotros son el desempleo estructural y la precarización del trabajo. Pues, cuando el mercado se propugna como autor regulado y regulador de toda la vida social, se pervierte intrínsecamente en motor de concentración injusta de riqueza, ahondando así cada vez más el abismo entre los más pobres y los más ricos, entre naciones pobres y naciones ricas, y deja de ser instrumento, para transformarse en centro y fin; se provoca así la movilización de grandes masas de población que intentan emigrar hacia los centros de poder; las finanzas desreguladas tienden a primar sobre la producción, oponiéndose no pocas veces tanto a los intereses de los trabajadores como a los de los empresarios productivos; la política se pone al servicio de los poderes económicos y financieros; la cultura promovida por éstos a través de los medios de comunicación de masa, jaquea a las culturas de los pueblos, tratando de imponer una uniformización de pautas y conductas; se amenaza al medio ambiente y a las generaciones futuras, etc.” 186 Leemos a la Lic. Benedetti: “Existe una serie de padecimientos que muestran, en el caso de la Argentina, la persistencia de los efectos del relato neoliberal en la construcción de subjetividad. Las expresiones de la desigualdad, del malestar en tanto padecimiento, interpelan cotidianamente a las diferentes prácticas de intervención en salud mental. Es por ello que la reconstrucción y recuperación de la centralidad del Estado debe atravesar todos los órdenes políticos de la sociedad para que éste pueda volver a ser el garante de la solidaridad y la integración social.” “Desde el posicionamiento aquí propuesto se piensa fundamentalmente en sujetos de derecho, la salud como derecho inalienable, y el Estado como garante de ese derecho.” “La salud debe ser entendida como una construcción social y por lo tanto atravesada por componentes históricos, socio-económicos, culturales, psicológicos y biológicos, cuyo mejoramiento implica el compromiso de toda la sociedad para su concreción como derecho.” Ante la emergencia de la sociedad civil tras los efectos del neoliberalismo surge un nuevo rol del Estado como facilitador de las organizaciones sociales: “…la emergencia de la sociedad civil como diferente del Estado y del mercado, la cual, a pesar de eventuales ambigüedades, se constituye no pocas veces como un nuevo agente del bien común tanto nacional como internacional.” (J.C. Scannone) “Ante el debilitamiento del Estado –por la crisis del Estado de bienestar–, y la amenaza de la “tiranía del mercado”, se fue dando universalmente, pero también en nuestra América, el nuevo fenómeno del despertar de la sociedad civil. Ésta se autoorganiza en ONGs, voluntariados, tercer sector, grupos organizados alternativos de reflexión, de participación y acción ciudadanas y de presión, en movimientos sociales (los “sin tierra”, los piqueteros, movimientos indígenas, etc.), creando –sobre todo de cara a la exclusión– amplias redes de solidaridad tanto nacionales como internacionales. En general, se trata de nuevos agentes y sujetos históricos, llevando a cabo “un nuevo modo de hacer política” no partidista. Es decir, se mueven en el espacio público –no estatal– en búsqueda del bien común. Se preocupan por intereses no sólo sectoriales sino universalizables (Adela Cortina): los derechos humanos, el trabajo, la justicia, la lucha contra corrupción e impunidad, los espacios verdes, etc. Buscan desde las bases alternativas viables al neoliberalismo. Se mueven sobre todo en lo local, es decir, en el barrio, el pueblo, la parroquia, el municipio, aunando generalmente un “pensar en global” con un “actuar en local”, dando así lugar a la expresión “glocalización”. Se trata de un fenómeno típico de reacción superadora de la globalización neoliberal, que pone en juego la creatividad de los pobres y excluidos, así como de la clase media empobrecida (los “nuevos pobres”). 187 Es una nueva modalidad de la astucia y sabiduría popular latinoamericana, que toma cuerpo social en nuevas organizaciones libres del pueblo. Éstas van así rehaciendo el tejido social e institucional fragmentado por el individualismo competitivo.” (J.C. Scannone) 1.2. Marco Normativo .Ley de salud mental. Derechos humanos. Leyes que tiendan a la inclusión de los sectores más desprotegidos y a la satisfacción de las necesidades básicas en forma universal. En este punto voy a enumerar simplemente algunas de las leyes y normas más importantes que constituyen nuestro marco normativo: Declaración universal de los derechos humanos ante todo, derechos del niño y del adolescente, Ley de Salud mental y adicciones, Asignación universal por hijo y para embarazada, Ampliación de pensiones graciables para diferentes enfermedades crónicas, Ampliación de jubilaciones y pensiones, Leyes que facilitan la tenencia legal de propiedades por sus habitantes como las que promueven la tenencia de título de propiedad para los habitantes de las villas, así como las que promueven su urbanización. Todas aquellas leyes y normas que promuevan los derechos humanos especialmente el acceso a una vivienda digna, a la educación, a la salud, al trabajo, a un medio ambiente saludable, etc. 1.3. Marco Epistémico-clínico. Triada sujeto-sustancia-situación. Modelos de crianza. Series complementarias. Consumo responsable. Democracia psíquica. Triada sujeto-sustancia-situación. Modelos de crianza. Series complementarias. Estos conceptos ya han sido descriptos en detalle en el cuerpo principal del presente trabajo por eso remitimos al apartado donde se describe la Triada Sujeto sustancia situación con cada uno de sus componentes; los modelos de crianza y las series complementarias de Sigmund Freíd, conceptos imprescindibles a nuestro entender para pensar y abordar el tratamiento de un usuario problemático. Consumo responsable. Democracia psíquica. Quiero partir de un extracto seleccionado y resaltado por nosotros del texto Aportes para una propuesta Actual del libro “Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático” de Edith Benedetti: Se hace ineludible, además, vislumbrar qué nos muestra la complejidad de las presentaciones actuales. Éstas revelan la necesidad de cambiar el modelo de las prestaciones uniformes por aquel de las intervenciones según las necesidades, a partir del cual se entiende al otro como sujeto activo, responsable de sus prácticas, y se interviene clínicamente con el objetivo de que se pregunte, como mencionamos, qué le está pasando, qué le pasa con su práctica de consumo. (…) 188 Proponemos hablar de consumo responsable y regulación del consumo, ideas que se basan en la concepción de integralidad del sujeto y la problemática. En línea con la estrategia de reducción de riesgos y daños, podríamos aludir también a las estrategias de umbral mínimo de exigencia o umbral mínimo de requerimientos. (…) En suma: dejar de consumir no consiste en el objetivo general del tratamiento; en cambio, lo que está en el horizonte de nuestra propuesta es dejar de consumir de modo problemático. (…) Estos planteos con los que coincidimos son similares a los que plantea el psiquiatra y psicoanalista Claude Olievenstein cuando refiere que el objetivo del tratamiento no es la abstinencia sino la democracia psíquica que consiste en la capacidad de tomar decisiones libres y hacerse responsable de las mismas. El mismo autor nos advierte sobre un riesgo que hemos visto acontecer con muchos pacientes del Hogar de Cristo, que consiste en reemplazar la dependencia por la sustancia por una dependencia hacia una institución o una figura carismática. Quiero citar una propuesta de este mismo autor como una forma posible de no caer en el error descripto: “El terapeuta tiene que realizar con su paciente el equivalente de la relación pasión y droga. Debe estar lo más cerca posible de una relación fusional, además, erotizada, esa es la posición perversa y seguirá siendo perversa, si se instala en forma permanente. Por lo tanto es necesario salir de esa posición perversa, lo que no es fácil, porque hay que seguir manteniendo al mismo tiempo una relación cálida y afectiva con el sujeto y al mismo tiempo hay que romper ese tipo de relación. Hay que hacer todo un tipo de trabajo, a partir de la interpretación salvaje hasta la organización de espacios designados por la ley, para que cese poco a poco, la noción de importancia y el desprendimiento del sujeto con su terapeuta. Para esto, tanto el paciente como el terapeuta, necesitan otros sostenes que rompan el enfrentamiento y es así que se plantea el problema o solución de la institución de sostén o bien de otras terapias de sostén. Desde mi punto de vista, no se puede encarar solo, la cura de un adicto.” "El pluralismo de los métodos terapéuticos es deseable, a condición de no ir jamás en contra de la dignidad personal de los pacientes. La noción de la libertad a adquirir, como fin en sí de la cura, debe estar presente en todo momento" (Dr. Claude Olievenstein) La Lic Benedetti resalta los siguientes puntos necesarios a tener en cuenta en un tratamiento: La reconstrucción del lazo social Reconstrucción de un proyecto personal articulado con lo grupal Una relación profesional-usuario flexible. La noción de regulación de consumo (lo que Olievenstein llama trabajar con pequeños acuerdos) como parte crucial del trabajo clínico. El abordaje interdisciplinario e intersectorial. “Consideramos además que es necesario complejizar los modelos, tener en cuenta la época y la situación, entendiendo al sujeto como histórico y social, es 189 decir que lo social produce subjetividad (…). Intervenir para la reconstrucción del lazo social, la construcción de un proyecto personal y articulado en lo grupal y social, y la escucha como posibilitadora de este proceso. (…) adaptando las intervenciones a la heterogeneidad de los sujetos con consumo problemático y sus trayectorias individuales. Creemos fundamental dar lugar a una relación profesional-usuario de sustancias psicoactivas más flexible en la toma de decisiones, incorporando medidas que permitan un uso controlado de sustancias. Entre el uso compulsivo y la abstinencia, trabajar con regulaciones en el consumo. La noción de «regulación del consumo» es un punto crucial en nuestra propuesta. (…). Debemos resaltar que la regulación del consumo es un objetivo que está íntimamente ligado con el trabajo clínico, a partir del cual se espera que ciertos cambios subjetivos posibiliten un manejo del consumo. Esta propuesta no se distingue, en sus fundamentos, de la reducción de riesgos y daños. Parte in essentia de esta estrategia. (…). El consumo problemático representa un aspecto del amplio y complejo abanico que implica pensar la clínica. Este pensar comprende también el abordaje interdisciplinario [una disciplina no responde sola acerca del padecimiento]. (…) Del mismo modo, el abordaje a concebirse ante el complejo campo de la salud mental debe ser intersectorial, demanda la articulación de diversos sectores, (…), estrategias de revinculación con el trabajo y/o terminalidad escolar, entre otros. (…).23 Todas estas reflexiones, han sido escritas para aportar a la generación de nuevas políticas públicas destinadas a poblaciones en situación de vulnerabilidad social y uso problemático de sustancias, que tiendan a mejorar su condición y calidad de vida. Lic. Edith Benedetti.”Hacia un pensamiento clínico acerca del consumo problemático”. Ediciones Lic. Laura Bonaparte. 2015 23 190 HOGAR DE CRISTO - Dispositivos (Parroquias de las Villas de la Ciudad de Buenos Aires) Centro Barrial San Alberto Hurtado, Niños de Belén, Carpa Negro Manuel (Plaza Constitución) Monteagudo y Herminio Masantonio, de Villa 21-24 y NHT Zavaleta, Parque Patricios, CABA Padre Charly Olivero 11-4177-2761 cfolivero@gmail.com Centro Barrial Don Bosco Matanza 2781, de Villa 1-11-14 del Bajo Flores, CABA Padre Gustavo Carrara 11-6001-5462 carrara_gustavo@yahoo.com Centro Barrial Padre Mugica Avda. Rafael Castillo y calle 14, en la bajada al puerto de la Autopista A. Illia TE: 4116-4307 (Parroquia Cristo Obrero), de Villa 31 y 31 bis, de Retiro; CABA Padre Eduardo Drabble 11-4199-7620 edudrabble@gmail.com Centro Juan Pablo II Padre Pedro Baya Casal 11-6135-6694 pedrobaya@yahoo.com Centro San José de Flores Padre Martín Durán 11-4637-1489 martinfduran@yahoo.com.ar Centro Gauchito Gil Padre Pepe Di Paola 11-5745-7584 pepedipaola@yahoo.com.ar Centro Buen Samaritano Padre Basilicio Britez 11-6095-6466 basilicio_britez@yahoo.com.ar 191 Granja - Hogar Madre Teresa Ubicación: en la Ruta Nº 24 a 1400 metros del Acceso Oeste (General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires). Padre Charly Olivero 11-4177-2761 Granja San Miguel Arcángel Ubicación: tomar por el Acceso Oeste (General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires) hasta la Ruta Nº 24, doblar a la izquierda hacer 2km hasta las vías, continuar unos 4km y doblar a la izquierda, frente al club “el Nacional”, recorrer 3,2km hasta llegar al arroyo, cruzar el puente, doblar a la izquierda y hacer 2km por tierra. Padre Gustavo Carrara 11-6001-5462 Niños de Belén Padre Juan Isasmendi 11-5845-0324 jicaacupe@gmail.com Cooperativa de Acompañantes de Usuarios de Paco Gustavo Barreiro 11-4177-2759 gustavobarreirolopez@gmail.com 192