NUEVOS TEMAS EN MATERIA DE REFORMA FISCAL. EL PUNTO DE VISTA DE UN ADMINISTRADOR INTERNACIONAL 1 Jeffrey Owens2 Organización y Desarrollo Económico- OCDE Hacienda Pública Española nº 143 (1997), pp. 71-106 1 Título original "Emerging Issues in Tax reform. The Perspective of an International Administrator". Traducción: Clotilde Medina Hernández. Este trabajo es una versión inédita enviada directamente por el autor para su publicación. 2 Los puntos de vista expresados en este trabajo no reflejan necesariamente los de la OCDE ni tampoco los de sus países miembros. El autor desearía agradecer la colaboración de sus colegas del Comité de Asuntos Fiscales en particular del Sr. Graham Cooper, Sr. Ed Whitehouse, Sr. Jacques Sasseville, Prof. Hugh Ault, Sr. Ian Hutchinson, Sr. John Neighbour, Sr. Flip de Kam y Sra. Grace Pérez-Navarro. 1. El tema de este trabajo lo constituyen las cuestiones complejas a las que se enfrentan los reformadores fiscales en los países de la OCDE en su intento de diseñar, implementar y administrar los sistemas fiscales adecuados para la economía global en el contexto actual y futuro de la globalización de la economía. El entorno en el que está gestionada la empresa moderna, especialmente la multinacional, se ha denominado "integrador" (Tanzi, 1995) o "global" (Owens, 1994) o, tal vez más prosaicamente, "pequeño" (Summers, 1988). Se ha hecho cada vez más patente que dicho marco restringe seriamente el trabajo de los reformadores fiscales en formas que sólo aumentarán en significado, limitando la gama de opciones políticas de que disponen para formular una reforma innovadora, generando respuestas internas ante las "perturbaciones fiscales" que se producen en otro lugar de nuestro planeta y, finalmente, desafiando la capacidad y los esfuerzos de los administradores fiscales en todas partes. La tributación de la renta y del consumo de las personas físicas y de las economías domésticas también se está haciendo más difícil: los profesionales con elevados ingresos están aumentando cada vez más su movilidad geográfica; los grupos de rentas medias han descubierto las delicias de los paraísos fiscales y; finalmente, los consumidores se han dado cuenta de que pueden eludir los impuestos utilizando INTERNET. Este estudio analiza dichos problemas y las respuestas posibles que se pueden dar a éstos, tanto de ámbito nacional como internacional, y sugiere nuevas directrices de reforma que pueden ser exploradas con provecho por la OCDE. 2. El trabajo empieza examinando las reformas fiscales recientes de los países miembros de la OCDE a fin de hallar directrices y obtener experiencias útiles para fusiones futuras; posteriormente, toma en consideración una selección de temas a los que se enfrentan los reformadores fiscales al tratar de gravar los negocios en la economía global actual. El estudio concluye examinando las consecuencias, para los sistemas fiscales, de otras cuestiones tal vez menos aparentes actualmente, pero que pueden convertirse en problemas mañana si continúan las tendencias actuales. El Apéndice 1 pasa revista sucintamente, a la labor realizada por el Comité de Asuntos Fiscales que es el principal órgano de política fiscal de la OCDE. I. REFORMA FISCAL EN EL PASADO RECIENTE. a) Introducción. 3. La reforma del sistema fiscal ha alcanzado en las últimas décadas una preeminencia sin precedente. Las últimas tres décadas han visto tres reformas fiscales importantes, dirigidas públicamente, a través de muchas encuestas, con la publicación de voluminosos informes, - el Comité Carter en Canadá (1976) , el Comité Asprey en Australia (1974), los denominados documentos Tesoro I y Tesoro II de EE.UU. (1977,1984), el Comité Meade del Reino Unido (1978), la misión McCaw de Nueva Zelanda (1982), la Comisión irlandesa de tributación (1982-1985), la versión provisional del libro blanco de Australia (1985), el Libro blanco de la reforma fiscal de Canadá 1987 etc.; y muchas propuestas más recientes en los países nórdicos y de Norteamérica. Muchos países latinoamericanos y de Asia y del Pacífico han experimentado una reestructuración fundamental de sus sistemas tributarios; algunos de ellos, como Chile, han iniciado nuevas aproximaciones a la tributación. Los resultados de dichas revisiones han sido distorsionadores y de gran alcance y sus consecuencias sólo ahora están siendo asimiladas por los contribuyentes, sus asesores fiscales y los administradores tributarios en todo el mundo. Pero el grado de estandarización y el hecho de que muchos cambios se producen de forma uniforme, pero no como resultado de un plan concertado y coordinado, presagia la clase y nivel de interconexión de las economías modernas, que es uno de los temas que se estudiarán en este trabajo. 4. Algunos de los problemas más importantes de los sistemas tributarios de la OCDE fueron al menos hasta cierto punto y a veces sólo temporalmente solucionados por dichas reformas fiscales, pero persisten otros. Tal vez la crítica más común es la complejidad de la tributación, problema cada vez más compartido con muchas economías no pertenecientes a la OCDE. Los sistemas tributarios son de difícil comprensión para los contribuyentes y complicados de gestionar para los administradores tributarios. Ello amplía el campo de los planes sofisticados de elusión fiscal e incrementa el coste de recaudación de las Administraciones, así como los costes de cumplimiento de los contribuyentes. Los planes de elusión fiscal - que nunca han sido tan sofisticados como ahora ­ contribuyen a la complejidad, ya que se requiere una legislación detallada para poner fin a los vacíos legales. En el Reino Unido, se estima que los costes totales de administración y cumplimiento constituyen el 1,5% del PIB, representando 2/3 del total los de cumplimiento (Sandford, 1995). Como observa el autor de este estudio, ello implica que la tributación es un sector tan importante como la agricultura, los bosques y la pesca. 5. Muchos de los que critican la complejidad fiscal omiten exponer sus causas fundamentales. Si el problema reside en la complejidad de las transacciones que intentamos gravar, o en algunos requisitos legales no tributarios, poco podrán hacer los diseñadores de la política tributaria. Por el contrario, la reforma fiscal puede ser útil si la complejidad se genera por las políticas en si mismas o en el estilo lingüístico de la legislación. 6. La complejidad es difícil de medir y el volumen de normas legislativas puede considerarse como una aproximación muy burda de una cuantificación. Desde 1954, el Código tributario de EE.UU. ha crecido en un 200%. En Canadá, el volumen de la legislación tributaria se triplicó entre 1971 y 1994 y en Holanda se duplicó en un período similar. Sólo en Francia no existe esa tendencia: la legislación tributaria tiene aproximadamente la misma extensión que hace 30 años (Tax Law Review Committee, 1996). 7. Algunas de las reformas fiscales recientes que describiremos a continuación han simplificado los sistemas tributarios, pero sólo unos cuantos países han intentado abordar esta cuestión compleja de forma sistemática. Australia inició un Programa de Perfeccionamiento de la Ley Tributaria en 1993 con el objetivo explícito de reducir los costes de cumplimiento. La legislación se está redactando de nuevo en un lenguaje más claro y, hasta ahora, se ha reducido en un 50%, aunque se han añadido nuevas secciones explicativas. En Nueva Zelanda y el Reino Unido se ha empezado un proceso similar de nueva redacción de la legislación del impuesto sobre la renta y en Irlanda se está realizando la primera recopilación de legislación tributaria. En EE.UU. una solución a la moda y, con frecuencia, vaga, discutida hoy en algunos círculos es la introducción de un impuesto lineal (flat tax). Resulta difícil juzgar si las ventajas de un código tributario más sencillo, tal como queda después de la nueva redacción, compensan el coste de utilización y la pérdida de familiaridad con la ley existente. Muchos comentaristas creen que esta complejidad es un rasgo inherente de los modernos sistemas fiscales que han de tratar con metas a menudo conflictivas y deben cumplir diversos objetivos no tributarios. Otros creen que la complejidad es corolario obligado de la equidad. 8. El más importante de los desarrollos recientes de la reforma fiscal ha sido la reducción drástica y amplia de los tipos impositivos marginales de la renta en los años 1980, reduciendo el número de tramos de renta, aumentando las exenciones y ajustando los mínimos exentos. (Veáse infra). 9. En ese momento, las reducciones fiscales fueron al mismo tiempo objeto de alabanza y de condena. La mayor parte de las críticas se concentró en el traslado implícito de la carga impositiva, que algunos temieron fuera a acompañar al cambio, con la reducción del nivel de tributación de los ricos cuando se recortaba uniformemente los tipos marginales. Otros elogiaban las reducciones de tipos impositivos porque disminuían las distorsiones económicas inducidas por elementos tributarios en los ahorros, en los patrones de inversión y trabajo, reducciones que contrarrestan los efectos perjudiciales de las tasas elevadas de inflación en los sistemas y que disminuyen los incentivos a la evasión fiscal y a las inversiones improductivas en los paraísos fiscales y, en consecuencia, las tensiones sobre los administradores tributarios. (Boskin y McLure, 1990). 10. La desafortunada coincidencia de estas reducciones de impuestos con la recesión mundial de finales de los años 1980 creó dificultades para muchos gobiernos que necesitaban hallar nuevas fuentes de recaudación. La respuesta inicial típica de muchos gobiernos fue ampliar la base imponible del impuesto sobre la renta con la inclusión de más elementos como rentas y la eliminación de gastos fiscales (OCDE, 1996; Messere, 1993; Sandford, 1993). Los objetivos más comunes para incrementar los niveles de recaudación mediante la extensión de bases imponibles fueron los beneficios en especie, las prestaciones sociales y los beneficios de capital de las personas físicas. La posibilidad de deducir los intereses de las hipotecas también se limitó en muchas naciones. En el caso de las sociedades, los incentivos y privilegios fiscales generalmente se suprimieron, aparentemente, en tácita conformidad con las conclusiones del estudio reciente de la OCDE que afirmaban que los costes de los incentivos superaban sus beneficios en la mayoría de los casos (Holland y Owens, 1996). Una racionalización similar se daba en Finlandia, Portugal, España, EE.UU. y Austria (Messere 1993, Cuadro 1.2) y en otros varios países (siendo los ejemplos más notables Indonesia y Chile). La renta de origen extranjero también se convirtió en punto de mira, pero tal vez por unos motivos diferentes que serán analizados posteriormente. 11. No obstante, se descubrió que, en los sistemas fiscales desarrollados, era difícil ampliar más la base del impuesto sobre la renta y surgieron, pues, dos nuevas estrategias. Una consistía en modificar la combinación de impuestos, inclinándose por nuevos impuestos, en particular, por los impuestos sobre el consumo y por mayores cotizaciones a la Seguridad Social para suplementar el impuesto sobre la renta. La otra era un renovado interés por potenciar la administración de impuestos, una pugna concomitante por una mayor eficiencia del gobierno. 12. Este fue el caso, por ejemplo, de Canadá, China, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Sudáfrica donde se introdujeron o racionalizaron los impuestos sobre el consumo, invariablemente basados en el modelo IVA. Incluso para Australia y EE.UU., dos países (junto con Suiza, hasta recientemente) que han sido renuentes a adoptar tal impuesto, están estudiando la implantación de un IVA como parte de su agenda de reforma fiscal. 13. Australia ilustra la capacidad de una mejor administración para producir importantes aumentos de recaudación: en 1988, el Ministro de Hacienda anunció un superávit anticipado de 5.500 millones de dólares australianos que debía conseguirse con los sustanciosos aumentos esperados de recaudación neta, aunque no se habían anunciado nuevos impuestos, ni debía producirse una ampliación de la base imponible, ni tampoco se había programado una reducción importante de los gastos presupuestarios, o una disminución de los tipos impositivos. Se esperaba que el aumento de recaudación provendría casi exclusivamente de una administración potenciada. Igualmente, el Statement on Tax Policy de 1992 prometió un aumento de ingresos fiscales de casi 1.000 millones de dólares australianos que se conseguiría, dedicando recursos adicionales a las funciones de cumplimiento de la Australian Taxation Office. 14. EE.UU. tenía una propuesta similar con la aprobación de la Ley de 1982 Tax Equity and Fiscal Responsibility Act. Se programó que, aproximadamente, un tercio de la recaudación total esperada por la entrada en vigor de la Ley provendría de la aplicación más estricta de las siguientes medidas administrativas: mecanismos adicionales de retención, recogida de mayor información y cambios en la estructura de las sanciones. Se expresaron opiniones similares en el Libro Blanco sobre la mejora del cumplimiento tributario recientemente publicado. 15. Al aplicar las reformas, las Administraciones y los demás elementos involucrados se han preocupado por garantizar que las reformas mejoren la administración de impuestos. Toda nueva base imponible debe ser observable y verificable, ya que la propiedad más importante de cualquier impuesto es que pueda ser recaudadado. Las nuevas tecnologías y las nuevas prácticas financieras han reducido tanto la capacidad de ser observables como de ser verificables. 16. Llegados a este punto esta revisión ilustra lo común de estos patrones de reformas fiscales y el nivel de interconexión de las economías modernas. ¿Podrá la reforma continuar a esta cadencia en la próxima década? ¿Podemos esperar más énfasis en las reformas fiscales administrativas enfocadas hacia consideraciones de ámbito internacional?. Antes de intentar contestar estas preguntas, ampliaremos en las subsecciones siguientes algunas de las tendencias referidas supra. 17. Hubo cuatro fuerzas motrices tras las reformas de las dos últimas décadas. En primer lugar, el conjunto de variaciones económicas que generalmente se resumen con el término "globalización". Como el capital se ha hecho mucho más móvil en el plano internacional, los países hallan más difícil mantener tipos impositivos elevados. La globalización también favorece los impuestos cuando la localización de la base imponible es más rápidamente identificable - como en los casos del consumo, de la propiedad inmueble o de la renta de trabajo- que otras bases difíciles de localizar como los beneficios. En segundo lugar, el coste decreciente de la tecnología de la información, especialmente en comparación con el gasto en inspectores financieros y abogados fiscalistas, implica que es más barato recaudar impuestos sobre las transacciones fácilmente identificables tales como la renta de trabajo y el consumo. En tercer lugar, las Administraciones empezarán a ser conscientes de que las onerosas tax breaks se habían ido enquistando y habían sobrevivido a su objetivo original o en el peor de los casos eran contraproducentes. Un sistema fiscal más neutral reduciría las distorsiones económicas derivadas de la recaudación de los tributos y llevaría a una economía más eficiente. Finalmente, muchos Gobiernos fueron votados por sus promesas de reducir la presión fiscal y de simplificar el sistema fiscal. b) La creciente presión fiscal. 18. A pesar de los esfuerzos por detener o invertir el aumento continuado, a largo plazo, de los impuestos en muchos países, la presión fiscal total en toda la OCDE ha seguido elevándose hasta mediados de los años 1990: pasó de un 33% del PIB en 1980 a un 36% en 1990 y a un 37,6% en 1994. La presión fiscal cayó entre 1980 y 1995 sólo en Holanda y Noruega, incrementándose en todos los demás países. Claramente, la tasa de aumento en los años 1980 y principio de los años 1990 fue sólo la mitad de la de 1970, como se puede observar en la figura 1. c) La modificación de las estructuras fiscales 19. La variación de la combinación de tributos fue el tema central de varias de las reformas fiscales de los años 1980 y 1990. El cambio a impuestos sobre el consumo puede aumentar el incentivo a ahorrar al reducir la diferencia entre los rendimientos del ahorro antes y después de impuesto. Los impuestos sobre el consumo pueden ser menos fáciles de eludir y evadir que los impuestos sobre la renta. También, se ha argumentado que tal variación podría mejorar los incentivos al trabajo ya que los ingresos netos aumentan. Pero esto es poco probable que sea verdadero en la práctica. Si la gente piensa que las posibilidades de consumo para un salario dado disminuyen porque los impuestos sobre el consumo son mayores, entonces el efecto sobre los incentivos al trabajo serán los mismos que si el impuesto se dedujera directamente de los ingresos. Este cambio puede, no obstante, haber tenido un efecto positivo sobre el ahorro familiar (veáse OCDE, 1997). 20. Existen también varios problemas relativos a los impuestos sobre el consumo. Generalmente, son menos progresivos que el impuesto personal sobre la renta, imponiendo una carga fiscal superior a los contribuyentes con rentas más bajas, aunque un estudio de 1988 de la OCDE sugiere que dichas preocupaciones pueden ser exageradas. En Australia, Canadá y Japón se ha producido una fuerte resistencia de los contribuyentes a la introducción propuesta de impuestos generales sobre el consumo. 21. La tabla 1 muestra que ha habido un cambio hacia los impuestos generales sobre el consumo, pero que esto ha tenido lugar a expensas de otros impuestos sobre los bienes y servicios (como los impuestos especiales) con reducciones bastante insignificantes de la proporción de impuestos sobre la renta tanto de personas físicas como jurídicas. Los países, que han asistido a cambios más severos resultantes de la introducción de los impuestos sobre el consumo, son Grecia, Nueva Zelanda y Turquía. En estos dos últimos casos, la introducción de impuestos sobre el consumo fue acompañada de recortes sustanciales del impuesto personal sobre la renta. En Japón, la recaudación del impuesto general sobre el consumo se ha elevado mientras que las recaudaciones de los impuestos sobre las sociedades han caído de forma pronunciada en los años 1990. Canadá contó con una similar disminución de la recaudación del impuesto sobre sociedades. Las cotizaciones a la Seguridad Social aumentaron en dicho país, en Finlandia y en Japón. España ha recurrido a impuestos generales sobre el consumo para reducir el papel de las contribuciones a la Seguridad Social. Finalmente, el Reino Unido también aumentó el tipo y amplió significativamente la base del IVA aunque el presupuesto de 1997 invirtió parcialmente esta tendencia. Tabla 1 ESTRUCTURA DE LA IMPOSICIÓN EN LOS PAÍSES DE LA OCDE (PORCENTAJE DE LA RECAUDACIÓN TOTAL) Clases de impuestos 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1994 1995 Impuesto sobre la renta personal 26 28 30 31 30 29 27 27 Impuesto sobre la renta societaria 9 9 8 8 8 8 8 8 Cotizaciones a la Seguridad Social 18 20 22 22 22 23 25 25 Impuesto sobre la propiedad 8 7 6 5 5 6 6 6 Impuesto general sobre el consumo 12 14 13 14 16 17 18 18 Impuesto sobre otros bienes y servicios 26 22 19 18 18 14 15 15 Fuente: OECD Revenue Statistics d) El impuesto sobre la renta personal: reducción de los tipos marginales máximos. 22. Las Administraciones han tratado un aspecto de la creciente presión fiscal reflejado en la figura 1: la tendencia alcista de los tipos marginales superiores del impuesto sobre la renta personal. Los tipos elevados son distorsionadores e implican un desincentivo hacia el trabajo y el ahorro y un incentivo para hacer uso de las lagunas fiscales, reduciendo con ello los ingresos recaudados en la práctica. En la mayoría de los países -- siendo la principal excepción Turquía con un tipo marginal muy bajo al principio -los tipos marginales máximos se han recortado últimamente, en una media de más de 10 puntos porcentuales. (Tabla 2). Pero la amplia mayoría de estos recortes tuvo lugar a finales de los años 1980 y los tipos marginales superiores han tendido a mantenerse estables en los años 1990. En el caso de los EE.UU. han vuelto a aumentar los tipos marginales para los perceptores de rentas elevadas. Tabla 2 TIPOS MARGINALES DEL IRPF APLICADOS POR LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL. 1986 1990 1995 1996 1997 Australia 57 47 47 47 47 Austria 62 50 50 50 50 Bélgica 72 55 55 56.65 56.65 Canadá 34 29 31.3 31.3 31.3 Dinamarca 45 40 34.5 34.5 34.5 Finlandia 51 43 39 39 38 Francia 65 57 56.8 56.8 54 Alemania 56 53 53 53 53 Grecia 63 50 40 40 40 Islandia 38.5 33 38.15 38.15 35.41 Irlanda 58 53 48 48 48 Italia 62 50 51 51 51 Japón 70 50 50 50 50 Corea 55 50 45 40 40 Luxemburgo 57 56 50 50 50 35 35 35 México Holanda 72 60 60 60 60 Nueva Zelanda 57 33 33 33 33 Noruega 40 20 13.7 22.95 23.45 Portugal 61 40 40 40 40 España 66 56 56 56 47.6 Suecia 50 20 25 25 25 Suiza 13 13 11.5 11.5 11.5 Turquía 50 50 55 55 55 Reino Unido 60 40 40 40 40 EE.UU 50 28 39.6 39.6 39.6 Fuente OECD. Tax Database. e) El impuesto sobre la renta personal: una base imponible más amplia. 23. Al tiempo que los tipos marginales máximos han descendido, las recaudaciones no han caído en ningún país de forma tan acentuada como podría deducirse de las cifras de la Tabla 2. En 1995, la recaudación del impuesto sobre la renta personal representó el 10,4% del PIB en todo el área OCDE, en comparación con el 10,9% en 1980. El motivo de ello es que muchas Administraciones financiaron las reducciones de los tipos impositivos con una ampliación sustancial de la base imponible. 24. Los impuestos sobre las retribuciones en especie aumentaron en Australia, Finlandia, Nueva Zelanda y el Reino Unido y se limitó la posibilidad de deducir los intereses de los créditos hipotecarios en Finlandia, Irlanda y el Reino Unido. La reforma estadounidense de 1986 eliminó una serie de deducciones. 25. Además de financiar los recortes de los tipos impositivos, la ampliación de la base imponible en muchos casos eliminó los rasgos complejos del sistema tributario y redujo las distorsiones sobre las decisiones de consumo, ahorro y trabajo. La redacción de informes periódicos sobre los gastos fiscales constituye una pieza importante a la hora de derribar los privilegios fiscales. Actualmente, 14 países de la OCDE elaboran estos informes que calculan los ingresos fiscales a los que se ha renunciado por la concesión de beneficios fiscales. Australia, Bélgica, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Holanda y Portugal iniciaron la elaboración de cuentas de gastos fiscales en los años 1980 (OCDE, 1996d). 26. Los recortes de los tipos marginales máximos del impuesto sobre la renta no estuvieron totalmente financiados por una ampliación de la base imponible de la renta y en muchos países la presión fiscal se elevó para los tramos inferiores de renta. Se abordan infra estos problemas distributivos. f) Un impuesto sobre la renta más lineal. 27. Muchos países, además de recortar los tipos marginales superiores del impuesto sobre la renta han reestructurado su tarifa, reduciendo el número de tramos. Tal vez, sea ésta una de las pocas áreas donde los sistemas tributarios se han simplificado en la década de 1980. El menor número de tipos impositivos marginales no tiene por que disminuir la progresividad del impuesto sobre la renta (es decir, la proporción de renta que se paga como impuesto aumenta cuando lo hace la renta). La mayor parte de la progresividad procede del hecho de que el primer tramo de renta está exento de impuesto. Pero un número menor de tipos impositivos marginales sí simplifican los impuestos, por ejemplo, al tratar de deducir el impuesto de las diferentes fuentes de renta. La tabla 3 muestra que, exceptuándose Dinamarca, Suiza y Turquía, todos los demás países han recortado el número de tipos de la tarifa en la última década. El número medio de tramos cayó de más de 10 a menos de 6. La tabla 2 demuestra que en la década de 1980 y, hasta cierto punto, en los años 1990, el impuesto sobre la renta personal se hizo más lineal. Tabla 3 NÚMERO DE TIPOS IMPOSITIVOS POSITIVOS EN LA TARIFA DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA 1986 1990 1995 1996 1997 Australia 5 4 4 4 4 Austria 10 5 5 5 5 Bélgica 12 7 7 7 7 Canadá 10 3 4 4 4 Dinamarca 3 3 4 3 3 Finlandia 11 6 6 6 6 Francia 12 12 6 6 6 Grecia 18 9 4 4 4 Islandia 3 1 2 2 2 Irlanda 3 3 2 2 2 Italia 9 7 7 7 7 Japón 15 5 5 5 5 Corea 16 8 6 4 4 Luxemburgo 21 24 17 17 17 8 8 8 México Holanda 9 3 3 3 3 Nueva Zelanda 6 2 2 2 2 Noruega 8 2 2 3 3 España 34 17 17 17 17 Suecia 10 1 1 1 1 Suiza 6 6 13 13 13 Turquía 6 6 7 7 7 Reino Unido 6 2 3 3 3 EE.UU 14 2 5 5 5 Fuente: OECD Tax Database. 28. La causa principal del crecimiento de los ingresos fiscales en concepto de impuestos generales sobre el consumo expuesto en la tabla 1 fue la sustitución de los impuestos sobre la venta al por mayor y al por menor por el IVA. En la actualidad, Australia y EE.UU. son los dos únicos países de la OCDE que no tienen un gravamen del tipo IVA. Grecia, España y Portugal introdujeron el IVA en los años 1980 cuando se adhirieron a la CE ya que constituía uno de los requisitos para ser miembros. Canadá, donde en principio el impuesto anteriormente sólo era aplicable a los bienes y servicios en general, Islandia, Japón, Nueva Zelanda y Suiza han introducido un IVA y Noruega se halla en pleno proceso de ampliar la aplicación del IVA. Una segunda causa de la participación creciente de los impuestos generales sobre el gasto en el conjunto nacional de impuestos ha sido la tendencia de los tipos impositivos del IVA a elevarse una vez que se ha introducido dicho impuesto. El tipo impositivo medio al introducir inicialmente dicho gravamen fue el 12,5%, el tipo medio en 1997 es del 17%. La tabla 4 expone el incremento experimentado por el IVA. Tabla 4 IVA EN LOS PAÍSES DE LA OCDE Año de Tipo estándar implantación Inicial Actual Austria 1973 16 20 Bélgica 1971 18 21 Canadá 1991 7 7 Dinamarca 1967 10 25 Finlandia 1969 11.1 22 Francia 1964 20 20.6 Alemania 1968 10 15 Grecia 1987 16 18 Islandia 1989 22 24.5 Irlanda 1972 16.4 21 Italia 1973 12 19 Japón 1989 3 5 Luxemburgo 1970 8 15 Méjico 1960 10 15 Países Bajos 1969 12 17.5 Nueva Zelanda 1986 10 12.5 Noruega 1970 20 23 Portugal 1986 16 17 España 1986 12 16 Suecia 1969 11.1 25 Suiza 1995 6.5 6.5 Turquía 1985 10 15 Reino Unido 1973 10 17.5 Fuente: OECD 1995 d, Comsumption Tax Trends. 29. Todos los países eximen muchos servicios del IVA - incluyendo los servicios financieros, el alquiler de inmuebles, los seguros sanitarios, la educación, las obras de caridad y apuestas - y aplican tipos inferiores o el tipo cero a ciertos bienes y servicios tales como los libros y los periódicos, el transporte, la alimentación, etc. Algunos países han seguido la tendencia de cambio en el impuesto sobre la renta personal ampliando también la base imponible del IVA. Ello reduce la distorsión de los patrones de gasto de los consumidores e incrementa de ese modo la eficiencia de la economía. Al ajustar la recaudación del IVA como porcentajes del PIB para tener en cuenta las diferencias en los tipos impositivos estándar del IVA, la tabla 5 considera el tamaño de la base imponible del IVA en relación con el PIB de los distintos países. Ello reflejará otros varios factores tales como el peso del consumo en el PIB y la extensión de la evasión del IVA - así como la cobertura legal del IVA-. Hecha esta advertencia, encontramos que Nueva Zelanda y Japón recaudan unas sumas desproporcionadas respecto a sus tipos impositivos de IVA, mientras que las recaudaciones de Bélgica, Irlanda, Italia, España y Suecia son relativamente bajas. En Nueva Zelanda, por ejemplo, ello probablemente refleja la cobertura muy amplia del IVA y, en Irlanda, la gama de bienes a los que se aplica el tipo impositivo cero. Tabla 5 INGRESOS FISCALES EN CONCEPTO DE IVA, (Tipo impositivo estándar y cálculo de la base imponible del IVA, 1993) Tipo impositivo Recaudación Base imponible del estándar De IVA IVA del IVA (% del PIB) (Media = 100) Austria 20 8.3 102 Bélgica 20.5 7.0 84 Canadá 7 2.6 90 Dinamarca 25 9.8 96 Finlandia 22 8.6 96 18.6 7.5 99 Alemania 15 6.8 111 Grecia 18 8.5 116 Islandia 24.5 9.9 99 Irlanda 21 7.0 82 Italia 19 5.6 72 3 1.5 123 Luxemburgo 15 6.7 110 Países Bajos 17.5 7.0 98 Nueva Zelanda 12.5 8.2 161 Noruega 22 9.1 102 Portugal 16 6.2 95 España 15 5.1 83 Suecia 25 8.5 83 Suiza 6.5 2.7 102 Turquía 15 5.7 93 17.5 6.6 93 Francia Japón Reino Unido Fuente: OECD Consumption Tax Trends y OECD Revenue Statistics. (h) Las cotizaciones a la Seguridad Social 30. Una segunda tendencia que se evidencia en la tabla 1 es el crecimiento de las cotizaciones a la Seguridad Social, de forma que en 1995 se había recaudado casi tanto como en el impuesto sobre la renta personal. Este cambio probablemente refleja las crecientes presiones que se ejercen sobre el gasto de la Seguridad Social derivadas de niveles de paro crecientes, del envejecimiento de la población y de otros cambios sociales, tales como el incremento de las familias uniparentales. Las prestaciones suplementarias deben financiarse, ya sea mediante unos niveles más elevados de las cotizaciones o mediante una financiación más amplia de las prestaciones. 31. En algunos países, los incrementos de valor de las prestaciones de la Seguridad Social también contribuyen a dicha presión. Por ejemplo, el valor de las prestaciones de desempleo aumentaron significativamente en relación con las rentas de trabajo en los años 1980 en Finlandia, Francia, Grecia, Noruega y Portugal. Sólo en Bélgica, Nueva Zelanda, el Reino Unido y EE.UU. cayeron las prestaciones en relación con las rentas de trabajo para el mismo período (OCDE 1994, Capítulo 8). (i) El impuesto sobre sociedades. 32. El impuesto sobre sociedades ha seguido las mismas tendencias del impuesto personal sobre la renta: la base imponible se ha ampliado y los tipos impositivos se han reducido. En Alemania, Australia, Austria, España, EE.UU., Finlandia, Irlanda, Islandia y Portugal se ha limitado o suprimido los diversos planes de incentivos, incluyéndose los planes para regiones o sectores determinados, los créditos a la inversión y los refugios fiscales relacionados con la propiedad. La amortización a efectos fiscales se ha alineado más con la amortización económica. La tabla 6 muestra que las disminuciones del impuesto sobre sociedades a nivel de la Administración central, desde mediados de los años 1980, están en torno a los 10 puntos. Tabla 6 TIPOS BÁSICOS DEL IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES EXIGIDO POR LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL 1986-1997 1986 1991 1995 1996 1997 Australia 49 39 33 36 36 Austria 30 30 34 34 34 Bélgica 45 39 39 39 39 Canadá 36 29 29.12 29.12 29.12 Dinamarca 50 38 34 34 34 Finlandia 33 23 25 28 28 Francia 45 34/42 33.33 33.33 33.33 Alemania 56 50/36 45/30 45/30 45/30 Grecia 49 46 35/40 35/40 35/40 Islandia 51 45 33 33 33 Irlanda 50 43 40 38 38 Italia 36 36 36 36 36 Japón 43 38 37.5 37.5 37.5 Corea 30 34 30 28 28 Luxemburgo 40 33 33 33 33 34 34 34 México Holanda 42 35 35 35 35 Nueva Zelanda 45 33 33 33 33 Noruega 28 27 19.75 20.75 20.75 Portugal 42/47 36 36 36 36 España 35 35 35 35 35 Suecia 52 30 28 28 28 Suiza 4-10 4-10 3.63-9.8 3.63-9.8 3.63-9.8 Turquía 46 39 25 25 25 Reino Unido 35 34 33 33 33 EE.UU 46 34 35 35 35 Fuente: OCDE (1991) y OECD Database. II. PRESIONES ACTUALES EN LOS ARTÍFICES DE LAS REFORMAS FISCALES. 33. La situación de la reforma fiscal en la década de 1990 contrasta con el desenfrenado trabajo de los años 1980. En comparación con esos cambios fundamentales, esta es la década de la consolidación, asimilando las perturbaciones y ajustando los cambios, aunque algunos países de la OCDE (por ejemplo, Francia y Alemania) y algunos países no pertenecientes a dicha organización (Argentina, Malasia y Filipinas) se hallan aún en medio de las zozobras de reformas fiscales fundamentales. Pero no podría pensarse que este período de estabilización constituye la evidencia de la inercia y de la inactividad. Por el contrario, los años 1990 se han convertido en un período de mayor estudio y profundización. La consolidación ha significado una investigación más profunda sobre menos temas y un mayor énfasis en los aspectos administrativos de la reforma fiscal. Y mientras que los temas de la década de 1980 se consideraron básicamente de ámbito interno, el enfoque de la última parte de nuestra década apunta, desde luego, a los temas internacionales -ampliándose esta expresión para incorporar las ramificaciones internacionales de la política fiscal nacional,­ así como su significado más general de sus consecuencias fiscales sobre las transacciones transfronterizas. 34. La próxima sección de este trabajo examinará una serie de cuestiones que puede considerarse que combinan los dos temas importantes de los años 1990 - el problema creciente de gravar la renta de capital y la profundización en los intentos de movilizar la cooperación internacional en materia de tributación-. A efectos del análisis, este trabajo tratará los temas mencionados como cuestiones independientes, pero esto no debería encubrir su estrecha afinidad: el problema creciente de la tributación de la renta de capital en una economía global ha llevado al reconocimiento de la necesidad de una mayor cooperación internacional en la fiscalidad. (a) El problema creciente de la tributación de la renta de capital -la dimensión internacional La renta de origen extranjero. 35. Sin duda, el problema más preocupante para los reformadores fiscales actualmente es la capacidad decreciente de cada uno de los gobiernos de sustentar los impuestos internos sobre la renta de capital. La mayor integración de las economías nacionales mediante la creación de los mercados globales de capitales, del trabajo y de out-puts ha sido la causa del problema; los medios empleados han sido una mejor tecnología y comunicaciones más sencillas que facilitan transacciones internacionales más rápidas y más seguras. Los riesgos son claros, aunque los datos sobre las recaudaciones fiscales de los impuestos sobre la renta y sobre el capital no han mostrado una disminución evidente hasta el principio de los años 1990. 36. Han sido evidentes en estos últimos años los problemas de gravar la renta de capital y, en particular, el rendimiento de las inversiones de cartera. Por ejemplo, el intento de Alemania de imponer una retención de impuesto del 10% sobre los intereses en 1989 desencadenó un importante flujo de fondos al Luxemburgo vecino, mientras que la decisión de Dinamarca en 1988 de someter los intereses a un mayor escrutinio, al requerir a los bancos para que informaran de los pagos, produjo flujos de capital similares hacia Holanda. Más recientemente, los países nórdicos han experimentado la aplicación de tipos impositivos nominales más bajos sobre la renta de capital, empezando por Dinamarca en 1987 y siguiendo, en una rápida sucesión, Suecia en 1991, Noruega en 1992 y Finlandia en 1993. Como dijo un comentarista, "La reforma no se introdujo como resultado de una innovación convincente de la teoría fiscal, sino que fue consecuencia de una reacción más defensiva que ofensiva ante la competencia fiscal internacional (Tikka 1993, pág. 91)". Sobre esta cuestión de la competencia fiscal, este trabajo volverá muy pronto, pero estas experiencias testimonian los problemas de mantener la base imponible de la renta de capital nacional en una economía global. 37. Las dificultades asociadas con el mantenimiento de la base imponible nacional de la renta de capital se exacerban sólo en el caso de no-residentes, ya que en este caso es aún más claro que el país de la fuente está en competencia directa con los paraísos fiscales y con los centros financieros. El problema de sustentar un impuesto sobre los intereses es un caso ilustrativo. Muchos países (tales como Dinamarca, Francia, Alemania, Hong-Kong, Luxemburgo, Holanda, Singapur, Suecia y EE.UU.) no imponen un impuesto sobre los intereses bancarios ni sobre los rendimientos de inversiones en cartera pagados a los noresidentes. La justificación de ello es generalmente que la exención permite a las sociedades residentes endeudarse en los mercados de capitales mundiales a tipos competitivos -es decir, a un tipo que no transfiera el coste del impuesto al prestatario residente-. 38. En un mundo en que el crédito fiscal internacional es aún una característica del sistema tributario de muchos países, ello daría lugar a una recaudación tributaria inesperada en el país de residencia. En la práctica, los problemas sólo son combinados. Las dificultades administrativas, asociadas con la tributación de la renta obtenida en otra jurisdicción, implican que el impuesto no será pagado en ningún sitio. Para las personas físicas, el mecanismo más apropiado de recaudación será a menudo una retención de impuesto en la fuente, ya sea como un impuesto final o como un apoyo para incentivar la declaración en el país de residencia. Cuando la fuente se halla en otro país, la magnitud de la función del administrador tributario aumenta exponencialmente. El país de residencia en la actualidad, sólo puede gravar realizando la liquidación posterior a la presentación de la declaración. La auditoría del agente que efectúa la retención del impuesto ya no sustituye la inspección de la declaración del individuo y tampoco se dispone de un informe del pago para contratarlo informáticamente. Tampoco existe una tercera parte tal como un auditor de sociedades o un regulador de ellas, que podría ser un punto sustitutivo de la verificación -toda la tarea queda en manos de la administración tributaria-. La base imponible de la renta de capital obtenida en el extranjero por un individuo puede degenerar en un impuesto voluntario porque la verificación posterior a la declaración es demasiado difícil y costosa y tal vez ofrece un rendimiento insignificante. Sólo los escrupulosamente honrados, los extremadamente tímidos se prestan a cumplir con sus impuestos. 39. Las medidas de intercambio de información de los tratados de doble imposición constituyen el principal baluarte contra esta degeneración, aunque las retenciones de impuesto en la fuente tienen, desde luego, un papel. Pero la cantidad de información requerida es cuantiosa; los estándares tecnológicos necesarios y los sistemas para acceder a ella, y utilizarla como intercambio rutinario se van aplicando sólo gradualmente. Además el intercambio de información es únicamente un arma para los residentes que realizan una inversión directa con otro país asociado al tratado; una desviación a través de un paraíso fiscal hará que el seguimiento sea mucho más difícil. 40. Las disposiciones de intercambio de información de los convenios bilaterales contienen importantes consideraciones de diseño y cualificaciones explícitas que pueden merecer más atención en este nuevo contexto. Por ejemplo, la mayoría de los países de la OCDE opina que la información recibida por un socio de un tratado puede ser sólo utilizada en el ámbito de los impuestos cubiertos por dicho convenio y ser únicamente revelada a personas involucradas en la liquidación, recaudación, aplicación o procesamiento con respecto a los impuestos cubiertos. Existe otra área en la que las consideraciones prácticas suscitan serios problemas. Las cuestiones obvias se plantean en relación con la lengua, las peculiaridades de la jerga y los términos no estandarizados, las restricciones temporales, la diferencia con respecto a las leyes de prescripción y el medio internacional de identificar a los contribuyentes. 41. Tal vez son más prometedoras otras formas no rutinarias de intercambio de información que se están desarrollando en el presente -el intercambio de información en toda una industria o sector económico, la inspección simultánea por parte de dos Administraciones de un contribuyente en el que ambas tienen un interés común: el bilateral Advance Pricing Agreement y el aumento de las investigaciones en el exterior realizadas por representantes autorizados de las Administraciones competentes. 42. Este campo está recibiendo en la actualidad gran atención. El Consejo Conjunto de Europa y de la OCDE Convention on Mutual Administrative Assistance in Tax Matters que entró en vigor el 1 de abril de 1995, estableció un régimen para la cooperación multilateral en la liquidación y recaudación de impuestos, incluyendo las cotizaciones a la Seguridad Social. La OCDE también está trabajando en el desarrollo de directrices para que las Administraciones competentes mejoren la eficacia de los intercambios bilaterales de información y ha publicado un informe sobre las prácticas al uso en los países (OCDE 1994b). Se dispone de un Manual sobre la aplicación del intercambio de información, como también de los formatos estándares del intercambio automático de información y de un Convenio Modelo para emprender inspecciones tributarias simultáneas. En un plazo más amplio, será necesario examinar las formas de incrementar el cumplimiento en el área de las transacciones financieras transfronterizas, así como las medidas para informar sobre nuevas estrategias de elusión y evasión fiscales y las respuestas de los países a ellas. En 1997, la OCDE publicó una recomendación dirigida a los distintos países para fomentar el uso del número de identificación fiscal del contribuyente en un contexto internacional y se están explorando las oportunidades de nuevas tecnologías que mejoren el intercambio automático de información. La OCDE recientemente lanzó un proyecto para examinar cómo las restricciones de acceso a la información bancaria, que soportan los administradores tributarios, pueden restringir su capacidad para dar respuestas a las peticiones de los socios del convenio. 43. El reto para las Administraciones será diseñar las mejoras de los procesos administrativos y los procedimientos formales que potenciarán la exactitud y la oportunidad de la información ofrecida con un menor coste, salvaguardando al mismo tiempo la legítima preocupación por la intimidad del contribuyente. El problema para los países y los reformadores fiscales, del mantenimiento de la base imponible de la renta de capital es más arduo y no será fácil resolverlo unilateralmente. Las reglas CFC (controlled Foreign Corporation) y FIF (foreign investment fund) 44. Una respuesta a uno de los problemas de gravar la renta de capital de procedencia extranjera, con popularidad creciente ha sido la introducción de regímenes para eliminar las ventajas de aplazamiento en el extranjero de dicha renta. Estos regímenes operan atribuyendo a un contribuyente nacional parte de la renta de sociedades (y de otras entidades) situadas en el extranjero; pero ya sea controladas por el mencionado contribuyente -regímenes de sociedades controladas en el extranjero (CFC)- o en las cuales tiene una inversión en cartera -regímenes de fondos de inversión extranjera (FIF). En el momento de escribir este estudio, catorce países han puesto en vigor tales sistemas - se consideran éstos como las reglas fiscales, más complejas, tanto por sus redactores, por los encargados de aplicarlos, como por los contribuyentes o sus asesores (OCDE, 1996). 45. El principal motivo para estas reglas es la creciente vulnerabilidad ante la manipulación de los conceptos tradicionales de fuente y residencia que, como barreras a los movimientos de capitales, han desaparecido. Se está demostrando que las normas sobre residencia son poco adecuadas para manejar las circunstancias de una compañía que se crea en una jurisdicción, pero que (directa o indirectamente) es gestionada y poseída por individuos que residen en otra jurisdicción. Incluso cuando las normas legales de esta última jurisdicción son suficientemente sólidas para atribuir la residencia de forma apropiada, las dificultades inherentes a la aplicación del impuesto a las sociedades extranjeras rápidamente eliminan toda apariencia de éxito. Como la residencia de una sociedad se convierte en un tema de elección, se ha adoptado otra estrategia. Esta última ha consistido en abandonar el impuesto basado en la residencia de la sociedad y, en su lugar, gravar a propietarios e inversores. Con el fin de realizar con éxito dicha tarea, se ha tenido que olvidar un paradigma fiscal mucho más tradicional, el principio impositivo de independencia de la entidad. 46. La combinación de restricciones administrativas y de diferimiento ha exigido soluciones radicales, pero éstas últimas no están exentas de problemas. Se requiere que los contribuyentes residentes vuelvan a calcular la renta de la sociedad extranjera y paguen impuesto sobre sus beneficios no distribuidos, calculados de acuerdo con las leyes tributarias y en la divisa del Estado de residencia. Además, es necesario aplicar la ley a todo impuesto extranjero exigido sobre los beneficios atribuidos al accionista residente, debiendo ajustarse el tratamiento de los dividendos para reconocer que algunos dividendos abonados en los últimos años procederán de los beneficios atribuidos al accionista que en su día se hizo cargo del impuesto correspondiente. Cuando el ingreso no puede volverse a calcular por falta de información, es necesaria una solución mucho más radical, utilizándose variables sustitutivas (proxies) para el nuevo cómputo de la renta imponible, tales como las variaciones en el valor o en las tasas de rendimiento esperado. Además, si tampoco se cumple así el objetivo, podría incluso imponerse una tasa de interés diferido. 47. El deseo comprensible de controlar la evaporación potencial de la base imponible interna ha sido mitigado al reconocer la importancia de tener como objetivo sólo las situaciones abusivas que no perjudiquen la posición competitiva de las sociedades nacionales en los mercados extranjeros y al admitir la necesidad de contener los costes de cumplimiento y de administración. Equilibrar estos fines y restricciones competitivas ha producido complejidad; y las permutaciones y las diferencias en la forma en que los países definen la aplicación de sus normas CFC y FIF revelan la existencia de sistemas que aún no están sedimentados: * En algunos países, el residente puede estar sujeto a tributación sólo si la sociedad no residente se halla en un paraíso fiscal. Otros regímenes analizan el tipo impositivo societario. Sin embargo, en ellos, el residente puede estar sujeto a impuesto, mientras que la sociedad no residente se beneficia de los incentivos individuales -obtiene renta o incurre en gastos sujetos a un tratamiento preferencial en su país de residencia-, ya sea por la naturaleza de la actividad acometida o por el tipo de entidad que la aborda. A veces, los regímenes que se oponen a la legalidad se identifican con referencia a una lista (ya sea de países con paraísos fiscales/regímenes delictivos o de países sin paraísos fiscales/regímenes no delictivos) o con referencia a unas características generales o a ambas. * Muchos países adoptan unas medidas severas plasmadas en su test de "control" de una sociedad extranjera con el fin de asegurarse que el contribuyente residente puede realmente controlar aquélla; si el residente no la controla, no se puede esperar que él calcule de nuevo, de forma precisa, la renta de la sociedad conforme a la legislación interna y pague el impuesto correspondiente. * Pero este test esparce las simientes de su propia desaparición. Aunque pueda ser reforzado por tests en su apoyo que recombinen las tenencias de valores de los asociados etc.; posteriormente, se deja de confiar en el control en favor de las reglas que potencian los intereses opuestos al control. * Con el fin de aprehender sólo los casos graves de diferimiento de impuesto en el extranjero, algunos países eximen las sociedades cuya renta se deriva de las empresas que operan en el país extranjero. Otra forma de eliminar los casos de poca importancia es fijar un umbral mínimo de beneficios obtenidos en el extranjero, por debajo del cual el contribuyente no ha de pagar los impuestos sobre los beneficios no distribuidos. * Además, como el objetivo real de dichas disposiciones es la renta de inversiones no distribuida en el extranjero, muchos países eximirán de repatriación todo beneficio empresarial obtenido por la empresa extranjera. En otros términos, el residente sólo pagará actualmente los impuestos sobre la renta de inversiones objeto de retención en el extranjero. * La mayor parte de las normas CFC tiene como punto de mira sólo la renta "pasiva", pero ello cuestiona cómo las Administraciones tributarias pueden controlar con eficacia la línea divisoria entre la renta activa y pasiva. 48. La OCDE está en la actualidad estudiando cómo mejorar la eficacia de las reglas CFC y FIF. Además, ha iniciado recientemente un proyecto fundamental sobre el tratamiento fiscal de la renta de origen extranjero y de las transacciones transfronterizas realizadas por las instituciones de inversión colectiva. b) Tributación, comercio e inversión -La confirmación (y segregación) de las conexiones. 49. Mientras que la relación entre comercio e impuesto ha sido más o menos continuamente objeto de investigación y evaluación, no lo ha sido la existente entre comercio y convenios fiscales. Esta cuestión existía y todos lo sabían, pero nadie deseaba abordarla para discutirla extensamente por la complejidad de los problemas potenciales, sin por ello mencionar la dificultad de llegar a soluciones. Sin embargo, la relación afecta profundamente al contexto en el que opera el negocio. 50. Las similitudes entre los acuerdos comerciales e inversores con los convenios fiscales son numerosas. Ambos tratan de facilitar y fomentar el comercio entre distintos países basándose en la hipótesis de que el bienestar global se ve reforzado. Ambos contienen disposiciones que exigen ciertas clases de ventajas y prohíben ciertas formas de discriminación contrarias al socio del tratado. También incluyen reglas y mecanismos para resolver las disputas. En teoría, lo común de este objetivo no debería constituir un problema. En la práctica, sin embargo, las diferencias entre los dos tipos de acuerdo significan que los instrumentos y mecanismos para alcanzar las metas son diferentes al estar modelados por los distintos contextos dentro de los que se aplican los tratados internacionales, tanto fiscales como no. La coordinación de los acuerdos sobre comercio e inversión, por una parte, y los convenios fiscales y las disposiciones tributarias nacionales, por otra, continuarán siendo un problema difícil y alguien podría aún cuestionar la necesidad de dicha coordinación. 51. El problema surge cuando se reconoce que muchas obligaciones y derechos derivados de los acuerdos comerciales e inversores podrían potencialmente aplicarse a temas fiscales en formas que no fueron estudiadas en profundidad cuando se prepararon los convenios. Parece que se va produciendo un consenso según el cual las obligaciones que podrían imponerse adecuadamente, de acuerdo con un convenio de comercio o de inversión, no son indicadas en un contexto fiscal, aunque no ha surgido aún un consenso similar sobre el significado de estas diferencias en la práctica -dónde llegar al equilibrio apropiado entre el objetivo de prevención de la discriminación del comercio y, al mismo tiempo, la flexibilidad y la persecución de los objetivos nacionales en la marcha de la política fiscal. 52. Como la tributación tiene capacidad para aumentar los obstáculos al comercio y a la inversión, por una parte, y subvencionar el comercio y la inversión, por otra, podría considerarse que las barreras y las subvenciones caen dentro del ámbito general de los acuerdos comerciales. Ello es indudable en el caso de los impuestos indirectos y, más en particular, en los aranceles sobre las importaciones que han sido el núcleo tradicional de aplicación de los tratados internacionales de comercio. Cuando se examinan los impuestos indirectos, se puede fácilmente deducir, con cierto grado de exactitud, si un socio del tratado está observando sus compromisos relativos a la eliminación de los aranceles, dejando de subvencionar ciertos sectores industriales o actividades. Pero las mismas cuestiones también se suscitan, aunque de forma más encubierta, y compleja en el campo de los impuestos directos - la preparación de evaluaciones sobre gastos fiscales e incluso de tablas de gastos fiscales comparados implica un concepto equivalente a una subvención (OCDE, 1996b). La implementación de las obligaciones entre los socios de un tratado prohíbe las medidas indirectas que impiden el acceso al mercado, elimina las subvenciones que protegen la producción doméstica, permite el régimen a nivel nacional y garantiza el tratamiento de la nación más favorecida, que puede ser especialmente difícil de aplicar cuando se están analizando los impuestos directos. En la práctica, sin embargo, han surgido pocos casos de tributación discriminatoria. 53. Siempre estuvo implícito en el GATT el problema de la interacción potencial entre los convenios fiscales y comerciales. El Acuerdo General sobre Comercio en materia de servicios (GATS) ha complicado más la cuestión. Los temas idénticos de la aplicación no buscada de los convenios comerciales y su coordinación con las obligaciones fiscales existentes se han reconocido en los tratados más recientes - el GATS, el Tratado de Maastricht y el NAFTA - y han sido objeto de mayor atención. El tratamiento de los impuestos directos en estos acuerdos reconoce que la amplia red de tratados fiscales - en la actualidad, existen más de 1.500 convenios - ofrece un marco multilateral para evitar y resolver los litigios fiscales referidos a la inversión y el comercio, estando basada la mayoría de estos tratados en el Modelo de Convenio OCDE. 54. Se suscitan muchos temas - la medida en que los incentivos fiscales para las empresas o actividades pueden clasificarse como subsidio, las circunstancias en las que los impuestos pueden considerarse confiscatorios, los procesos de litigios que se solapan, etc...- pero este trabajo considerará sucintamente el problema de conceder un papel definido a dos obligaciones contenidas en los tratados comerciales: la obligación de un tratamiento nacional y el significado del tratamiento de la nación más favorecida ( - most favoured nation -MFN). 55. Una concepción amplia de la obligación contenida en los tratados comerciales que permite el "tratamiento nacional" parecería que requiere, en el contexto de los impuestos directos, la eliminación de muchas distinciones comúnmente aceptadas entre contribuyentes residentes y no residentes, reflejada actualmente en una multitud de reglas fiscales dentro de una variedad de contextos -el acceso a las prestaciones personales y a las disposiciones relativas a las personas dependientes, los privilegios fiscales a los programas sociales, la recaudación de los impuestos a través de la retención en origen, los tipos impositivos aplicables, la tributación sobre una base bruta o neta, el acceso a las prestaciones de acuerdo con el sistema de imputación, la capacidad de transferir las perdidas a efectos fiscales (tax losses), la tributación de los beneficios de las sucursales, la capitalización mediante deuda, los pagos a las empresas asociadas, el acceso a ciertos incentivos fiscales mediante deducciones y créditos, etc... 56. Dichas reglas expresan las opciones de los Gobiernos sobre sus objetivos socio-económicos e implementan las políticas en las que las distinciones entre residentes y no residentes son objetivos legítimos de política fiscal. La mayor parte de los tratados ha adoptado el mecanismo establecido en el artículo 24 del Modelo Convenio de la OCDE. La conveniencia de una opinión cualificada (qualified notion) sobre el tratamiento nacional se reconoció en el artículo 73 del Tratado de Maastricht, que permite que los países miembros de la CE apliquen un tratamiento fiscal diferente basado en la residencia del contribuyente y en la fuente de la renta. El GATS permite que persistan las diferencias encaminadas, por ejemplo, a la exigencia de impuestos o su recaudación eficaz. En el acuerdo NAFTA se convino una mayor exclusión, de índole general, de los impuestos directos del ámbito de las disposiciones relativas al tratamiento fiscal nacional, apoyándose en su lugar exclusivamente en el control existente de la pretendida discriminación fiscal a través de los convenios fiscales concluidos entre los países signatarios. Estas tres variantes muestran un consenso acerca de la necesidad de defender la supremacía de los tratados fiscales para resolver los problemas relacionados con la tributación. 57. Las cláusulas de nación más favorecida (MFN) de un tratado de inversión o de comercio representan una importante ventaja para los países signatarios que garantizan la preservación y expansión de los beneficios del acuerdo para las partes -los tratados bilaterales se convierten en acuerdos multilaterales y se negocian sobre dicha base. Los convenios fiscales, por otra parte, son más el resultado obviamente de la negociación directa y de los compromisos individuales alcanzados en las circunstancias particulares de las partes contratantes y se basan en las características específicas, no sólo de sus sistemas tributarios sino de forma más importante, en la interacción entre los sistemas tributarios de ambos países. 58. La aplicación de la norma de la nación más favorecida contenida en los tratados de inversiones o de comercio a los impuestos directos transformaría los compromisos negociados individualmente en un derecho universal que se extiende a otros países sin coste alguno. Las negociaciones de futuros tratados deberían cambiar totalmente y podrían, según las previsiones más pesimistas, transformarse en una multitud de rondas negociadoras Uruguay, en lugar de en una serie de intercambios responsables y flexibles. Al reconocer estos problemas, el GATS permite unas medidas no coherentes con la existencia de un verdadero tratamiento de nación más favorecida que resultan de un convenio fiscal. El acuerdo NAFTA también otorga primacía a las disposiciones de los convenios fiscales de los Estados contratantes, que rechazan la obligación de replicar, en provecho de todos los países contratantes, los beneficios y ventajas por los que cada uno de los países negocia de acuerdo con los tratados fiscales bilaterales de las partes. 59. Para el futuro, el foco de atención se traslada ya de los tratados comerciales a los de inversión. En la reunión de mayo de 1995, el Consejo de la OCDE inició una negociación relativa al Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (MAI) con el fin de facilitar los flujos de inversiones transnacionales. Se concibe éste como un instrumento multilateral ambicioso, diseñado para inducir una mayor liberalización de la inversión, que se expandirá a nuevas áreas que aún no alcanzan los acuerdos existentes de comercio e inversión. El Acuerdo Multilateral sobre Inversiones se mantendrá por si mismo y estará abierto a países no miembros. Desde el principio, el Consejo reconoció que el nuevo instrumento debería tener en cuenta las prácticas existentes en los tratados fiscales y los compromisos posibles de los países signatarios potenciales. Cómo debería hacerse es el tema de un trabajo independiente que está siendo abordado en la OCDE . 60. Los retos a los que se enfrentan los artífices de las reformas fiscales y comerciales son dos: la coordinación de las metas de estos acuerdos con la red existente de tratados fiscales bilaterales y multilaterales y el desarrollo de las directrices para diseñar futuros convenios comerciales y de inversión, que clarificarán el significado de ciertas obligaciones y minimizarán, tanto como sea posible, el alcance de las consecuencias no previstas producidas por los compromisos contraídos. c) El problema creciente de la tributación de la renta de capital -la dimensión nacional. 61. La estrategia óptima para gravar la renta de capital continua siendo una de las cuestiones más controvertidas de la política fiscal que están siendo analizadas por el Comité de Asuntos Fiscales de la OCDE. Las secciones previas analizaban las presiones ejercidas en los artífices de las reformas fiscales derivadas de la mayor movilidad del capital. A un nivel más fundamental, los reformadores fiscales siguen esforzándose por alcanzar una solución apropiada entre dos impulsos contradictorios -el deseo de mantener unos impuestos exigidos sobre un factor con una elevada movilidad así como el deseo de invertir los niveles decrecientes de ahorro nacional y de aumentar la inversión. El fomento del ahorro. 62. La cuestión del ahorro familiar plantea varios problemas políticos en los países de la OCDE. Dentro del área de la OCDE, algunos argumentan que el conjunto del ahorro es demasiado escaso y que unos niveles más elevados de ahorro estimularían la inversión y las tasas a largo plazo de crecimiento económico. Pero el estudio de la OCDE concluyó (OCDE, 1994c) "que no existen pruebas fehacientes de que el nivel de tributación... afecte, en general, el del ahorro familiar". Incluso si se pudieran utilizar incentivos fiscales para fomentar el ahorro familiar, no tiene por qué esperarse que aumente el ahorro nacional. El ingreso fiscal que la Administración no recauda por la existencia del mencionado incentivo recorta el ahorro público y puede superar el incremento de ahorro familiar. No está claro, en esta etapa, si el crecimiento rápido experimentado por la región del Pacífico asiático llevará en un futuro a una caída en los ratios de ahorro, generando algunas de las preocupaciones de los países de la OCDE. 63. Un segundo problema es la asignación de los ahorros. En todos los países los diferentes vehículos de los ahorros se gravan de forma distinta. El resultado es que los individuos escogen los instrumentos de ahorro no sólo por motivos económicos tales como el rendimiento esperado y el riesgo, sino que optan por la vía más privilegiada fiscalmente. La dificultad fundamental es la definición de renta, tema que los economistas y contables han discutido largamente. Hicks, por ejemplo, definió la renta como lo que puede consumir anualmente alguien manteniendo su mismo nivel de riqueza al final del año considerado (Hicks, 1939). Pero éste no es un concepto preciso de fácil aplicación. 64. La dificultad fundamental reside, pues, en la definición de renta. Existen dos puntos de referencia. Un impuesto sobre el consumo intenta gravar el consumo en un determinado período. En teoría, esto podría lograrse con un IVA universal, pero, en la práctica, tal impuesto sería regresivo y difícil de aplicar sobre ciertos bienes y servicios, por lo tanto, el impuesto sobre la renta tendrá una función. Con respecto a los ahorros, el tratamiento del impuesto sobre el consumo puede realizarse de dos formas. En primer lugar, las contribuciones a las cuentas de ahorro y los rendimientos de la inversión obtenidos podrían estar exentos de imposición, aplicándose el impuesto cuando se retiran los ahorros. En segundo lugar, las contribuciones podrían detraerse de la renta post impuestos, pero los rendimientos de inversión y la retirada de los ahorros estarían exentos. El segundo hito es el impuesto sobre la renta global que grava tanto el consumo como el ahorro. Este se puede implementar gravando tanto las contribuciones como los rendimientos de la inversión o los rendimientos de la inversión y retirada de los ahorros. Con respecto al ahorro, el impuesto sobre el gasto es neutral: el consumo de hoy y ayer se grava con el mismo tipo impositivo, mientras que el impuesto sobre la renta global discrimina en contra del consumo futuro gravándolo más que el consumo actual. 65. La figura 2 compara el tratamiento fiscal real de cuatro instrumentos de ahorro en países de la OCDE escogidos -una pensión, una vivienda (adquirida sin préstamo), la adquisición directa de valores y los depósitos bancarios. La figura muestra los tipos impositivos marginales efectivos sobre el ahorro. Como se ha observado previamente, el gasto fiscal trata el ahorro de forma neutral, por lo tanto, el tipo impositivo marginal efectivo (METR) de un impuesto sobre el gasto es cero. El impuesto sobre la renta global grava el ahorro como si fuera el consumo corriente. El METR es, pues, el tipo marginal legal. 66. Al comparar los diferentes instrumentos de cuatro países - Canadá, Francia, el Reino Unido y los EE.UU.- las pensiones tienen el tratamiento fiscal más generoso, seguidas por la vivienda y después por la adquisición de valores, siendo los depósitos bancarios los menos privilegidados fiscalmente. En Alemania, mientras que las pensiones tienen un tratamiento fiscal como gasto y la vivienda recibe una subvención fiscal muy importante, en cambio los valores y los depósitos bancarios tienen un tratamiento fiscal mucho menos generoso. En Japón, las pensiones se gravan mucho, mientras que las inversiones en títulos tienen el tratamiento fiscal más generoso. 67. Al comparar el tratamiento fiscal con los dos puntos de referencia, existen varios ejemplos de tratamientos fiscales del gasto: las pensiones en Canadá, Alemania e Italia y la vivienda y las pensiones en EE.UU. Los depósitos bancarios se gravan basándose en el impuesto sobre la renta global en Canadá, el Reino Unido y EE.UU. 3 Pero en algunos casos, el tratamiento fiscal está fuera del campo de ambos puntos de referencia. Por ejemplo, la vivienda en Alemania y las pensiones en el Reino Unido son objeto de subvenciones en el plano fiscal. Los depósitos en Alemania y Francia se gravan a un tipo impositivo superior al del impuesto sobre la renta global. 68. En todos los países citados, existen enormes diferencias en el tratamiento fiscal de los distintos instrumentos de ahorro. El efecto es desviar los ahorros hacia los activos más privilegiados fiscalmente, alejándolos de aquellos que atraen una sanción fiscal. El resultado neto es que la tributación del ahorro, en general, tiende a girar hacia aquella parte de los ahorros tratada más generosamente. El riesgo consiste en que, al escoger los vehículos de ahorro en función del impuesto y no de las características económicas, el mercado se distorsione y la inversión no se coloque adecuadamente. 3 Aunque en cada caso, el impuesto es exigido sobre los rendimientos nominales, un verdadero impuesto global sobre la renta gravaría sólo rendimientos reales. Si se tuviera en cuenta la inflación, el tipo impositivo efectivo sería superior al de un impuesto global. Fuente: OCDE (1994b) 69. Algunos países han actuado para reducir las diferencias entre el tratamiento fiscal de los diferentes instrumentos de ahorro. Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia han aplicado las reformas más extensivas modificando sus sistemas tributarios hacia un impuesto lineal sobre la renta del capital en proporciones distintas. En Finlandia, por ejemplo, se introdujo un impuesto lineal del 25%, sobre la renta de capital y se eliminaron los depósitos de ahorro exentos de impuestos. En Noruega, el interés, la renta imputada en la vivienda ocupada por el propietario y los dividendos se gravan con un impuesto lineal del 28%. En Portugal, la reforma fiscal de 1989 introdujo desgravaciones a las cuentas de ahorro-vivienda y jubilación, así como a los planes de opción de compra de valores. 70. En otros países se han aplicado planes específicos que incentivan el ahorro, a menudo con objeto de ir hacia un impuesto sobre el gasto. Ejemplos de planes que eximen de impuesto el interés de los depósitos, hasta un determinado techo, incluyen las cuentas del Plan de Ahorro Popular (PEP) y de la Libreta A de Francia y las cuentas especiales exentas de impuestos (TESSAs) del Reino Unido. Alemania, Holanda y España utilizan el enfoque más sencillo de exonerar de tributación una suma fija de intereses de todas las fuentes. 71. Existen en Austria, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Noruega y el Reino Unido varios planes que ofrecen una deducción fiscal limitada para la inversión en valores. Los planes de adquisición de valores del Reino Unido y los planes de ahorro en acciones (PEA) de Francia ofrecen una exención de la tributación a los dividendos así como a las ganancias de capital. 72. A pesar de las reformas recientes, la mayoría de los países aún grava los diferentes instrumentos de ahorro con tipos impositivos muy distintos. Se espera que las futuras reformas fiscales aborden los giros hacia un régimen fiscal más neutral mediante impuestos lineales exigidos sobre la renta del capital o el uso creciente de vehículos del ahorro exentos de impuesto. Incentivando la Inversión 73. En anteriores secciones de este trabajo se revisan las reformas de los impuestos sobre sociedades y se manifiesta que éstas han reducido, pero no eliminado, el desincentivo de las empresas para invertir, así como las distorsiones en el modo en que las firmas financian la inversión y la forma que ésta última toma. La manera estándar de examinar los efectos de los impuestos sobre la inversión es considerar las cuñas fiscales efectivas marginales (marginal effective tax wedges - METW). La METW muestra la diferencia existente entre la tasa de rendimiento antes y después de impuesto. Una METW de 1,2% implica que un rendimiento antes de impuesto del 11,2% es necesario para conseguir el 10% de rendimiento después de impuesto que la empresa ha prefijado. La tabla 7 muestra las METW para un conjunto de países de la OCDE, así como diferentes medidas financieras y tipos de activos. 74. En todos los países, la deuda es la forma de financiación más eficiente en términos fiscales. Por ejemplo, la tasa de rendimiento requerida (rate of return) de Alemania es casi la mitad por la deducción de los pagos de interés nominal en relación con el tipo impositivo relativamente elevado del impuesto sobre sociedades. Los beneficios no distribuidos en todos los casos elevan el rendimiento requerido porque no existe una desgravación parecida a la de los pagos de interés. En EE.UU. el impuesto sobre sociedades "clásico" no concede ninguna desgravación a los accionistas por los impuestos pagados por la compañía. Los beneficios no distribuidos y los nuevos títulos tienen la misma cuña fiscal como resultado. En cada uno de los demás países existe alguna compensación para los accionistas. Los nuevos valores (equity) son tratados con más generosidad que los beneficios no distribuidos. El método de compensación es un sistema de imputación en Francia y en el Reino Unido y un sistema de diferenciación de tipos impositivos (Split rate: doble tipo impositivo) en Alemania donde el reparto de dividendos y de beneficios no distribuidos se gravan con distintas alicuotas. 75. La tabla 7 también muestra que, en los primeros años de 1990, el sistema tributario favorecía la construcción frente a la maquinaria y a ésta frente al inventario (aunque este patrón no es el mismo para todos los países de la OCDE. (veáse OCDE 1991). Tabla 7 CUÑA FISCAL MARGINAL(1) EFECTIVA SEGÚN FINANCIACIÓN Y ACTIVOS, 1995 Edificios Planta y Inventario Beneficios no maquinaria Nuevas distribuidos acciones Deuda Promedio Francia 1.2 -0.5 3.5 3.7 -4.0 -2.2 0.8 Alemania 2.4 0.5 4.5 7.0 -3.1 -4.6 1.9 Holanda 1.8 0.4 2.3 4.0 -0.7 -2.5 1.2 Reino Unido 2.0 0.6 3.9 4.2 0.5 -1.8 1.7 EE.UU 4.4 0.9 3.8 5.4 5.4 -2.9 2.5 Promedio 2.4 0.4 3.6 4.9 -0,4 -2.8 Fuente: Griffith (1996). (1) La cuña fiscal marginal efectiva es la diferencia entre las tasas de rendimiento antes y después de impuesto. Supongamos una tasa de rendimiento objetivo después de impuesto del 10%, un METW del 1,2% implica que el rendimiento antes de impuesto debe ser 11,2%. Las ponderaciones según la OCDE (1991) son las siguientes: edificios 28%, planta y maquinaria 50%, inventario 22%, beneficios no distribuidos 55%, nuevas acciones 10%, deuda 35%. Supóngase que la amortización económica es 3,6% para los edificios, 12,25% para las fábricas y cero para los inventarios siendo la inflación de un 3,5%. Los porcentajes deberían considerarse como cálculos por exceso ya que no consideran la opción de que disponen las sociedades de minimizar la tributación. 76. Finalmente, la última columna prorratea los diferentes activos y formas de financiar para mostrar el incentivo global de invertir. Las ponderaciones utilizadas reflejan la división media de la OCDE entre los activos y la financiación. En cada país existe un incentivo negativo a invertir, equivalente a sumar aproximadamente un 1,5% al coste del capital de las firmas. 77. Existen numerosas propuestas de medios en los que estos sesgos inducidos por la imposición en la inversión pueden ser mejorados o incluso eliminados (veáse, por ejemplo IFS capital Tax Group, 1992, Loden IFA 1996). Dada la preocupación por los efectos de la inversión sobre el crecimiento económico, sería sorprendente si en la próxima década no se asiste a reformas en este campo. d) Desregulación del sistema financiero e innovación financiera. 78. Las reformas drásticas de los sistemas tributarios en los años 1980 se combinaron con cambios igualmente portentosos de los mercados financieros. La desregulación de los mercados financieros al eliminar los controles de cambio y romper las barreras reglamentarias entre las diversas clases de instituciones financieras y la revolución de las comunicaciones han causado un incremento impresionante de los instrumentos financieros. Los días de las obligaciones descontadas, de los cortes de cupones (coupon dipping) y de la deuda no recurrible ante las matrices de los prestatarios ( non recourse debt) han sido sustituidos por métodos financieros más inusuales tales como los préstamos, las repos, (ventas de títulos con opción a recompra), las garantías convertibles, los préstamos en oro. Otros instrumentos derivados -swaps, opciones, futuros, caps, captions, floors, swaptions etc...- cuyo valor procede de ciertos activos subyacentes, tipo o índice de referencia con posibilidades tan diversas tales como los tipos de interés, los precios de las acciones, los índices de estos últimos precios, los precios de las mercancías o los tipos de cambio de las divisas. La desregulación ha permitido que las multinacionales y las instituciones financieras desarrollen estrategias de financiación globales que ignorarán las barreras entre los bloques comerciales regionales. 79. Estos instrumentos ofrecen a las empresas, fuentes de financiación más baratas que los métodos tradicionales. Ayudan a las empresas a gestionar el riesgo al ofrecerle protección contra las fluctuaciones adversas de los tipos de interés y de cambio. También pueden ser utilizados para la especulación y el arbitraje. El mercado de estos instrumentos es demasiado importante ya sea para ser ignorado o para permitir que se desarrolle sin una reglamentación. El informe de 26 bancos centrales dirigidos por el Banco Internacional de Pagos en 1995, que analizó tipos de cambio extranjero y tipos de interés, acciones y contratos bilaterales entre las partes sobre mercancías, sin intervención del sistema institucional, al 31 de marzo de 1995, registró una suma pendiente ese día de 40,7 trillones de dólares estadounidenses y calculó la cifra de negocios diaria en 839 billones de dólares (Banco Internacional de Pagos, 1995). El cuadro 1 ofrece una revisión sucinta de instrumentos financieros innovadores. CUADRO 1 DESCRIPCION DE LOS INSTRUMENTOS FINANCIEROS INNOVADORES Los derivatives (derivados) son probablemente los instrumentos financieros nuevos más conocidos. Un instrumento derivado es un derecho contractual, elaborado y con un precio fijado con respecto a otro elemento, tal como un título, acción, mercancía o índice basado en ellos. Un ejemplo común es un contrato swap principal -conceptual como un swap de tipo fijo o flotante. De acuerdo con ese contrato, el proveedor (por ejemplo, un banco) acuerda pagar un tipo fijo de interés durante el plazo del contrato mientras que el inversor conviene pagar un tipo fijo de interés basado en un tipo flotante como el LIBOR. Las sumas se calculan con referencia a un importe conceptual principal que, en el ejemplo anterior, podría ser igual al importe del préstamo con tipo fijo real. El principal es sólo "conceptual" ya que no hay un préstamo real creado por el contrato derivado, estando las obligaciones legales limitadas al "interés" con tipo fijo y flotante. La combinación innovadora de un préstamo de tipo fijo con un swap flotante o fijo de un mismo importe conceptual -"principal" significa que el inversor ha sustituido un préstamo real con tipo fijo con la sociedad por un préstamo sintético con tipo flotante. El prestatario, por otra parte, no se ve en algún modo afectado ya que obtiene sus fondos a un tipo de interés fijo. Existen dos bloques de construcción básicos de contratos derivados: acuerdos y opciones de tipos forward (incluyendo los de futuros). Sin duda, debe hallarse una forma lógica de gravar los bloques de construcción (building blocks), particularmente, en la actualidad cuando están siendo utilizados en formas no contempladas anteriormente. Como se ha ilustrado antes, éstos pueden combinarse conjuntamente y con instrumentos tradicionales, para replicar virtualmente todo resultado económico deseado o toda exposición al riesgo. Es la capacidad para crear tales instrumentos sintéticos la que suscita el mayor desafío al sistema tributario vigente. Un problema común es el de los llamados instrumentos híbridos. Estos presentan características de dos tipos de instrumento, tales como la deuda y las acciones. Ello suscita un reto obvio para los sistemas tributarios existentes que tienen diferentes reglas para la deuda y las acciones (equity). Los instrumentos híbridos han existido desde hace tiempo y no dependen de la utilización de derivados -pero el ámbito para su creación ha crecido de forma sustancial-. Otros tipos de instrumentos innovadores, tales como un acuerdo de préstamo de acciones o de repo, dependen de la modificación de la idea de propiedad de un instrumento. La innovación proviene de las estructuras legales que, aunque reconozcan una transferencia legal de propiedad, pueden aún permitir la retención de algunos de los beneficios económicos de la propiedad, tales como el derecho de percibir intereses o dividendos, o viceversa. 80. Es bien conocido el desafío que estos nuevos instrumentos financieros presentan tanto para sus artífices como para los legisladores del mercado financiero. Los casos de Orange County, Hammersmith & Fulham asesores, Procter & Gamble, Barings Bank y Sumitomo Bank, constituyen una advertencia para la busca de la sensatez. Los administradores tributarios se han tenido que enfrentar también con estos productos. La mayoría de los instrumentos financieros más recientes no encaja de forma idónea en las categorías contables o fiscales (OCDE, 1991; OCDE, 1994) ¿Constituyen inversiones financiadas con deuda o con acciones? ¿Son pagos realizados en concepto de intereses, o dividendos u otra cosa? ¿Cuándo deberían reconocerse los beneficios o las pérdidas? ¿Qué importe de beneficio o pérdida debería reconocerse en determinados puntos relevantes en el tiempo? ¿Cuál es el punto relevante en el tiempo? Debería depender la respuesta a algunas o a la totalidad de estas preguntas de si el cliente está tratando de conseguir otra posición y, si así fuera, ¿cuáles? Cualesquiera sean las respuestas que se puedan dar en un contexto nacional, se pierde rápidamente la confianza cuando las transacciones tienen lugar atravesando las fronteras nacionales y han de ajustarse a los límites territoriales de los convenios fiscales ¿Son los pagos susceptibles de retención de impuestos? ¿Cuándo tendrán las instituciones financieras oferentes de estos productos suficiente presencia en una jurisdicción como para justificar la tributación? ¿Dónde debería registrar una institución financiera la fuente de renta de estas transacciones a efectos fiscales? 81. La deficiente adaptación a las categorías fiscales existentes y a las aproximaciones estatutarias no debería sorprender -una parte básica del diseño y comercialización de los instrumentos consiste en que sean verdaderamente innovadores. Los instrumentos son diseñados de forma que sean susceptibles de ser "desbaratados" -los elementos individuales de las transacciones (generalmente los contratos y opciones a futuro) pueden romperse y volverse a reconstruir de forma que el número y efecto de los elementos individuales de una transacción y los precios de cada uno puedan variarse casi a voluntad. Los citados instrumentos ofrecen a los contribuyentes flexibilidad para alcanzar el resultado económico deseado utilizando las formas legales que se adecuan mejor a su objetivo. Este último será un instrumento que aporte la mejor combinación de resultados fiscales, contables y reglamentarios. 82. Hasta ahora no existe un consenso internacional sobre la forma o formas más apropiada(s) de gravar dichos instrumentos. Algunos países tales como Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido han intentado desarrollar sistemas globales específicamente con dichos instrumentos en mente (por ejemplo, Australia 1993). Otros han adoptado una estrategia diferente y han intentado abordar problemas específicos cuando se hacen manifiestos -por ejemplo, el Gobierno de Canadá, en su presupuesto de 1994, anunció una serie de cambios relativos a la tributación de ciertos valores cuando están en manos de las entidades financieras. Pero la mayoría de las Administraciones de los países de la OCDE muestra cierta incertidumbre respecto a cómo gravar esos instrumentos. 83. Muchos de los problemas son patentes, pero las soluciones no. Una vez más, la tarea de los artífices de las reformas fiscales será conseguir respuestas, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar que sean claras, factibles administrativamente y, lo que es más importante, consistentes con las normas y prácticas que se desarrollarán internacionalmente. Este es un campo donde la OCDE ha intensificado su labor desde 1996. e) Cooperación en - y competencia por la inversión. 84. La manifestación más obvia del contexto comercial global es la creciente competencia por los recursos escasos instrumentada por el sistema tributario. El declive continuado de la inmunidad ante las perturbaciones fiscales que se produzcan en otro lugar del mundo es una fuente potencial de inestabilidad para todos los países. Papel de los convenios fiscales 85. Los convenios fiscales han servido para reducir el número de áreas en los que los conflictos entre los Estados pueden haber inhibido el comercio y la inversión. Como el objetivo declarado de un convenio, a tenor de lo establecido generalmente en su título o preámbulo, es evitar la doble imposición y prevenir la evasión fiscal, su objetivo último consiste a menudo en fomentar los movimientos de capitales procedentes de otros países. Los convenios fiscales contribuyen a la persecución de dicho fin, señalando al mundo que un país desea adoptar las normas internacionales generalmente aceptadas elaboradas para evitar la doble imposición de la renta y que el mencionado país aplicará dichas normas sin tener en cuenta los cambios en sus leyes nacionales, siempre que el tratado siga en vigor. También coadyuvan a este objetivo, imponiendo obligaciones de no discriminar contra los Estados que los concluyen y proveyendo un medio (el procedimiento de mutuo acuerdo), a través del cual estas naciones pueden resolver sus litigios fiscales. 86. Las normas internacionales generalmente aceptadas aspiran a evitar la doble imposición de la renta al asignar los derechos de tributación sobre varios de sus elementos, entre el país de residencia del contribuyente y el país donde la renta tiene su fuente. Son igualmente importantes los principios incorporados en los convenios fiscales con el fin de determinar cuánta renta puede gravarse en cada jurisdicción en la que una multinacional opera a través de una sucursal o una filial; sin embargo, para que tengan eficacia estos principios deben suplementarse con directrices que tratan de clarificar qué suma de renta y de gasto debe asignarse entre estas jurisdicciones (veáse infra). El desarrollo de una red global de convenios fiscales ha sido ampliamente explicado en una serie de talleres de trabajo organizados por la OCDE en el contexto de su programa outreach, habiéndose celebrado la última reunión en París en septiembre de 1997. Los convenios fiscales constituyen también un instrumento eficaz para contrarrestar la evasión y elusión fiscales internacionales y el artículo 26 del Modelo de Convenio de la OCDE aspira a fomentar una mejor cooperación internacional para conseguir dicho objetivo. Precios de transferencia. 87. La expresión tradicional de estas normas en el artículo 9 del Modelo de Convenio de la OCDE simplemente estableció que en la cuantificación de las sumas involucradas en las transacciones entre las partes asociadas donde, - "se dictan o imponen condiciones entre dos empresas en sus relaciones comerciales o financieras que difieran de aquellas que se hubieran dictado entre las empresas independientes, entonces todos los beneficios que hubieran correspondido a una de las empresas, de no haber sido por las mencionadas condiciones que han hecho que no se correspondan de esa forma, puedan por tanto ser incluidos en los beneficios de esa empresa y gravados en consecuencia." 88. Tan fácil exposición que neutraliza a cualquier otra -interpretada como expresión del estándar de independencia de las partes - y que ha permanecido sin modificar desde el Modelo de 1963, a menudo no fue más extensamente expuesta en la legislación nacional que adoptaba con frecuencia el mismo test. En muchos países, sin embargo, las leyes sobre precios de transferencia habían sido redactadas pensando en temas de renta interregional. La aparición de un contexto de comercio global ha restado importancia a ese problema. La cifra generalmente citada demuestra que las MNES representan el 60% del comercio mundial. 89. Intentar que este test tenga sentido, cuando se aplica a transacciones tan variadas como la garantía de deuda secundaria, las ventajas derivadas de la asociación con los intangibles comerciables y no amortizables ( wasting marketing intangibles), los servicios administrativos o las prácticas in situ, ha sido una cuestión recurrente que la OCDE ha estado tratando de resolver en su Informe de 1979, de 1984 y en sus Guidelines de 1995 (OCDE, 1979; OCDE, 1984; OCDE 1995 b). Este tema constituye el núcleo del debate del Comité Fiscal de la OCDE. 90. Otro motivo por el cual los temas de precios de transferencia seguirán preocupando a los políticos en el ámbito fiscal es que, al integrarse más a nivel mundial las multinacionales (inclinación fomentada por las nuevas tecnologías de la comunicación), existirá una tendencia creciente a centralizar los servicios y a desarrollar centros internacionales de beneficios. Esto puede hacer cada vez más difícil aplicar los métodos tradicionales basados en las transacciones. Las líneas de productos también se harán más globalizadas siendo el diseño, la gestión, la producción y las ventas realizados en distintos lugares para el mismo producto. 91. Un importante objetivo de las Guidelines (Directrices) reside en su papel como expresión de un consenso internacional sobre la asignación de renta y gastos y como medio de reducir las ocasiones para un desacuerdo internacional. Sólo esta clase de enfoque multilateral puede evitar el fantasma, del género de litigio que las MNE parecen temer más -cuándo la MNE se halla atrapada entre dos Administraciones tributarias en conflicto. Un importante aspecto del consenso, por tanto, es el status correspondiente a las Guidelines. En la recomendación que acompaña a las citadas Guidelines, el Consejo apremia a los Gobiernos de los Estados miembros a garantizar que sus administradores tributarios apliquen las directrices, recomendación que algunos países ya han implementado en sus prácticas administrativas. 92. Sin respaldo por esta clase de consenso sobre el significado y el alcance del estándar de independencia de las partes, el artículo 9 se transformaría no en un medio de asignar renta y gastos, sino más bien en el campo de batalla de nuevos litigios, ejerciendo una presión excesiva en los mecanismos de resolución de disputas del Tratado. El Comité de Asuntos Fiscales reconoce que las Directrices por si mismas no bastarán para evitar los conflictos. Por ese motivo el citado comité ha establecido un procedimiento que coadyuva a una implementación coherente de las Directrices. La OCDE reconoce que, para que estas directrices se desarrollen y conviertan en reglas aceptadas globalmente, la OCDE debe vincular a los países no miembros con su desarrollo. 93. Hay muchas causas por las que la cuestión de los precios de transferencia seguirá preocupando a los reformadores fiscales. Un problema obvio es la capacidad de las multinacionales para hacer uso de las prácticas relativas a los precios de transferencia a fin de trasladar la renta a las jurisdicciones con una baja tributación y los gastos a jurisdicciones con una elevada fiscalidad. La tendencia hacia multinacionales más importantes en el comercio global significa que una mayor renta considerada en el cómputo de la base imponible societaria estará bajo el control de un número menor de sociedades. Como las transacciones intrasocietarias de las multinacionales representan una cuota cada vez mayor del comercio mundial, crece la presión sobre los administradores fiscales y una proporción más elevada de los ingresos fiscales depende de la acción de unos pocos involucrados claves. Por otra parte, si se aplican inadecuadamente las reglas sobre precios de transferencia, éstas pueden amenazar la doble imposición de las multinacionales. La competencia fiscal 94. Uno de los puntos tratados en este trabajo es el de las dificultades a las que se enfrentan los reformadores fiscales en la actualidad, dado que las Administraciones deben operar en un contexto económico global. Este campo restringe la gama de opciones políticas de que disponen los artífices de las reformas tributarias e impele respuestas nacionales contra las medidas fiscales aplicadas en otro lugar del mundo. Donde más evidente se muestra esta restricción es en la distinción entre "competencia fiscal" nociva y aceptable. Las consecuencias potenciales de "ir hasta el fondo de la cuestión" son muy apreciadas por los reformadores fiscales; incluso los países importantes no son inmunes y los sistemas tributarios de los países pequeños con economías abiertas pueden correr graves riesgos. 95. La competencia tributaria nociva debe distinguirse de formas aceptables de competencia. No es problemático el proceso a través del cual los sistemas tributarios comparables imponen una disciplina al sistema tributario del país, de forma que, por ejemplo, los países son incentivados para que innoven sus políticas tributarias. La competencia fiscal lesiva, no obstante, es considerada más como la contrapartida de lo que a veces se denomina, en el campo comercial, "prácticas comerciales desleales" ya que supone medidas que son globalmente nocivas si su uso se divulga: prácticas que pueden considerarse parecidas a "esquilmar" la base imponible de otros países. 96. La competencia fiscal perjudicial se está convirtiendo rápidamente en un grave problema fiscal internacional en Europa, en América y en todas partes. Aunque la competencia fiscal puede ser una etiqueta conveniente, está aún por descubrirse la gama exacta de problemas y el núcleo apropiado de actuación subsanadora. Una descripción más exacta sería la de "prácticas tributarias nocivas". Es tal vez más fácil identificar tres aspectos negativos del tema que se combinan de forma que se crea el problema que requiere la gestión, - Un aspecto lo constituyen las oportunidades de elusión y evasión creadas por los regímenes fiscales preferenciales de los países. Esto es, el régimen fiscal nacional de un país puede minar la capacidad de otro país para recaudar impuestos que intentan conservar. Este resultado puede darse porque, por ejemplo, el contexto fiscal y reglamentario del país permite que los participantes del régimen sean inmunes al control exterior, porque las ventajas del régimen no son declaradas públicamente, el acceso al régimen es totalmente discrecional o porque su aplicación puede moldearse para dejar sin efecto las reglas fiscales de otro país. - Un segundo aspecto del problema lo constituyen los efectos externos, de desbordamiento de los regímenes nacionales que dificultan la capacidad de un país para gravar ciertas clases de actividades a causa del régimen fiscal de otro país. Esto es evidente sobre todo en regímenes que abordan determinadas actividades como las actividades ahorradora o financiera, que son muy volátiles. Los efectos externos restringen la capacidad de los demás países para mantener los impuestos deseables desde una perspectiva de política tributaria y que, de acuerdo con las prácticas internacionales, se asignan a su jurisdicción efectiva. Este problema es algo más que un simple recorte de la soberanía nacional. Por el contrario, los países tienen la elección de gravar los instrumentos que son menos deseables, porque son menos eficientes, menos progresivos o menos caros de administrar y de cumplirse. - Finalmente, desde una perspectiva global, los regímenes fiscales preferenciales pueden inducir una deficiente asignación de recursos. Se aplica también, en el contexto de los impuestos directos, la lógica de eliminar el desincentivo al comercio y a la inversión causado por el impuesto, a través de la reforma arancelaria y de reducir el campo del fomento del comercio en ciertos sectores industriales por medio de las subvenciones, razonamiento que está aceptado tan universalmente en el contexto de los acuerdos comerciales. 97. La combinación de dos elementos - el deterioro de la factibilidad administrativa y los efectos externos negativos- son los dos medios en los que el problema se manifiesta a la comunidad internacional, pero no expresan totalmente la importancia del perjuicio que tales regímenes pueden amenazar con producir, tanto para el país que implementa el régimen como para las demás naciones afectadas por éste último. Esta forma de inducción es la más peligrosa: cuando el país, que ofrece un régimen de concesiones, no sufre un coste real por hacerlo porque el mercado nacional ha sido eficazmente protegido de las consecuencias adversas del citado régimen de privilegios, pero puede imponer una limitación sustancial a la base imponible del otro país. Existen verdaderos perdedores como resultado de estos regímenes, obviamente más las Administraciones y los ciudadanos de dos países que se ven obligados a emplear y soportar instrumentos de tributación menos adecuados. 98. Se debe también tener en cuenta que existirán casos en los que un país esté intentando defender su posición contra los ataques en otro lugar. Referirse a los regímenes preferenciales en este contexto como "competencia fiscal" tal vez lleve a engaño. Los Gobiernos nacionales están tomando muchas medidas defensivas para evitar algunas de las consecuencias de los regímenes que invaden la jurisdicción de otro país, pero estas acciones defensivas individuales pueden, en último recurso, ser infructuosas y, lo que es peor, nocivas. En estas circunstancias un país aislado puede que haya de abandonar su posición y adoptar medidas similares. 99. Las acciones defensivas individuales pueden tomar muchas formas. Por ejemplo, algunos países tratan de repatriar las sociedades que se han creado en países extranjeros en virtud de tests más expansivos que determinan la residencia de las corporaciones en la que sus residentes tienen un interés. La aplicación concertada de las reglas de los precios de transferencia puede intentar restringir muchos de los mecanismos por los que la renta es desviada al extranjero de forma efectiva en términos fiscales. El campo para los tratados fiscales que se debe utilizar para facilitar el flujo de la renta hacia el extranjero eficazmente, desde el punto de vista tributario, también se reduce con los mecanismos tales como la limitación de las cláusulas de beneficios, la aplicación de las disposiciones tributarias al tema y la elaboración más estricta de normas "tax sparing". Cuando no están implicados los tratados, se pueden establecer también reglas más específicas para rechazar las deducciones en las transacciones con paraísos fiscales o para imponer retenciones especiales de impuesto en dichas transacciones. Los regímenes CFC y FIF se han creado para tratar de atribuir la renta en lugar del vehículo que la rodea o del medio por el que llegó. Finalmente, muchos países están en la actualidad invirtiendo tiempo y esfuerzo para mejorar la recogida de información respecto a las actividades realizadas en el extranjero. Por ejemplo, Canadá presentó el borrador de una ley en marzo de 1996 que aumentará sustancialmente la información que los residentes canadienses han de aportar sobre sus inversiones en el extranjero, suplementándose a las obligaciones existentes de suministrar información sobre los precios de transferencia, las filiales extranjeras y las CFC. Pero, a pesar de la gama de mecanismos actualmente empleados, estos esfuerzos no han sido considerados lo suficientemente importantes frente a la planificación fiscal concertada. 100. Este es un campo en el que las acciones defensivas de los Gobiernos nacionales individualmente considerados tal vez no sean particularmente enérgicas, incluso a corto plazo. En efecto, las medidas nacionales unilaterales incrementan la presión sobre el Gobierno nacional ya que las medidas suministran otro motivo para que la actividad económica se expatrie. La acción multilateral concertada es el único remedio prometedor. Este es un ámbito en el que claramente se pueden obtener beneficios de la acción coordinada y ellos no podrán conseguirse en ausencia de cooperación y coordinación. Estas últimas se lograrán gracias al consenso que se desarrolla a nivel internacional. 101. La OCDE está esforzándose por forjar un consenso internacional. La comunidad internacional tendrá que realizar importantes juicios sobre el objetivo preciso que se persigue, sobre los medios apropiados de enfrentarse a regímenes inaceptables y sobre el mejor mecanismo para coordinar estas acciones multilaterales. III. LAS TENDENCIAS ACTUALES - LOS RETOS DE MAÑANA. 102. Esta sección final del trabajo adopta una postura más profética que la última -será necesario un horizonte temporal algo más largo. Desde la perspectiva del próximo siglo, seremos capaces de descifrar cómo nuestras sociedades se moldearon por el contexto político, social, económico, científico, demográfico, ambiental e intelectual latente al final del siglo XX. Esta sección del trabajo tratará de deducir algunas de las implicaciones para los sistemas tributarios y los reformadores tributarios provenientes de estas tendencias. 103. Todo catálogo de las tendencias sociales importantes del momento ­ un rastreo de los peligros y oportunidades del contexto- tendría que incluir, al menos en el caso de los países de la OCDE, lo siguiente: - el aumento de la distribución desigual de la renta y del patrimonio cuando el papel de la administración está disminuído y las fuerzas del libre mercado tienen una misión más importante, - la mayor privatización de funciones anteriormente en manos de la Administración, dándose una mayor provisión privada de infraestructura pública, por ejemplo en el ámbito de la educación, las carreteras, los sistemas energéticos, la distribución de agua, las telecomunicaciones, el correo y las terminales de aeropuertos y puertos, - el cambio hacia una mayor dependencia de la provisión privada (ya sea a través del seguro o de la provisión real) de los prestaciones asistenciales tales como la asistencia médica, el paro, la invalidez y la renta de jubilación, en gran parte formentada por la población que envejece, de las tasas de natalidad decrecientes y las crecientes indemnizaciones familiares subsiguientes, - en algunos puntos, la reestructuración de los Estados actuales en regiones más pequeñas y, al mismo tiempo, el mayor significado de bloques meta-nacionales, en otras palabras, países más pequeños dentro de bloques comerciales mayores y más poderosos; - las oportunidades mayores, así como la competencia por el trabajo y el capital, como lo evidencia particularmente la entrada de los países asiáticos del Pacífico, la anterior Unión Soviética y los países latino­ americanos, en el comercio global como productores y consumidores; - los desarrollos continuados de la tecnología de la información, con la "desmaterialización" de las transacciones resultante; - el crecimiento continuado de la riqueza derivado de los servicios, y no de la industria; - la tendencia creciente hacia la "desformalización" de las relaciones laborales en relación con el lugar de trabajo y las medidas laborales individualizadas; - la defensa del medio ambiente; - el aumento de la participación de la mujer en la mano de obra remunerada; proceso muy avanzado en la mayoría de los países de la OCDE e incipiente en muchos países no pertenecientes a dicha organización; - el movimiento de los consumidores - en forma de actividades y expectativas cambiantes de los ciudadanos en sus relaciones con el Gobierno - lo que conlleva que el Gobierno exija una mayor eficiencia y responsabilidad del sector público; - un mayor énfasis puesto en la necesidad de que se reduzcan los costes de cumplimiento de los contribuyentes. - las perturbaciones de la estructura social en forma de una gran masa de parados y subempleados resistente a los esfuerzos sostenidos de los Gobiernos para remediarla, dando lugar a desigualdades crecientes dentro de los países. 104. La predicción de las consecuencias tributarias de estas tendencias no es obviamente una tarea para los indecisos, especialmente, al no estar de acuerdo algunos con la exactitud de las descripciones de las propias tendencias. El trabajo destacará 5 retos para los reformadores tributarios y no intentará estudiarlos todos. 105. Se realiza un comentario preliminar antes de abordar estos desafíos: esta sección no estudia muchas de las propuestas estructurales más importantes que la academia y otros han estado analizando durante más de 50 años (veáse Loden, 1966). La cuestión importante y políticamente sensible, que radica en si las fuerzas del siglo XXI presionarán hacia un enfoque unitario para la tributación de las multinacionales, no es objeto de discusión aunque la OCDE tiene una postura bien definida a este respecto. También se ignora el tema muy vinculado a la existencia o inexistencia de la necesidad de un sistema tributario global para las empresas, aplicado y controlado por un GAT (acuerdo general sobre tributación). A un nivel más técnico, están sesgadas las cuestiones relativas a la abolición del impuesto sobre sociedades o al paso del impuesto sobre la renta a otro cuya base sea el gasto o el consumo o a la tendencia hacia un impuesto sobre la empresa más global. 106. Esta perspectiva puede considerarse demasiado tímida y, tal vez, dentro de 50 años algunos de estos cambios estructurales se incrustarán en los sistemas tributarios de muchos países. Pero dado el horizonte temporal más breve de esta nota y las actuales preocupaciones de las Administraciones OCDE, estos temas pueden ser legítimamente (aunque de forma renuente) dejados de lado. a) Impuestos y paro. 107. Uno de los problemas más difíciles a los que se enfrentan los Gobiernos europeos, latinoamericanos y de parte de la región asiática del Pacífico radica en los persistentes y elevados niveles de paro y subempleo. Este problema existe en economías tan diversas como las de Australia, Chile, China y Francia. La persistencia del problema fuerza una revisión radical de todas las políticas que podrían tener que ver con el nivel de empleo. Con el fin de hallar soluciones a largo plazo para este problema, los Gobiernos están preparados incluso para examinar de nuevo las verdades tradicionales de los sistemas tributarios - que los países tendrán un impuesto sobre la renta y unas cotizaciones a la Seguridad Social pagadas por los empleadores y otro impuesto en forma de cotizaciones adicionales abonadas por los empleados -para analizar el efecto de los sistemas tributarios en los mercados laborales. Otro signo de las circunstancias cambiantes es que el núcleo de gran parte del trabajo reciente se ha ampliado desde el tema tradicional de los efectos sobre la demanda de trabajo hasta uno nuevo: el efecto del sistema tributario sobre la demanda de trabajo (OCDE, 1995a). En otras palabras, ¿cómo afecta el sistema tributario a las decisiones de los empleadores respecto a aumentar (o reducir) el empleo? 108. Sería sorprendente que los cambios más importantes que se produjeron en las décadas de 1970 y 1980 no tuvieran impacto en el mercado laboral. Cuando se redujeron los tipos impositivos marginales del impuesto sobre la renta en los países de la OCDE, puede que otras tendencias hayan aumentado el impuesto total sobre la renta de trabajo. Por ejemplo, la disminución de los tipos impositivos del impuesto sobre la renta se compensó con la introducción de un IVA o con incrementos en los tipos de gravamen de este mismo tributo: los sueldos gravables fueron aumentados al existir más esfuerzos concertados para hacer tributar los pagos en especie; las deducciones en concepto de gastos incurridos por los empleados fueron eliminadas, recortadas o más meticulosamente controladas; y la Administración prestó mucha atención a la distinción entre rentas de trabajo por cuenta propia y rentas de trabajo enmascaradas. Las cotizaciones a la Seguridad Social a veces aumentaron y a veces se modificó la composición de las contribuciones. Al mismo tiempo, las prestaciones sociales eran cada vez más el punto de mira y a menudo estaban sujetas a criterios más restrictivos de acceso como los antecedentes salariales de los parados. Asimismo, el cambio al individuo en lugar de la familia como unidad contributiva en el impuesto sobre la renta ofrece una ventaja fiscal significativa a hogares con dos perceptores de renta. 109. El estudio de la OCDE sobre puestos de trabajo concluyó que el alto nivel de paro es el resultado desafortunado del fracaso de la sociedad para adaptarse a un mundo de cambios rápidos y de competencia global intensificada. Si el trabajo no compensa, las personas estarán reacias a realizarlo. Para la mayoría de la gente, existen claros incentivos financieros al trabajo. Pero tales incentivos pueden no existir para muchas personas cuyos sueldos potenciales sean bajos, en particular si tienen hijos. Para estos grupos, los fines del mercado laboral y social pueden entrar en conflicto. Los beneficios han de ser suficientemente elevados como para garantizar una renta adecuada, pero entonces la obtención de un trabajo, aporta muy pocos ingresos o tal vez ninguno, sumiendo a las familias en un ciclo de dependencia. Los sistemas tributarios y de prestaciones causan tres tipos de problemas entre el mercado y el empleo. * La "trampa del desempleo" en la que las prestaciones son elevadas en comparación con los ingresos. El recorte de las prestaciones de desempleo aumenta la recompensa de conseguir un trabajo, pero los costes sociales de esta solución pueden ser inaceptables. * La "trampa de la pobreza": los trabajadores cuyos salarios son bajos tienen pocos incentivos financieros inmediatos para aumentar las horas de trabajo; para trabajar a tiempo parcial o; para invertir en educación y preparación profesional con el fin de ascender en la escala de salarios. * Los impuestos sobre el trabajo pueden aumentar su coste y reducir el empleo. 110. Disminuir la tributación del trabajo, incluso cuando tiene como objetivo los perceptores de rentas bajas, es oneroso. Tales recortes requerirán una variación hacia la tributación no soportada por el trabajo, o reducciones en el gasto público o la redistribución de la carga fiscal que recaería en los perceptores de rentas más elevadas. Un campo en el que el sistema tributario tiene que ver con los perceptores de rentas bajas es el de las cotizaciones a la Seguridad Social. Los techos impuestos a las contribuciones significan que el tipo impositivo marginal es cero para los perceptores de rentas altas y positivo para los perceptores de rentas bajas. Una consecuencia podría ser que los empleadores tengan un incentivo para ofrecer horas extraordinarias a los trabajadores existentes en lugar de aumentar la contratación. La tabla 8 muestra los techos en relación con los ingresos medios en los países de la OCDE. Tabla 8 ESTRUCTURA DE LAS COTIZACIONES A LA SEGURIDAD SOCIAL. 1993. Máximo (techos) (% ingresos medios) Empleados Empleadores Austria 146 146 Canadá 105 105 Francia 131 131 Alemania 169 169 Grecia 212 212 Irlanda 154 164 Luxemburgo 245 245 España 219 219 Turquía 83 _ Reino Unido 154 _ EE.UU 229 229 Fuente: OCDE.(1995c) 111. Un segundo medio de utilizar el sistema fiscal para hacer que el trabajo tribute es la utilización de beneficios o créditos fiscales condicionados al empleo, in-work benefits en pocas palabras. Estos aumentan las retribuciones del trabajo al pagar un suplemento sólo a aquellos que lo realizan. Al suprimir el crédito fiscal o el beneficio fiscal cuando se incrementan los ingresos, los beneficios fiscales tienen como punto de mira aquellos con rentas bajas. Con frecuencia los planes se destinan únicamente a familias con niños. Los sistemas de prestaciones conceden a estos grupos el mayor pago distinto del trabajo, además tienen como punto de mira aquellos para quienes los incentivos al trabajo podrían constituir un problema. Los ejemplos en la práctica de tales planes incluyen el Crédito Familiar en el Reino Unido, el Crédito Fiscal sobre las rentas de trabajo en los EE.UU. y el suplemento de la renta familiar en Irlanda. La evidencia del Reino Unido y de los EE.UU. sugiere que estos planes pueden ser eficaces para mejorar los incentivos al trabajo y para animar a las personas a que entren en el mercado de trabajo. Dinamarca ha investigado recientemente la relevancia de tal plan dirigido al mercado laboral (Ministerio de Hacienda, 1995). Se podría esperar que otros países siguieran el ejemplo. 112. Ningún país puede esperar haber encontrado la solución al problema de "hacer que el trabajo compense" y ésta es un área donde los países de la OCDE podrían aprender unos de otros. b) La Distribución de la renta. 113. La figura III muestra una causa de preocupación por los efectos de las reformas fiscales de finales de los años 1980 y principios de los 1990. Las barras blancas reflejan el tipo impositivo medio (impuesto sobre la renta personal y cotizaciones a la Seguridad Social como porcentaje de los ingresos) para los dos tercios de los ingresos medios. Las barras negras muestran los tipos impositivos medios para la mitad de los ingresos medios: la diferencia entre las barras negras y blancas sirve para indicar el grado de progresividad del sistema tributario. Para cada país, la barra más alta muestra la situación en 1978, la más baja en 1992. En Canadá, Dinamarca, Holanda y Francia, los impuestos han aumentado más del promedio, pero se han elevado de forma más acentuada para las rentas más bajas. En Noruega y Suecia, los impuestos se han reducido para todos los grupos, pero son menores las disminuciones fiscales para los perceptores de rentas bajas que para los de rentas altas. Finalmente, en Alemania y EE.UU. ha aumentado la carga fiscal sobre aquellos que están en el estrato inferior de la distribución de las rentas y ha disminuido para los que tienen las rentas más elevadas. En estos ocho países, se puede deducir que los impuestos directos sobre las personas físicas se están haciendo menos progresivos. Fuente: The OECD Jobs Study: Taxation, Employment and Unemployment OECD, 1995. 114. El resultado de estos cambios es que la distribución de la renta se está haciendo más desigual en varios países de la OCDE. En el Reino Unido y en los EE.UU. ha estado ampliándose el abanico de rentas antes de impuestos. El cambio en la estructura tributaria, con una mayor proporción de la carga soportada por aquellos con rentas bajas, significa que la variación en la distribución de la renta después de impuesto es aún mayor. La tabla 9 muestra la distribución de la carga fiscal. Las rentas de la población han sido clasificadas desde la más baja hasta la más alta y la población ha sido dividida en cinco quintiles. La primera columna de la tabla indica el porcentaje de la carga fiscal total (incluyéndose el impuesto sobre la renta personal y las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados) pagado por el quintil más pobre y la última el pagado por el más rico. En Australia y los EE.UU. el 60% más pobre de la población paga alrededor de una cuarta parte de los impuestos; en Canadá y el Reino Unido que son los dos países siguientes la proporción es aproximadamente el 28,5%. Las cifras más elevadas se dan en Irlanda, Noruega, Holanda y Suecia, en que el 36% de los impuestos totales corren a cargo del 60% más pobre de la población. 115. Una explicación reside en los elevados gastos sociales en gran parte financiados con las cotizaciones inferiores (veáse tabla 8). Estos valores son probablemente el resultado de las diferencias en la distribución de la renta antes de impuestos. En Norteamérica y el Reino Unido, la distribución de las rentas antes de impuesto es mucho más amplia que la relativamente igualitaria de los países nórdicos. Por lo tanto, incluso si los impuestos fuesen igualmente progresivos en los dos grupos de países, el porcentaje de impuestos pagados por los grupos más pobres sería inferior si la distribución de la renta es más amplia. Hoy, es de esperar que las disparidades crecientes de la renta y de la riqueza influencien las políticas tributarias en el siglo XXI. Los Gobiernos pueden renovar su interés por los impuestos sobre las sucesiones y sobre la riqueza e incrementar la tributación de los bienes y servicios, generalmente consumidos por los grupos de rentas más elevadas. Es poco probable que se vuelva a los impuestos altamente progresivos de principios de la década de 1980 ya que se está llegando a un consenso sobre su ineficacia como instrumentos de redistribución. Tabla 9 DISTRIBUCIÓN PORCENTUAL DE LOS IMPUESTOS DIRECTOS TOTALES PAGADOS POR LAS ECONOMÍAS DOMÉSTICAS Quintil de renta 1 2 3 4 5 Australia 0.7 7.6 16.3 24.2 51.2 Canadá 3.6 8.8 16.2 24.8 46.5 Finlandia 4.9 11.2 17.1 23.9 42.9 Alemania 5.5 10.4 17.0 23.4 43.7 Irlanda 7.0 12.2 17.6 23.8 39.3 Holanda 10.3 10.0 16.2 22.3 41.2 Noruega 3.7 13.2 19.2 25.7 38.1 Suecia 6.3 12.5 17.7 23.3 40.1 Reino Unido 4.5 8.1 15.9 25.0 46.4 EE.UU 3.8 6.9 13.9 22.6 52.7 Fuente: Income Distribution in OECD Countries, OECD (1995). Nota: las cuantías de renta van desde las menos a las más elevadas. c) La adquisición de una dimensión ecológica para los sistemas tributarios. 116. A finales de los años 1980, las cuestiones del medio ambiente se convirtieron en un grave problema. La evidencia científica surgió del agujero en la capa de ozono, del recalentamiento de la tierra, de los perjuicios sanitarios causados por el plomo y las partículas de los combustibles de motores y los daños de las lluvias ácidas. Se exigió una actuación a los políticos. Existe una gama de formas en las que pueden intervenir los Gobiernos- gasto, tributación y regulación- para promover una conducta favorable al medio ambiente y también a otras áreas de política económica. Los impuestos ecológicos presentan varias ventajas sobre los métodos de control y de órdenes(command). Proporcionan un incentivo del mercado para reducir la contaminación de la manera más eficiente. Además, ofrecen un incentivo continuo para innovar y encontrar nuevos medios de reducir la contaminación disminuyendo así la carga fiscal en concepto de medio ambiente. Finalmente, a diferencia de la reglamentación, los impuestos recaudan sumas que pueden ser utilizadas para recortar los déficits, aumentar el gasto o reducir otros tributos. 117. Puede conseguirse que los sistemas tributarios adquieran una dimensión ecológica si cabe la posibilidad de que los impuestos existentes se reestructuren de forma que favorezcan el medioambiente, por ejemplo, reestructurando los gravámenes sobre la energía y los vinculados al transporte, campos ambos con implicaciones negativas sobre el ecosistema. Se podrían introducir, los nuevos impuestos ecológicos, por ejemplo, sobre sustancias contaminantes si ello fuera apropiado. Los impuestos citados nos llevan a cinco temas de política económica que deben ser estudiados por los diseñadores de las políticas tanto tributaria como medioambiental. 1) El uso dado a la recaudación tributaria 118. En la mayoría de los países es todavía muy limitada la recaudación de los impuestos ecológicos.La tabla 10 muestra los impuestos ecológicos de tres países. Representan menos del 1% de la recaudación. La cifra exacta depende de cómo se defina el impuesto ecológico. En particular, estas cifras aumentarían si los tributos que gravan la energía se incluyeran como impuestos ecológicos. Son necesarios un conjunto coherente de definiciones de impuestos ecológicos y un marco estadístico en el cual se presentarán las comparaciones internacionales actuales. En la actualidad, la OCDE está trabajando a este efecto. 119. Preocupa el mantenimiento de la recaudación de los impuestos ecológicos. Una disminución de las bases imponibles de los productos o actividades nocivas para el medio ambiente es una salida deseable. Sin embargo, existen limitaciones a las posibilidades de sustitución entre productos más o menos nocivos para el medio ambiente. Ello implica que, a más largo, los productos sujetos a los impuestos ecológicos seguirán estando en el mercado, proporcionando pues una recaudación sostenida. Este es el caso, por ejemplo, de muchos impuestos que podrían gravar los derivados de la energía o los servicios de transporte. 120. Los Gobiernos se enfrentan a diferentes opciones al utilizar la recaudación proveniente de los impuestos ecológicos: limitar el papel de los impuestos distorsionadores, reducir los déficits públicos, aumentar el gasto público y/o destinar la recaudación a fines específicos de protección del medio ambiente. Dados el elevado paro y otras distorsiones económicas importantes que ya prevalecían en muchos países de la OCDE, ésta última ha sugerido que se analice en especial la disminución de los impuestos distorsionadores con el fin de recoger los beneficios económicos y medioambientales. 121. La afectación de las tasas medioambientales se utiliza de forma provechosa en varios países (por ejemplo tasas sobre las aguas residuales y sobre las basuras). La afectación de la recaudación de los impuestos ecológicos debería, no obstante, considerarse con mucha precaución. Existe un riesgo claro de que tales políticas contribuyan a una asignación ineficiente de recursos; puede también hacer que las prioridades del Gobierno en materia de gasto queden "aprisionadas", limitando así sus opciones futuras de cambios políticos. La afectación de la recaudación podría contribuir a un gasto subóptimo de las prioridades medioambientales, en detrimento de otras áreas políticas importantes; y a un aumento del gasto público global. Así, si se utilizara la afectación, debería ser sólo como un enfoque temporal, por ejemplo, en las economías de transición en las que las recaudaciones de impuestos ecológicos a veces están afectadas a fondos especiales medioambientales. La aceptabilidad política de los impuestos ecológicos (ventaja que supone provee la afectación de dichos impuestos) podría garantizarse mejor con asignaciones presupuestarias específicas para la protección del medio ambiente, aprobadas en relación con la introducción o aumento de los impuestos ecológicos, y no con la afectación. 2) El empleo como doble dividendo. 122. En los países de la OCDE, donde tanto el desempleo como los impuestos sobre el trabajo son ambos elevados, se argumenta a menudo que la reducción de estos tributos podría proveer beneficios en términos de mayores niveles de empleo. Algunas disminuciones de los impuestos sobre las nóminas se podrían financiar con nuevos impuestos ecológicos o con aumentos de los existentes, proporcionando de esta forma un "dividendo doble" en términos de mayor protección del medioambiente y de un menor paro. La existencia de tal dividendo depende de varios factores, en especial, del grado de flexibilidad y de si parte de la base imponible puede trasladarse o no a los perceptores de renta no laborales, en particular, a los perceptores de prestaciones sociales y a los jubilados. No es concluyente la evidencia obtenida en las simulaciones del modelo respecto a la existencia de un doble dividendo. Sin embargo, distintos países persiguen tales políticas. 3). La inflación. 123. Una tercera cuestión que se plantea con la reforma fiscal verde es si los nuevos impuestos ecológicos o los aumentos de los ya existentes aumentarán la tasa de inflación. La respuesta a esta pregunta requiere un análisis global, utilizando preferiblemente un modelo macroeconómico. Mientras que el efecto inmediato de un incremento aislado de los impuestos ecológicos se traduciría en un incremento del nivel general de precios, un impuesto neutral en términos de recaudación tendría otras consecuencias que podrían, en parte, contrarrestar dicho efecto inmediato. 4) Efectos distributivos. 124. Toda medida de política económica que aspira a mejorar la situación del medioambiente tendrá efectos distributivos. Sin embargo, los impuestos son más visibles que muchos otros instrumentos de política económica y pueden dar lugar a que se exprese la preocupación por sus posibles efectos regresivos. Si los impuestos ecológicos se aplican a los productos de consumo en masa y a las materias primas básicas, puede esperarse ciertos efectos negativos. No obstante, los impuestos ecológicos en sus niveles actuales no parecen tener ningún impacto regresivo, aunque algunos modelos de simulación que implican a los impuestos sobre el carbono indican una cierta regresividad. 125. Existen básicamente dos opciones para reducir los efectos inaceptables de los impuestos ecológicos sobre la distribución de impuestos: la mitigación por la que se reducen los efectos ex ante de modo que se eviten los impactos potenciales; y la compensación, o ayuda a determinados grupos ex post. Debería evitarse en lo posible la mitigación de los efectos de los nuevos impuestos ecológicos o del aumento de los ya existentes, ya que contrarresta el objetivo original de los impuestos. En la medida en que se considere necesario modificar los efectos de la introducción de nuevos impuestos ecológicos (o del aumento de los ya existentes), serían preferibles alternativas adecuadas de compensación. 5) Comercio y competitividad. 126. Las políticas medioambientales actuales de los países miembros de la OCDE no parecen haber tenido un impacto significativo en la competitividad, tanto de los sectores individualmente considerados como de las economías como un todo, ni tampoco existe prueba alguna de relocalización industrial de "refugios contaminantes". Aunque los impuestos ecológicos son sólo una mezcla de instrumentos de política medioambiental, el hecho de que sean más visibles que otros institutos de política económica ha sido el punto de mira de la oposición y de las preocupaciones de la industria respecto a su posible impacto sobre la competitividad. A pesar de ello, desde una perspectiva pública, lo que importa es la competitividad de la economía como un todo: los mayores costes de algunas industrias pueden dar lugar a menores costes para otras. La eliminación de los fallos del mercado constituye una mejora estructural de la economía. De aquí, siempre que una reforma fiscal "verde" mejore el funcionamiento de la economía mediante una reducción de las distorsiones del mercado, podría reforzarse la competitividad a largo plazo de los países en su conjunto. 127. No obstante, el trabajo que se realiza en la OCDE sugiere varias reservas a esta conclusión: * Las políticas medioambientales más ambiciosas, por ejemplo, para reducir significativamente las emisiones de gases que crean el efecto invernadero, y el aumento del número y nivel de los impuestos ecológicos podrían afectar la competitividad de algunos sectores más severamente. * Los ajustes estructurales de las economías tendrían lugar generalmente a más largo plazo y los costes de transición podrían ser soportados desproporcionadamente por sectores específicos de la economía. * Las exenciones de las industrias exportadoras del impuesto ecológico podrían derrotar el objetivo del impuesto. * Cuando fuese apropiado, la coordinación internacional minimizaría el riesgo de efectos indeseables sobre la competitividad de algunos sectores de la economía, así como de la emisión de "gases". 128. Los instrumentos económicos, en particular, los impuestos ecológicos son sólo un instrumento de política económica dentro de los "paquetes" complejos de una política medioambiental. Existe, sin embargo un ejemplo de uso más extendido y consistente de los instrumentos económicos en la política del medioambiente, tal como queda reflejado en la Recomendación del Consejo de la OCDE sobre el Uso de Instrumentos Económicos en la Política Medioambiental [OECD (1991)]. Existe una mayor evidencia de que los impuestos ecológicos pueden ser efectivos en términos de protección medioambiental cuando son diseñados y aplicados adecuadamente. Además, los impuestos ecológicos pueden contribuir mejor a la integración de las políticas económicas y medioambientales que los instrumentos reglamentarios. La reducción de los impuestos distorsionantes y de las subvenciones directas y la introducción de los ajustes apropiados en los sistemas tributarios, en particular, en los sectores energético, agrícola y de transporte podrían producir, a medio y largo plazo, no sólo beneficios ambientales sino también beneficios económicos: una mayor eficiencia económica conseguida gracias a menores distorsiones económicas y una mayor eficiencia en la protección del medioambiente. En el contexto de los ajustes estructurales y de la reforma administrativa actuales de las economías OCDE, los países están considerando las oportunidades y la capacidad de deparar una dimensión ecológica a sus sistemas tributarios, de acuerdo con su contexto específico económico, fiscal y medioambiental. Tomar una acción concertada minimizaría las consecuencias de las emisiones y los efectos indeseables de la competitividad. 129. La OCDE continua examinando el potencial existente para reformas fiscales medioambientales, inter alia, desarrollando en colaboración con la Comisión Europea, un marco estadístico global que describe el uso actual de los impuestos relacionados con la ecología en los países miembros de la OCDE. Una vez que se establezca una base de datos que contenga datos comparables internacionalmente, este marco puede utilizarse para revisiones multilaterales periódicas de los desarrollos de la política en este área. Tabla 10 RECAUDACIÓN DE IMPUESTOS ECOLÓGICOS Recomendación (en porcentaje total, 1994) Dinamarca CFC 0.001 CO2 0.658 Pilas de níquel-cadmio 0.002 Servicios de mesa desechable 0.011 Insecticidas 0.002 Basura 0.119 Total 0.809 Holanda Contaminación del medio ambiente 0.430 Contaminación del agua 0.007 Total 0.437 Noruega CO2 0.714 Fuente: Environment Taxes and Green Tax Reform OECD 1997 (b). d) Tecnología de la información, Internet y tributación. 130. Al enfrentarse a una serie de retos, el escritor Lewis Munford dijo que se sentía muy optimista respecto a las posibilidades pero pesimista ante las probabilidades. Muchas Administraciones tributarias tienen la misma percepción con referencia a Internet, el cual está creando ingeniosas avenidas para la evasión y elusión fiscales. El desafío para las Administraciones tributarias radica en maximizar los potenciales aumentos de eficiencia de Internet y proteger al mismo tiempo su base recaudatoria sin obstaculizar el desarrollo de las nuevas tecnologías. 131. Existen diferentes formas en las que la Administración tributaria se beneficia de las nuevas tecnologías de la información. Aumentarán la eficiencia: las redes del tipo intranet, por ejemplo, pueden crear nuevas posibilidades para que las Administraciones tributarias intercambien información de un modo más seguro y oportuno y mejoren la calidad de sus relaciones con los contribuyentes. 132. Pero muchas de las características de Internet preocupan a las Administraciones tributarias. En primer lugar, porque permite sistemas globales de comunicación públicos y privados que son seguros y baratos de operar, pudiendo una inmensa gama de PYMES entrar por primera vez en el comercio internacional. Las Administraciones tributarias verán de esta forma una expansión rápida de las actividades transfronterizas. 133. El proceso de "desintermediación" vía Internet podrá, como la palabra sugiere, reducir sustancialmente el papel de los intermediarios: la información financiera y de otra clase podrá, por ejemplo, estar disponible sin la intervención de bancos y de instituciones similares, resultando que las Administraciones tributarias no podrán ya depender de ellos para recaudar las retenciones de impuestos. 134. El desarrollo de información codificada puede significar, además, que los Gobiernos no tengan acceso al contenido de los mensajes enviados por la red. No sabrán ni qué tipo de transacción tiene lugar, ni tampoco podrán calcular su valor a efectos de la tributación. 135. En quinto lugar, Internet también aumenta la posibilidad de integración de las funciones comerciales. Las redes intranet privadas están en la actualidad bien extendidas en las empresas multinacionales (MNES) y en la actualidad son más importantes que las públicas. La "internalización" resultante de las transacciones dificultará progresivamente más la identificación de las funciones llevadas a cabo por las empresas vinculadas. Permitirá, también, más flexibilidad en la elección de la Organización: las multinacionales podrán llegar a preferir las sucursales a las filiales, dando ello lugar a un tratamiento fiscal diferente de acuerdo con los convenios fiscales. 136. La fragmentación de la actividad económica agrava estos problemas en muchos ejemplos: la localización física de una transacción dada pierde importancia y se hace más arduo determinar donde se ha llevado a cabo. 137. No obstante, existen más características con implicaciones sustanciales para el funcionamiento de los sistemas fiscales, una de ellas es la ausencia de un control central. Los usuarios de Internet, en general, no tienen idea de la ruta recorrida por la información a través la red. Los requisitos de inscripción son mínimos como lo son también los de justificación de la identidad. Una dificultad añadida para las Administraciones tributarias está constituída por la escasa capacidad de detectar: es fácil programar la utilización no detectable de un site de Internet. Además, la correspondencia entre la dirección del Internet ("el nombre del dominio" en el ordenador) y la localización del suministro, realización o utilización es tenue: aunque la dirección le indique quién es el responsable del mantenimiento de dicho site, puede que no le informe sobre el ordenador que corresponde a la dirección real del Internet, ni siquiera donde está localizado el aparato. 1) ¿Están desapareciendo los contribuyentes? 138. Internet modificará el contexto en el que operan las Administraciones tributarias. Los seguimientos tradicionales con soporte en papel pueden desaparecer y las Administraciones tributarias se encontrarán con problemas a la hora de detectar transacciones por la ausencia de vínculos entre las entidades electrónicas y sus socios físicos. La verificación de la identidad de los contribuyentes se hará también virtualmente imposible. Las personas físicas y las entidades que entren en el comercio electrónico podrán fijar una dirección virtual de Internet en casi todas las jurisdicciones tributarias independientemente de la verdadera localización de su residencia o fuente de sus actividades. 139. Se hará más difícil obtener la documentación relativa a la identidad cuando se mantengan los libros y registros en un paraíso fiscal, por ejemplo, es poco probable que Administraciones tributarias de otras jurisdicciones puedan conseguir acceder a ellos: pocos países han firmado convenios fiscales con paraísos fiscales. También existen dudas de que las pruebas que las Administraciones tributarias puedan conseguir sobre las transacciones cibernéticas cumplan o no los requisitos probatorios y documentales exigidos por los tribunales fiscales. 140. La desintermediación eliminará "puntos fiscales" convenientes. Y la supresión de "intermediarios" podría hacer que las Administraciones tributarias recaudaran menores sumas de un mayor número de contribuyentes aumentando así los costes de recaudación. Las retenciones de impuesto, en especial sobre las transacciones financieras, y ciertos impuestos sobre el consumo (los derechos del timbre, por ejemplo) pueden convertirse en fuentes menos viables de recaudación. 141. Los paraísos fiscales y las instalaciones bancarias fuera de un territorio serán utilizados más fácilmente. El contribuyente medio hallará cada vez más sencillo utilizar centros financieros no situados en su país. La banca Internet ofrecerá un acceso más simple, bajos costes de transacción, cierto grado de anonimato y una inmediatez de las transferencias de fondos - atributos, todos ellos no disponibles hoy en día. Cuando estos rasgos se pueden combinar con instituciones bien gestionadas, situadas en el extranjero en un contexto que ofrece seguridad, cabe esperarse, con un cierto nivel de certidumbre, que una clientela mucho mayor se verá atraída por tales servicios. Se puede también creer que los Gobiernos no se apartarán ante esta evolución. 2) ¿A dónde van los impuestos sobre el consumo? 142. Los impuestos sobre el consumo representan como media el 32% de los ingresos fiscales del área OCDE y 27 de los 29 países miembros utilizan impuestos sobe el valor añadido (IVA, siendo las dos excepciones EE.UU. y Australia). El comercio en el espacio cibernético plantea varios problemas para el IVA, aunque muchos de ellos se aplicarán también a las otras formas de impuestos sobre las ventas. 143. El concepto de "lugar de suministro" es importante en los sistemas IVA y, en particular, respecto a los suministros de servicios. En términos generales, las reglas relativas a los lugares de suministros se pueden dividir en dos categorías: aquellas que dependen de la identificación del establecimiento relevante (del proveedor en algunos casos, del consumidor en otros) y aquellas que se basan en el lugar de ejecución o de utilización. Como el comercio electrónico hace mucho más opacos los vínculos entre el lugar de suministro, el lugar donde la empresa está situada y donde el servicio se utiliza, Internet ofrece a los consumidores- empresarios nuevas oportunidades para evadir o evitar el IVA recurriendo a proveedores que no están registrados en el IVA. 144. ¿Cómo pueden responder las Administraciones tributarias? Una opción que se está estudiando es mantener la regla actual relativa al lugar de suministro, pero ampliando la definición de establecimiento fijo (o permanente) para cubrir el cableado, el switching y otros recursos técnicos requeridos para suministrar tales servicios. Otra respuesta sería cambiar la regla del "lugar de suministro" para ciertos servicios con el fin de aplicarla donde se consuman. Esto podría ser una alternativa atractiva, pero da lugar a la pregunta fundamental de cómo podría exigirse un impuesto sobre el consumo no empresarial - por ejemplo, sobre los sistemas de cobro revertido utilizados por las economías domésticas en las conferencias internacionales. Y las instituciones financieras (que están normalmente sujetas a exención en los sistemas IVA y por tanto no pueden reclamar créditos en concepto de inputs) podrían aún intentar evitar el impuesto tomando las medidas pertinentes para hacer que el "cliente" sea un asociado que no esté establecido en una jurisdicción fiscal. Otra idea es requerir a los proveedores de servicios no residentes que se registren o tengan un representante en el país del consumidor. 3) ¿Se van a redefinir los convenios fiscales? 145. La Red planteará complicados problemas a los negociadores de los convenios fiscales. ¿Pueden los conceptos existentes, tales como los de establecimiento permanente y cánones, adaptarse para cubrir actividades de Internet o pueden las Administraciones tributarias acometer una revisión más fundamental? 146. Un elemento básico central en la determinación de los derechos tributarios en los convenios fiscales es el de "presencia empresarial" empleado para fijar si existe o no el establecimiento permanente. Si las operaciones de un establecimiento localizado en un país alcanzan o no el volumen para considerarlo "establecimiento permanente" es esencialmente una cuestión de hecho. El Modelo de Convenio OCDE (que sienta las bases para los tratados fiscales bilaterales) ofrece una definición y cierta orientación, un establecimiento permanente es un lugar empresarial fijo a través del que se lleva total o parcialmente la actividad comercial de una empresa. Ciertos tipos de presencia limitada no son lo suficiente para meter a una empresa dentro de la jurisdicción fiscal de un país. Por ejemplo, un establecimiento permanente no incluye "la utilización de las instalaciones sólo a efectos de almacenamiento, exposición o suministro de bienes o mercancías pertenecientes a la empresa". Las negociaciones del tratado tendrán que aplicar estos conceptos a las nuevas formas de hacer negocio. Se espera que un grupo de expertos en materia de convenios fiscales, que se reunirá en la sede de la OCDE, realizará una serie de precisiones clarificadoras sobre el estatus de los web sites, de los servicios, etc. 4) ¿Implicaciones para los precios de transferencia? 147. En principio, la revolución de las comunicaciones no presenta nuevos problemas, ni tampoco dimensiones fundamental o categóricamente diferentes para la formación de los precios de transferencia (precios fijados en las transacciones que tienen lugar entre las diferentes partes de una multinacional). El desarrollo de redes privadas dentro de las multinacionales ejerce una presión en el enfoque tradicional estimulando la total integración de las operaciones de las multinacionales, particularmente en la organización y provisión de los servicios. Será aún más difícil que en el presente que las Administraciones tributarias determinen lo que es realmente una transacción dada y tengan un conocimiento suficiente de la transacción de una tercera parte como para concluir que es comparable a una similar entre empresas independientes. Las Directrices de la OCDE sobre precios de transferencia dirigen un análisis funcional para calcular la posibilidad de comparar, pero con el comercio electrónico y las intraredes puede ser arduo averiguar quién está haciendo y qué. 148. De hecho, los precios de transferencia aumentarán en complejidad, sobre todo si una multinacional está tratando con toda intención de desplazar la renta entre las partes constituyentes vinculadas entre sí. La integración más profunda puede, con frecuencia, aportar los beneficios de la sinergia en - y además de - la contribución directamente medida de los participantes. Esto plantea la ardua cuestión de cómo se deberían dividir tales beneficios entre las empresas asociadas, que es sólo uno de los temas objeto de estudio en la actualidad por parte del grupo de expertos de la OCDE en materia de precios de transferencia. 5) ¿Qué pueden hacer las Administraciones? 149. Las Administraciones han dado a dichos desarrollos una respuesta cautelosa. Hasta ahora ninguna Administración nacional ha aprobado nuevas leyes o reglamentos relativos a la aplicación de los conceptos existentes a las actividades llevadas a cabo a través de Internet, aunque han surgido algunas declaraciones de principio en la Conferencia de la Unión Europea sobre Comercio Electrónico que se celebró a principios de julio y en el comunicado del Presidente Clinton de julio 1997 dónde defendió una zona libre de aranceles para Internet. 150. Este enfoque prudente puede desalentar al sector privado que anhela una mayor certidumbre en este área, aunque para las Administraciones parece ser que la postura adoptada es la correcta por ahora. Es fundamental que se establezcan los principios globalmente aceptados sobre cómo gravar las actividades acometidas en los mercados cibernéticos, dados la naturaleza global de Internet y la velocidad de sus modificaciones presentes. 151. Sólo se alcanzará el acuerdo sobre tales principios, una vez que los diseñadores de las políticas fiscales hayan llegado a un entendimiento común de cómo funciona la Red, hayan acordado qué normas fiscales existentes han de ser revisadas, por medio de qué procesos se adaptará alguno de los mecanismos existentes y, finalmente, cuál es la naturaleza de dichos cambios. El diálogo sobre dichos temas debe incluir el conjunto de los entes públicos y el sector privado. Se ha de establecer con todo entre las agencias responsables de gravar la renta y el consumo; en caso contrario las empresas se verán atrapadas entre normas contrapuestas. 152. Sólo si todas estas condiciones se satisfacen, conseguiremos un contexto tributario estable que permitirá que Internet desarrolle todo su potencial, protegiéndose al mismo tiempo la base de la recaudación. Incluso, en esta etapa temprana se pueden formular varios criterios que tendrían que aplicarse a la determinación de la forma en que debería gravarse Internet (ver cuadro II). 153. Estos criterios entrarán en conflicto. Un sistema simple puede no ser equitativo ni tampoco lo suficientemente sólido para proteger la base recaudatoria. Todos los criterios suponen un elemento de juicio sobre lo que es una distribución equitativa de la base imponible, por ejemplo. Y cuando surgen realmente los conflictos, las Administraciones y las empresas posiblemente tendrá puntos de vista distintos acerca de lo que podrían ser las alternativas. Pero muchos estarían de acuerdo con estos siete criterios y, es de esperar, con la importancia de llegar a un consenso internacional. Mantenerlo permitirá que el Internet desarrolle todo su potencial y, al mismo tiempo, capacitará a las Administraciones tributarias en la obtención de renta de la que depende esencialmente el Gobierno para seguir funcionando. e) Mercados financieros globales y política fiscal. 154. Los mercados financieros están y seguirán estando al frente del proceso de globalización. Los anteriores apartados de este texto han mostrado que el aumento de la inversión y del comercio globales junto con la sofisticación creciente de las técnicas de gestión del riesgo, han conducido al desarrollo de productos, "instrumentos financieros innovadores" (IFIS), que han contribuido a satisfacer la demanda global de capital resultante. Una forma en que los mencionados instrumentos alcanzan ese fin es posibilitando que los prestatarios e inversores reconcilien sus objetivos a menudo contradictorios. Ello se logra, por ejemplo, al diseñar instrumentos de acuerdo con las necesidades del cliente individual y no en forma estándar. No es realista esperar que la difusión de las nuevas tecnologías de comunicación y la mayor integración de los mercados financieros den lugar a instrumentos financieros innovadores y a nuevas disposiciones financieras que se extenderán desde los grandes centros financieros a todo el mundo. Ello suscitará desafíos a las Administraciones tributarias de todos los países, grandes y pequeños, tanto dentro como fuera de la órbita de la OCDE. CUADRO II SIETE CRITERIOS PARA JUZGAR LAS PROPUESTAS RESPECTO A LA TRIBUTACIÓN DE LAS TRANSACCIONES POR INTERNET - El sistema debería ser equitativo: los contribuyentes, que realizan transacciones parecidas en situaciones similares, deberían ser gravados de la misma forma. - El sistema debería ser sencillo: deberían minimizarse, siempre que sea posible, los costes administrativos de la administración y los de cumplimiento del contribuyente. - Las reglas deberían ofrecer la certeza al contribuyente de forma que las consecuencias fiscales de una transacción se conocieran anticipadamente: los contribuyentes deberían saber qué es lo que se va a gravar y cuándo y dónde se ha de tener en cuenta el impuesto. - El sistema adoptado, cualquiera que sea, debería obtener el importe de la recaudación correcto en el momento preciso y minimizar el potencial para la elusión y evasión fiscales. - Deberían evitarse las distorsiones económicas: los que toman las decisiones en las sociedades deberían estar motivados por consideraciones comerciales y no fiscales. - Los sistema deberían ser lo suficientemente flexibles y dinámicos como para garantizar que las normas fiscales vayan en línea con los desarrollos tecnológicos y comerciales. - Cualesquiera medidas tomadas en el interior de un país y cambios en los principios de la imposición internacional deberían estructurarse para garantizar una participación equitativa de la base imponible de Internet entre los países. Todo ello es especialmente importante en lo que concierne la división de dicha base entre países desarrollados y subdesarrollados. 155. El primer desafío al que se enfrentan las medidas fiscales de ámbito internacional existentes es decidir como deberían tributar estos instrumentos financieros innovadores en manos de los usuarios finales. El segundo es cómo gravar a los oferentes de los instrumentos. Surgen los problemas porque, con el fin de disminuir el poder del conjunto mundial de los inversores, las sociedades financieras se han organizado cada vez más para poder ofrecer estos instrumentos sobre una base realmente global. Este fenómeno es conocido con la denominación de "comercio global" aunque sea un término genérico que cubre los modos, con frecuencia, ampliamente diferentes en que las empresas han logrado este fin. Tales estructuras comerciales innovadoras plantean el mismo conjunto de cuestiones en general que deberán ser contestadas por los usuarios finales; a saber ¿pueden los aspectos innovadores ser tratados satisfactoriamente de acuerdo con las normas tributarias existentes (tanto de orden interno como internacional) o necesitan desarrollarse otras nuevas? Este trabajo se centrará en el primer desafío.(consúltese OCDE, 1997d para obtener detalles sobre el tema) 156. Uno de los retos más importantes planteados por los nuevos instrumentos financieros reside en su capacidad para posibilitar que el contribuyente se exponga económicamente, por ejemplo al mercado de valores, sin tener que ser realmente propietario. Ello significa que los sistemas tributarios vinculados puramente a la propiedad legal no funcionan adecuadamente en estas circunstancias en las que se crean los instrumentos sintéticos. El primer desafío consiste en desarrollar un modo de gravar dichos instrumentos que no evite su utilización. La primera respuesta de muchos países fue imponer los pagos de "intereses" swap como si fueran interés lo que llevó a que los pagos swap estuviesen sujetos a la retención de impuesto, haciéndolos de ese modo inviables comercialmente. 157. Las Administraciones tributarias necesitarán garantizar que sus normas permitan el uso de productos financieros innovadores si desean que sus países participen en el beneficio global de obtener más capital a un precio menor. Contribuye a ello la claridad de las normas sobre tributación de dichos productos, ofreciendo pues al contribuyente una certidumbre en el tratamiento fiscal. La imposición de tales productos debe también integrarse en el sistema tributario existente, así como gravar el propio producto innovador. Esto se hace para garantizar que se produzca un resultado tributario global adecuado, por ejemplo, si un producto innovador, tal como un derivado, se considera conjuntamente con un instrumento más tradicional (por ejemplo, un bono). 158. Pueden desarrollarse los productos innovadores, simplemente, para evitar la tributación o para tener en cuenta las oportunidades de arbitraje. Por ejemplo, un tipo de contrato derivado, conocido como un límite "deep in the money cap", puede económicamente ser una réplica de un préstamo. Esto se explica porque el límite es tan intrínseco al dinero (es decir, compensa si los tipos de interés fijos exceden del LIBOR en menos de un 5%), que el firmante del contrato debe pagar sumas regularmente en virtud del acuerdo cap. En términos de cash flowestamos ante una parte que recibe una gran suma un determinado día, equivalente a un préstamo y que, a cambio, acuerda pagar sumas regularmente durante la vigencia del contrato a la otra parte, equivalente a un interés. Sin embargo, los pagos "cap" no están sujetos a retención de impuestos o a las disposiciones normales sobre financiación mediante deuda, creando así obvias oportunidades de elusión fiscal. 159. Los instrumentos híbridos, tales como los que exhiben características de activo y deuda, crean posibilidades obvias de arbitraje si se emiten fuera del país. Esto es así porque las Administraciones tributarias de las diferentes jurisdicciones tal vez no estén necesariamente de acuerdo si, en término medio, debería tratarse el mencionado instrumento como activo o pasivo. Las estructuras legales que permiten una separación de la propiedad legal y económica de un instrumento y de su rendimiento pueden también ser fácilmente explotadas con fines de elusión fiscal. 160. Además, al acercarnos al siglo XXI, las Administraciones tributarias deberán conseguir un difícil equilibrio, al diseñar sus sistemas tributarios, entre la necesidad de eliminar barreras contra el uso de instrumentos financieros innovadores y la deseabilidad de evitar transacciones abusivas y de preservar un reparto equitativo de la base imponible e ntre los países. 161. El cuadro III ilustra algunos de los enfoques que se están examinando en la actualidad en las Sesiones Especiales de la OCDE sobre Transacciones Financieras Innovadoras. CUADRO III EL TRABAJO DE LA OCDE HA IDENTIFICADO CUATRO ENFOQUES ALTERNATIVOS: MANEJO DE LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS INNOVADORAS Bifurcación: este enfoque intenta dividir un instrumento financiero en sus componentes económicos subyacentes y, posteriormente, gravarlos como corresponde. Por ejemplo, una obligación convertible en acción sería entonces analizada como un instrumento de deuda con una opción de convertirse en acción. Integración: Es éste, en muchas formas, el enfoque opuesto a la bifurcación ya que supone la agregación de transacciones separadas y su tributación como si se tratara de una unidad. La aproximación, utilizada con más frecuencia es permitir que el contribuyente elija integrar ciertas transacciones ad hoc para garantizar una protección post impuesto eficaz. El objetivo del método de mercado (mark to market method, MTM ): este enfoque aspira a evitar muchos de los problemas referidos supra, al confiar en el tratamiento contable, especialmente el MTM. Ello simplemente grava o mitiga las variaciones en el valor de mercado de los instrumentos financieros en todo el período contable, como se ve en el balance de la sociedad. Disposiciones relativas a la lucha contra las prácticas abusivas: para mantener la estabilidad del sistema entre las necesidades del contribuyente y la Administración tributaria son necesarias unas disposiciones contrarias a las prácticas abusivas, así como las normas generales esquematizadas supra. Estas pueden tomar una variedad de formas. Un enfoque común es aplicar una aproximación del tipo "substance over the form" o volver a caracterizar transacciones que no hubieran tenido lugar entre partes no vinculadas entre sí. Estos enfoques generales, con frecuencia, se apoyan en una legislación más específica, generalmente introducida como reacción a un plan de prácticas abusivo. Cada uno de estos enfoques tiene sus ventajas e inconvenientes y no se ha logrado aún un consenso sobre el que se prefiere. Todas estas propuestas son unilaterales en cuanto consideran el sistema tributario en un país concreto y no tienen en cuenta los modos en los que interactúa la legislación nacional de los distintos países. Sin embargo, los instrumentos son, por su propia naturaleza, multilaterales y requieren también una respuesta del mismo orden o, al menos, un conjunto coherente de respuestas nacionales. Este es uno de los objetivos del trabajo de la OCDE en este campo. Las empresas multinacionales necesitan conocer el efecto de la tributación global, sobre su negocio, de una determinada transacción, tanto para evitar la doble imposición como para aprovechar las oportunidades de arbitraje o elusión. IV. CONCLUSIONES 162. La deprimente imagen que hemos podido dar en este informe es que los sistemas tributarios estarán sujetos a una presión creciente en los años venideros. Desde luego, las cuestiones analizadas en él han sido deliberadamente escogidas porque suscitan temas de interés internacional, pero existen motivos para creer que los reformadores fiscales podrán ejercer una influencia positiva en el desarrollo futuro de los sistemas tributarios -es decir, que la evolución y la superviviencia, y no la entropía y la degeneración son un destino posible para los sistemas tributarios de los últimos años del siglo XX. 163. Es evidente que el contexto empresarial restringirá cada vez más el trabajo de los reformadores fiscales. Está ya limitado su margen de maniobra en temas tales como la tributación de la renta de capital, en especial la de origen extranjero. La gama de opciones de política económica de que disponen, particularmente la tendencia continua hacia los regímenes CFC y FIF, puede prometer alguna ayuda poco duradera, pero cualesquiera medidas de política económica deben ser coherentes con las demás exigencias de las Administraciones de invertir el declive continuado de la relación ahorro/PNB, de reducir los costes de cumplimiento, de fomentar la inversión que promueve un medio ambiente más limpio etc...La eliminación ininterrumpida de los obstáculos al comercio y a la inversión "garantiza que las medidas fiscales impuestas en otro país demanden una respuesta nacional"- la competencia fiscal se intensificará. La nueva tecnología, las comunicaciones más rápidas y los cambios importantes en patrones de producción y consumo continuarán retando la capacidad y los esfuerzos de los administradores tributarios. 164. Estos temas no desaparecerán de la agenda. Más bien, se harán más apremiantes y exigirán más atención. Existen signos esperanzadores de que la cooperación internacional se puede movilizar eficazmente para intentar resolver temas de ese campo. Pero dicha cooperación tendrá que rebasar las fronteras del área OCDE y llegar a otros países, que ya son partes importantes en el campo internacional. Las "Directrices sobre Precios de Transferencia" ofrecen un ejemplo significativo clarificador en el ámbito multilateral de un problema que no puede resolverse bilateralmente de forma eficiente y realista. El trabajo relativo a los precios de transferencia no es, de ningún modo, completo y será necesario controlar los avances en la implementación de las directrices, identificar las áreas que requieren añadidos para reflejar la posición de los países no miembros y, finalmente, explorar la factibilidad de mecanismos más sofisticados a fin de resolver los litigios que inevitablemente persistirán. Es necesario un trabajo similar, en primer lugar, para coordinar los regímenes CFC y FIF, con el fin de mejorar el intercambio de los procedimientos de información y otros regímenes existentes que facilitan la administración de impuestos y, en segundo, para evitar el solapamiento innecesario entre los convenios fiscales y comerciales. 165. El Modelo de Convenio de la OCDE necesitará una continua actualización que refleje las prácticas empresariales cambiantes y las nuevas tecnologías. Se exigirá racionalizar los procedimientos de mutuo acuerdo y hallar soluciones para el número escaso, pero no insignificante, de casos no resueltos por estos procedimientos. Deben adherirse a este proceso los países de la OCDE de modo que formen parte de "los que establecen las normas". Los intercambios eficaces de información entre los signatarios deberían convertirse en "la norma". 166. La revolución de las comunicaciones en el ámbito global requerirá una respuesta coordinada de las Administraciones fiscales y más, en general, estas últimas necesitarán intensificar la cooperación para hacer frente al reto de las empresas e instituciones que operan de forma creciente sobre una base global. 167. Constituirá un cometido estimulante forjar un consenso internacional sobre el mejor método de lidiar con la nociva competencia fiscal internacional. Las actuaciones unilaterales y bilaterales serán cada vez más ineficaces y, tal vez, la cooperación multilateral sea la única solución realista. La armonización de los sistemas tributarios puede ser un fin a largo plazo para los reformadores fiscales, especialmente para los países miembros de zonas de libre comercio; pero dada la experiencia de la CE en la implementación de medidas más modestas para coordinar los impuestos directos, cuando se pueda conseguir un acuerdo sólo quedará una base imponible muy mermada susceptible de armonización. 168. Una propuesta mucho más prometedora es perseguir la convergencia multilateral en tres temas, involucrando el mayor número posible de países en el proceso -al minimizar la cuantía e importancia de las medidas para los países participantes que padezcan efectos externos perjudiciales, al convenir respuestas uniformes y consistentes frente a las medidas nocivas de otros países y al explorar medios más formales de reforzar este acuerdo mediante instrumentos multilaterales. GLOSARIO Coupon clipping: corte del cupón. Non recourse debt: acuerdo sobre préstamos generalmente utilizado en transacciones financieras por el cual el prestamista no puede recurrir a la matriz de la entidad prestataria si ésta última no cumple con su obligación de pago. Cap: límite prefijado al movimiento alcista de precio o de interés o del porcentaje del cupón. Collars: tipo de interés máximo y mínimo prefijado sobre un cupón o sobre un préstamo. Caption: opción sobre un tipo de interés máximo, se trata de una opción sobre otra. Es una forma útil de reducir la prima de opción si se percibe como limitada la posibilidad de realizar la operación. Floor distintas acepciones: a) en obligaciones: el porcentaje mínimo sobre un FRN (valor de tipo fluctuante). b) en derivados: el tipo mínimo para un tipo de interés fluctuante. c) una postura consistente en mantener la opción put subyacente y una opción put adquirida. Swaption: opción sobre un swap. Over the counter foreign exchange: tipo de cambio acordado bilateralmente entre dos partes. Put option: el derecho, pero no la obligación, de vender un importe previamente acordado de un activo, un instrumento, una mercancía o tipo de interés a un precio concreto, en una fecha precisada o en el curso de un período fijado. BIBLIOGRAFIA: AUSTRALIA, (1993). Taxation of Financial Arragements: A Consultative Document, Canberra, AGPS. BANK FOR INTERNATIONAL SETTELEMENTS, 1995. Press Release ­ Central Bank Survey of Derivatives. BOSKIN, Michael J: & McLURE, Charles E. Jr. (1990). World Tax Reform: Case Estudies of Developed and Developing Countries, San Francisco, ICS Press. DENMARK, MINISTRY OF FINANCE (1995): "Unemployment traps and poverty traps - what matters for the trade-off?", Working Paper nº 5. GRIFFITH, R. (1996). "A note on the taxation of capital income in the Czech Republic and Poland", Fiscal Studies, vol. 17, nº 3, pp. 91-103. HICKS, J.R. (1939): Value and Capital. 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