DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN NOTA DE PRENSA Randal Keynes, descendiente directo de Darwin, expone en las Jornadas sobre Biodiversidad cómo el sentido de la libertad adquirido en sus viajes preparó al científico inglés para los descubrimientos realizados en Galápagos Las experiencias vitales de Charles Darwin en América fueron la clave para el desarrollo de su teoría de la evolución de las especies Bilbao, 11 de noviembre de 2004.- Randal Keynes, tataranieto de Darwin, clausura hoy en Bilbao las Jornadas sobre Biodiversidad que, con el objetivo de difundir la actual riqueza biológica del Planeta, han sido organizadas por la Fundación BBVA y la Fundación Amigos de Galápagos para mostrar los ejemplos de biodiversidad existente en la Antártida, la selva amazónica, los arrecifes de coral y las Islas Galápagos. En su conferencia “Galápagos para Darwin y en la actualidad”, Randal Keynes, escritor e investigador de la vida del científico, describe la llegada de su tatarabuelo a las Islas y cómo las observaciones que realizó allí le llevaron a reconocer la posibilidad de la evolución de las especies. Cuando europeos y americanos desembarcaron en Galápagos en el siglo XIX, encontraron un paisaje duro y cruel. Las enormes erupciones volcánicas de 1820, las iguanas y las tortugas llevaron a expedicionarios como Herman Melville a describir las Islas como un escenario infernal. Sin embargo, cuando Charles Darwin arribó a Galápagos en 1835 a bordo del HMS Beagle descubrió un mundo fascinante que le hizo replantearse su visión de la vida natural. Según Randal Keynes, Darwin fue capaz de plantear la evolución de las especies donde otros no habían visto nada debido a las experiencias vitales que acumuló en sus tres años de viajes y travesías por el sur y el centro de América. El sentido de la libertad y de la vida que desarrolló en estos años fueron, según su tataranieto, la preparación perfecta para los descubrimientos que posteriormente realizó en Galápagos. Charles Darwin quedó fascinado y desorientado por lo que vio. Sus observaciones sobre las tortugas, los pinzones y las plantas, en las pocas semanas que pasó en las Islas, le permitieron, cuando ya navegaba lejos de las costas de Galápagos, formular su teoría de la evolución de las especies. Galápagos es extraordinario por su fauna, pero también lo es como experiencia, asegura Keynes. Y la mayoría de quienes visitan el archipiélago alcanzan una comprensión más profunda de la vida natural, su riqueza y vulnerabilidad. RESERVORIO DE BIODIVERSIDAD La conferencia de Randal Keynes se completa con la intervención de Juan José Bacallado, director del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, sobre las Islas Galápagos como reservorio de biodiversidad, y con la de Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia, sobre la importancia del archipiélago desde la perspectiva de la biodiversidad marina. Galápagos alberga un total de 800 especies de plantas vasculares (plantas con flores y helechos), de las cuales 560 conforman la vegetación natural y el resto pertenecen a especies introducidas voluntaria o involuntariamente por el hombre. Sin embargo, Juan José Bacallado subraya en su intervención cómo lo que realmente ha dado fama a estas islas es su singular fauna, que parece desvelar para quien posee la clave de lectura correspondiente las claves de la evolución. La peculiaridad de estas islas oceánicas (origen volcánico, juventud, aislamiento, pequeña superficie y relativamente baja diversidad de hábitat) hace que la fauna que albergan sea pobre y disarmónica, con notables ausencias de diversos grupos animales y, salvo excepciones, especies poco diferenciadas y llamativas. En opinión del director del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, es necesaria todavía una investigación exhaustiva de la fauna invertebrada, sobre todo en lo que a insectos y arácnidos se refiere. Ángel Pérez Ruzafa centra su intervención en la importancia de las condiciones oceanográficas del mar que rodea a las Islas Galápagos, que determinan desde su origen hasta su historia humana o natural. La localización del archipiélago en una zona de convergencia de algunos de los mayores sistemas de corrientes del Pacífico oriental hacen de él y de su ecosistema marino un lugar único en el mundo. Pérez Ruzafa destaca que el medio marino del archipiélago es, en la actualidad, uno de los mejores laboratorios para estudiar aspectos relacionados con la evolución de las especies marinas, su biogeografía y distribución a distintas escalas espaciotemporales, y su respuesta a las perturbaciones naturales como el Niño o a los impactos producidos por el Hombre. Por este motivo, es fundamental proteger estos ecosistemas, que sufren una gran presión debido a las actividades turísticas de buceo y a la intensa pesquería de algunas especies, al tiempo que se muestran especialmente frágiles frente las actuaciones humanas en las tierras emergidas. Si desea más información, puede ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación de la Fundación BBVA (91 537 66 15 y 94 487 46 27) 2