República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN CIVIL Bogotá, D. C., trece (13) de septiembre de dos mil trece (2013). Ref: Exp. 11001 02 03 000 2013 01865 00 Se decide el conflicto de competencia suscitado entre los Juzgados once Civil Municipal de Bucaramanga (Santander) y el Veintiocho Civil Municipal de Bogotá, en relación con el trámite de la demanda ordinaria, que fuere formulada por la Empresa FIVECON GROUP CERA contra DARWIN NACID CLARO ANTECEDENTES 1. La prenombrada parte actora, por intermedio de apoderado, demandó, para que mediante los trámites propios del proceso ordinario de menor cuantía, entre otras ordenaciones se declare que el contrato materia de la litis celebrado entre los extremos procesales fue de intermediación comercial y no de compraventa. Consecuencialmente solicitó que el mismo acuerdo se declare resuelto en razón al incumplimiento por parte del convocado “respecto del DESISTIMIENTO en la forma y términos convenidos”. (Negrilla y mayúscula original del texto). 2. Sustentó su petitum, fundamentalmente en que: 2.1 En la ciudad de Bogotá el 13 de noviembre de 2012, a través de los “contratos de intermediación comercial No 001 331, República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil así llamado por los contratantes, el señor GIOVANNI ANDRÉS CORTEZ FAGUA, en calidad de MANDATARIO O COMISIONISTA, cuyo servicio se pactó en gestionar un crédito ante las entidades bancarias (varias) 1ra gestión), una vez aprobado el crédito bancario mediante la gestión del MANDATARIO a nombre del MANDANTE en este caso el señor DARWIN CLARO TORRES (…) se proceda a hacer la gestión del crédito ante la financiera automotriz (varias) 2ª Gestión), para pactar con la misma, el vehículo que el MANDANTE aspira a que le acrediten, quedando a disposición de la financiera automotriz, para que nos coloquen fecha para la entrega del vehículo, ya que siempre como gestores nos sometemos a la existencia del vehículo en las bodegas o la importación, gestión que supera muchas veces los ciento ochenta días (…)”. 2.2 El citado al proceso CLARO TORRES se comprometió en la estipulación 7º de la convención a cancelar una cláusula penal por la suma de DIECINUEVE MILLONES QUINIENTOS OCHENTA MIL PESOS, en caso de infringir las obligaciones contraídas. 2.3 Continúa refriendo que “no obstante a lo expresamente manifestado y acordado por las partes (…) en el sentido de que fueron categóricos en afirmar que lo que celebraban era un Contrato de Compraventa; pues eso no es cierto, porque lo que realmente celebraron fue un CONTRATO DE INTERMEDIACIÓN COMERCIAL establecido en el artículo 244 del Código de Comercio, ya que los valores asignados para las cosas a intermediar no reúnen los topes exigidos para hablar de un verdadero contrato de compraventa, ni las exigencias y demás M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 2 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil características que deben de reunirse para este tipo de negocios jurídicos”. 2.4 El demandado solicitó verbalmente la devolución del pago dado que no se aprobó el crédito del vehiculo en mención, “sin tener en cuenta que había firmado un contrato (…) en donde se pactó que el contratante que desistiera reconocería el 20% del valor total del contrato”, que en este caso corresponde a FIVECON GROUP SAS, quien si cumplió cabalmente su labor de intermediación, razón por la cual “ha sufrido serios y graves perjuicios de orden material” debido al incumplimiento por parte del convocado. 3. Mediante auto de 28 de febrero de 2013, el Juzgado Veintiocho Civil Municipal de Bogotá rechazó de plano la demanda por falta de competencia, por el factor territorial. Destacó esa agencia judicial para rehusar el adelantamiento de la actuación que “el domicilio y residencia de el demandado es la ciudad de BUCARAMANGA – SANTANDER, y no ésta ciudad capital, por lo que de conformidad con lo previsto en el numeral 1º del artículo 23 del CPC este Juzgado resulta incompetente para adelantar el trámite”. (Subraya original del texto). 4. El órgano de la judicatura de destino también se declaró incompetente para asumir el conocimiento del asunto, propuso el conflicto negativo de competencia y remitió las diligencias a esta Corporación. Expresó que no son de recibo los argumentos planteados por la Oficina Judicial de Bogotá, “teniendo en cuenta por M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 3 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil una parte que la carrera 25 sur No 68H-19 que aparece en el respectivo acápite no pertenece a esta localidad, que a diferencia de Bogotá no hace distinción entre sur y norte en las nomenclaturas, amen que en el propio contrato que da origen a la lid se indica que el demandado es vecino de dicha urbe para consignar a renglón seguido la misma dirección”. Adicionalmente advirtió, que el “congnoscente inicial” seleccionó erróneamente la regla aplicable sobre competencia, acogiendo para el caso la establecida en el numeral 1º del artículo 23 del CPC, “cuando lo correcto era aplicar el numeral 5º de la misma disposición”, debido a que el reclamo materia del litigio tuvo su génesis en un negocio jurídico, “cuestión que por ende otorga al actor el derecho a elegir” si presenta la demanda en el domicilio del extremo pasivo o en el lugar de cumplimiento del contrato, y en esta especie el lugar de satisfacción del mismo es Bogotá. 5. El asunto, en la Corte, cumplió con los trámites previstos en la normatividad vigente dado que se surtió el traslado determinado en el precepto 148 instrumental civil, transcurriendo en silencio. CONSIDERACIONES 1. Sea lo primero anotar, que como el conflicto planteado se ha suscitado entre dos despachos judiciales de diferente distrito la Sala de Casación Civil es la competente para definirlo, tal y como lo señala el artículo 16 de la ley 270 de 1996, M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 4 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil estatutaria de la administración de justicia, reformado como quedó por el artículo 7º de la ley 1285 de 2009. 2. Adviértase desde ya, como acotación preliminar, que en todos aquellas cuestiones tocantes con la resolución de conflictos, en donde corresponda valorar la competencia del funcionario citado para tales efectos, habida cuenta que atañe al orden público de la Nación, inexorablemente deben observarse las directrices que la ley ha dispuesto sobre el particular, pues, sin duda alguna, temas de esas características devienen reservados exclusivamente a la normatividad pertinente (Artículo 6º C.P.C.). En esa dirección, cumple precisar que la selección del juez a quien, previa autorización legal, le corresponde asumir el conocimiento de una causa litigiosa, surge como el resultado de la conjugación de algunas circunstancias o aspectos subjetivos u objetivos, vinculados, verbigracia, a la persona involucrada, al sitio en donde el accionado tiene su domicilio, al lugar en donde acontecieron los hechos, la cuantía o naturaleza del asunto, etc. Por supuesto, en ciertas ocasiones aunque algunos de esos factores se entremezclan y se vuelven concurrentes, prevalecen unos sobre otros. 3. La actuación que motiva este pronunciamiento pone en contienda los fueros personal y contractual consagrados en los numerales 1º y 5º del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, referidos en concreto al proceso atrás reseñado, por lo que resulta apropiado para resolver este conflicto, destacar que, en la medida en que no se trata de fueros privativos, ante la concurrencia de ellos en M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 5 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil un asunto particular, corresponde al demandante elegir entre uno y otro. Así lo ha advertido esta Corporación cuando señaló que “la regla general, ha sostenido la Corte de tiempo atrás, para determinar la competencia por el factor territorial, es la consagrada en el numeral 1° del artículo 23 del Código de Procedimiento Civil, esto es, ‘el domicilio del demandado, fuero que, también se ha insistido, no excluye la aplicación de otras normas que regulan el factor territorial de competencia (cfr. auto de 29 de enero de 1998, Exp. 6962). Es así que el numeral 5° del citado artículo 23 establece que en los procesos a que diere lugar un contrato serán competentes, a elección del demandante, el juez del lugar de su cumplimiento y el del domicilio del demandado. Sobre el particular ha dicho la Corte que cuando el proceso tiene por hontanar un contrato, despunta en materia de competencia territorial un fuero concurrente, toda vez que amén de tener cabida el principio general que se rige por el lugar del domicilio del demandado, también la tiene el del cumplimiento del contrato, uno de los cuales puede escoger, ad libitum, el actor. Es lo que preceptúa, en suma, el numeral 5° del artículo 23 ejusdem” (auto 056 de 3 de marzo de 1994 Reiterado en providencia de 22 de junio de 2012, Exp. 2011-02498-00). 4. En el caso que se analiza, el primer juez al que se le asignó por reparto las diligencias, renegó de la competencia para conocer de ellas con sustento en que la regla aplicable para determinar quien debería impartir tramitación a la demanda era el M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 6 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil factor territorial (forum domicilii rei), patentizado con claridad incontrovertible en el numeral 1° del artículo 23 del C. de P. C., olvidando que, cual lo ha señalado la Sala, tratándose de fueros concurrentes, si el demandante ha efectuado su elección, “la competencia se torna en privativa, sin que el funcionario judicial pueda a su iniciativa eliminarla o variarla, a menos que el demandado fundadamente la objete mediante los mecanismos legales que sean procedentes’” (auto de 11 de marzo de 2013, Exp. 2012-02877-00), esto es, con la proposición del recurso de reposición que se presente contra el auto admisorio de la demanda, o el de mandamiento ejecutivo según sea el caso, o la interposición de la excepción previa correspondiente. Es que, en estas cuestiones, el actor, en el ejercicio de tal atribución no puede ser suplantado por el juez; sólo a él le está deferida tal opción, sin que corresponda al funcionario judicial, bajo ninguna circunstancia, desplazar al demandante y en su lugar decidir por cuál de los fueros se inclina. 5. Habida cuenta de lo reseñado, fácilmente puede colegirse, que ya optando la parte convocante por la regla del numeral primero o del numeral quinto del precepto 23 procesal civil, de todos modos, el domicilio del demandado se halla en Bogotá, misma urbe donde se ejecutaría el contrato objeto de debate. Así, no asiste razón al Juzgado con asiento en el Distrito Capital para que, al amparo de un claro error de digitación en que se incurrió en el libelo al consignar el lugar de notificaciones del señor DARWIN NACID CLARO TORRES, y con olvido que se especificó que su domicilio M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 7 República de Colombia Corte Suprema de Justicia Sala de Casación Civil radicaba en Bogotá, sustraerse de impartirle tramitación a la presente causa. Por consiguiente, se dispondrá remitir la presente actuación al Juzgado Veintiocho Civil Municipal de esta ciudad y se comunicará lo aquí resuelto a su homólogo en el Municipio de Bucaramanga, quien provocó el conflicto. DECISIÓN En mérito de lo expuesto, el Despacho, RESUELVE Primero.- DECLARAR que el Juzgado Veintiocho Civil Municipal de Bogotá, es el competente para conocer del proceso ordinario de la referencia promovido por FIVECON GROUP SAS. Segundo.- DISPONER, en consecuencia, remitir la actuación al despacho judicial al que se le asignó su conocimiento, debiendo también comunicarse esta decisión al Juzgado Once Civil Municipal de Bucaramanga. NOTIFÍQUESE MARGARITA CABELLO BLANCO Magistrada M.C.B. Exp. No. 2013 – 01865 - 00 8