El 64% de los pacientes sufren dolor durante meses antes de ser tratados Las 188 Unidades del Dolor en España no pueden cubrir la demanda creciente de una problemática que afecta a más del 20% de la población. ● ● ● ● Una de cada 5 personas en España sufren dolor crónico, problemática que afecta más a mujeres y a personas de edades por encima de los 60 años. La media de espera para acceder a una Unidad del Dolor en España supera los 100 días. Solo 19 de las 188 Unidades del Dolor e xistentes dan una atención multidisciplinar de alta complejidad. Sufrir un dolor neuropático dobla el coste de la enfermedad para el sistema sanitario y el paciente y reduce a la mitad el éxito del tratamiento . Tener dolor. No saber de dónde viene. Que sea insoportable. Y que nadie te comprenda. Incluido tu médico. Esta es la realidad a la que se enfrentan la gran mayoría de los pacientes en España que sufren algún tipo de dolor, cifra que asciende actualmente al 20% de la población de nuestro país. Muchos de los que finalmente llega a una de las llamadas Unidades del Dolor (un 64%) lo hacen después de más de 6 meses de visitas a médicos, hospitales y especialistas que, en algunos casos, ni siquiera pueden dar con el foco de ese sufrimiento. Otros (15%) han de esperar más de un año y los menos afortunados (5%) llegan a estar soportando dolor sin paliativos durante más de tres años. “El dolor no es un síntoma, es una enfermedad” , ha subrayado la doctora Concepción Pérez, responsable de Comunicación de la Sociedad Española del Dolor (SED), la rueda de prensa celebrada con con motivo del Día Mundial del Dolor, dedicado este año al dolor neuropático . Un acto encabezado por el presidente de la SED, Diego Contreras, y en el que también han participado el secretario general de la sociedad, Víctor Mayoral, junto con dos pacientes afectadas por dolor neuropático, Laura del Pino y Azucena Romero, que han narrado su experiencia personal con el fin de poder poner voz y cara a un problema del que no se habla “lo suficiente”. La afirmación de que el dolor no es síntoma sino una patología a tratar en sí misma trata de poner en el punto de mira de toda la sociedad la necesidad de dar una respuesta profesional a un problema que afecta a 1 de cada 5 españoles y que, en muchos casos, puede llegar a reducir sobremanera la calidad de vida de las personas que lo sufren. ESPERAR SUFRIENDO La espera media en España para ser tratado en una Unidad del Dolor es de unos 100 días pero “ esto variará en función de donde se viva” ya que la cobertura va disminuyendo a medida que uno se aleja de las principales capitales de provincia del país, según ha indicado Mayoral. En este sentido, ha recordado que cuando se habla de pacientes con dolor nos referimos a todas aquellas personas que con mucha frecuencia acaban perdiendo el trabajo, la autoestima e, incluso, la capacidad de vivir una vida de forma autónoma, por lo que ha declarado que es “ una urgencia nacional” el dotar adecuadamente a estas unidades con profesionales de todas las disciplinas, especialmente psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. La paciente Azucena Romero , operada de cáncer de mama, reconoce que esa espera es “ frustrante” y que desde que está en una Unidad del Dolor ha “ ganado bastante” : “ fui derivando de médico en médico durante 2 años y medio hasta llegar a la Unidad del Dolor. Y llevo 6 meses y, aunque no hay falta absoluta de dolor, sí he logrado una disminución considerable que me permite hacer un día a día normal, con gestos cotidianos como asearme o vestirme”. Laura del Pino, de 25 años y paciente con una enfermedad rara sin diagnóstico todavía, lo corrobora y reclama más inversión de recursos, humanos y materiales, en esas unidades: “por desgracia no es una especialidad médica y debería serlo porque son fundamentales. El dolor es el que ha cambiado mi vida y, aunque lo parezca, no es simple, es todo lo contrario, muy complejo de tratar, de explicar y de entender incluso para nosotros mismos que lo sufrimos”. “Por eso las unidades del dolor son tan importantes. En ellas debe haber un grupo de profesionales de todas las disciplinas pero que estén especializados en dolor porque no siempre cuando hay un cartel de unidad de dolor hay un grupo, a veces no tienen los medios o profesionales para atendernos. Da igual donde estemos, hay un montón de población que necesita ese grupo especializado, no vale poner el cartel, tiene que haber profesionales detrás. No uno, ni dos, un grupo completo”, reclama Del Pino. RADIOGRAFÍA DEL DOLOR EN ESPAÑA En total, existen hoy en día 188 Unidades del Dolor en España , de las cuales, solo 19 son de alta complejidad, es decir: en ellas no se ofrece una atención completa y multidisciplinar por carencia de recursos materiales y, sobre todo, profesionales. “No son suficientes, deberíamos tener al menos 1 por cada millón de habitantes” , recalcan desde la SED. De acuerdo con los datos de las últimas encuestas y estudios elaborados sobre esta problemática en España, la media de facultativos que trabaja en estas unidades del dolor no llega a 5 y sólo uno o dos de ellos lo hacen a tiempo completo. “Es difícil dentro de las estructuras hospitalarias tener gente con dedicación plena a la problemática del dolor”, reconocen desde la SED, pues en estas unidades se requieren profesionales que “ han de estar muy preparados y ser multidisciplinares”. De las 188 unidades especializadas en el tratamiento del dolor en España, el 40% llevan más de 20 años funcionando, casi la mitad pertenecen a hospitales de grandes dimensiones (más de 300 camas) y el 80% son públicas. Sin embargo, sólo el 60% de ellas tiene Comité del Dolor , que es aquel que coordina la atención multidisciplinar al paciente y que es un órgano que en otros países de la UE, como Italia, es obligatoria su existencia por Ley. “ Tenemos que caminar hacia ahí, tenemos que darle estructura hospitalaria, con cierta dimensión y que sea debidamente apoyada. Hoy en día el 35% solo dan tratamiento para dolor crónico y el 64% restante sí abarcan dolor crónico y agudo. Pero se necesita más porque el dolor agudo es algo que afecta al 10% de todos los pacientes que se operan en España . Integrar ese tratamiento del dolor en su esquema terapéutico reduce costes y, además, es su derecho humano. No sufrir” , aseveran desde la SED. EL DOLOR NEUROPÁTICO: EL ENEMIGO SILENCIOSO El Día Mundial del Dolor de 2015 se ha dedicado al dolor neuropático, un tipo de dolor que afecta al 8% ­ 10% de la población. De hecho, según a detallado la doctora Concepción Pérez, más de 1.500 pacientes al día son atendidos en unidades del dolor por sufrimiento neuropático o bien por un dolor mixto. “Por ejemplo, la tan común ciática también tiene un componente neuropático”, señala para incidir en la idea de que si bien se habla poco de esta tipología de dolor está muy presente. Otros tipos dolor neuropático son también el que sufren muchos pacientes oncológicos, pacientes que han superado una cirugía, pacientes con diabetes, con herpes… Y lo más característico es que se trata de un enemigo complicado y silencioso. “Es muy difícil de tratar y de diagnosticar, se requiere tratamiento multidisciplinar en una unidad de dolor de alta complejidad y, eso, por desgracia, en España rara vez ocurre”, aseguran desde la SED. Si se atiende una vez más a las cifras de los últimos estudios, el 6% de la población española presenta un dolor de difícil tratamiento que le puede resultar, en muchos casos, incapacitante . Casos tan habituales como el dolor después de una cirugía de espalda presentan un componente neuropático siempre, lo que a los meses de espera por la atención suele añadir un coste al sistema sanitario de 1.000 euros en el tratamiento más los gastos propios que ha de afrontar el paciente para sobrellevar su día a día con dignidad. FORMAR ESPECIALISTAS EN DOLOR El dolor es una enfermedad y no solo un síntoma. De hecho, en España entre el 40 y el 50% de las consultas que se hacen en Atención Primaria tienen que ver con el dolor , ascendiendo al 65% en el caso de las consultas hospitalarias. Sin embargo, desde la SED, lamentan que la cifra de unidades de atención de esta problemática sea “claramente insuficiente” y reclaman que el tratamiento del dolor “sea un estándar de calidad en el pregrado de formación de toda rama sociosanitaria, así como vital en el posgrado para todo médico residente” en nuestro país.