Comentario al trabajo de Daniel Aromi: Interactive Psychological Processes and Economics Introducción Tal y como lo describe su título, el trabajo presenta una discusión conceptual de varios elementos de la cognición humana, entre los cuales incluye numerosos procesos cognitivos, pero también aborda la definición de partes estructurales del aparato cognitivo humano. El recorrido comienza con el análisis de las metas, la atención, la consciencia, la reacción afectiva o emocional y el razonamiento. Luego el trabajo presenta un esquema del modo en que los distintos elementos de la cognición antes descriptos interactúan para generar un comportamiento, postulando relaciones bidireccionales entre ellos, sin ningún orden jerárquico particular. En la tercera sección del paper se presentan más procesos cognitivos, como por ejemplo, heurísticas, el sistema de memoria de largo plazo, la descripción del proceso de aprendizaje, los mecanismos de categorización, etc. A continuación se discute el funcionamiento del sistema en el largo plazo, resaltándose la plasticidad del mismo y el impacto de la experiencia en la capacidad de asimilar y procesar nueva información. Como interludio a la sección que comenta las implicancias para la economía el autor, con buen tino, recorre algunos conceptos de psicología social. Por último, ya en la sección de aplicaciones para economía, se presentan los resultados como elementos que apuntan a servir de marco para la agenda de investigaciones futuras en el tema. El autor revisa varias contribuciones de la literatura en diferentes campos de la economía del comportamiento. Comentarios El trabajo resulta sin duda interesante y es bienvenido porque permite comenzar a discutir la “caja negra” de las preferencias y decisiones del sujeto económico. A su vez acerca bibliografía de otros campos que son consultados muy poco frecuentemente por los economistas. Yendo a los esquemas planteados, una primera reflexión es que sería quizás conveniente observar algún orden jerárquico particular en el funcionamiento del sistema. Es plausible pensar que el sistema cuente con un conjunto de preferencias estimulares innatas que le permita administrar el enorme océano de información al que se enfrentan los módulos perceptivos. Luego, existe bastante evidencia en la literatura (ver Pinker 2000) en el sentido de que la percepción es justamente modular y no puede ser afectada por otros órganos; es verdad que se puede cerrar los ojos y taparse las orejas, pero no se puede elegir que los ojos no vean o que el oído no capte el sonido, por mencionar dos ejemplos habituales en la literatura de ilusiones ópticas y sonoras. El individuo buscará entonces sentido a sus percepciones, utilizando los almacenes de memoria y algún tipo de razonamiento lógico deductivo (o heurístico) apoyándose en su ejecutivo central. Formulará hipótesis iniciales, interactuará con el medio ambiente y volverá a ajustar sus estimaciones hasta que decida producir un comportamiento. El esquema descripto en el paper sin embargo no plantea que los comportamientos modifiquen al ambiente, pero el ambiente, que en un sentido amplio de la palabra refiere a la cognición de las personas con las que interactúa el sujeto, es objeto de las acciones del sujeto y por tanto la búsqueda de la modificación de los comportamientos y creencias de los otros, lo modifica. Por otro lado, resulta muy apropiado el planteo sistémico descripto en el esquema, pero aunque es verdad que en un sistema las partes suelen estar muy interrelacionadas, tan importante como el reconocimiento de esas relaciones es la especificación de la naturaleza de las mismas y creo que ahí el paper debe desarrollarse un poco más. Otro aspecto que me pareció interesante es que aunque el trabajo plantea que la arquitectura cognitiva es fruto del proceso evolutivo, deja mucho margen para que los procesos sean modificados por la experiencia. Puesto que este es un tema central en el debate actual en torno a la mente, probablemente amerite dedicarle alguna discusión para acotar más el alcance de la herencia y el aprendizaje en la propuesta del autor. Apropósito de la mente, en algunos pasajes del trabajo se refiere alternativamente al concepto de cerebro en su lugar, lo que puede llevar a alguna confusión por lo que se sugiere distinguir con claridad esas ideas. Del mismo modo, la distinción entre procesos cognitivos y no cognitivos es más propia de la sociología que de la psicología; por definición todos los procesos mentales son cognitivos. Conclusiones El trabajo es sumamente interesante y acerca un sinnúmero de conceptos relevantes para todos los interesados en comprender el modo en que las personas toman decisiones. Resulta difícil pensar que la economía pueda continuar mucho tiempo construyendo modelos con el paradigma del homo economicus sin aprovechar los cuantiosos avances de la psicología cognitiva y experimental. La cantidad de información proporcionada por el trabajo es inmensa. Seguramente una persona no familiarizada con esta literatura se beneficiaría de un mayor desarrollo y detalle de cada uno de los conceptos, asi como de un ordenamiento más esquemático. Sin duda este es un trabajo que potencialmente puede convertirse en referencia obligada de los economistas que quieran estudiar estos temas en el futuro.