INTRODUCCIÓN Uno de los motivos más frecuentes de consulta en atención primaria es la patología traumatológica y, salvo las lesiones producidas por grandes traumatismos, la mayoría son tratados en los centros de salud. Dentro de estos tratamientos el más común suele ser el vendaje de inmovilización. Es fundamental una puesta al día en las técnicas de vendaje, las cuales han ido evolucionando principalmente en los últimos años. Fruto de la evolución de áreas de conocimiento como la Anatomía y la biomecánica es el vendaje funcional. La definición de estas aplicaciones las podríamos enunciar como la limitación/contención/inhibición de un movimiento que produce dolor, dejando los demás movimientos libres. Esta técnica permite curar lesiones en un plazo más corto de tiempo y con un mejor resultado funcional, evitando en gran medida las secuelas que producen otras inmovilizaciones prolongadas, tanto por exceso como por defecto. Nuestro propósito, al ilustrar y después poner en práctica este tema, es introducir en la práctica del deporte los vendajes funcionales y dar a conocer sus ventajas en relación a la recuperación y a la confortabilidad del deportista tratado con ellos. EL VENDAJE FUNCIONAL: “UNA TÉCNICA EFICAZ”. El vendaje funcional aplicado como una técnica terapéutica, pretende limitar selectiva y mecánicamente la movilidad de una articulación en el sentido del movimiento que afecta a las estructuras lesionadas de los tejidos periarticulares. Para esto el vendaje debe colocar en posición de relajación (acortamiento) la estructuras orgánicas implicadas y mantenerlas en este estado. El vendaje funcional permite así una cicatrización en posición correcta y una protección contra la agrabación o recidiva. El vendaje funcional tiene igualmente por objeto reducir las manifestaciones dolorosas y participar en la lucha contra el edema. La eficacia de ésta técnica consiste en sustituir la acción fisiológica de las partes implicadas, por los tirantes de inmovilización que refuerzan el sistema anatómico deficiente. Esta propiedad mecánica depende de: La colocación de las tiras. Su brazo de palanca en relación con el eje articular. La naturaleza del material elegido. La cantidad y la tensión de las tiras activas utilizadas. Este tipo de vendajes no debe ser utilizado de manera sistemática para toda lesión sin haber valorado previamente su indicación o no, puesto que se puede conducir a un agravamiento de las lesiones iniciales cuando se utiliza una técnica inadecuada. El aprendizaje de las técnicas de vendaje funcional debe estar basado en el análisis de las lesiones y en el conocimiento de la mecánica articular y músculotendinosa teniendo en cuenta las particularidades de cada paciente. Debe quedar patente que no existen modelos únicos y fijos. En la práctica de los vendajes funcionales deben unirse dos objetivos claros: Ser eficaces y conseguirlos tras una realización simple. Tener presente un recuerdo anatómico de las partes implicadas. Todo ello se consigue tras la práctica cotidiana y la reflexión de los errores cometidos tras su ejecución. TÉCNICAS DEL VENDAJE FUNCIONAL. La técnica del vendaje funcional consiste en la aplicación de un vendaje que produzca la inmovilización selectiva sobre el mecanismo de producción de la lesión. El resultado que se obtiene con este vendaje es mantener o estabilizar posiciones antiálgicas y reposo únicamente de la estructura lesionada, con lo que la cicatriz es más funcional, evitando la atrofia muscular, rigidez articular y elongación ligamentosa. Se pueden diferenciar tres técnicas en función de los materiales empleados aunque todas las vendas que utilizaremos son encoladas, es decir, asocian un soporte textil y una masa adhesiva. Su empleo es pues fácil y rápido.Es muy importante trabajar siempre con vendas hipoalergénicas, ello disminuye de manera importante el riesgo de reacciones cutáneas secundarias que contraindican la utilización del vendaje. Las técnicas se pueden clasificar en: Técnica elástica o de contención: Utilizamos vendas adhesivas elásticas o cohesivas, elásticas en sentido longitudinal, transversal o bioelásticas (longitudinal y transversal). Las ventajas de la utilización de éstas vendas son: un modelado fácil de los relieves anatómicos. una sensación elástica más o menos pronunciada, que dependerá de la tensión con que inicialmente se coloca la venda. La regulación previa más o menos importante a la tensión impuesta a las tiras durante su aplicación, determina la importancia de la estabilización final y puede ser establecida según la naturaleza de la lesión, su gravedad y su solicitación, según el carácter agudo o crónica de la afectación o bien se quiera o no liberar al paciente de su vendaje adhesivo para que reemprenda progresivamente un control segmentario activo una acción antiedematosa. una cierta libertad de acción que permite una actividad ambulatoria o deportiva reducida. Técnica inelástica o de inmovilización: Para ésta técnica se utilizan vendas de material inextensible de soporte textil. El material de elección para ellas es un esparadrapo especial, denominado genéricamente “tape”. Los vendajes funcionales en los que se utilizan este tipo de vendas resiten mejor que los elásticos las solicitaciones en tracción, lo que parece determinar una acción estabilizadora más importante. Técnica mixta o combinada: Es la que conjuga los materiales de las dos anteriores. Los materiales idóneos para trabajar con esta técnica son las vendas elásticas adhesivas o cohesivas, que reforzamos con tiras de tape. Se trata de una técnica enminentemente terapéutica y deportiva. TÉCNICAS Técnica elástica o de contención ACTUACIÓN Limita movimiento Técnica inelástica o de inmovilización Inhibe movimiento Técnica mixta o combinada Limita movimiento MATERIAL Vendas elásticas adhesivas o vendas cohesivas Tape Venda elástica adhesiva + tape INDICACIONES Técnica terapéutica Preventiva y terapéutica, exclusiva del deporte. Preventiva, terapéutica y deportiva INDICACIONES DEL VENDAJE FUNCIONAL. Es en la traumatología deportiva donde el vendaje adhesivo encuentra sus más amplias aplicaciones. El objetivo de todo deportista es evitar la inmovilización, “la pérdida de forma”, el beneficio del entrenamiento pertinente. Toda inmovilización estricta, enyesada por ejemplo, entraña una pérdida muscular rápida a pesar de las contracciones isométricas. Este tipo de inmovilización altera de igual forma los programas de inmovilización motriz. La posibilidad de realizar una inmovilización relativa es pues preferible cuando está bien indicada. Estos vendajes adhesivos permiten el empleo de la fisioterapia y, en cierto grado, el entrenamiento muscular sigue siendo posible. No obstante no hemos de creer que se pueden tratar todas las afectaciones con este procedimiento; las indicaciones de los vendajes funcionales son muy amplias y las contraindicaciones están en función de las lesiones y del comportamiento del lesionado. Los vendajes funcionales adhesivos pretenden colocar en situación relajada, antiálgica y de menor solicitación de las estructuras lesionadas, de forma específica, limitando al mínimo el número de grados de libertad articular estabilizados, con el fín de preservar al máximo la autonomía funcional del sujeto. Por tanto, las indicaciones del vendaje funcional son las siguientes: Accidentes articulares tales como el esguince de 1º y 2º grado, cuya gravedad generalmente en los elementos capsulo-ligamentosos. Afectaciones tendinosas del tipo de las tendinosis o tendinitis. Lesiones musculares tales como la elongación, el tirón o el desgarro. Las periostosis-periostitis, especialmente a nivel de la pierna o codo… Lesiones que presentan deformidad como es el caso del pie zambo, hallux valgus…(en este caso se pretende con el vendaje la corrección de la deformidad respetando los detalles anatomo-patológicos y conservando la función al máximo. Afectaciones importantes en otros sectores: subluxación externa de rótula, lumbago, garra cubital… Otra posible utilización es como medida preventiva cuando un deportista ha presentado numerosos episodios de lesiones idénticas con el fin de evitar una recidiva, así como en momentos en los que existe una predisposición de sufrir un determinado gesto lesional. CONTRAINDICACIONES DEL VENDAJE FUNCIONAL. De entrada lo son las lesiones graves que necesiten una inmovilización estricta. En el mismo orden conviene considerar como contraindicaciones todas las aplicaciones abusivas que no permiten conservar un mínimo de función, especialmente en los deportistas. En lo demás, pueden resumirse en lo siguiente: Grandes roturas, bien tendinosas, ligamentosas y musculares. Fracturas óseas. Heridas importantes. Alergia a las masas adhesivas, estados de hipersensibilidad o enfermedades de la piel como psoriasis. Trastornos neurosensitivos importantes. Insuficiencias venosas o venolinfáticas graves. PROPIEDADES DE LOS VENDAJES FUNCIONALES. La colocación de vendas adhesivas, elásticas o no, permite limitar mecánicamente la movilidad de una articulación y estabilizar las lesiones de los tejidos periarticulares. Estos vendajes actúan igualmente sobre la sensibilidad exteroceptiva y propioceptiva por las solicitaciones que efectúan sobre los mecanismos receptores cutáneos, articulares y miotendinosos. Psicológicamente los vendajes funcionales ofrecen confort, apreciado por los lesionados. Atendiendo a estas características se pueden diferenciar cuatro tipos de acciones: mecánica, exteroceptiva, propioceptiva y psicológica. ACCIÓN MECÁNICA. Sea cual sea la lesión, el vendaje funcional debe colocar los diferentes elementos orgánicos en posición de acortamiento, de menor solicitación, así como asegurar una acción antiálgica, una protección real contra la reproducción del mecanismo lesional. La eficacia del vendaje funcional reposa sobre esta propiedad mecánica de sustitución de la acción fisiológica, reforzando y duplicando el sistema anatómico deficiente. Esta propiedad mecánica depende de: - la colocación de las tiras. - su brazo de palanca en relación al eje articular. - su resistencia al arrancamiento. - la naturaleza y longitud del material elegido. - del número de tiras activas, lo cual debe dejarse a criterio del terapeuta que debe valorar según las necesidades clínicas. ACCIÓN EXTEROCEPTIVA. Se trata de una característica propia de los vendajes adhesivos, cuyas tiras traccionan el plano cutáneo, lo que permite aumentar el flujo aferente exteroceptivo y reforzar, a veces de forma muy intensiva las informaciones del plano cutáneo. Cuando el paciente tiende a reproducir el mecanismo de la lesión, las tiras del vendaje se ponen en tensión y traccionan de forma más importante sobre la piel, lo cual produce una información cutánea suplementaria que actúa como una señal de alarma, alertando al lesionado para que corrija la situación presente. ACCIÓN PROPIOCEPTIVA. Esta propiedad está siempre presente cada vez que el vendaje funcional provoca una tensión muscular, tendinosa y capsular. Este fenómeno implica un aumento del tono muscular de base. Cuando se ejerce una compresión de un grupo muscular, el vendaje proporciona una sensación de sujeción por la estabilización segmentaria que produce. ACCIÓN PSICOLÓGICA. Los vendajes funcionales procuran al lesionado una sensación de comodidad y estabilidad ligada a los efectos anteriores. La propiedad psicológica es una ventaja importante tener en cuenta ya que da tranquilidad y confianza al lesionado. Esto permite al paciente proseguir sus actividades físicas o deportivas parcial o totalmente, según la gravedad de la lesión.