EL RACIONALISMO. En general, podemos decir que el Racionalismo es una corriente filosófica del siglo XVII a la que pertenecen Descartes, Leibniz, Spinoza y Malebranche, frente a la corriente Empirista del siglo XVIII representada por Locke, Berkeley y Hume y comenzada ya de alguna manera por Bacon. Es usual y común caracterizar a este movimiento filosófico por una serie de puntos doctrinales comunes y muy significativos; tal caracterización es, creemos, un tanto arriesgada e imprecisa. Pero, hecha esta salvedad, vamos a intentarla. El racionalismo se caracterizaría por este conjunto de tesis en las que, probablemente, estarían conformes los autores antes citados: - Exaltación de la razón humana como facultad cognoscitiva y, en consecuencia, confianza en el conocimiento racional. El único conocimiento valioso va a ser el obtenido por la razón. - Depreciación del conocimiento sensible. Todo conocimiento procedente de los sentidos, de la experiencia sensible, es sospechoso al menos y, con frecuencia, claramente falso (tanto esta característica como la anterior son de manifiesta influencia platónica). El conocimiento sensible es limitado: no puede ser universal ni necesario. - La afirmación de la existencia de ideas innatas, es decir, de ideas que surgen en la mente humana con independencia de la experiencia sensible. Precisamente las ideas más importantes serán de este tipo para el racionalismo. - La aspiración a la creación de una ciencia universal, de una filosofía universal válida para todo ser racional. Con esta aspiración (fallida) los racionalistas quisieron terminar con el cúmulo de sistemas filosóficos que se sucedían. - Probablemente el gran motor y la gran causa de todas las anteriores características señaladas fue la admiración por la Matemática. Esta ciencia se presentaba a los pensadores racionalistas como el arquetipo de la sabiduría humana. Era una ciencia segura, exacta, progresiva, universalmente válida. No hay que olvidar que muchos de los racionalistas fueron grandes matemáticos creadores Descartes y Leibniz- y otros - Malebranche y Spinoza- buenos conocedores de esta ciencia. De ahí el deseo de una filosofía con una estructura similar a la de la Matemática. - Defienden la racionalidad del mundo: "todo tiene una justificación", nada es casual ni fortuito. Además, podemos conocer esa justificación (es accesible a la razón) y la puede conocer la razón por sí sola. EL EMPIRISMO. Se conoce con el nombre de Empirismo (del griego empeiría, experiencia) a un movimiento filosófico que se desarrolla en las Islas Británicas a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, y cuyos principales representantes son Bacon, Hobbes, Locke y Hume. Sus características fundamentales son las siguientes: a) Negación de cualquier tipo de ideas innatas, no hay nada independiente de la experiencia, del dato sensible. Hasta la idea más abstracta posee una base en el conocimiento aportado por los sentidos. El innatismo racionalista es absurdo. El entendimiento y la mente son un papel en blanco. b) El establecimiento de la evidencia sensible como criterio gnoseológico de verdad; frente a la idea clara y distinta (cartesianismo), sólo nos permite diferenciar lo verdadero de lo falso la evidencia sensible. Lo sensible nos pone en contacto con lo real y sólo la evidencia sensible nos permite distinguir entre lo real y lo no real, entre lo verdadero y lo falso. c) Tienen un principio gnoseológico fundamental, según el cual hay que rechazar como ilegítimo cualquier contenido que no tenga un correlato previo en la experiencia; será legítima la idea de color azul, pero no la de sustancia o la de alma. d) Negación de la posibilidad de un conocimiento de validez universal y necesaria; por los sentidos sólo capto lo concreto que es cambiante y fluctuante, todo conocimiento, por lo tanto, también lo es. La experiencia sensible nunca puede agotarse en su totalidad, quedando la posibilidad de ulteriores experiencias que invaliden las anteriores. Todo juicio es provisional. LA ILUSTRACIÓN. La proyección ideológica del conflicto entre la nueva y la vieja sociedad es la Ilustración. El empirismo de Locke ejerce una influencia enorme en el pensamiento de la Ilustración: “todos los hombres nacen iguales y con unos derechos que les son naturales y que deben ser respetados”. Éste será el pensamiento central. En este tiempo se produce la independencia de EE.UU. de las colonias británicas, firmada en Filadelfia, en 1776. El documento se inspira en la Filosofía de la Ilustración, y fue redactado por Thomas Jefferson y George Washington. Todo esto lleva la supresión del régimen feudal y a la creciente toma de conciencia de la dignidad de la persona, iniciándose así las campañas antiesclavistas en Londres y París. A finales de siglo aparece también la revolución industrial, con el descubrimiento de la máquina de vapor por James Watt. Todos estos profundos cambios sociales tienen como causa, y telón de fondo, el movimiento cultural que representa la Ilustración (al cual pertenece Kant) cuyas características son las siguientes: - Es el siglo de las luces, es decir, los pensadores de esa época se sienten llamados a una misión: iluminar a la sociedad que está sumergida en las tinieblas de la ignorancia; hay que sacar a los hombres de esa ignorancia. La luz será la ciencia, el saber. El saber es fruto de la razón, que es la que tiene todo el poder. Kant veía la Ilustración como la salida del hombre de la edad infantil, entendiendo por esta edad aquella época en que el ser humano es incapaz de utilizar la razón sin la dirección de otro. - Esta confianza en la razón no les identifica con los racionalistas: es una confianza en la razón que supera las diferencias entre empirismo y racionalismo. No se preguntan por el origen del conocimiento, sino por la capacidad de la razón para enfrentarse al saber. La razón tiene una capacidad crítica: es una luz esclarecedora y autosuficiente que libera al hombre de los prejuicios, de las supersticiones, de la ignorancia y de los saberes irracionales. Tiene una capacidad analítica: analiza todo lo empírico, el mundo y la realidad. También tiene una capacidad autocrítica, en cuanto que es capaz de hacerse una crítica a sí misma para examinar su alcance y sus limitaciones (como hará Kant). - Fe en el progreso científico. La razón humana (con el doble auxilio de la matemática y de la experiencia) nos capacita para conocer las leyes de la naturaleza y para intervenir en ella en beneficio propio. De este modo, la actividad científica posibilitará el progreso constante en la vida de los humanos y la obtención de la más alta perfección. Un profundo optimismo late en el corazón de los ilustrados, un optimismo que cree en la bondad del hombre y en la posibilidad de alcanzar una felicidad general. -Capacidad secularizadora: rompe la tensión y el equilibrio entre razón y fe, reduciendo la fe a lo racional. No se puede hablar de la Ilustración como un movimiento antiteológico y antirreligioso (aunque en muchos momentos se manifieste así), sino como una interpretación racional de la religión. La religión ilustrada es el deísmo 1: la verdadera religión es racional y la razón es la verdadera revelación. Por eso no se puede admitir una religión revelada, sino una religión conocida por la razón, y razonada desde la misma razón: todo con la razón y nada sin la razón. - La educación es el instrumento clave en el progreso, conduce al hombre desde la ignorancia y el vacío de su mente hasta la plena realización personal y social. Esto se consigue con la educación ilustrada que hace del alumno un hombre capaz de valerse de su propia razón; se rechaza la enseñanza repetitiva y dogmática. La educación será el mejor medio para difundir la cultura y para destruir cualquier tipo de prejuicios, de intolerancias y de oscurantismo. - De lo anterior se deduce una apología de la tolerancia, se defiende el respeto de diversos tipos de ideas y creencias (religiosas, políticas…) y se considera a la libertad como uno de los dones más preciados. - Crítica del poder político. Los hombres, seres dotados de razón, no pueden vivir en un régimen político absolutista. El poder no es un derecho hereditario, sino que se origina en la nación soberana. Locke ya había justificado y legitimado la sumisión del rey al Parlamento y, asimismo, la separación de poderes. Los ilustrados franceses leyeron y asumieron la filosofía política de Locke y, a fines del siglo XVIII, Francia derrocó la monarquía. El ideario de la Revolución Francesa fue apoyado por Kant. 1 El deísmo es una filosofía que deriva la existencia y la naturaleza de Dios de la razón y la experiencia personal, en lugar de hacerlo a través de los elementos comunes de las religiones teístas como la revelación directa, la fe o la tradición. La mención de Dios en este artículo se refiere más a un Creador u Organizador que al Dios Abrahámico. Así, uno de los principales postulados de esta filosofía religiosa está basado en la creencia de que Dios existe y creó el universo físico, pero no interfiere con él . Este postulado se relaciona y origina con una filosofía y movimiento religioso que deriva la existencia y naturaleza de Dios por la razón. Por ello no toma posición sobre lo que hace Dios fuera del universo, en contraste con el fideísmo que se encuentra en muchas enseñanzas del cristianismo, islamismo y judaísmo, que sostiene que la religión depende tanto de la revelación de las sagradas escrituras o del testimonio de otra gente. Los deístas típicamente también tienden a rechazar los eventos sobrenaturales (milagros, profecías, etc.) y a afirmar que Dios no interfiere en la vida de los humanos y las leyes del universo. Por ello, a menudo utilizan la analogía de Dios como un relojero. Lo que para las religiones organizadas son revelaciones divinas y libros sagrados, la mayoría de deístas entiende como interpretaciones inventadas por otros seres humanos, más que como fuentes autorizadas. Los deístas creen que el mayor don divino a la humanidad no es la religión, sino la habilidad de razonar.