El Impuesto Unico : Organo Mensual de la Liga Española

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BI Impuesto· Unico
érgano
1\iio II; ,,,
mensual dl~ la Liga Española
Gerente:
!Suscrilción anual,
1'25
1\NTt'>l'\lIe> 1\LBBNOíN
Precio,
I.G Mayo, 1')12.
10 cénts.
----~ ..\'.
--;--- ----
«Ven eonmi~'o, dijo it Jolm
N(. robarás.
de los (!onsumos
de
1111:1fOS:l
l\'lnj •.•,cs
•• BI arbitrio
de inq:uilinato en Madrid.
Notas y c'lJmentarlos.
Inf,rrnación
del extranjero.
-'lu'~str..Is t:eorias.-Voto de calidad.
~'\lnl~va tl'é!lducción española
de ¿Vrotecclón
ú libre cambio?
ílnuncios.
nl·j~'hl
al apal'tnrse, con ('I corazón olll·jmjdo~
Las asociaciones
de earidad.
Un eif"mplo que deben seguir los socialistas
eSI,añoles.
La sustitución
N~m. 6.
~r
(IIH~
se
:\(~aba~l
lIiiío~ HIlIel'cn
IIl~·lutt~l·t':l, de h:Ullhl'e
dt· t:tp:u',
d~ haJUJn'.~
Pl)
hé ho pOI' las
leyes. Ven c()nnli~o y no dcscans:ll'e~
mos hast a (lue ~og'r'cmos la :1 holiciÚn
I
de e~as les(~~,»
Flobará.s
POR HENRY
GEORGE
~r]':'adu.cido
por D. Francisco
:u sl~,¡;undo meeting de la «sociedad contra la
p/Jbrna» fué cel9IJrado en ~ueva York, en la «AcaèJ.erni:c de III mÚHica» on la tarde del domingo, co'reSPiln~ente al H de Mayo. Un auditoria
verdaderamel te Illlrnet'O:;o se congregó en aquel lugar, hasta el l' lInto que lIlul1lta gente no pudo penetrar
en
él por halleroo IIElnado completamente
el local.
H 3nt'.{ Georg'B se dirigió á la concurrencia
en
los términos siguientes:
,,1:1 Doctor Me. Glynn, en el Chickering Hall,
dijo la nO(lhe del ¡Jagado domingo que aquello era
un acn:1t.eeimiento histórico. Llevaba razón, Porque
un mir istra de Cdsto, dit'igiéndose
desde una tt'ibuna p:ihlica, en un doming,) por la noche, á una
gran et nCl!rrenci~, compuesta de mujeres y hombres
de tod( s maticl3::;Y creencias, para predicar una cruzada el,car.linada:i
la abolición
de la pobreza, haciendo ,lU llamamiento á los hombres para marchar
juntos r tl'~:bajar juntaR á fin de hacer venir sobl'e
la tierra el reino cio Dios, marcaba, en verdad, un
acontecI miento importantísimo.
Las g'randes trHn!<formaciones sociales. dijo )lazini, naCa hm sido ni nada seráu sino la aplicación
de granlies movimientos
religiosos.
(Aplausos). Ei
día en q re Il democracia
pueda llegar á la categoría de UB partido rE,ligioso, ese día habrá comenza-
l
Amaya Rubio
do á hacer efectiva Sil victoria. (GrandAs aplausos)'
y el más hondo significado
del meeting
de)a noche del pasado domin,¡;o, el significado
de esta sociedad contra )a pobreza que nos congregó
aquí á
todos para su inauguración,
no es otro que)a intI'Oducción del sontimiento
religioso
en el seno de
)a lucha democrática,
el sólo sentimiento
entre todos los grandes sentimientos
capaz de regenerar al
mundo, (Aplausos),
Los comentarios
hechos sobre este 'illf.etill(J r
sobre la institución
de esta sociedad
son m'IY sugestivos. Se nos ha dicho, en primer
lugar, por los
periódicos, que no podemos abolir)a
pobreza por'·
que no hay tanta riqueza para ello á nuestro alredejar. Se nos ha dicho que si toda la riqueza de los
Estndos 'Gnidos se dividiera,
apenas cabríamos á
ochocientos dollal':) por individuo.
Pues bien, si ello es así, lo más monstruoso
entonce~ que puede concebir:;e,
es la injusticia
que
permite hoy día á un solo indi viduo el poseer millones y de0enas de millones Y hasta centenares do
rnilloneil. Si la riqueza es en efecto tan pequeña, como nos dicen, entonces mayor injusticia
representarían esas grandes fortunas,
Pero nosotros no nos proponemos
abolir la pobreza dividiendo la riqueza existente, sino creando.
El Impuesto l.Tnleo
más riqueza. Nosotros nos proponemos
abolir la
pobreza
buscando
trabajo á ese vasto ejército du
brazos ociosos,-que
se elevaba el año pasado sólo
en este paí,; ha,;tll á un mil1ün, -eil~ vaiito ejército
que aguarda
con ansia crear más y más riqueza,
pero que ahora por el sistema que permite, como
al perl'o del hortelano,
monopolizar
los dones de
Dios, está privado de la oportunidad
para ejercer
el trabajo, (Aplausos).
.IlespJl.á.~ I10S dice que no podremos abolir
la pobl'eza porque siempre ha existido. Bien; si la
pobreza siempre ha existido, mayor necesidad revestirán nUe::ltl'o movimiento y nuestros esfuerzos por
abolirla, Si la pobreza ha existido desde ha mucho
tiempo, nosotros debemos e,¡tal' cansados de soportarla; debemos hacer lo posible por Iibrarnos
de
ella, (Aplausos).
Pero nosotros negamos que la pabl'eza, tal como nosotros la vemos en nuestros días, haya existido siempre, Jamás en la historia de la humanidad
se ha conocido tal abundancia
como la que hoy
existe ni tal poder para pI'oducil' riq neza. Tan claro es e.>to, que mucha gente, que nos arguye que
nosotros no podemos abolir la pobl'eza, la atribuyo
á pa,¡o seguido nI exceso de producc¡'ón.
Ellos virtualmente
nos dicen que pOl'que el gé·
nero humano
produce mucha riqueza hay tantos
pohl'e~; que porqne hay muchas COSAS que satisfucen los deseos humanos, los hombl'es no encuentran
trabajo y las mujeres deben ser contenidas y sujetas. ¡Pùbreza atribuiùa
al exceso de producción,
pobreza en medio de la riquezll; pobre~a en medio
de la ilustración;
pobreza cuando 01 vap¡)r, la elec·
trioidad y otro,; millares de inventos que econocni·
"an e3fuerzo y tl'abajo, vienen en ayuda del hombre, de un modo tal como jamás se ha c<mocido en
el m\lOdo! Indiscutiblemente,
no hay raz¡'m ninguna
en pro de su existencia, y ha llegado la h0ra de qua
hagamos algo para abolirIa, (Aplausos).
No hay instituciones
caritativas
capaces de SIlplir la demanda, pOI' caridad. Aquella es incapaz de
ser t>llplidl.l, Existen nnones sobradlls pal'll mostrar
á todr¡ hombre
que piense y á toda mujer' que l'a·
zoue, que es aosIllutamente
impllsible destruil'
la
p:)breza por medir) de la cal'idaiÍ, como existen
ig-ualmente
para dern')strar
á todo el que quiel'a
Ilegal' hasta las raices del ma!, que lo qlle se necesita no es precisamente
caridad, sino justicia, esto es,
la conformidad
de las institueiones
hU11Hllla,; con
las eternas leyes del derecho, (Aplausos),
Pero cuandl) nosotros
deci mos esto, cllando
asentamos
que la po!:>reza debe su existencia á la
violación
rie las leyes divinas, nosotros somos objeto de befa y lJUl'la. porque se no:'! tilda de pI'eten·
del' conocer
má>; que los hombl'es deben sabel'
acerca de los dt!signios del Omnipotente.
~Iuchos se han forjado un Dios para quien es
tanto más amable la pobreza, en cuanto que ella suministra al ri(l') ocasión pUl'U Illt)stl'UI' su bondad y
benevolencia
sin límites; y no tienen reparo en
aducir la existencia
de la pobreza, como una prueba de que Dios la quiere,
Nuestra réplica es que la pobreza existe no por
la voluntad de Dios sino por la desobediencia
del
hombre. Nosotros decimos que la voluntad de Dios
es que no exista pobreza sobre la tierra y 10 decimos y conocemos,
con la misma facilidad oomo conoceríamos oualquier hecho natural.
Las leres del Universo son leres de Dips, Jo
mismo en el orden social que en el orden físico. y
Dios, el Creador de todas las cosas, ha dado hnbitaclón para todos, trabajo para todos, abundancia pa·
l'a todos,
Si hoy gentes viven
amontonadM
hasta tal
punto que parece como si existieran
demasiados
pobladores en el mundo; si hoy miles de hom[-,res
que trabajarían
con gusto no lo hacen porque Ill>
hallan oportunidades
para ejercer su tl'au!ljo; si hoy
la competencia
en los empleos lleva 108 jornales
hasta ese límite que no bastan para la subsistencia;
si hoy en me.fio de la abundanoia de riquezas, exi:;ten en los grandes centros de civilización
seres hu·
manos que arrastran una vida peor que \ln salvaje,
ello no es pOl'que el Creadol' haya sido UII avaro ni
un tacaño; ello obedece simplemente
á nue;;tra PI'Opia inj usticia: ello tiene pOI' ca usa el que nosotros
no hemos llevado la idea de hacel' Ú los dermís lo
que nosotl'Ol:l quisiéramos
que hiciesen con nosotros
mismos, al seno de nuestras leyes é instituciones.
(Grandes aplausos).
La sociedad cOllf)'(/
la }J()("'e:a no ha inventado
ningún remedio
para la pobreza. Nosotros no VI)mos fi proponer ninguna
cosa nueva. Lo que nOHOtros deseamos es simpll.'mente
que se haga justicia,
El principio
que proponemos
sea llevado al sen\
de nuestras
leyes no es ni má:; ni Illenos que e
principio de la i'cgla de 01'0. Nosotros proponemos
la abolición de la pobreza
por el soberano remedio
de haoer á los demás lo que nosutros exigimos que
ellos nos hagan con relación
de nosotros mismos,
danãoà tod6efiñUüdõ
108 dèroohOs- qneen jusficIa "
le pertenecen.
y nuestro propósito es empozar asegurando
á
cada criatura de Dios, que viene al mundo, su ple-.
na y legítima participación
de la herencia común.;
.que como (i tal hijo de Dias corresponde.
jQue vivimos amontÙJllldus! ..,\Hay que sor-'
pI'endel'se
de que los hombres vivlIu poco me- i
nos que hacinados,
como pasa en esta ciudad,
cuando vemos á muchos que lJt)seen mucha má:;
tierra que 1:1que ellos pueden en modo alguno usar,
arrondálldola
por precír)~ enormes?
Pon,luu ¿'1ué
hubiera acontecido si cuando se abrieroll eslll:i plIel"
tas, los pI'imems que hubiesen llegado se hublllSOl1 .
apI'opiado todos los asientos del local y hubiesen
exigido á todos los que Ilegarall después ciNt I 1)J'l~·
cio por el ejercicio de un ùel'ccllO igual eXl'lCll\lIHm'
te al suyo? Pues este es pl'cci:;amento el llIùdo co,
I
I
i
\
·~I
Imlluesto Unieo
mo nosotros hemo's obrado en el mundo. Esta es
la razón de por qué las gt1ntes viven amontonadas
en miserablE's viviendas; este es el motivo de por
~ué es tln dificultoso encontl'ar trabajo; la causa de
por qué apflrece, alÍn en los llamados buenos tiem·
. pos, plélora de OCIlV8Ci">Il,
y en los denominados
malos, como los de depresión ind ustrial, miles y
ciento,; èa mile:i de hombres que van vagando de
lugar en lugar, sin Ollcontrar empleo ni ocupación.
(Aplauso,) ..
¡Que no nay trabajo bastante! ¿Pero qué es el
trabajo? :~l trabajo productivo es simplemente la
aplicaci6r del es{uer'zo humano á la tierra; es simplemente la transforma,ción
en formas adaptables para llati8facer los deseos humanos del material
desnudo que EllOreador ha colocado sobre la tierra.
¿Y no exis~e oportunidad suficiente para ejercitar
el trabajo en este pllís'? Supolliéndolo así, cuando
millones dl heombt'es so encuentren sin empleo y
malos tieml)Os reinen por doquier, nosotros podríamos en viar una comisión á la Corte Celestial que
representa~e la miseri.!l y la pobreza de la gente de
aquí abajo y que expusiese su incapacidad para
encontrar Hcupación. ¿Qué respuesta se le daría'?
No seria ciel't8mente: "tEstá toda la tierra en uso'?"
«tE"tán todf s las mi nas explotadas? ¿No hay acaso
oportunidades naturalos para poder ejercitar su
tJ;'abajo'?»Qué podríamol:l nosotros pedir al Creador
que nos sum.nistrase que no existiera sobre la tie·
rra en abundancia?
El nos ha dado el globo entero ampliamente
provisto de tod·) aquel lo que sirva para satisfacer
nuestras nenesidlldes. Si aparece la escasez, si hay
necesidades, I;i existen hombres que no encuentran
empleo, si hlY .gente oxtenuada y pereciendo en
medio de la e::ubl~rante abundancia, ¿por qué ha de
ser sino porql e lo que e! Creador ha hecho para
todos ha sido Ilonvertido en propiedad de unos pocos? (Gl'ande.~ f' pla lISOS.)
Al luchar (;OnLraesa ~~rande sin razón que nie.
~ al trabajo aJceso á las oportunidades naturales
para Sil empleo. nosotros lunhamos en contra de la
causa de la pob'ez8.
Nosotros prop.Jnemos aboliria, elCtirparla, de
raíz, abriendo Iibre y abundante acceso á todos 103
hombres que deõeell emplear su esfuerzo. Pet'O tam·
bién es nuestro )ropõsiLo dejar intangible el sagra.
do derecho de p;·opiedad. ~rosotros somos dofen::lores y partidarios de la subsistencia de tal derecho,
siempre que por taille entienda el inherente á las
cosas producidas por' su trabajo; el derecho que dá
á cada cllal plena posesión de las casas que ha producido pvr su esfuer:w, contlriéndole potestad para
darias, venderIas, etc., para hacer en suma lo que
le plazca COD elb:s, uiempre que al ejercitarlo no
ofenda derecho alguno ó análogo de los demás.
El derecho de pre.piedad así entendido, lo defenderemos siemI,re;7 lo sostendremos en contra
del mundo entero. Respecto de una casa, de un tra-
3
je, de un libro, cualquiera cosa debida al esfuerzo
del hombre, siempre existe un título eviàente de
poseElión que es inherente al hombre que lo haya
hecho. Tal es la fuente del jU;¡to, del sagrado derecho de pl'¡)piedad, y no nínglIn8 otra; es decir, la
relación de efecto á causa CJU respecto al hombre
productor y la cosa producid!\.
E!1tederecho des~ansa sobre el derecho individuai del hombre al U3a de sus pro pias facultades,
sobre su derecho de desenvolverse por el ejercicio
de su propio trabajo; más tquién puede aduoir tal
dersJho de propiedad con relación á la tierra'? ãQuién
puede ostentar título de absoluto do minio sobre la
tierra, que se derive de Su condición de hombre que
la haya producido? Absoluta mente nadie. Y así
hasta que se nos presente un hombre que nos mues·
tre un título originario del Hacedor del planeta;
hasta que nos exhiba un decreto del Oreador por el
que se declare que esta parcela de terreno, 6 este
ó aquel solar, ó e;¡ta ó aquella mina de carbón, Ó
este ó esotro pozo de petrole:), ha sido hecho para
él, hasta entonces, todos tendremos el derecho de
pens lI' que la tierra ha sido hecha para todos, absolutamente todos los hombres que la poblamos.
(GranJas aplaus0s.)
La religión natural y la religión revelada igual.
mente nos enseñan que Dios no es considerad0r de
personas; que El no hizo este planeta para unos pocos, con exclusión de los demás; que El no lo ciió
tampoco á una generación con preferencia á otras;
sino que Ello hizo para el u;;o de todos los pobladores que su providencia ha hecho brotar sobre la
tierra. (Aplausos).
Si esto es vedad, el niù') que nació anoche en
en la más humilde vivienda del barrio más mísero
de Nueva York, al venir á la vida, tiene tanto dereeho â In tierra de esta ciudad como cualquier Astor ó Rhinelander. (Aplausos),
¿Más cómo sabemos nosotros que el Todopoderoso es contrario á la existencia de la pobreza? ¿OÓmo sabemos que no está en concordancia con sus
decretos el que la pobreza subsista?
Nosotros lo sabemos pOI'que conocemos que el
Oreador lo ha declarado a;;í. So ¡·OU (/l'ÚS, dice uno
de sus preceptos. Y no hay duda que la pobreza que
hoy existe en medio de la superabundancia
de riqueza, no es más que el resultado de un sistema que
eleva el 1'000 ã la categoría de un hecho legal.
(Grandes ap!ausos.)
Las muiel'es que pal' millares arrastran una
existencia penosa doblada~ ante sus máquinas de
costura, trece, catorce y hasta dieciseis horas diarias. Esas viudas obligaGas á un trabajo penoso, al
mismo tiempo que se esfuerzan por educar á su
prole desamparada, falta del que les gannba el pan
con su sudor; ese enjambre de niños que se crían
y desarrollan en medio de la hediondez y la miseria.
sin ropas con qua cubrir sus carnes, sin alimento
que llevar á SI: boca, sin educación para erevar el es-
·.:1 • n1lluesto
piritu,
hajl) ('I)!Hiiciones en suma en quo sólo un mi¡¡nede pre,;en'arles
puros, y hajo la;; clIales
mwen c')nd~lIa(ll),; de antemano á le il pI'o"idins y á
las man\~ebía,¡, tuJo" ellu,; ::iUrl'Un, y llluellOS de ollas
J:'U;l'lJ
Hlt:u!llben,
inicuament.e
perm'tilllo,;
que senn
rouado:;, inicuamente
despojados
rle SIlS
pl)I'qll~
nosotl'Ofl
del'oeho,.; (lc (:unn, saqueado:'! por un sistema que
deshereda la inmensa
mayol'Ía dc- los sere;:; humano" ul !lq,:Cl' Sll apal'h:i"'1l
cn el 'llllndo, (Gnmdc::I
aplallfh/s,)
lla:, elemenlos
suficientes
(lll el lllundo para
!:'vilar esc llOrl'ilJle e,;pe'~tól:ulo.,. míu :>obran, Si
torlo:'! lo..; deshare'lac1os
tuviesen la illtegri(iad
de
sus deroeil!l!; cn el e:;tado en que el Cl'cadOl',;e los
lJtOl'g{), al nflcer, no habría tieL'Il[l:> \'irgenes
ohliga·
(ln~ á ,1e;¡empeiÜ\l'
ocnpaciolle;; i :n¡>ro[lin:> de :-iU ~exo, para prolongal'
u!ln cxi,;te¡)l:ia cie lnr!'m'e~:nil
llflbría
infelÍl:es \'ill'h¡" qUê a!'!,I:;tnl"pll unf( "ida
tan amal'ga
para ¡>l,deI' I:tlval' ¡'I! pe,LWl dl: van <Í
li)'; hijo,; Je su:; elltrafllH:
JIll
1I1'.brí¡, e~a miKeria y
1Hllhedull1hl'e
qlle
olJRHl'ValllOK
la,; más ~opuJare8
ciudHdes
podredulllllI'c
tanto
y l'ie;)fi son
mfis
(~oridiflllal1lent.e
!>l'ofundn.
,:nHllto
mÚs ex·
los ('e!ltro~ de ci\'i!izacitm
!~lleSa'(l,; día;;, (tirandes
aplan,;¡ "¡.
'r'Jins estas ('I)~as f;OIl )0'; 1"?8ultn¡)\1H do un
t'Jl):;"";
18,-,f11, el fl'ulo
Cil
de .:\Il1Pl'ira; miseria.r
del incnll1plilllie>;lt,)
<le aquel
de
¡'Olla
[ll'CeCp-
,lice: ~\T() 1'(J¡lr~ ,',;,-;,
\1 I:'! i,~,)mll se [W()5~Ulllbl'a j intüq)!'etm' h,).\' día
e.B pre'>~Jlto aún Pl)l' los nlÍ,,!t'ill" que He jaetflll
de
sahùl' predieal' el EVlIngelio'1 S(!).!i'1Il eilo:'!, e:-ie pre.
tJ qUH
cel,t')
~i!.;nifi~n:
r;,I1Î1't!rllt'
,le
¡'1ft!
..'
eu
ild
/'t'f!, .•i,/,;u.
(IU"a;;.) ~Iejor sitio no mel'll,;eU lIl11eiJu:; de ellos,
ciertamente,
Podéi,; rouar, ¡;egún eso, con tal que l'\)I.I~i~ en
f.'r3n cant.idad, y no os eclwn el guante: cneima y
teng,íi-; sitio de preferencia
en el {unl,it.o (le la5
i~Je.~ia:;. :"l'a robad unos cuantos ¡]ollar3 jall\{b; eso
sel'Îa lllUY peligl'oso;
si tenói., ocasión tie robnrles á
millün6:l y 11)'-\"1'a1' escapar
cCtn éxito,
ileg:u'éi,,:í :-ier
.1:1.crelUiLde nl!~stra_H()ciedHd
. .Yo !·¡¡//(lI·'; .•.•....
c:iBl.:..>re:cepto <ie Dios, ?,Qué significa
ell!)? AQuiet'" decil' acaso (lue n', se debe ratear un \)o!sillo'1 ;.si~nil¡":\l'11
(,ui,,'\" que ni) so llélJen e,)llletet' L'O[¡U:-i Uti:lltall\lo
las
,-ivien-ia;¡ Ó los ealllinos?
Hay ciert.amente otras fut'ma;; de robo <J'w se
prohiben p:lr t'"c prellepto dfl igual )ll,)do. El :-,i~niHca, si ha de tellel' algún ~i!Snilieaclo, (lue no debemail .iamã:; apropial'no,; aquello
pam ]() ¡,nRI 11t>tenemos título de ninguna clase y qne rudunda en
detrimento y despojo de IlJs dern~ís.
(S"
S:t~.
(·ollfillll·(ní:
ElllOlh'r' es llalt'Ïlnulliu
d.~ l:t~ IIlaLI. (I"t~ la~ Op ••illH' ('~ ~n lu'upia
i~·••or·aIH·ia~'
Iniul)(~ (·;':;CJi~luo.
11"lu'l/ f~('fH'flf"
U••leo
las ftsociacione$, Oe CariOaa
la carta ~e Mr. felS qu~ôó sin contestación
En Î de Junio se reunió en Boston la :18.8 anual
Naeional Coufel'oncia
sllbre cal'idad y ~orrección.
Durante :38 años estos representantes
de las organizaciones cUI'itativas se han eslado reuniendo pal'a
di;;cutir modo;; y medidas qua alivien Ja'miseria y
el infortunio y ú pesar de todas sus deli,bm'sc¡ones
!lay ahon tanta <') mÍls miseria qUI:I había cuando
empezaron su primera reuni<Ín. Lo peol' de todo es
que estas conferencias
no han hecho nada para justifi'~ar Ia eHperanza de quo sel'únunf¡{ctoI'
en hacer
mejoral' la condiciÓn existente.
~[uy pocos SOil los afiliados ú estas asociaciones
de cal'idad que se dan cnenta de que fil deber se
descuida y tmtan de COllvenller fi sus.colaboradol'es
. de la necesidad
de hacer algï) pUI'a acabal' con la
eau;¡a de la misel'Îa. Desgl'aeiarlamente
sus esfnel'ZOS
HU encuentran
eco ..
';' ' ..
Con esta misma intenciÓn .Ycon obj~to
ayudarles, :\Ir. Joseph Pels de Fílarlelfia enviÓ lI11a ()urta á los ~t)cil)s de la antodicha
Conferencia.
Plu'ece
se¡' que esta carta no ha sido leidRpúbli.calllente;
pero no cabe duda de que tod{)s 1()ss~)(lÎos se ¡um
enteràdo de su contenido
de
En
esta
r.a¡-ta,
:\11'. FelR
llanUlba
la atenüÎón
hacia cI hech/) de qne los cHl·itativos laborante::; es·
taban haciendo poco ó nada para acah8r con lacllusa de la miseria y de quo muchos de elloR son indiferentes (¡ enemigos
de toda reforma
díl'igida á
aquel fin. Hacía constar que ya no hay excusa alguna para alegal' ignorancia en estas Ilwtel'¡aS, .puosto
que hace ya más de treinta aÙos quo Hen .•y GOIl\'ge
demostl'!) Clal"amente en «p¡'ogl'eso y Miseria» cómo
se abolirá la miReria, Ofrecía una PI'oposición qu~
ha venido á p(Jnel' á f)l'ueba actualmente
la. pt)Cá
vo¡un~ad de los socios para aprendel' cómo desapa.
recel'Ía t<lda necesidad de caridad, EHta proposici(¡n
era !lombral' Ull Comité para que inv.estigsMl cuida:dosamente los méritos de todos los pla.n~a. pI'OpUCS'
tas pm'a flcabm' eon la misel'Ía.Y 4ue diera cnenta
de su inve:iti!..{3,ci,Jn on la PI',:,xilllll Conferencia,
El ad"iltal' est.a pr\)pUSi0i<'lll no> h·ubiera signiticado ninguna
particular
profesión
dafé para est.!l
AsnciaciÓn. El C,Jmiló hubiera tenido amplia lilJertad pHI'a investigar
108 lllÓl'itos del JI//'I)I(c.-;t()unico
comparad,)s con lo,; deí .,ociuli-;lI!o.
'W«(j"juismo,
1:0.
ledi1'Î.mw y demás
plane,;, Lo que únicamente
se
pedía es que el Comité se eonstitllyer'a con todns las
garantías
de honl'adez .r sill'~or'idad cn su tra\;¡ajo.
Cllalljuiel'U que huuiet'a :>idl) la decisión de l!,;te Comité, la siguiente
Coafel'encia
huJ¡iera e:>tl\llll ea'8ituaciÓn de adoptar alguna medida utH para el objeto de su institucicJll.
Su ne;rati va :í. adoptar la pl'oposiciÚn
d'e ~Iiste ••
Fe1s justifica
la sospecha deque
lall1ayoria.delos
socios lO se hller(lsan particularmente
en abolir la
miset'Ü" K.lto cnloe:. á loiÍ socios en una situación
f
falsa. ~:¡rehulHti1 hacel' todo cuanto puoden para
:;¡lIU!il'1ft Illiseria, ,~\)nsel\uencia es que les cabe ciel'sa re~¡Jl1¡¡3~\)Üil~~d Cil ql\i~ continue existiendo. Por
consig I ¡ente, Sil ,e~l'i.dad 110 tiene otra sÏ¡.;nificación
práctiCl q Ile la d,~l !lila somhl'a de mdemnización
pt)!' los :laf¡os y,lwrjuiclo,;
call,;ados á II)S que la re·
ciben .} enOl·:llerIl.ente de:lproporeionadli
con los
dr..1Ïo.>CI U/:liJd )s. A .liJa tal caridad no hay que conC\ederla linguna clase de crédito relativo á buenas
intell~~io!les, ni merece ninguna
gratitud por parte
de los qlle rooiben Ja limosna.
COllfe:¡tación á una carta pditoria
MI.. ·'el~; no dll ni un eéntim')
para limosnas.
Saue qu::; ni la 0al'icl.ad de la AsoeiHd0n on cuyo
nomlwe ::;scl'ibe. ;li la caridad de ningllna otra Asociación ó pal ticulaI' individuo, puede l1amw más que
aliviar temp')I'almentc
á unos cuantos dOilgraciados
en caso de i -¡fol'tnuia, Sabe también 1\11'. Fe!s que
lo que n'lcesita el po\>I'e no son limosnas sino un
c!!-n~bio (11 1'\5 condiciones
sociales tal, que haga
innecesaria
la .limosna. Para esto eil para lo que
~Ir. Fels da l)uanto puedo, para la abrdgacióll del
sistema dJI monopolio y del privilegio.
ViniEndü al <.lasode vuestra Asociación, vernoil
que lo qu ; ustedes tratan de hacel' es consoI'vm' una
ínstitució l qua' tiene á su cargo el cuidado de los
enfel.-mos pot res. Pe,ro ustedes seguramente
saben
que las condi,;iones Elll quo vi ven y trabajan los po_
bres conô ·.lcen inevitablemente
á la tuberculosis
y
la miseria
Usted lS deben conocer que un sistema social
q~e restringe tan brut.almente
las ocasiones de empleo que á miles se cuentan los que aceptan contentos la suerte de trabaj:u' en las condiciones más insaLubres. l'odeados de los mayores peligros, tiene que
conducir
inevitablemente
fi la propagación
de la
:ubel"culos ii. ustedes deben saber que un sistema
que premil el secuest:~o de tierras tiene que producir ia agloneración
de miles de seres humanos en
viviendas Ilalsanas productoras de enfermedad,
Ustedes SabGll tc.do esto y sin embargo
se imaginan
que han eu :lplido con su deber al anunciar sus pl'Opósito!i de tamal' á su cargo el cuidado de cincuenta víctimas (le este infame sistema.
Parece quo no se les ocurre á ustedes que la
causa de est!t c8.\amidad puede ser extirpada de modo que se ae abe con la p¡Oùducción de la tuberculosis y de modo que p€,rmita á los parientes
de los
actuales tÍsi\\os obtener 01 necesario
bionestar para
no necesitar la asiateneia de instituciones
como la
vuestra.
Otra carta
Contest2 ndc. á una carta firmada por el Doctor
Paul G. Wac Hey, presi(J:eute del Hospital de Cincin·
nati, Mr. Dar:el Kiefer, presidente
de la Comisión
del Fùndo, José
guiente carta:
Fels de América
le envió
la El-
·Diciembre
6·1911.
lk Paul 0, W,)(lJley, presidente
del HospitnI
de la As )t~iaci'-lIl del Servicio Social.
Cincinnati.
E:;limadn seÜ'll': Me pregunta V. en su carta del
2D :'\)viell1bl'e: ?,Tiene V. hoticia do que en las am·
plia:; crl\~ias del hospital hay padres de familia
qU3 al ser dados
de alta no saben dando se han de
buscal' la vida paea subvenir á sus necesidades y j
Jas de Sil família'?
Ciertamente que lo sé. Hace mucho tIempo que
yec' e! desarrollo
de la miseria y el infortunio
e:1
esto país. También só que los obreros gRnan tan poco que cuando les ataca el infortunio
de modo que
les obliga á l'eeurrir á vuestas instituciones,
va:1
despro\'istos
de tal modo que cuando son dados de
alta no saben de donde ha de venir la comida dcl
sigu.iente día ni la renta del casel'O para el siguien-
te
mei!o
C')nozco todo esto y estoy haciendo cuanto puedo por I'emediarlo.
También me ocupo en que el
¡;rójimo se interese y h'ato de obtener su cooperación Call el resultado
de que Jas que son mós Bct;\'OS en el sostenimiento
de las instituciones
de ce.ridad, son, genOl'almente, los que menos desean el
cambio de condiciones para hacerlas innecesarias.
Si no oxistieran las leyes que dan á una minoría privilegiada
el poder de apropiarse
legalmente
las ganancias de los trabajadores
sin la debida compensllción, estos no se veríall obligados á depende,de la caridad cuando les ataca la enfermedad,
Si no
estuvieran monopolizadas
las ocasiones de producir
riquezas, si no mantuviéramos
un sistema de impuest:)s que es una multa á la industria y un premio ¡.;ara el que la obstruye; sí no pet' mitióramos las
tarifas de aduanas que roban al trabajo;
si mintié.
ramo., menos cuando hablamos de ellas como ]JI'Gteccio/!ista,,; si no permitiéramos
qua las empresas
particulares
monopolizaran
los servicios
públicos
y, finalmente, pagáramos los gastos del Presupuesto tomando para uso público el valor del suelo en
vez de gravar estúpidamente
la industria y sus productos. tendríamos abierta:; toda$ las ocasiones para
el emp leo de todos los que quisieran
trabajar y no
hauría ocasiones para que los Im,ts y monopolios
robaran nada de las ganancias del trabajo,
Yo trabajo pal'a traer á la realidad
este cambio
por medio de la Comisión del Fündo ,Tosó Fels, Uno
de 10lS obstáculos que tenemos que vencer es la firme oposieión de los hombres
que más contribuyen
ã las Ï1Btitu0ionos de caridad, de los hombres que
están d:spuestos á hacer por los pobres t.odo lo que
no sea dejar de que soan bestias de carga.
Me parece que usted debiera reducir sus peticiones para el sostenimiento
de Jas instituciones
tales como la vuestra, solo á los hombres
que defienden la institución del monopolio del suelo y que
El Im)Juesto (Toleo
son, por consecuencia.
en [a medida de sus facultades, responsables de la miseria causada por la fundaoión de los demás monopolios.
Debe usted dirigirse á los defen80res
de las tarifas proteccionistas
que son los responsables
peraonalmente
de las víctimas que tan infame sistema causa. Debe V. dirigirse li todos aquellos que se oponen á la sustitución
de tos impuestos
sobre el trabajo y sus productos
por el Impuesto único sobre el vahw del suelo.
Todod estos, con intención ó sin ella, están impidiendo
el empleo de los capitales en uso produotivo y eatán conservando
en el páro forzoso á
miles de hombreR que son capaces y desean trabajar. Deb~ V. dirigirse á los partidarios
de las em·
presas que monopolizan los servicios públicos, puesto que estos como aquellos se ocupan en empobrecer al trabajo.
Todos estos que se ocuran en crear
la miseria que su institución
se encarga de aliviar
solo en una parte infinitesimal
son los llamados y
moralmente
obligado,; á sostenel'lo á V. y á otros
como usted.
No tiene V. obligación
de agradecerles
nada
por lo que den, puesto que sus donath'os
no son
más que una Rombra de indemnizaciÔn
desproporcionada con los daiíos hechos. Nunca insistit'ã usted
demasiado para hacerles comprender
.que en tanto
les quede Iln centavo y haya nn ca!'iO de infortunio
sin aliviar, no cumplen con su obligación moral.
Pero para nosotros los que trubajam,)s por acabar con la causa de In miserin, sería una falta imperdonable el dedicar ni un céntimo (que tanto necesitamos para la ohm en que nos ocupamos) al pago
de las obligaciones
personales
de todes aquellos
que se oponen á nuestra obra y la estorban.
De usted afectísimo,
Un ejemplo que deben seguir
lo~ ~º.ciaIistasespañoles
El Dl'.. TlI'3to, adalid del partido socialista de
HU9no;;·Aire=" ùst:l haciendo
rampaila para la
adopci6n dRI Im pu esto T' nieo. Yéase la conferencia qUEl di,) en el loral del partido en In nllchB
del 27 oa ,jllii,) ,1H 1911 Y qUIJ tl'ansCl'Íbill1o$ del
periódico L~l ,·.r a~iâll.
LOS IMPUES1'OS PÚBLICOS
eonferencia
del Dr. Justo
En elloc.l1 rlGI partido socialista, el Doctor
Justo diu ::lh.Jl;!l'J lllla cOllfel'cncia soore 10:3 illlpuesto~ qu'~ 1)('';''\!1 s(,bl'o el I'uehlo.
d-bbla!' ,¡,_, jlIl~\'OS
imp',lestos,
comr.llz6 diciendo, cwmdo :mo no os lllini:'itl'o de IhciulJda,
puedè pas~\' ;l()' ;,1 coimo de: f>XeL'SO till (·elo. 8n
realidaù, lo Illil' importanh' l'fll'ft 01 pueblo tl'abajador, en i1~:1t·,:· h cie i III plll'~L(lS, es C(H10CC1'
las
gabelas que encarecen la vida y el trabajo, y
~ritar contra ellas. Hay que cegar las malas
fuentes de impuesto, para que el fisco descubra
las buenas y se abreve en ellas.
«Ne('esita el pueblo, en segundo lugar, SRber en qué se invierten los dineros del Estado,
y mientras estos alcancen para favores oficiales,
iglesias y paradas, será más urgente protestar
contI'a esos despilfarros
que propidal' nuevos
impuestos.
«Sin embargo, agregó. para los que hemos
llegado á ese grado de conciencia política que
permite apreciar los servicios públicos y desear
su ampliación y perfeccionamiento,
es siempre
oportuno el estudio de las nueva~ rentas públicas que sería posible obtener.
«Seg-uramente, son muchos en esta asamblea los que saben que en la República Argentina del Centenario no hay escuelas sino para la
mitad de los niños en edad escolar. En 1909, de
1000 niños de û á J4 ailos, sólo 590 tenían cabida en las escuelas, Estoy en lo cierto tambión de
que todos los ciudadanos aquí presentes consideran urgentísimo
el establecimiento
de las
10.000 escuelas que faltan. Queremos también
majores servicios de higiene y asistencia pública, y al mismo tiempo, privar al fisco de las más
copiosas de SIIS actuales fuímtes de recursos
,,¿Cómo sustituirlos'?
-Reiteradamente
hemos propuesto en su
reemplazo el impuesto sobre los valores terl'Ítoriales, üll diversas formas, la más nueva de las
cuales os la del impuesto sobre el incremento del
valor del suelo, una de las muchas y buenas
ideas quo lanzamos á la circnlación.»
R':llata en seguida el confel'enciante
un experimento sabt'e el anmento del valor del suelo,
que acaba de lle\Tar á buen termino. "He vendido en 11 veces más lo que me COtitó un tetTeno
que compré hace 5 y 112 aflos, Cada seis meses, el
valol' de ese terreno se ha acrecido en una suma
igual á sn premio pdmiti vo, el 200 por ciento
anua!.»
"y 01 Estado, que d.urante este tiempo me
ha cobrado altísimas sisas c~da v~~.que he. CQIDprado tin vestído para mis nijos, no me ha quitado, de esa ganancia gl'atuita de 80.000 libras
sino 540 libl'as. exactamente lo que me ha exigido en estos afws bajo el nombro de patente, para
darme pel'miso de ofl'ecer mis servicios profesionales. Yeso no lo ha tomado el fiseo como su
parte del nuo\'o valor. sino como un estorbo á la
tl'al1:3misión de la pl'opiodad,'pues- lo misino hubíel'a debido yo pagarIa si el torreno qUH vendía
en 90 mo hubiel'a costado 100. A tal pnnto cs
absurdo y falto de equidart nuestl'O sistoma de
impuestos! .,
Después de rcfel'irse al 'origen de la renta
del slwlo, dijo:
"Pero nunca puclo confundit'de el suelo con
los n1t.~,lí()sdo pl'Odllcción cl'eados por el hombl'c, h<lgta el punto de ocultat' estos tres caractel'es nega.tÍ\'os, pOI'O fundamentalos:
el precio del
suelo f!;'; ante todo pl de la pla.taforma terrestre,
pl'oexistonte á todo trabajo humano; el suelo es
,
El Iml.uesto (Jllico
inamovible; SllS (llememos esenciales no se pueden destruir. Nadie hace el suelo, nadie lo mue·
ve, nadiG lo eonserVll. Y la idea del Impuesto
único sobre a l"3nta dl~l suelo ha renacido con
lilás fuerza, ebcuentemElnt.e expuesta por Henry
Geol'/;e. Qomo IUlllbién otras ideas fundadas, pero
unila'torales, (¡sa media-verdad
politiea ha toma·
do ell los paí~Ls an:;lo' sajones el carácter de una
l'cligilÍn,'Geol' ~e deriva todos los males sociales
ùe la apl'opind611 privada de la tierra y todos
los rouiedios de 1:1confiBcaci6n de la l'enta. Sus
discípulos no ven en la historia sino una cuestión de impuentos, Y proclaman la <single tax .•
como la únic:l salvación contra el privilegio,
contra la espe ~ulHci6n, eontra la corrupción política, contra la miseria de las masas,
<Ardientemente
sostenida por organizaciones podel'osas yaetivas. esa idea va abl'iéndose
rápidamente m mino en lo que tiene de substancial. Las Ligas pal'u el impuesto á los valores territoriales demuestran
COll cifras que los ten'atenientc~ sa alll'opian on última instancia todos
los beneficios dBI pl'ogreso social, bajo lu forma
de nuevas y rrás altas rentas, con la valoriza
ciÔn cOllsiguie 1te de sus tierras, pues el valol'
del suelo do pende de la rElUta y no ésta de aquél,
como s1101e pretenderse toclayía en algún gran
dial'Ïo argentir.o.
En la~1 ciudades enriquecen
gratuitamente á los pl'Opilltal'Íos todos los gastos
públicos en nU\lVall vías, en plazas, en puertos,
etcétel'a, Los <:;ingle tax3r3~ ingleses exponen
elluc!'o inmenstl que ha reportado á los dueños
del Sllf\lo la con,trucci6n
en Londres del <Thames Enbankment» ..
<Dm'ante les años 1901-1906, la poblaci6n
de las ciudades que han €·stablecido el impuesto
sobre el valor del suelo exclusivamente,
ha aumentado 20 por tOa, mientras la de las ciudades
qtle aplican el antiguo sisl;ema de gravar también las casas, solo aument,:) lõ,5 por lOa, El valor de las constr .lcc::ones y mejoras en el pt'Îmer
grupo de ciudad'3s aumentó 82,3, aumento que
no pas6 de 36 p(lr 100 en ,31segundo grupo. Y
,el vala!' del suel(, de las ciu.dades donde el suelo
. soporTa ha toda ]a (larga 11scal, aumentó 105,2
por 100, mientra:l que ese incremento se limitó á
¡j1,9 pol' 100 en as ciudades que mantenían el
viejo sistema de m puestos.
~Este último dato comprueba algo que te6ricamente el'a ya evidente; para una masa dada
de impuestos cOllvione también á los JJl'opietarios que olla sea sacada dEldonde sale con menos pél'dida, eon menos per'juicio para la colectividad; de la renta del suelo, Hasta un buen
sistema de impu ~sto les aprovecha en última
instancia también á E,lIos
El doctor Justo t9rminó diciendo:
«Combatamot todo impuesto sobre la vida
y el trabajo ..
Mantengamos la eontribuci6n directa basada
en llna exacta valuación, IibJ'ando de ese gl'avámen el valor de les edificios y mejoras,
.
'Estable~m~s
para la propiedad rural el
Impuesto territorIal progl'esi va, que acelere la
di visión de los lati:undios.
~y mediante el impuesto sobre el incremento del valor del suelo, confisquemos
una parte
cada yez mayor del nuevo valor que confiere á
la tiBl'!'a el progreso humano .
• DeielAos en cambio, libre de trabas fiscales
al capital, pal'a qlle este afluya del exterior en
abundancia. y los empl'esarios se dediquen con
mayor estímulo á las buenas fOl'mas de la comlJetonClia.
~H(3 ~rmlllado á grandes rasgos la teoría
según la (Ual el interés del dinero tiende á confundirse <onlas ganancias rutinarias del capital,
y su tasa baja j unto con la de éstas al acelerarse
el progrero técnico-econÓmico.
«Me \alaga la esperanza de que la política
obrera ar~entina aplique ei'a teoría argentina
del interé! y de su decrecimiento.
cLle\t1UlOsla guerra política contra el capitalismo ellero, «pero una guerra
inteligente,
que distingue y separa las partes del enemigo
para b::ltirlo me j 01'».
e y 1'911unciemosá todo propÓsito
de introducir aq~ la -income tax, que grava sin discernimieIl\o las entradas, fomenta el fraude·y
alejaría del país al capital.»
1¿3supresión de los eonsumos
fi arbitrio
Ô~
inquilinato en Maõriõ
El arlitrio de más importancia consignado en
la ley pan la sustitución del impuesto de consumos en la~grandes ciudades, es el que recae sobre
el inquilinlto. Era natural. Dos grandes necesidades mat~les tiene el hombre: nutrirse, cobijarse.
y en un sstema de impuestos que toma como última base a necesidad, aunque á veces la apariencia semeje que recae sobre el producto, la carga
aliviada áûna de esas' dos necesidades había de
caer forzo¡amente sobre la otra. Es una consecuencia indecllablc de unos principios financieros irracionales êínjustos.
Susta1cialmente, el arbitrio sobre inquilinato,
de igual nodo que la contribución urbana, es un
impuesto cc consumos y produce idénticos efectos
que éste enel sostenimíento de la vida física, siéndole comunes las injusticias y las desigualdades_
Desde luego en la distribución
del patrimonio ó haber iamiliar tiene igual repercusión:
abaratados los alimentos y enea recida la vivienda
hay que cercenar de la parte destinada á la adquisición de aquellos la correspondiente á la elevación
de esta. quedando la cantidad de alimentos adquiridos, la misma; ó por.el contrario, para adquirir
mayor cantidad ,de alimentos es preciso reducir la
cantidad destinada á vivienda descendiendo en
condiciones higiénicas y en todas las resonancias
que en la vida iamiliar y moral tienen la holgura
E11ml)uesto Unlco
comodidad é independenc:a de la habitación. De
suerte que si la supresión éel impuesto de consumos aspira à me.iorar las condiciones sociales de
IdS clases humildes, sing llarl11ente la fustitución
por el arbitrio sobre inquilinato anula ese efecto,
dejando como rastro del tránsito la perturbación
tributaria aparte de otros perniciosos efectos de
que á continuaciÓn hablaremos.
La princiral de lasnjusticias
quthacen reprobable el impuesto de L:onsumos cs qle resulta
progresivo al rC\'és; es ta:1Ío más gra\'o50 cuanto
menor es el patrimonio COll relación á lIs necesidades, segÚn se atestigua en el mismo preámbulo
que explicaba el proyecto _Este defecto subsiste en
el impuesto de inquilinatc como en la c03tribución
urbana. En la mayoria dl los casas, la enta de la
habitación no cs la señal del patrimonio. pues para
que lo fuera se necesitaría otro término fijo: la
igualdad en la necesidad de cada LIllOde los indiv¡duos. El alquiler pagado es sicmpre la;esultante
del patrimonio en relacilln con la necesidad; por
esto la p:ute destinada á vivienda fhdua enormemente en la distribución de los habees familiares. El jcîc de familia numerosa I1cœsita casa más
holgada que el indi\'idl,o aislado cua1luiera que
sea la diferencia de sus haberes. El arhtrio sobre
inquilinato gravará más al primero queal segundo, exact:mlCllte lo mi,mo que el de :onsumos,
cuando Ii jllslicia exigía quc no fuesen gravados
en proporción igual á SIS haberes sino desigualmente en razón inversa de sus necesida,es. Todo
lo contrario de lo legislado. \' lo miiÏ10 puede
afirmarse respecto de los alquileres e.igidos no
por la aspiración individual ó la cOil1odC:ad.sino
por necesidades del trabajo profesional (llor la adscripción á determinados centros, fábrica~ó talleres
que reclaman del individuo una viviend, próxima,
~-~:;;-q.tn 'L.~I!k>~,~~~iusticía,
con r~rcusión'"
social, existe otra, común á casi todos lo; impuest()S actuales fundados fn Ú¡timl) térmitF sobre la
necesidad. A medida q.le se desciende en las categorías económicas la disminución del haber individual ó familiar lim ta los gasto:> más estrechamente á la satisfacción de las necesidades nnteria·
les. J\1ientras el rico r uede destinar parte de sus
ingresos á subvenir á ;u existencia material y otra
parte mayor á la expansión de SllSaspiraciones espirituales. el pobre ha de concentrar su haber en
¡as pri ,n;;;"a:i; y re..:a.'cnuo la tributación sobre
aquellas, esta grava p)r entero ese haber mientras
èeja librc, rclatl\'ame¡ te, grail parte del Inbèr del
rico. esto es: ell el pa rimonin del pobre la vivienda represcP.ta ulla pal te propor-:ionalmente mayor
que la mismJ r.ec~siJad Cil el patrimonio del rico;
y, por consecuencia, el arbitrio sobre aquella significa un gravámen mucho mayor proporcionalmente para el pobre que para el rico. Es la desigualdad característica de todos los impuestos indirectos y aún de aquellos que llamándose directos
como la contribución urbana, no lo son en realidad.
Tan ostensible y conocida es esta injusticia
que la ley de abolición de consumos ha tratado de
obviarla. ¡,Cómo? Autorizando la exención de los
alquileres inferiores á cierto tipo; y la minoría republicana, para reforzar ese deseo, pidió y obtuvo
la ampliación de los alquileres desgravables hasta
el tipo de SO pesetas mensuales.
El remedio adoptado es de un infantilismo
económico sólo comprensible en las personas extrañas á este linaje de cuestiones, pero completamente inexcusable en los que, por deher, han de
examinarias detenidamente
por corresponderles
las responsabilidades cn las modificaciones tribl1tarias. Es una regla sin excepción que todo tributo
impuesto sobre la necesidad, mediante la repercusión y traslación del impuesto. se desparrama y
distribuye entre todos los que participan de esa
necesidad. cualesquiera que sean las excepciones
que en la carga quieran introducirse. Y esto ocurre con el impuesto sobre el inquilinato
Veámoslo: El primer efecto socíal del arbitrio
sobre inquilinato es elevar el precio de la vivienda,
la cantidad total complexiva que el consumidor ha
de desembolsar con destino al propietario, á la
Hacienda y al Municipio para vivir en un determi·
nado t¡pù de habitación. La misma ley, pbr cuya
\'irtud á toda elevacíón en el precio de las cosas
sigue una reducción en el consumo, hace que la
elevación en el desembolso exigido por un tipo de
vivienda, ejerza sobre la masa general de los aiec-lII
tados por ese arbitrio una presión err·et-sentido 1feimpulsarles á buscar un tipo de vivienda inferior.
Di ,'¡didas las habitaciones de Madrid en ocho, en
diez categorías con rclacir)n á sus precios, la implantación de este arbitrio ha producido tina corriente cn sentido inverso al del- tipo del alquiler.
Ilaciendo que los inquilinos de I~ pl:i mera categoría procuren acomodarse ell las casas de la segunda para contrarrestar el aumento de desembolso y
eluùir cn parte el gravamen.
Pero esta mayor demanda' de las casas de inferior categoría, permite al propietario también en
,'¡rtud de la ley de la oferta y ,la demanda, exigir
lIna proporcional elevación de precio y ejerciéndose la presión de categoría en categoría lIel{a ¿lcentuada y aumentada á aquellos tipos de Ca~as que
por e3tar cxceptuadas y gozar de Un -pl'ivilegio,
l,'
:,:
, ..
.:1 Impuesto UBico
.por consiglliente, son las más demandadas, y por
tanto las (ue proporcionalmente padecen mayor
elevación aún ,in gravamen tributario. De suerte
que si se elceptúan lüs alquileres hasta 25 pesetas
mensuales, cuantos o:upen viviendas de 30 á 35,
40 pesetas ll1er:suales, padecerán al mi sma tiempo
la tendencié. al alza de, su vivienda por la presi6n
que todas lés gerarqufas superiores se van transmitiendo y J recargo introducido en su desembolso por e\ n .\ev.) arbitrio; tenderán á instalarse en
una casa de menosdíl 25 pesetas y estas subirán;
de ese modo se trasladará la carga á las casas de
tipos inferiores aunque se las incluya en una excepción y cc n tanto más imperio y agudeza cuan·
to más con~.iderable sea el privilegio de que disfruten.
En este orden, la~; clases humildes no solamente no h¿ n sido beneficiadas sino que perjudi·
cadas porql e, resumiéndose en ellas la presi6n
ejercida por el retroceso de todas las clases superiores, la calga que padecen es proporcionalmente
mayor en r rovecho de los propietarios de casas
de tipos ínfimos y no e:l el de Municipios tampoco.
El arbitrioiobre
inquilinato anula y deshace de
este modo Cllanlos esfuerzos vienen reali zándose
para la resolllci6n del problema de la vivienda ba-rata, y empeorando en conjunto las condiciones de
la habitaci6~. en Madrid tcndrá hondas y fatales
repercusione:i en los problemas de la mortalidad y
de la moralidad de nuestra vida urbana. Pero ade
más ocasiona otro perjuicio á la clase modesta. Al
retroceder la:; clases sociales en el tipo de vivienda que ocupó 11,la edificaci6n de lujo padece el contragolpe; es .lba11donada. En productos de otra índole, produciría esto la baja en el precio de esas
habitaciones para restablecer el equilibrio; tratándose de vivienda es lin :lecho observado y comprobaùo, de fáCil"í'xplicaci6n aunque extraño á este
razonamient(" que el propietario resiste y se resigna á la pérdi la de la rénta durante cierto plazo á
cambio de c(nservar los tipos de la misma. Esas
viviendas de alte· precio permanecerán desalquiladas hasta qu ~la presi6n del aumento de población
y del aumento d~ rique;:a nivelen las posibilidades
económicas :le la ciudad con la cuantía de esas
rcntas urban:!s.
Pero, m entras llega tal momento, la construcc¡lln está panlizlda en Madrid. Esta paralizaci0n
lallza á la huelga forzosa gran número de los
obreros proft sionales; la de estos determina la de
todos aquell( s él rtesanos y menestrales empleados
en ahastecerlcs. á cails;;. de la repercllsi6n que al
través del ellgranaje de todos [os oficias existe;
todos esos at "en)s yarlesanos
en huelga, necesi-
9
tados de salario, serán un elemento concurrente
con les otros obreros empleados en distintas profesiones en busca de trabajo, determinando por la
competencia una baja en la remuneraci6n.
Son, pues, efectos sobre el arbitrio sobre inquilinatos con relaci6n á las clases humildes los
siguie;¡tes: elevaci6n en el precio de la vivienda,
paralizaci6n del trabajo, baja en los salarios.
Estos razonamientos tienen por basc el supuesto de que el arbitrio sobre el inquilinato es pagado una sola vez; pero inexorablemente, este
mismo arbitrio es pagado por un mismo inquilino
y sin darse cuenta dos veces: una al municipio y
otra al casero. El habitante de un determinado tipo de habitaci6n, será, conforme hemos visto anteriormente, víctima de la demanda que de ese tipo
de habitaci6n hagan las clases que ocupen habitaciones de categoría superior. Esto determina el encarecimiento de su vivienda, encarecimiento mayor 6 menor según sea mayor 6 menor también
el gravlmen establecido. Entre la cuantía del arbi·
trio, la fuerza de retroceso en cada una de las categorías econ6micas con respecto á la vivienda y
el aumento en el precio de estas viviendas inferiores por efecto de la mayor demanda, hay una correspondencia exacta. El inquilinato, pues, pagará
como consecuencia del arbitrio: primero, un aumento de alquiler proporcionado á ese arbitrio, de·
hicndo precisarse que, si bien quedaran vacantes
algunaE casas de alto precio, y por tanto habrá
algunos propietarios que no se beneficien con ese
aumento de alql\ileres, no quedará inquilino alguno que no padezca el gravamen. de suerte que la
carga Eerá para todos los inquilinos aunque los
perceptures del derecho correspondiente á esa carga no sean más que los propietarios de las casas
que subsistan ocupadas; segundo: el importe del
arbitrio sobre inquilinato proporcionado no ya al
alquiler que hoy se paga sino al alquiler que después de aquel encarecimiento de las casas se habrá de pagar.
Por consiguiente, un mismo impuesto se pagará dos veces aunque con diversas formas y con
distintos perceptores; una para el Municipio. otra
para los caseros.
Pudiera atenuarse el vituperio que tal sustituci6n merece. si quedara la más remota esperanza
de que sustituido el impuesto de consumos por el
de inquilinato hubiera de bajar el precio de los
alimentos. Pero no solo no puede quedar esa esperanza, sino que puede predecirse U!Ja elevací\5n
de preci)s, hasta en aquellos articulas industriales
que. pOi no estar en litigio, deberían al parecer
qucJar i ndiferentes ante esa transformación tribu -
to
.•~I I ••apuesto U••ico
taria. ¿Cuál es el efecto que inevítablemente produce el arbitrio de inquilinato sobre la vida dél comercio y por tanto sobre los precios de las cosas?
Dos influencias recibcn estos: El arbitrio so·
bre el inquilinato produce, como hemos visto, estos
dos efectos: encarecer la viv;enda, aumentar la
carga tributaria. Es ley común la tendencia de ca·
da uno dc los que reciben este gravamen á recha·
zar el peso que sobre ellos rf:cae trasladándolo á
yuiencs con ellos ticnen cOl1lluicación ccon6mica.
~.CÓI110se traslada';' El camino directo es elevar el
precio de las mercancías. El comerciante cuyos
g-rav<1menes alimentan, acrece también el prccio
de los artículos que expende,! de uno en otro va
trasmitiéndose la carga hasta llegar al que la recibc finalmente, que es el que tiene LIlla mercancia
que ha de expenderse ell el acta. que no puede
guardar: esta mercancía es el trabajo humano.
Por eso el 4l\C recibe en último término todo el
peso de los nuevos gravámenes trasmitidos mediantc Ulla elcvacion de los precios de las cosas,
es el trabajador; los gravámenes se transforman
en encarecimiento de la vida.
y por tanto. si la desgravación de consumos
produce una tendencia transitoria al desccnso, la
repercusión del tributo produce una tendencia al
alza que anula los posibles efectos de la primera.
Circunstancias especiales, condiciones singularísimas de momento y de localidad pueden impedir
que parte del gravamen se transmita al precio de
algunos artículos y triunfe la resistencia del consumidor; pero entonces la traslación toma otra forma
más disimulada pero no menos efectiva: la inhibici6n del capital.
Si el comcrcio de un determinado ramo no
puede trasladar sus gravámenes á sus artículos
porque. lq.l.ml'~
. l~ s.oI1).Qetencia_.exteLior, por
~ê!émpfô,·aquê1 comërélo"que ·sc contrae en pro por..:i6n exacta á la del gravamen 6 los ocupados en
aqucl comercio reducen su cCJnsumo de otras cosas
también en la medida del gravámen repercutiendo
en otras industrias. su contracción y dejando eil
huelga parte del capital destinado á la producción
de aquellos articulas de consumo cuya destrucción
se reduce.
Pero la huelga de esta parte del capital supone la falta de empleo para cierto número de traba.iadores y, en definitiva, ó bien el padecimiento de
estos hasta que la restauración de la actividad econ6mica les dá empleo, ó bien hasta que su competencia por cncontrar trabajo hace descender el salario general. Y de este modo el gravamen se traslada directamente encareciendo la vida, como en el
primer caso 6 indirectamente dismi nLlyendo el sa-
lario y conteniendo sus legitimas aumentos, pero
siempre, en último término, pesando sobre el trabajador.
La se-gunda inîll1encia que este arbitrio ha de
ejercer sobre los pre':los d e las cosas es la siguiente: hemos visto que encarece la vivienda, aumenta
el paro forzoso y tiende á disminuir los salarios.
Todo esto equivale ~ rcducir I~ cuantía de los
recursos de la colectividad que esta destiliààl consumo de los diierentes artículos así alimenticios
como industriales.
Ell la producdón y expendici6n de esos artí~
culos. tanto la industria como el comercio tienen
dos clases de gastos: una los especiales de ese
artículo, otros los generales de cada establecimiento~industrial 6 mercantil, gastos generales que van
desde la contribuci<in y la subsistencia del industrial ó comerciante hasta el interés del capital representado por las merca ndas en dep6sito, en espera del comprador.
Estos gastos generales se distribuyen entre
los artículos dc consumo aumentando su precio
con un tanto por ciento; pero reducido el consumo
y subsistente la misma cantidad de gastos gene·
rales, el tanto por ciento correspondiente
á cada
unidad de consumo será mayor y, por lo mismo,
aumentará en mayor número el precio de las cosas.
De manera, que el arbitrio sobre inquilinato se relaciona con el precio de las cosas de estos dos modos: aumentando la cuantía de las cargas que
sobre ese precio han de recaer y aumentando, por
la restricción del co nsul11o, el tanto por ciento de
gastos generales del comercio y de l<.tindustria
que en el precio de las cosas se ha de distribuir:
por consiguiente las encarecen.
He ahí los efectos seguros, inevitables de una
sustitución impremeditada, absurda; acrecentar las
dificultades del vivir urbano, lanzar obreros á la
miseria, disminuir salarios, encarecer la vida, lo
cual en def initiva, es fortificar repentina y violentamente todas las causas que están produciendo
los actuales conilictos de 1a ciudad; la crisis que
hoy padecemos se hará tan grave que producirá
un sacudimiento ó una extinción.
(Se continuará)
",.It'oulero
.".,ogPlIle
Para las l'ci"ol'luassociales nada de
J'llidos y alboJ'olus, (lu£,.'a8 ni denuncias, i'ol·nlación d.> Il:Wtidos ni or~anizncióu de I'evoluciones, sino dt.>sllcrtalldo ell~ensami.~nto J' por el pro~reso dc las Idcas,
Ilt·,u·11 (;e9'Oflt~
El Impuesto Uulco
NOTAS Y CO]~ENTA~IOS
La causa del gcorgismo en España está de enhora.
huena.
Decía Henry George que ,~ldía en que el monopolio
abra polémica para intenta:r defender sus privilegias
aquel día empieza su agonía.
Pues bien, parece que esle momento se acerca á juzgar por el siguiente te:1egrama que copiamos de La Correspondencia rie Bs[.·mla:
"ll1armé! dE!los I,rotecdonistas
BARCELONA (Lunes, tarde.) En las entidades económicas de esta (apital se nota cierto desasosiego, con
motivo de las teorhs librecambistas, defendidas por don
Baldomero Argentn en la tradu.cción de una de las obras
de Henry GC:lrge,)or ,~reer5eque aquéllas serán futuras
orientaciones econé micas de 10H elementos jóvenes de la
mayoría parlamentiria. en la que goza cierto prestigio el
Sr. Argente.
A consecuenci~ de ello, las cntidades económicas llamarlin la atención de los catalanes que forman parte de
la Junta de Arance:es y Valoradones, para que salgan al
paso de estas teoria l, que tratan de resucitarse con perjuicio de la industr'a nacional.,
No se les pod'á ocurrir nada que más favorezca á
nuestros propósitos que el salir al ¡HIso y abrir discusión.
No deseamos o ;ra cosa.
-.--
Un repubEcano corno hay muchos
Los republican(·s espafloles que se pasan la vida diseutiendo materias a )stnctas, sllelen ser en materias de
Economía política más reaccionados que Fernando VII
á quien igualan en ( ultura económica.
Ejemplo de ello ten\~moscon la (lesastrosa gestión de
la mayoría radical del Ayuntamiento rle Barcelona que en
media de lá indifeJ enc::a gene::'al está realizando d3l1os
incalculables.
El más reciente 3S e' aplazamiento ùe la reversión de
los tranvías, acuerde qu'~ no cOll.l~ebimoscomo ha pasado
sin que se levante g01eral proteEta de indignación.
Otro ejemplo lo dar: los Ayuntamientos de;l\Iadrid y
Málaga, cuyas mayodas repblicanas nu aciertan ni á proponer Ull impuesto Clcional con motivo de la sustitución
de los consumo::!,
Tampoco se les oye :í los diput.ldos republicanos tronar en el Con~reso c )ntra el bárbaro sistema ùe im puestos que nos ri¡se.
y pm' último, to :las las energías del diputado sellor
Zuluet.'!, las está em¡lealldo en crear un llueva monopolio
(~onel título de« Banco Nacional agrario del que dice
I,r¿ Hel'ista .1ferumtil d.} Vallad 1Jiù, lo siguiente:
--
"Un embolado.--El
rie él.
A ~'ueHade mucho preámbulo y de luengos artículos,
vemos claramente á través de la urdimbre tosca en que
están enganados los hrillantes párrafos, que se trata de
explotar á la agricultura patria, poniéndola al servicio del
capital extranjero.
Es una Empresa parisiense que se propone pedir á las
Cortes espaflolas autorización para introducir de contrabando por la frontera del Pirineo 100 millones de pesetas
á cambio de prestar á los Sindicatos y Cajas rurales de
España, y á todos los agricultores, al tipo de 5 por J (10
anual, por allora (luego subirá el tipo) y con otro 1por 100
por comisión y gastos de administración.
Es simp:emente una Asociación de crédito extranjero
una Sociedad puramente mercantil, que tendrá un gobernador, dos subgobernadores, :lO consejeros y dos delegaciones, una eu París y otra en la capital de Cataluña, según reza el artículo ~.o,todos los cuales percibirán grandes sueldos p ,ra ver cómo los rentistas franceses sacan
bonitamente y gratuitamente, cuando menos, el li por 100
á nuestros pobres labradores.
Es un monopolio que se quiere crear, para entregarlo
al extranjero; un engendro que no ha debido tolerar el
Gobierno en el Parlamento; un privilegio irritante, por
cuanto, teniendo carácter puramente mercantil, como otras
Sociedades, Sil le quiere sacar á flote con la exención de
impuestos, que pagan todas sus similares. ~{onopolio abusivo y dictadura sindical, en perjuicio y desdoro de muchas entidades legalmente constituidas.
Un ne:-(odo como otro cualquiera, pero negocio del
extmnjer(}, que serviría para colocar hermosamente francos desocupados, ó ya colocados á más pequeiio interés.
y pam lj ue ese negocio exótico cuole más fácilmente
en España, se pretende que el Estado espanolle conceda
el uso dp.firmas, con escudo y COrO/lrL Teal ... y jes un diputado r(nl/lbli(~l(lw, como Zulueta, el que lo pide! Por lo
visto, cuando se trata de dinero, aunque el dinero sea de
fuera, la forma de gobierno es accidental.
Es un embolada que se ha corrido en el circo ó Cámara popular, para hacer las delicias de los profe:;ionales.
:'Ira; no pu(ùe titularse Banco Nacional Agrario de España, psa f,íJ'l1l1.l1a
de mcrcantilismo extranjero, esa ~o ciedad (oms/p.m, li ue, disponi:õndo de UIIcapital de 1.000
m;II<)l1csy no pagando tributos, pondr:i ricos ã unos
cuantos Sel1ores,dejando hecho un guiñapo el crédito y
el 'Jllen nOlllbre de nuestra patria.
y p:l.l·ecementira que el confp.r:cionaclor (nos valdrcDlOS también r.e 1111
vocablo exótico) de todo esc potaje
u;rl'Osocialsea IIIlespai1oI..,para sus fines particulares. Por
eso debemos ¡:edh' todos, á viva "oz, que no prevalezca
~se Banco particular, ese 13ancodel Sr. Zulueta y de los
ntr')", de l'B (IJ J'((slt: ros .
P'l!' ho,\' hasta.
Otro día Bel'emosmás extcll:;OSsobre este .asunto.
,,'(U'fHI
B:anco de Zulueta
1labíamos oído labIal' de la ,~rraci(inde un Banco N'neÎl~mll Agrario; pel'( cuando lo hemos vistu anunciado
profusamente, Iison le bllm bo y platillos, y cuando hemos
cstu.liad(~á f'}neloel p"an folleto d,~tujn, suscrito por el
patr()(~inadorde h id la, I:OS hemos ¡\>;c~lma(hy ... jtatc, fl)1l0n~i('os!sacamos CI, cOllsecueneia riU<" el dicho!'loBau('o
no debe llevar lilás tí 'clIopersonal que (~ld~ H'lw'o ¡/e /'1/I itP-t,l, Así le bautiz 1 tall\ lJién lin pp,!'Ïódicl).r nnsotros
cont!'ibllírnl)s á espardr el tÏllllejo, nlic:audn dl' parll'in0s
II
eentro de suscripciones
y
il,;"
adhesiones
:)"sùc l·o.\' r Ilenta la Lif/a espanola }lara, el Impllcs',j .' ',i ¡I'!) (~{)Il " 1 importante ceniro en :lladrid para las
..,:~I:(!~hlll',.;:íla :.iga y suscridones al periódico.
D. r·'rar,~i~,~.)
Beltr{in que acaba de editar tall primo¡W4;J,:-pnt(' h (,xI~elelltctl'arlucciClllde.; Proteé'l;irín
(í I ihrli
':,,:~I,;<I~ ,í q\ll' (~n IIU'O lugar nf):; refel'illlOS, ha a(~epta(l()
:'" l':")ro~j,'i,"ll d ~ ¡,('('ogeren !'u acreditada Iibrc¡'ía de la
:,-,]):!·¡el Pl'ín'j¡w, nÚ:IIPI'O :r" cuant~s·811,.;cricion0sr ad-
1<:1 Ilupue~to,Lllit·n
he~itlll\';; ;;e presenten para el WI'i,Hi(,o y la Liga,
Ila('Plllo;; VOtllS porque (I l;~it,) Cil la J1ubli(~acicin de
la alltf.,jj"ha traducciClIl ll~allime Ú "p,~uir "ditando
todaH
las dl'llI:ís riel illlllurtal H,mry Oelfrg'e pam lo li Ile le ofre(:ellHl:; la;; faciliùades llue ad lalnH.'nte pue<ia dar la Liga.
---
Nuevo periódico en eâdiz
Nuestro correligionario
D.• Juan A. Hanlall.!l'r ¡';Ado
de la Liga, acaba de empn!n IcI', aywia(lo
P'H' lin grupo
!ibn •. dl) obreros, la publil'~II'i('ll1 dl! lill pcriódi('() qlw HC
titula (..'! i"'lllttrl/'
d <¡ue dir ~'e C.-lll aci(~rt'),
S,: puillíl'a ('inca VeeeH a IllCS y dl'dica en lodos sus
nÚllwros una ;;ecdún:í TIlw,lra pro [>ag-aJl(la, Jlor Jo que
llWrl'('UI pl:iclmlCH el Sr. SaILtalldc:r Y HUS l'lliahOl'adores.
LlOs dl',(':lUIOS el éxito lll:ís c, IIlpleto.
Efectos
-'
de un buen artículo
El Sr, G. N. ;\Iacintosh e ltllsiasta siugle-taxl'l' tic Buellos.U!'.:s ha dil'igido :í D. EmWo H. dl'l \'illar la "i).!llil'lIll! ('[\l'ta de l'"lidtacián
)OJ'su artíclIlu J,oJ.~ J'({s:'//I"ÎI:lus
(IL
HIII'IIIJS
./iJ't's:
",'Ù,,!'
Pl
,,:lIllY
mio: l'(,l'lllítal!le feli(~itarle por :';1Iarticulo (iPl X(({'I'I) .1/ /Indo,
~i tU\'Ïl~ram()s aquí llllll'hos ]¡ombl'c:-i '1;](' rf',~nnucicJ':\Jl eUIHU ustf«I que el P.llO,'lllC allmcnto
d,' vlllor (le los
terrcnos !la SI' debe al esfue¡'zo particular
;:;ino :í la industria dl! la COlllunidad entE'r:,'y por consignil'utl' L"'; vencI'o
apropiado
para sacar los impue,.¡los neeesarios
para biS
necC'sidades comuna1t!s, nUt'·,tm pro~reso scría lll:ís s(,lido
de If) que es.
La posieilin ccouúmif'a del trabnjndor en la Arg'(mtina es h"y 11Iucho peur que Ilace :i') año.~.
El mouopolio de la tier:'a cstii aplastando la vida y el
progre,;o del paíl:'.
Todo pl que edifique una casa para sí ¡¡ para alfluilarla tiene que pagar impuestos
cxllOrbitantes,
mientras
que el propietario de un t'ol.\r de alIado, (Ille ni mejora el
suelo ni ¡.¡ermite que le lIIejoren otl'OS, e"'l~apa pdetiea_
mente dI' tmlo impuesto.
Aquí el :\Iunkipio mul:a COll los mayoz'($ nrbitl'ios:í
todo aquel que intentl elllilelfecpr la cindarl ó edifica¡' higil~nic:l¡'; l~a;;as qlle permiLm:í
I')il habitant,,:,
de Buenos
'\ ;~~,...,
...fI'r,n .•~ ....:I ••...•. "'~r~.'"
~....
.......a.~;¡: I~ J ~
1
I
••.
RC'pito Illis fclir.itaciOllès por Sll ob!':! p.dn(~ativa y le
de:-;('lJ lllUChll éxito en la p' 'Ilosa tal'l!a q lIC Si> le ofrece CIl
las raza:-; latinas,
Suyo afectísimo.,
Información del extranjero
Oj~aaa g~nual por Louis f. J'ost
El incanl'able
editor ,lei periódico semanal Tile P/IChil:ago dice en pl número del;) de Abril lo si~uiente:
(Por doquier
va credendo
la percepción
de que la
causa prin]('J'a de todo des0l'den social es el monopolio de
la tierra r al mismo cOlllp:is crece la afecdún por el único
remcdio 'hase de todas las sollldones ó sea la propiedad
('ornún de la renta !lel suelo. El especificar sería catalogar.
Pero bast.a con citar la nueva política ns(~al de las gran/¡fir' de
des nacionel:' Inglaterra
y .\lelllunia,
la de pueblos que
despiertlll
COnlO China, la de E~taùos americanos como
Ü¡'èg:m y I~olonias C'lIllO Austmlia
y Nueva Zdanda.
Talllhi('1l se pueden ('iUtl' dudad(·s del Canad:í con(, \"aneOll\'(~r y ,:lU;; \'ecinas
:lllleril:anm; eOlllO lI()u~ton (lIlt' ha
ini(,jadu ya la reforma y ::)(:attle qne talll[¡il~1I se est'nl'rza
en illiciarla,
Hemos \'Jsto que l'sta in!Iuencía ha llegado :i :\rí'~iCl)
y r.:cientelllente
Jleg:11l noticias de! l:rnguay
que dan
cm'lIla de qlle el pre~id"nte
de esta naeilin es~í haeil'ndll
una ('\':lluación
del territorio
con intención de aplicarh~
u:.: i:)llmeMo sollre el valor del suelo.
1',<1'0 la pxprcsión
Ul:íH significativa
eH el siguiente
e.,mL'llT;¡!'io C¡lJ;~heJ1lqg visto referente Ú la huelga de mi_
Iwr"" l'l! J:¡ (;r>ln Bl'l,taiia: "La nran Bretaña está sufrien,d •• una )!l';llJ saelldida;
no Iluedar:í en el mismo c,:;ta,lo :i
< la t,~rllJin:j('i(ll1 de
]a huelga; la opinión públiea est:Î nuís
despierla
que nunca en lo referente á la doctrina de la
'l'l'<1pil'dad ('omún <le la renta del suelo. El sistema anli~u" s.' cae fi pl!rlazos y los nUl.tel'iales provistos por
,I [·'ur.,· (;eorge sp.['\"irán para la fundaciÓn del nueVI) sis.le'lla.
llLEMj¡Nlll
Lrt po(bl'osísima
Li~a Bund dl'/' BodenrefOl'llll!l' cele_
Ll'ú sn sl'gunda Al:'amblea de l'aSI:lI3 sobre estu<1i,)s econlÍlllico~, eívicos y de oratoria en Be/'lín en lo,:; día,.; \) al
l .• de .\hl'il. A la del afio último concurrieron
:{OOsocios
de :\lnoo;; sexos procedentrs
de noventa y seis (>¡udade"
alelllanas.
Entre los temas ¡¡liC se discutieron
podemos citar .EI
significado
de Ia edueaciún
política de nuestro pueblo,
,Los problemas
soeiales d,' nup.stl'o tiempo, J' los, Principio,; de Economía política»,
Terminada
la Asamhlea
Sl~ organizaron
visita;:; dl'
inspecdún
con expertos
guías:í los más importantes
estaolecimientos
induHtriales é institutos de Berlín.
lIode¡¡re(orm, el órgano de la Liga alemana en HU
número del 5 de Febrero
da cuenta de los resultados dl'l
nuevo impuesto
imperial
sobre el aumento
dc \'a]or del
suei'), Este estudio COlllprendc los cuntro últimoil meses
de 1\J1\ y se reduce á unos cuanTOS suhurbios
de Berlín
Este impuesto
(Iurante el último tercio de I\l i 1 ha
h ••••.
ho >lllll,p.ntar los ingrp.~os de ;l dedlchas
villas tomadas en conjunto
(:\Jariendo/'f,
Schmargendorf,
Steg1itz,
lkitz y Grune\\'udl) en un total dp. 31:l~.!)IO marcos.
De esta Huma el Tesoro imperial
toma la mitad y
la administración
local recibe la otra mitad, Sllllla que
todo el mundo puede yer aliviará
al trabajo de l'argas ."
mejorará las eondiciones de vida.
Otro capítulo del mismo número empieza con una
tahla muy interesante
de valol'es del suelo en el Berlín
may!)r. Casi todos estos municipios
gravan el terreno vacantp. á una cuota más elevada que el editlcado (en muchos casos dobles), El propio Berlín es uno de los pocos
municipios que no evaluan ni gravan ¡¡or separado el te,
rreno y el edifil'io.
:\Iuchas ciudades
empezarán
á cobrar el nuevo impuesto en el a¡)o actual. Entre ellas está la de Schonebcr~
la cual además de este elevado impuesto
general ha establecido una cllota aún más elevada para todo terreno vacante en los sitios en que aumenta
la demanda
por la
construcción
del nuevo parque y de las estaciones del ferrocarril.
El Inll)UestoUnieo
aA.N.ADÃ
La pl ~spHiaaa I~e la tiUD3D Dz Vancouv~r
La llÎutad ùe Van cou ver en la Colom bia inglesia
sigue pros,erando
de un modo extraordinario,
En solo
vciute añoô quc: lleva de existeucia !la logrado una población de 140 noo habitanœs.
Se ha I e::h) una ciud.ad de gigantesco
tráfico,
una
,dudaù l~OSlllnpclita con magníllcos
edificios que ha dejado att'L\s li b " dl' Portland, Sp,)kane Seattle, etc
John :.Iorlon
que v)cIavía JIO es ll1uy viejo vive
en Vancou\" T en el mislUo sitio en (lue hace 23 ailos
aealllpó gui;.do por uu i!l'lio que necesitó de toda su vivez;\ para l"liade
por d intrincado
camino
del bosque
próximo ni 'I ue hoy se aL-:a el más alto edificio del Impe.
rio brit:lnicc .
El mara ,'illc,so desarrollo
de Vancouver
empezó realmente en l~) l!l, :\110 en que cmp3zó la r<:lforma del illlplle"to terril :\,[a:, En dicho aiill el coste de las edificadoIlBS en la (~illd11 fUti 7,:¿:íi,OùJ dut'os; al año siguiente
aUTllentlÎ ¡í 1:;!;j~,O¡)ll de dlU'03 y el ailO pasadJ el aumento fué en lila mI' pl'Oporc:.ón aún,
Los im[1lestos'y artJitrios lIIunicipales
se han sllstituido en su totalidad
pOI' e~ Impuesto
Unico sobre el
valOl' de los :I)rrcno" y en uu peI'Íodo de 23 aJ10s se habrá
realizado pO' completo la lllunicipalización
de los servidos de agua, tmavias,
luz y fuerza, Aún este periodo ha
parecido largl y la pública opinhÎn pide que la revol'silÍn
pneela h:wers ' en eualquil~r tiClllPO,
Lo:,; capit·¡\es amcl'Ïeanns
i\f!u'yen :í Vancouver y una
corriente de ,:mig¡'¡wión trae á hl ciudad
miles de ameri(:anos para es Ib)I'(;er5e er~ dIa ó cnlm; campos de la pro\'incia,
la campaña
i)~ Mr,
1os~ph fels
'!'ranseril irn')s ùel Plll'Îúdien Ottrlll'(J Cithell lo siguiente:
< El Impu
,sto l'nieo ES un ligero cambio en las leye;;
fiscalos, una r !'op:lganda política, una tilosofía ó una religicin sogún COlla 'I uiem con"ider<Írsele Fué expuesto ante.
el flIundo por lin pensador osado .Y original
quien lo pre"cute', en form I cid más euicladoso y elaborado análisis .Y
rcducdcn á RU'; lógicas cenc1usiones
ùe la E\.,'OnomÍa politi(lll geueralllll nte aceptadas por los pensadores
en atIuel
tiempo,
Poro su (nidados!) y corree~to razonamiento
no fué
,ir} n,\!.l'atlo del JI,(wln jJ!'ríc!im.
Y como en resumen la
cOl1elusi'lll e" "implemente
que siendo osto mundo un
elllp0l'Ío de ri juo,:as proouridas
por el trabajo, todo lo
que hay qne h·LCer es dej~r al trabajo como suyo lo llue
ha pl'Oduei(lo.:
en tonces t.odos lo;; trabajadores
estarán
en la ahundam 'a, aluí no JI<¡brá 11I'18que el aserto sencillo y daro de t;lla sUllla en una simple división allinal
de' capitulo trai capitnlo de laboriosa discusión,
A tan sene Ha :r dara ¡:.roposición nada podía cantes·
t:l1'iit', .\sí es qu ')1) único qlle pudo hacer el Mllndo jJl"líctil,) hé califica e' la idea de IIllÎjJÏI:a
y á sn autor de visinnl/r,:u y volvl:1' ¡ati,~aelo al~umuito
de los negocios,
Pero he ae¡ I í q·le en Ottawa tenemml hoy el perturbador é inqnietan.e
hecho de la presencia
de un adalid dE'1
,HI/wlo /JJïídit,)
qlO viellE,:í insistir en que el Impue;;to
[Tllie() no es IIII-! utopia y que el filósofo que lo prnpnso
no fu,; un visio:\arin sino un activa rofol'/IIista dl' la pr:íctica ;:\:1S loealizalJle.
13
:\11',.Joseph Pels dice que desea ser conocido como el
hom-;)re que trabaja
(;atorce honu; diarias y no COIllO un
millonario
Pero el hecho es que 1111',Fels es un millonario; oSlmismo hizo su fortuna en negocios fahriles y tuvo
éxito por su incesante tl'abajo, ing-enio y sentido }Jc<Íctico
en los negocios,
Pues este fnerte.r afortnnaùo
hombre de negocios se
ocnpa actualmente
en dedicar catorce horas diarias toda
su tntJ1end:\ energía y torln el dinero que [losee eJ! hal~er
llegar:í sus s~~nwiante,; la huena llueva que éi apl\~ndi"l I)
sea (IUC Iajllsti,·ill
hará imposiLle el privilegio, aholir;l la
miseria yestablecer:í
la vordadera demo(~rada
en la qU<l
todos 109 horn bres 8er:íu igualeR realmente á pesar d.e RUS
distintas (~lIalidaùes.
lIlr. Fá; habla an te hnrn bl'es de negocios como llllO de
ellos. dac:! t~J Impuesto
Unieo de t.;n gitio en la Filosofía
y lo presenta como nna simple proposición de negocio,'
EST 11
NIDOS
~,00S"U
..... " ~.•................ - •.... ,....,.....",
.~~,
La :lh'llJoria del KCg'ociado de Contrivueiones
del E,,ta,io de KUOYi\York c(lIltiono cn un bl'C\"Oresumen la suficiente inJ'o!'1l1aci,În para demostrar qno sería mucho mejor para lo,; propieta\'Ïos ùe nrbana y pan to(los aq ue]1os
que tiencn "II tierra en cI Uf'o m:ís completo el adoptar el
w(,tocto tlsl;al de la nindad de Vallcollver,
Para all':mz:lr la misma slIma qne hoy se sacrl dol illlpue'ih soure In propiedad ell genem), si so alloptase el
im puesto ,;"l,,'e el vaio!' dol suelo únicamente,
solo ge l'eIjlwl'iría una (·.llota de] tres pUl' cionto en los di"tl'itos ùe
:\lan;l:lttan, Bronx y QlIeens .Y un poco mayor on Brooklyn
y Riehr'10nlL Esta diferencia
(~sdebida al coste di..,tinto
del gobicrno lncal en los distinto;; distritos de la duda,!.
La adopci(În dl, este sistema di:';llIiuuiría las (;ontribucÏones II J (:l,[¡iel'no Centl'al de todos los distritos excepto
:\Ianl\at.l.an; pem el inoremento en este distritn rccaeria sobre los conccilionarios
ùe monopolios
y sobre el suelo
vacante {l :í medio uso,
El yalor de lo:.; solares absolutamente
yacantes sin la
menor t.;olllbl'a de lIlejora cie ninguna
especie asciende en
la ciudad de Xueva YOl"ki'i ~,:¿l.!;\; ,:H 1 (le dolla!'s, La adopciÓn (kl impuesto sobre el \'allll' del suelo haría aumental'
lOi; i¡jgl"(~so" desde \).ü(;IiOÛU
dollars ii. que actualmente
as.
dClHlen, :l más de I;),000000 de f\ollar:.;.
I'~Iv.llor de las concesiones
de monopolios
esti'i actualrnente
fijado en '!'í3,;le)\J.OUI)dallar,;. Estos pagaron en
1910 im~uesto!:l par valor de ~.218,1\J1 dollars,
TIajo el l'figillH'n dE'l Impuesto único pagarían 1:~.5\j8.4Ii2 dollars.
En los dbtritos residendalos
los impue8tos detwenderían not:\blemellte,
Así, por ejemplo. eu Brooklyn el pago total en i \Jll) por los IH'opieta!'ios que han mejorado y
edifieaclo sus t.:1Teno;; en concopto de impuestos rué de
21.a/;'¡,i/::~ dollars, mientloas que si se hubiese,adoptado
el
sistema do Yancouvcl' el impuesto sobre estos terl'tmos no
hubiera J egallll ml\s que it l4.4\;\l.\~ô dollars, En una se~ción de Brooklyn
mal'cada ~on cI número .¡ en la citada
1Ilemoria v situada ent!'e las Avenidas
Pl'OSpoct, Atlantic
y Fl'anklin.la
conh'ibución
te1'l'itllrial importó
1.16R.;;:28
dallar;; mientras que si hubiera pag-ado solo por el valor
del sueI,) el importe hubíera sido lie ,1\J,;;l5 dallar,;.
E~I.a.5cifms dan Ulla ¡,lea del enorme beneficio que
disfrutarían
los propietarios
de UI'ltana bajo el sistema del
Impuesto l'nicn y es Ulla l:í~til\\a que no se haya enviado
una copia (le esta :\I~mol'ia :í cada tlllO de ellos, Cualquiera sería :~;¡paz con solo un paprI y un lápiz y con la inrm·-
• .&
.:1 Impuesto Ullieo
maclOn que ofrece dicha Memoria para saber á cuanto
ascendería pl importe del impuesto bajo el nueuo sistema
con el resultado de que inmediatamente se crearía un poderoso sentimiento á favor de la reforma tal que no habría medio de que lo anulara la prensa plut¿crata por
mucho que mintiera y desfigurara las cosas.
Si los agricultores del Estado de Nueva York leyeran
esta memoria aprenderían que el valor total del suelo de
la ciudad es superior á 4,OOO.OOO,lJOO (cuatro mil millones
de doUars) suma mayor que la de todas las granjas reunidas.
Apren-lido esta, el primer prevaricador que intentara
decirlcs que el impuesto único dañada á los agricultores,
correría gran peligro de encontrarso con ser él el único
dafl.ado.
individuos (lue forman cI Estado~' los
ele.nentos Iluhll':lles que le rodeaD y la
relë,ción entre .Lichos indivíduos que
forman el Esblllo. Lo (lile ataña :l hl
Iwimel'a es PI·ul)inmente obrn del 60biel'no centl'al, y lo que ataña á la se#l,'lIoda,pertene(~e al t.obierno loeal ~,.
á los individll:alcs intereses. Nada I)uede 81'regl:lI'se hasta que la primC1'4 deestas cue~ tiones (IUede justaJuente establecida. Totlo lu demás es seeunda-riu y de menOI- importancia.
INGLJlTERRA
NUESTRAS TSeRÎAS
l'Ir. James Dundas White miembro de la Cámara do
108 COlllllne3y autor de varias obras de propaganda (la
más redente es el A B e de la Cuestión de 1ft tierra que
:l~mos traducido al espal1ol) ha presentado á dicha Cáma1'1\ un proyecto de Ley quc secundan los diputados Mister
Ojeando las páginas de una revista, que ~onSuthCl'land, Mr. Murray l\lacdonald, Mr. Barnes, mister
servo
cuidadosamente
para saborear los interesan:\1'Callulll, :\11'. Wilkie, Mr. Charles Price, :\11' Watt, Cotes trabajos en ella publicado~, me he detenido anronel Greig, :\11'. Godfrey Collins, Mr. Mac !;allmn Scott
te unas Hneas admirables, como escritas por quien
y :tIr. Ducan Millar para la evaluación del suelo de Escocia y los propósitos que se derivan.
ocupa un sitial preferente
en la historia científica
Este proyctco ha sido impreso por orden de la Cámaespañola.
ra con fecha:> de Marzo y se envía un ejemplar acompaNo quiero privar á los lectores de EL bIPUESTO
ñado de las observaciones de MI'. Dundas White á todo el
ÚJIlICO del placer de conocerlas, pues las. cra9di-gnasque lo pida á las oficinas del Comité Unido para el Imde ser escul pidas como axioma incontrovertible:
puesto Unico, 1; Tothill Street Westminster London S. W.
De las observaciones de MI'. Dundas White entresacamos la siguiente:
«La tiel·,·a pal'u todos, las er/el'gias natU/'ales paLa evaluación del territorio por la ley que ahora está
J'a todos, el ta lellto pal'a todos: he ahí la hermosa
en operación aunque muy beneficiosa en muchos modos,
divisa del jloi'venir, Urge, pltes, reintegra¡' el hombre
est:l dirigida para establecer una base para el impuesto
en las leyes de la evoluciúrt, devolvcr el capital secuessobre aumento de valor y sobre tierras sin desenvolver
i,'ado en pl'uceellO de unos pocos, al ace¡''t'ocomÚn de
más bien que para constituir un nuevo régimeu fiscal. No
III colectividad ...• »
estará concluida hasta :914, cuando muchas evaluaciones
El fil'mante de tan sublimes palabrai! es, nada.
tendrnn tres, cuatro y aún cinco afias de fecha y es evimenos que el ilustre y eminente histólogo. D. Sandente quo despuéHse necesitarán algunos lilás afl.úspara
tiago Ramón y Cajal.
___
~~v.is.!\!'!~O'I1_er~~__
al. ~f!'.~vpreJl~!:las pa~ el _o---,b"-·-=.,ct;-,,o_+__ ~H¡-e._-vieto su autorizada firma alpi6 del Ma-fiscal. ¡Mientras crece la yerba, la yunta se muere de
hambre!
niliesto de la Liga española para el Impu8ílto Uni¿Por qué ha de esperar Esc\)cia tod') este tiempo y
co, ni tengo noticia de ·su adhesión: pero ello es cosacorrer el ricsgo de los cambios y ocurrencias de la polítiinsignificante para un sabio que dedica su existencia
ea? Kuestro registro fiscal es casi perfecto y solo le falta
al estudio de las células, colocando el nombre de
añadirle una columna en que se especifllItle el valor del
España á una altura insuperable,
suelo sin mejoras.
Su confor midad absoluta con las teorias que
El preilentc Gobierno reconoció que esto es practicadefendemos.
está expuesta de una manera conclu.
hie cuando en 1\1017 y en 1908 hizo aprobar en la Cnmara
yante en el párrafo que he copiado, No cabe una
de los Oomunes un proyecto de ley muy parecido á este y
mayor ni más entusiasta adhesión.
se hubiera llevado á cabo á no ser por que las dos veces
Y es, que estas doctrinas son en España tan anlo rechazó la Cámara de lad Lores. Ahora ha llegado el
tiguas, que la constitución de la propiedad de la
tiempo para continuar la obra interrumpida ya que han
preparado el camino la Ley del presupuesto y la de la
tierra fué comunal, siendo esta la forma que rigió
reforma del Parlamento.
primitivamente
para su apropiación.
Leyendo las obras del grandioso polígrafo don·
Joaquin Costa Martínez, tituladas «Derecho consueEII.riIDer·n)' .nás iml)or·tant<- debel"
tudinario de España y «Colectivismo agrario en Esde todo (iobiet'no dt>. un l)aí!OÕ cidlizndo,
paña» queda co mprobBdo 10 arraigado que en el
es l'e;.;·l:uuentar )' dal'sc cuenta •.~on setemperamento
y costumbres populares 58 hallaba la
base de esta escuela, que resuelve la cuesti6n de la.
~'ul'id:ul de la l'elaciÚr.t.insta ('nh'e los
VOTO DE CALIDAD
.EI Impuesto IJnieo
15
---_._---'--------------:----------------------tierra de la m:is radiclal de las' maneras;
incautándose de la .'enta el ES1;ado, por entender que no ha·
ce más que recuperar
lo suyo.
Doctrina Hustentada en la « Economía Política"
del Sr. Flól'ez Estrada y en diversos trabajos de
variú5 escri toros de nuestro país,
Por toe o esta, no es de extl'añar que la mayor
celebridad
cie:'ltífica española, alce su autorizada
voz para p€ dir que la tiel'J'a sea de todos, considerando estajlls~H devoh~ción oomo la hermosa divisf)','
del pOI'ueni¡'
Cuando la más legltima gloria de España coincide con el (redo cc.m1Ín de los georgistas,
es obligación de la Liga española para el Impuesto Unico
trabajar sin descanso para procurar
tener la satis·
faJción de incorporar
á nuestras
leyes el espírittV
de «Progreso y Miseriíl» y poder decirle al ilustre
sabio Ramón y Cajal: Señor,
nosotros
pusimos
·cuanto teníamoB y valemos para que el primel' español vea re:lizf~da, siquiera sea en parte, la Bubli·
me visi in que tllVO del porvenir.
1"a,o,ia ••.o f.,oLw;a O,.Qo
NUfV~ TR~l)UCCJON fSPJiROLli
-
[)E -
.¿l9roJecriÓn Ú libre ralnbio?
ll~ Jhnr y G\~orge pi)r 8alllomero Arg~nt~
(Bibliotew moderna de ciencias sociales)
Un tomo 1m 4," .le 40) páginas, precio,
en todas las lillrerías de Eapaila, América
tranjero y en la €ditorial de D. Franoisco
Príncipe, 16, Madl'id,
6 pesetas
y el exBeltrán,
A punto d 3 agotarae ,) ya agotada la descuidada
é inèompleta t:'adllcción ,,¿Protección
ó libre cambio? que había adi ~ado la Msa "La España Moderna»
viene á Bustituirla oon ventaja grande la de nue,;tro
querido amigo .Y c')rreligionario
D, Baldomel'o
Ar~ente, hecha con el gran conooimiento
de oausa y
autoridad que (lá el venir ocupándose de la propagandli en la prE nsa y en lE;tribuna desde hace años
sin desmayal' ellla empresa,
No solamelte
hemos ganado en el texto sino en
el pl'ecio, pues ~l rie 9 pesl3taa q ua antes costaba la
ed iciôn de «La I :-;pañíl moderna" q lled::.r reducido en
esta de D, FI'an( i:lCOReltrán á fi pesetas, lo cual también contribuid
á que se Elxti9nda la circulación.
La 'lhl'a est í presentada
con elegancia y gusto
t.i¡¡ográfico que en nada desmereoe
de las del ext-l'fllljero. FOl'llIll un VQlnm'3n en 4,° de unas 41)0 páginas y se vend ~ell todas la» li brerías de E':\pafla,
América y el ex ranjera y 1m la eàitorial de la calle
ciel Pl'ín~ipe, nÚ'ne\',) lti, :\:!a'lt'id.
Ln obra de 'lue se tratE. il" ulia de las mejo\'os
de Helll'y Georg~, K;tá mara VillOS~1JllCnteescrita y
o;:;tan intel't~"ant3 cr.,mo unll novela.
Su aparicióI1> en España coincide con la de una
edición económica heoha en los Estados Unidos por
la Comisión
del Fondo José Fels, de Cinoinnati
(Ohio) al precio inverosímil
de dos y medía centavos Õ sea 40 ejemplares por un dollar.
El efecto en la próxima
oampaña presidencial
serã decisivo como lo fué hace veinte años, De su
éxito dá idea el hecho de que sus tiradas solo han
sido sobrepujadas
por dos obras: «Progreso y mise·
ría» dol propio Henry George y «La Riqueza de las
Naciones" de Adam Smith,
A continuación
transcribimos
la carta circular
que Hem'Y George (hijo, actual miembro de la Cámara de Representantes
de los Estados Unidos) ha
repartido pI'ofusamente:
Carta lle Henry Georg~ (h ijo)
Cà,ma.m de Representantes. Washington 1.° Marzo 1912
«Querido amigo: Hace veinte años que seis di·
»putados del Congreso de los EstaJoa Unidos va»liándose del privilegio
que tienen los diputados
"para imprimir sus informes en los debates Y publi»carlos £lU el COII[J}'essioJ!al. 1!ecOí'd, aprovecharon
un
»debate sobre la:>tarifas de las lanas, para publicar
"como informe entre los seis en el antedicho órgano
"de la Cámara el libra entel'O de Henry George
»¿PI'oteccilÍll Ó libre cambio'?))
»E,¡tos diputados fueron:
" \11'. Tom, L. J\Jhnson de Ohío.
»;\lr. William J. Stone de Kentuechy.
»Mr Joseph E. W,lshington de Tennessee,
"Mr, George W, Fithian de Illinois.
,,1\1r, Thomas Bùroman de Yows, y
»Mr. Jel'l'y Simpson de Kansa-i.
»Por un artículo del Reglamento,
todo lo que
»se publica en el l-leco}'d tiene franquicia postal con
»10 que «¿Protección Ó libre cambio~» alcanzó este
»privilegio.
"Se a.Jrió una susoriciÔn pública para costear
»Ios gastad de impre:>iJn yen forma de folleto de
»sesenta .r Cllatro páginas se hizo una tirada de
»1062000 '3jemplare;; que circularon
profusamente
»en la campaña presidencial donde lucharon Grover
»ClevelAnd y Benjamín I1arrison.
»GI'over Cleveland rué elegido presidente
y el
»partido demócrata
ganó las elecciones.
Tom. L·
»Jonhson y muchos otros afirmaron que este resul»tado se dobi6 á la profusa circulación de ,,¿Protec»ción Ó libre cambio?»
»La historia se repite. Para la actual campaña
"presidencial,
la cuestión de las tarifas es la domi»nante. El pueblo sufre por la carestíll de la vida.
"Lu!'l tOl'jfa:; de ad uanas sem IllS responsables
en el
»más alto gr'Ado, pnesto que fomentan los t¡'usts los
»cuales \'endon muy caros su'" pt·"dllctoS en el inte·
»rior y muy baratos en el extranjel'o. El pueblo ne»cesita que se le aclAre este punto t:lon sólidos prin·
»cipillS y argumentos,
no cnn los abol'tos y sofismas
.de Ciimal'fS de Comercio y malabaristas
do e.sta-
16
ndísticas. r,D,inde ¡,Jllede ellcllnt:'lll''¡:;O la verdad más
»sencillamente
ex¡.>licfll1aqne 011 ¿Protección
ó libre
»cambio'1"
"El F')l1do ,José Fels cuya romi:5i6!1 central está
'<en Cincinnati (Ohío) ha empezado nna campaña de
«educación call una nueva edirión de dicha obra do
"la que espera colocar un millon de ejemplares,
El
"precio no puede ser más ec'¡n{¡mico (d,)s y modio
»centavos) que únicamente cubre el ¡,{ast'l de illl·<presi'·lu. ~J pt)!' eso desmerecen
los impresos.
"Cada Ii bro va con sn cnbhrta fl'antI neada pros»to para {Janel' Jas senas y enviar ul' COI'I'OO.
"Yo ospero 'Ille usted ayu·.lal'á en osta obi'll de
"ed 1l<~Hci6n sllscri biéndose PilI' ta ntas ejomplal'os
»COIllO le sea Il ¡sib'o y l'e.ll):llan
hnr:l,} á SIl" amigos
"hagan lo mismo.
"La (li/socha dI) tal obl'a sOI'á sin duda Úpima,
"Préstellos su corl'lz'lJl y :lUS mano,;.
"DB udred afe\~tísill1l), lIe,I/'Y (;eu/'y/! .J,'.»
El Fondo J,lsé Fels de Cincinnati
(OhiIJ) envía
V)da clase ,ie Iiter¡\[,\II'l\ reElIl'o}nto al ¡,n!11l9::lt') úníclJ.
L'l'; pago; p~hl,ten
l1aMI'.,o 011 bille~e::l. che:¡ue::l.
letras. 11lIn'lS, postales 6 scll !,; dê cr)l're)~.
¿Cuandu e::ltal'á la Liga E;paiwia ell posíci6n de
contratar con D. Fólix: B3ltrtÍn una tarea parecida?
Por el dose,) de sus actuales soc:h::l, mañana
mismo.
l
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"El Credo del Georgismo,
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-'
__
1\NTeNIe> 1\LBBNVÍN
Núm. 7.
~~'-._--'-'-------.---------.--------.----..•..•--.------ -----------.""-""-------------. --------o
._'
1.0 Junit;,.
1'25
-
•
--
-
1912.
Vrecio,
Cou rl"eelu'lH~ia
No J·obilrás.
de los consumos.=EI
de inquilinato
Nue "tri'oría!\i
Not. s
eóm()~
.s I
Misu
Yo/
•••
en Madrid.
•• Tradiciones
aelltari
arbitrio
(CONCLUSIlíN.)
españolas.
tis.
,
pod"IUOS
de hac:lllÏlnl(>s •• Jn-
nÚuH"I'O
ln:ís !OÕ(~ dice t"'J ,':dol' (Ine CI'e:ln esos habitantes.
11("10:l(Iuí:
"'",hw d,,1 slwlo d~' las ~'rmHlcs ciudéllllc!oi:
-,¡an por nuestra
.le I,it Liga.
propaganda
los
Nueva
York
Londres.
¡¡Oaris ••••
i::.~
lInul c ,.~
~--~-=-==~-----
~_ -=-_-=-~
SP I'cpite,;y
Icei' en tod:ls lleu·tes el
hi tuntcs dt· Ins ~'randes
(CO:'<CLUSIÓN.)
La l.usfitud611
le cénts.
~-_._.
~'
---------:M
•
ll.ooo.ooo.ooo
de doUars •
de libras est.
de francos.
Mad¡-id •••
1.120.000.000 de pesetas.
.--- ...-----.------.. -- -"------&50.000.000
12.000.000.000
~-_
F=lobal~as
FOR
::a::E~rRY C3-EORG-E
Traducido
por D. Francisco
E,;tam<lS efl un d€lsierto. Una caravana transita
él. Un:, cuadrilla :lo bandolel'os la divisa. Ellos
l'le dicen mlttu3111ente: mirad; una rica caravana
vione pOt' allí. Démonos prisa para roharla y matemos
á los !loHlb13s que la componen, si fue:le necesal'io,
despojérnos'e
de SUi! riquel.l:ls, Je sus camellos y caballos.Y par.amos en sH¡!Jida call nuestro botín.
Más linn de los hnnclidos dice: jOh! eso no lo
debelllos de !latler: no e,;tá bien; eso es rabat'. En
vez de obral así, lo que debemos de hacer es adelantarnoi'i y I'0sesionarr:.ofl de ese manantial, el único ciertamenl:e que existo en este dilatado desierto
y adonde f,.r;:,HlHmente Ita de it, la caravana &n busca de agUR.
It·)deéIlH·sle con una valla y lIamémosle
en se·
¡.;uida nuestl' I: cuando lleguen los caminantes no
led dejemos t·ttllllr 1I1l11pi-.ca de agua hasta que nos
·antreguell to\las las riquezas de que sean portadores.
Esto sería m:ís gentil, m{is cortés y más serio.
no hay eluda. i Pet'o acaso dejaría pOI' ello de ser 'u~
í~obo? (Grande; aplausos.;
iYeste robo, acaso ne diferencia
en algo dol
que se comete, cUHndo los hombres adelantándose
al inerementù
],6 poblacitSn adquieren
tiel'ras que
no han de usar y (mando la población aumenta repOl'
1\maya Rubio
husan entregarias
á los demás, sí no es mediante un
precio exorbitante?
Esta es la expoliamón
sobre la
cual nuestras primeras familias se fuudaron.
Obrad en consonancia
call los precoptos de ese
falso c.'idigo de moralidad
que domina hoy día, y
se pre;sonarã
en altas voces vuestra previsión
y
vuestros esfue\'ws y se dirá que si habéis hecho di·
nero es porquo snis seres superiores á Ins demás y
que si eualquiera hace lo propio es solo porque es
trabajador é industrioso. (Risas y aplausos.)
;\lás ello en puridad no es otra cosa que una
violani{¡n del preoopto divino, So ¡'OÚIO'fÍS, tan evidente y tan clara como si tomásemo~ por la astuCiR (¡ por la fuerza el dinero del bolsillo ajeno.
( Aplausos.)
No ¡·OÙf)I·ÚS. Esto signifina,
por supuesto.
que
no debemos robar. ¿:\-Iás no signi ficaría también
que no debAmos en modo alguno consentir
que los
demás sean robados, si es qne podemos impedirIa?
¿No podría, pues, expresarse diciendo,
lto
consenti¡·ú~ni '/I/e te l'obeit ni que los demás sean rabadas?
Si ello es así, jah! entonces, todos, absolutamente todos, pobres y ricos son responsables
de ese
crimen social que produce la pobreza. No serán,
pues, soJnmente los culpables los monopolizadores
de la tiel'ra, no solo ellos serán acreedores á la cen-
ó
El Impuesto Ulll~o
sura, sino en un grado mayor, nosotros que se lo
permitimos
somos copartícipes
ó encubridores
de
esa expoliani6n social.
El cl'i,¡tiano que ignora esa responsabilidad
social, demuel'tra que se ha despojado de la enseñanza
de Cristo, En el pasaje del Evangelio
donde El
habla del jl11cio, la pregunta
que El había de dirigir á los humbres no era jamás, ¿me nlabaste en la
tierra? ¿Me rogaste en tus necesidades'? tCreiste en
esto ó aquello'! sino esta otra: ¿Qué hiciste para ali,
vial' la miseria? ¿,Qué para abolir la pobl'eza?
Para los condenados
en aquel trance supremo
el eterno Juez se l'epresenta diciéndoles:
Te,tia ham/H'e 1j ¡lO me dil'teis de comel'; Tenia
sed!J ¡tu me disteis de ueuel'; g~tll/nt e//{iwmo U eltnJ.l'celado !J no me
vísittislei.s
A lo que los réprobos responden:
Seii.o)',
Se,i.ol",
>.r:l(tÍlldo
deja¡¡¡o.,
dc IlIlcede
¡WI:; cosas
todos enferman, gimen y se destruyen,
Al tener ante nuestros ojos ese espectáculo
¿fi
qué nos asiríamos para decir que no somos responsables individualmente
de que reinen esas condi·
ciones en la tierra?
Según el espíritu de la parábola de San Mateo,
¿cuál sería entonces
la respuesta que nos diera el
Eterno Juez? ¿No sería ciertamente:
Yv he p/'Oveidl»
aU1wdanlemente
para todos; l/l tíe¡-ra que hice es más
que sobrada pm'a P¡'opVl'cioIHll' allJeJ'gue ci todo:;; los
malel'Ïales
'lue e.cisl.en en ella 1;0/1 nuis 'lue IlUficiellte
pal'u subveni¡' á las necesidades
de todOl;? ¿Habéis le-
vantado ó no vuestra voz en contra de la sinrazón
que los despojó
de la parte proporcional
que mi
Providencia
ha destinado para la subsistencia de
todos? (Grandes aplausos.)
Sf) ¡'ollal'ás
El robo y la expoliación son los que
producen la miseria, el vicio y el crímen entre nosotrol;, Y solamente por virtud de IllS leyes debemos
rehabilitarnos,
el que no levanta su voz en contra'
de este crimen demuestra que es un cómplice de esa
maldad,
La bandera se ha desplegado ya, la cruz de la
nueva cruzada se ha erguido por fin,
Algunos de nosotl'Og, muchos de nosotros he·
mas jurado en lo profundo de nuestro corazón que
no pet'maneceremos
munho tiempo en las cnndiciones en que ahora vivimos y lucharemos l'lin desmayo
hasta abolir esa iniquidad y esa injusticia, Guerra
á muerte le hemos declarado á la expCJliación, Los
que no estén con nosotros, los declararemos en eontl'a de nosotros, A nU9stt'O lado n,) queremos Vl\ci
lantes ni comprometidos
ni á quiene;; no se ~ientan
con fuerzas para no volver jamás la espalda hasta
Ilegal' hasta el fin. (Grandes
aplnusos y aclamaciones,)
No hay razo'¡n que justifl(IUe la pobreza en nuestl'S civilizaci,ín,
'lile
Y el eterno Juez contellte: /<;'1 C/taillas oC·hsio¡le.s dcjdstp-is
de /¡acel'lo COll el Ùlti//w de los
/tomul';::s, <lejÚsleís ttllllúÍt:n
de Itlu·e,·/o PVI' mi, Marchad, marchad
malditos al in fiemo COll Satanás y
sus ángele:>.
A su die~tra mano, I,)s bienaventurados
son
acogidos en estas palahl'a~: Tel/ia /tam/JI'c
!I me dis_
tei, l/e CVI/l'~I'; Tenia ~ed !J Ille di8t"is
de uellCl'; l~'sta/it(
desaltdv
!/ Ille di8tei~ COli (lile ec.,U,·lIw; ¡';strl/J/.t enfel'nW !I e,lc'o'cellldo il lile clln.,ol(Íslf~i, COlt 1'IIe~tra" visi.
tas, Y cuando aquellos le dicen: S'l'-IOI', 'SC'-IO,', ,:CII,i,¡do le ¡'¡',i¡¡ws lus r.o~(.t.,'IIIC ¡IV" U/,.tlll(~:) Siempre que
lo hicÍ:iteis con el últi IllO de vue~tl'()S hel'manos, Jo
hicísteis conmigo; - Les responde Dios.
-He aquí el esp:ritu esencial del cristianismo.
La e"enuia de su enseñanza no ec; (·cuida de tn cuerpo y salva tu lllma» sino ,,!lllS cnanto püedas para
hacer esta munllo almejO!' posible.,Ello rué una protesta contra la d.)Ctl'Ína de que
«cada UWI para sí )' el diahlo se lIel'a al último,»
ElL) fu;; la pl'oclam:lCi.'Jn de la paternidad
común de
Dio,,; y de la paternidad
univel'~al de los homl>res.
Por 'HO fué por lo que el rico y él poderoso, los pon·
tífice3 y legisla dore:s persiguie·ron {¡ los' cristianos á
sangl'a y fuego. Lo que hoy se conoce con el nombre de religión en nuestrns iglesias no fué lo qne
persiguió
la Roma pagana, sino lo que hoy se nos
dice que es comunismo y socialismo, la doctrina de
la igualdad
de los deœchos
J¡umal1os, (Gl'andes
aplausos.)
Imaginemos
por un momento que cuando com·
parelcamos
los hombres y mujeres de hoy ante un
solemne
tribunal,
que observamos
Ins almas de
aquellos que en nuestt'o tiemp0, bajo lus condicio
nes de nuestro sistema social actnal, se entregaron
al crímen, (le aquellos que padecieron
hambre en
su cuorpo y hambre en su alma, de esa infiniG.ad de
niños que por millares y millnres abnndonan
el
munùo, cuando apenas salioron :\ la luz de él, porque nl) tuvieron ni alimento bastante, ni ah'e suficiente, ni IU:l abundante,
porque il'Íun amontonados
en esos mísel'od distritos buj,) condiciones en las que
HOS ¡'ep/"Iiclws?
j
E.'Xiste una provisión acord ..ada en vi.rtud de las
leyes de la divina providencia
que Ilsegura á los
·-(fè8ampar'ãdõilTodo
Jo que eltos necesitad, q1rn-dj-to-suficiente y más que suficiente para su bvenir á todas las ne~esidades sociales. Esos pequeños infantes
que muel'en en nuestros dist.ritos más poblados por
falta du albergue y de aire pUl'O. son los herederos
desheredados
d~ una gl'an fortuna.
¿No habéis nunca considerado
el hecho significati YO de que á medida .que el progl'eso avanza, á
medida que la pol>lación cree y la civilización se
desarrolla,
la única C03a que crece más y má!" en
valol' cs la tierra? Los especull!dores de todos los
pa\se~ conocen esto perfectamente.
Donde quiera
quo existe alguna probabilidad
para èOlldensarse
allí la población; donde quiera que un ferrocllrrH
se construye ó una gl'an ciudad e::ltá llamada á acre.
centarse; donde quiel'a que alguult nueva señal de
la b')udad del Creador se deilcubre, ya sea ell una
rica mina de cal'bóll Ó de hierro, Ó en un pozo de
petrúleo ó en un depósito lle aceite mineral, allí el
3
especula ior sienta .iUS reaJes, la tierra aumenta en
valor, el cercamiento
Jo sucede, y Jas hombres se
encnentt'llla
ln [J0.3tre enOl'mementa ricos, sin ha·
uer hèCh'l de su part.e lo más mínimo para producir
€sa I'ili ue ~a.
Ahor': hien, es pOI' virtud de una ley natural
por In qlll la tierra nu/wmta CI)ngtantemente
en va·
lOf, li mel i(la qllO la pLlblación cl'eec; á medida que
las illvenl 'Olles 8e dE,sflrrollan; á medida quese de;;~ul)l'en nl dITOS 1'a,;(,ro,; do la bllndad del Creadul' en
los depõsi;os que él ba establecido
sobre la tierl'a
para nuos.ra uso común. Todo ego se traduce en
un aumenl I) d91 valor de Ir. tierra y m:da más q lIe
da la tierr::.
Este h ~cht) naturlll es lin efecto do una le.v t.amhién natl1l';1I r¡ 'Je e,,; en Al misllJo grndo llna ley del
CI'c:,;àlll' como lo os ln lll\' do !!r':I'litnciiín 1Jr1ivCI'"al.
?~Lís e l:tl l~S el fin de e~a ley'? ¿~I) se ve claramente un e ia t:.I1U pr()visi:1l\ pnrn atenrlel' á 11\"ne·
cesidf.(les f JlIilLle:;?¿Esta pl'ovi:;i,ín q\le va do annHHlto ell a lInento siguiendo la marcha progl'osiva
de lé: civiliz:.cién,
no ':IS una prueha manifiesta oe
CJl1~ e.;;tj (h"tinatla
á la sa:,isfU'~ciÚn de necesidades
púl}li(las, de (llHl es \lll hndo común pel'teneciente
al (lOlljUl1to ;ocial, lion el qlle podremos
atender al
:'Imparo de I ~s viudas y da los huérfanos, Çon el que
pndremos s'¡bv3nir á h in:;tl'ucciól1 pública, hacer
fl'ente {i tod)s !:ls ga::lt)g públicos,
y llevar á cabo
todas &(IUell~s cpsas qUi:l un estado de civilización
adelnn'tada !lICe 'fiás y más neco;;ada en la sociedad
en beneficio 1e EllS miemuros? (Grandes aplausos.)
lIllY el \ alOI' del sanlo de la ciudad de Nueva
York aumena
\ln centanar de millones pOI' año.
iQuien ha cl'md<l ese valol'¥ ¿Es acaso porque viven en ella UIIOS pocos de propietarios'?
¿No es por
el cOfitrario, sino pOl'que lu poblaci6n entera de la
ei udad se aIm :ltona sobte sus solares? ¿Por qué esta
gran ei udao. e i el centro tIel p.am bio para la mayor
pm'te del cant nente'? Caê'.a niilo que nace cada dia,
c.da persona ( ue so establece en Nueva YOI', n0 aumentan et va 1)[' de esta tiena? ¿No deben, pues,
ellos. Rer parti:;ipllntas dEl ese benefioio'? ¿Y no son
ellos despojad( '3 cllando en lugar de usar ese valor
para tal propÓt ito, ciertos indi viduos pri vilegiados
se han pennitil'o
~.propiál'selo?
~ osntros pIde ~nos tO',nar ese vasto valor pal'a
pa~al' necesidades
públic.'!:; y con él podíamos haCCI' de Coit8eiuèad ana como jamás se hubiese visto
en el mundo; UJa ciudad e.spaciosa. limpia. saludable, hermosa, llena de g)'andes pal'ques; sin casas
de vecilldad, ql3 fuese dll,~iia de sus medios de comunicación, de los rer['oca;~ri les que lleval'Ían á sus
habitantes
treinta Ô cuarenta
millas distantes del
city haU, en mel os de media hora, y que los condujesen de balde d31 mismo modo yue lo hacen los as-censores de nuaHron grand'3$ edifiicios, una ciudad
Call grandes
mlseos y bibliotecas
públicas, con
gimnasios
con (;dificios pd.llicos, sacado todo de
-ese gra.n fondo Cllmt.n que e¡; de todos y no de las
donncione;; de los ciudadanos ricos.
Con ese caudal social, nosotros podríamos proveer á Ja!>POht'Cil viudas y á los desamparados
huél'falus de lo que IHS hi(~iese falta, y 3segurar á cada
ciudadanll
de ost.a gran población
que cuand(¡ la
muol'te cerra:;él SIIS ujos, su mujer y sus hijos no
cael'Îan en ia miseria, no se degradarían
implorando la cal'idad, sin') q:le como ciudadanos
de una
comt:nida<l rlea, como coherederos
de una gran
fortuna tendrían lo suficiente pal'a subsisti:',
y nosotros har'íamos estas co¡;as no solamente
sin imponer gabelas sobre la producción,
no solamente sin poner' obstáculos al justu derecho de propiedad, sino todo lo contrario,
asegurando
al mismo tiumpo mucho mejor que lo está actualmente
ese derecho .Y abolienrlo los impuestos que gravitan
s~bl''' 1;-(pr,),'lI¡,:ci·j.1.
N.)sotrùs lit) tenemot\ que hacer sino acabar con
las cf)lltribucione"
(1110 pesan
sol11'e los productot:
de la acti vi(lad h u mana; cesal' du m nHar al hombre
que le"o'anta un edificio ó hace cualquiera
otra cosa
que so traduzca en un aumento de la riqueza colectiva; cpsar do Hgúhia¡' con impuestos fi los que importan ri(l\leZa" dol exterior ó las crean en el inte-'
rial', y refundil' todos nuestros t¡'ibutos en el que
gl'a vite sobre el valor' de la tiel'ra, en una palabra,
colectur esas enormes reatas debidas al crecimientc
de poblaciùn para provecho y beneficio de la comunidad que las ha creado. (Aplausos.)
El doctor Nultyobispo
de Meath, ha dicho en
una carLa dirigida
al clel'o y á los seglares de su
di6cesis que esta p¡'evisión del Creador, la previsión
que se manifiesta por el aumento de valor de la tierra é. medida que la población crece, le parece la
más bella de todas Jas leyes sociales; y á mí me parece que es lo que más claramente
demuestra la beneficullcia y la inteligencia
del esp íritu creador;
porque eBta provisión prueba que bajo las leyes de
la justicia y equidad,
el progre!::io tiende hacia la
igualdad de los hombres,
en vez de tendel' como
sucede hoy cada vez más á la mãs munstrl;osa
desigualdad.
El mismo buen obispo católico en esta misma
carta decía: «Así pues, la tierra de cada pais es de
la cclmún propiedad de sus pobladores,
puesto que
HU dueño real es el CreadlJr
que la ha hecho, la ha
d:1do como un don de su voluntad á ellos. La tierra
la dió El á los hijos de los hombres».
"y como cada criatura
humana es un hijo de
Dios y como todas sus Cl'iatUl'as son iguales ante El,
cualquidl'a posesión de la tierra de é;;t& ó aquél país
que excluya al humilde de su igual participación
en
esta herencia
común, no es solamente
un agravio
inferido á sus hombres, cualquiera
que sea, sería
una impía violación de la intención
benévola
del
Creador." (Grandes aplausos.)
y así continúa el obispo Nulty para mostrar
que el modo de asegurar iguales derechos
á la tierra, no es por la parcelación en partes iguales, sino
.t~1Ilnpuesto Un leo
tomando
para necesidades
públicas el valor inherente al suelo.
E,;te es tambión el método que propone esta
sociedad. ~t):lotru:s Uu aspiramos á dividir la tierra
en partes igualeg, sino dividir la renta proveniente
de la tierra; y esto es una empresa sencilla. Nosotrüs no molestm'emos á nadie en su posesión, no
pondremo"
obstáculos á los progresos de nadie ni á
las edificaciones
de ninguno. Xosotl'OS solo quere·
mas tl'asladar los impuestos
de tonas las mejoras
que se tl'aduzcan en producción
de ¡'iqueza, y ha·
cel'los gra\'itur sobre el valor del suelo, desnudo de
toda mejol'aj así que el perro dpl hortelano que posee una exten:-;ión vacante Ó impl'()ducti va hab1'á de
pag-ar III mismo que si s,)bro ella so le,'antara
Ull
adi ficio.
Del mismo modo nnsotros tr;¡taría1l1()s toda la
tiel'L'a pel'teneciente
:í la comunidaJ,
COIIIO hemos
heJho Jon esa pal'c6la, como la comlÍn f,n'tulla de
todos lo,; miembrrls
de la misma Y ¡l;;í er)iUO 91
Gran A~il() de lo" ~larin()s, por ejemp:'}, CDn la ¡'8nta dB una peq ueiHl extensión de terren'l
de X ueva ¥.)rk pucde mantener
eSíj hel'ml3;)
establecim¡entr> s,)bre la i;;ia àe Estaten, donde vi \'en con·
Lwtablemento
nn gr'an nllmero de dej')s mat'incros,
flsí nos ltroil podl'Íl'lmoH hacer de la ~indad de Xue,-a York un inlllen,i() albergne dondc bdo.; vivic;;en
con cOlludidad,
.
8: ¡nebIo (le Xlleva York puc,le lllanejat' su
fortuna del rni;;m'l modo que la maneja una c,)rpol'aci,)ll euaLluic!"1 ó cualquiet, familia ¡lt'ivada. Pa •.a
qnc entra em propiednrl
de lo qne Ci; sUYI) no es
necesal'Ï') el manejll emharazoso
de la propiedad
de su tierra. XI) se necc:;ita deeirle á hs pl'opietarios actllates, esa tielT<l no es vuestra, "ino nuestra.
Polem )" dejade;;
HUS títulos
talc,; com') nh'H'a los
tienen, Pde~n')il dejal'lm; qUI' se llamen )lt'opietarios
del Slle~tl; l,) que hemos de procurar
c;; eobral' el
valor unual pmùl1cirlil p'lr la tiel'I'a.
X,) se entienrie, con oih, et val!)r qlle hit sido
. pr,)lÙiJ)
P-)l' 'el ~Ú<)pietat'io, afIliei ~alo; de uiás
que pt',wiene de las mejoras, sino simplemente
el
valot' de la tier'l'u deSiluda, proveniente \lolltecho de
la aglomel'a',~i{¡n de habitante:>.Y que e. inherente al
suelo en virtud del cl'eaimiento de !)I)blación.
y cuando nosotl'03 tOnl')!]lOS ese vall)l', entrm~es
todo aliciente para m'l11opolii\ar la tierra ,;erá vano;
entoncei1 esos cahalleros
digní3im,)s
que
han
apropiado
la mitad del úrea de ~ueva Ylrk, dejándoIa inactiva y vacía se hallarán con que los impuestos gravitan sobt'a ellos de tal ma!1el·a. que tendrán que pedir su concurso al tr:J.bajo ó tendrán que
edificat' sohre los Rolares ó vender la tiel'l'l1,'y si no
la pudiesen vender, la tendrían que entregar
á los
que edificarían sobre ella. (Grande;; aplansos.)
y así en todo el país. Id á PAnsih-unia y al1í po·
dréio:¡ vel' grandes extensiones de'tetTenn
que contienen enormes depósitos de carbón pertenecientes
á corporaciones
é indi dcluos que 3penas han tl'aba-
se
jado para adquirir!as.
En estaf' grandes propiedades
á la mayoría de los ciudadanos americanos que trabajan en las minas no se los permite _ni aún arrendar un trozo da terreno, solo se les doja comprarIa,
Ellos no pueden, por consiguiente,
sino vivir en
casas de vecindad; y se les permite solo permanecer
en ellas á condicirín (como se les bace firmar en un
áocumento)
de que pueden ser despedidos en cierto
tiempo dándvles un plazo de cincu día!',
Las clllupaùÍas minoras "o coligaD allí para elevar arti licialtnente el precio del carbón y hacer escasas también las oportunidades
para emplearse.
Ahora bien, ¿,por qué estos minel'os que gastan
la mitad de su vida tmbajando
en las mina!', por
qué esos hombres DO habían de trabajar en medio
de las tinieblas del seno de la tierra, p:>l'a extraer e~
carbón. pat'll ellos mismos'? (Aplausos.)
¿,Qui(~n ha hecho el carbón? Solo existe una respnesta para esta pregunta.
Dios In ha hecho. iY para
quién lo hizo Dios? Cualquier niño ó cualquier simple diría qlle Dios lo ha hecho para los habitantes
de la tierra que un día habrían de poblada,
Pero las leyes de Pcnsilvania,
como las leyes de
Xueva YI)rk dicen que Dios ha hecho el carb{lIl pllr3
ésta ó a'luella cOl'poración,
para éste ó aquel individuo; y a"Í unos pocos se permiten prival' á los hombres del trabajo y hacer artificialmente
caro el
cal'h/in.
Hace unas cuantas
semanas, durante
mi viaje
por Illinois,
\ln joven penetró en el ('arrllaj~t en
una de las ci udades mineras que visitaba y entramos
peonto en conversación.
El me dijo que iva cn busca de tl'ahajo. )le informó de la condición pOl' que
atravesaban
los mineros que 1I1'enns POdÍllll vivir,
ganan(lo jornale" miserables y trabnjando
8013111ente la mitad dcl tiempo de que disponían.
Y ù le dije que habiendo gran abundancia
de
carb<')ll que ¿por qué no se empleaùan á sí mismos
extrayéndoltJ
por su cuenta? El me replicó que los
trabajadl)l'cs habían formado ulla sociedad coopel'aUva- y fUeron ã ver al duenoiiEdatïërra
ya Jnquiril' de él el precio que exigiría por abrir un pozo
de mina pal'a extraer carbón. El propietario
les pidió Î ..jOD dollars por afío, Ellos no podían satisfacer
esa suma exorbitante.
Impóngase un impuesto á la tierra por su valor
pleno y entonces
¿cuánto tiempo tardarían estos
perros del hortelano en ceder la tierra á los tl'aba.
jadoees pUl'a extraer de ella el carbón?
y cuando todos los hombres que quiet'an trabajar encuentren
medio de proporcionárselo
con
facilidad, entonces,
¿habría centenares
y millares
de hombres
sin empleo en los Estados Unidos?
(ApI3usos)
La relación de empleado y patrono es una releción de conveniencia.
No está impuesta por el orden natural, Los hombres vienen al mundo con facultad de emplearse ri sí mislUos en donde quiera
que las oportunidades
naturales
no les han sido ce·
lU 1".I)ue~toU nico
nad TS. Ningún hombre tiene del'echo por naturaleza 'Jara demandar trabajo de otro, pero cada hombre l:on'3 nil derecho natlU'al, un derecho inalienable, dl derecho ()tOl'~adl) por el Creador de deman<1al''. ~Ol·t\lllidad pal'a emplearse á sí propio. Y des·
de e\ me·mento en <¡ ue e::;te derecho
es reconocido,
desd, el momento en que los hombres que necesitan t 'abajar eneuentl'en oportunidades
para ocupar:';fl, e; Lonces habd
tanta competencia
entre los pa·
tronc s ell demanda de tl'abajo, como la hay actualment J e atre lai; tl'abajadores,
para buscar ocupa·
ción.
Los jornalel¡ ge elevarán
así al tipo verdadero
que t J corresponde,
al tipo pleno que debe ser la re·
com::ensa natlu'al de] tru,bajo.
},,,t,) he~ho, pOI' merlin de ]a cobranza de ese
fond,) Aocial á qtle hem!),.; aluoido,
In pobreza ser;í
abo]i,la yen nil til!lllpO no larg-d, llegará :í ser cunsider Ida como nosotros consideramos
ahora In es·
clnvitll,I, como ruminiscencia
de una edad sumida
en ]a~ tinieblas del errOl' y la ignol'ancia (Grandes
aplan ;os.)
\ o l'30Ue1'd(" y mejor que yo lo reeor(la1'á este
homLl'e (volviéndose á 1\11'.ReopatlE') pnesto qne éi
fué ULO tie los que presentó
las atrocidarles de la
escl:l\ itlld hnm3.na aute e] corazón y la conciencia
del ~ flrte, yo recuerdo
bi on como él lo recordará
tamlli)n y como r.ecordarán
todos ]OR homhres y
mnjel es de cierta edad que asisten á esta conferencia, clmo la propiedad
sobre la carne y]a sangre
huma ,8 fué dllfendida
como ahora se defiende la
pr,)pi"dad privada sobre la tierra; cómo las mismas
acnsa,~iones ~esaban sobre los que protestaban contra ta 3sclavitlld humana que ahora gravitan sobre
lOS que intentan Ilegal' á la abolición de la esclavitud inJustrial.
Nosotros recordamos
cón},) las dig.
nidad'ls €,clesiásticas y la opinión de los miembros
rico;, de Ill'; iglesias tildaban de disturbiadores
y de
injl1l'Ï lfiol~es de la religión á los sacerdotes y ministl'OS q1le se atl'evieron á proclamar
la verdad evangélica ,le 'lIle no pu.lo haber nunca ni ]a podrá ba·
ber ja nás, propiedad
de derech,) sobre]a carne y
la salH:re 1\llllann .. (A.plausos)
D,\ ig lai moJo, se ha dicho ahora que los hombres q Ile protestan en contra del sistema actual fJ 110
es otr: fOl'ma de esclavitud,
son horn bres que Pl'Oponen robar.
Df, eim modo el precepto di vino No ¡'ollfll',is dehen r'ldantarlo
en esta otra forma: No ill!pildi¡'ris
el
roÙei.
CL 'lnè~o nosocrod.proponemos
alcanzar nuestros
derechos,
cuando nos esfol'zamos por procurar que
les Selln <loncedidos á cada niño que viene á la
exister. cia, tal gente habla de nosotros como si fué·
ramos par¡;idarios da la confiscacitin,
nos acusa de
qne so nos unos denegadores
del derecho de propiedad
La verdad efElcti va es que nosotros
deseamos
aseglll';¡r El: justo derecho de propiedad
y que lo
qne 4ueremo~ e;; impedir el rùbo.La
esclavitud no
fué otra cosa también que un robo del peor género
que pnerie i ma.~i nal'se. Aq ne] sistema
que hacía de
prüpietl:\ll parr.ienlar los seres humanos, que permL
tía á un !t')!Jl:ll'O vender á otro, que lo autorizaba
para despoj31':o del fl'uto de su trabajo,
que legalizaba el arranr:·al' los niños de] seno de sus madréS y
que daba atl'ibuciones á los llamados amos para eazUt' como fiems á lo:; inf\3lice3 que
escapaball de su
tiranía, esa forma de ~sclavitud ha sido abolida.
Hasta esto límite ha sido llevado el precepto
No ¡'Oùlll'ás ; pero existe otra forma de esclavitud.
Nosotros estamos vendiendo
ahora grandes extensiones
de terreno
á ciertos lores y capÏ1aliôtas
ingleses que están viniendo
sin cesar aquí y eSlán
compl'llndo extelllÕiones más grandes
que ]as moyol'e;; de 111~latel'l'n ,'. [,'!anc!n. ;,~o se os ha ocurrido
nunca que e305 señores no necesitan esa tierra que
(}ompl'al1? Ellos no han de usar la tierra de América. Ellos no so pl'oponen
venir aquí y vivir entre
è10sotros; tampoco se pueden llevar ]ll tierra á su
país. NI) es PUHd, la tiel'ra ]0 ({ne ellos quieren. Lo
que ellos van buscando es la renta proveniente
del
suelo. Ellos las están nomprando,
no pQrque ellos
las vayan á dedicar á algún uso, sino porque á medida que la pJblación
crez~a, los habitantes
de
América necesitarán
esas tierras y entonces esos
propietario::! les dirán: «Podeis usar estas tierras
eon tal que nos pagueis la mitad de lo que produzcais en ella.»
Lo que nosotros, pues, estamos vendiendo á estos señores extranjeros
y á esos capitalistas
no es
realmente
la tierra; lo que nosotros
les vendemos
es el tl'abajo de ciudadanos
americanos,
es el privilegio de exigir, sin ceder nada por su parte, el
producto del trabajo de nuestros hijos. (Ap]ausos.\
Continuam(lnte
estaréi::l leyendo en los periódicos de Nueva York que el pl'ecio de ]a tierra se Vil
elevando incesantemente . .J ohn Jones ó Robert Brown se han encontrado
con 100.000 dollars de más
en el espacio de un ano, como efecto del crecimiento de] valor del suelo. ¡¡Qué significa eso? Pues ello
significa que sus propietarios
han adquirido el po_
del' de adquirir
más vestidos, más cigarros,
más
vino, más caballos, más coches, etc., que antes; es
decir, que ellos gozan de una facultad, en virtud de
su propiedad,
que les permite tomar muchos más
productos del tl'abajo humano que antes tomaban.
¿Más que han hecho para e::lo? ~ada. Ellos podrían
haber estado en Europa ó en Oriente, ó podrían haberse qnedado en su casa cómodamente.
Si ellos no
han hecho nada para adq uil'ir ese crecimiento
do
renta, ¿de donde procederá ese aumento?
La::!cosas que son producto del esfuerzo humano, alguien ha trabajado
para hacer]as.
Cuando el
hombre que no trabaja las adquiere, necesariamen-.
te los que las producen tienen que tener menos de
lo que debieran. (Aplausos.)
Este es el sistema al que la "Sociedad contra la
~I .lnJtUesto IT oleo
6
pobreza.
ha declarado)a
guerra, y os invita á que
engroséis sns filas. Esta es la más noble causa que
puede defende.' el esfuerzo humano. ¿Qué, después
de todo, exi"te en )a vida que sea comp~rable á Ulla
lucha como ésta'? Cna cosa, una solamente,
es absolutamente cierta, para todos los que llOS congregamos aquí, como para todo el ¡!énbrO humano. Esa
cosa es la muerte. ¿Qué nos aprovochará
en unos
pocos anO:i tie vida cuanto hayamos dejado sobro la
tierra? ¿No e,; pues, el mejor y más noble uso que
podamos hacer de la vida. 01 emplearlu en hacer algo para mojorar' la condición
de los que nos sucodan, combatiendo
contra la injusticia,
i1ustl'ando la
opinión
pública, haciendo en suma, todo lo que
podamos para dar al trasto con un sistema que de·
grada y amarga {Jal' igual la suerte de tantas y tantas criaturas? 'Aplauso~ )
Una larga y dUI'a pelea se presenta ante nos·
otros. Probablemente,la
mayoría do nos(ltros no veremos el triunfo Hllal de la contienda.
¿Pel'l) qué
importa? No deja ,io ser un privilegi,) el tornar intervenciÓn
en tal hecho. Nosotros podt'omos facil·
mente reconocorque
este no t'S má" que una parte de
)a gl'ande, ~e la inmensa, de la incesante lucha, en
que el bien y la justicia de cada odad han estado
empeñarl.os; y nosotros, ill tomar parte en ella, habremos hecho algo, en la medida de nuestras humil·
des facultado;;. para traer dohr'e la tierra el reino de
Dios, para hacer' la cnndici,'JIl de la vida de a(juellos
que vengan tras de nosotros, análogll á la quo cOufiam!)" prevaleeel'á en los Ciolos. (Grandes y continuados aplausos.:
La supresión de los eonsumos
El arbitrio
ae
inquilinato en Ma~ria
II
(CONCLUSl(í~)
¿Es preciso renunciar ála sustitución del i~lpuesto de consu mas'? ¿Son inc\"itables estas consecuencias de una transformación tributaria como
la que se desca'~ Resueltamente, absolutamente debe contestarse que no.
Mantener el impucsto de consumos es una
injusticia rayana en la infamia Sustituirlo por el
dc inquilinato, es una locura. Pero hay un sLlstitu·
tivo, uno tan solo que produce efectos diametralmente contrarios á los del arbitrio de inquilinato
porque sustancial y fundamentalmente es un tributo de naturaleza también contraria á la contribución urbana y á cuantos impuestos con este 6 con
el otro nombre significan tan solo gravámenes sobre actividad productora.
Este tributo es: el impuesto directo y proporcional sobre el valor del sucIo de la ciudad. Con-
siste dicho impuesto en quc cada solar, tenga ó no
edificio, comprendido en cI término de Madrid,
contribuya á las cargas del Municipio con una
cantidad proporcional á su valor en venta. Produce como efectos, los de activar la construcción,
abaratar la vivienda, aumentar los salarios. reanimar la industria y el comercio de la ciudad y abaratar los precios de las cosas con todas las repercusiones que estos efectos tienen en la salubridad,
cn la moralidad y en la cultura. Su ca:-aderística
es la de ser intransmisible recayendo y tcrminando
en el mismo propietario sobre quien se impone y
gravando el valor social, la renta económica que
se percibe en la ociosidad en vcz de gravar los
productos del trabajo y del capital. propiamente
dicho.
Veamos, ante todo, la justicia de esa imposición, porque no hay tributo admisible si no es justo, cualesquicra que sean las ventajas de otro orden. Primitivamente el suelo de la ciudad no tie·
ne valor apcnas. El valor qu~ ha tenido. el que
tiene hoyes la consecuencia de la presencia de
todos los habitantes de la ciudad y de los gastos
realizados por el Ayuntamiento para los diferentes
servicios municipales. Ese valor no es algo adscripta al suelo por el curso de los siglos, sino que
cada día se crea nuevamente y por las mismas
causas.
Si la mitad de los habitantes dc Madrid se
ausenta, el valor del suelo de Madrid decrece; si
desaparccen todos los habitantes. ese valor se extingue. Pues lo mismo ocurre con los gastos municipales. Si el Ayuntamiento sl1spende todos sus
servicios. desde el alumbrado á la seguridad, desde la organización administrativa á la urbanización, el valor de ese suelo disminuye rapidísimamerlÍe. Es pues, notaria que los gastos reali~'!.'1os .
constantemente por el Ayuntamiento son los que
también de un modo constante dan ese valor al
sllclo de Madrid como si cada día lo crearan. Cada
gasto nuevo del Ayuntam iento se transforma también en aumento de ese valor. La apertura de una
calle, el trazado de una plaza 6 de un jardin acrecienta el valor de los terrenos aledaños según ostensiblemente se ve en la elevación que experimenta el alquiler de las casas limítrofes. Los cálculos económicos de algunas empresas particulares de urbanización están fundados exclusivamente sobre ese aumento de valor.
Igual efecto se produce cada vez quc se ex·
tiende la nueva zona el alumbrado público, la alcantarilla. la línea de tranvías. ;-"¡ingúnobservador
atento puede desconocer que si las mejoras materiales de la ciudad aumentan el valor de los terre-
.:1 Ilnl»uesto U••leo
nos, bmtién lo éllllTICntan las mejoras administrativas. En un barrio peligroso é inseguro,
los terreno~ vaien poco, el alquiler es pequeño. ClIando
se extende la seguridad á ese barrio y después de
hacerl) s<:guro se le dota de escuelas, de mercado,
de bibliotecas populares, de toda otra ventaja de
orden ad,ninistféltivo ó de orden material, los terrenos aumentan
de valor. Y se produce la siguient~ iniquidaè: todas esas mejoras materiales y
admin'strativas
s,~ realizan con dinero que el municipio extrae mediante el tributo, cercenando los
productos de los trabajadores
y capitalistas dedicados ã h producciÓn; y todo el beneficio y el rendimiento de esas mejoras pára en poder de los propietarios de los terrenos. que, en cuanto :'i propietarios, nada haccl para recibir tal ventaja y aún
la COSt chan estailllo perpetuamente
ausentes de
Madrid. La correcci:':ln de semejante í njusticia consiste e 1 que los ,:lUmentos de valor del terreno se
dediqu,:n á. sufragar los gastos con que el Ayuntamiento prcduce f:SOS aumentos,
dejando exentos
de carp, d trabajo y al capital, tanto porque no
son ell(ls quienes reciben directamente el beneficio
cuanto por 10 que importa al bien social no deprimirIas li desalentarias.
El procedimiento
rudimentario
para obtener
esa jusl icia consis:c en recoger del duei10 del terrenú cuant0 signifi~a aumento de valor ell este.
Pero ta procedimiento.
dificil y sobre todo irregular y, p lr tanto i¡;.apropiado para fundar sobre él
los cálmlos ordinarios de la Hacienda local, es
sustitui'¡o
Jar estt: otro: impuesto proporcional al
valor. Todos los alimentos qlle el terreno recibe
se acuI1ulan formando el valor de este; pero el
valor d( un terreno 110 es nada en sí, es una ficción cce Ilómica representativa
del poder que atribuye al¡)ropietario
para obtener una renta por el
uso de ~u terreno.
El ;,npuesto proporcional al valor es una coparticipación
del Municipio 6 del Estado en esa
renta ql ~ el propietario
obtiene ó pucde obtener
la coparticipación
tanto más justa cuanto ljue 110
:la sido el Jropietario, sino la colectividad la que
ha contribllido á forzar ese poder de obtención de
renta. R :scatan. pues, de tal modo el Estado ó el
Municipo parte, nada más que parte, de lo que
ellos hall creado. El impuesto no solo es justo sino
que de t aber injusticia consistiria esta en permitir
que todavía siga el propietario
percibiendo la ma·
yor part.: de esa reJta actual ó potencial. Esta segunda fe rma de obtención, ticne la ventaja de que
da norm1lidad á la~; previsiones de presupuestos y
de que e ude la reclamación que el propietario haœ para a devolución de los aumentos pagados
cuando el terreno desciende en valor, porque sienc.o el impuesto proporcional á este, sigue de cerca
y equitativamcnte
sus alzas y bajas posibles.
En cuanto {¡ sus condiciones
técnicas como
impuesto, es el único que se ajusta exactamente ã
las cinco condiciones
que la ciencia económica
exige á los tributos para ser perfectos: Primero:
que dificulte lo menos posible la producción
de la
riqueza; esta regla es exactamente
cumplida porque no solo no la dificulta sino que la estimula; en
efecto, el estímulo para la producción
de la riqueza es que el productor de ella obtenga la mayor
parte posible del fruto de su capital; el fruto se
distribuye en: remuneración
del trabajo, inteiectual
ó material; remuneración
ó beneficio del capital y
renta, los tributos actuales SOil una merma de la
pute dcl producto atribuida al capital y al trabajo,
y por consiguiente,
disminuyen
su estímulo; el
impuesto sobre el suelo recae sobre la renta, es
lira disminucicín en ]a parte atribuida á este factal' pasivo de la producción y. por tanto. no solo
no disminuye el èstímulo del trabajo y del capital
sino que, permitiendo
dejar á estos libres de carga, acrecienta ese estímulo aparte de darles mayores facilidades
para producir, porque contraria y
dificulta el monopolio de los agentes naturales,
monopolio que sustrayendo
á la circulaCl6n parte :le esos agentes, acrcce artificialmente
la renta.
Segundo: que sea susceptible de la más barata recaudación. El impuesto sobre el suelo de la
ciudad, no requiere ninguno de los grandes apara·
tos administrativos
que encarecen la recaudación
de los impuestos indirectos, porque todo su artificio estriba en la valoración y en la expcdiLi6n de
¡OS oportunos recibos; no hay tributo cuya percepció:1 pUçda ser m is segura y m1s econ6mica,
y
por tanto, cs un impuesto por el cual no se tom,.
del haber colectivo cantidad mayor de la requerida
para los gastos municipales.
Tercero: que recaiga sobre el contribuyente
que lo ha de pagar definitivamente,
para evitar de
este modo las injusticias y los aumentos que la
traslación produce. El impuesto sobre el suelo de
la ciudad, no puede trasladarse: ha de pagaria el
propietario. Porq:Je de dos maneras
se elude un
impucsto; ó aumentando el precio de la base contribJtiva Ó 5ustrayéndola á la contribución.
El propietario tendería á aumentar
el preci0
del sajar. Pero, gravitando el tríbuto lo mismo sobre el utilizado que sobre el vacante, la concurrencia del solar vacante impediría que el dueño
del solar utilizado transmitiera ese tributo á la ren·
ta de las casas; y á medida que fuera más fácil, en
el caso de que pudiera realizarse, la traslación de
El Im.tuesto (Jni~o
ese tributo del solar utilizado á quienes lo utilizan
los consumidores, sería más
fuerte también la competencia de los solares vacantes para eludir ellos su carga y èsta competencia, haciéndose más activa y más fuerte, contrarrestaría toda facilidad para la transmisión.
Hoy, el dueño de un solar sobre el que se ]evanta un edificio. puede transmitir á los inquilinos
todo aumento cn el precio de este, merced á la facultad que el propietario tiene, precisamente por
]a ausencia de este impuesto sobre el suelo, de
sustraer á la circulación parte de los solares de la
ciudad, produciéndose una necesidad artificial que
se convierte en carestia y que 110 cesa hasta que el
propietario obtiene por el sudo la renta que reclama.
El impuesto sobre el vaJor de] suelo suprime
esa facultad. devuelve á la circulación ¡!)s solares
retenidos, aUlllenta en el mercad!) la oferta de solares; ~',por tanto,en vez de traducirse el gravamen
en aumento de precio y, por tanto, de alquileres,
~c traducc en una oferta de solares y b:lja del precio de estos,
La baja en et precio del solar significa una
disminución cn el capital complexivo que ha Je
dedicarse {¡ ulla cOllstruCJióll y como el alquiler no
es más que el interés proporcion¡d debido á la totalidad de ese capital, la disminución de éste entrafIa la disminución del alquiler. Es decir: que el impuesto sobre el solar, edificado ó no. producc en
el precio de las \'Ï\'iendas los efectos diametralmente opuestos a los de la contribuci¡'II1 urbana y á los
del arbitrio de inquilinato: estos las encarecen;
aquel las abarata; constituye la Única solucir'ln dcl
problema de ]a vivienda y al mismo tiempo del de
]a higiene, porque cuando se ab<!rata la vivienda.
_~_L.inquilino_ª<iquiere @.Qosibilidad de Ulla mcjora
de habitación.
Cuarto: que sea cierto, seguro en sus rendimientos. Ningullo hay que pueda avclltajarle en
esta condicil)Il, porque no hay base impositiva más
segura y más fija que el suelo de la ciudad. Este es
el único que no puede sustraerse por el fraude,
que no puede desaparecer por un desequilibrio
económico, que no puede aniquilarse por Ull siniestro; el único susceptible en cada momento de
una comprobación exacta y de una fiscalizaci6n
no \'ejatoria para el productor.
Quillto: que sea equitativo. Siendo el valor de
los terrenos el resultado de los beneficias que estos terrenos reciben de la colectividad, y siendo el
tributo proporcional á ese valor, claro está que la
colectividad toma en cada caso y de cada terreno
una parte igllaI y exactamente proporcional á los
y son en definitiva
beneficios que el propietario ha recibido de ]a colectividad. Por consiguiente, el beneficio y la carga se corresponde en todos los casos y con respecto á todos los contribuyentes de un modo igual y
jllsto.
A estas ventajas fundamentales puede añadirse la rapidez en la organización, porque, hecho el
plano parcelaria de la ciudad, no requiere otro trámite que la valoración, practicable en término brevísimo, mediante la declaración jurada del propietario y disfrutando la administración pública de
un plazo casi indefinido para rectificar esas valoraciones. Un mes basta en Madrid para montar
todo el apara to de ese i IIIpuesto, consistente en un
simple registro de parcelas donde figure el nombre
del propietario 6 responsa ble financicramente y la
valoraci6n jurada. Y nada más. Para estimular á
los propietarios á la veracidad. pued0n seguirse
dos procedimientos que simplifican extraordinaria·
mente toda fiscalizaci6n. Lino el de Berlín que
autoriza para expropiar por el vaJor declarado por
el propietario; otro el utilizado por Lloyd George
en Inglaterra, consistente en acompañar al propuesto directo y proporcional a] v,lior del suelo
una participación de los aumentos de valor com·
putable cada cinco años y por el quintupla de ese
impuesto, con lo cual la administración fiscaliza la
veracidad de las declaraci ones ó bien en cada
transmisi6n de dominio 6 bien en cada valoracinn
quincenal, resarciéndose autol11áticdmente de toda
declaración falsa hecha en su daño.
y debe adiciollarse como otra de SllS ventajas
la de qlle siendo proporciona] en su aplicación,
con lo cual se evita el arbitrio legislativo, resulta
progresivo soéialmente y en razón inversa de ]as
necesidades, cosa contraria á 10 que hoy ocurre
_cQnJ.ª contrib.uçión urbana y con el. .arbitrio sobIe..el inquilinato. La raz6n es la siguiente:
Es un hecho estadística mente demostrado y
objeto de minuciosas investigaciones científicas sobre todo ell los Estados Unidos, especialmente en
los de New-York y Michigan, que en el valor de
una casa de alto precio y en el de una casa destinada á viviendas pobres entran en diferente proporciÔn las sumas representadas por el suelo y por
el edificio. En las casas ricas, el suelo vale proporcionalmente más; en las casas pobres e] suelo va]e menos proporcionalmente al edificio. Cuando el
tributo grava conjuntamente la renta del suelo y
del edificio, como ocurre en la contribución urbana )' en el arbitrio sobre el inquilinato, por lo me·
nos hay entrc el pobre y el rico igualdad propor·
cional de tributaci6n; más cuando grava tan solo
la renta del suelo, la parte gravada al pobre es
.~I
Impuesto Unico
menor proporcionalmente que la gravada al rico;
y, aún siendo el impuesto proporcional, resulta
gradualmente progresivo, conforme á la mayor riqueza (e la habitaci6n. Esto es: financieramente,
es proporcional; s,)cialmente, sigue una justa progresi6r,
Nada es menester consignar expresamente
despuéE de lo dicho sobre los efectos sociales de
ese imp lesta; ni sohre su efecto en los precios de
las cosa3, puesto que disminuyendo la carga del
productor y no s:'endo transmisible, no recarga
esos pre:ios y, abaratando la vivienda y facilitando el tra)ajo, aum<;:nla la cuantía del consumo to·
tal con lo que disminuye el tanto por ciento de
gastos generales y contribuye á abaratar las ea·
sas. Deb\~ ta:1 solo examinarse su rendimiento posible.
Con~;tituye la superficie total del término de
Madrid, ,in la Casa. de Campo, según datos de la
Dirección de Vías p,íblicas municipales, entre interior, ensa:lche y eXl;-;¡rraùio, 53.035.006'75 metros
cuadrado~. Debe deducirse la superficie ocupada
por vías, paseos, Retiro, parque del Oeste, MoneJoa, Asile de Santa Cristina, estaciones, ladera de
Rosales. (:ampo del Moro, Virgen del Puerto,
Cuesta de la 'lega, Kibera del Manzanares, dehesas, necrórolis, pradera de San Isidro y otros, apro·
ximadame lÍe 24.465 100'40 metros cuadrados Es
decir que la superfide edificada y edificable del
término de Madrid asciende â 28.;) 71. CJ06' .~.) metros
cuadrados.
Los datos adquiridos en distintas ZOl~asde Madrid para blsc;lr un valor medio arrojan el de 50
pesetas pOI m~tro cuadrado AÚn deducidas lO
pesetas ó s::a el 20 pür 100 de la cantidad global
como l11arg'~llci e errar, quedan 40 pesetas por metro cuadrado, l nas .3 pesetas el pie, que tomando
. por base del cálculo 2~ millones de metros cuadra·
dos en núml~ro~ redondos, dan lin valor total á la
superficie de Madrid d,~ 1.120 millones de pesetas.
Reducido el tribdo sobre el suelo al medio
por 100 que aUlorin la ley de abolición de consllmas para los solares vacantes daría. por consiguiente, un rendímien::o de 5 millones y medio,
aparte de los demás beneficios obtenibles. Mantenida la cifré señalada en la ley de reforma de la
contribuCÎ6n territorial de 29 de Diciembre último,
Jey que pront:> fcé derogada en ese extremo por la
de Consumo:;, d.Hia UI1)S 10 millones de pesetas
porque el tipo que aquella ley señalaba, era el 1
por 100. ¿Sal e:(cesivo3 estas tributos? No !lay
que recordar bs que rige:n en Australia, en Canadá,
en Nueva Zeland;!, en algunas localidades de los
Estados Unidos, ahora en Inglaterra. No es nece·
9
sario señalar que como factor esencialísimo de la
Hacienda local rige exclusivamente en Vancouver
en que desde 1906 se ha ido desgravando el edificio para que en 1910 pesara la carga sobre el suelo
al tipo del 2 por 100 de su valor.
Bastará recordar que ese tributo, en cualquiera
de las tres distintas formas en que pueda cobrarse,
es factor del erario comunal en más de JOO municipios alemanes que sobre él han cimentado su hacieilda, municipios tan importantes como Francfort,
Colon ia, Dusseldorf, Maguncia, Estrasburgo. En
Berlín los solares edificados pagan el medio por
100; los vacantes el 1 por 100; en Breslau, la misma cllota; en Essen el 1 por 100, los vacantes,
mientras su precio no ex cede de 3.000 marcos el
tlrea y el 2 por 100 si traspasan ese precio.
Alemania ha llevado el sistema á sus colonias
yen Kiau-cha:'l, los solares pagan 2 por 100 por
traslaci6n de dominio, 33 y tercio por 100 del au·
mento del valor más el 6 por 100 de su valor anual·
mente, sicnùo este valor revisable cada trienio. Y
el desarrollo ùe là ciudaù ha sido sorprendente.
'N'\M
He aquí lo qne es sURtancialmente el problema n~ In sustitución de Jas consumo~: un problema ir'reHolllhlo dentro de los actuales principios do tl'ibutaei6n, en ellYos límites se ha querido sol ucionar por temür á los propietarios del
slwlo, lin \ll'oblGtna de solución flicit y ventajosa
cnando ne Yel'as se trnta de aliviaJ' las car·g-as del
trabajo y del capital I)l'oductivo, para hacerlas
eal~r s"bl'e lus l'entas de! monopolio y de la ociosirlad. hwo esto requiere admitir resueltamente
los nuevos principios económicos y tributarios,
Hobra ,os clIa/es la~ naciones progresivas, Inglatena y SUg colonias principalmente,
van asenT.ando la Hacienda de la democracia, que es la
Hacienda
del pOl'nmir .
IItfldtuup,'O
NUESTRAS
it "f/f'U'f~
TEORIAS
Tradiciones españolas
'fade, el qno haya estudiado
la Historia
verá confirma~o el :1<;el·tn de Henry George de que la propiedad de
1m; elementos naturale:! ha sido siempre comunal y solamente se debe su transformación
en privada, al egoísmo
de pervcl'tiria;; ni vi1izllcÎones ap: .yado por la fUI'l'zu. L'l
pcrcepr,i,Îll Je que la propiedad
de los elementos
nuturale>\ debe Sl~r cO!llÚn, cs n:¡tural :lI hombre.
Sahid,) <.'sqne cn E,;;paña cI I'~gimcn de la propiet1:\d
privaria dt~ !:\ tinrn fné introducilio p'n··los romanos. Sa.
bido cs tnlllbiél\ que d(>srl·~entllnceH hasta lluestNs
días
10>\alzaluh,nt')<; :,' la reheliÙn c:mtra l:ll régimcn, h:lll sida
HUIllO!':);·');;
y sangrientos.
10
:t~1Impuesto U••ico
A través de todas las vicisitudes porque nuestra na·
ción ha pa:>ado, aún conserva vesti¡.{ios del régimen natural de propiedad comunal. Las minas pertenecen dI Estado, quien las concede á los explotadores
sub-conditione.
En muchos Ayuntamientos
todavía quedan bielles de
propios cuya renta constituye su prindpal
ingreso; aún
existen dehesas boyates donde todos los vecinos tienen
derecho de llevar á pastar á sus ganados sin pago de r~nta alguna; aún quedan muchos eJidos donde se puede tri·
llar la miés libremente y todavía existen butdíos que se
dilStribuyen periódicamente entre lo;! lahriegos.
Es verdad que nI paso que vam,)s no quedarán ni
rastros de estos vestigios pues desde 1-;1'\·" en que el funesto Camacho empe7.ó á dictar leyes para enagenar las dehesas bnyale.'l hasta l 'l\JI en que se di~,tó un último plazo
para que In:> Ayuntamient0s
enagenas¡,n los bienes de
pl"Opim;, ha quedado sentada una jurisprudencia
que logrará dar fln de los bienes comunaleR. El parlamento permane(~e fiel á SUR tradiciones de cuna sin dar sci'lales de
arrepentimiento
ni de enmienda.
y sin emhargo, nuestros filósofos y economistas,
lIuestras mayores glorias naeionalen, siempre subordinaron la propiedad del ¡meIo al interés general y siempre
prcdicarou y en su;; escl'itos pued!' ver~e que llaman al
disfrute del Huelo :i todos los hombres, COllll) que la adopdún <ici lmlJl/esto
('nico
no será ni lilás ni menos que
volvt.lr Ú las tradieionel:l del antiguo régimen del que han
apartll!lo cada vez tn¡is á los hombres su perversión y su
ignorancia,
.Joaquín Costa, en su libro El Colectit'is1/!.:J (([j1"(trio
resume perfectamente
en cuatro grupos las ten<iezwias de
la e¡"euela ccomílllica española para el tratamiento
ùe la
tierra agrícola COlllOpropiedad común:
1.° Disfrute mancomunado
de pastos por todo el vecinJ.ario y sorteo periódico de las tierras de labor (predicado pOl' Peelro ne Valencia, Caxa ne Lentela, Floridablanca, Juan A. Ponce, p, Quintero),
zoo Constitución de Suertes permanentes y fijas para
todos los eultivudores,
cedidas á cen,;/) cnfltéutico ó en
arrcndamiento
quasi-enfitéutico,
y según Ins más, con carácter de inalitmablcs, indivisibles,
inacumulables
y libres de toda responsabilidad
por deudas (Deza, Ola vil le,
Aranda, Campornane,;, Cicilia, Calatrava. Franco Salazar,
etcétera y Florez Estrada respecte) de los bienes nacic>nalcs
en
\836). -
3,° Acensualniento
forzoso de las tierras privadas, ó
alTendamiento Obligatorio de ellas cou car-deter de perpetuidad T1J¡,diantelos privilegios de po!;esión y tasa, pagando el colono ó enfiteuta una renta ó pensión al llamado
todavía úlleilo y á sus s\wesot'"s (Ola vide, Can:pomanes,
Sáenz de Pedroso, COITp.gidor de Badajtlz, ,Jnnta general
el•. COIncrdo, I ntendentes de Cllr<loba y Granada, Cicilia
Coello, Pérez Rico, Vaniel Sanzo etc).
-l," Arrendamiento
por el Estado de las tierras públiCilS en la haja de labor del :\\10 (Pérez Quintero) y de las
de dominio privado previamente nacionalizadas mediante
compra (Romero del Alamo, Florez Estrada desde 1839,)
Se ve pue;;, que desde .Juan Luís Vives en 15~(), hasta
Alvaro Florer. Estrada en 18:~9, todos nuestros filósofos y
economistas seilalaban con unanimidad
la verdadera causa del malestar social y ele la miseria y el vicio. Como
hayan podido caer en un olvido tan prnfundo estas enseñanzas y cómo nos hemos ido alejando cada vez máR de sus
tendencias es cosa difícil de explicarse á no ser por las admirables palabras de Henry George en su libro Progreso
y ¡lIiseria, (libro X capítulo 5.°): ••Fué la energía de ¡;U antigua libertad la que en el momento en que alcanzó unidad hizo de España el poder más grande del mundo solo
para caer en lo más pr')[Ulldo de la debilidad cuando la
tiranía sucedió á la Iibpl"lad .•
Claro está que las ['eformas preconizadas por los ('Itatro grupos citados, unas, como la naeionalización de la
tierra mediante compra por el Estado, son de imposible
realización y las otra~ 81n mero,; rnliativos que no resuelven el problema. X,) hanían dado nuestros filósofos y
economistas eon la solue¡Ún; pero sí con la causa du la
miseria y malestar social. El mismo Joaquín Costa al ex.
tractaI' las doctrinas de Henry George en su citada obra
ColedillislllO
rtf/rario
no se dió cuenta de la colosal importancia de la doctrina que tenía entre manos y cayó en
el errnr d'l (~l"eer que su autor y sus discípulos soIn lo
aplicaban al terreno ag t'Íco}a. El mismo título de la obra
y el mezclar las teorías de Colins, Flórez Estrada, Gossen,
Stuart Mill, Henry George, Wallace, Walras y Flúr¡whcilll
como pertenecientes al mismo sistema, el no citar para nada á los fisiócratas fance3es y otros detalles que el silly/et/n:er descubre en seguida, muestran la confnsión que
reinaba en las ideas dcl compilador
respecto á lo que es
colectivismo, JUlcionnli.:rtdón Iff: la, tierra é lmlmesto
l'nico.
Toda esta, confusión y el no haber dado lOR filósofos
y economistas españoles eon la verdadera solución, aunt¡ ue á ella se acercó 111 ueho Flórez Estrada, provielle de
que siempre se ha considerado
la tierra por unos y otros
desde el punto de vista agrícola y toda la obra de Costa
no la trata en otro sf'ntido.
A este fin dice Henry George en su monumental tratado d.a Ciencia de la Ecnnomía política. q Ile la causa
de que la propaganda del I IItP/(p.sto l!nico en(ment!'e tanta resistencia es debida á \jue en todas parte'! se trata de
la tierra COIllO del uso ag-rícola y los que se oponen á la
propaganda propagan la falacia de que los únicos interesados en la cuestión de la tierra son los agl'icult()l'cs )' de
que concentrar los impuestos en la tierra no significa lllás
que aumentar el impuesto de las propiedades rurales.
Ahora bien cualquiera que se tomo la molestia de leer
la lista de los valores del suelo en las grandes dudades
que aparece á la cabeza de este número verá que el valor
de todas las propiedades
rurales de uua nación reunidas
"""iu"jguiiimlnte comparaùo cun-eld6 llll8 ôittè88ilEJ.
En las ciudades, es donde la tierra toma más .•..
alor y
allí es donde está el ven'~ro de donde principalmPllte hall
de salir las rentas públicas.
Por eso, con muy buen sentido, es en las ciudades
donde ha empezado la reforma tributaria
en Ale 1ll:lUia,
Inglaterra y El Canad:í.
¡Lástima grande que Jnaquín Costa no se dit'ra euenta de la import~mcia del I 1It11//esto t'nicol Si en voz dI' dedicarse 9. fundar la Uniiin Nacional con su marai'la de pro_
gralllas y reformas ímposibles de acometer á la .•..
('z ~. que
solo sirvió de escabel para que unos cuantos jl[)lítkos
alcanzasen altos puestos hubiera concentrado su talento y
energías en nuestra propll~anda, (,Quién sabe hasta dónde
la hubiera llevado? Otra sería nuestra situación ,'II estos
momentos.
Breve reseña biográfica
de los autores citados
Juan
Luís
'del descubrimiento
Vi¡Jes.--Nació en Valencia en ) ·I\I~, a110
de ,América y de la conquista de GtOa-
El .Inpuesto (Juico
nada. Estu(lió yensefiÚ en Pal'Ís yen Lovaina, Fué preceptor dur mte algÚn l;iemp:> de la princesa María hija de
Enrique VIn de Inglaterra,
Tomó ~stado y residió una gran parte de su vida en
Rru).!ghe (llruj;ls) ciudad de Flandes,
ahora belga, tenida
por él en c >nCE'pto de segunda patria.
En 152) cuando llevaba l4 ailas de residencia en Brujas, imprill ió HU farnmlo libro, ])e subventione Paupernm sivl!'¡~ Hlfmanis ne(:(!situt-ibus
en el que expuso su
'listt'ma soe al.
~l udó e tl 1~-lOde3put:>. de escri bir numerosas obras y
haber alcamado g¡'an fama como fl1(¡sofo.
.JUfl'/
.'e J[arialw.-Nació
en Talavera
en 1536.
Estudió en Alrlalá de Henares.
Fué gran historiador y
·economista,
"rolesó en la Compai'Ha do Jesús. Enseñó en
la Universidad
de París .Y pasl) los últimos
cincuenta
años de su I.¡rga y provechosa
vida, en la ciudad de Toledo, e.õcribiEndo numerüsas
obras de historia,
de economía. de polnea,
de teología y de tIlosofía,
Falleció en
I(;:!;~á Ins ~l d\m; de edad.
Er: su où -a: J)f~ Rege et Regis institutione
que publicó en 1599 ?stá \1 expueHtas sus teorías sociales.
Pe Ira de J'(u'encia.--NaeiÚ
en Córdoba en 1554. Escl'ibió numer( sas :>bras. El Rey Fclipe III le llamó á 1\'ladrid n:1l1lbrán'lole su nroni!4ta, el cual.:argo
desempeilaba
cuanllo falleci i en 1\;20 á los nô afios tie edad.
JUfJllel C.ïXfl de /_en~el'l. -, AutOl' del libro: Restaurc.t!:Î,j¡¿ r/r 1ft C,,'}(!lHÚtn¡)n dp. Esp(lÍi(~ edita do en Nápoles
en lIi:l: y del cual ,e han hell10 dos ediciones en Madrid,
en 1"723 y 173:!
}lorirlrfÚlr'll'·f,~.-Nació
en :llurcia en li28, murió en
1~08. Fué mucllOS aflos ministro
de Carlos III y su embajada!' en ROl ia, fué lll')d~l() de estadistas y constituye
.Illa tic las más pu!'as glorir,s de España.
Sn Iliù, sinud •• fiscal dol Consejo, emitió dictámen
en su célebre R-:.~pllesta /is~(tl en el expediente
sobre la
crisi;; agrícola àll EHtremadura,
}',.,/ro
RoddY/lez
CW,lpollwl¿e8.-(172:1-1802.)
Deselllp~Üó import¡1.tísimos
cal'gas públieos.
Fué abogado y
Académico de la Historia,
A.sesor de CorreoR, Fiscal del
Consejo de Ca~,iIla y Últimamente
Consejero.
Escrillió
numerosas
obra:; y :lÏempre defendió las más sanas teoríaR.
F rll/lf'ism
lV'6/'tinn;; Jlft1'infl
-Fné canónigo de San
Isidro é individuo dll la Real Academia de la Historia.
Ell 1813 pub icô su ohra: Teoría rip. [(~8 Cortes en la
que r.laramente
{Xpl'3Ra que la miseria y el malestar social {ll'.wienen <l) la injusta distrilluciÚn
de la riqueza.
Prop\l~o ;Í las C( ;'tes los siguientes
remedios: 1.0 Poner
en ~ultivo todas !:ts titlrras q u,~ no lo estuvieran
arrendúndolas ri Estado ~in ('Ompens:lciún á Ius duei\os, :!.O Prohibieit,n terminan te de 13)Seel' grandes extensiones de terreno t¡ latifundio,
por UI1 solo dueño.
Fué el oráeul ; y guía de la l'evolución
espaíiola. Su
citada ,¡bm se reil :primió en ] H20,
.~ll){lro Flóre.: f';si'ra;/ft.--Nació
cn Asturias. Se hizo
un ccnnnm ista de rran fama mm'ced á su libro Cursu dd
EeuII·nl/fl/.
poUlie" que puhlicó en i8~8 y del que existen
siete ediciones espa'iolLs impre,3uR, en Londres la primera
(ln Parí!i la segund.\ el' I ~:{1 y las cinco restantes en l\Ia~
dl'id àllsde IK3j fi pn:!. Fué traducido al f('l.IUcés por L.
Ga!ibert en 183:l.
En IH30 puhlïc.\ un folleto con el título La Cl/fistión
.~odfLl que quedó
ínct.rporadc·
al Cm'so de Economi«
po/í.tÙ"~ desde la e lició;l de \84-),
tI
En ambas obras desarrolla una teoría análoga á la de
Hem'y George Robre la propiedad
territorial
y llega á la
misma consecuencia
ó sea que esta propiedad debe ser
comÚn; pero como antes decimos siempre trataba la tierra
d.esde el punto de vista agrícola. El problema
de la renta
aunque le preocupaba
no llegó á dominaria,
le asaltaron
duda!; y retrocedió sin llevarlo á cabo.
Por eRto se decidió por la nacionalización
de la tierra
(siempre
en sentido agrícola) y algunas reflexiones
que
había estampado acerca de los terratenientes
y la renta en
la cuarta edici,in de su cita,ia obra, desaparecou, suprimidas, en las posteriores ediciones .
En 1~:~6 desarrolló
cn el periódico
El Espa/lol, un
plan económico
conforme el cual, el Estado asumiría la
propiedad de los bienes nacionales
cediéndolos á los colonos en censl) enfitéutico, Este plan fué sometido á las Cortes no logrando
en su favor más que una quincena de
votos.
El fracas\> de este proyecto le afectó de tan cruel ma11el'a que le hizo retirarse
de la política y á su retiro de
Grado, le siguió amarg-ándole sus días hasta el Último instante la memoria de su den'ota que consideró
como una
gran desgracia para la nación espai'lola.
En su folleto f.a Cuestión soei«1 compara
aquella
ley hebráica que prohibía la venta perpetua de las heredades, declarando
que la tierra no puede ser propiedad
del
hombre
y qne este es un mero colono é instituyendo
el
jubileo (Ierra I//(0'llte nOli vendetllr
'in perpetuar, quirt
1/ter.t e.~tet 110S ad /'e/tl.u' et coloni rnei estis) (Levítico cap.
XXV, 23) cou la ley espanola de 1\l de .Febrero de 1836
que disp.)nía la venta de los bienes nacionale.c;: aquella
(decía) declaró inalionables los dones de la Naturaleza para que todos los asociados pudieran
con su trabajo obtener de elIoJs lo l)!'eciso fi su subsiBtencia,
mientras que esta acuen!a su veota con el fin disolvente de hacerlos propiedad ex<liusiva de una dase ociosa; aquella hace imposiùle la mendicidad,
esta la h'lce inevitable;
la primera
cierra la puerta á la ociosidad y al crimen, la segunda se
la abre y aún l1l;ís bien lORfomenta,
En lS;11 fué elegido Correspondiente
de la Academia
france~a de Ciencias ~Iorales y políticas en Rustitucióll
de Federico llaRtiat. Apesar de su rp.nomurada fama, sería
en Espal1a :Jompldamente
dosconocidu á no haber resucitado su me Iloria y sus obras Joaquín
Costa á quien tam_
biéu debemos In admirable recopilación
de las leyes ospaJ10las t¡ue sancionaron
en bU tiempo el principio
natural
de la propiedad común de la tierra.
NOTAsrCOMENTA~IOS
El parto
Ô~
los nlont~s
MÛR(le dos meses se ha mantenido
cuidadosamente
p.1secreto de los nuevos preRupuestos
generales de la nación para 1\)13. La eircunstancia
de haber sido el Ministro
de Haciencia el presirleute de In Comisión que estudió el
modo de sustitui!' los Consumos y (~lautor de la correspondi(mto l\IClllorin Cil la que sp citall las reformas fiscales alemanas fi inglesa~ y el habo!' ali t'mado varias veces
el Sr. Canalej<ls en sus conversacÎtmes
con los periodistas
que e;;t:\\)'l dispuesto :i realizal' cn nuestl\) país reÏormas
an:llol{:\s ;lIas que realIza Lloyd George en Inglaterra,
hi<:ieron t:re¡ll' á h opinión p~lblica 'lue, en efecto, en estos
presupucstos se inic.iarian <lièhas refornas.
Cual DO habr:í sid,) !l1JP:;lro aso!llbro al ver Ijue, lejos
de reformar
en e8tp s!:utido, se reforma al estill) (jel fun'~'"'to Villaverde, !lasta el puuto de qU(' parece que no pal'au ai'ios por nosotros. Se rècarga el impuesto sobre el
alumbrado y se refuerza el impuesto sobre la sal. Hc aqui
las dos únicas reformas qne contiene el presupuesto.
¿Y para esto tan misterioso secreto que no parecía
sino que se estaba elaborando cuidaùoS3111cnte una ùelicaria reforma? r,Y para ('sto ha entrado en el Gobierno el
lIlayor prl~8tigio ¡¡nanci"ro del partido? KI) Ii) entendemos.
Se esc.uda el :Ministro dkiendo que nuestras costumlIres no consienten tal ¡¡nllje de reformas y que en dos
!Ileses apenas hay ti¡>mpo para nada,
CI-Ce1ll0Sque estas (:uestinncs que tanto afectan á la
vio a de la Naeiún n'l lnwden tratal-se así.· ¡;i no pueden
h,lcprse en dos llle~('s empléense cnatm ú die", lÍ los (lue
ha¡!an falta y en cuanto tÍ que llnestrlls eostumbres
!la
consientan t31es refllrmas lladie ha cntp.lltli<l() In que ha
lJUf'rido decir (:on pso pl :\linistro de Hacie!llla,
Xo es propie) de grandes prestigios, e"pprar;í que la
opilli<'in públÏ<>a re('hllllP ('CJIlenergía una reforUla. Elonri" dû lo;; prestigios (...;acldantal'Si\ :í la vor. (~Iamorosa de
la opinión. Ciert:lIIlCllte que cuando la "pilli"ll! públiea lo
l'l'dame l'on urgPlll:ia y enel-~ia, cualquier'a que spa la
pPrs,malidad ll\W esté (,li el G,)bierllO, aÍln la JIl'ís insignificante ¡.qué remedio tE'ndrn sino acatarIa y cumplir!ll?
Pero aquí lo entendemos· de lltro lJlod~), Justo es decir tamuién qlw "i pl Parlamento
aprueba estos presupuestos sin enrnien<la, le alcanza la responsabilidad
en
mayor grado y cn Último término toda la culpa recae so1>rl'la lllwión que elige tales parlamento"
de ignorancia
cconcími{'.a vcrdadel':lmeute escandalosa.
El Ministro Oe ttacienõa
se ô~clara parliOario 02 los impuestos inOirectos
En el prpÁítubulo de las reformas que contiene el pr~
!mpucsto recientemente presentado al l'al'Janll'nto declara
el )Iinistro de I-laeienda Jo siguionte:
<Suprimido pl impuesto de Consumos por la Ley de
l'¿ de Junio de I ~lll quedará en I ma implantada
esa reforllla en casi todas las capitale:> de provincia y en la!; poblal'¡onl's asim;Jao:\8; Y('.()1IIO no ""eYÍrL l¡(I."i!J/J:.".1Ù:r1J.Z.Ollfl-.
hie satisfacer
las nece¡:;idarles del Estado (~()n los rendimientos de las contribuciones
directas exclusivamente,
forzoso es reconstituir :v vigOl'i"ar los tributo¡; indirectos,Apurado se vería el Hr. )linistro :si se viera obligado
á <lelllllstrar que ua es II,siuie ni 1"(IZO/l(/I)lf' ~atisfacer las
nCl'csidades del Estado I'OIl lcH rel1dilllientlls de las COIllrill1lcil'lll'S rli"ectns,
Ilncf'l" esta allrlllación es f:íeil; pero demostrar su certeZ:1es imposibl~,
Xo puede darse nn critério más conservador y reaccionario en materia de impuestos.
Ya en I k35, el ilustre economista espa1'\ol D. Alvaro
}<'lorE'zEstradn, tan olvidado en nuestro tiempo, decía lo
siguiente: ,La renta es lo qUE'queda df'spués de cubiertos
Ins gastos de pl'odu(,l'ic'in,' . El Gobierno por media de la
cf!l1tribuciÔn territf)rÎal puede absOl'ber tOlla la renta de
la tierra pNpiamente dicha.
,Un impuestü sobre la renta de la tiel'rl\ por considerable que fuese no detiene el
vuel" de la industria
porque los propietarios
en vez de
ser verùaderamente
produl'torcs
no hacen sino 'recibir
parte de la riquer.a quI' otr();; producen, mientras qne la;:
utilidades del capital ~. del tl'abajf) son indispensahles
pam que la ill<lustria :,ubsista y progl'('!;e., ,l-:I pl'Opietario perdue su l'l'nt:! l'n la oeiosidad sin intervcJ)l'.iúJI
personal; las utilidad·',.; rid capital y del tral.Jl¡jfl SOil <'l
producto de una al'ti\':dad ~. de I Jla flltig- a c<J!l!;tant.'s.
/.(1 rentll
deul:
cil 1111)/"1)/;;··,1:111
desde IIICf/()
terTite·riall:.'!
{íJ")' /(( (!tfnri¡}n
la l"iqlll'Z;f
rlr~ ias !/obierllIJ8
(/11"
'lU''.
quieran estable(~p.r el siqoma mewls incompatible eon lo,.;
jll'ogresos de la industria y que haga Ill:ís sOjlortable¡.; Ins
sacrificios exigirl;)!; (le la nación, Todas las demás l:olltrihlltÏones, aÚn cuando no ~e atendiera más que al j¡Jtl'f1'·S
de la clase IWojlietaria deben ser consideradas
como 51:'
pletorias., (C I( r,~,) dl; Er'O/lOIllÙt
po/íti('(t.
!\ladrid I >;J;J,
TOlllO II, p'íg-in:Jss :{tj~)·8(\7)
Este I'S el lll'ograma del liberalismo moderno y no se
{"onei!>edmo Ull gobierno liberal puede oponerse á (,1.
jngr~sos en nuestras fijas
lIemos redbido la valiosa adhesión del distillguitlü
illdu3triaJ, abog'ado y diputado
provincial por Haro, don
Felix :\Iartíllcr. Lacuesw, persona
de h'T3n prestigio en la
provincia de Lúgroi1ll.
Pnr su actividad y conocimiento
de las cuestiones
econólllic.as esperamos que este ingreso en nuestra Liga
ha dp. ser tri uy eficaz para la propaganda de n lle¡;tra!'
doetrinas en la Hioja.
Sea bien ve nido el nuevo correligion3rio_
Lo mismo drcimos de los seflores recientementr in,
gresados en la Liga, D. José Capitán Fernández, a1>ogado
y D, Federico
Sanromán,
de Ecija, D. José Manaut Nogues, abogado de Valencia, D, Enrique Gómez Asencio,
abl'gado de Lérida, D. José Rubio G3li. abogado y Don
Antonio Ariza médico de Sevilla, D. Juan Bauti"ta l'ere)JÔ,
de Reus y de los nuevos suscritores al periódico para cuya
lista no tenemos espacio y que confiamos serán también
muy pronto sodos de la Liga.
A todos la bienvenida y la enhorabuena_
Una agra~able visita
ª~~
__ , l~emos tmidO p.I gU¡;;to de conol:er YSfljJl_(t!l!_~_
da ã dos com'picuos single taxer,'! de MontevIdeo, D.-·Ma-~
nuel Herrera Reissig, Doctor en Derecho y D. Benjamín
Fernández )ledina,
Subsecret3rio
del Ministerio de Rela,
cione¡; exteriores de la República Oriental del Urugu3Y.
Acompai'lados de sus di~tÍllguidllS f2miJi:1s han pasa
do dos días Pli Ronda, admirando
las bellezas del paisaje
y conferEnciando sobre el movimiento georgista.
Visitar:ín á su pafo por las capitales de Espail.a á
cuantos sillflle taxe·rs puedan. 10 mif'mo hariín en Jas
principales capitales de Europa donde pal'arán seis meses
antes de rl'tornar á :Montevideo, donde daron cuenta de
sus impresiones
1\1 Dr. Felix Vitale, ya conocido por sus
trabajoil por nuestros lectores y á quien deben su conversiGn al georgismo.
A nuestros requerimientos,
nos han propordouado
unos breves datas biográficos
que publicaremos
en el
próximo mi mero, así como unos apuntes sobre la vida y
obras de Andrés Lama,;, economÏtita uruguayo,
quien como nuestro Flórez Estrada, vió claramente
la injusticia
de la propiedad
privada de la tierra y propagó en nume-
.;1 Imptle~to Uoieo
rasos eseri ;0:3 la idea dl31 ::etorno á la propiedad común de
lcs dones (.) la Naturalcila principio que comenzó á llevar
:í. laR leyes cn 182G Ri ••adavia, el primer Presidente
de la
República
Ar~:entina.
E~ta 'J'Jlilica fué dcspués
abandonada
y sustituida
por el desl,i1farro y la ellajenaeión
de tierras públicas á
II);; eRpecu\adores,
lo cual ha constituido
el origen de las
!.(I'Jnrles fOI wn iS de 10,1 pl'ivileKiado¡¡ de la. Argentina.
Tamhi,in reproltuciremos
una serie d) interesantísimos arthuh3
,;obre est~!'1 tradieioucs
y la reCorma tribu·
taría eu Iu¡:latcrra,
(lebilbs
nI distinguido
jUl'Ísconsulto
n. Manuel {erJ'era y Reissig, en que de una manera ma·
gistt'a' anal ¡,:\ '~stc movimiento
social y da cuenta de los
t.rabajos de RÍ'.'adavia y L'lmas en la América del Sur,
trabajos qu IJnbían caido en el olvido ,p.ás proCuntlo y
~iue estos (OlS 'lntusiasta~ y acti\'Os colegas se eneargan
ùe l'c~ucita', Cilmo nuestro Costa ha resucitado
108 de
Flórez Est!' Ida.
Dichos lrtículos CUHon pub)h~ados en el periódico de
:\Iclntevideo El ;:;i!Jlo Call :mtfJ ~xito que se agotaron r:ípidarnente liS tiradas.
falll cimiento õe Eèlwarõ ftom2r Bailey
U)!Il ¡s:;id'l
t¡'i,;tell:~r;t~ St)¡'prcll<lidos pal' la noticia
op] falleci'll lllltr, del aut,)!· del adllllt',iule
folleto ùe propaganda Del 1/ (Hl" <le hr£cer"e r ¡co sill I r((/¡I~iar que se ha
\ .echfJ c1ásic , y 'la dado:í e071nCer el nom bre de Homm'
!lailey por tr<lo III ll1undo. Actualmeltte se está tratlnciol1do al chino.
Coma el ./')!'.llstoll"L
/)f, 1I1)('l'Itl
c~aliftcó al Colleta, es
lIna simple ;. cO·lvincen1.e historia d,~ cómo obra un mal
sistema soch : y (lS Ull digno monumento
á la memoria de
,;u ant"r qui'lI! logró con (.I Il1nChllS aclictos al georgis/lIo.
:No hace 11Iltc:ho, al saber q ne lO'labíamIJs
traducido
.r ]l1Iblicado !11 Espaila, ~1()" envió ua delicado saludo en
qlM nos pal'tcipaba
habE-\' sido Illuy agradablemente
sor·
prPI1!iÏdo a] eneI' noticia <lp la tra<lucci()n ~. publicación
<if' su obra e I e>pal10l y I1gradecía altamente el reconoci·
llliento que s: hacía de Sil I'SfUllfZO.
En COllll :liií~. de su hermano
.ilIr. 'Varren Worth Hai·
ley editaba el pcr'iódico Juns!lllr¡¿
])em(lI'l'IIf
el primero
dt' los diariO!' qllo l'cpl'e~<lntan el egpíritu d'~rnÚCl'hta entre
I(,s pèriódicm alLiados á dioho partido en Pcnsilvania.
Enviam"s
á Sil hermann
el testimoniu
de nuestro
pësallle más I entido.
Cómo trabajan plJr nuestpa pFopaganda
los SOGilJS do la Liga
En Madrid
Nuestr ¡ querido amigoy correligionario don
.José Ruiz (~astizoJ Catedrático de la l.:'niversidad
de Madrid, ;mblica en el Mundo GráfÜo del 24 de
Abl'iI del c:H'riente all!) un he['moso artículo en
que pl'egon 1 la inntilidad de la obra de la Caridad pÚblicf y obligat:>ria á la que califica de "i¡¡pendia social, falsa virtud y ofensa á Dios.
puesto que acusa en la sang['e del organismo
colectivo ur a gl'ave infecciÓn moral donde toman
origen las I agas qne eon la caddad pretendemos
encubrir.
Para remediar estas malAs preconiza como
úniea solución la de extender y difundil' las doctrinas del inmortal IIenry George con lo que nos
atraeremos las masas redimiéndolas
de la pesadilla sindicalista y dol lltópico socialismo,
Después nos pinta magístl'f\lmente el ofecto
de las reCormas que predicamo~ y á continuación
fi liade:
«y entonces bastará una generación
para
ver dllSatlèU'ecer por inÚtiles ó reducirse hasta la
insignifkancia,
todo lJse inmenso ctímull) dd instituciones benéficas, hOtipitales, hospicios, inclusas. eomedol'es y roporos de polwes, cantinas e~'·
colares, otc., etc., que pl'osumienrlo de perfecciones Ron en el fondo elllldibt'io
d~ nuestra civilizacién pOr(lllO denuncian á las claras el cáncer
que la COl'I'oe. ')
~otabilísima
es la campaiía
l'ealizada
por
nueS'TO queddo amigo y c01Teligionai-io
D. Baldomflro Ar'gente en el periódico El Imparcial,
dO'lde t'3['0 era el día en que no publicaba algÚn
al'tíclllo de vnlgarización
de nuestras doctrinas.
r~'ambiéa colabora asídualllente en ott'OS pe·
ri6dicos y desde el nÚmero pasado habrán p\Jdido .eel' Illlcstl'OS lectores sns artículos en nues·
tras colllmnus,
~,élhid() os qlle se ocupa también en traduch'
las obl'as de IIomy George, habiendo empezado
por ¿e¡'otección 6 libre cambio? cuya primeru
edicir.n se agotará pronto.
En Salamanca
Otro cort'~ligionario no meno" entusiasta. el
DI'. H. n Pinilla, catedt'ático de la Universidad
de t;alamanca, acaba de dar una conferencia muy
notabie sohre el g(\OI'gi~mo, en Fuente do San
Esteban nn 01 lo<:alde la Sociedad olwera La Hu·
manitaria. La sig'llionte !'eseÜa lu copiamos del
porió(~ieo La Ciudad de Salamanca:
d<~1l opinión del Sr. Pinillu, ni el colecth"ismo marxista ni el comunismo de Fourrier y de
tantos otros, ni el actual régimen de capitalismo
que eng-endra la lucha d~ elases y no extirpa el
pal'asitislllO social, pueden ser fórmulas que resuelvan el malestar econ6mico,
Es en cambio partidario entusiasta de las
doctrinas del sabio reformador eeonomista Hen·
l'y Goorge; es decir, partidario del Impuesto Único, que es :m resultado y su f(¡l'mula financiera,
HI))" pal' hoy-afirma
en su discurso el conferenciante-es
esta tendencia,escuela Ó sistema,
el georgismo, el que presenta maY0l'es ventajas
y medios más pr<\cticos y !'encillos para llegar á
establecer la igualdad entl'e los hombres, base
necesa¡'ia de Sll libertad efectiva, dlljando á tod0s
y á caela uno las oportuniondes
naturales para el
tl'abajr es decir, dando facilidades al trabajadol'
pal'a qllO pneda laborar y poseer la tierra.
E,.¡te sistema se Cnnda en la idna religiosa y
filosófica de que la tierra. como ei airo y la IU7-,
es obra de Dios, y no siendo d8 nadie en particulur, debe ser dH todos.
En un libro del Antiguo Testamonto .. El Lel;
.~I111I1_uesto Unieo
vitico, se lee: ~la tiena ne. SR venderá tam poco
para siempre, porque mía eR, y vosotros sus extranjpl'os y colonos; por)o cllal toda region de
vuestra posesión será venclida bajo eondicion de
rcdeucion.» (Capítulo XXV--23 y 24 )
De aquí que la tierra debe sel' propiedad nel
Estado, que solo la otorgaría á modo de en fiteusis á sus fertilizado res,
El georgismo no quierl~ el reparto de ]a tierra en troms má!'; o menos ig-uale1';, cosa que rÍ'sullaría inútil y pueril; no quiere que sea trabajndn ('n eOllllín pur:! aprovecharse luego, también
en común do SIIS fl'lIt(ls, porque esto sería dar los
mismos (hwecJ¡l1s al holgazán qllO nI laborioso.
]>n,t('nne, en cambío, hacor quo siga trabajando la tif·na el qlle flctualmente la I'eellnda,
pagando por pila lin impuesto módico al Estaùo
y slIprimiendo por lo tanto, la renta y ei propietario.
!Jo esta manera el Estano ronullciaría á. todos
los d(\llul~ imp\wsloS, y el traha.io tie vel'Ía libre
dl~
unormps eargn.s qll~ sobre él )Hlsall.'
La c('llfl'l'éllt'ia tipI doctor Pinillll, <¡\lO:siu\.etiw IlIOShl'üVl'nlf'lI te, fuÁ i nterl'Ulll pida '."uri::!s\,l)ce~ pOI' :iU 1l1lmerOSOauditorio, y ado s<'j..nlido
(,()l1st.illl}'llSOon el mismo loc-al---un f1:11pliosall'ln
de Ia fonda·café de Ortega-la
Asoeiacil)ll benófica ú que al principio aludimos y que yn euenta
con 200 so<,ios.
~lerecen. pues, una entusiasta enhl)\'ahuena
los \'ccillo::,; de Fuente, y se la enviamos muy
cumplida.
Pill cnnfel'cncinnte, que es parte y muy estimada de esta casa, no cs oportuno deeir lhljeti\'os.
A él, quo es pródigo do Sll espíritu, le molestaría
quo lo fuéramos nosotros de retórica para COIlél.
M.
En Zaragoza
l}j~
~ lles1.l'O acti vo cOl'reli¡:;ionario D. ;Uan !leI
Mal'raco dió Ulla conferencia en el eentl'o de la
Fedoración Patmnal el día I!) de ?layo, acerca
del toma ~1<:1 Ayuntamiento
Oll el problema de
las ca::sas baratas».
.x>m pleto del
las (:asas baratas, y una
se saquen del trab:Jjo, cuando debiera estar libre
en absoluto, por tlller derecho los actÏ\'os trahajadores al uso y propiedad legítima del fl'uto de
su esfuerzo.
Utilizando un relato fantástico de la R.evue
del Impat Unique lleva al cOllvencimiento de!,
auditorio, lo ilegal l~injusto de las leyl'!s qlJe permiten á unos poco,.; privilf'giado;; ~I apropiarse latierra, que no es otra CORaquo lu !Hwencia comÚIl
de todos los hOl\lhl"l~s, y call ejemplos prucba la
gmll relación que existe ('ntre la renta y lu miseria.
ena prolongada ovaci6n premió sus Últimas
palabras, ell las qlle reclamaba la municipalizaciÓn del suelo y la implantacion
del Impuesto
Ií.nico snore el valor dol mismo.
El éxito indiscutible que alcanz6 el Sr. Marraeo., no hemos de decirlo nCJsotros para que no
se juzguo inter'esado; pero recogeremos dos notas
que lo atestiguan_
Al daI' por terminado el acto el seÙor Presidente de la Federacijn Patronal, felicitó efusivamente á nuestro culto correligionario
y rogó á
todos los socios qno para lo antes posible, ele"en
fi ln pl'esidellcia do la Federaeion â una persona
de talento, ideas y voluntad, que IZO puede ser lilás
que D. Manuel Marraca, CIlya capacidad lú haœ
indiscutible :.Textual.)
El Heraldo de Aragón al reseñar la conferencia dijo:
«Este pnnto do la conferencia (oi Impuesto
Único) de grandes yuo]os y extremada IJIf'irlez,
produjo vPl'dadf'\,f) encanto fi los oyentes."
La f'onferencia del Sr. 1\larraeo será publieuda y divulgada con profusion, por lo cual hemos de sentil'1l0R satisfechos los georgistas.ya quo
f'onstituil'á lin folleto rle propaganda de La Liga
Espu1lola para 01 Impuesto Unico
A las mnchas felicitaciones que ha recibido
el Sr, Mal'meo, una la nllestra sincera, cariÜosa y
fratt'rnal, rogúndole que este triunfo le sin-a de
estím \lIn para conseguir otros nuevos en actos
parecidos.
M. G. E).
-,.Su .dis:..'ll'i9.ci ..iin FnQ uu g,¡,¡turiio
problema munieipal y
propaganda entusiasta del g-eorgismo,
Demostró la imposibilidad en que so hallan
los Ayuntamiento" de resolver dieho problema,
por causa de las trauas y diticnltades que les illl
ponA la loy municipal y por la sitn3ci<Ín especial
ùtJ Sll Ilacil·ntla, fiel reflejo del bárbaro
sistema de
illl[JlI,·:-;tos qlle padecemos
HiZl> cullstar 01 carácter de supervalfa
de la
reeienttl lo)' de casas baratas, y definió la supor·
valía como engendro del monopolio, fustigando
elocllenternente todos los monopolios y en especial el do la tierra.
Abogó por la total municipalización de serviciosyen particular la del suelo. como'único medio
de resolvel' la cuesti\)o de las casas haratas yel
problema slIcia 1.
DividI! á los hombres en dos grupos: los acti vos-trabajadores
y los inacti vos-rentistas; pasa
á demostrar la enormidad de que los impuestos
1¡liscelál)ea
Siguen las felicitaciones al autor llel articulo
••Los Rasca·cidcs en Buenos lUres,,,
~Ir.. Jllsep Fels ha dirigido III Sr. YilJar, 3ntl,;rc.ld rdt·rido artkulo, la siguientl' carta de fe!idtaeióu:
Sr. D. Flllilio H. dl'! \'illar.
HcdaccÎúll del Nuel'v JIIJ11dv.-~lu<lri·.L
:'lIuy Hr. mio: Se IIII' ha lIamaJo la atenÓlin llUcia el
articulo pu blicll(lo por ustcd en NueI'CJ i1Iuw/o, reft'n:ut(~
al movimiento del IlIlpue!<to sobre el vRlor del suelo.
Mi fllUiO'o y colt·ga Mr. ,Jolm Paul, Rccretario
de '¡¡l'ho
movimiento l'Il lug-later! a y editor del órgano ml'lI~ual
Land l'allies tienc ya tina traducción del articulo para
publicaria en dicho órgano.
COillOuno de los que están mils profundulJIcnte inten:sados en elulovimiellto
citado y que se Jedica al lIti"Ulù
así como grandes cantidades Ùl' ùinero á la causa, no puedo
El Impuesto
IZi
UIdeo
-----.---.---------------;------------------------wenos ,le felicitarle esperando que continúe por el camino
emprendido t1 tan buena obra, que con tanta ¡-apidez se
está pxtenditnno por ellllundo civilizado.
IIllce yaielllpo que tlisfruto de las relacioncs y coope ..
peraeiÓn del :l'. Il. Antonio Alhendin, de Ronda (Andalucía) España, .. tengo el gUBto de Vt'r qne BUperiódico dediefldo li.unest\(\ causa en vuestro paiA se está haciendo una
pn blicación I til II influyent~.
POI'ellttl l1i8l.10eorreo y en paquete separado le envío
varios folletc.~ l'Il in!!lé~:, que confio encontrará
intere¡.lante~.
Acabo de reg¡'eSl\r á Inglaterrra desde los Estados UniJos. ;\li tioUlI'O lo divido '~l1tre este país, el Continente y
c\ mérica.
.:vIcofrez( o suyo afectJ'si mo
Un suelto de eontaduria
Hac'~ poco más de un meR qne en todos ios pedóùicos ha
podidJ leerse ulla espede de reclamo de más de una colulllna en q Ile se hâcla la Jescrl pción detallad,~ de los 2ó cocheR
quo harán ci nl('oniJo
Sol--Vel:ízq.wz·-Serrano y GoyaRORlIlci'.
lnc.udn.hltmlOnte todos lORque lo lean se quedaràn con
la !JOCl!ahierta aileeI' tanta maravilla.
y (\ice el referido suelto: «Cllda tranvía pnesto tln mar. cha ha costado 27.000 pesetas. Es decir tll importe total de
los 26 tnmvln.s nuevos se lo'levaá C,7ó.000 peseta!;. ¡Algunos
vinjps hall de hacpr los lIuev·)s vehiculos hasta qne reporten gananciuf-;! ,)
Mr. Fets ,li bordo del "Mauritania"
Ell la ma lana del sábarlo 27 de Ahril todos los pasajeros de csto m:guíko
vnpor recibieron una tarjeta impresa
'lue decía así
H.. ~. S. "Mauritania"
MI' .TO!Pph ~'<·lH.
MaR ó !llenos conocido cailla rdormista tel'l'itlrial y fit:lealen aJllb<.lAContinentes, dará
\\na con':erellda con el titulo de
"(I lIudo de hal:erse rico sin trabajar"
c'lI el slllón-(omec.!or, hoy sábado á las 3'30 de la
tarde. 1:1omelor invita :í abrir discusión y l'CSponderlÍ lÍ cnantu!< objecionef' y preguntas se le
hagan I' '¡;pe~~toal I1lt)\';miento gcol'gista.
l'or I'efell'ncias pnrtieulares Je ('ste Lenemùrito apóstol
,1,·1 georgÎ!!Ilu, sILbemos «ue el auditorio fué numerosísilllO. E~tu \'d k_blando <lul':lTIteJos bol'lls y la viva discusión
soLre la cuostión del Illlpl1(·!!to enico duró otro tauto.
Casi toel( s lo:; oyenlt,1l oran ricos y àll·. Fel,. notó que
en llllldlOS dt dIos bicie\'l)u gran impresión efltas ideas.
Tt'l'lllinll ;u carta con frascl; <lesatisfacción por la repidez con t¡tH creee ellJlovimiento.
Anuucia unn próxima
\'iRita lÍ. ERP: ña y <lit'e: "~e vu ensanchando
ya tRnto el
ulunI'o de mi trllbajo qUE' c:~si me eli imposible aharcar
toda Ild corre 'polllleucia y dar lí caJa país la atl'nción quI'
tau bra\'awel te meleee.»
Vropélgand;l libre=cambista
T.:t1:\IIn\'" de illlpreRo~, tamllûo tarjcta de visita y
cuyo t"xto tI': Ilucimo~ ti continn;\ci<'Jn, se estlí n'partiendo
actnalllllmtp. 1'01'los ¡':'-<ladosUnidos:
1\ todos aquellos que ven claro
El '¡"I'(l cIe lIelll')' George «¡.Protección Ó ¡¡hre c'aunlO'!" ha sido puhlicado en el Congrp-sioil'll .l~e':(.rd. lb aùquiri<lo. lmes, franquicia
po:;tal y todt'~ lo~ diputados puoden enviarlo "on
et Únic" co-te del ~j('mplar que ('s el insignifiennt,.IIf' dos y nll·dio ecntavol'.
Esc'ilm ust!,tl lÍ Sil dipntu(lo y que ha~lIn lo
.lIislttO '·IlS f n¡jgOl', pidiélldoles ejelllplaref<. E~to
le dl·IJ,o'lr(\rá el intmél' qne sus dectores to,nan
en la II:, ha pOI'pl libre cambio y le proveerá dt·1
!llejor :tlgu 1I1pntoI'ontra pl proteccioni"llIo.
¡Y8,se necesita ser papanatas para tragarse tan infantiles señJelo'l y permitir que lollmonopolio d•• J08 tmndas
siga en manos particulares!
En Gla"'gow en IR94 Ja Compafiía de trlluvías venía
gestionlllHlo una prólToga de la ('oncesióll. 'l'cdos sus eUlpl'~ados trabajahan doce y catorce hIJra8 y estaban mal pagados. En 1~\)4 el mnnicipio acordó la reversiÓn con éxito
inlllediflo y CJlosul. Mejoró la condicióll de los empleados
y !<irviú desde entolH'eS a! pÚhlico con más Injo y c:olllodidades )' llIucho WÚlibarato.
ERt" ('xperiUleulo de Glasgow fué hien pronto seguido
por laR dellllÍA cilld'lde~ de la Gran BretaÜa. Los conlribuyentps E-llIpe7.aronti darse cuenta de la l'stupide?: de permitir <¡nI' nna ('olllpaÜía privada Fe apropie las gllnancias de
un monopolio que pertel1ece á la eOlllunid'ld. Al cabo de
ùiez afins, es decir en 1904 elllúmero de tranvías públicos
cm de le:! )' hoy día todas las principales ciudades con
exe3pci,jn de Edimhurgo, Dublin, Bristol, Carlisle, Cork
y CovclIlry poseen y explolan sus Ilneas de tranvia".
La explotacióll de lOR tranvias está ya aceptada por
todo el 'Hunùo COIIIO una función Illunicipal, llIellOS en
nue"tro pai" donù,' ~Oll posibles ~uelto" como el t¡ue acahalllos de citnl'.
))1' cómo practica el servicio esta ('o~I'afiín darán idea
los siguientes sueltos que lmnscribimos rie Ln Correspondendrt de ¡-Jsjlmlu:
Queias del vecindario
AIJlfS()Sdfl lu N;npresa de tnmvius. -Dos C1l80Btengo <¡IHl;'elatllr, que bien merecen los !tonOI'eHde la publicidad.
COli IllUt \'0 .I.., la colocación de dohle VÍll en la calltl
de ¡·arn,tll', eHa Ell1preSa, dueíia y seilora del trállsito en
,Mu<lrid.,1m cortarlo la circulación p,lr dicha calle.
Lo'" (rallda,: ,h, Atocha "alen de la pl:lza de Antóu
Martín; 1"'1'0 OCUlT\'que centenaret:l ùe emple:ldos de los
ministeriol' de In,:t,'ucción Púhlica y Fomento y de oticilJa,;
de la COJllpaï1Ï:1lIe ¡'\,rrocllrriles del l\Ie,liodia tienen :l<lquirid03 unos pas..,,, trillw,trales
y. por tanto, pagaùo ,,1
trayectc deF.le It, Plwrtu. del :'01. I'l\rece natuml que Ill.eml're,a Rutorizase Ú lo" pOl:iecdorl's dl' estos pases il. utilizar
10Fcarr,J:ljes qll<' pOl' la c:l!lt' di' ..\kaIÜ y Paseo del I'Jado
vuu li b 1'1I"I't:lde Atocha. Pu..,,, 110 lo autoriza.
Ath en "'"lp t'''''tl florld:t hah..,r estahlecido el servicio
,les,l" I" alto de la c'alh~ de Carr ••t:l" l'Il "u cOI.tlllellci:t <""il
hl <h, .\'_och:l, ~';\<lile alii tiene <le8\"ios_1','1'0I.p:tra qué'! Ya
eobrci ¡"S I'a~f~~y nlllla le impurta Clllllplir Sil eOlltr:lto :'11
la parI!' 'lll!' obligll :ll:\ EIIII'I'l·S:l,
OlIO abuso e;; la ""l'H'"it\n del "ervicio ell h\ lille:\ (le
t6
San F1'lIllcisco.
Claro
cinco
Cél1tilllOS
cueflta
abajo,
por
de~ùe
es C/l1P ,i lus
I,onego!;
un
de ('entenar
tm.yecto
la pam,la
<le la plaza
ta San Frallc:i~co,
1l0S tmte
l'omo
¡';mpre¡;a COll !lU lJHí!l aIto dl'~precio.
Este
vado
servicio
ó Lien
do SUIl Francisl'O
llegando
los
que
'loclda
carruaje;.
]lreci~o
qué?
Seria
diF1currir
d lil'lIl]lo
u]Jrovccliar
distinga
hal,el'l'l'
hasta
por ntl'nrler
en dis~n1Tir
li lIt'v,'nclolo
al pJÍl,Jiro
y es
/)('dJW de las
Ill:!"
Em-
En •.ll'l'ilJliti,"
l'n'cio
¡Ii,'ru:;
la mi8ma
minoH
ju~tu
Ú
Ú menor
de
que
millas
,;c atil'llda
llllP.~
la
razllll
Ó d"
Indllfltriale¡.l,
~;l··('il)
d{·
I'uel'dl'
pan',:"
O'~;)
c1pl ¡llIiùo,
tlespués
S/1,"" c:llnl)(J':'l
de ¡"¡l,,,t'
dp
l':'l\.:'t\rj
y
cOIl"l'rlido
1~IPllt:l{'i
(}n,
'Ille no l'on para utilidad
pÚblil'fl algnna,
Y 'lne no ha ~i,lo
m:i8 '1ne una conde'(;('!lcia
tic dicbn
E~C'lll'h, ('onll'slall
á
nne¡.;tra instan<.:Ïa diciendo
~(' pida al Ay"nl:t1llí('l.tu
didla
t'ehaja,
'.(inó tiene
Adl'lWís,
qUl' Vl'r el .\yulltamiento
COll la rebaja
'111(' pedimos
do alguno
pel'judical.!:t
lo", alllll'IlU~ tomarían
ni la cllurllt
('011 t'so'?
1:0 l'aldria
('n mo-
la Comp:tñíll,
pl tranvía,
l'ne" ('ntolll'eS
t"d·,s
cosa qlll' ahora no 11:1I,,'n
parte.
Es lIlá~, pudil'!'ll
asegurarl'()
'Ill!' saldrí,t
t\'allv¡'~s
].,'ndic::tIla.
del gRfl y laf< ('afie-
l:t fÚbrica
li 'li\('
•.nto.
el Munic:i¡,io
de Ilna rebaja
alndirnos
á camhio
pf< tI('eil',
una
Hombra
de pretexto
re.
ell el
l'ara
•.lnll('Yo l'lllltrato
en el año (.ue viene.
del ;!:ts ~er:í duefia
en ahsolnto
d •. lo
Il'" III em; de Ia~ fá hl'Í<.::ls y de laR til hería ••.
ulgo
pr¡)rrog'11
pl .\YlInt'lIl1iellto
l'>;
,',;"ihltivc
solil'itc', y
d •.l ('011-
Pl c1t'~l'uj,).
Espel'l'lJ1os
Ù(',
allÙlog:o
cllando
pida
lu (;OIJ(;('~i é'lI como
la Compañía
ya lo ha
de
realizado
,le Barcelolla.
LOS LIBROS DE HENRY GEORGE
d., Ca-
l'l'ti~iÚn.
ÚltimamE!nt".
i4:~cnt'la, tp.rrpno~
[JI.!.!"l)-
pUl'~ h di~ta!lcia
alguna,
I'l'll(>\'ación
á la reversión
'I (H' antp~
I'f\r
l'Il (', trayel.'lo
f-il~~IHlo (,I
la ,le PUE!rta <lui ~"I-E~('Ut'la
:i nlll'l'bt
PUl'S bil'n;
la
ESI'llP!:1.,
y nu cxí~tielldo
Ilf's¡,tas,
J", :\f:Idl' d.
,h· l'sa (\'1lll'nflia
cl~ In E"'::¡'lH')a .Il'
d,>1 tran\'Ía
Agl'ÚIlOfllOS la I'ehaj:l
ia tlt'l :--;01 rí dicha
contrato
Cnalld"
t¡"alice
C~JI4) 1:\ CUlJ1p:tllía
de la Mondoa
el,. la r:Oll1pa11la el" Tram';a;.
Vn-
AgrÔnomos.
se perpet!'óUIl verdaelero
despojo,
delnÚ:O:. p:l~U pntre
la indifel't'ncia
gl'-
10;-':
ri:l~ ("r,lt) 1'l>\'l,.'til,I,'~ al AY"llt:tllli
rpaliza!'
l:t,!)('ti,!a"
Vl'('l'fl "e ha 8olieit:lllll
lo., pr'of£.'~on's, .nhlIJlllO~.V
P(\J'~()Jl:tI
tie IIl:¡cnipros
¡wm] ,
En
PETICION JUSTA
tt)tl'.Js
(~OJno
nuneió
S,'f¡OI' dirpctor
j'.\:'/te/¡l
y ("'Il I"te Illotivl\
qUt)
Vistill(/~
El tranvía
df' hl
llIH'fl·
suyos,
Ilhet' tl'ece alIU~ '1'1" la CUlllj}añía del (jas
ohtuyo
e1,·1 ,\ynnt:lllli,·"tl)
ci•. :\laclrid la renuvación
trato
c,'nllo l'x]llolarlo.
al "ùl,lico
!lO ontcllcll'i:t Ill:ífl 'lllf' el ar1a\lflo, ~. reslIItn
Cl'lIlOÙO dedicurst'
{¡ sl'l'vir
los int('l'fst'~
ell' ¡:l "od,'rusa
l'resa.-l'¡¡
favorahlelllcntl'
iOl'csquedan
De como cuida el municipIO de Madrid
los intereses de la ~omunidad
cie la
pntpr,HSP
nil "1'1101''l'W cliCl'1l qne I'S
.1••1 fl('l'vic'io dé tl';tnvía;.;
]lero si sirvipse
delegado
ll;s"I\'erá
I"'~,()IH'S aut"
la
y de toùo ùl'bl'ría
('ollc,'jal
plH.'~. 'jI\('
por las
rilJS alI/lilI/liS
cOllser-
,·1 d""vío
calle de Atocha,
frente al edificio ciE' la llel1lb,
,i In l'uertu
del 801, frente á GObl'l'!l;Ir.i(IIl.
¿.Para
trll peticiÓn
dI' la (' ••bacia ha~-
taIl'fl y nos
E~pl'l':Illllo,
pllgallloP
de metros,
P,'og'I'P'SO y mis(~ria •
1 chelín.
Ln. cu<~stí\)lI,le If) tierra
4 peoiques.
Pl'Oblemas socia les
1 chelín.
t.Protección ó libre cambio'1
9 peniques.
La propif'dad pl'Í\'ada cie la tierra.
4 peniqlles.
La cnndiciÔn del trabajo.
6 peniqlles.
Cn filósofo perplAjo.
1 chelín.
La Ciencia de In Economía política
6 chelines.
Pídanse las oficinas del Comité Gnido para el Impuesto úni('o: 11 Tothill Street. 'Vestmim;tflr Lonctre¡;; S. W. Ó á las de la Liga inglesa: :376 y an Strand. Londl'es W. C.
IMPRENTA R()XDEÑ.~.-PLAZA
DEL AYUNTAMIF.NTO.
RONDA
----Líbr-e-rí a es pañola-y'e'xtra.nJera--Príncipe, 16,
MADRID Príncipe, 16..
Editora
de
«
¿ I?rotección ó libre cambio?»
TR1\DUeID1\ peR B1\LD~MER~ 1\R6ENTE
(In
----«Pro~re~o
t01120
eJ2 4.° de un¡;u~ 400 p@~in&.~, () pe£'etél~
y mis:,eriél» edición Ben1pere, .2 tJe~et&.s ---
Centro de adbesiones á la Liga Española para el Impuesto Único
y de suscriciones
F»rín.cipe,
al periódico
órgano
de la misma
1.6.-J.VJ:A.J:>:FlIJ:)
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