VI Informes Laborales ¿Puede el trabajador renunciar a sus derechos reconocidos por normas legales? Ficha Técnica Autor: Dra. Jenny Ugarte Gonzales Título: ¿Puede el trabajador renunciar a sus derechos reconocidos por normas legales? Fuente:Actualidad Empresarial, Nº 221 - Segunda Quincena de Diciembre 2010 1.Introducción La interrogante formulada como título a este informe es válida, en vista que al inicio o al finalizar la relación laboral, es posible que el empleador con el objetivo de reducir los costos laborales, acuerde con el trabajador que éste sólo perciba el pago de algunos beneficios sociales. Ante tal situación la pregunta de rigor es si este acuerdo de partes es válido para el derecho laboral. La respuesta es que tal acuerdo es inválido, porque el derecho laboral se rige por el Principio de Irrenunciabilidad, el cual consiste en que el trabajador se encuentra prohibido de disponer de sus derechos contemplados en el ordenamiento laboral. Ello porque el derecho del trabajo se concibió como de orden público, lo que implica que las reglas no pueden ser dejadas de lado por la voluntad de las partes, ya sea que estén contenidos en contratos individuales o aún en convenios colectivos. Este Principio de Irrenunciabilidad es uno de los más importantes y aplicado a diversos casos como: convenios de modalidades formativas, locación de servicios, como veremos más adelante. 2.Concepto En la doctrina este Principio de Irrenunciabilidad es definido por el profesor Plá como “la imposibilidad jurídica de privarse voluntariamente de una o más ventajas concedidas por el derecho laboral en beneficio propio”1. Una de las razones de la existencia del Derecho del Trabajo, que regula este Principio, es que el mismo ha sido una creación del Estado que tuvo que intervenir a favor de los económicamente débiles, los trabajadores, quienes tienen una situación de desventaja frente a su empleador. En tal sentido, el Derecho del Trabajo tiene como objetivo principal compensar la posición de desventaja social y económica que tiene el trabajador frente a su empleador. * Abogada egresada de la Pontificia Universidad Católica. Alumna de la Maestría de Derecho de Trabajo y Seguridad Social en la PUCP. Alumna del Máster de Factor Humano en la UPC. 1 PLÁ RODRÍGUEZ, Américo. Los Principios del Derecho del Trabajo. Ediciones Depalma. Buenos Aires 1998 . Tercera edición actualizada. Pág. 118. VI-4 Instituto Pacífico Al ser una creación del Estado, las normas del Derecho del Trabajo son consideradas de orden público, lo que implica que los derechos reconocidos a favor de los trabajadores no pueden ser dejados de lado por la voluntad de las partes, ya sea que estén contenidos en contratos individuales o aún en convenios colectivos. De ahí que de la renuncia a los derechos reconocidos por el ordenamiento laboral sería inválida. 3. Reconocimiento a nivel constitucional Este Principio tiene reconocimiento a nivel constitucional, en el artículo 26° inciso 2, norma en la cual señala lo siguiente: “Que en la relación laboral se respeta el carácter irrenunciable de los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”. Aun cuando nuestra Constitución no haga alusión a los derechos nacidos de los convenios colectivos, el Principio antes aludido también se aplica, ello debido al carácter normativo que tienen los convenios. Afirmamos que también este Principio es aplicable en caso de los derechos nacidos del convenio colectivo, porque en la Constitución de 1979, antecedente más inmediato de la actual Constitución, se regula en su artículo 57° lo siguiente: “Los derechos reconocidos a los trabajadores son irrenunciables. Su ejercicio está garantizado por la Constitución. Todo pacto en contrario es nulo”2. Como se puede advertir, en la anterior carta Magna el Principio fue regulado de manera expresa y señalaba las consecuencias que ocasionaba la renuncia de algún derecho. Asimismo, no realizaba diferenciación alguna entre los derechos que tiene su origen en el nivel Legislativo y los derechos nacidos por acuerdo de partes, esto es, por convenios colectivos. 4. Fundamentos del Principio de Irrenunciabilidad La Doctrina más autorizada sobre este tema es del profesor Américo Plá, quien desarrolla una serie de formas que explican el fundamento de este Principio, éste sería el siguiente: Principio de Indisponibilidad. 4.1.Indisponibilidad de las normas Según este fundamento, el trabajador no podrá disponer de sus derechos laborales frente al empleador, porque el objetivo del derecho laboral es garantizar que se respeten los derechos reconocidos por normas imperativas y que las mismas no 2 Art. 57° Constitución Política de1979. sean de la libre disposición del trabajador. Al respecto Santoro afirma: “Que la disposición de derechos del trabajador está limitada en sus diversas formas porque no sería coherente que el ordenamiento jurídico realizase imperativamente, con la disciplina legislativa y colectiva, la tutela del trabajador, contratante necesitado y económicamente débil y que después dejase sus derechos en su propio poder o al alcance de sus acreedores”3. 5. Alcances y particularidades del Principio de Irrenunciabilidad Es necesario saber cuáles son las normas que se constituyen en irrenunciables para el trabajador. Cuando la norma indica de manera expresa su carácter de orden público o inderogable, no hay mayor dificultad; sin embargo, otras veces tendremos que analizar la finalidad perseguida por la norma. Es así que por ejemplo una ley que establezca una jornada máxima o un salario mínimo tiene un contenido inderogable derivado de la propia función que cumple. Al respecto el profesor Neves señala que desde la perspectiva del carácter del grado de imperatitividad o disponibilidad de las normas estatales frente a la autonomía privada, existen tres tipos de normas: Las de derecho dispositivo, que permiten la presencia de la autonomía privada en la regulación de una materia y su libre juego en cualquier dirección (de mejora o de disminución), las de derecho necesario relativo que fijan un piso a la autonomía privada, debajo de las cuales la intervención de ésta queda prohibida; las normas de máximos de derechos necesarios que establecen techos que la autonomía privada no puede sobrepasar y las de derecho absoluto que excluyen por completo la presencia de la autonomía privada. La mayoría de las normas laborales son normas de derecho necesario relativo, porque permite a las partes pactar mejoras, tal es el caso del Decreto Supremo N° 011-2010-TR, que establece la RMV en el monto de 580 soles. Esta norma nos permite pactar una remuneración mensual mayor a 580 soles, pero nos prohíbe pactar una remuneración menor a ese monto en el caso que el trabajador labore la jornada de 8 horas diarias o 48 semanales. 5.1.Irrenunciabilidad tácita Respecto a la necesidad de que una norma regule de manera expresa este principio 3 SANTORO-PASARELLI, Francesco. Nozioni di dirito del lavoro. Citado en los Principios del Derecho del Trabajo de Américo Plá Rodríguez. Óp. cit. Pág. 121. N° 221 Segunda Quincena - Diciembre 2010 Área Laboral varios autores coinciden que no es necesario un reconocimiento expreso por alguna norma imperativa, sino que el carácter irrenunciable deriva del propio contenido de la norma y su finalidad. Alonso Olea y María Emilia4 señalan que hay que partir de la presunción general de que, en principio, todas las normas laborales en bloque son derecho necesario y están presididas por el Principio de Irrenunciabilidad. 6. Consecuencias de la violación del Principio de Irrenunciabilidad En caso que el trabajador renuncie a algún derecho regulado en alguna norma de carácter imperativo, el efecto de esta renuncia es que la misma carece de validez, tal como lo afirma el profesor Plá, para quien tales actos son: Absolutamente ineficaces e insubsanablemente nulas. Se sanciona de la manera más severa: con la nulidad de pleno derecho aunque el interesado no lo solicite. Sin embargo, se debe aclarar que lo que se considera nulo es la cláusula, y no el contrato, el cual permanece vigente. Ésta es una particularidad del derecho laboral, porque en el derecho común, la nulidad, por regla general, tiene como consecuencia la inexistencia del acto como tal. En consecuencia, la cláusula anulada será automáticamente sustituida por la norma renunciada ilícitamente. Sin embargo, los servicios realizados en virtud de un contrato nulo no carecen de valor. Aquellos trabajos que se hayan realizado en contravención a normas irrenunciables han sido ejecutados y, por tanto, debe ser reconocido el pago de los mismos. 6.1.Momento de la renuncia La protección de irrenunciabilidad de derechos se da durante la vigencia del contrato de trabajo, así como en el momento de la extinción del vínculo laboral. Algunas legislaciones han considerado válida la renuncia de derechos efectuada posterior a la terminación del contrato laboral. El fundamento de ello radica en considerar que mientras esté vigente la relación laboral el trabajador se encuentra subordinado al empleador, por lo que el colaborador se encuentra bajo coacción. Situación que desaparece al concluir el vínculo laboral, momento en el cual las acreencias laborales que tenga el ex trabajador a su favor formarán parte de su patrimonio y, como tal, son disponibles por él. Al respecto Plá recoge la doctrina italiana que criticaba la validez de las renuncias posteriores a la terminación del contrato por las siguientes razones: 1. La falta de libertad en el consentimiento persiste en el trabajador 4 ALONSO OLEA, Manuel y CASAS, María Emilia. Derecho del trabajo, 12.ª edición. Madrid 1991. N° 221 después de la cesación de la relación laboral, e incluso más acuciantemente aún, dada su situación de desempleo y de urgencia económica. 2. Gran parte de los derechos del trabajador se refieren a la disolución del contrato de trabajo. La protección legal que en estos momentos se otorga al trabajador queda burlada en esta simple distinción temporal. 3. Es ilógico que el legislador haya querido proteger unos derechos y otros dejarlos desamparados o proteger unos derechos sólo hasta determinado momento, en un ordenamiento como el del trabajo, una de cuyas finalidades es la tutela del trabajador. Peretti Griva5 señala que una vez terminado el vínculo laboral, las condiciones en las que el trabajador presta su consentimiento no son las adecuadas, pues considera que en aquel momento puede perdurar todavía cierto grado de sujeción, determinado por el precedente estado continuado de temor reverencial y sobre todo, que el subordinado, comúnmente, está menos enterado de sus derechos. Además que el trabajador tiene que preocuparse de sus necesidades inmediatas y, por lo tanto, está propenso a aceptar sin discusión el pequeño capital que se le ofrece como medio para solucionar inmediatamente el problema que le apremia. Estamos de acuerdo con este fundamento que extiende la aplicación del derecho de irrenunciabilidad al finalizar el vínculo laboral, porque es usual que el empleador coloque la siguiente frase en la liquidación de beneficios sociales: VI 6.2.Transacción Al respecto Montoya Melgar señala: “Las transacciones y conciliaciones no tienen, de suyo, por qué encubrir renuncias, en la medida en que constituyen compromisos o acuerdo mediante los cuales las partes realizan concesiones recíprocas. Mientras que la renuncia estricta, supone simplemente privarse de un derecho cierto, figuras como la transacción o la conciliación significan trocar un derecho litigioso o dudoso por un beneficio concreto y cierto”. Sin embargo, cuando estamos en un proceso judicial todos los derechos reclamados son litigiosos o dudosos, y si se transan podríamos dejar sin contenido al Principio de Irrenunciabilidad. Es decir siempre habrá un mínimo respecto del cual no se podrá transar por ser irrenunciables. En este sentido creemos que la transacción en el ámbito laboral debe aceptarse de manera restringida. 6.3.Conciliación Si bien es cierto, la conciliación no implica necesariamente una renuncia, puede llevarnos a ella. El problema es que en la conciliación puede significar el sacrificio de una aspiración de justicia en aras de una solución rápida y segura. Si hubiera la seguridad de lograr en forma rápida la sentencia completamente justa, que diera a cada cual lo suyo, todos preferiríamos la sentencia plenamente justa e instantánea. Precisamente porque no se puede alcanzar ese ideal. “Me encuentro conforme con el monto cancelado y declaro que no se me adeuda monto alguno”. En este caso el funcionario que dirige la conciliación debe velar por el respeto del Principio de Irrenunciabilidad, que como hemos manifestado podría presentarse mediante una renuncia pura o mediante una transacción. En rigor, tal cláusula consignada en la liquidación de beneficios sociales no tiene ninguna eficacia jurídica, es decir no libera al empleador de pagar algún monto adicional en caso que el trabajador reclame el pago de algún monto adicional. Pago que podrá reclamar en un período de 4 años contados a partir del día siguiente de la extinción del vínculo laboral. El objeto de la conciliación no puede recaer sobre derechos que son ciertos o indiscutibles, recae solamente sobre derechos dudosos o controvertidos. Para que se dé la conciliación, el trabajador tiene que renunciar a ciertos derechos que las leyes le otorgan, se estaría atentando contra las normas constitucionales y legales vigentes. En suma, el Principio de Irrenunciabilidad rige antes, durante o después de la relación laboral. Cuando el trabajador suscribe un contrato de trabajo y acepta no percibir ninguna gratificación por Fiestas Patrias o Navidad; o cuando conviene en trabajar una hora extra sin el pago de una retribución adicional; o firma una liquidación de beneficios sociales al término de la relación laboral donde señala que no tiene nada que reclamar pese a que no le hubieran pagado vacaciones truncas, estamos ante supuestos de renuncia de derechos6. 5 PERETTY GRIVA, Doménico. Los recibos por saldo en las relaciones de trabajo, citado por Plá Rodríguez. Óp. cit. Pág. 162. 6 TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “El principio de irrenunciabilidad de derechos laborales: normativa jurisprudencia y realidad. Revista Ius et veritas Nº 22. Pág. 168. Segunda Quincena - Diciembre 2010 7.Aplicación del Principio de Irrenunciabilidad al empleador Este Principio, al igual que otros de naturaleza laboral, nace con la perspectiva de proteger a la parte más débil de la relación de trabajo, que como sabemos es el trabajador y no así el empleador, por ello la imposibilidad jurídica de renunciar a que se hace referencia está dirigida a la renuncia que pueda hacer el trabajador respecto a sus derechos nacidos de normas imperativas. Existen opiniones contradictorias respecto a que si tal Principio es de titularidad del Actualidad Empresarial VI-5 VI Informes Laborales empleador, algunos como el profesor Neves sostiene que este Principio también es aplicado al empleador específicamente a “una porción mínima de derechos, sin los cuales la relación laboral queda desnaturalizada, es indisponible: aquí se encuentra los aspectos extructurales del poder de dirección”7. Mientras que otros sostienen que la renunciabilidad no es aplicable a los empleadores, porque en el caso que éstos dispongan de algún derecho el mismo debe ser entendido como una liberalidad perfectamente permitida por el derecho. 8.Supuestos de aplicación del Principio de Irrenunciabilidad 8.1.Modalidades formativas Como sabemos el practicante no mantiene una relación laboral con la empresa. Sin embargo, es posible que la real relación que existe entre las partes, es decir practicante y empresa, no sea una relación de formación profesional o preprofesional, sino sea una relación laboral. Arribaremos a tal conclusión si en la ejecución del convenio se presenta cualquiera de los siguientes supuestos de desnaturalización: 1. La inexistencia del convenio de modalidad formativa debidamente suscrito. 2. La falta de capacitación en la ocupación específica y/o el desarrollo de actividades del beneficiario ajenas a la de los estudios técnicos o profesionales establecidos en elconvenio. 3. La continuación de la modalidad formativa después de la fecha de vencimiento estipulado en el respectivo convenio o de su prórroga o si excede el plazo máximo establecido por la Ley. 4. Incluir como beneficiario de alguna de las modalidades formativas a las personas que tengan relación laboral con la empresa contratante, en forma directa o a través decualquier forma de intermediación laboral, salvo que se incorpore a una actividad diferente. 5. La presentación de documentación falsa ante la Autoridad Administrativa de Trabajo para acogerse al incremento porcentual adicional, a que se refieren los artículos 17º y 32º o para acogerse a otro tipo de beneficios que la Ley o su Reglamento estipule. 6. La existencia de simulación o fraude a la Ley que determine la desnaturalización de la modalidad formativa. 7. El exceso en los porcentajes limitativos correspondientes. Es así que, si en la realidad se presenta cualquiera de las anteriores situaciones, el practicante, que en realidad será un trabajador de la empresa, tendrá derecho al pago de los beneficios sociales tales como: 7 NEVES MUJICA Javier, Introducción al Derecho Laboral, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2000, pagina 106. VI-6 Instituto Pacífico vacaciones, gratificaciones y compensación por tiempo de servicios y, como tal, estos beneficios serían irrenunciables para el trabajador, aun cuando haya suscrito un convenio de prácticas profesionales o preprofesionales. 8.2. Trabajadores que tienen suscritos contrato de locación de servicios Como sabemos, para que exista relación laboral, en la ejecución de labores deben estar presentes los elementos esenciales: prestación personal, remuneración y subordinación. Si los tres elementos antes citados están presentes en la ejecución de labores de un locador de servicios, éste tendrá derecho a reclamar el pago de sus beneficios sociales, ello por aplicación del Principio de Irrenunciabilidad de derechos. 8.3.Renuncia al empleo Al inicio de este informe afirmamos que el Principio de Irrenunciabilidad también está presente al concluir la relación laboral. Al respecto debemos precisar que el Principio sólo es aplicable respecto a los beneficios sociales que el trabajador tiene derecho a reclamar al extinguirse la relación laboral, nos estamos refiriendo a beneficios tales como: gratificaciones, compensación por tiempo de servicios y vacaciones. Este Principio no es aplicable en el acto de renuncia del trabajador, porque este acto unilateral sólo será la manifestación de voluntad de trabajador de extinguir el vínculo laboral y no así será una renuncia de los beneficios de carácter legal de los cuales es titular. Es importante realizar esta precisión, porque el acto de renuncia no puede ser prohibido por ninguna norma de rango legal, puesto que nuestra Constitución regula en su artículo 2º el derecho a la libertad de Trabajo, cuyo contenido esencial consiste en la decisión del trabajador de decidir si trabaja o no así como la de elegir para quién trabaja. 8.4.Reducción de remuneración La reducción de remuneración puede ser una solicitud del trabajador o una propuesta del empleador en vista de la dificultades económicas que atraviesa la empresa. Será una solicitud del trabajador en el caso que éste decida reducir sus horas de trabajo a una jornada parcial. En este primer caso, la reducción de remuneración será válida en vista que el trabajador laborará en una jornada menor. En el segundo caso, en el cual la reducción es una propuesta del empleador, la reducción de la remuneración puede vulnerar el Principio de Irrenunciabilidad en el caso que esta reducción sea por un monto menor a la Remuneración Mínima Vital. Explicamos mejor esta afirmación con los siguientes ejemplos: 1. Será válida la reducción cuando el trabajador rebaje su remuneración mensual de 1,000 soles a 800 soles. 2. Será inválida la reducción de remuneración cuando el trabajador reduzca su remuneración de 1,000 a 500 soles. En este último ejemplo afirmamos que tal reducción es inválida en vista que la reducción se da por debajo de la Remuneración Mínima Vital. Actualmente ésta es de 580 soles, ello por la dación del Decreto Supremo N° 011-2010-TR . Este decreto es una norma de derecho necesario relativo, lo cual implica que es posible que las partes, esto es trabajador y empleador, acuerden un monto mayor de remuneración mensual de 580 soles, quedando prohibido cualquier convenio que pacte un monto menor ya que tal acuerdo vulnera el Principio de Irrenunciabilidad. Pactar esta reducción de remuneración, respetando la RMV, es reconocido por nuestra máxima instancia del Poder Judicial como válida tal como lo podemos advertir en el siguiente fallo: “Que, la posibilidad de reducir las remuneraciones a nivel individual está autorizada incluso por la Ley número nueve mil cuatrocientos sesenta y tres, siempre que medie aceptación del trabajador, es decir, que haya un acuerdo bilateral, por lo que trasladada esta facultad al campo colectivo, tiene las mismas connotaciones que permiten reconocer la validez de un pacto como el que es materia de análisis”. Asimismo, nuestro máximo intérprete de la Constitución, el Tribunal Constitucional, también da por válido la reducción de remuneración tal como lo podemos advertir de la sentencia recaída en el Expediente N° 009-2004-AA/TC donde dispone: “La posibilidad de reducir las remuneraciones está autorizada expresamente por la Ley N° 9463, del 17 de diciembre de 1941, siempre que medie aceptación del trabajador” (fundamento tercero). Cabe precisar que, si bien es cierto, si es factible la reducción de remuneración, ésta sólo es válida si se suscribe entre la partes un convenio, que recoja la voluntad del trabajador respecto a esta reducción. En conclusión, para el TC los acuerdos de reducción de remuneraciones son válidos en la medida en que: i) no exista un acto de amenaza, violencia o coacción que hubiera viciado la voluntad del trabajador, y ii) el monto de la remuneración luego de la reducción no sea inferior del mínimo legal vigente. En consecuencia, los empleadores pueden seguir suscribiendo convenios de reducción de remuneraciones siempre que la reducción no sea menor a la remuneración mínima vital, esto es S/. 580.00 mensuales. N° 221 Segunda Quincena - Diciembre 2010