87 fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones interculturales josé luis lópez castro Universidad de Almería1 La colonización fenicia fue un fenómeno histórico de alcance global en el mundo mediterráneo antiguo, que alcanzó desde el Mediterráneo oriental a las costas atlánticas de Europa y el Norte de África. Durante el I milenio AC. difundió formas de vida urbana, tecnologías y saberes orientales, cuyas consecuencias de todo orden no siempre han sido suficientemente valoradas por la investigación moderna. 2 Posiblemente ello se deba al protagonismo que han adquirido otras sociedades como Grecia y Roma de quienes somos herederos directos en el mundo occidental y de que se hayan conservado, además, abundantes testimonios históricos, frente al menor número y calidad de fuentes de información de los fenicios.3 1.El presente trabajo es resultado del proyecto de investigación financiado por el MICIN HAR2008-03806/HIST: Los fenicios occidentales: sociedad, instituciones y relaciones políticas (siglos VI-III A.C.) 2.Sobre la colonización fenicia y, en general sobre la civilización fenicia vid. MOSCATI, S. (1972) I fenici e Cartagine, Torino , Unione Tipografico-Editrice Torinese; AUBET, M.E (1994) Tiro y las colonias fenicias de Occidente. Edición ampliada y puesta al día, Barcelona, Editorial Crítica, KRINGS, V. (1995) La civilisation phénicienne et penique. Manuel de recherche, Leiden, Brill, BONDÌ, S.F., BOTTO, M., GARBATI, G., OGGIANO, I. (2009) Fenici e Cartaginesi. Una civiltà mediterranea, Roma, Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato. 3.Para el tratamiento historiográfico de fenicios y cartagineses en la historiografía antigua y moderna puede consultarse LIVERANI, M. (1998) L’immagine dei fenici nella 88 josé luis lópez castro En nuestra aportación exponemos y valoramos las formas de relacionarse de los fenicios con otros pueblos antiguos, a lo largo de ese milenio, desde una perspectiva que trata de poner de relieve su naturaleza pacífica, aun cuando a veces se tratase de relaciones desiguales o eventualmente conflictivas. Para ello nos centramos en un análisis diacrónico con algunos ejemplos concretos de esas formas de relación intercultural: el modelo de la colonización inicial basado en el templo como institución pacífica, el modelo aristocrático del periodo arcaico, basado en las relaciones personales de amistad y paridad entre las élites de dos sociedades y el modelo interestatal del periodo urbano. 1. El modelo colonial inicial (siglos X-IX AC) Este modelo de relaciones se fundamente en la implantación de enclaves coloniales no urbanos, en cuanto a tamaño y funciones, en los que se establecía un santuario de una divinidad fenicia que protegía el sitio, las personas que lo habitaban y las actividades que allí se desarrollaban. Se trataría de lugares abiertos a gentes de diversas procedencias y culturas, protegidos por una sacralización que garantizaba el respeto a todos los actores. Son centros aislados, sin territorio propio, que concentraban actividades productivas especializadas, como centros de producción artesanal y como centros de intercambio de bienes. Su origen se sitúa en la etapa inicial de la expansión colonial fenicia, hacia finales del II milenio AC y comienzos del I AC, de acuerdo con las dataciones radiocarbónicas que elevan la cronología hasta esas fechas en la Península Ibérica: 930-830 AC en Huelva, 1020-810 y 930-830 AC en El Carambolo y 1040-840 y 1010-830 AC. en La Rebanadilla.4 storiografia occidentale, Studi Storici 39, 1: 5-22; KRINGS, V. (1998) Carthage et les Grecs (c. 580-480 av. J.-C.), Leiden, Brill, BARCELO, P. (1994) The Perception of Carthage in Classical Greek Historiography, Acta Classica XXXVII: 1-14. 4.NIJBOER A.J. y VAN DER PLICHT, J. (2006) An interpretation of the radiocarbon determinations of the oldest indigenous- Phoenician stratum thus far, excavated at Huelva, Tartessos (south-west Spain), Bulletin des Antike Beschaving 81: 41-46, SÁNCHEZ SÁNCHEZ-MORENO, V.M., GALINDO SAN JOSÉ, L., JUZGADO NAVARRO, M. y DUMAS PEÑUELAS, M. (2011) La desembocadura del Guadalhorce en los siglos IX y VIII a.C. y su relación con el Mediterráneo, DOMÍNGUEZ PÉREZ, J.C. (ed.), Gadir y fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones... 89 Las divinidades a quienes se asocian estos santuarios tempranos son Melqart y sobre todo su pareja divina Astarté, protectora de los artesanos y navegantes y propiciadora de la fecundidad.5 La existencia de la divinidad garantizaba la neutralidad del lugar, legitimaba la presencia foránea y evitaba los conflictos por la tierra. Allí se producirían bienes de alta calidad destinados a las élites autóctonas que recibían con los objetos un conjunto de prácticas sociales propias de las aristocracias orientales que contribuían a consolidar procesos de diferenciación social existentes en el seno de las sociedades autóctonas. La ofrenda a la divinidad como pago de los servicios del templo, que nos ha sido transmitido en algún caso por las fuentes clásicas como la «décima» de Melqart enviada por Cartago a Tiro, o diez por ciento de todas las transacciones realizadas constituía una de las vías de acumulación de los templos y de reproducción de sus funciones.6 Un ejemplo muy antiguo lo tenemos en el puerto de Kommos, en Creta, donde podemos reconocer este modelo en los restos del santuario fenicio fundado en el periodo Late Minoan IIIA2/B3, hacia el siglo XIV AC, que continuaría ejerciendo ese papel siglos después en época geométrica y arcaica, y que se ha relacionado con la presencia de productos fenicios en Creta y la difusión de productos cretenses en distintos puntos del Mediterráneo a través del intercambio fenicio. 7 el Círculo del Estrecho revisados. Propuestas de la Arqueología desde un enfoque social, Cádiz, Universidad de Cádiz: 187-197; FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A. (2010) El Carambolo, secuencia cronocultural del yacimiento. Síntesis de las intervenciones 2002-2005, M. L. DE LA BANDERA ROMERO y E. FERRER ALBELDA (coords.), El Carambolo: 50 años de un tesoro, Sevilla, Universidad de Sevilla: 203-270. 5. GROTANELLI, C. (1981) Santuari e divinità delle colonie d’Occidente, La religione fenicia. Matrici orientali e sviluppi occidentali. Atti del Colloquio in Roma, 1979, Roma, Consiglio Nazionale delle Ricerche: 109-133, BONET, C. (1988) Melqart. Cultes et mythes de l’Héraclès tyrien en Méditerranée, Namur, Presses Universitaires de Namur, BONET, C. (1996) Astarté. Dossier documentaire et perspectives historiques, Roma, Consiglio Nazionale delle Ricerche. 6.Diod. XX, 14. 2, BONET, C. (1988), op. cit.: 167, 220, 225. 7.SHAW, J. W. (1989) Phoenicians in Southern Crete, American Journal of Archaeology 93: 165-183, SHAW, J. W. (1998) Kommos in Southern Crete: an Aegean Barometer for East-West Interconnections, KARAGEORGHIS, V. y STAMOPOLIDIS, N. (eds.), Proceedings of the International Symposium: Eastern Mediterranean: Cyprus-Dodecanese-Crete 16th-6th centuries B.C., Rethymnon 1997, Athens: 2-17, SHAW, J. W. (2000): «The Phoenician Shrine, ca. 800 B.C., at Kommos in Crete», en M.E. AUBET y M. BARTHELEMY 90 josé luis lópez castro En la Península Ibérica conocemos tres posibles asentamientos relacionados con santuarios, encuadrables en este horizonte colonial inicial de los siglos X-IX AC: Huelva, el Cerro del Carambolo, en Sevilla y La Rebanadilla, en la bahía de Málaga.8 Son asentamientos emplazados en islas fluviales o en promontorios próximos a ríos, sin fortificar, y en todos ellos hay indicios de la presencia de un santuario y de una actividad productiva, aunque sólo en El Carambolo es posible relacionar el santuario con una divinidad, en concreto con Astarté.9 Precisamente, el carácter no excepcional de este tipo de asentamientos, su difusión en distintas áreas geográficas del mediodía peninsular y su antigüedad, le confieren ese rango de modelo de establecimiento y modelo de relación con las sociedades autóctonas. La existencia de un santuario como parte esencial de los establecimientos coloniales, y por tanto la utilización del modelo, se documenta en áreas periféricas de la Península Ibérica en periodos posteriores, cuando los fenicios occidentales estaban plenamente asentados y articulados en ciudades-estado, y cuando el modelo del santuario como vía de relación con las sociedades autóctonas había pasado a un segundo plano en el sur de Iberia. El complejo asentamiento de Abul, en el estuario del Mondego, en Portugal, presenta espacios de culto en la fase del siglo VII AC y un santuario en la fase posterior del VI-V AC.10 Otro ejemplo bien documentado de esta función económica de los templos de Astarté en ámbito colonial o no fenicio es la desempeñada por el templo posiblemente consagrado a la diosa en Pyrgi, puerto de la ciudad etrusca de Caere, en el que la conocida inscripción bilingüe en (eds.), Actas del IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, Cádiz, 1995, Cádiz, Universidad de Cádiz, vol. III: 1107-1119. 8. GONZÁLEZ DE CANALES, F., SERRANO, L. y LLOMPART, J. (2004): El emporio fenicio precolonial de Huelva (ca. 900-770 a.C.), Madrid, Biblioteca Nueva, FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A., (2010) op. cit., SÁNCHEZ MORENO et. al. (2011) op. cit. 9. BELÉN, M. (2000) Itinerarios arqueológicos por la geografía sagrada del Extremo Occidente, en COSTA, B. y HERNÁNDEZ, J. (eds.), Santuarios fenicio-púnicos en Iberia y su influencia en los cultos indígenas, XIV Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica, Eivissa, 2000, Ibiza, Consellería d Educaciò i Sports: 70-72; B. FERNÁNDEZ FLORES, A. y RODRÍGUEZ AZOGUE, A., op. cit. (2010): 241. 10.MAYET, F. y TAVARES DA SILVA, C. (2000) L’établissement phénicien d’Abul, Paris, De Boccard: pp. 145-146, 175 ss. fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones... 91 etrusco y fenicio atestigua el culto a la diosa, tanto por fenicios como por etruscos.11 La utilización más tardía que podemos atribuir a este modelo de relaciones basadas en santuarios es la que parece documentar el pequeño santuario betílico del Castro de Punta do Muiño de Vento, situado en la costa gallega, donde las investigaciones de los últimos años han puesto de manifiesto una presencia fenicia occidental, seguramente gaditana, en los siglos V-I AC con carácter empórico en algunos pequeños asentamientos aislados12, que podrían ponerse en relación con la obtención de estaño y las relaciones de los fenicios gadiritas con las poblaciones del extremo Noroeste peninsular testimoniadas por Estrabón, 13 al tiempo que nos recuerda claramente el modelo colonial inicial. Una variedad desarrollada de este modelo de relaciones es la que, de manera similar a lo observado anteriormente, se documentan a través de inscripciones de corporaciones de comerciantes fenicios orientales asentados en los siglos II y I AC en los puertos de El Pireo y Delos, en donde tenemos constancia de dedicaciones a divinidades como Melqart y Astarté.14 En estos casos, de nuevo los cultos dedicados a las divinidades protectoras de comerciantes y artesanos enuclea la presencia fenicia en un territorio extranjero desde la perspectiva de unas relaciones pacíficas. 2. El modelo aristocrático (fines del IX a fines VII AC) Desde finales del siglo IX y sobre todo en los siglos VIII-VII AC el número de asentamientos coloniales fenicios creció considerablemente en el Mediterráneo Central y Occidental en un fenómeno de gran alcance histórico, cuyas causas son tanto de carácter económico, como de carácter social. Salvo algunos pocos asentamientos urbanos, como Lixus, Gadir, Cartago o Motya, en su mayoría fueron pequeños enclaves no fortificados, 11. BONET, C. (1996), op. cit.: 121-125, COLONNA, G. (1984-85) Novità sui culti di Pyrgi, Rendiconti della Pontificia Accademia Romana di Archeologia LVII: 57-88. 12. GONZÁLEZ RUBIAL, A., RODRÍGUEZ MARTÍNEZ, R. y AYÁN VILA, X. (2010), Buscando a los púnicos en el Noroeste, Mainake XXXII (II): 577-600. 13.ESTRABÓN III, 5, 11 14. BONET (1988), op. cit.: 371-373, BONET (1996), op. cit.: 87-90. 92 josé luis lópez castro lo que parece evidenciar unas relaciones pacíficas. Tradicionalmente se había identificado por la investigación moderna a los colonos fenicios como comerciantes y a las élites locales con las que entraron en relación, el mundo tartesio pre-ibero en la Península Ibérica, la sociedad del periodo vilanoviano y pre-etrusco en Italia, las poblaciones de Cerdeña y Sicilia, y las poblaciones libias del Norte de África, como aristocracias en formación.15 No obstante, la revisión del registro arqueológico y de los testimonios literarios incide en el hecho de que fueron aristócratas fenicios quienes protagonizarían este fenómeno colonial, sobre todo en la Península Ibérica. La presencia de casas de gran complejidad y de tumbas principescas de cámara, con ajuares que contienen elementos vinculados a la realeza y la aristocracia en Oriente como los vasos de alabastro nos hacen pensar que se trataría de asentamientos dirigidos por aristócratas, no por comerciantes 16. Ello cobra mayor sentido si tenemos en cuenta que los fenicios difundieron entre las emergentes aristocracias locales mediterráneas el fenómeno denominado «orientalizante» por la investigación moderna, que no es una mera adopción de estilos o de modas, sino la difusión y la reinterpretación y adaptación de un conjunto de prácticas sociales de la realeza oriental que reforzaban y contribuían a reproducir el rol dominante de unas aristocracias locales en proceso de consolidación. Esas prácticas sociales se reconocen en la introducción de espacios arquitectónicos y funerarios orientales, de la celebración del banquete, el uso del vestido y el tocado personal orientales, el mobiliario de marfil, los elementos de culto en bronce, etc., y los reconocemos en el registro arqueológico a través de los objetos artesanales fenicios de gran calidad que han pervivido. A cambio de ello los fenicios obtendrían bienes 15.AUBET, M. E. (1984) La aristocracia tartésica durante el periodo orientalizante, Opus III: 445-468, BERNARDINI, P. (1982) Le aristocrazie nuraghiche nei secoli VIII e VII a.C., La Parola del Pasato 203: 81-101, BISI, A.M. (1984) La questione orientalizante in Sardegna, Opus III: 429-444, RATHJE, A. (1984) I keimelia orientali. Aspetti delle aristocrazie fra VIII e VII secolo a.C., Opus III: 341-354, LÉVÊQUE, P. (1999) Avant et après les Princes. L’Afrique mineure de l’Age du fer, P. RUBY (dir.), Les princes de la Protohistoire et l’émergence de l’état, Nápoles-Roma, Centre Jean Bérard y École française de Rome: 153-164, BOKBOT, Y. (2006) Reflexions sur le substrat amazigh dans les villes et «comptoirs» phenico-puniques du Maghreb Occidental, Hésperis-Tamuda XLI: 9-23 16.LÓPEZ CASTRO, J.L. (2006) Colonials, merchants and alabaster vases: the western Phoenician aristocracy, Antiquity 80: 74-88. fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones... 93 como metales, que eran redistribuidos hacia Oriente y otras áreas del Mediterráneo. Así pues, el modelo de relaciones que se estableció en los primeros siglos del I milenio AC se basaba en el reconocimiento mutuo de las élites coloniales y las élites autóctonas como interlocutores de sus respectivas sociedades, a partir de una consideración recíproca como pares. Se trata de relaciones políticas basadas en la amistad y la hospitalidad, la philía aristocrática, o como definió Torelli,17 la «movilidad social horizontal» de los aristócratas de las sociedades mediterráneas en época arcaica. Entendemos aquí la aristocracia en un sentido amplio: reyes, príncipes y en general nobleza hereditaria, o élites que estaban en proceso de afirmación y consolidación como aristocracia de sangre, como sucedía con sociedades con las que los fenicios entraron en contacto en diversos rincones del mundo mediterráneo antiguo, de Chipre a la Península Ibérica. Los aristócratas se reconocen entre sí como iguales, por lo que el intercambio económico, al igual que todas las formas de relación social, deviene en una relación política y adopta la forma de intercambio de dones y contradones, 18 sobre todo entre sociedades en las que hay desigualdad en el grado de determinación del dinero y en las que predomina el valor de uso en los intercambios como eran las sociedades autóctonas. Las relaciones político-comerciales basadas en el intercambio de regalos entre casas reales en Oriente y Egipto durante la Edad del Bronce constituirían el precedente inmediato para los reinos fenicios. 19 El intercambio de regalos refuerza las alianzas personales, que en sí son alianzas políticas, incluido el matrimonio, lo que significaría que los individuos cualificados socialmente de cada grupo humano establecían un vínculo que los hacía formar parte de una misma familia. Episodios como la negociación entre la reina tiria Elisa y el rey libio Iarbas con motivo de la fundación de Cartago, que incluía el matrimonio entre ambos, de acuerdo con el relato transmitido en las fuentes clásicas, es 17.TORELLI, M., 1987, Storia degli etruschi, Roma-Bari, Laterza: 135. 18. GODELIER, M. (1998): El enigma del don, Madrid, Paidós, LÓPEZ CASTRO, J.L. (2005) Aristocracia fenicia y aristocracias autóctonas. Relaciones de intercambio, en S. CELESTINO y J. JIMÉNEZ AVILA (eds.), El Periodo Orientalizante, Anejos de Archivo Español de Arqueología XXXII, Madrid, CSIC: 405-421. 19.ZACAGNINI, C (1973) Lo scambio di doni nel Vicino Oriente durante i secoli XVXIII, Roma, Centro per le antichità e la storia dell’arte del Vicino Oriente. 94 josé luis lópez castro un ejemplo de ello. Del mismo modo, la llegada de los foceos a Tarteso y su contacto con el rey Argantonio, relatado por Herodoto podría interpretarse desde la perspectiva del intercambio de dones. 20 Desde la amistad entre aristócratas las relaciones establecidas se extendían jerárquicamente a las sociedades respectivas a través de las relaciones de dependencia de los parientes inferiores o los clientes en las sociedades autóctonas, y hacia los socialmente inferiores entre los fenicios, ya fueran dependientes o libres. En este marco de relaciones pacíficas la sociedad colonial se conformaría como una sociedad híbrida en la que los matrimonios mixtos aseguraban su reproducción y el mantenimiento de las relaciones entre las dos comunidades humanas. Tales matrimonios, así como el trasvase de fuerza de trabajo dependiente de las aristocracias de ambas sociedades pueden documentarse en el registro arqueológico durante estos siglos.21 No obstante, no es un modelo incompatible con las primeras ciudades, pues no hay que olvidar el carácter urbano de la sociedad fenicia, que también se difundió en Occidente: Gadir y su arrabal en tierra firme que conocemos como Castillo de Doña Blanca y La Fonteta, identificada con la antigua Herma en el Extremo Occidente; Cartago y Utica en el Norte de África o Motya en Sicilia, por citar las más antiguas, fueron ciudades fortificadas.22 Ello nos indica ya la existencia de conflictividad frente a poblaciones autóctonas por el territorio y los recursos y frente a otras sociedades mediterráneas, en paralelo a la existencia de modelos de relación pacíficos. Estas primeras ciudades respondían también a una organización aristocrática, dominadas por oligarquías urbanas aristocráticas, de las que tenemos noticia en las fuentes escritas para el caso de 20.JUSTINO XVIII, 6, 1, HERODOTO I, 163, LÓPEZ CASTRO, J.L. (2005) op. cit. 410-411. 21.LÓPEZ CASTRO, J.L. (2005) op. cit.: 411-412; DELGADO, A. (2005): Multiculturalidad y género en las colonias fenicias de la Andalucía Mediterránea, Atti del V Congresso Internazionale di Studi Fenici e Punici, Palermo, Universita degli Studi di Palermo: 12491260. 22.Sobre estos sistemas de amurallamiento véase MONTANERO, D. (2008) Los sistemas defensivos de origen fenicio-púnico del Sureste peninsular (siglos VIII-III a.C.): nuevas interpretaciones. En: COSTA, B. y FERNÁNDEZ, J. H. (eds.), Arquitectura defensiva fenicio-púnica, XXII Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica (Eivissa 2007), Ibiza, Consellería d’Educació i Cultura: 91-144, PRADOS MARTÍNEZ, F. (2008) La arquitectura defensiva en Cartago y su área de influencia, ibid.: 57-89. Sobre las murallas de Utica DIODORO XX, 54-55. fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones... 95 Cartago durante los primeros siglos de su historia, a través de personajes como Malco o de los miembros de la dinastía magónida. 23 3. El modelo interestatal (fines VII-principios II AC) La forma política de la ciudad-estado, predominante entre los fenicios de Oriente desde el II milenio a.C. prefigura el tercer modelo de relaciones que vamos a abordar, como es el modelo interestatal­. Establecido entre estados, ya fueran ciudades-estado, o estados territoriales como Cartago, supera las relaciones de amistad personal entre aristócratas para ofrecer unas relaciones muy complejas que se regulaban mediante acuerdos y tratados, algunos de los cuales han sido transmitidos hasta nosotros en inscripciones o en textos antiguos. El modelo interestatal podía funcionar de manera contemporánea y simultánea con otros modelos de relaciones: por ejemplo, mientras que con sociedades autóctonas podían mantenerse relaciones entre aristócratas, con otras ciudades o formaciones estatales, las relaciones existentes eran interestatales. De hecho, cuando las sociedades autóctonas se consolidaban como sociedades estatales, las relaciones aristocráticas desaparecían o se subsumían en relaciones interestatales. Las relaciones interestatales procuraban la regulación de los posibles conflictos y los tratados hacían referencia explícita a la paz, la amistad, la alianza, así como a las precondiciones para que aquéllas existiesen: regulación de acceso al comercio, sometimiento a las instituciones de los estados en caso de conflicto para regular éste, evitación de la piratería o regulación de la actividad pirática, evitación de conflictos territoriales por el establecimiento de colonias o fortificaciones, protección de ciudades aliadas y sus habitantes. Así se nos ha transmitido en documentos como el tratado entre el rey de Tiro Baal y el rey asirio 23. KRINGS, V. (2000) Quelques considerations sur l’«empire de Carthage». À propos de Malchus, en M.E. AUBET y M. BARTHELEMY (eds.), Actas del IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, Cádiz, 1995, Cádiz, Universidad de Cádiz, vol. I: 167-172, DEVILLERS, O. (2000) «Magonides» ou «Hannonides»? À propos de Justin, Historiae Philippicae, XIX, 1,1, en M.E. AUBET y M. BARTHELEMY (eds.), Actas del IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, Cádiz, 1995, Cádiz, Universidad de Cádiz, vol. I: 147-151. 96 josé luis lópez castro Asharaddon,24 o en los tratados entre Cartago y Roma de 509 y 348 AC recogidos por Polibio.25 Las relaciones de amistad y alianza interestatales tenían también su prolongación en las relaciones sociales que mantenían entre sí entre los ciudadanos de diferentes ciudades fenicias y los ciudadanos de otras ciudades de origen no fenicio. En el primer caso se reconocían el derecho de matrimonio entre hombres y mujeres de diferentes ciudades, por ejemplo entre Cartago y las ciudades libiofenicias26, así como posiblemente de algunos derechos cívicos, según se desprende de inscripciones de Cartago y de otra ciudad argelina de origen fenicio que mencionan la presencia de individuos oriundos de otras ciudades de origen fenicio allí residentes que dejan constancia de sus derechos políticos como miembros de las asambleas de sus ciudades de origen. 27 4. Discusión Los distintos modelos descritos nos remiten a una capacidad de aceptación social de la alteridad en términos pacíficos que, sin embargo, discurre paralelamente a la historia bélica de los reinos fenicios orientales y de sus colonias, en particular la de Cartago. La capacidad bélica de fenicios y cartagineses existió y jugó también un papel determinante en su devenir, pero no es menos cierto que la principal aportación de la civilización fenicia a la Historia fue un fenómeno colonizador esencialmente pacífico, en el que predominaron las relaciones no bélicas, que difundió conocimientos, tecnologías y formas de vida a los confines del mundo conocido. Ello no significa que no generasen situaciones de explotación y desigualdad allá donde se asentaron, como han puesto de relieve diversos investigadores,28 ni que consideremos la colonización como un proceso benéfico. Comparativamente a otras civilizaciones que 24.PETTINATO, G. (1975) I rapporti politici di Tiro con Assiria alla luce del «trattato tra Asarhaddon e Baal», Rivista di Studi Fenici III: 145-160. 25.POLIBIO III, 24 26.DIODORO XX, 55, 4 27.CIS I 266, de Ibohim, KAI 170, de Lixus o Sexs 28. Véase por ejemplo WAGNER, C.G. (2005) Fenicios en el Extremo Occidente: conflicto y violencia en el contexto colonial arcaico, Revista Portuguesa de Arqueologia 8 (2): 177-192, fenicios en el mediterráneo: modelos de relaciones... 97 empleaban medios violentos en sus relaciones interestatales, los fenicios utilizaron métodos distintos, en función de sus propios intereses y de las sociedades con las que entraron en contacto y que también dieron como resultado mestizajes e hibridaciones y, en definitiva, nuevas realidades sociales e históricas29. Los modelos de relación analizados no fueron modelos que se desarrollasen históricamente de manera sucesiva, aunque los hayamos analizado aquí de manera diacrónica, sino que funcionaron paralelamente en el tiempo y evolucionaron. Por ejemplo, el modelo colonial inicial estaba funcionando en el Mediterráneo Occidental al mismo tiempo que el modelo de relaciones interestatales funcionaba en Oriente, puesto que los fenicios y sus vecinos se organizaban en reinos y ciudades-estado de manera predominante. Por su parte, el modelo de santuario abierto pervivió, aunque evolucionando, como elemento integrante de los demás modelos. Podemos afirmar que los fenicios desplegaron el modelo de relación intercultural más adecuado a sus propósitos, en función del grupo humano con el que se relacionaban concretamente. Así, el modelo colonial inicial es el empleado en tierras muy lejanas, desconocidas y potencialmente hostiles, mientras que el modelo aristocrático es el más desarrollado al relacionarse con sociedades pre-estatales o estados iniciales, tipo estados-linaje, que presentaban aún en su estructuración rasgos de las sociedades parentales, en los que se estaban consolidando aristocracias como clases dominantes. 29.DELGADO, A. (2008) Alimentos, poder e identidad en las comunidades fenicias occidentales, Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada 18: 163-188, DELGADO, A. (2010) De las cocinas coloniales y otras historias silenciadas: domesticidad, subalternidad e hibridación en las colonias fenicias occidentales, MATA PARREÑO, C., PÉREZ JORDÀ, G. y VIVES-FERRÁNDIZ, J. (eds.) (2010) De la cuina a la taula, IV Reunió d’economia en el primer mil·lenni a.C., Valencia, Universidad de Valencia, Saguntum extra 9: 28-43 . 98