www.pulso.cl • Martes 21 de octubre de 2014 @pulso_tw facebook.com/pulsochile OPINION 7 Tribuna Libre Discriminaciones arbitrarias en educación Claramente no se ha cumplido la promesa del Gobierno de asignar la mayoría de los ingresos de la Reforma Tributaria a educación. RUBÉN COVARRUBIAS GIORDANO H AY UN VIEJO y sabio dicho popular que reza “donde pones la plata, está tu corazón”. Creo que ese dicho es perfectamente aplicable al accionar del Ejecutivo tras el envío de la Ley de Presupuesto al Congreso. Para analizar el Presupuesto 2015 debemos tener en consideración que en la discusión de la Reforma Tributaria se prometió que de los US$8.200 millones que se recaudarían en estado de régimen, US$5 mil millones se destinarían a educación, es decir, el 60% de la nueva recaudación fiscal. Para el año 2015, las autoridades económicas estiman que se recaudarán US$2.300 millones adicionales como producto de la aplicación de la primera fase de la Reforma Tributaria. En consecuencia, es dable suponer que el gasto se efectuará en una proporción similar a la prometida en estado de régimen. Pero, aun así, ¿es verdadero que los recursos para el próximo año se destinarán mayoritariamente a educación? Entre los años 2006 y 2014, el presupuesto en educación ha tenido un incremento promedio, no incluyendo la inflación de cada año, del 10,2%. Para el 2015 los recursos anunciados son de $8.063.620.021 contra $7.189.064.757 del año 2014, es decir, solo un 1% superior al incremento efectivo que ha mantenido el sector en los últimos ocho años. Claramente la promesa de asignar mayoritariamente los ingresos de la Reforma Tributaria a educación es una promesa incumplida. En el área escolar, a lo menos nacen dos discriminaciones odiosas. La primera es la que asigna a dos alumnos vulnerables, con las mismas necesidades educativas, aportes distintos del Estado, según estén matriculados en un colegio municipal o en uno particular subvencionado, por cierto en desmedro de este último. Y la diferencia no es nada menor, es del orden del 20%. La segunda discriminación se establece en las zonas rurales. En el año 2004 se asignaron más de $3.000 millones para el transporte escolar en zonas rurales, que iban destinados a que los niños de estas zonas pudiesen asistir a sus colegios, independiente de si estos eran municipales o particulares subvencionados. Para 2015, el beneficio solo se mantendrá para los niños que estén matriculados en colegios municipales. ¿Alguien puede explicar esta lógica segregadora? ¿Qué culpa tienen los niños? En educación superior, las únicas glosas presupuestarias que aumentan son aquellas que se destinan a las universidades del Estado. Pese a esto, ya reaccionó el Consejo de Rectores, que agrupa solo a una parte de las universidades chilenas, planteando que los montos son insuficientes. Los recursos para investigación se mantienen inalterables, a pesar de que todos los indicadores internacionales señalan que deben ser incrementados sustancialmente. S E CREA un fondo especial, solo para las universidades que tengan siete años de acreditación (es decir, Universidad de Chile y Católica de Chile), profundizando con esto no tan solo las presiones a la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), sino también -y tal vez lo más grave- incentivando la lógica de acreditaciones por cantidad de años, que es uno de los errores más profundos de la Ley de Aseguramiento de Calidad. Y a nivel de educación superior también existen discriminaciones arbitrarias. En el Presupuesto 2015 se aumentan los recursos para becas universitarias con el propósito de dar cobertura al 70% de los alumnos que lo requieran. Hasta ahí, gran noticia. Pero lo curioso -y odioso- está en que existirá diferencia en los montos de dichas becas, dependiendo de si el estudiante Mente Ágil 6 5 1 2 4 6 5 8 5 M 8 3 9 1 7 5 El fallo sobre el proyecto no corresponde a un supremazo en materia de consulta indígena. La sentencia no se refiere en ninguna parte a que exista una eventual afectación a las comunidades. 9 2 3 El Morro: interpretación administrativa 8 9 6 4 5 3 4 6 7 50 100 56 49 40 54 57 65 61 41 44 60 38 45 36 117 97 110 25 28 116 118 33 24 30 71 114 123 72 135 124 19 1 137 131 140 12 El autor es rector Universidad Mayor. Pulso Legal 2 8 está matriculado en una universidad del Consejo de Rectores o en una universidad privada. Se puede dar la paradoja -como de hecho ha ocurrido- que en una familia con dos hijos en la universidad, uno acceda a una beca mayor por estar matriculado en una universidad del Estado, y el otro a una menor, por elegir una universidad privada. Curiosa discriminación, pues esos jóvenes tienen exactamente la misma situación socioeconómica. ¿Dónde está la racionalidad de esta discriminación? Por otra parte, también hay discriminación en los aportes basales. Las universidades que lo obtienen son solo aquellas que son parte del Consejo de Rectores; algunas de ellas, privadas. A este selecto grupo no se puede ingresar -tal vez para no repartir la torta-, pero sí adscribir, tal como lo hicieron ocho universidades privadas sin financiamiento del Estado que aceptaron regir sus procesos de admisión según las normas y procedimientos del sistema único, bajo la lógica de igualdad de condiciones para competir. Muchas de estas ocho universidades tienen mejores niveles de acreditación, mayor productividad científica, mayor antigüedad y mejores promedios PSU de ingreso. Todas son corporaciones de Derecho Privado sin fines de lucro y, pese a ello, no tienen derecho a aportes basales. ¿Por qué se las excluye de los aportes basales? ¿No contribuyen igual al desarrollo del país? ¿Cuál es la razón para tal discriminación? ¿O tal vez solo por ser privadas y estar fuera del CRUCh se las considera universidades de segunda categoría? Sinceramente, creo que el Gobierno se ha perdido una maravillosa oportunidad para dar término a las discriminaciones. Todavía hay tiempo para lograrlo, aunque ahora depende de nuestro Congreso Nacional. P 9 73 17 8 15 81 76 91 87 80 4 86 78 Completa la cuadrícula para que los números se conecten horizontal, vertical o diagonalmente. Vea la solución en www.pulso.cl UCHAS interpretaciones se han hecho respecto del reciente fallo de la Corte Suprema sobre el proyecto minero El Morro, ubicado en la Región de Atacama. Sin embargo, de un análisis del texto, es posible desprender algunas conclusiones que son relevantes para comprender, de mejor forma, a lo que se ven enfrentados los proyectos de inversión hoy en día. Lo primero es que el fallo no corresponde a un supremazo en materia de consulta indígena. La sentencia no se refiere en ninguna parte a que exista una eventual afectación de las comunidades recurrentes, ni modifica los criterios que ella misma ha ido asentando en sentencias como la del proyecto Neltume, donde se señala que a la luz del Convenio N° 169 de la OIT, “no procede que se obtenga el consentimiento de quienes recurren para que la autoridad, en el evento que la solicitud de calificación ambiental cumpla los requisitos legales y reglamentarios, pueda dictar la correspondiente Resolución de Calificación Ambiental favorable”. Lo segundo es que la sentencia discurre sobre la base del Derecho Administrativo, haciendo alusión a la vinculatoriedad del Informe Consolidado de la Evaluación, pero sin ahondar en que ese efecto vinculante se da solo respecto de los aspec- RODRIGO BENÍTEZ URETA tos normados de la evaluación, tal como lo establece el artículo 9 bis de la ley N° 19.300 y 59 de su reglamento. La sentencia no analiza si esos pronunciamientos pueden ser catalogados como vinculantes por ser aspectos normados, o si son parte de los pronunciamientos con aspectos discrecionales, y que por ello no vinculan la decisión final. Así, la Corte Suprema establece que la falta de motivación de dos pronunciamientos de la Conadi, los harían devenir en ilegales y arbitrarios por carecer del sustento que la ley de pro- cedimiento administrativo les exige. Ello, a su vez, viciaría la autorización ambiental del proyecto, por lo que la deja sin efecto. Como se ve, el análisis de la Corte Suprema no es sobre los derechos de las comunidades indígenas, sino sobre categorías de Derecho Administrativo. La Corte eleva el estándar actual de motivación de los pronunciamientos sectoriales, como ya lo había hecho respecto de las votaciones de las comisiones de evaluación en el fallo Pirquenes, en que ordenó que cada voto de las autoridades que integraban dicha comisión debía estar fundamentado. La pregunta que queda pendiente es si la fundamentación, sobre todo en los aspectos discrecionales (que no son vinculantes para la Comisión de Evaluación que aprueba o rechaza los proyectos) de la evaluación ambiental, debe buscarse en los pronunciamientos de los servicios sectoriales o en la Resolución de Calificación Ambiental. La respuesta es relevante porque implicará que las comisiones de evaluación tengan alguna utilidad, o se transformen en un simple “mandatario” de los pronunciamientos de los servicios. P El autor es socio área ambiental Baker & McKenzie.