C&C PRIVATE DEBT Luis Felipe Castellanos Managing Partner de N+1 PRIVATE DEBT ➜ Fue el último en llegar, pero se ha revelado como uno de los fondos más activos. Alteralia Debt Fund, asesorado por N+1 Private Debt, ha cerrado cinco operaciones en España en ocho meses. Su financiación no tiene nada que ver con special situations o distress. El fondo de deuda senior, que tiene a Cofides y al ICO como fondistas, financia a empresas medianas solventes con presencia internacional a las que también puede ofrecer financiación mezzanine. ¿ Cómo marcha el fundraising de su primer fondo, AlterAlia Debt Fund? Empezamos a gestar el proyecto a finales de 2013, cuando en España había una necesidad acuciante de alternativas de financiación y, 18 meses más tarde, realizamos un primer cierre de €100M. Actualmente, todavía estamos en fundraising y prevemos alcanzar los €150M a lo largo del año. Vimos un hueco en el mercado y la iniciativa ha sido un éxito. En nuestro segmento en España no hay mucha competencia. Fondos de deuda privada con tickets de más de €20M hay muchos, casi todos anglosajones y panaeuropeos, pero nuestro nicho son operaciones de menos de €20M. Es decir, con este primer fondo invertiremos en 12 ó 15 compañías con un ticket size de entre €5M y | 48 | “Hemos cerrado cinco operaciones en menos de ocho meses” €20M. La desintermediación bancaria en España es una realidad sin marcha atrás. Además, nosotros no financiamos el día a día de las compañías, sino sus eventos corporativos tales como adquisiciones, financiación de capex, refinanciaciones... Cuando las empresas acuden a nosotros buscan una solución flexible y de ejecución rápida complementaria a la deuda bancaria tradicional. Muchas empresas en las que estamos tienen préstamos bancarios. Es decir, insertamos nuestra Hemos concedido un préstamo de €10M al grupo vasco Arteche, que factura más de €300M, el 90% en mercados internacionales deuda en el balance de las compañías, conviviendo con los bancos. ¿Quiénes son sus principales inversores? Los dos principales inversores de Alteralia son Cofides y el ICO. Entre ambos, aportarán aproximadamente un 40% del importe global del fondo. Hay que tener en cuenta que N+1, como firma, lleva levantando fondos 25 años. Aunque el acceso a capital para este tipo de activos en España todavía es restringido y limitado, hemos logrado captar el 60% restante del fondo entre inversores privados, todos ellos nacionales: fondos de pensiones, aseguradoras y clientes de banca privada. Invierten sobre todo en deuda senior pero, ¿qué les diferencia? Nuestro producto es un instrumento novedoso en el perfil de compañías en las que trabajamos: préstamos hasta siete años, bullet, y con un coste global “high-single digit”, es decir, entre el 7% y el 9% por operación. Tenemos flexibilidad en cuanto a la tipología de operaciones que podemos hacer, pero haciendo deuda senior a largo plazo somos capaces de lograr el retorno buscado sin necesidad de ofrecer productos más subordinados: mezzanine, second lien, preferred equity… Es decir, hemos encontrado un nicho en la deuda senior a retornos y riesgos razonables. Nuestros inversores son tradicionales, prudentes, y prefieren sacrificar algo de rentabilidad a cambio de invertir en un producto más seguro. Además, las estructuras incorporan covenants financieros, normalmente de liquidez, solvencia y capex, que permiten hacer un seguimiento continuado del rendimiento de la compañía participada y poder actuar rápidamente si hubiera alguna ruptura de los mismos. Su fondo tiene una particularidad: está orientado a la internacionalización ¿Qué capital han invertido hasta la fecha y en cuántas operaciones? Sí, trabajamos con empresas que tengan una vertiente internacional. Esto es importante. En España, ahora mismo el mayor desafío es acceder a ese perfil de compañías, para lo que N+1 cuenta con una plataforma única por su capilaridad y su presencia local. Ésa es la piedra filosofal, la originación, y el propio conocimiento del país. Como fondo español, convivimos mejor con la incertidumbre y entendemos el entorno político-económico. Desde que empezamos en julio de 2015 hemos analizado más de 200 operaciones y todos los días nos llegan transacciones nuevas. Hasta la fecha, hemos invertido más de la mitad del fondo en cinco operaciones. Cuatro de ellas, han sido transacciones corporativas (“sponsorless”) en las que hemos inyectado fondos directamente en las compañías para proyectos de expansión, capex, refinanciaciones, y también hemos financiado un LBO con un fondo de private equity español. Por ejemplo, hemos concedido un préstamo de €10M a un grupo familiar vasco, Arteche, una compañía de ingeniería y suministro de materiales eléctricos que factura más de €300M, el 90% en mercados internacionales. Somos autónomos con respecto a otras áreas del grupo N+1, pero, en un segmento como el middle market, no hay que explicar quiénes somos. El nombre de la firma es muy reconocido, lo que supone una ventaja frente a fondos extranjeros que no tienen presencia local y cuya tesis de inversión puede ser más oportunista. El mercado entiende nuestra vocación de socio a largo plazo. noviembre y cerramos la transacción a mediados de enero. En las otras tres operaciones corporativas, los fondos se han destinado a capex y otra es un mix entre capex y refinanciación de deuda ya existente. Sus targets tienen buen performance, ¿qué otras características buscan en ellos? Cuando nos acercamos a una compañía lo más importante son los gestores, pasamos mucho tiempo analizándolos. Nuestra ventaja es que tenemos acceso directo a los accionistas y a su equipo directivo. Hacemos una due diligence extensiva porque no queremos encontrarnos sorpresas en la compañía una vez que hemos invertido en ella. Trabajamos con compañías solventes y con un histórico en el mercado. No financiamos start ups, ni entramos en sectores como el inmobiliario o financiero ni tampoco hacemos distress. Aunque no tenemos un apalancamiento máximo preestablecido, es complicado que entremos en empresas con endeudamientos superiores a 4,5x ebitda. Dicho esto, depende mucho del sector. En infraestructuras, por ejemplo, las compañías pueden apalancarse mucho más. En cualquier caso, nuestros potenciales targets son compañías industriales, exportadoras, punteras y que necesiten solventar una situación de liquidez. Por ejemplo, la penúltima operación que hicimos fue financiar una compañía vasca que quería llevar a cabo una adquisición en EE.UU. y debía ejecutarla en sólo seis semanas, con las Navidades de por medio. Empezamos a hablar con la compañía a mediados de Para terminar, ¿cómo estructuran su deuda con la ya existente? Si la compañía ya tiene deuda, hacemos una due diligence del pasivo existente y vemos qué limitaciones impone. Si hay un covenant de apalancamiento máximo o de “negative pledge”, por ejemplo, que impide pignorar activos. En función de esas limitaciones, estructuramos nuestra deuda con la existente. Hemos hecho operaciones donde no ha sido necesario contar con el consenti- Fondos de deuda privada con grandes tickets en España hay muchos. Nuestro nicho es la deuda senior en operaciones de menos de €20M miento de los bancos y, en otras, hemos tenido que pedir un waiver. Si el apalancamiento es elevado, podemos necesitar garantías reales o pignorar acciones. Otro aspecto clave es el calendario de repago de la deuda existente. Lo que buscamos es estructurar una financiación que otorgue el suficiente oxígeno a la compañía para que ésta pueda generar flujos de caja y afrontar su servicio de la deuda de manera holgada. Potenciales targets Empresas no cotizadas exportadoras y con presencia internacional Endeudamiento moderado, no más de 4,5x ebitda Facturación superior a €20M Ebitda a partir de €3M Sólida posición de mercado Equipo directivo experimentado | 49 |