Hernando De Soto Presidente Instituto para la Libertad y la Democracia Curriculum Hizo su postgrado en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de Ginebra. Fue Presidente del Comité Ejecutivo de la Organización de Países Exportadores de Cobre (CIPEC), director-gerente de Universal Engineering Corporation, miembro del Swiss Bank Corporation Consultant Group y Presidente del Instituto Libertad y Democracia. Ha recibido reconocimientos como el Premio a la Libertad (Suiza) y el Premio Fisher (Reino Unido), el Premio Goldwater (USA), el Premio Adam Smith de la Association of Private Enterprise Education (USA) y el Premio CARE para el Pensamiento Destacado sobre el Desarrollo (Canadá). La revista Time lo designó en 1999, como uno de los principales líderes innovadores de América Latina en el siglo XX, y la revista Forbes, en 2002, como uno de los líderes “que reinventarán el futuro”. Hernando De Soto Instituto para la Libertad y la Democracia Damas y caballeros. Me siento muy orgulloso, de estar hoy aquí para compartir con mi amigo, Stephan Schmidheiny, quien ha sido crucial en el desarrollo de mi organización, el Instituto Libertad y Democracia de Perú. Para presentarme aún mejor, yo soy una de las islas en este archipiélago de sabiduría y actividad que él ha creado. Nos hemos beneficiado enormemente de su apoyo, tanto intelectual como financiero. Algo sé de empresarialismo, el tema del que estamos hablando hoy. Yo fui empresario principalmente en el campo social y político. También sé algo de desarrollo. Y de filantropía, muy poco, excepto que estoy entre los receptores, por lo cual me encuentro sumamente agradecido. Empezamos nuestra tarea cuando los tiempos eran muy difíciles en Perú, era la época en que estábamos en guerra contra el terrorismo, contra Sendero Luminoso, y parecía que estábamos por desaparecer, y Stephan siempre estuvo allí. Le debemos mucho y en ese sentido estoy muy contento de estar aquí. A lo largo del tiempo hemos compartido muchos pensamientos. Durante largos períodos, nuestras conversaciones a veces duraban verdaderamente días. Una de las cosas que Stephan me hizo notar, fue la importancia de la sostenibilidad. Yo solía argumentar: “¿Qué sé yo respecto a la sostenibilidad?, yo no sé nada sobre el ambiente. Y él decía que la sostenibilidad no tiene que ver solo con el ambiente, la Walking the Talk 31 El asunto no es si se puede establecer un sistema empresarial privado. El asunto es si se puede sostener con el tiempo. Un segundo punto de mis conversaciones con Stephan fue, desde luego, hasta qué punto es equitativo el sistema. Hernando De Soto Instituto para la Libertad y la Democracia sostenibilidad tiene que ver con todo tipo de otras cosas. En ese sentido, desde luego, me he llegado a convencer de que es crucial, de que esa es realmente nuestra principal tarea en el mundo. Por ejemplo, Latinoamérica desde su independencia de España en la década de 1820 ha tratado cinco veces de convertirse en una economía de mercado. Existe una enorme admiración por lo que llamaríamos la democracia liberal de Occidente. Y durante los tiempos tribales hicimos toda clase de cosas, promovimos la inversión extranjera. Notablemente, fueron los británicos quienes construyeron nuestros ferrocarriles en toda Latinoamérica. A los suizos se les invitó a hacerse cargo de la producción de energía en lugares como Perú. Los puertos eran manejados por los estadounidenses y cinco veces en toda la historia de Latinoamérica, o al menos de Sudamérica en diferentes puntos, volvimos a nacionalizar todo y el asunto se detuvo y volvimos al populismo. Así que, como ustedes ven, esto no es sostenible. Este sistema va y viene y, desde luego, eso puede volver a ocurrir. En la década de los 30, Argentina daba asistencia externa a Noruega, que es hoy el país más próspero del mundo. Argentina, que tenía un PNB per cápita equivalente al de España hasta 1978, tiene ahora una cuarta parte del PNB de España. Algo interesante es que yo vengo de un país donde tuvimos una enorme migración japonesa entre las décadas de los 30 y los 40, donde más de 1,5 millones de familias japonesas llegaron a Perú y Brasil, que en Sudamérica estaban abiertos a la inmigración asiática y la aceptaban de buena gana. Lo interesante, desde luego, no es que este millón y medio de personas viniera a Perú y Latinoamérica, entre ellos los Fujimori a Perú, uno de cuyos hijos, Alberto, fue Presidente de Perú de 1990 a 2002. La verdadera pregunta es por qué vinieron ellos a Latinoamérica y por qué los Toledo y los Lula no fueron a Japón. La respuesta a eso es que Perú era un 25% más rico, en términos de riqueza per cápita, que Japón en la década de los 30 y los 40 y Brasil tenía el doble de riqueza. Ahora Japón es 10 veces más rico que Perú. Entonces, ¿qué ocurrió? Obviamente, el asunto ha sido más sostenible y próspero para unos que para otros y nosotros los latinoamericanos hemos regresado al punto inicial. Esto, desde luego, no es solo un problema latinoamericano, también lo es del Medio Oriente por períodos más prolongados. Como ustedes saben, 1.200 años antes de Cristo hubo un imperio árabe musulmán de empresa privada. Desde Gibraltar hasta Asia Central existía un sistema de amplia aceptación del imperio de la ley y de la legislación musulmana y éste funcionaba. Un cheque girado en un banco en Oscar Arias de Fundación Arias, Wenceslao Casares de VIVA TRUST, Julio Moura de GrupoNueva y Antonio Espinoza de VIVA TRUST Abel Pacheco de la Espriella Presidente de la República de Costa Rica y Stephan Schmidheiny Damasco podía pagarse en un banco en Cantón. De hecho, ellos inventaron el cheque. Solía llamarse sec en árabe y eso fue hace 700 años. Ahora bien, lo que vemos es que nuestras naciones están nadando en dinero pero son pobres. El Medio Oriente ya no nos deslumbra, está fragmentado y el gran imperio difícilmente se extienden un kilómetro y medio en cualquier dirección en cualquier ciudad. prosperidad de solo una minoría. No hay forma de que eso ocurra en ninguna sociedad, en ninguna raza ni en ninguna religión del mundo. Eso también lo hemos visto ocurrir en Occidente. Entre 1917 y 1945, se dudó que el liberalismo y el comercio exterior que le habían dado a Europa tanta riqueza fueran sostenibles. Hubo un momento en que casi la mitad de la población seguía el fascismo y el comunismo. En países como el mío solo empezamos a reconocer la victoria de Occidente en 1945, ya que no estábamos tan seguros de que fuera a continuar. El asunto no es si se puede establecer un sistema empresarial privado. El asunto es si se puede sostener con el tiempo. Un segundo punto de mis conversaciones con Stephan fue, desde luego, hasta qué punto es equitativo el sistema. Ambos acordamos algo que, ahora está muy de moda, pero que en nuestros tiempos fuimos pioneros, al decir que a mucha gente se le estaba dejando atrás. De hecho, en las breves biografías suyas que Stephan nos ha dado, él señala que no pueden haber empresas exitosas en sociedades fracasadas, y eso es muy evidente. Recientemente estuve en China, en donde fui llamado a dar mi consejo respecto a los derechos de propiedad. Hay una parte de China que es totalmente capitalista, que está prosperando; es la costa este. China nos está sobrepasando a todos nosotros, con sus bajos costos de mano de obra se están llevando nuestro mercado. Hablan de un sistema, un solo país, pero en la práctica hay dos sistemas. Entonces mi único consejo fue: ya lo hemos hecho en Latinoamérica, un solo país y dos sistemas. Desde luego, suena a marxismo porque Marx también dijo que la mayor contradicción en el capitalismo y la razón por la que fracasaría era porque si la riqueza se concentraba solo en unas cuantas manos, el sistema finalmente se desplomaría. No hay forma de que un 90%, un 80% o un 70% de la población acepte la Hay una parte occidentalizada que lo puede hacer, pero para una gran cantidad de otros: Aztecas, Mayas, Incas, para los cuales resulta ser distinto el sistema. Ustedes entienden, es una cultura distinta, pero sin embargo se les deja por fuera, ellos se van a traer abajo el sistema. Por tanto, mi consejo es un solo país, Fuera de la economía de mercado hay 11 millones de casas en México, 137 millones de hectáreas y 6 millones de empresas que contratan al 47% de toda la población activa, Walking the Talk 33 Walking the Talk Hernando De Soto del Instituto para la Libertad y la Democracia un solo sistema, porque de otro modo habrá discriminación. Nosotros los latinoamericanos no hemos sabido cómo distribuir el sistema entre el resto de nuestro pueblo. Hay tres cosas que nosotros consideramos cruciales en el mercado. Es crucial especialmente si se ven los autores del siglo XVIII y el siglo XIX que en ese tiempo se preocupaban mucho por romper con el feudalismo y producir una economía de mercado. Lo primero que ellos consideraban crucial era la división del trabajo en la empresa, en contraposición a la división del trabajo en la familia. Enormes luchas, porque las únicas personas que podían organizarse como una empresa o en forma de institución, fuera una sociedad anónima, una corporación, una sociedad, eran las que recibían autoridad política o autorización política del rey o el parlamento. No dividir el trabajo en un mercado sino en una empresa, en forma inteligente pues de lo contrario no se lograba productividad. La segunda cosa de la que hablaron fue la especialización, que es la división del trabajo en la sociedad. En otras palabras, la división del trabajo dentro de los grupos. Hasta los lobos dividen el trabajo, algunos protegen los cachorros, algunos salen a cazar, pero la única especie del mundo que divide el trabajo entre grupos es la especie humana. Por tanto, Walking the Talk 34 la pregunta era cómo especializarse, para lograr la productividad y la prosperidad ofrecida por Ricardo según su ley sobre la ventaja comparativa. Y lo tercero es los derechos de propiedad. ¿Cuántas organizaciones en México, cuánta gente en México tiene derechos de división del trabajo en la empresa, empresas que pueden comprar y vender en cualquier parte del mercado mexicano y que tienen derechos de propiedad sobre los activos que poseen?, ¿cuántos no se benefician realmente de éstos? Fuera de la economía de mercado hay 11 millones de casas en México, 137 millones de hectáreas y 6 millones de empresas que contratan al 47% de toda la población activa. De un modo u otro, el 80% de los mexicanos está en la sombra. Como ustedes saben, ustedes pueden tener una placa en su carro, eso es legal, pero también puede usar su carro como taxi por las noches y eso es ilegal. Por lo tanto, la gente está tanto dentro como fuera, pero el 80% de los mexicanos está ahí y lo mismo ocurre en Perú, en Brasil y en todos los demás lugares. Ahora bien, ¿a cuánto asciende el valor de todos estos activos en México, estas zonas al margen de la ley? Pues a US$315.000 millones. Y bien, ¿cuánto es US$315.000 millones? En todos estos miles de millones, empezamos a nadar y a preguntarnos cuánto es esto. Pues bien, es el A cuánto asciende el valor de todos estos activos en México, estas zonas al margen de la ley? Pues a US$315.000 millones. Es el equivalente a siete veces el valor conocido de las reservas de petróleo de México. Por tanto, la mayor fuente de activos mexicanos no es el petróleo. Es la gente y la gente que trabaja al margen de la ley. equivalente a siete veces el valor conocido de las reservas de petróleo de México. Por tanto, la mayor fuente de activos mexicanos no es el petróleo. Es la gente y la gente que trabaja al margen de la ley. Esto es 31 veces más grande que la inversión extranjera directa, por tanto, si se pone esto en el mercado financiero, sería mucho mayor que la inversión extranjera directa. Es aproximadamente 37 veces el tamaño de los préstamos del Banco Mundial a México a lo largo del tiempo. Y es 90 veces el tamaño de toda la ayuda bilateral a México, de modo que la verdadera fuente de crecimiento en nuestros países está dentro de ellos. El problema es que no es líquida. El problema es que no se puede convertir en dinero. Si uno quiere hacer como los estadounidenses, el 80% del capital para cualquier empresa nueva de Estados Unidos ellos lo obtienen hipotecando sus casas, de ahí viene el capital y lo llaman capital de casa y eso da empleo a más o menos el 85% de todas las nuevas personas que entran al mercado laboral de Estados Unidos. Pero si a uno le toma cinco años ejecutar una hipoteca en México, no se va a obtener mucho de ahí, es ilíquido. Desde luego, si usted quiere vender su casa legalmente en México pero está en el sector que se halla fuera de la ley, va a tomarle dos años y lo que ocurre es que, por consiguiente, una enorme cantidad de personas no tiene división del trabajo, ni capacidad Alex Schmidheiny y Germán Catellanos de AVINA Brizio Biondi-Morra de AVINA, James Wolfensohn del Banco Mundial, Stephan Schmidheiny, Peter Fuchs de VIVA TRUST, Julio Moura de GrupoNueva, Roberto Artavia del INCAE, Oscar Arias de Fundación Arias para entrar al mercado amplio ni derechos de propiedad. esa es la explicación de la Revolución Industrial. Marx concordó plenamente con eso. En otras palabras, para poder distribuir en forma disciplinada las tareas con el fin que puedan aumentar la productividad y, por tanto, formar capital a partir del cual se pueda generar riqueza, se necesita un gobierno interno que divida el trabajo. Ahora consideremos en detalle cada una de estas cosas. ¿Qué significa no tener la posibilidad de dividir el trabajo en una empresa? Adam Smith y Marx pensaron que la división del trabajo era crucial, Marx atribuyó a la Revolución Industrial el éxito de la creciente de la industria europea. Adam Smith habló de la fábrica de alfileres. Dijo que era una forma de verlo y lo hizo con base en un verdadero estudio hecho en Escocia. Él dijo: “He visto a una persona hacer alfileres sola todos los días. Hace unos 12 alfileres por día. También he visto un lugar donde hay 11 personas haciendo alfileres, ejerciendo 18 funciones diferentes y combinándolas de tal modo que la productividad aumenta. Una persona compra y prueba la calidad del alambre con el cual se harán los alfileres. Otra se especializa en tirar del alambre para cerciorarse de que sea recto. Una tercera persona se especializa en cortar el alambre en los lugares apropiados en la forma adecuada y en escoger la tecnología con la que se hace el trabajo. Otras dos personas hacen punta a cada pedazo de alambre y otra persona le hace la cabeza a cada alfiler golpeando una parte del alambre. El resultado es que se pueden fabricar 12.000 alfileres por día. Así que aquí ustedes ven que cuando las personas se combinan en diferentes funciones para trabajar en una empresa, la productividad aumenta y Walking the Talk 36 Todos los que trabajan en el sector al margen de la ley en Latinoamérica y en otros lugares, no se trata realmente de una empresa sino de una familia. Es el padre, la madre, un par de hijos. Tal vez un primo en el que se pueda realmente confiar y eso crea el tipo de solidaridad y protección, pero entonces, ¿qué pasa si usted tiene un hermano perezoso? ¿Qué pasa si su cuñado no es honrado y no se puede confiar en él? ¿Qué pasa si su madre interfiere en todo y toma las decisiones por la noche, con su padre en la cama y luego le dice a usted todo por la mañana? ¿Qué pasa cuando no hay derechos aplicables de modo que se pueda traer a alguien que realmente conozca el negocio desde fuera y que resulte no ser primo suyo? Recuerdo una larga conversación con Stephan. Él decía: “¿Sabes, Hernando, lo difícil que es encontrar la persona correcta para hacer el tipo preciso de tarea? ¿cómo se ejerce la presión, la presión de grupo, para lograr que hagan su trabajo?. Desde luego, la ley lo hizo, porque la ley aporta derechos aplicables que no Por eso lo consideraron como lo más importante y, esencialmente, al no tener estas herramientas que permiten crear valor superficial, se le está negando a los pobres la posibilidad de entrar a la economía de mercado. solo son aplicables para el inversionista sino también para los trabajadores, los socios, los gerentes y para proteger sus derechos de propiedad. Usted puede tener una responsabilidad limitada, que es una partición de los activos. En ese sentido, lo que hizo el establecimiento de empresas fue crear un espacio legal donde las emociones no intervinieran y donde se atenúen los lazos de sangre, donde un vehículo pudiera dividirse, multiplicarse, diversificarse y enriquecerse con la colaboración de todas las personas de fuera. Eso solo es posible y se puede ser arquitecto de eso fuera de la familia, no hay manera de hacerlo dentro de la familia. Sin embargo, la mayoría de las industrias que trabajan en México y Perú son familias. Es un mundo de ruido, de emociones, de otras cosas, pero no necesariamente un mundo de producción. Así que, el hecho de que las personas no estén dentro de la ley, no es solo cuestión de si son legales o si son ilegales. La pregunta es si podemos hacer que haya reglas claras del juego y que estén al alcance de la mayoría de las personas. ¿Por qué? Porque si usted quiere abrir un negocio en México, pagando el acceso legal a una sociedad, toma un año y cinco meses, trabajando ocho horas por día. Y si uno quiere abrir una panadería en Egipto y obtiene la autorización para formar una organización a fin de cooperar con otras personas para abrir una panadería tomar 549 días, nosotros medimos cada uno de ellos, los medimos día tras día, vecindario por vecindario. En la década de los 90 no nos ocupamos de eso, y esa es la razón por la que todas estas personas se sienten ahora excluidas. Todas estas personas participan ahora en manifestaciones y todas ellas sienten que tal vez la empresa privada no es la solución. La especialización en el mercado más amplio. Aristóteles lo estudió, no hay duda de que había más riqueza en Atenas, porque en Atenas, solo para hacer un zapato, hay alguien encargado de coser, alguien encargado de cortar y alguien encargado de coser la plantilla interna, mientras que fuera de Atenas la misma persona se encarga de hacer ventanas, piso, sillas, prendas de vestir y mesas, era muy claro que la división del trabajo dentro del mercado amplio era importante. Lo importante, desde luego, que Aristóteles no vio en esos tiempos, es que quién sabe cuál era la población de Atenas, tal vez 20.000 ó 30.000, todos se conocían más o menos, pero ahora, de repente, somos un mercado masivo y no nos conocemos unos a otros, y cuando no nos conocemos unos a otros ya no se puede depender de las antiguas relaciones familiares. Yo sé, por ejemplo, que Costa Rica es un país pequeño donde las personas, en su mayoría, se conocen entre sí, incluso en Costa Rica eso no funciona. Walking the Talk 37 Walking the Talk Stephan Schmidheiny Las cosas en el mercado amplio no viajan sin pasaporte. Todo lo que se exporta o se importa tiene un conocimiento de embarque. Nada se mueve sin papeles. Cuando llegué al hotel me preguntaron cómo iba a pagar y yo dije que rápidamente. Es lo que siempre hago. Soy una persona muy honorable, simplemente pregúntele a los peruanos, a Stephan, por favor!, usé el nombre de Roberto Artavia y ellos me dijeron: “Solo muéstreme su tarjeta de crédito, por favor”. Y yo le mostré mi tarjeta de crédito. No hay manera de moverse en un mercado anónimo si usted no está dentro de la ley con los documentos y los registros que produce. Por tanto, no hay modo de entrar en un mercado amplio si uno no trae pasaporte, no se podrá. Ese es el mundo y esa es la ley que da claridad en las relaciones. En el caso de una empresa, le dice quién es el jefe de operaciones, cuánto capital hay, cuánto se ha comprometido, cuál es el historial de crédito, cuál es el historial de prestación de servicios, quién dirige realmente la junta directiva, quién es el gerente general y cuál es la capacidad local. Si usted no tiene eso, no obtendrá crédito porque con el crédito nunca es cuestión de que alguien quiera comprar lo que usted tiene, es cuestión esencialmente de que ellos quieren saber, básicamente, que usted tiene algo que perder, que usted siente horror y que, por tanto, va a pagar. Ellos no quieren su casa, ni su carro, pero la única forma de que usted sepa eso es por medio de un documento. Si no existe ese Peter Fuchs Presidente de VIVA TRUST documento respaldado por la ley y si usted no es una corporación o una organización social o una organización de negocios, usted no puede trabajar en el mercado. Por tanto, sin claridad, sin estatutos, sin libros, sin todas las cosas que proporciona la ley, usted no puede leer los pensamientos de otra corporación y de eso es que se trata el juego de negocios: leer los pensamientos para saber cómo va a actuar el otro, lo que él tiene y lo que no y cuáles son sus pasivos. Y el papel pone todo eso sobre la mesa y cuando usted está en el sector al margen de la ley usted no sabe con quién está tratando a menos que por casualidad esa persona sea su vecino e incluso entonces tenga cuidado. Ese es el problema de no contar con la ley. Lo que hace la ley es crear seres vivos. En eso consiste una empresa, es algo cuyo fin es crear un ser inmortal. De repente, al crear una empresa, al crear VIVA, ésta durará mucho tiempo después de que Stephan muera. Por tanto, es muy interesante tratar con una empresa porque ésta continúa a lo largo del tiempo, tiene perpetuidad. De este modo, hemos estado viendo respecto a estas dos cosas, la división del trabajo en la empresa y la división del trabajo en el mercado; que lo que la ley le permite a uno hacer, no responde a la pregunta de Si la riqueza no se distribuye y las personas no tienen las herramientas, tarde o temprano marcharán contra este sistema. Walking the Talk 38 James Wolfensohn, Banco Mundial cómo se obtiene prosperidad. La pregunta que responde realmente es, cómo puedo distinguir en forma real y precisa entre hechos, entre creencias y entre declaraciones aplicables. Los hechos están ahí. Yo puedo conocer todas las casas de Costa Rica con solo un buen estudio fotométrico hecho con un avión: una foto, y yo sé cuántas casas tienen ustedes en Costa Rica. Pero la verdadera pregunta es ¿quién es el dueño? ¿Están pignoradas? ¿Hipotecadas? ¿Hay un enfrentamiento entre marido y mujer? ¿Las heredarán los hijos? ¿Cómo se van a dividir? La fotografía no revela nada de eso, porque esos hechos no son fotografiables. Si uno va a Bolivia y dice: “Mire, ¿debería pasar el oleoducto por Perú y Bolivia? ¿Debería pasar por Perú o Chile?, todo el país se levanta en armas porque no pueden tomar una decisión con la cabeza tranquila sin un programa de derechos de propiedad. Se vuelve algo emotivo. Pero si se divide la tierra y se especifican rápidamente los derechos y obligaciones, se pueden tomar decisiones racionales. Por tanto, el hecho de que nosotros los latinoamericanos no hayamos podido extender la ley a todos los países y a la mayoría de nuestra población, nos impide tener la posibilidad de crear una economía de mercado eficiente. Por ejemplo, en el caso de Stephan, muchas veces, durante los 15 años que tenemos de conocernos, hemos lamentado una cosa o la otra. Si teníamos un amigo que ya no lo es más. ¡Qué lástima! Nos duele esa pérdida. ¡En serio! Si un miembro de nuestra familia muere, eso es terrible porque esa persona era muy importante para nosotros. Eso es muy emotivo. Pero de pronto, resulta que Stephan viene y dice: “¿Sabes? Acabo de vender una empresa. ¡Vaya! ¿Obtuviste una buena ganancia? Porque es algo dentro del mundo de los negocios y no hay problema alguno de eliminar una cosa, pero los miembros de la familia están en el mundo de las emociones. Sin esa herramienta no se pueden tomar decisiones firmes. El intercambio entre las personas es tan viejo como la humanidad. Una economía de mercado significa intercambiar legalmente siguiendo las reglas del juego y con el imperio de la ley. Y, en términos generales, no tenemos el imperio de la ley para el 80% de los latinoamericanos. Visité al Presidente de Tanzania y descubrimos que entre las tribus Masai existe 1.200.000 empresas. La revista National Geographic le muestra a ustedes las tribus, pero nosotros vimos las empresas. Sin embargo, éstas se forman con base en las creencias locales, sin pasaportes y sin entrada al mercado amplio. Lo que tratamos de hacer es reunir esas creencias y ponerlas en una declaración legal. No se puede titular a no ser Walking the Talk 39 Walking the Talk Erica Knie de MARVIVA y Roberto Artavia del INCAE que se conozcan las creencias locales. Hay que empezar de abajo hacia arriba, de otro modo no funciona y, por tanto, tratamos de aislar los valores económicos de los valores familiares. Pasamos de áreas de confusión y emoción a áreas donde se puede empezar a pensar. Las cosas tienen también valor simbólico. Así, por ejemplo, si una madre se acerca a su hijo con un banano y le dice: “Aló, ¿cómo estás?” el niño normal pensará que ella quiere representar un teléfono. El niño autista dirá: “¿Por qué está mami hablándole a un banano?”. Como ustedes saben, el niño autista no es un niño con un coeficiente intelectual más bajo, sino un niño incapaz de crear una representación de una acción basada en algo real. Y lo que ocurre con el 80% de los latinoamericanos es que son autistas, pueden funcionar en el mundo de las cosas reales pero no pueden funcionar en el mundo de las cosas que, mediante su capacidad simbólica, pueden generar crédito y liquidez e inversión. Lo significativo no es el banano, es la acción representada por el banano, que yo puedo captar en un documento legal. Ahora, puesto que estamos hablando de esto, estamos listos para pasar al tercer punto, que tiene que ver con los derechos de propiedad, ya que tengo un banano. Este banano es mío, alguien me lo dio y tengo varios testigos, firmes y fidedignos. Pero en realidad no hay Walking the Talk 40 nada en el banano que diga “Propiedad de Hernando”. Puedo pelarlo y aún así no dice nada respecto a Hernando, pero sí puedo ponerle un título de propiedad o el de una corporación entonces podemos descubrir de quién es. En otras palabras, nada en el banano me dice si yo puedo comprarlo, venderlo, alquilarlo, pignorarlo o hipotecarlo. La verdadera vida comercial de cualquier activo en el mundo está dada por la ley, nunca por el activo mismo. La mayoría de los activos de México que hemos visto, y los que hay en Latinoamérica en el sector informal son activos sin pasaporte que, por lo tanto, no se pueden usar para crear crédito. Ahora bien, ¿hasta dónde es esto importante? En Perú privatizamos la empresa telefónica. A principios de los 90 se formó un equipo, con la ayuda del Banco Mundial, desde luego bienvenida. Uno o dos muchachos de mi instituto participaron en el equipo y descubrieron que el primer paso necesario era visitar AT&T y hablaron con otros interesados, pero nadie quería comprar la empresa telefónica de Perú. Ellos dijeron: “Pero mire, se cotiza en la bolsa de valores de Perú, pertenece a todos los peruanos, está representada por el estado y se cotiza en US$53 millones. Simplemente no les gustaba el ambiente legal que definía el derecho de propiedad, de modo que se gastaron tres años tratando de hallar un sistema de derechos de propiedad para definir las Peter Fuchs de VIVA TRUST, James Wolfensohn del Banco Mundial y Stephan Schmidheiny telecomunicaciones en Perú, de tal modo que fueran comprensibles a un extranjero. Eso significaba deshacerse de una gran cantidad de tipos internos de cambios de posición y contradefiniciones, cuyo propósito era enriquecer a ciertos abogados y ciertos notarios públicos, hasta que se perfeccionó la ley y todos pudieran entenderla. Finalmente en 1993, cuando la empresa telefónica tuvo el pasaporte correcto, se vendió en una subasta en US$2.000 millones, 37 veces el valor que tenía apenas tres años antes en la Bolsa de Valores de Lima. No reparamos las ventanas quebradas ni pintamos el edificio de la Compañía Peruana de Teléfonos. Tampoco cortamos el césped ni cambiamos las conexiones eléctricas. Solo cambiamos el pasaporte legal, de repente la empresa no era solo la compañía tal como es hoy, porque definimos los derechos de propiedad sobre cobertura internacional en el futuro, otras formas de comunicación por satélite, otras maneras incluso de invenciones que no existen hoy pero que podrían existir en el futuro. De pronto se hizo claro que la compañía telefónica no solo brindaría servicios telefónicos sino que capturaría mercados futuros. De pronto fue como si un pequeño cuchillo de cazador se hubiera convertido en un cuchillo del ejército suizo. De repente no tenía solo una hoja sino 20 hojas; de repente se podía hacer todo tipo de cosas, y eso debido a su identidad legal De este modo, cuando no se le da a las personas la posibilidad de meterse dentro de la ley, se les está privando de un gobierno interno y de la capacidad de conocer a otras personas en un gran mercado anónimo y de la capacidad de crear capital, porque las dimensiones económicas de las cosas no están en las cosas mismas, sino básicamente en la ley. Marx y Smith entendieron esto, y esa es la razón por la que dedicaron tanto tiempo al capital, que dicho sea de paso, no lo definieron como dinero. Ellos definieron el capital usando la idea general de la cabeza, cápita, en latín medieval, porque es con la cabeza que se puede captar algo abstracto. Como ustedes saben, es como la energía. La energía es algo que ninguno de ustedes ha tocado jamás, ni la ha visto, pero la energía es lo que ilumina este salón. Es como el capital. Nadie ha visto jamás al capital. Se puede medir con dinero, pero no es dinero, es valor. Desde luego, se puede monetizar, también se puede poner en papel, se puede usar como garantía, pero es valor. Por eso lo consideraron como lo más importante y, esencialmente, al no tener estas herramientas que permiten crear valor superficial, se le está negando a los pobres la posibilidad de entrar a la economía de mercado. Así que no nos sorprendamos si mañana ellos marchan y rechazan de nuevo el sistema capitalista. ¿Quién sabe? Tal vez en el año 2800 regresemos y digamos “Esta vez sí lo vamos a lograr”. Pero debemos entender que la razón por la que no lo logramos es la exclusión. Ese niño de Bogotá que toma prestados US$10 por la mañana para comprar chocolates que venderá durante el día y luego devuelve US$11 al final de la noche, entiende perfectamente lo que es una economía de mercado, pero no se siente parte de ella hasta que obtiene la misma oportunidad que ustedes y que yo. Walking the Talk 41 Julio Moura de GrupoNueva, James Wolfensohn del Banco Mundial, Roberto Artavia del INCAE y Brizio Biondi-Morra de AVINA Porque la propiedad va mucho más allá del hecho de ser dueño de algo. El sistema de propiedad se creó esencialmente para proteger la propiedad, pero de hecho es el mecanismo que nos une a todos, y si no está en la ley y si las reglas no son aceptables para el resto de la población no funcionará. Se necesita la ley y esa ley no existe para la mayoría de los latinoamericanos porque decimos: “Ah, los Incas son diferentes, como usted sabe. Ellos quieren otras cosas, están cerca de su cultura nativa, quieren su propio idioma. No les enseñe español ni inglés. Preserve su identidad, por favor. Eso es exactamente lo opuesto de lo que estaba haciendo Europa hace 200 años. Porque en nuestros países tenemos dos sistemas en lugar de uno solo. El sistema no funciona porque su mayor contradicción es la acumulación de riqueza en manos de unas cuantas personas. Si la riqueza no se distribuye y las personas no tienen las herramientas, tarde o temprano marcharán contra este sistema. Primero. Una economía de mercado no es sostenible si no damos lugar al sector al margen de la ley, así de simple. No es cuestión de bombear un poco de microcrédito a esa economía. Ayudar a unas cuantas mujeres allí. Comprar algunos de sus productos. Vender algunos otros. Darles lugar es lo importante, porque de otro modo no va a ser sostenible. No hay Walking the Talk 42 manera de que el 80% o el 90% de las personas entienda lo que significa un mercado y su potencial a menos que ellas mismas lo experimenten. Segundo, si se hace eso, esas personas que hacen negocios todos los días, ese niño de Bogotá que toma prestados US$10 por la mañana para comprar chocolates que venderá durante el día y luego devuelve US$11 al final de la noche, entiende perfectamente lo que es una economía de mercado, pero no se siente parte de ella hasta que obtiene la misma oportunidad que ustedes y que yo. Son millones de nuevos empresarios que todavía no se sienten parte de nosotros. Tercero, la guerra no ha finalizado. Como lo estaba diciendo Roberto hace un rato, el Muro de Berlín cayó. ¿Qué sucedió realmente? Fue que el Muro de Berlín cayó. No fue el triunfo del capitalismo o de la economía de mercado. Fue que el otro lado se desplomó. Ahora el otro lado se está reorganizando. Si ustedes leen los libros de Marx sobre economía, tal como lo hago yo, ellos se están reorganizando y siguen escribiendo sobre la teoría del valor y están tomando otras formas y, esencialmente, lo que los caracteriza a todos ellos es que no les gustan los empresarios. Es una antigua tradición entre ellos y solo están hallando diferentes formas de expresarla, formas aceptables porque son políticos. La guerra no ha terminado. Así que no es cuestión de sentarse y decir que no hay sistema alternativo. Pueden apostar a que inventarán uno y lo hallarán. No existe una teoría liberal del valor. Solo existe una teoría laboral marxista del valor. Aún no hemos respondido a ella. Puesto que los derrotamos en el campo, ¿por qué derrotarlos en las universidades? Incorrecto. Las ideas duran más que el campo. Hay que producir una idea e indicar que el valor es el resultado de una combinación. Eso es lo que hizo Stephan. Compre la empresa barata, véndala cara. Llévela a la parte del mercado donde puede funcionar mejor. Transfiera esos activos aquí. ¡Eso es valor! ¿Quién dijo que la mano de obra es el único poder de los trabajadores? También lo es el ingenio. Es la inventiva. Es la ley, pero básicamente en la cabeza del 90% de los profesores de Latinoamérica, excepto los de INCAE, obviamente, pero ustedes son una isla en el archipiélago. Ustedes verán que realmente tras esto está la teoría laboral del valor. ¿Por qué? Porque Adam Smith dijo sí, probablemente es el trabajo. Él se equivocó. No es solo el trabajo. Es una gran cantidad de otras cosas. Es la ley, es la cultura, es la sociedad. No hemos hecho nada al respecto y ellos están ganando esa pequeña guerra secreta porque las guerras no se hacen necesariamente distribuyendo libros, sino distribuyendo las hojas en forma muy sencilla, de modo que sutilmente entran en el cerebro de las personas y se traen todo abajo. Estamos empezando a trabajar, por ejemplo, con el Presidente de Afganistán. El punto de vista del Presidente Tarzai respecto al trabajo al margen de la ley, es desde luego, similar al nuestro, o al menos al mío. Pero él tiene otro matiz del asunto porque él sabe que el sistema de tiranos feudales que mantienen derechos sobre el territorio solo se puede acabar mediante el sistema de derechos de propiedad. Estos tiranos básicamente manejan la política en el ámbito local y los derechos de propiedad en el ámbito económico y él debe encontrar la forma de dividir esto en dos partes y dejarlos con los derechos económicos pero quitarles la parte política. Por tanto, los derechos de propiedad no tienen que ver solo con un instrumento capitalista, son también un instrumento de modernidad. Es el modo en que se crea una nación. Por tanto, para cada uno los derechos de propiedad significan algo distinto. Hay que ajustarlos a las personas porque si no se hace eso y usted dice que solo se trata de dar títulos, entonces contrate a una empresa de cómputo. Contrate a la mayoría de esas personas que contrató el Banco Mundial. Ellos no le dirán dónde está la política porque los que conocían la política de esto en Occidente ya murieron Como ustedes saben, los derechos de propiedad y la creación Ahora es cuando la historia nos llama. Walking the Talk 43 Julio Moura de GrupoNueva, Brizio Biondi-Morra de AVINA Stephan Schmidheiny y Peter Fuchs de VIVA TRUST Richard Köhler de Amanco México, Héctor Vargas de FUNDES y Stephan Schmidheiny de derechos legales para las cosas fue el grito de la democracia liberal en el siglo XVIII y en el XIX, para acabar con los privilegios. Fue un argumento muy revolucionario. Esos argumentos no son los que se usan hoy y es muy difícil para un occidental del siglo XXI entenderlo. Hay una historia respecto al ciempiés. Cuando una araña le preguntó: “¿Cómo puedes mover 100 pies al mismo tiempo? Yo muevo ocho y es complicado, ¿cómo puedes con 100?”. El ciempiés respondió: “Es muy simple, todo lo que hay que hacer es... y nunca más se volvió a mover. Como ustedes ven, al progresar Occidente debe asimilar en su inconsciente muchas cosas de las que nosotros los latinoamericanos y los del Tercer Mundo tenemos que estar totalmente conscientes porque ahora es cuando la historia nos llama. Una economía de mercado no es sostenible si no damos lugar al sector al margen de la ley. Así de simple. No es cuestión de bombear un poco de microcrédito a esa economía. Ayudar a unas cuantas mujeres allí. Comprar algunos de sus productos. Vender algunos otros. Darles lugar. Porque de otro modo no va a ser sostenible. No hay manera de que el 80% o el 90% de las personas entienda lo que significa un mercado y su potencial a menos que ellas mismas lo experimenten. La última conclusión a la que puedo llegar es que, si al tratar de llevar la ley a todos los pobres, que es de lo que estamos hablando, toda esa gente que queremos ayudar, si en ese proceso usted no se ha ganado enemigos, aún no ha llegado a la meta. Muchas gracias. Walking the Talk 44 Walking the Talk 45 Walking the Talk Sushmita Ghosh Presidenta Ashoka Innovators Sushmita Ghosh Ashoka Innovators Curriculum Presidenta de Ashoka. Fue Vicepresidenta Internacional y Directora Ejecutiva de Changemakers.net,Sub-editora, Directora de Investigación y Directora Ejecutiva de Maneka Gandhi, la revista nacional de noticias de Surya, India, Directora de Consumer Unity y Trust Society y el Energy Environment Group. Periodista independiente para varias revistas de noticias y diarios importantes de India como The Times of India, The Hindustan Times, Business Standard, y Sunday Magazine. Graduada de la Universidad de New Delhi. Se desempeñó como representante Ashoka para la India, desde 1989 a 1997. Concibió y ha estado trabajando con Changemakers, la revista de empresarialismo social, desde 1992. Walking the Talk 46 Bienvenidos. Me siento muy privilegiada de estar en esta excelente institución. No es muy frecuente que Ashoka se sienta plenamente cómoda de estar en un salón donde todos entienden de dónde viene uno. Ésta no es una experiencia común para Ashoka. Ahora me siento así, y es por eso que tengo el valor para dirigirme a ustedes tras el discurso de Hernando De Soto. ¡Excelente discurso! Así que éstos son momentos muy emocionantes. El mundo del empresarialismo, el de la filantropía y el del desarrollo están verdaderamente listos para pasar de estar asociados a lo que llamamos congruencia organizada para tratar de alcanzar las metas de desarrollo en una forma más dramática como nunca antes. Sin embargo, para que nosotros hagamos de esto una realidad, tendremos que inventar procesos que desafíen los límites entre sectores y nos obliguen a pensar en forma muy creativa en cómo lograr que estos límites sean permeables a las ideas que fluyen naturalmente entre ellos. Puesto que probablemente éste será un proceso muy largo y experimental, requiere varias cosas: catalizadores que dirijan la ofensiva, modelos y el hecho de mantenerse en la búsqueda de esa meta, independientemente de lo que digan todos los demás, como comunidad emprendedora sacada de todos los sectores (lo que es realmente importante para la experimentación con VIVA), impulsada por la idea fija de inventar formas totalmente nuevas y eficaces de colaborar y, en el desarrollo de una arquitectura de El nuestro es un esfuerzo particularmente desafiante, pero un esfuerzo cuyo tiempo ha llegado. Walking the Talk 47 Walking the Talk Sushmita Ghosh, Ashoka Innovators respaldo que ayude a que este esfuerzo avance al ritmo debido y que básicamente se concentre en el modo en que existe congruencia entre el sector social y el empresarial, más bien que en lo que los divide. Por tanto, no es por accidente que los presentes en este salón se encuentran donde están. El nuestro es un esfuerzo particularmente desafiante, pero un esfuerzo cuyo tiempo ha llegado. El sector social, o sector ciudadano, está firmemente orientado hacia un enorme crecimiento de la productividad. Ya no es simplemente un espectador asombrado que ve cómo se proyecta y se eleva el sector empresarial, sino que está listo para actuar como participante. Conforme aumenta el empuje del ciclo virtuoso de los empresarios sociales que impulsan la competencia y la productividad, los procesos que determinan cómo funciona el sector se definen en forma cada vez más rápida. Día con día, estas formas de operar se están volviendo más habituales y menos maleables. Por tanto, los próximos años serán verdaderamente cruciales para que formemos el sector de un modo que se preste al máximo a cooperar con otros sectores hasta que finalmente todo el asunto del sector pierda pertinencia. Ashoka y sus socios están posicionados en forma distintiva en este punto crítico, gracias a casi dos décadas a la vanguardia del empresarialismo social y mediante la profundización de sociedades con empresarios sociales de negocios visionarios y sus Walking the Talk 48 instituciones. Un ejemplo de esto es la prolongada existencia de nuestra sociedad con AVINA, que creyó en nosotros y nos ayudó en forma realmente dramática a intensificar nuestros esfuerzos. Hemos creado una comunidad global que constantemente genera ideas transectoriales y, más importante aún, que toma medidas con base en esas ideas. No nos limitamos a hablar; actuamos. Nos especializamos en actuar y en pensar en las formas de hacer las cosas. Hemos llegado a entender qué respaldo necesitan los empresarios para innovar en el área social y también hemos creado prototipos de instituciones y procesos diseñados específicamente para lograr congruencia con miras a alcanzar un impacto social mayor y más profundo. Aquí podría ser útil comentar algunas intervenciones muy específicas de Ashoka que creemos que podrían ser clave para practicar lo que predicamos respecto a crear congruencia, con la esperanza de obtener la cooperación de los compañeros de viaje presentes en este salón y aprender de ellos. Creemos que uno de los requisitos previos que son clave para producir congruencia, es crear una visión compartida entre los miembros de la comunidad que dirijen este esfuerzo. La visión compartida de Ashoka es “que cada persona sea una agente de cambio”; la creación de un mundo en el que, como lo dice Bill El mundo del empresarialismo, el de la filantropía y el del desarrollo están verdaderamente listos para pasar de estar asociados a lo que llamamos congruencia organizada para tratar de alcanzar las metas de desarrollo en una forma más dramática como nunca antes. Sin embargo, para que nosotros hagamos de esto una realidad, tendremos que inventar procesos que desafíen los límites entre sectores y nos obliguen a pensar en forma muy creativa en cómo lograr que estos límites sean permeables a las ideas que fluyen naturalmente entre ellos. Drayton, amigo mío y fundador de Ashoka, todos tengan la libertad, la confianza y las destrezas para convertir los desafíos en soluciones. Creo que otro requisito previo es un lenguaje nuevo. Consideremos los ejemplos que oímos esta mañana: “ecoeficiencia” y las palabras “empresario social”. Saben ustedes, creo que Bill Drayton sabía bien lo que estaba haciendo cuando puso la palabra “social” después de “empresario”. Al principio era simplemente confusa, luego se volvió interesante y hoy es significativa. Por tanto, las nuevas ideas y la nueva realidad requieren de un lenguaje nuevo. No se puede evitar eso. A fin de facilitar el éxito de los agentes de cambio y de cada persona, necesitamos una ética y una arquitectura de respaldo. Por consiguiente, la misión de Ashoka es crear un sector ciudadano competitivo con empresarios sociales y empresarios sociales de negocios que puedan idear marcos en ambos sectores de modo que se tenga una mejor esperanza de hablar siquiera un lenguaje que cualquiera de los dos sectores entienda. Por tanto, primero hemos creado el equivalente en el sector social de programas de nuevas empresas que ayuden a los principales negocios a despegar, desarrollando fundamentos para cada etapa de la carrera del empresario social. Lo que hacemos por los empresarios sociales es brindar apoyo de salario personal por tres años y luego organizar ayuda mutua del grupo de compañerismo en la etapa de lanzamiento, cuando poco significa mucho. Brindamos marcos de acción, mecanismos de cooperación y asistencia de consultoría de socios estratégicos de Ashoka tales como MacKenzie and Company y Hill and Norton en la etapa de progreso, cuando el conocimiento en el sector es insuficiente para las sofisticadas necesidades de esa etapa. Esto también tiene el efecto intencional de establecer un flujo bilateral de talento entre el sector social y el empresarial, lo que tiene como resultado instituciones comprometidas a tender un puente entre esos sectores, tales como el Centro de Empresarialismo Social Ashoka MacKenzie en Sao Paolo. También se brindan marcos de acción cooperativa a través de nuestras iniciativas de mosaico de campo específico. Nuevamente, el tema del lenguaje. Explicaré en qué consiste este asunto, que permite que cada empresario social coloque su idea de cambio en un patrón global emergente. Esta perspectiva más amplia permite a los empresarios sociales hallar colaboradores en el sector social y/o el sector empresarial, que puedan completar sus soluciones parciales. En cierto modo, es como arreglar gemas de múltiples matices que muestran su belleza y su valor cuando se unen en un patrón o mosaico que es revelador, cautivador, magnético. La tarea de organizar Walking the Talk 49 Walking the Talk Sushmita Ghosh, Ashoka Innovators la congruencia en realidad depende en un alto grado de la capacidad demostrada de todos los presentes en este salón para visualizar en sus mentes este patrón, expresar sin temores cuál es ese patrón y luego someterlo a prueba y promoverlo. Hace muchos años, Bill habló de mosaicos. Yo lo conocí hace catorce años y ya en ese tiempo estaba hablando de mosaicos. Esa fue la etapa confusa e interesante que ahora ha empezado a ser significativa, especialmente cuando se empiezan a ver instituciones tales como VIVA, que inventan una forma totalmente nueva de unir los elementos. Los empresarios sociales y los empresarios sociales de negocios que han superado la etapa de progreso, y que sirven como puntos de referencia en sus campos, son aliados naturales para esta tarea de promoción en el ámbito internacional y mundial. Las iniciativas de mosaico de Ashoka y las academias en todo el mundo atraen a los empresarios en esta etapa como codesarrolladores. Por ejemplo, mientras estamos hablando, el fundador del Brahmin Bank, Mohammed Eunice y catorce colaboradores de Ashoka de todo el mundo se están preparando para un diálogo de 13 días de Ashoka Brahmin en Taka, para identificar los principios clave de las empresas sociales de negocios y tomar medidas con base en ellos. Es decir, empresas que tienen modelos de negocios de generación de ingresos que son fundamentales, más bien que periféricos, para ayudar en el cambio que buscan lograr y que abordan los mercados insuficientemente atendidos de los pobres. No es sorprendente que ocho de los 14 empresarios sociales seleccionados mediante un proceso competitivo sean de Latinoamérica. A este proceso se le dará seguimiento y se presentará para que todos participen mediante grupos de acción en la comunidad en línea de Ashoka, changemakers.net. Éste es solo un ejemplo de las fuerzas y la comunidad en acción de Ashoka que tienen una visión compartida que fusiona las destrezas, los marcos y los talentos de ambos sectores para reforzar la congruencia. Todos los soportes para los empresarios sociales que se han esbozado anteriormente en realidad se derivan de la firme creencia de Ashoka, mantenida durante la primera década de nuestra existencia, de que nada es más poderoso que una gran idea capaz de cambiar los patrones, si ésta se halla en las manos de un empresario social de primera clase. Esto es algo que Bill Drayton dijo, que él sabía, que expresó un millar de veces y en lo que basó la innovación desde el día en que fundó Ashoka. Luego Ashoka se percató de que hay algo más poderoso: una comunidad de empresarios que trabajan juntos, lo que constituye la segunda característica principal que estamos desarrollando. Así pues, ¿cómo estamos desarrollando una comunidad? Durante las Para que el cambio se transmita en toda la sociedad en el largo plazo ante todo debe arraigarse ideológicamente y en términos de recursos en las comunidades que afecta, el compromiso exitoso entre sectores requiere confianza, respeto mutuo y complementariedades. Walking the Talk 50 Luego Ashoka se percató de que hay algo más poderoso: una comunidad de empresarios que trabajan juntos. Alberto Trejos, Ministro de Comercio Exterior y John Danilovich Embajador de Estados Unidos dos últimas décadas, Ashoka ha logrado establecer una comunidad global integrada pero descentralizada, que tiene en su núcleo tres grupos: los empresarios sociales, el alma de la comunidad, empresarios sociales de negocios que se han comprometido profundamente a crear valor fusionando ambos mundos; los más importantes colaboradores emergentes que aportan respeto, empatía y un compromiso natural con la congruencia y el personal empresarial de Ashoka, apasionado por la visión compartida de la comunidad y que constantemente la enriquece y la fortalece. El papel de Ashoka en la creación de comunidad ha sido brindar la perspectiva histórica, la visión y los medios para cooperar y compartir. El principal mecanismo unificador ha sido la aplicación de criterios similares para todos los grupos. Tenemos incluso un proceso de selección para el personal que es un poco más estricto que el proceso de selección que tenemos para los colaboradores. Los criterios son: que sea empresarial, que trabaje en equipo, que sea innovador para el público y que tenga valores éticos impecables. La comunidad que esperamos crear está destinada a ser una fuerza positiva de atracción, que acercará naturalmente miembros y que buscará la iniciativa de todos. Los valores que adoptamos resultan clave para servir como un imán a las mejores personas, ideas e instituciones. Por ejemplo, establecemos nuestras relaciones con los colaboradores como verdaderos compañeros de empresa, no como donantes o receptores de donaciones. Garantizamos la orientación hacia el cliente mediante una sensibilidad constante a las necesidades emergentes del campo, exigiendo que cada uno de nuestros esfuerzos responda preguntas. Primero, ¿significará este esfuerzo una diferencia para el desarrollo del empresarialismo en el sector social y el desarrollo del sector ciudadano competitivo en el ámbito global? Segundo, ¿puede Ashoka hacer que este esfuerzo sea una realidad? ¿Somos realistas en esto? ¿Vemos realmente y con toda claridad los puntos de apalancamiento que nos permitirán reemplazar la práctica actual con un nuevo patrón que se multiplique a sí mismo? Hicimos estas preguntas al considerar la tercera dimensión de impacto de Ashoka, la tercera característica que estamos desarrollando, que apoya la arquitectura para ayudar a los empresarios a trabajar entre sectores y entre las mejores instituciones para respaldar este trabajo. Hay tres ideas básicas en que se basa nuestro método para hacer esto. Primero, para que el cambio se transmita en toda la sociedad en el largo plazo ante todo debe arraigarse ideológicamente y en términos de recursos en las comunidades que afecta. Segundo, el compromiso exitoso entre sectores requiere confianza, respeto mutuo y complementariedades a las que se les atribuye mucho Walking the Talk 51 Roberto Salas, Grupo Amanco valor. Tercero, un sector ciudadano competitivo necesita una industria de servicios financieros diversos para satisfacer sus necesidades cambiantes. Existen múltiples iniciativas que están empezando a actuar ante estos desafíos. He aquí dos que Ashoka ha empezado a desarrollar: el proyecto de servicios financieros alternativos de Ashoka responde a las necesidades financieras de organizaciones de ciudadanos después de la etapa de garaje, cuando todavía necesitan alcanzar el equivalente social del punto de equilibrio. El proyecto busca estimular una onda de empresarialismo para satisfacer estas necesidades específicas de recursos. Las áreas clave en las estrategias incluyen iniciar un programa de apoyo a nuevas empresas para empresarios del mundo social o empresarial que crean servicios financieros alternativos. Esto suena a filantropía, excepto que usa un marco totalmente distinto y básicamente ajusta una necesidad con la forma en que se puede pensar en ajustar esa necesidad y es una oportunidad empresarial realmente muy atractiva para cualquier miembro del sector de negocios. Se trabaja con las instituciones financieras existentes del sector privado para desarrollar productos que brinden a sus clientes una serie de beneficios sociales y financieros. Finalmente, un proceso que logra la colaboración del sector social para evaluar la orientación hacia el cliente de los actuales servicios financieros sociales. Walking the Talk 52 Por tanto, aunque el proyecto de servicios financieros alternativos tiene el propósito de ayudar a grupos de ciudadanos a alcanzar un punto de equilibrio colaborando con el sector empresarial, la Iniciativa Basada en el Ciudadano (IBC) de Ashoka ayuda a las organizaciones a lograr estabilidad a largo plazo. Por lo general, una vez que una idea alcanza el punto de equilibrio necesita una amplia base de apoyo, clientes que paguen, y la meta de la IBC es lograr que los grupos de ciudadanos acepten la necesidad de un amplio apoyo de la ciudadanía y, por tanto, la IBC enseña a los grupos a desarrollar el espacio de apoyo. La tarea de desarrollar la arquitectura para la congruencia también brinda la oportunidad y la obligación de reelaborar la estructura para incluir a los que usualmente han sido marginados. Por tanto, la Iniciativa de Ciudadanía Económica Plena de Ashoka se concentra en definir métodos sistémicos que puedan ayudar a crear una ciudadanía económica activa y participante para todos, incluyendo a los pobres. Los puntos de apalancamiento en este caso son tres: primero se deben transformar los sistemas de producción y distribución para beneficiar a las clases de pequeños productores: pastores, alfareros y tejedores, a fin de generar un volumen mucho mayor de recursos para los miles de millones de pequeños productores individuales. Alberto Padilla de CNN, Karin Zapata y Arlette Chávez-Leer del INCAE Cena del Simposio Segundo, la empresa necesita desarrollar una nueva visión para concebir y organizar su trabajo con el fin de alcanzar los mercados de los pobres, atendidos en forma insuficiente, mediante un método híbrido de cadena de valor. El método allí es asociarse con el sector ciudadano a lo largo de etapas pertinentes de la cadena de valor, desde el procesamiento de materias primas hasta llegar al producto acabado. existir una separación tan grande entre estas dos labores que una misma persona está desarrollando? Exactamente, no podríamos estar más de acuerdo. A decir verdad, consideramos que nuestro trabajo conjunto durante los próximos años es hacer que esta idea no solo sea aceptada por los líderes de todos los sectores, sino que éstos actúen guiados por ella. ¡Muchas gracias! Tercero, los derechos de propiedad más imaginativos, que reconozcan la riqueza líquida, darían un alto grado de poder a las personas que actualmente no pueden sacar provecho de sus activos. La Iniciativa de Ciudadanía Económica Plena, planea colaborar con la comunidad básica de empresarios sociales y de negocios de Ashoka para tratar de alcanzar todas estas metas. En realidad, la labor última de hacer funcionar las cosas con respecto a la congruencia implica modelos que se muestren regularmente y que simbolicen esta congruencia, que es la razón por la que el esfuerzo de VIVA es tan importante. Stephan había expresado esto en forma muy bella en su libro, en el folleto que es su pequeña biografía, respecto a la manera en que él entiende, en forma muy intuitiva, su trabajo en el sector social y su trabajo en el sector empresarial. La Fundación AVINA y Grupo Nueva realmente provienen de la misma persona; por tanto, ¿por qué debería Walking the Talk 53 Walking the Talk Oscar Arias Premio Nobel de la Paz Oscar Arias, Presidente de la Fundación Arias Curriculum Ex-Presidente de Costa Rica (19861990) y Premio Nobel de la Paz de 1987. En el 1998, destinó el contenido económico del Premio Nobel para establecer la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano. Estudió Leyes y Economía en la Universidad de Costa Rica y recibió el Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Essex, Inglaterra. Fue profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y desempeñó el cargo de Ministro de Planificación y Política Económica. Fue elegido Diputado de la Asamblea Legislativa de Costa Rica en 1978, y en 1981 pasó a ocupar la posición de Secretario General del Partido Liberación Nacional. Recientemente lanzó una iniciativa que busca el establecimiento de un Código Internacional de Conducta para la Transferencia de Armas. Walking the Talk 54 Es para mí un honor estar aquí. A los cuarenta años de edad, INCAE está ahora oficialmente en su edad media aunque –a juzgar por las calificaciones recientes– ¡cualquier cosa menos en su ocaso! Sin duda esta experta audiencia tiene una gran cantidad de ideas sobre la interacción de la empresa y el desarrollo y, por tanto, trataré de contribuir poniendo el trabajo del empresario en el contexto más amplio de la lucha global por la paz. Tanto en los negocios como en la política, necesitamos urgentemente líderes que muestren la mezcla típica de optimismo y pensamiento analítico que tiene el empresario. El mundo pertenece a los optimistas; los pesimistas son solo espectadores. Ahora bien, los escépticos de nuestro mundo nos dicen que no hay nada que podamos hacer para combatir la pobreza y la destrucción o para lograr una paz duradera. Nos dicen que la desigualdad y la pobreza son inevitables y que la riqueza es esencialmente el resultado de subirse sobre las espaldas de nuestros hermanos. Ese pesimismo moral es la base del frecuente argumento de que cualquiera que esté dispuesto a luchar por la causa que se cree que fracasará, a trabajar por la paz, a comprometerse a poner fin al sufrimiento humano, es solo un soñador. Tanto en los negocios como en la política, necesitamos urgentemente líderes que muestren la mezcla típica de optimismo y pensamiento analítico que tiene el empresario. En la década de los 80 se me tachó de ingenuo utópico por creer que el gobierno declaradamente marxista-leninista de Nicaragua realizaría elecciones libres, tal como ellos se comprometieron a hacerlo cuando firmaron mi plan de paz. Los que se llamaban a sí mismos realistas afirmaban que la victoria militar era la única forma de poner fin al conflicto en Centroamérica. En esa ocasión los realistas se equivocaron. Para todo siempre hay una primera vez. INCAE también debe ver hacia el futuro con optimismo, porque desde el principio el imperativo de esta institución ha sido enfrentar realidades difíciles. Solo unos cuantos años antes de la fundación de INCAE, John F. Kennedy dijo en su discurso de toma de posesión: “Si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no puede salvar a los pocos que son libres”. Hoy, en una situación geopolítica transformada, enfrentamos nuevamente la verdad de estas palabras. El terrorismo, el mal determinante de nuestro tiempo, prospera en un sistema global que exacerba la pobreza extrema, la disparidad en el ingreso tanto entre las sociedades como dentro de ellas, la diseminación de las enfermedades infecciosas, el cambio climático y la degradación ambiental. Ahora es estremecedoramente obvio que un mundo donde millones soportan la miseria extrema nunca será plenamente seguro, ni siquiera para sus habitantes más privilegiados. En una época que ha confundido los desafíos de pobreza y seguridad, nuestra especulación sobre la forma en que se produce y se distribuye la riqueza asume una urgencia especial. Por tanto, resulta muy propicio que estemos aquí, considerando nuevos paradigmas que relacionen la actividad empresarial y el desarrollo social. Amigas y amigos míos, creo que todos tenemos una visión para el mundo que nos motiva a actuar en nuestras diversas calidades para lograr sostenibilidad tal como la vemos. Me gustaría que dentro de cien años mis nietos vieran un mundo en el que cada gobierno es elegido democráticamente, puede satisfacer las necesidades básicas de su población, se mantiene en paz con sus vecinos y con la oposición interna y usa los instrumentos de la ciencia y la economía para el beneficio de su pueblo. En pocas palabras, ésta es mi idea del desarrollo sostenible, humilde pero dolorosamente fuera de nuestro alcance, y sé que es compartida por cada persona que se encuentra en este salón. La pregunta que enfrentamos es: ¿cuál es el papel de la empresa en llevar la sociedad humana hacia esta visión? He leído con gran interés el ensayo de nuestro invitado de honor, Stephan Schmidheiny, quien visualiza el desarrollo como una sinergia entre la empresa y la sociedad civil. Stephan expresa la vanguardia de un cambio de muchas décadas del desarrollo definido por un conjunto limitado de Walking the Talk 55 Oscar Arias y Stephan Schmidheiny indicadores de mercado, al desarrollo como un sentido más integral del bienestar humano. Sabemos que, para abordar la pobreza, el crecimiento económico es imperativo. A través de la actividad empresarial las economías crecen y llegan a ser capaces de producir los elementos necesarios para una sociedad saludable. Pero no basta con generar utilidades. Para desempeñar un papel positivo en la sociedad, las empresas deben ajustarse a un conjunto básico de normas éticas no necesariamente cuantificables en términos de mercado. Toca a los profesionales y los empresarios visualizar y poner en práctica la ética del mercado. En el siglo XXI, los empresarios deben reconocer que somos responsables unos por otros, que debemos tener integridad en nuestros tratos, que debemos practicar la solidaridad y respetarnos mutuamente. Porque, como lo dijo una vez Octavio Paz, y aquí cito textualmente: El mercado es un mecanismo eficiente pero, como todos los mecanismos, es ciego: crea abundancia y miseria con igual indiferencia. Si se le deja, el mercado amenaza el equilibrio ecológico del planeta, contamina el aire, envenena el agua, convierte los bosques en desiertos y, a fin de cuentas, perjudica a muchas especies vivientes, entre ellas al hombre mismo. Por último, y esto es lo más importante, el mercado no es Walking the Talk 56 Oscar Arias, Fundación Arias A través de la actividad empresarial las economías crecen y llegan a ser capaces de producir los elementos necesarios para una sociedad saludable. Pero no basta con generar utilidades. Para desempeñar un papel positivo en la sociedad, las empresas deben ajustarse a un conjunto básico de normas éticas no necesariamente cuantificables en términos de mercado. –y no puede ser– un modelo para la vida. No es un código de ética sino solo un método de producción y consumo. Ante todo, los empresarios deben imbuir en la empresa una conciencia de interdependencia. Porque hoy, no podemos obviar el hecho de que lo que se hace en Estados Unidos tienen repercusiones en el Tíbet y que la guerra en África afecta también a Europa y Latinoamérica. Ya no podemos darnos el lujo de ignorar nuestra humanidad común o concentrar nuestra visión tan solo en nuestros propios intereses, nuestra propia gente y nuestros propios problemas. Éste es el verdadero significado de la globalización. Los problemas del mundo, y los éxitos del mundo, pertenecen hoy día a todos nosotros. En un mundo interconectado, el destino de la empresa depende del éxito o fracaso de nuestras luchas por la paz. Muchos de nosotros habíamos esperado que el siglo XXI fuera significativamente distinto del anterior. Habíamos soñado que éste pudiera ser el siglo del multilateralismo, especialmente en la formulación de proyectos de seguridad. Pero nuestras esperanzas de que este nuevo siglo pudiera ser menos violento que el anterior se han aminorado, puesto que hemos empezado muy mal. Los últimos doce meses han sido muy dolorosos para los que creemos en respuestas colectivas a nuestros problemas y desafíos comunes. La guerra en Irak pudo haberse evitado y debió haberse evitado porque, como lo ha dicho el Papa Juan Pablo II, la guerra es siempre “una derrota para la humanidad”. En la historia de la humanidad han habido guerras que fue imposible que Estados Unidos evitara, tales como la Segunda Guerra Mundial o la Primera Guerra del Golfo, pero no creo que la reciente invasión a Irak fuera una de ellas. En una región tan atormentada e inestable como el Medio Oriente, nada podía ser más temerario que la simplificación excesiva de la verdad; al basar la guerra en falsas reivindicaciones, la administración Bush nos ha puesto a todos en Walking the Talk 57 Walking the Talk una senda oscura e incierta. Temo que la única excusa que les queda a los autores de esta guerra sea anunciar que los científicos de Saddam estaban tan avanzados que se las arreglaron para volver invisibles todas sus armas de destrucción masiva. Al mismo tiempo, el ritmo de los eventos mundiales nos obliga a dejar de lado nuestra pesadumbre respecto a cómo se inició esta guerra para considerar la perpetua pregunta de a dónde vamos. El panorama es siniestro: el terrorismo amenaza a personas inocentes en todo el mundo, no solo en los países de Occidente. La proliferación nuclear en Corea del Norte amenaza con provocar una carrera armamentista en toda la región. La violencia sigue aumentando en ciertas partes de África y el Medio Oriente, donde un muro que divide el corazón de la Tierra Santa es el epítome de la pérdida de fe en el diálogo y la negociación por parte de los líderes. Éstas son regiones en crisis, algunos de los “puntos críticos” del mundo, pero sabemos que solo indican una crisis humana que yace en el núcleo mismo de nuestra modernidad. Es una crisis de desarrollo cuando casi mil quinientos millones de personas no tienen acceso al agua potable y mil millones habitan en viviendas miserablemente inadecuadas. Es una crisis de liderazgo cuando permitimos que la riqueza se concentre cada vez en un Walking the Talk 58 menor número de personas, de modo que las tres personas más acaudaladas del mundo tienen activos que exceden el producto interno bruto combinado de los cuarenta y tres países más pobres del planeta. Es una crisis espiritual cuando –como dijo Ghandi– mucha gente es tan pobre que solo ve a Dios en forma de pan y cuando otras personas parecen tener fe únicamente en la caprichosa “mano invisible” que guía el libre mercado. Es una crisis moral cuando 35.000 niños mueren diariamente por la desnutrición y las enfermedades. Y es una crisis democrática cuando mil trescientos millones de personas sobreviven con un ingreso inferior a un dólar por día, y están excluidas de la toma de decisiones públicas debido a la agobiante pobreza en la que se encuentran. Nuestra especulación sobre la transición a la globalización, sobre el potencial de la empresa y sobre los beneficios del libre comercio, no puede ignorar las luchas de los que se encuentran incluidos en estadísticas tan deprimentes. Debemos darle a los ciudadanos razones claras para sentirse optimistas respecto a la gobernabilidad democrática y el potencial de las empresas para apoyarla. De otro modo, las democracias que no satisfacen las necesidades básicas de sus ciudadanos no resultarán mejores que los regímenes totalitarios que han reemplazado. Los problemas del mundo, y los éxitos del mundo, pertenecen hoy día a todos nosotros. Oscar Arias, Fundación Arias ¿Cuánta pobreza puede soportar la democracia? La pregunta no es retórica. En Latinoamérica, el impetuoso entusiasmo que llevó masivamente al poder a regímenes democráticos en la década de los 80 ha disminuido. Muchas de estas nuevas democracias, agobiadas por el resurgimiento de la violencia social y la apatía popular, luchan día con día por mantenerse a flote. Esta experta audiencia comprende la urgencia de crear mecanismos más sabios y justos para distribuir la riqueza en nuestras democracias. Como bien sabemos, nada perpetúa más directamente el ciclo de pobreza y violencia que el gasto militar. Creo firmemente que el gasto militar representa la perversión más significativa de las prioridades mundiales que se conoce hoy. El año pasado se transfirieron $29.000 millones en armas convencionales, de los cuales casi dos terceras partes fueron a manos de los gobiernos del mundo en desarrollo. Amigas y amigos míos, cada dólar que se gasta en armas innecesarias representa una oportunidad perdida para mejorar la vida de una persona que necesita alimento, albergue, educación o cuidados médicos. Desde luego, el problema fundamental es de valores. Quiero citar a mi buen amigo, el finado Mahbub ul-Haq, quien fue pionero de la escuela de pensamiento de desarrollo humano. En su libro Reflexiones sobre el desarrollo humano, él señala: “Hace algún tiempo, el Presidente de Tanzania, Julius Nyerere, preguntó con legítima desesperación: ‘¿Debemos acaso matar de hambre a nuestros niños para pagar nuestras deudas?’. Es al menos igualmente pertinente preguntar: ¿Debemos matar de hambre a nuestros niños para aumentar nuestro gasto de defensa?... Cuando nuestros niños clamen por leche en medio de la noche, ¿les daremos más bien armas de fuego?”. Dada la naturaleza global del comercio de armas, cada nación es responsable de sus efectos perniciosos. Irónicamente, cerca del 80% de todas las transferencias de armas convencionales se origina en los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. En mi opinión, algo anda muy mal al vincular la seguridad con los grandes envíos de armas, muchas de ellas a regímenes irresponsables y represivos. Al mismo tiempo, los líderes de las naciones en desarrollo que se quejan por la falta de recursos deben considerar cuántos cuidados médicos y educación están sacrificando para mantener sus presupuestos de adquisición de armas. Aquí hay un corolario para aquellos de nosotros que influimos en las políticas de los bancos multilaterales de desarrollo y los gobiernos donantes. Me gustaría sugerir respetuosamente al Señor Wolfensohn que las organizaciones que invierten en Walking the Talk 59 desarrollo humano tengan todo el derecho de exigir transparencia en los presupuestos militares de los países que reciben su ayuda; de hecho, es su responsabilidad hacerlo. Los estados que solicitan ayuda externa para alimentar, proveer de vivienda y educar a sus poblaciones no pueden justificar gastos militares secretos, ya sea ante sus propios pueblos o ante el mundo. Esto se aplica aún más a los países envueltos en conflictos armados. Asimismo, es legítimo que los donantes evalúen las posibilidades de redistribución de los presupuestos militares. Este, desde luego, es un tema delicado. Conozco tan bien como cualquiera los perniciosos efectos de la ayuda que viene con compromisos. Sin embargo, cuando se pierden vidas en la escala con la que estamos tratando aquí –más de cinco millones de personas muertas por armas convencionales solo en la década de los 90, de acuerdo con las Naciones Unidas– resulta apropiado y necesario vincular la ayuda con la reducción en el gasto militar. No creo poder evitar que se me tilde de intervencionista en esto. Si eso es lo que me han de decir, pues sea. Tal como lo dijo Edmund Burke hace más de dos siglos, y como nos lo recordó en nuestros tiempos Martin Luther King, Jr.: “Lo único que hace falta para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada”. El valor de la vida humana tiene mayor prioridad que el valor de la no intervención. Walking the Talk 60 El intelecto es inútil si no hay dedicación a un ideal, así como la riqueza es estéril sin la visión del empresario de una causa social. Stephan Schmidheiny y Oscar Arias de Fundación Arias Desde que dejé la presidencia, he dedicado mucho tiempo y energía a la adopción de un código internacional de conducta sobre transferencia de armas, iniciativa ahora apoyada por otros dieciocho Premios Nobel de la Paz y muchas organizaciones internacionales. Este código, conocido ahora como Tratado de Comercio de Armas, pide una proscripción a las transferencias de armas a los gobiernos que reprimen los derechos humanos y democráticos fundamentales o que cometen actos de agresión internacional armada. Me alegra mucho decir que precisamente hoy estamos lanzando una campaña internacional para ratificar este tratado a fin de convertirlo en una ley internacional de acatamiento obligatorio. Sé muy bien que una campaña para regular el comercio de armas nos enfrenta directamente con los grupos de interés más arraigados del mundo y podría tomar años, e incluso décadas, progresar. En esta lucha la colaboración del sector privado, desde los “empresarios sociales” de las comunidades rurales hasta las grandes corporaciones multinacionales, resultará esencial. Algunos podrían acusarnos de ser utópicos, pero como lo dije respecto al plan de paz de Centroamérica, para todo hay una primera vez. trabajo arduo. Todos debemos escogerla y perseverar en esa senda. Amigas y amigos míos, en algún momento todos hemos sido víctimas de la creencia incorrecta, pero popular, de que en este mundo hay dos tipos de personas: las que piensan y las que actúan. Pero la realidad no es tan simple. El intelecto es inútil si no hay dedicación a un ideal, así como la riqueza es estéril sin la visión del empresario de una causa social. Queridos amigos y amigas mías, recordemos la inquietud ética que nos impulsó a reunirnos hoy aquí. Debemos dirigir los sectores poderosos de la sociedad, especialmente las empresas, hacia una nueva moralidad que reconozca la difícil situación de los que padecen hambre, están enfermos o sufren de marginación social. Todavía está por determinarse la trayectoria del siglo XXI, y tal como Víctor Hugo lo escribió en una ocasión, el futuro tiene muchos nombres: “para los débiles es lo inalcanzable; para los tímidos, lo que no se puede conocer; para los valientes es una oportunidad”. Pese a toda la agitación que vemos en el mundo actual, debemos recordar que siempre existe la posibilidad de un mejor futuro. No se producirá automáticamente. Más bien, requerirá convicción, perseverancia y valor. Pero tenemos una oportunidad: aprovechémosla. En realidad, no hay nada embelesante, ingenuo o idealista respecto a la paz. La paz no es un sueño, es Walking the Talk 61