Bloque Espiritual No. 147 Llevemos Frutos Para Dios Romanos 7:1-6, "¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo a aquellos que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer que tiene marido está ligada por la ley a su marido mientras él vive; mas si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si viviendo su marido, se casa con otro hombre, será llamada adúltera; pero si su marido muere, ella queda libre de la ley, y si se casa con otro hombre no será adúltera. Así también vosotros mis hermanos, habéis muerto a la ley por el cuerpo de Cristo; para que seáis de otro, de Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque cuando estábamos en la carne, la influencia del pecado, que era por la ley, obraba en nuestros miembros llevando fruto para muerte; pero ahora somos libres de la ley, habiendo muerto a lo que nos tenía sujetos, para que sirvamos en novedad de espíritu, y no en lo antiguo de la letra." Escuchen lo que Dios dijo al respecto: Siempre, nunca juzgue su vida por cuánto poder Ud. tiene para hacer milagros, y no se juzgue Ud. mismo por cuánto conocimiento tiene de la Palabra, sino siempre júzguese Ud. mismo... Mire hacia atrás y tome un inventario de qué clase de fruto está dando la vida que Ud. vive actualmente, ¿ve? Reflejando la vida Cristiana. [1] Ruego que Dios permita la Luz de este día resplandecer en Ud. para que sea un siervo obediente a Dios, y luego permitir que el fruto del Espíritu permanezca siempre en su vida. Y esa es una vida digna del Evangelio. La única manera que Ud. puede vivir una vida digna del Evangelio, es permitiendo que el Evangelio, todo el Evangelio, entre en Ud. y allí reflejar Sus promesas nuevamente y que sean vindicadas; permita que Dios viva en Ud. para vindicar las promesas de este día. Así como Juan, como Jesús le dijo a Juan: “Deja ahora Juan, eso es correcto. Pero nosotros somos los mensajeros de este día, y tenemos que cumplir toda justicia.” (Mat. 3:13-17). Y si nosotros somos los cristianos de hoy, entonces recibamos a Jesucristo en nuestro corazón. Y Él es la Palabra. No niegue Ud. ninguna parte de Ella. Diga: "Es es la Verdad". Y colóquela en su corazón, observe el fruto del Espíritu sobre Ud., y cumpla toda promesa que Él ha hecho en la Biblia. Dios desea cumplir Su Palabra, pero no tiene otras manos que las suyas y las mías. Él no tiene otros ojos sino los suyos y los míos. Él no tiene lengua sino la suya y la mía. “Yo soy la vid, vosotros sois los pámpanos” (Juan 15:1-7). Los pámpanos llevan el fruto; pero la Vid da vida a los pámpanos. Ésa es una vida digna. [2] El fruto del Espíritu hoy, es amor, gozo, fe, mansedumbre, benignidad, paciencia, todo sobrenatural... (Gal. 5:22-23). [3] “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado...” (Salmo 1). Manifiesta Sus frutos en su sazón (Salmos 1:3; Génesis 1:11), trae Sus frutos. ¿Qué frutos? ¿Los frutos de qué? Sus frutos. ¿Qué frutos? Sus propios frutos. ¿Qué fruto es? La Biblia. ¿Ven? Todo está aquí, el fruto; amor, está aquí en la Biblia; gozo, aquí en la Biblia; poder, Espíritu Santo; todas estas cosas aquí; sanidad Divina; promesas de Dios. Esos son los frutos. Aquí está, y si él está plantado en Esto, Esto está plantado en la clase correcta de terreno (Mat. 13:23), en fe, ¿qué hace fe? Fe le da crecimiento. ¡Amén! La empieza a levantar. ¿Ven? Eso es; la levanta. ¡Seguro! El será como árbol que es plantado junto a aguas, trae Su fruto en la sazón. Ahora bien, ¿qué clase de fruto traerá? Juan 14:11, Juan 14:11, Él dijo, Jesús dijo: “El que en Mí cree, las obras que Yo hago también él las hará...” ¿Por qué? La misma Palabra está en él. Él era la Palabra. ¿Es correcto eso? “Y si tú estuviereis en Mí y Mi Palabra está en ti, pide lo que quieras”. (San Juan 15:7). Ríos. ¿Qué es eso? Los nueve dones espirituales (I Co. 12:4-11), ríos de una agua, un Espíritu, una agua, pero proviniendo de nueve recursos diferentes. Ríos de agua, ¿ven?, ríos de agua. “...que da su fruto... (fruto del Espíritu)... en su tiempo; su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará” (Salmo 1:3). [4] La Vid verdadera y la vid falsa, ambas tenían la misma unción. El agua cayó sobre ambas (Mat. 5:43-45). Con razón Él nos advirtió: “Engañarán aun a los propios Escogidos si fuere posible” (Mat. 24:24). Noten, se ven igual. Están igualmente ungidos. Pero fíjense: “Por sus frutos...” (Mat. 7:15-20)¿Cómo sabe Ud. que ese no es naranjo? Porque está produciendo toronjas. Esa vid está bien, está viviendo en el árbol, pero está dando una toronja. No es como la primera. Y si una iglesia dice que cree que "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos", y niega Su poder, niega Sus obras, niega Su Palabra... La Iglesia que cree en Jesucristo hará las obras de Jesucristo, tendrá la Vida de Jesucristo. No importa si la Vida la esté llenando; si no es predestinada, desde las raíces, dará toronjas cada vez, o algo diferente. Pero si es la Vida predestinada desde las raíces, producirá a Jesucristo el mismo ayer, y hoy, y por los siglos, si es la Palabra surgiendo desde la Raíz. La cual, Él es la Raíz, el principio del tiempo. Noten, pero es lo que ellos producen que muestra la diferencia. “Por sus frutos”, dijo Jesús, “los conoceréis”. “El hombre no cosecha uvas de los espinos”, aunque los espinos estén allí mismo entre la vid. Eso puede ser posible, pero el fruto lo identificará. ¿Cuál es el fruto? La Palabra, el fruto para la edad. Eso es, su enseñanza. ¿La enseñanza de qué? La enseñanza de la edad: ¿Qué tiempo es este, la doctrina de hombre, doctrina denominacional, o la Palabra de Dios para la edad? Balaam, ungido con el mismo Espíritu que estaba sobre Moisés. ¿Cuál era la diferencia? La enseñanza de Moisés era perfecta. La Biblia dice aquí en Segunda de Pedro, que fue "la enseñanza de Balaam" que Israel aceptó, la que Dios nunca perdonó. ¡El pecado imperdonable! (Números 25:1-5). Ni uno solo de ellos fue salvo, aunque habían salido bajo las bendiciones de Dios, y vieron la mano de Dios moviéndose con este poderoso profeta, y viéndolo exactamente vindicado por Dios. Y porque otro profeta vino con una enseñanza contraria, y discutió con Moisés, e intentó probarle a la gente que Moisés estaba errado… (Números 16:1-35). Y Datán, Coré, y muchos de ellos, estuvieron de acuerdo con él y enseñaron a los hijos de Israel a cometer fornicaciones, y a seguir su organización, con el pretexto de que "todos somos iguales". "Aunque seamos Metodistas, Bautistas, Presbiterianos o Pentecostales o lo que seamos, todos somos iguales". ¡Nosotros no somos iguales! Uds. son un pueblo separado, santo ante el Señor, dedicados a la Palabra y al Espíritu de Dios para dar fruto de Su promesa para este día. ¡Y no son igual que aquellos! Ahora, “la enseñanza de Balaam”, no la profecía de Balaam. Eso estaba correcto, Ese era Dios. ¿Cuántos creen eso? La profecía de Balaam estaba exactamente bien, porque él no podía hablar ninguna otra cosa. La unción de Dios no hablaría ninguna otra cosa, y Dios la vindicó, al probar que era la Verdad. Pero fue "la enseñanza de Balaam". Ahora comparen eso con Mateo 24:24. Ungidos, pero su enseñanza es falsa. Eso de trinidad, y todas esas cosas así; ¡erradas, anticristo! [5] Así fue cuando Jesús vino. El día en que Jesús vino, aquellos hombres conocían esa Palabra de Dios, solamente por la letra. ¿No es así? Seguro. Pero eran ignorantes en cuanto a Quién era Él, cuando vieron a Dios en las alas de una paloma (Sn. Juan 1:29-34), realizar y hacer exactamente lo que Él había dicho que haría. Y Él hizo exactamente lo que la Palabra dijo. “Si no hago las obras de Mi Padre, entonces no Me crean” (Juan 10:37-38). Pero Él hizo exactamente como la Palabra dijo que Él haría. Y ellos eran hombres científicos en aquellos días, pero científicamente ignorantes, para pecar voluntariamente. La concupiscencia los había cegado. Ellos necesitan la Palabra de Dios para mostrarle a ella su desnudez. En Apocalipsis 3, dice: “Yo te aconsejo que de Mí compres colirio, para que tus ojos puedan ser abiertos, y puedas ver tu desnudez” (Ap. 3:18). El colirio es la Palabra de Dios, la sanidad de los ojos que lo trae a Ud. de las cosas naturales del mundo, y lo transforma, por el poder de Dios, a Su Presencia. ¡Entonces Ud. ve! Ud. dice: “Yo estaba perdido, pero hoy he sido encontrado. Yo era ciego, pero ahora veo”. ¿Ven?, sería diferente. Ese es el llamado que tiene la iglesia hoy: “Yo te aconsejo que de Mí vengas a comprar colirio para tus ojos, para que puedas ser ungido con Mi colirio, y entonces verás”. ¡Dejen que el Espíritu Santo venga sobre cualquier persona que verdaderamente tenga algo dentro de él! La sanidad viene de adentro. Dejen que esa sanidad venga del Espíritu que está en Ud. Si es un Espíritu genuino ungiendo a la Simiente genuina, no podrá producir sino un hijo o una hija de Dios (Gal.4:6). Pero el Espíritu genuino puede venir sobre una simiente de cizaña, la lluvia puede caer sobre una cizaña, y la hará vivir de la misma manera que cae sobre el trigo y lo hace vivir (Mat. 5:43-45). Pero: “Por sus frutos los conoceréis”. ¿Ven? Y nosotros somos un árbol de fruto, de Dios, produciendo Su Palabra. [6] Fíjense en los pentecostales de años atrás, cómo era que predicaban tan duro en contra de eso: "Nosotros la iglesia, nosotros la iglesia". La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Es un individuo, entre otros individuos, que han nacido en el Reino de Dios (I Co. 12:13). Eso viene de adentro para afuera y es vivido automáticamente. Uno no le tiene que pedir a la oveja que produzca lana o mejor dicho que manufacture la lana. La oveja no tiene que manufacturar la lana. Ella dice: "Ahora mi amo quiere que yo produzca lana este año, más vale que me ponga a hacerlo". No, lo único que tiene que hacer es permanecer siendo una oveja. Cierto. Automáticamente producirá la lana... Y a nosotros no se nos pide que manufacturemos los frutos. Debemos simplemente producir frutos. ¿Ven? Debemos producir el fruto. Y mientras uno es un árbol de fruto de Dios, con la Palabra de Dios, la Palabra de Dios se vindicará a Sí misma; producirá fruto mientras la Palabra mora allí. Jesús dijo: "Si permanecéis en Mí, y Mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho" (Sn. Juan 15:7). ¿Ven? Uno no lo manufactura, ni se afana para tratar de producirlo. Simplemente está allí, y así continua. Ahora, otros van al extremo de ser fanáticos (ahora ellos se van al otro lado), y creen que porque brincan u obtienen alguna otra sensación o emoción, hablan en lenguas, o si dan alguna profecía que resultó ser la verdad, o cualquier otra cosa, ellos piensan que esa es la cosa, que eso ya es la respuesta, que ya tienen lo necesario. Pero no es así. Jesús dijo: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu Nombre, y en Tu Nombre echamos fuera demonios, y en Tu Nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí” (Mat. 7:21-23). ¿Ven? No fue esa la respuesta, amigos. Esa es la razón que las lenguas son la evidencia… Yo creo en el hablar en lenguas; pero no lo considero ser la única evidencia del Espíritu Santo. No señor. El fruto del Espíritu es la evidencia. Ahora, vean, esa es la razón que difiero con el movimiento de los hermanos pentecostales, por causa de que ellos dicen, "Si alguien habla en lenguas, ya tiene el Espíritu Santo". Yo difiero. Esa no es señal que tiene el Espíritu Santo. Yo he oído hasta demonios hablar en lenguas tan rápido como les es posible, tomar sangre de un cráneo humano, y clamar al diablo. He visto los indios en Arizona, en la danza de la lluvia, envolverse con serpientes, alzar los brazos y correr todo alrededor. Luego sale el brujo cortándose con una lanza y coloca un lápiz en el suelo, y el lápiz se levanta solo y escribe en un idioma desconocido y también dar la interpretación. ¿Ven? Así que no me cuente de eso; yo ya tengo muchos años para eso. Entonces el fruto del Espíritu es la <evidencia>... Jesús dijo: “Por sus frutos" no por las lenguas o las emociones, pero "por sus frutos los conoceréis". Ese es el fruto del Espíritu (Ef. 5:8-10). Es Dios desenvolviéndose a Sí mismo en humildad y dulzura, y cada día igual (II Tim. 2:24-26). Hay algo en cuanto a un hombre que se mantiene en la Palabra. Cada vez que él ve la Palabra, la acentúa con "Amén", (II Co. 1:20), sin importarle lo que dicen los demás, él la cree. ¿Ven? [7] A menos que un hombre sea nacido otra vez (Juan 3:1-8). Cuando él es nacido otra vez, la vida de Dios mora en él. Y luego vienen los frutos del Espíritu, que es, amor, paz, alegría, longanimidad, bondad, mansedumbre, amabilidad, paciencia. Él llega a ser una nueva creación en Cristo Jesús (II Co. 5:17). Él es una parte de Dios, un hijo de Dios. Él no puede morir porque Dios no puede morir. Él tiene Vida Eterna, Inmortal y no puede morir. Jesús dijo, “Él que oye Mis Palabras y cree al que me envió, tiene (tiempo presente) Vida Eterna, y nunca vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a Vida” (Juan 5:24). [8] Cuando Ud. ha nacido otra vez, Dios lo vindica a Ud. Así es como Dios vindica toda Su naturaleza, ¿Cómo? Por sus frutos. Esta es la manera como Él vindica su ministerio. Esto es correcto. Todos sus siervos están vindicados de la misma manera que Él vindica la naturaleza. ¿Cómo conoce Ud. un árbol de durazno? Porque da duraznos. ¿Cómo sabe Ud. que es un árbol de manzana? Porque está dando manzanas. ¿Cómo sabe Ud. que es un Cristiano? Porque señales de Cristiano salen de él, vida Cristiana sale de él. ¿Cómo sabe Ud. que él es un maestro? Porque la Palabra sale de él. ¿Cómo sabe Ud. que es un profeta? Porque la Palabra sale de él, testifica es vindicado. Lo prueba por sí mismo, ¿cuándo sucede ésto? Cuando él muere y viene a ser uno (Juan 12:24-25). Ésto es correcto. Cuando nosotros morimos y llegamos a ser una nueva criatura en Cristo Jesús (Gal. 5:16-17), ésto nos une con nuestro llamado, permanecemos con nuestro llamado. Los frutos del Espíritu nos siguen cuando somos sus siervos. Cuando nosotros hemos nacido otra vez, los frutos de la vida de Cristo nos siguen. Esto es correcto. ¿Cómo sabe Ud. que es un árbol de durazno? Porque tiene duraznos, ¿Cómo sabe Ud. que él es Cristiano? Porque él actúa como Cristo, camina como Cristo, habla como Cristo, vive como Cristo, por arriba del pecado, victorioso. ¿Qué es lo que él hace? Acaso dice, “¿Mira lo que yo he hecho?” Cristo no hizo éso. Él le dió toda la gloria al Padre (Juan 8:28,50-54). Esto es correcto Éso es como Ud. lo conoce. Por sus frutos los conoceréis. [9] No hay una cosa en la Biblia que se dejó como evidencia del Espíritu Santo, solamente los frutos del Espíritu. Encuentre cualquier lugar que Jesús lo dijo. Sí, señor. La evidencia del Espíritu Santo, es el fruto de tu Espíritu. Jesús lo dijo así: “Por sus frutos los conoceréis”. Y el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, paz, bondad, mansedumbre. Y el fruto del enemigo es enemistad, odio, malicia, contiendas y demás; eso es el fruto del enemigo. Así que Uds. pueden juzgar por la manera que Uds. están viviendo, en dónde están parados con Dios. Si todo el corazón de Uds. está enamorado de Él, y Uds. lo aman, y son bondadosos, y viven con Él diariamente, Uds. sabrán que han pasado de muerte a Vida (I Juan 3:14). Si no es así, de otra manera, Uds. están solamente personificando a un Cristiano. Correcto. Lo cual, toda personificación carnal, será seguramente expuesta; nosotros sabemos eso. Así que no vivan esa clase de vida; Uds. no tienen que vivirla. ¿Por qué aceptarían Uds. un substituto, cuando el cielo entero arriba está lleno de lo bueno y de lo real? Seguro que sí. Déjenme tomar a Dios; eso es lo que yo quiero. Amén. [10] Y ahora, fíjense. Como la primera vez, cuando Él empezó esa primera Iglesia la que el pulgón Romano se comió (y el revoltón, y demás, Joel 1:4), Él empezó con justificación por fe. En San Juan el capítulo 17, versículo 17., Jesús dijo: "Santifícalos, Padre, con Tu Verdad; Tu Palabra es la Verdad". La segunda obra fue santificación (para la Iglesia, Ro. 6:20-22). Después de justificación fue santificación. Y después que ellos fueron santificados, Él les pidió que esperaran en la ciudad de Jerusalén (Lucas 24:49), hasta que ellos fueran investidos con Poder de lo alto; y allí Él dio nacimiento al Árbol, el Espíritu Santo, Pentecostés. Justificación, santificación, bautismo del Espíritu Santo, y luego Cristo vino a morar dentro de Él para traer los frutos. Amén. [11] Los fariseos, saduceos, hombres grandes, hombres santos, hombres buenos, hombres finos, hombres humildes, hombres que tenían más del fruto del Espíritu, que lo que Jesús ejercitaba. ¿Pero cuáles eran Sus credenciales? Que la Palabra estaba con Él, la Palabra prometida de ese día estaba viviendo a través de Él. Él dijo: "¿Quién de Uds. puede condenarme de pecado? ¿Quién de Uds. puede decir que lo que Yo he reclamado no ha acontecido?" Eso, pues, mostró que Él era un Nazareo separado para el Señor. Él era el mismo Señor en carne. [12] ¿Alguna vez Uds. miraron a su sacerdote mirar de esa manera?"¿En dónde está ahora el fruto del Espíritu? No es por hablar en lenguas. No es por bailar en el Espíritu. No es por unirse a la iglesia. No es por el fruto del Espíritu (la Ciencia Cristiana le puede ganar a cualquiera de Uds. en eso ¿ven?, y aun negar que Jesucristo era Divino). ¡No es eso! Pero es la Palabra, ¡viviendo! ¡Ahí está! ¡Si ellos únicamente hubieran mirado! Él era el Mesías. Él era la Palabra Viviente hecha manifiesta. Y un hombre que tiene el Espíritu de Dios en él, o una mujer, vive esa Palabra, se expresa en ellos. Ese es el latido del corazón del predestinado, pues la Palabra del Señor viene a ellos, y ellos son la Palabra para la gente. “Epístolas leídas por todos los hombres” (II Co. 3:1-3). ¿Es verdad eso? ¿Pudiera estar el Tercer Jalón en acción? [13] ¿Qué es el fruto del Espíritu? La manifestación de la Palabra prometida. Si sólo se hubieran detenido a mirar, Él no tenía esas cosas que ellos tenían, fruto del Espíritu, ni nada. Sin embargo, la Palabra prometida para ese día se estaba manifestando en Él, era exactamente la Luz de la hora (Salmo 119:105). Eso fue todo. No importa la mucha educación, y lo amable, lo mucho que uno hable en lenguas, ni cuán amable, gentil, y todo lo que uno sea, a menos que Ud. acepte esa la Palabra de la hora que se está manifestando delante de Ud. (Ef. 1:1314), Ud. está en el mismo apuró. [14] Ruego, Padre, ahora, que los mantengas por Tu gracia hasta ese gran día, que puede ser mañana, cuando ellos tengan que estar de pie en la presencia de Dios. No importa lo que hagan: pueden ser sinceros, fieles, vestirse decentemente, ser gentiles, y estar unido a todas las iglesias, y estar perdidos. No hay nada en nuestras manos que podamos traer. No hay nada que podamos hacer a nuestro mérito. Nosotros solo confiamos en Su gracia. Y cuando hacemos así, nuestra vida es cambiada y da frutos de Cristo. [15] Referencias: [1] "Pablo Un Prisionero de Jesucristo" (63-0717), par. 55 [2] "Es Tu Vida Digna Del Evangelio" (63-0630E), par. 271-272 [3] "El Sonido Incierto" (60-1218), par. 39 [4] "Sabiduría Contra Fe" (62-0401), pg. 47, 46 [5] "Ungidos del Tiempo del Fin" (65-0725M), par. 57-59, 67-71 [6] "Poder De Transformación" (65-1031M), par. 272-276 [7] "Dios Ocultándose En Simplicidad" (63-0317M), par. 236246 [8] "Estad Quietos" (57-0518), par. 41 [9] "Te Es Menester Nacer Otra Vez" (61-1231M), par. 187 [10] "Hebreos, Cap. 6, pt. 2" (57-0908E), par. 495-496 [11] "Restauración Del Árbol Novia" (62-0422), pg. 68 [12] "La Palabra De Dios Llama A Una Total Separación" (64-0121), par. 66-67 [13] "Almas Que Están Encarceladas Hoy" (63-1110M), par. 340-343 [14] "Paradoja" (64-0206B), par. 231-232 [15] "Mas Grande Que Salomón Esta Aquí" (58-0625), par. 56 “Bloque Espiritual” – Boletín de la Palabra Revelada de esta hora, es presentado a Ud. por: Gerd Rodewald, Friedenstr. 69, D-75328 Schömberg, Alemania www.biblebelievers.de, Fax: (+49) 72 35 33 06 Publicado por “Publicaciones Palabra Hablada” del Perú, América del Sur “…viene uno con un Mensaje que cuadra perfectamente con la Biblia, y una obra rápida dará la vuelta a la tierra. Las simientes saldrán en los periódicos, en material de lectura, hasta que cada Simiente predestinada de Dios lo haya escuchado.” [Hno. Branham en C.O.D., 62-0527, pár. 179]