r07.qxd 07/04/2006 03:29 p.m. PÆgina 43 PAGINA 43 Por Rafael Cippolini postillas. Incluso bastante antes que el anatemizado Spinoza, en un paréntesis de siglos que excluye quizá el XVIII, un clérigo manchego, luego de transcribir el mote “geometría de la afección”, describió la posibilidad de un destino como el devaneo de un yo “huido de sí”; la belleza, consecuente y en reflejo a la escritura del Santo de Hipona, como la obliteración de la fuga que, trocando “confesión” y “confusión”, prescinde de la A percepción de los objetos y de la precisa construcción de una identidad: un discurso vacío, empañado, a mitad de espacio entre lo opaco y transparente (puntos 1, 3, 4 y 7). El artista, licuado en su glosa, propone y fija la tensión de un zigzag entre confort y vacuidad. Cercano al J. K. Huysman de “La Bas”, el tedio de lo opaco no conoce una forma moral y se divierte con la posibilidad de la modernidad entendida en repostería (puntos 5 y 9). Su texto, sumatoria de citas y mañas (Kandinsky, Champolión, Wittgenstein, Bohn, Agustín, Nebridio – Ponticiano – Acipio, Brueghel, Friedrich, Ronald Hubbard) impone una zona donde el nombre se expande hacia su exceso. Lo visto suele ahogarse en la impostura del humor de otras referencias (puntos 1,4,6,7,9,10,11 y 12). En cuanto a la respuesta, unívoca y caleidoscópica, recordará al juego de la buena pipa, salvo que cambiando a ésta por otra roseta cualquiera. Todo astucia, reticencia y zanganismo. Ningún otro propósito para la torta. La ciudad como objet trouvé Insólito casting inmobiliario llamando al 4361 7276 Por Mónica Rossi n las calles de la Boca se encuentran, misterios, enredaderas, conventillos, casas clásicas del 1800, bares diminutos, mercerías de entonces, cines que actualmente son supermercados, ferreterías industriales, nauticas, casas de colores, plazas, plazoletas, panaderías que humean con el pulso de la tradición, puestos de flores, procesiones, banderas, cantos y bandas de músicos, dignidad, mercado, ferias en las plazas y fachadas de distintas épocas de la tradición italiana, el neoclásico, E construcciones que rodean la costa, el Museo de Quinquela Martín, la Escuela de Gráfica, los grandes hangares, los areneros, las provedurías navales, las vias del tren floridas y simples. Y por último el río, espacio abierto, el puente, la luz que cambia la escena, a cada rato, y las grúas, testigos que vigilan junto con los mástiles, a éste pueblo de grandes pintores, de gente que trabaja y vive a 20 minutos del centro, como si fuera una isla; verdaderamente La República de la Boca. Pensando todas éstas cosas, camino a diario, recorro y compruebo que la sorpresa nunca tiene fin. Busco talleres, estudios, la esperanza de la guarida, la que toca una poética u otra, y así voy encontrando lugares que vale la pena visitar. Por ejemplo: en frente de la Plaza Matheu, en la calle Lamadrid 1069, entre Irala y Hernandarias, detrás de unas percianas blancas, hay estudios de artistas que recomendamos ver. Desde adentro se ve la plaza y una construcción que será de la época del 20 o del 30. Del otro lado de la plaza, sobre la calle Magallanes, está la casa de Juan de Dios Filiberto. Esta vecindad refuerza la poética del lugar. Selecciones de Amadeo Mandarino Ricardo Carreira presenta sus nuevas plaquettes, entre ellas El error y otros textos, de Ricardo Carreira Poemas Prólogo de Ricardo Piglia Sábado 2 de diciembre a las 20 hs. editado por Claudia Schvartz y Roberto Jacoby pedirlo a ramona@cooltour