linde de los términos de Gaucín y Benarrabá, sobre terreno pizarroso del Cambriano, encontramos la asociación siguiente: Pinus pinaster Sol. Castanea sativa Mili. Quercus súber L. Quercus lusitanica Webb. Ulex boivini Webb. var. Webbianus (Coss.). Cytisus candicans DC. Lavandula st&cbas L. Pteris aquilina L. En este caso la intromisión del P. pinaster ha sido favorecida por los trabajos de repoblación artificial ejecutados en el monte público; es decir, que la sustitución de especies, en plan regresivo, se viene efectuando bajo el amparo oficial. Estos mismos trabajos de repoblación artificial con el pino pueden efectuarse en plan reconstructivo, como paso intermedio hacia la agrupación forestal climax o como medio de detener una degradación cuyo acelerado avance viene delatado por la aparición de un matorral marcadamente xerófilo presto a adueñarse de todos los claros del monte. No siempre es fácil acertar con la forma y medida en que deben efectuarse estos trabajos para que no signifiquen una merma innecesaria en los dominios de las más ricas especies. Hemos visto importantes manchas de pino negral, artificialmente creadas, en los montes del término de Cortes, ocupando rasos producidos por los incendios en el alcornocal, o las partes altas de los cerros donde el Q. súber suele ceder su puesto al matorral de Robledilla, el cual continúa presente entre los pinos, en plan de sotobosque. El pino se adapta muy bien a estos suelos de areniscas, en los que encuentra mucho más de lo que exige su frugal condición, no debiendo entregárselos más que en contados casos y con los ya mencionados fines. Asociación del Pino carrasco. La asociación del pino carrasco (Pinetum balepensis) constituye la forma de bosque mejor adaptada para resistir las altas temperaturas y la pertinaz sequía estival característica de la región mediterránea. Aunque su preferencia por los terrenos calizos parece un hecho indudable, es preciso tener en cuenta que se trata, ante todo, de una agrupación termo-xerófila, cuya distribución geográfica viene condicionada en primer lugar por el clima y de un modo secundario por la naturaleza del suelo. Como consecuencia, los dominios del pino carrasco se extenderán principalmente por el Piso medite-