RESTAURACIÓN AMBIENTAL Una segunda oportunidad para la naturaleza La conservación de lo que aún queda de naturaleza en nuestro planeta puede no ser suficiente para mantener su diversidad, y por tanto resulta necesario hacer mucha restauración ecológica; un concepto que podría definirse como “trabajar hoy por la naturaleza de mañana” y que se ha convertido en una práctica muy extendida entre los países más desarrollados, sobre todo los anglosajones. En nuestro país, SEO/BirdLife da ejemplo con proyectos pioneros tanto en humedales como en zonas post-industriales. Felipe González. Delegado de SEO/BirdLife en Cantabria L a conservación de la naturaleza exige de una caja de herramientas bien provista, y entre todas ellas una muy especial, destinada a curar heridas, reparar cicatrices e incluso resucitar ecosistemas. Se trata de la restauración ambiental definida por la SER (Society for Ecological Restoration) como “El proceso de ayudar a la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido”. Tres cuartas partes de la superficie terrestre libre de hielo están ya alteradas debido a la acción humana, ya sea como uso residencial o agrícola, y del cuarto restante considerado como natural, apenas un 11% puede calificarse como realmente salvaje. Por tanto la restauración ecológica se erige como la herramienta necesaria para ayudar a revertir la pérdida de biodiversidad y de servicios ecosistémicos en áreas degradadas por las actividades humanas, lo que, evidentemente, no debe hacer olvidar la necesidad de trabajar para preservar grandes espacios terrestres y marinos en estado natural. De la bioingeniería al `rewilding´ Pero hay que tener en cuenta el grado de alteración de los espacios a restaurar. Por razones prácticas y económicas en muchos casos resulta Página 34 Nº 19 Aves y naturaleza · 2015 imposible devolverlos a su estado original. En estos casos el trabajo de restauración busca favorecer la implantación de determinados hábitats o especies o implementar diferentes servicios ecosistémicos; en este apartado la práctica de la restauración ambiental se combina con actuaciones de bioingenieria o similar. En otros casos lo que se persigue es renaturalizar determinados escenarios humanizados, como ambientes agrícolas o áreas urbanas. La restauración ecológica permite recuperar unos niveles de biodiversidad y servicios de los ecosistemas bastante elevados. Por último existe otro tipo de restauración ecológica, el denominado “rewilding”, es decir, dejar evolucionar los grandes espacios una vez que ha desaparecido el uso humano. Manos a la obra En todo caso, ante la alarmante perdida de biodiversidad, urge extender las acciones de restauración ecológica por todo nuestro territorio, una labor que SEO/BirdLife lleva tiempo realizando. Los humedales son sin duda uno de los ecosistemas que más se han beneficiado de la restauración ambiental, dada la enorme respuesta ecológica que a menudo tienen estos proyectos y, sobre todo, su valor didáctico. SEO/BirdLife puede considerarse una entidad pionera en nuestro país en esta materia. A finales de los noventa comenzó sus primeros proyectos con iniciativas de envergadura en el Delta del Ebro (Tarragona) o las Marismas Blancas de Astillero (Cantabria), a los que se han sumado otros en la última década como la Laguna de Villafranca (Madrid), la Reserva de El Planerón (Zaragoza) o el Tancat de la Pipa (Valencia). A través del proyecto EcoAstilleroXXI, en 1999 comienza en Cantabria la restauración de una serie de espacios post-industriales consistentes en vertederos, depósitos de minerales y marismas a medio rellenar. El resultado a día de hoy son más de setenta hectáreas restauradas compuestas por humedales, bosques y campiñas, que se han convertido en un espacio natural de referencia en la bahía de Santander. Esta trayectoria se ha ampliado recientemente con la participación en el proyecto Life+ Econnect, cuyo objetivo es la restauración de los hábitats de alta montaña afectados por la estación de esquí de Alto Campoo. Antes, durante y después de la actuación desarrollada en La Pipa. Filtros verdes en El Tancat de la Pipa, situado en la orilla norte del lago de l’Albufera de Valencia, es un proyecto puesto en marcha en 2009 por la Confederación Hidrográfica del Júcar cuyo objetivo es la mejora de la calidad del agua y recuperación de hábitats y biodiversidad mediante un sistema de filtros verdes superficiales (el espacio está gestionado en la actualidad por SEO/BirdLife y Acció Ecologista-Agró mediante un acuerdo de custodia). Sin embargo, la rápida y buena recuperación de hábitats de BirdLife International señala la mejora y restauración de hábitats como una de las medidas más importantes para mitigar los efectos que el cambio climático tendrá en el futuro sobre hábitats y especies. PIMA Adapta Los ecosistemas en mejor estado o en fase de restauración son buenos sumideros de gases de efecto invernadero, situándose a la cabeza los humedales. En este sentido, la ministra García Tejerina ha presentado recientemente el PIMA Adapta (Plan de Impulso al Medio Ambiente para la Adaptación al Cambio Climático en España), que incluye en su primera fase una inversión de 12,1 millones de euros para más de 46 actuaciones en la costa, el dominio público La Pipa calidad y escasos en el entorno condujo inicialmente a una sobreexplotación del sistema: grandes concentraciones de fochas alimentándose de los brotes de plantas sumergidas, además de peces exóticos que removían el sustrato y las desarraigaban, impidieron la fructificación y regeneración de las praderas de vegetación sumergida. Por otra parte, el ramoneo del calamón sobre la enea causó una importante regresión de esta planta. Más adelante, el uso de otros helófitos como sustitutos de la enea, la plantación de macrófitos acuáticos y la exclusión física de sus predadores están permitiendo recuperar la funcionalidad del sistema. Hoy en día, entre otros logros, este espacio de apenas 40 hectáreas alberga uno o dos ejemplares de avetoros invernantes (dependiendo del año), junto con la mitad de las parejas de pato colorado y focha común del parque natural, así como las únicas parejas de ánade friso y cerceta carretona. Tras la II Guerra Mundial Se trata de una disciplina iniciada en los años 70 en Estados Unidos como respuesta a la gran degradación sufrida por el desarrollismo imperante tras la II Guerra Mundial y que había supuesto la destrucción de muchos hábitats naturales, sobre todo zonas húmedas. Fue precisamente en estos humedales degradados donde comenzaron las primeras experiencias de restauración, que siguieron unos principios muy básicos: ensayo y error, y avanzar sobre el conocimiento aprendido. En la actualidad hay toda una ciencia y conocimiento acumulado que permite afrontar esta ingente tarea con la razonables garantía de éxito (aún así hay que tener en cuenta que la restauración es, con frecuencia, parcialmente exitosa). hidráulico y los parques nacionales. Estas incluyen mejora de hábitats y restauración de dunas y humedales; sin duda un paso importante que reconoce por primera vez el papel de la restauración ambiental como herramienta de lucha contra el cambio climático. SEO/BirdLife lleva años implicada en las labores de restauración de espacios, con algunos ejemplos notables. Nº 19 Aves y naturaleza · 2015 Página 35 El Planerón mejora su hábitat Proceso de restauración de la Reserva Ornitológica de las Marismas Blancas. Marismas Blancas, una reserva en la bahía de Santander La Reserva Ornitológica de las Marismas Blancas está formada por un conjunto de espacios ganados al estuario de la bahía de Santander delimitados por un muro y cuya finalidad inicial fue la de instalar polígonos industriales y viviendas. Con el tiempo esas zonas fueron naturalizándose de nuevo y generando potenciales hábitats para las aves acuáticas. Cuando SEO/BirdLife inició los trabajos de restauración en el año 1999 existían enormes rellenos de diversos materiales cubiertos de vegetación exótica como plumeros, acacias y eucaliptos, y estaba alterada la dinámica estuarina. Los acciones realizadas se encaminaron a la mejora de los hábitats mediante la retirada de rellenos, adecuación de las orillas, regulación de la entrada de agua del estuario, ampliación del vaso de la laguna, revegetación general y eliminación de flora exótica, así como diseño de itinerarios e infraestructuras de uso público que permitieran una correcta compatibilización de la conservación de sus valores naturales, con la existencia de un nuevo espacio verde periurbano en Astillero. Laguna de Villafranca, adiós a un vertedero SEO/BirdLife ha trabajado –entre 2005 y 2009– en la restauración de la Laguna de Villafranca (Arganda del Rey, Madrid), en el marco de las medidas compensatorias por la afección de las obras de la autopista radial R-3 sobre el Parque Regional del Sureste y la ZEPA Cortados y Cantiles de los Ríos Manzanares y Jarama. La gravera fue utilizada, desde mucho antes de la declaración del parque, como vertedero de residuos de empresas de Arganda del Rey. Además de restos de obras de construcción o demolición, destacaban los procedentes de la fabricación de envases tipo “tetrabrick” (bobinas, láminas de plástico, aluminio y cartón con impresiones en tintas de marcas y componentes). Página 36 Nº 19 Aves y naturaleza · 2015 Los trabajos principales consistieron en la retirada con maquinaria pesada (y posterior traslado a vertedero controlado) de unas 6.000 toneladas de este material de las orillas y fondos de la gravera (primera foto). Dicho material había sido colonizado por vegetación palustre y constituía una especie de estructura flotante o semiflotante cubierta en parte por carrizo pero muy visible en las orillas. Una vez retirados esos materiales y reconstruidos los perfiles de la gravera (se redujo además la profundidad de la misma con la aportación de gravas y arenas), las orillas fueron rápidamente colonizadas por vegetación palustre ofreciendo de nuevo el aspecto naturalizado que se observa en la segunda fotografía. En 2005, la Fundación Banco Santander y SEO/BirdLife, con el respaldo del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Belchite, iniciaron un proyecto pionero de restauración de hábitat estepario en la Reserva Ornitológica de El Planerón con el objetivo de frenar la erosión favoreciendo la creación de suelo, recuperar la cubierta vegetal y evaluar el efecto de las actuaciones de restauración. RESTAURACIÓN AMBIENTAL En los resultados se ha comprobado que el control de la erosión utilizando la nivelación del terreno y la construcción de un único dique por zona de trabajo, ha resultado muy eficaz. La vegetación espontánea ha tenido un crecimiento vegetativo exponencial con respecto a la situación anterior al proyecto, lo cual evidencia que las actuaciones para recuperar la cubierta vegetal están dando resultados muy positivos. La aparición de tamarices, suedas o espartos de forma completamente natural y su tasa de crecimiento, como resultado de la resistencia a las avenidas gracias a la funcionalidad de los diques, está creando una corona de vegetación en parcelas que estaban desprovistas de ella antes del inicio del proyecto. Antes y después de la Reserva Ornitológica de El Planerón. El momento de la restauración ecológica José Mª Rey Benayas, catedrático de Ecología en la Universidad de Alcalá y presidente de la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas El auge de la restauración ecológica, es decir, el proceso de asistir a la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado o destruido, es tan reciente como intenso. Hasta hace pocos años estaba relegada a un ámbito relativamente reducido, pero ha irrumpido con fuerza en las políticas internacionales y nacionales, y en las organizaciones conservacionistas, entre otros muchos foros. Así, el Plan de Acción del Convenio para la Diversidad Biológica persigue como objetivo restaurar al menos el 15% de los ecosistemas degradados del mundo para el año 2020, que es coincidente con un objetivo de la Comisión Europea. Aparte, la restauración forestal es la que ha reunido los consensos internacionales más ambiciosos, como son el denominado Reto de Bonn de 2011, que pretende restaurar 150 millones de ha de bosques para el año 2020; la Declaración de los Bosques de la Cumbre sobre el Cambio Climático de 2014 (350 millones de ha para el año 2030), y el Objetivo 20x20 de ese mismo año (20 millones de ha para el año 2020 en Latinoamérica). Siempre mejor prevenir Hoy en día disponemos de muchas evidencias científicas que indican que la restauración ecológica es, en general, relativamente exitosa, es decir, permite recuperar unos niveles de biodiversidad y servicios de los ecosistemas bastante elevados. Esto es lo mismo que decir que ayuda al bienestar de los humanos en el planeta y, en último término, a su felicidad. Por ello, es necesaria una apuesta generalizada por restaurar los ecosistemas, aunque debemos tener claro que siempre es mejor prevenir (conservar) que restaurar (curar). Son cuatro los pilares de una buena actitud y aptitud de la sociedad para restaurar en el mundo real: conocimiento, sensibilización, formación y capacitación, y financiación. Las organizaciones conservacionistas contribuyen de diferentes formas a estos pilares y, de hecho, ejecutan una buena parte de los proyectos de restauración. Aunque el conocimiento científico y técnico siempre avanza, hoy en día disponemos del suficiente para ejecutar la apuesta aludida en la mayoría de los casos. La sensibilización, uno de los resultados de la educación, debe abarcar a los que toman decisiones con efectos en el ambiente y al público más amplio posible. Necesitamos formar profesionales y capacitar a técnicos capaces de ejecutar buenos proyectos de restauración; de nuevo, se ha avanzado considerablemente en este aspecto, en particular en el ámbito universitario. Finalmente existen distintos mecanismos para la financiación de los proyectos de restauración. Algunos de estos últimos están infrautilizados, como son la desgravación fiscal y el pago por servicios ambientales, mientras que otros están en sus inicios, como son los bancos de hábitats y otras medidas compensatorias. Sin lugar a dudas, la restauración ecológica será una piedra angular en la transición a una economía más verde. Nº 19 Aves y naturaleza · 2015 Página 37 RESTAURACIÓN AMBIENTAL Felipe González-SEO/BirdLife Objetivo, frenar la pérdida de biodiversidad Saja-Besaya (Cantabria). o aquellos espacios que fueron importantes para las aves y que, tras una adecuada restauración, pueden volver a tener un gran valor. Además, se ha aplicado un tercer criterio, con el objeto de priorizar la intervención, y es que contribuya a la mitigación y adaptación al cambio climático, junto con otros condicionantes. Las administraciones públicas españolas deben restaurar al menos el 15% de los ecosistemas y biotopos degradados antes de 2020. SEO/BirdLife ha llevado a cabo un primer listado con medio centenar de lugares que considera prioritarios para iniciar estas actuaciones dada su importancia actual o pasada para las aves. Marismas, lagunas o sierras El listado incluye, entre otros, importantes humedales como La Laguna de la Janda, las Marismas de Santoña, la bahía de Santander, el complejo lagunar de Alcázar de San Juan, el Delta del Llobregat, el Mar Menor, Urdaibai, los marjales de Almenara y del Moro, La Albufera de Valencia, El Hondo y los carrizales de Elche. Todos ellos de gran importancia para la conservación de las aves, tanto durante su nidificación como durante la migración e invernada. También están representados otros ecosistemas como la Serranía de Ronda, las Sierras de Gistreo, la Sierra de San Pedro, Monteverde de La Palma, Acantilados de los Gigantes, Cortados y Graveras del Jarama o Saladares del Guadalentín. El informe ha sido posible gracias a la red de encargados de área de SEO/BirdLife, así como a sus coordinadores regionales de censos y sus grupos locales. Se trata de un gran número de voluntarios altamente cualificados que conocen en detalle las amenazas de las IBA. Octavio Infante. Área del área de Conservación de Especies y Espacios Laguna Rodrigo. Página 38 Nº 19 Aves y naturaleza · 2015 un objetivo de un 15% de los ecosistemas degradados. Por otra parte, los estados miembro de la Unión Europea están obligados por la Directiva de Aves Silvestres a restablecer los biotopos destruidos, e incluso a crear nuevos, para preservar y mantener una diversidad y una superficie suficiente de hábitats para todas las especies de aves que viven normalmente en estado salvaje en el territorio europeo. Estas obligaciones son aplicables en todo el territorio nacional y no sólo en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Red Natura 2000. Además, la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de España establece como uno de sus objetivos y principios prioritarios la restauración del Patrimonio Natural y de los ecosistemas degradados. Define la restauración de ecosistemas como el conjunto de actividades orientadas a restablecer la funcionalidad y capacidad de evolución hacia un estado maduro. Estas dos normativas establecen también la obligación de identificar y proteger aquellas zonas más importantes para la conservación de las aves bajo la figura de ZEPA. Con este objetivo, BirdLife International propuso unos criterios científicos, internacionalmente aceptados, y sobre esta base creó el inventario de Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA en su acrónimo inglés; Important Bird Area), utilizado por la Comisión Europea y por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea como documento de referencia para la declaración de las ZEPA. La parte del inventario del territorio español ha sido realizado por SEO/BirdLife. La última actualización está disponible en www.seo.org/iba 50 propuestas, punto de partida Por ello, y con el objeto de ayudar a cumplir con todas estas demandas legales, SEO/BirdLife ha llevado a cabo un primer listado de lugares que considera deberían ser restaurados. No pretende ser exhaustivo, sino un punto de partida para identificar todos aquellos lugares importantes para las aves con hábitats degradados sobre los que se debe trabajar, Niko López L os países firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD), entre los que se encuentra España, establecieron en 2010 un Plan Estratégico 2011 – 2020 que contaba con veinte metas, las llamadas Metas de Aichi, con la misión de “tomar medidas efectivas y urgentes para detener la pérdida de diversidad biológica a fin de asegurar que, para 2020, los ecosistemas sean resilientes y sigan suministrando servicios esenciales, asegurando de este modo la variedad de la vida del planeta y contribuyendo al bienestar humano y a la erradicación de la pobreza”. Dos de estas metas de Aichi, la 14 y la 15, obligan a restaurar ecosistemas dando prioridad a los que proporcionan servicios esenciales -incluidos los relacionados con el agua-, que mejoren la salud, los medios de vida y el bienestar, y los que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático. Para este segundo caso, el Plan estratégico de la CBD determina importante para algún grupo animal o vegetal. Debe hacerse especial hincapié en que es inaceptable autorizar un determinado proyecto que degrade un hábitat con la excusa de que al finalizar el proyecto el ecosistema será restaurado. Para cumplir con el Plan estratégico de la CBD, las administraciones públicas españolas deben restaurar al menos el 15% de los ecosistemas y biotopos degradados antes de 2020. Para conseguirlo se plantean algunas cuestiones técnicas que deben ser resueltas, especialmente ¿Cuándo consideramos que un ecosistema está degradado y cuándo está restaurado?, ¿qué superficie de ecosistemas se encuentran degradados?, ¿cómo lo medimos?, ¿por dónde empezar a restaurar? o ¿cómo se va a financiar? Herramienta de último recurso Las restauraciones son herramientas de conservación de último recurso que denotan un fracaso en las políticas de conservación de las Administraciones. Consecuentemente, estas deben adoptar todas las medidas preventivas para evitar la degradación de los ecosistemas con el objeto de, a su vez, evitar la necesidad de que deban ser restaurados. Pese a las mejoras de las técnicas utilizadas, es imposible restablecer completamente la funcionalidad de un ecosistema que ha sido degradado. Por ello, cualquier hábitat, biotopo o ecosistema que proporciona servicios especiales o es necesario para la conservación de la biodiversidad deben ser preservados de su deterioro, máxime si se encuentran en un área protegida o en un espacio + Información El informe es de acceso libre en http://www.seo.org/2015/01/12/ identificados-50-lugares-quenecesitan-una-urgente-restauracionambiental-en-espana/ IBA 024 Tina Menor - Isla Sarnosa - Oyambre Cuenca del Saja-Besaya IBA 026 Bahía de Santander IBA 018 Ribadesella-Tinamayor IBA 035 Urdaibai - Matxitxako IBA 037 Estuario de Bidasoa (Txingudi) Terra Chá IBA 019 Riaño IBA 003 Ría de Arousa - Corrubedo IBA 008 A Limia Balsa de Loza IBA 027 Marismas de Santoña IBA 015 Sierras de Gistreo y Coto Balsa de Zolina Laguna de Pulguer Laguna de Constanzana El Espadañal en Cuellar IBA 139 Serralades Prelitorals de Barcelona Complejo lagunar de Lastras de Cuéllar y Hontalbilla IBA 140 Delta del Llobregat IBA 055 Río Moros IBA 070 El Escorial - San Martín de Valdeiglesias IBA 073 Cortados y graveras del Jarama IBA 299 Embalse de Alcántara - Cuatro Lugares IBA 075 Alcarria de Alcántara IBA 195 Complejo Lagunas Alcázar de San Juan - Quero IBA 291 Sierra de San Pedro Arroyo Pellejero IBA 178 Embalse del Quipar, sierra del Molino y Llanos de Gajitán Arroyo del Partido (Huelva) Marjal de Nules IBA 155 Marjales de Almenara IBA 156 Marjal del Moro IBA 159 Albufera de Valencia IBA 465 Marjales de La Safor IBA 165 El Hondo - Carrizales de Elche IBA 169 Mar Menor IBA 175 Saladares del Guadalentín IBA 261 Marismas del Tinto y del Odiel y Lagunas costeras de Huelva IBA 241 Serranía de Ronda, Sierras Bermeja y Crestellina Uleila del Campo (Almería) IBA 250 Laguna de la Janda IBA 247 Ceuta Azud del Infierno IBA 327 Archipiélago Chinijo (islotes al norte de Lanzarote) IBA 333 El Mojón IBA 366 Monje del Agua, Barranco de los Cochinos y Barranco de Cuevas Negras IBA 379 Monteverde de La Palma IBA 378 Costa meridional de La Gomera IBA 367 Acantilados de los Gigantes Nº 17 19 Aves y naturaleza · 2015 Página 39