Consulta - Asociación de Escribanos del Uruguay

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CONSULTA
3.1.34. DONACIÓN. COLACIÓN.
El título donación-tradición es un título perfecto, sin perjuicio de la eventual
acción que pueda alcanzar al adquirente del donatario, cuando se ejercite la acción de
reducción de donaciones (art. 1112 del Código Civil).
CONSULTA
Hechos:
W.O.G.R. casado en segundas nupcias con
H.A.W.O. de quien tiene disuelta la sociedad
legal, titular en calidad de bien propio de la
unidad de propiedad horizontal, padrón... y 1/19
avos indivisos en la unidad padrón ... en la
escritura mencionada los dona lisa y llana­
mente a su hija legítima M.M.G.P. casada con
En el numeral séptimo de la misma, el
donante queda obligado al saneamiento en su
mayor amplitud legal, y además expresa que: I)
Es su voluntad que la presente donación le sea
imputada a la legítima de la donatária, de con­
formidad al art. 1101 del Código Civil. II) Re­
serva con creces lo necesario para su congrua
manutención.
Consulta:
El título no fue aceptado por la Escribana
E.A, quien sin embargo manifestó telefónica­
mente a la suscripta que era perfecto pero que
le creaba a su dienta una intranquilidad en los
cuatro aflos posteriores al fallecimiento del do­
nante (art. 1639 del Código Civil).
Opinión de la consultante:
Entiende que la donación objeto de consulta
es correcta. Encuadra perfectamente dentro del
Instituto previsto en la Parte Segunda, Título
Primero, Capítulo I del Código Civil, art. 1613 y
siguientes. Es el primero de los contratos que allí
se estudia.
c) El donante ha reservado con creces lo
necesario para su congrua manutención (nu­
meral séptimo de la escritura, art. 1625 del
Código Civil).
En la propia escritura consta a texto ex­
preso que tanto el donante como la donatária
sabían perfectamente que la donación en cuestión
sería imputada a la legítima (numeral séptimo de
la escritura, art. 1101 del Código Civil).
Por lo que antecede, estima que las citas
expuestas son suficientes para considerar la
donación como válida y aceptar el título.
Se han dado los elementos esenciales para
la validez de los contratos: consentimiento, ca­
pacidad, objeto y causa. No admitir una dona­
ción cuando ésta contienen todos los requisitos
de validez exigidos por las disposiciones legales,
cuando el donante, persona de solvencia, ex­
presa su voluntad y ánimo de hacer una libera­
lidad, que luego será imputada a la legítima de
la donatária, sería paralizar el bien donado,
quitándolo del comercio de los hombres. Si no se
admite la donación —regulada en nuestro Có­
digo— ¿qué mecanismos existirían cuando una
persona plenamente capaz desea, mediante un
contrato, hacer un acto de liberalidad? Tendría­
mos que llegar a aceptar negocios simulados en los
que la voluntad del donante estaría desvirtuada.
a) Es un título hábil para transferir el do­
minio. Es un acto de liberalidad del donante
(tratándose en este caso de una donación lisa y
llana, numeral primero de la escritura, art. 1615
del Código Civil).
Sería desconocer el instituto de la donación
el considerar que para que el bien entrara a
circular habría que esperar cuatro años conta­
dos a partir del fallecimiento del donante, lo que
no es de recibo. La única acción que cabría en tal
período es la de reducción, si la citada donación
fuere inoficiosa. Esta acción no es una acción
real, no afecta al bien, sino que es un crédito que
los asignatarios forzosos tendrían contra la do­
natária, en el supuesto caso de que se vulnera­
ran sus legítimas.
b) Ha sido aceptado expresamente en el
mismo instrumento por la donatária (numeral
cuarto de la escritura, art. 1620 del Código
Civil)
:
Para el caso específico en análisis y refor­
zando la argumentación, surge de la propia
escritura que el donante era contribuyente del
Impuesto al Patrimonio.
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REVISTA DE LA A.E.U. - T. 78 (7-12), 1992
Actualmente tiene 69 años y sigue siendo
contribuyente del citado impuesto. La suscrita
ofreció también a la Escribana A. una declara­
ción jurada y certificada de los bienes del do­
nante, lo que la colega no tuvo interés en con­
siderar.
En base a lo expuesto, a la bondad de la
titulación, a su libre circulación y a la res­
ponsabilidad profesional que estima conti­
núa, no obstante la calidad de jubilada, conside­
ra necesario el dictamen de la Asociación de
Escribanos del Uruguay.
INFORME DE LA COMISIÓN DE DERECHO CIVIL
Parte Primera
Relación de hechos
1.- W.O.G.R. casado en segundas nupcias
con H.A. W.O. de quien tiene disuelta la sociedad
legal, titular en calidad de bien propio de la
unidad de propiedad horizontal, padrón... y 1/19
avos indivisos de la unidad padrón ..., los dona
por escritura que autorizó la consultante el 20 de
marzo de 1985.
2.- En la referida escritura los dona lisa y
llanamente a su hija legítima M.M.G.P., ca­
sada con...
3.- En el numeral séptimo de la misma, el
donante queda obligado al saneamiento en su
mayor amplitud legal y, además, expresa que: I)
Es su voluntad que la presente donación le sea
imputada a la legítima de la donatária, de con­
formidad al art. 1101 del Código Civil. II) Re­
serva con creces lo necesario para su congrua
manutención.
Consulta
4.- El título no fue aceptado por la Escribana
E.A., quien sin embargo manifestó telefónica­
mente a la consultante que era perfecto, pero
que le creaba a su dienta una intranquilidad en
los cuatro años posteriores al fallecimiento del
donante (art. 1639 del Código Civil).
Opinión de la consultante
5.- Entiende que la donación objeto de con­
sulta es correcta. Encuadra perfectamente
dentro del Instituto previsto por la Parte Se­
gunda, Título Primero, Capítulo I del Código
Civil, art. 1613 y siguientes. Es el primero de los
contratos que allí se estudia.
a) Es un título hábil para transferir el do­
minio. Es un acto de liberalidad del donante
(tratándose en este caso de una donación lisa y
llana, numeral primero de la escritura, art. 1615
del Código Civil).
b) Ha sido aceptada expresamente en el
mismo instrumento por la donatária (numeral
cuarto de la escritura, art. 1620 del Código
Civil).
c) El donante ha reservado con creces lo
necesario para su congrua manutención (nu­
meral séptimo de la escritura, art. 1625, ap. 29
del Código Civil).
6.- En la misma escritura consta a texto
expreso que tanto el donante como la donatária
sabían perfectamente que la donación en cues­
tión sería imputada a la legítima (numeral
séptimo de la escritura, art. 1101 del Código
Civil).
7.- Por lo anterior, estima que las citas
expuestas son suficientes para considerar la
donación como válida y aceptar el título.
8.- Se han dado los elementos esenciales
para la validez de los contratos: consentimiento,
capacidad, objeto y causa. No admitir una do­
nación cuando ésta contiene todos los requisitos
de validez exigidos por las disposiciones legales,
cuando el donante, persona de solvencia, ex­
presa su voluntad y ánimo de hacer una libera­
lidad, que luego será imputada a la legítima de
la donatária, sería paralizar el bien donado,
quitándolo del comercio de los hombres. Si no se
admite la donación —regulada en nuestro Có­
digo—, ¿qué mecanismos existirían cuando una
persona plenamente capaz desea, mediante un
contrato, hacer un acto de liberalidad? Ten­
dríamos que llegar a aceptar negocios simulados
en los que la voluntad del donante estaría des­
virtuada.
9.- Sería desconocer el instituto de la do­
nación el considerar que para que el bien entrara
a circular habría que esperar cuatro años con­
tados a partir del fallecimiento del donante, lo
que no es de recibo. La única acción que cabría en
tal período es la de reducción, si la citada do­
nación fuere inoficiosa. Esta acción no es una
acción real, no afecta al bien, sino que es un
crédito íJue
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CONSULTA
contra la donatária en el supuesto caso de que se
vulnerara sus legítimas.
10.- Para el caso específico en análisis y
reforzando la argumentación, surge de la propia
escritura que el donante era contribuyente del
Impuesto al Patrimonio.
11.- Actualmente tiene 69 años y sigue
siendo contribuyente del citado Impuesto. La
suscrita ofreció también a la Escribana A. una
declaración jurada y certificada de los bienes del
donante, lo que la colega no tuvo interés en
considerar.
12.- En base a lo expuesto, a la bondad de
la titulación, a su libre circulación y a la res­
ponsabilidad profesional que estima conti­
núa, no obstante la calidad de jubilada, consi­
dera necesario el dictamen de la Asociación de
Escribanos del Uruguay.
Parte Segunda
Dictamen
13.-En verdad la prolija opinión de la colega
excusaría abundar en consideraciones de dere­
cho, las que fueron impecablemente formuladas
—en opinión del informante— en el cuerpo del
escrito, especialmente donde expone su opinión.
Sin embargo, en atención a la periódica apari­
ción de objeciones como la que examinamos,
impone establecer, una vez más, el criterio
sustentado por esta Comisión de Derecho Civil y
por la Comisión Directiva de nuestra Asociación,
que tratarán de desvanecer las mismas reservas
que determinan la renuencia, por llamarlo de
alguna manera, de no seguir adelante con un
título perfecto pero que "provoca intranquili­
dad".
14.-En realidad, la consultante en el cuerpo
de su consulta (Parágrafo N2 4) no formula
consulta alguna, sino que alude a la "intran­
quilidad" que le puede ocasionar a la adquirente
en los cuatro años posteriores al fallecimiento
del donante (art. 1639). Por otra parte, técnica­
mente, nada habría que consultar ya que la
colega que observa o no acepta el título no
cuestiona, en absoluto, su carácter de título
perfecto, sino, por el peligro de una eventual
acción de reducción de donaciones que pudiera
alcanzar al tercero adquirente en virtud de la
acciónpropíer rem del art. 1112 del Código Civil.
Y tal inquietud o intranquilidad no puede llevar
a retirar del ""comercio de los hombres" —como
bien dice la consultante (Parágrafo N2 8)— a
todo inmueble en el que exista un antecedente
donación-tradición.
15.- Es por ello que debemos formular al­
gunas precisiones ya largamente expuestas con
referencia a la colación, reducción de donaciones
y el reajuste que algunos intentan introducir —
ilegítimamente en opinión del informante— en
esta materia que ha sido minuciosamente le­
gislada. A fin de ordenar esta exposición, se la
dividirá en los siguientes Capítulos: I. Natura­
leza de la donación con referencia a la colación.
II. Colación y valor a colacionar. III. Colación y
reajuste. IV. Posición de la Asociación de Es­
cribanos del Uruguay. V. Conclusiones.
Capítulo I
Naturaleza de la donación
con referencia a la colación
16.- Con referencia a la colación, las dona­
ciones admiten una triple división: a) donacio­
nes sin expresión de título; b) donaciones a título
de legítima; y c) donación con dispensa de cola­
ción. Todo ello resulta del examen de los arts.
1100 al 1103 del Código Civil. Corresponde, ante
todo, ubicar con precisión la donación en con­
sulta dentro de esa triple división, que tiene
importantes consecuencias.
17.- Con respecto a las donaciones sin ex­
presión de título, son todas aquéllas en las que el
donante no las hace a "título de legítima" ni las
dispensa de colacionar. A ellas se alude en los
arts. llOOy 1101, inc. Is, parte inicial del Código
Civil. Estas donaciones siempre se colacionan,
pero es muy importante la diferencia con las
hechas "a título de legítima" a las que aludire­
mos más adelante.
18.- Como regla de principio, todas las do­
naciones hechas a legitimario deben ser cola­
cionadas, o sea imputadas a sus respectivas
legítimas, claro está, siempre que el donatario
sea heredero, ya que si repudia la herencia no
colaciona la donación, aunque puede verse al­
canzado por la acción de reducción de donaciones
como lo sería, en su caso, cualquier donatario
extraño. Ello resulta del inc. 2s del art. 1100 del
Código Civil, en cuanto dispone que la "colación
sólo se debe por el heredero forzoso a su cohe­
redero"
19.- Pero nuestro ley distingue la donación
sin expresión de título de la hecha a "título de
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legítima" (art. 1103, inc. I5 del Código Civil). La
diferencia práctica reside en que la segunda, por
expresa voluntad del donante (futuro causante),
está "condicionada resolutoriamente" a que el
donatario sea legitimario. De manera que si esta
circunstancia no se diera, v.g., por premuerte sin
dejar representantes o por repudio, deshereda­
ción o indignidad del donatario, la donación se
resuelve (art. 1103, inc. I9 del Código Civil). En
cambio, la que se hace sin expresión de título se
conserva, como si el donatario fuese un extraño
(Parágrafo anterior).
20.- Finalmente, queda la donación dis­
pensada de colacionar que tiene un tratamiento
como si el donatario fuera un extraño, sin per­
juicio, claro está, de que si excede su cuantía los
límites legales pueda ser atacada por la acción
de reducción de las donaciones.
21.- Proyectando lo dicho a la situación
consultada, debemos establecer liminarmente,
ante qué clase de donación nos encontramos
dentro de la triple división legal (Parágrafo N2
16). Sin duda, podemos descartar la hecha con
dispensa de colación, ya que la misma no se
indica, sino al contrario, ya que la donación será
imputada a la legítima (Parágrafo N2 6). Queda
por ubicarla en las dos primeras categorías: a)
sin expresión de título, o b) a título de legítima.
22.- Reconocemos que una primera lectura
de la cláusula séptima de la escritura, numeral
I) en cuanto expresa: "Es su voluntad que la
presente donación le sea imputada a la legítima
de la donatária, de conformidad al art. 1101 del
Código Civil y siguientes", nos inclinó a consi­
derar que estábamos ante una donación a título
de legítima. Lo que aparejaría para el tercero
adquirente un riesgo mucho mayor, ya que, al
peligro de una eventual acción de reducción de
donaciones, de carácter dinerario que es lo que
"intranquiliza" a la interesada, se sumaría una
eventual resolución de la donación, lo que haría
naufragar la adquisición ulterior, para el caso de
que, como se dijera (Parágrafo N9 18), el dona­
tario no hereda.
23.- En realidad, estimamos que se trata de
una donación sin expresión de título, ya que,
primeramente, debe resultar claro el condicio­
namiento del donante, y, segundo, la expresión
contenida en el numeral I de la cláusula séptima
de la donación es superabundante, ya que, con
ella o sin ella, la imputación (como operación de
la colación) procede siempre, se lo indique o no en
la escritura (arts. 1100 y 1101, ine. l2, ab initio
REVISTA DE LA A.E.U. - T. 78 (7-12), 1992
del Código Civil), pero no implica que deba
interpretarse como una donación hecha a título
de legítima.
24.- Descartamos, pues, por lo antes dicho,
que la donación sea hecha a título de legítima,
debemos entenderla hecha sin expresión de tí­
tulo y el único riesgo para el tercer adquirente es
una eventual acción de reducción de donaciones
que es lo que preocupa a la interesada en ad­
quirir el bien.
25.- Esto nos conduce a considerar en los
siguientes Capítulos II, III y IV, una cuestión
que ha sido resuelta con carácter general, a fin
de evitar vacilaciones por la Comisión Directiva
de la Asociación y que fuera publicado en el
"Informe Especial" , año I, N9 3, setiembre de
1991, al que nos remitimos, transcribiendo los
siguientes Capítulos.
Capítulo n
Colación y valor a colacionar
26.- La colación sucesoria es, en nuestro
Derecho, siempre ideal, es decir, al valor de los
bienes quedados al fallecimiento del causante
(caudal relicto) deducidas las deudas y cargas
(valor líquido) se agregará imaginaria (o ideal­
mente) el valor que tenían todas las donaciones
del testador en el "tiempo en que las hizo" (art.
889 del Código Civil).
27.- Como la donación "sólo se debe por el
heredero forzoso a su coheredero" (forzoso} (art.
1100 inc. 2s del Código Civil), en el caso consul­
tado puede haber lugar a la acción de colación la
que, según el cuantum resultante de la liqui­
dación sucesoria y de conformidad con lo que se
dirá en los siguientes Parágrafos, podrá generar
los presupuestos de la acción de reducción de las
donaciones inoficiosas.
28.- La colación es y ha sido, en materia
sucesoria, como se dijera, siempre ideal (de
moins prenant) por lo que la normatividad po­
sitiva debe ser correctamente interpretada afin
de evitar confusos argumentos que, bajo pre­
texto de equidad, no pueden recibirse en nuestro
Derecho cuya inalterable vigencia no ha sido, en
nada, afectada por el decreto-ley 14.500.
29.- Tanto del diáfano inc. 22 del art. 889 del
Código Civil como las normas correlativas del
inc. I2 del art. 1108 del mismo Código, resulta
claro que éste, siguiendo a don Florencio García
369
CONSULTA
Goyena (Concordancias, motivos y comentarios
del Código Civil español, Madrid, 1852, Tomo II,
págs. 257 y ss.), adoptó el sistema de la colación
ideal, excluyendo la colación "en las mismas
cosas donadas" y especialmente tomando el
monto para el cálculo del acervo imaginario y de
las donaciones sujetas a colación al valor al
tiempo de la donación.
30.- Ciertamente el régimen nacional de la
colación ideal, ante la inflación crónica de
nuestro país, genera situaciones de injusticia en
perjuicio de los legitimarios no donatarios. Pero
el intérprete, que no es ni debe sentirse legis­
lador, debe limitarse a considerar si el decretoley 14.500 ha derogado el sistema del Código
Civil en cuanto a la estimación del valor de las
cantidades sometidas a la colación.
Capítulo m
Colación y reajuste
31.- Este punto ha sido objeto de varios
dictámenes coincidentes, aprobados por unani­
midad por la Comisión Directiva de esta Aso­
ciación, en cuanto a concluir que dicho decretoley no afecta, en nada, el sistema de la colación
del Código Civil en cuanto a la estimación del
valor de las cantidades sometidas a la colación.
32.- El problema interesó, especialmente, a
la Comisión Nacional Compiladora del Código
Civil que ha proyectado una reforma legislativa
del sistema de colación ideal y nominal por un
sistema de colación ideal pero estimada en
unidades reajustables. Es claro, entonces, que ni
la lectura actual del Código Civil ni en la pro­
puesta legislativa de la citada Comisión se ha
acudido al decreto-ley 14.500, para contemplar
con justicia el régimen de la colación frente a la
inflación.
33.- El Derecho español como el nuestro, se
apartó de la solución del Derecho romano y de la
doctrina del Derecho común y toma, como valor
a colacionar, no el momento de la colación, sino
el valor de la donación al tiempo que se hizo. Al
respecto es importante referir el pensamiento
del jurista español Núñez Lagos cuando refuta
las críticas al sistema vigente en el Derecho
español, igual al nuestro, expresando: "Se
aprecia y juzga el sistema de García Goyena y
del Código Civil desde puntos de vista metajurídicos, de filosofía, sociología o Derecho natu­
ral. Se habla en nombre de la equidad, de la
justicia. El resultado es que no se propone interpre- - "~~~——:——™*"""t™""r ———--—ar su
injusticia y proponer su reforma". Referencia
que puede aplicarse, a la letra, a alguna opinión
vernácula.
34.- El decreto-ley referido reclama, como
presupuesto de su aplicación, la existencia de
una obligación que se traduzca en el pago de una
suma de dinero en natura o por equivalente. La
obligación de colacionar nace con la apertura de
la sucesión y la aceptación de la herencia por el
heredero. Antes de la apertura de la sucesión no
hay obligación de colación alguna, por lo que no
puede reajustarse una obligación que no ha
nacido.
35.- Pretender retrotraer el reajuste de una
obligación que no ha nacido y respecto a la que,
obviamente, tampoco pudo deducirse su pre­
tensión en un procedimiento jurisdiccional o
arbitral, no es admisible en nuestro Derecho, ya
que no puede aplicarse una norma por analogía,
dándole una extensión y alcance que no lo tiene,
siquiera, en el específico campo para el que fue
dictada: incumplimiento de obligaciones que se
traduzcan en el pago de una suma de dinero en
natura o por equivalente. Por lo mismo es ilegal
pretender, todavía retrotraer antes de la misma
vigencia del decreto ley 14.500 (marzo de 1976)
el reajuste de las donaciones sujetas a colación.
36.- Aceptar criterios diversos que busquen
una supuesta equidad adoptando criterios sub­
jetivos generaría, de generalizarse, un grave
daño para la circulación de los inmuebles do­
nados dada la falta de una reforma legislativa
que uniformice y haga saber al adquirente el
margen de riesgo que asume de acuerdo a lo
dispuesto en el art. 1112 del Código Civil.
Capítulo IV
Posición de la
Asociación de Escribanos del Uruguay
37.- Sin pretender dogmatizar, ni sentar
principios en materias que pueden ser opinables
pero, a la luz de nuestro actual Derecho positivo
y a las reiteradas cuestiones que se plantean
cuando en el estudio de los antecedentes dominiales inmobiliarios existe una donación-tradición, la Comisión Directiva ordenó la publica­
ción del informe referido en el precedente Pa­
rágrafo N9 25. En el mismo se concluye como se
dirá.
38.- El artículo 1112 del Código Civil es una
acción personal, nunca real, de naturaleza
propter rem. Lo que se pretende mediante el
370
ejercicio de la acción dirigida contra el tercero
poseedor por parte del o de los herederos forzosos
lesionados en su legítima y previa excusión de
los bienes del donatario, no es recobrar el bien
donado, como si se tratara de una acción real
reivindicatoría o acción de dominio, sino una
suma de dinero para cubrir el monto de sus
legítimas rigorosas o efectivas propias, (art. 893,
Nos. Is y 29 del Código Civil).
39.- La acción de colación y la acción de
reducción de donaciones inoficiosas, aunque
vinculadas entre sí cuando el donatario es legi­
timario, pueden existir en forma autónoma.
Nuestra colación y la estimación del acervo
imaginario (arts. 1108, inc. Ie y 889, inc. 29 del
Código Civil) se hacen tomando el valor de las
donaciones al tiempo en que se hicieron, esto es,
en forma ideal y nominalista.
40.- No existe, legalmente, ningún proce­
dimiento de reajuste de sumas cuando no han
nacido, no ha existido incumplimiento ni retardo
o mora del obligado ni se ha deducido, en su caso,
la pretensión en un procedimiento jurisdiccional
o arbitral. No procede, en nuestro Derecho po­
sitivo, sin incurrir en ilegalidad, aplicar el decreto-ley 14.500 a obligaciones no nacidas, ni
incumplidas, o en las que no se dan los precisos
presupuestos de sus artículos I5 y 2941.- La inflación, la antigüedad de las nor­
mas, el desuso, la costumbre y la práctica en
contrario no son fuentes formales de Derecho ni
pueder ser alegadas contra la legislación vigente
(art. 9s, inc. I9 del Código Civil). Las leyes sólo
pueden ser derogadas por otras leyes.
42.- Mientras no exista una reforma legis­
lativa del sistema de la colación, rige su sistema
ideal y nominalista que da certeza al mercado
inmobiliario, en forma por demás aproximada,
al cuántum que, en el peor de los casos y por el
ejercicio de la acción del art. 1112 del Código
Civil, podrá verse alcanzado el tercero poseedor
del o de los inmuebles donados.
43.- Por lo dicho, el indicado riesgo del
antecedente dominial donación-tradición en
materia inmobiliaria, cuando está vigente la
posibilidad de accionar por reducción de dona­
ciones inoficiosas, esto es, hasta los cuatro años
contados desde que se abrió la sucesión del
donante (art. 1643 del Código Civil) es un pro­
blema a resolver en cada caso concreto, de
acuerdo a pautas más comerciales que jurídicas.
REVISTA DE LA A.E.U. - T. 78 (7-12), 1992
Capítulo V
Conclusiones
44.- De acuerdo a lo dicho, se concluye:
A) Se ratifica plenamente la opinión de la
consultante, en cuanto a que el título donacióntradición es un título perfecto, sin perjuicio de la
eventual acción que, por el mecanismo del artí­
culo 1112 del Código Civil, pueda alcanzar al
adquirente del donatario, cuando se ejercite la
acción de reducción de donaciones.
B) El adquirente del donatario debe exa­
minar el contexto familiar y la solvencia de la
masa (si se ha abierto la sucesión) o del patri­
monio del donante y estimar, grosso modo, el
riesgo que puede correr, se reitera eventual­
mente, el adquirente y para ello debe actuar con
un criterio más comercial que jurídico. Nada
obsta, por otra parte, que el donatario enaje­
nante puede caucionar de alguna manera, las
eventuales resultas de dicha reducción (aunque
es improbable que si es solvente el donatario
alcance por el exceso al tercero, ya que es nece­
sario discutir, previamente, el patrimonio del
donatario).
C) Reiterar, una vez más, como lo dice la
consultante, (Parágrafo N9 8 in fine) que no se
puede institucionalizar la simulación contrac­
tual, so pretexto de hacer inobservables los an­
tecedentes de donación-tradición. La vida jurí­
dica tiene su pacífico desenvolvimiento y losique
operamos con el Derecho, debemos conocer el
alcance de los institutos y actuar en conse­
cuencia.
Esc. Enrique Arezo Píriz
Informante
Montevideo, noviembre 24 de 1992. La Co­
misión de Derecho Civil integrada por los Eses.:
Roque Molla, Wladimiro Hurvich, Rosa Giuliano, Jorge Machado, Raúl Anido, Adriana Goldberg y Bieatriz Di Rosario aprueba por unani­
midad el informe que antecede.
Esc. Roque Molla
Coordinador
Aprobado por unanimidad por la C.D. de la
AEU, Resol. N9 26.062 de 14 de diciembre de
1992.
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