Trabajo Fin de Master en Neurociencias Instituto de Neurociencias de Castilla y León Universidad de Salamanca Metadona. Uso analgésico. Alumna: Beatriz Díaz Moreno Tutora: Dra. Mercedes López Rico Profa. Titular de Farmacología TRABAJO FIN DE MASTER TITULO: Metadona. Uso analgésico Firmado: Alumna. Firmado: Tutora. Beatriz Díaz Moreno Dra. Mercedes López Rico Profa. Titular de Farmacología 2 INDICE 1. INTRODUCCIÓN………………………………………..…………….………...…Pág. 3 – 13. 1.1. Origen y farmacocinética……………………………..……………...…Pág. 3 – 5. 1.2. Mecanismo de acción. Farmacodinamia……........................................Pág. 6. 1.3. Efectos secundarios y toxicidad……………………………………..Pág.6 – 7. 1.4. Uso y aplicaciones……………………..………...…………………………..Pág. 7. 1.5. Legislación especial para su aplicación en España………….….Pág. 8 – 11. 1.6. Efectividad de los programas de mantenimiento con metadona para la dependencia de opiáceos……………………………………………Pág. 12 – 13. 2. OBJETIVO……………………………………………………………….…….............Pág. 14. 3. HIPOTESIS………………………………………………..........................................Pág. 14. 4. METODOLOGÍA……………………………………….………………………...Pág. 14 – 22. 4.1. Las dosis bajas de metadona tienen efecto analgésico en el dolor neuropático: un ensayo randomizado doble ciego y cruzado. Universidad de Navarra………………......................................................................... Pág.15. 4.2. Metadona en el tratamiento del dolor por cáncer: experiencia del hospital los Montalvos, Salamanca…………..............................................Pág. 16 – 18. 4.3. Rotación de morfina a metadona en el domicilio. Descripción de 4 casos ………………………………………………………….….…........................Pág. 18. 4.4. Rotación de opioides: la metadona como alternativa en el dolor de difícil control. A propósito de un caso, fundación CUDECA, Málaga…………………………………………………………………………Pág.20. 4.5. Metadona como opioide inicial en pacientes con tenesmo rectal…… …………….………………………….................................................Pág. 21 – 22. 5. DISCUSIÓN………………………………………………………………….………….Pág. 23. 6. CONCLUSIONES…………………………………………………………..………….Pág. 24. 7. BIBLIOGRAFÍA……………………………………..........................................Pág. 25 – 26. 3 INTRODUCCIÓN 1.1. ORIGEN Y SINTESIS La metadona fue sintetizada en un laboratorio alemán en el año 1937. Los alemanes se vieron obligados a desarrollar la amidona, conocida posteriormente como metadona, debido a la escasez de morfina que existía en aquel momento. El nombre comercial de esta sustancia fue en un principio Dolophine. Al ser un analgésico sintético, con potentes propiedades narcóticas y efectos prolongados, fue ampliamente utilizada para el control del dolor durante la 2ª guerra mundial en Alemania., administrada por vía oral, aunque sus propiedades farmacocinéticas se fueron conociendo paulatinamente. Se usó por primera vez en el tratamiento sustitutivo de la dependencia a heroína en el año 1964, por Vincent Dole y Marie Nyswander, de la Universidad Rockefeller de New York. Estos doctores actuaron incluso con el riesgo de enfrentarse a las restrictivas leyes que existen en Estados Unidos de América sobre la prescripción de opiáceos que podía acarrearles cargos criminales o acciones civiles por parte de la agencia Nacional de Narcóticos. Su trabajo demostró que el mantenimiento con metadona es un tratamiento médico de la adicción que no se puede comparar en eficacia a ningún otro. Como resultado más de 700.000 personas en todo el mundo pueden vivir saludablemente, tener una vida plena, independiente y autónoma. Se estima que en Estados Unidos hay unos 200.000 pacientes en tratamiento, mientras que en Europa se habla de cifras en torno a 530.000 pacientes, repartiéndose el resto por Australia, Nueva Zelanda y Oriente Medio. Estos autores observaron una gran mejoría en el grupo inicial de pacientes tratados con el fármaco frente al grupo control que carecía de él. Dole y Nyswander propusieron y supervisaron el primer programa de mantenimiento con metadona en el hospital Beth Israel de Nueva York, donde demostraron la eficacia del tratamiento en un gran número de pacientes, lográndose beneficios clínicos para estos, que se extendieron a toda la sociedad. 4 Uno o dos años bastaron para convencer a las autoridades de la importancia de esta alternativa terapéutica para aliviar los síntomas de la abstinencia a opiáceos de vida media corta, disminuyendo, por ejemplo, en las cárceles, el riesgo asociado de suicidio que presentaban los internos sometidos a la supresión brusca de la heroína. A partir de esta propuesta se estableció el modelo y las pautas a seguir en este proceso, que siguen siendo la base oficial para los programas de desintoxicación y tratamiento de la dependencia a heroína en la mayoría de los países con buen nivel sanitario. El objetivo del tratamiento a largo plazo con metadona es reducir el consumo ilegal de heroína, disminuyendo la criminalidad que rodea a esta conducta y mejorando todos los parámetros que se ven afectados en estos pacientes tanto a nivel sanitario como a nivel social. Se ha demostrado que los pacientes adictos a heroína que son sometidos a un tratamiento para dejar de consumir esta sustancia de forma definitiva, lo que se denomina “desintoxicación”, suelen recaer en el uso, de forma reiterada. La metadona les permitiría llevar una vida estable durante el tiempo que fuera necesario, evitando así la vuelta a los patrones previos de drogadictos. Centenares de estudios científicos han probado los efectos beneficiosos del tratamiento continuo con metadona, y han descubierto muy pocas consecuencias negativas para la salud, inclusive durante períodos de seguimiento de veinte o treinta años. Comparada a las otras modalidades de tratamiento para el abuso de drogas-por ejemplo, el tratamiento "libre de drogas", las comunidades terapéuticas y otros tratamientos con diferentes fármacos--. La metadona ha resultado claramente superior respecto a retención en tratamiento, disminución de conductas de riesgo, menor número de VIH positivos, infecciones por hepatitis y otras patologías asociadas al consumo de drogas y también ha mejorado claramente los aspectos sociales con una mayor integración familiar y profesional. El tratamiento con metadona, cuesta en USA un promedio de $4,000 al año por cada paciente, reduce el comportamiento criminal asociado con el uso ilegal de drogas, al mismo tiempo que mejora la salud y aumenta la productividad social entre los pacientes, lo cual sirve para reducir los costos sociales de la adicción a las drogas. Por lo contrario, el encarcelamiento de un individuo cuesta de $20,000 a 40,000 al año y los programas residenciales de tratamiento de drogas cuestan de $13,000 a 20,000 al año. Además, puesto que sólo de un 5 al 10% del coste del tratamiento corresponde al fármaco mismo, se puede proponer que la metadona se dispense en consultorios médicos, clínicas de servicios mínimos o en farmacias para procurar minimizar aún mas los gastos asociados al tratamiento de la terrible enfermedad que supone la adicción. 5 El uso de metadona en España ha pasado por diversas situaciones que han ido desde su escasa aplicación como analgésico en los años 50-60 del siglo pasado hasta la utilización como sustitutivo de la heroína en los finales de los 70 de forma irregular y con grandes deficiencias en su control, lo que motivo la publicación de la orden Ministerial del 20 de Mayo de 1983, en la que se regulaba la prescripción, uso y consumo de metadona, a partir de centros especiales y todo ello enmarcado dentro de programas terapéuticos que no tuvieron incidencia en la red sanitaria pública. La estructura molecular de la metadona no se asemeja en nada a la de los derivados opiáceos y fue una sorpresa para los científicos que la sintetizaron descubrir sus propiedades analgésicas y narcóticas, similares a las de la morfina. En su forma básica es un polvo blanco cristalino, pero suele estar disponible en varias formas y concentraciones: comprimidos, supositorios y autoinyectables. Principalmente se administra por vía oral, aunque también puede ser inyectada endovenosa e intramuscularmente. Por vía oral actúa entre los 30 y los 35 minutos después de su ingestión. La vida media de eliminación se calcula entre las 24 y las 36 horas, existiendo importantes diferencias entre personas (de 10 a 80 horas). Su biotransformación es hepática y sujeta a la actividad del sistema microsomal del citocromo P-450, por lo que tiene alta variabilidad interindividual y posibles interacciones farmacológicas con otros fármacos. Sus metabolitos se eliminan por heces y orina. Este perfil farmacológico hace que la metadona se utilice como medicamento de sustitución de opiáceos, ya que permite la administración por vía oral a dosis diarias y conseguir una estabilidad de los niveles plasmáticos tras repetir la administración, cada 24 horas, sin tener síntomas de abstinencia durante el intervalo entre las dosis. 6 1.2. MECANISMO DE ACCIÓN O FARMACODINAMIA Es una molécula con propiedades farmacológicas cualitativamente similares a las de la morfina. Cuando alcanza el cerebro ocupa básicamente los receptores mu comportándose como un agonista selectivo sobre ellos. La metadona tiene propiedades antagonistas sobre el receptor NMDA de glutamato que parecen ser responsables de la menor sensibilización del sistema opiode que se observa con metadona frente al resto de fármacos opiáceos. 1.3. EFECTOS SECUNDARIOS Y TOXICIDAD Aunque el uso regular de metadona produce dependencia, se considera que ésta es menos grave que la inducida por morfina o heroína y más fácil de tratar. Observándose que la persona incluida en un programa de mantenimiento con metadona puede llevar una vida normal sin efectos negativos sobre el sistema motor, la capacidad mental o la habilidad para trabajar. El riesgo de sobredosis con metadona es uno de los aspectos mas importantes de su toxicidad, ya que la depresión respiratoria típica de los opiáceos es también producida por este fármaco y puede causar la muerte si no se trata adecuadamente con un agente antagonista como la naloxona, en dosis y pautas apropiadas. No obstante, algunos efectos secundarios de la metadona que se manifiestan en la zona neurovegetativa pueden resultar bastante molestos y suelen estar sujetos a la respuesta individual. Algunos pacientes muestran signos de aturdimiento, mareo, nauseas, vómitos y boca seca, así como aumento de la transpiración, trastornos del sueño, del deseo sexual y de la concentración. Sin embargo, el efecto que aparece de forma mas constante y que suele precisar de tratamiento para su control es el estreñimiento, que suele estar presente en la mayoría de los pacientes, en especial en las primeras fases de la terapia y hasta que aparece la tolerancia intestinal que se suele producir al cabo de un tiempo. 7 Tales efectos secundarios indeseables pueden persistir durante largos períodos del tratamiento, pero la mayoría de pacientes permanecen sin secuelas médicas. Estos efectos secundarios afectan a menos del 20% de los clientes de metadona (Informe Suizo sobre Metadona, 1996). 1.4. SU USO La metadona tiene las mismas aplicaciones que cualquier otro fármaco opiáceo pudiendo ser utilizado como analgésico, antitusivo y antidiarreico, aunque su extendido uso como tratamiento sustitutivo de la dependencia a la heroína ha minimizado sus otras posibilidades terapéuticas. Se utiliza en programas especiales para el tratamiento de la dependencia a la heroína. Inicialmente se suministra en dosis diarias que se incrementan gradualmente hasta conseguir la supresión de los síntomas de abstinencia referidos por el paciente, siempre con la intención de neutralizar la euforia producida por la heroína. Siendo la adicción a los opiáceos un fenómeno complejo con claro componente biológico, la posterior retirada gradual de metadona es algo que no siempre es posible, y la dosis de mantenimiento puede ser necesario continuar administrándola durante años. Además, todo programa de tratamiento con metadona debe ir acompañado, para obtener una mayor eficacia y mejores resultados, de psicoterapia y supervisión médica. 8 1.5. LEGISLACIÓN ESPECIAL PARA SU APLICACIÓN EN ESPAÑA En España hasta 1983 la Metadona principalmente era vendida en las farmacias con la única condición de que la persona obtuviera un "carnet de extradosis”, igual que ocurre con el resto de los opiáceos que están incluidos en el anexo I, como son morfina, oxicodona, fentanilo etc. y que están sujetos a este régimen especial de control de recetas de estupefacientes. Normalmente la podía recetar cualquier médico adecuadamente colegiado. Debido al uso poco controlado en los primeros años ochenta, se producen desviaciones de la sustancia al mercado negro y aparecen algunas conductas delictivas respecto de su utilización, por este motivo los estamentos oficiales que controlan la prescripción de opiáceos entienden que se debe regular restrictivamente el uso de la misma. Se legisla sobre el tema con una serie de leyes y reales decretos que van surgiendo a lo largo del tiempo según se observan cambios en la situación del consumo de heroína y de sus repercusiones sobre la sociedad. En Mayo de 1983 sale una orden Ministerial (Ministerio de Sanidad y Consumo de 23 de Mayo de 1983, por la que se regulan los tratamientos con Metadona B.O.E. de 28 de Mayo de 1983 P. 14976). Esta ley introdujo la obligatoriedad de que la Metadona se dispensará en forma de solución oral. Además reguló su prescripción en centros especiales acreditados que podían ser dispensadores y dio las pautas para la selección de los pacientes que podían acceder a tratamiento con metadona. A partir de este momento sé crearon Centros Dispensadores de Metadona, donde se administra una dosis diaria por vía oral, habitualmente en presencia de un profesional sanitario del centro y con objeto de suprimir de forma prolongada (24 horas) los síntomas de abstinencia a la heroína. El 31 de octubre de 1985 un nuevo Real Decreto regula los tratamientos de deshabituación con metadona, dirigidos a toxicómanos dependientes de opiáceos (Boletín Oficial del Estado número 269, de 9 de noviembre). El Ministerio de Sanidad y Consumo, reglamenta esta modalidad terapéutica teniendo en cuenta las competencias que la Constitución española asigna a las comunidades autónomas, y al amparo de la Ley 17/1967, de 8 de abril (Boletín Oficial del Estado número 11, del 11), que en su artículo 1, autoriza al Estado a intervenir en la prescripción, posesión, uso y consumo de sustancias estupefacientes. En Abril de 1986 se adopta una norma con rango de Real Decreto, teniendo en cuenta lo dispuesto en el artículo 40.5 de la Ley General de Sanidad, Ley 9 14/1986, de 25 de abril (Boletín Oficial del Estado número 102, del 29), que establece como competencia de la administración del Estado, sin menoscabo de las competencias de las comunidades autónomas, la reglamentación, autorización y registro u homologación, según proceda, de los medicamentos de uso humano y veterinario y de los demás productos y artículos sanitarios y de aquellos que, al afectar al ser humano, pueden suponer un riesgo para la salud de las personas. Se dicta la presente norma al amparo de lo previsto por el artículo 149.1.1 y 16 de la Constitución, al participar sus preceptos de la naturaleza de normas básicas en materia de sanidad, o bien constituir legislación sobre productos farmacéuticos, materia de la exclusiva competencia estatal. Asimismo, el presente Real Decreto regula ciertos aspectos organizativos que se justifican por la necesidad de perfeccionar los mecanismos de coordinación que han venido funcionando para conjugar las actuaciones que corresponden a la administración del Estado y a las comunidades autónomas en la materia regulada, habiendo merecido los mismos, como el conjunto del Real Decreto, el informe favorable del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Todo ello, no obstante, debe entenderse sin perjuicio de las facultades de que disponen las comunidades autónomas para autorregular el ejercicio de sus competencias. En Enero de 1990 a propuesta del Ministro de Sanidad y Consumo, de acuerdo con el Consejo de Estado, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del 19 de enero de 1990. Se dicta el Real Decreto de 19 de Enero de 1990 para regular los tratamientos con los principios activos que se incluyen en la lista del anexo al presente del mismo, cuando se prescriban para el tratamiento de la dependencia de opiáceos en aquellas pautas cuya duración exceda de veintiún días. Este decreto establece: Artículo 2. Centros o servicios de tratamiento. 1. Los tratamientos a que hace referencia la presente norma serán realizados únicamente por centros o servicios sanitarios públicos o privados sin ánimo de lucro, debidamente acreditados para ello por los órganos competentes de la administración sanitaria de la comunidad autónoma correspondiente o, en su caso, por los órganos competentes del Ministerio de Sanidad y Consumo. 2. A los efectos que establece el presente Real Decreto, y siempre que se considere oportuno, las autoridades sanitarias de aquellas comunidades autónomas que tengan atribuciones en esta materia o, en su caso, el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de sus órganos competentes, podrán acreditar servicios en centros penitenciarios o en otros establecimientos de carácter no estrictamente sanitario. 10 Artículo 3. Prescripción, administración y formulación. elaboración, conservación, dispensación, 1. La prescripción de los tratamientos regulados en la presente norma será realizada por los facultativos de los centros o servicios acreditados. 2. La medicación utilizada para estos tratamientos será elaborada, cuando proceda, conservada y dispensada por los servicios farmacéuticos de los centros acreditados, de acuerdo con lo previsto en el artículo 2. En defecto de los mismos, así como también en el supuesto previsto en la disposición adicional segunda, dicha medicación será elaborada, cuando proceda, conservada y dispensada por los órganos de la Administración sanitaria competente o por las oficinas de farmacia acreditadas al efecto. El control de la administración de la indicada medicación será llevado a cabo por profesionales del equipo sanitario que reúnan los requisitos exigidos por las normas vigentes en cada Comunidad Autónoma. 3. En todo caso, la elaboración, conservación o dispensación de la medicación a que hace referencia el apartado anterior estará sujeta a la normativa vigente sobre estupefacientes, quedando sometida al control de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, o de los órganos correspondientes de las comunidades autónomas competentes en la materia. 4. Los medicamentos utilizados para estos tratamientos serán prescritos, formulados, dispensados y administrados en solución oral extemporánea, siempre que sea posible. A efectos de la inclusión en los programas de tratamiento regulados por la presente norma se exigirá previamente diagnóstico confirmado de dependencia a opiáceos. Podrán ser solicitados por las Comisiones documentos acreditativos del cumplimiento de dicho requisito. Todas estas leyes , normas y decretos nos dan una idea de lo complejo que se hace el uso de metadona desde un punto de vista estrictamente burocrático; es la aparición del síndrome de inmunodeficiencia adquirida en nuestro país, lo que obliga a reconsiderar las pautas de selección de los pacientes, ya que se produce una enorme expansión de seropositivos entre la población de adictos a drogas por vía parenteral y se ve necesario facilitar al acceso a los tratamientos con metadona a un mayor número de sujetos que lo necesiten. Se realiza una modificación sobre el decreto anteriormente redactado en el Real Decreto 5/1996, de 15 de enero, para la regulación de tratamientos con opiáceos de personas dependientes de los mismos y de ampliación de su anexo. Posterior a este esta el decreto 77/1998, de 17 de diciembre, de la consejería de servicios sociales, de segunda modificación del decreto 18/1990, por el que se regulan las condiciones y requisitos que deben cumplir los centros o 11 servicios de tratamiento con opiáceos a personas dependientes de esto, así como normas de acreditación. Para finalizar esta el El Decreto 77/998, de 17 de diciembre, de segunda modificación del Decreto 1811990, de 22 de febrero, por el que se regulan las condiciones y requisitos que deben cumplir los centros o servicios de tratamiento con opiáceos a personas dependientes de éstos, así como las normas para su acreditación, adapta la legislación autonómica a las disposiciones del Real Decreto 511996, de 15 de enero (BOE núm. 44, de 20.02.96), que constituye normativa básica en materia de Sanidad. En concreto, la citada normativa estatal habilita en una disposición adicional segunda a los órganos competentes de la Administración Sanitaria de las Comunidades Autónomas correspondientes para otorgar, con carácter excepcional, autorización para la prescripción de los tratamientos regulados en esta norma. En este sentido, el artículo 1 del Decreto del Principado de Asturias de 17 de diciembre de 1998, establece dicha posibilidad de autorización excepcional de la prescripción de dichos tratamientos a facultativos no integrados en centros o servicios acreditados. Esto lleva a la necesidad de regular los supuestos y requisitos para la concesión de dicha acreditación; en su virtud y en uso de las facultades conferidas por el artículo 38 de la Ley 611984, de 5 de julio, del Presidente y del Consejo de Gobierno y demás normas de aplicación. 12 1.6. EFECTIVIDAD DE LOS PROGRAMAS DE MANTENIMIENTO CON METADONA Fernandez Miranda y Torrens Melich,( 2005, en su monografía sobre el tema comentan que la mayoría de los estudios sobre metadona han sido realizados en los Estados Unidos. El Instituto Nacional sobre la Adicción a las Drogas (NIDA) ha puesto en marcha y ha coordinado diversos estudios sobre los resultados de los distintos tratamientos de mantenimiento con este fármaco en los Estados Unidos. Algunos de estos proyectos de investigación son: El Programa de Información sobre el Abuso de Drogas ( The Drug Abuse Reporting Programme (DARP)) Estudios con un seguimiento de 12 años; Los Estudios sobre las Perspectivas de Resultados del Tratamiento (TOPS)en los que la información fue recogida , a nivel nacional, antes, durante y después del tratamiento y el Proyecto de Investigación de Metadona ( The Methadone Research Project ) (The Ball and Ross Studies) centrado en la efectividad y en la situación de TMM ( tratamiento de Mantenimiento con Metadona) en seis programas activos en tres ciudades. Los programas de mantenimiento con metadona ( PMMs) tuvieron gran expansión tras la aparición del SIDA y han sido el tratamiento de la dependencia de opiáceos más evaluado, acumulándose muchos conocimientos sobre su efectividad. Aunque pocos estudios son controlados, otros muchos observacionales coinciden en demostrar su éxito en relación a la elevada tasa de retención en tratamiento, la disminución al consumo de drogas, de las prácticas de riesgo en su uso, de la cormobilidad (VIH, hepatitis víricas), de la mortalidad y de la criminalidad asociadas, y la mejora en el empleo y de la calidad de vida del adicto. Dosis de metadona por encima de 80 mg/día y una amplia y accesible oferta asistencial con apoyos psicosociales se relacionan con mayor retención y disminución del uso de drogas, mientras que la comorbilidad psiquiátrica y la codependencia de sustancias (cocaína, benzodiazepinas, alcohol…) ensombrecen el pronóstico. En nuestro país, a pesar de su implantación durante los años 90, las evaluaciones sobre resultados de PMMs son en general parciales. Se concluye que los PMMs han demostrado ser un recurso válido para muchos adictos, tanto reduciendo daños asociados al consumo de drogas, como, a menudo, constituyendo una autentica estrategia terapéutica para la reinserción social y abstinencia. 13 Por tanto siguen teniendo un lugar destacado en el abordaje de las dependencias de heroína y se pretende seguir concretando variables pronósticas, oferta asistencial específica y relación coste –efectividad. Así mismo, se están estudiando mas en profundidad no solo los aspectos puramente relativos a la adicción sino también los aspectos referidos a la propia sustancia como son sus características farmacocinéticas, farmacodinámicas y su eficacia como ansiolítico o antipsicótico y especialmente como analgésico en situaciones de comorbilidad clínica. 14 OBJETIVO Proponer que la metadona sea utilizada como analgésico en la práctica clínica. HIPOTESIS Basándose en las características farmacológicas de la metadona y debido a la situación creada en España por los reales decretos de preinscripción controlada se sugiere la utilización de este fármaco como analgésico de primera línea. METODOLOGIA Utilizando el término metadona hemos realizado una búsqueda en la base de datos de la revista española “Medicina Paliativa” de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y en la revista de la Sociedad Española del Dolor (SED). La búsqueda se ha referido a los últimos 10 años y hemos encontrado 32 artículos incluidos en la biblioteca del SECPAL, en los que se empleaba metadona en alguna circunstancia de dolor crónico o terminal. Ya que el interés de la investigación se centraba en conocer el uso de metadona como analgésico en nuestro territorio, se han recogido solamente los artículos referidos al ámbito nacional publicados en la revista “Medicina Paliativa” que fueron 12 referencias (Barallat Gimeno E. y Canal Sotelo J., 2005; Canal Sotelo J., y cols., 2003; Centeno Córtes C., 2003; Centeno Córtes C. y cols., 2004; De Santiago A. y Bruera E., 2005; Gisbert A. y cols., 2005; Herrera E. y Bruera E., 2005.; Monferrer Bort M.A. y cols., 2005.; Pérez Queiruga O. y cols., 2005.; Porta Sales J., 2005.; Pozo Villa R. y cols., 2007.; Toro R. y Bruera E., 2005) así como las 4 referencias ( Delgado E. y cols., 2007; Galart, J.J. y cols., 2000; Marín M. y cols., 2005.; Ortega J.L. y Neira F., 2004) encontradas en la base de datos de la revista de la SED. Hemos realizado un análisis más detallado de aquellos artículos de los que inicialmente dispusimos de acceso al texto completo, presentando un resumen de los resultados que pueda orientarnos en la práctica clínica del uso de metadona como analgésico en los pacientes con distintas formas de dolor crónico y utilizando el estudio de cara a identificar una serie de variables que puedan servirnos en el futuro para un análisis mas exhaustivo del tema. 15 En el estudio de Centeno Córtes, C., (2003) el autor evalúa la efectividad analgésica y los efectos adversos de una dosis diaria de metadona, 10 ó 20 mg (fase 1 y fase 2 del estudio) o placebos de las mismas características, en 18 pacientes con diversos tipos de síndrome de dolor neuropático crónico (ciática, radiculopatías, polineuropatías, etc.) que respondían pobremente a los regímenes analgésicos tradicionales (excluidos opioides mayores). Se valoró la analgesia después de cada fase de tratamiento con metadona o placebo. Cada fase tuvo una duración de veinte días. Durante este tiempo los enfermos siguieron con el mismo régimen de medicación que llevaran hasta entonces. En comparación con el placebo la dosis de 20 mg/día (administrada en dos tomas de 10 mg dos veces al día) resultó en una mejoría estadísticamente significativa (P = 0.013-0.020) en la escala analógica visual de intensidad máxima de dolor, media de intensidad de dolor y alivio de dolor, valorados diariamente todas las escalas al tiempo. El efecto analgésico se prolongó más de 48 horas como se demostró por la mejoría estadísticamente significativa encontrada en las tres escalas en los días que transcurrieron entre cada fase del estudio. También se encontraron efectos analgésicos cuando se administró una dosis de 10 mg/día, pero la diferencia no se demostró estadísticamente (P = 0.064 y 0.065). El análisis intrapaciente mostró que el efecto analgésico no se restringió a un tipo concreto de dolor neuropático. Un paciente fue retirado durante la fase de 10 mg por efectos adversos y otros seis durante la fase de tratamiento con 20 mg por náuseas severas principalmente. Otro paciente se retiró por padecer enfermedad intercurrente. Quedaron 11 pacientes para realizar el análisis final. Se trata del primer ensayo controlado randomizado doble ciego para demostrar el efecto analgésico de la metadona en el dolor neuropático Tabla 1.1. Cambio, respuesta y duración del tratamiento con metadona. Nº Antecedentes ptes 18 P a c i e n t e s Ttº Previo Respuesta Ttº y duración Ciática, Analgésicos Mala radiculopatías, tradicionales polineuropatías… (No opioides mayores). Metadona Mejoría 10/20 mg y significativa placebos de la misma carasterística. Duración: 20d Dolor crónico 16 Respuesta El objetivo del artículo de Centeno y cols. (2004) es presentar la experiencia sobre el uso de la metadona en la unidad de cuidados paliativos. Se realizó un estudio retrospectivo descriptivo de las historias clínicas de todos los pacientes oncológicos terminales tratados con metadona tras cambio de opioide, ingresados en el Centro Regional de Cuidados Paliativos y Tratamiento del Dolor del Hospital Los Montalvos, Salamanca, entre enero de 2000 y junio de 2002. Los casos detectados se dividieron en dos grupos para su análisis independiente: a) pacientes con dolor neuropático mal controlado; y b) pacientes con neurotoxicidad inducida por opioides (NIO). Se encontraron 27 casos de cambio de opioide a metadona, nueve por dolor neuropático mal controlado y 18 por NIO. El cambio de opioide se realizó a lo largo de tres días en 9 casos. En el resto 18 enfermos se cambió a metadona en un solo día eligiendo la dosis equianalgésica de metadona según la dosis previa del primer opioide. Tras el cambio, la vigilancia atenta de los pacientes permitió ajustar y estabilizar la dosis de metadona en 3-6 días de media. El índice de rotación a metadona en la Unidad fue del 8,5%. En la serie de pacientes con dolor neuropático la mediana de las dosis diarias de metadona en el momento del cambio fue de 24 mg (rango 10-75). Los pacientes continuaron con metadona una mediana de 50 días (rango 28 210). Todos los pacientes experimentaron un importante alivio de su dolor: Desde 8/10 antes del cambio a 4/10 con metadona. En la serie de pacientes con NIO, el opioide previo fue morfina en 12 enfermos y fentanilo transdérmico en 6 casos. Las dosis medias previas expresadas en dosis equivalente de morfina oral diaria fueron 180 mg/día (rango 60-974). La dosis inicial (mediana) de metadona fue 20 mg (15-75). Con el cambio se resolvió el cuadro de NIO en 14 enfermos. En todos los pacientes la intensidad media de dolor descendió o se mantuvo igual que con el analgésico previo. 17 Tabla. 2.1. Equianalgésicas Morfina/ Metadona (según exposición previa a morfina) MORFINA Rango de dosis del opioide previo (expresada como dosis equivalente de morfina oral diaria) RAZÓN Equivalencia analgésica METADONA Dosis equivalentes de metadona (1/3 cada 8 horas) 4 mg de morfina 30 – 90 mg/día morfina oral = Metadona 7,5 – 22 mg/día 1 mg de metadona 8 mg de morfina 90 – 300 mg/día morfina oral = Metadona 11 – 37 mg/día 1 mg de metadona 12 mg de morfina Más de 300 mg/día morfina oral Metadona 25 mg/día = 1 mg de metadona 18 en adelante Tabla 2.2. Uso de metadona tras cambio de opioide por dolor neuropático mal controlado. La tabla indica la evolución de nueve pacientes con distintos tipos de cáncer y su situación con el uso de la morfina y con el cambio a metadona. PACIENTE ANTES DEL CAMBIO CAMBIO A METADONA PERIODO DESPUÉS DEL CAMBIO N Tumor Síndrome neuropático Opioide previo, Dd Dosis equiv.a morfina oral Dolo r EVA Tipo de cambio Meta dona Dd Dolo r EVA % mejoria Días con metadona Metadona Dd Final 1 Mama Compresión medular Fentanilo 50 TTS 120 8 Rápido 30 4 50 210 30 Continu a 2 Ano Dolor perineal Morfina 320 mg 320 8 Rápido 120 4 50 180 60 Exitus 3 Recto Plexopatia lumbosacra Fentanilo 50 TTS 120 10 Rápido 22,5 4 60 180 7,5 Exitus 4 Recto Plexopatia lumbosacra Morfina 48 mg 120 8 Rápido 30 6 25 107 30 Toxicida d en últimos días 5 Páncreas Dolor retroperineal Morfina 320 mg 320 6 Lento 30 4 33 50 45 Exitus 6 Cabeza y cuello Neuralgia del trigémino Morfina 72 s.c. 180 4 Lento 35 2 50 35 35 Exitus 7 Mama Compresión medular Morfina 450 p.o. 450 10 Rápido 54 4 60 31 30 Exitus 8 Vulva Dolor perineal Fentanilo 25 TTS 60 6 Rápido 15 2 66 28 15 Exitus 9 Ano Plexopatia sacra 1217 6 Lento 60 4 33 28 30 Toxicida d en últimos días Dd: dosis diarias Dosis equivalente de morfina oral diaria. Se han usado las siguientes equivalencias: 1 mg morfina s.c. equivale a 2,5 mg morfina v.o.; un parche de fentanilo de 25 mcg/h equivale a 60 mg morfina v.o./día. EVA: dolor evaluado con escala verbal numérica. El porcentaje de mejoría se calculó del siguiente modo: [1-(VNE inicial/ VNE final)]x100. Delgado y cols. (2007) proponen que la metadona es un opioide eficaz para el control del dolor por cáncer, posee características que lo hacen indispensable en la terapia opioide como su potencia, vida media larga, efecto NMDA, bajo costo, aunque es un fármaco de segunda línea en el manejo del dolor oncológico debido a su larga e imprevisible vida media, situación que la hace susceptible de acumulación en dosis repetidas, por tal motivo su rotación se 19 realiza en el medio hospitalario. Describimos cuatro casos en los que se roto de morfina a metadona en el domicilio. El artículo describe la rotación de morfina a metadona en cuatro pacientes oncológicos que presentaban dolor por actividad tumoral y en los cuales se llevo a cabo la rotación debido a que presentaban efectos adversos intensos. Dicha rotación se llevo a cabo en el domicilio del paciente previo consentimiento informado del paciente y familiares y dando capacitación a los familiares para detectar efectos adversos graves como somnolencia, bradipnea además de un seguimiento estrecho, en todos los pacientes la rotación fue exitosa y no se presentaron efectos adversos graves. Tabla. 3.1. Cuatro casos de rotación de morfina a metadona y su evolución. Pt 1 2 3 4 Mujer 15a Antecedentes Ttº previo Efect. Secund. Ttº Sarcoma ostogénico, sindrome doloroso, Morfina 90 mg/d y adyuvantes aumenta dosis ht 390 mg/d por dolor Nauseas, vomitos, Metadona Bueno Exitus dosis y equianalge- estable sicas 8:1 dolor final 65 mg/d Mujer 61a Hepatocarcinoma con metastasis pulmonar y peritoneal Morfina 40 mg/d y adyuvantes por dolor aumenta a 60 mg/d Somnole n-cia intensa, dolor Metadona Mujer 65a Mesotelioma pulmonar Morfina 75 mg/d y Pregabalina 450mg/d Estreñimi ento intenso, dolor Metadona Mujer 56a C. Pulmonar y cél.peque-ñas Morfina 60 mg/d y Pregabalina 225 mg/d Dolor Metadona 4:1; 7,5 mg/d 20 control 4:1 Ht 15 mg/d 4:1; 8,5 mg/d, Bueno, sin dolor Exitus Bueno, sin dolor Exitus Bueno, sin dolor Exitus Pozo Villa y cols. (2007) afirman que el uso de metadona reduce de manera importante el dolor no controlado adecuadamente con otros opiáceos. Este uso debe reservarse a situaciones de dolor de difícil control. Asimismo es importante considerar el componente neuropático a la hora de elegir por el uso de este opiáceo. Aunque existen referencias en cuanto a las dosis equianalgésicas respecto a la morfina, es de suma importancia individualizar la dosis.El procedimiento de rotación comenzó a utilizarse en Canadá, realizando secuencialmente el cambio, a lo largo de tres días, en los que la dosis de metadona se va incrementando un tercio cada día, mientras se va retirando la morfina paulatinamente (esto lo hemos visto en artículos anteriores). La dosis final de metadona se calcula según el ratio fijo morfina: metadona de 10:1. El método propuesto en este artículo propone la rotación en un solo día, siguiendo dosis equianalgésicas obtenidas según las previas de morfina oral. Para dosis de morfina entre 30 – 90 mg/día, la ratio es 4:1 (morfina: metadona); dosis > 90 – 300 mg/día, ratio es de 8:1; y para dosis > 300 mg/día una ratio de 12:1, titulando las dosis diariamente según el control del dolor para ello utilizaremos la escala EVA ( consiste en decirle al paciente que autoevalúe su dolor dentro de una escala del 0 al 10, siendo 0 nada de dolor y 10 como máximo dolor soportable por el paciente). Se necesitan guías clínicas para rotación de metadona para evitar toxicidad incluyendo depresión respiratoria. La rotación de un opioide a otro es una estrategia no invasiva para combatir los efectos colaterales y el dolor refractario. Consiste en el cambio de un opioide potente por otro con la finalidad de conseguir un adecuado control analgésico en pacientes en los que los efectos adversos limitan el aumento de dosis o necesitan cambio de vía de administración por otras causas. Puede ser parcial o completa en función de que el cambio de un opioide a otro se realice en varios pasos. La metadona se utiliza muy frecuentemente para este tipo de rotación, pero hay una gran falta de consenso de cómo hacer el cambio de morfina a metadona. El artículo recoge la utilidad de la metadona en el dolor neuropático con componente incidental y somatización. 21 Tabla 4.1. Evolución del caso tras el cambio a tratamiento con metadona Caso Antecedentes Trº previo Dolor EVA Duración ttº Cambio a metadona Dolor EVA Final Mujer 45años Trombosis, Leiosarcoma de útero, metástasis ósea Radioterapia, cirugía, fentanilo transdérmico 150 mcg/72h, morfina oral 265-560 mg/24h, Aine y corticoides 8 3-4 semanas 65 mg/12h 2-3 Exitus . Sánchez Posada y cols. (2004) exponen que el tenesmo rectal es un tipo de dolor de difícil control en el que coexisten un componente nociceptivo y otro neuropático, además va acompañado de una fuerte ansiedad del paciente. La metadona ha demostrado eficacia en dolor neuropático y como alternativa a la morfina en dolor difícil. El dolor tenesmoide se define como la sensación dolorosa de plenitud rectal asociada al deseo imperioso de defecar. Los mecanismos por los que se produce el tenesmo no son claros pero parecen estar implicados tanto la infiltración tumoral de la musculatura del suelo pélvico como una afectación del plexo presacro. Se realizo una investigación en la Unidad del SES, servicio extremeño de salud, y la Unidad del Sacyl, Servicio de Castilla y León con la colaboración de medicina paliativa del hospital los Montalvos en Salamanca. Se realizó durante el 2003 y fueron atendidos 125 enfermos, en fase terminal, todos con seguimiento domiciliario, durante ese periodo se trataron 4 pacientes 22 con metadona como primer opioide, de los cuales todos notaron mejoría en el tratamiento con metadona para su enfermedad de tenesmo rectal y los únicos efectos secundarios encontrados fueron la somnolencia y el estreñimiento. Tabla.5.1. Evolución de los pacientes tras tratamiento con metadona Nº Escala pacientes dolor EVN Dosis metadona oral Escala dolor EVN 1, 2, 3, 4 2,5 mg c/ 8 horas 0/4 3/4 Posttratamiento Duración tratamiento en semanas Final 8 semanas Exitus Tabla.5.2. Tratamiento con metadona en 4 pacientes con tenesmo rectal, situación basal y evolución tras inicio del tratamiento. Pte, edad, sexo y patología 1 2 3 4 Situación basal Situación día 1 Situación con máximo control Valoración final Test Pfeiffer Ttº previo Dolor Ttº dolor Efec. secund Dias ttº metadona dolor Efec. secund Dias ttº y dosis final varón 61a, c.rectal mujer 89a, c.rectal mujer 69a, c.rectal 100% cognición normal 90% cognición normal 50% cognición normal Radioterapia, metamizol, dexametazona Tramadol, dexametazona Severo Leve Estreñimiento severo Ninguno 18 No 6 No Severo Somnolencia leve Somnolencia leve Somnolencia l 75d; 10 mg/d 81d; 20 mg/d 15d; 15 mg/d Últimos días Analgesia np dexametazona Metadona 7,5 mg/dia Metadona 7,5 mg/dia Metadona 7,5 mg/dia varón 70a, c.sigma 90% cognición normal Analgesia np Severo No >75d; 10 mg/d Severo Metadona 7,5 mg/dia 23 Leve Moderado Somnolencia moderada 8 No Leve Estreñimiento leve 10 No Últimos días Exitus Fin observac. DISCUSIÓN El escaso número de artículos encontrados en los que se emplea la metadona como analgésico y las circunstancias en las que esto se hace, nos confirma que probablemente la situación creada a partir de los Reales Decretos de prescripción controlada de metadona ha marginado a este eficaz analgésico opiáceo del uso clínico para el tratamiento del dolor crónico. Sin embargo, existe una corriente a favor de su utilización en la práctica médica entre varios profesionales del ámbito de la salud y más en concreto dedicados a los cuidados paliativos. En todos los casos en los que se ha empleado se ha producido una mejoría del dolor en pacientes que tenían dificultades para obtener una adecuada analgesia por los medios convencionales. Sin embargo, hemos observado que la mayoría de los enfermos en los que se administra están en fases terminales de su proceso clínico por lo que no se puede comprobar la eficacia real a largo plazo que puede tener el fármaco. Asimismo, se ha comprobado que las características farmacocinéticas de la metadona pueden ser claramente beneficiosas para realizar mantenimiento analgésico y rotación de opiáceos, siempre teniendo presente la necesidad de hacer valoración de dosis equianalgésicas respecto de los otros opiáceos y comentándose la posibilidad de creación de guías adecuadas para la orientación de la prescripción. Otro aspecto que hemos observado es la eficacia de la metadona como antagonista del receptor NMDA, del sistema glutamato, que al parecer puede ser una indicación a sumar a su efecto agonista opioide a la hora de considerar este agente para el tratamiento del dolor neuropático. Finalmente, hemos observado que únicamente en un artículo se propone el uso fuera del ámbito hospitalario, y este hecho se entiende es secundario a la regulación de su prescripción y posiblemente al bajo conocimiento que se tiene de este agente, como describen los autores. 24 CONCLUSIONES • 1ª La metadona es un agente analgésico de gran interés para tratar el dolor crónico, en especial para países en vías de desarrollo o para pacientes que precisan dosis muy altas de opioides, debido a sus excelentes cualidades farmacológicas y por su bajo coste. • 2ª La metadona debe ser introducida entre los opioides que se utilizan en la rotación clínica de analgésicos, que se realiza para controlar la toxicidad derivada de la acumulación de metabolitos producidos por estos fármacos. • 3ª La metadona tiene unas características farmacocinéticas particulares que permiten su aplicación por vía oral y una dosificación en pauta prolongada. • 4ª Son necesarios más estudios programados para ajustar las dosis equianalgésicas de metadona respecto de otros opiáceos. • 5ª En pacientes terminales se ha comprobado la eficacia de la metadona, aunque debería plantearse su uso en estadios más precoces del proceso doloroso y no limitarse a utilizarla en las fases finales. • 6ª Debería plantearse el uso de metadona en pacientes con dolor crónico de diferentes etiologías, en estadios mas precoces y no dejarlo como última posibilidad. • 7ª La utilización mas frecuente de metadona en la clínica del dolor ayudaría a mejorar la percepción que tiene la sociedad sobre este fármaco que es relacionado esencialmente con la adicción a heroína. • 8ª La aplicación de metadona necesita un conocimiento particular de sus características cinéticas, efectos secundarios e interacciones farmacológicas. 25 BIBLIOGRAFIA 1. 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