FIJANDO LIMITES

FIJANDO LIMITES
Por Kathryn Kvols
¿Que son los límites?
Los límites le dicen a tu familia bajo que condiciones estas dispuesta a hacer algo. Ellos le dicen a tu familia hasta donde
“pintas tu raya”. Les dicen lo que estas dispuesta a tolerar y lo que no. Tienen el propósito de cuidarte. Los límites no están
diseñados para controlar o manipular el comportamiento de alguien más. Aquí tenemos tres ejemplos:
Ejemplo 1. Una madre jugaba basketball con sus dos hijos adolescentes. Los chicos se estaban poniendo a competir y de
pronto el juego ya no estaba siendo divertido. La madre anunció, “No tiene ningún chiste para mi el que ustedes dos peleen.
Cuando estén listos para divertirse de nuevo, vengan por mi. Me encantará jugar nuevamente”.
Ejemplo 2. Estaba patinando de la mano con mi hija. Ella me dijo en un tono de voz muy demandante, “Patina más aprisa”.
Esta no era la primera vez que yo había notado ese tono demandante así que dije, “no tengo ganas de que me hables de esa
manera. Me da una sensación de no querer cooperar contigo y si continuas así, voy a patinar yo sola”.
Ejemplo 3. Una hija pidió a su madre que la llevara al videocentro y le rentara una película. La hija ya había gastado el
dinero que recibió esa semana. La mamá dijo: “Estoy dispuesta a llevarte al videocentro pero, no estoy dispuesta a rentarte
una película”.
Los límites dan a los otros la información importante acerca de ti y les ayuda a saber que pueden y que no pueden esperar
de ti. Ellos son acerca de ti mismo. No acerca de criticar el comportamiento de alguien más, o de tratar que actúen de una
cierta forma.
¿Por qué los niños necesitan límites?
Los niños necesitan que tu les pongas límites para que ellos puedan reconocer y respetar los límites de otras personas.
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Los límites proporcionan una sensación de seguridad. Cuando los niños no conocen tus límites, se sienten perdidos en
un abismo. Se sienten confundidos y literalmente rebotan alrededor tratando de encontrar alguno.
Los límites hacen que los niños sientan que nos preocupamos por ellos. Los niños que crecen sin límites, a menudo se
sienten abandonados.
Los niños necesitan límites para aprender a resolver los conflictos. ¿Qué pasa cuando alguien me dice que he
sobrepasado sus límites?, ¿Qué pasa cuando alguien no respeta los míos?.
Los niños necesitan límites para ayudarlos a defenderse a si mismos. Les ayudan a clarificar sus propios límites porque
han visto un modelo.
Los límites ayudan a aprender lo que es socialmente aceptado y lo que no.
Los niños necesitan aprender que si se pasan de un cierto punto, habrá consecuencias. Algunas de ellas pueden ser muy
serias.
¿Qué asuntos necesitan límites?
Pudieras querer establecer límites acerca del uso de tus pertenencias, ver T.V., hora de acostarse, tu tiempo, el uso de
malas palabras, horas de comida, tareas domesticas, cuidado y alimentación de las mascotas. Esta no es una lista definitiva.
Haz una lista de los asuntos que son importantes para ti.
¿Cómo sabemos que nuestros límites están siendo violados?.
La mejor pista para determinar si tus límites están siendo violados o no, es estar en contacto con tus sentimientos. Si
alguno de los siguientes sentimientos te resulta familiar, tu sabes que tus límites no estaban siendo tratados con honor. O
que tu no estas claro acerca de ellos:
Enojo, resentimiento, imposición, sofocamiento, te llevan ventaja, sentirse abusado, como si estuvieras cargando con más
peso de lo que justamente te corresponde compartir, no apreciado, como si estuvieras dividido entre dos personas que
amas, que ya te tienen agarrado, como un niño que maneja un taxi, o preguntándote ¿Qué hay acerca de mi?.
¿Por qué se nos hace tan difícil establecer límites?
Nuestra habilidad para establecer y mantenernos en los límites establecidos estará en gran medida determinada, por como
eran tus padres contigo cuando eras niño. Si estuviste en alguna de las siguientes situaciones, establecer límites podría ser
difícil para ti.
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No teniendo ningún límite como niño, con falta de supervisión.
Te dijeron mensajes como: “No hagas olas”, “Los niños son para cuidarlos, no para escucharlos”, “Estas siendo
egoísta”.
Si te dijeron que no era “lindo” imponer el respeto de ti mismo.
Si hubo abuso en casa, ya fuese mental, físico, emocional, sexual, drogas o alcohol o trabajo.
Si hubo alguien enfermo o discapacitado en tu familia por quien tu tuvieras que ceder tus necesidades.
Si el autosacrificio era un modelo y eso se esperaba de ti.
Si se uso la intimidación para motivarte.
Algunas veces no establecemos límites porque no sentimos que nos lo merecemos.
nos sentimos culpables de nuestras acciones tales como trabajar demasiado o estarse divorciando.
¿Qué es lo que hacemos en vez de fijar límites?
A menudo escogemos algunos de los siguientes comportamientos, en vez de poner límites, porque nos da miedo crear
conflicto. Tenemos miedo de que la otra persona se enoje o nos deje o nos rechace. Hasta podríamos sentir a veces que lo
que digamos o hagamos no va a hacer ninguna diferencia de todos modos. En vez de poner límites directamente, a veces
manejamos indirectamente estas situaciones con:
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Negación (Actuar o pretender como si no hubiera pasado)
Ignorarlo y esperar que se pase
Tratar de cambiar como nos sentimos (No me debería sentir así porque...)
Excusar el comportamiento de la otra persona (El solo dijo eso porque estaba cansado)
Rumiar el evento (Darle vueltas y vueltas al evento en tu mente, tratando de encontrar el sentido)
Echarle la culpa a alguien más
Echarte a ti la culpa (Si tan solo hubiera hecho.... el no habría actuado de esa manera)
Ponerte manso
Esconderte bajo lo que es correcto (Estoy más allá de albergar esos sentimientos)
Pretender que no te importa
Retener tu amor o tu comunicación
¿Qué podemos esperar cuando comenzamos a poner límites?
Cuando primeramente comienzas a establecer límites puedes esperar que el comportamiento de tu niño se ponga peor.
Ellos te van a probar. Intentarán cualquier cosa que este en su poder para lograr que te eches para atrás, hasta que seas como
eras antes. Así que asegúrate de traer puesto el cinturón de seguridad! Podrías estar en un viaje!.
Pasos para establecer límites:
1.Honra tus sentimientos. Recuerda que los sentimientos no son buenos ni malos. Simplemente lo son.
2.Ten claro lo que tu quieres. Lo que si quieres y lo que no quieres hacer.
3.Presenta la información a los miembros de tu familia utilizando oraciones en primera persona del singular “yo”. Por
ejemplo: “Yo no voy a lavar ropa que no esté en el canasto de la ropa sucia”. No debe haber reproches, vergüenza, culpas,
exageraciones o quejas. Haz este paso tan pronto como sea posible para evitar un cúmulo de resentimientos.
4.Preparate para “montarte en tu macho”. Se consistente y da seguimiento.
Kathryn Kvols es la autora del libro, “Redirigiendo la conducta de los niños”.
Traducido por Elena de Hoyos, México, 1999.