Es importante destacar el hecho que la mayoría de

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Es importante destacar el hecho que la mayoría de las
emprendedoras
encuestadas sabe encontrar tres características de su personalidad
que,
a la hora de decidir crear una empresa pueden calificarse como
positivas, y sin embargo, son muy pocas las que encuentran tres
factores
que podrían ser considerados como negativos o debilidades. La
mayoría de
estas emprendedoras no llega a destacar tres aspectos de su
personalidad
que, si bien no tendrían por qué influenciarla negativamente en su
decisión tampoco lo harían positivamente. Alguna incluso afirma
que no
posee ninguna debilidad.
Una vez más, al igual que cuando se les pregunta por las
dificultades
al crear la empresa y sacarla adelante tienen una visión optimista
de la
situación y se muestran un tanto reacias a aceptar puntos negativos.
Los
expertos, en los resultados, lo mencionan 'actitud positiva' y
afirmaron
en el Seminario que podría ser debido a un entusiasmo por
demostrar que
no son un colectivo débil, tal y como han sido consideradas durante
años.
Son muchas las emprendedoras que coinciden en
determinadas
características positivas, lo cual permitiría afirmar que éstas son las
más significativas para este colectivo. Sin embargo, en lo que a
características negativas se refiere son pocas las coincidencias, con
lo
cual no es posible destacar los factores considerados como más
importantes.
Dentro de las características positivas, cabe destacar la
coincidencia
de las emprendedoras en factores como la capacidad de trabajo y la
constancia necesaria, las más importantes; sin olvidarnos de la
ilusión,
el entusiasmo y la motivación; la perseverancia, tenacidad,
insistencia
y tesón; el espíritu emprendedor, la decisión y determinación; y la
voluntad, responsabilidad, confianza en sí misma, deseos de
independencia y afán de superación. Y como curiosidad destacar la
respuesta en la que se considera como aspecto positivo la ambición
comedida, y dice: "en mi caso ambiciono más el crear algo que el
dinero
que me pueda aportar, pero eso sí, el dinero es lo más importante".
Para los expertos consultados, las características
imprescindibles a la
hora de decidir crear una empresa son la decisión, la seguridad y la
confianza que la emprendedora debe tener en sí misma, en primer
lugar.
Sin ser menos destacadas, la capacidad de trabajo, el afán de
superación
y los deseos de independencia, tanto a nivel económico como a
nivel
personal. Con lo cual podríamos afirmar que las coincidencias que
se
dan en este apartado entre ambos colectivos son notorias.
En cuanto a aspectos negativos de su propia personalidad, las
respuestas de las emprendedoras son muy variadas y resulta
imposible
tanto agruparlas, como mencionarlas todas. Algunas podrían
presentarse
como 'miedos': miedo a las dificultades, a las nuevas situaciones, al
fracaso, a la responsabilidad, a hablar en público,... , algunas de
ellas debidas, según las mismas emprendedoras, a una inseguridad
causada
por la falta de formación específica y por un desconocimiento del
sector. También es importante la falta de experiencia: como
empresaria,
en el trato con clientes, en el sector,... Otras podrían considerarse
características positivas demasiado acentuadas, fortalezas
expresadas
como debilidades, lo cual podría ser tomado como una forma de
evitar
destacar factores negativos de su personalidad y dar una imagen
como de
'mujer dura': perfeccionismo en exceso, carácter fuerte, poca
flexibilidad, un extremado gusto por asumir riesgos, demasiada
dedicación, auto-exigencia, excesivo sentido del trabajo,... Como
comentarios a destacar "afán incontrolable de seguir
superándome",
"Espero para los demás lo que yo deseo para mí", "querer controlar
yo
todo", "difícil negociar conmigo" y "un poco dura". Lo cual
contrasta
con una imagen completamente opuesta que algunas
emprendedoras dan de
ellas mismas al definirse como sentimentales, inseguras, sensibles,
e
incluso "hipersensibles", preocupadas, poco agresivas, ...
Algunas emprendedoras tachan la disciplina de característica
negativa,
mientras que otras hablan de la disciplina como una fortaleza de su
persona. También destacan, como características negativas, la falta
de
previsión, la precipitación la mala administración, ...
Los expertos consideran como características negativas más
importantes
la impaciencia, la rapidez, querer ver los resultados desde el
principio
y la falta de tiempo para madurar la idea. También inciden en los
problemas derivados de las cargas familiares: la falta de tiempo de
dedicación a la empresa, la tendencia al agobio por responsabilidad
de
cargas,... Se produce un contraste con la opinión de las
emprendedoras,
ya que además de no mencionar la familia, consideran como
aspecto
negativo la excesiva dedicación a la nueva empresa creada. Se da
otro
contraste entre los propios expertos, ya que algunos califican de
característica negativa el exceso de ilusión y de entusiasmo,
mientras
otros lo hacen con el desencanto, el desánimo y el pesimismo.
Consideran
también importantes las siguientes características: los 'miedos' en
general y la inseguridad que éstos ocasionan, la falta de seguridad
en
sí mismas, la falta de autoestima, la falta de formación en gestión
empresarial, el poco espíritu de riesgo,...
En cuanto a los comentarios de las mujeres emprendedoras,
destacan los
de aquellas que tienen hijos pequeños, que coinciden en solicitar
ayudas
económicas, financiaciones y subvenciones para guarderías y
canguros; ya
que según dicen ellas mismas esto les permitiría una mayor
dedicación a
la empresa creada, y las probabilidades de éxito de dicha empresa
serían
también mayores.
En el apartado de las competencias que debe poseer una mujer
emprendedora que crea una empresa, sobresalen por encima de las
demás
las relacionadas con la formación: en la gestión de los recursos de
la
empresa (humanos, técnicos,...), aprendizaje continuo,
comunicación y
relaciones públicas, conocimiento del mercado,... Los expertos
consideran también importantes la planificación, coordinación y
capacidad organizativa, así como los dotes de liderazgo, la
confianza en
sí misma, la constancia, responsabilidad y capacidad de riesgo.
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