Nunca dejará de necesitar vacunas: Hoja informativa sobre la vacunación en adultos Saving Lives: Salvar vidas: integración Integrating de las vacunas Vaccines for para adultos Adults Into en la atención de rutina Care Routine Importancia de la vacunación ■ L as vacunas son muy efectivas para prevenir el sufrimiento y los costos asociados con las infecciones que se pueden prevenir con vacunas, como la gripe, la enfermedad neumocócica, el virus del papiloma humano (human papillomavirus, HPV) y la hepatitis B. ■ A lgunas de estas enfermedades no tienen cura, y todas ellas pueden causar problemas de salud tremendos, incluido el cáncer. ■ La mayoría de los estadounidenses que mueren cada año a causa de enfermedades que se pueden prevenir con vacunas son adultos. Información sobre las enfermedades prevenibles con vacunas ■ La ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ gripe se contagia fácilmente de una persona a otra, y cada año causa una cantidad sustancial de muertes y hospitalizaciones en los EE. UU. A proximadamente 5,000 estadounidenses mueren cada año por enfermedad neumocócica invasiva. Las bacterias neumocócicas pueden invadir los pulmones, el torrente sanguíneo, el cerebro y la médula espinal, causando una serie de enfermedades distintas, entre ellas neumonía, intoxicación de la sangre y meningitis. os de las cepas del virus del papiloma humano (HPV) que cubre la vacuna contra el HPV causan alrededor del 70 por D ciento de los tipos de cáncer de cuello de útero. El HPV también está asociado con otros tipos de cáncer genital y oral. A l menos la mitad de todos los adultos sexualmente activos se infectarán con el HPV en algún momento de su vida; el 80 por ciento de todas las mujeres estarán infectadas al cumplir los 50 años. Aproximadamente el 90 por ciento de las personas no vacunadas que estén en contacto en la casa con una persona infectada contraerán varicela. No hay un tratamiento específico para las personas que tienen el virus de la hepatitis B. L a hepatitis B es una “enfermedad silenciosa” que a menudo afecta a las personas sin hacer que se sientan enfermas pero, aun así, mata a más de 5,000 estadounidenses al año. La hepatitis B es una de las principales causas de cirrosis hepática crónica y una causa conocida de cáncer de hígado. Alrededor del 15 por ciento de las personas con hepatitis A requieren hospitalización en los EE. UU. cada año. A proximadamente el 20 por ciento de las personas con sarampión sufren una o más complicaciones. Estas complicaciones son más frecuentes en los adultos mayores de 20 años. A lrededor de un millón de estadounidenses contraen herpes zóster (culebrilla) cada año; al menos 2 de cada 10 contraerán esta enfermedad en algún momento de su vida. E l dolor asociado con el herpes zóster puede comenzar entre dos y cuatro días antes de que aparezca la erupción y puede durar semanas, meses o incluso años después de que desaparezca la erupción. E l dolor del herpes zóster ha demostrado afectar la capacidad funcional de una persona en un grado similar a la insuficiencia cardíaca congestiva, un ataque cardíaco, la diabetes o la depresión grave. L as madres son la fuente de contagio de casi un tercio de los casos de tos ferina (coqueluche o tos convulsa) en niños pequeños menores de un año. Los niños pequeños son quienes corren mayor riesgo de muerte a causa de la tos ferina. L os casos de tos ferina han estado en aumento en los EE. UU. En 2010, solo en California murieron diez niños pequeños por esta enfermedad. E l tétanos causa espasmos en los músculos de la mandíbula que hacen que se trabe. Aproximadamente el 16 por ciento de los casos informados de tétanos son mortales. Página 1 de 2 www.NFID.org Este sitio web es sustentado por subvenciones educativas irrestrictas otorgadas por GlaxoSmithKline, Merck & Co., Inc. y sanofi pasteur a la Fundación Nacional contra las Enfermedades Infeccionas (National Foundation for Infectious Diseases). Octubre de 2010 Nunca dejará de necesitar vacunas: Hoja informativa sobre la vacunación en adultos Con qué frecuencia se deben recibir las inmunizaciones/Cuántas dosis Algunas vacunas son necesarias todos los años; otras se administran solamente una vez y brindan protección durante toda la vida. Las siguientes son algunas recomendaciones generales sobre la frecuencia con que debe colocarse cada vacuna y cuántas dosis se necesitan: ■ E nfermedad neumocócica: la vacuna generalmente se coloca una vez a adultos de 65 años de edad o más (o a adultos menores de 65 años que fuman o padecen de ciertos problemas de salud subyacentes, como asma). Se recomienda la revacunación en personas con ciertas afecciones de salud o en mayores de 65 años que recibieron la primera dosis hace más de cinco años y antes de tener 65 años de edad. ■ V irus del papiloma humano: las mujeres de 26 años o menos deben recibir una serie de tres dosis a lo largo de seis meses para reducir el riesgo de cáncer de cuello de útero. La vacuna también está aprobada para varones de 9 a 26 años con el fin de reducir su probabilidad de contraer la infección de HPV y contagiarla a sus parejas. ■ Gripe: la vacuna debe administrarse una vez al año, en cualquier momento durante la temporada de gripe. ■ Tétanos/difteria/tos ferina (coqueluche o tos convulsa): los adultos que nunca hayan recibido el refuerzo contra tétanos/difteria/tos ferina (tetanus/diphtheria/pertussis, Tdap) deben recibirlo en la próxima dosis de refuerzo programada de Td, luego continuar con una dosis de Td cada 10 años. ■ H epatitis B: se administra una serie de tres dosis a lo largo de seis meses. También está disponible una vacuna combinada contra la hepatitis A y la hepatitis B. En algunos casos las vacunas también se pueden administrar en un cronograma de cuatro dosis. ■ Herpes zóster (culebrilla): se recomienda una dosis de la vacuna contra el herpes zóster para las personas de 60 años o más. Administración de varias vacunas simultáneas ■ C omo regla general, las vacunas con virus inactivados, como la Tdap, se pueden administrar en cualquier momento antes o después de otras vacunas con virus inactivados o vivos, como la MMR. ■ L as vacunas antigripal y antineumocócica pueden colocarse durante una misma visita al médico. La vacuna contra el herpes zóster y la vacuna antineumocócica no deben colocarse durante una misma visita al médico. ■ L a vacuna contra la hepatitis B puede administrarse simultáneamente con otras vacunas en distintos lugares del cuerpo. ■ H able con su proveedor de atención médica sobre qué vacunas necesita y cuándo debería colocárselas. La seguridad de las vacunas ■ L as vacunas se encuentran entre los productos médicos más seguros disponibles. Algunos efectos secundarios habitu- ales son dolor en el brazo (asociado solamente con las vacunas inyectables) o fiebre leve. ■ L os posibles riesgos asociados con las enfermedades que estas vacunas previenen son mucho mayores que los riesgos potenciales que pueden conllevar las vacunas. ■ N o se puede “contraer” ninguna de las enfermedades mencionadas por recibir la vacuna respectiva. ¡Hágase cargo de su salud! Hable con su médico acerca de qué vacunas puede necestar y asegúrese de tener un registro de inmunizaciones actualizado en su archivo Para obtener más información, visite www.adultvaccination.org Página 2 de 2 www.NFID.org Este sitio web es sustentado por subvenciones educativas irrestrictas otorgadas por GlaxoSmithKline, Merck & Co., Inc. y sanofi pasteur a la Fundación Nacional contra las Enfermedades Infeccionas (National Foundation for Infectious Diseases). Octubre de 2010