2015 Pascual Juan Torres Jose Vargas Dulcinea Villagra Noelia Ética y RSE UCC – San Luis - Las virtudes Cardinales y el desempeño de los administradores Introducción: La idea de progreso generalmente admitida es susceptible de serios cuestionamientos. Dentro de esta idea, el avance tecnológico que se cita, tan asombroso ser, es sin duda impresionante, pero sus beneficios para la sociedad resultan ser más modestos de lo que se piensan e incluso genera graves daños al planeta y al estado de conciencia de los humanos. Es así que, paradójicamente, en el mundo moderno existe sobreabundancia de bienes, al lado de una miseria y pobreza sin precedentes; innumerables inventos de confort, al lado de enfermedades de stress. Industrias e instituciones financieras nunca antes vistas, al lado de índices de desempleo inexplicablemente altos. Esta situación se expresa en la concepción del trabajo como una mercancía y por lo tanto el valor de este obedece las vicisitudes de la oferta y demanda. Teniendo en cuenta esta realidad, el administrador, como profesional, debe promover el cambio en la sociedad desde su labor, independientemente en donde se desenvuelva como tal. Para enfrentar la frialdad con que son vistos hoy los negocios y las organizaciones debe guiarse por un camino que no haga otra cosa que cambiar el esquema poco ético que inunda a la sociedad. Es justamente el camino de la ética y la moral por el que se debe desarrollar todas las tareas, no solo el administrador, si no de todas las personas, para generar el verdadero cambio y dar vuelta el tablero a las situaciones antes descriptas. Enfocándonos en la figura profesional del administrador, su obrar debe estar caracterizado por virtudes para garantizar el bien común a cada paso y a cada decisión tomada en su trabajo. Es por eso que el presente trabajo relaciona las virtudes cardinales (ejes de un comportamiento ético) y el trabajo de un administrador. Primero se darán algunas definiciones importantes, para luego relacionar las virtudes cardinales con las actividades que realiza el administrador en su labor. Se citan algunos casos de comportamientos poco éticos para contrastar lo dicho anteriormente. Finalmente se darán las conclusiones del presente trabajo. 1 “Virtudes Cardinales: Relación y Fundamentos en el Ejercicio Profesional” 1. Concepto de Virtud Virtud es la elevación del ser en la persona humana. La virtud es, como dice Santo Tomás, ultimum potentiae, lo máximo a lo que puede aspirar el hombre, o sea, la realización de las posibilidades humanas en el aspecto natural y sobrenatural. La virtud sencillamente, es el hábito operativo bueno, y un vicio es el hábito operativo malo. El hombre virtuoso es tal que realiza el bien obedeciendo a sus inclinaciones más íntimas. La excelencia ciudadana de los griegos consistía en el cultivo de tres virtudes específicas: valentía, sensatez o moderación y justicia: estas virtudes formaban un ciudadano relevante, útil y perfecto. En La República, Platón añadió una cuarta, la Prudencia, y describió las cuatro virtudes cardinales como: 1. Justicia (virtud fundante/preservante) - conózcase a sí mismo 2. Prudencia (calculativo) - véase el todo 3. Fortaleza (enérgico) - presérvese el todo 4. Templanza (apetitivo) - sírvase el todo Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando alguien comprenda la justicia puede conseguir las otras tres virtudes, y cuando alguien posee del todo las cuatro virtudes es la justicia lo que las mantiene juntas. Platón define como un individuo puede lograr estas virtudes: la prudencia viene del ejercicio de la razón, la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu, la templanza de dejar que la razón anule los deseos, y desde estas, la justicia viene, en un estado en que cada elemento de la mente está de acuerdo con los otros. 2. Hacia un concepto general de virtudes cardinales y sus caracterizaciones 2.1. Virtudes Cardinales - Concepto Genérico Son aquellas sobre las cuales gira toda la vida moral del hombre, es decir, sostienen la vida moral del mismo. No se trata de habilidades o buenas costumbres en un determinado aspecto, sino que requieren de muchas otras virtudes humanas. Estas virtudes hacen al hombre cabal. Podemos relacionar los males contra los cuales reacciona o se enfrenta cada virtud: contra la ignorancia del entendimiento sale al paso la prudencia; contra la malicia de la voluntad, la justicia; contra la debilidad del apetito irascible (potencia con que el alma es llevada a conseguir algún bien arduo o a remover los obstáculos que impiden la consecución o turban la posesión del bien apetecido, las pasiones a las que se refiere son esperanza, desesperación, audacia, temor e ira) la fortaleza; contra el desorden de la concupiscencia (facultad con que el alma codicia los bienes que percibe con los sentidos y huye de los males contrarios, sus pasiones son el amor, odio, deseo, aversión, alegría y tristeza) la templanza. 2 El Cristianismo añadió a estas virtudes las llamadas Virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. 2.2. Conceptos y Descripciones de las Cuatro Virtudes Cardinales 2.2.1. Prudencia Virtud infundida por Dios en el entendimiento para que sepamos escoger los medios más pertinentes y necesarios, aquí y ahora, en orden al fin último de nuestra vida, que es Dios. Virtud que juzga lo que en cada caso particular conviene hacer de cara a nuestro último fin. La prudencia se guía por la razón iluminada por la fe. Abarca tres elementos: pensar con madurez, decidir con sabiduría y ejecutar de la mejor manera. Los medios que tenemos para perfeccionar esta virtud son: preguntarnos siempre si lo que vamos a hacer y escoger nos lleva al fin último; purificar nuestras intenciones más íntimas para no confundir prudencia con dolo, fraude, engaño; hábito de reflexión continua. 2.2.2. Justicia Virtud infundida por Dios en la voluntad para que demos a los demás lo que les pertenece y les es debido. La justicia es necesaria para poner orden, paz, bienestar, veracidad en todo. Los medios para perfeccionar la justicia son: respetar el derecho de propiedad en lo que concierne a los bienes temporales y respetar la fama y la honra del prójimo. La virtud de la justicia regula y orienta otras virtudes: La virtud de la obediencia que nos inclina a someter nuestra voluntad a la de los superiores legítimos. Estos superiores son: los papás respecto a sus hijos; los gobernantes respecto a sus súbditos; los patrones respecto a sus obreros; el Papa, los obispos y los sacerdotes respecto a sus fieles; y en el caso profesional el superior directo (empleador) respecto a su personal (empleados). 2.2.3. Fortaleza Es la virtud que da fuerza al alma para correr tras el bien difícil, sin detenerse por miedo, ni siquiera por el temor de la muerte. También modera la audacia para que no desemboque en temeridad. Tiene dos elementos: atacar y resistir. Atacar para conquistar metas altas en la vida, venciendo los obstáculos. Resistir el desaliento, la desesperanza y los halagos del enemigo, soportando la muerte, si fuera necesario, antes que abandonar el bien. Virtudes compañeras de la fortaleza: magnanimidad (emprender cosas grandes en la virtud), magnificencia (emprender cosas grandes en obras materiales), paciencia (soportar dificultades y enfermedades), longanimidad (ánimo para tender al bien distante), perseverancia (persistir en el ejercicio del bien) y constancia (igual que la perseverancia, de la que se distingue por el grado de dificultad). 3 2.2.4. Templanza Virtud que modera la inclinación a los placeres sensibles de la comida, bebida, tacto, y demás. Para lo referente al placer desordenado del gusto, la templanza me dicta la abstinencia y la sobriedad; y para lo referente al placer desordenado del tacto: la castidad y la continencia. Virtudes compañeras de la templanza: humildad, que modera mi apetito de excelencia y me pone en mi lugar justo; mansedumbre, que modera mi apetito de ira. 3. El desempeño del administrador Según Lussier y Achua (2008), “liderazgo es el proceso de influencia de líderes y seguidores para alcanzar los objetivos de la organización mediante el cambio”. Ahora bien, Bennis y Nanus (2008), sostienen que “nunca antes tanta gente había escrito tanto para decir tan poco, ya que todos los conceptos o definiciones parece remitir a lo mismo, dejando casi siempre un vacío en lo que al componente ético-moral se refiere, el cual por ser un elemento aplicado por y para humanos, le corresponde como tal llevar en sí mismo, así como, tomar en consideración los elementos éticos respectivos”. Básicamente la actividad del administrador influye directa o indirectamente a otras personas, haciendo evidente que las concepciones antes descritas son aplicables no solo al liderazgo ejercido en general por cualquier persona y en particular por los administradores, sino también a las demás tareas propias que se le atribuye desde la evolución de las organizaciones y el desarrollo propio de la disciplina administrativa. “Poco se le ha dedicado en los campos del saber humano tanto académico como en el área empresarial, al estudio, así como a la investigación de la dimensión ética que debe poseer el líder, como elemento clave fundamental para hacer del mismo un ser que lleve a las personas que se encuentran bajo su dirección al logro de los objetivos organizacionales, con eficacia y eficiencia pero, con valores éticos que hagan sostenible en el tiempo, tanto al líder como a la organización que dirige” añaden Bennis y Nanus. Muchos han sido los casos que conoce la historia de personajes que por su magnetismo, carisma, facilidad de expresión entre otras virtudes, han movilizado a las masas o a su grupo de empleados y gerentes, en favor de una causa, estrategia y acciones las cuales después de cierto tiempo, terminan por derrumbarse producto de la poca solidez humana y moral tanto del líder, como de las mismas acciones que este empuja a realizar, tales actos por su poca consistencia ética hacen que todo lo construido se venga abajo como castillo de naipes. A manera de ejemplo, basta recordar el caso de Hitler, Napoleón, Mussolini, en el campo político, Kennteh Lay, el ex director ejecutivo de Enron, Calisto Tanzi, ex presidente de Parmalat, Joseph Berardino, ex director ejecutivo de Arthur Andersen y Bernard Ebbers ex director ejecutivo de las empresas World com, en el ámbito empresarial, entre otros altos ejecutivos envueltos en casos similares, los cuales por su falta de ética así como de virtudes en la conducción de sus respectivos negocios, llevaron los mismos a la quiebra y a algunos de los gerentes mencionados a la cárcel. 3.1 El desempeño del administrador y las virtudes cardinales 4 Prudencia: debe ser la virtud que debe guiar en todo momento al administrador, en cada decisión que toma y en cada acción que ejecute. Como virtud que hace que el hombre distingue la acción más razonable en cada situación (Aristóteles), el administrador debería elegir las mejores alternativas que se le presenten, teniendo en cuenta las consecuencias de cada una. Prestando atención, no solo a los efectos directos que le caerían sobre sus hombros, si no también, cómo afectaría a su entorno (colegas, familia, amigos, sociedad). Cuando no se practica esta virtud, se toman decisiones que pueden afectar de manera negativa a otras personas, entidades e incluso países enteros. Como es el caso del escándalo ético de la manipulación de los libros contables por parte de la empresa Enron y su auditora Andersen. Justicia: es la virtud que debe disponer un administrador, para darle a los demás lo que les pertenece y les es debido, respetando los derechos de las personas, incluidos los derechos de propiedad en lo que concierne a los bienes temporales, respetar la fama, honra de cada una de las personas y establecer relaciones humanas en armonía que promuevan la equidad respecto a las personas y al bien común. Debe velar por la paz, el orden, el bienestar y la veracidad en todo. Esta virtud marca a un administrador de modo que los inclina a someterse a la voluntad de los superiores. Fortaleza: ésta virtud es la que da fuerza al licenciado en administración para conseguir un bien determinado el cual parece dificultoso alcanzarlo, es la fuerza que le da al profesional la voluntad para superar todos sus miedos e incertidumbres. Tiene dos elementos como se dijo: atacar y resistir. Atacar para conquistar metas altas en la vida, venciendo los obstáculos. Resistir el desaliento, la desesperanza y los contratiempos del enemigo, soportando diversos daños tanto físicos como psicológicos si fuera necesario, antes que abandonar el bien querido. La fortaleza, le da firmeza a la personalidad de un administrador, le da seguridad a la hora de tomar una decisión cuando sabe que lo que está eligiendo es lo correcto y lo mejor para el bienestar de la organización. Si, el profesional se encuentra en ausencia de esta virtud, no sabrá defender su posición y decisión tomada, perderá seriedad en sus opiniones, perderá respeto; hasta llegar a un punto en que ya no sepa qué decisión tomar o que hacer sin dudar totalmente de lo que piensa y sepa: por más conocimiento y prácticas que haya acumulado en su carrera profesional. Templanza: el licenciado en administración nunca debe perder la humildad que lo define, donde todas las personas somos iguales y no hay nadie que sea mejor que él, ni él es mejor que nadie. Debe reflexionar que su función es dentro de la organización, compuesta por personas, pero no es dueño de las mismas. A su vez, el deseo de tener más éxito no se debe dejar llevar por la codicia; puede soñar con crecer, alcanzar puestos más altos, pero sin perjudicar a sus compañeros/colegas. También, debe pensar sus decisiones con claridad y objetividad; por ejemplo, en el caso de darle un ascenso a un empleado, las emociones no deben influir, porque puede ser que se lo 5 dé a alguien que sea su amigo pero no lo merezca tanto como otro empleado con el que no tiene tanta relación. 4. Falta de Ética en Organizaciones y Profesionales a. Caso Enron: Balances Contables Enron Corporation Pasó de ser una pequeña empresa de gas al séptimo grupo empresarial de mayor valor en EEUU en cuestión de 15 años (1986 – 2001). A mediado de 2001 empleaba cerca de 21.000 personas en 40 países. Su compleja estructura corporativa de más de 3.000 sociedades unidas a través de integraciones empresariales (Holdings), hacía casi imposible auditar mediante métodos convencionales y permitía ocultar y “maquillar” resultados. Las acciones de la empresa en Wall Street cayeron en muy poco tiempo de 85 a 30 dólares cuando se hizo público que ENRON maquillaba en sus balances financieros las gigantescas pérdidas que había sufrido. Luego de ello colapsó. Para éste caso en particular, dado la falta de ética clara se dan en consecuencia la falta de virtudes cardinales: primordialmente la de prudencia y templanza. La prudencia porque no existe el fin de obrar bien y según los principios morales, las decisiones tomadas por los profesionales no siguieron los principios de la recta razón y de los actos buenos (su fin y objeto son malos); no se obró prudentemente. Y templanza porque virtudes que la acompañan como la humildad no fue buscada, la falta de simpleza y honestidad en el trabajo fueron omitidas, la consecución a los placeres mundanos como el enriquecimiento con fines ilícitos fueron los que primaron. b. Caso OfficeMax: falta de Ética en el uso de la Base de Datos Actualmente, las empresas por medio del e-commerce buscan incansablemente más y más datos sobre sus clientes; con el objeto de llevar a cabo sus estrategias de ventas y marketing. A continuación, el caso de OfficeMax: Según relata un artículo de la revista estadounidense The New Yorker, una familia recibió una carta procedente de la cadena de artículos para oficina OfficeMax. Esto no es poco común, pero sí el hecho de que el correo promocional estaba dirigido a “Mike Seay/Hija muerta en accidente automovilístico/O asunto actual”. Efectivamente, Ashley Seay fue víctima fatal de un accidente en abril de 2013, pero ¿por qué lo sabe la empresa y por qué envió una carta etiquetada de esa manera? El señor Seay, comprensiblemente ofendido, contactó la compañía por medio de su call center. En la llamada le dijeron que su historia era “imposible”. Pero una vez que el caso se dio a conocer a los medios, Office Max publicó su postura oficial por medio de NBC: 6 “Sentimos mucho que el Sr. Seay y su familia recibieran este correo de nuestra parte, y nos pondremos en contacto con el Sr. Seay para darle nuestras más sinceras disculpas por este desafortunado incidente. Este correo publicitario es resultado de una lista de distribución rentada a un tercero. Nos hemos puesto en contacto con esta empresa para investigar qué sucedió. De acuerdo a una investigación preliminar realizada hoy, creemos que se trata de un error, y estamos continuando la investigación”- Nicole Miller. Este mensaje, sin embargo, no cumple las dos cosas que el Sr. Seay pide: una disculpa por parte del CEO y una explicación sobre cómo y por qué se cometió el error. Es probable que finalmente las obtenga, dado que su caso ha obtenido atención de los medios. Sin embargo, es solamente la punta del iceberg. Como apunta The New Yorker en su reportaje sobre el tema, existe una rama del marketing llamada life-stage marketing, que se basa en conocer los eventos importantes y traumáticos de los consumidores para así ofrecerles exactamente lo que necesitan. Por ejemplo, si una tienda departamental sabe que vas a casarte, puede ofrecerte su mesa de regalos. Esto puede funcionar si todo sale bien, pero ¿qué pasa cuando una mujer embarazada pierde a su bebé antes de que le llegue el folleto con ropa para recién nacido?, ¿o si una pareja cancela su matrimonio? Una empresa de papelería puede acabar obteniendo información que no es en absoluto relevante para sus esfuerzos de ventas. Se observa la falta de Fortaleza. La fortaleza ya no como una virtud, sino como un mal uso de la misma. El ánimo y la voluntad de la empresa por querer conseguir su bien (la venta por medio del life stage marketing) sin importar la personalidad del cliente hizo que el fin de sus actos fuera totalmente ilícito. c. Caso Ivan F. Boesky A mediados de los años ochenta, el diligente Boesky había acumulado una fortuna personal que se estimaba en más de 400 millones de dólares y era el CEO o principal ejecutivo de una gran compañía de servicios financieros. Dentro de los círculos financieros, Boesky había adquirido fama por sus extraordinarias habilidades en materia de arbitraje, el arte de encontrar diferencias entre los precios a los que se están vendiendo los valores financieros en los diferentes mercados mundiales, y lucrar al comprar los valores donde su precio es bajo y venderlas donde su precio es alto. El 18 de diciembre de 1987, Boesky fue sentenciado a tres años de cárcel y al pago de una multa de 100 millones de dólares por beneficiarse ilegalmente de “información confidencial”. Según los expedientes de los tribunales, Boesky pagó a David Levine, un amigo que trabajaba en una empresa que tramitaba fusiones y adquisiciones, para que le proporcionará información acerca de compañías que estaban a punto de ser adquiridas por otra parte (generalmente una corporación) por una cantidad mucho mayor que el precio actual de sus acciones en la bolsa. Utilizar información privilegiada es un delito en EEUU. Este es un ejemplo claro de la falta de prudencia de una persona, este inversor ya poseía todos los bienes materiales que una persona pudiera querer. 7 d. Caso: El escándalo de la carne de caballo en Europa A mediados de enero de 2013 aparecieron los primeros indicios de que se estaba sustituyendo la carne de vacuno por carne de caballo en hamburguesas y otros productos alimenticios sin advertirlo. En el Reino Unido varias cadenas de supermercados retiraron varias gamas de hamburguesas y muchas empresas de alimentación europeas llevaron a cabo comprobaciones de ADN en sus productos para verificar sin contenían el correspondiente a los equinos. En bastantes casos así fue aunque, por lo general, en pequeñas cantidades. Sin embargo, los resultados señalaron que un tipo de lasaña de carne de vacuno congelada de Findus, un gigante de la industria alimentaria, contenía casi el 100% de carne de caballo. Findus anunció que demandaría a Spanghero, la compañía francesa que les suministraba carne para fabricar lasaña. A su vez, Spanghero anunció que demandaría a sus proveedores rumanos. La popular empresa de muebles y decoración IKEA decidió retirar preventivamente las albóndigas suecas Köttbullar de todas sus tiendas y restaurantes en Europa, tras descubrirse carne de caballo en restaurantes de sus filiales checas. En 2007 la Unión europea había tomado medidas preventivas al haberse detectado una la anemia infecciosa equina en Rumanía. El comercio europeo de caballos vivos bajó pero aumentó el de carne de caballo congelada. El problema se extendió a Irlanda y a otros países europeos, dando lugar a lo que ya se conoce como el ‘escándalo de la carne de caballo’ (meathorse scandal). A mediados de febrero, Nestlé, la mayor empresa productora de alimentos del mundo, procedió a retirar del mercado de España e Italia raviolis y tortellinis de ternera de la marca Buitoni al detectar en ellos un porcentaje superior al 1% de carne de caballo. El problema ético más evidente de este caso es un fraude en el etiquetado. El vendedor tiene más información que el comprador y el consumidor, y estos últimos tiene que saber qué compran. Si se anuncia productos con carne de vacuno ha de ser verdad. Otra consecuencia, aunque no menor, es el daño causado a los productores de vacuno. En estas situaciones cunde la desconfianza y la gente opta, al menos por algún tiempo, por no consumir productos con carne que pueda estar adulterada. Pagan justos por pecadores. El obrar desinteresado y egoísta de estas empresas dieron como resultado las consecuencias antedichas. La falta de prudencia y diligencia en las tomas de decisiones de los profesionales a cargo de tales compañías, hizo o generó como externalidad negativa que lo productores de carne vacuna perdieran cuotas de mercado a causa de la desconfianza. 5. Conclusiones El presente trabajo explícito las necesidades de comportamientos más éticos en los administradores y dirigentes de una sociedad. Teniendo en cuenta los casos descriptos, no se trata de un tema menor o sin importancia, promovido por sectores que quieran obtener algún beneficio y/o perjudicar a alguien con el giro a un paradigma ético de la administración. Se trata del grito de sed de ética que tiene la sociedad, y que le exige a todos las actores partícipes en la misma, para que no vuelvan ocurrir sucesos tan indignantes como las antes citados, y así combatir, al menos, uno de los escándalos éticos que inundan al mundo hoy en día (Bernardo Kliksberg) Se hace menester realizar aproximaciones a lo que podría ser el desarrollo de administradores éticos los cuales cultiven las virtudes cardinales como la prudencia, templanza, fortaleza y la 8 justicia, elementos necesarios para llevar a sus organizaciones o grupo humano, al logro de sus objetivos y metas, de una manera sostenible en el tiempo, así como para convertirse en ejemplo para sus seguidores por la coherencia y congruencia de sus actos con los valores que los mismos declaran. 6. Bibliografía ● ● ● ● ● ● ● http://www.expoknews.com/un-caso-dramatico-de-falta-de-etica-en-bases-de-datos/ http://blog.iese.edu/eticaempresarial/2013/02/ Ética en los negocios, conceptos y casos - Manuel Velazquez (2000) Ética en los negocios - Dr. Luis Bartersi Langhi http://es.catholic.net/op/articulos/2585/cat/383/las-virtudes-morales-ocardinales.html Las Virtudes fundamentales - Josef Pieper, 3ra edición (2010) Código de Ética- CPCE de San Luis. 9