Arte del Barroco. Aspectos generales

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Arte del Barroco. Aspectos generales
- Características formales: Lo primero que define el estilo es su naturalismo, su
intento de verosimilitud, su búsqueda en los principios del mundo sensible de su
vocabulario estilístico. Nunca se alejan de la realidad, la transforman, la alegorizan o
la convierten en símbolo pero se describe con los principios racionales que la nueva
ciencia empezaba a definir en aquellos momentos.
En aquellos momentos
se empieza a resquebrajar
todo el edificio teológico
que había sobrevivido a
duras penas durante el
Renacimiento. La ciencia
que soportaba aún en el
Renacimiento
su
vinculación a la Teología y
a todo aquello que remitía
a lo trascendente se
seculariza. Hombres de ciencia como Francis Bacon, Galileo Galilei, Johannes
Kepler, René Descartes o Sir Isaac Newton independizan el método científico
basado en la experiencia y el raciocinio de todos aquellos aspectos que la ataban a la
interpretación del mundo en clave religiosa o bíblica.
Pues bien, los artistas del Barroco son hombres apegados a la tierra, a lo real. La
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luz es luz real, los movimientos y los cuerpos son cuerpos reales; todo respira una
descripción rigurosa de la realidad.
Ahora bien, la realidad es alegórica, refleja el mundo divino. Es decir, no hay
dos mundos, uno de las Ideas y real y otro de las apariencias y sensible. Éste último
absorbe al anterior tanto en forma como en contenido. Es el mundo sensible el que
describe a Dios, por eso se habla del Barroco como del estilo que refleja una
Realismo trascendente, una visión metafísica del mundo.
Este naturalismo no implica la
desaparición del cuadro religioso. Antes
bien, al contrario, en países meridionales
como España o Italia adquiere una
preponderancia extraordinaria. Existen
cientos de cuadros con apariciones,
exaltaciones de santos o fenómenos
divinos. El rompiente de gloria - aquello
que aparecía en algunos cuadros
manieristas, p. ej. El Greco, en la mitad
superior del lienzo y que representaba el
mundo divino- se convierte en el Barroco
pleno en uno de los motivos más
repetidos pero tratado siempre como si
las luces o los personajes que aparecen
dentro fuesen iluminados o se moviesen
dentro de las leyes del mundo sensible.
- En segundo término se define como un arte de contrastes. Por un lado, es el
arte de la mística, de la religiosidad interior del hombre y de los movimientos más
desapegados de la vida mundana de este siglo. Existen artistas en todos los campos
que realizan verdaderas experiencias místicas en el campo de las artes. Es el caso de
algunos cuadros de Rembrandt, Mateo Cerezo o Lubin Baugin, Quevedo en poesía
o Bach o Saint-Colombe en música. Por otro, el arte del jolgorio, de la teatralidad,
del efectismo, de lo sensacional y de la imaginación desbordante, como es el caso de
las iglesias bávaras de fines del siglo XVII o comienzos del XVIII, o de las
composiciones pictóricas de Pedro Pablo Rubens o Pietro da Cortona, o de la poesía
de Luis de Góngora o el teatro de Calderón, o la música de Vivaldi o Haendel. No
hay regla fija puesto que la visión más intimista convive con la espectacularidad y
propaganda principesca. De ahí su complejidad.
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- Complejidad que viene apoyada por la división religiosa y social de Europa en
dos mitades que se diferencian paulatinamente: un mundo católico y señorial en el
Sur, con Francia, Italia, sur de Alemania, Flandes, Portugal y España a la cabeza,
y un mundo protestante y socialmente más diversificado, burgués y incipientemente
capitalista representado por el norte alemán, Inglaterra, Holanda y países nórdicos.
Evidentemente las necesidades artísticas de estas naciones son diferentes. De modo
que en España, por ejemplo predomina el arte cortesano o el arte religioso para las
órdenes religiosas, mientras que el arte holandés es un arte realizado para las clases
medias acomodadas y burguesas, lo que provoca en muchos casos unas diferencias
notorias.
- El arte barroco es un arte que conlleva la prolongación del espacio que ocupa el
objeto artístico, es decir, el principio del espacio coextenso, la necesidad de
prolongar hacia el infinito las líneas o los espacios definidos por la obra de arte. Por
ejemplo, en los frescos ilusionistas que se colocan en los bóvedas y que primero con la
"cuadratura" -decoraciones de arquitecturas fingidas que prolongan el espacio
arquitectónico real- y con la abertura en el techo al cielo donde revolotean y se
arremolinan los santos, ángeles o las alegorías. O por ejemplo, el carácter de
escenografía de un palacio barroco que sirve como telón de fondo a unos jardines
inmensos que se prolongan hasta el horizonte, como en Versalles.
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- Otra característica fundamental del Barroco es que es el arte del movimiento,
para evocar la sensación de temporalidad o de espacialidad. "La mirada fugitiva, el
gesto momentáneo, los aspectos cambiantes de la naturaleza hablan de
transitoriedad, de mutabilidad, del paso fugaz del tiempo"1
Nada permanece, todo se mueve. Frente al monumentalismo y serenidad de la obra
renacentista, la belleza basada en el equilibrio y en la simetría, el artista barroco
busca efectos visuales aparatosos, luces cambiantes y composiciones con diagonales en
profundidad o serpenteantes.
- La Luz es otro de los componentes
esenciales del arte barroco. La luz
aparece como elemento definidor de las
imágenes de un cuadro, o se presenta la
luz natural de un edificio de modo que
ilumine una escultura determinada o un
espacio concreto. Uno de los mejores
ejemplos lo constituye el Transparente de
la Catedral de Toledo. Siempre con un
carácter simbólico, como máxima
expresión de la imagen de Dios. Dios es
luz y por ello se manifiesta de este modo
en cuadros, edificios o esculturas.
Tanto el uso de la luz como el
movimiento producen un arte ilusionista,
teatral y retórico, a veces grandilocuente,
a veces intimista pero que lleva una gran
carga de teatralidad. No conviene olvidar que el fenómeno barroco en las artes por
excelencia fue el teatro, verdadero impulsor de la estética barroca en todo el
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continente. Y algo de ese carácter escenográfico se trasmitió al resto de las artes2.
Frente a esa teatralidad el fenómeno contrario, el intimismo y el misticismo.
- Por último, la Antigüedad clásica como modelo pervive a lo largo de todo el
siglo como una corriente en algunos
momentos paralela al mundo del Barroco.
Es lo que conocemos hoy en día como
Clasicismo barroco, cuya máxima expresión
se halla en Roma y a partir de la segunda
mitad del siglo XVII en Francia, en la
corte de Luis XIV. Se toma como modelo
el arte del Renacimiento, se estudia y se
compara con los nuevos conocimientos
arqueológicos de la Antigüedad y por
último, se purifica ese renacimiento de
modo que nos encontramos con un arte
mucho más sereno, más estable y que
tenemos que asociar al surgimiento de las
Academias de Bellas Artes y su intento
por normativizar y establecer reglas
universales para las diferentes artes. Son
artistas que no sucumbieron al hechizo de
la ilusión y la fertilidad imaginativa del Barroco.
CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LA ARQUITECTURA
- La arquitectura barroca es una arquitectura profundamente plástica. El
edificio se concibe como una verdadera escultura, como si fuera excavado. Suele
aparecer rodeado de una
aparatosa escenografía y el
exterior del edificio así como su
interior aparece unificado en
todos sus aspectos.
- Tanto en planta como en
alzado, los edificios buscan el
movimiento. En las plantas, la
típica planta centralizada del
Renacimiento, es sustituida por
plantas
estrelladas,
con
entrantes y salientes, lados
cóncavos junto con otros
convexos, plantas ovaladas u onduladas. No hay regla fija, así Borromini utiliza una
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planta en forma de abeja (¡!). En alzado nos hallamos con los mismos principios:
fachadas cóncavas o convexas, onduladas, con fuertes contrastes de luz y sombra
provocados por entrantes y salientes en las
fachadas.
- El vocabulario ornamental procede del
clásico pero se usa arbitrariamente. Los
frontones que se colocan encima de los vanos o
de las portadas y fachadas se quiebran y se
enroscan en sí mismos. Aparecen nuevos
órdenes arquitectónicos como el orden gigante que ya había sido utilizado por Palladio en el
último renacimiento y que consiste en unas
columnas o pilastras de tal tamaño que se
prolongan en varios pisos. El segundo es la
columna salomónica, de tanto éxito en los
retablos churriguerescos en España, aquella
cuyo fuste se retuerce. En muchos casos todo
los edificios aparecen recubiertos de decoración,
caso siempre vegetal -los neoclásicos la llamaban
"hojarasca y follaje".
- Hay una mezcla constante de todas las Bellas Artes, en especial la
arquitectura, la escultura o la pintura. Todas ellas aparecen unificadas y unas se
prolongan en otras.
- Las tipologías características del Barroco son dos: la iglesia o monasterio -por
supuesto, en el mundo católico- y el Palacio cortesano, característico de la época.
En ambos casos aparecen siempre en grandes plazas como telón de fondo teatral del
"teatro del mundo". O bien, rodeados de inmensos jardines, que en este periodo
tiene un desarrollo enorme, y que prolongan "infinitamente" las perspectivas de
palacios e incluso iglesias. Siempre subyace como arte que unifica el teatro, el efecto
teatral, de escenografía.
EN ESPAÑA, el Barroco se desarrolla en tres etapas. De todos modos
conviene señalar que nunca es tan complejo como el arte barroco romano o el de los
países germánicos.
Estructuralmente suelen ser edificios sencillos, sin usar plantas o alzados complejos.
Lo que destaca a partir de mediados del siglo XVII es la profusión decorativa, el
exceso de ornamentación, realizada con materiales endebles como escayola -o estucomadera dorada,... Incluso en el barroco español algunas de las estructuras de los
edificios usan estos materiales. Por ejemplo, la cúpula encamonada, realizada en
madera y que se extiende por todo el arte de nuestro país.
Los tres periodos se dividen en tres etapas cronológicas:
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1) Escurialense o herreriano (hasta la década de los veinte del siglo XVII).
Realizada por los seguidores y compañeros de Juan de Herrera en El Escorial.
Suelen ser edificios muy sencillos en su decoración -en todo caso, un bajorrelieve por
encima de la entrada, un óculo dentro del tímpano que remata la fachada, y la
típica decoración de bolas en el remate de dicha fachada-. Por ejemplo, la fachada
de las Descalzas Reales de Madrid, o del convento de la Encarnación (Madrid), o
las iglesias de Lerma (Burgos), o el convento de San José de Ávila. Entre los
edificios civiles destaca la Plaza Mayor de Madrid o el Ayuntamiento de Toledo.
2) Barroco pleno (desde los años veinte hasta los ochenta del siglo). Más o menos
es el estilo descrito en los párrafos anteriores. De todos modos los elementos
decorativos descritos no aparecen recubriendo totalmente el edificio.
3) Estilo churrigueresco (años ochenta del siglo XVII- mediados del siglo
XVIII). El nombre proviene de una estirpe familiar de decoradores y arquitectos,
los Churriguera, con los que se identificó el estilo por los neoclásicos. Es una
auténtica explosión decorativa. No dejan apenas resquicio para los espacios vacíos, en
especial en las trazas de los retablos. Ejemplo, de ello son la Plaza Mayor de
Salamanca, o los Sagrarios de las Cartujas de El Paular (Madrid) o de la de
Granada, o la fachada del actual Museo Municipal (Madrid). Paralelo a este estilo,
los reyes introducen lentamente el estilo más reposado, equilibrado y sereno del
clasicismo romano y francés en los diferentes palacios que los Borbones construyen o
rehacen a lo largo del siglo XVIII.
CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LA ESCULTURA
- En Europa predomina una escultura supeditada a los efectos deslumbrantes de
los edificios donde se insertan. Su característica fundamental es el movimiento, el
dramatismo, la expresión, o la violencia. Son
obras que aparecen en éxtasis, o arrebatados
por el amor o el odio de Dios o de los dioses.
- Los materiales usados son el mármol y
el bronce. En muchos casos se mezcla la
piedra con el metal para dar o jugar con el
colorido que dan los diferentes materiales.
No están policromados. La talla en madera
o la terracota quedan circunscritas a
regiones especiales de Europa. Por ejemplo,
la primera predomina absolutamente en
España y el sur alemán; la segunda al norte
italiano, a la Lombardía.
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EN ESPAÑA existe un absoluto dominio de la talla para los retablos o para los
pasos procesionales que adquieren en este periodo una importancia manifiesta.
Existen dos escuelas: la castellana, centrada en la Corte, Madrid y en la ciudad de
Valladolid; y otra andaluza, con dos focos, la sevillana y la granadina. La primera es
mucho más patética, más expresionista y dramática; la segunda por el contrario,
refleja una serenidad mayor, un sentimiento más recogido, y una frescura y una
lozanía que la aleja de los modelos castellanos.
1.
MARTIN, John Rupert. Barroco. Bilbao: Xarait, 1986, p. 26. Se puede ver
constantemente en los cuadros o en las esculturas de la época. Las figuras
nunca aparecen estáticas en equilibrios, aunque sean inestables. Están en
pleno movimiento: las ruecas giran en los cuadros, los personajes se
difuminan en las esculturas y las plantas de los edificios mezclan zonas
rectas con curvas ayudando a esa cambiante inestabilidad de la atmósfera
del arte barroco.
2.
Por ejemplo, el cine actual ha producido alguna película que refleja
perfectamente ese momento histórico como Cyrano de Bergerac o Toutes le
matins du monde. La primera de ellas además comienza con una representación
teatral.
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