Autoconsumo. Un Real Decreto carente de visión que perjudica a los usuarios domésticos y a las pymes. El Autoconsumo, en contra de los temores del Ministro Soria, no es una herramienta que haga insostenible el sistema eléctrico El Colegio de Ingenieros Industriales entiende que el Proyecto Real Decreto, en tramitación, que regula el suministro y la producción eléctrica con autoconsumo dificulta e incluso impide el desarrollo del autoconsumo de energía eléctrica procedente de energías renovables, en contra de lo que debería ser una política de eficiencia energética según recomienda la Unión Europea. Estamos hablando de la utilización de las energías renovables, fotovoltaica y minieólica para la producción de energía eléctrica que en su mayor parte es consumida en la misma instalación en la que se produce: el pequeño consumidor, por lo general doméstico que instala unas placas fotovoltaicas ajustadas a su ponencia para producir, a un precio más barato que el de su factura eléctrica, electricidad que el mismo consume aunque en algunas horas pueda tener sobrante de energía que entregaría a la red; o la pyme que instala placas fotovoltaicas o pequeños aerogneradores que le permiten producir electricidad un precio más barato con lo que gana en eficiencia energética y competitividad. Esta actividad denominada genéricamente Autoconsumo es la que pretende regular el citado Real Decreto. Estas tecnologías tienen dos ventajas fundamentales: se utilizan los recursos naturales, las energías renovables, y se consigue un ahorro en la factura eléctrica y en las pymes se aumenta la competitividad. Ambas son consecuencias muy importantes, ahora y de cara al futuro. El desarrollo de estas tecnologías venía dificultado hasta el presente por la regulación y por los elevados costes de las instalaciones que las hacían poco interesantes; sin embargo, la tecnología ha avanzado, los costes se han reducido y estamos en el punto en que su rentabilidad las hace aconsejables. Aunque dicho así parece una cosa simple no deja de tener bastante complejidad técnica y administrativa por lo que necesita de una adecuada regulación que favorezca su implantación de una forma ordenada. Así lo ha entendido la Unión Europea que cuando habla de Eficiencia Energética cuenta con el Autoconsumo como un factor relevante para conseguirla y muchos países hace tiempo que ya han establecido diversos modelos de regulación para fomentarlo. Nosotros circulamos con bastante retraso en este tema, la redacción del nuevo proyecto de Real Decreto por el que se establecen las condiciones administrativas, técnicas y económicas de las modalidades de suministro de energía eléctrica con Autoconsumo y de producción con Autoconsumo, es poco clara y entendible y además está hecha de forma que desincentiva e incluso impide su desarrollo . En primer lugar casi la totalidad de los 25 millones de pequeños consumidores de energía eléctrica tienen una potencia contratada, inferior a 15 KW. La regulación propuesta los engloba en un límite de potencia de hasta 100 KW, a todas luces desproporcionado para estos usuarios tanto más cuanto les exige unas condiciones técnicas y sobre todo administrativas tan complejas que impide disfruten de esta tecnologías al encarecer sensiblemente su coste de forma que, en bastantes casos, el periodo de amortización de la instalación sea superior a su periodo de vida. Situación poco razonable. A los consumidores englobados en la tarifa regulada PVPC y los de tarifa social, más de 15 millones, lisa y llanamente les excluye de su utilización si quieren permanecer en esta tarifa. Es por tanto un error importante tomar la potencia de 100 KW como referencia, como hace el Real Decreto en lugar de 15KW que se ajustaría a las necesidades este tipo de pequeños consumidores y que por otro lado es límite de potencia de las tarifas de consumo que se les aplican. Por tanto es necesario y urgente que la regulación contemple un proceso simplificado aplicable a estos consumidores, estableciendo un umbral de 15 KW, a fin de que, como en otros países, puedan disfrutar de estas tecnologías simplificando los procedimientos de instalación y sobre todo los administrativos. En cuanto a las pymes con potencias inferiores a 100KW también la actual redacción del citado Real Decreto además de ser complicada técnicamente es bastante compleja administrativamente, por lo que difícil prever la verdadera rentabilidad de las instalaciones sobre todo por su elevado coste y la inseguridad que generan los llamados peajes y cargas que se les impondrán a la hora de la facturación. El efecto neto es que unas tecnologías de aprovechamiento de las energías renovables que a futuro deben ser un factor de desarrollo tecnológico e industrial se vean gravemente dificultadas. El Ministro Soria en una conferencia el pasado martes, 30 de junio, decía: "tenemos que tener mucho cuidado que el autoconsumo no se convierta en una herramienta que haga insostenible el sistema eléctrico" indicando que la implantación masiva de estas tecnologías podría desequilibrar técnicamente las redes de distribución o poner en riesgo el equilibrio económico del sector eléctrico. Nada menos cierto, el autoconsumo es una herramienta de futuro y así lo han entendido muchos países que lo fomentan, Si pasamos nuestras fronteras, en Alemania, en el Reino Unido o en otros muchos países, veremos muchos tejados y cubiertas con placas fotovoltaicas. Por otro lado, el coste de las instalaciones, aunque empiezan a ser rentables por sí mismas, y una adecuada regulación moderarían la velocidad de implantación por lo que no deberían generarse extracostes ni desequilibrios al Sistema Eléctrico. No se trata de dar “barra libre” sino que “cada palo aguante su vela”, Se trata de poner en práctica una regulación facilitadora en la que el Autoconsumo generará beneficios para sus usuarios pero deberá hacer frente también a sus costes “reales”, tanto por su impacto en las redes eléctricas que sin duda se hacen más complicadas y costosas, como los costes asociados al sistema que realmente deba atender. Una racionalización de los peajes y cargas actualmente asociados a la tarifa eléctrica tendría un efecto beneficioso muchísimo mayor que los peajes y cargas que pretenden aplicarse al autoconsumo. En consecuencia hay que remarcar una marcada contradicción entre el objetivo del RD expuesto en la Memoria: promover la eficiencia energética mediante la actividad del autoconsumo eléctrico, y el desarrollo que se lleva a cabo en el citado RD que parece destinado claramente a disuadir a los consumidores de poner en práctica estas tecnologías con una regulación completamente desincentivadora. José Mª García Casasnovas Presidente Comisión de Energia Asociación y Colegio Ingeniros Industriales Catalunya (Acompañar con una foto de una casa con paneles fotovoltaicos)