E W Y E O DE TKXrrO a)alSTITüCIONBL La Convencidn Nacional Constituyente SBLY%IW: Art. 67 inc- 19: Aprobar o desechar los tratados concluidos con las desiás naciones, y los concordatos con la Silla Apostólica; y arreglar el ejercicio del patronato en toda la Nación. Podrá también aprobar o desechar tratados de integración regional, en cuyo texto se atribuJran facultades legislativas, administrativas o judiciales a organismos supraestatales- La ley 24.309, que declara la necesidad de la reforma constitucional, habilita -en su artículo 30 punto 1- la incorporación de nuevos incisos en el artículo 67, mediante los cuales se admita la facultad de delegar en organismos supraestatales funciones administrativas, legislativas o judiciales. El concepto de soberanía del siglo pasado ha sido superado por un criterio actual, en el que impera la idea de la integración El mapa mundial muestra una nueva fisonomía, donde se vislumbran claramente, regiones que aparecen no sólo como fenómenos económicos sino que conllevan un marco jurídico-político novedoso. El mundo se ha transformado. Ha concluído la etapa de la polaridad, y se vislumbra la integración de naciones como una nueva forma de asociación. El corredor del Pacífico, la Comunidad Europea, el Pacto Andino, el NAFTA, son claros ejemplos de la realidad que describimos. Nuestro país no ha estado ajeno a este fenómeno mundial, incorporándose como estado miembro en el MERCOSUR. Históricamente, las naciones de América del Sur son integracionistas; ello esta en el origen mismo de su formación. Basta mencionar a Sim6n Bolivar y a José de San Martín para evocar los ideales que los guiaron a ellos y a sus contemporáneos. Un ejemplo de esta tendencia, que se abre paso inexorablemente, es el Pacto de San José de Costa Rica, ratificado por.ky 23.054, que contempla la aceptación por parte del país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha expedido sobre estos temas en E h e k & i a n . Miguel Angel c. Sofovich, Gerardo y o t r o s , de 1992, y en Fibraca Constructora S,C.A c/ Comisión Técnica Mixta de S a l t o Grande, de 1993, y ello marca su clara decision de incorporar modernos conceptos de derecho internacional. Este proceso de globalización de relaciones entre Estados en el campo económico, laboral y cultural nos obliga a crear un marco jurídico adecuado. Junto con los procesos de integración se presenta, como inherente a ellos, la cuestión de la supraestatalidad. Si su instauración en plenitud no es posible por alguna razón de orden legal, tampoco será posible la materialización de aquellos. Frente al proceso de integración encarado, resulta necesario plantearse una reforma de la Constitución vigente. La legislación debe adecuarse a las nuevas realidades que nos marca el mundo, y las políticas nacionales a seguir. Un gran número de constituciones modernas reflejan en sus artículos esta nueva forma de asociación. La Constitución de Colombia establece que ....por medios de t r a t a d o s o convenios aprobados podra el estado o b l i g a r s e buscando l a reciprocidad, creando i n s t i t u c i o n e s supranacionales que tengan por o b j e t o l a i n t e g r a c i ó n económica con o t r o s estados. ...el Estado Ecuatoriano propugna l a asociación de Estados con miras a l a cooperación e i n t e g r a c i ó n económico s o c i a l , especialmente l o s iberoamericanos. La Constitución del Ecuador en su art. 6" puntualiza que La Constitución de Uruguay en su art. 6" señala que ...l a Rep~íblica proc~arará una mayor integración social y econdmica entre l o s estados de América La tina. Para que estos procesos de integración puedan concretarse, los Estados miembros deben delegar ciertas facultades administrativas, legislativas y jurisdiccionales a organismos supraestatales, expresión reiterada por diversos especialistas en la materia. El Dr. Bidart Campos, por. ejemplo, en ocasión de ponerse en conocimiento el 2!2 dictamen del Consejo para la Consolidación de la Democracia, aconsejaba sobre el tema habilitar expresamente a nuestro Estado para acatar la jurisdicción supraestatal de tribunales internacionales con competencia interpretativa y fiscalizadora de los tratados. En aquellas circunstancias de las relaciones internacionales, le parecía propiciable la previsión de una cláusula constitucional de habilitación genérica para que nuestro Estado integrase comunidades o entidades supraestatales. Por su parte, el h.Felix Lofi -en su proyecto de reforma de la Constitución Nacional- señala que la consolidación de las vinculaciones pacíficas se refuerza determinándose que la Argentina adherirá a los convenios internacionales sobre arbitraje para la solución de controversias. Asimismo, prevé que la Nación pueda celebrar tratados por los que se atribuya a órganos internacionales facultades específicas de los órganos del gobierno nacional. El objeto de esta facultad es posibilitar la inserción en entidades supranacionales y poder llevar así, a la práctica, la integración con otros países. Un dictamen en mayoria de la Comision de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación, proponía en su art. 2Q punto c) agregar a continuación del art. 350, como capítulo Segundo de la Primera Parte, un nuevo capítulo que se denominara Otros Derechos y Garantías, que versaría sobre el fomento a la integración internacional. Estas reformas se proponían con el objeti- vo, entre otros, de prever mecanismos adecuados para instrumentar la integración latinoamericana. El documento emitido por la Comisión de Juristas del Partido Justicialista, por su parte, propuso incorporar un nuevo inciso al art. 67" (atribuciones del Poder Legislativo), con el texto siguiente: ...aprobar o desechar los tratados celebrados con las demás naciones y atribiiir a organismos internacionales, de los que se forma parte, y ciiando fiieran aci~erdos de integracion poli tica, cul tural o económica, funciones 1egislati vas, administrativas o f irrisdiccíonal es con poder vinciil ante en el orden interno. Con el proyecto de modificación del art. 67G inciso 19 que proponemos, en el marco de la normativa del art. 30 inciso 1 de la ley que declara la necesidad de la reforma, no hacemos mas que dotar a nuestro país de un sistema que colabore en este proceso de modernización de las instituciones Y de integración con el resto de las naciones, y que nos permita cumplir adecuadamente con los compromisos asumidos, o que podamos asumir en el futuro.