Estudian parvovirus relacionado con diversas infecciones crónicas 13 de mayo de 2004 - Este virus sería responsable de problemas hematológicos, reumatológicos, cutáneos y ginecológico. Tradicionalmente los parvovirus se asocian a enfermedades que, por lo general, afectan a los animales, sin embargo hay un tipo de estos virus -conocido como B19- que comprometen la salud del hombre. De acuerdo a la literatura científica internacional, su tasa de prevalencia en la población es bastante alta, cercana al 60%. En nuestro país la realidad no es muy distinta. Hace un año académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, gracias a un proyecto Fondecyt, pudieron efectuar por primera vez un censo serológico entre habitantes de la Región Metropolitana. El resultado del estudio realizado a partir de 400 muestras obtenidas en los banco de sangre del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y del Hospital del Salvador, demostró que la prevalencia de Parvovirus B19 (PV-B19) es del 57%. "En los últimos 10 ó 15 años ha habido un fuerte interés por conocer qué ocurre con los parvovirus asociados a infecciones del ser humano porque se sospecha que pudieran tener alcances mayores a los conocidos hasta ahora", explica el académico del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas, Aldo Gaggero, quien dirige el Fondecyt "Parvovirus B19, un problema clínico emergente, aspectos epidemiológicos, virológicos e inmunológicos de la infección". El especialista señala que la manifestación clínica más frecuente de PV-B19 es el eritema infeccioso o quinta enfermedad, muy común en niños pequeños, que se presenta con una erupción cutánea que puede provocar picazón y enrojecimiento de la piel. "Es una infección aguda que no tiene tratamiento pero que tiende a ser bastante benigna", explica. Sin embargo, el virus también estaría vinculado a procesos crónicos de orden reumatológico, hematológico y ginecológico. "Hay varias patologías clínicas relacionadas con el parvovirus, algunas benignas y otras más complejas, entre ellas crisis aplástica transiente y crónica, citopenias, artritis agudas e hidrops fetalis que puede provocar, incluso, la muerte del feto. Por lo tanto, la infección con este virus puede dar origen a una variedad de manifestaciones clínicas", plantea Aldo Gaggero. 1/2 Estudian parvovirus relacionado con diversas infecciones crónicas Según el académico, el Fondecyt en ejecución les permitirá estudiar a más de 200 pacientes aquejados por diversas enfermedades para saber si sus casos tienen alguna relación con el virus. En lo inmediato a estas personas se les está tomando una muestra de sangre para detectar la presencia de inmunoglobulina M, un marcador que determina si el individuo se infectó hace pocos meses con PV-B19, y además se pesquisa el genoma viral mediante PCR o reacción en cadena de la polimerasa. Estos exámenes ayudan a definir si la enfermedad está relacionada o no con el virus. "En la población analizada en los bancos de sangre buscamos la existencia de otro marcador, inmunoglobulina G anti PV-B19, que permanece por largos períodos de tiempo en la sangre del sujeto. Es decir, si una persona hizo eritema cuando pequeño, por ejemplo, podría tener el marcador del virus aunque hayan pasado varios años desde ese episodio", explica Gaggero. El académico sostiene que hay varias preguntas por responder. La primera es saber si estas patologías clínicas verdaderamente están asociadas al PV-B19 y la segunda es dilucidar por qué el virus en ciertas ocasiones provoca una infección aguda y en otras una crónica. Es decir, ¿el PV-B19 es el mismo en todos los casos, varía según el cuadro clínico o depende de la respuesta inmunológica del sujeto?. Para ello deberá, junto a un equipo de trabajo, comparar las secuencias de los virus de los pacientes enrolados en la investigación, como también analizar su respuesta inmunológica, determinando una serie de marcadores. "Una hipótesis es que este virus se integra al genoma de la célula cuando se trata de infecciones crónicas. Por lo tanto, la estrategia que usaría para replicarse sería distinta según el tipo de enfermedad, crónica o aguda, lo que, eventualmente, explicaría cuadros clínicos tan diferentes", señala. Aunque el académico plantea que por ahora su interés está centrado en estudiar la patogénesis del virus, quizás los resultados de esta investigación darán pie para que más adelante se puedan generar tratamientos concretos que ayuden a la población. "En un plano hipotético y dependiendo de los resultados de estos estudios y de los que se desarrollen en el futuro, se podría llegar a establecer alternativas de control o tratamiento para quienes están afectados por el virus", acota. 2/2