23 de julio de 2008 - miércoles- ...................Estocolmo.................660 km Continuamos por la E4 hasta LIUNGBY, VARNAMO, JONKOPIN, GLINKOPING y ESTOCOLMO. Hoy nos enfrentamos con nuestra primera gasolinera automática y además "en sueco". La verdad que nunca se nos había presentado la necesidad de utilizar una gasolinera de estas características y cuando las veíamos, pasábamos de ellas hasta encontrar una tradicional. Pero hoy la necesidad apremia. No hay nadie. Son las 8:30 a.m. Juan Andrés sale a echar un vistazo y a la vuelta, comenta que la máquina tiene varios idiomas pero "cachis" entre ellos no está el nuestro. Con los conocimientos que tenemos de francés y con ayuda del diccionario, nos dirigimos hacia la máquina extranjera. Nos miramos y me decido a empezar. Tarjeta por aquí, teclita por allá......y habla la máquina: - "Utilice el surtidor nº 6 y llene" - ¡Perfecto! (digo yo). Allá que se va Juan Andrés, coge la pistola y ..........¡esto funciona! Pero todo no iba a ser tan bonito. A los 27 litros se corta y no hay manera de que salga más gasoil. - ¿Qué ha pasado? - Estamos seguros de que todo lo hemos tecleado bien. Total, que como ya tengo la tarjeta en la mano (me la ha devuelto la dichosa maquinita) y vemos que en la pantalla se ha puesto todo a "0", decidimos marcharnos seguros de que no hay nada raro. (Posteriormente al llegar a casa, comprobamos que no hemos tenido ningún cargo en tarjeta por este consumo de gasoil. Nos habíamos llevado 27 litros “por la cara”....¡genial!) 1 Amanece todo nublado y pensamos que hoy no vamos a tener un buen día; pero son las 11 a.m. y ha aparecido el sol. No se ven restos de nubes por ningún sitio. Hace un día ¡estupendo!. Además hemos llenado el depósito "a tope", en una gasolinera tradicional (de la que a nosotros nos gustan). Paramos a almorzar en un área con zonas pic-nic, rodeados de árboles, césped y flores. ¡Hum!....¡qué bien huele a verde! Llegamos a la población de Granna. De oídas sabemos que es un paraíso en cuanto a caramelos y chocolates. Así que optamos por salir de la autovía y pasar a verlo. ¡Qué sorpresa de pueblo! Una preciosidad. Situado junto a un gran lago -Vättern-, sigue el estilo de las casas de madera con grandes porches y tejados de diferentes pendientes, rodeadas de bonitos y cuidados jardines. 2 Tenemos mucha suerte y podemos dejar la AC en la avenida principal, junto a las interminables tiendas de "chuches" y recuerdos. Incluso en algunas de las tiendas podemos ver “in situ” cómo se hacen los famosos bastones de caramelo gigantes. Compramos unos cuantos dulces (para los peques y no tan peques) y seguimos la marcha. 3 El paisaje sigue siendo muy llano, igual que en Dinamarca. Desde que salimos de Alemania, lo que nos llama mucho la atención, son las construcciones de los pueblos, sus calles y plazas, casi todas adoquinadas y llenas, llenas de flores de colores por todas partes y por supuesto las fantásticas casas de madera. Construcciones de ladrillo apenas se vén. Sólo en las grandes ciudades. 4 También nos ha sorprendido mucho cruzarnos, en numerosas ocasiones, con autobuses viejos y adaptados como AC. Así como la devoción que hay por los coches americanos antigüos (tipo lincoln) cuidados hasta el más mínimo detalle y con un brillo espectacular. 5 Son las 6:30 p.m. y estamos a punto de entrar en la ciudad de ESTOCOLMO (la Venecia del Norte). De repente....¡toma ya!......la autopista está "patas arriba". Los cuatro carriles parados y debajo, varios barcos enormes cruzan el puente ahora elevado. Tras su paso, la autopista baja de forma paulatina y perfecta, encajándose de nuevo para reabrir el tráfico. Desde el puente, se obtiene una bonita imagen de la ciudad: jardines, avenidas, varios embarcaderos y bellos edificios terminados en cúpulas oscuras con adornos dorados. 6 Ahora, inmersos en la ciudad, seguimos los pasos del Tom-Tom hasta llegar al área para autocaravanas, que se encuentra situada bajo un gran puente y junto a un canal repleto de embarcaciones. En recepción nos dan un número de parcela para instalarnos. Dicen que "la primera impresión es la que queda". La parcela estaba bajo el alzado del puente, junto a otra fila de AC'S, y mirando hacia arriba, se veía cómo la gente se asomaba a la barandilla. Cierto és que hay un sexto sentido y a mí (Trini), me apareció en ese momento; pero como no hay que ser mal pensados, pues lo dejé pasar y no dije nada. La tarde la pasamos instalándonos, cenando y terminando con un agradable paseo por la zona. Nos acostamos a eso de las 11 p.m. para intentar salir pronto al día siguiente y visitar la ciudad. 7 Dejamos un poco abiertas las claraboyas. Hacía calor y se oía murmullo continuo y risotadas de gente, procedentes de la parte superior del puente. Casi dormidos, de repente, un gran estruendo nos despierta sobresaltados y con cara de susto: parecía que llovía........... ¿granizo?. El sonido era estremecedor. No duró más de 30 segundos, pero a mí se me hizo eterno. Nos estaban tirando algo desde el puente. Al final nos asomamos por la claraboya de la capuchina y dedujimos que nos habían arrojado agua desde una botella; pero a unos 25-30 metros de altura, las gotas parecían piedras. Después del susto nos partíamos de risa, pero antes, nos acordamos de la madre de más de uno. Decidimos irnos de allí y meternos bajo el puente, que "seguro", íbamos a estar más seguros y sobretodo para evitar que alguna que otra caída de objetos, nos rompiese la claraboya y nos fastidiase la aventura. Al rato, salen nuestros vecinos, también alarmados por el estruendo, aunque a ellos no les tocó. Nos comentan que suelen tirar monedas y piedras. Tuvimos suerte. Sólo fué agua. ............................................................................... 8