— junio 2016 RIEGO ¿Qué hacen en Australia? El riego contribuye a una producción de leche más estable. Algunas de las conclusiones de la gira por Australia para evaluar el uso del riego en Tasmania, Victoria y New South Wales. ¿E s o no rentable el riego en los sistemas lecheros del sur de Chile? La misión tecnológica de un grupo de productores lecheros a Australia dejó en claro que los sistemas de producción de leche a pastoreo tienen un aliado en el riego que, visto como una unidad que debe aportar rentabilidad y productividad a la tierra, se transforma en un insumo ineludible. Organizada por el Consorcio Lechero, con el cofinanciamiento de la Corfo, visitaron las zonas tradicionalmente más productoras de leche en Australia que son Victoria y New South Wales (NSW), más la isla de Tasmania que se parece bastante al sur de Chile. El jefe de I+D del Consorcio Lechero, Octavio Oltra destacó que no se entiende la lechería clásica australiana de NSW o Victoria, sin riego. En Chile, es como hablar de una lechería de zona central o Bío Bío sin riego, pero en Tasmania siendo un lugar como el sur de Chile, también es un elemento fundamental del sistema. ¿Cómo lo han hecho más eficiente? Conocen muy bien los sistemas y, sobre todo, a cómo evaluarlos. El riego es visto como una inversión que debe ser evaluada sobre la rentabilidad del predio a largo plazo. Tasmania (la zona más parecida al sur de Chile de Australia) tiene el 9,2% de la producción de leche en Australia, sin embargo es la región que tiene la tasa de crecimiento más alta cercana al 10%, cuando el último año Australia creció en un 3,8%. » 26 — junio 2016 El ejemplo de Tasmania Tasmania tiene el 9,2% de la producción de leche en Australia, sin embargo es la región que tiene la tasa de crecimiento más alta cercana al 10%, cuando el último año Australia creció en un 3,8%.Al grupo de productores chilenos sacó provecho de ver el uso del agua como un insumo dentro del sistema. También estudiaron la producción de forraje por hectárea, maximizando el uso del riego. Los australianos poseen indicadores dentro de su sistema productivo que registran el uso de agua, vista como insumo, al igual que un fertilizante. El indicador mide pluviometría y uso de agua total para producción, la diferencia es lo que se riega. “Saben que los predios más rentables están en aproximadamente 1.000 mm de uso de agua por hectárea. Eso está muy estandarizado en sus condiciones y saben que es un requerimiento para una producción de pradera óptima y se rentabiliza el sistema inmediatamente”. Las condiciones de producción de leche son muy similares a las del sur de Chile. Desarrollaron un sistema altamente pastoril, en muchos casos estacional, con alto uso de riego. La mayoría de las lecherías de Tasmania posee algún sistema de riego. Y, eso, sin duda, impactó a los productores chilenos. “Esa lógica nos hizo sentido. Vimos que es un sistema aplicable para el sur de Chile. En un sistema pastoril, una sequía puede echar abajo el presupuesto del año y hacer tambalear la supervivencia del predio. Por otro lado, también afecta a la recepción de la industria, que presupuestaba una cantidad de leche. Toda la cadena se resiente en una sequía. Tener agua disponible te aumentará el costo de energía, pero contribuye a mantener los flujos, la entrega de leche y el sistema funcionando, pero con ingresos”. Además, en un sistema productivo como el de Tasmania, donde llueve entre 1.200 y 1.400 mm anuales, parecido a Osorno en los últimos años, se requiere 1.000 mm para producir pasto en óptima performance. Y el agua está, sólo que mal distribuida. “Su solución estuvo en la cosecha de agua en los meses en que hay bastante, para usarla en los meses en que no hay”. Las condiciones de Tasmania son muy similares: básicamente pastoreo con suplementación, pero con la opción de poder planificar producción y cumplir con presupuesto y metas. Llegar a los 13.000 L/ha De vuelta a Chile, el análisis y la comparación de los sistemas son obligatorios. Y existen casos en los cuales ésta tecnología rentabilice el sistema y otras no, depende del tipo de sistema lechero en que se evalúe, los recursos y los objetivos del negocio. “Hay razones productivas y económicas por las cuales el riego debería ser fundamental en la mayoría de las lecherías del sur de Chile de aquí hacia el futuro. Necesitamos asegurar producción óptima y consumo por hectárea de forraje para ser rentables y en condiciones, aunque no haya sequía, pero con un verano normal de 2 a 3 meses secos, el riego permite llegar a las producciones por hectárea en que una lechería del sur de Chile debiera tener para ser rentable de aquí al futuro. Hablamos como meta de 10 toneladas de materia seca por hectárea de consumo. Para llegar a esto en muchos casos necesitamos suplir el déficit hídrico normal”. También hay razones económicas como la necesidad de hacer más rentable el negocio lechero. A baja rentabilidad, explica, no hay sustentabilidad ni proyección. “La rentabilidad pasa mucho por hacer un negocio de alta productividad a bajo costo. Y las posibilidades están en el alto uso de forraje Investigaciones que se vienen Difundir las tecnologías de riego para el sur genera desafíos en investigación y desarrollo: entre ellos, Octavio Oltra cita la determinación de los requerimientos hídricos de especies y variedades en nuestra realidad; el efecto del déficit hídrico sobre producción y persistencia de diferentes praderas; el efecto del riego sobre la eficiencia de conversión de los forrajes producidos y la producción de leche; ajuste de modelos predictivos para la producción de praderas; y, los modelos para determinar el inicio del riego y las demandas hídricas en producción estival. “Además, se debiera estudiar aspectos como modelos de optimización de producción lechera en zonas de riego; el estudio de los sensores de monitoreo de agua en el suelo; uso de sensores remotos y riego de precisión; y, avanzar en el conocimiento sobre eficiencia en sistemas de riego; finalmente es interesante evaluar fuentes de energía no tradicional como paneles solares o biodigestores, que provean energía a los sistemas de riego. En algunos casos, como los paneles solares, pudiese generarse la simbiosis de producir electricidad en los meses que un sistema de riego más demanda, el verano”. » 27 — junio 2016 RIEGO Organizada por el Consorcio Lechero y apoyada por Corfo Los Lagos, un grupo de productores y consultores conocieron experiencias de riego en lecherías en Australia. Las conclusiones de los productores Organizada por el Consorcio Lechero y apoyada por Corfo Los Lagos, un grupo de 6 productores y consultores conocieron experiencias de riego en lecherías en Australia, también visitaron centros tecnológicos y universidades. El productor lechero de San José de la Mariquina, Philippe Laroze, explicó que existe mucho por aprender, “nos gustó el enfoque de medir el tema en megalitros, en volúmenes. Nosotros hemos avanzado en otras áreas, ellos no tienen restricción en cantidad de suelo, nosotros hemos avanzado en la producción por hectárea, mucho más que ellos. Ellos tienen 300 milímetros de agua lluvia por año versus 1800-2000 que tenemos en nuestra zona”. El mensaje es claro: “Invertir en agua es invertir en vida. Nunca va a ser una mala inversión, a lo más va a ser una inversión que no se use en años de lluvia. Eso, en la medida que los recursos financieros y tecnológicos lo permitan”. El productor y consultor Lucio Pérez explicó que allí “la única forma de tener agricultura es con riego, sobre todo en lo que vimos en Sydney y Melbourne. En Chile si uno piensa » 28 quedarse en el negocio agrícola, hay que pensar en invertir en riego. No hay que tenerle miedo, ya que el tema se paga y además da tranquilidad y seguridad en el largo plazo”. El productor lechero Karel Hrdina, le llamó la atención ver cómo los australianos almacenan agua en invierno, con embalses de gran tamaño, minitranques y eso los ayuda a acumular agua. “Ojalá que el Gobierno nos permita hacer más tranques en los predios. El riego es una tremenda herramienta ya que nos ayuda a tener el alimento para nuestras vacas durante todo lo año, lo que genera una producción más estable y menos estresante”. Finalmente, el profesional de COLUN participante en la gira, Christian Weiss, explicó que la misión a Australia representó muy bien el problema mundial en torno a la producción de leche. “Los problemas de los productores en Australia son muy semejantes a los que hoy pasan los productores chilenos. Lo destacable es que hoy hay soluciones para poder avanzar en el tema de cambio climático. El riego debería ser considerado como un insumo más de producción”. por hectárea, pero si no hay acceso al agua, a niveles altos no es posible. Es un círculo que va desde lo productivo a lo económico, pero que se basa en el concepto de que la alta producción y consumo de forraje por hectárea es lo que determina mucho de la rentabilidad del predio”. Y esto sin agua, en muchos casos se ve complicado. ¿Cómo subir una producción de más de 12 a 13 mil litros de leche por hectárea sin comprar mucho alimento externo? Es un desafío que se hace cuesta arriba si es que no hay producción de forraje basado en riego. Si se hace, se debiera estar en productividades traducidas en kilos de sólidos lácteos (proteína + grasa) de unos 900 a mil kilos por hectárea, lo que es cercano al promedio neozelandés. Hoy, según cifras del Benchmarking del Consorcio Lechero, el promedio en Chile es de 555 kilos. Hacerlo requiere unos 13 mil litros de leche por hectárea. “Pero, sin el uso de agua, en las condiciones actuales del sur de Chile hacerlo con forraje propio, es difícil. La solución más común en nuestro medio, es aumentar productividad comprando mucho alimento externo a un alto costo. Lo cual cambia el foco del riesgo del negocio, desde estar en riesgo climático a estar en riesgo del precio de los alimentos. Por eso el riego debe ser incluido como una herramienta estratégica para la sustentabilidad de la lechería del futuro, pues puede aumentar productividad a costos más bajos que la compra de alimentos, con bajo riesgo climático y de precio de alimentos”. El porqué del riego en las praderas del sur de Chile tiene una explicación simple. En lo productivo, sin riego en verano, la producción de forrajes baja en crecimiento y calidad; la producción de leche decrece en vez de ser más estable; también se afecta la persistencia de las praderas. El efecto de un año con sequía se maximiza sin riego: aumentan los costos por el ítem de compra de forraje; se usa más forrajes invernales; pérdidas productivas de corto y mediano plazo en las curvas de lactancia; y, finalmente, el productor se descapitaliza. De acuerdo a un estudio de la UACh- — junio 2016 Consorcio Lechero (2010) se puede lograr producciones de hasta 18 mil kilos de materia seca por hectárea con 630 mm de agua. Octavio Oltra afirma que la razón del riego en el sur es económica, ya que se aumenta la producción y consumo de forraje intrapredial. ¿Cómo hacerlo? El tema riego en el sur es incipiente, aún quedan dudas por resolver. El tema relevante hoy es cómo se plantea el riego dentro del negocio lechero. ¿Qué pasa con las 4 a 5 toneladas de forraje adicional producidos bajo riego?, ¿Se aumenta la carga?, ¿Cuánto se conserva?, ¿Se pastorean? El punto es cómo consumirlas y rentabilizarlas. Ahí está el paso a las decisiones tácticas prediales que son igual de importantes que las estratégicas para los resultados del predio. Pueden ser más praderas para consumir, pero también surgen las alternativas de cultivos suplementarios como el maíz, que es más eficiente en el uso de agua y producción de alimento. En el caso de este último, ya se ve cómo tomó relevancia en el sur. Surge como una necesidad revisar la normativa de aguas también para ver su aplicabilidad a nuestras condiciones, pues el riego es un tema que no está tan incluido en la cultura agrícola del sur, como ocurre en otras partes de Chile. Ya en el seminario de difusión quedó en claro esto, porque si crece el riego, es clave estudiar y ver cómo usar las aguas en el sur de Chile, tanto para pozos como acumulación. Todos los eslabones del proceso Actualmente el Consorcio Lechero está trabajando con productores que ya poseen proyectos de riego para ir analizan- do qué está ocurriendo en condiciones reales de predios a pastoreo con riego. “En 2010 presentamos el trabajo desde el punto de vista financiero del riego, con el investigador de la Universidad Austral Juan Nissen. Posteriormente, con la Universidad de la Frontera hicimos el análisis técnico para evaluar proyectos de riego en sistemas lecheros y, lo que nos quedaba, era ver cómo insertar el riego en un sistema productivo y cómo rentabilizarlo. Ese fue el enfoque de la misión tecnológica con Corfo que realizamos a Australia”. Estas líneas se continuarán trabajando, sobre todo en cómo evaluar la rentabilidad del riego en predios lecheros, además de la articulación con la Comisión Nacional de Riego (CNR) y el Minagri. Hardy Avilés » 29